Mazoku
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UN NUEVO EXPERIMENTO
En un tiempo futuro pero no demasiado una compañía llamada "Star Dimensión", realiza un nuevo experimento, quien esta la mando es Joseph un científico de renombrado nombre entre sus colegas, un tipo alto con pelo castaño con algunas canas, empiezan a aparecer por sus patillas, sus rasgos son angulosos y sus ojos de estilo asiático de color marrón, entrado ya en años con una corpulencia aun fuerte, dirige uno de los experimentos con tono de enfado mientras que su esposa una mujer joven de pelo largo y rizado de color rubio con ojos de color verde pálido y rostro redondeado juguetea con una niña de corta edad en una habitación contigua al laboratorio de este, a su vez una ayudante joven esta tomando apuntes de sus indicaciones.
─ No así no es…tenis que ponerle mas potencia…para hacer el puente fijo…─ dice Joseph mientras refunfuña por la poca potencia que obtienen en el experimento.
El laboratorio donde Joseph trabaja es un sótano bastante grande con una gran maquinaria toda ella conectada a una especie de portal.
─ Señor…Aquí tiene los nuevos resultados y los cálculos rectificados…─ dice Regina mientras le entrega un ipad para que lo revise, es una chica bastante joven de pelo corto y rizado de color rubio con algunas mechas que le caen por delante de color azul, sus ojos son de un color celeste, su aspecto daría a entender que es una adolescente, pero ya lleva bastante tiempo al lado del profesor Joseph como su mano derecha.
─ De acuerdo…Preparados para la siguiente prueba…A mi señal…─ dice Joseph en ese momento antes de hacerlo mira hacia a tras viendo a su mujer y a su hija en ese momento la coge en brazos y este saluda a su hija y le lanza un beso a su mujer, seguidamente se coloca unas gafas de color oscuro, lo mismo que su mujer, mientras deja a la niña en el carrito.
Joseph da la señal accionando una palanca, al instante empieza a escucharse el chisporrotear de la energía recorriendo el portal, mientras que los científicos empiezan a comprobar sus ordenadores, la potencia se incrementa y aquel artefacto empieza a brillar con un tono azulado intenso puede verse en la cara de Joseph una gran sonrisa haciendo saber que aquel intento ha asido un éxito, orgulloso de aquello mira hacia atrás sonriendo a su mujer.
En ese momento el resplandor azul empieza a tornarse rojo la electricidad empieza a chisporretear por todas partes Joseph intenta controlarlo pero resulta completamente inútil, de pronto empiezan a escucharse explosiones por toda la sala uno tras otro van estallando las maquinas,
─ Cierren el portal rápido…─ dice Joseph completamente alterado mientras ve como las maquinas empiezan a explotar, en un momento, Regina sale de la habitación en dirección hacia donde esta la mujer de Joseph, viendo como muchas sombras salen del portal saliendo al exterior del edificio, Joseph por unos instantes se queda pensando que puede ser cualquier otra cosa.
Entre tanto las maquinas siguen explotando y empieza a haber humo y fuego por todos lados.
─ Joseph…─ dice la mujer mientras ve como todo aquello sigue explotando y mientras su marido intenta hacer lo que puede para detenerlo.
─ No se puede es como si hubiera tomado control propio debemos de salir de aquí…─ dice uno de los científicos mientras sale de allí corriendo.
Sin previo aviso todo aquello explota, el edificio en si se tambalea viendo aquello la mujer se queda petrificada y la niña comienza a llorar, Regina sin saber que hacer mira hacia todos lados y empuja a la mujer hacia la salida.
─ JOSEPH…NO!!!...─ grita la mujer mientras gira la cabeza para solo ver el humo que llena la habitación mientras Regina la empuja hacia las escaleras para salir de allí, la gente empieza a agolparse en las escaleras, en eso una sacudida hace que la escalera se rompa dejando una grieta, la mujer resbala agarrándose al saliente con una mano mientras con al otra sostiene a su hija.
─ Vamos agarrese a mi mano…─ dice Regina ofreciéndole la mano para que pueda levantarla, lo primero que hace la mujer es ofrecerle a su hija y mientras la coge en ese momento un nuevo temblor sacude el sitio haciendo que la mujer se suelte de donde estaba cayendo al vació.
Regina se queda estupefacta por unos segundos mientras la bebe sigue llorando con fuerza, viendo que aquello se puede venir abajo en cualquier momento sale de allí corriendo entre la gente y la multitud, una vez fuera ve como llegan los bomberos por suerte la empresa se encontraba en las afueras de la ciudad.
Los bomberos y la ambulancia empiezan a llegar, rápidamente los bomberos se ocupan del incendio y las ambulancias de los heridos Regina se queda mirando por unos instantes a la niña que empieza a acunarla para intentar que se duerma, su mirada se queda fija en la empresa, ve que todavía siguen saliendo personas y como el fuego empieza a extenderse demasiado rápido, su mente hace recuerdo de aquellas sombras saliendo del portal.
Al instante un enfermero de las ambulancias se le acerca ofreciéndole una manta y una botella de oxigeno esta se queda sentada en una de las ambulancias recuperándose pensando en que pudiera haber fallado todos aquellos cálculos estaban bien no podía ser que algo hubiera salido mal.
Viendo que allí ya no puede hacer nada se queda por unos momento viendo como la niña empieza a dormirse poco a poco, aun anda algo mareada y sin saber que hacer la mirada de aquella mujer cayendo al vació y la desesperación por su marido no se olvidara tan fácilmente.
Pasado un rato, salen casi todas las personas mientras empiezan a verse por fuera unas grietas provenientes del sótano donde se encontraban.
Uno de los científicos se le acerca para comprobar si se encuentra bien, parece no haber sufrido muchas heridas.
─ ¿Regina como te encuentras…?...─ dice el científico mientras se sienta a su lado.
─ No se lo que ha podido salir mal era imposible todos los cálculos estaban bien…─ dice Regina intentando repasar una y otra vez los cálculos que había obtenido, pero la imagen de la madre del niño sigue apareciendo en su cabeza.
─ Es mejor que no te comas la cabeza con eso…¿Sabes si ha salido Joseph…?...─ pregunta el científico mirando hacia todas partes observando un caos monumental, mientras aun siguen sacando gente del edificio, aun se podían ver las llamas por todo el lugar y una columna de humo negro saliendo de este.
─ No ha logrado salvarse, lo único ha sido su hija…─ dijo Regina mientras acunaba aquel bebe que yacía dormida entre sus brazos.
─ ¿Qué vas a hacer ahora…?...─ pregunto el científico mientras miraba aquel bebe entre los brazos de Regina.
─ No lo se la verdad, debería de dejarla en a asuntos sociales, para que se encarguen de ella, de momento esta noche la pasara conmigo…─ dice Regina mientras se levanta del sitio y en dirección a su coche.
Una vez en el deja a la niña en asiento de atrás y arranca, pero antes se queda mirando el lugar completamente devastado, todo su vida estaba en ese sitio y ahora tenia que volver a empezar de nuevo.
Mientras conduce en dirección a su apartamento su mente divaga entre los cálculos que había obtenido y era imposible que estuvieran mal todo había sido corregido por antemano dos veces, pero entre esos pensamientos de pronto aparece la imagen de la esposa de Joseph entregándole a su hija mientras ella cae por aquella grieta, por unos instantes se queda mirándola y sonríe.
Antes de llegar se pasa por un supermercado para comprar algunas cosas, pañales y algo de leche por si el bebe tiene algo de hambre, una vez hecho llega a su casa no es un sitio muy grande pero esta en un barrio bastante bueno delante de ella hay un gran parque, y de vez en cuando suelen pasar policías.
La casa es grande de dos pisos y de un color crema por fuera, nada mas abrir la puerta hay una escalera que llega al piso de arriba a su mano derecha tiene el salón muy acogedor mas adelante la puerta que da a la cocina y al fondo un pequeño jardín.
Inmediatamente sube las escaleras, en las paredes hay fotografías suyas y de su familia incluso algunas con Joseph y su mujer nada mas llegar arriba se dirige a su habitación dejando la bebe delicada mente en su cama, su dormitorio no es muy grande a pesar de todo tiene una cama con una manta de color rosa encima de esta una mesita de noche a su lado con una lámpara de lava en la pared de la derecha hay un armario y en el otro lado una mesita con un ordenador portátil, y la ventana al lado de su cama da al parque.
─ Bueno tu te quedas aquí, mientras voy a ducharme que me hace falta…─ dice Regina mientras se va quitando la bata y buscando algo mas cómodo entre el armario y los cajones.
De momento la bebe parece que no se ha despertado cosa que agradece puesto que Regina no tiene mucha experiencia con niños.
Sale de la habitación muy despacio cerrando la puerta con cuidado de no hacer ruido avanza por el pasillo y se mete en el cuarto de baño que esta alicatado hasta el techo con azulejos color celeste, con un lavabo y un espejo en la pared que se abre al fondo una mampara de ducha.
Una vez dentro deja caer el agua esperando un poco a que se caliente una vez esta a ala temperatura ideal entra dentro y deja que el agua se ocupe de todo que la relaje por completo, pero aun así su mente no puede olvidarse de la cara de agonía de la pobre mujer mientras caía, mientras esta con sus pensamientos aquel rostro la hace despertar de golpe.
─ Mierda!!!, esta noche dudo que pueda dormir…─ dice Regina mientras sale de la ducha y comienza a secarse una vez que se pone el pijama se dirige hacia la habitación, para su sorpresa la bebe esta despierta y moviéndose por la cama.
─ Vaya ahora te has despertado tu…espero que no llores…─ dice Regina mientras mira al bebe ignorante de lo que ha pasado, en ese momento se sienta en la cama y empieza a jugar con ella.
Habiendo pasado un momento la bebe empieza a llorar desconsoladamente, Regina intenta averiguar que es lo que le ocurre una vez que se da cuenta se teme lo peor.
─ No me jodas, tengo que cambiarte el pañal…Dios que asco…─ dice Regina mientras quita el pañal viendo todo aquello y el olor que belga a su nariz le entran ganas de vomitar, incluso en el proceso termina la cama manchada.
─ Por favor pero que narices te daban de comer…─ dice Regina mientras continua cambiando el pañal una vez que lo ha hecho y se ha librado del otro, la niña continua llorando.
─ ¿Pero que te pasa…?...Ahora vuelvo no te muevas…─ dice Regina mientras no sabe que hacer pero nuevamente en cuanto ve el biberón sabe que tiene hambre.
─ Ahora vuelvo tu quédate hay…─ dice Regina mientras sale de la habitación sin perderla de vista.
Baja las escaleras a toda prisa hasta la cocina y empieza a buscar el biberón que ha comprado una vez que ve el paquete de leche en polvo lo abre y empieza a hacerlo, cuando ya lo tiene caliente sube rápidamente hacia la habitación y se lo da a la bebe, en ese momento nuevamente se hace el silencio.
─ Espero que esta noche pueda dormir un poco…─ dice Regina mientras ve a bebe comer tranquilamente una vez que lo ha hecho poco a poco los ojitos se van cerrando.
─ Bueno hora de dormir…─ dice Regina mientras coloca el bebe a su lado y por unos momentos se queda mirándola sin perder vista, a su mente viene quedársela pero sabe que aquello daría al traste toda su vida de alguna forma, mientras continua con sus pensamientos poco a poco sus ojos se van cerrando y el sueño la vence.
La noche pasa tranquilamente, en cuanto amanece los rayos de sol despiertan a la bebe que empieza a llorar, Regina la momento despierta y comienza a cambiarla y a darle de comer nuevamente una vez que ha terminado empieza a hacer unas llamadas para comprobar ciertas cosas y decide volver a los estudios, pero sabe perfectamente que tendría que llevar a la bebe a asuntos sociales.
Se queda por un momento mirándola y decide llamar a una amiga suya para que haga de canguro por un tiempo.
Una vez que le explica que es lo que ha pasado, la amiga decide quedarse para cuidar de ella, Regina sale a toda prisa para hacer los recados.
Aunque estos suelen darle mas tiempo del que pensaba, cuando vuelve compra mas pañales y comida para la bebe, viendo que al final terminara quedándose con ella comienza a pensar en que necesitara un trabajo.
Una vez llega a casa la amiga se marcha y ella nuevamente se encarga de la bebe bañándola y dándole de comer, y así pasan los años poco a poco, nuestra protagonista toma un trabajo de profesora, al menos con eso tendría tiempo para cuidar de la niña.
Los años pasaron y la bebe ya tiene dieciséis años Regina es un poco mayor su figura ha cambiado un poco aquella mechas azules de rebeldía han sido sustituidas por mechas rubias, y su carácter se ha tornado mucho mas responsable.
Una vez en casa cuando llega de trabajar y esta agotada Samantha le saluda alegremente tirándose al cuello mientras la abraza, es una jovencita no muy alta con una melena de color negro con rizos y unos ojos de color marrón apagado, su rostro es redondeado dándole una Palencia mas infantil, aunque tiene una figura muy bien formada con las curvas justas donde deben estar, su carácter es desenfadado y extrovertido.
─ ¿Qué tal el día mama…?...─ pregunta Samantha sonriéndole y con el rostro alegre.
─ Agotador cariño, ¿espero que ya hayas hecho tus deberes…?...─ pregunta Regina mientras le da un beso en la mejilla.
─ Si claro, además he preparado la cena…─ dice Samantha completamente alegre, mientras le toma de la mano y la lleva al salón.
La habitación no es mi grande hay una mesa en el centro y un televisor al otro lado unos sillones dominan de piel de color marrón, las paredes tienen un color pastel muy suave, la noche es algo fresca y la brisa entra por la ventana.
─ ¿Otra vez spaghetti…?...─ pregunta Regina viendo que hay dos platos grandes cubiertos con salsa de tomate y alguna fruta.
─ Sabes que es lo único que se me da bien…─ refunfuña Samantha mientras pone cara de enfadada.
─ Te voy a tener que enseñar a cocinar otro plato…─ dice Regina mientras ambas se sientan en la mesa para comer, en eso enciende la televisión para ver las noticias.
Mientras cenan una noticia sorprende a Regina que deja de comer de inmediato, haciendo casi termine atragantándose con lo que estaba comiendo.
─ Aquí en el callejón de la sexta avenida, ha habido un asesinato múltiple, se sabe que las victimas eran integrantes del equipo del laboratorio "Star Dimensión", según la policía ha sido un animal salvaje…"…─ dice la reportera enseguida Regina se queda como en otro mundo tanto tiempo intentando olvidar aquello y de repente todo vuelve a su mente como un flash dejándola en otro mundo con sus pensamientos.
─ Mama…¿Estas bien…?...─ pregunta Samantha mientras la zarandea un poco para ver si se centra pero ni siquiera aquello la devuelve, su mente divaga nuevamente entre la imagen de la madre de Samantha despeñándose por aquella grieta.
─ ¿Eh…?...Si, no te preocupes solo es que me ha pillado por sorpresa nada mas antes trabajaba en ese sitio, ya te conté…─ responde Regina mientras bebe un poco de agua para relajarse un poco, aunque aquella noticia hace que le pique la curiosidad.
─ Si, lo se…pero es que no reaccionabas…─ dice Samantha mientras se tranquiliza algo, pero empieza a pensar que algo pasa.
─ Es mejor que vayas recogiendo esto…yo tengo que salir…─ dice Regina con el estomago algo revuelto después de la noticia, aunque Samantha sabe que algo esta pasando, en su mente decide seguirla y comprobar que es l oque es.
─ Vale…además me queda alguna cosa por hacer…─ dice Samantha mientras recoge los platos y Regina sale por la puerta tomando el abrigo a toda prisa.
─ De eso nada no te pienso dejar que vayas sola…─ dice Samantha que en cuanto sale Regina esta va detrás de ella a cierta distancia para comprobar lo que le ocurre.
El aire de la noche es fresco el cielo esta completamente despejado, en e el cielo domina la luna llena, pudiendo verse algunas estrellas, las farolas ya están encendidas y el trafico empieza a no ser tan denso, puede verse a los viandantes aun de un sitio para otro y los bares abiertos tomando a su siéntela de la tarde.
Samantha sigue a Regina desde una distancia prudencial intentando no ser vista por ella, atraviesa varias carreteras, la sexta avenida esta a varias manzanas de donde viven, una vez que llega se detiene a cierta distancia, Regina se queda observando el lugar con gran interés como si buscara algo, al menos la prensa y la policía han abandonado el lugar.
Regina se adentra en el callejón en plena oscuridad mientras Samantha se acerca poco a poco, ve como la luz de una linterna ilumina le lugar, que ni siquiera hay iluminación, la única luz que entra es de las farolas de afuera.
─ No es posible…Después de tanto tiempo…─ dice Regina mientras mira al suelo con la linterna se leude ver que hay manchas de sangre por le callejón, pero su vista se fija en una pequeña chapa con un nombre en ella que reconoce que proviene del mismo laboratorio donde ella estaba.
Mientras esta se queda impresionada se escucha como un gruñido proveniente del callejón Regina en seguida se levanta y empieza a apuntar hacia todas partes para ver de donde proviene ese ruido pero no se ve nada, su mente empieza a pensar que se trata de algún perro, pero enseguida un siguiente gruñido la hace salir de aquel pensamiento es mucho mas potente y diferente al de un perro, casi inmediatamente se siente observada por algo entre la oscuridad del sitio logra ver unos ojos amarillos que la observan desde una de las escaleras de incendio, cuando dirige la linterna hacia ese lugar es como si desaparecieran de inmediato.
─ ¿Quién esta hay muéstrate…?...─ pregunta Regina mientras temblorosa apunta la linterna hacia donde escucha los gruñidos pero nuevamente no hay nada, aunque el callejón hace difícil identificar de donde proviene el sonido.
Enseguida empieza a retroceder sin dejar de apuntar con la linterna pero con tan mala suerte que tropieza y cae al suelo dejando caer la linterna al suelo.
En ese momento se escucha como si algo cayera al suelo un gran golpe lo que la linterna apunta son unas garras que parecieran de algún felino.
─ Será mejor que te vayas, voy armada…─ dice Regina con voz nerviosa mientras ve como aquellos pies se acercan a ella, en un movimiento desesperado se lanza por la linterna y la apunta hacia quien tiene delante puede ver algo extraño una figura humanoide de cerca de los dos metros musculada y con un tono de piel muy tostado al parecer vestida con un taparrabos felino, sus manos como unas garras con las uñas largas y de color negro, al llegar a su busto se da cuenta de que es una mujer, aunque lo mas curioso es su rostro aunque es humano como si fuera una joven entre dieciséis y diecisiete años aunque hay ciertos rasgos felinos como bigotes y sus ojos del mismo tipo que de los gatos, siendo una fusión muy curiosa su cabello es como una melena de un león de color naranja fuerte del que sobresalen unas orejas de gato lo mismo que una cola por su espalda que parece moverse de un sitio a otro.
─ ¿Pero que demonios eres tu…?...─ dice Regina mientras se queda mirándola completamente fascinada.
Aquel ser empieza a acercarse lentamente hacia ella, como si tuviera una presa a su alcance, en eso Regina piensa que es su final y no puede mas que cerrar los ojos pero a sus oídos llega la voz de Samantha.
─ No te muevas…─ dice Samantha mientras se pone delante de Regina con los brazos en cruz, aquella cosa se detiene pero empieza a gruñirle, por un instante sus miradas se cruzan quedándose Samantha helada por el miedo.
─ Pero se puede saber que haces aquí…no deberías de haber venido…Ahora es mejor que salgamos de aquí muy despacio…─ dice Regina mientras se levanta lentamente pero sin dejar de apuntar aquel ser que sigue acercándose, en ese momento coloca su mano sobre el hombro de Samantha aquella criatura gruñe como si estuvieran tocando algo suyo.
─ Será mejor que me quites la mano mama, además no creo que pueda salir de aquí…las piernas no me responden…─ dice Samantha mientras sigue en la misma postura y aquel ser llega a su altura por unos momentos se queda mirándola fijamente, Regina no le queda mas que echarse un poco hacia atrás rezando por que no le suceda nada a Samantha.
─ Ni se te ocurra moverte…no hagas ningún movimiento brusco…─ dice Regina mientras retrocede un poco pero manteniendo la distancia.
─ No creo que pudiera hacerlo…─ dice Samantha mientras sigue en la misma postura temblando de miedo, aquel ser empieza a olfatearla como para intentar reconocerla.
─ ¿Pero que…?...─ dice Regina extrañada al ver lo que aquel ser esta haciendo.
En ese momento una vez que la ha olfateado de un movimiento rapidísimo la coge con una mano y solamente le gruñe a Regina y de unos saltos apoyándose en las escaleras de incendio sale de allí, el rostro de Samantha cambia radicalmente y empieza a seguir a aquella criatura.
─ NOOOOOOOO!!!!!, SAMANTHA, SUELTALA!!!...─ dice Regina mientras persigue a aquel ser que ha salido del callejón puede verlo como sigue saltando entre edificios ágilmente, con Samantha en sus brazos.
Después de una larga carrera ve como llega a una especie de bar. abandonado y se mete en el.
─ No pienso dejar que te la lleves…─ dice Samantha para sus adentros dándose valor, por un momento observa el sitio, por suerte no parece que haya mucha gente alrededor, el bar, esta completamente destrozado, el cartel de arriba apenas puede leerse y varios tablones tapan las cristaleras, pueden verse graffiti por todo el lugar.
Regina avanza y empuja la puerta que esta cede sin ningún problema una vez dentro puede ver que hay varias mesas por el suelo y sillas tiradas por todos lados el polvo domina este lugar en el techo hay un viejo ventilador y en una de las esquinas una maquina antigua de discos, delante suya hay una barra con cuero rojo que esta completamente destrozada, detrás de esta una puerta que da a la cocina, de ese sitio empieza a escuchar gruñidos.
Regina avanza lentamente para ver que es lo que ocurre entra por detrás de la barra y se acerca a la puerta empieza a apuntar por todos lados esperando que no le haya pasado nada a Samantha, puede ver que la cocina esta totalmente destrozada, por el suelo alguna rata que otra se pasea; aunque entra algo de luz por las farolas de fuera no puede apagar la linterna, los utensilios y los platos están tirados por el suelo y el olor es bastante fuerte a putrefacción cuando mueve la linterna a una de las paredes puede ver que aquel ser esta en el suelo tumbado al lado de Samantha y no parece para nada peligroso, pero en cuanto le ilumina con la linterna se levanta de golpe poniéndose delante de Samantha.
Regina empieza a mirar por el lugar y ve un cuchillo que enseguida coge amenazando a aquel ser.
─ Suéltala ahora mismo…Entiendes…Samantha, ¿te encuentras bien…?...─ pregunta Regina mientras no deja de mirar a aquella criatura que sigue gruñendo delante de ella.
─ Si, estoy bien pero no creo que me deje ir…─ responde Samantha con tono de miedo mientras se pega a la pared.
─ No se que hacer…─ dice Regina nerviosa, sabe que cualquier movimiento en falso seria la muerte de Samantha, la situación es tensa y por unos momentos se quedan paralizadas en el sitio a la espera que cualquiera haga un movimiento.
En ese momento y sin previo aviso se escucha como la puerta del bar se abre de golpe, como si la tiraran abajo y empiezan a escucharse pasos que entran a toda prisa.
─ ¿Pero que…?...─ pregunta Regina sorprendida ya que no ha llamado a la policía, en ese momento la puerta de la cocina cede de golpe y ve aparecer unos tipos armados y que apuntan a la criatura esta suelta un rugido que llena la habitación y hiela la sangre a Regina.
─ Al suelo…túmbese en el suelo…─ grita uno de los tipos mientras los demás iluminan con sus armas a aquel ser.
─ ¿Quiénes son ustedes…?...─ pregunta Regina mientras esta en el suelo, intenta mirar algo que pueda reconocer pero resulta imposible.
─ No se preocupe, venimos a salvarla…Atrapadla…─ dice una voz ronca y profunda de la cual no llega a reconocer ni a ver el rostro, en ese momento unos de los soldados le apunta con un arma preparado para disparar.
─ Por favor no le hagáis daño…─ dice Samantha cosa que sorprende mucho a Regina, en un instante se escucha un disparo Regina mira de inmediato hacia donde estaba Samantha y aquel ser pero no hay nada.
─ Señor ha desaparecido…─ dice uno de los hombres con tono de sorpresa.
─ No ha podido ir muy lejos…buscadla…─ dice la voz ronca con enfado de mientras los hombres empiezan a apuntar al techo y a todos lados pero no ven nada, de pronto escuchan un gruñido con fuerza.
Y en un abrir y cerrar de ojos se escucha un grito desgarrador y como unos miembros vuelan por el aire salpicando aquel sitio de sangre.
─ Me da lo mismo como la cojas viva o muerta…─ los soldados empiezan a moverse por la cocina intentando detectar a aquel ser pero no parece que este por ninguna parte de momento Regina puede volver a moverse y se aparta hacia un rincón, apuntando con la linterna para ver que es lo que pasa.
En un flash otro de los hombres desaparece y vuelve a escucharse un grito de dolor que envuelve el sitio después de este un gruñido de victoria, los miembros vuelan para caer al suelo como simples trozos de carne, los soldados empiezan a disparar por todas partes intentando acertarle.
El sonido de las balas y el caer de los casquillos llenan el lugar con gran estruendo, cuando al fin logra detenerse no se escucha nada.
─ No creo que haya escapado de eso…─ dice el tipo de la voz ronca, en ese momento Regina lo apunta con la linterna su rostro es muy marcado y tiene una cicatriz que le cruza el ojo pero sin afectarle además de no tener pelo, pero aquel movimiento de Regina resulta ser un error, aquel tipo la encañona con una pistola.
─ No debiste hacer eso…─ dice el tipo mientras retrocede el percutor, Regina se teme que ese será su ultimo momento.
Pero como salida de la nada se escucha un gruñido y ve como aquel ser se lanza por el tipo y de un agrazo hace que la mano de aquel hombre caiga al suelo, este comienza a gritar por el dolor, mientras la criatura se yergue poniéndose de pie desafiante cubierta de sangre, con la mirada inyectada en odio y furia a la vez que le gruñe.
─ DIOS, MATADLA YA!!!...─ grita le tipo mientras retrocede sujetándose la mano por el dolor, los soldados empiezan a retroceder asustados, y casi al mismo tiempo como una ráfaga de aire, aquel ser se lanza por ellos empezando a pegar garrazos a diestro y siniestro destrozando a los soldados en un abrir y cerrar de ojos haciendo que sus miembros vuelen por el lugar dejando aquello salpicado de sangre por todas partes.
─ Esto no quedara así…─ dice el tipo y al momento se escucha como corre.
En ese momento Regina se apoya contra la pared apuntándole a aquel ser con la linterna, nerviosa empieza a mirar si encuentra Samantha por algún sitio.
─ ¿Samantha te encuentras bien…?...─ pregunta Regina nerviosamente intentando ver donde se encuentra, y en ese momento Samantha sale de detrás de aquel ser y abraza a Regina con fuerza.
─ Menos mal que te encuentras bien…Salgamos de aquí…─ dice Regina mientras abraza a Sam pero al momento de irse Samantha suelta la mano de ella.
─ No podemos dejarla aquí…Tenemos que llevárnosla…─ dice Samantha mientras le coge de la mano ensangrentada a aquel ser.
─ Pero…¿te has vuelto loca…?...Eso es imposible a saber que es lo que podría hacer…─ dice Regina con toda la razón del mundo, pero sabe perfectamente que le han salvado la vida.
─ Cariño se que nos ha salvado…pero no sabemos lo que puede hacer…No se te ocurra mirarme de esa forma…ni se te ocurra…─ dice Regina mientras intenta resistirse a la mirada de cordero degollado de Samantha.
─ Mama por favor no podemos dejarla…─ dice Regina con voz tierna y dulce para intentar afectar mas a los sentimientos, en ese momento aquel ser se acerca a Regina esta nerviosa se queda como paralizada mientras esta la olfatea.
─ Muy bien de acuerdo…─ dice Regina a regañadientes en ese momento Samantha se acerca a aquel ser y empieza a acariciarle la melena parece como si respondiera ante ella de alguna forma.
Mientras discuten con lo que hacer empiezan a escucharse sirenas de policía que inundan el lugar, Regina piensa que si las cogen allí tendrían que responder a muchas cosas así que deciden salir cuanto antes.
Samantha empieza a correr todo lo deprisa que pueda saliendo de allí antes que los coches patrullas lleguen de vez en cuando mira hacia atrás y puede ver que Samantha corre con aquel ser cogido de la mano, intentando evitar miradas indiscretas atraviesan el callejón, por suerte es bastante tarde y no hay mucha gente en la calle, nada mas llegar a la casa cierra por dentro y se queda mirando por un instante la estampa de Samantha agarrando a aquel ser.
─ ¿Pero que he hecho…?...─ pregunta Regina para sus adentros mientras mira aquello.
Aquel ser se queda por unos instantes mirando aquel sitio intentando olfatear todos los olores nuevos para ella.
─ Será mejor que la bañemos…Ese olor del bar empieza a ser molesto…─ dice Samantha mientras se tapa la nariz, entretanto sube las escaleras y entra en el baño.
Samantha como puede indica a la criatura que se siente en la bañera, esta se queda mirando hacia todas partes sin esperarse lo que le viene.
─ Veremos lo que pasa…─ dice Regina poniendo la mano en el grifo y preparada para soltar el agua.
En cuanto el agua cae, la criatura suelta una especie de rugido que invade el sitio, Samantha se lanza encima de ella para que no salga de la bañera lo mismo que Regina mojándose por completo.
Una vez que se ha calmado como leuden empiezan a cepillarle el pelo y el cuerpo y poco a poco ese olor va desapareciendo mientras, la bañan ve como en su brazo tiene una herida de un roce lo mas seguro de una de las balas, Regina se queda pensando que no todas llegaron a fallar.
Una vez que han terminado, Regina se levanta en busca de la toalla, pero a la mente le viene enseguida que es lo que hacen los perros y los gatos cuando están mojados como puede se da prisa pero llega tarde, aquel ser empieza a sacudirse con fuerza mojando a ambas completamente y salpicando la habitación por todas partes.
─ Dios, se me había olvidado…─ dice Regina mientras se da la vuelta y ve todo el cuarto de baño con agua por todas partes.
─ Ja, ja, ja, ja …─ ríen ambas sin saber el porque mientras la criatura se queda mirándolas extrañadas por aquello.
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aqui dejo el capitulo de una nueva novela espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
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UNA DECISION ARRIESGADA
─ Deberíamos de ponerle un nombre…─ dice Samantha mientras empieza a cepillarle el pelo, que al parecer tiene mas de un nudo, Regina se queda mirando extrañada como la criatura parece que esta en completa calma al lado de Regina cosa que le extraña bastante.
─ No creo que sea conveniente...Habrá que devolverla a su lugar de origen, aquí no puede estar siempre…Será mejor que no te encariñes…─ dice Regina mientras toma un cepillo y empieza a cepillarle por otra parte el pelo, se queda mirando extrañada la perfecta combinación entre los rasgos felinos y su cuerpo, parece casi irreal por completo, no podía creer que las cosas que salieron de aquel sitio fueran estas, ni la cantidad que pudiera haber desperdigadas.
─ Mama, mama…oye…─ dice Samantha intentando sacarla de su estado de estupefacción.
─ ¿Eh?...¿Que…?...─ dice Regina mientras vuelve del mundo de sus pensamientos, y empieza a cepillarla.
─ ¿Dónde estabas…?...Por que aquí parece que no…─ dice Samantha intentando adivinar que es lo que estaba pensando.
─ No te preocupes…te decía que es mejor no ponerle ningún nombre así no te encariñaras con ella…─ dijo Regina reafirmándose en su decisión, aunque parecía que a Samantha le importaba mas bien poco.
─ La llamare "Ashi"…¿Qué te parece…?...─ dice Samantha sonriendo mientras mira a Regina con ojos de cordero degollado.
─ Te dije que no lo hicieras...Tu sabrás después no me vengas con llantos…creo que lo mas seguro es que tenga algo de hambre…Ve a darle algo de comer…─ dijo Regina mientras dejaba el cepillo en su sitio y tomaba la fregona para limpiar aquel desastre.
Samantha de inmediato, salio del cuarto baño y aquel ser la siguió parecía incluso que había sonreído de alguna forma parecía mas feliz.
─ Dios que desastre…─ dijo Regina viendo que todo estaba empapado por lo que había hecho Ashi al sacudirse el agua.
Mientras tanto Samantha baja a la cocina con aquel ser detrás que se queda oliendo el lugar y mirando extrañada todo aquello, una vez en ella se dirige hacia el refrigerador y toma dos chuletones, Ashi se queda mirando extrañada la comida mientras comienza a olisquearla y empieza a relamerse.
─ Siéntate…─ dice Samantha intentando domesticarla de alguna forma, mientras que Ashi no pierde de vista los chuletones, se queda por un momento mirando a Samantha y se sienta a la espera.
─ Regina no se te ocurra…darle los chuletones son para mañana…─ dice Regina pero en cuanto baja se da cuenta que aquella carne ya esta en las fauces de Ashi que devora con fruición aquellos trozos de carne.
─ ¿Pero se puede saber que te he dicho…?...Parece que no haces caso y…¿mañana que comemos…?...─ pregunta con mal humor Regina mientras ve como Ashi sigue devorando la carne, sabia que si aquella cosa se enfadara terminaría en un segundo con ellas.
─ No te preocupes…además Ashi tenia hambre…─ dijo Samantha sonriendo como comprendiendo de una manera extraña que no le haría nada.
─ Será mejor que te alejes de ella, no sabemos lo que hará, y si se enfada podría matarnos…─ dice Regina con precaución mientras se acerca a Samantha y le coge de la muñeca, en ese momento Ashi se queda mirando extrañada a Regina mientras que muy levemente empieza a gruñir.
─ Viendo aquello Regina la suelta casi de inmediato, aunque le extraña el comportamiento…muy bien señorita me vas a decir…¿Dónde va a dormir…?...─ pregunta Regina con algo de mal humor en su tono mientras ve que Ashi sigue comiendo.
─ En mi habitación…Le ponemos unas mantas en el suelo y listo…─ dice Samantha sonriendo completamente feliz aunque aquello no le iba a durar mucho.
─ Samantha de eso nada…no sabemos lo que podría hacer aunque nos haya salvado la vida a las dos , le bajare unas mantas y que duerma en el salón…y no hay mas que hablar, no se te ocurra protestar…─ dice Regina cortando cualquier replica que pudiera recibir de Samantha esta no hace mas que poner cara de pocos amigos mientras que sube a buscar las mantas.
Entre tanto Samantha se acerca a Ashi y comienza a acariciarle la melena suave y sedosa, puede sentir su calor que parece envolverla con cariño por unos instantes cierra los ojos y se tumba cerca de ella completamente en paz.
─ Samantha!...¿Que te he dicho…?...ven aquí ahora mismo… no te acerques tanto a ella…─ exclama Regina con el miedo en la voz, mientras que Samantha se levanta y se dirige hacia su habitación al momento Ashi hace lo mismo y comienza a seguirla.
─ De eso nada tu te quedas aquí…─ dice Regina interponiéndose entre Ashi y Samantha pero en ese momento la mirada de esta se clava en la de ella y un escalofrió recorre su cuerpo es como si todo el salvajismo atacara su espíritu, pero aun así Regina permanece en su sitio aterrorizada.
─ Debes de quedarte aquí…─ dice Samantha mientras toma las mantas y las coloca en el suelo, de alguna forma extraña Ashi se queda mirándola y es como si entendiera lo que esta diciendo, enseguida se tumba.
─ Vamos a dormir veremos que hacemos mañana…─ dice Regina con tono de cansancio en su voz mientras que sube las escaleras se queda mirando por unos instantes hacia la salita.
Una vez que han decidido donde dormirá Ashi, Regina cierra la puerta esperando que no salga de allí por la noche y termine en alguna habitación.
─ Y que no se te ocurra llevártela a tu cuarto…─ dice Regina con tono serio y en ese instante Samantha se le lanza al cuello abrazándola.
─ Gracias, gracias…─ dice Samantha con una sonrisa en su rostro mientras sube rápidamente por las escaleras.
─ Solo espero que no pase nada…─ dice Regina para si misma pensando no en Ashi si no en quien vinieron a buscarla, aquello le rondaba por la cabeza por si entraban por la puerta.
Samantha pensó que era mejor no obsesionarse con eso y apago las luces y subió las escaleras para ir a su habitación poco a poco fue apagando cada luz de la casa y asegurándose que las puertas estaban cerradas y la alarma puesta, una vez en su cuarto se desvistió y solamente se quedo en ropa interior, seguidamente se acerco al pequeño tocador que estaba al fondo de la habitación y empezó a cepillarse el pelo, después de eso se puso algunas cremas en las manos y en la cara y seguidamente se acostó, apago las luces y poco a poco el sueño fue invadiéndola pero no sin el pensamiento de aquellos hombres entrando en el edificio y si podrían volver.
La noche paso tranquila o quizás demasiado, para cuando llego el día la luz entraba por la ventana dándole los buenos días, intento moverse para estirarse un poco cuando sintió un peso sobre ella, de repente todo el sueño que tenia se esfumo de golpe, cuando miro hacia abajo vio que Ashi estaba acomodada encima de ella, no podía creer lo que estaba pasando, le era imposible mover las piernas, es como si la hubiera estado vigilando, en un movimiento Ashi abrió los ojos y se quedo mirándola fijamente pero esta vez tenia unos ojos mas amables si se pudiera decir eso, no eran tan fieros como la noche anterior.
─ Samantha!...ven rápido…─ dice Regina alzando la voz casi al momento la puerta se abre y aparece Samantha con un pijama estampado con imágenes de fresas.
─ Vaya así que estabas aquí,,,y yo buscándote…parece que tienes hambre…ven vamos a comer…─ dice Samantha mientras le hace un ademán con la mano para que salga de allí.
Ashi se queda por unos instantes mirándola fijamente y después empieza a olfatearla, Regina no puede mas que cerrar los ojos y esperar que aquello termine, de pronto siente como el peso de la cama desciende de golpe sabiendo que Ashi ha bajado.
─ Mama no te hará nada…si hubiera querido ya nos hubiera matado…creo incluso que me entiende…Bueno voy a preparar el desayuno…date prisa si no llegaremos tarde…─ dice Samantha mientras sale de la habitación, aunque tiene toda la razón si hubiera querido ya nos habría matado pero lo que verdaderamente le preocupa son aquellos hombres y ahora mismo que harán para dejarla sola en la casa.
Regina empieza a rebuscar en el armario algo de ropa después de haberla escogido, se vuelve hacia la cama arreglándola y seguidamente para maquillarse, se queda por un momento mirándose en el espejo pensando que aquello ni siquiera se lo hubiera imaginado que hubiera terminado de aquella forma.
─ El desayuno ya esta listo…─ dice Samantha desde abajo avisando que ya se hacia algo tarde.
Regina bajo rápidamente y fue a la cocina para su sorpresa Ashi estaba liándose a mordiscos con un pollo entero.
Como puede entra y se sienta y empieza a dar sorbos de una taza de café junto con una tostada.
─ Magnifico…nos hemos quedado sin almuerzo, esta tarde tendré que ir a comprar algo así que tardare mas…no se por que se lo has dado…─ dice Regina entre sorbos de café y mordiscos a la tostada.
─ Seguro que tenía hambre…además no había otra cosa ayer se comió los chuletones…─ dice Samantha protestando mientras sigue desayunando.
─ Muy bien aunque no creo que salga barato el darle de comer… dice Regina mientras observa como Ashi sigue devorando aquello.
─ Tenemos que irnos ya…─ dice Samantha mientras termina de desayunar y coge dos bolsas con el almuerzo, nada mas salir de la cocina Ashi se pone en pie y comienza a seguir a Samantha.
─ Tu te quedas aquí, no se te ocurra escaparte…─ dice Samantha mientras cierra la puerta y Ashi se queda mirando con la cabeza un poco ladeada extrañada por aquello.
─ Solo espero que todo este bien cuando volvamos…─ dice Regina preocupada por lo que pudiera pasar.
─ No te preocupes seguro que todo estará bien…Ahora demoños prisa…─ dice Samantha mientras sale de allí a toda prisa, y se dirige hacia el coche.
Regina comienza a caminar pero a mitad de camino se queda como paralizada en el sitio y empieza a mirar hacia todos lados con una sensación muy extraña como si alguien los estuviera observando.
─ Mama…¿pasa algo…?...─ pregunta Samantha extrañada mientras observa a Regina que parece no moverse del sitio.
─ ¿Qué…?...No nada no te preocupes…─ dice Regina mientras le sonríe y arranca el coche, la mañana sigue avanzando y el trafico empieza a volverse denso se escucha el murmullo de la gente mezclado con los sonidos del trafico pro suerte no tienen que ir muy lejos.
Después de unos quince minutos de trayecto al fin llegan al instituto, seguidamente Regina aparca una manzana antes de este para que Samantha pueda parecer que va sola.
El instituto es un edificio de dos plantas bastante grande con un jardín en la parte de afuera muy bien cuidado con algunos árboles, lo rodea una valla de piedra con rejas en la parte superior de color negro y una gran puerta de hierro en la entrada.
en la parte de afuera se ve al jardinero arreglando las plantas y varios alumnos sentados en el disfrutando del buen tiempo.
En eso Regina aparca cerca de la entrada y se dirige hacia el instituto en su paso los alumnos la mayoría la saluda muy cortésmente.
Una vez dentro entra en el despacho de los profesores a revisar algunas cosas que tiene antes de dar clases mientras que Samantha se dirige hacia clase hablando con unas amigas.
─ Sabes he escuchado que la escuela esta encantada…Me lo ha dicho un chico de otra clase…─ dice una de las compañeras de Samantha muy seriamente.
─ Anda ya seguro que eso te lo ha dicho para asustarte…─ dice otra de las compañeras intentando rebatirle lo que ha dicho, Samantha se queda pensando por un momento que hacer.
─ Tengo una idea por que no venimos a ver si es verdad…─ dice Samantha retándolas, en ese momento se quedan mirándola extrañadas.
─ ¿Pero estas loca tía…?...No podemos hacer eso…─ dice una de las compañeras recriminándole lo que esta diciendo.
─ ¿Por qué no…?...Estará genial…¿Qué pasa tienes miedo…?...─ dice la otra compañera retándola.
─ No tengo miedo solo que es una locura…¿Y si el guardia nos pilla…?...Nos caerá una buena…─ dice una de las compañeras con miedo en su voz puesto que podrían expulsarlas.
─ No nos pillaran…Así que esta noche aquí a las doce en punto…─ dice Samantha poniendo una mano delante para sellar aquel reto, tímidamente las compañeras las colocan aceptándolo.
En ese momento suena la sirena y empiezan todos a entrar en las aulas, mientras que Regina sale de la sala de profesores y se dirige a dar clase, el tiempo parece que pasa enseguida y ese día no parece detenerse mucho.
A las tres y media suena de nuevo las sirena de salida pero los alumnos aprovechan para quedarse un poco mas en el jardín disfrutando del buen tiempo, Regina sale del instituto en dirección al supermercado mientras mira por las afueras y ve a Regina con las amigas hablando y riendo, aunque cada vez que la mira recuerda a su madre y la cara que tenia y en seguida le viene a lamente cuando caía por ese agujero.
Haciendo de tripas corazón entra en el coche para dirigirse a hacer la compra esperando que Ashi no haya causado ningún destrozo.
Una vez en la carnicería entra y comienza a comprar varios chuletones y trozos de carne, mientras que el carnicero se queda so5rprendido.
─ Dios…Parece que tienen un león en casa…Ja, ja, ja, ja…─ dice el carnicero mientras trocea un pollo.
─ Si, mas o menos se podría decir…Quiero hacer una barbacoa…─ dice Regina mintiendo inventándose la única excusa mas creíble.
Una vez hubo terminado sale de allí y se dirige hacia la casa esperando que Ashi no haya cometido ningún destrozo pero su pensamiento le dice lo contrario y mas siendo un animal salvaje.
Al llegar abre la cerradura lentamente mirando hacia todos lados para ver si la encuentra pero no parece estar en la entrada, empieza a mirar por le pasillo pero parece que todo esta en orden, piensa que a lo mejor no ha hecho nada.
Se acerca ala cocina empieza a mirar pero parece que tampoco hay ningún destrozo, pone la carne encima de la mesa en cuanto deja la bolsa siente como si alguien estuviera detrás de ella observándola, en cuanto se da la vuelta ve que esta Ashi de pie mirándola intrigada y olisqueando el aire.
─ Cálmate, Tranquila…no voy a hacerte daño además te he traído comida…─ dice Regina mientras se acerca a la bolsa y empieza a rebuscar dentro algo de carne, sin embargo Ashi no parece perderla de vista, entre tanto se acerca a ella poniéndose a cuatro patas y comienza de nuevo a olisquearla parece querer quedarse con su olor.
Pero en cuanto Regina sacude una chuleta en sus manos Ashi pierde el interés en Regina esta la arroja a unos pasos de ella y Ashi se lanza para devorarla.
─ Menos mal…─ dice Regina suspirando entra tanto Ashi comienza a comer se queda mirándola extrañada, no pensaba siquiera que esas sombras fueran estos seres, de ser así muchos mas se habrían esparcido por el lugar, y quien era esa patrulla que les había seguido y por que querían a Ashi.
Mientras Regina sigue en su mundo Ashi sigue devorando aquello pero en un segundo se pone atenta y comienza a olisquear el aire , es como si sintiera que alguien estuviera cerca de la puerta.
En ese momento se escuchan las llaves de la casa, se abre la cerradura y como una exhalación entra Samantha por la puerta directa hacia la cocina donde ve que se encuentra Ashi comiendo y Regina pensando en sus cosas.
─ Hola…¿Qué tal las clases…?...─ pregunta Regina mientras Samantha tira directamente hacia la nevera para coger alguna cosa para picar.
─ Bien, como siempre, tengo hambre…¿Qué hay…?...─ dice Samantha mientras intenta encontrar algo en la nevera.
─ Debería de haber unos chuletones…pero gracias a ti he tenido que ir a comprar de nuevo…además no cojas nada que después no cenas…─ dice Regina mientras le da un golpe en la mano y cierra la puerta de la nevera.
─ Vale!... iré a mi habitación…avísame… dice Samantha mientras sale de la cocina aunque cuando llega a su habitación y pasa por la de Regina enseguida se queda mirándola y sonriéndose.
─ Mama sube…date prisa…─ dice Samantha mientras paree contenerse la risa.
─ ¿Qué es lo que pasa…?....─ pregunta Regina mientras sube por las escaleras sin temerse lo que ha pasado.
─ Ya veras que alegría te llevas…─ responde Samantha mientras mira la habitación de Regina desde fuera.
─ La madre que la parió!...ahora comprendo por que estaba tan tranquila…─ dice Regina mientras mira le destrozo que hay en su habitación la ropa de cama se encuentra en un lamentable estado llena de garrazos y mordiscos mientras que el resto de las cosas están tiradas por el suelo y desperdigadas, el armario presenta también señales de garras al parecer lo uso de poste para afilarse las uñas.
─ Creo que hoy tendrás trabajo extra…─ dice Samantha mientras mira aquél destrozo, sonriéndose.
─ De eso nada tu vas a ayudarme, ya sabes quien la trajo…─ dice Regina mientras la mira sonriendo con cara malévola.
─ Lo siento pero tengo deberes, recuerdas…─ dice Samantha mientras se escapa de allí en dirección hacia la habitación.
─ Tendré que cerrar la puerta…─ dice Regina cerrando la puerta y volviendo abajo ha hacer algo de comer.
Pero nada mas llegar ve que varios trozos de carne están por el suelo y Ashi esta devorándolos mientras lo hace parece que sonríe o lo que es una sonrisa, Regina mira a la bolsa y ve que varias cosas se han salvado inmediatamente coloca la carne en la nevera.
─ Se me olvido que puedes ponerte de pie…Bueno ya que has comido…veré que puedo hacer…─ dice Regina mientras empieza a hacer las ensaladas; Ashi en cuanto termina de comer sale de la cocina y se tumba en el pasillo pendiente a lo que suceda mientras se lame las garras.
─ Espero que estés llena…─ dice Regina mientras prepara unas ensaladas y seguidamente empieza a freír unas hamburguesas, de vez en cuando mira en dirección hacia Ashi pero parece no prestarle atención alguna, por lo visto esta completamente llena.
Mientras sigue cocinando los pensamientos pasan por su mente pero no sobre su habitación sino sobre Ashi y lo que paso aquella noche, aun sigue sin creerlo, pensando que debería de hacerle algunos análisis a esa criatura para comprobar como es.
En cuanto termina de cocinar pone las cosas en cima de la mesa, por un momento se queda mirando a Ashi fijamente mientras se acerca, en cuanto esta a su altura empieza a acariciarle el pelo sintiéndolo que es muy sedoso y su cuerpo desprende un calor que casi parece abrasar, puede notar incluso de esta forma su fiereza y su fuerza interior.
Ashi permanece quieta sin moverse como si entendiera que es lo que esta pasando sus ojos se quedan fijos una en la otra como si estuvieran conociendo de alguna forma, en ese momento Regina mueve la cabeza como queriendo romper la conexión que se ha formado.
─ ¿Pero que…?...─ dice Regina mientras retrocede unos pasos tambaleándose, parece que aquella conexión ha terminado mareándola, enseguida se apoya en una de las paredes y espera que se le pase en cuanto nota que ya no esta mareada llama a Samantha.
─ Samantha baja a comer…─ dice Regina casi alzando la voz mientras se queda mirando a Ashi por un instante mientras esta se tumba en el suelo.
─ Ya voy…─ dice Samantha mientras baja por las escaleras rápidamente y se sienta a la mesa.
─ Parece que esta muy tranquila…─ dice Samantha mientras la ve completamente tranquila tumbada.
─ Si ya ha comido suficiente o eso espero…venga he cocinado hamburguesas…─ dice Regina mientras se dirige hacia la cocina por suerte el mareo ha pasado completamente, aunque extrañamente siente una tranquilidad pasmosa como si no tuviera preocupaciones algunas.
─ Anda que te lo has currado…─ dice Samantha con tono de ironía mientras ve el plato.
─ Si no le hubieras dado los chuletones a Ashi tendrías algo mejor…así que ya sabes de quien es la culpa…─ dice Regina mientras se dispone a comer, mientras tanto discuten sobre como ha ido las clases y el trabajo y que piensan hacer con Ashi pero no llegan a nada en claro.
─ Y ahora terminas tus deberes, te limpias los dientes y te vas a dormir…─ dice Regina como si fuera su verdadera madre.
─ Pero aun es temprano…no quiero irme a dormir tan pronto…─ replica Samantha protestando por las ordenes de Regina.
─ Mañana tengo que hacer varias cosas primero que vamos a hacer con ella, por que en el piso no puede estar…aparte tengo que pedir una excedencia en el instituto…así que mejor que descansemos las dos…yo también me acostare temprano…─ dice Regina mientras planea el día, sabiendo que lo tendrá muy ocupado, pero aquellas noticias hacen que Samantha tenga una esperanza de ir al instituto esa noche.
─ Vale de acuerdo…─ dice Samantha a regañadientes intentando aparentar desagrado aunque el que se acueste temprano le viene de maravilla para poder escaparse.
Una vez que han terminado, Regina empieza a recoger los platos y a recogerla mesa, mientras que Samantha recoge su plato y enseguida sale rápidamente hacia su habitación, en cuanto Ashi ve aquello se levanta y sube con ella, sin que Regina se de cuenta.
En cuanto termina de lavar los platos mira hacia donde estaba Ashi y enseguida le viene a la cabeza de que seguramente ha subido con Ashi pero lejos de estar asustada es como si se sintiera en paz completamente sabiendo que no le hará ningún daño.
Una vez que termina se dirige hacia el salón y pone la televisión para ver si en las noticias dicen algo mas sobre lo que ocurrió en aquel bar, pero parece que no hay nada, aquello le resulta bastante extraño y casi sin sentido después del ruido que se formo.
Entre tanto Samantha en lugar de estudia esta llamando a sus amigas para confirma la entrada nocturna al instituto esa misma noche.
─ No me falléis esta noche…─ dice Samantha intentando que n ose acobarden y que la dejen sola.
─ ¿Pero de verdad quieres hacerlo…?...Podrían pillarte y caerte una buena y encima tu madre es profesora…─ dice una de sus amigas advirtiéndole que no es la mejor idea de todas.
─ No te preocupes no nos pillaran…No seas miedica…─ dice Samantha intentando, que no ponga tantas excusas.
─ Además no vamos a poder entrar…Sabes que cierran el instituto…─ dice otra compañera, sabiendo que aquello es imposible.
─ De eso nada me he ocupado para que tengamos una ventana encajada para que podamos entrar sin problemas…Dentro de dos horas os espero en la puerta…─ dice Samantha teniéndolo todo preparado para poder entrar sin problemas.
─ ¿Samantha…?...espero por tu bien que estés haciendo los deberes y no llamando a tus amigas…─ dice Regina mientras sube por las escaleras advirtiéndoselo, Samantha deja el teléfono y abre los libros de inmediato, al momento Regina abre la puerta y observa que Ashi esta tumbada en el suelo tranquilamente mientras que Samantha esta tumbada en la cama con los libros abiertos.
─ No te preocupes estoy con la lección…─ dice Samantha sonriendo mientras le muestra los libros de química.
─ Eso esta mejor…ya sabes si necesitas ayuda me avisas…parece que Ashi esta tranquila…si sucede algo avísame…─ dice Regina ofreciendo su ayuda mientras sale de la habitación sonriendo.
Regina se dirige hacia su cuarto y se coloca el pijama y enseguida se introduce en la cama para dormir lentamente el suelo la va venciendo y se le cierran los ojos, el día había sido demasiado duro.
Samantha deja pasar el tiempo para dejar que se duerma su madre, cuando han pasado dos horas sale de la habitación y se dirige hacia el cuarto de esta, enseguida muy despacio abre la puerta y ve que esta completamente dormida y tal como ha abierto cierra.
─ Perfecto…solo tengo que coger unas cosas…─ dice Samantha dirigiéndose hacia su habitación una vez en ella rebusca entre los cajones y encuentra una linterna y varias pilas, no sin antes comprobar que funciona correctamente.
Una vez hecho sale de la casa, y toma un autobús; la noche resulta ser fresca y sin ninguna nube que tape la luna, el trafico ha disminuido solamente se ven los coches de la basura y algunas personas de un sitio para otro junto con los bares que están cerrando una vez que llega al instituto ve que sus amigas están en la puerta esperándola.
─ Vaya parece que no os habéis rajado…─ dice Samantha con una risa casi diabólica.
─ Pues no te creas que no he tenido la idea, pero para que después me pongas de cobarde paso…─ dice la compañera de clase sacando todo el valor que puede.
─ Querías investigar pues vamos a hacerlo…─ dice otra compañera envalentonándose para que pueda comprobar que no tienen miedo.
─ Bueno vamos aya…¿Pero que…?...─ dice Samantha mientras se acerca al muro para subir por el una vez arriba mira hacia la calle y se queda mirando por un momento como si supiera que alguien la estuviera siguiendo pero solamente ve la calle desierta.
─ ¿Samantha,,,Te vas a quedar de pasmarote o me ayudas…?...─ pregunta la amiga intentando subir al muro.
─ Si perdona es que se me había ido la cabeza…Vamos arriba…─ dice Samantha saliendo de su estado mientras tira con todas sus fuerzas del brazo de su amiga para ayudarla.
Seguidamente ambas ayudan a su otra compañera para que suban una vez que han atravesado el muro avanzan por el jardín exterior hasta llegar a uno de los laterales del edificio y Samantha empieza a buscar la ventana que ha dejado encajada para poder entrar.
─ Esta es vamos adentro rápido…─ dice Samantha mientras abre la ventana completamente y hace que sus compañeras entren rápidamente, y ella entra al final cerrando la ventana.
─ ¿Y ahora…?...─ dice una de las compañeras mientras enciende su linterna.
─ Al piso de arriba…Esta restringida la entrada dicen que están muy viejo y tienen que remodelarlo… ─ dice una de ellas encendiendo la linterna y sin pensárselo dos veces avanzan por la clase y salen de ella y se dirigen hacia las escaleras para subir al ultimo piso.
Avanzan con las escaleras apuntando con sus linternas hacia todas partes, aunque las compañeras de Samantha intentan aguantarse el miedo que tienen se les nota en el nerviosismo que se delata en sus linternas una vez que ya están cerca del ultimo piso pueden ver con la luz de la linterna que tiene una vaya de advertencia.
─ Bueno vamos a ver…─ dice samantha pero en cuanto atraviesa la vaya de advertencia puede contemplar entre la luz de la luna y sus linternas que el sitio esta hecho polvo hay suciedad por todos lados y parece bastante viejo, nada mas que entran sus compañeras se escucha un sonido al final del pasillo, como si fueran unos pequeños pasos junto con el crujido de algunas tablas enseguida apuntan hacia esa dirección pero no hay nada solo el largo pasillo completamente desierto, parece que las luces y las sombras juegan entre ellas para confundirlas y asustarlas.
─ Seria mejor que viniéramos otro día…─ dice una de las compañeras mientras la linterna empieza a temblarle en las manos.
─ Ya que hemos llegado hasta aquí sigamos…Iremos por el de la derecha clase por clase…─ dice Samantha mientras ilumina uno de los pasillos.
Seguidamente toman el camino de la derecha y empiezan a mirar entre las clases solo hay pupitres vacíos y clases llenas de polvo, enseguida algo en el suelo empieza a crujir levemente a cada paso que dan.
─ Tía, podrías hacer menos ruido…así nos va a descubrir…─ dice Samantha mientras apunta al suelo y ve que son como una especie de telaraña muy fina.
─ ¿Pero que demonios…es eso…?...parece como una telaraña muy fina pero que sea tan frágil como para crujir es imposible…─ dice la otra compañera mientras apunta hacia le suelo.
En ese momento Samantha se levanta y le da un manotazo en la cabeza a una de sus compañeras en seguida esta reacciona y ve como cae al suelo una araña.
─ Joder tía podrías avisar…─ dice una de ellas, en eso ve como su otra amiga retrocede unos pasos con cara de miedo apuntando a la araña que se va rápidamente.
─ ¿Te encuentras bien, parece que ha visto un fantasma…?...─ pregunta Samantha mientras le ilumina el rostro a una de sus compañeras que parece aterrorizada.
─ Tenemos que salir de aquí cuanto antes…Tengo aracnofobia…─ responde su compañera mientras apunta al suelo temblándole la linterna.
En ese momento antes de que pueda decir nada, se escucha como una sonrisa malévola que inunda el lugar y a continuación unos pasos muy rápidos pero muy pequeños que parece dirigirse hacia ellas…
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
630
3.588 ATC
ALGO MAS QUE UNA ARAÑA
Samantha y sus amigas empezaron a apuntar con las linternas hacía todas partes, tal como empezaron aquellos pasos se detuvieron de golpe, el miedo las paralizaba, no sabían que hacer.
─ Vámonos…Tengo miedo…─ dijo una de sus compañeras con tono de miedo.
─ Seguro que no es nada, vamos a mirar algo mas, y te prometo que nos vamos…─ dijo Samantha intentando darle ánimos.
Diciendo esto se acerco a ella y la tomo de la mano ambas empezaron a avanzar por le pasillo viendo de vez en cuando alguna araña que se escondía de las luces, pero no había nada y aquellos pasos no volvieron a escucharse.
─ Vámonos, ya hemos visto bastante…─ dijo una de ellas mientras intentaba tirar de la mano de Samantha para que retrocediera.
─ Espera un momento que es aquello…─ dijo Samantha apuntando al fondo del pasillo, parecía que hubiese algo brillante.
Empezaron a acercarse lentamente, sin dejar de apuntar al fondo cando llegaron vieron una especie de bultos en el techo como capullos bastantes grandes que estuvieran conteniendo algo.
Por desgracia una de las linterna apunta a algo que sale de ellos, al parecer resulta ser una mano que parece casi disecada, en ese momento una de las compañeras suelta un grito de miedo.
─ ¿Se puede saber que has visto…?...─ pregunto Samantha apuntando al mismo sitio que señalaba su amiga con su haz de luz.
─ Dios!!!...Mejor salgamos de aquí…─ dijo una de sus amigas mientras se dieron la vuelta para salir.
En cuanto giraron y avanzaron unos pasos empezaron de nuevo a escuchar aquellos pequeños pasos y la misma risa pero esta vez provenía de encima de ellas. cuando apuntaron al techo pudieron ver una joven de no mas de su edad con el pelo negro y largo su rostro era redondeado pero sus ojos eran de un color rojo fuerte sin pupila alguna, teniendo otros cuatro dispuestos verticalmente a los suyos y mas pequeños, de su espalda salían unas patas muy largas como de las arañas y en su boca había una hilera de dientes puntiagudos, no llevaba ropa alguna salvo una ligera camisa.
─ ¿Qué hacemos…?...─ pregunto una de sus compañeras con miedo en su voz, en ese momento aquella criatura descendió de un salto al suelo colocándose delante de ellas.
Aquel ser empezó a moverse lentamente hacia ellas hasta que estuvo a su altura y empezó a olfatearlas dando vueltas a su alrededor.
─ Ni os mováis…─ dijo Samantha casi susurrando le pareció que era lo mismo que hacia Ashi aquella vez, pensó que lo mismo podría ser lo mismo que ella.
En cuanto hubo terminado se puso delante de ellas y soltó una especie de chillido que lleno el lugar, al mismo tiempo se escucharon como unos coches aparcando fuera de la escuela.
Aquel ser de pronto parecía que notase como si aquello fuera un peligro y empezó a sisearles como dando una advertencia para atacarles.
─ ¿Qué hacemos…?...─ pregunto una de ellas con miedo en su voz mientras veía que aquel ser estaba a punto de atacarles, haciendo un ademán como si inflara su boca de alguna forma, de pronto sintieron como si algo las empujara contra el suelo, al momento una hilera de dardos salieron de su boca clavándose en las paredes.
Cuando Samantha y sus amigas abrieron sus ojos pudieron ver a Ashi que no supo como había venido, lo mas seguro que la hubiera seguido, aunque sus amigas estaban aterrorizadas, ambas criaturas comenzaron a mirarse fijamente gruñendo y siseando.
Mientras tanto en aquel momento Regina que estaba dormida despertó de golpe, pero en cuanto abrió los ojos vio que tenia delante el rostro de aquel ser es como si estuviera viendo otra cosa.
─ Pero que demonios…─ dijo Regina asustada mientras caía de la cama estrepitosamente e intentaba ponerse de pie, podía notar el olor, podía escuchar con claridad todo lo que le rodeaba incluso sentir aun el sabor de la carne cruda en su boca.
─ ¿Mama…?...─ pregunto Samantha extrañada mientras le apunto con una luz a la cara.
─ ¿Samantha…?...─ pregunto Regina mientras giraba la cabeza, podía ver el colegio y donde estaban pero aquellos no eran sus ojos, todos los sentidos estaban como realzados de alguna manera.
En un instante aquel ser se lanzo sobre Ashi estas empezaron a rodar por el suelo estrepitosamente hasta topar con una de las paredes, mientras que sostenía sus manos impidiendo que unas uñas negras llegasen a dar con su rostro pudo ver como su boca volvía a hincharse nuevamente para lanzar otra andanada de dardos.
─ Cuidado con su boca…─ dijo una de las compañeras, en ese momento movió la cabeza mientras que una serie de dardos se clavaban en el suelo, con un empuje con sus piernas hizo que aquel ser rodara por el suelo unos metros logrando ponerse ella de pie.
De pronto sus sentidos notaron como varias personas subían al edificio podía oler incluso el aceite de sus armas y un olor algo extraño.
─ Rápido escondeos y no salgáis pase lo que pase…─ dijo Regina sabiendo que aquello no seria nada bueno, ya que era muy parecido a lo que había sucedido en el bar.
Nuevamente aquel ser salto sobre Ashi esta logro esquivarla, pero en vez de chocar contra la pared, subió por ella rápidamente para perderse entre las sombras del techo.
Ashi inmediatamente se oculto entre las sombras, podía escucharse con claridad los pasos como subían por las escaleras, las luces de los coches apuntaban hacia donde estaban.
Cuando al fin llegaron arriba se detuvieron y no se escucho nada, todo quedo en silencio en un momento volvieron a caminar pero esta vez en varias direcciones, como si estuvieran buscando algo.
─ ¿Qué hacemos…?...─ pregunto una de las compañeras en voz baja, mientras apagaba la linterna.
─ Silencio…─ dijo Samantha susurrándole mientras intentaba moverse donde estaban para que no las descubrieran.
En un momento se escucho un grito que enseguida enmudeció y que algo caía al suelo inmediatamente los pasos se dirigieron hacia esa localización, las linternas de las armas apuntaron al techo viendo que uno de ellos se encontraba enrollado en una telaraña.
─ Vaya así que esta vez es una araña…─ dijo uno de los soldados mientras hacia un gesto para que siguieran revisando, dejando a uno de sus compañeros colgado en ese capullo.
Los soldados esta vez empezaron a apuntar al techo para no tener mas sorpresas, pero mientras revisaban, Regina estaba observando desde donde estaba no podía creer lo que estaba pasando, podía ver y sentir a trabes de Ashi todo lo que pasaba esto daba toda una vuelta a lo que sabia sobre ella era como si tuviera una conexión mental de alguna extraña forma.
Mientras aun intentaba acostumbrarse a aquello se escucho unos disparos, aquellos hombres corrieron hacia le lugar, Ashi muy lentamente empezó a moverse hacia el lugar para comprobar que es lo que pasaba, en su camino pudo ver a Samantha como se movia hacia la escalera para salir de alli.
─ Rapido salid de aquí…─ dijo Regina intentando evitar que sufrieran algun daño.
Cuando al fin llego a donde estaban, vio como un hombre salia volando desde una de las clases con el pecho lleno de dardos clavados en el chaleco antibalas que llevaba.
─ Ayúdala por favor…Ella no tiene culpa de nada…─ dijo Samantha antes de bajar por las escaleras, aquello le sonó como una especie de chantaje pero sabia perfectamente que si aquellos tipos la cogían y adivinaban esto, la utilizarían como un arma.
Ashi se movió rápidamente intentando que no la escucharan lo mas cerca que pudo de aquel sitio.
Aunque los instintos de Ashi se hacían cada vez mas fuertes; Regina empezaba a sentirse extraña como si aquel salvajismo empezara a invadirla y sus mentes estuvieran mezclándose demasiado, algo que no podía impedir, Ashi rugió salvajemente llenando el lugar.
─ Vaya así que has vuelto tu también…─ dijo aquel tipo mientras sacaba una especie de collar en su mano, en ese instante volvió a escucharse como el otro tipo salía despedido de aquella sala, con la cara esta vez llena de dardos, aquel ser salio de allí caminando por el techo con gran rapidez.
Casi al momento y sin darse cuenta aquel tipo lanzo el collar Ashi intento esquivarlo pero fue demasiado tarde, aquella cosa se cerro sobre su cuello soltándole una descarga eléctrica que enseguida Regina noto como si se la estuvieran dando a ella.
Su cuerpo se tenso junto con el de Ashi al sentir aquella descarga de energía, como pudo poco a poco llevo sus manos hacia el collar y empezó a tirar de el para poder abrirlo, mientras podía ver como seguidamente aquel hombre volvió a lanzar otro hacia aquella criatura que inmediatamente cayo al suelo sin remedio, los soldados lanzaron unas redes sobre ella.
Ashi seguía luchando con todas sus fuerzas por quitarse aquello las fuerzas empezaron a flaquearle, la energía parecía ser cada vez mas fuerte pero enseguida una ráfaga de salvajismo recorrió su cuerpo sintió incluso como si algo dentro de ella intentara cambiar de golpe con una irrefrenable sensación de fuerza tiro de aquello rompiendo aquella cosa que la apresaba.
Como si fuera un corte de energía la conexión con Ashi se rompió de inmediato dejándola algo confundida y desorientada pero logrando recuperarse rápido; como pudo se arreglo para salir a la calle y ver si Samantha había logrado escapar de aquello.
Bajo al a calle sintiendo el aire fresco de la noches, apenas había trafico por ella y el parque estaba completamente vació solamente algunas parejas paseaban en dirección a sus casas, Regina miraba preocupada la calle esperando que no le hubiera pasado nada a Samantha y sus amigas, mientras que su cerebro aun daba vueltas y estaba algo confundida por todo aquello.
Cuando al fin pudo ver como Samantha corría al final de la calle, parecía que estaba a salvo, Regina corrió hacia ella para abrazarla.
─ No se te ocurra volver a hacer esto…¿Entiendes podría haberte pasado algo…?...Me tenias muy preocupada…─ dijo Regina mientras la abrazaba con tono severo mientras comprobaba que Samantha estuviera bien.
─ ¿Qué ha pasado con aquella chica…?...─ pregunto Samantha con cara triste, pa5recia que es como si supiera que no se había podido salvar.
Regina negó con la cabeza haciéndole saber que su temor era verdad, mientras se fundían en un abrazo y Samantha empezaba a llorar Regina pudo ver como Ashi se acercaba hacia ellas.
─ Parece que tu amiga ha vuelto…─ dijo Regina mientras miraba a Ashi acercarse, rápidamente.
Una vez que estuvo a su altura, entraron en casa para que no la vieran, inmediatamente fueron a la cocina Ashi empezó a olfatear el aire como si tuviera hambre.
─ Te prepare un te y para mi otro…será mejor que le de algo de comer si no terminara rompiendo la nevera…─ dijo Regina mientras miraba en la nevera para soltarle otro muletón, que enseguida se tumbo en el suelo para empezar a comerlos.
─ ¿Cómo se te ha ocurrido ir a instituto de noche sin avisarme…?...Que no se te vuelva a ocurrir entiendes, no sabes el susto que me he llevado…─ pregunto Regina mientras le temblaban aun las manos por lo que había pasado, intentaba pensar en aquello pero le parecía imposible.
─ Pobre ser…A saber lo que le estarán haciendo; pudiste detenerlos…─ dijo Samantha acusando a Regina de no haber hecho nada.
─ Me lanzaron una especie de collar eléctrico… lo mismo que aquel ser, la conexión se rompió de inmediato es como si Ashi supiera que algo no iba bien…por suerte ha podido escapar…─ dijo Regina explicándole todo lo que había pasado, en ese momento la mirada de Samantha acusatoria cambio.
─ Gracias por habernos ayudado…─ dijo Samantha mientras tomaba el te caliente y se calmaba algo.
─ Debes de darle las gracias a Ashi, no se como ha pasado pero de repente estaba en su mente…si no llega a ser por ella… no se lo que hubiera pasado...─ dijo Regina mientras la miraba comer, sus pensamientos empezaban a darle vueltas a lo que había pasado a esa conexión aquello era increíble y si todos esos seres tuvieran esa conexión o pudieran hacerla en algún sentido.
En cuanto Samantha termino de beber el te, se acerco a Ashi que había terminado de comer y estaba lamiéndose las garras, y empezó a acariciarla, aquello parecía que le gustaba, puesto que se apreciaba una sonrisa en su rostro y un ligero ronroneo.
─ Buenas noches…─ dijo Samantha mientras salía de allí en dirección a su habitación.
─ Estas castigada una semana sin salir y sin Internet… No creas que me he olvidado…─ dijo Regina castigándola por lo que había hecho, aunque esta vez Samantha ni siquiera protesto y siguió subiendo a su habitación, para dormir el resto de la noche.
Regina una vez que hubo terminado se acerco a Ashi y por unos instantes se quedaron mirándose ambas fijamente pero esta vez en vez de salvajismo pudo notar confianza.
En cuanto Regina empezó a subir las escaleras Ashi comenzó a seguirla como si quisiera ir a dormir con ella en cuanto llego a la habitación y se metió en la cama Ashi salto poniéndose a su lado para dormir, al parecer aquella conexión había llegado mucho mas profundamente de lo que parecía y ambas podían confiar una en la otra.
El resto de la noche paso tranquilamente. ni siquiera se dieron cuenta, el despertador se hizo cargo de romper aquel sueño, haciendo que Ashi bajara de golpe al suelo, notando como la cama botaba un poco y haciendo que Regina se levantara.
El sol entraba en la habitación haciéndola despertar junto con el despertador, al mismo, Regina se coloco una bata de color rosa y se dirigió hacia la habitación de Samantha que aun permanecía dormida.
Nada mas abrir la habitación noto que había bajado las persianas por completo y había apagado el despertador puesto que ni siquiera sonó al mismo tiempo como siempre hacia.
─ Venga dormilona…despierta…que tienes que ir a clase y después directa hacia aquí…─ dijo Regina mientras levantaba la persiana para que el sol entrara en la habitación casi de inmediato Samantha se metió bajo las sabanas refunfuñando
─ Es demasiado pronto…cinco minutos mas…─ dijo Samantha protestando y metiéndose bajo las sabanas.
─ De eso nada que después te quedas dormida venga levántate…que yo tengo que hacer varias cosas también…─ dijo Regina mientras abría las ventanas por un momento se quedo mirando la calle sintiendo el fresco de la mañana y viendo como la ciudad despertaba y el trafico ocupaba las carreteras.
─ No tienes que hacer tantas cosas…─ dijo Samantha pensando que no tenía tantas cosas pendientes.
─ Tengo que pedir una excedencia…además me gustaría hacerle unas pruebas a Ashi y nevárselas a un amigo mío…Así que venga ve a ducharte que iré haciendo el desayuno…Además tengo que volver a comprar carne, el presupuesto se nos ira en eso…─ dijo Samantha pensando en que estaría bastante ocupada por la mañana.
─ No quiero que le hagas daño a Ashi…─ dijo Samantha pensando en las pruebas que había dicho.
─ Samantha antes de ser profesora era…ayudante de científico…y esto es un hallazgo único si queremos saber de que se trata tengo que hacerle unas pruebas…además quien sabe si pudiera tener algún virus desconocido y lo estuviéramos incubando…tengo que hacerlo entiéndelo…Además lo único que quiero de momento es un poco de su sangre y algo de su saliva nada mas…─ dijo Regina intentando convencer a Samantha de que no seria mucho.
Samantha ni siquiera pronuncio palabra y salio de allí en dirección a la ducha, mientras que Regina se dirigió hacia la cocina para preparar el desayuno, una vez que llego nada mas entrar abrió la nevera y empezó a mirar la carne que le quedaba y de toda la que había comprado casi no quedaba nada, tenia que salir a comprar de nuevo.
─ Anda toma…─ dijo Samantha mientras soltaba dos chuletas de cordero que enseguida Ashi tomo y empezó a devorarlas.
Samantha empezó a preparar el desayuno haciendo algo de café y algunas tostadas, mientras que Samantha terminaba de ducharse, en cuanto termino tomo el teléfono para hacer unas llamadas y pedir una excedencia por motivos personales.
En cuanto Samantha termino en la ducha se vistió rápidamente y tomo algunos libros bajo para desayunar, en cuanto llego a la cocina pudo escuchar como Regina estaba discutiendo por lo de la excedencia y decidió no molestarla mientras desayunaba.
Podía ver como Ashi estaba devorando a grandes mordiscos las chuletas de cordero, parecía tener bastante hambre pero en cuanto termino Samantha de hablar pudo ver de reojo como sacaba un pequeño estuche y se acercaba a la mesa de la cocina, al abrirlo vio que se trataba de una especie de kit de jeringuillas.
─ Tendrás que ayudarme…solo espero que no nos ataque…─ dijo Samantha mientras sacabala jeringuilla, en ese momento Samantha dejo la tostada y se acerco a Ashi que había terminado de comer, al menos por ese lado sabría que estarían tranquilas.
─ Muy bien vamos aya…Tranquila no pasa nada ven Ashi…─ dijo Samantha con voz tranquila y relajante mientras que Ashi sencillamente torció un poco la cabeza como si no entendiera esta vez que es lo que pasaba pero poco a poco se fue acercando cuando estuvo a su altura Samantha empezó acariciarle la melena mientras que tomaba su brazo y lo estiraba.
En ese momento Regina se acerco con la jeringuilla y rápidamente encontró el sitio perfecto en cuando inserto la aguja Ashi se quedo mirando a Regina con cara de enfado y enseguida empezó a gruñir.
─ Tranquila no te preocupes…─ dijo Samantha que rápidamente le abrazo sintiendo la melena y su cuerpo completamente calido casi se podría decir que quemaba al parecer tenia una temperatura mucho mas alta, pero así se sentía segura.
─ Eso es, no tardare…─ dijo Samantha mientras intentaba darse prisa puesto que parecía que Ashi estaba mas nerviosa a cada momento que pasaba una vez que lo hubo hecho, se dio toda la prisa para colocar la jeringuilla en el pequeño estuche, al mismo tiempo Ashi empezó a lamerse el brazo.
─ Se esta muy a gusto así… ─ dijo Samantha mientras la continuaba abrazando parecía que estaba en la gloria.
─ Bueno ahora viene lo otro espero que me deje…─ dijo Samantha mientras sacaba un palillo con algodón del mismo sitio enseguida le abrió la boca cosa que esta vez al parecer no hubo problemas y paso un algodón por la parte de arriba de esta tomando saliva.
─ No ha sido tan difícil…─ dijo Samantha sonriendo, al mismo tiempo sonó el timbre de la casa haciéndola salir de su estado pensó que serian sus amigas que venían por ella.
─ Venga que ya llegas tarde...y ya sabes sobre Ashi ni una palabra…─ dijo Samantha advirtiéndole de no decir nada.
─ Eso será un poco complicado puesto que ayer noche la vieron…No se si lo recuerdas…─ dijo Samantha recordando lo del instituto.
─ Pues si no te preguntan no digas nada, o invéntate cualquier cosa…ahora vete que llegas tarde…─ dijo Regina mientras guardaba aquel pequeño estuche como si fuera un tesoro.
─ Hasta después…─ dijo Samantha mientras salía de la casa, entre tanto Regina empezaba a ordenar y limpiar los platos, Ashi sin embargo estaba mirándola aun con cara de enfado por lo que había hecho.
─ No me mires así…tenia que hacerlo, además sabes perfectamente que eres parte de ese experimento, estoy segura de eso y tengo que averiguar algo sobre ti…no se por que te estoy hablando ni siquiera me entiendes…─ dijo Regina intentando explicarle lo que estaba haciendo, aunque Ashi solamente se quedo mirándola con los mismos ojos por un rato.
Será mejor que me duche y me vista tengo que salir a hacer alguna cosas y ya va siendo hora.
Samantha subió al piso de arriba y empezó a buscar entre su ropa y enseguida se metió en la ducha y dejo que el agua la relajara por completo intento olvidar todo aquello pero aquella noche no dejaba su mente no hacia mas que darle vueltas y lo que había pasado si aquellas criaturas podían hacer aquello, no quería ni pensar lo que podrían haber hecho con el otro ser que capturaron y mas aun quienes eran aquellos hombres y por que las querían.
Estuvo bajo la ducha como cerca de treinta minutos cuando al fin se dio cuenta salio rápidamente y se arreglo bajo para hacer unas llamadas a su amigo este sorprendido por el hallazgo quiso hablar con ella en persona citándola en un café cercano a su casa.
─ Bueno tendrás que quedarte sola de nuevo…no se te ocurra destrozar nada…enseguida vuelvo y traeré algo de carne…─ dijo Samantha mientras Ashi permanecía sentada y enseguida se tumbo para dormir.
Samantha salio de la casa a toda pisa con aquel estuche en su bolso, fue rápidamente hacia la carnicería la parecer no había mucha gente aun era temprano, aunque no tardaron mucho en empezar a llenarse, el carnicero nuevamente se quedo sorprendido por la cantidad que compraba pero prefirió no preguntar esta vez.
Rápidamente se dirijo hacia le bar, en cuanto llego se sentó en parte de afuera bajo un toldo podía verse que había bastante gente tomando el café de la mañana y de inmediato salir de allí a toda prisa, el sol empezaba a despertarse, por suerte un camarero coloco el toldo.
En cuanto empezó a tomar el café se acerco un hombre un poco mayor, su rostro era anguloso y estaba calvo aunque tenia algo de barba, sus ojos tenían un color marrón fuerte e iba vestido con una camisa de color blanco y unos pantalones clásicos de color negro junto con unos mocasines de color marrón apagado seguidamente se sentó a su lado y pidió un café.
─ ¿Michael…?...Cuanto tiempo…─ dijo Samantha pero antes de que pudiera continuar fue interrumpida, parecía que su compañero estaba muy nerviosos y alterado mirando hacia todas partes.
─ Si, mucho te tenia que decir una cosa; será mejor que desaparezcas por un tiempo y eso que me tenias que dar es mejor que lo escondas…─ dijo Michael mientras le daba sorbos al café nerviosamente parecía como si estuvieran persiguiéndole.
─ ¿Se puede saber que es lo que te pasa…?...─ pregunto Regina que enseguida volvió a guardar el pequeño estuche.
─ Nos están eliminando uno por uno a todos los que participamos en ese experimento…No se quien querría hacerlo pero…yo que tu desaparecería por un tiempo…además tenia que darte esto el jefe del proyecto dejo un sobre con tu nombre antes de desaparecer, me dijo que te lo diera si le ocurriera algo…─ dijo Michael explicándole todo lo que pasaba aunque aquello aun no se lo creía, aquello era imposible por que querrían eliminarlos no tenia sentido alguno puesto que el experimento salio mal, aunque hubiera salido bien no había ningún motivo para ello.
─ Pero…─ dijo Samantha pero no llego a tiempo a decir nada Michael en cuanto termino el café salio corriendo del lugar pero a los pocos metros se escucho un gran estruendo y la gente empezó a arremolinarse es escuchaba como algunas mujeres gritaban.
Samantha se acerco para comprobar que es lo que era en cuanto llego pudo ver un coche con una abolladura en el parachoques y Michael tirado en el suelo lleno de sangre en postura extraña, enseguida vino la policía para pedir una ambulancia viendo aquello, pensó que algo estaba pasando y tenían que desaparecer cuanto antes.
Viendo el panorama que se cernía sobre ella decidió salir de allí a toda prisa, rápidamente fue hacia casa, soltó las bolsas encima de la mesa de la cocina y se puso a mirar por la ventana del salón para ver si veía algo extraño pero todo parecía muy normal.
Ashi se quedo extrañada y empezó a acercarse para comprobar que es lo que pasaba, empezó a olisquear el ambiente, mientras que Samantha empezaba a abrir aquel sobre para ver que contenía.
Saco un par de fotos de una especie de granja que parecía estar al lado de un acantilado y una especie de diario lleno de formulas e indicaciones para volver a crear de nuevo el experimento pero los cálculos parecían completamente distintos, aunque no podía ser puesto que no coincidían ninguno con la energía que se necesitaba para abrir el portal.
De mientras Ashi estaba sentada al lado de Samantha mirándola extrañada, mientras que Samantha miraba con interés el diario al final de todo eso venían su ultima voluntad.
─ Regina si estas leyendo esto, sabrás que estoy muerto, me han obligado a sabotear el proyecto desde dentro, no se quien ha sido, pero amenazaron a mi familia, en las fotos que te envió hay una pequeña granja donde estarás segura, esas especies tienen un gran valor, nunca te separes de ellas…En ese sitio tienes todo lo necesario…─ ponía en el diario, Samantha empezó a darle vueltas a todo aquello, la única solución que encontró fue que tenían que salir de allí a toda prisa, rápidamente subió al piso de arriba y empezó a hacer las maletas.
En cuanto hubo terminado se quedo por un momento inmóvil viendo todo lo que estaba haciendo y enseguida le vino a la mente Samantha, solo esperaba que no le ocurriera nada.
Los nervios empezaban a invadirla pensó que lo mejor seria ponerse ha hacer algo de la casa para distraerse, enseguida se acordó de Ashi y que seguramente ya se habría dado cuenta de la bolsa con carne.
De mientras en el instituto Samantha y sus amigas discutían sobre lo que había pasado la noche anterior.
─ Aquella cosa fue increíble, ¿no me digas que no tuviste miedo…?...─ pregunto uno de las compañeras con impaciencia.
─ No mucho la verdad, lo que mas me asusto fue lo que había en el techo…tenemos que subir ahora después para ver si sigue hay…─ dijo Samantha sonriendo como si fuera otra prueba mas.
─ De eso nada yo paso , ya me formaron la bronca mis padres por lo de anoche…─ respondió una de las compañeras.
Samantha se quedo mirando con ojitos tiernos a su otra compañera para que la acompañara.
─ Ni se te ocurra mirarme así…odio las arañas lo sabes de sobra y no pienso subir hay arriba de nuevo…─ dijo su otra compañera negando toda posibilidad.
─ Muy bien subiré yo sola, sois las dos unas cobardes…─ dijo Samantha quejándose del compañerismo que tenían.
Las clases pasaron casi sin darse cuenta, en medio del recreo Samantha decidió volver a subir, en cuanto llego empezó a mirar que no había ni una sola telaraña y en el sitio donde se encontraban aquellos capullos gigantes no había ninguno, es como si todo aquello lo hubieran limpiado por completo.
─ No puede ser es imposible…─ dijo Samantha con incredulidad mientras paseaba entre las clases comprobando que lo único que había era polvo, ni una sola telaraña por ningún lado.
Samantha bajo rápidamente para decírselo a sus amigas, aquello parecía casi irreal que hubieran hecho todo aquello en una noche.
La noticia la tomaron con incredulidad y subieron con ella a comprobarlo aquello era muy extraño alo estaba pasando y no sabían que es lo que era.
Entre tanto Regina no dejaba de mirar el reloj las horas pasaban lentamente, empezó a preparar algunos bocadillos, en cuanto llegara Samantha saldrían hacia la estación de trenes, de vez en cuando miraba por la ventana para comprobar que todo estuviera bien, y miraba a Ashi que parecía completamente tranquila aunque el problema seria como camuflarla para que nadie se diera cuenta.
Regina se quedo mirando a Ashi de arriba abajo intentando pensar como harían que nadie se diera cuenta de lo que era y como podrían llevarla al tren.
Inmediatamente tomo a Ashi por la garra y la llevo al piso de arriba y empezó a buscar entre su ropa para comprobar si algo le quedaba bien.
Mientras deshacía la maleta y empezaba a buscar que le quedaba mejor sonó la puerta inmediatamente Ashi bajo abajo y se quedo parada delante, por la actitud de esta supo que no había peligro alguno.
Regina abrió la puerta y entro Samantha extrañada y pensativa por lo que había visto aun estaba dándole vueltas en su cabeza.
─ Haz cuanto antes tus maletas…nos vamos de aquí…tengo que ver que le pongo a Ashi para que pase desapercibida…─ dijo Regina mientras volvía a tomar de la mano a Ashi para subir.
─ ¿Hacer las maletas para que…?...─ pregunto Samantha extrañada por aquello tan repentino.
─ Date prisa no tenemos tiempo…─ dijo Regina desde arriba, enseguida Samantha subió las escaleras y vio como Regina estaba intentando ponerle unos pantalones a Ashi aunque esta intentaba resistirse.
─ ¿Como que haga las maletas…?...¿Qué es lo que pasa…?...─ pregunto extrañada Samantha viendo lo que estaba intentando hacer con Ashi.
─ Después te lo cuento pero ahora ayúdame a ver si le puedo poner este chándal al menos…─ dijo Regina intentando poner le el chándal a Ashi estaba de vez en cuando gruñía.
Después de estar peleando bastante tiempo con la ropa al fin pudieron ponérselo, mientras que Ashi de vez en cuando se rascaba e intentaba moverse con dificultad.
─ Bueno al menos pasara desapercibida…─ dijo Regina mientras miraba lo que había hecho aunque no se lo creyera ni ella.
─ Si desapercibida para un ciego…pero no ves que no le queda bien…─ dijo Samantha viendo el desastre que había provocado.
─ Pues tiene que pasar desapercibida, al menos hasta donde tenemos que ir…─ dijo Regina viendo aquello.
─ No me pienso mover hasta que no me digas que es lo que pasa…y menos aun hacer las maletas…─ dijo Samantha viendo todo aquello, pensaba que su madre se había vuelto loca por completo; pero tendría que haber algún motivo…
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
630
3.588 ATC
HUIDA PRECIPITADA
─ Samantha no tengo tiempo para explicártelo ahora mismo…haz las maletas…te lo explicare por el camino…pon solo lo imprescindible…─ dijo Regina con voz de mandato y miedo mientras intentaba ponerle una gorra a Ashi para disimilar el peinado y ocultar la cola que no dejaba de moverse.
Una vez que hubo terminado rápidamente Regina bajo al piso inferior y se puso a mirar por las ventanas nerviosamente, mientras esperaba a Samantha.
─ Ya estoy…Se puede saber que te pasa estas paranoica…─ dijo Samantha mientras bajaba con una maleta y un neceser en la otra mano.
Regina se quedó mirando casi sin prestar atención a Samantha en eso Ashi empezó a gruñir mientras olisqueaba el aire en la calle paraba un coche completamente negro.
─ Samantha vamos por la puerta de atrás, date prisa…─ dijo Regina mientras tomaba de la mano a Ashi y con la otra a Samantha aligerando el paso.
─ ¿Pero que es lo que pasa…?...─ pregunto Samantha sorprendida como se comportaba su madre.
En ese momento la puerta se abrió de golpe y entraron dos hombres vestidos de negro mientras sacaban armas de sus chaquetas y empezaban a disparar, por suerte antes de eso pudieron salir de la casa.
─ Corre no te detengas…─ dijo Regina mientras salían a la calle a toda prisa y corrían hacia la estación de tren, en la calle apenas había gente, la noche era completamente fresca y el trafico no era muy denso, por la parte de atrás de la casa tuvieron que saltar varias vallas, en cuanto salieron a la calle principal siguieron corriendo por suerte encontraron un taxi que pasaba por allí.
De lejos escuchaban las balas que surcaban el aire, como una exhalación entraron en el automóvil rápidamente, el conductor al escuchar aquello acelero de golpe, Regina se quedo mirando hacia atrás viendo como aquellos hombres se paraban en medio de la calle.
─ A la estación deprisa…─ dijo Regina mientras el conductor miraba a Ashi por el retrovisor, con cara asustada aunque decidió no hacer preguntas.
─ ¿Pero que has hecho…?...¿En que estas metida…?...─ pregunto Samantha con cara de miedo mientras que Ashi olisqueaba para notar los nuevos olores.
─ Te lo diré en el tren…Lo primero es salir de aquí cuanto antes…─ dijo Regina mientras miraba nerviosa por los cristales del taxi nada mas llegar el taxista le dijo el precio y enseguida se lo pago.
Salieron del automóvil a toda prisa mientras entraban en la estación la poca gente e quedaba mirándolos, el edificio era bastante grande se podia escuchar el ruido de los trenes y el megáfono por le cual decían las salidas, por un instante Regina se quedo mirando hacia todos lados nada mas entrar para ver si alguien les estaba siguiendo.
─ Espérame aquí y no te muevas, voy por los billetes del tren, no tardo…─ dijo Regina mientras salía corriendo hacia la ventanilla por suerte no hay había nadie, por un momento miro la dirección del a libreta que le habían dado, y una foto el sitio parecia precioso.
Ashi parecia estar algo nerviosa mientras miraba hacia todas partes y olisqueaba el aire intentando acomodarse al nuevo sitio aunque parecia alo nerviosa, enseguida Samantha empezó a acariciarle el pelo para que se calmara, casi al instante como una ráfaga eléctrica Regina sintió la misma caricias en su pelo, por un instante miro hacia atrás y vio como Samantha estaba intentando calmar a Ashi.
Enseguida tomo lso billetes y en cuanto llego a donde estaban se dirigieron hacia el anden para esperar el tren.
─ ¿Me vas a decir al menos a donde vamos…?...─ dijo Samantha mientras mantenía la mano encima de Ashi acariciándole el pelo, aquello parecia que la calmaba.
─ Aquí…Me lo dijo un amigo mío que ha sufrido un accidente…te prometo que te contare todo en el trayecto…─ dijo Regina mientras le daba la foto que había en el pequeño cuaderno.
─ En medio de la nada…¿solo por que te lo ha dicho tu amigo…?...─ dijo Samantha mientras miraba a Regina con cara de incrédula.
─ Te he dicho que ya te lo contare en el trayecto…no es solo pro que me lo haya dicho…─ dijo Regina mientras caminaba de un sitio para otro mirando hacia todos lados, pero sentía una especie de calma interior muy agradable, pasaron como media hora antes que el tren llegara.
Al fin escucharon el tren llegar al anden y en cuanto se detuvo entraron rápidamente, y se sentaron por suerte no había mucha gente y no levantaron muchas sospechas.
En cuanto el tren arranco Regina fue como si respirar mas aliviada suspirando, enseguida miro a Samantha con cara extrañada.
─ ¿Qué es lo que quieres…?...─ pregunto Regina como si se le hubiera olvidado todo, con tono de extrañeza.
─ Nada en particular solo, que me digas por que en medio de la noche salimos corriendo de unos tipos que nos disparan en nuestra casa a toda prisa, en medio de un sitio que ni siquiera conozco lejos de mis amigas…─ pregunto Samantha intentando hacer un pequeño resumen de todo lo que había pasado.
─ Es cierto te debo una explicación…toma échale un vistazo…─ dijo Regina mientras le daba el cuaderno a Samantha.
Esta enseguida se puso a mirar todas aquellas ecuaciones y garabatos que estaban hechos en la pagina como los diseños que estaban dibujados con cara de extrañeza.
─ ¿Y esto se supone que debe significar algo para mi…?...─ pregunto Samantha mientras miraba aquellas ecuaciones y proyectos.
─ Antes de ser profesora, era ayudante de un científico e intentábamos hacer una camino hacia un mundo alternativo, era un proyecto muy ambicioso, al parecer algo salio mal y el experimento nos reventó en la cara, por suerte pudimos salir la mayoría con vida, ahora un amigo mío ha venido y me hadado esto, según sus datos. ese científico había logrado estabilizar el proyecto, esos cálculos son totalmente diferentes a los que teníamos…─ dijo Regina explicándole todo aquello, Samantha empezó a pensar que todo aquello había sido una trampa.
─ ¿Y esas personas que nos persiguen…?...─ volvió a preguntar Samantha mientras le devolvía la libreta.
─ No lo se, lo único que se es que mi amigo murió en cuanto me dio esta libreta atropellado por un automóvil…y que vienen a por estas criaturas aunque no se para que…─ respondió Regina mientras bajaba la cabeza y por unos momentos se quedaba mirando a Ashi que parecia seguir oliendo el sitio por suerte no había muchas personas en el vagón.
─ O sea que por un entupido experimento tenemos que mudarnos de casa, fantástico esto es estupendo…─ dijo Samantha cambiando casi radicalmente el tono de su voz a enfado.
─ Cariño no podemos hacer otra cosa…por lo menos estaremos seguras y Ashi estará tranquila…─ dijo intentando calmar a Samantha aunque no le faltaba razón.
─ Es que parece estupido…sacado de una mala novela lo que nos esta pasando…─ dijo Samantha mientras se levantaba y se ponía a mirar por la ventana, el paisaje había cambiado totalmente sol ose podían ver campos y mas campos y al fondo las montañas.
En ese momento un olor extraño llego al olfato de Ashi, enseguida como si estuvieran compenetradas lo mismo llego al olfato de Regina.
─ Tenemos que ir al siguiente vagón…Rápido…─ dijo Regina mientras se levantaba y Ashi empezaba a gruñir hacia la entrada.
─ ¿Pero que pasa…?...─ pregunto Samantha mientras Regina tiraba de su brazo para ir rápidamente al siguiente vagón.
─ Ashi vamos…Al parecer nos han seguido…─ dijo Regina intentando hacer que Ashi los siguiera y como si de una forma extraña de entendimiento Ashi dejo de gruñir y siguió hacia delante.
─ Pero que…─ dijo Samantha mientras iba siendo arrastrada por Regina en ese momento las puertas se abrieron y entraron dos hombres vestidos como si fueran para cazar.
─ Date prisa…Nos bajamos en la siguiente estación…─ dijo Regina mientras entraba en el siguiente vagón enseguida y seguían caminando.
En ese momento Samantha vio como ambos hombres metían sus manos en el atuendo de cazador y sacaban unas pistolas y se dirigían hacia donde ellas estaban.
─ Tenemos que darnos prisa…─ dijo Regina intentando acelerar aquello y dejar terreno de por medio pero sabia que el tren tenia vagones limitados y no podrían correr por mucho mas tiempo.
Atravesaron varios vagones pero cuando ya estaban casi en el primero no podían ir hacia ningún lugar, Regina miro de reojo por las ventanas y la velocidad era excesiva para que saltaran no sabían que hacer, casi al momento entraron esos hombres y se detuvieron al otro lado del vagón mientras uno de ellos le apuntaba el otro saco aquel collar.
Ashi empezó a gruñirles, aquél sentimiento de furia empezaba a unirse a Regina poco a poco sabia perfectamente que tendrían que luchar de alguna manera.
─ Agáchate…─ dijo Regina como si fuera una leona que protegiera a sus cachorros.
─ ¿Pero…?...─ pregunto Samantha sin llegar a terminar la pregunta vio los ojos de su madre era como si hubieran cambiado de golpe parecían los de un gato.
─ Ahora!!...─ exclamo Regina casi gritándole para que se escondiera, enseguida Samantha se escondió como pudo en uno de los asientos.
─ Solo queremos a ese ser y el cuaderno nada mas…y las dejaremos irse…─ dijo uno de ellos mientras se acercaba con el collar para ponérselo a Ashi. ambas se miraron por un instante y como si sus pensamientos estuvieran sincronizados de alguna forma, ambas se lanzaron a por ellos, impulsándose en un salto contra las paredes del tren y después contra el techo para tomar impulso, el tipo apunto con su arma y empezó a disparar, el ruido de los tiros fue amortiguado por un silenciador, el del collar no sabia que hacer estaba como paralizado, soltó aquello y tomo su arma pero era demasiado tarde.
Con un gruñido que lleno la habitación casi al unísono ambas se lanzaron hacia sus presas, Ashi con un garrazo hizo que el arma de uno de ellos volara literalmente de su mano y se colocara encima de este rugiéndole con todas sus fuerzas el hombre no pudo mas que levantar las manos sorprendido, mientras que Samantha sin saber como aterrizo delante de este y con un impulso dio una voltereta hacia atrás propinándole una patada en la barbilla y cayendo de pie dejándolo inconsciente.
Por unos instantes Samantha se quedo alucinada viendo lo que había hecho era como si hubieran sincronizado sus cuerpos y su mente en un instante.
Levantándose se dirigió hacia donde estaba el hombre y tomando el arma que estaba en el suelo le apunto en la frente.
─ Escúchame atentamente y díselo a tu jefe…no pienso dejar que os llevéis a estas criaturas…y la próxima que vengáis a por una de ellas os juro que os matare…─ dijo Regina casi sin reconocerse a si misma por aquello después de eso le propino un golpe con la culata del arma para dejarle inconsciente.
Toda aquella rabia empezó a desaparecer de golpe como si fuera diluyéndose y volviera su estado de animo normal, enseguida soltó el arma y se quedo mirando aquellos hombres que habían caído al suelo, enseguida empezó a ver como algunas personas de los otro vagones se acercaban para comprobar que había pasado, por suerte el tren empezaba a detenerse en la parada.
─ Samantha rápido tenemos que salir de aquí…─ dijo Regina mientras salía por la puerta y seguidas por Samantha y Ashi.
Por suerte el tren no se quedo mucho tiempo en esa pequeña estación y casi ninguna persona se bajo en ella, aquel sitio era un edificio de color blanco muy simple con una ventanilla que permanecia cerrada y un sitio para poder entrar y esperar a los trenes.
─ ¿Pero como has hecho eso…?...─ pregunto Samantha con cara de sorpresa mientras veía como Regina se sentaba aun con las manos temblando, el revisor por un momento se quedo mirando a Ashi pero no llego a prestarle mucha atención.
─ No lo se…es como si me hubiera recargado de energía de alguna forma…no podemos seguir en tren tenemos, que alquilar un coche para llegar…─ dijo Regina mientras se miraba las manos y como aun temblaban.
─ Tranquilízate…─ dijo Samantha mientras la abrazaba con fuerza para intentan que se relajara.
─ Gracias…─ dijo Regina mientras la tomaba de las manos, intentando hacer que su cuerpo se relajara.
Ambas se quedaron así por un momento en cuanto Regina vio al revisor se acerco a él para preguntarle.
─ ¿Disculpe a cuento esta el pueblo mas cercano…?...─ pregunto Regina mientras le pobre hombre empezaba a hacer algunos de sus quehaceres.
─ Si siguen este camino esta como a unos cinco kilómetros no tiene perdida…─ respondió el tipo con la voz algo cansada y somnolienta.
─ Gracias…Tenemos que andar no queda otra…─ dijo Regina mientras se acercaba para comentárselo.
─ ¿En plena noche…?,seria mejor que nos quedáramos hasta que amaneciese…─ dijo Samantha y no le faltaba razón en lo que decía el camino casi ni siquiera se veía y eran las tres y media de la madrugada, no podrían avanzar mucho.
─ Si será lo mejor…─ dijo Regina mientras se acomodaba en uno de los bancos para intentar dormir un poco, al momento vio como Samantha apoyaba la cabeza en su hombro y Ashi se tumbaba en el suelo a sus pies…
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno aqui dejo otro capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
630
3.588 ATC
UN LUGAR PINTORESCO
Poco a poco el sueño las fue invadiendo, Regina se quedo por unos instantes despierta mirando el sitio, que estaba completamente desierto esperando que no las hubieran seguido, pero fue vencida por el sueño.
Cuando se dieron cuenta el sol ya empezaban a deslumbrarlas, los pájaros se escuchaban y poco a poco iba amaneciendo, Regina fue despierta por Ashi que empezó a gruñir estirándose un poco.
─ Despierta ya es de día, tenemos que irnos…─ dijo Regina mientras se estiraba un poco escapando de aquella tortura de banco donde se habían sentado.
Nada mas abrir los ojos se quedo mirando al revisor que estaba sorprendido viendo a Ashi, cuando miro el reloj marcaba las nueve y cuarto.
─ Solo cinco minutos mas…─ dijo Samantha protestando por levantarse temprano.
─ Samantha levanta tenemos que llegar a la cabaña…venga además tenemos que desayunar seguro que Ashi también tiene hambre…─ dijo Regina mientras se levantaba e intentaba despertar a Samantha esta abrió los ojos restregándoselos, cuando se dio cuenta que no estaba en casa.
─ ¿Qué tienes pensado hacer…?...─ pregunto Samantha mientras se estiraba un poco y bostezaba.
─ De momento buscar algún sitio para desayunar, después ir en busca de la cabaña…y esperemos que no sepan donde estamos…─ dijo Regina mientras se ponía de pie y se arreglaba un poco la ropa.
─ Esperemos que no este lejos…─ dijo Samantha mientras se levantaba y se quedaba mirando a Ashi que seguidamente empezó a acariciarla, esta no hizo mas que ronronear muy suavemente a la vez que Regina se acercaba al revisor.
─ ¿Perdone el pueblo mas cercano…?...─ pregunto Regina al revisor mientras que este casi no podía apartar la mirada de Ashi.
─ ¿Eh…?...Perdone, si esperan un poco cada cierto tiempo viene un autobús les puede llevar, pero si quieren andar esta a cinco kilómetros siguiendo el camino.
─ ¿Reconoce este sitio…?...─ dijo Regina sacando el cuaderno y enseñándole una foto, por unos instantes el revisor se quedo mirando la foto y enseguida le señalo salio un poco afuera del lugar y les señalo la montaña.
─ Esta en el bosque que esta al pie de la montaña…¿Van de excursión…?...─ pregunto el revisor intentando averiguar algo.
─ Mas o menos…─ respondió Regina mientras guardaba la foto, pensando en que tendrían una buena caminata sobre todo ya que no podrían subir en autobús con Ashi.
─ Vamos tenemos un trecho…─ dijo Regina intentando no desanimar a Samantha, puesto que en cuanto dijo aquello se la quedo mirando extrañada.
─ ¿Cómo que nos queda un buen trecho…?...─ pregunto Samantha extrañada por aquellas palabras.
─ El pueblo esta a cinco kilómetros, no pensaras que vamos a coger el autobús y menos con Ashi con hambre…tenemos que llegar al pueblo y comprar algunas cosas…después dirigirnos a aquella montaña y buscar la casa en el bosque…─ dijo Regina resumiendo lo que tenían que hacer, aquello de repente no le hizo gracia alguna a Samantha.
─ ¿Buscar la cabaña en un bosque…?...O sea que tampoco tienes idea de donde esta…perfecto…─ pregunto Samantha viendo el panorama que les esperaba en ese momento se levanto y de mala gana empezó a caminar.
─ Es cierto…¿Crees que debería preguntarle a quien atropellaron…?...¿O a quien casi nos mata en el tren…?...Para mi esto también es una locura…pero algo esta pasando y necesito saber que es…─ dijo Regina de forma irónica, haciéndole entender a su hija que no tenia ni idea de lo que estaba pasando.
─ Vale de acuerdo…será mejor que nos calmemos…iremos al pueblo…─ dijo Samantha de la manera mas lógica, puesto que era una tontería enfadarse con ella.
Una vez hubieron terminado empezaron a caminar por un camino lleno de polvo a cada lado de ellos había una arboleda, el sol empezaba a despertarse pero esta vez fue algo raro para ellas no escuchar el trafico o la gente yendo de un lugar a otro todo estaba en calma solo se escuchaban los pájaros cantar, cuando ya hubieron caminado un buen trecho empezaron a escuchar tractores y poco a poco el paisaje empezó a cambiar el camino de polvo desembocaba en una carretera y a ambos lados había campos de cultivo, podía verse a lo lejos los tractores y algunas casas.
─ Increíble…─ dijeron casi ambas al mismo tiempo mientras miraban el lugar aquello las sobrepasaba por momentos.
Después de eso siguieron caminando poco a poco comenzaron a ver el pueblo a lo lejos se distinguía el campanario, y podía escucharse a la gente.
─ Será mejor que te quedes aquí fuera con Ashi, yo iré a comprar carne y algunos bocadillos, no te muevas de aquí ni dejes que Ashi lo haga…─ dijo Regina mientras se adelantaba un poco para llegar al pueblo y comprar algo de provisiones.
Nada mas entrar en este la gente empezó a mirarla extrañamente, el pueblo estaba en buen estado la mayoría de las casas eran de color blanco y las calles estaban empedradas, lo que mas le extraño es que no le llegaba el típico olor a café de las calles, podía verse que ya había bastante movimiento en las calles.
─ ¿Perdona sabe donde hay una carnicería…?...─ pregunto Regina a una mujer que pasaba por allí, enseguida este le señalo una de las calles que desembocaba en una fuente.
Regina se apresuro para llegar allí en cuanto llego a esa calle puedo ver una gran fuente y varias personas mayores sentadas en ella, que se quedaron mirándola por unos instantes y luego siguieron hablando entre ellas.
Nada mas entrar en el establecimiento un olor a carne cruda le invadió al parecer era el sitio donde se hacia la matanza.
El sitio tenia azulejos hasta la mitad de la pared de un color blanco sucio delante de ella había un mostrador con varios trozos de carne, por suerte a esa hora no parecía haber mucha gente comprando.
─ Buenos días podría darme ese gran trozo…─ dijo Regina señalando un buen pedazo de carne.
Por un momento la dependienta se quedo mirándola extrañada, pocas personas compraban tanta carne.
─ Vaya parece que tiene un zoo en casa…─ dijo la dependienta con un tono campechano y casi riéndose mientras la colocaba repartido en unas bolsas.
─ Mas o menos….vamos a hacer una barbacoa…─ dijo Regina mientras tomaba las pesadas bolsas.
─ ¿Usted no es de por aquí…?...¿A donde se dirigen…?...─ pregunto la mujer mientras tomaba el dinero.
─ Nos dirigimos hacia la casa de la montaña…Nos ha invitado…─ dijo Samantha como si los hubiera invitado y no hubiera pasado nada, al parecer nadie en el pueblo sabia lo que había pasado en el laboratorio era un alivio.
─ Hace tiempo que no vemos al doctor…espero que este bien…─ dijo la carnicera al parecer su amigo era conocido en este pueblo.
─ Si, claro lo que pasa que ha tenido mucho trabajo últimamente y ahora se ha dado un descanso…Bueno tengo que irme si no llegaremos tarde nos queda un buen trecho…muchas gracias…─ dijo Regina intentando cortar la charla rápidamente, si siguieran hablando llegarían de noche.
─ Que disfruten de la carne y pasen un buen día…─ dijo la carnicera despidiéndose, al menos estarían seguras en ese lugar.
Regina salio como pudo rápidamente de allí cargando con las bolsas en dirección hacia la salida del pueblo, empezó a caminar por la carretera hasta que al fin pudo ver a Samantha y Regina esperando sentadas, en cuanto se acerco un poco Ashi comenzó a olfatear el aire se había dado cuenta de la carne.
En cuanto estuvo a su altura, Regina le soltó un buen pedazo de carne que esta atrapo entre sus garras y empezó a devorarlo con hambre, al menos tendrían menos peso para subir a la montaña.
─ Uf, estoy hecha polvo tengo que hacer mas ejercicio…tenemos que darnos prisa…si no nos pillara la noche llegando a la cabaña, espero que la encontremos rápidamente…─ dijo Regina mientras miraba como Ashi devoraba con fruición la carne a grandes bocados, al menos estarían tranquilas con ella.
─ Pues venga démonos prisa…─ dijo Samantha levantándose de mala gana y con tono de enfado.
─ ¿Se puede saber que es lo que te pasa…?...─ pregunto Regina mientras avanzaba por la carretera hasta encontrar un camino que se separaba de ella en dirección hacia la montaña.
─ Nada…Tu que crees…me dices de buenas a primeras que tenemos que salir corriendo unos tipos nos persiguen casi nos matan en el tren y encima tu haces cosas que son imposibles…como quieres que me sienta casi me acribillan a tiros…y ahora encima tenemos que perdernos en plena montaña en la casa de tu amigo…Yo creo que no nos pasa nada…─ dijo Samantha con mal tono mientras seguía caminando casi ni siquiera miraba hacia atrás, Regina no pudo mas que suspirar.
─ Lo siento…Pero es lo único que podemos hacer…además no podemos volver…ya ves lo que nos ha pasado…─ dijo Regina casi con tono de rendirse mientras se sentaba en el camino.
─ ¿En que estabas metida…?...Solo explícame eso…─ pregunto Samantha mientras se sentaba a su lado y Ashi empezaba a relamerse las garras.
─ Como te he dicho antes era ayudante de científico…Yo solo revisaba los cálculos que se hacían, él se encargaba de todo, la cosa es que este cuaderno me dice lo contrario en la ultima revisión de los datos que me dieron parecía estar bien pero al ponerlo en marcha todo al principio fue bien…pero pasado un rato aquello exploto y al parecer varias especies de sombras salieron del portal, pienso que estas criaturas son parte de eso…pero los datos que tengo aquí son totalmente diferentes me dice otra cosa…creo que lo obligaron a hacer que fallara el experimento…lo que no se es por que nos persiguen la mayoría de las personas de ese experimento murieron en la explosión…─ dijo mientras miraba el cuaderno y le pasaba una foto de ella junto a una pareja con una niña en brazos.
─ ¿De que trataba, el experimento…?...─ pregunto Samantha mientras miraba la fotografía con cierto aire familiar.
─ Era un portal, estaba investigando como acceder a otra dimensión…pero estos cálculos son completamente distintos, al parecer llevaba dos tipos de resultados o le obligaron a repetir el experimento o lo saboteo el mismo desde dentro para que no resultara y ya lo había conseguido antes…─ dijo Regina intentando sacar conclusiones ya que era lo mas probable que el profesor ya hubiera estado antes en esa dimensión y le obligaron a repetir el experimento.
─ Tenemos que darnos prisa para llegar a esa cabaña solo espero que podamos encontrarla…─ dijo Regina mientras se levantaba del sitio y tomaba las bolsas y le ofrecía la mano a Samantha para que se levantara.
─ Déjame unas bolsas al menos iremos mas rápidas…─ dijo Samantha mientras le devolvía la foto y tomaba algunas bolsas para ayudarla.
Una vez hubieron descansado un poco continuaron su camino el sol seguía su paseo por el cielo, el sol empezaba a apretar con fuerza, poco a poco el camino que era recto empezaba a elevarse mientras el paisaje poco a poco empezaba a cambiar haciéndoles entrar en un pequeño bosque al menos la sombra de aquellos árboles las refrescaba, se quedaron escuchando el cantar de los pájaros y la brisa que atravesaba el bosque, Ashi se detuvo por unos instantes intentando identificar los olores de su alrededor aquello era completamente nuevo para ella.
─ ¿Nos queda mucho…?...─ pregunto Samantha mientras seguían avanzando por aquel camino que parecía volverse mas elevado por momentos.
─ Esperemos que no…─ dijo Regina mientras jadeaba por aquel paseo al menos estaban a la sombra.
Siguieron caminando por un buen rato aquello parecían ir a marchas forzadas poco a poco el tiempo fue pasando y los estómagos empezaban a rugir con fuerza y las fuerzas flaqueaban, la cabaña estaba completamente escondida en el bosque.
─ ¿Pero donde esta la cabaña…?...─ pregunto Samantha completamente agotada mientras seguía caminando.
─ Espera un poco, voy a mirar la foto…─ dijo Regina mientras tomaba la foto y Samantha se sentaba en un tronco.
─ A ver que me oriente un poco…Por allí…─ dijo Regina con total seguridad mientras tomaba de nuevo las bolsas y comenzaba a introducirse en el bosque apartándose del camino.
─ Solo espero que estés segura…─ dijo Samantha volviéndose a levantar e iniciar el nuevo camino.
Continuaron el camino apartándose de la ruta principal el bosque por momentos empezaba a volverse mas espeso podía escucharse los pájaros y como el sol entraba a duras penas pero después de casi dos horas de trayecto encontraron como una especie de claro y en medio de este una casa de dos pisos y en la parte lateral una chimenea de ladrillo, y el resto de la casa estaba hecha de troncos, en la parte de afuera había un columpio, a su lado un granero que estaba en buen estado, lo mismo que la casa.
─ ¿Es este sitio…?...─ pregunto Samantha viendo la casa y mirando el lugar.
─ Espera un momento…Si es este…─ dijo Regina mientras miraba la fotografía al menos habían llegado pero ya la tarde.
─ Espero que haya algo de comer…─ dijo Samantha mientras se acercaba a la casa.
─ ¿Hola…?...¿Hay alguien…?...─ pregunto Regina mientras se acercaba lentamente a la casa, enseguida Ashi corrió hacia el granero al parecer había captado un olor familiar de alguna forma.
─ Ashi…¿pero a donde vas…?, vuelve…─ dijo Samantha mientras salía corriendo detrás de Ashi hacia el granero, mientras Regina avanzaba hacia la cabaña mirándola desde lejos, intentando averiguar si había alguien.
─ ¿Hola…Hay alguien…?...─ volvió a preguntar Regina mientras se acercaba pero parecía que no hubiese nadie, cuando ya estuvo cerca de la puerta miro por las ventanas para comprobar que si podía ver movimiento de alguna persona pero estaba completamente solitaria.
Se acerco a la puerta y giro el pomo y la puerta se abrió lentamente, Regina entro y empezó a mirar el interior.
A su derecha había una mesa redonda con varias sillas colocadas a su alrededor al lado de estas había una chimenea que estaba apagada a su lado unos cuantos hierros en un estante para azuzar las brasas y unos troncos apilados, en el centro de la sala un sillón algo tosco pero muy cómodo al lado de este había una pequeña cocina y al fondo una escalera, por las paredes había varias fotos del profesor y su mujer, por suerte no había con su hija.
Regina no pudo mas que dirigirse al a cocina y dejar las bolsas, inmediatamente fue hacia la nevera nada mas abrirla vio que había varias latas de conservas y algunas cosas al menos podrían comer.
Entretanto Samantha investigaba el granero, las puertas parecían cerradas pero con un simple empujón se abrieron, aquel sitio era enorme constaba de dos pisos unidos por una escalera simple de mano, había balas de paja apiladas en varias partes y estaban separadas por paredes bajas de madera.
Aquel sitio pareciera completamente desierto aunque para Ashi no estuviera así, puesto que estaba olfateando el lugar como si siguiera un olor de alguna forma.
─ Ashi, ves no hay nadie…─ dijo Samantha mientras avanzaba por el oscuro granero lentamente, aunque había varias ventanas que entraban luz por el.
De pronto Samantha se giró rápidamente parecía que hubiera visto una sombra correr detrás de ella.
─ ¿Ashi eres tu…?...─ pregunto Samantha mirando hacia todas partes mientras parecía que no encontraba a Ashi por ningún lado.
─ Ashi…¿Dónde te has metido…?...Ven aquí…─ dijo Samantha entrando mas aun en el granero aquel sitio parecía incluso algo tétrico, se escuchaba el crujir de la paja bajo los pies mientras avanzaba.
Samantha miraba hacia todos lados mientras que no encontraba a Ashi en eso pudo ver como su cola se movía de un sitio hacia otro parecía que había encontrado algo.
─ ¿Pero se puede saber que haces…?...─ pregunto Samantha mientras veía que Ashi estaba interesada por varias bajas de paja y heno que se encontraban apiladas en un rincón, al que no dejaba de gruñirles.
─ Ashi no seas tonta, no hay nadie…─ dijo Samantha mientras miraba los paquetes, aun así parecía como si alguien los estuviera observando desde algún sitio.
─ Será mejor que salgamos de aquí cuanto antes…─ dijo Samantha mientras miraba hacia todas partes aquel sitio empezaba a darle escalofríos.
Empezó a caminar hacia fuera mientras que Ashi la acompañaba a toda prisa, en cuanto estuvieron afuera, sus piro con fuerza mientras cerraba las puertas detrás de ella.
En cuanto se encamino hacia la casa vio un carro con un caballo que se acercaba por el camino hasta la casa en el había un hombre de avanzada edad que tenia una boina de color negro, sus rasgos eran ya de una avanzada edad, tenia los ojos de color marrón apagado, bestia una camisa blanca y unos pantalones oscuros, en el carro parecía que llevaba una especie de bidón.
─ Buenas tardes…¿Esta el doctor en casa…?...─ pregunto el hombre con una voz algo tosca, aunque no parecía ningún peligro ni siquiera Ashi le pareció una amenaza de ninguna forma, aunque el pobre hombre se quedo perplejo al verla.
Samantha se quedo sin saber que decir mientras se ponía delante de Ashi para ocultarla de alguna forma.
─ Mama… hay alguien que busca al doctor…─ dijo Samantha con voz alta intentando avisar a Regina.
─ ¿Qué…?...─ pregunto Regina mientras salía afuera para comprobar que es lo que pasaba.
─ Buenas señora…preguntaba si estaba el doctor en casa…venia como siempre a recoger la leche…─ dijo el hombre desde el carro mientras se quitaba la boina para secarse el sudor con un pañuelo.
─ No, no esta estamos a cargo de la casa por unos días…No me dijo nada de que venían a recoger algo…─ dijo Regina extrañada por aquello puesto que no se habían escuchado sonidos algunos en el granero de animales, aunque su mente empezó a darle vueltas no parecía nadie de los que les habían estado persiguiendo.
─ Que pena…la leche que me daba era buenísima…bueno díganle al doctor que espero que vuelva pronto…─ dijo el hombre mientras se colocaba de nuevo la boina y daba vuelta con el carro aun así volvió la cabeza por un instante para ver si era verdad lo que había visto.
─ ¿Quién era…?...─ pregunto Regina mientras miraba como el carro se alejaba de ellas.
─ No tengo idea pero es extraño puesto que no hay ningún animal en el establo, eso si hay muchas balas de paja y heno, como si quisiera reservar comida para alguno…─ dijo Samantha viendo que aquello parecía muy extraño.
─ ¿Estas segura…?...─ pregunto Regina algo extrañada puesto que ese hombre le había hecho pensar que no era así.
─ Yo creo que si el piso de abajo estaba desierto, ahora no se si en la parte de arriba había alguien, lo que se refiere a vacas o cabras o algo así no había nada…─ dijo Regina recordando todo lo que había visto.
─ Tiene que haber algo volvamos a revisarlo…─ dijo Regina mientras avanzaban de vuelta al granero, en eso a su olfato llego un olor algo extraño, el aroma era de que hubiera algún animal aunque el olor era completamente extraño le resultaba familiar.
─ ¿Mama pasa algo…?...─ pregunto Samantha extrañada mientras veía como Regina olfateaba el aire lo mismo que Ashi.
─ No, hueles eso…es algo raro…─ dijo Regina mientras abría la puerta del granero en ese instante un olor algo fuerte le llego de golpe de la parte de arriba.
Enseguida Ashi subió por la escalera hacia arriba parecía que hubiera captado el olor lo mismo que Regina.
─ Si hay algo esta en la parte de arriba…quédate abajo por si sale…─ dijo Regina intentando que no escapara fuera lo que fuera.
─ ¿Que hago me pongo en medio…?...─ pregunto con ironía Samantha viendo lo estúpido del plan.
─ Solo avísame nada mas…─ dijo Regina con algo de lógica mientras subía por las escaleras.
La parte de arriba parecía completamente a oscuras, aunque el olfato y el oído estaban como realzados y todos los pequeños sonidos podía captarlos y una multitud de olores.
Se dio cuenta como Ashi se acercaba a una pila de balas de heno y empezó a gruñirle mientras le daba unas vueltas.
─ ¿Hay alguien hay…?...Puedes salir no te haremos daño…─ dijo Regina mientras miraba aquello montones apilados.
─ Samantha llama a Ashi…─ dijo Regina pensando que era por que estaba ella por allí.
─ Ashi ven aquí…rápido…─ dijo Samantha llamándola para que volviera enseguida, esta bajo al lado de ella.
─ Ya se ha ido puedes salir…no te hará daño…─ dijo Regina con voz suave intentando hacer que quien fuera saliera de allí.
Enseguida pudo ver como una mano de aspecto humano aparecía entre las balas de paja lentamente.
Regina pensó enseguida que se trataba de alguien que estaba investigando el lugar y se había encontrado con ellas y se había escondido.
Pero lo que vio fue totalmente distinto, poco a poco fue apareciendo una chica con rasgos redondeados no le echaría mas de dieciséis o diecisiete años sus ojos eran grandes y de color azul fuerte su pelo de color blanco daba un gran contraste con sus ojos pero lo que mas le extraño fue que de su cabeza nacían una especie de cuernos pequeños y las dos orejas caídas muy parecidas a la de las vacas.
En su cuello portaba una especie de cencerro vestía un top sin mangas de color blanco con manchas negras, sus pechos eran de un gran tamaño la parte y de cintura para abajo tenia una capa de pelo muy fina de color blanco con manchas negras del final de su espalda nacía una cola con un mechón de pelo al final pero lo que mas sorprendió fue que en vez de pies tenia pezuñas grandes de color negro, vestía un pantalón muy amplio marrón apagado y algo gastado cogido por tirantes.
─ ¿Pero que demonios…?...─ pregunto Regina mientras miraba como salía de entre las balas de heno y se quedaba mirándola extrañada, poco a poco aquel ser empezó a acercarse a ella y comenzó a olfatearla pero en cuanto sintió el olor de Ashi volvió a esconderse entre las balas de heno.
─ Mama…¿Se puede saber que pasa…?...¿Hay alguien …?...─ pregunto Samantha desde abajo alzando la voz.
─ Sube, creo que te sorprenderá bastante…Deja a Ashi abajo…─ respondió Regina invitándola a subir, pensando que no huiría.
Al momento Samantha intento hacer que Ashi se quedara abajo, después de eso subió por la escalera y vio como Regina se ponía en cuclillas mirando un montón de heno y paja.
─ ¿Qué pasa…?...¿Has encontrado una cabra…?...─ pregunto Samantha como en forma de ironía.
─ Creo que te va sorprender…Venga sal de hay…no te haremos daño te lo prometo…─ dijo Regina con voz muy suave intentando convencer a aquel ser.
Poco a poco aquel ser fue saliendo de su escondite, en cuanto vio a Samantha empezó a acercarse lentamente mirando a Regina como si no quisiera perderla de vista, mientras que Samantha no salía de su asombro.
Aquel ser empezó a olfatearla dando vueltas a su alrededor, por un tiempo se quedo mirándola con aquellos ojos grandes, pareciera incluso que llegara a sonreírle.
─ ¿Pero que es…?...─ pregunto Samantha mientras acercaba su mano para acariciarla, cuando llego a su cabello empezó a pasarle la mano, la criatura pareciera que le sonriera y se sentía a gusto.
─ Que extraño…a ti no parece tenerte miedo…incluso esta alegre…─ dijo Regina al acercarse a Samantha aquel ser giro la cabeza y la miro y enseguida se puso detrás de Samantha como si se escondiera.
─ Parece que te tiene miedo…─ dijo Samantha viendo lo que estaba haciendo, pero era extraño ya que ambas habían estado con Ashi y su olor se había quedado impregnado en ellas.
─ Moo!!...─ dijo aquel ser, mirando con miedo a Regina.
─ Tranquila, no te hará daño…ven…─ dijo Samantha mientras tomaba la mano de ella y la acercaba a Regina y la colocaba en su hombro, aun así aquel ser parecía recelosa y asustada.
─ Ahora entiendo por que ese hombre venia a por leche…─ dijo Regina mientras la miraba de arriba abajo.
─ No creerás que la ordeñaba…Eso es asqueroso…─ dijo Samantha mientras intentaba imaginar aquello.
─ No le veo otra forma…además es una vaca…a lo mejor en esa dimensión estas son las vacas, y el enemigo natural es Ashi, tiene que haber una cadena alimentaría de alguna forma…─ dijo Regina presuponiendo que debería de ser alguna forma.
─ Bueno ya que crees que es así,¿por que no la ordeñas…?... Si estas tan segura…─ pregunto Samantha como si la retara.
─ Ni siquiera lo pienses que voy a hacer eso…─ dijo Regina con tono de enfado aunque sabia perfectamente que tendría que hacer análisis de aquel ser.
─ Por mucho que digas eso sabes que lo tendrás que hacer lo mismo que le sacaste sangre a Ashi…─ dijo Samantha pensando en el espíritu de investigadora que tenia Regina.
Por un momento Samantha se quedo mirando a aquel ser y sabia que Samantha tenia toda la razón en aquello, pero no tenia ningún sitio donde poder analizar las muestras.
─ Le tendremos que poner un nombre…Ya lo tengo la llamare Rakku…─ dijo Samantha mientras le acariciaba el pelo, esta se quedo mirándola extrañada.
Regina de momento respiro aliviada al pensar que se le había ido de la cabeza aquello de ordeñarla pero, tarde o temprano tendría que hacerlo.
─ Será mejor que volvamos a la casa, ya mismo empezara a hacer frío…mañana veremos que hacer…─ dijo Regina mientras miraba por las ventanas como el sol empezaba a ponerse lentamente.
─ ¿Qué hacemos con Rakku…?...¿La vamos a dejar aquí…?...─ pregunto Samantha mientras seguía acariciándole el pelo, esta se encontraba completamente tranquila.
─ No creo que quiera bajar y menos estando Ashi abajo merodeando…y a mi de momento me tiene miedo…─ dijo Regina viendo todas las posibilidades, además donde esta se encuentra a gusto.
─ De acuerdo…no queda otra…─ dijo Samantha mientras se dirigía hacia la escalera y ambas bajaban.
─ Moo!!...─ dijo Rakku mirándolas extrañada, pareciera incluso que estuviera triste.
─ Nos vemos mañana Rakku…─ dijo Samantha despidiéndose mientras bajaba por la escalera.
En cuanto estuvieron abajo Regina quito la escalera asegurándose que Ashi no pudiera llegar hasta ella aunque con la altura que tenia, no le costaría mucho encaramarse al segundo piso con un salto.
─ Será mejor que la tengas vigilada, nunca se sabe…¿Pero donde esta metida…?...─ dijo Regina en cuanto retiro la escalera viendo que Ashi no estaba en la puerta, enseguida vino a su mente la carne que había traído y que lo mas seguro ya se hubiera hecho con ella.
─ Adiós carne…de eso estate segura…─ dijo Samantha con un sonrisa en la cara.
─ No tiene gracia…Por lo menos hay comida en la nevera…─ dijo Regina pensando que al menos podrían cenar.
Ambas se dirigieron hacia la cabaña, la puerta estaba semi encajada y nada mas entrar vieron a Ashi que estaba devorando el resto de la carne a grandes mordiscos y la bolsa estaba tirada en el suelo.
Regina no pudo mas que suspirar, al ver aquello y como disfrutaba Ashi de la cena, esta se acerco a la nevera y saco algunos huevos y vegetales y encendió los fuegos para preparar la cena.
Mientras que Samantha subía al piso de arriba para investigar la cabaña, nada mas llegar vio un pasillo con dos puertas una a cada lado y otra al final que estaba abierta y era el cuarto de baño, en la parte del techo colgaba una cuerda que lo mas seguro diera al ático.
Enseguida abrió una de las puertas y vio una habitación muy simple tenia una cama que estaba cubierta con varias mantas un armario a la derecha y una ventana al fondo al lado de la cama había una pequeña mesilla de noche hecha de una forma muy rustica.
─ ¿Qué tal las habitaciones…?...─ pregunto Regina desde abajo mientras seguía cocinando.
─ No están mal…aunque son algo simples…─ dijo Samantha mientras cerraba la puerta y volvía a bajar, en cuanto llego abajo observo como había una ensalada y algunas cosas para comer.
─ Bueno de momento estaremos seguras aquí…espero que no vengan…─ dijo Regina suspirando, pensando en cuanto tiempo tendrían que estar allí….
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
630
3.588 ATC
UN NUEVO DESCUBRIMIENTO
En cuanto Samantha bajo el olor de lo que estaba preparando Regina llego a su olfato, también se dio cuenta que Ashi esta tumbada en el suelo descansando después de lo que había comido.
─ ¿Estas segura de que no nos encontraran…?...Fíjate en el hombre que vino antes…─ pregunto Samantha mientras rebuscaba entre los armarios de la cocina y buscaba los cubiertos para poner la mesa.
─ No creo, además ese hombre estaría aquí por que el doctor le daría leche de Rakku…─ dijo Regina acostumbrándose rápido al nombre.
─ Mejor no me lo recuerdes…─ dijo Samantha mientras ponía cara de asco al venirle la imagen de eso.
Mientras Regina seguía cocinando, Samantha por su parte ponía la mesa en ese momento empezó a sentir algo de frío.
─ Empieza a hacer frío…¿Cómo estará Rakku…?...─ pregunto Samantha mientras se dirigía hacia la ventana y miraba al establo.
─ No te preocupes, seguro que no tendrá frío con tanta bala de paja…lo que se es que esta acostumbrada a los seres humanos…el doctor la trajo desde esa dimensión…lo que hace pensar que el experimento ya le había salido bien…─ dijo Regina mientras le seguía dando vueltas a todo.
─ ¿Tengo hambre esta la cena…?...─ pregunto Samantha mientras se acercaba a donde estaba Regina cocinando.
─ He hecho lo que he podido…al menos es comestible y con la carne que ha dejado Ashi, aunque mañana tendré que ir a comprar mas, espero que ese pueblo tenga algún cajero…─ dijo Regina viendo que no le quedaba mucho dinero y debería de sacar algo de los ahorros que tenia.
─ Bueno no esta mal…Te ha quedado bien…─ dijo Samantha mientras saboreaba la cena improvisada.
La cena prosiguió sin ningún contratiempo pero completamente en silencio, de vez en cuando Samantha miraba hacia el establo preocupada por Rakku.
─ Tranquila estoy segura que estará bien…─ dijo Regina mientras seguía comiendo y mirando como Samantha parecía inquieta.
─ Después de cenar le llevare una manta…─ dijo Samantha mientras seguía comiendo, aquello al menos le decía que la había educado bien, se podía notar la preocupación que tenia.
─ No creo que le haga falta pero tu misma…─ dijo Regina mientras se levantaba de la mesa y comenzaba a recoger los platos, en eso Samantha subía al piso de arriba y cogía una de las mantas y bajaba rápidamente.
Salio en dirección hacia el establo, mientras que al parecer Ashi despertó de golpe y la seguía.
Una vez en la entrada del establo se quedo mirando parecía completamente desierto ni siquiera se escuchaba nada, solamente los animales del bosque y algún búho ululando.
─ Rakku, soy yo no te preocupes…puedes salir…─ dijo Samantha mientras entraba lentamente en el establo mirando hacia todos lados aquel sitio le ponía los pelos de punta, se sentía asustada, pero no obtuvo respuesta alguna.
Subió la escalera mientras que la noche se echaba encima y empezaba a dejar el establo casi en completa oscuridad.
La parte de arriba estaba llena de balas de paja por todas partes pero ni un rastro de Rakku, pensó que podría haberse escapado pero le resultaba imposible eso.
Samantha empezó a buscar por todos lados para ver si la encontraba pero Rakku al parecer era muy buena escondiéndose, de pronto sintió como si algo le golpeara suavemente en la espalda, aquello hizo que se sobrecogiera cuando giro la cabeza vio que era Rakku que le había golpeado haciéndole saber donde estaba mientras le sonreía felizmente.
─ Vaya que susto…parece que eres buena escondiéndote…─ dijo Samantha mientras se calmaba del pequeño susto y Rakku.
─ Te he traído una manta así no tendrás frío…─ dijo Samantha mientras le acariciaba el cabello enseguida Rakku se arrodillo en el suelo y Samantha le coloco la manta encima, Rakku solamente le sonrió felizmente.
Por unos instantes Samantha se quedo mirándola como poco a poco se quedaba dormida, se movió lentamente intentando no hacerlo muy deprisa para no despertarla y volver a la casa.
─ Samantha, vamos a la casa…─ dijo Regina desde abajo, al parecer se había hecho algo tarde y el frío se hacia mas intenso.
─ Shhh!!, cállate se ha quedado dormida…─ dijo Samantha mientras bajaba por la escalera.
─ Mejor entramos, esta noche será bastante fría…─ dijo Regina mientras echaba el aliento en sus manos.
─ Seria mejor que compremos algo de luz para el establo…─ dijo Samantha mientras caminaba hacia la casa y acariciaba el pelo de Ashi.
─ No creo que pueda pegar ojo esta noche…Y yo pensando que el bosque era tranquilo…─ dijo Samantha escuchando todos los sonidos del bosque.
─ Pues mejor que te vayas acostumbrando…estaremos por un largo tiempo…─ dijo Regina pensando que aquello iba para largo.
Una vez que entraron en la casa la noche se apresuro a llegar, el lugar era muy tranquilo con la excepción de el canto de grillos y otros animales, aunque la noche se avecinaba fría.
─ Es mejor que nos vayamos a dormir…─ dijo Regina mientras se estiraba un poco el día había sido largo y bastante complicado aunque sabia que tendría que tomar una muestra del nuevo espécimen.
─ Al menos mañana no tendré clase…─ dijo Samantha sonriendo maliciosamente, pensando que se habría librado de aquello al menos de manera temporal.
─ De eso nada señorita…al menos te daré una hora de clase cada día…no creas que te libraras tan fácilmente…─ dijo Regina pensando que seria la mejor forma de que no perdiera el ritmo.
─ Eso no es justo…Al menos dame algo de libertad ya que me has arrastrado a este lugar…─ dijo Samantha replicando por lo que había dicho Regina.
─ Mira se que te he arrastrado pero no creas que te libraras de estudiar algo…Ahora vamos a dormir…─ dijo Regina zanjando aquello de golpe, no estaba para discusiones.
Samantha subió al piso de arriba con el ceño fruncido y enfadada, por la decisión que había tomado Regina, en cuanto entro en la habitación se dio cuenta que era de lo mas simple pero la menos tenían donde quedarse, mientras se sentaba en la cama Ashi se tumbo al lado.
─ Ojala pudieras hablar y me contaras lo que eres…y si conocías al profesor…─ dijo Regina mientras miraba a Ashi como poco a poco le iba venciendo el sueño, al momento se tumbo y apago la luz para dejarse llevar por el sueño.
Casi sin esperarlo tan rápido como había venido la noche amaneció se podían escuchar los pájaros cantar y el sol entraba tímidamente por las ventanas de la casa iluminando el sitio.
─ Dios…¿Ya es de día…?...Parece que no he dormido…─ dijo Regina mientras se levantaba e intentaba estirarse un poco, mientras que Ashi hacia lo mismo.
En cuento hubo salido de la habitación se dirigió hacia el cuarto de baño para tomar una ducha al menos el agua la refrescaría un poco y la despejaría del sueño.
Se quedo un rato bajo el agua pensando en lo que debía de hacer, puesto que no podrían estar en ese sitio para siempre, mas tarde o mas temprano descubrirían donde se encontraban y tenían que salir de allí, pero de momento no tenia ni idea hacia donde ir.
Una vez que hubo terminado salio de la ducha con una toalla atada por encima del pecho y empezó a cepillarse el pelo, cuando se miro al espejo se quedo pensativa.
─ ¿En que te has convertido…?...─ dijo Regina mientras seguía mirándose al espejo y recordando su antiguo yo con aquellas mechas, y ahora estaba metida en un lío del que no sabia como salir.
Cuando termino de cepillarse el pelo fue hacia su habitación y se coloco la ropa, por un momento se quedo mirando al estuche de inyecciones pensando que tendría que tomar una muestra de Rakku.
─ Esperemos que sea mas fácil con este…─ dijo Regina mientras cogía el pequeño estuche y salía de allí en dirección hacia el establo.
La mañana se presentaba algo fría, se podía escuchar los pájaros que le daban la bienvenida la nuevo día, aun se veía el rocío sobre las plantas, pensó en despertar un poco mas tarde a Samantha puesto que no tenia clase.
Se acerco al establo para ver si encontraba a Rakku y poder tomarle una muestra de sangre pero nada mas entrar vio que parecía desierto.
─ Ashi…quédate aquí…Solo espero que me entiendas…─ dijo Regina pensando que ojala la obedeciera.
Ashi sin embargo parecía muy atenta a lo que pudiera ocurrir en el establo de vez en cuando se relamía los labios, aquella señal le hizo pensar que lo mismo Rakku estaría asustada de Ashi.
─ Muy bien espero que sea fácil…─ dijo Regina mientras subía a la parte de arriba para encontrar a Rakku pero cuando llego el sitio este parecía desierto y sin rastro de Rakku.
─ Rakku ven aquí bonita…no voy a hacerte daño…─ dijo Regina con un tono bajo de voz casi susurrando.
Pasado un rato no se escucho nada pero pudo ver que entre las balas de heno apareció su cabeza mirando para ver quien era.
─ Moo!!...─ Mugió Rakku por un instante mirándola con cara sorprendida mientras masticaba algo de heno.
─ Ven aquí no tengas miedo…─ dijo Regina mientras se acercaba poco a poco hacia Rakku aunque esta parecía estar alerta y no perderla de vista.
En cuanto se hubo acercado unos pasos esta se puso de pie y empezó a retroceder unos cuantos mas, aquello no parecía que fuese a ser fácil.
─ No me vayas a hacer eso…ni se te ocurra…─ dijo Regina pensando en que terminaría persiguiéndola por toda la parte de arriba.
A cada paso que daba Regina, Rakku se movía un poco dejando la misma distancia, al parecer Rakku no estaba muy conforme con que Regina estuviera allí.
─ Mira se que te doy algo de miedo…pero no voy a hacerte daño no te preocupes…─ dijo Regina avanzando unos pasos muy lentamente por unos instantes se quedo a unos pocos metros de Rakku mientras esta la miraba sin perder ojo de sus movimientos.
─ Moo…─ volvió a mugir Rakku por unos instantes incluso se podría decir que llegaba a entenderla, pero no parecía tenerle confianza.
En un instante y de manera súbita se lanzo sobre Rakku para intentar atraparla pero esta se movió muy deprisa y Regina termino cayendo al suelo, mientras que Rakku se escondía entre unas balas de heno pero aun así mantenía la cabeza fuera vigilándola.
─ Parece ser que quieres hacer las cosas por las malas…─ dijo Regina mientras se levantaba del sitio poniéndose en pie y limpiándose la ropa.
En un momento volvió a correr detrás de Rakku para poder atraparla pero esta volvió a esquivarla haciendo que Regina volviera a caer al suelo.
─ Mooo!!...─ mugió Rakku pareciendo como si estuviera temerosa de ella.
─ Escucha necesito una muestra de tu sangre…solo eso no voy a hacerte daño…─ dijo Regina mientras se volvía a levantar, por lo visto algo le hacia estar nerviosa en su presencia, pero el olor de Ashi no podía ser puesto que Samantha también había estado con Ashi y tendría su olor, solo había algo que era distinto y que ella solo había hecho o tenia.
Por unos instantes se quedo pensativa intentando saber que es lo que era mientras que Rakku se quedaba tumbada pendiente de lo que pasaba sin moverse del sitio.
─ Claro…La conexión mental que tuve con Ashi aquella noche…es lo único diferente...─ dijo Regina pensando que por el olor no podría ser y era la única posibilidad pero aun no entendía como es posible que estos especimenes pudieran detectar eso.
─ Mama…¿Qué estas haciendo…?...─ pregunto Samantha desde abajo, por lo visto se había despertado.
─ Ven sube arriba…te necesito si no será imposible…─ dijo Regina pensando que a lo mejor ella podría hacer que se calmara un poco.
─ ¿Qué es lo que quieres…?...─ dijo Samantha con tono de enfado, aun seguía enfadada por lo de anoche.
─ Si pudieras hacer que se calmara…necesito sacarle algo de sangre…y por lo visto no deja que me acerque…─ dijo Regina mientras se arreglaba un poco la ropa.
─ Muy bien…Vamos bonita…tranquila no pienso hacerte daño…─ dijo Samantha mientras se acercaba a Rakku por unos momentos observo como la expresión parecía que se volviese feliz al verla de nuevo.
Rakku empezó a acercarse a Samantha, Regina se quedo pensando que ella tendría que tener algo que hiciera que esos especimenes se calmaran de alguna forma.
Samantha se acerco hasta Rakku y empezó a acariciarle el pelo, esta sonrió felizmente como si estuviera contenta de volver a verla, Regina aprovecho el momento para acercarse, pero Rakku enseguida se puso detrás de Samantha asustada.
Samantha tomo el brazo de Rakku y lo extendió esta se quedo extrañada cuando hizo esto pero enseguida Regina inserto la aguja en el brazo.
─ Mooo!!!...─ Mugió Rakku por un instante de dolor, mientras intentaba retirar el brazo pero las caricias de Samantha hicieron que se calmara un poco.
En cuanto Regina obtuvo la muestra de sangre, Samantha soltó el brazo de Rakku esta se quedo detrás de Samantha con cara triste incluso se podía decir que estaba como llorando.
─ Tranquila ya ha pasado…no te preocupes…─ dijo Samantha mientras le acariciaba el pelo suavemente para calmarla poco a poco la sonrisa que tenia volvió a su rostro.
─ Bueno menos mal…Iré a hacer el desayuno y a comprar algo de carne en el pueblo espero que tengan algún banco o algo para poder sacar dinero…Será mejor que te ocupes de Ashi si no Rakku terminara en sus fauces…─ dijo Regina sabiendo que Ashi debería de estar alimentada si quería que no atacase a Rakku.
─ ¿No creerás que Ashi pudiera atacar a Rakku…?...─ pregunto Samantha incrédula por lo que había dicho Regina.
─ Si tiene el estomago lleno…estará a salvo pero crees que un león con hambre desperdiciaría algo así…─ dijo Regina pensando que no sabia donde dejar a Ashi, donde la encerrara estaba segura que saldría y no podía llevarla al pueblo.
─ Vamos es mejor que desayunemos a ver si hay algo de carne…al menos Rakku tiene heno y paja…─ dijo Regina mientras bajaba la escalera, Samantha la siguió para ir a la casa,.Rakku pareció ponerse triste y algo temerosa al ver como se marchaban.
─ No te preocupes no te hará daño, volveré enseguida…─ dijo Samantha de manera cariñosa mientras bajaba la escalera.
─ Mooo!!!...─ mugió Rakku de manera casi temerosa al ver como se marchaba.
Una vez abajo fueron hacia la casa acompañadas por Ashi que no dejaba de vez en cuando mirar hacia atrás mirando el establo y relamiéndose los labios.
En cuanto llegaron a la casa Regina fue hacia la cocina para preparar el desayuno no sin antes mirar en la nevera por si quedaba algo de carne y al parecer quedaban un par de chuletas no muy grandes solo esperaba que fueran suficientes para calmar temporalmente a Ashi.
─ Ve a ducharte mientras yo preparare el desayuno…─ dijo Regina mientras lanzaba las chuletas al suelo que enseguida Ashi se lanzo para devorarlas.
Sin mediar palabra Samantha fue hacia las escaleras para ducharse, por su actitud el enfado seguía teniéndolo.
─ Cariño no puedes seguir así es una tontería…¿Por cuánto tiempo estarás enfadada…?...─ pregunto Regina mientras empezaba a mirar en las alacenas para comprobar que encontraba.
─ El que sea necesario…nos hemos ido de casa sin decir nada, mis amigas estarán preocupadas, y encima quien sabe donde por un estúpido experimento de un científico loco…─ dijo Samantha aquellas palabras golpearon el corazón de Regina sabiendo que estaba hablando de su padre.
─ Escucha ni se te ocurra decirle eso…entiendes, crees que a mi me gusta haber tenido que dejar el trabajo y todo lo que teníamos de golpe…pero no podemos hacer otra cosa…o terminaremos muertas…yo también he dejado mucho pero no podemos hacer otra cosa…─ dijo Regina intentando explicarle la situación por la que estaban pasando, para ella también era un gran cambio.
Sin decir nada mas Samantha subió y se dirigió hacia la ducha, Regina golpeo una puerta de la alacena con rabia mientras se quedaba con la cabeza baja.
Ashi se quedo mirándola extrañada por unos momentos, Regina miro a Ashi por unos instantes.
─ Será mejor que continué con el desayuno…─ dijo Regina mientras encontraba algunos huevos y pan en una de las alacenas.
En un momento empezó a cocinarlas mientras escuchaba la ducha desde abajo, pasaron como unos quince minutos hasta que Samantha bajo y se puso a desayunar sin embargo no pronunciaron ni una sola palabra.
Una vez hubieron terminado Samantha recogió los platos y empezó a fregarlos, mientras que Regina se colocaba el abrigo para ir al pueblo.
─ Estate pendiente de Ashi que no se acerque al establo de momento parece algo calmada pero no se hasta cuanto tiempo…veré si puedo sacar algo de dinero en el pueblo…si ves a alguien que no conozcas, escóndete en el establo…─ dijo Regina advirtiéndole que fuera posible que aquellos tipos estuvieran buscándolas.
─ No pensaras que esos tipos saben donde estamos…─ dijo Samantha con algo de miedo en su voz.
─ Recuerda que solo los dejamos inconscientes y estarán buscándonos cerca de donde fue…solo ten cuidado nada mas…Espero no tardar mucho…─ dijo Regina mientras se arreglaba un poco y comenzaba a bajar de aquel sitio e ir a la carretera principal que había encontrado.
Sin decir palabra Samantha se quedo mirando como se alejaba, decidió ir hacia el establo y ver como se encontraba Rakku.
Una vez en el dejo a Ashi abajo tumbada entre el heno como si estuviera vigilante, mientras que Samantha subía las escaleras, nada mas llegar arriba se quedo mirando hacia todas partes pareciera que no hubiera nadie.
─ Rakku…¿Dónde estas…?...Soy yo…he vuelto…─ dijo Samantha de manera alegre intentando hacer que Rakku saliera.
Al escuchar su voz esta asomo la cabeza entre el heno sonriendo felizmente y acercándose a Samantha.
─ Vaya parece que eres buena escondiéndote…─ dijo Samantha mientras le acariciaba el pelo y esta le daba un pequeño empujón con la cabeza.
Enseguida Samantha se sentó en una de las balas de heno con cara repreocupación mientras que Rakku se sentaba al lado de ella masticando algo de paja.
─ ¿Crees que debería de perdonarla…?...Estoy hecha un lío se que lo ha hecho por nuestro bien pero…nos hemos alejado de todo por su antiguo estúpido trabajo…y por un tipo que hizo un experimento…Estoy confusa…─ dijo Samantha con tono de confusión en su voz mientras se llevaba las manos a la cabeza y suspiraba profundamente.
─ Mooo!!...─ mugió Rakku como si estuviera respondiéndole a lo que había dicho, aquello hizo que Samantha se quedara mirándola extrañada pero con una sonrisa en el rostro.
Mientras tanto Regina seguía bajando por el bosque, el ambiente era bastante fresco podía verse aun el rocío en las hojas de los árboles, se escuchaba el sonido de los pájaros y el sol empezaba a despertarse poco a poco, cuando al fin llego a la carretera se alegro, la bajada había sido un infierno y hacer aquello todo los días seria un suplicio.
Siguió la carretera tranquilamente de vez en cuando pasaba un tractor, para llegar a los campos en eso, por su lado paso el mismo hombre de la otra vez que fue por la leche con una camioneta cargada de bidones.
─ Vaya nos volvemos a encontrar…Buenos días…¿Va hacia el pueblo…?...─ pregunto el buen hombre mientras se detenía a su lado.
─ Buenos días…Si nos volvemos a encontrar, si pudiera llevarme se lo agradecería…─ respondió Regina pensando que seria lo mejor al menos llegaría temprano.
─ Si, claro suba…─ dijo el buen hombre mientras le abría una puerta de la camioneta.
─ Muchas gracias por que si no hubiera llegado tardísimo al pueblo…─ dijo Regina mientras subía al automóvil.
─ ¿Son de la ciudad verdad…?...─ pregunto el hombre mientras conducía hacia el pueblo.
─ Si, el profesor nos dijo que viniéramos mientras estaba fuera para que cuidáramos de su casa…─ respondió Regina intentando mentir todo lo bien que podía.
─ El doctor es una buena persona, además hacíamos negocios entre nosotros…Tiene una vaca muy buena, mas de una vez he querido comprársela pero me siempre me dijo que no…─ dijo el hombre mientras seguía conduciendo.
─ Me supongo porque…─ dijo Regina imaginando que se sorprendería al ver de donde salía esa leche.
─ La ultima vez…estaba interesado en el campanario de la iglesia…subía allí muy a menudo…─ dijo el hombre con un tono algo mas serio.
─ Lo mas seguro es que le gustara las vistas…─ dijo Regina pensando que desde ese lugar se podría ver todo el pueblo y las montañas.
─ Según el párroco había muchos murciélagos…Decía que escuchaba aleteos y chillidos…Al párroco le da miedo los murciélagos además ninguno nos atrevíamos a subir y se lo pidió al profesor que subiera, se conocían desde hace mucho tiempo…─ dijo el hombre explicándole lo que pasaba en el pueblo.
─ A propósito, ¿hay algún banco donde se pueda sacar dinero…?...─ dijo Regina intentando cambiar de tema sin prestar mucha atención, a lo que le había dicho.
─ Si, claro hay un banco…─ respondió el hombre sonriéndole mientras ya llegaban a la entrada del pueblo y se detenía.
Entretanto Samantha, seguía pensando en todo aquello y Rakku estaba sentada a su lado, mientras de poco a poco miraba a Ashi para ver si continuaba en el mismo sitio, no estaría muy segura hasta que Regina volviera con la carne.
Pensó que seria mejor bajar y limpiar un poco la cabaña, que parecía que llevara mucho tiempo deshabitada.
En cuanto bajo las escaleras Rakku se puso a mirar hacia abajo con cara de miedo binado a Ashi que la miraba relamiéndose los labios.
En eso de camino a la cabaña noto que al pisar en el suelo sonaba como si fuera a hueco, era extraño hasta entonces no se había dado cuenta.
Se agacho apartando la paja y el heno que había por le suelo y descubrió un tirador al parecer había una habitación subterránea.
Esta tomo la aldaba y tiro de ella con fuerza había unas escaleras que daban a una habitación.
En cuanto puso un pie en las escaleras las luces del lugar iluminaron el sitio aquello parecía un pequeño laboratorio a su derecha había un montón de maquinas y un pequeño ordenador y a su derecha neveras y muestras aparte del material necesario.
─ Vaya, vaya…─ dijo Samantha sorprendida por aquello mientras paseaba por el sitio pudo ver, en la mesa una foto del profesor y su mujer sosteniendo una niña en sus brazos, por un instante se quedo mirándola como si le resultara familiar.
Mientras seguía ensimismada, ni siquiera se entero que Ashi había saltado a la parte de arriba en dirección hacia Rakku, el hambre empezaba a poder con ella y el pequeño desayuno no la había llenado por completo.
─ Mooo!!...Mooo!!...─ mugió Rakku con un tono como si fuera miedo, entre tanto Samantha salía de su ensimismamiento por aquellos mugidos miro rápidamente hacia fuera para comprobar donde estaba Ashi y se dio cuenta que no estaba en su lugar enseguida me vino a la mente que hubiera subido arriba.
─ Joder…─ dijo Samantha pensando en la pobre Rakku que terminaría muerta, se apresuro a subir las escaleras y encontró a Ashi acorralando a Rakku esta no podía mas que pegarse a la pared y mugir, en su rostro podía verse el miedo.
Enseguida Samantha se puso en medio de Ashi y Rakku protegiéndola mientras esta se ocultaba detrás de Samantha agachándose con los ojos cerrados.
─ Ashi ni se te ocurra…Mama ya mismo vendrá con la comida…venga baja…─ dijo Samantha con miedo en su voz mientras que Ashi daba vueltas de un lugar a otro mirándola fijamente y gruñendo de vez en cuando.
─ Ashi, por favor, ya mismo te traerán la comida…─ dijo Samantha con miedo en su voz mientras que Ashi se acercaba a ella lentamente hasta estar a su altura puso su cara a escasos centímetros de ella, Samantha no pudo mas que tragar saliva asustada mientras esta le soltó un leve gruñido, estaba convencida que si no viniera Regina a tiempo terminarían las dos siendo su cena.
Por un instante Ashi retrocedió un poco y bajo de un salto de nuevo saliendo del establo.
Samantha suspiro aliviada giro la cabeza y vio que Rakku estaba agachada y temblando de miedo con los ojos cerrados.
Enseguida esta le acaricio el pelo intentando calmarla por unos instantes abrió los ojos mirando hacia todas partes aunque aun tenia el miedo en su rostro.
─ Tranquila ya ha pasado todo…No dejare que te haga daño…─ dijo Samantha intentando calmarla poco a poco el temblor que tenia en el cuerpo fue calmándose, junto con el suyo, aquello le había helado la sangre
─ Espero que se de prisa…Mejor me quedo aquí hasta que venga…─ dijo SAmantha mientras seguía acariciando el pelo de Rakku esta le dio un pequeño empujón con la cabeza, como si se lo agradeciera.
─ ¿Sabe donde queda el banco…?...─ pregunto Regina antes que se fuera, al menos así no tendría que dar muchas vueltas por el pueblo.
─ Baje dos calles y gire a la izquierda cuando encuentre una fuente hay esta no tiene perdida…─ respondió el hombre indicándole la dirección.
─ Gracias, que tenga un buen día…─ dijo Regina agradeciéndole las indicaciones.
─ Una cosa, si quiere puedo ordeñar a la vaca, y así no tienen que preocuparse…─ dijo el hombre pensando en que pudiera conseguir la leche.
─ No hace falta, es que el doctor…no nos ha dicho nada…─ dijo Regina intentando poner una excusa, y pensando en lo que diría si la llegara a ver y de donde salía la leche.
─ Si es una vaca lechera, tendrá que ordeñarla cada par de días, si necesita ayuda me avisa…─ dijo el hombre pensando en que podría servir de ayuda en algún momento.
─ Muchas gracias de todos modos…─ dijo Regina pensando en que de todas formas tendría que hacerlo de una forma u otra, aunque aquella idea no le emocionaba mucho precisamente.
Mientras tanto Regina bajo de la camioneta y se despidió de aquel hombre que enseguida giro hacia el campo mientras ella entraba en el pueblo por unos momentos se quedo mirando al campanario, pero tenia prisa por sacar dinero y comprar la carne.
Camino por aquéllas calles, mientras la gente ya estaba despierta yendo de un lugar a otro, se podía notar en el aire incluso el pan recién hecho, aquel olor delicioso llego hasta ella, cosa que en la ciudad no podía apreciar, se notaba un ambiente muy animado, aunque la gente la miraba de vez en cuando fijándose en ella.
Regina avanzo por las calles hasta llegar a la fuente en frente de esta estaba la iglesia y al otro lado el banco, en cuanto llego a la plaza las campanas empezaron a sonar con fuerza anunciando el comienzo del día.
Regina avanzo hacia el banco y entro en el edifico era como si diera la nota en todo el pueblo parecía el edificio mas nuevo, seguramente lo habrían abierto hace poco, entro y noto que no había nadie dentro se acerco al cajero y saco algo de dinero, después de eso se dirigió rápidamente hacia la misma carnicería.
En cuanto llego vio que había varias personas teniendo que esperar como unos diez minutos, en cuanto llego su turno volvió a pedir una buena ración de varias carnes, mientras que la carnicera se extrañaba por lo que había pedido.
─ Parece que la barbacoa se alarga…─ dijo la carnicera con tono de sospecha mientras le envolvía la carne para llevar.
─ Es que nos gusta mucho la carne y la de aquí parece muy buena…─ dijo Regina soltando una excusa pero sabia perfectamente que aquello no sonaba a verdad, puesto que era demasiada carne para una barbacoa…
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
630
3.588 ATC
UNA DECISION DIFICIL
La carnicera se quedo mirando extrañada ante tal cantidad, pero en cuanto le ofreció la mercancía Regina salio de allí rápidamente le quedaba un buen camino hacia la casa; solo esperaba que Ashi no se hubiera lanzado sobre Rakku o peor aun sobre Samantha.
Mientras tanto Samantha estaba en la parte de arriba junto a Rakku, de vez en cuando miraba hacia abajo para asegurarse de que estaba Ashi en el mismo sitio, pero observo que no dejaba de dar vueltas de un lado hacia otro.
─ Venga mama date prisa…─ dijo Samantha mientras miraba a Ashi, sabia perfectamente que en cualquier momento que dejara sola a Rakku esta terminaría entre sus fauces.
─ Mooo!!!...─ mugió Rakku con algo de miedo en su voz mientras permanecía al lado de Samantha, incluso ella sabia perfectamente que acabaría muerta.
Regina salio del pueblo a toda prisa, intentando llegar todo lo rápido que le fuera posible de nuevo a la cabaña, entretanto mientras caminaba un ráfaga de dolor atenazo su cabeza sintió el hambre en su ser, la necesidad de cazar y comer, aquello la atenazo de tal manera que cayo por unos instantes al suelo y se quedo de rodillas.
─ Tengo que llegar cuanto antes…─ dijo Regina volviéndose a levantar con el rostro lleno de dolor, a cada rato le pasaban las sensaciones de Ashi sobre todo el hambre.
Samantha siguió en la parte de arriba pero en cuanto observo hacia abajo se dio cuenta que Ashi no estaba, aquello la asusto bastante pensando en que estaría en cualquier sitio y que ellas eran la presa, al parecer Ashi se había cansado de esperar.
─ Rakku ven conmigo…Tenemos que escondernos…─ dijo Samantha al ver el panorama que se les venia encima, empezó a buscar algún lugar por la parte de arriba, aquel sitio estaba lleno de balas de heno.
Samantha tomo de la mano a Rakku y fueron hacia el fondo buscando un buen lugar para que Ashi no las encontrara.
Rakku la miro extrañada mientras seguía detrás de ella, Samantha se escondió lo mejor que pudo dejando un pequeño orificio para poder ver por si Ashi subía a la parte de arriba que no tardo mucho en aparecer.
Se escucho un golpe, Samantha miro por el orificio y observo que Ashi estaba allí y se dispuso a olfatear el aire para saber donde se encontraban.
─ Mooo!!!...─ mugió levemente Rakku en ese momento Samantha le coloco la mano en la boca esperando que no las hubiera escuchado, pero era imposible el oído de Ashi era muy fino y de golpe se quedo mirando hacia el lugar del que provino el mugido.
Muy despacio Ashi empezó a acercarse, acechando a su presa, Samantha miro hacia todas partes pensó que esta vez le daría lo mimo si ella estaba en medio o no terminaría de la misma forma que Rakku, esta no dejaba de temblar con los ojos cerrados en cuclillas, sintiendo que su final estaba cerca.
Samantha encontró una horca y la empuño decidió salir esperando asustarla y que bajara de nuevo.
Regina por su parte corría todo lo que podía, notaba cada vez mas el hambre en su estomago sabiendo que aquel lazo mental se hacia mas fuerte, por un instante sus ojos pudieron ver el pajar y como se acercaba lentamente hacia un lugar concreto.
─ Espero…llegar a tiempo…─ dijo Regina sudando mientras ya podía ver el desvió que la llevaba hacia la cabaña.
Mientras Regina continuaba corriendo todo lo que podía, Samantha salio de su escondite con la horca en mano y apuntando a Ashi, esta al verla se dispuso en posición de ataque, mirándola fijamente.
─ Ashi, no quiero hacerte daño…se que tienes hambre…mama llegara pronto por favor baja…─ dijo Samantha con la horca entre sus manos, podía notarse el miedo en su cuerpo incluso la herramienta temblaba.
Ashi por unos momentos se quedo quieta mirándola fijamente, y lentamente empezó a avanzar hasta casi estar a la altura de Samantha que no cejaba en apuntarla con la horca.
─ Ashi por favor baja…no quiero hacerte daño…─ dijo Regina mientras daba pequeños movimientos con la horca para que se alejara, Ashi de vez en cuando daba pequeños zarpazos intentando apartar la herramienta.
Por un momento Ashi retrocedió unos pasos como si se alejara, Samantha se quedo mas tranquila pero de un salto topo con un travesaño e impulsándose cayo nuevamente al suelo colocándose a la espalda de Samantha y de un zarpazo esta cayo al suelo gritando de dolor.
─ Moooo!!!...─ mugió asustada Rakku que aun permanecía con los ojos cerrados sin moverse del sitio y temblando.
De un salto se puso encima de Samantha enseñándole los colmillos y rugiendo, esta no pudo mas que tragar saliva asustada por aquello, en cualquier momento terminaría siendo la presa de Ashi.
Su cuerpo apenas respondía, de improviso algo empujo a Ashi del sitio haciéndola caer al suelo cuando pudo darse cuenta se fijo que era Rakku que había salido de su escondite y le había dado un cabezazo, aunque esta seguía temblando por el miedo.
─ Vete Rakku…escóndete…─ dijo Samantha intentando al menos que se salvara ella, sabiendo que no tenia ninguna posibilidad.
Ashi rugió poniéndose de pie de un salto nuevamente, por unos instantes se quedo mirándola fijamente, viendo a su nuevo adversario.
Avanzo unos pasos y de un salto la tiro al suelo, poniéndose encima y enseñándole los dientes, levanto la zarpa dispuesta a darle el golpe de gracia.
Samantha no pudo mas que apartar la mirada no queriendo ver aquello, mientras se ponía la mano encima de la herida que le había hecho.
Cuando estaba a punto de darle el zarpazo fue como si se quedara petrificada en el sitio, Samantha no sabia que es lo que pasaba, estaba confundida, el silencio se hizo en el lugar, se levanto como pudo y se acerco a Ashi para comprobar si estaba bien.
En ese momento volvió a mirarla esta retrocedió unos pasos, pero Ashi bajo de nuevo abajo.
─ ¿Pero que demonios…?...─ pregunto Samantha mientras miraba, en cuanto le puso la mano encima Rakku dio un sobresalto aun tenia los ojos cerrados y estaba temblando.
─ Ya paso, no te preocupes…─ dijo Samantha mientras la abrazaba en ese momento Rakku abrió los ojos mirando asustada a todas partes.
Mientras Regina parecía que estuviera en una especie de trance, al menos su conexión mental había servido de algo pero no estaba segura hasta cuanto tiempo duraría, se apresuro todo lo que pudo, pero el camino era muy abrupto, cuando al fin llego a la casa, observo que Ashi se acerco a ella rápidamente olfateando lo que llevaba en la bolsa, en un momento saco un buen trozo de carne y lo lanzo al aire esta de un salto tomo el trozo y empezó a devorarlo con voracidad.
─ Samantha…¿Te encuentras bien…?...─ pregunto Regina temiéndose lo peor, había sentido todo aquello, y sabia que algo había pasado aunque no supiera el que.
─ Mas o menos…─ dijo Samantha mientras salía del establo con una mano en su brazo del que aun salía algo de sangre, pero por suerte estaba viva.
─ Ya te dije que tuvieras cuidado. menos mal que estas viva…vamos a la casa a que te ponga algo y te cure esa herida…─ dijo Regina mientras se apresuraban para llegar a casa, en cuanto estuvieron dentro Regina subió rápidamente hacia el cuarto baño para sacar algunas cosas de los armaritos y curarle la herida.
Una vez abajo retiro la ropa y empezó a ponerle desinfectante, mientras Samantha protestaba por el picor.
─ Por suerte ha sido superficial…nunca te pongas delante de ella cuando tenga hambre es peligrosa…─ dijo Samantha mientras le colocaba la venda alrededor del brazo.
─ No quiero que se coma a Rakku por mucha cadena alimentaría que digas…además ella me ha salvado…─ dijo Samantha protestando mientras soportaba el dolor que tenia en el brazo, en ese momento Ashi entro por la puerta y se acerco a las dos, ambas permanecieron inmóviles sin saber que hacer, Ashi se acerco y empezó a lamer la herida como queriendo pedir perdón.
─ Vaya, parece que ahora pides perdón…eso no se hace recuérdalo…─ dijo Samantha regañándole, Ashi se la quedo mirando extrañada.
─ Es mejor que ponga el resto de la carne en la nevera…y empiece a hacer la comida, por suerte aun queda algo…pero tendremos que irnos de aquí cuanto antes…─ dijo Regina mientras rebuscaba en las alacenas sacando todo lo que podía.
─ ¿Qué vamos a estar huyendo toda nuestra vida…?...Me niego además…¿Qué hacemos ahora con Rakku…?...No podemos dejarla aquí…─ dijo Samantha con tono de enfado mientras se levantaba del asiento.
─ Cariño, no podemos hacer otra cosa además no podemos cargar con Rakku, debemos de dejarla aquí…ya tenemos bastante con Ashi…─ dijo Regina pensando de la manera mas lógica puesto que llevar a Ashi ya era complicado, mas seria aun con Rakku.
─ No pienso irme…y menos sin ella, por mucho que nos persigan…─ dijo Samantha con tono de enfado subiendo a la habitación y dando un portazo.
─ Dios…─ dijo Regina mientras daba un golpe en la mesa por rabia Ashi levanto las orejas extrañada mientras la miraba.
Regina salio de la cabaña para respirar un poco, aquello la sobrepasaba por mucho, estaba segura que no podría quedarse por mucho tiempo en aquel sitio; estaba segura que tarde o temprano la descubrirían.
Se quedo mirando a Ashi mientras esta olfateaba el ambiente y estaba pendiente de los sonidos, por lo menos de momento estaban seguras.
Siguió caminando hasta llegar al establo y en cuanto entro vio la trampilla levantada y decidió bajar, al entrar vio que había todo aquel material de laboratorio y varias muestras de sangre, siguió mirando y observo que había una foto, por unos instantes se quedo mirándola con añoranza pero se quedo observándola un poco mas atenta cuando vio que al fondo estaba la misma maquina con unas palabras inscritas en ella "Reino Inexplorado" en la que habían estado trabajando.
─ ¿Pero que…?...Parece que ya la habías hecho funcionar…Entonces te estaban amenazando de alguna forma…─ dijo Regina mientras miraba la foto e intentaba descubrir de donde estaba hecha.
Empezó a mirar lo que había en el ordenador, apareció una gran lista de especimenes y sus características, enseguida empezó a revisar la libreta que le había dado y la lista parecía que se extendía había muchos mas de los que pensaba, por unos instantes se quedo absorta en toda aquella información junto con registros de tomas de sangre y demás.
─ Lo siento…─ dijo Samantha asustándola de improviso, a lo que Regina se sobresalto llevándose la mano al corazón.
─ Dios que susto me has dado…No te preocupes, pero tenemos que salir de aquí…cuanto antes…─ dijo Regina mientras seguía mirando lo que había en el ordenador.
─ ¿Esa es la foto del científico que me decías…?...─ pregunto Samantha mientras miraba lo que estaba haciendo Regina.
─ Si es el…con su familia, al parecer el invento lo había construido antes pero no se en donde esta hecha la foto…─ dijo Samantha mientras volvía a mirar la foto y a intentar recordar.
─ ¿La niña se salvo…?...─ pregunto Samantha, con curiosidad puesto que el resto de la familia había muerto.
─ Si, ella esta a salvo…─ respondió Regina mientras miraba a los ojos a Samantha.
─ Bueno será mejor que salga a hacer la comida, salgamos de aquí…─ dijo Regina apagando el ordenador.
Al salir cerraron la trampilla mientras que Samantha subió al piso de arriba para comprobar como se encontraba Rakku.
─ Avísame cuando este lista…iré a ver que tal se encuentra Rakku…─ dijo Samantha mientras subía las escaleras.
─ Samantha, dale las gracias de mi parte…─ dijo Regina con una sonrisa en su rostro sabiendo que sin ella a lo mejor no hubiera salido viva.
Samantha no pudo mas que sonreír y subir al piso de arriba, nada mas llegar miro hacia todas partes y nuevamente no encontró nada, pensó que lo mas seguro estaría escondida en algún lugar temblando aun por el miedo.
─ Rakku, soy yo no te preocupes ya ha pasado todo…─ dijo Samantha con voz muy calmada intentando hacer que saliera de donde se encontraba.
En ese momento apareció su cabeza entre las balas de heno mientras masticaba algo de este.
─ Vaya así que estas ahí…muchas gracias…─ dijo Samantha mientras se acercaba y le daba un abrazo cosa que Rakku se quedo extrañada pero sin moverse.
Enseguida le paso la mano por la cabeza para acariciar su pelo en esto Rakku le sonrió felizmente pero aun podía notarse que tenia el miedo en el cuerpo de vez en cuando le temblaban las manos.
─ No te preocupes, te vendrás con nosotras…Te prometo que no te dejare aquí ni que te hagan daño…─ dijo Samantha mientras la seguía acariciando el pelo, podía notar como poco a poco Rakku se calmaba.
Así paso un buen rato viendo como se calmaba y tranquila en la parte de arriba descansando, aunque aun el brazo le dolía por lo que había hecho Ashi aunque tampoco la podía regañar ya que era su instinto el que mandaba.
Cuando hubo pasado un poco mas de hora y media escucho la voz de Regina llamarla para ir a comer.
─ La comida esta lista…─ dijo Regina alzando la voz mientras terminaba de dar los últimos toques a la comida.
─ Ya voy!…Ahora vengo voy a comer…─ dijo Samantha mientras se levantaba y se arreglaba un poco la ropa, Rakku se quedo mirándola con cara extrañada y algo triste mientras volvía a esconderse rápidamente, el miedo aun lo tenia en el cuerpo.
Samantha bajo las escaleras y se dirigió hacia la casa, nada mas entrar le llego el aroma a carne asada cuando miro hacia la mesa de la cocina vio que había varios platos y una ensalada en medio de este.
─ Parece todo delicioso…─ dijo Samantha mientras se sentaba a la mesa. mientras que Ashi se tumbaba en el salón con los ojos semi cerrados.
─ Pues aprovéchate…por que esto ha salido caro…tendremos que conseguir dinero de alguna forma…─ dijo Regina pensando en que no podría estar así durante mucho tiempo toda aquella carne le había salido cara.
Ambas comieron en silencio y nada mas acabar Samantha dejo los platos en el fregadero y salio de la casa en dirección de nuevo hacia el granero.
Regina se quedo por un tiempo pensativa en la mesa sin probar bocado pensando en lo que debía de hacer y a donde irían, pero no tenia ni idea, mientras decidió volver a echarle un vistazo al cuaderno para ver si encontraba alguna solución a todo aquello pero lo único que aparecían eran formulas de matemáticas y la localización donde se encontraban nada mas.
─ Algo tendrías que tener planeado…Ya tenias la puerta dimensional hecha…─ dijo Regina mientras repasaba una y otra vez el cuaderno hasta llegar a unas paginas en blanco, por lo visto dejo de escribir.
─ Joder!!...─ exclamo Regina soltando el cuaderno y lanzándolo sobre la mesa, mientras se pasaba las manos por la cara y el cabello.
Después de intentar relajarse por unos momentos tomo los platos y empezó a limpiarlos en el fregadero, aquella situación la sobrepasaba por mucho.
Mientras la tarde se les echaba encima Samantha volvió nuevamente a subir por las escaleras y llamo de nuevo a Rakku esta apareció y se sentó a su lado mientras Samantha le acariciaba el pelo, aquella situación le parecía ridícula y era arrastrada por su madre.
En cuanto Regina acabo de limpiar los platos, salio de la casa en dirección al establo, para seguir comprobando que es lo que tenia en aquel mini laboratorio.
En cuanto llego Ashi entro en el establo y se quedo tumbada entre el heno, nada mas escuchar el sonido Samantha miro de quien había abierto la trampilla.
─ ¿Mama…?...─ pregunto Samantha algo asustada mientras se acercaba a las escaleras.
─ Si, soy yo, estaré abajo por unos momentos voy a revisar lo que hay aquí…─ dijo Regina mientras bajaba a la habitación y encendía las luces, entre tanto Samantha retrocedió nuevamente mas tranquila para sentarse al lado de Rakku.
Reina empezó a revisar los datos que había en el ordenador junto con las muestras al parecer existían cientos de especies, pero solo había muestras de sangre de algunas, entre todos los ficheros pudo descubrir algunos muy interesantes que parecían tener una clave de acceso.
─ Vaya así que tenias tus secretos…─ dijo Regina mientras empezaba a probar varias claves para ver si podía acceder, pero todos los esfuerzos parecían inútiles.
Se quedo mirando por unos instantes a la fotografía para ver si le venia a la mente algunas palabras cuando por algún motivo cuando se fijo en la puerta dimensional vio aquellas palabras que estaban inscritas sobre el proyecto "Reino Inexplorado", en cuanto lo puso inmediatamente los archivos se desbloquearon por lo visto eran archivos de video.
En ellos empezaba a hablar de las formulas que utilizaba y la cantidad de energía que necesitaba, eran horas y horas de especificaciones matemáticas y formulas.
En uno de ellos parecía como si estuviera asustado era como una advertencia; "Regina si estas viendo esto es que estoy muerto, no puedo confiar en nadie, le he dado un cuaderno con todas las especificaciones de este proyecto a una persona de confianza para que te lo entregue por ningún motivo se lo entregues a nadie, he podido traer un espécimen y esta en una casa cerca de un pueblo…", en ese momento el video se apago de golpe, Regina se quedo pensando por unos momentos dándose cuenta que cuando la contrataron no fue por casualidad si n oque ya estaba predeterminado de alguna forma.
En unos de esos videos pudo ver como inyectaba una especie de suero en su esposa embarazada, podía verse con claridad el experimento.
La cabeza de Regina empezaba a darle vueltas al parecer, el por que de Samantha se llevara bien con esas criaturas había sido planeado por el doctor y había utilizado a su esposa embarazada de conejillo de indias.
─ ¿Pero que hiciste…?...─ pregunto Regina llevándose la mano a la boca viendo aquel video.
En ese momento escucho unos pasos detrás de ella en seguida miro de golpe viendo que era Samantha, enseguida se sobresalto.
─ No vuelvas a darme ese susto…─ dijo Regina mientras apagaba el ordenador con rapidez.
─ ¿Que estabas haciendo…?...─ pregunta Samantha mientras entra en la habitación, y empieza a pasear por ella.
─ Revisando las formulas del profesor y mirando las muestras…poco mas, vamos a salir…─ dijo Samantha intentando hacer que salieran de allí a toda prisa, prefirió que no viera el video.
Nada mas salir se quedo por un instante mirando a la parte de arriba de las escaleras, mientras que Samantha la miraba extrañada.
─ ¿Pasa algo…?...─ pregunto Samantha extrañada mientras la observaba.
─ Vas a tener que ayudarme…─ dijo Regina mientras seguía mirando a la parte de arriba en eso, empezó a buscar un cubo y suspiro profundamente.
─ No serás capaz de hacer lo que estoy pensando…Por favor que asco…─ dijo Samantha sorprendida por la decisión que había tomado.
─ No queda otra…o si no esa persona seguirá viniendo y me ha dicho que si quería el la ordeñaría, y no podemos hacer nada, además si esa dimensión existe seguro que las ordeñaran también…crees que no me siento rara…─ dijo Regina mientras subía a la parte de arriba, sacando fuerzas de donde no tenían.
─ Pero no se…¿Estas segura…?...─ pregunto Samantha mientras subía con ella hacia la parte superior, una vez arriba observo como Regina respiraba profundamente y ponía el cubo en el suelo.
─ No me queda otra…Llámala…─ dijo Regina mientras respiraba profundamente haciéndose a la idea de lo que iba a hacer.
─ Rakku…soy yo sal de donde estés…─ dijo Samantha llamándola muy suavemente al momento apareció la cabeza de Rakku entre las balas de heno mirándola sonriente.
─ Ven aquí…─ dijo Samantha invitándola a que se acercara hablando de manera muy suave pero en cuanto Rakku vio el cubo se apoyo contra la pared levantándose el top.
─ ¿Pero que demonios…?...─ dijo Regina quedándose sorprendida al ver aquello al parecer el profesor la había acostumbrado a hacer eso.
─ ¿Pero que…?...─ dijo Samantha alucinada al ver el comportamiento de Rakku y enseguida sus ojos se posaron en su pecho por un instante se quedaron como congeladas.
─ Será, mejor que empecemos…─ dijo Regina tomando el cubo y poniéndose a su lado en ese momento puso sus manos sobre los pechos de Rakku esta dio un mugido corto sintiendo el frió de las manos de ella.
─ Lo siento…lo siento…─ dijo Regina disculpándose repetidamente mientras que Rakku tenia los ojos cerrados.
─ ¿Crees que crecerán…?...─ pregunto Samantha mirando el pecho de Rakku y comparándolo con el suyo.
─ ¿Pero que pregunta me estas haciendo…?...─ dijo Regina con tono de enfado mientras se calentaba algo las manos para poder ordenar.
─ Es que…no se me he quedado mirándole el tamaño de los pechos…y los míos como que no crecen…─ dijo Samantha con voz tímida mientras miraba los suyos y comparándolos.
─ No me desconcentres ahora con eso…Dios…─ dijo Regina mientras acercaba las manos temblorosas a los pechos de Rakku, una vez que los tuvo cerca los apretó suavemente, un chorro de leche salto al cubo.
Regina siguió apretando uno y otro y la leche siguió saliendo de los pechos de Rakku esta tenia los ojos cerrados mientras lo estaba haciendo, en cuanto tenia lo suficiente los dejo y le bajo el top, aun podía notar el calor de la piel y la suavidad en sus manos parecía que se hubiera pegado a ellas.
En cuanto Rakku noto que había subido el top abrió los ojos y tomo algo de heno para comer.
─ De verdad no se como has podido…Yo no hubiera tenido ese valor…─ dijo Samantha mientras se acercaba a Rakku para acariciarla.
─ Si te digo la verdad nunca me hubiera visto haciendo esto…pero esta buenísima…─ dijo Regina mientras pasaba un dedo por la leche y la probaba, aquel tipo tenia razón en lo que decía.
─ ¿Pero como puedes hacer eso…?...─ dijo Samantha poniendo cara de asco mientras veía probarla.
─ Ante todo soy científica voy a mirar abajo una muestra el resto lo dejare en una cuba, para que se lo lleve mañana…─ dijo Regina mientras bajaba por la escalera saboreando un poco de la leche.
Mientras que Samantha se sentaba al lado de Rakku acariciándole el pelo y mirando sus pechos y haciendo comparaciones con el suyo, esta no hacia mas que mirarla sonriendo mientras masticaba algo de heno.
Regina bajo al pequeño laboratorio y empezó a mirar la muestra por el microscopio poniendo una imagen en el monitor del ordenador.
─ Es increíble…─ dijo Regina mientras miraba la muestra, sin llegar a terminar la frase Samantha la interrumpió.
─ ¿Qué es increíble…?...─ pregunto Samantha mientras entraba en la pequeña habitación.
─ Te he dicho que no vuelvas a asustarme así…La muestra de leche de Rakku esta llena de vitaminas, minerales mas incluso que las vacas normales, tiene un valor nutritivo mucho mas alto y esta libre de bacterias, incluso podrías beber directamente de sus pechos sin peligro…─ dijo Regina con una sonrisa en su rostro en ese momento se encontraba en su territorio.
─ Espero que no lo hagas…─ dijo Samantha con cara de asco mientras escuchaba a Regina contarle todas las propiedades de aquella muestra.
─ No te preocupes no llegare a tal extremo, es mejor que volvamos a casa ya empieza a anochecer. además empieza a hacer frío…─ dijo Regina mientras apagaba el ordenador y colocaba el resto de leche en la cuba para entregársela a aquel hombre por la mañana.
─ Te espero en la casa, iré preparando los platos para la cena…─ dijo Samantha saliendo de allí mientras que Regina apagaba el resto del sitio y cerraba la trampilla.
Nada mas que paso cerca de Ashi Samantha le acaricio el pelo, mientras que esta ronroneo como si fuera un gatito y la siguió hacia la casa.
Por unos instantes Regina se quedo pensativa al ver aquello, no entendía como el profesor había sido capaz de experimentar con su esposa y menos aun estando embarazada, ahora estaba segura de que también venían por ella o mas específicamente por lo que tenia en su sangre.
Nada mas llegar a la casa se dispuso a hacer la cena la noche empezaba rápidamente a echárseles encima, mientras que Regina preparaba la cena Ashi permanecía tumbada en el suelo descansando.
El resto de la cena fue en completo silencio a pesar de todo Samantha un estaba enfadada con Regina por lo que tenían que hacer.
─ ¿Aun estas enfadada…?...─ pregunto Regina mientras saboreaba algo de la ensalada.
─ ¿Tu que crees…?...No podemos estar moviéndonos cada dos por tres, ¿Qué vamos a estar así toda la vida…?...Por muy emocionante que sea empiezo a estar cansada…─ respondió Samantha alzando un poco la voz, a pesar de todo tenia razón.
─ Cariño lo se sobradamente…pero no podemos quedarnos… si le hicieron eso al otro ser del instituto, no quiero pensar lo que son capaces de hacerle a Rakku o Ashi…pero por desgracia no podemos llevarnos a Rakku, ya es demasiado peligroso ir con Ashi por ahí…─ dijo Regina exponiendo sus razones aunque estaba en lo cierto Samantha aun se resistía a dejarla.
─ No pienso dejarla aquí tirada para que la capturen de eso nada…O nos vamos con ella o no nos vamos…─ dijo Samantha amenazando a Regina con no marcharse.
─ Samantha escucha por un momento…─ dijo Regina mientras terminaba la frase no le dio lugar se escucharon unos golpes en la puerta.
─ ¿Quién podrá ser…?...Es el hombre de la otra vez…Voy a esconder a Ashi…─ pregunto Samantha mientras miraba por la ventana y enseguida llamaba a Ashi para que subiera al piso de arriba para encerrarla en una de las habitaciones, una vez que hubo bajado Regina abrió la puerta..
─ ¿Qué es lo que querrá…?...─ pregunto Regina mientras dejaba la mesa y se disponía a abrir.
─ Lo mismo ordeñar a Rakku como te dijo…─ respondió Samantha extrañada por su aparición.
Regina abrió el pomo y vio que era el mismo hombre que portaba una linterna y una escopeta en su hombro.
─ Buenas noches…ya tengo su leche…mañana tenia pensado dársela…─ dijo Regina mientras le dejaba pasar.
─ Buenas noches, pero no he venido por eso me manda el párroco, para que nos ayude, ya que conocía al profesor ha pensado que usted podría echarnos una mano, me ha pedido que la acompañe hasta le campanario…─ dijo el hombre mientras la miraba
fijamente podía verse que había miedo en sus ojos.
─ ¿Pero que es lo que pasa…?...─ pregunto Regina con algo de miedo en su voz viéndole con la escopeta al hombro.
─ El párroco ha escuchado como gritos proveniente del campanario…y ha pensado que podría ayudarnos…─ dijo el hombre mientras se soplaba en las manos para calentárselas.
─ ¿No seria mejor que llamara a la policía y que ellos se encargaran…?...─ pregunto Samantha siendo la respuesta mas lógica que pudiera hacer.
─ Lo hemos hecho pero no quieren subir, y como el profesor estaba investigando el campanario pensó que usted podría hacer algo…─ dijo el hombre mientras se preparaba nuevamente para volver al pueblo.
─ Bueno esta bien, Samantha tu quédate aquí hasta que vuelva…─ dijo Regina mientras le hacia indicaciones con la mirada.
─ De acuerdo…─ dijo Samantha entendiendo lo que le había dicho.
Regina salio de la cabaña y acompaño al hombre de vuelta por todo el bosque, la noche parecía amenazante y el viento comenzaba a levantarse, se podían escuchar sonidos provenientes desde todas partes y de vez en cuando algún búho.
El hombre parecía que no tuviera ningún miedo, pero Regina no dejaba de mirar hacia todos lados asustada por lo que pudiera pasar una vez abajo se sintió mas aliviada al ver la camioneta.
─ ¿Nadie ha subido al campanario…?...─ pregunto Regina mientras el hombre conducía por la carretera, por la noche aquellos campos parecían que estuvieran muertos solamente se veían las luces de las casas a lo lejos.
─ Si claro que han subido pero de día, pero esta noche se han empezado a escuchar esos gritos…─ dijo el hombre mientras conducía en dirección al pueblo, Regina esperaba que no se tratara de otra especie mas…
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste y muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
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3.588 ATC
UNA VISION DISTINTA
Mientras viajaba en la camioneta su cabeza no dejaba de darle vueltas a todo lo que había pasado y el por que su amigo saboteo su propia creación delante de todos ellos.
Mientras continuaba pensando, iban llegando al pueblo solo el frenazo hizo que saliera de sus pensamientos, el coche se detuvo delante de la iglesia había varias personas entre ellas algunos policías que no dejaban de mirar hacia arriba, se podían escuchar perfectamente una especie de chirridos por todo el lugar.
Nada mas bajar me acerque la gente se nos quedo mirando y enseguida aquel hombre me presento con el jefe de policía del lugar.
─ Buenas noches, esta es la amiga del doctor…ha dicho que podría ayudarnos…─ dijo el hombre adelantándose , la verdad es que Regina no sabia que hacer aquello la sobrepasaba por completo.
─ Buenas noches…Soy Regina amiga del profesor…─ dijo Regina intentando presentarse enseguida le ofreció la mano al agente de policía que esta la saludo.
─ ¿Sabe que es lo que pueda ser…?...─ pregunto el policía con algo de miedo en su voz.
─ La verdad no tengo ni idea…Subiré a ver que es lo que es…si alguien pudiera acompañarme…─ dijo Regina mientras miraba hacia todos los que allí había, al parecer ninguno de ellos quería atreverse.
─ Yo la acompañare…─ dijo un policía con algo de valor en sus palabras pero podía verse que seguía teniendo miedo.
─ Muy bien vamos aya…─ dije mientras resoplaba intentando sacar valor de donde fuese.
Abrieron la puerta de la iglesia, y empezaron a avanzar el sitio por dentro era grandísimo, delante suya había varios bancos para rezar, el ambiente era bastante frió y el ruido de aquellos chillidos retumbaban en todo el lugar, tanto a su derecha como izquierda había confesionarios y varias estatuas con motivos religiosos, al fondo lo dominaba la imagen de la cruz y a su lado había dos puertas una de ellas conduciría al campanario.
El policía saco su arma y guió a Regina por la iglesia en dirección a una de las puertas, en cuanto la abrió los chillidos parecieron cesar de golpe, solo se escuchaba un aleteo bastante fuerte, delante de ellos había una escalera que subía varios pisos hacia arriba, la única iluminación eran algunos focos que había en la pared.
Entretanto Samantha entro en la cabaña para prepararse algo caliente el viento empezaba a soplar con fuerza y podía escucharse el crujir de los árboles con su movimiento, por unos instantes se quedo mirando hacia el granero pensando que Rakku podría tener miedo aunque Ashi no parecía inmutarse en absoluto.
En ese momento decidió salir de la cabaña e ir hacia el granero una vez afuera sintió el frió del viento y la humedad del ambiente parecía que se avecinara una tormenta podía ver golpes de luz a lo lejos que indicaban que la tormenta se acercaba, una vez en el granero busco alguna linterna en el pequeño laboratorio, una vez que la hubo encontrado subió por las escaleras buscando a Rakku.
─ ¿Rakku, estas por hay…?...Soy yo Samantha…─ dijo Samantha intentando hacer que saliera o que al menos sacara la cabeza para poder verla, aquel sitio parecía como si cambiara de noche por completo, parecía incluso mas tenebroso, en un momento Samantha escucho un sonido proveniente de detrás suya que de inmediato dirigió la linterna hacia donde era pero solo apareció un pequeño ratón, en eso volvió a sentir un pequeño empujón en su espalda cosa que hizo que se sobresaltara, al girarse pudo ver a Rakku con algo de miedo en su rostro.
─ Por dios que susto…No vuelvas a hacerlo…─ dijo Samantha llevándose una mano al pecho mientras suspiraba aunque podía ver que en el rostro de Rakku había mucho mas miedo lo mas probable por la tormenta.
Al momento s dirigió hacia una bala de paja y se sentó enseguida Rakku se acerco a ella y se tumbo esta empezó a acariciarle el cabello cosa que hizo que sonriera alegre.
─ Parece que tienes el mismo miedo que yo…No te preocupes es solo una tormenta nada mas…─ dijo Samantha intentando tranquilizarse y hacer lo mismo con Rakku.
En ese momento un fogonazo de luz ilumino el lugar por unos segundos y después un trueno restallo con fuerza, haciendo que Rakku cerrara los ojos de golpe y se pusiera a temblar del miedo, mientras que Samantha miraba hacia todos lados temblándole la mano que sostenía la linterna.
Mientras estaba Samantha intentando calmarse escucho como unos pasos que se metían en el granero, su corazón se sobresalto esperando que no fuera un animal salvaje, casi al instante tomo la linterna y apunto hacia abajo observo que se trataba de Ashi.
─ Vaya así que tu también tienes miedo…─ dijo Samantha mientras miraba a Ashi como se quedaba por unos instantes observándolas curiosa.
De un salto subió al piso de arriba enseguida Rakku empezó a temblar con fuerza acercándose aun mas a Samantha que esta parecía que el miedo la invadiese, Ashi se quedo unos momentos mirándolas mientras mantenía la distancia se tumbo delante de ellas como si fuera su guardiana.
─ Tranquila, no te hará nada o eso espero…al menos ha comido…─ dijo Samantha recordando que ya había devorado algo de carne.
Con el miedo aun en el cuerpo y sin perder de vista a Ashi poco a poco fue dando cabezadas, el sueño iba ganando terreno en ella.
Pero en ese momento entre las cabezadas vio como Ashi se levantaba del sitio y se quedaba expectante mirando hacia abajo era como si hubiera captado algún sonido.
Por unos instantes Samantha se quedo mirando extrañada intentando captar algo pero el sonido de la tormenta que tenia encima y el viento no la dejaba escuchar con claridad, pero sabia que si Ashi estaba así es que algo pasaba.
Mientras en el pueblo Regina continuaba subiendo por las escaleras lentamente, de lejos empezó a escuchar los truenos que se sucedían, enseguida empezó a preocuparse por Samantha esperando que estuviera bien.
─ Qué extraño hay mucho silencio...─ dijo Samantha mientras seguía subiendo, aquel silencio le ponía los pelos de punta parecía pero incluso que los propios chillidos.
─ Espero que lo que hubiera arriba se haya largado…─ dijo el policía mientras apretaba el arma en sus manos aun temblorosas.
Por un instante Regina se detuvo, a su mente vino la imagen del granero, Ashi parecía estar en alerta, pudo ver con claridad como miraba hacia la parte de arriba y pudo ver que Samantha se encontraba bien pero algo sucedía, tenia que darse prisa con aquello.
─ ¿Le ocurre algo…?...─ pregunto el policía mientras la miraba extrañado como permanecía en el sitio mirando fijamente la pared.
─ ¿Eh…?...No nada estoy bien tenemos que darnos prisa para ver que es lo que pasa…─ dijo Regina pensando que tenia que regresar cuanto antes a la cabaña.
Una vez hubieron subido como unos tres pisos de altura se toparon con una puerta en el techo el policía la abrió y subieron otra escalera mas habían llegado al campanario, allí había una gran campana y desde donde se podía observar todo el pueblo y mas aun, el sitio estaba rodeado por maderas para poder sujetarse.
El policía empezó a mirar con la linterna y a inspeccionar todo el lugar, pero no parecían que hubiera nada, de inmediato escucho como un chillido agudo que enseguida situó la linterna de donde provino pero como si de una ráfaga de aire se tratara aquella cosa se lanzo sobre el policía haciendo que la linterna cayera al suelo y se apagara e inmediatamente se escucharon unos chillidos muy agudos.
─ Manténgase agachada, parece que no le gusta la luz…─ dijo el policía mientras apuntaba hacia la parte del techo temblándole el arma, mientras que Regina empezaba a buscar la linterna esperando que todavía funcionara.
Cuando al fin la tuvo en sus manos apunto hacia el techo de donde creía que pudiera estar y pudo ver de refilón un ser parecido a un murciélago enseguida el policía disparo haciendo que los chillidos se escucharan como si alguien arañara una pizarra aquello hizo que el policía y Regina se taparan los oídos suficiente tiempo para que aquel ser se abalanzara sobre el y empujándole contra las barandillas de madera haciéndole caer por suerte pudo cogerse a uno de los travesaños.
─ SOCORRO!!!…─ grito el policía mientras intentaba sujetarse al travesaño de madera, la pistola había caído al suelo, inmediatamente Regina se lanzo para darle una mano y poder ayudarle, en cuanto se dio la vuelta escucho como si algo descendiera en el suelo del lugar haciéndose notar.
Regina giro la cabeza lentamente para comprobar que es lo que era, pudo descubrir una figura no mas alta que la propia Samantha podía verse con claridad unas grandes orejas de murciélago que sobresalían por encima de su cabeza, sus ojos lo tapaban un flequillo de un color morado, tenia el pelo largo y liso que le caía hasta los hombros, su cuerpo era bastante delgado en su torso llevaba un par de correas que hacían a modo de sujetador en la parte de abajo portaba una especie de trapo a modo de falda sus piernas a partir del muslo tenían una capa de pelo y sus pies acababan en garras en la mitad de las piernas tenia otras dos correas de cuero atadas, sus brazos terminaban en garras y de ellos salían alas de murciélago en su boca podía verse colmillos y su actitud no era muy amistosa.
─ ¿Pero que demonios es eso…?...─ pregunto el guardia mientras intentaba subir de nuevo, Regina se quedo estupefacta mirándola a donde se suponía que estarían los ojos.
Aquel ser empezó a acercarse lentamente mirándola extrañamente, enseguida empezó a emitir unos sonidos muy suaves, aquello era extraño cuando ya casi estaba a su lado se quedo mirándola a escasos centímetros de su rostro.
Aquel ser no parecía que estuviera asustado solo que habían molestado su sueño nada mas, fue como si enseguida lo hubiera entendido, por unos momentos aquel ser toco su frente con la suya.
Regina pudo sentir todo el dolor y el miedo que el pobre ser sentía y la confusión al haber aparecido en este mundo desconocido, parecía tener mas miedo el de ella que al revés.
─ Aléjese de el enseguida…─ dijo el policía nada mas subir mientras sacaba otra arma de su cinturón y le apuntaba tembloroso.
Aquel ser levanto las alas parecía que por unos instantes se había hecho mucho mas grande el resplandor de los rayos se hizo notar con un fogonazo dándole una apariencia mucho mas temible, el trueno que se escucho de improviso hizo que el policía disparara asustado aquello hizo que el ser se levara un poco del suelo dando un grito y lanzándose sobre él, de inmediato cayeron ambos al suelo y esta abrió la boca llena de colmillos clavándoselos en el cuello mientras le cubría con las alas.
─ Joder,…Suéltale…quítate de encima…─ dijo Regina mientras intentaba separarlo, pero cada vez que lo intentaba recibía un empujón haciéndole caer al suelo, cerca de ella vio la otra pistola enseguida la tomo y apunto al cielo disparando, aquello hizo que aquel ser se separa de su victima y se quedaba mirando a Regina.
─ No te acerques, disparare…─ dijo Regina mientras sostenía el arma temblorosamente y miraba como de la boca de aquel ser caía sangre de su victima y al mismo tiempo se relamía.
Poco a poco se fue acercando mientras que Regina intentaba apretar el gatillo, aunque su mente le decía que no lo hiciera.
Cuando ya estuvo cerca de ella se quedo mirándola por unos instantes como intentando captar algo, Regina no pudo mas que girar la cabeza mientras aquel ser la olisqueaba y enseguida empezó a emitir unos ruidos extraños aunque no eran amenazadores, enseguida bajo el arma esperando que fuera rápido mientras cerraba los ojos, casi al momento escuchó el aleteo cuando abrió los ojos observo que aquel ser se había marchado aliviada no pudo mas que soltar la pistola y dirigirse hacia el policía observando como se encontraba al parecer no había perdido mucha sangre y la herida estaba curada.
Viendo que el pobre hombre solo estaba desmayado bajo las escaleras a toda prisa para informar de lo que había pasado y pedir ayuda, una vez abajo se encontró con toda la gente expectante de las noticias.
Mientras Samantha sabia que pasaba algo Ashi empezó a gruñir nerviosa, Samantha se levanto del lugar para comprobar que es lo que era, enseguida pudo ver como alguien entraba en el granero, mientras que ella se agacho para que no la vieran apagando la linterna.
─ ¿Samantha sal de donde estés, venimos a por ti…?...─ dijo una voz algo grave mientras seguía entrando en el granero, Samantha no pronuncio palabra alguna, mientras que Ashi de un movimiento rápido se dirigió hacia las sombras para atacar.
─ Samantha es mejor que salgas, no queremos hacerte daño…ni a tu criatura…─ dijo aquella voz intentando hacer que saliera pero enseguida pudo ver como varias personas mas se acercaban, pudo ver por las sombras que portaban armas.
─ Escucha sabemos que estas aquí…No queremos hacerte daño de verdad ni tampoco a esas criaturas…pero no nos quedaremos quietos…es mejor que salgas y nos acompañes…─ dijo aquel tipo con voz grave mientras aprecia que los demás hombres entraban en el lugar tomando posiciones para subir.
─ Muy bien tu misma…Subid pero no le hagáis daño…─ dijo aquel hombre dando la orden de que procedieran, entre las sombras se escucho un rugido que pareció llenar el lugar después de eso un relámpago ilumino por unos instantes el lugar y un chorro de sangre salpico todo el lugar y un grito se sucedió mientras se podía ver un brazo de unos de los hombres en el suelo cercenado.
─ Vaya así que quieres ir por las malas…muy bien…utilizad cegadoras y aturdidoras…─ dijo aquel hombre mientras los demás hombres se colocaban unas gafas de visión nocturnas.
En cuanto lo hubieron hecho empezaron a disparar las balas se sucedían, mientras que Ashi seguía esquivando a toda prisa dando brincos de un lugar a otro, antes que pudieran hacer algo se escuchaba gritos en plena oscuridad de sus pobres victimas, en eso aquel hombre saco su arma y apunto hacia la oscuridad y de un tiro hizo que Ashi cayera al suelo, enseguida uno de los soldados soltó una granada cegadora y otra le soltó una ráfaga para aturdirla después de eso le colocaron un collar en el cuello.
─ Samantha se acabo el jugar…Sal de donde estés…─ dijo aquel hombre con tono de enfado viendo lo que habían hecho con Ashi pensó que era lo mejor esperando que no descubrieran a Rakku.
─ Muy bien aquí estoy…no le hagáis daño…─ dijo Samantha mientras bajaba lentamente, a la vez que uno de los soldados subía para comprobar que no había nadie mas, por unos instantes Samantha se quedo mirando hacia la parte de arriba esperando que no la descubrieran…
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno aqui dejo el siguiednte capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
630
3.588 ATC
UNA SORPRESA INESPERADA.
─ Así que tu eres la que han estado buscando…Muy bien llevaos a su amiga…─ dijo aquel hombre mientras varios cargaban a Ashi que aun permanecía inconsciente.
─ Arriba no hay nadie…─ dijo uno de los hombres mientras bajaba de investigar, Samantha respiro aliviada la menos Rakku sabia esconderse.
─ ¿Qué le vais a hacer…?...Ya me tenéis dejadla en paz…─ dijo Samantha protestando mientras uno de los hombres le colocaba unas esposas de plástico y se las ataba a la espalda.
─ Nos has causado muchos problemas pequeña tu y tu acompañante…solo se que te quieren con vida nada mas…─ dijo el hombre de manera seca y tosca sin mirarla a la cara.
─ ¿Y para que la quieren a ella…?...─ pregunto Samantha intentando investigar un poco mas sobre aquello.
─ Ni idea…¿Dónde esta tu acompañante…?...─ pregunto el hombre nuevamente, al parecer quería a las dos.
─ En el edificio no hay nadie…─ dijo uno de los soldados cuadrándose delante del hombre.
─ No lo se…─ dijo Samantha enfrentándose a aquel hombre mientras este se quedaba mirando seriamente sabiendo perfectamente que le estaba mintiendo.
─ Muy bien quiero un perímetro entrono a la casa de cien metros, quiero saber todo lo que entra…Tu y yo estaremos aquí esperándola…─ dijo el hombre mientras abría la trampilla del granero, Samantha se sorprendió al saber que tenia conocimiento de aquello.
─ ¿Pero como sabias…?...─ pregunto Samantha mientras bajaba por las escaleras de la trampilla y el hombre le hacia sentarse en una de las sillas.
─ ¿Te sorprendes…?...Lo se prácticamente todo sobre ti y tu acompañante…estoy bien informado…Te quieren a ti y a ella…─ dijo el hombre mientras miraba las cosas del laboratorio con cara de desconocimiento.
─ No es mi acompañante, es mi madre…─ dijo Samantha con ojos de furia mientras intentaba ponerse algo mas cómoda.
Por unos instantes se quedo mirándola y en cuanto vio una foto inesperadamente aquel hombre se puso a reír a carcajadas.
─ ¿Qué le parece tan gracioso…?...─ pregunto Samantha con ojos lleno de ira y tono amenazante.
─ Parece que no te lo ha contado…muy bien esperaremos a que venga ella misma te lo contara…─ dijo el hombre mientras se ponía cómodo y revisaba algunos cuadernos.
Entre tanto la gente del pueblo se agolpaba en la entrada de la iglesia esperando lo que había pasado en el campanario.
─ ¿Qué ha pasado…?...¿Hemos escuchado disparos…?...─ pregunto el párroco mientras se frotaba las manos nerviosamente.
─ No se preocupe era solo un murciélago grande, hemos hecho que se fuera…si alguien pudiera subir para ver al policía al parecer se ha desmayado…─ dijo Regina mientras calmaba a la gente , no había necesidad de alterarlos mas de lo que ya se encontraban, pero sabia perfectamente que aquel ser era uno de los que habían escapado de esa dimensión.
Regina empezó a buscar al hombre que le había traído allí entre la gente que entraba en la iglesia.
─ Perdone me hace falta que me haga un favor…tiene que llevarme de vuelta a la cabaña todo lo rápido que pueda…por favor…─ dijo Regina casi suplicándoselo sabia que algo pasaba no podía sentir a Ashi era como si hubiera desaparecido de alguna forma, aquello no lo entendía.
─ Si, claro no hay problemas démonos prisa…─ dijo el hombre mientras se daban prisa para ir a la furgoneta, en cuanto llegaron arranco el motor y salieron del pueblo a toda prisa.
Mientras iban por la carretera, el silencio se hizo patente en la furgoneta, mientras que Samantha intentaba sentir algo de Ashi pero no había forma, por unos instantes escucho un aleteo encima de ellos pareciera que aquel ser los estaba siguiendo, tal vez por curiosidad o por otra razón menos amistosa.
─ Se trataba de otra de esas criaturas…¿no es verdad…?...─ dijo el hombre mientras seguía conduciendo por la carretera.
─ ¿Qué…?...No, para nada solo era un murciélago grande nada mas…no tiene por que preocuparse…─ dijo Regina disimulando su respuesta, aunque estaba extrañada que aquel hombre lo supiera.
─ No hace falta que lo disimule, el doctor me enseño a su criatura, éramos muy buenos amigos, al principio cuando me enseño a esa vaca me quede sorprendido, el doctor me pidió que lo mantuviera en secreto, me dijo que era de otra parte y que no era agresiva…Por eso le dije de ayudarla, pensé que usted también lo sabia…─ dijo el hombre desvelando lo que sabia, ahora empezaba a entender algunas cosas.
Regina por un momento respiro aliviada y extrañada por aquello al menos ahora no tendría que ordeñarla nuevamente.
En cuanto llegaron a la desviación detuvo el coche Regina salio de el rápidamente con el hombre este tomo una escopeta de la parte de atrás y varios cartuchos y seguidamente la cargaba.
─ ¿Pero que es lo que piensa hacer…?...─ pregunto Regina sorprendida viendo como aquel hombre estaba dispuesto a acompañarla.
─ Pienso acompañarla, no pienso dejarla sola…─ dijo el hombre mientras abría el camino a través del bosque, al momento encendió una linterna iluminando.
Ambos empezaron a atravesar el bosque, la noche era bastante fría y sorprendentemente ningún animal se escuchaba todo estaba en silencio, aunque Regina podía oír un aleteo por encima de ellos.
─ ¿Cree que nos esta siguiendo…?...─ pregunto el hombre con tono de miedo, mientras continuaba caminando.
─ Es muy probable…─ respondió Regina mientras seguía mirando hacia el cielo.
Entretanto Samantha intentaba permanecer en calma, ante la situación que se encontraba.
─ Águila cinco a base…La presa y otro civil armado se dirigen al nido…¿Ordenes…?...─ pregunto un soldado por la radio en ese momento Samantha miro hacia atrás con ojos de miedo.
─ Dejadlos pasar…─ dijo el hombre mientras seguía revisando algunas notas.
─ ¿Qué piensas hacernos…?...─ pregunto Samantha nerviosa, viendo que aquello no terminaría bien.
─ Como he dicho antes, os quieren vivas…solo se eso…así que vendréis con nosotros…─ respondió el hombre secamente, siendo lo mas escueto posible, Samantha pensó que ni siquiera el sabia para que es que las querían.
Mientras continuaban su camino ya empezaban a vislumbrar la casa pero extrañamente solo estaba iluminado el granero, aquello le extraño bastante a Regina.
─ ¿Qué estará pasando…?...─ pregunto Regina extrañada por aquello, aunque estaba convencida de que ocurría algo.
Cuando ya estaban cerca de la casa escucharon como si algo cayera de golpe incluso el aleteo que estaba escuchando se detuvo en seco.
Al momento escucho unos chirridos extraños que parecían rasgar el silencio que había en el bosque y por sorpresa se presento ante ella la cara de aquella criatura colgada desde un árbol y bocabajo, el buen hombre cayo al suelo contra un árbol asustado mientras la apuntaba con al escopeta, mientras que Regina se quedo inmovilizada en su sitio con cara de miedo.
─ Maldito bicho…─ dijo el hombre mientras le apuntaba torpemente con al escopeta.
Regina se quedo paralizada mientras que aquel ser se quedaba olfateándola, estando en esa posición pudo ver los ojos de aquel ser, eran negros completamente como la noche, Regina enseguida pudo notar el miedo y la confusión de aquel ser, lentamente le acerco una mano a su rostro que era muy suave y calido aquel ser enseguida empezó a olfatearla.
─ Por favor no dispare…No es agresiva…solo esta asustada y confusa…─ dijo Regina como si la entendiera, después de eso apoyo su cabeza lentamente contra la de aquel ser, enseguida pudo sentir sus emociones y como había sido arrancada de su hogar de manera imprevista, enseguida comprendió que aquella maquina no había abierto un portal si no que las había arrancado de su lugar de procedencia directamente a este mundo si no que las había arrancado de el, y lo único que querían era regresar.
Casi instantáneamente sintió como un ola de energía que recorría su cuerpo, cuando miro al bosque enseguida era como si supiera donde estaba cada árbol, incluso a sus oídos llegaban los latidos de varios corazones aparte de los suyos, sabia que había varias personas escondidas.
─ Quédese un momento…enseguida vuelvo…No le hará daño no se preocupe…─ dijo Regina aquella sensación era increíble era como si tuviera un mapa de todo el bosque en su cabeza, rápidamente empezó a aligerar el paso.
Entretanto Regina comenzó a guiarse por el sonido de los otros corazones, mientras avanzaba pudo ver a uno de soldados con total claridad gracias a su nueva habilidad con el mayor silencio se puso detrás de el y con un movimiento en seco le rompió el cuello, aquella sensación de sadismo que tenia la invadía por completo.
Seguidamente empezó a mirar por los alrededores y supo enseguida que había algunos efectivos mas en la zona.
El hombre empezó a levantarse lentamente mientras seguía apuntando a aquel ser sin perderlo de vista.
Enseguida aquel ser se soltó de la rama y se dispuso a volar, de imprevisto se escucho un grito de miedo y unos disparos que rompían el silencio.
Mientras tanto Regina seguía corriendo en dirección hacia su siguiente victima, podía sentir ira, sadismo, ahora si sabia que algo pasaba y solo esperaba que estuviera bien Samantha.
Casi al momento volvió a encontrar otro de los soldados pero debido al grito del otro este parecía que estuviera mas nervioso y atento, empezó a acercarse sabia que no iba a ser tan fácil, pero enseguida vio como aquella criatura caía sobre el y con un simple pisotón lo mataba pudo escuchar como su cabeza se rompía como una cáscara de nuez, aunque no sintió lastima por el mas bien placer.
Regina se quedo mirando el cadáver, y empezó a rebuscar entre sus cosas tomando una pistola.
Seguidamente empezaron a escucharse mas gritos en el bosque, los hombres que estaban apostados empezaban a caer como moscas.
─ Águila uno responda…Águila dos responda…Mierda…¿Qué esta sucediendo…?...─ dijo el hombre mientras gritaba por el comunicador intentando que le respondieran pero solo se escuchaba estática.
─ Parece que las cosas empiezan a torcerse…─ dijo Samantha envalentonándose pero el hombre enseguida, se acerco a ella y cortando las correas la levanto de la silla y le apunto a la cabeza cociéndola del brazo.
─ Tu te vienes conmigo…Vamos…─ dijo el hombre mientras casi la arrastraba fuera del granero apuntándole con el arma.
─ Suéltame…cobarde…─ dijo Samantha viendo que todo lo que había planeado se le venia abajo.
─ Aquí unidad alpha pido…se necesitan refuerzos y una unidad de contención…─ dijo el hombre mientras mantenía la pistola en la cabeza de Samantha.
─ Regina sal de donde estés…O si no tu acompañante morirá…tu eliges...Te doy diez segundos…─ dijo aquel hombre mientras le daba un empujón a Samantha que hizo que cayera al suelo.
Enseguida Regina escucho aquella amenaza no le quedaba otra nada mas que salir, empezó a caminar hacia el granero.
─ Muy bien estoy aquí…déjala en paz…─ dijo Regina mientras levantaba las manos y soltaba el arma.
─ Dile a tu amigo que salga del bosque…y tire el arma al suelo…─ dijo el hombre enseguida aquel buen tipo salio a fuera y dejo caer la escopeta al suelo.
─ Bueno ya me tienes… suéltala…─ dijo Regina pensando que todo aquella era por ella sola.
─ ¿Crees que todo esto viene por ti sola…?...Me han dicho que las dos sois importantes…vendréis conmigo…te espera un amigo que quiere hablarte…─ dijo el hombre al momento se escucho un aleteo que se situaba por encima de ellos.
─ ¿Qué es eso…?...─ dijo el hombre con tono nervoso mientras continuaba apuntando a Samantha.
Regina no pudo mas que sonreír casi maliciosamente, enseguida mientras aquel hombre miraba bacía arriba se lanzo como una centella, pero en aquel momento Rakku salio del granero propinándole un golpe en la espalda y haciendo que cayera al suelo, enseguida aquel ser se lanzo encima de el dispuesta a darse un festín, pero enseguida se escucharon las hélices de un helicóptero que apunto con sus focos hacia donde estaban.
La luz impacto sobre ellos, casi de manera instantánea Regina cayo al suelo tapándose los ojos, y una red hizo que aquel ser cayera al suelo chillando y revolviéndose intentando emprender el vuelo.
─ Levanten las manos…No se muevan…─ dijo una voz por el altavoz desde el helicóptero.
Mientras Regina seguía aturdida debido a las luces enseguida el hombre se levanto y varios soldados descendieron por cuerdas desde el helicóptero.
Nada mas llegar al suelo sacaron las armas mientras que Rakku intento entrar de nuevo en el establo en ese momento uno de ellos soltó un collar que acertó en su cuello haciéndola caer al suelo, al mismo tiempo que a la nueva criatura que aun estaba chillando.
Pasado un momento Regina se recupero era como si la conexión se hubiera perdido otra vez y volviera a ser ella misma.
─ Dejadla en paz… No la toquéis…─ dijo Samantha casi gritando viendo como Rakku caía al suelo con cara de miedo y temblando.
─ Mooo!!!...─ dijo Rakku casi susurrando mientras sus ojos se cerraban.
─ ¿Qué le habéis hecho monstruos…?...─ pregunto Samantha con lagrimas en su rostro mientras veía como se elevaban a Rakku con una camilla hacia el helicóptero.
─ No te preocupes estará dormida un buen rato lo mismo que tu otra amiga…─ dijo el hombre mientras le daba un empujón con la bota.
─ Soltadnos…─ dijo Regina mientras le colocaban unas esposas de plástico.
─ Me han pagado mucho para dejarte escapar…Subidlas…─ dijo el tipo mientras a ambas les colocaban un arnés y las subían al helicóptero; una vez arriba vieron que habían varios soldados y en cuanto subió el hombre el helicóptero se puso en marcha.
─ ¿Quién nos busca…?...─ pregunto Regina mientras se ponía en marcha, Samantha aun estaba enfadada por lo que le habían hecho a Rakku.
─ ¿De verdad quieres saberlo…?...Su padre…Ha pagado una buena cantidad…─ dijo aquel tipo mientras miraba por la ventana.
─ Eso es imposible…mi padre murió…─ respondió Samantha totalmente extrañada, mientras Regina permanecía muda sorprendida completamente.
─ Eso es imposible…Esta muerto…No puede ser lo vi morir…─ dijo Samantha extrañada mientras intentaba ordenar sus pensamientos.
─ Mama me dijiste que había muerto…─ dijo Samantha recriminándole por lo que había dicho el hombre.
─ Y eso es lo que paso lo vi morir…Mientras el edificio se derrumbaba…─ dijo Regina mientras aquellos recuerdos enterrados en su mente afloraban.
─ ¿Mama…?...¿Aun no se lo has dicho…?...Después de tanto tiempo…?...─ dijo el hombre mientras le sonreía a Regina de cierta forma malvada.
─ ¿Qué no me has contado…?...─ pregunto Samantha mirando a Regina con ojos de enfado.
Regina no pudo mas que bajar la cabeza y permanecer en silencio pensando que todo lo que había construido en unos momentos se vendría abajo de golpe.
─ Ella no es tu madre…Solo te rescato mientras el edificio se vino abajo…─ dijo el hombre soltando un jarro de agua fría sobre ambas.
─ No, esto no puede ser…Es imposible…¿Dime que es mentira…?...─ pregunto Samantha acusándola con la mirada esperando una respuesta, aunque Regina aun estaba pensando en lo del profesor que aun seguía vivo.
─ Respóndeme…─ dijo Samantha casi gritándole haciéndole salir de aquel estado de estupefacción en el que se encontraba Regina.
─ Es cierto no soy tu madre…en ese momento cuando ocurrió el accidente todos salieron corriendo, tu madre mientras intentaba ayudarla, viendo que todo se venia abajo me dijo que me ocupara de ti en ese momento cayo al vacío…lo mismo que tu padre lo único que hice en vez de llevarte a un orfanato fue criarte nada mas…─ dijo Regina intentando explicar resumidamente todo lo que había sucedido.
─ ¿Y en todo este tiempo, no se te ocurrió decírmelo…?...─ pregunto Samantha con tono de rabia en su voz.
─ Buscaba el momento adecuado…─ respondió Regina poniendo una excusa mientras seguía sin poder mirarla a los ojos.
─ Al menos me lo podrías haber dicho…No que me he enterado de esta forma…─ dijo Samantha con voz de ira mientras la miraba fijamente.
─ Tendréis tiempo para discutir…Estamos llegando…─ dijo el hombre mientras el helicóptero empezaba a descender poco a poco.
Ambas miraron por la ventana vieron que solo se veía una explanada en una montaña y que el helipuerto era un gran circulo blanco con una "H" de color rojo nada mas que aterrizaron aquello empezó a descender poco a poco.
Estuvieron bajando como unos dos minutos cuando llegaron abajo, la estancia era mas grande había varias cajas repartidas por diferentes sitios y un montacargas al fondo, empezaron a salir varios soldados y algunos médicos con camillas.
Una vez aquello se hubo detenido ambas salieron junto con el hombre a la vez que varios soldados se ocupaban de Rakku y las demás poniéndolas en las camillas y llevándolas por el montacargas, mientras Samantha miraba a Rakku con ojos de pena.
─ ¿Qué les van a hacer…?...─ pregunto Samantha mientras las veían como se las llevaban.
─ Pruebas, análisis y como ultimo la disección…─ dijo Regina con la cabeza bajada aun mientras aprecia que todo su animo hubiera desaparecido de un plumazo.
─ No, no, no tenéis derecho a hacerles nada…─ dijo Samantha intentando revelarse pero enseguida fue tomada del brazo.
─ Es mejor que te calmes…─ dijo Regina intentando calmara a Samantha sabiendo que ahora mismo no podrían hacer nada.
─ No tienes derecho a decirme nada…no eres mi madre…─ dijo Samantha con odio en su voz mientras seguía mirando hacia atrás.
Mientras paseaban por aquel pasillo completamente blanco podían escucharse algunos gritos que rasgaban el silencio que había, ambas miraban sorprendidas hacia todas direcciones extrañadas, llegando a una bifurcación a Regina la llevaron hacia un lugar y Samantha hacia otro.
Mientras Regina pasaba por el pasillo pudo ver por una ventana un gran complejo y en el centro estaban reconstruyendo el experimento a gran escala.
─ Parece que lo estáis reproduciendo a lo grande…─ dijo Regina mientras seguía caminando.
Al mismo tiempo se escucho un grito femenino proveniente de unas de las salas en una de ellas pudo ver una especie de chica su pelo era de color blanco y largo en la parte superior de este tenia una especie de cofia de sirvienta, su piel tenia un color azulado muy suave mientras que sus ojos eran de color rojo por completo, su vestido era del estilo victoriano pero en vez de terminar en forma de falda era como si fuera una prisión esférica podía verse sus piernas hasta las rodillas pero el resto era fuego de color azul, delante de ella una mampara de protección, y un científico en una consola, a la vez que apretaba un botón una descarga de electricidad inundaba la sala.
─ ¿Esto es lo que le hacéis…?...─ pregunto Samantha viendo por un momento el experimento, por un instante aquel ser se quedo mirándola aquel segundo pareció una eternidad.
─ ¿Crees que el experimento fallo por que si…?...No fue un fallo fue un sabotaje desde dentro…─ dijo el hombre mientras la hacia seguir por el pasillo, aquello le hizo quedar pensativa.
─ Pero eso es imposible…─ dijo Regina mientras continuaba caminando, intentando dar con la clave de todo aquello.
─ Había gente que no quería que se terminara el proyecto…─ dijo el hombre mientras seguían caminando, cuando al fin llegaron a una puerta que estaba vigilada por dos soldados, aquel hombre toco una clave de acceso en uno de los paneles y la puerta se abrió.
─ Bienvenida a tu nuevo hogar…─ dijo el hombre mientras la empujaba e inmediatamente cerraba la puerta tras de si.
La habitación no era muy grande, había una cama de color blanco al fondo junto con una mesilla del mismo color en el techo un tubo fluorescente, en la pared a modo de armario una taquilla para colocar la ropa y una puerta que lo mas seguro daría a un cuarto de baño y en la pared enfrente a la cama un gran espejo, que ocupaba gran parte de la pared de la habitación.
─ ¿Pero que demonios..?...─ dijo Regina mientras miraba la habitación, su mente empezó a jugar con diferentes posibilidades pero todas daban en lo mismo que la iban a utilizar de conejillo de indias.
─ Por favor desvístase y póngase el traje de pruebas…─ dijo una voz femenina desde un altavoz.
Regina en cuanto escucho eso se dirigió rápidamente hacia la puerta, al mover el pomo estaba cerrada, aquello confirmaba lo que pensaba.
─ Abrid la puerta…dejadme salir…Quiero ver a Samantha…─ dijo Regina con tono de enfado, mientras intentaba girar el pomo al parecer era imposible.
─ Por favor desvístase y póngase el traje de pruebas…coopere por favor…─ volvió a repetir la voz nuevamente.
Regina enfadada le dio una patada a la puerta llena de rabia, viendo que no tenia otra posibilidad empezó a desvestirse y seguidamente a ponerse el traje de pruebas, aquel traje parecía una segunda piel era de un color azul celeste lleno de sensores.
Entre tanto Samantha es llevada a otra habitación mientras pasa por el pasillo puede ver varias estancias llenas de científicos haciendo experimentos, en su mente solo esperaba que Rakku y Ashi se encontraran bien.
Nada mas llegar al final del pasillo entran en un ascensor y bajan varios pisos, al llegar abajo continúan por el único pasillo hasta llegar a una puerta que uno de los soldados abre.
Nada mas entrar ve que no es muy grande al fondo hay una televisión con una imagen cambiante de paisajes de bosques, delante de esta un sillón y enfrente una mesa con un ordenador y en una de las paredes laterales varios ficheros.
Mientras se sienta en la silla para esperar que es lo que pasa, casi a los tres minutos la puerta se abre y entra Joseph por un momento Regina se queda mirándolo extrañada.
─ Vaya…no se que decir…has crecido mucho…─ dijo Joseph mientras pone un fichero encima de su mesa y se sienta.
─ ¿Tu eres mi padre…?...─ pregunta Samantha extrañada mientras recuerda su imagen en la fotografía que encontró en el pequeño laboratorio del granero.
─ Si, cariño claro que soy tu padre…siento mucho no haber podido estar contigo todo este tiempo…pero han pasado muchas cosas desde entonces…─ dijo Joseph mientras se sentaba en el sillón.
─ Podrías haberte puesto en contacto o haberme dicho que estabas vivo…─ dijo Samantha con tono de recriminación y enfado.
─ Lo siento cariño de verdad…no he podido han pasado muchas cosas desde ese día…Además teníamos que descubrir quien había saboteado desde dentro el experimento…─ dijo Joseph intentando disculparse por lo que había pasado, aunque sabia que aquello no serviría de nada.
─ Muy bien, ¿para que nos quieres…?...─ pregunto Samantha con recelo viendo todo lo que habían organizado para capturarlas.
─ Como te lo explicaría sin que resultase el experimento de un científico loco… Antes de conocer a tu madre yo ya había iniciado el experimento incluso lo había probado…todo iba de maravilla, pude incluso traer un espécimen vivo a nuestra dimensión creo que ya la has visto…hice algunos experimentos con ella le hice análisis y demás…después pasaron algunos meses y conocí a tu madre, me propusieron hacer el experimento a lo grande, aunque aun no sabia las posibilidades que eso nos abría delante de nosotros…probamos algunos experimentos con los animales y nos dimos cuenta que ciertos individuos adoptaban las capacidades de esas criaturas…Aunque tu madre estaba en contra de esos experimentos…yo los continué…y viendo que las pruebas daban buenos resultados di el ultimo paso lo probé con humanos, sabia perfectamente que nadie se ofrecería a las pruebas así que secretamente le fui administrando a tu madre en un complejo vitamínico lo que no sabia es que a esas alturas estaba embarazada y no me lo había dicho…casi de manera inmediata cese el experimento…solo esperaba que no se hubiera producido ninguno efecto secundario. A la hora del parto al menos naciste sana y fuerte, pensé que lo mejor seria despegarme de esa organización, y decidí replantear el experimento de manera independiente pero al parecer alguien empezó con los sabotajes, hasta que en la prueba final todo aquello exploto, lo único que recuerdo después de eso fue despertarme en este sitio y que me pidieran que lo reprodujera…cuando me dijeron que estabas viva quería que vinieras…pero me dijeron que habías sido adoptada por mi ayudante…Pero al fin te encontré…─ dijo Joseph poniendo al día a Samantha aunque con cada palabra su corazón se ponía mas en contra de su padre.
─ Eres un monstruo…como pudiste hacerle eso a mama y a mi…no pensaste en l oque podría pasar, en comparación contigo Regina es una santa…no podría culparla por nada…solo espero que no les hagas daño a esas criaturas…─ dijo Samantha esperando al menos que pudieran estar a salvo.
─ Cariño sabes lo importante que son esas criaturas el cambio que podrían dar a todo…son increíbles…es una oportunidad única…lo siento cariño pero eso no esta en mis manos…además vosotras también sois únicas…─ dijo Joseph intentando hacer que pudiera comprenderlo.
─ Lo que estas haciendo es una crueldad…No puedes hacerlo son seres vivos…¿Qué piensas después hacernos lo mismo a nosotras…?...─ pregunto Samantha con miedo en su voz, mientras intentaba abrir la puerta nada mas hacerlo se presento delante de ella aquel hombre que la había capturado en el granero.
─ Cariño debes entenderlo…son solo animales…nada mas… en ese mundo son como ganado o bestias salvajes…Además…de vosotras solo necesito algunas pruebas nada mas no te preocupes…─ dijo Joseph pensando en que al fin podría continuar sus experimentos.
─ Eres repugnante…─ dijo Samantha con lagrimas en los ojos pensando, en que si ese era su padre era mejor no tenerlo, ahora mismo solo podía sentir odio y repulsión por el.
─ Esperaba que lo entendieras…Lleváosla a la habitación de pruebas…─ dijo Joseph y al momento se dio la vuelta cerrando la puerta del despacho.
De mientras Regina se había colocado el traje de pruebas se sentó en la cama esperando a ver que es lo que pasaba.
En ese momento se escucho como un sonido de que algo se ponía en movimiento la cama empezó a descender lo mismo que el resto del mobiliario del techo bajo una especie de capsula cerrada por completo, nada mas abrirse vio que de ella salía aquel ser que había visto antes lo único que pudo hacer es retroceder.
Al salir empezó a mirar en todas direcciones podía verse en su cara, la ferocidad que desprendía por un momento sobrevoló la habitación dando vueltas de un lugar a otro parecía que no se había dado cuenta que ella estaba allí, Regina miro hacia todas partes intentando ver donde podía esconderse viendo que lo único que había era la habitación del cuarto de baño.
Rápidamente se acerco a ella y empezó a mover el pomo de la puerta pero esta no cedía, casi instantáneamente aquel ser se giro su mirada se poso en ella, poco a poco comenzó a acercarse con aquella sonrisa diabólica en su rostro casi era sobrenatural, incluso podían verse varios fuegos fatuos a su alrededor.
─ Socorro…por favor…abran la puerta…─ dijo Regina asustada mientras intentaba forzar la puerta pero por desgracia no cedió ni un milímetro.
Aquel ser se puso casi a su lado podía sentir el frío a pesar de ver las llamas dentro de su jaula, por unos instantes se acerco a ella mirándola fijamente a los ojos, aquel ser podía sentir el miedo que tenia Regina, prácticamente su cuerpo estaba temblando, por unos instantes aquel ser acerco su frente a la suya, en ese momento le vino a su mente una serie de flashes mostrando unos castillos antiguos encimas de unas montañas que no había visto nunca, podía ver claramente como aquel ser había sido arrancado de su lugar de procedencia y lo único que deseaba era regresar a el, también pudo sentir el dolor y el daño que les habían causado, el odio y el miedo se podía casi palpar en su mente.
En ese momento la puerta se abrió y aquel ser se giro viendo que entraban dos soldados armados por completo, inmediatamente se dirigió hacia ellos, las armas empezaron a descargar su munición, Regina no pudo mas que agacharse poniéndose en cuclillas, en un instante vio como esa pobre criatura caía al suelo apagándose el fuego y volviendo aquella jaula a ser como un vestido normal y corriente.
Después de eso la capsula volvió a subir hacia el techo, lo mismo que el mobiliario.
Regina se levanto casi sin comprender lo que había pasado, solo sabia que tenia que salir de allí y devolver aquellos seres a su lugar de procedencia…
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
630
3.588 ATC
UNA FUGA APRESURADA
Regina empezó a revisar el lugar intentando encontrar alguna forma de escapar pero parecía imposible aquel sitio era como una cárcel, no podía hacer nada, por unos instantes se quedo sentada en la cama pensando, pero al rato entraron unos guardas armados.
─ ¿Qué es lo que quieren…?...─ dijo Regina mientras se levantaba con las manos en alto, pero al rato entraron unos doctores y enseguida empezaron a tomarle muestras de sangre y tan rápido como habían entrado salieron de la misma forma.
─ Quiero ver a Samantha,¿Cómo se encuentra…?...─ pregunto Regina con tono de enfadada.
─ Por favor cálmese…─ dijo una voz por un altavoz intentando calmar a Regina.
─ No quiero calmarme, me secuestran, me traen aquí, y encima me usan de conejillo de indias…y no me dan respuestas…─ dijo Regina mientras paseaba de un lugar a otro de la habitación.
Entretanto unos hombres entraron en el despacho del padre de Samantha y la acompañaron hacia una habitación idéntica a la de Regina.
─ Por favor póngase el traje de pruebas…─ dijo una voz por un altavoz, mientras que Samantha se daba la vuelta y se colocaba el traje.
Casi al momento paso lo mismo en su habitación, el techo comenzó a bajar una capsula y el mobiliario se introdujo debajo del suelo, Samantha enseguida retrocedió mirando como aquello bajaba.
Enseguida el mismo ser salio de allí mirando hacia todas partes investigando el lugar, Samantha no sabia que hacer solamente pego su espalda a una de las paredes.
Aquel ser flotaba de un lugar a otro mirando el lugar donde se encontraba, pero parecía completamente ignorarla.
Samantha permanecía inmóvil mirando que es lo que hacia, en vez de furioso pareciera que estuviera confundida y nerviosa.
En cuanto Samantha intento moverse un poco aquel ser se dio cuenta enseguida, volteando la cabeza para mirarla.
Aquella mirada era como si le atravesara el alma como la mantequilla, no la hacia sentir incomoda pero si la dejo paralizada en el sitio; acercándose se quedo por un momento mirándola y empezó a olfatearla como si quisiera reconocerla de alguna forma y a continuación floto a su alrededor.
Samantha se quedo mirándola extrañad aunque sentía muchísimo miedo, pero poco a poco empezó a acercar su mano para tocarle la cara, en cuanto lo hizo sintió frió, su piel estaba completamente helada, a pesar de su sonrisa en su rostro podía verse el miedo.
La criatura parecía estar en completa calma con Samantha, pero en aquel momento las puertas volvieron a abrirse, y varios soltaros descargaron las armas contra ella haciéndola gritar y cayendo al suelo.
─ Nooooooooo, dejadla en paz…─ dijo Samantha casi gritando, mientras aquel ser caía al suelo inconsciente.
Mientras que uno de los soldados la apuntaba con un arma obligándola a que no se moviera del sitio.
─ ¿Qué van a hacerle…?...Suéltenla…─ dijo Samantha casi gritando mientras que los guardias la arrastraban de nuevo a la capsula y que al instante volvía a subir, dejando el mobiliario tal como estaba.
─ ¿Para eso me queréis…?...¿Para ser un conejillo de indias…?...─ dijo Samantha casi gritando mientras se acercaba al cristal.
─ Samantha, por favor cálmate te dije que solo serian unas pruebas…además las balas que le han disparado a esa bestia son calmantes solamente…─ dijo la voz de su padre para intentan calmarla.
Pero en ese momento volvieron a entrar unos soldados y varios médicos con un kit de extracciones sanguíneas.
─ No os acerquéis… fuera…─ dijo Samantha retrocediendo aun mas hasta llegar a la pared.
─ No se mueva…─ dijo uno de los soldados apuntándola, al instante Samantha se quedo quieta mientras que los médicos terminaban lo que estaban haciendo.
─ Vale, ya has terminado ahora suéltame…¿Dónde esta Regina…?...─ pregunto Samantha con tono de enfado mientras se bajaba la manga del traje.
─ Te dije que tenia que hacerte varias pruebas y no las hemos terminados todas…─ dijo su padre por el altavoz.
─ Eres un mentiroso…─ dijo Samantha con enfado mientras se sentaba en la cama.
Entretanto Regina no paraba de darle vueltas a aquella situación, tenia que hacer algo pero estaba completamente vigilada en todo momento.
Por un momento fue hacia la puerta de entrada pero vio que había un escáner de huellas, aquello resultaba casi imposible, aparte tenia que encontrar la forma de sabotear aquel proyecto para que no funcionara nunca.
Pasado un momento después de darle varias vueltas a la forma de fugarse solo encontró una unir su mente de nuevo a aquel ser, aunque no sabría si eso fuera posible o lo que pudiera ocurrirle.
Aunque de todas formas tenia que salvar a Samantha y salir de allí a lo que diera lugar, solo quedaba esa solución.
Pasado un rato de una de las rendijas soltaron una bandeja con una cena muy simple, Samantha aprovecho para comer un poco el estomago empezaba a rugirle.
En cuanto hubo terminado empezó a pasear por la habitación para ver como era todo aquello y no había ningún lugar de la habitación donde pudiera esconderse, había varias cámaras para vigilarla, mientras paseaba casi al momento apagaron las luces, por lo visto era de noche o una fase de sueño.
Entre tanto Samantha no dejaba de dar vueltas de un lugar a otro por un momento se acerco al cristal y comenzó a golpearlo llena de rabia pro lo que habían hecho.
─ ¿Dónde esta Rakku y Ashi…?...¿Que le habéis hecho…?...─ pregunto Samantha enfadada y llena de ira.
─ Solo le están haciendo pruebas…Cálmate…─ dijo la voz por el altavoz intentando calmarla.
─ No, no, no…sois unos monstruos…─ dijo Samantha mientras paseaba nerviosa por la sala pensando en lo que podrían estar haciéndoles.
Samantha decidió que no podía hacer nada mas salvo dormir un poco y coger algo de fuerzas para lo que tenia pensado hacer.
Ni siquiera supo el tiempo que paso solo que de repente se encendieron las luces despertándola de golpe y otra bandeja con comida apareció delante suya.
Con bastante sueño tomo la comida y empezó a desayunar pensado que seria de día, en cuanto hubo acabado vio como el mobiliario comenzó a bajar nuevamente y aquella capsula a descender se podían escuchar como unos gritos femeninos y unos golpes.
En cuanto estuvo abajo la prisión se abrió dejando aquel ser libre, Regina se pego a la pared mientras aquel ser daba vueltas por la sala con el vestido convertido en jaula.
De nuevo en cuanto se fijo en ella volvió a acercarse y a juntar su frente podía notar ese frió gélido que la envolvía, era como si quisiera saber mas de ella, nada mas juntarlas cada uno pudo saber lo que la otra pensaba, gracias a eso pudo saber donde se encontraba Samantha.
Pasados unos instantes se volvió a escuchar como la puerta se abría de nuevo y entraban varios soldados acompañados de algunos médicos, pero esta vez en vez de atacar a aquel ser se quedo quieto, los soldados estaban algo desconcertados, pero ese momento fue aprovechado por Regina para correr hacia ella y en un salto se introdujo en aquella prisión atravesándola cuando estuvo dentro sintió como si la energía la invadiese.
Se sentía revitalizada y llena de vigor lo mismo que aquel ser que dio un chillido que lleno la habitación, en un instante una de las manos toco a uno de los soldados este miro a su compañero con una mirada de miedo en su rostro y enseguida descargo su arma contra los demás, después de acabársele las balas corrió hacia una de las esquinas y se arrodillo en un rincón a llorar, en ese momento pudo ver como unas esferas blancas que se dirigían hacia la criatura y eran devoradas, pudo sentir el miedo, odio, dolor de aquellos pobres hombres, pero tenia que salir de allí, enseguida volvió a sonar la alarma, la cintura guiada por Regina toma la mano de uno de ellos y la puso en el escáner y enseguida se abrió la puerta.
Como alma que llevaba el diablo salio al pasillo, podía escuchar las pisadas de los soldados que venían a retenerla, enseguida se apresuro pasando por el pasillo a toda prisa, en un cruce vio como varios soldados estaban apoyados con armas para detenerla y detrás de ellos aquel tipo que las había traído hasta allí.
─ Vaya eso no nos lo esperábamos…será mejor que vuelvas a tu celda…tu pequeño paseo ha terminado aquí…─ dijo aquel hombre mientras escuchaba como amartillaban las armas, podía todas las emociones y sentimientos que despedían aquellos hombres.
Regina intento decir algo pero de su garganta solo salio un chillido que parecía provenir del mismo infierno, al parecer este ser no podía comunicarse hablando.
─ Parece que nos lo vas a poner difícil…─ dijo aquel tipo mientras se preparaba para dar la orden para disparar.
Como un suspiro Regina salio de donde se encontraba y como un relámpago se lanzo por los soldados, las balas empezaron a silbar a su alrededor, en un movimiento rápido se puso sobre la pared y de nuevo al techo girando por el pasillo y en cuanto estuvo en frente a los soldados bajo a plomo colocando las manos sobre dos soldados por un instante sintió como sus almas eran devoradas por aquel ser haciéndole mas fuerte y peligroso, aquellos cuerpos en vez de asustarse se empezaron a secar dejando solo un cuerpo seco y demacrado, como si algo les absorbiera la fuerza vital, los guardias asustados empezaron a disparar, pero las balas esta vez parecían rebotar en aquel ser.
─ ¿Pero que demonios…?...Retirada…─ dijo aquel tipo retrocediendo mientras sacaba un arma y empezaba a dispararle.
Aunque nuevamente coloco sus manos sobre otros dos soldados mientras que los demás retrocedían estos se refregaron los ojos por un momento y comenzaron a dispararse unos a otros.
Aquel tipo miro fijamente a los ojos de Regina en ese momento incluso no parecía ser ella misma podía verse una sonrisa sádica era como si estuviera disfrutando de aquello, al mismo tiempo que aquella criatura.
El soldado empezó a retroceder pidiendo refuerzos para poder contener aquel ser, pareciera que nada le afectara a cada alma que absorbía era mas fuerte.
Guiada por algo Regina llego a una puerta y sintió que Samantha estaba allí, se fijo en la pared viendo que también tenia un panel de acceso, pero esta vez ni siquiera le hizo falta tener a nadie para abrirla, solo coloco sus mano en la puerta y concentrándose un poco fue como si la atravesara, una vez dentro vio que Samantha estaba en un rincón asustada lo mas seguro por los gritos de los soldados.
Nada mas ver aquel ser se quedo por unos instantes extrañada, aunque se acerco a la silla y la levanto amenazándola.
Mientras la mente de Regina viajaba por la de aquel ser que parecía que se estuvieran mezclando, solo sentía miedo, ira y dolor aquellas sensaciones le producía un inmenso placer cada vez mayor.
─ ¿Regina eres tu…?...─ pregunto Samantha mientras observaba a Regina encerrada en aquella jaula, al momento aquel ser se acerco a ella para olfatearla, por un instante la mente de Regina fue como si se separa de aquel ser y escuchara a Samantha.
─ Mama…respóndeme…─ dijo Samantha con cara de miedo mientras podía ver como el rostro de Regina era pura maldad.
Samantha acerco la mano introduciéndola en aquella jaula en la que estaba podía sentir el frió a pesar de haber llamas dentro, en cuanto su mano toco el rostro de Regina aquello fue como si la hiciera despertar de aquel sueño y en un instante se vio fuera de aquel ser, aunque siguió dando vueltas a su alrededor.
─ Cof, cof, cof…¿Qué es lo que ha pasado…?...─ dijo Regina mientras tosía intentando recuperar el aliento.
─ ¿Te encuentras bien…?...─ pregunto Samantha ayudándola a levantarse mientras ella se tambaleaba.
─ Estoy algo mareada…solo podía sentir emociones negativas y aquellos pobres hombres muriendo…es como si su maldad me fuera invadiendo lentamente…─ dijo Regina mientras intentaba mantener le equilibrio y se apoyaba en una de las paredes.
─ Tenemos que salir de aquí no tardaran en volver con refuerzos…─ volvió a decir Regina mientras se recuperaba lentamente de aquella experiencia.
─ Tenemos que salvar a Rakku y Ashi…Deben de estar en algún lugar…─ dijo Samantha mientras ayudaba a que se incorporara.
─ ¿Estas loca…?...¿Quieres que nos maten…?...Apenas he podido llegar hasta aquí…además no pienso volver a unir mi mente con ella…─ dijo mientras miraba a aquel ser dar vueltas a su alrededor con una sonrisa sádica en su rostro y una mirada fría como si les atravesara el alma.
─ No me pienso ir sin ellas a saber que les estarán haciendo…─ dijo Samantha con tono de enfado mientras la miraba con rabia.
─ Escúchame es muy peligroso…y no sabemos donde se encuentran…además cada puerta tiene un panel de seguridad…Tendríamos que llegar al control central y abrir todas las celdas…─ dijo Regina pensando que seria la única solución que tenían, en eso Samantha le miro sonriendo pensando que tendrían que hacerlo.
─ No, de eso nada ni siquiera lo pienses…¿Estas loca…?...─ pregunto Regina mientras miraba esa sonrisa en el rostro de Samantha.
─ No pienso irme sin ellas, así que tu decides…─ dijo Samantha reafirmándose en su decisión.
─ Lo que estas proponiendo es una locura…Sabes que a lo mejor no salimos de aquí…─ dijo Regina pensando en que aquella solución era extrema, estaba segura que las estarían esperando.
─ Lose, y perdona por lo que hice antes, me comporte como una niña pequeña…─ dijo Samantha disculpándose por su actitud.
─ No te preocupes estabas en tu pleno derecho de estar así…─ dijo Regina pensando en que no podía reprocharle nada, puesto que le había estado ocultando aquello.
─ Muy bien…vamos aya…─ dijo Regina dándose ánimos mientras se levantaba del sitio y se preparaba.
Regina se acerco de nuevo a este ser, a la vez que este abría la jaula como si la estuviera esperando para unirse.
─ Una cosa este ser no habla…─ dijo Regina advirtiéndole por si quería decir algo mientras entraba nuevamente y volvía a sentir aquella energía recorrerle el cuerpo a la vez que aquel fuego azul la rodeaba.
Rápidamente salieron de allí, aunque las emociones negativas empezaban a agolparse en su mente, mientras que Regina intentaba con todas sus fuerzas que no le dominaran.
Corrieron por varios pasillos viendo algunos laboratorios mientras que la sirena todavía estaba puesta, pero enseguida las luces dejaron de funcionar y otras de color roja inundaron el sitio.
─ Fantástico y ahora han cortado la electricidad…─ dijo Samantha pensando en que las puertas estaban bloqueadas y el ascensor no funcionaba.
La criatura no hizo mas que sonreír como si estuviera en su elemento, la oscuridad era como si la rodeara abrazándola.
En cuanto giraron una esquina, empezaron a escucharse disparos, la mano de aquel ser tomo la de Samantha arrastrándola hacia donde estaban de un tirón por suerte no resulto herida.
─ Joder…Casi me matan…¿Matarías a tu hija…?...─ dijo casi gritando Samantha con miedo en su rostro mientras las balas silbaban.
─ Escucha Samantha, vuelve a tu celda y daré esto como zanjado…Te prometo que una vez hechas las pruebas te dejare libre a ti y a tu acompañante…─ dijo el padre por uno de los altavoces.
─ Para que me hagáis lo mismo que a estas pobres criaturas…─ dijo Samantha en dirección hacia donde había escuchado la voz.
Al momento aquel ser atravesó la pared en donde se encontraba y se dirigió hacia los soldados, a medida que se acercaba podía sentir su miedo e indefensión y el odio que les consumía, el hambre de aquel ser se hacia cada vez mas fuerte y tenia mas ganas, en un instante se coloco detrás de ellos, enseguida saco sus manos a través de la pared y tomo a uno de los soldados, absorbiendo su fuerza vital de golpe, al ver caer a uno de sus compañeros enseguida dispararon hacia la pared, las manos desaparecieron de inmediato.
Ante aquello los soldados empezaron a ponerse nerviosos, nunca se habían enfrentado a aquella cosa a plena potencia.
─ Mantened la posición…─ dijo el hombre intentando calmar a sus tropas, aunque aquello parecía imposible el miedo se había instalado en ellos haciéndoles temblar, incluso dudar.
Aquel ser subió al techo a trabes de la pared y de hay salieron de nuevo sus manos agarrando a otro soldado y convirtiéndolo nuevamente en un cascaron vació y seco haciéndole caer al suelo, las balas volvieron a disparar hacia el techo rompiendo los focos.
─ Sal de donde quieras que estés…─ dijo aquel tipo con tono de enfado viendo que los soldados caían como moscas sin poder hacer nada.
Aunque aquellos hombres empezaban a caer, la mente de Regina empezaba a desfragmentarse poco a poco, aquellas emociones se acumulaban muy deprisa y todo aquel miedo, era como si la estuviera transformando lentamente, sabia que no podría estar mucho dentro de aquel cuerpo.
En un momento bajo en la otra parte del pasillo y con un movimiento de manos la oscuridad pareció como si la obedeciera, apunto hacia delante y esta recorrió el pasillo dejándolo todo a oscuras, ni siquiera las luces iluminaban aquello, Samantha no se atrevía a salir de donde se encontraba.
─ FUEGO!!!....─ grito aquel tipo con todas sus fuerzas, los disparos se escuchaban por todo el sitio pero parecía que ninguno le alcanzaba, la vista de Regina es como si viera perfectamente a trabes de aquello con un color rojo sangre incluso podía escuchar el latido de sus corazones.
Como un relámpago se lanzo por ellos abriendo los brazos abarcando todo el pasillo cuando paso por ellos sus uñas se transformaron en garras de color rojo cortándoles el cuello y haciendo que cayeran al suelo entre estertores de sangre colocándose a escasos centímetros del rostro de aquel tipo.
Casi de manera instantánea la oscuridad se disipo de golpe y los disparos cesaron al momento.
Aquel tipo se quedo como congelado mientras le apuntaba con una linterna, podía sentir el frió de su rostro incluso la maldad que despedía.
Por un instante levanto aquella mano y la coloco en su frente, para absorber su energía vital.
Samantha salio de donde se encontraba, para ver lo que estaba pasando, y observo como los soldados estaban tirados por el suelo demacrados y secos algunos con un corte en sus gargantas y la pared y el suelo lleno de sangre, incluso Regina parecía que estuviera en una especie de trance.
─ Regina para, detente…No puedes seguir con esto…─ dijo Samantha mientras veía como poco a poco el cuerpo de aquél tipo empezaba a consumirse pero no rápidamente como los demás esta vez parecía que disfrutara con aquello.
─ MAMA DETENTE!!!...─ dijo gritando Samantha desesperada, casi al momento aquel ser giro la cabeza y se quedo mirando a Samantha, solamente giro la cabeza pero fue como si algo diera a un resorte enseguida Regina salio de su interior, débil y tosiendo.
Mientras aquel ser volvió a girar la cabeza para mirar fijamente al soldado y seguir con lo que estaba haciendo, pero Samantha se acerco a ella y le coloco la mano sobre su hombro, en aquel momento sintió el miedo que ella tenia y todo el odio que había acumulado por lo que le habían hecho.
─ Suéltalo por favor…lo necesitamos…ya ha habido suficientes muertes, se que te han hecho mucho daño pero vamos a intentar que vuelvas a tu lugar de procedencia te lo prometo…pero tienes que dejarle…─ dijo Samantha con tono calmado mientras que aquel ser seguía teniendo su mano y podía verse como la cara de aquel tipo se demacraba cada vez mas, pero de inmediato dejo de tocarle la frente haciendo que cayera al suelo tosiendo y agotado, poco a poco su cuerpo fue recuperando su energía.
Samantha tomo el arma del soldado y el apunto con ella mientras le temblaba el pulso por el nerviosismo.
─ Ahora nos llevaras a la sala de control…─ dijo Samantha temblándole la voz mientras le apuntaba.
─ Ja, ja, ja, cof, cof, cof….─ dijo riéndose el soldado mientras tosía, e intentaba ponerse de pie, por suerte el contacto con la criatura no había sido muy largo.
─ ¿De que te ríes…?...Llévanos al control central…─ dijo Samantha mientras le apuntaba amenazándole.
─ Se ríe de que sabe perfectamente que estarán esperándonos y que terminaremos muertas…si nos acercamos…además incluso lo de sabotear el portal lo tendrán también vigilado…─ dijo Regina mientras se levantaba tambaleándose y apoyándose contra la pared.
─ Exacto es mejor que os rindáis…y volváis a vuestras celdas como niñas buenas…─ dijo el soldado mientras se intentaba poner de pie tambaleándose y temblándole las piernas.
─ No podemos dejar a las demás aquí encerradas…para que sigan experimentando con ellas…es una crueldad…Además ella nos ayudara…─ dijo Samantha mientras le saltaban las lagrimas a su rostro.
─ ¿Crees que ella podrá entrar de nuevo en ese bicho?...Mira como esta, cada vez que entra se agota cada vez mas…No creo que aguante mas…─ dijo el tipo mientras se recuperaba lentamente y se ponía de pie.
─ Llévanos al control central…tenemos que abrir esas celdas a como de lugar…─ dijo Samantha mientras amartillaba el arma preparada para disparar.
─ No, espera es mejor primero ir por el portal…esa cosa es mejor que no funcione…no podemos dejar que lo activen…─ dijo Regina suponiendo que era la única forma de hacer que no arrancaran mas de aquellas pobres criaturas de su mundo.
─ Muévete…vamos llévanos hasta el portal…─ dijo Samantha mientras seguía apuntándole.
Comenzaron a moverse por suerte las sirenas se habían apagado, pasaron varios pasillos hasta que al fin encontraron el lugar aquel sitio era inmenso.
─ Coloca la mano en el panel…─ dijo Samantha apuntándole con al pistola en la cabeza.
─ No saldréis vivas de esto…─ dijo el tipo mientras el sensor reconocía su huella.
─ Voy a entrar…con ella…Quédate aquí y sigue apuntándole…pase lo que pase no se te ocurra entrar…─ dijo Regina sabiendo que era la única que sabia donde poder tocar para sabotearlo para siempre.
De inmediato la puerta se abrió y Regina entro mirando hacia todas partes el lugar era enorme en el centro había un circulo metálico y unas pequeña rampa que iba hacia el, en los laterales había varias escaleras para llegar a la parte superior y en los laterales unas barandillas para poder observar, mientras que cerca del mismo había varios ordenadores y una fuente de alimentación extraña que parecía una especie de roca brillante de un color verdoso.
Mientras que Regina empezaba a revisar aquello sin darse cuenta varios soldados ascendieron las escaleras para tomar posiciones.
Regina se acerco a donde estaba aquella piedra y comenzó a trastear para abrir la caja donde se encontraba cuando por casualidad pudo ver como un punto rojo se movía en dirección hacia ella.
Al momento se agacho tapada por los ordenadores, mientras aquel ser se ponía cerca de ella, por suerte la jaula se había transformado en su vestido, y parecía una niña pequeña.
─ Mierda…─ dijo Regina mientras se acercaba gateando hacia aquella piedra, en cuanto alzo un poco la mano desde su posición se escucho un disparo que casi le vuela la mano.
─ Regina no saldrás viva de aquí…es mejor que te rindas…y vuelvas a la celda…─ dijo el padre por el altavoz, mientras que Regina se escondía lo mejor que podía sabia que no podría resistir mucho tiempo en aquella posición.
Por unos instantes se quedo mirando a aquel ser que solamente le sonreía maliciosamente y sus ojos se fijaban en ella, miro a Samantha como queriendo despedirse de ella.
─ Eso es lo que tu crees…─ dijo Regina acercándose a la criatura y enseguida esta entendió lo que quería hacer de forma inmediata la parte baja de su vestido volvió a trasformarse en aquella jaula pero al hacerlo varios disparos silbaron a su alrededor impidiéndole acercarse, mientras aquel ser soltaba un chillido que parecía provenir del infierno enseguida su cara sonriente se trasformo ocupando su lugar la ira y el mal mas profundo.
Inmediatamente la oscuridad inundo el lugar aunque esta vez era mas débil que la del pasillo las luces podían iluminar el lugar, mientras que Regina permanecía escondida en su sitio.
Aquel ser se introdujo en la oscuridad disipándose con ella, apenas se podía ver su silueta, pero aun así Regina levanto un poco la caberla para ver lo que pasaba vio como de pronto se colocaba delante de uno de ellos este retrocedió unos pasos y empezó a dispararle, las balas pasaron a trabes de su cuerpo y de inmediato el cuerpo se esfumaba mezclándose en la oscuridad y al momento se volvía a formar de tras de el y con un grito puso su mano en la frente de aquél tipo haciéndole caer al suelo como un cascaron vació y nuevamente volvía a desaparecer.
Regina se quedo sorprendida por aquello, no podía creerlo, aprovechando el desconcierto trasteo un poco mas con la caja y al final consiguió abrirla tomando la piedra.
Por unos instantes se quedo mirando como aquel ser desaparecía y volvía a formarse delante de los soldados haciéndoles caer en su trampa y terminando como unas cáscaras vacías.
Pero en cuanto intento ir hacia la puerta noto el canon de un arma en su cabeza, sabia que si se movía aunque solo fuera un poco terminaría muerta.
─ Suelte la piedra…y dígale a ese ser que se detenga…─ dijo el soldado mientras le apuntaba a la cabeza.
Regina se dio la vuelta vio como aquel ser se acercaba hacia el soldado por la espalda sin hacer ruido.
En un movimiento rápido Regina lanzo la piedra hacia arriba y el soldado por un descuido se quedo mirándola, al darse la vuelta se quedo mirando aquel ser directamente a los ojos, su rostro cambio de forma grotesca, aterradora, solo se escucho un grito de dolor que lleno la sala, al momento se disipo la oscuridad y con aquella luz pudo ver como una de las manos de aquel ser le atravesaba de parte a parte, el pobre soldado aun seguía vivo pero un golpe rápido con las garras de la otra mano hizo que la cabeza cayera al suelo regando el cristal de sangre, seguidamente solo se escucho una risa macabra y aterradora de aquel ser que parecía disfrutar con aquello.
Regina se quedo por unos instantes aterrorizada viendo como aquel ser se relamía los labios saboreando la sangre que había salpicado su rostro mientras que su vestido parecía absorberla, la criatura sencillamente le sonrió ladeando la cabeza y relamiendo la sangre de su mano.
Nuevamente la puerta se abrió y Regina salio de allí con el rostro temeroso y temblorosa por lo que había pasado.
─ Vamos al…centro de control…─ dijo Regina casi tartamudeando por lo que había pasado mientras intentaba olvidar aquella escena.
Mientras avanzaban por los pasillos Regina no podía apartar de su mente la imagen de aquel pobre hombre muriendo de esa forma, por unos instantes se quedo mirando aquella piedra que parecía ser muy simple.
Los pasillos parecían eternizarse, cuando al fin llegaron a una parte, y desde la esquina miraron, al parecer había cuatro soldados custodiándolo una entrada de doble puerta que daba a la habitación de control.
─ Muy bien ahora que hacemos…No creo que podáis atravesar eso…Además ni yo tengo acceso a esa parte…─ dijo el tipo mientras se apoyaba en la pared esperando una respuesta.
─ No se lo que podemos hacer…y se que si entro de nuevo en ella terminare consumida o fusionando nuestras mentes…─ dijo Regina temiéndose que una vez mas seria una locura.
─ Daos prisa no creo que tarden en llegar…─ dijo el tipo con calma como si esperaran a que vinieran.
─ Voy a hacer una cosa…Solo espero que funcione…─ dijo Samantha mientras le pasaba la pistola a Regina y esta seguía apuntándole.
─ Ni se te ocurra fusionarte con ella…Ni siquiera lo pienses…─ dijo Regina advirtiéndole, pensando que es lo que iba a hacer.
─ Tranquila no voy a hacer eso…─ dijo Samantha intentando calmarse todo lo que podía después de haber visto aquello, se acerco a la criatura y por un momento se arrodillo delante de ella esta se quedó mirándola extrañada mientras se escuchaba una sonrisa sádica y malévola infantil.
Samantha acerco su mano lentamente hacia su mejilla, el ser casi de inmediato cerro los ojos como si se concentrara y sus dos mentes se unieran, Regina sabia que era como si se estuvieran hablando, pasado un rato Samantha retiro su mano y el ser abrió los ojos, mientras se escuchaba su sonrisa…
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Aqui dejo otro capitulo mas espero que os guste muchas gracias a todos .
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