Sonata Nocturna
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Saludos a los escritores de pesadillas de Aniterasu...
En esta ocasión os traigo una actividad para devanaros un poquito los sesos, mientras no os los comáis los unos a los otros.
Se trata escribir un microrrelato, con la condición de que sea de terror. Pero no será escribir como otras veces, que os sale toda la inspiración como queráis y todo eso... No, no, no. Esta vez lo pondremos un pelo de sobaco más difícil.
Vais a tener tres grupos de palabras, que son estos:
Grupo A: Calabaza, calcetín, gelatina, gato, berruga, espeluznante y pavor.
Grupo B: Fantasma, uña, cáscara, cazuela, moco, crepitante e impávido.
Grupo C: Esqueleto, queso, mugre, escalofrío, telaraña, estoico e intrépido.
¿Los habéis leído bien? Si no es el caso, quizás un ojo biónico ayudaría.
La cuestión es que tenéis que escoger un grupo de palabras, sea el A, el B o el C. Y con esos tres construir un microrrelato. Agradeceríamos muchísimo que las frases no fueran únicamente las formadas con esas palabras, sino que hubiera más. Ahora, que si vuestras podridas mentes llenas de neuronas muertas no dan para más... Pues no dan. No se le puede pedir a un montón de moscas danzantes que se pongan a trabajar... Muajajajajaja.
Cof, cof... No me lo tengáis en cuenta, son las fechas.
Dicho esto, quiero aclarar que los microrrelatos van a ser evaluados y puede haber algún premio roñoso, como está mandado en estas fechas mortífagas.
¡A las plumas, escritores perdidos!
Un saludo de parte de todo el staff de Aniterasu.
Ari-Locutora-Grrrrrr
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57.749 ATC
interesante la actividad ^^
elejire esta ^^
Grupo C: Esqueleto, queso, mugre, escalofrío, telaraña, estoico e intrépido.
esto era una noche que me desperte de madrugada con un poco de hambre y fui apor un poco de queso, mientras estaba en la cocina me dio un escalofrio sentia como algo caminaba detras de mi, y al voltear vi una sobra alejandose me asuste pero pronto dibage viendo una mancha de mugre en el suelo lo cual me recordo que tenia que volver a la cama(tenia forma de almohada la mancha XD) mientras caminaba por el pasillo se me metio a los ojos una telaraña, me extraño ya que no deberia haber ni rañas ni nada, continue mi camino a la habitacion un poco inquieta, y al abrir la puerta vi en el foro alumbrado por una luz roja un esqueleto con armadura una espada y un escudo estaba alli de pie con un porte estoico al verme solto una risa diabolica y se vino sobre mi pero en un movimiento muy intepido de mi parte me lance sobre el y al chocar su armadura y huesos se desperdigaron por el suelo entonces tome su espada y la clave en el crane, pensando que asi lo eliminaria....
pero se enfado conmigo y se fue molesto con la espada clavada en la frete. XD
Don Ruge de la Grrr dijo:
Te otorgo hoy, Ari de GRRRRRRRRRRRRRRRRR, oficialmente, y de forma precoz, el poder absoluto sexual.
Esto quiere decir, que desde ahora y pa' delante, te haces una Esperanza Gomez mexicana. Cualquier hombre caerá a tus pies o caerá de chones si preferís tú clavarles algo. Este poder dura solo hasta la media noche y/o hasta agotar stock. Agitese antes de usar. No aplicar directamente a los ojos.
gracias a Rey Lince
Inició el tema
Sonata Nocturna
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Jajaja, me hizo mucha gracia, @ Ari-Gator, no lo pude evitar .
Firma cortesía de @ Mandrake, que es un amor <3
Amaterasu
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A ver qué resulta! Elijo el grupo A.
Otra tarde aburrida de fin de semana, igual que tantas del año, decidimos organizar una quedada con mis amigos en la granja de Maximiliano, un compañero de la universidad. Fueron cuatro entre ocho quienes aceptaron acompañarme a un lugar que se ve muy demacrado y espeluznante bajo la luz de la luna. Los que dieron su negativa aparentaban estar acobardados, pero tampoco hablamos de irrumpir en un cementerio para que sea tan así.
Llegamos a destino a pie en plena madrugada del sábado, mientras Fabián echaba unas bromas sombrías para dar miedo a Natalia y Solange. Leonardo, por su parte, se encargaba de arruinarle los relatos a partir de la insolvencia en sus contenidos. La edificación de madera realmente parecía descuidada y sus alrededores daban pena con una calabaza podrida por ahí y plantas marchitas por doquier. Cualquiera diría que el lugar está abandonado desde hace buen tiempo.
La llovizna que soportamos por pocos minutos empezó a tornarse molesta y Leo nos animó a pensar que podríamos divertirnos un rato adentro o, en el peor de los casos, dejar de mojarnos. Cuando abrí la puerta, la madera hizo un fuerte chirrido y, de la oscuridad, emergió a toda velocidad un gato negro que casi nos infarta del susto. Entre carcajadas, las chicas encendieron sus linternas e ingresamos en la construcción vieja.
El ambiente era amplio, polvoriento y con fuerte olor a humedad, intensificado por el rocío que caía afuera. Creímos conveniente descalzarnos y secarnos los pies para no pescar un resfrío. Fabián insistía en que deberíamos seguir el mismo ejemplo con las camisetas, pero no hacía falta observarlo mirando de reojo a Naty y Sol para saber su única intención. Por supuesto nadie tomó con seriedad la sugerencia.
Una de las linternas comenzó a parpadear hasta apagarse por completo. Natalia juraba que las baterías eran nuevas, e intentaba quitarlas y volver a colocarlas sin resultado positivo. Cuando comentamos sobre nuestra suerte de haber traído dos, la otra empezó con el mismo problema para finalmente quedar con una luz tenue. De repente, un relámpago trajo consigo un ensordecedor estruendo y la luminosidad suficiente para cubrir toda la sala. En ese instante, durante milésimas de segundo, pudimos advertir la sombra de otra persona más en lo profundo del lugar. Los gritos de pavor se cortaron de forma brusca por el fuerte golpe de la puerta de entrada, cerrada violentamente por el viento.
En el sobresalto, Solange dejó caer su linterna al suelo y corrió desesperada hacia el ventanal por el que antes ingresó la luz del relámpago. Se aventó de cabeza a él para romperlo y escapar, pero su salto no tuvo la suficiente altura y solo consiguió romper la base del vidrio. Esto provocó que el cuadrante superior de la enorme ventana cayera hacia abajo y viéramos cómo la figura de su cuerpo se separaba en dos mitades, con una parte logrando la libertad ansiada y, la otra, permaneciendo encerrada con nosotros.
Los cuatro quedamos perplejos y temblando como una gelatina ante tal escena. Situaciones así son propias de una película de terror, no de una salida real entre amigos. Una vez que algo de mi cordura regresó en sí, me doy cuenta que Fabián y Leonardo están discutiendo y forcejeando para ver quién se queda con un cuchillo, mientras Natalia estaba de rodillas en el suelo llorando y suplicando despertar de la pesadilla. Grité con firmeza a los dos idiotas para que se detengan y no me hicieron caso. Tropezaron y continuaron pugnando en el suelo hasta que finalmente se dieron por vencidos. Fabián se puso de pie con las manos ensangrentadas, siendo entonces cuando distinguí que Leo tenía atravesada el arma en el pecho. En su intento de hablar, la falta de aire no le permitía establecer palabras. Gesticuló dolor o necesidad de oxígeno con el rostro, particularizado por la verruga en su mejilla, para luego quedar inmóvil de forma definitiva.
Los últimos truenos marcaban el ritmo de esta noche tenebrosa, mientras Natalia y yo le recriminábamos intensamente al asesino lo qué había hecho. Ella se abalanzó hacia Fabián gritando enloquecida y él reaccionó dándole un empujón que la hizo caer para atrás. Mi amigo estaba irreconocible, pálido. Se dirigió donde yacía Leonardo y arrancó el cuchillo de su torso. Luego nos miró con lágrimas en los ojos y se lo clavó a sí mismo varias veces a la altura del estómago antes de perder el equilibrio. No podía creer lo que veía; tampoco dejar pensar que todo se originó del terror causado por una sombra de alguien que todavía no actuó.
Mi impulso fue el de acercarme rápido a Natalia, quien estaba sollozando en shock, acurrucada por el miedo, con un calcetín que no había llegado a quitarse antes. Le ayudé a levantarse, en tanto se escuchaba que el temporal amainó, y apuntamos a dirigirnos a la salida. Las dos linternas se encendieron por completo como si se tratara de una broma de mal gusto, aunque nunca miramos hacia atrás; procuramos no prestar atención a los cadáveres y continuamos hasta afuera. El único momento en el que giré la cabeza fue para cerrar la puerta al huir de la edificación y las luces expusieron la figura del espantapájaros de la granja de Maximiliano.
Mazoku
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10.844 ATC
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Probando probando...
Llega la espeluznante noche, dentro de mi pútrida calabaza, cabe resumir la vida como un pequeño y andrajoso gato durmiendo en un apestoso y gran calcetín, comiendo gelatina como si fuera su mejor sardina, apegado al pavor creado por la verruga que es la sociedad.
Solo queda ver como caigo como aquel moco de mi último resfriado, tratando de beber de una cazuela con la única ayuda de mis uñas, más una uña por cuchara es el legado de una crepitante esperanza de dejar algo valioso cuando uno ya sea fantasma o la creencia de un felino impávido de que posee algo de mayor valor que su cráneo que resultará ser solo una cáscara sin ideas que ofrecer.
- NYAAAAAA~!!! - gritando, un golpe parece bastar para asustar a este minino estoico que busca no aparentar debilidad en su pequeño hogar del color de las naranjas, solo Halloween le permite tener semejante hogar, el único que no critica la mugre de su pelaje. Pero ahora tocando ser intrépido debe evaluar los daños de su escondrijo golpeado, algo ha impactado no solo en un hogar, si no también en la telaraña que frenaba un poco el viento. No es hasta ese momento que sintiendo un escalofrío, que viendo un trozo de queso siento que la fortuna está de mi lado, corriendo a ese suculento manjar... Lo atravieso, quisiera llorar al no entenderlo, al menos hasta que al regresar a mi cobijo, lo veo, soy solo un esqueleto.
Es la isla de la eternidad,
donde no florecen los árboles,
Es un mundo de perdición,
Donde inocentes muñecos mueren,
Donde la felpa lucha por su vida,
Donde nadie decide su suerte,
solo escogen si luchan un nuevo día.
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