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Mazoku
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3.578 ATC
VIAJE HACIA SHADOW CREEK II
─ ¿Te encuentras bien Andrea…?...─ curiosee extrañamente al ver aquella sonrisa en su rostro que hacia que la piel se me erizara.
─ Si, muy bien…─ respondió brevemente mientras no dejaba de mirar a la muñeca y acariciarle el pelo.
Preferi no pensar mas en eso pero no podia apartar la vista de ella, avanzamos durante un buen tiempo antes que tener que detenernos a descansar, pero la radio comenzó a sonar preguntando donde se encontraba.
─ Mari…¿Se puede saber donde coño te has metido…?...Estoy esperándote en la comisaría con las niñas…─ comento a través de la radio el jefe de Mari con un tono de enfado al comprobar que todavía no habla llegado.
─ Escuche, voy a llevar a las niñas hacia un lugar…le comentare cuando llegue…─ contesto Mari ocultándole hacia donde íbamos.
─ Ya puedes ir moviendo tu culo hacia aquí…AHORA!...─ grito el jefe de Mari haciendo incluso que la radio sonara con fuerza.
Mari enseguida apago el radio, jugándose el trabajo por nosotras aunque no pronuncio ni una sola palabra al respecto.
Seguimos avanzando en silencio, miraba por la ventanilla viendo como el paisaje cambiaban podían verse las montañas y notarse la brisa fresca, de vez en cuando nos encontrábamos un coche en dirección contraria aunque era raro.
Cuando ya hubimos avanzando bastante podia ver que casi era ya medio día, y el estomago empezaba a gruñir con fuerza.
─ En la siguiente gasolinera o puesto de descanso nos paramos a comer algo…yo también tengo hambre…─ dijo Mari al escuchar los gruñidos de nuestras barrigas, tardamos como una hora en encontrar otra gasolinera.
Aquel sitio era bastante grande y tenia dos enormes columnas en la parte de afuera habla aparcados varios camiones y coches, delante nuestra habla cuatro surtidores de gasolina, un restaurante y el cuarto de baño junto al lado del sitio donde se pagaba.
Varias personas caminaban de un lugar a otro comprando o entrando en el mini mercado para comprar algunas cosas.
─ Quedaos aquí no abráis a nadie traeré algunos bocadillos y echare gasolina no tardare…─ nos advirtió Mari y seguidamente se fue hacia el mini mercado para comprar algo, en ese tiempo mire a Andrea que parecia que estaba dormida junto con su muñeca que estaba entre sus brazos.
Me quede mirándola por un momento cuando me acerque un poco para comprobar como estaba la muñeca enseguida giro la cabeza mirándome, aquello fue como si me helara la sangre de golpe aunqeu inexpresivo su rostro pareciera que me estuviera amenazando mi vida, sentí un escalofrío con fuerza recorrerme el cuerpo.
Solo esperaba que no le sucediera nada a Andrea su comportamiento habla cambiado mucho desde que le hicieron eso a su muñeca.
─ Andrea…despierta…hemos llegado a una gasolinera…─ dije zarandeándola un poco para que despertara.
En cuanto lo hice Andrea abrió los ojos por un instante aunque pensé que eran imaginaciones mías note como si sus ojos fueran negros por completo sin pupila, nada mas que parpadee un par de veces pensando que era mi mente jugando conmigo y enseguida pude ver sus ojos normalmente de nuevo.
─ Tengo hambre…─ dijo Andrea con un tono muy tranquilo como si se hubiera clamado de alguna forma.
─ Ahora viene Mari ha ido por algunos bocadillos…─ dije mirándola extrañada era algo raro sentía como si hubiera cambiado en cierta forma pero no exteriormente.
─ Voy al servicio…enseguida vuelvo…─ hablo Andrea con un tono de tranquilidad preocupante podia ver en su mirada algo extraño.
─ Mari ha dicho que nos movamos…que vuelve enseguida…─ dije recordando lo que habla dicho.
─ Necesito ir al baño…dile que vuelvo enseguida…─ dijo Andrea mientras bajaba del automóvil en dirección hacia los servicios, no sabia el por que pero sentí algo muy extraño.
Mire a mi muñeca fijamente por un momento y esta parecia devolverme la mirada, era como si supiera que Andrea ya no era ella misma en algún sentido macabro.
Mari parecia que tardara algo lo mismo que Andrea, pero pasado un buen rato esta salio del cuarto baño y se metió en el coche, en su rostro habla una sonrisa extraña y lúgubre.
Mi muñeca en seguida giro la cabeza hacia Andrea y se quedo mirándola por un buen rato como si me estuviera advirtiendo de algo.
─ Voy un momento a ver que le pasa a Mari…esta tardando demasiado…─ me excuse de la mejor manera que pude y tomando la muñeca salí del automóvil en dirección al mini mercado pero enseguida me desvié hacia el cuarto de baño sin que se diera cuenta.
Abrí la puerta lentamente y todo parecia normal enseguida las luces se encendieron pude ver que el sitio no era muy grande tampoco tenían dos lavabos y encima de estos espejos y a mano derecha los wateres con sus puertas correspondientes.
Enseguida escuche como un goteo extraño no era agua, sonaba de manera mas pausada y pegajosa mire enseguida a lso grifos pero estaban cerrados.
Abrí la primera puerta lentamente y no habla nada cosa que suspire aliviada, pero al llegar a la segunda mi cuerpo se estremeció de forma extraña como avisándome del peligro.
No sabia lo que me fuera a encontrar, abrí la puerta y en ese momento me quede paralizada en el sitio el espectáculo era dantesco, habla un hombre tirado en el water su rostro esta cosido literalmente a cuchilladas lo mismo que su abdomen habla sangre por las paredes y en la parte de atrás de la puerta la marca de sus dedos estaba impresa su abdomen tenia muchas puñaladas literalmente la sangre goteaba de el.
Aquello no pude soportarlo solamente cerré la puerta tapándome la boca y retrocediendo unos pasos por lo que habla visto, fui hacia el lavabo para echarme agua en el rostro y despejarme pensé que lo mejor era salir de allí a toda prisa para que no pensaran que seria yo quien lo hubiera matado.
Una vez fuera respire profundamente intentando tranquilizarme pero esa imagen me venia una y otra vez, era imposible que Andrea hubiera cometido semejante atrocidad, pero no quedaba otra.
Me apresure para llegar al coche nuevamente sin que me viera Andrea esperando que no sospechara, abrí la puerta y me senté y me puse a mirar por la ventanilla.
─ ¿Y Mari donde esta…?...─ pregunto de manera desconfiada Andrea al verme subir de esa manera sin pronunciar palabra.
─ Esta en la cola esperando, le queda un rato…─ respondí de manera que no se me notara el nerviosismo que tenia encima.
El silencio se hizo patente en el coche, aunque no podia apartar la mirada de Andrea y su muñeca la miraba de reojo de vez en cuando, pensaba como podia haberse contaminado y lo único que sacaba era de la sangre de la muñeca cuando aquella cosa le arranco la pierna.
Pasaron diez minutos y el silencio se apodero del coche, Andrea no dejaba de acariciar a la muñeca con aquella sonrisa diabólica, no sabia que hacer ni que decir.
Cuando al fin Mari llego tomo la manguera del surtidor y la coloco en el coche para repostar.
─ Aquí tenéis…he comprado algunos bocadillos y refrescos espero que sea suficiente…─ comento Mari mientras tomaba uno de los bocadillos y empezaba a comer.
Una vez hubo terminado se introdujo en el coche y salimos de allí en dirección hacia el lugar.
El silencio se apodero del coche no pronunciamos ni una palabra preferi mirar por la ventana y disfrutar del paisaje pero me era imposible, mi mente jugaba con lo que habla visto en le baño.
El día fue avanzando y poco a poco le paisaje empezó a cambiar nuevamente las montañas daban paso a unas extensas llanuras desde el otro lado podia verse el mar, aunque aquellas carreteras estaban algo mas transitadas que por donde habíamos ido.
El resto del tiempo permanecimos en silencio, cuando el sol ya empezaba a ocultarse encontramos un área de descanso.
El sitio era bastante grande y era como una media luna llena de apartamentos en la puerta habla varios coches y alas luces de algunos estaban encendidas, las noche se presentaba clara y sin nubes alguna, incluso podia verse la luna.
─ Venga nos quedaremos aquí esta noche…según el GPS llegaremos a Shadow Creek mañana…─ comento Mari abriéndonos la puerta y haciéndonos bajar del automóvil, el sitio estaba bastante animado habla gente yendo de un lugar a otro.
Nos acercamos hacia donde estaba el gerente de todo aquello, entramos en una habitación no muy grande con un mostrados y un timbre sobre este, al fondo habla una puerta y en la parte de arriba una televisión.
Mari golpeo varias veces el timbre y a los pocos segundos salio una mujer ya entrada en años.
─ ¿Qué es lo que quieren…?...─ consulto la mujer en tono mal encarado mientras nos miraba de arriba abajo.
─ Una habitación para una noche…¿Me podría hablar un poco de Shadow Creek…?...─ curioseo un poco Mari mientras la mujer le entramaba la llave del apartamento aunque su rostro no se podia decir que era de muchos amigos.
─ Es mejor que no vayan a ese sitio esta maldito…─ respondió la mujer brevemente y enseguida entro hacia dentro nuevamente, dejándonos un poco sorprendidas por aquella respuesta.
─ Será mejor que vayamos a dormir…─ hablo Mari mientras salíamos de allí y nos encaminábamos hacia nuestro apartamento, al llegar abrió la puerta.
El sitio no era muy grande tenia una cama algo vieja una televisión que andaba con monedas al fondo el cuarto de baño al lado de la puerta habla una ventana con una cortina de color blanco sucio, enfrente de la cama habla un sillón algo viejo.
─ Meteos las dos en la cama…yo me quedare en el sillón haber si puedo pegar ojo…─ comento Mari mientras intentaba acomodarse y apagar la luz, antes de ir a dormir miro por la ventana.
Me quede por un momento mirando al techo viendo las luces de coches que salían y otros que venían escuchando la gente hablar, mire a Andrea por un momento y vi que se habla puesto de costado abrazando a la muñeca con fuerza.
Intente dormir un poco, estaba completamente agotada, no estuve muy segura cuando estuve dormida pero algo me despertó de sobremanera como si alguien me avisara de que estaba pasando algo.
Enseguida me di cuenta que Andrea no estaba en la cama ni tampoco su muñeca, me levante rápidamente y zarandee un poco a Mari para que se despertase.
─ ¿Qué es lo que pasa…?...─ consulto Mari algo somnolienta mientras se restregaba los ojos para despejarse.
─ Andrea no esta en la cama…─ conteste con tono de miedo mientras Mari se despejaba, en eso se levanto y se estiro un poco, avanzo hacia el cuarto de baño y toco varias veces en la puerta para comprobar pero solo habla silencio pasado un rato entro para comprobar pero no habla nadie.
─ No esta…tenemos que buscarla…─ nada mas tocar el pomo de la puerta vimos a través de la ventana que todas las luces del lugar se habían apagado de golpe aquello quedo en la semi penumbra solo estaba la luz de la luna alumbrando aquello.
Mari salio muy despacio del apartamento mientras que yo iba detrás suya, aquel sitio se habla quedado en silencio por completo era como un cementerio.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo no sabia que hacer estaba aterrorizada, apretaba la muñeca contra mi con todas las fuerzas que podia.
─ Ve al coche…yo iré a buscar a Andrea…Toma las llaves y no dejes entrar a nadie…─ comento Mari dándome las llaves enseguida fui hacia el coche y nerviosamente abrí la puerta del automóvil y entre cerrándola con el seguro.
Aunqeu me quede helada nada mas entrar me fije que la muñeca de Andrea estaba sentada justo a mi lado, esta en seguida giro la cabeza mirándome macabramente pero aun así no hizo ningún movimiento.
Mi muñeca hizo lo mismo se quedaron mirándose unos instantes como si estuvieran hablando entre ellas de alguna forma misteriosa.
Preferi no pensar en eso y desoyendo lo que me habla dicho Mari salí del coche y empecé a buscar a Andrea por el lugar.
Pude ver a Mari que estaba tocando en los demás apartamentos para que la gente se despertara pero no obtenía respuesta alguna, era como si no hubiera nadie en ese lugar.
Me dirigí hacia donde estaba la gerente para preguntarle, esperando que me pudiera decir si habla visto a Andrea por algún sitio.
Pero antes de poder entrar note como si algo me estuviera impidiendo pasar como una extraña neblina de color oscuro, aquello me hizo sentir un miedo muy conocido teníamos que salir a toda prisa.
Entre la oscuridad pude ver la figura de Andrea que parecia estar de pie frente a mi mirándome fijamente.
─ ¿Andrea…eres tu…?...─ consulte con miedo en mi voz casi tartamudeando, pero tan pronto como formule la pregunta aquella imagen desapareció corriendo.
Aquello me hizo retroceder salir de aquel lugar a toda prisa, Mari seguia golpeando en las puertas pero no obtenía ninguna respuesta de la gente que se hospedaban.
Rápidamente me dirigí hacia el coche para volver a entrar, abrí la puerta como pude y entre, pero al entrar pude ver que la muñeca de Andrea habla desaparecido.
Mire por todos lados pero no estaba no entendía como habla podido salir, enseguida mire por la ventanilla y vi como Mari abría uno de los apartamentos con la pistola en la mano preparada por lo que pudiera pasar.
Como pude me coloque en el primer asiento y toque el claxon para que se diera prisa y saliéramos cuanto antes.
En cuanto toque la primera vez observe a Mari salir pero parecia que lo que habla visto le habla afectado, corrió rápidamente hacia el automóvil tenia le rostro blanco preferi ni pensar en lo que hubiera podido ver.
─ Tenemos que salir de aquí cuanto antes…ponte el cinturón…─ hablo Mari mientras se ponía el cinturón por mi parte le pasaba las llaves, pude ver como la mano le temblaba bastante pero consiguió meter la llave enseguida escuche el sonido del motor pero que no llegaba a arrancar parecia que le hubieran echo algo.
─ Arranca…─ hable una y otra vez repitiéndole viendo por la ventanilla como de pronto todas las puertas se abrían de golpe como si los apartamentos quisieran expulsar el mal que contenían.
─ ¿Qué crees que estoy intentando…?...─ curioseo de manera nerviosa mientras forzaba la llave una y otra vez pero el coche no llegaba a arrancar solo se escuchaba el motor del coche forzado.
Paso un rato mientras intentaba arrancar, pero aun así no habla forma de pronto sentimos como si algo chocara contra el coche, incluso llego a moverlo un poco.
Mari dejo de intentar arrancar y tomo la pistola en mano y la saco preparándose para lo que pudiera pasar, enseguida puso mi mano encima de mi cabeza haciéndome que me tumbara en el suelo mientras ella miraba al techo atenta a lo que sucediera.
El silencio se prolongo durante algunos minutos mientras no se producía ningún ruido, en se momento pude ver como Mari apunto con miedo hacia la ventana y se produjeron algunos disparos.
─ Salgamos del coche…─ comento con miedo en la voz Mari aunque tenia razón no podíamos quedarnos por mas tiempo.
Al salir pude ver un cuerpo de reojo tirado delante del automóvil en el suelo, preferi no mirar y seguir hacia donde iba Mari, llegamos al limite del área de descanso pero algo nos impedía salir aquella barrera oscura estaba en nuestro camino.
─ ¿Qué hacemos…?...─ pregunte de manera nerviosa mientras Mari pensaba en las opciones que teníamos para salir aunqeu resultara imposible.
─ Tenemos que ocultarnos entre los coches…solo espero que no aparezcan mas cosas de esas…─ contesto Mari mientras íbamos corriendo hacia el aparcamiento del lugar y nos pusimos en cuclillas.
─ Chloe…Chloe…─ menciono una voz muy suave que me recordaba a Andrea, puesto que era su misma voz pero no sabia con exactitud de quien se trataba.
Preferi no responder pero enseguida pude notar como la muñeca que sostenía empezaba a moverse intentando liberarse de mi abrazo, Mari se quedo sorprendida por aquello y enseguida le apunto con el arma.
─ No le hagas daño por favor…─ dije intentando protegerla con mi cuerpo poniéndome delante de ella.
La muñeca se quedo por unos instantes mirándome extrañada y enseguida salio corriendo en una dirección como si supiera hacia donde ir.
─ Será mejor que mantengas esa cosa lejos de mi…─ comento Mari mientras veía a la muñeca correr desapareciendo entre los coches.
─ Chloe…es mejor que salgas no me hagas ir a por ti…─ dijo esa voz en un tono algo mas subido de tono como si se tratara de una amenaza.
Preferi no responder, empezamos a caminar agachadas entre lso coches para poder ver de donde provenía esa voz.
Mari en ese momento elevo la cabeza para ver si podia encontrar la procedencia de la voz o si ocurría algo.
─ Muy bien tu lo has querido…─ dijo de manera amenazante aquella voz y en se instante empezamos a escuchar las pisadas de algo que se acercaba en todas direcciones.
Mari apretó el arma con fuerza mirando hacia todas direcciones con el miedo en su rostro, yo no podia hacer nada estaba con el miedo en el cuerpo.
─ Métete debajo de los coches, rápido!...─ pronuncio Mari haciéndome que me arrastrara debajo de uno de los coches para esconderme de esas cosas, aunqeu desde mi posición no podia ver mucho.
Enseguida Mari avanzo entre los coches y termine perdiéndola, solo escuchaba las pisadas de aquellas cosas, pude ver incluíos algunos zapatos ensangrentados que paseaban cerca de donde estaba.
Pasado un rato escuche como varios disparos que se sucedían y el ruido de cuerpos caer al suelo pero aun así no se detenían.
─ Soltadme, malditos engendros…─ pronuncio Mari con fuerza mientras podia ver desde mi posición como se la llevaban.
─ Vaya miera quien tenemos aquí…Chloe si quieres que siga siendo ella misma es mejor que salgas de donde estés…─ dijo aquella voz amenazando la vida de Mari, pero tampoco quería morir.
─ No salgas…─ hablo Mari sacrificando su vida por la mía, pero no podia dejar que eso pasara.
Por un momento me quede pensando, no quería perder a nadie mas pero sabia que si salía de mi escondite terminaría muerta.
Después de haber pensado en eso, preferi salir y aceptar mi destino, pero en cuanto salí debajo del automóvil el miedo me perforo el corazón, pude ver aquellas personas tenían cortes en todo su cuerpo sus miembros estaban cortados pero parecían flotar en el aire como si estuvieran sostenidos por alguna clase de hilo.
Aquellos ojos vacíos y blancos se quedaron mirándome fijamente, solamente avance poco a poco, cuando pude ver a Mari apresada por dos de aquellas cosas y delante de todos ellos allí estaba Andrea su rostro era de color blanco, sus ojos de un color negro intenso sin pupila alguna y varias venas podían verse cruzar su rostro sus labios eran de color rubí fuerte, pero lo que mas me extraño fue como si hubiera una sombra de aspecto humanoide detrás de ella como si la estuviera manejando.
─ Ya estoy aquí, déjala ir…─ pronuncie esperando que lo hiciera, al menos confiaba que pudiera irse.
─ No es a ella a quien la quiero…pero sabes es interesante…─ en cuanto termino la frase miro hacia una de esas cosas y esta enseguida abrió la boca de sobremanera incluso escuche como su mandíbula crujía y los músculos se retorcían.
Entonces una fila de dientes agudos como cuchillas salieron y como un relámpago le dieron un mordisco en su hombro, el grito de Mari me dejo sobrecogida.
─ NOOOOO!!!....─ grite con fuerza al ver aquello, caí de rodillas llorando no sabia que hacer aquel seria nuestro final.
Esta vez ni mi muñeca no podría salvarme, aparte que no la veía por ningún sitio, acepte mi destino sabiendo que terminaría allí, mire a Mari podia ver aquella especie de sangre negra caer al suelo haciendo charcos en el suelo mientras ella tenia la cabeza bajada.
─ Ahora es nuestra…─ menciono la marioneta de Andrea mientras se reía de manera diabólica.
Observe como dos de aquellas cosas se acercaban a mi a cogerme pero antes de que estuvieran a mi lado escuche unos golpes cuando gire la cabeza observe que Mari se habla recuperado.
Los dos monstruos que estaban reteniéndola estaban en el suelo, aquello me sorprendió mucho me quede sorprendida, puesto que la criatura que venia a por mi se detuvo y giro la cabeza sorprendido.
─ ¿Pero como…?...Es imposible deberías de estar bajo mi control…─ hablo Andrea con una voz ronca, pero sabia perfectamente que esa no era la suya aquel tipo estaba controlándola y hablando por ella.
─ Es imposible…─ pronuncie mirando a Mari que parecia que aquel mordisco no le hubiera afectado aunque la herida estuviera supurando aquel liquido negruzco, enseguida una de esos monstruos me tomo en sus brazos poniéndome una mano en el cuello dispuesto a rompérmelo.
─ Es mejor que no te muevas, si no quieres que le rompa el cuello a Chloe…─ hablo ese ser amenazando a Mari.
Mari ni siquiera pronuncio palabra se quedo como inmóvil en el lugar, pensé que a lo mejor hubiera sido un mecanismo de reflejo antes de estar bajo su poder.
Andrea se quedo mirándola sin saber que decir, el silencio inundo el lugar, puesto que pensé que todo habla terminado y nunca encontraría a mi hermana.
En ese momento algo que no me esperaba me sorprendió de sobremanera, escuche como Andrea gritaba de dolor y como aquella cosa perdía fuerza sujetándome, momento que aproveche para salir corriendo de allí y esconderme entre los coches de nuevo.
Observe como el cuerpo de Andrea caía al suelo desplomándose y gritando de dolor, en su espalda estaba la muñeca que la habla apuñalado pro la espalda, aquello era sorprendente, entendí que si me convirtiera en aquellos seres la muñeca no tardaría en matarme.
Pude ver como la muñeca se ensañaba dando puñaladas una y otra vez la sangre salpicaba su rostro junto con su vestido, la faz de esta era diabólica y pareciera que estuviera disfrutando con aquello.
─ Maldita muñeca…─ dijo aquella figura humanoide sorprendía por lo que habla hecho al parecer habla prestado demasiada atención a nosotras y se habla olvidado de estas.
Aquellos monstruos empezaron a gritar de dolor como si perdieran fuerza ,momento que provecho Mari para salir corriendo y ocultarse entre los coches.
Desde mi posición veía como a la pobre de Andrea terminaba en manos de su propia muñeca siendo acuchillada una y otra vez sin descanso.
─ Basta, malditos trastos inútiles…─ exalto el tono de voz y como si se tratase de una explosión de oscuridad se levanto de golpe enviando a la muñeca a varios metros y deshaciéndose de ella.
Andrea se levanto con el cuerpo cosido acuchilladas y ensangrentado, parecia moverse tambaleándose de un lugar a otro como si le costara moverse, aquel liquido negruzco resbalaba por todas mancando su ropa.
─ Crees que esto significa algo, este cuerpo no vale nada para mi solo es una alma mas, si quieres que todo esto acabe ríndete en tu huida…te prometo que te reunirás con tu hermana, ella sigue viva pero no se por cuento tiempo mas estará así…─ pronuncio Andrea amenazando la vida de mi hermana, pensé que seria lo mejor, aunqeu cuando estaba a punto de salir de mi escondite note una mano en mi boca tapándomela, cuando gire la cabeza vi que era Mari haciéndome la señal de que no hablara.
Mire a Andrea extrañada pensando que aquél mordisco no le habla afectado pero tenia la ropa llena de ese liquido negruzco.
─ ¿Mari…?...─ pregunte llena de miedo al ver que estaba detrás de mi tenia un aspecto cansado pero parecia que el mordisco no le habla afectado aun y aun era ella misma.
─ Tenemos que salir de aquí…vamos al coche…─ contesto entre suspiros y jadeos, así comenzamos a movernos entre lso coches mientras Andrea intentaba descubrir donde estábamos.
Nos movimos todo lo en silencio que podíamos hasta llegar a su coche en eso nos metimos dentro, me agache lo que pude para que no me viera.
Por un momento Mari se quedo quieta esperando algo aunqeu no sabia el que era, de improviso encendió el motor.
─ Ya te tengo maldito monstruo…─ hablo Mari con cara de furia en su rostro mientras apretaba el acelerador con todas sus fuerzas.
Note el empujón que el coche dio con fuerza, sabia de sobra que quería pasarle por encima.
─ ¿Pero que…?...─ consulto Mari con tono de extrañeza sabia que algo no habla salido bien pero no me imaginaba el que.
Enseguida note un golpe sobre el techo aquello me asusto de sobremanera, volví a notar como el coche iba marcha atrás todo lo rápido que podia seguramente para desequilibrar algo que se habla subido encima.
De pronto el metal del techo se abría y una mano se introducía en su interior buscándome Mari empezó a hacer movimientos bruscos con el coche de un lugar hacia otro pero parecia que no habla forma de tirarla.
─ Agarrate a lo que puedas…─ hablo Mari con cara de miedo en su rostro, esperaba que no hiciera lo que estaba pensando.
Sentí como el coche aceleraba con fuerza y precisamente era lo que estaba pensando en cuanto pasaron unos metros note como el coche frenaba de golpe y algo que cayo al suelo, enseguida Mari acelero pasando pro encima de ella pudimos sentir el bulto y como el coche rebotaba un poco.
─ Espero que este muerta…─ hablo nuevamente Andrea con ira en su rostro y si fuera poco volvió a retroceder pasando nuevamente por encima de Andrea.
Entonces Mari sin pronunciar palabra abrió la puerta del coche y salio para comprobar si estaba muerta, en eso me levante y me senté en el asiento para ver que es lo que pasaba.
Parecia que todo iba bien y Andrea al fin habla muerto, pero la sorpresa volvió a golpearme cuando vi como Andrea se lanzaba nuevamente a morder a Mari con el mordisco acertó en el brazo.
Pude ver como Mari intentaba quitársela de encima como podia pero parecia que era imposible por mucho que se moviera, en un movimiento brusco estrello la cabeza de Andrea contra el capo pero el cepo que tenia con sus dientes parecia no abrirse mientras que Mari gritaba con fuerza.
En eso solo escuche el sonido de que hubieran lanzado algo y enseguida la mandíbula de Andrea cedió abriéndose y soltando a Mari.
Baje del coche rápidamente para comprobar que es lo que habla sido y pude ver una pequeña hacha calvada en su espalda mientras que Andrea intentaba quitársela.
─ No pienses que esto ha acabado…mas tarde o mas temprano serás mía…─ comento Andrea mientras intentaba sacarse el hacha de la espalda pero para mis sorpresa la otra muñeca salto sobre sus hombro y alzo el cuchillo por encima de su cabeza y de un golpe certero lo calvo encima de esta haciendo que cayera de golpe al suelo.
Después de eso con fuerza saco el cuchillo pude escuchar un sonido asqueroso al hacerlo.
Por un momento ambas muñecas se acercaron a Mari con una expresión macabra en sus rostros y se quedaron a escasos centímetros de ella quietas sin moverse.
Ambas giraron la cabeza por unos instantes y se quedaron mirándose la una a la otra como si estuvieran decidiendo que hacer con Mari o si tuvieran que matarla.
Aquellos segundos me parecieron una eternidad incluso Mari no se movía mirando a las muñecas con miedo.
─ Es mejor…que nos vayamos…─ pronuncio Mari mientras caminaba de nuevo al coche pero las heridas parecia que le hubiera afectado demasiado estaba tambaleándose como a punto de desmayarse.
En ese momento observe como el cuerpo de Mari caía al suelo a plomo, me quede paralizada sin saber que hacer, me hacer que a ella y comprobé que aun respiraba al menos seguia con vida.
Fui corriendo hacia la habitación para ver si podría encontrar alguna tela para poder ponérsela e intentar que se mantuviera con vida…
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno aqui dejo otro capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
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LLEGADA AL INFIERNO
Le aplique como pude un torniquete para detener la hemorragia pero no estaba segura que resultara, podia observar como las muñecas permanecían de pie a su lado observándola sin pronunciar palabra pero con aquella mirada macabra en sus ojos fríos y sin vida.
Mire a mi alrededor y vi aquellos cuerpos tirados y deformados, no pude pensar mas que mi hermana podría terminar de esa forma, esperaba que no fuera ese su destino.
─ ¿Qué ha pasado…?...─ pregunto Mari con voz débil, al menos seguia viva pero aun estaba desorientada, me acerque para comprobar si estaba mejor.
No pronuncie palabra alguna sencillamente la ayude a levantarse, con gran dificultad llegamos al automóvil y entro, en cuanto estuvo en el asiento del conductor cerré la puerta y me puse en el asiento de atrás, al mirar a mi derecha las muñecas estaban allí.
─ Necesito descansar…─ dijo Mari mientras cerraba la puerta y seguidamente su cabeza cayo hacia atrás apoyándola en el cabecero del asiento.
Al ver que de momento no iríamos a ningún sitio me acomode un poco mejor e intente pegar ojo de lo que quedaba de noche, pero casi me era imposible podia ver en mi mente con claridad como las muñecas asesinaban sin compasión alguna a la pobre de Andrea, aunque la pesadilla prosiguió, las muñecas avanzaban hacia mi con sus armas en las manos preparadas para matarme, en ese momento me desperté algo sobresaltada mire hacia la derecha y estaban inmóviles como guardianas o verdugos esperando el momento.
Mire como el sol salía, respire aliviada por un momento, moví un poco el asiento para que despertara Mari, en eso se sobresalto un poco al menos la cura improvisada que le hice sirvió para algo.
─ ¿Cuánto he dormido…?...Dios mío!, será mejor que nos pongamos en marcha…─ pregunto Mari mientras se restregaba los ojos por el sueño y enseguida encendió el motor y salimos de aquel lugar maldito.
Mire por la ventanilla mientras nos alejábamos pensando en Andrea y lo que había pasado.
El trayecto fue bastante movido la mañana empezaba a aclarar y no se veía ninguna nube en el horizonte, el paisaje cambiaba poco a poco a nuestra derecha estaban las montañas y a la izquierda el mar podía verse reluciendo con los rayos de sol.
Mientras nos adentrábamos poco a poco en dirección a Shadow Creek pude ver como nos deteníamos en una gasolinera.
─ Tenemos que despostar y comer algo…─ dijo Andrea mientras bajaba e iba al maletero de este saco una chaqueta y se la coloco tapando las heridas, mientras se limpiaba algo la cara.
Después de aquello abrió mi puerta y baje tomando a mi muñeca en los brazos, esperando que al menos me avisara si algo pasaba.
Había unos cuantos coches pero poco mas el ambiente era bastante frío y las personas apenas nos miraban, entramos en la cafetería y enseguida sentí el calor de la calefacción y el olor a café que nunca me había gustado.
Al momento Mari se dirigió hacia la barra y por mi parte me senté en una de las mesas mirando hacia fuera.
Pasado un momento Mari regreso con un batido de chocolate y un bocadillo junto con su café y un donut.
─ ¿Bueno me vas a contar que es lo que ha pasado allí…?...─ cuestiono Mari mientras daba un sorbo al café y mordía el donut.
Por mi parte permanecí en silencio y empecé a desayunar con la cabeza bajada sin pronunciar palabra.
─ Mira si quieres que vaya contigo a ese sitio y te ayude con lo de tu hermana es mejor que me digas al menos lo que esta pasando…después de esto ya es un poco tarde para que estés en silencio…─ hablo Mari con tono serio mientras le daba otro sorbo al café, por un instante le mire a los ojos pese a que tenia toda la razón no sabia por donde empezar, así que lo hice lo mejor que pude; estuvimos un rato charlando y le explicaba todo lo que sabia que era mas bien poco.
Mari permanecia atenta a lo que le podia decirle pero con algo de desconfianza aunque sabia que era cierto puesto que lo había visto y vivido en sus carnes, lo que me extrañaba que aun siguiera siendo ella misma y no se hubiera transformado o presentado algún síntoma.
─ Vale, voy a pagar la cuenta tu ve hacia el coche…─ comento Mari mientras nos levantábamos, tome a la muñeca y abandone el bar en dirección al coche.
Entre y coloque la muñeca al lado de la otra y me dispuse a mirar por la ventana mientras llegaba Mari.
Los coches venían y salían, aquello me hacia sentir infeliz de alguna manera extraña, pero cuando mas absorta estaba entro Mari en el coche con un mapa en las manos.
─ Aun nos queda un buen trozo, llegaremos casi atardeciendo…─ hablo Mari mientras miraba por un momento el mapa y seguidamente arrancaba.
El resto del viaje fue de lo mas tranquilo, de vez en cuando miraba a Mari por el espejo esperando que algo sucediera pero al parecer parecia que era inmune al mordisco que le habían dado.
La veía algo cansada pero nada mas, el paisaje fue cambiando y las montañas las fuimos dejando atrás para entrar en un valle; la niebla poco a poco fue inundando la carretera y el cielo.
Dentro de mi algo me decía que tendríamos problemas, pero a pesar de todo tenia que rescatar a mi hermana.
─ Se esta haciendo mas espesa…espero que podamos continuar…─ comento Mari mientras conducía, la niebla era cada vez mas espesa a medida que nos adentrábamos en el valle.
Casi no se podia ver nada y la luz del sol ya no podia atravesarla, los pájaros dejaron de cantar no se escuchaba nada en absoluto era como estar en un cementerio.
Avanzamos unos kilómetros mas antes de que tuviéramos que parar debido a la niebla, al bajar note el frío como me bañaba y me hacia tiritar, notaba la humedad en cada respiración.
─ Tendremos que continuar a pie…─ hablo Mari mientras bajaba del coche, pro mi parte tome a las dos muñecas, mire a Mari que parecia algo cansada pero al parecer los efectos del mordisco no le habían echo nada, no tenia ninguna respuesta parecia ser inmune.
Cuando avanzamos escuche como la voz de mi hermana que me llamara, aquél sonido parecia como un susurro pero podia oírla alto y claro.
─ Alice…Ya voy por ti…─ dije mientras aceleraba el paso y adelantaba a Mari la voz parecia incrementarse cada vez mas, sin pensármelo dos veces seguí andando en dirección de donde venia.
─ ¿Pero que…?...DETENTE!....─ grito Mari con fuerza haciéndome despertar de aquel estado, enseguida me detuve y cuando mire a mis pies vi que había un gran agujero en el suelo dispuesto a engullirme.
─ ¿Se puede saber que es lo que hacías…?...¿Hacia donde ibas…?...─ pregunto mientras me detenía en seco y retrocedía unos pasos alejándome de aquel agujero.
─ Había escuchado la voz de mi hermana que me llamaba…─ respondí confusa mientras miraba hacia todos lados un poco desorientada.
─ Será mejor que no hagas tonterías…─ sugirió Mari mientras respiraba aliviada, al seguir caminando un poco giramos en un cruce en dirección a Shadow Creek, tuvimos que andar un par de kilómetros, el asfalto había sido reemplazado por un camino de grava y tanto hacia la derecha como a la izquierda había campos de labranza que estaban descuidados.
La noche se nos echaba encima, viendo que no llegaríamos hacia donde íbamos, seria mejor resguardarnos en una de las granjas que habíamos visto.
Avanzamos hacia ellas y al llegar pudimos ver el estado en que se encontraba parecia estar casi derruida pero aun aguantaba en pie, la puerta cedió rápidamente nada mas empujarla, el mobiliario estaba tirado por el suelo, y había marcas de hollín por todas partes, el olor era una mezcla entre humedad y humo.
Nada mas entrar empecé a investigar el lugar mirando pro todas partes, al llegar a la habitación principal pude ver que había una cuna de madera casi quemada, me aproxime y en la parte frontal estaba grabado el nombre de Grabiela, en el suelo tirado había un pequeño oso de peluche que había vivido tiempos mejores y al lado de esta una mecedora casi destrozada.
─ Chloe no te alejes mucho…─ enuncio Mari mientras miraba por todos lados para coger algo de madera que encontrase y hacer una hoguera para pasar la noche.
Por unos segundos me quede mirando hacia la cuna con la mente en blanco incluso me parecia que se moviera, cuando moví la cabeza de lado a lado para despejarme, enseguida supe que era parte de mi imaginación.
Cuando volví Mari ya había hecho una pequeña hoguera aquel calor me reconfortaba enseguida me senté junto al fuego y me dispuse a calentarme un poco.
Los sonidos de la noche empezaron su serenata nocturna, tanto lso grillos como algún búho, desde donde estábamos podíamos ver las estrellas parecia que la niebla había levantado.
─ Ven aquí…abrígate algo la noche será fría…─ enuncio Mari mientras abría su chaqueta para que me sentara a su lado.
Su mirada enseguida se fijo en las muñecas y note como estas giraban la cabeza para mirarla a ella, pude ver como su rostro no cambiaba no parecia tenerles miedo o lo ocultaba muy bien.
El sueño poco a poco nos fue invadiendo, junto con el calor de la hoguera, ni siquiera me di cuenta del tiempo que paso, para cuando los abrí aun era de noche, a mis oídos llego el sonido de la cuna moverse, en cuanto me levante nuevamente la voz de Alice llamándome.
Pensando en lo que me había pasado antes que casi me llego a matar avance muy lentamente hacia la habitación en la que antes había estado.
Al llegar contemple como la cunas se balanceaba lentamente como si una mano invisible la estuviera acunando.
─ Chloeee, ven no tengas miedo…─ susurro aquella voz muy suavemente que provenía desde la cuna.
Me acerque unos pasos para cuando llegue pude ver horrorizada unas extremidades cortadas y sangrantes pero a pesar que aparte por un momento la vista, lo que pude ver de reojo me dejo helada aquella ropa la conocía era la que llevaba mi hermana.
Horrorizada retrocedí unos pasos alejándome de la cuna pero enseguida aquellos pedazos saltaron en el aire rearmando a una parodia de ser humano que parecia ser manejado por unos hilos invisibles.
Pero lo mas terrorífico de todo es que era el cuerpo de mi hermana, su rostro estaba surcado por varias cicatrices tenia unos dientes puntiagudos y una sonrisa macabra, sus ojos tenia un color rojo profundo y sus ropas estaban manchadas de sangre.
─ Chloe ven conmigo…no debes de tener miedo…─ pronuncio aquella especie de parodia de Alice, aquella no podia ser mi hermana era imposible me repetía una y otra vez en mi mente para creérmelo.
Retrocedí unos pasos mas negando con la cabeza pero enseguida tropecé y caí ante aquella cosa que se acercaba cada vez mas hacia donde estaba.
No te como el sudor frío me recorría la cara, intente no mirarle pero era imposible, sabia que aquel seria mi final, intente gritar con todas mis fuerzas pero no salía ningún sonido de mi garganta.
─ No te preocupes estaremos juntas por siempre…─ volvió a decir aquella cosa mientras se acercaba, cuando ya estaba casi a mi lado abrió aquella boca de manera imposible mostrándome aquella fila de dientes puntiagudos.
Pero por alguna razón escuche nos disparos abrí los ojos y gire la cabeza de donde había venido pude ver a Mari que mantenía la pistola humeante aun en sus manos.
─ Es mejor que no te alejes…─ hablo Mari advirtiéndomelo, y estaba completamente deacuerdo aquello se estaba transformando en una pesadilla viviente.
De pronto mire al suelo y vi que solamente eran unos troncos que estaban tirados por el suelo, pro suerte no era mi hermana, pude respirar aliviada pero aquella visión hizo que casi no pudiera pegar ojo en toda la noche, aunqeu lo que mas me extrañaba es que ninguna de las muñecas se hubiera dado cuenta de lo que pasaba, pensé que quizás era por había sido un sueño aunque demasiado real.
Intente dormir peor no había forma cada dos por tres abría los ojos soliviantada por lo que había pasado, pero todo estaba demasiado tranquilo.
En eso me despertó un pitido era la alarma del reloj de Mari, esta enseguida se desperezo estirándose.
─ Será mejor que lleguemos al pueblo cuanto antes…no pienso pasar otra noche aquí…─ comento Mari mientras miraba las balas que le quedaban y reponía algunas mas.
Salimos de aquel sitio con no muy buen sabor de boca el día era frío y la niebla volvía a inundarlo todo, al mirar al cielo observé que no había ningún pájaro y que nubes oscuras empezaban a cubrir haciendo la mañana mas oscura.
─ Hay demasiada tranquilidad…─ hablo Mari mientras avanzábamos hacia el pueblo, al llegar a este pudimos ver que estaba casi en ruinas por completo pocos edificios habían sobrevivido podia verse marcas de quemaduras de un incendio por todas partes.
Por un momento me imagine a las personas del pueblo yendo de un lugar a otro muy tranquilas y despreocupadas.
Pero Mari siguió avanzando, sentía como las muñecas giraban sus cabezas de un lugar a otro como si estuvieran mirando a alguien que nos estuviera siguiendo.
Continuamos avanzando por aquel siniestro lugar la tranquilidad era excesiva, ni siquiera un pájaro rompía aquel silencio, Mari por su parte parecia intranquila no soltaba el revolver y permanecia atenta a todo.
─ Muy bien…ya estamos aquí…¿hacia donde vamos…?...─ pregunto Mari, sin saber hacia donde ir, aunque yo tampoco tenia mucha idea.
Por unos instantes me quede mirando el sitio hacia todas partes pero no sabia hacia donde ir, no tenia ninguna pista y allí era imposible que estuviera.
─ No lo se…─ respondí mientras miraba para ver si percibía algo y saber que dirección tomar ahora.
En breves minutos el cielo se oscureció por completo parecia que era de noche, de repente vimos un relámpago cruzando el cielo y después un trueno que rompía el silencio aquello hizo que me recorriera un escalofrió por la espalda.
Mientras atravesábamos el pueblo escuchamos como unos pasos que parecían seguirnos, Mari se detuvo apuntando hacia esa dirección.
─ Salga quien quiera que sea…Soy policía…─ comento Mari dando la advertencia pero enseguida ese sonido ceso.
Por mi parte no sabia que hacer miraba hacia aquella dirección, apreté por un momento a las muñecas entre mis brazos que permanecían inmóviles pero alertas.
Enseguida volvieron a escucharse esos pasos acercarse pero esta vez parecia venir de todas direcciones.
Enseguida vi como el tranquilo rostro de Ma4ri cambiaba de golpe sabia que aquello no era nada bueno cuando la vi retroceder apuntando hacia ese lugar.
─ Vámonos rápido!…─ exclamo Mari tomándome de la mano y empezando a aligerar el paso.
Gire la cabeza mientras corría y lo que me dejo helada era una de aquellas cosas con la piel blanquecina, incluso podían verse algunos órganos como palpitaban aun pero aquellos ojos estaban vivos parecían pedir ayuda, se escuchaban unos gemidos sordos provenientes de aquel monstruo.
De pronto o6tros gemidos se escucharon en un momento el pueblo estaba invadido por aquellas cosas que querían cortarnos el paso.
Seguimos corriendo hacia la salida del pueblo, en cuanto salimos de allí seguimos un camino entrando en un valle a nuestro paso observamos varias casetas y algunos cuantos vagones de carga y descarga junto con a las vías que se dirigían hacia a algún lugar.
Mari decidió seguirlas y terminamos en la entrada hacia una mina, nada mas llegar varias imágenes azotaron mi mente de golpe viendo a mi hermana como era convertida en una de esas cosas, su rostro blanquecino, los gritos de dolor perforaban mi mente como un clavo ardiendo, de pronto mis gritos inundaron el lugar haciendo eco, la cabeza me dolía horrores caí de rodillas gritando.
─ Chloe,…¿Qué te pasa…?...Venga debemos de seguir…─ enuncio Mari mientras se acercaba a mi para cogerme en brazos.
Mis sentidos estaban embotados por el dolor y mi cerebro pro las imágenes, casi no podia levantarme, pero de reojo pude ver como en cuanto Mari se acerco las dos muñecas se pusieron delante de mi con las armas en las manos preparadas, Mari no pudo mas que apuntarles con el arma.
─ Apartaos de ella…Fuera!...Largo!...─ ordeno Mari mientras disparaba al aire un tiro de advertencia pero aun así las muñecas no se movieron ni un centímetro del lugar.
El dolor poco a poco fue cediendo y dejándome pensar, solo esperaba que no volviera, me levante como pude dando algunos traspiés.
Mi muñeca giro la cabeza para comprobar como estaba, aunque Mari no dejaba de apuntarles, podia verse el miedo en sus ojos.
─ ¿Qué tal te encuentras…?...─ cuestiono Mari con tono de duda en su voz, mientras no apartaba su vista de las muñecas.
─ Estoy algo mareada…es como si una ola de imágenes hubiera invadido mi mente...─ conteste a la vez que las muñecas parecían que se calmaran cayendo al suelo de nuevo permitiendo a Mari acercarse.
─ Respira profundamente…y relájate…─ dijo Mari mientras me ayudaba a sentarme para que estuviera un poco mas cómoda.
Pero aquello no duraría por mucho tiempo de pronto escuchamos como aquellos gemidos se acercaban mas y mas y no sabíamos hacia donde ir.
─ Tenemos que entrar en la mina…Si seguimos huyendo no sabremos hacia donde ir…─ volvió a comentar Mari mientras revisaba su revolver y las balas que le quedaban, asegurándose de tener suficientes.
Antes de entrar Mari tomo un pequeño farol antiguo y lo encendió, aquel sitio era angosto y oscuro, el camino parecia ya en desuso incluso la mayoría de las vigas estaban carcomidas.
Podia escuchar el gotear de agua proveniente de mas abajo, aunque no teníamos ningún otro camino y no podíamos regresar.
A nuestras espaldas podían escucharse el eco de los lamentos de aquellas cosas pero por alguna razón no nos seguían, estábamos a salvo de momento.
Caminamos por varios túneles cada vez mas abajo hasta que encontramos un ascensor, no parecia en muy buen estado.
Mari miro por todos lados encontrando un motor, que aun tenia algo de gasolina, tiro de la cuerda para encenderlo varias veces y al fin lo conecto, las luces de aquel sitio se encendieron.
Tomamos el ascensor para bajar, a cada momento me sentía peor, notaba como si algo se estuviera apoderando de mi lentamente.
─ ¿Te encuentras bien…?...─ pregunto Mari mientras me miraba extrañada, era como si supiera que algo estaba mal.
Solamente asentí con la cabeza sin mirarle a los ojos, aquella bajada parecia eterna, cuando al fin llegamos a bajo notamos como el aire estaba enrarecido se sentía como mas pesado.
Un largo pasillo se encontraba adelante, empezamos a seguirlo unos metros cuando se hizo mas y mas angosto y difícil.
Cuando al fin salimos de aquel lugar dimos con una estancia que era enorme parecia que la mina se acababa allí había una gran puerta de metal con varias inscripciones en ella, parecia bastante antigua.
Mari coloco su manos en ella y haciendo algo de fuerza esta empezó a ceder, un gran estruendo pero al entrar el espectáculo que tuvimos delante de nosotras era dantesco, el sitio era enorme había estanterías en las paredes con frascos que contenían fetos de bebes, en el techo colgando de este algunas cadenas con ganchos y en estos partes de cuerpos de personas y algunos torsos que aun estaban frescos, una mesa con restos de sangre aun fresca y varios instrumentos de metal.
─ Sal de aquí, rápido…─ dijo Mari ordenándomelo, aunque ya había visto todo aquello parecia que habíamos bajado al infierno.
Saque el valor de donde no tenia y me negué a hacerlo avance detrás de ella, casi al fondo de la habitación había varias jaulas con unos cadáveres en su interior en una de ellas estaba Alice en un rincón parecia que estuviera aterrorizada.
─ Alice!...Estas viva, lo sabia…─ exclame al verla, nada mas escuchar mi voz Alice se puso en pie y se acerco a la jaula.
─ Chloe…¿eres tu de verdad…?...─ cuestiono Alice mientras se acercaba a la jaula y sacaba las manos fuera de esta para palpar mi rostro.
─ Si he venido a por ti…─ dije con lagrimas en los ojos enseguida la muñeca fue como si se revolviera en mis brazos y entrara en la celda para estar con Alice.
─ Aléjate de la cerradura…─ hablo Mari mientras daba un disparo al candado haciéndolo saltar por los aires y abriendo la jaula.
Se escucho un gran estruendo con el disparo haciendo que la puerta cediera, enseguida entre en la jaula para abrazar a Alice.
Por unos momentos nos quedamos abrazándonos con fuerza no podia creer que estuviera a salvo.
─ Vamos tenemos que salir…─ hablo Mari de manera seca pero tenia razón el problema es que nos estarían esperando afuera aquellas cosas.
De improviso las luces empezaron a parpadear fuertemente, aquello significaba que la gasolina se estaba agotando en el motor y terminaríamos a oscuras.
Corrimos hacia la entrada a toda prisa pero en cuanto llegamos la puerta se había cerrado, estábamos encerradas, no parecia haber mas salida.
Empujamos la puerta para ver si cedía pero parecia que no había forma estaba atrancada.
─ Joder!...─ exclamo Mari mientras daba varias patadas con fuerza a la puerta.
─ ¿Qué ocurre…?...─ cuestiono Alice mientras permanecia atrás acariciando el pelo de la muñeca.
─ La puerta se ha cerrado no podemos salir…─ respondí haciéndoselo saber a Alice que aun tenia el miedo en el cuerpo.
─ Es imposible esta atrancada…─ menciono Mari mientras retrocedía unos pasos y se pasaba la mano por la cara parecia estar agobiada y algo cansada incluso podia verse que en su chaqueta había algo de sangre, la herida se había abierto.
Las luces continuaron parpadeando pero esta vez con mas fuerza aprecia que se apagarían en cualquier momento, aunque lo que continuo fue algo peor.
La estancia se empezó a llenar con una neblina de aspecto oscuro y que se arremolinaba enfrente a nosotras tomando un aspecto humanoide.
Mari enseguida nos coloco detrás suya y apunto hacia aquella cosa que se estaba formando.
─ No tengáis miedo no pienso haceros ningún daño…─ dijo aquella voz que me resultaba familiar, enseguida ambas muñecas se revolvieron en nuestros brazos y bajaron al suelo acercándose a esta.
─ ¿Quién eres…?...─ cuestiono Mari mientras apuntaba con su arma sin perderle de vista ni por un momento.
─ Solo quiero ayudaros a salir de aquí…Pero a cambio necesito que hagáis una cosa por mi, si queréis que todo esto acabe…─ menciono aquel ser mientras parecia agacharse para acariciar a las muñecas, estas parecían contentas y calmadas.
─ Muy bien…quien me dice que no eres el que nos has conducido hasta aquí y fuiste tu el que encerraste a Alice…─ comenzó a conjeturar Mari y la verdad no le faltaba razón en todo lo que decía.
─ Escucha si hubiera querido mataros ya lo hubiera hecho…Solo quiero que todo esto acabe de una vez…─ hablo aquella cosa con seriedad mientras volvía a enderezarse, aunque parecia que Mari no confiaba en el.
─ ¿Y que ganas tu con todo esto…?...─ pregunto Mari de nuevo con desconfianza en su voz y no era para menos.
─ Lo mismo que tu eliminar el mal que se ha hecho…─ respondió aquella figura mientras se acercaba un poco hacia nosotras.
el silencio se hizo patente por unos segundos que me parecieron una eternidad mientras Mari se decidía.
─ Muy bien adelante y acabemos con esto…pero recuerda que si intentas algo…─ comento Mari haciendo una amenaza mientras que aquella sombra movía un brazo y la puerta se abría nuevamente.
avanzamos de nuevo pro aquel pasillo en dirección hacia el ascensor, nos metimos dentro y subimos por este de nuevo al exterior.
Nada mas llegar arriba escuchamos el sonido de aquellos lamentos, parecían que estaban esperándonos fuera.
Avanzamos pro aquellos túneles el sonido de aquellos monstruos se escuchaba con mas fuerza, cuando ya casi estábamos en la parte de afuera nos detuvimos eran demasiados para poder salir, aunque aquellas cosas no entraban en la mina.
─ Muy bien, ahora que hacemos…─ comento Mari mientras preparaba el arma para enfrentarse a aquellas cosas pero sabia de sobra que no tendría munición para todos.
Sin pronunciar palabra la sombra siguió su camino hacia delante y una vez en la entrada solamente pronuncio unas palabras y aquellas cosas comenzaron a caer al suelo.
Una vez que hubo acabado y no escuchamos ningún sonido decidimos salir, todos aquellos cuerpos estaban por lso suelos, sus trozos esparcidos por todas partes, mientras aprecian que sus ojos fríos e inertes aun pedían ayuda.
Esa mirada se me clavaba en el alma por alguna extraña razón algo me decía que algo no estaba bien, pero no sabia el que.
Avanzamos por aquel campo de cuerpos desmembrados, el cielo aun permanecia cubierto y podían escucharse truenos y verse como el cielo se rasgaba por la luz de los relámpagos dándole un aspecto al lugar mas tétrico si aun fuera posible.
Avanzamos pro aquel pueblo desierto viendo de nuevo aquellas casas destrozadas, cuando nos detuvimos delante de un edificio, el mas grande del pueblo, parecia una iglesia nos adentramos; el lugar estaba casi destrozado había manchas de hollín por todas partes los bancos de madera estaban destrozados y la alfombra raída por todas partes aquél sitio aprecia caerse en cualquier momento.
Acercándonos hacia el altar que aun permanecia en buen estado, la sombra nos señalo el lugar.
─ Tendréis que levantar la losa…ahí descansa el origen de todo esto…en cuanto lo hayáis quemado todo habrá terminado…─ enuncio la sombra mientras se retiraba un poco.
Tanto Mari como yo nos dispusimos a empujar la losa para moverla del lugar, pesadamente la piedra cedió despejando el altar.
Dentro de este pudimos observar el esqueleto que ya llevaba varios años allí, entre sus manos huesudas había un libro de color negro con símbolos extraños en su portada y con un candado para que no pudiera ser abierto.
Mari tomo el libro entre sus manos parecia bastante pesado y por unos instantes se quedo mirándolo intentando averiguar que podría contener.
─ Solo tenéis que destruir el esqueleto y todo esto habrá acabado…─ dijo la sombra de manera muy tranquila, aunque Mari estaba dudando de lo que estaba pasando y no parecia tener mucha confianza en aquel ser.
─ La verdad no estoy segura de todo esto…parece todo demasiado fácil…tengo otra pregunta…¿Qué hacemos con el libro…?...─ cuestiono Mari mientras intentaba abrirlo para saber que es lo que contenía pero parecia imposible.
─ Lo mejor es que permanezca dentro del altar una vez hayáis quemado el esqueleto así permanecerá a salvo…─ contesto de manera muy tranquila, aunque Mari no parecia estar muy convencida de todo aquello.
De improviso empezaron a escucharse unos ruidos por la estancia pero no provenían del suelo.
Cuando alzamos la vista vimos que había uno de esos monstruos el mismo que estaba en el hospital.
Por un momento giro la cabeza de manera extraña e imposible y se nos quedo mirando con aquellos ojos mientras esbozaba una sonrisa diabólica.
En un instante cayo del techo hacia donde estábamos poniéndose delante de nosotras a escasos metros.
Las muñecas automáticamente se colocaron con sus armas preparadas dispuestas a defendernos…
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Monje
203
5.446 ATC
1
10 de 10. Simplemente alucinante. Empero te recomiendo que lo publicaras como un libro, porque esto tiene un potencial inmenso, te lo juro, te lo digo como el mejor estudiante de literatura de mi exigente colegio, como escritor y como futuro psicólogo. No creo que debas dejarlo como una simple forma de entretenimiento: ¡publícalo!
丹尼尔
다니엘
دانيال
ដានីយ៉ែល
දානියෙල්
ડેનિયલ
डैनियल
דניאל
ダニエル
Даниил
แดเนียล
Ninja
109
5.097 ATC
+10000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000 XD
Inició el tema
Mazoku
628
3.578 ATC
SORPRESA FRATERNAL
No sabia que hacer estaba completamente nerviosa, el corazón no dejaba de latirme con fuerza casi se me salía del pecho, los relámpagos se sucedían haciendo aquel sitio mas lúgubre de lo que parecia.
Aquella cosa saco un cuchillo y comenzó a moverlo de una mano a otra, mientras no miraba fijamente con aquellos ojos de madera en el que estaban talladas espirales .
─ Muy bien se que quieres esto…¿Si te lo doy nos dejaras ir…?...─ pregunto gritando Mari mientras sostenía el libro en su mano.
Pensé que lo mas probable es que no saliéramos vivas de ninguna forma, solo quería que todo aquello terminase, me abrace con fuerza a Alice y apretándola contra mi pecho para tranquilizarla aunque podia notar su nerviosismo.
Pero para nuestra sorpresa una de las muñecas se giro de golpe como si hubiera cambiado de objetivo, aquel ser no estaba dispuesto a perder el libro.
─ Pero que demonios…─ hablo Mari mientras soltaba el libro de nuevo en la tumba y le apuntaba con su arma a la muñeca, podia notar le nerviosismo de esta en su mano.
─ ¿Qué hacemos…?...─ cuestione de manera nerviosa mientras intentaba no pensar en lo que podría pasar.
En un momento Mari saco un mechero de su pantalón y encendiéndolo lo puso encima de la tumba, aquello hizo que se detuviera de golpe aquella cosa y dejara de balancear el cuchillo.
─ Quería que quemase el cuerpo muy bien…─ amenazo Mari con el mechero aquella situación parecia eternizarse a cada movimiento.
─ No sabes lo que estas haciendo…lo que mas curioso resulta es que no has sido afectada por mis muñecos…─ comento con una voz tétrica mientras permanecia inmóvil mirándonos sin pestañear.
─ Vaya así que ahora hablas…perfecto…¿para que quieres ese libro…?...─ volvió a preguntar Mari con algo de miedo en su voz.
─ No soy yo quien quiere ese libro…─ respondió aquel monstruo dejándonos pensativas a ambas, aquello empezaba a ser algo extraño.
─ ¿Entonces si tu no lo quieres por que has estado haciendo esto…?...Así que…─ pregunto Mari y se contesto ella misma, como si hubiera resulto todo aquello.
Lentamente giro la cabeza hacia donde yo estaba, con aquella mirada que me dejo helada, por un instante sentí como Alice levantaba la cabeza y me miraba pero no fue lo que hubiera querido ver.
Las gafas oscuras cayeron al suelo pude ver unos ojos de cristal fríos e inmóviles de color azul profundo pero en un momento empezaron a moverse como los de un camaleón, su boca se transformo podia ver una sonrisa macabra y llena de colmillos.
─ Alice…No puede ser, no…─ dije mientras me separaba de ella unos cuantos pasos, escuche como sus articulaciones crujían de manera espantosa, su piel se fue transformando a un color blanquecino y lentamente giraba la cabeza de manera extraña e imposible.
─ Hola Chloe…¿Ya no me quieres…?...─ pregunto de manera sarcástica, mientras me llevaba una mano a la boca horrorizada por aquello, no podia creérmelo estaba convencida de que era ella.
En un momento Mari no sabia a quien apuntar estaba con lso ojos abiertos como platos, sin saber que hacer, mientras que la falsa Alice extendió los brazos como queriéndome abrazar, se quedo mirándome extrañada y su rostro cambio de manera radical a una mueca de tristeza y odio después soltó un grito que inundo el lugar haciéndolo retumbar y acallando incluso a los truenos de la tormenta mientras que ambas caímos al suelo tapándonos los oídos por el dolor.
Aquel sonido era como el arañar en la pizarra pero de manera muy aguda tanto que parecia incluso que perdía el conocimiento, de manera rapidísima la supuesta Alice dio un salto mientras permanecíamos aun mareadas en dirección hacia la tumba en eso tomo el libro y salto hacia el techo saliendo de allí.
Aunque no nos dimos cuenta el mechero que sostenía Mari cayo dentro del sepulcro, aquel monstruo que teníamos enfrente nuestra avanzo con rapidez hacia este pero la muñeca que tenia el puñal se lanzo hacia este para detenerlo en un momento las dagas sonaron con fuerza incluso saltaron chispas, mientras que mi muñeca permanecia quieta mirándonos como si estuviera vigilándonos.
No sabía que hacer estaba confundida, mareada y desorientada, cuando al fin aquel sonido ceso, intente levantarme de alguna forma dando tumbos de un lugar a otro, mi visión estaba algo borrosa aun pude ver como aquel monstruo se peleaba con una de las muñecas que parecia que no le diese tregua alguna, me acerque al sepulcro y vi como poco a poco las llamas empezaban a consumir aquel cadáver reseco.
Pero en un segundo escuche como el arma de Mari empezó a disparar, pero no sabia a quien si seria aquel monstruo o a una de las muñecas.
Lo que si me di cuenta es que la mía saco un hacha de su cesta y la lanzo acertando en el arma de Mari haciéndola caer.
Mari intento acercarse pero en una exhalación la muñeca estaba al lado del arma de manera amenazante.
Mari no sabía que hacer lo único era salir de allí, aunque cuando se pudo poner en pie observe como se tambaleaba algo, la chaqueta estaba llena de sangre por la parte de su herida, parecia que se había vuelto a abrir.
─ Tenemos que… salir de aquí… cuanto antes…─ hablo Mari de manera entrecortada mientras se levantaba poco a poco aunque parecia dar traspiés de un lugar a otro, enseguida me acerque a esta para que se apoyara en mi.
Mientras abandonamos el lugar, voltee la cabeza para ver como mi muñeca se lanzaba hacia aquel monstruo y empezaba a lanzarle sus hachas este hacia lo que podia para evitar los ataques.
No llegamos a avanzar mucho Mari parecia que estaba a punto de desmayarse y yo no podia cargar con su peso, nos sentamos por un instante para que pudiera recuperar el aliento pero los ojos de Mari fueron cerrándose poco a poco.
─ No puedes hacerme esto, tu no…por favor levántate, LEVANTATE!...─ grite con fuerza zarandeándola para que recuperara el sentido pero era imposible.
Me quede mirando como aquellos muñecos se peleaban entre si mientras el cadáver ardía, no se si fue mi imaginación o el cansancio que ya tenia encima pero juraría que escuche una risa mientras se quemaba.
La pelea se intensifico y en un momento aquel monstruo tomo una muñeca por el cuello y le clavo el cuchillo en el estomago haciéndola sangrar y seguidamente arrojándola al suelo, cerca de mi pude ver el rostro de esta retorciéndose de dolor, sus gemidos por el dolor se semejaban a los de un niño pequeño.
Por un segundo me compadecí de aquél ser mientras agonizaba soltando sangre por la boca, su mirada era de tristeza y lastima, me quede sobrecogida por un momento.
Mire por un instante el puñal que portaba en su mano y lo tome con fuerza, levante y sacando valor de donde ya no tenia me lance a la batalla.
Mi muñeca no paraba de lanzar hachas manteniéndolo a distancia este se movía con rapidez saltando de un momento a otro, por mi parte me oculte entre los escombros esperando que se detuviera y poderle atacarlo.
Cuando la fin después de un salto se puso detrás de la muñeca y la tomo del cuello, haciendo lo mismo que con la otra pero antes de que pudiera apuñalarla, salte a su espalda y elevando el puñal lo clave en su espalda con fuerza note como aquella piel crujia bajo la presion de mi fuerza y como un chorro de sangre salia de esta, mientras que aquel monstruo soltaba a mi muñeca y emitía un grito de dolor.
Este soltó a la muñeca y comenzó a moverse intentando que cayera al suelo, los movimientos eran violentos pero permanecia agarrada al arma con fuerza incluso cerré los ojos para no ver lo que estaba pasando, en uno de esos movimientos note como me aplasto contra la pared haciéndome soltar la daga y cayendo al suelo.
Cuando abrí los ojos observe que ese engendro se movía aun de un sitio a otro intentando quitársela pero parecia que era imposible, en ese momento mi muñeca aprovecho la ocasión y con una hacha en mano se lanzo por el y empezó a clavársela una y otra vez, los gritos se sucedieron y la sangre no paraba de saltar de un lugar a otro, sin embargo por mala suerte un golpe acertó a la muñeca lanzándola contra el suelo a varios metros.
Me quede observando como se debatía mientras aquel ser estaba bañado en su propia sangre, su apariencia se volvió un sufrimiento para mis ojos pero preferi no apartar la mirada de este.
─ No sabes lo que acabas de hacer…solo quería protegeros de lo que habéis despertado…─ hablo aquel ser mientras caía al suelo y permanecia inmóvil, pero aun así escuchaba sus palabras en mi mente.
─ Tu raptaste a mi hermana y la has convertido en esa cosa monstruosa…─ dije con odio en mi voz mientras me levantaba y permanecia de pie viendo como moría.
─ Yo no rapte a tu hermana solo te protegía de lo que querían haceros…pero he fallado ahora será mucho peor tendréis que lidiar con algo peor…─ dijo aquel monstruo pero antes de que pudiera terminar la frase mi muñeca se lanzó a por este clavándole el hacha en la cabeza.
Aquellas palabras hicieron que empezara a dudar de la muñeca que tenia conmigo y si de verdad habíamos hecho algo peor.
Rápidamente me acerque hacia donde estaba Mari y me acurruque con ella, la menos aun respiraba de manera muy lenta.
No se ni el tiempo que paso y que estuvimos allí pero en un momento dado escuche sirenas que se acercaban a donde estábamos y seguidamente unos hombres armados entrando en donde nos encontrábamos.
Las luces de las linternas me deslumbraron, no pude mas que poner las manos para que no me dejaran ciega.
Uno de ellos se acerco a nosotros y empezó a examinarnos, parecia que era un medico; al menos estábamos a salvo pero hasta cuanto tiempo, después de un segundo me quede mirando la muesca que permanecia en el suelo como si nada hubiera pasado.
─ ¿Cómo se encuentran…?...─ pregunto una voz con tono serio que había escuchado antes y me resultaba familiar me pareció recordar al jefe de Mari.
─ La pequeña tiene algunos rasguños y moratones pero…la agente Mari se encuentra bastante mal herida ha perdido mucha sangre tenemos que llevarla rápidamente al hospital…tiene una herida en su hombro…─ dijo el hombre mientras otros seguían mirando por todas partes, varios de ellos se llevaron los dos cuerpos ensangrentados mientras que los demás nos tumbaban en unas camillas para llevarnos al hospital.
Al salir de aquel sitio mire al cielo viendo como aquellas nubes negras se alejaban y el sol salía de nuevo bañándolo todo con su luz, me sentí aliviada pero el recuerdo de que mi hermana se había convertido en esa cosa azotaba mi mente con fuerza.
Nos introdujeron en ambulancias separadas y uno de los enfermeros me dejo la muñeca sentada a mi lado mirándome fijamente, aunque esta vez su rostro no parecia ser de vigilante si no alguien que estuviera esperando su momento.
Las ambulancias arrancaron y nos condujeron hacia el hospital mas cercano, entre tanto pude ver por la ventanilla las montañas como nos alejábamos de ellas y como el paisaje cambiaba poco a poco no pude mas que resoplar de forma tranquilizadora.
─ ¿Se encuentra bien ella…?...─ pregunte al enfermero mientras miraba mis constantes en una maquina y me tomaba la presión.
─ Se encuentra muy mal herida…aparte ha perdido mucha sangre…¿se puede saber que es lo que os ataco…?...─ pregunto el enfermero de manera extrañada por las marcas que habría visto en le hombro de ella.
Ni siquiera pronuncie palabra solo mire por la ventana y observaba el sol, aunque en mi mente había una duda por lo que dijo aquella cosa antes de que mi muñeca le clavara el hacha.
─ Mira si no quieres decírmelo será peor para ella…si ha sido algún oso o puma, no tienes por que preocuparte…─ volvió a decir el enfermero de manera tranquilizadora pero sabía que si le contaba lo que había sido no se lo creería.
Solamente negué con la cabeza haciéndole saber que no había sido ningún animal, esta respuesta le extraño bastante, porque no sabía con lo que había sido.
Pasamos casi dos horas para llegar a un hospital enseguida unos enfermeros me bajaron en la camilla al mismo tiempo que ella pero por su parte la trasladaron a urgencias.
Atravesamos la puerta y pude escuchar el murmullo de los hospitales y como una enfermera se acercaba para comprobar que es lo que había pasado.
Enseguida empujaron nuevamente la camilla y empecé a atravesar un pasillo podia ver las luces del techo como pasaban rápidamente y aquel olor a desinfectante típico de estos sitios.
Cuando llegamos a una habitación rápidamente me colocaron en la cama y salieron de allí mientras que uno de los enfermeros miraba si todo estaba bien.
─ Enseguida vendrá el doctor para mirarte…─ fue lo único que dijo y después de eso salio de la habitación.
La habitación no era muy grande estaba al lado de la ventana y en una de las paredes había una televisión, enfrente mía unos sillones para las visitas de un color gris apagado.
Me recosté un poco para descansar de lo que había pasado, los ojos casi se me cerraban cuando escuche como la puerta se abría dejando entrar al doctor este enseguida empezó a mirar la grafica y a observar mis constantes vitales.
─ Bueno parece que todas tus constantes están bien solo tienes algunos moratones y magulladuras…aunque tu amiga le hemos tenido que poner una trasfusión de sangre, esta muy mal herida…y por las marcas no ha sido ningún animal…¿cierto…?...─ pregunto el doctor con tono serio aunque no quería decirle nada, sin embargo la muñeca giro la cabeza mirándole fijamente…
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Muchas gracias a todos por los comentarios y si he tenido el pensamiento en publicarlo pero es mucho lio y conozco poca gente para eso, aqui os dejo el sigueitne capitulo espero que os guste .
Inició el tema
Mazoku
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3.578 ATC
LAS COSAS CAMBIAN
─ ¿Como esta Mary…?...─ pregunte casi susurrando mientras miraba hacia abajo, algo preocupada por la mirada de la muñeca.
─ La policía esta en cuidados intensivos tiene una buena herida, por suerte la hemos podido estabilizar…Así que se recuperara pero tardara algo de tiempo…─ respondió el doctor mientras apuntaba algo en la grafica y la volvía a dejar en su sitio.
El silencio se hizo algo molesto mientras el doctor miraba el suero que tenia puesto, una vez hecho salio de la habitación tenia le cuerpo cansado y la mente agotada, necesitaba descansar.
Me tumbe en la cama y me deje llevar por el sueño ni siquiera supe cuanto tiempo estuve dormida solo que cuando abrí los ojos ya era de noche, me incorpore en la cama y mire por la ventana la luna estaba preciosa.
Su luz incidía casi directamente sobre la muñeca que estaba observado por la ventana, en un momento me fije como esta giraba la cabeza de manera lenta en cuanto su mirada se cruzo con la mía un escalofrió recorrió mi piel parecían completamente distintos como si fueran malvados.
Como pude me levante sin tirar el suero en cuanto puse un pie en el suelo escuche un golpe fuerte en la puerta del armario, aquello hizo que me estremeciera de miedo, me acerque lentamente hacia este los golpes se sucedían una y otra vez cada vez un poco mas fuertes cuando ya estaba cerca de este mi mano se acerco temblorosa para abrir el pomo.
─ Chloeee,…Chloeee…─ dijo una voz casi de manera melosa proveniente del armario, aquello hizo que tuviera un escalofrió que recorriera mi cuerpo.
─ ¿Alice eres tu…?...─ cuestione con tono de miedo mientras acercaba la mano al pomo del armario.
Cuando tome el pomo trague saliva intentando imaginar lo que me encontraría dentro del armario, puesto que era imposible que fuera mi hermana.
Abrí de golpe esperándome lo peor, pero no parecia que hubiera nada solo mi ropa, pude respirar aliviada.
Cerré la puerta del armario respirando aliviada pero en cuanto lo hice vi a mi hermana detrás de esta, parecia normal completamente pero sabia de sobra que eso no era posible.
A pesar de la semi oscuridad en la habitación podia verla perfectamente, de forma casi sarcástica comenzó a esbozar una sonrisa podia verle aquellas filas de dientes como cuchillas y unas líneas rojas que se ponían a cada lado de su boca, retrocedí unos pasos asustada por aquello.
Por un momento Alice se quedo mirándome quieta en su posición con aquella sonrisa diabólica, pero como un relámpago se lanzo sobre mi con las manos en mi cuello apretando con fuerza, de pronto sus gafas cayeron al suelo y pude ver aquellos ojos cristalinos en su rostro, que me miraban fijamente.
─ ¿Por qué no me ayudaste…?..Me dejaste que muriera…Ahora morirás tu…─ pronuncio aquella cosa apretando cada vez con mas fuerza en mi cuello casi no podia respirar, me faltaba el aliento en cada intento, puse mis manos en las suyas para poder quitarlas de encima pero me resultaba imposible, estaban aferradas a mi cuello mire por todas partes debatiéndome entre la vida y la muerte cuando encontré el pulsador de llamada a la enfermera; como pude acerque la mano a este rebuscando para tomarlo y cuando lo tuve en la mano apreté varias veces el botón.
Pero parecia que nadie entraba por la puerta, intente mi ultimo esfuerzo para que me soltara pero las fuerzas me fallaban casi no podia ver y el aire abandonaba mis pulmones lo mismo que la vida mi cuerpo.
Cuando todo se oscureció abrí los ojos sobresaltada, todo había sido una maldita pesadilla pero demasiado real mientras me despejaba me pase la mano pro el cuello y note como una marca en este, sabiendo al instante que había sido demasiado vivida.
En ese momento la puerta de la habitación se abrió y entro la enfermera asustada por la llamada al parecer si había tomado el pulsador.
─ ¿Te encuentras bien…?...─ pregunto la enfermera con tono de miedo en su voz, esta empezó a ver si tenia fiebre y si el suero estaba bien.
─ Solo ha sido una pesadilla…─ respondí casi susurrándole mientras esta colocaba las mantas y las sabanas mejor incluso la almohada para que pudiera descansar.
─ Tranquilízate, aquí no te pasara nada…─ hablo la enfermera con tono tranquilizador mientras salía por la puerta y la volvía a cerrar de nuevo la oscuridad invadió la habitación y en ese momento no tenia ganas de volver a quedarme dormida pero aun faltaba bastante para que amaneciera.
Intente cerrar los ojos pero de vez en cuando los abría por que escuchaba algún ruido por alguna parte de la habitación, miraba a la muñeca que permanecia inmóvil en la ventana mirando hacia la calle.
Tenia los nervios a flor de piel viendo que no podia dormir me metí debajo de las sabanas y cerré los ojos para ver si descansaba cuando al fin el sueño nuevamente pudo conmigo y así pase el resto de la noche.
Nada mas amanecer entro la enfermera para que me duchara mientras ella y unas compañeras arreglaban las sabanas nuevamente.
En cuanto sentí el agua me relaje casi por completo, pase un buen rato sintiéndome agusto y tranquila, despues de aquello volvi a la cama y me tumbe de nuevo.
Casi al rato entro otra enfermera con una bandeja de desayuno seguida del doctor, aunque nada mas entrar la muñeca nuevamente giro la cabeza mirándole aquello no podia ser una coincidencia.
El doctor nada mas entrar me sonrió pero no pronuncio palabra alguna, de reojo miraba ala muñeca que parecia no perderle de vista pensé que si hubiera querido atacarme lo hubiera echo ya.
─ Me ha dicho la enfermera que has tenido una pesadilla…¿Qué tal te encuentras…?...─ cuestiono el doctor mientras me sonreía de manera extraña.
─ Bien…¿En que habitación se encuentra Mary…?...─ pregunte de manera seca bajando la cabeza pero aun sin perderle de vista por lo que pudiera hacer.
─ Esta en la planta de abajo en la habitación doscientos uno…ha sido trasladada parece que se encuentra mejor, esa herida fue muy profunda y perdió mucha sangre, pero se recuperara…─ hablo el doctor tranquilizándome, al menos estaba mejor.
Despues de un rato el doctor me quito el suero y abandono la habitación y volvi a quedarme sola, la muñeca volvió a girar la cabeza mirando por la ventana.
Pensé en visitar a Mary y saber si estaba despierta, y contarle lo que había sucedido, al rato tome la muñeca y me dirigí hacia su habitación.
Mientras caminaba por el pasillo observe a las enfermeras y los pacientes de un lugar a otro bastante atareados, me acerque al ascensor y espere a que llegara.
Nada mas llegar salieron de el varias personas y algunas enfermeras dejándolo vacío por completo al entrar note el olor a maquillaje y loción de afeitar una mezcla bastante pesada junto con el olor a desinfectante del hospital; pulse el botón y enseguida el ascensor descendió pude ver que la luz de este empezó a parpadear muy ligeramente ni siquiera me plantee nada solo pensé que podría estar averiada y nada mas.
Salí del ascensor en dirección hacia la habitación de Mary, en el pasillo había varios pacientes dando un paseo junto con las enfermeras, no se por que pero me sentía como si estuviera siendo observada de alguna forma, antes de entrar en la habitación de Mary gire la cabeza pero todo parecia normal.
Al entrar en la habitación escuche típico sonido de la maquina cardiaca, pude ver que tenia el brazo vendado hasta el hombro y una bolsa de suero en este.
─ Vaya!…¿Qué tal te encuentras…?...─ cuestiono Mary de manera dificultosa mientras se incorporaba algo.
Solamente asentí con la cabeza mientras abrazaba a la muñeca con fuerza, al menos estaba mas tranquila, tome una silla y me senté a su lado.
─ Me alegro, solo espero que haya terminado…─ hablo Mary de manera dificultosa, aunque la expresión en su rostro me decía que sabia que no era así.
─ ¿Ocurre algo Chloe…?...─ pregunto Mary mirándome con dureza, sabia perfectamente que estaba intranquila.
Alce la cabeza y me fije en su brazo vendado, no quería que sufriera mas por mi culpa, aquello ya había ido demasiado lejos.
En aquel momento la puerta volvió a abrirse y entro el jefe de Mary, parecia bastante enfadado por lo que había hecho.
─ Será mejor que hagas un informe con lo que ha pasado, tengo una cosa extraña en el forense que no sabe explicar y una gran cantidad de cuerpos de esa mina…Se puede saber…¿en que te has metido…?...─ pregunto el capitán de Mary de manera dura y esperando una respuesta que le satisficiera, aunque sabia que no seria así y por mucho que le contara no se lo creería.
Mary empezó a contarle todo lo que había mientras permanecia en la habitación escuchando la historia, me di cuenta que omitía algunas cosas como aquellas horribles que nos perseguían.
─ Estas diciéndome que os ataco una especie de marioneta diabólica y que todo esto es causa de un tipo que usa magia negra…─ comento el jefe de Mary de manera casi irónica y con una sonrisa en su rostro que pronto termino en carcajada.
Sabia perfectamente que terminaría en eso o encerrando a Mary en un psiquiátrico, aunque era toda la verdad.
─ Usted mismo lo ha dicho tiene algo en el forense que no entiende…Todo esto que esta pasando no son cosas normales y algo persigue a esta niña, su hermana ha desaparecido…─ comento Mary intentando hacerle que entrara en razón por lo que había dicho pero en cuanto termino de reírse abrió la puerta y le mostró que había dos policías.
─ Escucha es mejor que no pongas eso en tu informe…no quisiera que te destituyeran del cuerpo…eres una buena policía pero esa historia no es muy convincente…es mejor que descanses y pienses bien lo que vas a escribir…─ explico el jefe de manera que casi parecia una amenaza, despues de aquello salio por la puerta.
Pude ver en la expresión de Mary que estaba completamente decepcionada sin saber que hacer.
Baje de la silla y sin pronunciar palabra pensé que lo mejor seria dejarla sola y que pudiera pensar con tranquilidad en cuanto salí por la puerta los policías se quedaron mirándome fijamente.
Baje la cabeza y continué mi camino hacia el ascensor baje en dirección hacia mi habitación y antes de entrar me fije que también había dos policías en mi entrada.
Al entrar me tumbe abrazando a la muñeca y mirando al techo fijamente, el jefe de policía habría pensado que también era sospechosa y necesitaría vigilancia.
El tiempo paso tranquilamente, me sentía como si estuviera atrapada en el hospital, poco a poco la luz de la mañana se iba apagando dejando paso a la noche, los ojos se me fueron cerrando poco a poco el sueño me invadía.
Aunque dos golpes sordos hicieron que me despertara de golpe, aquello no era normal.
Me levante lentamente con la muñeca en mis brazos en dirección hacia la puerta abriéndola lentamente, el miedo recorría mi ser, sabia que algo estaba pasando y el hospital estaba en silencio.
Al abrirla mire para ambos lados y los guardias no estaban en su lugar, aquello me hizo que empezara a sospechar que algo no estaba bien, la iluminación era de un color rojo siendo la de emergencia, no parecia haber ninguna enfermera por ninguna parte y todo permanecia en silencio.
Pensé en cerrar la puerta y llamar con el avisador a la enfermera y así lo hice de manera repetida pero no apareció nadie.
Aquello hizo que me pusiera mas nerviosa si fuera posible, abandone mi habitación en dirección hacia la de Mary esperando que estuvieran los policías en su puerta al menos.
Avance lentamente pegada a la pared, el silencio era sepulcral, cuando estuve cerca del ascensor pulsé el botón de llamada y la señal luminosa se encendió.
Empecé a escuchar un sonido extraño como el de unos pasos que recorrían el lugar pero no veía a nadie, mi muñeca enseguida giro la cabeza como si hubiera detectado algo, aunque de momento no se movía de donde estaba.
Al abrir la puerta mire hacia dentro de la cabina y vi que estaba los dos policías que debían estar en mi habitación tumbados en el suelo con el cuello rajado de oreja a oreja y con varias puñaladas en su cuerpo, la sangre cubría casi todo el suelo y su mirada vacía y vidriosa me hacia venia a mi memoria todo lo que había pasado, solo esperaba que Mary estuviera mejor.
En un segundo mire hacia las escaleras de emergencia y pensé que seria mejor solución no pensaba entrar en el ascensor.
Cuando abrí la puerta mire hacia abajo y una sensación de vértigo me invadió, baje las escaleras poniendo mi pared en la espalda; me repetía una y otra vez que solo era un piso nada mas pero aquella oscuridad mezclada con la luz roja era como una tortura.
Continué bajando poco a poco hasta llegar a la planta de Mary; el sitio era lo mismo que el mío no se escuchaba nada ni se veía a nadie por ningún lado, cuando llegue a la habitación de ella me di cuenta que no estaban los guardias, solo esperaba que Mary se encontrara viva.
avance hacia su habitación poco a poco escuchando como si alguien me siguiera aquellos pasos diminutos parecieran que estuviera muy cerca de mi.
En cuanto estuve en la entrada abrí la puerta y escuche el pitido de la maquina haciéndome saber que estaba viva.
Me acerque a esta para intentar despertarla, la zarandeé una y otra vez pero mientras lo hacia escuche detrás de mi como la puerta se abría y esos mismos pasos entraban en la habitación.
─ ¿Qué es lo que pasa…?...¿Que ocurre…?...─ cuestiono una y otra vez mientras se despejaba del sueño.
─ Tenemos que salir de aquí…─ conteste una y otra vez tirando de su brazo para sacarla de la cama.
─ A ver cálmate…Respira hondo y cuéntame que es lo que pasa…─ hablo Mary mientras se incorporaba en la cama.
Intente hacerlo pero aquellos pequeños pasos se escucharon con total claridad moviéndose por la habitación, que debido a la oscuridad no llegaba a ver donde estaba lo que había entrado.
Mary se quedo en silencio por un momento y empezó a quitarse el suero de su brazo, de improviso escuchamos como lso pasos se acercaban debajo de la cama, aquello hizo que Mary sospechara y de un impulso salto de la cama y al momento el filo de un cuchillo atravesó la cama.
Aquello me dejo petrificada por un instante, hizo que el estomago se me revolviera tire de Mary cerca de la ventana, para que la menos la luz del exterior iluminara donde estábamos.
─ Tenemos que salir de aquí cuanto antes…¿Dónde están los policías de la puerta…?...─ pregunto Mary mirando hacia la entrada con preocupación.
Mientras mi muñeca se revolvía en mis brazos pidiéndome que la soltara en el suelo, intente sostenerla mas pero no hubo forma así que la solté.
Enseguida corrió debajo de la cama y por el momento no se escucho ningún ruido, Mary se movió rápidamente hacia el armario para vestirse todo lo rápido que podia.
Abandonamos la habitación en dirección hacia el ascensor, aunque yo tiraba de ella para bajar por las escaleras.
─ ¿Pero que pasa…?...─ pregunto Mary con incredulidad pero en cuanto el ascensor llego al piso y la puerta se abrió Mary observo los cuerpos de los policías tirados en el suelo cubiertos de sangre, por un instante se quedo paralizada y mas aun cuando escucho como la puerta de su habitación se abría lentamente y volvía a escucharse aquellos pequeños pasos salir a toda prisa.
─ Si, es mejor que vayamos por la escalera…─ confirmo Mary mientras salía por la escalera de incendios.
─ ¿Se puede saber donde esta el personal del hospital…?...─ pregunto Mary mientras bajamos por aquel sitio semi oscuro con aquella luz roja que hacia que el sitio pareciera mas siniestro de lo normal.
Bajamos varios pisos aunque íbamos deprisa escuchábamos los pasos de aquella cosa que cada vez se acercaba mas y mas no podíamos detenernos, tenia el corazón en un puño.
Al fin pude ver la puerta de salida, respire por un momento pero no fue por mucho tiempo cuando salimos me quede mirando hacia la entrada, allí estaban los otros guardias clavados a la pared delante de las puertas de salida del hospital, sus manos estaban atravesadas por bisturís lo mismo que sus pies y sus abdómenes estaban abiertos de arriba abajo podia verse como su interior estaba por los suelos manchados de sangre que parecia un liquido de color negro y viscoso, pero lo peor de todo fue sus rostros llenos de miedo y aquellos ojos abiertos que estaba mirando fijamente.
─ Mierda!...No mires, no mires…─ exclamo Mary mientras me ponía la mano en los ojos para que no viera aquello pero era demasiado tarde ya lo había visto y aquellas miradas se habían clavado en mi mente.
Notaba como el corazón latía con fuerza, casi no podia ni respirar por le miedo que tenia.
─ Tenemos que salir de aquí cuanto antes...Vamos por la salida de la zona de emergencias…─ dijo Mary puesto que parecia la única salida, pero en cuanto avanzamos unos pasos se detuvo en seco mirando a la entrada.
─ ¿Qué pasa…?...─ pregunte extrañada por que nos habíamos detenido y aun tenia la mano de Mary en mis ojos para que no viera el horripilante espectáculo.
─ Estamos rodeadas por esa oscuridad, no podemos salir…─ respondió Mary mientras parecia que estaba desesperada.
De momento todo estaba en silencio y estábamos paradas delante de la puerta de salida sin hacer nada, hasta que aquellos pasos hizo que Mary se moviera hacia algún sitio.
En cuanto llegamos me quito la mano del rostro y pude ver que estamos en emergencias en la sala de entrada, estaba completamente desierta.
─ ¿Quédate aquí voy a ver si encuentro algo para defendernos, no tardare…─ comento Mary mientras se metía detrás del mostrados en dirección hacia las consultas para encontrar alguna arma.
Por mi parte me senté en uno de los bancos a esperar, aquello se me hacia eterno y el sitio con aquella luz era completamente macabro.
Trague saliva por un instante hasta que escuche esos pasos que entraban en donde estaba, me levante de mi asiento y me apoye contra una pared, podia escucharlos como se movía entre los bancos pero no lograba ver que es lo que era.
Cuando de la nada vi como un cuchillo venia hacia mi pensé que aquello seria mi fin cerré los ojos, pero al momento escuche como un sonido metálico, abrí un ojo y mire a ver lo que había pasado me fije en una pequeña hacha que estaba en el suelo.
Mi muñeca me había salvado, me puse detrás de un banco poniéndome en cuclillas para que no me viera, podia escuchar los toques de metal contra metal entre los asientos de espera.
Se estaba organizando una pelea, pero era mejor no sacar la cabeza, pero aquello fue mi error cuando gire la cabeza lentamente mire como aquella cosa se lanzaba contra mi era, la muñeca que había resultado casi muerta en el pueblo, podia verse que su ropa por la parte del estomago estaba manchada de sangre su rostro era de odio, era como si hubiera cambiado totalmente.
Al impactar contra mi caímos al suelo como pude la contuve con las dos manos parecia tener una fuerza sobrehumana mientras esta se revolvía dando cuchillazos en todas direcciones y chillando agudamente como el llanto de un bebe.
En ese momento pensé que mi muñeca había caído por algún motivo y yo no tardaría mucho en hacerlo cada vez me costaba mas mantenerla lejos de mi.
Pero en ese momento Mary se acerco por detrás y la tomo, esta empezó a moverse con mas violencia intento contenerla de alguna forma pero era imposible así que la arrojo contra una pared y esta nada mas chocar contra ella y al caer volvieron a escucharse los pasos rápidos en nuestra dirección.
─ Ponte detrás de mi…no se te ocurra moverte…─ comento Mary mientras sostenía un bisturí en la mano y miraba en todas las direcciones en la que escuchaba aquellos pasos.
Pero pasado un momento escuche como Mary gritaba de dolor cayendo al suelo al parecer aquella cosa le había acertado en las piernas, haciendo que se arrodillara.
─ Mary!...─ exclame con fuerza mientras esta me ponía una mano hacia atrás diciéndome que no me moviera del sitio.
Volvi a escuchar esos pasos nuevamente no sabia de donde venían mientras que Mary nerviosa miraba hacia todas partes, pero como un relámpago aquel pequeño monstruo se lanzo contra ella, Mary instintivamente puso su brazo para cubrirse.
Pero para mi sorpresa y la de Mary se escucho solamente un crujido parecido a la madrea y nada de dolor.
Aunque aquello era una buena noticia no me parecia muy buena, pensé que se estaba transformando poco a poco.
La muñeca por un momento intento sacar el arma del brazo de Mary pero no pudo rápidamente esta tomo a la muñeca dejándola sin arma, esta comenzó a revolverse en su mano y la volvió a tirar contra la pared pero antes de que esta la tocara varias hachas llegaron hasta su cuerpo clavándose en este y haciéndola chillar por ultima vez.
─ ¿Pero que demonios…?...─ cuestiono Mary mientras veía el cuchillo de esa muñeca clavado en su brazo.
Mire con miedo el brazo de Mary era del mismo color que la madera, aquella visión me dejo aterrorizada pero sorprendentemente mi muñeca no presentaba signos algunos de peligro.
Mary paso la mano por aquel brazo inhumano y arranco el cuchillo de este sin dar ningún signo de dolor.
─ No puede ser…no, esto no es posible…─ pronuncio Mary una y otra vez mirando ese brazo inhumano y negando con la cabeza repetidamente sin llegar a creérselo.
Aquella situación duro unos cuantos minutos hasta que Mary reacciono, por un instante tomo el cuchillo y fuimos directamente hacia el garaje de la ambulancia para intentar salir por allí.
─ Tenemos que salir cuanto antes…─ hablo Mary mirándome a los ojos con nerviosismo, aun se le notaba el miedo en su voz pero intentaba controlarse todo lo que podia y era capaz.
Entramos en la ambulancia y enseguida puso el motor en marcha presiono varias veces el acelerador haciendo que el motor rugiera.
─ Ponte el cinturón…─ dijo Mary mientras se colocaba el suyo, en ese momento apretó con todas sus fuerzas el acelerador y el coche respondió saliendo de allí a toda velocidad, cuando estuvimos en el exterior mire por el espejo retrovisor solo pude ver como una fina cortina de color negro cubriendo todo el hospital.
Mientras tanto en la parte trasera se encontraba mi muñeca sentada y mirándonos de manera impasible.
─ ¿Qué vamos a hacer…?...Todo esto es por mi culpa…debería de entregarme y terminar con esto…─ exprese de manera casi llorosa, mientras que las lágrimas aparecían en mis ojos y bajaba la cabeza.
─ No de eso ni se te ocurra, tenemos que acabar con esto de una forma u otra…no pienso dejarlo…─ respondió Mary mientras conducía por las calles casi desiertas a toda velocidad para alejarnos de aquel lugar lo mas posible.
─ Mira lo que te ha pasado por mi culpa…y encima mi hermana no se si estará bien…─ comente mientras seguia llorando sin darme cuenta hacia donde íbamos aunque tampoco me importaba mucho.
─ Escucha no pienso dejarte sola entiendes…y tu hermana la encontraremos…Te lo prometo…─ hablo Mary con rudeza en su voz y mucha seguridad aquello reconforto mi corazón pero a la vez sentía miedo por lo que pudiera pasarle no quería que muriese lo mismo que el otro policía.
Cuando estuvo un poco mas calmada bajo la velocidad de la ambulancia, por la ventanilla pude ver como el día despuntaba y los primeros rayos de sol anunciaban el fin al menos de momento de toda aquella oscuridad.
Mary detuvo la ambulancia en una zona apartada de y salio del coche para respirar tranquila mientras miraba su brazo por suerte aquella infección o lo que fuera no se extendía mas.
─ Tengo que llamar a la comisaría…─ habló Mary mientras volvía a entrar y tomar la radio buscando la frecuencia adecuada.
Por mi parte tome a la muñeca y salí del automóvil para respirar un poco y ver como amanecía lentamente, aquella luz tranquilizaba mi corazón de manera momentánea al menos.
─ Aquí unidad tres, cinco, dos, ocho, seis…solicitando ayuda me encuentro en la interestatal treinta y cinco…─ hablo Mary por la radio intentando contactar por la radio.
─ ¿Mary se puede saber donde estas…?...tenemos muchas victimas en el hospital y encima has desaparecido…Tienes que volver a la comisaría…para dar algunas explicaciones…─ respondió de manera ruda, queriendo que regresáramos pero no sabia que es lo que seria peor.
─ Jefe, no se si deberíamos regresar. y lo del hospital no he sido yo…como le dije esa cosa nos esta persiguiendo… ─ contesto Mary de manera enfadada mientras intentaba explicárselo pero parecia que la estaban acusando de todo aquello.
─ Hay huellas tuyas por todas partes incluso en un bisturí y esos policías muertos no son una buena señal…es mejor que te entregues cuanto antes…─ expreso el jefe casi ordenándoselo.
─ ¿De verdad cree que he sido yo…?...─ pregunto Mary con incredulidad, aunque sabia que por mucho que le dijera que no el jefe no se lo se lo creería pero por lo menos me tenia de testigo.
─ No lo se , no estaba allí solo te aconsejo que te entregues…─ expreso el jefe de manera tajante en ese momento Mary colgó el comunicador de la radio.
─ Tenemos que salir de aquí cuanto antes…─ dijo Mary metiéndose en la ambulancia a toda prisa mientras yo hacia lo mismo y nuevamente nos pusimos en camino.
Me quede mirando pro la ventanilla el paisaje empezó a cambiar mientras nos encaminábamos por una carretera llena de curvas, el sol empezaba a salir y una ligera brisa me daba en la cara.
Si embargo mi estomago empezaba a protestar, tenia algo de hambre lo mismo que Mary que me miro sonriendo.
Pensé que entre todas las familias que había tenido Mary había sido la mejor madre que había tenido y aquello me resultaba patético.
Mientras seguíamos la carretera mi mente se paseaba entre lso recuerdos de cuando estaba con mi hermana de todo lo que hacíamos y jugábamos.
─ Vamos a detenernos y a comer algo…Necesito descansar también…─ hablo Mary mientras nos dirigíamos hacia un motel.
Nada mas entrar vimos varios coches aparcados y alguna que otra furgoneta el sitio era una serie de edificios en forma semi cuadrada de dos plantas con una escalera que los conectaba en la parte de abajo había un pequeño restaurante del que se podia oler a café.
La gente entraba y salía de las habitaciones y algunos abandonaban sus coches mientras que otro entraban.
Nada mas aparcar nos dirigimos hacia el restaurante al entrar pude notar que aquel sitio no era muy moderno, tenia una serie de asientos de cuero de color rojo en la pared que daba a una ventan el suelo estaba algo pegajoso y el olor a lejía reinaba en el lugar junto con el del café, en la otra parte estaba la barra de aluminio y unos asientos desgastados anclados al suelo al fondo de este un pasillo que comunicaba con lso servicios y detrás de la barra una puerta doble que daba a la cocina.
─ Sentémonos, esto es increible…─ dijo Mary mientras se pasaba la mano por la cara y miraba la otra inhumana.
Al poco tiempo llego una mujer con un pequeño block para tomarnos nota de lo que iríamos a pedir.
─ ¿Qué es lo que quieren…?...─ cuestiono la mujer mientras servia una taza de café a Mary.
─ Dos desayunos continentales y un batido para ella…─ respondió Mary mientras le daba un sorbo a la taza de café, en ese momento la camarera se quedo algo inquieta al ver el brazo de Mary que esta tapo enseguida.
Pasamos un rato esperando mientras mirábamos por la ventana; Mary parecia algo nerviosa como si estuviera esperando que de un momento a otro llegara la policía.
Cuando hubieron pasado como unos diez minutos regreso la camarera con aquellos desayunos.
─ Aquí tienen…─ hablo la camarera de manera seca y cortante mientras casi nos arrojaba los platos en la mesa.
Seguidamente se dio la vuelta y volvió a sus quehaceres, por un momento me quede mirando el desayuno no sabia por donde empezar, aunque mi estomago estaba algo cerrado despues de lo que había pasado en el hospital.
─ Es mejor que comas algo…Se que te resultara muy difícil…─ dijo Mary mientras empezaba a devorar el desayuno, aunque su expresión me decía que teníamos un largo camino pro delante hasta encontrar al culpable de todo aquello…
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aqui dejo otro capitulo mas espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
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3.578 ATC
VISIONES INQUIETANTES
Mary parecia que todo lo que había pasado en el hospital no llegara a afectarle por la manera que estaba comiendo.
─ Tenemos que seguir moviéndonos…o pronto los tendremos encima…─ comento Mary lo mismo que si fuera una delincuente, pero sabia que la policía estaría detrás de nosotras por aquello que no había cometido.
Tímidamente comencé a comer un poco pero aquellos recuerdos invadían mi mente una y otra vez.
Mientras comía estaba viendo las personas entrar y salir del pequeño bar y como la camarera les servia café algunos se quedaban mirando la ambulancia de afuera y preguntaban a la camarera.
Pasado un buen rato mientras miraba por la ventana fue como un relámpago que azoto mi mente con gran dolor, abrí los ojos como platos y por un instante me aferre a la mesa con fuerza.
─ Chloe…Chloe…¿Qué te pasa…?...─ cuestiono Mary a la vez que se levantaba de su asiento y se sentaba a mi lado.
Mi cuerpo se tenso de golpe y las imágenes se sucedieron, aparecía un maní comió sobre una colina y junto a este un árbol completamente seco y muerto con algunos cuervos, despues de aquello solo recuerdos gritos e imágenes de personas torturadas y pidiendo ayuda,
─ Déjame…en paz…─ respondí casi tartamudeando, incluso me costaba hablar con tal sucesión de imágenes.
De pronto la imagen de aquella supuesta hermana que habían convertido apareció en mi mente como si estuviera riéndose de mi con crueldad y sadismo.
─ ¿Se encuentra bien…?...─ cuestiono la camarera que se acerco a nosotros con tono de preocupación en su voz.
─ Si, esta bien …A veces le ocurre…─ dijo Mary intentando hacer que n ose preocuparan enseguida me tomo en sus brazos y nos dirigimos hacia la ambulancia.
En nuestro camino una de las camareras paso por nuestro lado y pude ver como sus ojos se deformaban levemente, era ver su rostro transformarse.
─ No vayáis, será vuestra muerte…─ hablo la camarera y de repente su rostro volvió a cambiar de nuevo.
Esta movió la cabeza de un lado a otro como sorprendida, pero no dijo nada continuo con su trabajo.
A la vez que Mary salio del restaurante y fuimos hacia la ambulancia esta entro y empezó a rebuscar una inyección y una ampolla.
Cuando la hubo encontrado metió la jeringuilla y despues de aquello sentí el frió metal de la aguja en mi piel y poco a poco me fui quedando dormida aquellas imágenes desaparecieron por completo mientras mi cuerpo se destensaba.
No se el tiempo que estuve dormida solo que cuando abrí los ojos ya era de noche y Mary estaba tumbada a mi lado durmiendo, al girar la cabeza observe a la muñeca en una silla mirando hacia la puerta vigilándonos.
Intente moverme sin despertarla pero fue imposible al momento Mary abrió los ojos y se sentó en la cama.
─ ¿Cómo te encuentras…?...─ pregunto Mary al restregarse los ojos y se dirigía hacia el cuarto de baño.
Ni siquiera respondí ante aquello solamente me quede mirando a la muñeca, todo había empezado por culpa de aquella cosa, pero no podia hacerle nada al mismo tiempo nos había salvado varias veces y aun lo seguia haciendo y no sabia el por que.
─ Tenemos que irnos estoy segura que alguien habrá llamado a la policía…─ comento Mary arreglándose un poco el pelo y la ropa, despues de aquello tomo a la muñeca y a mi del brazo.
Salimos en plena noche pude sentir la brisa nocturna quitar el calor de mi rostro, se podían escuchar los grillos.
Todo el sitio estaba muy tranquilo solo iluminado por las luces del pequeño bar que parpadeaban de vez en cuando y las farolas del aparcamiento.
Mary se deslizo entre los coches y fue directamente hacia uno empezó a trastear en la cerradura hasta que consiguió abrirlo.
─ Vamos date prisa, tenemos que salir de aquí…─ dijo Mary mientras entraba en el automóvil y yo le seguia, de un movimiento lanzo a la muñeca al asiento trasero.
Enseguida encendió el motor y salimos a toda prisa, las ruedas rechinaron contra el suelo y Mary acelero todo lo que pudo.
Me quede por unos segundos mirando al cielo estaba completamente despejado y podia verse la luna que no estaba completa, su luz incidía sobre nosotras como un gran foco.
─ ¿Qué querría decir la camarera con que no fuéramos…?...─ se cuestiono Mary pensando en lo que había dicho.
─ Tuve la visión de un manicomio…─ pronuncie mientras continuaba viendo el paisaje casi ignorando todo lo de mi alrededor.
─ ¿Qué manicomio…?...¿Pudiste ver la dirección…?...─ cuestiono una y otra vez Mary mientras conducía a toda velocidad.
Negué con la cabeza sin dejar de mirar al cielo, además no quería volver a recordar aquello.
─ Tenemos que buscar algún sitio y que reconozcas ese sitio…lo siento…─ hablo Mary mirándome con ojos de lastima.
Una vez que ya estuvimos lejos, desacelero el automóvil y fuimos a una velocidad mas normal, para pasar el rato Mary encendió la radio para escuchar algo de música, de este salio unas canciones bastante relajantes.
Podia notar la brisa en mi rostro y ver como la noche daba paso al día lentamente los primeros rayos de sol empezaban a salir dando un aspecto precioso al paisaje en el que nos encontrábamos.
─ ¿Por qué yo…?...─ pregunte casi susurrando maldiciendo mi condición y preguntándome esto una y otra vez.
─ Ojala lo supiera…─ contesto Mary sin dejar de mirar el camino y casi sin inmutarse, por mi parte gire la cabeza para ver a la muñeca y ver como seguia inmóvil expectante a lo que sucedía.
Nuestro camino continuo y el paisaje montañoso dio lugar a un túnel y despues de este ya empezaba a verse algo de trafico, pudimos ver un cartel que nos indicaba una ciudad.
─ Tenemos que buscar un lugar para que identifiques ese lugar y para descansar me suele todo el cuerpo…dijo mirando de reojo al brazo que se había transformado por completo, pero que parecia que no avanzaba la infección…─ pronuncio Mary mientras entrábamos en aquella ciudad, podia notarse el trafico de la mañana la gente yendo de un lugar a otro las tiendas abiertas, el típico paisaje urbano.
Cuando pudimos nos detuvimos y fuimos directamente hacia una biblioteca, aquel sitio parecia bastante sombrío, en el lugar había dispersas varias mesas con sus asientos y en las paredes repisas llenas de libros en un rincón un par de ordenadores.
Despues de un momento nos acercamos a un ordenador y empezamos a buscar imágenes de aquel sitio que había visto, pasamos un buen rato aunque Mary no perdía de vista quien entraba y salía.
En una de las fotografías reconocí aquel lugar inmediatamente Mary saco por impresora una foto, despues de aquello entro en la pagina de la policía con su clave y envió un e-mail.
Mas tarde fuimos hacia el bibliotecario pidiéndole indicaciones de donde se encontraba aquel lugar y salimos en dirección hacia algún hotel.
─ Vale, necesitamos una ducha y relajarnos algo, iremos a un hotel y tu descansaras algo yo tengo que hacer unas cosas antes de que nos dirijamos hacia este lugar, me esperaras en el hotel, no salgas de la habitación, no dejes entrar a nadie…─ dijo Mary indicándome lo que íbamos a hacer y advirtiéndome algunas cosas.
Llegamos a un edificio no muy grande con un rotulo luminoso en uno de los costados, al entrar un recibidor con varios sillones y unas escaleras al fondo que conducían a los otros pisos, la gente se nos quedo mirando extrañada, podia notarse un ligero aroma a flores flotar en el ambiente.
─ Una habitación…─ comento Mary de manera seca y directa mientras ponía algo de dinero sobre el mostrador.
─ ¿Por cuánto tiempo…?...─ cuestiono el empleado mientras nos miraba de manera algo extraña al ver nuestras pintas.
─ Un par de días…─ respondió Mary mientras miraba hacia todos lados como si estuviera contando las salidas.
─ Muy bien habitación trescientos veinticinco… si quieren tenemos servicio de lavandería…─ sugirió el gerente mientras nos pasaba la tarjeta y recogía el dinero haciendo que firmara Mary en el registro.
─ Muchas gracias nos vendría bien…─ hablo Mary mientras que rápidamente subimos por las escaleras hacia nuestra habitación.
Nada mas llegar el pasillo me pareció mas largo de lo normal en el centro de este había un gran centro de flores, se podían escuchar a algunos inquilinos en sus habitaciones y un carrito al fondo con una mujer entrando para limpiar las habitaciones.
Una vez dentro la habitación no era muy grande pegada a la pared una cama a su lado un armario y una puerta que daba al cuarto baño en una de las paredes una ventana que estaba abierta en la pared un cuadro de unos caballos y enfrente la televisión y a su lado la mesita de noche con una pequeña lámpara y el teléfono.
─ Date la ducha…haré unas llamadas…─ dijo Mary mientras rápidamente se dirigía hacia el teléfono, al mismo tiempo dejaba la muñeca sobre la cama.
Al entrar en el cuarto baño note inmediatamente el olor a desinfectante no era muy grande que digamos tenia una bañera con el grifo de ducha y unas cortinas de plástico, junto a este el water y en la pared el lavabo con un pequeño espejo.
Me desvestí y entre en la ducha abriendo el grifo y enseguida note el agua caliente caer sobre mi piel, intente olvidar por unos momentos todo lo que había pasado como si aquella ducha me limpiara.
Estuve un buen rato en la ducha cuando me hube despejado un poco salí y tome el albornoz que había colgado en la puerta por desgracia me quedaba algo grande.
Al salir Mary esbozo una sonrisa al verme, era la primera vez que la veía sonreír de esa forma desde que la había conocido.
─ Te queda fatal…Pero bueno es lo que tenemos…deja tu ropa vendrán por ella a lavarla, ahora me toca a mi…─ hablo Mary mientras entraba en el baño, me senté en la cama y puse la televisión para ver algo.
Enseguida aparecieron las noticias y lo que había pasado en aquel hotel, toda aquella carnicería, y enseguida salto la noticia del hospital seguidas de nuestras fotos al parecer estábamos en busca y captura.
Aquello hizo que Mary saliera del baño a toda prisa con el albornoz puesto y se sentase a mi lado.
─ La verdad me lo esperaba…pero no que me acusaran…─ hablo Mary y enseguida apago la televisión enseguida tomo su ropa se vistió.
─ Recuerda lo que te he dicho…no abras a nadie…espérame aquí volveré enseguida…─ hablo Mary y enseguida salio por la puerta dejándome sola en la habitación, puse la televisión para entretenerme un poco.
Estuve un tiempo viendo dibujos animados y algunas comedias cuando la televisión parpadeo levemente aunque no le preste mucha atención.
Enseguida alguien golpeo a la puerta, me pareció que podría ser la mujer de la limpieza y que ahora le tocaría a nuestra habitación pero estaba convencida de que Mary había colocado el letrero de no molestar en la puerta.
─ Perdón voy a entrar…─ dijo una voz femenina con tono agradable despues escuche como la puerta se abría y el sonido del rechinar de una de las ruedas del carrito.
Era una mujer algo baja con el pelo recogido en un moño, sus ojos eran de un color marrón apagado y en su rostro podia verse algunas arrugas, su cuerpo era algo regordete y vestía un uniforme de color blanco, su piel era de color oscuro.
Me senté mas cerca de la muñeca y esta nada mas verla giro la cabeza, sabia que no era una limpiadora normal, aunque no entendía como podían saber donde estábamos en cada momento.
─ Estaba el cartel de no molestar…─ dije de manera seca y casi susurrando para que se fuera.
─ Os dije que os fuerais…que moriríais y no hicisteis caso alguno…Vais hacia vuestra muerte!...─ exclamo la limpiadora que de buenas a primeras su cuerpo empezó a convulsionar de forma esporádica podia escuchar el retorcer de sus miembros el sonido de sus músculos y como gritaba con fuerza pidiendo que cesara.
Cuando al fin se detuvo pude ver una nueva apariencia completamente grotesca y siniestra, aquella piel oscura se había vuelto blanquecina su boca aprecia la de las marionetas sus ojos aun vivos en esa carcasa de madera pidiendo ayuda y su cuerpo abotargado, mientras que su boca estaba llena de colmillos, su pelo caía por delante de su rostro dándole una apariencia mas terrible si fuera posible, parecia flotar en el aire por unos hilos de plata que sujetaban sus miembros.
─ No, no es posible….¿QUE QUIERES DE MI…?...─ grite con fuerza con lagrimas en los ojos mientras esa cosa permanecia quieta mirándome con aquellos ojos vivos pidiendo que la mataran y acabaran con su tormento.
Aquella cosa avanzo unos pasos mientras yo retrocedía en la cama hacia la pared acorralándome, no podia apartar los ojos de aquel monstruo que no apartaba su mirada.
─ Solo quiero protegerte…─ hablo aquel monstruo mientras de manera grotesca se acercaba hacia donde estaba, los miembros se escuchaban de forma asquerosa a cada paso.
Cuando ya estaba cerca de donde estaba y por mi parte no podia retroceder mas aparte la cara cerrando los ojos cuando lo hice escuche un grito de dolor lentamente abrí los ojos y observe como el monstruo retrocedía con un hacha clavada en la mano.
Mire hacia todas partes descubriendo a la muñeca que estaba cerca de la ventana con un hacha en su mano preparada para acabar con aquel monstruo.
La muñeca estaba inmóvil preparada para atacar, mientras aquella cosa se arranco el hacha del brazo y se acerco rápidamente hacia ella dispuesta a entablar un combate.
La muñeca no le defraudo como una centella empezó a lanzar varias hachas hacia este que dio un salto y como si fuera imposible se pego al techo moviéndose por este hacia ella.
Las hachas parecían no acertarle se movía a gran rapidez no sabia que hacer mire hacia todas parte, como pude me dirigí hacia la puerta rápidamente para salir al pasillo, gire el pomo varias veces pero sin resultado estaba atrancada.
Viendo que no podia escapar pensé encerrarme en el baño, corrí hacia este y cerré la puerta cerrando el cerrojo esperando que todo aquello acabara y que aquel ser se fuera.
Podia escuchar los pasos rápidos de aquel ser y varios golpes seguidos como si algo se clavara.
Despues de aquello no se escucho nada, me acerque a la puerta y la abrí lentamente esperando que aquella cosa se hubiera largado pero no fue así para mi sorpresa se mantenía inmóvil con la muñeca en una de sus manos y la otra tapándole la boca, esta se retorcía en su mano intentando liberarse.
─ ¿Crees que esto te protegerá…?...Le das tu confianza a este monstruo…Solo quiere engañarte…solo te quiere a ti…─ cuestiono aquel ser mientras parecia apretar con fuerza el cuerpo de la muñeca a la vez que esta se movía intentando liberarse podia ver los ojos de esta con dolor.
─ Suéltala…es lo único que tengo de mi hermana…Lo único que quiero es que me dejéis en paz…y quiero que vuelva mi hermana…─ respondí con lagrimas en los ojos esperando que esa cosa se fuera o desapareciera lo que fuera mas rápido y tener una vida normal.
Aquel monstruo empezó a tirar lentamente del cuerpo de la muñeca intentando romperla, podia ver el sufrimiento y el dolor en sus ojos y como parecia que me pidiera ayuda.
─ DEJALA EN PAZ!!!...─ grite con todas las fuerzas que pude con lagrimas en los ojos aunque no podia hacer nada para evitarlo solo ver aquel sangriento espectáculo.
Cuando ya pensaba que todo estaba perdido que la muñeca terminaría destruida a manos de aquella cosa, escuche como un golpe en la puerta y esta se abría de golpe y aparecía Mary que enseguida desenfundo su arma y ejecuto varios disparos.
Enseguida aquella cosa grito con fuerza, Mary seguia apretando el gatillo una y otra vez acertando en aquel monstruo que soltó la muñeca de inmediato haciéndola caer al suelo.
Aquella cosa chillaba y gritaba con cada impacto de las balas, la sangre oscura saltaba hacia todas partes cuando al fin cayo al suelo, Mary se acerco para comprobar que estaba muerto.
Intente acercarme para comprobarlo pero Mary me hizo una indicación de que no lo hiciera.
─ Solo…quería…protegerte…Gra…cias…─ dijo el monstruo con unas palabras lastimosas de manera entrecortada, aquellos ojos que pedían ayuda parecia que ahora estuviesen en paz y tranquilos por que hubiera terminado la tortura.
Enseguida varias personas se acercaron hacia la habitación para comprobar que es lo que pasaba, Mary se acerco a estas enseñándole su placa y haciendo que se fueran.
Seguidamente cerro la puerta y se dirigió hacia le teléfono para pedir una ambulancia, rápidamente tomo mis ropas.
─ Rápido vístete tenemos que salir de aquí antes de que vengan los coches patrulla…─ hablo Mary mientras me soltaba la ropa y recogía algunas de sus cosas.
Por unos instantes me quede mirando aquella cosa sintiendo lastima por ella quieta en el sitio sin apartar la mirada.
─ ¿Qué haces…?...Venga date prisa…Tenemos que salir de aquí cuanto antes…─ pregunto Mary haciendo salir de aquel estado en el que me encontraba y empezando a vestirme a toda prisa.
Cuando hube terminado mire hacia todas partes y encontré a la muñeca que se encontraba en el suelo, parecia que estaba bastante mal despues de l oque le hizo aquella cosa, con lastima me acerque a ella y la tome en mis brazos, no pensaba dejarla despues de lo que había estado haciendo para protegerme.
Bajamos la escalera a toda prisa, teníamos que escapar cuanto antes, puesto que la policía vendría enseguida junto con la ambulancia.
─ No se preocupe, la policía vendrá enseguida…he pedido una ambulancia…─ comento Mary mientras le enseñaba la placa al gerente pero por la mirada que nos lanzo sabia que nos había reconocido por las noticias.
Enseguida entramos en el automóvil y Mary apretó con fuerza el acelerador para escapar, mientras que detrás de nosotras se escuchaban las sirenas, por suerte no había mucho trafico y pudimos salir con rapidez.
─ Se puede saber como nos descubren en cada sitio que estamos…maldita sea…─ maldijo Mary mientras le daba golpes al volante.
Aquella pregunta se me venia a la mente, era imposible que fuera por mi puesto que era la primera que no quería que nos encontrase la única pista que tenia es que a trabes de la muñeca pudiera vernos.
Por unos momentos me quedé mirando a la muñeca viendo aquellos ojos de cristal que parecían que estuvieran observándome.
─ Mary…¿tienes un pañuelo…?...─ cuestione pensando que podría ser aquello, aunque fuera inverosímil.
Seguidamente Mary me lo entrego como pude le puse el pañuelo tapándole los ojos a la muñeca, esta movió la cabeza varias veces intentando quitárselo.
Mary se quedo sorprendida al ver que hacia aquello pero si eso fuera cierto tendríamos algo de ventaja y estaríamos tranquilas por un tiempo.
─ Ya se donde se encuentra el psiquiátrico que viste en tu visión…Tenemos que salir de la ciudad…será un viajecito largo…─ dijo Mary mientras apretaba el acelerador y esquivamos el trafico para salir de la ciudad.
Cuando al fin llegamos a la autopista, el trafico se hizo mas ligero el paisaje volvió a cambiar nuevamente pasamos de los edificios altos a un valle con las montañas al fondo el sol ya empezaba a ocultarse poco a poco dando unos tonos naranjas muy suaves y el viento antes calido se volvía poco a poco fresco.
─ Es mejor que duermas algo…te avisare cuando lleguemos…─ pronuncio Mary pensando en que casi no había dormido aunque también tenia bastante hambre.
Me recosté lo que podia con la muñeca entre los brazos al menos ya parecia que se hubiera calmado con aquella venda y había dejado de moverse, poco a poco fui cerrando los ojos hasta que darme dormida.
El tiempo paso rápidamente, cuando mi sueño fue interrumpido por un paran brusco, al abrir los ojos ya era noche cerrada y la autopista la habíamos dejado para dar paso a un camino de tierra con un paraje desolado mirara donde mirara había árboles muertos pro casi cualquier lado enfrente mía una verja de color oscuro junto a dos columnas con unos focos destrozados.
Mary se había bajado para abrir la puerta esta rechinó con fuerza, cuando hubo terminado volvió al coche y me miro con algo de miedo en su rostro.
─ Te quedaras en el coche…no pienso dejar que mueras…ni que esa cosa te capture…─ hablo Mary con dureza mientras volvía a poner de nuevo el automóvil en marcha en dirección hacia el psiquiátrico.
Al mirar su rostro me di cuenta que tenia bastante miedo y no era para menos despues de lo que nos dijo aquel monstruo.
Mi cuerpo temblaba con fuerza y podia sentir mi corazón latiendo que pareciera querer salirse del pecho, el ambiente era completamente lúgubre la noche hacia que aquel edificio se viera mas macabro de lo que ya era de por si.
Observe con detenimiento los jardines que estaban descuidados y algunas estatuas semi derruidas por el tiempo y con varias enredaderas a su alrededor, cerca del edificio observe aquel árbol completamente seco que movía sus ramas como si fuera una figura horripilante que quisiera agarrarnos.
Mary detuvo el coche delante de la puerta del edificio que no parecia estar en muy mal estado, el edificio era bastante grande, al mirarlo por un momento me recorrían escalofríos, antes de bajar le agarre la mano.
─ Quiero ir contigo…quiero que mi hermana regrese…─ dije con lagrimas en los ojos, no pensaba abandonarla y menos si estaba en ese lugar.
─ Escucha ese monstruo te quiere a ti y ya tiene a tu hermana y ese libro…no pienso dejar que tenga todas las bazas…─ comento Mary mirándome a los ojos por un momento se quedo quieta esperando que la soltara pero no fue así.
─ ¿Vas a entrar de todas formas no…?...─ cuestiono Mary mientras me miraba fijamente, sabiendo que no podría detenerme.
Negué con la cabeza haciéndoselo saber que aunque me dejara en el coche entraría en aquel sitio en busca de mi hermana.
─ Muy bien, pero no se te ocurra despegarte de mi lado…─ comento Mary mientras volvía a recargar su arma y asegurándose de que tenia balas en los bolsillos.
Baje del automóvil con el miedo aforrándose a mi cuerpo, mire el edificio hacia arriba y fue como si como aquel edificio me impresionase.
La luz de la luna incidía de tal manera que pareciera que el propio edificio quisiera atacarnos, el ambiente era totalmente gélido y no se escuchaba nada, parte de las ventanas estaban destruidas aunque la estructura parecia intacta.
Mary mantuvo el arma en su mano y nos acercamos a la puerta al empujarla un poco esta se abrió rechinando sobre sus bisagras.
El interior estaba completamente a oscuras y una ráfaga de viento helado nos atravesó nada mas abrirla.
La estancia principal no parecia la entrada de un psiquiátrico era bastante amplia y había varios sillones tirados por los suelos, no se podia ver mucho debido a la oscuridad reinante que parecia acrecentarse, a nuestra derecha había un mostrador y detrás de este una puerta entre abierta, delante una gran escalera que llevaba a los pisos superiores.
Al final del primer tramo de escalera había un ventanal que permanecia entero era de colores y representaba una virgen de pie rezando.
─ ¿Así que habéis venido…?...Os lo advertí!…─ exclamo una voz haciendo que la puerta detrás de nosotras se cerrara de golpe.
Aquello termino sobresaltándonos, el aspecto del recibidor se hizo aun mas macabro, empezamos a escuchar risas que provenían del piso de arriba mezcladas con gritos de agonía.
─ Mierda!...─ exclamo Mary mientras miraba hacia todas partes preparada para l oque pudiera pasar.
─ Chloe socorro, ayúdame…─ la voz de Alice resonó en el lugar pidiendo ayuda aquello hizo que se me acelerara el corazón e intentara salir corriendo hacia el piso de arriba.
─ ¿Se puede saber que haces…?...¿estas loca…?...No creo que haya sido tu hermana la que haya gritado…─ cuestiono Mary deteniéndome en el sitio, mi mente estaba en otro lugar solo quería encontrar a mi hermana.
─ Pero…─ respondí de manera seca sin pronunciar nada mas, aquella voz estaba torturando mi mente y mi corazón.
─ Es mejor que no nos apresuremos…─ comento Mary mientras con su mano me ponía detrás de ella.
Podia notar como la muñeca se debatía entre mis brazos para poder bajar y moviendo la cabeza de un lugar a otro para quitarse aquella venda que le había puesto.
Por un momento me quede mirándola y como parecia querer bajar de mis brazos y ayudarnos.
─ ¿Qué haces…?...─ cuestiono Mary mientras observaba como le quitaba la venda de los ojos a la muñeca y la dejaba en el suelo.
Esta rápidamente se puso de pie de manera torpe y se quedo inmóvil mirando hacia todas partes algo inquieta.
Era la primera vez que la veía moverse libremente y parecia estar mas viva que nunca, Mary se quedo impresionada mirándola lo que estaba haciendo.
─ Es mejor que revisemos este sitio y vayamos poco a poco…─ hablo Mary con tono de asombro y sorpresa en su voz mientras miraba a la muñeca algo desconcertada.
Nos aproximamos hacia la puerta que había detrás de la recepción con paso cauto y observando el sitio.
Nada mas entrar casi no pudimos ver nada, lo poco fue un escritorio polvoriento lleno de papeles encima con una silla detrás y otra delante a su lado una ventana que estaba hecha polvo y junto a este un fichero y en la pared había marcas de varios cuadros que habían sido quitados, el papel pintado estaba rasgado por todas partes y el olor a humedad se podia percibir por cualquier lugar.
Nada mas entrar Mary miro detrás de la puerta por si hubiera alguien, despues de eso fue directa hacia el archivador para ver lo que encontraba por mi parte pasee por aquella oficina.
Mientras Mary seguia rebuscando yo no paraba de mirar el sitio aunque era la primera vez que había entrado me parecia bastante familiar y eso me ponía los pelos de punta.
Enseguida sonó el móvil de Mary aquel sonido hizo que nos sobresaltáramos las dos, pero enseguida esta lo tomo para recibir la llamada.
─ Lo siento haberte pedido ese favor…Si, ¿estas seguro…?...Muchas gracias de verdad…─ hablo Mary con frases cortas que enseguida colgó el teléfono.
Por un instante me quede mirándola extrañada parecia que su rostro podia verse algo de alivio al parecer la llamada le había dicho algo que esperaba.
─ Aha aquí esta…─ pronuncio Mary mientras observaba el móvil interesada en algo que le habían enviado.
Me quede un poco extrañada viendo como su rostro se iluminaba como si fuera lo que había pedido.
Pero aquella alegría duro poco cuando escuchamos unas pisadas que se aproximaban en nuestra dirección.
Mary me aparto de la puerta echándome hacia un lado para quien fuera no me viera, por su parte se aproximo hacia la puerta para ver quien se aproximaba los pasos parecían provenir de la escalera.
La muñeca parecia algo nerviosa y metiendo la mano en la cesta dispuesta a lanzarse al combate.
Mary se quedo mirando hacia la escalera desde su posición dispuesta a abrir fuego a lo primero que viese.
Pero parecia que no venia nadie solo se escuchaba los pasos de algo aproximarse hacia donde estábamos.
Cada vez mas cerca y mas cerca pareciera que ya lo teníamos encima de nosotras, pero no veíamos nada….
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
628
3.578 ATC
PSIQUIATRICO DE PESADILLA
─ Muéstrate…venga…─ hablo Mary entre dientes esperando que lo que fuese apareciese de una vez, pero aquellos pasos se escuchaban cada vez mas cerca.
No hacia mas que mirar hacia todas direcciones mientras escuchaba aquellos pasos que parecían acelerarse, pero en ese instante mis ojos se fijaron en el techo de la habitación pude ver con horror una figura ataviada con una camisa de fuerza que se movía de forma extraña, su cuerpo parecia convulsionar rápidamente.
Cuando giro la cabeza pude ver aquel rostro deformado, no tenia ojos solamente dos huecos negros y la piel de un color grisáceo, abrió su boca emitiendo un grito que retumbo en el lugar.
─ NOOOO!!!...─ grite con fuerza mientras retrocedía y al mismo tiempo se giraba Mary apuntando a aquel monstruo que no dejaba de gritar.
Por unos instantes Mary apretó el gatillo y empezó a disparar al mismo tiempo que la muñeca sus hachas volaron directamente hacia el techo pero con unos movimientos rápidos, parecia deslizarse por el techo esquivándolo cuando al fin llego cerca de mi y de un impulso pareció lanzarse.
Me horrorice al ver como se acercaba, incluso me pareció oler un cierto aroma a carne podrida, pero cuando ya se encontraba a escasos centímetros de mi los disparos de Mary junto con las hachas de la muñeca lograron acertarle haciendo que se disolviera en ceniza que cayo encima mía.
Me quede con los ojos abiertos con el rostro deformado por el miedo casi ni podia hablar era como estar en shock.
─ Chloe…Chloe…reacciona por Dios…─ comento Mary mientras me zarandeaba para que reaccionara y saliera de ese estado.
Pasado unos segundos al fin mi mente pudo centrarse nuevamente, mire a Mary fijamente como si le pidiera ayuda, esta enseguida me abrazo para calmarme pero el recuerdo de aquella cosa tan cerca de mi todavía rondaba en mi mente y aquellos huecos negros que parecieran que absorbieran mi alma.
─ Bien escúchame…eso no era mas que una ilusión, entiendes solo eso…no te separes de mi…Te prometo que encontraremos a tu hermana y que no te pasara nada…─ comento Mary intentando calmarme y que me centrase.
No pude mas que abrazarla con fuerza durante unos instantes olvidando lo que había pasado.
─ Vale salgamos de aquí tenemos mucho edificio por registrar…─ comento Mary al darme la mano y salir de aquella habitación.
El ambiente había cambiado casi de manera radical parecia que la oscuridad lo inundaba todo, y aquella opresión era mucho mayor que antes.
Al encaminarnos hacia la escalera principal mire hacia la ventana viendo que había una especie de oscuridad que lo envolvía todo.
─ No podremos salir de aquí…─ pronuncie con miedo en la voz casi susurrándolo y sabiendo que aquello seria nuestra tumba, aquel ser tenia razón no deberíamos de haber venido.
Seguimos subiendo hasta llegar al piso de arriba nada mas estar en la segunda planta observamos que aquella entrada tan acogedora era solo eso, el segundo piso era un largo pasillo con las paredes pintadas de banco y lleno de puertas a cada lado, algunas de ellas permanecían abiertas y otras cerradas.
La pintura estaba descascarillada y había un fuerte olor a humedad por los pasillos, podia sentirse un sentimiento de maldad que nos impactaba al caminar por allí.
Casi no se podia ver nada solo algo por la débil luz de la luna que entraba por las ventanas.
Un sentimiento de miedo me embargo mientras mirábamos en las habitaciones que estaban abiertas, en algunas podia verse que las paredes estaban pintadas y otras en las que había como unas manchas oscuras en sus paredes preferi no pensar que fuese sangre.
De pronto escuchamos como unos golpes venir de una de las habitaciones como si alguien estuviera golpeándola para pedir ayuda.
Nos acercamos a esa habitación y Mary miro por la ventana, enseguida pido ver como si alguien estuviera sentado en el centro de esta ataviado con la misma camisa de fuerza.
Mary giro el pomo muy lentamente y empujo la puerta cerciorándose de que no hubiera nadie mas.
Algo de pronto me dijo que aquello no estaba bien como una ráfaga o una sensación extraña que recorrió mi cuerpo.
Mary empezó a avanzar hacia aquella figura que permanecia inmóvil en el centro de la habitación.
─ ¿Se encuentra bien…?...─ pregunto con un tono calmado ocultando el miedo que tenia en su voz.
Pero esa persona parecia no responder cuando ya estuvo casi a escasos centímetros de esta pude ver que su pelo era igual que el de Mary aquello me resulto muy extraño.
Esta acerco la mano para tocarle el hombro pero cuando estaba a escasos pasos tire de ella hacia atrás de manera instintiva con miedo.
─ ¿Chloe, que ocurre…?...No te preocupes no pasara nada…─ cuestiono Mary girando la cabeza para calmarme.
Pero en cuanto lo hizo de nuevo para seguir con lo que estaba haciendo pudo ver con horror que era ella misma tenia los ojos vidriosos de los que salía sangre, en su rostro había arañazos que parecían habérselos hecho un animal, su piel era completamente pálida pero esta vez empezó a gritar como una loca sin sentido.
Mary retrocedió unos pasos pero ya era demasiado tarde aquella cosa se le lanzo encima y puso sus manos sobre el cuello de ella apretando con fuerza, intento resistirse pero fue en vano la fuerza de aquel monstruo era muy superior y la había tomado por sorpresa, podia ver el rostro de Mary aterrorizado y como notaba que la vida se escapa pava de su cuerpo.
Por mi parte retrocedí unos pasos y tropecé cayendo al suelo y llegado a la pared, no podia dejar de mirar aquello pero tampoco podia hacer nada estaba completamente paralizada por el miedo, no apartaba la vista de aquella cosa que seguia riéndose con fuerza.
Pero cuando ya estaba a punto de morir vi como un hacha se clavaba en el cráneo de aquel monstruo, esto hizo que soltara de manera momentánea a Mary que empezó a toser con fuerza recuperando el aliento.
El monstruo miro fijamente a la muñeca que se preparaba para lanzar otra hacha mas, pero no fue ella la que lo hizo.
─ MUERE!!!...─ grito Mary mientras apretaba el gatillo del arma varias veces apagando la risa de aquel ser y acertando de pleno en su rostro varias veces.
Parte de la sangre negra cayo sobre el rostro de Mary y aquel ser no dio ni un sol ogrito sencillamente se desmorono.
Mary se quito de encima aquel ser tirándolo a un lado podia ver aun aquellos ojos pero esta vez parecían mucho mas tranquilo y relajados como si su muerte hubiera encontrado la paz.
─ Dios!...─ exclamo Mary al levantarse poco a poco y revisando su arma, para poner algunas balas mas, se quedo mirando a la muñeca y esta a ella por unos instantes.
─ Chloe…¿Te encuentras bien…?...─ cuestiono Mary mientras me miraba a los ojos intentando hacer que me calmara y recuperara la calma puesto que aun estaba tiritando pro el miedo.
Asentí con la cabeza y me abracé por unos momentos a Mary con fuerza cerrando los ojos sentí su abrazo en ese momento supe que no me dejaría.
─ Tranquila…No pienso morir y te prometo que encontraremos a tu hermana…─ comento Mary apretando su abrazo, por unos instantes permanecimos en ese estado.
Despues de aquello salimos de la habitación mirando hacia ambos lados del pasillo, aquel sitio permanecia en silencio y eso me ponía los pelos de punta.
De pronto una ráfaga de aire helado nos atravesó proveniente del otro lado del pasillo, las puertas se cerraron de golpe produciendo un gran estruendo, empezaron a escucharse gritos de dolor y agonía mezclado con risas provenientes de todas partes del pasillo.
Aquel ruido retumbaba en mi mente y la retorcía a su antojo, visiones de sangre, dolor y muerte se sucedían una y otra vez, no podia hacer nada estaba paralizada, ni siquiera me di cuenta que Mary había avanzado unos metros separándome de ella.
Intente gritar avisándola pero de mi garganta no salía ninguna palabra por suerte la muñeca le aviso haciendo que se volviera.
Esta se acerco rápidamente pero solo dio unos pasos cuando se quedo quieta en el sitio parecia completamente asustada.
Gire la cabeza cuando vi algo espantoso una especie de persona que media cerca de dos metros ataviado con un pijama de color blanco que se igualaba a la de su piel, su rostro estaba desfigurado casi irreconocible, sus ojos eran dos agujeros negros lo mismo que su boca que parecia abrirse mas de lo corporalmente posible sus manos eran como garras de color negro como el ébano.
Intente gritar o moverme pero estaba paralizada por el miedo no podia moverme, aquella cosa se acercaba cada vez mas, casi tenia aquellas garras encima de mi cuerpo, sentía algo gélido sobre el cuerpo que entraba hasta lo mas profundo de mi ser.
Mary empezó a disparar una y otra vez pero aquel ser no parecia afectarle las balas, pasaban a través de él sin causarle daño alguno, era como si el edificio hubiera tomado cuerpo y se abalanzara sobre mi.
La muñeca empezó a lanzar su s hachas pero esta vez no fueron hacia la cabeza del monstruo si no hacia sus manos que hicieron que se clavaran en la pared, este soltó un gemido sordo como si aquello le doliera, rápidamente Mary se corrió hacia mi dirección todo lo deprisa que pudo aprovechando aquella oportunidad.
Aquel ser luchaba por desembarazarse de aquellas hachas varias de ellas cayeron al suelo rápidamente Mary me tomo en sus brazos y dando una voltereta en el momento justo en que las manos de aquel ser se liberaban de las hachas juntando las manos, pero al ver que no me había atrapado desapareció entre la oscuridad tal como había hecho acto de aparición, solo estaban de testigos las hachas clavadas en la pared.
─ Deja a Chloe y saldrás viva de aquí…─ dijo una voz proveniente del edificio entero que pareciera estar bajo su control.
─ Escúchame atentamente, se quien eres y te prometo una cosa he venido a por Alice, y no me pienso de ir sin ella…─ replico Mary mientras volvía a recargar su pistola pensé que ya no le quedarían muchas balas.
─ Nunca la tendrás…Ellas son mi mayor obra de arte…─ dijo esa voz con tono de orgullo aunque su respuesta me había hecho pensar dejándome la sangre helada.
─ No puede ser, es imposible…no somos como esos monstruos…─ dije con fuerza casi gritándole, mientras me miraba una y otra vez a mis manos sorprendida por aquellas palabras y con el miedo en mi cuerpo.
─ Chloe cálmate, solo respira…─ comento Andrea mientras se acercaba hacia donde estaba, yo miraba una y otra vez mis manos extrañada, no podia ser cierto que yo fuera una de esas cosas es imposible, la cabeza me daba vueltas de un sitio a otro, era como si se me fuera la mente y que todo lo que había vivido de pequeña fuera una mentira.
─ ¿Crees que esa muñeca esta contigo por lo buena que eres…?...─ dijo aquella voz haciendo que mis peores temores se hicieran realidad y haciéndome pensar aun mas que era una marioneta.
─ No es cierto, estas mintiendo…díselo Mary…es mentira…NOOO!!!...─ grite con fuerza mientras que la cabeza no paraba de dar vueltas estaba completamente mareada y confusa y con ese ultimo grito hizo que me desmayara.
Todo se hizo oscuridad no sentía nada y mientras estaba en ese estado mis recuerdos se sucedían una y otra vez, hasta que llegue al momento de encontrarme en aquel callejon junto con Alice.
Pero fue diferente en ese momento mire al rostro de esa marioneta y esta me devolvió la mirada.
─ Eres su mayor obra…Ja, ja, ja, ja…─ carcajeo aquella cosa con sadismo, mientras me retiraba unos pasos sin perder de vista aquellos ojos vidriosos, viendo su rostro cubierto de aquel liquido negro.
De pronto abrí los ojos mirando hacia todas partes, pude ver el rostro de Mary que estaba a mi lado esperando que despertara y la muñeca sobre mi pecho descansando.
─ ¿Te encuentras mejor…?...─ pregunto Mary preocupada por mi estado, aunque ahora mismo en mi mente no me importaba si estuviera viva o muerta.
No llegue a responder solamente intente ponerme de pie, pero ahora me preguntaba si de verdad tenia que salvar a Alice.
─ Tenemos que continuar...─ dijo de manera seca al ponerse de pie y seguir investigando las habitaciones.
─ ¿Por qué…?...Es mejor que me dejes aquí…─ cuestione de manera derrotista mientras soltaba la muñeca.
─ Tenemos que salvar a tu hermana…─ respondió Mary intentando animarme despues de lo que había escuchado de aquella voz.
─ ¿De verdad es mi hermana…?...Si soy lo que él dice…solo soy otra marioneta…─ volvi a preguntar viendo que solo era eso un trozo mas de carne que moldear.
Mary en ese momento se acerco hacia donde estaba y se arrodillo para ponerse a mi altura.
─ Claro que es tu hermana y no eres otra de sus marionetas…Te lo prometo…─ hablo Mary intentando calmarme y despejando mi mente.
Pero aquellas palabras habían ahondado en mi mente de tal forma que solo tenia aquel pensamiento y a pesar de sus palabras no dejaba de mirarme las manos para comprobarlo, pero en cuanto vi el brazo de Mary que estaba afectado por aquella enfermedad fue como un clic en mi mente que me hizo cambiar de idea.
─ No, no es verdad, no puede ser verdad…Aléjate de mi…─ dije con fuerza moviéndome para soltarme de Mary, y cuando lo conseguí salí corriendo hacia el final del pasillo.
─ Chloe regresa…─ hablo Mary para que regresara pero resulto inútil su voz me resulto lejana y casi apagada en mi caminata llegue al final del pasillo y vi otra escalera que llegaba al piso de arriba, era casi idéntico en el que habíamos estado solo que en la parte de arriba de las habitaciones había carteles indicando cada una de las estancias.
Entre en la primera que encontré y me escondí en un rincón con el miedo en el cuerpo sin saber que hacer y pensando que podia ser otro de aquellos monstruos.
─ No, es imposible, no soy uno de tus monstruos…es imposible…─ dije una y otra vez con la mente perturbada por aquello, las imágenes de aquellas cosas y todas las veces que nos habían atacado.
─ ¿Chloe donde estas…?...─ cuestiono la voz de Mary que podia escuchar pero de manera lejana, pero era imposible puesto que estaba en el piso de arriba.
Ni siquiera respondí preferi estar sola por unos momentos inmersa en mis pensamientos, si todo lo que había dicho fuera verdad no sabría que hacer.
Mientras permanecia enfrascada en mis pensamientos me fije en la sala en el centro de esta había una silla de aspecto metálico con correas en los reposa brazos y en los pies, en el resto de la sala había varias bandejas tiradas por el suelo había polvo y telarañas por todas partes, cuando me quede por un momento mirando ese artilugio me recorrió un escalofrió por todo el cuerpo de pronto empecé a escuchar lamentos de agonía que iban en aumento me tape los oídos pero seguia escuchándolos con insistencia.
Los gritos inundaron la sala por completo solo podia escuchar personas pidiendo ayuda gritando de dolor y agonizando por salir de aquel artilugio de dolor.
Cuando al fin cesaron abrí los ojos y me quite las manos de los oídos al girar la cabeza observe a la muñeca que estaba mirándome quieta e inmóvil como la guardiana que había sido siempre.
Por unos momento no supe que hacer pero mi mano al moverse palpo una de las bandejas que había tirada por el suelo cerca de mi que enseguida la tome y se la arroje a esta que impacto de lleno, la muñeca se estrello en la pared dando un grito de dolor y empezó a llorar.
Aquellos llantos eran los de un bebe alguien que estaba sufriendo, me quede por un momento mirándola que ni siquiera se movía, solo estaba llorando.
Despues me acerque a esta lentamente caminando a gatas, al quitarle la bandeja de encima pude observar como tenia una brecha en la cabeza de la que salía aquel liquido negro, su rostro se marcaba el dolor y la tristeza, al verla tan indefensa la abrace con fuerza pidiéndole perdón por lo que había hecho.
Y en un instante aquellos llantos cesaron, estuve mucho mas tranquila al tenerla entre mis brazos.
Pensé en salir a buscar a Mary no podia estar muy lejos pero lo mas raro de todo es que no escuchaba llamarme, su voz se había apagado.
Al salir de la habitación sentí una ráfaga de aire helado como si me golpeara, enseguida supe que aquello no era nada bueno, las puertas de las habitaciones se cerraron de golpe y de nuevo volvieron a abrirse,
Aquello me helo la sangre de golpe corrí hacia la escalera bajando todo lo deprisa que pude para llegar al piso inferior y encontrarme de nuevo con Mary.
Pero nada mas llegar el sitio estaba desierto en casi la oscuridad total, aquello era imposible.
Avance lentamente por le pasillo mirando en cada una de las habitaciones, pero no parecia haber nadie.
Cuando ya casi estaba al final del pasillo pude ver que había otra escalera que bajaba a la primera planta, cuando descendí vi que el siguiente piso era le mismo que el anterior pero aquello era imposible el edificio solo tenia dos plantas era como si estuviera en un bucle.
Volvi a subir al piso superior y me di cuenta que estaba en el mismo era idéntico no era mi imaginación.
─ Bienvenida a casa…─ dijo aquella voz con tono burlesco, mientras miraba hacia todas partes intentando averiguar de donde procedía.
─ No, esta no es mi casa…─ hable al mismo tiempo que negaba con la cabeza auto convenciéndome de que no era cierto.
Corrí de nuevo hacia la escalera bajando al piso inferior y de nuevo hasta le final del pasillo y nuevamente me encontré con otro piso idéntico al anterior, enseguida supe que no me dejaría marchar.
El cansancio estaba pasándome factura así que me detuve por un momento para recuperar el aliento pero en cuanto lo hice escuche una puerta que se abría detrás de mi muy lentamente.
Gire la cabeza con miedo esperando lo peor y fue, una especie de mujer con el rostro deformado por el horror en su rostro había una mueca de dolor pero esta vez sus ojos no estaban vacíos brillaban con un fulgor extrañamente macabro estaba vestida con una camisa de fuerza, enseguida empezó a gritar como una loca corriendo en mi dirección.
Como pude me di la vuelta y empecé a correr, aquella cosa se acercaba cada vez mas, por muy rápido que corriera parecia que le pasillo se alargaba cada vez mas y no me podia mover del lugar.
Seguí corriendo todo lo que pude hasta que mis fuerzas empezaron a flaquearme cada vez escuchaba mas cerca aquellos gritos y aquel monstruo acercárseme.
En un momento se lanzo encima de mi colocando sus manos sobre mi cuello apretando con fuerza, intente luchar y resistirme todo l oque pude pero la vida se me escapaba poco a poco con cada intento notaba que no me llegaba el aire, podia ver aquel rostro demoníaco retorcerse y gritar con fuerza.
Cuando de improviso escuche un grito que me resulto familiar, y aquella cosa soltó mi cuello haciéndome toser con fuerza.
Mientras intentaba levantarme pude ver que la muñeca estaba en su espalda clavándole una y otra vez su hacha haciendo que gritara de dolor.
La sangre salpicaba por le pasillo, aquel liquido negruzco, mientras que la muñeca seguia hacinado una carnicería con aquel ser.
Cuando por fin dejo de gritar cayo al suelo en una amalgama de carne y liquido negro, se quedo por un instante mirándome con aquellos ojos que perdieron su brillo macabro como si me diera las gracias por haberlo hecho.
La muñeca estaba manchada de aquél liquido negruzco pero otra vez mas había salvado mi vida.
Sin saber que hacer estuve un rato descansando para recuperar el aliento, en cuanto me encontré bien pensé en proseguir mi camino pero sabia que por mucho que bajara o subiera seguiría en el mismo sitio no sabia que hacer y no encontraba a Mary por ninguna parte.
En cuanto me levante vi como una figura que estaba al final del pasillo por la luz que entraba por las ventanas, no se si fue mi imaginación o las ganas que tenia que encontrar a Alice pero me pareció ella.
─ ¿Alice…?...¿Eres tu…?...─ cuestione intentando que se girara para responderme, pero no menciono ni una palabra.
Me levante y me dirigí hacia ella pero enseguida desapareció entrando en una de las habitaciones, al llegar a donde estaba no encontré a nadie.
La habitación estaba completamente acolchada parte de esta estaba rota y solamente había una camisa de fuerza tirada en el centro de esta, la luz de la luna entraba débilmente en la habitación como si ni siquiera esta quisiera iluminarla.
Entre en la habitación y me acerque a aquel atavío me resultaba algo extraño pero familiar al mismo tiempo aunque no sabia el por que.
Cuando ya estaba cerca de cogerlo unos gritos ahogados me llegaron provenientes del piso de arriba.
Con celeridad salí y atravesé el pasillo y me encamine hacia la planta de arriba, los gemidos se hacian cada vez mas fuertes, el sonido me guiaba hacia una de las salas al entrar observe que aquella sala era bastante grande con un gran foco que estaba en el techo las bandejas tiradas por el suelo y lleno de telarañas pero en el centro había una camilla encima de esta estaba Mary maniatada revolviéndose intentando liberarse de sus ataduras a su lado había un hombre de avanzada edad no tenia pelo sus ojos parecían que fuesen negro con la oscuridad, bestia una bata de color blanco que hacia un gran contraste con la habitación.
El rostro de Mary estaba deformado por el miedo mientras aquel medico acercaba una especie de punzón a su ojo.
─ SUELTALA!!!...─ grite con toda la fuerza de la que era capaz, esperando que se detuviera.
─ Tu querías que te dejara en paz ahora lo hará para siempre…─ hablo aquella voz proveniente del doctor con un tono macabro.
Aquel doctor giro la cabeza por un instante pude ver esos ojos negros del que descendían lagrimas del mismo color, la mueca de su sonrisa era espantosa.
Elevo la mano para asestar el golpe de gracia, no sabia que hacer estaba paralizada por el miedo, pero aun sacando fuerzas de flaqueza corrí hacia el para intentar detenerlo, con un movimiento seco de la mano fui empujada a varios metros.
Tiempo suficiente para que Mary con un gran esfuerzo hiciera saltar una de las correas con su brazo transformado, despues de eso tomo la mano que tenia el punzón y empujo el cuerpo del doctor hacia un rincón.
Este cayo al suelo adoptando una postura imposible, rápidamente me acerque y empecé a desatarla, pude ver que lo que le había librado era aquel brazo que se había transformado.
─ Lo siento, lo siento…─ hable casi llorando mientras me abrazaba a Mary pidiéndole que me perdonara por lo que había echo.
Mary me abrazo para tranquilizarme pero sin pronunciar palabra, aunque en un instante aquella cosa de nuevo se volvió a elevar.
Esta vez pude ver como parecia flotar en el aire sujetado por unos hilos que relumbraban levemente con la luz de la luna.
Su cabeza giro de forma grotesca describiendo un circulo completo, se podia escuchar como los huesos crujían de manera asquerosa mientras que una risa sádica provenía de este.
Mary con un movimiento me puso detrás suya y se dispuso a combatir contra aquella cosa.
─ Esto es lo que querías Chloe…Solo estoy cumpliendo tus deseos…─ comento aquella cosa antes de lanzarse a lo suicida contra nosotras con aquella especie de punzón en su mano.
Mary rápidamente se agacho tomando una bandeja en sus manos y deteniendo su ataque este sonó a metálico y enseguida escuche que algo caía al suelo.
Cuando mire vi que era ese instrumental y pude ver una gran herida en la mano de aquella cosa de la que descendía ese liquido negruzco, pero aun así no emitía ni un grito de dolor.
Solamente una risa burlona y a la vez sádica mientras se miraba la mano viendo esa herida.
Mary con la bandeja en su mano empezó a golpearle una y otra vez sin descanso parecia que estaba fuera de si, los golpes se sucedían y los sonidos metálicos se trasformaban poco a poco en algo asqueroso.
Nunca había visto a Mary en esa forma, parecia no importarle nada de l oque estaba haciendo, ella seguia arremetiendo contra aquel ser, su rostro ya era casi irreconocible de la multitud de golpes que estaba recibiendo solo había charcos de aquel fluido por el suelo.
Cuando Mary se detuvo ese monstruo se derrumbo cayendo al suelo su rostro se había transformado radicalmente casi no parecia humano era solo una amalgama de carne y liquido negro, sus facciones eran casi irreconocibles.
Mary soltó la bandeja en el suelo y enseguida se puso de rodillas como si estuviera arrepentida por lo que había echo.
Cuando al fin me recupere de eso me acerque unos pasos hacia ella para abrazarla pero enseguida puso la mano delante mía para detenerme como si me estuviera protegiendo de ella misma.
─ Por favor no te acerques…No se lo que me ha pasado y no quiero que te pase lo mismo…─ me advirtió Mary haciendo que no me acercara, pero estaba convencida de que no me haría daño en lo mas profundo de mi ser.
Me acerque un poco mas hasta sentir su mano en mi pecho haciendo que esta se girara tenia su rostro lleno de lagrimas, era como si toda aquella ira se hubiera esfumado de golpe.
Rápidamente me abrazo con fuerza podia sentir su mejilla contra la mía mojada por las lagrimas que poco a poco se fue calmando.
─ No podréis salir de aquí nunca, moriréis aquí…a menos que Chloe se quede…─ pronuncio una voz proveniente de aquel amasijo de carne mientras una risa sádica muy débil seguia sonando.
Pero enseguida el móvil de ella empezó a sonar este lo tomo y empezó a mirar en la pantalla, Mary parecia mas alegre.
─ Doctor Demetrius…si no me equivoco…Un gran científico en sus avances sobre psiquiatría y ganador de varios premios hasta que un día fue descubierto por un escándalo. y por sus experimentos con sus pacientes…según dice su expediente…─ hablo Mary mientras miraba la pantalla de su móvil.
─ Ellos no querían reconocerlos hice grandes avances, pero necesitaba mas conejillos de indias para mis experimentos…aunque mi mayor obra fueron ellas dos…─ comento Demetrius en defensa aunque aun no sabia el por que Alice y yo éramos eso que decía.
─ Ellas nacieron de una de sus pacientes que había experimentado al parecer salio bien, pero en cuanto dio a luz mato a su madre…por lo visto una de sus enfermeros le delato haciendo que le detuvieran…según creo que era Joseph…─ siguió respondiendo Mary sacando todos los trapos a la luz, no podia creer que nuestra madre hubiera sido parte de esos experimentos.
─ Ese estupido…nunca debí dejarlo que fuese mi ayudante…─ replico con tono agresivo al recordar aquello.
─ Al parecer ese tal Joseph era fabricante de muñecas y despues estudio para ser medico pero solo llego a enfermero…por los visto también lo asesino…─ dijo Mary y enseguida guardo su móvil.
─ Ese estupido no sabia nada, no tenia estomago suficiente…aunque su afición por las muñecas me vino bien…─ comento Demetrius explicando todo aquello, entonces aquella presencia que nos había estado ayudando era Joseph y esta muñeca era obra suya, solo que Demetrius fue un paso mas allá en todo esto convirtiendo a seres humanos en marionetas.
─ ¿Confías en mi…?...─ cuestiono Mary mientras me miraba fijamente, podia notar que no me haría daño.
Simplemente asentí con la cabeza y esta tomo mi mano salimos de allí a toda prisa bajando por las escaleras pero llegamos a otro piso idéntico al anterior.
Estábamos de nuevo en un bucle sin fin era imposible que saliéramos de allí, nos tenia atrapadas.
─ Dígame doctor nos tiene miedo…¿o esta asustado…?...─ pregunto Mary con tono sarcástico mientras seguíamos pasando pasillo por pasillo para llegar abajo…
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Muchas gracias a todos y espero que les guste .
Inició el tema
Mazoku
628
3.578 ATC
DEMETRIUS Y ALICE
En cuanto termino de decir aquello el edificio pareció que temblaba, como respuesta a la provocación, pero aun estábamos bloqueadas por mucho que bajáramos no iríamos a ningún sitio.
─ No saldremos nunca…morigeremos aquí…─ pronuncie completamente deprimida al ver que no llegábamos a ninguna parte.
─ De eso nada…No pienso rendirme te dije que te no te pasaría nada ni a ti ni a tu hermana…─ hablo Mary mientras miraba hacia todas direcciones intentando encontrar una salida, enseguida se dio la vuelta y empezó a golpear una ventana pero esta ni siquiera se rompió por muchos golpes que le diese.
Viendo que estábamos atrapadas y no saldríamos, me senté abrazando a la muñeca con fuerza mientras lloraba desconsolada completamente.
─ Chloe…Chloe…─ repitió una voz de manera muy suave como invitándome a mirar hacia un lugar.
Al girar la cabeza pude ver como una neblina que parecia una mujer que me resultaba familiar pero que no había visto nunca entrando por una habitación, por unos momentos me quede extrañada mirándola.
Me seque las lagrimas y avance hacia donde había visto aquella figura, Mary enseguida nada mas verme corrió detrás de mi.
─ ¿Qué ocurre…?...─ pregunto extrañada Mary viendo la habitación e intentando averiguar por que estábamos enfrente de aquel sitio.
Acerque mi mano temblorosa sin saber que es lo que me esperaba detrás de la puerta, cuando la abrí me di cuenta que era una habitación normal y corriente como todas las demás.
Pero en cuanto entramos la puerta detrás de nosotras se cerro de golpe nada mas girarnos note como una ráfaga de aire frío que nos envolvía, nuevamente al darnos la vuelta comprobé que estábamos en el despacho del piso de abajo.
Mary empezó a girar una y otra vez mirando hacia todas partes extrañada de cómo habíamos llegado a ese lugar.
─ ¿Pero como demonios…?...─ cuestiono una y otra vez mirando hacia todas partes sorprendida por aquello.
Aquel espíritu o ser nos había ayudado aunque no entendía por que lo hacia, al menos ya habíamos salido de aquel bucle.
─ Salgamos de aquí…─ hablo Mary mientras tomaba mi mano y nos dirigíamos hacia la puerta principal.
Nada mas llegar tomo el pomo y empezó a girarlo con fuerza la puerta se abrió de golpe como invitándonos a salir.
En cuanto estuvimos fuera respire aliviada pero mi hermana seguia dentro y teníamos que salvarla.
Aun era de noche, sentía le aire fresco y la serenata de los grillos, el cielo estaba empezando a encapotarse lentamente y la oscuridad se hacia cada vez mas presente, era como si esta cubriera el edificio haciéndolo mas amenazador.
─ Chloe…Chloe…─ volvió a pronunciar esa misma voz mire de donde provenía y observe a la misma figura girando hacia un lateral de la casa.
Rápidamente la seguí hacia donde la había visto Mary no entendía el por que estaba corriendo en esa dirección, al girar vi que había una pequeña compuerta pegada a la casa por donde nos llevaría al sótano.
─ Alice…Alice…─ hable mientras me arrodille e intenta abrir la puerta pero con tan mala suerte que tenia un candado.
Mary me aparto tranquilizándome despues de eso miro el revolver entre eso vació el cargador desechando las balas que ya había usado y al parecer se quedo con una solamente.
─ Muy bien…Vamos por ella…─ comento Mary mientras apuntaba al candado en eso disparo y este salto por los aires dejando la compuerta libre.
Enseguida baje al sótano pero la oscuridad parecia que no nos dejaba ver nada todo permanecia en penumbra.
Mary enseguida rebusco entre sus bolsillos sacando un mechero e iluminando brevemente el lugar.
Parecia haber trastos por todas partes entre sillas y muebles viejos, aquel sitio estaba lleno de polvo y telarañas.
A cada paso que dábamos debíamos apartar telarañas que lo cubrían casi todo, se podia oler a humedad por toda la habitación.
Mary empezó a mirar por si encontraba algo, en cuanto se acerco a una especie de librería que estaba vacía se quedo mirando al suelo.
─ Te cacé…─ dijo Mary mientras revisaba los estantes y la estantería por todas partes en un momento pareció que había encontrado algo y esta se movió hacia un lado dejando ver una escalera que bajaba aun mas.
Mary me tomo de la mano y comenzamos a bajar por aquel lugar, el sitio apenas estaba iluminado, casi no podíamos ver los escalones cuando al fin llegamos el espectáculo que encontramos fue dantesco.
Podia ver en el rostro de Mary enseguida que aquél psiquiatra se había convertido en un monstruo de alguna forma.
Aquel sitio me sobrecogió tanto el alma como el cuerpo, en las paredes de la habitación había tarros con fetos de niños que se conservaban en formol y algunas otras cosas que no sabia ni lo que era, aquel sitio apestaba enormemente, también había varios dibujos en las paredes con algo que parecia ser sangre de un color oscuro.
Algunas mesas desperdigadas por la habitación con manchas de lo mismo y lagunas partes de cuerpo que habían sido separadas.
Auqneu lo peor de todo fue cuando a mis oidos llegaron una especie de tintineo extraño proveniente del techo.
Al mirar me quede casi congelada había cadenas y de ellas colgaban torsos de personas y varias partes del cuerpo balanceándose macabramente de un lugar a otro levemente.
Mary al mirar al techo su cara cambio completamente aquello era infernal, de pronto se puso en cuclillas mirándome, mientras seguia viendo aquel espectáculo sangriento.
─ Chloe, reacciona…mírame a mi o a tu muñeca no apartes la mirada, entiendes…─ hablo Mary mientras intentaba hacer que reaccionara de alguna forma y que no mirara hacia otra dirección.
Rápidamente mire hacia el rostro de Mary que parecia también estar asustado, pero intentaba mantenerse en calma todo lo que podia al ver aquello.
Cuando nos hubimos acercado un poco mas una ráfaga de aire fue como si nos atravesara viendo desde nuestras espaldas, al instante me asuste al notar como la muñeca se movía entre mis brazos como si estuviera nerviosa.
Enseguida abrí los brazos y esta cayo al suelo se coloco andando a mi lado atenta a lo que pudiera ocurrir como si supiera que algún peligro nos esperaba.
Al llegar casi al centro de la habitación pude ver con horror como había dos camillas encima de ellas en una había una muñeca en la otra estaba Alice maniatada pero inconsciente.
Nada mas verla intente ir corriendo hacia ella para liberarla de aquello, pero Mary me puso la mano delante impidiendo que lo hiciera.
Mis ansias eran enormes quería volver a abrazarla y saber que estaba bien, aunque no entendía por que Mary hacia aquello.
─ Chloe ni se te ocurra…─ dijo Mary mientras impedía que fuera hacia donde estaba Alice, ni siquiera la muñeca avanzaba.
Cuando mire un poco mas de cerca pude ver que entre las camillas estaba abierto aquel libro con un cuchillo ensangrentado entre sus paginas.
Al mismo tiempo un dibujo con un color rojo enfermizo en el suelo, era como una especie de ritual extraño.
─ Demetrius…Sal donde quieras que te escondas...─ hablo Mary intento hacer que Demetrius saliera.
─ ¿Crees en los fantasmas detective…?...─ cuestiono una voz que parecia provenir de todas partes de la habitación.
─ No, nunca he creído pero hasta hace poco he cambiado de opinión…y si tengo que destruir este lugar para rescatar a su hermana créeme que lo haré…─ contesto Mary envalentonándose estaba dispuesta a lo que fuese.
─ Te voy a dar otra oportunidad…esas dos niñas son muy importantes para mi…deja a la otra y podrás salir con vida…─ pronuncio aquella voz ofreciéndole una oferta para que pudiera salir con vida.
─ De eso nada nos iremos con ella te guste o no…─ respondió Mary y enseguida avanzo unos pasos hacia donde estaba Alice para sacarla, pero antes siquiera de entrar en aquel dibujo una ráfaga de oscuridad se elevo impidiéndole el paso.
─ Muy bien si no es por las buenas será por las malas…─ hablo aquella voz haciendo que me recorriera un escalofrío por todo el cuerpo.
De pronto las cadenas empezaron a sonar de forma mas audible, unos gritos y lamentos de ayuda y dolor se escuchaban por toda la sala, todas aquellas pobres almas torturadas.
Los fetos de los frascos empezaron a moverse incluso alguno de ellos abrieron los ojos de forma macabra.
Aquello me revolvía el estomago estaba a punto de vomitar quería salir todo lo rápido que pudiese pero no podia dejar a mi hermana en aquel lugar.
De pronto tan de repente como había empezado ceso de golpe escuchamos como unos pasos provenientes de la parte de atrás, al girarnos pudimos ver que era una de aquellas marionetas pero mucho mas grande su cuerpo era redondo y abotargado de un color verde apagado, sus brazos y sus miembros volaban a su alrededor de manera macabra mientras que su rostro tenia unos ojos saltones de color amarillo enfermizo junto con una boca que nos sonrió mostrando una fila de colmillos afilados.
Aquello era espeluznante en su mano portaba un cuchillo de carnicero lleno de sangre que aun goteaba.
─ Vaya al fin te muestras…─ hablo Mary de manera desafiante al verlo, aquella cosa en respuesta giro la cabeza de manera imposible para cualquier ser humano ala vez que sonría de manera tétrica y amenazadora.
La muñeca enseguida lanzo unas cuantas hachas este sin problemas fue como si separa sus miembros haciendo que pasaran a través de el de forma que no le hicieron nada.
Al verla soltó un gruñido que parecia provenir del mismo infierno por su parte Mary se lanzo contra aquella cosa dispuesta a entablar batalla, empezó a soltar una serie de puñetazos que parecían no llegar a tocarle.
Enseguida aquel monstruo comenzó su contra ataque blandiendo aquel cuchillo de un lugar a otro para herir a Mary.
Mire por un momento la batalla y sabia que no podia hacer nada, me gire y fui directa hacia Alice dispuesta a desatarla y salir.
Pero por mucho que intentara acercarme era completamente imposible aquella especie de neblina oscura la rodeaba golpee varias veces al aire con todas mis fuerzas pero era inútil.
─ Alice despierta por favor…despierta…─ repetí una y otra vez desconsolada, mientras golpeaba cada vez con menos fuerza y las lagrimas saltaban a mis mejillas, quería que todo aquello terminase.
La pelea continuaba y no se veía ningún ganador a la vista, aunque el cansancio empezaría a pasarle factura a Mary sus movimientos eran cada vez mas lentos, mientras que la muñeca lanzaba algunas hachas para intentar acertarle aquella cosa a pesar de su tamaño era demasiado ágil.
En un movimiento de Mary el monstruo se desarmo casi completamente y empezó a flotar en el aire riéndose de manera macabra y tétrica.
Como si fuera un relámpago la muñeca lanzo unas hachas para intentar acertarle pero despues de esquivarlas sin ninguna dificultad uno de sus brazos atrapo a la muñeca y en pleno aire empezó a apretar con fuerza haciendo que chillara con fuerza retorciéndose entre sus garras.
─ NO!...SUELTALA!...─ grite con fuerza pidiéndole que no le hiciera daño pero solo obtuve una risa como respuesta a aquello.
En un movimiento escuche como si una rama seca se rompiese y abriendo su mano dejo caer a la muñeca, enseguida me acerque a esta viendo su rostro desencajado por el dolor.
─ Solo era un estorbo nada más…─ hablo aquella cosa despreciando a la muñeca mientras volvía dentro de aquella especie de barrera oscura.
Enseguida pude ver como se acercaba a Alice con aquel cuchillo de carnicero, mi corazón dio un salto no creí siquiera que pensara hacerlo que estaba planeando.
─ Muy bien es hora del plato fuerte…Ya que no puedo tener a las dos al menos tendré a una de ellas…─ pronuncio aquella cosa enarbolando el cuchillo por encima de el dispuesto a asestar un golpe mortal.
Grite con fuerza una y otra vez rogándole que la soltara que no le hiciera daño pero mis palabras no resultaron ningún efecto fue como si cayeran en saco roto.
De un golpe rápido descendió el cuchillo clavándolo en Alice aquello me desencajo por el dolor gritando con todos mis pulmones, enseguida pude ver como una especie de neblina de color blanco salía de su cuerpo este se apresuro a cerrar el libro con el otro cuchillo dentro.
En un segundo aquella barrera empezó a resquebrajarse, y en unos segundos se rompió como si fuese cristal.
─ No te dejare que te salgas con la tuya…─ dijo una voz proveniente de atrás de nosotras al girar la cabeza vi que se trataba de aquel espíritu que nos había estado ayudando.
─ No, tu otra vez…─ dijo esa cosa al ver lo que estaba ocurriendo cerro el libro y huyo de aquel lugar.
En ese momento aquella neblina entro directamente en el cuerpo de la muñeca como si estuviera buscando un cuerpo en el que habitar.
Enseguida me dirigí hacia el cuerpo de Alice que estaba ensangrentado y con aquel cuchillo clavado en su cuerpo, empecé a llorar con fuerza sin saber que hacer.
─ Chloe….¿eres tu…?...─ preguntó una voz proveniente de la muñeca que había en la otra camilla, enseguida la piel se me erizo pensando en lo que había ocurrido….
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste y muchas gracias a todos .
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