Mazoku
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3.568 ATC
UN INTERNADO DIFERENTE
─ Anabell. venga levántate ya va siendo hora...llegaremos tarde...─ dijo mi madre obligándome a salir de debajo de las mantas, haciendo mucho frío estábamos en pleno invierno.
A mala gana viendo que aquello seria una perdida de tiempo salí de la cama, me senté y me quede mirando a mi habitación, estaba pintada de un color rosado, enfrente mía había un escritorio con un portátil que casi siempre usaba por las tardes para hablar con mis amigos, al lado de este un ropero bastante grande, mi habitación tenia pósteres por todas partes de series de anime y algunas cantantes que me gustaban.
Que quien soy solo una chica normal, nada especial, que por lo visto tienen que meter en un internado pero no es por lo que pensáis, solamente que mis padres debido a sus trabajos están mucho tiempo afuera trabajando y apenas vienen a casa y ahora han tenido la magnifica idea de meterme en un internado y mas de chicas solamente, el problema radica es que se encuentra en el quinto pino y para regresar a cada tendría que coger dos autobuses un lío, puesto que solo ese sitio tenia un autobús para llegar allí.
─ Date prisa...Clarisa esta aquí...─ dijo mi madre incentivándome con la llegada de Clarisa.
Que quien es ella es una amiga de la infancia. es un poco mas alta que yo solo tiene dos años mas, tiene un bonito cuerpo, y unos ojos grandes y de color azul celeste con una melena que le llegaba hasta la cintura, su personalidad había cambiado de aquí hace un tiempo se podría decir que es difícil de explicar lo que nunca entenderé que por algún motivo su familia se mudo durante un año entero y después de este volvió nuevamente, aunque siempre estábamos de broma e íbamos juntas a todas partes, después de ese viaje nos distanciamos un poco su forma de ser era un poco mas reservada.
─ ¿Se puede...?...─ pregunto Clarisa golpeando la puerta, su tono mas bien parecía algo nerviosa, aunque la verdad no entendía tal vergüenza, antes ni siquiera llamaba.
─ Si...pasa...si esperas un momento tengo que arreglarme un poco...─ dije mientras me quitaba el pijama de color rojo y solo me quedaba en ropa interior, en ese instante Clarisa entro y se me quedo mirando por un instante no se por que, parecía que me desnudara con la mirada, pero no le preste atención, enseguida volteo la cabeza mirando los posters.
─ Tenemos que... darnos prisa...─ dijo Clarisa casi tartamudeando mientras parecía ignorarme completamente y se fijaba en los posters como si fuera un acto reflejo me lance a su espalda y le agarre los pechos, note que incluso le habían crecido un poco mas, eran muy suaves y grandes, una sensación indescriptible.
─ ¿Pero que haces...? ... suelta...─ dijo Clarisa avanzando un poco hacia delante y tapándose los pechos con vergüenza aunque no lo entendía antes hacia esto y no le importaba, nos lo tomábamos a risa.
─ ¿Pero que te pasa...? ...No te voy a comer...Antes no eras así...─ dije mientras me quedaba sorprendida por aquello.
─ Es mejor que te duches y nos vayamos cuanto antes perderemos el autobús...─ dijo Clarisa intentando apresurarme, me quede un poco sorprendida por aquello pero decidí no prestarle importancia.
Os preguntareis si soy lesbiana pues la verdad no sabría que deciros me gustan los chicos, pero llevo una temporada en que me fijo mas en las chicas que en otra cosa no se por que lo mismo me gustaría experimentar de alguna forma.
─ Vale de acuerdo...Aguafiestas...─ dije refunfuñando enseguida salí de la habitación y me dirigí hacia el cuarto de baño, cuando mire por la escalera hacia abajo observe que mi madre se me quedo mirando algo enfadada.
─ Cuantas veces te he dicho que te pongas algo por encima...─ dijo mi madre refunfuñando mientras llevaba algo de ropa hacia donde estaba, ella es como de mi estatura, de ojos verdes y de pelo corto, se podría decir que mi cuerpo lo he heredado de ella y sobre todo sus pechos que son bastante generosos, su carácter es algo agrio y reservada, siempre intentando que haga todas las cosas correctamente pareciera que no me quisiera, pero se que daría su vida por cada uno de nosotros.
─ Pero mama...─ dije somnolienta y algo enfadada por aquello, mientras mi madre me entregaba la ropa del internado me quede por un momento mirándola y vi que se trataba de un uniforme.
─ Aquí tienes creo que te va a gustar...─ dijo mi madre casi riéndose mientras me entregaba un uniforme de color gris apagado.
─ ¿Pero que demonios...? ...¿No me digas que hay que llevar uniforme...?...─ dije mientras veía la ropa que me entregaba.
─ Eso parece...y no se te ocurra protestar por que no vas a conseguir nada así que métete en la ducha que pronto pasara el autobús además tu padre ya ha salido para el aeropuerto y dentro de poco tengo que irme yo también...─ dijo mi madre mientras me entregaba el uniforme casi empujándome y dándome la media vuelta en dirección hacia el baño.
─ De acuerdo ...Sabes que nunca me han gustado los uniformes...─ dije mientras me dirigía hacia el cuarto de baño, al entrar en la habitación observe que había una ducha enfrente mía de estas modernas con mampara de baño a su lado un lavabo con un gran espejo que se abría y un banquillo en uno de los rincones a los pies una alfombra de color celeste, inmediatamente me metí en la ducha cerré las puertas de la mampara y deje que el agua me refrescara, me pase un buen rato pensando en mis cosas y como seria el sitio donde iba pero no saque nada en claro así que salí afuera y me seque con la toalla de conejitos enrollándomela en el cuerpo después de esto me senté en el banquillo y cogí el cepillo, me quede por unos instantes mirándome al espejo como embobada cuando al fin salí de mi ensimismamiento pensé que seria buena idea que me peinara Clarisa siempre se le había dado bien hacerlo y yo normalmente solía liarme con mi pelo.
─ Clarisa...¿Podrías venir...? ...Necesito algo de ayuda ...─ dije gritando algo, pasado un momento la puerta se abrió y entro Clarisa mientras miraba hacia otro lado.
─ ¿Que...es lo que quieres...?...─ dijo Clarisa algo nerviosa desde la puerta enseguida le enseñe el cepillo y se puso detrás de mi, note que estaba encendida como un tomate, y sus manos temblaban algo.
─ ¿Me podrías ayudar con el pelo...?...Sabes que me cuesta cepillármelo...─ dije mientras me sentaba delante del espejo y le entregaba el cepillo que enseguida se puso detrás de mi para peinármelo, por un instante a mi mente vino cuando hacíamos esto de pequeñas.
─ No pareces muy contenta...─ dijo Clarisa mientras seguía cepillándome con cuidado siempre se le había dado bien hacer esto.
─ Claro que no lo estoy...lo que no me creo es que mis padres no confíen en mi...y encima me tengan que meter en un internado...es increíble...A propósito...¿Como es aquel sitio...?...─ pregunte intentando enterarme de algo, aunque esperaba que no fuera nada raro.
─ Bueno se podría decir que...es algo diferente ...es como un a universidad aunque claro es solo de chicas...tiene muchos clubes y demás...la que dirigen eso son monjas...─ dijo Clarisa explicándome un poco de aquello pero en cuanto dijo que solo era de chicas y que habían monjas, no se por que me dio un escalofrió por la espalda.
─ Parece que me estas explicando una prisión...Tengo que hablar con mi madre...─ dije mientras acababa de cepillarme el pelo enseguida me quite la toalla que me cubría y casi de inmediato Clarisa aparto la mirada me coloque un tanga de color púrpura con algunas transparencias y una mariposa de color rosa en la parte de arriba, en los pechos un sujetador haciendo juego seguidamente mire el uniforme y observe que aquello era como el de una prisión era una falda de color gris una camisa blanca y un jersey sin mangas de color azul oscuro junto con unos calcetines altos de color blanco que llegaban un poco antes de las rodillas y unos zapatos oscuros aunque no diferenciaba mucho del uniforme de Clarisa solo en el jersey que el suyo era de un color verde.
Una vez me hube colocado aquello salimos del cuarto baño y bajamos las escaleras llegue a la cocina, la habitación era bastante grande en el fondo había varias encimeras y también en las paredes había un fregadero de dos grifos y una mesa delante nuestra que tenia varias tostadas, mantequilla, mermelada de frambuesa, zumo de naranja y varias cosas mas, el olor de aquello inmediatamente me abrió el apetito y me senté rápidamente.
─ Bueno ya la tienes aquí...─ dijo mi madre mientras entraba en la cocina con una maleta grande de color rojo, al parecer mi estancia se iba a alargar bastante.
─ Mama tenemos que hablar...esto parece una prisión...¿Es que no confiáis en mi...?...Te prometo que seré buena...parece que queréis libraros de mi...─ dije refunfuñando mientras untaba algo de mermelada en la tostada.
─ Clarisa siéntate y desayuna algo...Cariño es cierto no confiamos en ti...te acuerdas cuando te dejamos sola...terminamos llamando a un fontanero...y la otra vez tuvimos que llamar a un electricista...no es un castigo ni nada solo que nuestro trabajo durara un poco uno o dos meses te llamaremos en cuanto vengamos no te preocupes...─ dijo mi madre, al momento se acerco a mi y me entrego una buena cantidad de dinero, que pensaría que me abarcaría para los meses que estuvieran fuera.
─ Y no protestes mas que no servirá de nada...anda y desayuna rápido que ya mismo vendrán por ti...─ dijo mi madre mientras seguía con sus quehaceres cotidianos, aunque aquel desayuno sabia que me sentaría mal.
Pasado un momento cuando terminamos de desayunar escuchamos la bocina del autobús que venia a recogernos, cogí la maleta de mala gana y salí de allí al abrir la puerta vi que era un autobús de color gris con varias chicas dentro, parecía que nos llevaban a una prisión.
─ Adiós...─ dije casi sin ganas, pero enseguida mi madre me abrazo y me dio un beso en la mejilla.
─ Venga no estés enfadada además dos meses pasan enseguida...seguro que estarás bien...─ dijo mi madre intentando consolarme pero aquello no me daba ningún animo.
Sin hablarle subí al autobús y me fije que las chicas que estaban allí todas llevaban el mismo uniforme que el mío salvo Clarisa que el suyo era diferente, nos fuimos a la parte de atrás que estaba libre, puse la maleta en la parte de arriba y nos acomodamos en cuanto estuvimos sentadas el autobús inicio su marcha.
Me quede mirando por la ventana, el paisaje de como cambiaba de donde estábamos a una carretera llena de campos y árboles a ambos lados podía ver que había montañas, me quede mirando que las chicas que habían en el autobús parecían estar algo nerviosas, no dejaban de mirar hacia todas partes algunas para calmarse empezaron a hablar con las demás para conocerse.
─ ¿Cuanto dura el viaje...?...─ pregunte mientras seguía pegada al cristal mirando el paisaje.
─ Pues unas dos horas y media...─ dijo Clarisa mientras se tumbaba algo en al asiento para poder relajarse, pensé que era lo mejor.
Me pase casi todo el viaje viendo el paisaje y como cambiaba una y otra vez, aunque la ultima hora pusieron una película no tenia muchas ganas de verla, cuando al fin pasamos por un camino que atravesaba un bosque aquello parecía ser el ultimo trayecto del autobús ya que Clarisa se incorporo arreglándose algo el uniforme.
─ Bueno ya estamos...─ dijo Clarisa mientras yo miraba por la ventana para ver como era aquel sitio, el internado estaba bastante apartado y situado en el claro de una arboleda, aquel edificio era enorme y parecía bastante antigua en el tejado incluso había gárgolas, dimos un giro para quedar enfrente de las puertas un poco mas adelante había una fuente de color blanco.
Nada mas llegar cogí las maletas y salimos de allí al parecer nos recibieron unas monjas y varias alumnas que tenían el mismo jersey que Clarisa, aunque bajamos algo inquietas mirando hacia todas partes y confusas.
Enseguida el conductor salio de allí y nos quedamos mirando aquel sitio, aunque me fije que no se escuchaba ni un pajarillo aquel lugar estaba demasiado tranquilo.
─ Buenos días señoritas...Este es el internado...acompañaran a sus compañeras para la presentación...─ dijo una de las monjas seriamente, pensé que aquellos meses serian una tortura casi completa.
Al momento las monjas volvieron a entrar en el edificio y las chicas amablemente nos invitaron a entrar al parecer no hablaban mucho.
Pasamos por varios pasillos aquel sitio era enorme, en las paredes había varios cuadros de tipos bastante siniestros a medida que pasábamos por aquellos sitios las alumnas de las clases se nos quedaban mirando viendo a las nuevas, me sentía como un canario al que todos miraban, estábamos como acobardadas.
─ Tranquilas no debéis asustaros es normal que sientan curiosidad...─ dijo una de ellas, mientras Clarisa casi de forma inmediata se puso con ellas haciendo de guía.
Cuando al fin terminamos de pasar por varios sitios llegamos delante de unas puertas que parecían de la edad media, grandes de madera y refuerzos de metal; a cada lado había una armadura cogiendo espadas.
Al abrir aquella puerta los goznes rechinaron y pareció retumbar en la sala al entrar vimos que aquello era enorme había muchos asientos y al fondo un pulpito para que el director hablara, nos empezamos a sentar en los asientos que había, Clarisa al momento se puso en el estrado en la parte de atrás seguidamente las profesoras empezaron a entrar, al parecer solo eran mujeres.
Detrás de ellas entro una mujer enfundada en un vestido de color azul verdoso, con un cinturón blanco, con unos zapatos de color negro de punta y unas medias a juego, era muy guapa tenia unos ojos rasgados de color verdoso, sus rasgos eran bastante redondeados y sus labios parecían algo finos y una gran melena de color rojo atada en forma de caballo.
─ Bienvenidas a este internado...espero que no haya problemas alguno...nunca los hemos tenido y este sitio tiene una gran reputación...como veréis es solo de chicas aquí n ose permite la entrada de ningún hombre...también os habréis preguntado el por que de algunas vuestras compañeras tienen jerséis diferentes aunque muy pronto lo sabréis...solo espero que os lo paséis bien y si necesitáis algo mi puerta esta abierta...Bienvenidas...─ dijo la directora y enseguida nos pusimos a aplaudir solo esperaba que no tuviese ningunos líos.
En cuanto la directora bajo del pulpito una de las chicas se subió para hablarnos de algunas reglas y de que lo siguiente que teníamos que ir era a ver a la enfermera para hacernos un chequeo.
Nuevamente cogimos nuestras cosas y nos condujeron por otros pasillos aquel sitio era enorme y estaba convencida de que terminaría perdida por suerte cada ciertos pasos había un mapa indicando donde nos encontrábamos.
Al final de pasear y pasar por varios jardines interiores y ver como algunos cursos estaban haciendo gimnasia llegamos a una puerta en la parte de arriba ponía en un cartel "Vestuarios".
─ Aquí es pasad y poneros la bata...para los análisis...os veremos en cinco minutos...─ dijo una de las chicas mirándonos casi con lujuria aunque no entendía el por que, pero ni siquiera se me paso por la mente lo que allí vería y me esperaba.
El lugar era algo grande había varias filas de taquillas y unos asientos entre estas al fondo estaba el pasillo que lleva a las duchas puesto que me llegaba el sonido del goteo del agua, las paredes estaban alicatadas con azulejos de color blanco y la iluminación era por tubos fluorescentes de color blanco, en las paredes había varios ventanucos cercanos al techo y del que se podían escuchar a las que estaban haciendo gimnasia.
Abrí una de las taquillas y lo único que encontré fue una bata de color blanco que parecía estar hecha de papel, inmediatamente deje la maleta dentro de esta y cogí la llave que estaba en la cerradura, seguidamente empecé a desnudarme quedándome solo en ropa interior ni siquiera me di la vuelta, allí no se escuchaba a nadie hablar, seguidamente me coloque la bata y me senté en uno de los asientos esperando vi como las chicas se cambiaban, varias que ya lo habían hecho se sentaban en los bancos lo mismo que yo parecía que nos fueran a llevar a un matadero.
No paso mucho tiempo hasta que una de las chicas con jersey verde entro por la puerta, se quedo por un momento mirándonos, mientras nos repasaba de arriba abajo me sentía como si estuviera en una prisión.
─ Bueno seguidme...os llevare a la enfermería...─ dijo aquella chica, inmediatamente salimos de allí siguiéndola, aquello nos resulto muy vergonzoso ya que mientras pasábamos por los pasillos las demás chicas se nos quedaban mirando algunas incluso señalaban como si estuvieran escogiéndonos, preferí no pensar en aquello y centrarme en la revisión medica.
Cuando al fin llegamos a una puerta que parecía como las demás al parecer decidieron conservar las puertas tal y como eran, la chica la abrió y entro por un momento nos quedamos mirándonos unas a otras algunas tenían la cabeza bajada y su rostro tenia un color rojo encendido.
Pasados unos minutos salio fuera y fue dejando entrar una a una en la sala, mientras me tocaba, me quede mirando el sitio aquello era como un castillo, se podía oler la humedad, por donde estaba había varios tapices puestos en las paredes con algunos escudos dibujados, la cola fue avanzando y las chicas que entraban iban saliendo y esperando al lado de la puerta, al fin me llego a mi, la chica abrió la puerta entre y seguidamente la cerro, aquella habitación era bastante grande, las paredes estaba alicatadas hasta la mitad el resto era de color blanco, en el techo había un fluorescente del mismo color, en las paredes varios armaritos con algunas medicinas en el y varias jeringuillas a su lado una pequeña nevera de color blanco, al fondo una mesa con un ordenador y varias carpetas con nuestros expedientes lo mas seguro al su lado un esqueleto típico casi en las consultas detrás del escritorio una enfermera su pelo era de color negro y tenia una coleta que le llegaba hasta los hombros, atada por unos abalorios sus ojos eran grandes de color verde portaba unas gafas de pasta gruesa de color negro, aunque tenia una bonita figura, no tenia mucho pecho; llevaba un jersey de color rosa sin mangas y una falda de color negro de tubo con pequeñas aberturas laterales podía verse que las medias eran parte de un liguero de color negro y portaba unos zapatos de tacón bajo y abiertos lateralmente.
─ Buenos días...¿Tu eres...?...─ pregunto la enfermera mientras me miraba detenidamente incluso bajo un poco las gafas.
─ Anabell...─ dije algo asustada aun sin sentarme...─ dije mientras intentaba taparme todo lo que podía con aquella bata.
─ Siéntate y no te preocupes no te voy a morder...soy Sofía la enfermera...siéntate...─ dijo Sofía ofreciéndome el asiento mientras esta buscaba en las carpetas y buscaba mi expediente.
─ Bueno vamos a hacerte los análisis...Primero te haré un análisis de sangre...─ dijo Sofía mientras empapaba un algodón en alcohol y me lo ponía en el brazo seguidamente saco una jeringuilla y me clavo la aguja en el brazo casi ni sentí dolor en unos segundos me fije se llenaba el tubo y lo colocaba en la pequeña nevera que tenia.
─ ¿Para que estos análisis...? ...─ pregunte extrañada, no me suponía el por que tantas pruebas para un internado.
─ Podrías tener algo contagioso o alguna enfermedad...y eso podría ser un contagio...─ dijo Sofía mientras cogía una cinta métrica y se acercaba para medirme el pecho la cintura y la cadera.
─ Vaya no esta nada mal...estas muy bien desarrollada...Ahora levántate la bata...─ dijo Sofía mientras ponía la cinta en el cajón.
─ Perdón...Eso que tiene que ver con la revisión...─ dije extrañada ante tal petición, no entendía el por que de aquello puerto que no tenia nada que ver con estar sana.
─ Venga levántate la bata tengo que comprobar una cosa...─ dijo Sofía casi ordenándomelo, pensé que lo mismo era para averiguar algo aunque me extrañaba, pero le hice caso enseguida, Sofía se quedo mirando por un momento incluso pude ver que se relamía los labios.
─ Muy bien...estas sana toma esto y sal afuera y espera a tus compañeras...─ dijo Sofía mientras me volvía a bajar la bata en cuanto me volví note como me dio una palmada en el trasero, vi como se relamía los labios aquello me resulto ya demasiado sospechoso, pero preferí no prestarle atención.
Salí de allí pensando en lo que había hecho, y no conseguía entenderlo, me puse al lado de las demás chicas y espere que aquello terminara.
En cuanto terminamos nuestra guía nos volvió a conducir a los vestuarios pero esta vez antes de entrar recogió las tarjetas que nos habían dado.
─ Muy bien escuchadme...las que vaya diciendo en vez de coger jersey de color oscuro cogeréis el verde...os vestís y salís fuera...coged vuestras maletas os llevare a vuestras habitaciones...─ dijo la chica mientras entrábamos y nos colocábamos enfrente de las taquillas esperando a que dijera quien se ponía el jersey verde aunque no entendía el por que.
La chica empezó a decir nombres al parecer había varias de ellas que tenían que ponerse el jersey de color verde por mi parte tuve que quedarme con el que tenia una vez que dejamos la bata y nos vestimos cogimos nuestras maletas y fuimos saliendo a fuera para esperar que nos llevaran a nuestras habitaciones.
─ ¿Sabes el por que de los jerséis...?...─ pregunte a una de las chicas intentando averiguar el por que si alguna sabia de aquello.
─ No tengo idea mi hermana estuvo en este sitio...pero no me ha contado nada...─ respondió la chica que por lo visto llevaba un jersey verde.
Sin saber lo que pasaba nuestra guía nos fue llevando por los pasillos pasamos por delante de la cafetería me quede mirando extrañada a una chica de piel oscura tenia la cara muy maquillada su pelo era de color negro con las puntas de color rosa lo llevaba cogido con coletas su cuerpo era musculoso y bastante alta, parecía que era alguien famosa por aquí, no se por que pero se me quedo mirando extrañada lo mismo que yo a ella durante solo un instante, pero enseguida pasamos y seguimos nuestro camino.
─ Muy bien las del jersey de color oscuro venid conmigo las del verde quedaos aquí ahora vendrá otra guía para llevaros a vuestros dormitorios...─ dijo la joven seguidamente nos llevaron por un pasillo que estaba completamente en calma al fondo de este había un ventanal la luz estaba a cargo de los mismos focos fluorescentes, a cada lado nuestro había varias puertas.
La chica fue pasando por cada uno y nos fue distribuyendo en cada habitación cuando al fin entre en el mío me di cuenta que era bastante grande en las paredes había una litera al parecer mi compañera no estaba en el seguramente estaría en clase, mire por las paredes viendo que había algunos pósteres de constelaciones, pensé que me había topado con una cerebrito o alguna aficionada a la astrología, había un escritorio en el cual descansaba un portátil cerrado y varios papeles distribuidos, en una de las paredes había un armario al abrirlo vi que estaba muy bien ordenado y separado por si había una compañera, decidí desempacar la maleta e ir colocando lo mío en las perchas y la ropa interior en los cajones, mientras lo hacia escuche como la puerta se abría.
Cuando me gire observe a una chica de mas o menos mi estatura con el pelo de color naranja, que llevaba una coleta lateral atada con unos enganches sus ojos eran grandes y de color marrón, su cara era redondeada y sus labios algo finos, tenia un cuerpo bastante bonito, tenia el mismo uniforme que yo salvo su jersey que era de color verde.
─ Buenos días...me llamo Valeria...─ dijo la chica mientras me daba la mano, pensé que no parecía la típica cerebrito que se pasaba todos los días estudiando solo alguien aficionada a la astrología como había pensado en segundo lugar.
─ Buenos días...soy Anabell...Perdona estaba ordenando mi ropa...─ dije mientras la seguía observando su sonrisa que parecía embelesarme.
─ Eres nueva por lo que parece...Tendrías que saber que hay algunas reglas en este sitio y mejor será que las aprendas pronto...─ dijo Valeria mientras me daba la vuelta y seguía colocando las cosas, pero sin embargo pensé que se refería a reglas suyas.
─ En las duchas tenemos unas reglas, las que tenemos el jersey verde nos levantamos a las siete en punto y tenemos hasta las siete y media para ducharnos, seguidamente entráis vosotras y tenéis hasta las ocho el desayuno es a las ocho y media esto es importante...─ dijo Valeria recalcándome ese horario, al parecer estamos divididas incluso en las duchas.
─ ¿Te puedo hacer una pregunta...?...Es algo que me tiene intrigada...─ pregunte intentando averiguar una cosa que estaba pensando desde que entre.
─ Si claro...Woow que linda la ropa interior que tienes...─ dijo mientras Valeria miraba alguna de mis tangas y demás los ojos parecían brillarles mientras me ayudaba a colocarlas en los cajones.
─ Es por los jerséis me tiene intrigada...No creo que sea por antigüedad ni nada de eso...─ dije intentando averiguarlo aunque por la expresión que puse cuando se lo dije pareció que había tocado en una tecla.
─ Eso es mejor que lo averigües tu...mira cada cuarto cuenta con una de verde y otra gris...Pero estoy segura que te darás cuenta rápido...Estoy segura de eso...─ dijo Valeria mientras me guiñaba un ojo de complicidad pero aquello me extrañaba mas aun.
─ Bueno ya esta todo arreglado...─ dije mientras ponía al lado del armario la maleta y prepararme para los siguientes meses.
─ Una cosa mas...¿Quien es esa chica que va maquillada excesivamente...? ...parece un cuadro...─ pregunte mientras recordaba aquella chica y todo el maquillaje que llevaba por la cara.
─ Ese estilo lo llaman "Ganguro"...Será mejor que no le digas eso del cuadro...pero yo también creo que es así...se llama Isabel ...y es mejor que no te juntes con ella...se puede decir que es una de las pandilleras de aquí o según ella de las que mandan...─ respondió Valeria con un tono de miedo al parecer era la que intimidaba a las demás.
─ Muy bien...podrías hacerme un favor...mostrarme algo de este sitio...─ dije pensando que al menos no me perdería al día siguiente que fuera a clases.
─ Si, claro vamos te daré el tour de lujo...─ dijo Valeria muy amablemente y sonriéndome mientras salíamos de la habitación, nada mas hacerlo pude ver a Clarisa con otra de las estudiantes nuevas que estaban dando un tour nada mas verlos se acerco a nosotras para saludarnos.
─ ¿Valeria que tal...?...¿Anabell que tal te va...?...─ pregunto Clarisa mientras nos sonreía aunque su compañera no parecía muy confiada y se quedaba en un segundo plano.
─ Vaya así que os conocéis que bien...─ dijo Valeria sonriéndonos aunque no sabia lo que se le estaba pasando por la mente.
─ Si somos amigas de la infancia...Oh que tonta soy os presentare se llama Felisa...─ dijo Clarisa mientras presentaba a la chica que enseguida me dio dos besos.
─ Hola...─ dijo Felisa casi entrecortadamente parecía una chica muy tímida tenia el pelo de color marrón largo llevaba una diadema en el pelo, sus ojos eran algo pequeños aunque sus rasgos eran un poco cuadriculados, parecía incluso mas joven que yo y por lo visto el uniforme le quedaba un poco grande, su uniforme era del mismo color que el mío por lo menos no le toco Isabel en el reparto.
─ Hola encantada soy Anabell...─ dije mientras me daba los dos besos en la mejilla al momento retrocedió unos pasos y se puso de nuevo detrás de Clarisa pareció que el silencio se hizo bastante incomodo por un instante y solo escuchábamos las chicas que hacían gimnasia.
─ Bueno seguiremos con el tour hasta después...Cuídala bien Valeria...─ dijo Clarisa como si aquello fuera necesario.
─ No te preocupes esta en buenas manos...─ dijo Valeria sonriéndole casi picaronamente, como si aquello fuera algo importante para ella.
Seguidamente empezamos a recorrer aquel sitio que era enorme había varios jardines exteriores y algunos patios, las habitaciones estaban a cada lado del edificio y en los pisos de arriba estaban las aulas en la parte de abajo estaban los clubes por lo que me explicaba había bastantes aunque casi ninguno me pareció importante aunque según su consejo me indico que seria lo mejor que me apuntase a uno, seguimos visitando los sitios, no me imaginaba que aquel sitio tenia hasta piscina incluso un salón de proyecciones, cuando ya íbamos para el comedor nos detuvimos en un tablón de anuncios, al parecer los clubes estaban reclutando gente para que se uniera.
─ ¿Te gustaría unirte a alguno...?...─ dijo Valeria mientras miraba el tablón revisando las ofertas aunque no parecía gustarme ninguno en especial, el club de ciencias ocultas atrajo mi atención, no era muy grande y parecía estar algo escondido tenia un color amarillento que me decía que no lo habían cambiado en bastante tiempo.
─ No se pero siempre me han atraído las artes mágicas por decirlo así...Olvida lo que he dicho es una tontería...─ dije casi sonriendo por lo que había dicho y esperaba que se lo tomara a broma.
─ Es un buen club ahora mismo andan faltos de gente...además las monjas han aceptado tenerlo... no hacen cosas de magia negra ni nada por el estilo...es un club que sencillamente les gusta los libros antiguos y poco mas...solo hay cuatro miembros y pronto será eliminado si no se unen mas pero si quieres estoy segura que estarán encantadas de acogerte...podemos ir a verlas después de comer...─ dijo Valeria animándome. al principio ni siquiera me plantee aquello pero empecé a pensar que seria buena idea unirse a alguno para pasar el tiempo por las tardes.
En ese momento observe como la cara de Valeria cambiaba de golpe, cuando me gire vi a Isabel, aquella chica era enorme y junto a ella iban tres chicas mas acompañándolas lo mismo de maquilladas que Isabel, por un instante se quedo delante de mi acerco su cara y se quedo mirándome fijamente por unos instantes seguidamente se separo.
─ Vaya así que tu eres la nueva...ya nos veremos cariño...Y Valeria recuerda lo que me tienes que dar esta tarde...que no se te olvide...─ dijo con cara de enfado, en ese momento se me helo la sangre de golpe, pensé que es lo que pudiera querer de ella.
─ Si claro no te preocupes...te lo daré...─ dijo Valeria tragando algo de saliva mientras respondía, el miedo parecía que se había apoderado de ella.
En cuanto paso, Valeria se recupero un poco mientras suspiraba aliviada, me quede un momento mirándola y no era para menos el miedo que daba.
─ ¿Se puede saber que es lo que quiere...?...─ pregunte extrañada mientras Valeria se calmaba un poco, por lo visto Isabel era la que mandaba por aquel sitio.
─ Nos pide dinero para nuestra protección y tenemos que dárselos a una de nosotras le dio una paliza...la expulsaron durante dos meses pero volvió...─ dijo Valeria explicándome lo que había hecho, pensé que era una bestia pero l oque mas me extrañaba era que los profesores no le dijeran nada.
─ No has probado decírselo a un profesor...Seria lo mejor...─ dije pensando que al menos pudieran expulsarla para siempre.
─ Si algunas se lo han dicho...pero no sirve de nada no tienen pruebas de ello ni nada parecido...─ dijo Valeria con tono de tristeza, aquello era un abuso alguien debería de hacer algo.
─ Bueno es mejor que me sigas enseñando los sitios...─ dije sonriéndole mientras continuábamos nuestro tour.
Entramos por un momento en el comedor aquel sitio era enorme al fondo había una especie de mostrador y detrás de el, unas personas sirviendo delante de este varias mesas largas con asientos las paredes eran de un color blanco amarillento lo mas seguro por algo de grasa y la iluminación estaba a cargo de los fluorescentes a su izquierda había un gran ventanal por el cual se podían ver a las de gimnasia, cuando me asome vi que casi todas tenían los pantalones de deporte de color verde aunque al parecer a esta hora había poca gente para comer.
─ ¿No hay maquinas de bocadillos...?...─ pregunte extrañada mientras miraba hacia todos lados.
─ No hay de eso aquí o te das prisa o te quedas sin comer...ven un momento...─ dijo Valeria mientras me mostraba el menú de cada día, por lo que estaba viendo había una buena variedad de comida incluso vegetariana de eso no me podía quejar pero en referente a los precios me parecían un poco alto pero no todo podía ser bueno...
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aqui dejo un nuevo relato espero que os guste muchas gracias a todos .
Mayordomo
43
510 ATC
Hola! Como siempre tus historias no han dejado de impresionarme. Continua adelante! Aunque la verdad lo veo mas como un relato de vida escolar que como una historia de misterio.
Puro Yuri
1.825
34.959 ATC
has captado mi atencion con eso del "FUTANARI", por favor...continue
CAMARERA/GERENTE DE LA CAFETERÍA
Inició el tema
Mazoku
626
3.568 ATC
UN DIA DE PROBLEMAS
Mientras revisaba los precios de todo aquello pensé si tendría dinero suficiente en el tiempo que estuviera allí una vez que me hube decidido me pase por la mesa de las bandejas y cogí algunas cosas después por el mostrador y pague el precio.
Me dirigí a una de las mesas y me senté empecé a degustar aquello y la verdad no tenia un mal sabor mientras tanto Valeria se me puso a mirar parecía que me estuviera estudiando a todo lo que hacia, aquello empezó a resultarme incomodo y casi no podía comer.
─ ¿Tengo algo en la cara...?...─ pregunte extrañada mientras dejaba la cuchara un momento.
─ No nada...es que no se es algo raro la verdad...pero no prestes atención...A propósito...¿Que te parece el internado...?...─ pregunto Valeria mientras cogía una de las patatas de mi plato.
─ Aparte de ser bastante grande...no se lo noto algo extraño...pero bueno serán cosas mías...Aunque sobre todo esto de diferenciarnos con jerséis de diferente color...─ dije mientras proseguía comiendo.
─ Bueno...creo que ya mismo lo averiguaras....además no te preocupes por eso...─ dijo Valeria sonriéndome mientras se atusaba las gafas para colocárselas bien.
No tarde mucho en terminar de comer pero en cuanto lleve la bandeja a la papelera vi como la gente empezaba a entrar, por lo visto era la hora de descanso observe como Clarisa entraba por la puerta así que decidí quedarme por un poco mas sentada así hablaríamos un poco, a su lado iba Felisa la chica de antes que parecía un poco mas asustada de la cuenta.
─ Aquí Clarisa...─ dije alzando un poco la voz mientras movía los brazos, la cantidad de gente que allí se ponía era impresionante y casi todos parecían llevar prisas, aunque la comida salía muy rápido igualmente.
─ Menos mal que os encuentro...─ dijo Clarisa mientras dejaba la bandeja en la mesa para comer.
─ ¿Que tal ha ido...?...─ pregunto Valeria mientras volvía a coger de la bandeja de Clarisa.
─ Le he enseñado todo lo que he podido ha decidido meterse en el club de astronomía...─ dijo Clarisa mientras empezaba a comer y se peleaba con Valeria por lo que había cogido.
─ ¿Que tal estas...?...─ pregunte a Felisa mientras esta miraba hacia todas partes algo asustada, seguramente habría venido de algún colegia privado y no había tanta gente.
─ Bueno algo asustada la verdad...no había visto tanta gente...─ respondió bajando la cabeza y algo avergonzada, al parecer era bastante tímida.
Pero nuestro momento tranquilo no tardo en agriarse cuando el silencio parecía que se apoderaba del sitio vimos por la puerta entrar a Isabel con sus amigas que por lo visto no la dejaban nunca, fue paseando mirando el comedor como si aquello fuera suyo, en cuanto pasaba por un sitio las chicas bajaban la cabeza solo las que habíamos entrado nuevas no sabíamos lo que pasaba, pero al momento todo el bullicio continuo pero un poco mas traquido, por mala suerte se fijo en nosotras y se acerco a nuestra mesa.
─ Vaya Clarisa...a ti te estaba buscando...venga el dinero...─ dijo Isabel mientras ponía la mano para recogerlo, Clarisa empezó a buscar en sus bolsillo y saco unos billetes pero en seguida aunque no me lo explico le di un manotazo en la mano de Isabel haciéndole saber que no cogería nada.
─ No te va a dar nada entiendes...─ dije sin saber por que parecía que mi cerebro se adelantaba mientras que tenia las piernas temblando al ver semejante chica.
─ ¿Que has dicho microbio...?...─ dijo Isabel poniendo su cara frente a la mía que incluso podía sentir su respiración, todo mi cuerpo pedía que parase pero no podía hacerlo.
─ Que no te va a dar nada...─ dije de manera impulsiva, aunque no supe por que aquello incluso me sorprendió a mi.
─ Estas jugando con fuego pequeña zorra...pero por ser tu primera vez aquí...te perdonare...así que vuelve a sentarte y cierra la boca...─ dijo Isabel en tono furioso, por lo visto no estaba dispuesta a dejarlo.
─ Escucha...no estoy dispuesta a que le quites el dinero...─ dije casi en tono de reto, me quede pensando por un momento que es lo que decía pero ni siquiera yo podía saberlo.
─ Muy bien tu misma has sentenciado tu tumba...Mañana después de clases detrás de la Iglesia...─ dijo Isabel mirándome fijamente quise apartar la mirada pero me resultaba imposible parecía que estaba clavada allí.
Al momento Isabel se alejo haciendo el símbolo de cortarme el cuello, en cuanto salio las chicas de allí empezaron a aplaudirme pero al momento caí en la silla temblando de miedo, no sabia ni lo que había hecho.
─ ¿Pero estas loca...?...¿Como se te ocurre enfrentarte a ella...?...─ pregunto Clarisa de forma asustada mientras los aplausos cesaron y empezaron como siempre los rumores y las apuestas estaba casi convencida.
─ No lo se de verdad...ni siquiera era yo la que estaba diciendo eso...quería sentarme pero no podía hacerlo...─ dije aun temblando mientras me miraba las manos cogí algo de comida del plato de Clarisa para calmarme pero enseguida note como Valeria se lanzo a mi cuello abrazándome fuerte.
─ Tía...eres mi heroína al menos por un tiempo...Nadie hasta ahora le había plantado cara...─ dijo Valeria mientras me daba un beso en la mejilla.
─ Y no creo que... haya nadie mas después de mi estoy segura...─ dije casi tartamudeando por el miedo que tenia aun, no podía ser que lo que hubiera dicho hubiera sido yo estaba convencida que ni siquiera quería decir aquello ni hacer lo que había hecho.
─ No creía que fueras así...solo espero que puedas contarlo...─ dijo Clarisa con cara de miedo, mientras seguía comiendo.
Me quede por un momento repasando en mi mente casi todos los escenarios posibles de aquella pelea y todos daban como resultado el hospital, aquello no presagiaba nada bueno.
─ Bueno...ya no me queda otra nada mas que enfrentarme a ella...de repente se me ha quitado el hambre...─ dije mientras alejaba la bandeja de mi que al momento tomo Valeria.
─ Esperemos que todo salga bien...También podrías pedirle perdón...lo mismo te deja...─ dijo Clarisa intentando sacar una solución pero estaba convencida que eso serviría de poco, estaba decidida a darme una paliza, pensé que mas bien duraría poco en aquel sitio.
─ ¿Valeria me llevas al club ese...?...─ pregunte mientras me levantaba lentamente del sitio mi cuerpo estaba temblando incluso me tuve que apoyar en la mesa, por que las piernas casi ni me respondían.
─ Claro...ya vamos...─ dijo Valeria mientras masticaba los últimos bocados y me ayudaba a levantarme, la verdad que iba como un zombis por aquel sitio, ahora mismo solo tenia en la mente lo que pasaría mañana.
─ Espero que puedas darle una paliza...se la merece...─ dijo Valeria sonriéndome y completamente animada mientras paseábamos en dirección a los clubes observe que las chicas al cruzarse hacían comentarios lo mas seguro sobre lo que había pasado en la cafetería; aquí los rumores se extendían rápidamente.
Pasamos por varios pasillos, hasta que al fin salimos a una especie de patio exterior, aquel sitio era enorme tenia incluso dos campos de entrenamiento, podía verse que era una pista de atletismo al fondo había un edificio lo mas seguro serian los vestuarios y el almacén.
Cuando al fin llegamos nos detuvimos delante de una de esas puertas antiguas había arriba un letrero de destacaba con letras pintadas en rojo "CLUB DE ARTES OSCURAS", aquello me pareció excesivo y lo que no entendí es que siendo como es la religión habían permitido que un club como ese estuviera aquí.
Valeria llamo a la puerta e inmediatamente se entreabrió no parecía que hubiera nadie detrás, o eso o es que estaba ya abierta cuando entramos pude ver que estaba iluminado con velas delante mía había una mesa bastante grande rodeadas de sillas en la que había cuatro chicas que parecían estar estudiando, llevaban unos sombreros de pico como lo de los antiguos magos y una capa por encima, al parecer se tomaban enserio el club pero que ni siquiera nos prestaron atención, detrás de esta una estantería con muchos libros que parecían ser muy antiguos no había mucha luz en ese sitio en la otra pared había otra estantería pero esta llena de botes con algunas cosas dentro incluso había un cráneo por allí aunque podía verse que era de plástico.
─ Hola...Os presento a Anabell...quiere unirse a vuestro club...─ dijo Valeria presentándome pero al momento, aquellas chicas parecieron que se hubieran tomado varias tazas de café inmediatamente dejaron lo que estaban haciendo y empezaron a prestarnos atención, una de ellas se acerco a mi parecía mas o menos de mi estatura aunque no aparentaba mucho pecho que digamos, su pelo era de un color moreno apagado y lo llevaba recogido en dos trenzas que estaba atadas por unos lacitos, tenia unos rasgos suaves pero al parecer unas cejas demasiado pobladas, sus ojos eran grandes y de un color azul que casi brillaban con aquella iluminación, cuando mire su uniforme vi que era como el mío de un color gris.
─ Encantada de conocerte me llamo Olga...Bienvenida...─ dijo mientras me daba las manos con gran efusividad.
─ Ahora si nos prestáis atención verdad...─ dijo Valeria casi de manera irónica al ver el cambio de actitud que se había producido en ellas rápidamente.
Olga pareció no prestarle atención aunque solamente le sonrió agradeciéndole aquello que habían hecho por ellas.
─ Soy Anabell...encantada...─ dije presentándome mientras Olga seguía cogiéndome las manos.
─ Ven te presentare ellas son...Esmeralda...Ángela...Bárbara...y Daisy...─ dijo Olga mientras me presentaba cada una de ellas que al mismo tiempo que decía sus nombres me saludaban con la mano.
Me quede mirándolas por un momento, y todas llevaban el mismo jersey que yo por lo visto, viéndolas así no pude mas que hacerles una pregunta.
─ ¿Alguna de vosotras es nueva...?...─ pregunte extrañada mientras Olga seguía sujetándome la mano.
─ No, ninguna ya llevamos tiempo aquí...─ respondió Daisy mientras dejaba el libro que estaba leyendo y se levantaba tenia unos ojos de color marrón algo almendrados, su pelo era de color rubio apagado, sus rasgos eran un poco afilados parecía incluso una bruja con aquel atuendo y no daba a entender tener mas edad que la mía aunque estaba muy desarrollada para su edad aunque era un poco mas baja.
─ ¿Por que lo preguntas...? ...─ pregunto Ángela mientras dejaba la bolsa de patatas que estaba comiendo y me miraba, tenia los ojos verdes y de pelo corto de color casi pelirrojo con flequillo, su figura era algo gordita pero muy bien proporcionada, aparentaba tener un poco mas edad que yo y aparte que era un poco mas alta.
─ Es que me tiene extrañada algunas cosas...como el color de los jerséis...─ dije intentando sacar alguna información de todo aquello.
─ Sabemos tan poco como tu...Aunque la verdad no nos importa mucho...─ respondió Bárbara; parecía una chica no muy alta y con una edad no muy superior a la mía su figura era muy normalita, tenia el pelo largo que salía detrás del sombrero de pico y llegaba hasta sus hombros era de un color marrón claro y sus ojos tenia un color verde bastante vivo, aunque sus rasgos eran algo cuadriculados.
─ Siento si os ha molestado la pregunta... A propósito la mano es mía...─ dije disculpándome mientras al mismo tiempo Olga me soltaba la mano algo avergonzada, aunque después de todo aquello lo que mas me extraño fue que Esmeralda ni siquiera se había movido permanecía allí mirándome sin pronunciar palabra, tenia unos ojos casi de color negro no podía distinguir la pupila aparte de las gafas que tenia, pero pensé que seria por toda la oscuridad que allí había, era un poco mas pequeña que yo, sus rasgos eran muy aniñados y suaves, aunque lo que aparentaba es que fueran de adulta, por como estaba sentada podría decir que era un poco mas pequeña que yo, pero al ver que la observaba inmediatamente se enfrasco en el libro que tenia delante.
─ Disculpa...tienes que perdonar a Esmeralda no suele hablar mucho...aparte es algo tímida...Pero bueno según Valeria querías unirte a nuestro club...─ dijo Olga sonriéndome y con cara de felicidad.
─ Si, pensé que seria lo mejor por que para el tiempo que me queda aquí...─ dije mientras tragaba algo de saliva mientras que Olga me miraba extrañada.
─ ¿Te ocurre algo...?...─ pregunto con tono de miedo Ángela en su voz.
─ ¿Estas enferma o algo así...?...─ pregunto Daisy con tono de miedo mientras casi se ponía a llorar, mientras que Esmeralda ni siquiera pronuncio una palabra.
─ No solo que ha retado a Isabel mañana a una pelea...─ dijo sonriendo Valeria llena de orgullo.
─ ¿Que...? ...Pero no sabes lo que has hecho...─ dijo Olga completamente asustada al parecer también la conocían.
─ ¿También habéis tenido problemas con ella...?...─ pregunte sabiendo que lo mas seguro les hubiera quitado el dinero o les habría hecho alguna cosa.
─ Si alguna vez que otra nos ha quitado el dinero...─ respondió Bárbara bajando la cabeza avergonzada.
─ Bueno solo espero salir viva de eso y seguir con vosotras...─ dije pensando positivamente pero todo aquello sabia que resultaría de poco.
─ Intentaremos hacer un conjuro que te proteja...─ dijo Olga completamente convencida de que aquello funcionaria, pero no estaba tan segura de eso.
─ Gracias...supongo...─ dije agradeciéndole al menos el esfuerzo que se iban a tomar aunque dudaba que eso funcionara.
─ Bueno de momento es mejor que rellenes el formulario...─ dijo Olga ofreciéndome asiento sonriéndome y enseguida me puso el papel delante y el bolígrafo sentí que aquello era como un testamento que estuviera firmando.
No tarde mucho en terminar aquel formulario, aunque la verdad no era tampoco muy complicado una vez que lo hube hecho como un relámpago Olga me quito el formulario de las manos y se lo dio a Valeria.
─ Bueno ya le puedes decir a la madre superiora que ya nuestro club es oficial...por lo menos no lo cerraran...que alivio...Muchas gracias...─ dijo Olga dándome un beso en la mejilla enseguida Valeria salio de allí dejándome sentada en donde estaba incluso tenia miedo de levantarme.
─ Muchas gracias de verdad...─ dijo Ángela mientras se acercaba a mi y me daba la mano, aunque Esmeralda ni siquiera se movió del sitio.
─ ¿Esmeralda no le vas a decir nada...?...─ dijo Olga con tono de enfado y con una mirada que parecía acusatoria.
─ No hace falta que diga nada...─ dije pensando que si no quería hablar no hacia falta pero enseguida escuche una voz muy dulce.
─ Gra...gracias...─ dijo Esmeralda casi tartamudeando escondida detrás del libro que parecía que no soltaba.
─ Bueno ya eres miembro oficial del club...y ahora lo mejor...─ dijo Olga mientras rebuscaba en aquella habitación de la que saco un sombreo de pico y una capa lo mismo que ellas que enseguida me puso, en cuanto lo hizo me sentía completamente ridícula.
─ Una pregunta...¿No tengo que llevarlo fuera no...?...─ pregunte algo asustada pensando en los rumores que podrían formare.
─ No te preocupes los dejamos aquí no salimos por el internado de esta forma además...las monjas no lo permiten...─ dijo Bárbara reafirmando lo que estaba pensando, al parecer las monjas eran permisivas pero hasta cierto punto.
─ Muy bien ahora te explicare algunas cosas...Nos reunimos después de clase todos los días...algunas noches salimos a fuera dependiendo de las constelaciones para hacer los aquelarres...nah es broma...otras hacemos excursiones...pero nada fuera de lo normal te avisaremos con tiempo no te preocupes...─ dijo Olga explicándome un poco de todo lo que hacían y no lo veía mal la verdad, parecía un club de lo mas normal aunque algo excéntrico, después de haberme explicado varias cosas me levante y empecé a mirar los libros parecían muy antiguos pero ninguno era de conjuros y demás, mientras estaba observándolos me fije que Esmeralda se asomaba por encima del libro interesada en lo que pudiera mirar.
En cuanto cambie de estantería me fije en la calavera que había visto y confirme mis sospechas parecía ser de plástico, pero en cuanto mire los frascos vi que eran reptiles de verdad aquello hizo que se me revolviera el estomago.
─ ¿Habéis capturado vosotras estos bichos...?...─ pregunte algo asqueada al verlos en formol o algún liquido amarillento.
─ Ni de broma son asquerosos...son del antiguo club que había aquí al parecer los capturaron a nosotras nos gusto y los dejamos...no creo que ninguna nos atreviéramos a capturarlos...─ dijo Bárbara mirando incluso a los bichos con algo de repugnancia al parecer tampoco les gustaba.
Entre tanto íbamos conociéndonos sacaron incluso algo de te y algo para comer, incluso la solitaria Esmeralda dejo el libro y nos acompaño comiendo.
El tiempo se nos paso casi volando en cuanto escuchamos la sirena cada una dejo aquello en las sillas, y casi al momento entro Valeria para llevarme de nuevo al comedor.
─ Bueno ya esta todo listo...la directora a aceptado la solicitud ya tenéis un club oficial...─ dijo Valeria sonriéndome de oreja a oreja, nada mas escucharlo saltaron para abrazarme aunque me quede mirando a Esmeralda que ni siquiera reacciono.
─ Bueno dejaos de celebraciones y vamos a cenar...─ dijo Valeria interrumpiendo todo aquello, mientras andaba por aquel sitio vi los focos iluminando el campo de entrenamiento y el aire fresco de la noche mire al cielo por un momento y vi la luna llena, estaba preciosa era una de las cosas que siempre miraba desde mi habitación en cuanto entramos en el pasillo vimos a mucha gente dirigiéndose hacia el comedor, intente mirar si veía a Clarisa por algún sitio pero no parecía que la encontrara, a base de empujones y demás pude hacerme con algo de comer, y por suerte encontramos una mesa libre, observe también por si veía a Isabel pero parecía que no estaba por ninguna parte nada mas que suspire aliviada.
─ No te preocupes Isabel no suele venir a cenar...así que estarás tranquila...solo espero que mañana puedas venir a cenar nuevamente...─ dijo Valeria sonriéndome, aunque sospechaba de aquella sonrisa.
La mayoría evitaba el club donde había entrado parecía que las tomaban por unos bichos raros o algo así y la verdad yo también lo hacia hasta que empecé a conocerlas, mientras cenábamos hablamos sobre nuestras cosas para ir conociéndonos un poco mas, Esmeralda sin embargo no pronuncio ni una sola palabra mientras cenaba, no podía dejar de mirarla esta vez cuando me fije en sus ojos eran de un color marrón muy apagado casi negro, estaba segura que me había equivocado en el club al vérselos.
El comedor fue quedándose un poco vació a menudo que iban terminando de comer, una vez hubimos acabado dejamos las bandejas en su sitio y nos fuimos hacia nuestras habitaciones, al parecer estaban casi al lado de la mía, en cuanto entramos me tire en la cama como si estuviera agotada.
─ ¿Bueno y que te parece el sitio...?...─ pregunto Valeria mientras me ponía el pijama, al momento yo hice lo mismo empecé a rebuscar entre mis cosas hasta que encontré el pijama me parecía algo aniñado pero viendo el que tenia puesto Valeria, era de un color ojo con un estampado de flores.
─ No esta mal la verdad pero espero poder disfrutarlo mañana...─ dije mientras me desnudaba en cuanto lo hice vi que Valeria se puso algo ruborizada y enseguida se puso en la ventana mirando para afuera.
─ Si, aparte de los pequeños problemas es un buen sitio...─ dijo Valeria con un tono de vergüenza que no llegaba a comprender aun, parecía el mismo que tenia Clarisa cuando me veía desnuda y me resultaba algo rarísimo.
En cuanto termine me acerque a la ventana y me puse junto a ella a mirar afuera, pareció respirar un poco aliviada cuando me vio con el pijama puesto.
─ Es precioso el pijama que tienes...─ dijo Valeria viéndolo de arriba a abajo, al momento se acerco a su cama y se tiro de golpe mirando al techo.
─ Lo tengo desde hace algún tiempo me parece algo infantil pero bueno me siento cómodo con el...─ dije mientras miraba desde la ventana el sitio estaba frente a un jardín en el que había varios bancos para sentarse, mientras estaba respirando el aire de la noche observe que dos chicas vinieron y se sentaron en el estaban cogidas de las manos y en cuanto se sentaron empezaron a besarse en los labios, aquello me impacto de golpe no entendía lo que estaba pasando, una de ellas tenia el jersey de color verde y la otra lo tenia de color gris.
─ ¿Valeria podrías venir un momento...?...Por favor...─ dije casi tartamudeando mientras no perdía ojo de aquella escena, ellas casi sin prestar atención seguían besándose muy apasionadamente, empezaban a abrazarse con lujuria.
─ ¿Ocurre algo...?...─ pregunto Valeria mientras se asomaba a la ventana y veía la escena observe que ni siquiera se inmuto ante aquello.
─ ¿Tu que crees...?...¿Que tenéis todos los días sesión erótica..?....─ pregunte casi de manera chistosa mientras seguía mirando lo que estaba pasando.
─ Ahhhh...ellas no te preocupes...llevan un tiempo así están muy enamoradas...solo eso además no es todo los días solo cada martes y jueves...Es precioso, ¿no crees...?...─ dijo Valeria mientras observaba aquello con una sonrisa en sus labios.
─ No es eso solo que me ha sorprendido al verlo...─ dije mientras observaba aquello poco a poco la del jersey verde cogió la mano de la otra chica y la fue introduciendo bajo su falda, aquello era como un imán para mi no podía apartar la vista de cada uno de sus movimientos.
─ Vaya parece que se ha decidido esta noche...hace tiempo que solamente se besan y nada mas...─ dijo Valeria que parecía que se caía por la ventana al querer verlas mas de cerca.
─ O sea...que llevan un tiempo siendo pareja...─ dije mientras seguía observando que la del jersey naranja ponía una de sus manos en los pechos de su compañera y empezaba a masajearlos por encima de la ropa, los gemidos empezaban a escucharse, pero eran muy apagados.
─ Pues si llevaran como dos meses saliendo y al fin se han decidido es increíble...─ dijo Valeria mientras seguía la escena con mucho interés, pero en aquel momento vi una de las chicas que las interrumpían amabas bajaron la cabeza llenas de vergüenza.
Aquella chica empezó a regañarlas severamente tenia una banda en la manga al parecer se trataba de la directora del club.
─ Pues no parece que hoy tampoco podrán hacer nada...Una pena...─ dijo Valeria mientras se volvía a acostar en la cama yo me quede por un momento mirando como la directora del club se largaba con ellas.
─ ¿Una pena...?...Lo que no me explico es como las monjas no las han pillado aun...─ dije algo sorprendida por la actitud de Valeria ante todo aquello.
─ Mejor no lo pienses...además todas sabemos que están enamoradas...mejor que te acostumbres...─ dijo Valeria mientras se ponía a dormir, yo no pude ni siquiera contestar así que apague la luz y me metí en la cama esperando poder conciliar el sueño.
No dormí mas que apenas unas cuantas horas el resto de la noche no pude pegar ojo veía la tenue luz que se colaba por las ventanas por suerte tenia unas cortinas para apagar un poco los faros de fuera, mientras estaba mirando tumbada desde mi cama escuche como un aleteo algo fuerte proveniente de afuera, me levante para comprobar lo que era pensé que lo mismo podría ser algún pájaro, pero pude contemplar una sombra grotesca aleteando; retrocedí un par de pasos asustada aquello lo mas seguro que fuera una ilusión por la luz que entraba y los focos no podía ser real tenia un aspecto humanoide pero sus brazos eran mas largos y podía verse con claridad que terminaban en unas garras, fui hacia la ventana y moví la cortina empecé a mirar por ella pero allí no había nada y aquel ruido había cesado de inmediato, mire por todos lados pero no estaba.
─ ¿Que haces...?...─ pregunto Valeria con tono somnoliento, mientras se sentaba en la cama.
─ He escuchado como un aleteo extraño en la ventana y he visto una sombra rarísima...─ dije con tono de miedo mientras cerraba la ventana y volvía a colocar la cortina.
─ Habrá sido tu imaginación...anda vuelve a dormirte...mañana te espera tu gran día ...─ dijo Valeria mientras caía de golpe en la cama y seguía durmiendo; pensé incluso que todo aquello me lo había dicho dormida.
Me metí en la cama aun mirando hacia la ventana esperando volver a ver tal cosa y demostrarle que no estaba soñando pero el sueño se apodero de mi poco a poco sobre las siete de la mañana escuche una sirena, pensé que seria la alarma para que las chicas se levantaran, pero pensé que era le turno de las duchas de las otras chicas, vi como Valeria se apresuraba a coger la ropa y salía de la habitación corriendo, tenia muchísima prisa no pensé que el agua caliente estuviera tan disgustada.
Me quedé tumbada ya no podía dormir los leves rayos de sol entraban por la ventana, pensé que aquello había sido imaginaciones mías y nada mas, al cabo de media hora casi de forma puntual observe entrar a Valeria con una toalla de color rosa puesta en el cuerpo y otra en la cabeza y seguidamente sonó una sirena anunciando el segundo turno de duchas.
─ ¿A que estas esperando venga...date prisa...─ dijo Valeria apresurándome a salir de allí, así que tome rápidamente el champú y varias cosas mas y salí al pasillo pude ver a las chicas del club que me había apuntado en la puerta esperando y varias mas, casi al momento paso una de las chicas con jersey verde por allí, de pronto se hizo el silencio.
─ Muy bien...os llevare a las duchas...la próxima vez iréis vosotras...Solo tenéis media hora recordadlo...vuestra compañera no podrá bajar a comer hasta que no bajéis vosotras...así que daos prisa...─ dijo aquella chica como si fuera una orden, aunque lo que había dicho me extrañaba bastante.
Pasamos por un pasillo y giramos hacia la derecha y pasamos a otro pasillo y fuimos hasta le final, pude ver algunas chicas limpiando el castillo al parecer también hacíamos turnos de limpieza, aquello estaba muy organizado parecía como un cuartel.
Cuando llegamos al final del pasillo pudimos ver una gran puerta y un sitio que estaba alicatado hasta le techo el sitio tenia taquillas para poner los champús y demás cosas, las duchas estaban divididas por paneles con azulejos todo era de color blanco y en el suelo en cada ducha había un desagüe.
A mi lado estaban las chicas de mi club mientras se desnudaban empezamos a charlar, me explicaron que siempre había sido así y que aquello en algunas ocasiones parecía un campo de concentración en cuanto termine de desvestirme me metí en la ducha y deje que el agua refrescara mis ideas un poco intente aligerarlo para salir de allí cuanto antes e ir a desayunar, lo mismo que intentaban todas las chicas el ambiente estaba algo tenso aunque no sabia por que.
─ Olga una cosa...Anoche vi algo por la ventana que parecía...no se como explicártelo algo raro...¿Paso algo por fuera de tu habitación...?...─ pregunte mientras dejaba que el agua me quitara el jabón.
─ Pues no...termine tu conjuro de protección...así que tranquila no te pasara nada y después de eso caí rendida completamente en la cama...siempre me pasa cuando hago conjuros...A propósito espero verte hoy después de tu pelea...─ dijo Olga casi sonriéndome y apostando por mi aunque ni yo apostaría por mi viendo lo que se me avecinaba.
─ Si, yo también espero verme después de clases...─ dije mientras terminaba y seguidamente tomaba la toalla y me secaba después de eso me puse la ropa interior y salí fuera de la ducha allí estaba la chica que nos había acompañado que me dijo que debía esperar a las demás, mientras me puse la toalla en el cuerpo y empecé a secarme el pelo poniéndome la toalla,
Pasado un rato empezaron a venir las demás chicas lo mismo que yo con toallas en el cuerpo y en el pelo, la chica volvió a llevarnos a nuestros cuartos, para que termináramos de cambiarnos.
En cuanto llegue a la habitación deje caer la toalla al suelo Valeria enseguida se dio la vuelta como si estuviera avergonzada lo mismo que Clarisa aunque no le preste mucha atención a aquello ya empezaba a molestarme un poco.
─ Valeria te puedo hacer una pregunta...¿Se puede saber por que te das la vuelta...?...─ dije mientras me colocaba el tanga de color azul con un osito en el frente, seguidamente me ponía el sujetador de color blanco semi transparente.
─ Debes tener tu intimidad...y yo no puedo bajar abajo hasta que termines de vestirte...─ dijo Valeria poniendo una excusa, que me parecía de lo mas barata pero preferí no hacerle mas preguntas por que el día que me esperaba podría ser el ultimo.
─ Ya puedes darte la vuelta...─ dije mientras intentaba peinarme, aquello sin Clarisa me resultaba complicado pero en cuanto Valeria se volvió suspiro aliviada y se acerco para cepillármelo, no se le daba tan bien como a Clarisa pero al menos no iría despeinada.
─ Bueno ya estas lista...─ dijo Valeria mientras me daba el ultimo cepillado y seguidamente salimos afuera por suerte no teníamos que esperar a las demás para ir a comer.
Pasamos por varios pasillos mientras nos encontramos con las demás que también iban al mismo sitio aquello se lleno de gente y todas parecían tener prisa para llegar.
Una vez llegamos al comedor aquel sitio estaba abarrotado cogí la bandeja y me puse en la fila cuando al fin llegue empecé a coger lo poco que quedaba y comencé a buscar la mesa por suerte Olga estaba por allí y nos había guardado asiento.
─ ¿Bueno...preparada para tu gran día...?...No te preocupes estas protegida por la gran Olga...─ dijo Olga orgullosa del conjuro que había hecho pero aquello no me tranquilizaba mucho que digamos.
─ Pues no mucho la verdad...mis padres me enviaron para dos meses y será por un día...mas corto de lo que pensaba...─ dije mientras comía, el murmullo en aquel sitio era bastante grande pero poco a poco fue bajando puesto que estaban terminando las nuevas nos quedamos mirándonos unas a otras, incluso Valeria se despidió de mi aguantando hasta le final no sabíamos que hacer.
Llevamos las bandejas a sus sitio y después de eso entro por la puerta la misma chica, haciéndonos que nos pusiéramos en fila.
─ Muy bien os llevare a vuestras clases recordadlo bien...─ dijo la chica mientras nos llevaba por unos pasillos lleno de tapices y armaduras cuando al fin llegamos nos fue distribuyendo en las clases, a mi y a Felisa nos toco en la misma al menos estaríamos juntas y no estaría tan sola.
Cuando entramos observe una habitación grande con pupitres ordenados uno al lado de otro casi pegado a la puerta había una gran pizarra y una mesa con varias carpetas sobre ella detrás una silla y al fondo un mapa colgado enfrente nuestra una ventana que daba a los campos de entrenamiento, aunque mi vista no paso por alto quien allí estaba, me habían colocado en la misma clase de Isabel, nada mas verme me sonrió lanzándome un beso de forma irónica, aquello hizo que se me pusiera la piel de gallina no podía creer que estuviéramos en la misma clase, era una pesadilla de la que no me podía despertar...
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Bueno aqui dejo otro capitulo mas espero uqe os guste y una cosa, la novela acaba de empezar y no va a salir misterio al principio Yatsu, mas adelante las cosas iran cambiando .
Inició el tema
Mazoku
626
3.568 ATC
LA GRAN PELEA Y ALGO DE MAGIA
No sabia no podía dejar de mirarla por un momento todo se redujo a eso ni siquiera escuchaba el rumor de la clase, casi al instante se escucho una sirena y una profesora entro tenia el pelo recogido en un moño sujetado por varios alfileres de colores el color era muy oscuro y liso, sus facciones eran muy suaves, los ojos grandes y de un color azul oscuro, los labios estaban pintados de color rojo pero muy suave se notaba que llevaba algo de maquillaje; portaba una blusa de color celeste claro que remarcaba algo sus pechos podría decir incluso que no llevaba sujetador y unos pantalones vaqueros desgastados de color rojo muy ajustados a su figura con un gran cinto de color negro y en los pies unos zapatos de tacón alto de color negro, sin ellos estaba segura que no mediría mas que yo.
─ Profesora...aquí tiene a las nuevas...─ dijo la chica que nos acompañaba y al momento cerro la puerta detrás de ella.
─ Bueno...¿Como os llamáis...?...─ pregunto la profesora en tono serio mientras miraba en una de las carpetas para ubicar nuestras fotos.
─ Yo soy Anabell...─ respondí secamente mientras volvía a mirar a Isabel que parecía que no me perdiera ojo, aunque lo que mas me extraño es que ella era la única que tenia jersey de color verde en esta aula, las demás portábamos los oscuros.
─ Yo soy Felisa...─ respondió Felisa algo cortada hablando, estaba incluso mas asustada que yo, y eso que no tenia que pelearse con esa orangutana esta tarde.
─ Muy bien podéis sentaros en los asientos libres...─ dijo la profesora mientras nos señalaba los asientos por suerte estaríamos juntas pero demasiado de Isabel que estaba cerca de nuestra mesa.
Avanzamos por la clase hacia nuestros asientos podía escuchar el murmullo que tenían las demás compañeras cuando llegamos nos sentamos.
─ Muy bien tenéis los libros debajo del pupitre...Espero no tener problemas con vosotras...─ dijo la profesora mientras pasaba lista, mire por un momento de reojo a Isabel pero pareció ni inmutarse desde que entro la profesora, al menos estaría tranquila mientras estuviera allí.
En cuanto hubo terminado de pasar lista empezamos con matemáticas de muy temprano que era lo que peor se me daba, al parecer estaban con la trigonometría, aquello fue lo ultimo que me faltaba para rendirme, aunque no me quedo otra que atender, aquello parecía como si estuviéramos en el ejercito no se escuchaba nada mas que la voz de la profesora toda la clase estaba en silencio, era sorprendente puesto que siempre había algún rumorcillo de alguien hablando.
─ Muy bien, para las nuevas debéis saber que dentro de una semana tendremos un examen de trigonometría... es mejor que le pidáis los apuntes a vuestras compañeras y empecéis a estudiar cuanto antes...─ dijo la profesora mientras ordenaba sus cosas al momento escuche la sirena que volvía a sonar dando el cambio de clase, empecé a tener un escalofrió por toda la espalda.
Al instante se me acerco Isabel y se puso a mi lado mirándome, parecía como un halcón que no dejaría escapar a su presa, las chicas empezaron a alejarse mirando desde lejos.
─ Espero que no te hayas olvidado de nuestra pelea...Estoy impaciente...─ dijo Isabel mientras se crujía los nudillos y me lanzaba un beso y al momento salio por la puerta para aquel descanso.
─ Su pongo que no iras...─ dijo Felisa con el miedo en el cuerpo y no era para menos, las chicas pasado eso volvieron cada una, lo mas seguro murmullando de la pelea que se iba a organizar.
─ No puedo hacer otra cosa...Tengo que ir dije que si...además si no voy pareceré una cobarde y será peor aun...─ dije pensando que no tenia salida, y que estaba muerta o por lo menos pasaría una buena temporada en un hospital.
Mientras hablaba con Felisa vi entrar a Esmeralda en la clase varias se quedaron mirándola y no era de extrañar parecía que no encajaba, al momento se puso a mi lado y me entrego una especie de colgante que tenia como un pequeño pentágono de metal metido dentro de un circulo.
─ ¿Y esto...?...─ pregunte extrañada mirando aquel colgante, pensé que lo mas seguro el club me hubiera dado algo para protegerme de la pelea.
─ De...parte de...Olga...─ dijo Esmeralda tartamudeando de lo que parecía ser vergüenza, los colores los tenia subidos a la cara, pensé que era bastante tímida y que si la sacaban de sus libros era como un pez fuera del agua.
─ Muy bien dile que muchas gracias...a propósito...si salgo de esta...¿Me podrías ayudar a estudiar...?...─ pregunte pensando que si estaba allí debería de ser la menos mas lista que yo.
Lo único que hizo fue asentir con la cabeza y salir de allí, no se por que pero me parecía algo extraña, pero cada uno tiene su forma de ser me puse el colgante en ese mismo momento ocultándolo debajo de la blusa, pasaron como cinco minutos y la sirena volvió a sonar, el resto de las clases fueron de lo mas aburridas la daban las monjas entre otras estaba religión y varias materias mas.
Cuando al fin sonó la sirena dijeron que se habían acabado las clases, al parecer aquí solo daban clases hasta el mediodía el resto del día lo teníamos libre.
─ Chicas...recordad que esta tarde el internado estará abierto...y que podréis ir al pueblo a comprar lo que necesitéis pero...pensad que tenis que ir con vuestra compañera de cuarto...no podéis salir sin ella bajo ningún concepto...─ dijo la monja cosa que me extraño que remarcara aquello, no se que pensarían que no podríamos ir solas o que nos perderíamos.
Mientras recogía los libros el estomago empezó a rugirme un poco, observe como Isabel pasaba cerca de mi empujándome casi haciéndome caer sobre la mesa.
─ Será...─ dije pensando en el peor insulto que le podía decir pero era una tontería ya que esta tarde terminaríamos en una pelea.
Tan pronto como termine de ordenar las cosas, observe entrar por la puerta a Clarisa y Valeria para ir a comer, aunque ahora mismo tenia el estomago cerrado no tenia nada de hambre.
─ Bueno vamos a comer...Estoy hambrienta...─ dijo Valeria mientras se pasaba la mano por el estomago aunque yo no estaba para mucha comida ya que la hora se acercaba.
─ Vamos...─ dije mientras terminaba algunas cosas aunque no creo que fuera a pedir mucho.
Salimos de allí y atravesamos aquellos pasillos a pesar de la claridad que había y el día estaba despejado no había mucha luz en los pasillos solo aquellos focos fluorescentes, cuando al fin llegamos al comedor pude ver que por la cola que había tendríamos que esperar algo para poder coger algo para comer, cogimos las bandejas y nos pusimos empezamos a pasar lentamente tardamos como cerca de quince minutos para llegar nuestro turno, pude ver que había un especial de pizza pero no tenia muchas ganas aunque casi se había acabado.
─ ¿Anabell podrías hacerme un favor...?... ¿Podrías pagarme la pizza...?...Es que no me llega...─ pregunto Valeria casi suplicándomelo, y no pude resistirme así que se la pague solo esperaba que no se volviera una costumbre, aunque por mi parte solo tome una ensalada y algo de agua.
Después de haber escogido miramos por si había algún sitio para poder sentarnos pero a primera vista no había ninguno, casi sin enterarme note que alguien tiraba de mi falda cuando mire vi que era Esmeralda.
─ Tenemos...un sitio...libre....─ dijo muy tímidamente guiándonos hacia donde estaban las de club sentadas.
─ Vaya, que bien tenemos sitio...─ dijo Valeria siguiendo a Esmeralda entre toda aquella gente que no dejaban de hablar el ruido era casi insoportable, cuando llegamos a la mesa observe que estaban todas las del club y por suerte no llevaban aquellos atuendos, pude ver que Esmeralda no tenia ningún plato estaba como embobada mirando por la ventana sin prestar atencion a nada como siempre, Daysi estaba comiendo muy tranquilamente, mientras que Ángela parece que tenia un hambre atroz incluso había pedido dos trozos del especial que devoraba con hambre, Bárbara a su vez parecía que estaba a dieta solo tenia lo mismo que yo una ensalada no parecía prestar ninguna atencion a lo que allí sucedía, mientras que Olga se levanto para invitarnos a sentarnos.
─ Sentaos...¿Que tal el primer día...?...─ pregunto Olga mientras saboreaba la comida, parecía que siempre estaba de buen humor.
─ Pues algo desconcertante la verdad...No se entre la clase que me parecía extraña...¿Siempre hay una chica de jersey de color verde en cada clase....?...por que es la uníca que he visto con ese jersey...─ pregunte extrañada al notar aquello, aunque esperaba la respuesta con curiosidad.
─ Bueno...si, los profesores decidieron eso...─ respondió Olga mientras bajaba la cabeza como si aquello la hubiera asustado de alguna manera y no quisiera hablar mas de ello.
─ Otra cosa ...¿Escuchasteis algo por la ventana anoche como un aleteo o algo parecido...? ...Es que anoche vi como una especie de sombra por la ventana...─ volví a preguntar para ver si habían oído lo mismo que yo o podían haber visto algo.
─ Yo no al menos...dormí toda la noche como un tronco...─ respondió Olga y las demás negaron con la cabeza extrañadas mientras que Esmeralda permanecía absorta a todo aquello.
─ Bueno va siendo hora de que vayamos al club...Tenemos que hacer ese ritual de protección...─ dijo Olga levantándose al mismo tiempo lo hicieron todas, pensé que aquello iba a ser una tontería pero les seguiría el juego.
Pusimos las bandejas en su sitio, mientras veía que la gente salía de allí para hacer los deberes lo que quisiera, ya que la tarde era libre, pero al momento se escucho algo por megafonía.
─ "Para todas las nuevas, hoy pueden salir al pueblo a comprar lo que necesitéis pero recordad debéis ir con vuestra compañera, no podéis salir si no es con ella..."...─ dijo megafonía, al momento me extraño completamente que dijeran aquello, parecía que no se podía ir a ningún sitio sin la compañera que nos habían asignado.
─ Tengo que comprar unas cosas...podrías acompañarme al pueblo por favor...─ dijo Olga en actitud de suplica aunque la verdad no sabría si pudiera ir, después de la pelea que tenia aunque parecía que lo hubiera olvidado por completo.
─ Por mi de acuerdo...pero no creo que después de la paliza que me espera...podamos ir ...─ dije mientras pensaba en lo que me esperaba y que dudaría que pudiera ir a ninguna parte salvo a la enfermería.
─ Estoy convencida de que podrás ganarle...además tienes el conjuro protector del club...─ dijo Valeria mientras sonreía al mismo momento pude ver como Clarisa parecía que estuviera riéndose junto a Felisa.
─ No le veo la gracia...─ dije algo cabreada al momento dejaron de reír o lo intentaron, y no era para menos no pensé ni por un momento que aquello funcionara.
Cuando al fin llegamos pude ver que en el campo había varias chicas entrenando corriendo de un sitio para otro y demás, entramos en el club y encendieron las luces aquello lucia tan tétrico como la primera vez que había entrado cogimos los atuendos y nos lo pusimos e inmediatamente me pusieron en el centro, al momento cerraron los ojos y empezaron a recitar unas palabras que ni siquiera entendía parecía que todo aquello se lo tomaban en serio pude ver como Valeria permanecía callada en la puerta junto a las demás que ni siquiera pronunciaron una palabra pero podía verse en sus rostros que estaban a punto de echarse a reír, tardamos como cerca de cinco minutos en terminar aquello una vez lo hubieron echo se separaron del circulo.
─ Ahora estas protegida...Seguro que ganaras la pelea...─ dijo Olga con gran confianza podía verse en su rostro que creía en lo que habían hecho pero yo no las tenia todas conmigo.
─ Bueno ahora que estas protegida es mejor que vayamos yendo...y espero que salgas con vida...Por que quiero ir al pueblo...─ dijo Valeria mientras me arrastraba hacia la pelea salimos de allí corriendo aunque las del club parecían que no nos siguieron.
─ ¿Se puede saber de que parte estas...?...¿A que viene tanta prisa...?...─ pregunte mientras me arrastraba corriendo hacia el lugar pasamos por algunos jardines y podía ver salir por la puerta a varias chicas junto con sus compañeras por la puerta de entrada había una monja para comprobar que fuera así, tenían una vigilancia tremenda.
─ Estoy de tu parte claro...pero si logras por un milagro vencerla quiero salir al pueblo a comprar algo...─ dijo Olga mientras llegábamos al sitio, nada mas llegar observe. que estábamos detrás del edificio esta parte no había césped ni nada el suelo era bastante arenoso solo había algunos árboles cerca del muro que rodeaba el sitio, pude ver que estaba Isabel crujiéndose los nudillos nerviosa de un sitio para otro paseando al parecer habían venido con algunas de su banda, tenia toda la cara pintada a su estilo junto con las demás en cuanto me vio se puso delante mía a cierta distancia.
─ Vaya veo que has venido..Muy bien lo haré rápido...tengo que salir al pueblo a comprar algunas cosas...─ dijo Isabel mientras se estiraba de alguna forma, lo único que quería era salir de allí a toda prisa pero las piernas no me respondían estaba como paralizada viendo aquella bestia que se preparaba para machacarme; mire por un momento a Olga y a las demás y lo único que hicieron fue sonreírme.
─ Suerte...─ dijo Clarisa mientras intentaba no aparatar la mirada de lo que me venia encima.
─ Esto...no podemos solucionarlo de otra forma que no sea por esta...─ dije mientras retrocedía unos pasos para mantener la distancia pero, casi como un relámpago aquella mole se movió lanzándome un puñetazo al rostro, lo veía acercarse cada vez mas pensé que seria mi fin pero no se como mi cuerpo reacciono de alguna forma haciendo que me alejara del golpe, me quede muy sorprendida lo mismo que las demás que veían algo de esperanza.
─ ¿Pero como...?...─ pregunte sorprendida mientras que Isabel no salía de su asombro tampoco.
─ ¿Pero que demonios...?...─ pregunto Isabel mientras volvía a lanzar otro puñetazo hacia mi estomago pero como algo sorprendente lo esquive.
─ Wooow...sigue así...─ dijo Clarisa subiendo el brazo y dándome ánimos, aunque no sabia lo que estaba pasando pudiera ser que el conjuro que habían hecho hubiera servido de algo.
Inmediatamente intente golpearle en el rostro pero al chocar mi mano contra su cara me pareció que había golpeado una especie de muro de hormigón, creo que incluso escuche los huesos de mi mano crujir, lo único que hizo Isabel fue girar la cabeza y sonreírme de manera casi diabólica.
─ Has sido la primera que ha logrado darme...Pero no volverá a repetirse...─ dijo Isabel de manera cabreada al momento como un relámpago me dio un empujón que ni siquiera me esperaba y caí al suelo, casi al momento se acerco a mi para rematarme dándome una patada, pero como si mi cuerpo reaccionara de manera casi inconsciente rodé por el suelo para volver a levantarme, no podía creer aquello parecía como magia empecé a pensar que el conjuro que hicieron estaba dando resultado.
Intente prepararme para lo que pudiera venir pero sabia que solo esquivando no podría hacer nada tenia que contra atacar pero como podía hacer caer semejante bestia y pensé en las piernas no me quedaba otra.
Así que Isabel volvió a lanzarse contra mi lanzando una serie de golpes muy rápidos mi cuerpo seguía reaccionando por si solo mientras esquivaba, mientras evitaba un golpe gire mi cuerpo y le propine una patada por detrás de la rodilla haciendo que se arrodillara en el suelo por el dolor, las otras chicas intentaron meterse y al momento me cogieron, pensé que aquello era mi fin.
─ Soltadme...eres un tramposa, dijiste tu contra mi...─ dije mientras intentaba zafarme de las otras que me tenían cogida.
─ Es cierto...eso dijiste...─ dijo Valeria pero en cuanto la miro Isabel esta retrocedió unos pasos asustada.
─ Soltadla...Es mi problema...Siempre cumplo lo que digo...─ dijo Isabel mientras se levantaba del suelo, al parecer le había dado fuerte y parecía que le costaba algo mantenerse de pie.
Comprendí que por muy matona que fuera cumplía lo que decía y tenia honor para pelear, pero todo aquello ahora mismo no importaba solo que a lo mejor y con suerte podía vencerla y salir de allí viva.
Esta vez probé suerte atacando me lance contra ella soltando una serie de golpes que pensé que ni siquiera la haría tambalearse; Isabel empezó a bloquearlos con facilidad pero en un golpe que ni siquiera supe que hice alcance de nuevo su otra rodilla con una patada en ese momento cayo de nuevo al suelo y de un giro solté un golpe que hizo que cayera al suelo de espaldas las chicas que venían con ella retrocedieron unos pasos allí se hizo el silencio por unos instantes ni siquiera me lo creía, me quede por un momento mirándome las manos doloridas y sorprendida por aquello.
Después de la sorpresa me acerque a Isabel y le tendí la mano para ayudarla a levantarse, esta me miro y me sonrió pero esta vez parecía que era de alegría y no de ira.
Sabes eres la primera que ha conseguido derrotarme...─ dijo Isabel mientras cogía mi mano pero aquello casi hace que cayera al suelo de la fuerza que tenia, pero pude aguantar para que se pusiera en pie.
─ Bien...lo consiguió...─ dijo Valeria casi gritando al momento se pusieron a dar saltos y a abrazarse unas con otras.
─ Me llamo Isabel...Bienvenida...─ dijo Isabel ofreciéndome la mano para hacer las paces conmigo.
─ Bien...Podremos ir al pueblo...─ dijo Valeria de manera casi inmediata al ver que habíamos hechos las paces, aquello provoco un silencio y todas nos quedamos mirándola.
Pero enseguida aquel silencio se rompió cuando empezamos a reírnos casi al mismo tiempo era la primera vez que veía a Isabel como si estuviera feliz.
─ Yo tengo que hacer algunas cosas luego nos vemos...─ dijo Isabel mientras sus amigas la ayudaban a andar lo mas seguro que fuera hacia la enfermería para que le dieran algo.
─ Es increíble eres la primera...─ dijo Valeria mientras me felicitaba y yo me apretaba la mano aun por el dolor de haberla golpeado.
─ Te lo dije la magia funciona...volvemos al club cuando puedas pásate...─ dijo Olga mientras se volvían al club al menos estaba libre de aquello y había sobrevivido ahora iríamos al pueblo a comprar algunas cosas, no se por que pero mientras íbamos hacia la puerta sentí como si alguien hubiera estado observándome toda la pelea ,pero pensé que seria mi imaginación y no le preste atencion.
Las demás volvieron a lo que tenían que hacer, dejándonos solas mientras intentaba recomponer mis doloridas manos aquello había sido como pegar contra un muro de hormigón.
Avanzamos por todo el rodeo que tuvimos que dar hasta llegar a la puerta enseguida llegamos a la altura de la monja y vimos que por unos momentos se quedo mirándonos y empezó a repasar una carpeta para ver nuestros nombres y enseguida nos dejo el paso no comprendí por que tanta seguridad y menos para ir a un pueblo.
Salimos de aquel sitio y avanzamos por un camino hecho de tierra a cada lado había bosque era bastante frondoso podía escucharse el canto de los pájaros y vimos alguna que otra ardilla cuando llegamos a una bifurcación nos fuimos hacia la derecha.
─ ¿Que hay en la otra dirección...?...─ pregunte extrañada mirando el camino de tierra.
─ Es un torreón antiguo medio derruido...Nos han dicho que no vayamos...Vamos démonos prisa...─ dijo Valeria mientras nos apresurábamos para ir al pueblo mientras yo miraba el otro camino con curiosidad.
Seguimos avanzando el bosque fue transformándose poco a poco en llanuras y aquel camino polvoriento pudimos ver que empezaba a tornarse como una carretera comarcal a lo lejos pudimos ver unas casas y un campanario al fondo parecía algo pequeño y el único sitio del que podían comprar.
Cuando llegamos al pueblo vimos que había bastante gente y era día de mercado en la entrada había varios puestos de fruta y algunas cosas pudimos ver que las casa estaban muy bien conservadas y la gente no parecía las típicas del pueblo, el bullicio de la gente no molestaba mucho, algunas chicas del internado estaban por allí comprando empezamos a inspeccionar los puestos mirando algunas cosas interesantes pero la gente no parecía que estuvieran muy felices al ver a las chicas del jersey verde sin embargo no parecían molestas con sus compañeras aquello me extraño bastante.
─ Si puedes comprarme algunas pilas y cuadernos ahora te lo pago...Tengo que ir a por otras cosas...─ dijo Valeria y enseguida desapareció entre la multitud del mercado no pude mas que mirar lo que había y comprar algunas cosas, la dependienta en seguida me atendió, como si quisiera darse prisa, una vez que obtuve lo que necesitaba y l oque Valeria quería mire para ver si la encontraba por algún sitio pero parecía no daba con ella, así que pensé que lo mejor seria ir a tomar algo y descansar de aquello antes de volver.
Pasee por el pueblo un rato y vi una fuente circular que aquello parecía la plaza llena de bares y algunas tiendas, me fui a por uno y me senté en la parte de afuera por suerte tenían un toldo ya que el sol pegaba algo fuerte había varias personas por allí sentadas, el sitio parecía bastante animado.
─ ¿Que va a tomar...?...─ Pregunto un joven camarero mientras sacaba una libreta para tomar el pedido.
─ Solo un refresco por favor...─ dije mientras miraba hacia todas partes para ver si veía a Valeria por algún sitio pero parecía que no la encontraba.
Me tome el refresco tranquilamente viendo a varias alumnas del internado pasear por allí aquel sitio era donde se encontraban la mayoría de la gente una vez que hube terminado, empecé a preocuparme por Valeria y temía que tuviera que volver sola, así que empecé a buscarla por la plaza y mientras pasaba por las tiendas la observe que había entrado en una zapatería no parecía muy grande y tenia el rotulo en la parte de arriba de color marrón, parecía que estuviera peleándose con la dependienta.
Nada mas entrar note aquel olor que tienen todas las zapaterías, el suelo estaba enmoquetado de color rojo delante mía había un mostrador con una caja registradora muy simple, por las paredes había estantes para los zapatos y en el suelo pequeños espejos junto con unos taburetes para poder ponértelos.
─ ¿Pero por que no...?...No pienso quedármelos gratis...─ preguntaba Valeria a la dependienta parecía una discusión sobre que no quería dárselos.
─ Lo siento pero no están en venta se lo he dicho...─ dijo la dependienta con aire de enfado mientras cruzaba los brazos delante suya en negación.
─ Valeria...Al fin te encuentro...¿Pasa algo...?...─ pregunte extrañada ante la discusión de aquello.
─ No nada. no te preocupes...vámonos...─ dijo Valeria mientras bajaba la cabeza y nos disponíamos a salir.
─ Dímelo...Somos amigas...─ dije para intentar que me dijera por que había sido esa discusión.
─ Esos zapatos me gustan...y la dependienta no quiere vendérmelos...─ dijo Valeria mientras los miraba por el escaparate; eran unos zapatos veraniegos de color verde claro muy frescos y casi sin tacón.
─ ¿Por que ...?...Si tienes dinero debería vendértelos a menos que estuvieran apartados para otra persona...─ pregunte extrañada mientras veía casi llorar a Valeria, mire y no parecían que estuvieran reservados y el precio parecía bastante asequible.
─ Es lo mismo...déjalo volvamos...─ dijo Valeria casi suspirando de tristeza, aun no entendía el por que trataban así a las chicas con jersey verde.
─ Dame le dinero...Los comprare en tu lugar...─ dije mientras le ponía una mano en el hombro y le daba algo de esperanza enseguida me dio el dinero justo para los zapatos.
Decidida entre en la zapatería la dependienta salio sonriéndome, y dispuesta a venderme, parecía que su actitud había cambiado de repente.
─ ¿Desea algo...?...─ pregunto la dependienta amablemente mientras me sonreía falsamente.
─ Si, esos zapatos...─ dije mientras Valeria desde fuera me señalaba los que era.
─ Claro por supuesto...enseguida...─ dijo la dependienta sin rechistar ni una sola vez, aquello era imposible; a mí me los vendía tranquilamente y a Valeria no quería hacerlo.
─ ¿Le puedo hacer una pregunta...?...─ pregunte extrañada por el comportamiento de la dependienta y tanto cambio de Valeria a mi.
─ Dígame...Si puedo ayudarla...─ respondió la dependienta mientras introducía los zapatos en su caja.
─ ¿Por que a mi amiga no ha querido vendérselos...?...─ pregunte extrañada mientras me daba la caja y los pagaba aquello hizo que su rostro cambiara casi radicalmente.
─ Lo tenemos prohibido...Eso es todo...Aquí tiene los zapatos...Gracias por su compra...─ dijo la dependienta cambiando de nuevo su expresión y sonriéndome preferí no seguir preguntando además sabia que no sacaría nada mas, aunque aquello me extrañaba muchísimo, no podía comprender aquella actitud.
De inmediato salí de allí y me dirigí hacia donde estaba Valeria que parecía completamente feliz al momento salto sobre mi y me dio un beso, abrió la caja con rapidez y parecía encantada.
─ Gracias...muchas gracias...─ dijo Valeria repitiéndolo varias veces, parecía que aquello era como su máxima felicidad.
─ Bueno vámonos...─ dije viendo que la tarde ya acababa y tendríamos el tiempo justo para llegar al internado.
─ Claro vamos...─ dijo Valeria feliz y agarrándome del brazo salimos de allí vimos como las chicas se apresuraban a salir del pueblo como si fuera a ocurrir algo, observe como las luces se encendían cuando ya estábamos fuera, mire hacia atrás no se por que pero sentí un escalofrió pude ver a las compañeras yendo por le camino al menos no estaríamos solas de mientras Valeria estaba disfrutando de aquellos zapatos y comentándoselo a las demás chicas, por mi parte empecé a hablar con algunas y conociéndonos un poco mejor, el camino estaba bastante oscuro pero podía verse bien, lo que mas miedo por decirlo así fue atravesar el bosque por el camino la noche parecía bastante fresca y los cantos de los pájaros que antes escuchamos eran sustituidos por el ulular de algún búho y los grillos, al fondo podíamos ver el internado iluminado completamente, mientras entrábamos vi a la misma monja pasando lista, cuando entramos nosotras cerraron las puertas detrás, la monja seguía repasando pero no se por que pareció sorprendida y salio corriendo algo había pasado.
─ Que raro nunca la había visto así...Algo ha tenido que pasar...─ dijo Valeria sorprendida, viendo como la monja se alejaba rápidamente.
Casi al instante sonó la sirena parecía ser la hora de la cena así que nos apresuramos para ir al comedor cuando llegamos vimos mucha gente agolpada contra los estantes pidiendo su cena y dándose prisa, pero en cuanto me acerque a la cola parecían que me habrían paso para ser la primera, los rumores sobre que había vencido a Isabel se habían extendido rápidamente.
Aquello pareció extraño pero Valeria parecía que estaba disfrutando de lo lindo con aquello estaba cogiendo varias cosas y ni siquiera tuvimos que pagar aquella noche.
Una vez que termine de coger las cosas la gente se nos quedo mirando por unos instantes y poco a poco fueron recobrando su ritmo aquello era un regalo que nos hubieran hecho; empecé a buscar a las del club y al fin las encontré en la mesa de siempre, nos sentamos a su lado, parecían estar bastante contentas.
─ Parece que la noticia se ha extendido...─ dijo Olga mientras comía algo de su plato junto con las demás que estaban disfrutando de aquello, mientras cenábamos a Olga le vinieron varias chicas nuevas para apuntarse a su club cosa que pareció encantarle dando algunos folletos.
─ Esa pelea parece que ha aumentado la fama del club...─ dije mientras saboreaba algunas cosas.
─ Si y es fantástico...Al fin la gente quiere unirse...─ dijo Ángela mientras devoraba lo que había cogido del mostrador con bastante apetito.
─ Al fin somos un club reconocido...─ dijo Daysi mientras se vanagloriaba de ella misma, aunque Esmeralda parecía que no decía ni una sola palabra, estaba enfrascada en aquel libro.
La cena fue de lo mas tranquila mientras hablábamos de lo que pasaría en el club y escuchábamos el murmullo de la gente que poco a poco se retiraba para ir a sus habitaciones, cuando aquello estaba casi vacío vimos entrar a la monja junto con la enfermera que esta vez bestia unos leggins de color oscuro combinado con una falda de tubo de color celeste, en sus pies unos zapatos cerrados de color grisáceo, en su pecho una camiseta de mangas cortas estampada de flores y encima una chaqueta vaquera de color azul apagado y botones dorados, llevaba el pelo recogido en una cola de caballo.
─ Ha sucedido algo en el pueblo y al parecer, la hermana al pasar lista ha notado que falta alguien necesitamos que vengáis dos con nosotras al pueblo...─ dijo la enfermera con tono serio pero en cuanto lo hubo dicho la gente empezó a murmurar y parecía que nadie quería ir, por unos instantes me quede pensativa y pensé que era mejor ir al menos me enteraría de algo mas.
─ Yo iré...─ dije levantándome cosa que sorprendió a las demás incluso Esmeralda se aparto un poco del libro sorprendida.
─ ¿Pero te has vuelto loca...?...─ dijo Valeria mientras me tiraba de la falda para que me volviera a sentar.
─ Es la única manera que tengo de saber que es lo que pasa...─ dije armándome de valor además no pensé que nos fuera a pasar nada.
─ ¿Nadie mas quiere ir...?...─ pregunto la enfermera mirando hacia todas partes buscando que alguien quisiera venir, pero al parecer nadie se iba a ofrecer.
─ Yo iré también...─ dijo una voz que me resulto muy familiar y de detrás de la enfermera y la monja apareció Isabel con una tirita en el rostro y una venda en una de las rodillas.
─ Seria mejor que no te esfuerces...Después de la caída que has tenido...─ dijo la enfermera al parecer Isabel le había contado un cuento y nos había protegido a las dos.
─ No pasa nada puedo ir...─ dijo Isabel sonriendo y mirándome de reojo, parecía que estaba feliz por que yo fuera.
─ Muy bien tu y tu preparaos os esperamos en la puerta...─ dijo la enfermera mientras salía de allí con la monja lo mas seguro a preparar algún transporte.
La gente se quedo mirando extrañados por lo que había pasado, incluso las chicas del club de inmediato me acerque a ella para darle las gracias.
─ Muchas gracias por no descubrirme...─ dije mientras le ofrecía la mano, Isabel se quedo por un momento mirándome pero enseguida me la ofreció.
─ No tienes por que darlas...además lo eh hecho mas por mi que por ti...No quiero que me vuelvan a expulsar...─ dijo Isabel mientras nos dirigíamos hacia la puerta en el trayecto intente entablar una conversación pero parecía que no era muy habladora.
Cuando llegamos a la puerta pudimos ver un Mono-volumen de cinco puertas de color verde aceituna, solo esperaba que quien se hubiera perdido estuviera bien, por que si es como lo que había pasado con Valeria debería de estar pasándolo mal...
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
626
3.568 ATC
UNA NOCHE ENSANGRENTADA
En cuanto nos subimos al Mono-Volumen salimos de allí en dirección hacia el pueblo, mientras pasábamos por ese camino me quede mirando extrañada el lugar parecía que había cambiado todo, era incluso mas amenazante que cuando regresamos, podía escuchar los búhos y veía algún murciélago revolotear, la luna aunque estaba en cuarto creciente estaba preciosa, el aire era muy fresco casi podía que decir helado, cuando al fin llegamos a la entrada del pueblo nos detuvimos y bajamos del automóvil.
Nada mas bajar vimos que el pueblo estaba desierto n ose escuchaba nada solo alguna ventana que se cerraba, la farolas de aquel sitio lo iluminaban todo, ni siquiera los bares estaban abiertos, pero aun así podía sentir como si nos estuvieran observando.
─ Muy bien escuchadme...La hermana y yo iremos por ese lado vosotras por el otro y recordad no os separéis en ningún momento puede resultar peligroso...─ dijo la enfermera mientras salía en una dirección junto con la hermana, aunque me quede por un momento pensando en lo que había dicho no entendía lo que era peligroso y que podía haber que nos hiciera daño si nos separáramos.
─ Muy bien vamos... ─ dijo Isabel con tono de parecer que estuviera enfadada mientras pasábamos por las calles podía ver como aun cojeaba algo por la patada que le había dado.
─ Lo siento...¿Tienes bien la pierna...?...¿Te duele mucho...?...─ dije mientras la veía caminar cojeando, aunque no obtuve respuesta ni siquiera me miro, pasamos pro diferentes calles pero no vimos a nadie parecía que aquel sitio era un pueblo fantasma y era extraño después de la cantidad de gente que habíamos visto por la tarde.
─ ¿Pero como puede ser...?...Antes había muchísima gente y ahora parece un pueblo fantasma...─ dije mientras seguíamos metiéndonos por aquellas callejuelas angostas, algunos sitios estaban muy mal iluminados y parecía que incluso nuestras propias sombras nos amenazaban.
Cuando al fin salimos de una calle escuchamos como unos gemidos apartados el sitio parecía ser una pequeña plazoleta en la que solo había algunos bancos para sentarse y una farola en el centro del sito que iluminaba pobremente el lugar.
Isabel se acerco corriendo para comprobar que es lo que era, por mi parte fui corriendo detrás de ella y cuando llegamos a un rincón pude ver a una de las chicas que tenia el jersey verde en el suelo su ropa estaba llena de desgarros y en su cara tenia magulladuras, tenia la mano en su abdomen lo mas seguro por algún golpe.
─ ¿Pero que te ha pasado...?...─ pregunte extrañada viendo el estado en que se encontraba la pobre chica que le habían dado una paliza incluso tenia muchos moratones y algo de sangre resbalándole por el labio, Isabel se acerco a ella para ver como estaba, por muy ruda que fuera podía ver que se preocupaba por los demás.
─ Vaya parece que el monstruo ha encontrado ayuda...─ dijo una voz detrás de nosotras, cuando me di la vuelta pude ver a cuatro tipos que tenían unos palos en las manos, al parecer ellos habían sido los que le dieron la paliza, lo que me extrañaba que aun siguiera viva después de aquello.
─ ¿Por que habéis hecho esto...?...─ pregunte mientras retrocedía unos pasos hasta que me tope con Isabel que permanecía inmóvil en el sitio con cara de enfado incluso observe que cerraba el puño lleno de ira.
─ Por que es un monstruo...lo mismo que ella...─ dijo señalándola con el arma a Isabel esta ni siquiera se movió del sitio ni reacciono.
─ Tenemos unas reglas sabes...y hay que cumplirlas...─ dijo el hombre mientras golpeaba con el palo en su mano una y otra vez preparándose para darnos una paliza.
─ Muy bien según vuestras reglas una del jersey verde... tiene que ir con un jersey oscuro...elige...por que la otra se llevara una paliza...o terminara muerta...tu eliges...─ dijo el hombre recordando esa extraña regla mientras seguía amenazándonos, no podía entender aquello.
─ ¿Pero que clase de entupida regla es esa...?...─ pregunte extrañada por aquello pero a quien se le había ocurrido eso.
─ No te preocupes llévatela...ve a la entrada del pueblo...llévala al automóvil...yo me encargare de ellos...─ dijo Isabel mientras se crujía los dedos preparada para darles una paliza pero por muy fuerte que fuera estaba segura que le terminarían haciéndole mucho daño.
─ No puedes hablar en serio...esto es una tontería...─ dije mientras ayudaba a la pobre chica a ponerse en pie para irnos.
─ Llévatela ahora...vete...─ dijo Isabel mientras giraba la cabeza aquella mirada me asusto, hizo que la sangre se me helara, no tuve mas remedio que dejarla cosa que no quería.
Una vez que pude hacer que andará nos encaminamos para salir de aquella plazoleta, enseguida empecé a escuchar como Isabel gritaba por los golpes que estaba recibiendo, como aquellos tipos se reían, la conciencia me estaba matando de alguna forma no podía dejar que le hicieran aquello, enseguida escuche aquel aleteo que pasaba por encima nuestra como un relámpago y al momento escuche unos gritos en el pueblo, eran de los chicos parecía que les había ocurrido algo, decidí dejar a la chica en un callejón que no había nadie y corrí para ver que es lo que había pasado nada mas llegar me quede sorprendida y con miedo en el cuerpo al ver aquel espectáculo.
Isabel estaba en el suelo de rodillas mirando los cuerpos de aquellos tipos llenos de heridas que eran profundas por todo el cuerpo parecían unas garras por la forma, sus cuerpos estaban ensangrentados, y sus ropas destrozadas; Isabel giro la cabeza pude ver que en su cara había sangre su mirada estaba como perdida, y el maquillaje que tenia estaba completamente desdibujado sin embargo me sonreía con una mueca de locura, pero no tenia ningún arañazo de ese estilo.
─ SOCORRO!!!...─ grite varias veces pero parecía que nadie respondía mi grito resonaba en aquel lugar pero ni siquiera se dignaban a abrir las persianas, pasado un rato vi como la enfermera se acercaba al lugar desde un callejón junto con la hermana, ambas se quedaron de piedra al ver aquello, la hermana no hacia mas que santiguarse al ver semejante horror, la enfermera después de la estupefacción reacciono y se dirigió hacia donde estaba Isabel que parecía de momento no reaccionar.
─ Isabel responde...venga responde...─ dijo la enfermera asustada mientras la zarandeaba suavemente para ver si podía recuperar el sentido.
─ Dios santo...¿Que dios nos proteja...?...─ dijo la hermana santiguándose nuevamente, en su rostro podía verse el miedo.
─ Por suerte esta no es su sangre...Esta en estado de shock...Será mejor que nos vayamos, a propósito...¿Habéis encontrado a la otra chica...?...─ pregunto la enfermera mientras miraba a Isabel una y otra vez para comprobar que no tuviera ninguna herida, viendo que no había recibido daño alguno se dirigió hacia los chicos y empezó a cerrarles los ojos.
─ Si, tiene varias golpes...parece que ha recibido una buena paliza...─ dije mientras veía como la enfermera y la hermana hacían que se levantara Isabel y nos fuimos hacia donde había dejado a la otra chica. que estaba allí me acerque a ella y la ayuda a levantarse mientras íbamos hacia el automóvil.
─ No debió de haberse quedado...sabia que no era buena idea...─ dijo la enfermera mientras caminábamos hacia la salida del pueblo, mi mente no hacia mas que darles vueltas a todo aquello y no sabia por donde empezar.
─ ¿Pero vamos a dejar a esos tipos ahí...?...¿No vamos a hacer nada...?...Deberíamos llamar a la policía o a algo...─ pregunte mientras ya casi estábamos en la salida ya podíamos ver el automóvil.
─ Es mejor que no nos involucremos mas...y nos larguemos de aquí ya se encargaran ellos...─ respondió la enfermera queriendo cortar la conversación, ahora si estaba convencida de que sabia algo y tenia que descubrirlo pensé que lo mejor era callarme y volver al internado.
Cuando al fin llegamos al automóvil nos sentamos detrás mientras la enfermera se ponía al volante, parecía que aquello la había pillado por sorpresa, sin embargo la madre no dejaba de rezar.
Pasamos por aquel camino de vuelta hacia el internado yo no paraba de mirar por la ventana viendo aquel paisaje que se me volvía mas extraño por momentos, cuando llegamos rápidamente la enfermera la cogió y se la llevo hacia la enfermería.
─ Coge a Isabel y llévala a su habitación...la hermana te acompañara...─ dijo la enfermera mientras sacaba a Isabel de su asiento y nos encaminábamos hacia su habitación para que pudiera descansar, mire un momento hacia arriba y vi algunas de las chicas mirándonos completamente extrañadas por aquello.
Entramos al edificio y nos dirigimos hacia la habitación pasamos algunos pasillos y pude ver que incluso cuando dormíamos había vigilancia las hermanas pasaban con una linterna por los pasillos a pesar de tener una luz de emergencia de color rojo.
─ ¿Hermana podría decirme que es lo que pasa...?...─ pregunte extrañada pero no obtuve respuesta de la hermana, cuando llegamos a su habitación, su compañera se nos que do sorprendía y algo asustada como estaba pero enseguida nos ayudo a meterla en su cama para que descansara e inmediatamente salimos de allí, la monja me acompaño hacia mi habitación, en cuanto llegue observe que Valeria estaba mirando intrigada por lo que había pasado, estaba tumbada en la cama mientras yo me desnudaba, aunque al momento se tumbo nuevamente.
─ ¿Que ha pasado...?...Parece que vienes como asustada...─ pregunto Valeria mientras se movía entre las mantas para coger una buena postura.
─ Le han pegado una paliza a una de las chicas y en el pueblo han matado a unos chicos...Isabel esta como en estado de shock...Algo esta pasando aquí y me voy a enterar...─ respondí mientras me ponía el pijama para meterme en la cama, el silencio se hizo en la habitación Valeria no volvió a hablar en toda la noche.
Aunque me costo conciliar el sueño pro que i mente no dejaba de pensar en lo que había pasado, aquello me resultaba extraño como mínimo, mis ojos empezaron a cerrarse lentamente mientras miraba las luces que entraban por la ventana.
No se ni cuanto tiempo dormí pero me despertó Valeria nuevamente zarandeándome con las cosas de la ducha en la mano.
─ Despierta y prepárate...que voy para la ducha...─ dijo Valeria mientras cogía alguna ropa interior para ponérsela, e inmediatamente salio de allí a toda prisa al parecer aquella noticia es como si le hubiera quitado parte de su alegría.
─ Vale ahora cojo mis cosas...─ dije mientras me despejaba un poco y me levantaba, me senté en la cama mirando hacia afuera que apenas empezaba a amanecer.
Valeria salio de allí y en cuanto lo hizo me levante y empecé a ordenar mis cosas y coger lo necesario, en cuanto lo hice me senté en la cama esperando que entrara y tuviera mi turno aunque esto seguía sin entenderlo.
Paso como media hora y vi entrar a Valeria en la habitación con dos toallas una en el cuerpo y otra en la cabeza e inmediatamente sonó la sirena del segundo turno, salid e la habitación y nuevamente me dirigí hacia las duchas.
Una vez allí veía a las chicas que parecían discutir y susurrar sobre lo que había pasado anoche, solo esperaba que aquella chica estuviera mejor después de lo que había pasado.
Deje que el agua me despejara completamente durante un rato cuando al fin hube terminado me coloque la ropa interior y me lié la toalla en el cuerpo y decidí secarme el pelo en la habitación, me dirigí hacia ella y nada mas entrar vi que Valeria ya estaba vestida y arreglada para ir a desayunar.
─ ¿Bueno quieres que te cepille el pelo...?...─ pregunto Valeria intentando disimular su preocupación por lo que había pasado, enseguida me quite la toalla y al momento Valeria volvió a girarse mirando hacia otro lado me arregle un poco poniéndome el uniforme y me senté en la silla.
─ Gracias...─ dije y al mismo instante Valeria se giro y sus piro aliviada y empezó a cepillarme el pelo.
─ Sabes aún no entiendo el por que te giras cuando me quito la toalla...las dos somos mujeres y tenemos lo mismo...─ dije mientras me cepillaba el pelo, aunque aquello no pareció inmutarle.
─ Ya te lo eh dicho...Es para que tengas intimidad nada mas...además debemos darnos prisa o no llegaremos a desayunar...─ dijo Valeria mientras terminaba de cepillarme y al momento salio fuera esperándome, parecía que no quería hablar de eso y la curiosidad ya me estaba picando.
Cogí un pasador y salí afuera, seguidamente sonó la sirena para desayunar nos dirigimos hacia el comedor, había muchísima gente, allí pro la mañana parecía que se reunía todo el mundo podía ver a los del club de ciencias con unas batas blancas me fije que toas llevaban el jersey oscuro aquello me extrañaba puesto que el club en donde estaba también lo tenia.
Fuimos pasando por la barra del sitio cogiendo lo que queríamos para desayunar mire hacia le sitio de siempre y allí estaban las del club esperándonos junto con Clarisa y Felisa.
─ ¿Que os paso anoche...?... pregunto Olga nada mas que me vio las demás me dieron los buenos días aunque Esmeralda no estaba muy contenta, no tenia su libro.
─ ¿Te encuentras bien...?...─ preguntaron Clarisa y Felisa casi al mismo tiempo, ambas se miraron extrañadas, aunque en el sitio había mucho bullicio, podía notarse una gran tensión la gente parecía que estuviera asustada pero mas aun las chicas del jersey verde.
─ Si estoy bien pero aun me encuentro algo asustada por aquello...Algo esta pasando y es extraño volví a escuchar ese aleteo nuevamente y las marcas que tenían esos chicos eran de animales...─ dije mientras explicaba una cosa que no había dicho pero pensé que la enfermera no podía haber pasado por alto en ese momento la única que bajo la cabeza fue Esmeralda cosa que me extrañaba.
En ese momento se hizo el silencio entro Isabel por la puerta parecía que se había recuperado en parte, pero aun podía verse que estaba en estado de shock, aquello le había afectado, tomo una mesa y se sentó al rato el silencio volvió a romperse con los rumores y cotilleos.
─ Bueno te quería comentar una cosa...─ dijo Olga pero al momento la interrumpió Daisy parecía que tenia mucha prisa por decirlo.
─ Tenemos una reunión en la torre embrujada...─ dijo Daisy como si estuviera esperando aquel evento pero enseguida Bárbara la interrumpió.
─ Tienes que venir por favor...─ dijo Bárbara mientras intentaba hablar con la boca llena y casi suplicándomelo...
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno aqui dejo otro capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
626
3.568 ATC
UN AQUELARRE ALGO EXTRAÑO
─ Pero...¿No estaba prohibida...?...Eso me dijo Valeria...─ dije mientras desayunaba y me quedaba mirando a Valeria que parecía extrañada.
─ Si pero...─ dijo Olga pero al momento fue interrumpida por Clarisa que un tono de miedo en su voz.
─ No deberíais de ir si lo prohíben es por algo...Además recuerda que la semana que viene tenemos exámenes...No deberíais acercaros...─ dijo Clarisa intentando advertirnos, pero contra mas nos decía, mas curiosidad me daba.
Al parecer ellas no tenían mucho miedo por ir, pero pensé que no las dejarían puesto que seria de noche y las puertas estarían cerradas.
─ ¿Como tenéis pensado salir...?...Sabéis que todas las actividades...se tienen que hacer dentro del recinto...─ dijo Felisa algo extrañada, pero por la expresión de Olga sabia que tendría algún plan.
─ Se como salir...escuche que la presidenta del club de Astrología sabe como salir...¿Como creéis que han obtenido tan buenas fotos que pusieron en su club...?...Esta tarde iré a hablar con ella...así que preparaos...os esperamos a todas en la parte de atrás sobre las ocho...─ dijo Olga mientras terminaba de desayunar junto con las demás, aunque en ese momento Clarisa me cogió la mano con mirada asustada.
─ Por favor no vayas...siento algo raro que va a pasar...─ dijo Clarisa con mirada de miedo y una expresión como si supiera que fuera a ocurrir algo.
─ Seguro que no les pasara nada...Estate tranquila...─ dijo Valeria mientras terminaba en ese momento sonó la sirena y la gente salio corriendo hacia sus aulas.
Fuimos a dejar las bandejas en su sitio y justo en ese momento me tope con Isabel su mirada parecía mas tranquila pero aun podía notar que aquello que había pasado la tenia aun algo alterada, incluso su mano temblaba.
─ Gracias...─ dije mientras dejaba su bandeja inmediatamente Isabel me miro y sonrió muy ligeramente, dejando aquello y saliendo de allí.
─ Parece que os habéis hecho amigas...Pero la noto algo extraña desde que habéis vuelto...─ dijo Felisa mientras miraba extrañada a Isabel que salía de allí en dirección hacia el aula.
En cuanto dejamos las bandejas salimos del comedor a toda prisa, llegamos a clase por suerte aun no había entrado la profesora e inmediatamente nos sentamos , cuando gire la cabeza observe a Isabel que estaba inmersa en un libro, parecía que no quisiera que nadie la molestase.
Pasados unos minutos, entro la profesora esta era distinta, tenia el pelo rubio algo con mechas de color rosa en las puntas y peinado con dos coletas que le caían por los hombros los rasgos eran suaves pero muy definís idos, los ojos eran de un color azul y sus labios estaban pintados de color rojo, bestia una blusa ligera pero atada hasta le cuello junto con un pañuelo de color rojo atado por un broche, aparte también una falda de tubo bastante ajustada de color azul que le llegaba por los muslos, sin abertura alguna lateral, en sus piernas unas medias de color negra junto con sus zapatos de color negro abiertos lateralmente, parecía bastante mas joven que la enfermera.
─ Buenos días...para las nuevas soy la profesora de ciencias sociales... empezaremos a pasar lista...Mi nombre es Yolanda...─ dijo la profesora y al momento se puso a pasar lista mientras las chicas seguían murmurando por lo bajo en cuanto hubo terminado se puso a dar la lección no parecía ser muy pesada y el tiempo se me paso volando durante el descanso los rayos del sol empezaban a entrar en la clase, mientras que Isabel parecía que seguía en sus cosas absorta a todo lo que sucediera allí, salí un momento a fuera para descansar junto con Felisa.
─ ¿No te parece algo extraño como esta Isabel...?...¿Que os paso anoche...?...─ pregunto Felisa mientras esperaba con ansias mi respuesta.
─ Es mejor que no te lo diga no te lo creerías...─ dije intentando que no me preguntara y así no tener que recordar lo que había visto.
Mientras estábamos hablando vimos a la monja que entro en la clase y seguidamente lo hicimos nosotras, nos sentamos y empezamos a dar clases, esperaba que terminaran con impaciencia, entre clases veía a las amigas de Isabel intentando animarla pero no me imaginaba siquiera por el infierno que tendría que haber pasado al ver aquello, su mirada estaba perdida por completo con aquello, pensé que si hubiera sido yo no lo habría soportado.
En cuanto acabamos salimos allí nos dirigimos hacia el club al menos para comentar que haríamos esa noche y si Olga sabia por donde saldríamos in que se enterase, pasamos por los pasillos y parecían que estaban algo llenos mientras llegábamos a nuestro destino vimos a unas chicas haciendo deporte junto con la entrenadora, llame a la puerta y enseguida Bárbara me abrió vestida con el atuendo de bruja.
Bárbara parecía que estaba comiendo una bolsa de patatas fritas mientras que Esmeralda estaba algo preocupada buscando entre las librerías, algo nerviosa, Olga estaba mirando algunas solicitudes que le habían entregado después de mi pelea con Isabel el club había cogido cierta popularidad.
─ ¿Que le pasa a Esmeralda...?...La noto algo nerviosa...─ pregunte mientras Olga seguía enfrascada en aquellas peticiones.
─ Ha perdido su libro y no sabe donde lo ha puesto...─ dijo Olga mientras dejaba la ultima petición en la mesa.
En ese momento entro Valeria por la puerta algo nerviosa aunque con una gran sonrisa en su rostro.
─ La presidenta del club de astrología ha dicho que nos espera detrás...de las clases que nos dirá por donde salir...pero que no debemos decírselo a nadie...─ dijo Valeria completamente emocionada, me daba la impresión que nos acompañaría.
─ ¿Tu vas a venir Felisa...?...─ pregunte mientras veía a Felisa algo nerviosa y asustada al conocer aquello.
─ Lo siento pero no me gustan esas cosas...yo me quedo...─ dijo Felisa con algo de miedo en su voz aunque pensé que no era para tanto.
Aunque la verdad la comprendía, no tenia ni idea de lo que tramarían, aunque no pensé que fuera a pasar nada, mientras tanto me acerque a Esmeralda para ver si la podía ayudar.
─ ¿Si te puedo ayudar a encontrarlo...?...─ pregunte mientras la veía nerviosa ir de un sitio hacia otro buscando ese libro no pensaba que fuera tan importante.
Esmeralda sencillamente negó con la cabeza, mientras seguía rebuscando entre todos aquellos libros.
─ Bueno vámonos...Es mejor llegar temprano tenemos que preparar varias cosas para el ritual...─ dijo Olga, y seguidamente las demás se pusieron a coger algunas cuantas velas y algo de tiza en polvo, parecía que aquella pantomima la llevaran lejos con toda la parafernalia.
Una vez hubieron recogido todo aquello dejaron los trajes en las perchas y salimos hacia donde habíamos quedado con la directora de astrología, pudimos ver como algunas chicas aun estaban entrenando fuera, y otras estaban repasando para los exámenes, aquello me recordó que la próxima semana teníamos uno y que aun ni siquiera había abierto los libros para estudiar, mientras pasábamos por el sitio vi que aun había gente en la cafetería y pasando por los pasillos, cuando al fin llegamos detrás, observe a la chica que había visto regañar a las otras dos que estaban besándose esperándonos.
Olga nos hizo la señal que nos detuviéramos y se adelanto ella para hablar con la otra chica entretanto pude ver a Valeria como se recostaba contra una de las paredes y como las demás parecían algo nerviosas, aunque Esmeralda no se quedaba atrás incluso se estaba mordiendo las uñas parecía que le hubieran quitado su alma.
─ ¿Lo habéis hecho mas veces no...?...─ pregunte algo extrañada mirándolas tal como estaban, mientras poco a poco el sol iba ocultándose.
─ Si...claro lo hemos hecho mas veces...no te preocupes...─ dijo Bárbara mientras veía que incluso le temblaban algo las piernas.
─ La ultima vez..fue la semana pasada...─ dijo Ángela mientras sacaba una chocolatina para calmarse algo.
Daysi era la única que no había pronunciado palabra alguna parecía que el gato le había comido la lengua de lo nerviosa que estaba.
─ Muy bien...me ha dicho que debemos regresar pronto y que no se lo contemos a nadie nos estará esperando aquí...─ dijo Olga muy satisfecha de ella misma al parecer era la que no estaba nerviosa y eso me extrañaba.
Al momento la directora movió unos arbustos mostrándonos una brecha que había en la pared del muro salimos por allí y fuimos hacia el bosque, parecía que Olga sabia perfectamente hacia donde íbamos, pasado un momento, se dio la vuelta y nos paso unas linternas, podía escuchar ya a los búhos dándole la bienvenida a la noche, aquel sitio era espeluznante, casi no podíamos ver nada la noche se nos había echado encima en un abrir y cerrar de ojos.
Tardamos como unos quince minutos en llegar a donde quería, cundo al fin pudimos ver el torreón que me había dicho Valeria que estaba prohibido, aquella estructura estaba medio derruida había cascotes por todas partes tirados por el suelo lo único que quedaba era parte de la estructura, incluso había un olor bastante fuerte a humedad.
─ ¿El torreón...?...¿Pero estáis locas...?...Esta prohibido...─ dijo Valeria algo asustada según el tono de su voz.
─ No te preocupes...no pasa nada...lo dicen para que no vengamos nada mas...venga ir preparando las cosas...─ dijo Olga muy segura de si misma, mientras la luna llena iluminaba el lugar, dándole un aspecto mas tétrico aun.
Podía verse que la estructura estaba destrozada como el musgo casi se había apoderado de ella, había tablones apoyados por algunos sitios y el suelo estaba casi cubierto por trozos del sitio, aunque la estructura aun aguantaba y la luz de la luna entraba por le hueco de arriba que no tenia techo.
─ Olga no deberíamos hacerlo...No se siento que fuera a pasar algo extraño...─ dijo Bárbara con tono de miedo mientras colocaba las cosas en el suelo.
─ Yo estoy con ella...no se incluso siento como si alguien nos estuviera observando...─ dijo Ángela mientras hacia lo mismo, a la vez que Daisy no dijo ni una palabra y dejo las cosas en el suelo.
El ambiente estaba algo húmedo y empezaba a correr un viento gélido algo extraño que se había apoderado del sitio en una especie de vértice raro.
─ Pero...estábamos todas de acuerdo en esto...votamos todas a favor...venga por favor...─ dijo Olga casi suplicándoselo, con una mirada de cachorrito, mientras Valeria se había sentado aburrida y jugueteaba con la linterna.
─ Muy bien...pero si ocurre algo lo dejamos de inmediato...─ dijo Bárbara convencida de que si pasara algo raro lo dejarían de golpe.
Al momento se pusieron a hacer el circulo con el polvo de tiza y demás colocaron algunas piedras en los puntos del pentágono colocando velas de un color rojizo encima, seguidamente las encendieron mientras tanto Olga empezaba a repasar las paginas de un libro, Esmeralda miraba interesada por si fuera su libro pero parecía que no era ese.
En cuanto lo hubieron colocado todo escuchamos como un crujir de ramas dando la señal de que alguien se estaba acercando.
Al instante Valeria se agarro a mi con fuerza lo mismo que Esmeralda las demás se abrazaron entre ellas.
─ ¿Quien anda ahí...?...─ pregunto Valeria algo asustada mientras apuntaba en la dirección podía verse como estaba nerviosa el haz de luz no dejaba de moverse de un sitio a otro.
─ Ya sabia que no deberíamos de haber venido...y eso que no hemos empezado...─ dijo Ángela con tono de miedo en su voz.
Pasado un rato vimos una luz que se movía entre los árboles y cada vez se acercaba mas a nosotras cuando al fin estuvo delante nuestra pudimos ver que era Isabel aunque eso no dejo de asustarlas.
─ ¿Que hacéis aquí...?...─ pregunto Isabel extrañada viendo todo aquello que habían colocado en el sitio.
─ ¿Que haces tu aquí...?...─ pregunto Olga intentando mantener la compostura pero con miedo en su voz.
─ Algunas noches vengo a pasar un rato tranquila...¿Se puede saber que estáis haciendo...?...─ pregunto Isabel mientras iluminaba todo lo que habían hecho en el suelo.
─ Es un aquelarre de nuestro club...estábamos preparando para hacerlo...─ respondió Olga intentando aparentar valor.
─ Ja, ja, ja...─ rió Isabel a carcajada mientras seguía mirándolas y todo lo que había por allí.
─ Si...es una actividad del club...─ dije casi avergonzada bajando la linterna y suspirando, ñaque la verdad hubiera hecho lo mismo que ella.
─ No os preocupéis por mi...me sentare a miraros como lo hacéis...─ dijo Isabel mientras subía unas escaleras destrozadas que estaban pegadas a la pared y se sentaba, Valeria se aparto de su camino casi de manera inmediata.
─ Muy bien empecemos...─ dijo Olga completamente dispuesta mientras no dejaba de mirar a Isabel aunque la mirada de esta hizo que mirara hacia otro sitio de inmediato, todas tomamos las posiciones una en cada punta para empezar el ritual.
─ Una cosa...yo no se nada del conjuro y podría fastidiarlo...─ dije intentado hacer que me echaran de allí.
─ No te preocupes...solo tienes que sostener esa vela y concentrarte...el conjuro lo diré yo...─ dijo Olga convencida de si misma y de todo lo que había hecho, cada una cogimos una vela y la encendimos, mire por un instante a la luna que aun entraba su luz por allí y cerré los ojos.
Olga al momento empezó a recitar unas palabras que resonaban casi con eco por todo lo que quedaba del edificio, así estuvo como unos quince minutos y era extraño notaba que había alguien en aquel sitio aparte de nosotras y que estaba observándonos lo que hacíamos.
Por un instante abrí un ojo muy poco lo justo para poder echar una ojeada pero parecía que todo estaba tranquilo, aunque tenia esa sensación que no se me iba, las demás estaban con los ojos cerradas y concentrándose, mientras Isabel parecía en sus cosas a pesar de aparentar que estuviera bien podía notar que no era así y lo que ocurrió en el pueblo la había marcado de alguna forma, a la vez Valeria no hacia mas que juguetear con algunas piedras.
Cuando al fin Olga se detuvo todo aquello se quedo en silencio notamos como un aire frió casi gélido apago las velas dejándonos a oscuras enseguida observe la linterna de Valeria encenderse.
─ Bueno el ritual esta hecho...─ dijo Olga convencida de que lo que había hecho y dando resultado de alguna manera, aunque no estaba muy convencida de eso, aunque Esmeralda la veía algo nerviosa e intranquila.
─ ¿Esto es todo...?...─ pregunto Isabel casi con ironía al ver que no había pasado nada de nada.
─ Ahora solo queda esperar surta efecto...─ dijo Olga muy satisfecha de ello, mientras empezaba a recoger las cosas.
Mientras estábamos preparándonos para marcharnos, notamos sin previo aviso una ráfaga de aire que hizo una especie de torbellino en el interior de la torre, incluso creo que escuchamos una risa extraña muy suave, enseguida las chicas se abrazaron entre ellas, tenia una sensación algo extraña pero pensé que era mi imaginación sugestionada, aunque a Valeria no le pareció eso por que enseguida se puso detrás de mi asustada, mientras que Isabel lo único que hizo fue ponerse en pie cerrando el puño con fuerza como si se sintiera amenazada.
─ ¿Que ha sido eso...?...─ pregunto Valeria asustada mientras no salía de detrás de mi, aunque no era de menos, todas estábamos asustadas incluso yo tenia la piel de gallina.
─ Seguro...que ha sido el viento...─ dijo Bárbara con el miedo en su voz, aunque podía verse claramente que solo lo decía para calmarse ella misma.
En ese momento la luz que había sobre nosotras de la luna ceso de golpe, aquello fue mas bien un susto colectivo haciéndonos gritar, cuando mire para arriba observe que se trataba solo de una nube que la estaba tapando nada mas.
─ Dios que susto mas tonto...Seguro que ha sido el viento recojamos esto cuanto antes...y volvamos seguro que nos esta esperando...─ dijo Olga recogiendo todo aquello rapidísimamente, no parecía estar allí lo mas mínimo.
En cuanto hubimos terminado salimos de aquel lugar por un instante volví la cabeza para ver el torreón aunque me pareció mucho mas tenebroso de lo que podía apreciar escuchaba como una risa nuevamente, aunque preferí no prestarle atencion y apretar la marcha para llegar lo antes posible.
Andamos por le bosque todo lo que pudimos la única iluminación eran las linternas y de vez en cuando la luna que salía de entre las nubes, aquel sitio me ponía los pelos de punta, quería salir cuanto antes, el bosque ya era fantasmagórico de por si por la noche no supuse que fuera tanto, podía escuchar el ulular de los búhos y de vez en cuando ver algún murciélago dando vueltas por fin empezamos a ver las luces del internado eso calmo mi corazón por un momento.
─ Al fin llegamos...─ dijo Valeria aliviada al poder llegar, precia que lo estuviera deseando.
Volvimos a pasar por el grieta del muro y allí estaba la chica, al parecer parecía algo molesta por lo que habíamos tardado y no era para menos puesto que no se esperaba que llegáramos tan tarde.
─ Muy bien tenéis que daros prisa para llegar a las habitaciones...Por suerte los profesores están cenando ahora...Pero no tardaran mucho en acabar y empezar la ronda...Así que daos prisa...─ dijo la chica mientras volvía a colocar el arbusto en su sitio para tapar la salida.
En cuanto llegamos a la puerta que aun permanecía abierta por suerte nos separamos, Valeria de inmediato me cogió de la mano y casi me arrastro por los pasillos rápidamente hasta llegar a la habitación y que de inmediato abrió la puerta y la cerro de un portazo dejándose caer encima de la cama.
─ Por fin llegamos no quería permanecer mas allí...ni por un segundo...─ dijo Valeria aliviada con la cara incrustada en la almohada.
─ ¿Pero no decían que lo habían hecho antes...?...─ pregunte extrañada, estando segura de que era así.
─ ¿Hacerlo...?...Solo una vez nada mas y salieron asustadas dijeron que no volverían a hacerlo mas, pero ya ves que volvieron...Además he sentido algo extraño en aquel sitio...no se ha sido una sensación de miedo...─ dijo Valeria algo asustada mientras intentaba no recordar lo que había pasado.
─ Será mejor que nos acostemos...Mañana tengo que ponerme a estudiar...Aun no he empezado...─ dije intentando pensar que los exámenes los tenia encima dentro de unos días y aun ni había tocado los libros y claro esta se me olvido hacer los deberes que nos habían puesto.
─ Mierda...Los deberes...no los hemos hecho...─ dijo Valeria como si me leyera el pensamiento.
─ Mejor ni pensarlo...solo espero que no nos saquen a la pizarra...Ahora es mejor ponerse el pijama e irse a dormir...por esta noche he tenido suficientes emociones...─ dije pensando que tuviéramos suerte, aparte que el sueño me estaba venciendo.
─ Muy bien saldré fuera...avísame...─ dijo Valeria levantándose de la cama y saliendo de allí, intentaba decirle algo pero no me dio tiempo.
Me desvestí y me puse el pijama mire por la ventana un momento para ver si estaba la parejita pero parecía que esta noche no estarían, el sitio estaba muy calmado aunque no entendía el porque de tanto foco iluminando el lugar, solo los apagaban de día, abrí la puerta haciendo que Valeria entrara por un momento me quede esperando a que se pusiera el pijama pero enseguida esta me empujo hacia afuera de la habitación para que esperara.
─ ¿No entiendo por que me haces salir...?...Si las dos somos mujeres...─ pregunte aun extrañada por lo que hacia.
─ Ya te lo he dicho debemos de tener nuestra intimidad...son reglas de aquí...Ya puedes entrar...─ respondió Valeria, una vez que hubo terminado, cuando entre vi que tenia puesto el pijama y ya estaba en la cama.
─ Buenas noches...─ dije pensando que aun estuviera despierta pero no parecía que fuera así, el sueño la había vencido y ya estaba en manos de Morfeo.
Al momento me acosté y me quede mirando hacia la ventana como las luces entraban, intente prestar atencion por si volvía a escuchar el aleteo de la otra vez pero parecía que no había ninguno empecé a quedarme dormida lentamente mientras los ojos se me cerraban muy despacio, paso un rato cuando escuche algo que me despertó, la puerta de la habitación se abrió y vi que alguien entraba desde mi posición no podía ver con claridad observe unas piernas grandes y musculosas que me recordaban a alguien y enseguida mis sospechas se hicieron realidad, cuando se agacho junto a mi cama.
Era Rabel que portaba un pijama de dos partes, un pantaloncito que le llegaba por encima de las rodillas de color rosa pálido y una especie de body para la parte de arriba parecía que estuviera algo asustada.
─ ¿Puedo dormir esta noche contigo...?...─ pregunto Isabel con algo de vergüenza en su voz, aunque no entendía que es lo que estaba pasando.
─ ¿Pero que haces aquí...?...¿Como...?...─ pregunte casi desconcertada al verla delante mía y preguntándome eso.
─ En mi cuarto están sucediendo cosas extrañas...no le tengo miedo a nada...excepto a lo que no puedo ver...─ dijo Isabel bajando la cabeza, aunque no entendía que es lo que estuviera pasando en su habitación para tener que venir a la mía.
─ ¿Pero y tu compañera...?...¿Y por que has venido aquí...?...─ volví a preguntar mientras me restregaba los ojos por el sueño aun pensaba que estaba soñando.
─ Mi compañera se ha ido a la habitación de una amiga...y me he acordado de ti...solo se que por mi habitación están volando cosas nada mas...─ dijo Isabel cambiando un poco el tono de su voz, parecía que aquello la había asustado, pensé que quizás aquello que habíamos hecho tuvo un resultado algo inesperado tal vez de verdad convocamos algo extraño.
Pero aquellos pensamientos que tenia no podían ser cierto solamente estábamos haciendo tonterías, aunque lo que me decía no tenia sentido.
─ ¿Como que están volando cosas...?...─ pregunte extrañada mientras me restregaba los ojos para poder despejarme un poco.
─ Si, cuando llegue a la habitación me desvestí y me prepare para dormir...pero al rato empecé a escuchar como se caían cosas de la mesa, incluso un libro que tenia en el escritorio me golpeo...no quiero volver esta noche...─ dijo Isabel explicándome cosas imposibles, pero después de lo que habíamos hecho, empezaba a convencerme que aquella risa suave no había sido el viento precisamente y ahora tendríamos que lidiar con algo que no entendíamos.
─ Muy bien...mañana iremos a tu habitación...acuéstate...pero es mejor que no hagas ruido por Valeria...─ dije haciéndole un hueco en la cama que enseguida se puso detrás de mi, pude notar aquel cuerpo musculoso a mi espalda incluso como sus pechos tocaban mi espalda, la litera se venció un poco debido a nuestro peso.
De momento estaba algo incomoda por aquella situación y no sabría si podría dormirme de nuevo y de momento estaba desvelada.
─ Lo siento si te he desvelado...─ dijo Isabel disculpándose, pensé que a pesar de toda la fama que tenia parecía ser una chica muy amable y dulce aunque nunca lo mostraba.
─ ¿Te puedo hacer una pregunta...?...¿Por que siempre estas de mal humor...?...─ pregunte girando un poco la cabeza pero no obtuve respuesta alguna.
Así que intente quedarme dormida de nuevo, pero me resultaba imposible estaba desvelada y dándole vueltas a lo que me había dicho Isabel y como podríamos resolver aquello.
Pero mientras le daba vueltas a aquello note como la mano de Isabel agarraba con fuerza mi pecho no pude mas que asustarme, gire la cabeza para decirle algo pero enseguida su boca encontró la mía casi parecía que me absorbiera, su lengua con una fuerza inusitada entro en mi boca encontrándose con la mía, y empezó a moverse con fuerza no sabia que hacer, estaba todavía en estado de shock; su mano se paseaba por mi pecho sopesándolo y acariciándolo incluso sus dedos apretaron mi pezón con fuerza aquella combinación de dolor y placer me estaba inundando, y comenzaba a jadear pero no salía ningún sonido su boca estaba junto a la suya impidiéndolo, cuando al fin dejo de besarme, jadee un poco intentando recuperar la respiración y del susto, pude ver como un fino hilo de saliva unía nuestros labios que enseguida Isabel se relamió saboreándolo.
─ ¿Pero se puede saber que es lo que te pasa...?...─ dije casi jadeando aun recuperando el ritmo respiratorio.
─ Te quiero...─ dijo Isabel y enseguida nuevamente acoplo por sorpresa su boca junto a la mía para proseguir, la danza de nuestras lenguas que se movían frenéticamente, su otra mano paso por debajo de mi y entro dentro de mi pantalón, apartando la ropa interior y enseguida note como mi cuerpo la deseaba mi sexo no paraba de soltar flujos enseguida su mano se deslizo por mi sexo rozándolo con fuerza haciéndome gemir pero me era imposible enseguida se introdujo deslizándose en mi interior de manera sorprendente es como si todo mi cuerpo quisiera aquello, pero aun mi mente se resistía algo, sus dedos empezaron a moverse entrando y saliendo a una velocidad considerada, mis piernas se apretaron aun mas queriendo que no parara; mis gemidos se alzaron pero era imposible que se escucharan, la cama empezó a moverse un poco pero por suerte Valeria tenia un sueño algo pesado, aunque ahora mismo no me importaba mucho, mis flujos salan sin cesar mojando sus dedos y haciendo todo aquello mucho mas rápido, mi mano se deslizo hacia su entre pierna pero al llegar allí me lleve una sorpresa, una gran sorpresa por que no decirlo.
Note como en el lugar de un sexo de chica había uno de hombre y por lo visto bastante grande, cuando pude separar los labios de los suyos solo pude jadear por unos momentos, pero aun conservaba sus dedos en mi sexo y la otra mano en mi pecho que siguió moviendo con fuerza ahora mismo ese detalle no me importo, notaba como estaba casi a mi limite, enseguida note como una oleada de calor me invadiera con fuerza todo mi bajo vientre apreté con fuerza la mano de Isabel para que n ose moviera del sitio que notara como mi sexo se contraía con fuerza, intente gritar pero al momento soltó mi pecho y coloco su mano en mi boca, fue el gemido de placer apagado mas brutal que tuve, cuando al fin me calme un poco no sabia que decir me di la vuelta y me quede mirándola extrañada esta no pudo mas que bajar la cabeza y sonrojarse.
Por mi parte pensé que seria una experiencia nueva, así que lo único que hice fue sonreírle y bajar entre las mantas empecé a lamer aquella cosa poco a poco sin prisa pase la lengua por todo lo largo que era mojándola con mi saliva aunque las sabanas ya estaban bastante mojadas por el orgasmo que había tenido, aunque la repase varias veces lubricándola bien, seguidamente la garre con fuerza con ambas manos y me coloque el glande en mi boca y empecé a moverlas con fuerza notaba como todo su cuerpo se estremecía incluso bajo las manos debajo de la sabana para agarrarme la cabeza pero con su fuerza tuve que soltar su sexo e introducírmelo en la boca todo lo que pude, poco a poco me iba invadiendo llegando hasta mi garganta que incluso paso un poco, sentí el bulto de su glande en lo mas profundo de la garganta, apretó con fuerza durante unos segundos notaba como me quedaba sin oxigeno pero al momento dejo de apretar y empezó a mover mi cabeza arriba y abajo haciéndome tragar todo aquello y lubrificándolo con fuerza, sus manos apretaron con fuerza mi cabeza sabia que estaba casi al borde, pero todo lo rápido que pude hacer es salir de nuevo a fuera respirando algo mejor, Isabel se quedo mirándome extrañada no sabia que es lo que quería hacer aparte estaba roja como un tomate pensé que no se lo esperaría.
Me volví a girar dándole mi espalda y note como su sexo chocaba, las venas de este pulsaban con fuerza y su calor era delicioso enseguida lo baje y lo coloque justo en la entrada de mi sexo y al momento agarro mis pechos y casi como si se deslizara con fuerza entro de un golpe no pude mas que gritar pero esta vez fui yo quien puse una mano delante de mi boca para que no se me escuchara, aquella cosa se interno en mi interior apoderándose de mi mente y mi cuerpo estaba muy dura, caliente y pulsante, me deje llevar literalmente pensé que nunca se acabaría de introducir pero cuando al fin choco con lo mas profundo de mi ser no pude mas que dar un pequeño grito, al momento su poderoso cuerpo empezó a moverse con fuerza dando embestidas que me hacían estremecer, incluso la litera se movía con cada impulso, aquello era un salvajismo increíble, intente cerrar un poco las piernas para sentirla mucho mas pero aquello me resultaba imposible todo mi interior estaba repleto de ella, aquel sexo reclamaba su posesión en mi, haciéndome gemir con fuerza, mientras sus manos apretaban y masajeaban mis pechos con lujuria inusitada, estaba desvastada completamente por su fuerza y todo el placer que me recorría, cuando por fin note como empezaba a dar unos últimos empujones con fuerza intentando meterla aun mas profundamente dentro de mi y al final con un crujido note como invadía lo mas profundo de mi sexo apoderándose completamente de mi mente y llevándome al cielo observe como un bulto en mi interior se formaba, estaba totalmente bajo su control, y en el ultimo empujón su sexo se puso mas grande incluso su glande se agrando y de golpe como si de una presa que hubiera estado concedida se desbordo una cantidad increíble de semen en mi interior dimos un grito apagado a la par, me mordí incluso los labios las manos de Isabel apretaron con fuerza mis pechos y las mías apretaron su trasero notando la firmeza que tenia, mis flujos resbalaban como si de una fuente se tratara casi sin control mezclándose con su semen pero casi todo estaba inundándome caliente y espeso que me llenaba por completo por un momento note como Isabel se aferraba mas aun a mí y que todo aquello no paraba de salir, incluso mi abdomen parecía hincharse un poco por momentos, aquello era sorprendente, por mi parte estaba en el séptimo cielo, pero al fin después de un momento se detuvo por completo, pero estaba completamente llena y la cama ya estaba bastante mojada, así que no pude mas que intentar separarme de ella y salir de allí para ir al cuarto baño, antes de eso Isabel me dio un beso en los labios y cerro los ojos, cuando al fin pude ponerme de pie las piernas me temblaban incluso tuve que sujetarme a la litera no podía casi ponerme de pie estaba destrozada pero completamente feliz, salí de la habitación y mire hacia los dos lados del corredor y no parecía que hubiera nadie a pesar de toda la luz que había por allí los corredores estaban casi en penumbra, avance hacia el cuarto de baño sujetando mi abdomen, cundo al fin llegue me fui hacia un baño para poder descargar todo aquello al menos, cuando al fin lo hube hecho, y me disponía a salir, escuche la misma risa suave por el baño me gire mirando hacia todos lados pero no parecía que hubiera nadie, aquello me empezaba a poner la piel de gallina, en cuanto me gire para salir de allí empecé a escuchar como las puertas se cerraban con fuerza una tras otra, no sabia que hacer estaba completamente asustada, intente salir de allí todo lo rápido que pude corriendo en la oscuridad cuando al fin estuve fuera, supuse que lo que habíamos hecho estaba persiguiéndonos.
Empecé a correr por le pasillo para llegar a mi habitación, mirando hacia atrás para comprobar que nada me seguía, cuando choque con alguien y ambas caímos al suelo, cogí la linterna y apunte hacia delante, vi que era la profesora, que se puso las manos delante de la cara para que no la deslumbrase.
─ ¿Se puede saber que hace aquí...?...¿Por que no esta en su habitación...?...─ dijo la profesora mientras me cogía la linterna.
─ Había ido al cuarto baño...pero n ose algo me ha asustado...─ respondí con tono de miedo en mi voz mientras miraba hacia atrás.
─ Habrá sido su imaginación...Vuelva a su habitación de inmediato no puede estar por aquí...─ dijo la profesora mandándomelo, parecía que no quisiera saber nada de aquello.
─ Pero...─ dije intentando convencerla de que me acompañara al cuarto de baño.
─ Le he dicho que vaya a su habitación...Ahora...─ dijo nuevamente ordenándomelo mientras señalaba hacia el pasillo.
Pensé que era mejor salir de allí lo antes posible, al menos había resulto lo de los jerséis verdes, pero enseguida me di cuenta que Clarisa era lo mismo y aun así no me lo había dicho, y que todas las que tenían esos jerséis eran así, tenia que hablar con Clarisa lo antes posible...
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
626
3.568 ATC
ALGO TENEBROSO NOS ACECHA
De vuelta a mi habitación me tumbe de nuevo en la cama y casi al momento note el brazo de Isabel por encima mía abrazándome, note con fuerza todo el calor de su cuerpo contra el mío gire la cabeza y vi su rostro feliz y contento era la primera vez que veía eso, poco a poco me empecé a quedar dormida nuevamente, cuando note como alguien me zarandeaba cuando abrí los ojos observe que era Valeria que me señalaba asustada a Isabel.
─ ¿Me puedes explicar como ha venido…?...─ dijo Valeria algo asustada mientras empezaba a recoger las cosas para el baño sin perder de vista a Isabel.
─ Anoche estaba…─ dije sin llegar a terminar la frase cuando enseguida noté la gran mano de Isabel tapándome la boca.
Valeria la instante no pronuncio ni una palabra y salio de allí todo lo deprisa que pudo, Isabel se levanto rápidamente y salio por la puerta sin pronunciar palabra, pensé que volvería a su habitación nuevamente.
Me quede extrañada empecé a recoger las cosas para el baño pensé que el mejor momento para hablar seria cuando desayunáramos.
Empecé a rebuscar entre mis cosas recogiendo el gel de baño la ropa interior y demás, cuando al fin regreso Valeria con la toalla atada y con una toalla en el pelo.
─ Valeria tenemos que hablar…─ dije intentando que me explicara le por que no me lo había contado y por que tanto misterio en torno a eso, pero en cuanto termine de hablar pude ver algo de miedo en su rostro.
Salí de la habitación en dirección a las duchas vi a las chicas por allí esperando para entrar en las duchas cuando al fin pudimos hacerlo deje que el agua me refrescara y me aclarara las ideas de alguna forma una vez hube terminado me dirigí hacia la habitación toque a la puerta y enseguida se abrió observe a Valeria que se estaba preparando para salir afuera.
─ ¿Podrías cepillarme el pelo…?...─ dije sacando un cepillo, mientras me sentaba en la silla enseguida Valeria se puso detrás de mi ni siquiera había pronunciado palabra desde que había visto a Isabel.
─ ¿Valeria te encuentras bien…?...─ pregunte extrañada por su comportamiento ya que siempre había sido muy alegre y ahora de repente no pronunciaba palabra.
─ Lo sabes…¿verdad…?...─ pregunto Valeria mientras seguía cepillándome el pelo con la cabeza bajada, ni siquiera se atrevía a mirarme.
─ Si lo se pero…─ respondí sin llegar a terminar la frase me interrumpió Valeria.
─ ¿Y que opinas…?...─ dijo Valeria bajando la cabeza pude ver por el espejo que unas lagrimas rodaban por su mejilla, parecía que estaba avergonzada o con miedo no estaba segura aunque podía ser una mezcla de ambas.
Cogí el cepillo y lo deje en el escritorio me puse detrás suya y de improviso le agarre los pechos bromeando esto hizo que Valeria diese un pequeño grito asustada; empecé a masajearlos con fuerza moviéndolos de un sitio para otro.
─ ¿Pero que haces…?...─ preguntó nuevamente Valeria pero esta vez con un tono mas alegre.
─ Tu eres tu…no importa como seas…Además pienso que las tienes mas grandes que yo y eso no es justo…─ dije mientras seguía moviéndole los pechos con fuerza parecía que la tristeza se le había ido de golpe.
─ Vale basta ya…Tengo que salir a fuera…─ Dijo Valeria mientras se arreglaba un poco la ropa.
─ Si quieres puedes esperar aquí…no te preocupes…─ dije mientras me bajaba un poco la toalla para tentarla bromeando pero enseguida Valeria se dio la vuelta y salio por la puerta completamente sonrojada.
No pude mas que reírme durante un rato cuando me termine de vestir salí a fuera y nos dirigimos hacia el comedor, aquella mañana parecía mucho mas animada de la cuenta los pasillos estaban muy llenos, cuando llegamos al comedor nos pusimos en la fila, al final tuve que pagarle la ensalada a Valeria parecía que andaba corta de dinero, por suerte yo de momento aun tenia.
Intente mirar por toda la sala para encontrar donde estaban las chicas del club, cuando al fin logre encontrarlas observe que estaban como cabizbajas y sin decir nada el aquelarre de anoche había resultado algo extraño; ni siquiera Ángela parecía tener hambre, Esmeralda estaba nerviosa desde que había perdido aquel libro, Bárbara por su parte tenia algo de ojeras no parecía haber dormido mucho y Daisy estaba bostezando incluso se caía de sueño de un momento a otro, por su parte Clarisa y Felisa estaban mas despejadas puesto aquel ritual no les hubiera afectado.
─ ¿Se puede saber que os pasa…?...Anoche estabais alegres y hoy parece que no habéis pegado ojo…─ pregunte extrañada aunque la noche que había pasado yo no era para menos pero por suerte pude pegar ojo.
─ Mi habitación ha aparecido desordenada todo estaba tirado por el suelo…─ dijo Olga con miedo en la cama enseguida pase la mirada por todas las demás y asintieron lo mismo, pensé que aquello se nos había escapado de las manos, enseguida se hizo el silencio vi como entraba por la puerta Isabel y sus dos acompañantes, cogió una bandeja y se aproximo a nosotras, las demás se quedaron algo asustadas al verla.
Se quedo por un instante mirando a Valeria esta enseguida comprendió y se hizo a un lado dejando sitio para que Isabel se sentara a mi lado, solamente me sonrió y empezó a comer sus dos acompañantes cogieron un par de sillas y se pusieron a nuestro lado, tan pronto como lo hubo hecho el ambiente volvió a la normalidad.
Las demás chicas no salían de su asombro mirándonos, preferí romper aquel silencio incomodo.
─ Clarisa tenemos que hablar después de clases…─ dije intentando que me contara el por que no me había dicho nada hasta ahora.
─ ¿Pero…? …─ pregunto Clarisa algo asustada, pensé que ya se habría dado cuenta de que se trataba y podía verla algo nerviosa.
─ No te preocupes…─ respondí intentando tranquilizarla, sabiendo que eran esos jerséis verdes me daba lo mismo, además siempre había tenido una mente abierta y después de lo que me había pasado anoche mas aun.
─ Acompáñame…Tienes que venir a mi habitación…─ dijo de improviso Isabel mientras me cogía de la mano casi al instante sus amigas se levantaron de donde estaban y salimos en dirección hacia su cuarto, mientras que Olga y las demás se apresuraban para seguirnos parecía que tenia mucha prisa.
Pasamos por el pasillo rápidamente me fije en varios tapices de batallas que estaban colgados de las paredes y como las chicas se quedaban mirándonos algo extrañadas al estar por allí, incluso pasamos por la capilla tenia unas puertas de madera muy ornamentada pero para mi sorpresa en los aldabones tenia una cadena con un candado echado, aquello me resulto inverosímil puesto que el internado era de monjas, cuando al fin terminamos de correr llegamos a su habitación, las chicas que iban con ella retrocedieron unos pasos parecía que algo las había asustado.
Isabel abrió la puerta lentamente como si quisiera que lo que estuviera dentro no la escuchara, cuando termino de abrirla pudimos ver que la habitación estaba hecha un desastre, todas las cosas estaban tiradas por el suelo no pensé siquiera que lo hubiera echo ella.
─ ¿Pero que demonios ha pasado aquí…?...─ pregunte extrañada mientras miraba desde fuera, todo aquel estropicio.
Clarisa y Felisa retrocedieron un poco asustadas al ver aquello, mientras que Olga avanzaba entrando para mirar mejor las cosas.
─ Ya os dije que no deberíamos de haber echo aquello…─ dijo Daisy algo asustada mientras permanecía afuera.
─ Algo se nos ha acompañado desde aquel sitio…─ dijo Bárbara que parecía blanca como la leche.
─ Eso es imposible…no creo que invocáramos nada…la otra vez no funciono…por que esta seria diferente…es imposible…─ dijo Olga mientras seguía mirando aquello, de mientras Esmeralda solo miraba algo interesada desde afuera, aunque no parecía asustada era como si lo hubiera visto antes, aunque preferí no preguntarle nada.
─ ¿Vuestras habitaciones están igual…?...─ pregunte a las chicas que iban siempre con Isabel y ahora mismo parecían bastante asustadas.
─ Si están de la misma forma…─ dijo una de ellas mientras seguía observando lo que estaba haciendo Olga.
─ Definitivamente no creo que fuese ella…─ dijo Olga convencida por lo que había mirado, aunque me extrañaba tanta seguridad en su forma de hablar.
─ ¿Por qué dices eso…?...─ pregunto Clarisa mientras observaba todo aquel destrozo, con tono de duda en su voz.
─ Por esto…"ESTAIS MUERTAS"…─ dijo Olga mientras corría una de las cortinas mostrándonos el mensaje macabro que aparecía detrás de estas y que estaba pintado en algo que parecía sangre pero me di cuenta que era pintalabios del maquillaje de Isabel.
─ Dios…¿Pero quien ha podido…?...─ pregunte extrañada al ver el mensaje enseguida vi como Felisa salía corriendo asustada en los rostros de las demás solo pude ver el miedo que se había apoderado de ellas excepto de Esmeralda que parecía que estuviera mucho mas tranquila que el resto, aunque Olga mas bien estaba muy emocionada.
─ Nuestra primera invocación con éxito…─ dijo Olga emocionada mientras salía de allí, en su rostro podía verse que estaba satisfecha.
─ Ya puedes ir haciendo que se vaya…─ dijo inmediatamente Isabel mientras la cogía de la solapa de la blusa incluso levantándola algunos centímetros del suelo, podía verse que no estaba muy contenta por aquello, enseguida el rostro de Olga cambio de repente estaba asustada, aunque con la mirada de Isabel creo que si pudiera matar ya estaría muerta.
─ Muy bien…lo haré…esta tarde iremos al mismo sitio…─ dijo Olga algo asustada ante tal amenaza y no era para menos.
─ Olvidaos de mi yo paso…no pienso involucrarme mas aun…incluso anoche note como se movía la cama un poco…─ dijo Valeria asustada por la idea de volver, pero creo que si supiera el por que del movimiento de la cama pensaría otra cosa.
En ese momento sonó la sirena e Isabel bajo al suelo a Olga esta se arreglo un poco la ropa y fuimos todo lo deprisa que podíamos hacia la clase por suerte llegamos a tiempo, entramos corriendo y nos sentamos, casi al instante entro la profesora.
Esta vez llevaba una falda muy ajustada de tubo de color oscuro con una pequeñas aberturas a los lados en sus piernas podía verse que llevaba unas medias con liguero de color negro transparentes y en sus pies unos zapatos abiertos de tacón de color rojo fuerte, en la parte de arriba una blusa de color blanco abierta mostrando un escote muy provocativo.
─ Buenos días señoritas…Muy bien pasare lista…─ dijo la profesora mientras pasaba lista una vez que hubo terminado alce mi mano para hacerle unas preguntas.
─ Señorita ANAVE…¿Tiene alguna duda…?...─ pregunto la profesora mientras ordenaba los papeles para dar las clases.
─ ¿Qué tal se encuentra la chica que trajimos…?...─ pregunte y enseguida se formo un murmullo, mientras las chicas se hablaban entre ellas.
─ Han tenido que venir sus padres a por ella…dentro de poco volverá cuando se recupere…al parecer las heridas eran mas graves de lo que aparentaban y aquí no pudimos hacer mucho…─ respondió la profesora sin ni siquiera inmutarse aunque me parecía algo extraño ya que no habíamos visto a los padres ni salir a aquella chica fuera, aunque preferí no volver a preguntar sobre eso.
─ Otra cosa…¿Por qué la iglesia esta cerrada…?...─ pregunte nuevamente, intentando que me diera una respuesta a lo que habían hecho.
─ Como sabrán…estos viejos edificios siempre tienen plagas y de momento esta cerrada por lo mismo…a la espera de poder erradicarlas…─ respondió la profesora que inmediatamente comenzó la clase no pude mas que dejar de preguntar y atender ya que los exámenes estaban muy cerca y ni siquiera había abierto los libros.
La clase fue bastante aburrida no dejaba de mirar por la ventana y todo estaba tranquilo los rayos de sol empezaban a entrar nuevamente por la ventana despertando el día, el resto de las clases nos la dieron las monjas, fueron bastante aburridas aunque teníamos que atender aunque Isabel se había quedado dormida, y no era de extrañar por mi parte también tenia algo de sueño, después de lo que habíamos hecho aquella noche.
Una vez hubieron terminado las clases agarre la mano de Clarisa y me la lleve directamente a los cuartos de baño, aquella habitación era bastante grande alicatada hasta el techo con azulejos blancos varios lavabos en ola parte de enfrente y algunos espejos y atrás había varias puertas y al fondo un ventanuco para la ventilación, entre con ella en una de las puertas.
─ ¿Se puede saber por que no me lo dijiste…?...─ pregunte mirándola fijamente a los ojos, quería respuestas y el por que no había estado durante todo ese tiempo.
─ ¿Decirte el que…?...─ respondió Clarisa como si se hiciera la tonta guardando aun mas su secreto.
─ Esto…─ dije mientras le levantaba la falda y veía el bulto en su ropa interior a esto Clarisa dio un grito de susto.
─ ¿Pero que haces…?...¿Como lo has sabido…?...─ pregunto Clarisa bajándose la falda de golpe, mientras a su rostro subían los colores.
─ Como lo haya averiguado es lo de menos…lo que quiero saber es…¿Por qué no me lo dijiste…?...¿Acaso no somos amigas…?...─ pregunte insistentemente mientras veía el rostro de vergüenza y algo de miedo en su rostro.
─ Me daba vergüenza…además no sabia como ibas a reaccionar…─ dijo Clarisa avergonzada por aquello, y no podía decir que yo no hubiera hecho lo mismo.
─ Somos amigas desde hace mucho tiempo…no me importa lo que tengas, mientras seas tu misma…Ahora cuéntame y no te preocupes…─ dije intentando calmarla para que n ose preocupara ya que me daba lo mismo lo que le hubiera pasado era mi amiga y eso no iba a cambiar en nada.
─ Pues bien…cuando nací era completamente normal, ya lo sabes jugábamos juntas y demás pero cuando llegue a la pubertad note que algo extraño pasaba y de buenas a primeras una mañana al despertarme tenia esto…no se el por que ni como sucedió…Mi madre decía que lo ocultara mi padre estaba confundido…empezaron a llevarme a médicos…y todos decían lo mismo que no le encontraban explicación pero que no me afectaba…todos los resultados daban negativos no tenia nada raro solo que el cuerpo había reaccionado de esa manera extrañamente…Mi padre después de tantas pruebas viendo que no encontraba solución decidió operarme…mi madre estaba en contra y todos los días eran una pelea continua…no quería ni verlos…mi madre me decía que yo tenia la ultima decisión pero…a mi me aterraba la idea de una operación y si salía mal o pasaba algo…mi madre decidió que era mejor que nadie lo supiera e investigo para encontrar algún sitio que no importara esto…y al fin encontró este sitio…─ dijo Clarisa mientras me explicaba toda la historia y no la podía culpar que su carácter cambiara después de todo aquello, y la decisión de la madre, pero aun así no me importaba era ella teniendo eso o sin tenerlo.
─ Bueno…Ahora no hace falta que te escondas…será mejor que salgamos de aquí…tengo que ir al club…─ dije pensando que ya me estarían esperando para planear que es lo que haremos esa tarde.
─ Si yo tengo que ir al mío…¿De verdad piensas en volver allí…?...─ pregunto Clarisa un poco asustada después de lo que había visto en aquella habitación.
─ Si queremos expulsarlo…y espero que sepa como si no se la tendrá que ver con Isabel…─ dije pensando que no sabría decir cual seria la peor opción.
─ Hoy no podré acompañaros…lo siento…además no se pero tengo una mala sensación a todo esto…─ dijo Clarisa con tono de miedo y la entendía que no quisiera volver aunque yo tampoco querría hacerlo.
─ No te preocupes…Bueno espero que todo salga bien…─ dije saliendo de allí mientras nos arreglábamos algo mirándonos al espejo, sin darme cuenta Clarisa me abrazo con fuerza.
─ Gracias…─ dijo clarisa y seguidamente me dio un beso en los labios muy suave casi rozándomelos y se despidió saliendo de allí, me quede por un momento como extasiada mirándome al espejo, cuando me recupere salí de allí en dirección al club para ver que es lo que trataban de hacer.
La gente corría por los pasillos hablando de las actividades de su club y demás aparte los exámenes estaban cerca pensé que a este paso no lograría estudiar y no era manera de empezar el curso, los pasillos estaban muy bien decorados en algunas partes habían armaduras de la edad media armadas con espadas y hachas cuando salí de los pasillos y al fin vi el campo de entrenamiento sabia que estaba cerca aun tenia que acostumbrarme a aquellos pasillos, algunas chicas estaban entrenando por su cuenta corriendo y haciendo estiramientos, me acerque a la puerta del club y entre note que el ambiente estaba un poco cargado por lo que había pasado, todas tenían puesto el uniforme del club no pude mas que hacer lo mismo mientras miraba como estaban las demás que ni siquiera me habían saludado, Ángela estaba con unos aperitivos mientras revisaba unos libros, a la par de Bárbara y Daisy que parecían buscar algo con interés, mientras Esmeralda no paraba de buscar completamente ansiosa por el sitio pensé que ya lo habría hecho un par de veces, mientras Olga parecía que estaba revisando las nuevas solicitudes al club.
─ ¿Ocurre algo…?...─ pregunte extrañada mientras me arreglaba la capa y el sombrero que me sentía completamente ridícula.
─ Estamos intentando ver si encontramos un ritual de expulsión de alguna forma…─ dijo Ángela mientras le daba un bocado a un aperitivo.
─ Olga podrías ayudarnos en esto…─ dijo Bárbara algo enfadada mientras Olga la ignoraba por completo.
─ Nada sigue a lo suyo, antes entro como un tornado buscando un libro para ver que es lo que habíamos hecho y ahora de repente se pone a revisar solicitudes de entrada…es increíble…tiene demasiada sangre fría…─ dijo Bárbara algo cabreada mientras Daisy seguía con lo suyo sin pronunciar palabra.
─ Ya he visto lo que es…un espíritu burlón…y tenemos que purificar el sitio con salvia y hacerlo esta noche…y de esa forma desaparecerá…así que no tenéis que preocuparos lo tengo todo bajo control…─ dijo Olga mientras seguía revisando algunas solicitudes.
─ ¿Lo tienes todo controlado…?...Estarás de broma, lo mismo dijiste cuando fuimos a invocar eso…nos dijiste que no correríamos peligro y mira ahora lo que ha pasado…quien sabe si esa cosa terminara yendo por nosotras…─ dijo Daisy algo alterada por aquello y no le faltaba razón, de momento solo se había dedicado a mover las cosas de sitio.
─ No te preocupes esta noche podremos…expulsarlo cálmate…─ dijo Olga revisando la ultima solicitud cosa que le hizo ponerse algo nerviosa al verla.
─ ¿Qué pasa…?...Parece que has visto un fantasma…─ pregunte extrañada cuando me acerque a ver que es lo que era me fije que se trataba de una solicitud hecha por Isabel no podía creérmelo y menos vestida con estas ropas.
─ Bueno chicas tenemos algo importante que hablar…Al parecer y no se como ni por que parece que Isabel quiere entrar en el club…Tenemos que votarlo…─ dijo Olga tragando saliva algo preocupada.
─ La vas a dejar entrar…no sabes lo que puede hacer…ni la fama que cogerá el club…─ dijo Ángela algo alterada que había dejado de comer de golpe por la noticia.
─ Es extraño pero seria peor si no la admitiéramos…no se ni como terminaríamos…─ dijo Bárbara mientras dejaba de leer los libros y se centraba en aquella solicitud.
─ Bueno pero de momento no nos ha hecho nada además Anabell la venció en la pelea y podríamos tener una guardaespaldas…─ dijo Daisy pensando en todo lo que había pasado y poniendo algo bueno.
─ Por mi parte no hay problema…No creo que sea tan mala como aparenta…─ dije intentando poner otro punto a su favor.
Como si estuviera pensando todas miramos a Esmeralda que seguía buscando libros que al momento se volvió notando o mas seguro que todas la estábamos mirando y solamente asintió con la cabeza y siguió con lo suyo.
─ Bueno pues nada esta admitida…al menos la publicidad del club será enorme…─ dijo tragando algo de saliva y haciéndose la idea, pensando en que no tuvieran que cerrar el club por ello.
Aunque mis pensamientos eran diferentes no sabia si se había unido al club por lo que haba pasado aquella noche o por su propia voluntad, aunque no estaba en ninguno.
─ Bueno es mejor ir cogiendo los materiales…Tengo que salir un momento para pedirles al club cocina algo de salvia a ver si tienen…no tardo…Diosss…─ dijo Olga en cuanto abrió la puerta algo asustada al ver a Isabel enfrente de ella con sus amigas.
Me gire para ver a Isabel en la puerta que sin pedir permiso entro junto con sus amigas; Olga salio de allí todo lo rápido que pudo, sus acompañantes no pudieron mas que echarse a reír un poco poniéndose las manos delante de la boca, Isabel se acerco a mi.
─ Vaya parece un buen sitio…no esta mal…bueno habéis decidido ya…─ dijo Isabel con una sonrisa en su rostro el maquillaje aquel de ganguro la hacia algo extraña parecía incluso que fuera diabólica.
─ Si te han admitido…pero para el uniforme creo que tendrás que esperar un poco…─ dije viendo el gran cuerpo de Isabel.
─ No pienso ponerme eso…lo único que quiero es que saquéis a esa cosa de mi cuarto…─ dijo Isabel mientras me guiñaba un ojo de complicidad por lo de anoche no pude mas que sonrojarme y mirar hacia otro lado.
─ No te preocupes tenemos algo pensado…─ dijo Bárbara con tono de miedo en su voz y no era para menos.
─ Muy bien te esperamos en la parte del muro por donde se sale…─ dijo Isabel levantándose y saliendo del sitio no sin antes volverme a guiñar con complicidad.
Nada mas salir entro Olga de lado y con el rostro de miedo, cerro la puerta con la pierna parecía que esta vez venia cargada de varias cosas.
─ Bueno ya esta todo listo…tengo lo necesario para expulsar a ese espíritu…─ dijo Olga soltando las cosas en cima de la mesa, las chicas se acercaron a ver aquello parecía que había atracado una herboristería de lo que traía.
─ Bueno Isabel nos espera donde la otra vez…solo espero por tu bien que sepas perfectamente como expulsarlo…─ dije pensando en lo que podía venirle encima si no lo hiciera.
Las chicas cogieron todas aquellas cosas y salimos de allí en dirección hacia el muro, mientras caminábamos vimos como el sol se ocultaba y los últimos rayos se despedían del día, el lugar parecía muy tranquilo y se podía escuchar el murmullo que había por los pasillos, yo me quedé pensando por un momento que debería de estar estudiando y no haciendo esto pero no me quedaba otra.
Cuando llegamos, allí estaba Isabel junto al muro pero sus amigas no estaban con ella, pensé que lo mas seguro es que tuvieran miedo y no quisieran ir.
Isabel aparto el arbusto y empezamos a caminar por el pequeño parado hasta llegar a la linde del bosque en ese momento Olga suspiro y nos introducimos en el, el sol casi se había ocultado y las sombras incluso empezaban a ser tenebrosas, las chicas sacaron las linternas para iluminar el sitio, cuanto mas nos acercábamos a la torre, era como si el miedo se fuera apoderando de nosotras una a una, la noche se nos había echado encima casi sin pensarlo, los búhos y algún revoloteo de murciélago se escuchaba los grillos que empezaron a tocar su serenata, las ramas crujían a cada paso que dábamos, aquello me recordó varias películas de terror.
Cuando al fin llegamos vimos que el sitio seguía siendo tan espantoso como siempre alzándose ante nosotras, como queriendo decirnos que nos alejáramos, y lo hubiera hecho si no hubiéramos venido a expulsar a aquella cosa de la habitación de Isabel.
─ Bueno soltad las cosas…Tengo que leer como se tienen que colocar…─ dijo Olga mientras revisaba un libro con atención apuntándolo con la linterna.
De mientras las chicas se sentaron en las rocas que allí habían algo nerviosas por mi parte hice lo mismo, cada sonido terminábamos apuntando hacia donde lo habíamos escuchado estábamos muy nerviosas, la luna empezó a incidir sobre la torre lo mismo que la noche pasada haciendo que las sombras que reflectaba incluso fueran mas siniestras aun si cabe; Isabel se sentó a mi lado mientras observaba lo que estaba haciendo Olga.
─ ¿Confías en ellas…?...─ pregunto Isabel mientras me miraba directamente a los ojos, entre la luna y el maquillaje de color rosa por todo su rostro que parecía que soltaba brillos no se lo que se me paso por la mente, estaba obnubilada hasta que intente centrarme en la respuesta.
─ No las conozco de hace mucho tiempo… Pero no creo que sean malas chicas…─ dije intentando ser neutral en la respuesta, ya que no las conocía de hace mucho tiempo, en ese momento note la mano de Isabel abrazarme por la cintura, fue como si un escalofrió me recorriera la espalda preferí no hacer nada en ese momento.
─ Muy bien ya estamos listas…Vamos Anabell te necesitamos…─ dijo Olga invitándome de nuevo a aquello aunque la verdad no estaba muy segura de lo que podría pasar.
─ Una cosa no seria mejor que yo no lo hiciera…¿Y si fue por mi culpa lo de la otra vez…?...─ pregunte intentando pensar que a lo mejor mi intrusión había hecho que aquella cosa apareciera.
─ No seas tonta…precisamente por ti es por que ha salido esa cosa…seguramente nos faltaría un miembro mas…─ dijo Olga sonriéndome y ofreciéndome la mano para que cerrara le circulo.
─ Una cosa antes…y si en vez de echar al espíritu…por error invocamos otro…podría ser un error lo que estamos haciendo…─ dijo Bárbara algo asustada por aquello, aunque tenia muchísima razón.
─ Si, es cierto podría salir otra cosa e ir a por nosotras…─ dijo Ángela asustada confirmando lo que había dicho Bárbara.
─ No tengáis miedo…además la otra vez dijo que invocábamos algo y así fue…esta vez lo expulsaremos lo tengo todo bajo control…Confiad en mi…─ dijo Olga sonriendo y tranquilizando a las demás, todas nos cogimos de las manos y esta empezó a recitar unas palabras extrañas lo mas seguro sacadas de ese libro, en cuanto termino de pronunciarlas en el bosque se hizo el silencio aquello era aterrador ni siquiera los búhos o los grillos se escuchaban, una niebla empezó a apoderarse del lugar podía notar en mis manos como las chicas apretaban, el miedo empezaba a apoderarse del lugar, mire hacia Isabel y la observe que estaba nerviosa mirando hacia todos lados.
─ Me parece que he escuchado algo…─ dijo Bárbara con tono de miedo mientras miraba hacia todas partes pero por mucho que afinara el oído no llegaba a escuchar nada y eso era lo que mas me preocupaba, aquella niebla se apodera del lugar y empezaba a tornarse algo espesa.
─ Tranquilizaos…no hay que tener miedo…en un momento acabaremos con esto…─ dijo Olga mientras seguía recitando aquello, en cuanto termino escuchamos como una especie de risa proveniente del lugar aunque era muy baja, pensé que podría haber sido mi imaginación, o que verdaderamente ese espíritu lo habríamos echado del lugar y esperaba que fuera lo ultimo.
En cuanto Olga termino de recitar aquellas cosas, las chicas se soltaron de las manos y cogieron las linternas rápidamente mientras puntaban hacia todas direcciones asustadas, éramos como ovejas alertas si viniera el lobo.
─ ¿Habéis escuchado eso…?...─ dijo Daisy algo asustada mientras puntaba hacia todas partes.
─ Si, era como una risa…─ dijo Ángela asustada confirmando lo que había escuchado, ahora si me parecía que hubiera sido eso.
─ Seguro que habrá sido el viento…podéis ayudarme a recoger esto…─ dijo Olga mientras empezaba a recoger los componentes aunque hubiera dicho que era el viento no pensé lo mismo ya que ninguna rama se movía.
Empecé a recoger todas las cosas, podía ver que la mano de Olga temblaba aunque aparentaba tranquilidad lo mas seguro para no asustar a las demás.
─ Muy bien salgamos de aquí cuanto antes…─ dijo Ángela recogiendo las ultimas cosas, pero en cuanto lo hicimos escuchamos como se partían unas ramas, como si fueran unos pasos que se acercaban a nosotras, pero era imposible en un sitio así y de noche.
Las chicas apuntaron hacia donde se escuchaban y de pronto empezamos a ver unas luces que se acercaban hacia nuestra posición moviéndose entre los árboles.
─ Será mejor que nos vayamos cuanto antes…─ dijo Bárbara mientras recogía lo ultimo.
─ Ya es demasiado tarde es mejor que nos escondamos…daos prisa…─ dije mientras salíamos de allí para ocultarnos entre los árboles, al menos para ver quien se acercaba y lo que hacían allí.
Cuando nos ocultamos todas pudimos ver que quien se acercaba eran dos profesoras y la monja de la otra noche, no comprendían que es lo que hacían allí pero en la espalda de una de ellas llevaba a la otra chica que encontramos en el pueblo y que había dicho la profesora que se la habían llevado sus padres, la pobre estaba inconsciente.
─ Muy bien es hora de comenzar…─ dijo una de las profesoras mientras soltaba aquella chica en el suelo, la pobre despertó al instante mirando hacia todas partes y pataleando intentando desatarse de las cuerdas.
─ No deberíamos hacerlo…Esto es en contra de Dios…─ dijo la monja con tono de miedo mientras se santiguaba nerviosamente.
─ Ahora o puede echarse atrás…Fue su descubrimiento lo que provoco esto y ahora debemos hacerlo, o quiere que esa cosa nos mate a todas…Además pronto sabremos si funciona…─ dijo una profesora mientras sonría casi diabólicamente, y miraba a la pobre estudiante que parecía muy asustada.
─ Bueno es mejor que empecemos…─ dijo la profesora mientras sacaba una especie de botella que empezaba a derramar en el suelo, parecía que estuvieran dibujando algo extraño.
De inmediato se pusieron a recitar una especie de salmo en un lenguaje extraño, cuando terminaron empezamos a escuchar el aleteo que escuche en el pueblo mire hacia el cielo pero los árboles me lo tapaban.
─ Ya esta aquí…hazlo…─ dijo la profesora la otra por su parte saco una daga bellamente decorada, y la alzo la chica en ese momento empezó a gritar con fuerza pero la mordaza apagaban su auxilio, la demás chicas se taparon la boca por el miedo, y en un instante aquella arma bajo hundiéndose en el cuerpo de la pobre chica, haciendo que su cuerpo dejara de moverse, pudimos ver como la otra profesora sacaba una especie de cristal y pronunciando unas palabras; una especie de neblina que salía del cuerpo de la chica se introdujo en él.
En cuanto termino aquello el aleteo dejo de escucharse, parecía que todo se había calmado.
─ De momento esta saciado…Es mejor que enterremos el cuerpo y volvamos al internado…─ dijo la profesora con una sonrisa diabólica en su rostro…
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Bueno aqui dejo otro capitulo mas espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
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3.568 ATC
LAS COSAS SE COMPLICAN
Las profesoras se pusieron a cavar un tumba, mientras la hermana se santiguaba, todas mirábamos estupefactas aquel macabro ritual, no parecieron tardar mucho parecían que tenían prisa así que hicieron una tumba poco profunda tiraron el cuerpo dentro y empezaron echarle tierra una vez hubieron acabado se fueron de allí, pudimos ver que incluso se habían dejado una mano fuera.
Nos acercamos lentamente a ver aquello mientras veíamos como las luces se alejaban, miramos al cielo intentando ver si había alguna criatura como la que escuchamos antes, todas teníamos el rostro desencajado por el miedo, la luna iluminaba el lugar tímidamente ocultándose entre las nubes, ni siquiera ella quería ver lo que habían hecho.
─ ¿Pero que han hecho…?...Esto no puede ser verdad…─ dijo Daisy con miedo en su voz mientras se apoyaba en Bárbara para no ver aquello.
─ Nos han mentido…Nos dijeron que habían venido sus padres a por ella…─ dijo Isabel mientras apretaba los puños llena de rabia.
─ Es mejor que no le digamos a nadie sobre esto…Volvamos antes de que nos busquen…─ dijo Olga asustada mientras iniciaba la marcha para salir de aquel sitio, en cuanto lo hicimos sentimos nuevamente aquella ráfaga de aire helado que parecía que nos persiguiera, yo gire la cabeza para echar un ultimo vistazo a aquel sitio, pero enseguida Isabel me negó con la cabeza para que continuara.
Atravesamos el bosque todo lo deprisa que pudimos algunas de nosotras incluso echamos la vista atrás, sentíamos que algo o alguien nos estuviera siguiendo, podíamos escuchar incluso una risa, pensé que aquel ritual habría enviado de vuelta aquel ente o lo que fuera pero parecía que no era así, Isabel se adelanto hasta que llego a la altura de Olga.
─ Espero por tu bien que lo hayas expulsado…─ dijo Isabel mirándola fijamente, mientras las demás iluminábamos la parte de atrás del bosque con las linternas estábamos aterrorizadas, no sabíamos que hacer.
─ Te aseguro que lo he hecho no te preocupes…no te molestara nada…─ dijo Olga con miedo en su voz mas aun del que tenia.
─ Es cuchad podemos hablar de esto mañana…quiero volver cuanto antes…no quiero estar mas aquí…─ dijo Bárbara mientras adelantaba el paso junto con las demás dejándonos casi a oscuras.
─ Isabel déjalo por favor…no es hora de hablar de eso…es mejor mañana…─ dije intentando hacer que se calmara y salir de allí cuanto antes.
─ Esperad un momento…Esto no se lo podemos decir a nadie…¿Entendido...?...─ pregunto Isabel como si nos amenazara.
─ Tendríamos que llamar a la policía…─ dijo Daisy asustada pensando que era la única posibilidad mas razonable.
─ ¿Estas loca…?...Sabrían enseguida que seriamos nosotras…y si ella a acabado de esa forma…¿Crees que nosotras no acabaríamos igual o peor…?...─ pregunto Isabel mirándonos a todas, en ese momento se hizo el silencio y solo nos mirábamos unas a otras asustadas.
─ Entonces…¿Qué propones que hagamos…?...─ pregunto Ángela con tono de miedo en su voz, mientras le castañeteaban los dientes.
─ Lo único que podemos hacer es no decírselo a nadie…lo que me preocupa ahora es lo que pasara con su compañera…─ dijo Isabel pensando en que ahora esa chica no tenia compañera aunque no lo había pensado aun.
De repente se hizo el silencio y en la cara de las chicas volvió a verse el miedo representado y la estupefacción, creo que todas pensamos lo mismo.
─ ¿No estarás diciendo que la van a matar también…?...─ pregunto Olga con miedo en su pregunta aunque no pensé siquiera que fueran tan lejos, pero ya habían pasado la línea.
─ Siempre nos dicen que vayamos en pareja a todos lados…no creo que a ella la dejen salir sola…aparte no viene otro autobús con nuevas alumnas hasta el año que viene…No creo que la dejen sola por mucho tiempo…─ dijo Isabel metiéndonos aun mas miedo, empecé a pensar que deberíamos hacer algo con su compañera o advertirle de alguna forma.
─ Debemos advertirle de alguna forma…─ dije lo primero que se me vino a la cabeza, siendo lo mas lógico.
─ ¿Alguien la conoce…?...─ pregunto Daisy mientras permanecía aferrada a la linterna.
─ Si, yo la conozco…─ respondió Ángela casi de manera inmediata.
─ No podemos hacer eso…¿Qué le ibais a decir…?...Que unos profesores locos van a por ella y que tenga cuidado…eso no se lo creería…nos tomaría por locas a nosotras y encima se lo diría a los profesores…Terminaríamos descubiertas…─ dijo Isabel explicándonos lo que podría pasar y tenia razón, si eso pasara nos descubrirían de inmediato.
─ ¿Entonces que hacemos…?...─ pregunto Bárbara impaciente por salir de aquel lugar.
─ Lo único que podemos hacer es callarnos y tenerla vigilada por si le pasa algo…─ dijo Isabel aunque sabia que ni ella siquiera sabia que hacer.
─ ¿Y si le ocurre algo…?...¿Que hacemos…?...─ pregunto Olga dudando ya de lo que tenia planeado Isabel.
─ No lo se…ya veremos que se nos ocurre…pero no podemos perderla de vista en ningún momento…─ respondió Isabel intentando que al menos pudiéramos ayudarla en algún sentido.
─ Bueno es mejor que nos vayamos…ya hemos perdido mucho tiempo en esto…Lo pensaremos mañana…─ dijo Olga algo nerviosa mientras continuaba el camino hacia el internado.
Seguimos a Olga atravesando aquel bosque mientras seguimos notando que algo nos seguía pero no había nadie detrás de nosotras mire a Esmeralda de reojo parecía que estaba asustada aunque algo me daba la impresión que se controlaba, aunque después de lo que había visto supuse que seria un shock para ella, lo que me extraña es que no hubiera gritado en ese momento.
Cuando llegamos atravesamos la entrada apartando el arbusto, nada mas entrar nos apresuramos para llegar a nuestras habitaciones por suerte aun no habían empezado con las rondas.
Nos separamos en la entrada y nos dirigimos hacia nuestras habitaciones, nada mas entrar observe que Valeria se encontraba encima de la cama con el pijama puesto viendo algunos libros de los que teníamos los exámenes, nada mas ver mi cara supuso que algo había pasado.
─ Parece que te persigue un fantasma…¿Se puede saber que te pasa…?...─ pregunto Valeria extrañada cuando me vio entrar de esa forma y no era para menos.
─ Será mejor que no lo sepas…Tengo que ponerme el pijama…─ dije mientras rápidamente me empecé a desnudar en esto Valeria salto de la cama y salio afuera, aun tenia el miedo en el cuerpo a mi mente venían las imágenes de esa pobre chica que habían matado, no podía creérmelo, aunque también me preguntaba que demonios seria ese prisma.
─ ¿Puedo entrar…?...─ pregunto Valeria mientras llamaba a la puerta.
─ Ya he terminado…Pasa…─ respondí mientras miraba por la ventana en dirección a la torre, aun no me lo creía aparte pensaba en lo que tendríamos que decirle a esa pobre chica.
─ Bueno a ver que es lo que te ha pasado…¿Os persigue un fantasma…?...─ pregunto bromeando Valeria mientras avanzaba por la habitación y se sentaba en la ventana.
La mire directamente a los ojos pensando en que decir si le decía aquello, no pensé siquiera que se lo creyera, aunque si no se lo decía seguramente estaría preguntándomelo todo el rato.
─ No todo ha salido bien…tonterías como siempre…─ dije mintiéndole intentando que no se enterara, pero desde pequeña mi madre me decía que no sabia mentir siempre me frotaba las manos, me senté en la cama mirando al suelo.
─ No se por que pero no me dices la verdad…Venga no puede ser tan malo…─ dijo Valeria incrédula, pero no estaba tan segura que me creyera de lo que había pasado, ni siquiera yo aun que lo había visto me lo creía.
─ No ha pasado nada no te preocupes…de verdad…─ dije intentando hacer que se lo creyera pero parecía que no iba por buen camino.
─ Vaya…parece que esta noche han salido las del club de Astronomía…lo mismo no las molestan…─ dijo Valeria mientras se apoyaba sobre el filo de la ventana para verlo mejor.
Aquello me intrigo bastante así que me coloque a su lado al menos pensé que me relajaría algo después de lo que había visto, así que me anime a ver si avanzaban esta vez un poco mas, me asome y empecé a mirarlas, eran las mismas chicas al parecer empezaron de la misma forma besándose apasionadamente como si no existiera un mañana sus lenguas se movían dentro de sus bocas con una fuerza inusitada parecían que se quisieran devorar, la mano de una fue inmediatamente hacia la falda de la otra metiéndola debajo y comenzando a subirla lentamente acariciándole el muslo, solamente aquello y ver sus expresiones de deseo hizo que mi cuerpo empezara a reaccionar de alguna forma sentía como mi ropa interior iba mojándose lentamente incluso mire de reojo la entre pierna de Valeria aunque quería disimularlo cerrando mas las piernas podía verse el bulto de su sexo que intentaba salir de aquella prisión de carne.
Las chicas siguieron a lo suyo uno de ellas separo sus labios estaba jadeando como loca parecía que aquello la había excitado de sobre manera y al parecer la fiesta continuaba, Valeria no perdía ojo a la escena lo mismo yo que de momento me había olvidado de lo que había pasado en aquella torre.
Inmediatamente una de ellas saco a fuera el sexo de la otra podía ver aquella cosa erguida, palpitando y deseosa de su compañera inmediatamente puso su mano en la cabeza y su compañera bajo la cabeza incrustándose todo aquello lentamente en su boca lo saboreaba con pasión como si fuera el mas dulce manjar, su boca no hacia mas que subir y bajar por todo aquel sexo, su compañera no dejaba de gemir intentando controlarse seguidamente se saco un pecho fuera y empezó a masajearlo, mi cuerpo reacciono sobresaltándose no podía aguantarlo mas incluso Valeria parecía que estaba conteniéndose muchísimo.
Aparte yo ya no podía aguantar mas tenia la ropa interior mojadísima y aparte aquel espectáculo parecía que se estaba calentando muchísimo mas, no perdía detalle pero al momento, escuchamos la voz de la directora del club que les fastidio en ese momento, no pudieron mas que arreglarse todo lo deprisa que pudieron y en cuanto llego, no pudieron mas que aceptar lo que les dijeron e irse de allí.
─ Dios en la mejor parte…Tendré que hablar con su directora…─ dijo Valeria maldiciendo aquello, en ese momento pensaba lo mismo, pero aparte se me ocurrió otra cosa.
─ Estate quieta…─ dije casi de manera picarona, metiéndome debajo de ella y apoyando mi espalda contra la pared sentándome me deja su entrepierna a la altura de mi cara.
─ ¿Pero que piensas hacer…?...─ pregunto Valeria extrañada al verme que estaba debajo de ella, incluso ahora tenia las piernas cerradas intentando disimularlo.
Me quede mirándolo pro un momento y no pude mas que empecé a bajar el pijama cosa que sorprendió bastante a Valeria que cerro aun mas las piernas impidiéndolo.
─ No lo hagas…por favor…─ dijo Valeria casi suplicándome pero no pensaba detenerme ahí, estaba demasiado excitada como para abandonar.
─ Venga no te preocupes…Estoy segura de que quieres…tu cuerpo no miente…─ dije intentando bajar el pijama, poco a poco fue cediendo sabiendo que decía la verdad cuando por fin la tuve delante parecía incluso que me amenazaba con su presencia, era grande larga y muy venosa, desprendía un calor que bañaba mi rostro aparte la sentía como palpitaba aun sin tocarla, aquello incluso me impresionaba podía ver gotear algo el liquido preseminal, mire hacia arriba y vi la cara de Valeria colorada.
─ No te preocupes cuidare de ella…─ dije con voz lujuriosa mientras lentamente empecé a besar el glande muy despacio sin prisa, lentamente fui besando el resto pasando a todo lo largo que era sintiendo en mis labios aquel calor, seguidamente me lo introduje en la boca, saboreando aquel delicioso sabor salado que me inundaba la boca, empecé a moverla lentamente pasando todo lo largo que podía hasta llegar al limite de mi garganta, la cogí con una mano y empecé a moverme lentamente al principio mojándola por completo mientras que con mi otra mano la introduje dentro de mi pantalón y comenzaba a moverla notando como poco a poco me mojaba mas y mas, sintiendo mi clítoris que estaba durísimo, introduje sin pensarlo y de un golpe mis dos dedos y empecé a moverlos sintiendo mi humedad y calor, mientras con mi boca lubricaba su sexo, todo lo que podía incluso tenia que sacar un poco la lengua fuera para dejarle espacio y sentirla en lo mas profundo de mi garganta, aquello era una delicia podía ver como mi saliva goteaba al suelo, mi pijama estaba completamente mojado, mientras que nuestros gemidos se mezclaron mire hacia arriba y seguidamente Valeria miro hacia abajo nuestras miradas se cruzaron, pude ver en sus ojos la pasión y el deseo que había contenido durante mucho tiempo, casi sin pensarlo note como las manos de Valeria agarraron mi cabeza, estaba casi al limite lo mismo que yo mi cuerpo empezó a estremecerse avisándome que casi estaba en mi limite, seguí chupando con fuerza, y mas aun en estos últimos momentos, Valeria acelero con sus manos incrustándome aquello en mi boca casi no podía respirar con cada arremetida que me obligaba, escuche como gemía cada vez con mas fuerza, note como una sacudida eléctrica que hizo que los dedos de mis pies se encogieran y una riada de flujo inundo mi pijama dejándolo empapado mientras que Valeria con un ultimo empujón la incrusto en lo mas profundo de mi garganta soltando una carga de semen tremenda que empecé a tragar descontroladamente, mi garganta se lleno de calor y de espesura mientras recorría hacia mi estomago, Valeria no dejaba de apretarme contra su sexo intentando que aun incluso entrara mas pero era imposible, aquel río parecía no acabarse nunca, estuvo así como unos quince segundos mi estomago empezaba a hincharse, se podría decir que esa noche había cenado proteínas.
De un golpe libero su presa y saco todo su sexo de mi boca goteando aun semen y cayendo al suelo mezclándose con mis flujos que ya hacían un charco en el suelo.
─ Tenias muchas ganas…─ dije saboreando, todo lo que tenia en los labios, tentándola aun mas, puesto que podía ver que su sexo aun estaba erecto y desafiante.
─ Diosss…─ dijo Valeria pasándose la mano por la cara parecía que todo aquello lo estaba conteniendo.
Lo único que hizo fue levantarme y apoyarme contra la ventana, por su parte se agacho poniéndose en cuclillas mirando mi sexo que aun estaba chorreando, y al momento inserto los dos de dos en el, no pude mas que gemir, rápidamente comenzó a moverlos parecía que mi cuerpo los absorbiera con fuerza, su ritmo se aceleraba cada vez mas y en un momento no te como otra de sus manos me daba una especie de azote en el trasero, aquello fue maravilloso me sentía en la gloria pero tenia muchas mas ganas de sentirla dentro de mi.
Cada vez que metía sus dedos con fuerza mis flujos saltaban hacia fuera, como si de un surtidor se tratara.
─ Venga no me hagas esperar…─ dije con voz lujuriosa mientras movía el trasero para incitarla a que diera el ultimo paso.
En cuanto escucho saco los dedos de mi sexo que estaban empapados y se puso de pie inmediatamente restregó su sexo contra el mió como si lo lubricara, y al momento cogió mis caderas y de un empujón lo introdujo por completo en mi interior, aquello me hizo abrir los ojos como platos y soltar un quejido, mi cuerpo se resintió y empecé a jadear, estaba completamente llena, no podía ni siquiera moverme del sitio era como si me hubiera clavado.
Gire la cabeza para ver su expresión y era de felicidad contenida como si todo aquello lo hubiera estado esperando por mucho tiempo, su cuerpo empezó a moverse con fuerza notaba cada empujón y como todo lo que tenia en el estomago empezaba a moverse, mi cuerpo golpeaba contra la ventana a cada arremetida aquello era demencial mis pechos se bamboleaban con fuerza, el cuerpo de Valeria no dejaba de empujar una y otra vez taladrando mi interior con fuerza, golpeaba en lo mas profundo de mi cuerpo hasta que al fin note un crujido en mi cuerpo, supe enseguida que había superado mi útero y se encontraba dentro intente alzarme un poco y pasar mis brazos por encima de su cabeza para besarla ella por su parte guió sus manos hacia mis pechos que empezó a masajearlos y apretarlos pezones con fuerza, aquello me excitaba muchísimo mas, mi sexo estaba ardiendo y chorreaba flujos por mis piernas.
Nuestras lenguas se juntaron moviéndose como si de una danza acuática se tratara, éramos un solo cuerpo en aquel momento, pasado un rato Valeria volvió a apoyarme contra la ventana e inclino todo su cuerpo encima mía, al instante siguió empujando con la misma fuerza nuestros gemidos se compenetraban, pero teníamos que ahogarlos por miedo a que nos descubrieran, Valeria empezó a dar unos empujones fuertes notaba como su sexo se ponía un poco mas grande en mi interior mi cuerpo reacciono inmediatamente, con contracciones en el mió, y casi de manera fulminante, note como se desbordaba dentro de mi todo su semen mezclándose con mis fluidos que salían al exterior, nos fundimos en un grito de placer que enseguida intentamos apagar mordiéndonos los labios, a pesar de estar desbordándose dentro de mi, caliente y espeso a cada momento parecía que mi abdomen crecía un poco, Valeria siguió empujando notaba como todo lo que tenia dentro salía con fuerza en cada arremetida, hasta que al final dio un ultimo empujón quedándose encima mía sudorosa mientras me besaba la espalda, aquello fue maravilloso estuvimos como un minuto de esa forma, cuando al fin nos recobramos algo Valeria retrocedió sacando su sexo de mi interior, notaba, como mi abdomen estaba lleno por todo aquello, las piernas ni me sostenían, me tuve que apoyar contra la pared para poder sostenerme, Valeria cayo al suelo con cara de felicidad, no pude mas que acompañarla.
─ Ha sido increíble…─ dijo Valeria mientras tomaba mi mano suavemente y se acercaba a mi para darme besitos en la boca.
─ No me lo creo…Ha sido maravilloso…¿Se puede saber por que eres tan tímida…?...─ pregunte su comportamiento viendo que era parecido al de Clarisa.
─ Intento no serlo…pero aquí sus reglas son muy estrictas…aparte de eso…mis padres me odiaron por lo que me paso…yo no lo entendía…hasta que al final encontraron este sitio…pensé que era como un castigo por lo que era…y aun sigo sin entenderlo…Esto no lo pedí…No sabes las veces que corría hacia mi habitación escuchando sus discusiones echándose la culpa uno al otro, me dijeron una vez que si quería podía operarme…y seria una chica completa…pero les dije que no…así era yo y no quería cambiar…eso parece ser que les cabreo aun mas…en algunos momentos quise suicidarme…pero pensé que era una tontería…tenia que aceptarme tal y como era…y una vez aquí decidí cambiar de actitud…me encontraba lejos de ellos…aunque no les odio solo me dan pena…─ dijo Valeria explicándome un poco de su vida, aunque no entendía esa clase de padres.
─ Lo siento…Pero bueno ahora no tendrás que salir a fuera cuando me cambie…─ dije mientras le devolvía el beso amorosamente.
─ Tenemos que seguir haciendo lo mismo…es mejor que piensen que no ha pasado nada…─ dijo Valeria intentando ocultar aquello, la verdad no pensé lo que pudieran hacerle.
─ Tengo que ir un momento a las duchas…para refrescarme…y menos mal que me he traído otro pijama…─ dije mientras miraba como estaba el que tenia puesto, necesitaba lavarlo.
─ Cuando vuelvas iré yo…─ dijo Valeria mientras se levantaba tambaleándose algo y apoyándose contra la cama y se cambiaba de ropa interior y de pijama.
─ Muy bien ahora vuelvo…─ dije mientras recogía algo de ropa nueva, y ropa interior seca.
Salí de allí tocándome el abdomen que tenia algo hinchado y me dirigí hacia el cuarto de baño los pasillos estaban completamente desiertos se escuchaba como las chicas hablaban y discutían sobre sus cosas, cuando llegue a las duchas, di al interruptor para encender las luces pero no ocurrió nada, por lo visto cortaban la luz por la noche en los cuartos de baño.
Al menos tenia la luz de la luna, me puse en una de las duchas y deje que el agua me aclarara un poco y me limpiara aquello era magnifico, mientras estaba disfrutando de aquello escuche como si una de las duchas se encendiera también, aquello me extraño puesto que estaba sola.
─ ¿Hay alguien…?...─ pregunte con miedo en la voz después de lo que había visto no tenia el cuerpo para mas sustos.
Mi voz resonó en toda la habitación sin obtener respuesta alguna, la oscuridad parecía jugar con mi imaginación, al momento escuche como otra ducha se encendía, aquello me tenia los pelos de punta.
─ Perdón…Si hay alguien que salga…─ dije con tono de miedo en mi voz, mientras me acercaba lentamente hacia donde se habían activado las duchas.
Mientras pasaba delante de una, esta se encendió de golpe cosa que termine gritando, salí de allí corriendo mientras pasaba por las duchas, escuchaba como se encendía una tras otra, y una risa que parecía seguirme, tome mis cosas rápidamente y cuando al fin logre salir mire hacia atrás, me pareció incluso que la oscuridad quería atraparme, aquella risa era diabólica, pero muy familiar no podía ser que fuera aquella pobre chica.
─ Socorrooo…─ dijo una voz muy suavemente, o eso me pareció por que podría ser el viento pero no me quede para comprobarlo, la piel se me puso como gallina y salí corriendo hacia mi habitación pero en cuanto lo hice choque con alguien.
─ ¿Pero se puede saber…?...─ dijo una profesora mientras recogía la linterna que se le había caído.
─ Lo siento…─ dije algo asustada, mientras recogía mi ropa que había caído por todas partes.
─ Se puede saber que hace…y encima desnuda…─ dijo la profesora mientras se levantaba y me ayudaba a recoger la ropa.
─ Estaba…estaba tomando una ducha…para despejarme algo…─ dije mientras la profesora me observaba de arriba a bajo podía notar en sus ojos lujuria contenida.
─ Muy bien es mejor que vuelva a su habitación pero antes recuerde que…salga su compañera…─ dijo la profesora advirtiéndome de las reglas.
─ Si claro…por supuesto…─ dije mientras me dirigía hacia mi cuarto al momento toque la puerta y Valeria salio con las cosas de baño en sus manos, en cuanto vio a la profesar su rostro cambio radicalmente y prosiguió su camino.
─ Muy bien…espero no encontrarla de nuevo por los pasillos...Si no recibirá una amonestación…─ dijo la profesora mientras volvía a su ronda.
No hice mas que cerrar la puerta y sentarme en la cama, estaba asustada mis manos no dejaban de temblar, era como si aquello nos hubiera perseguido o se hubiera incrementado su fuerza, la purificación no había servido de nada.
Me apoye en el espejo y mire hacia el bosque, parecía tan silencioso y tranquilo, todo aquello me ponía los pelos de punta, empecé a ponerme el otro pijama para arreglarme un poco, aunque el pelo como siempre se me resistía.
Las imágenes de aquella reunión no se me iban de la cabeza, ni lo que le pudiera pasar a su compañera y el por que habían hecho aquello, aparte de por que nos habían mentido.
Todas aquellas preguntas rondaban mi cabeza de un sitio para otro sin respuesta alguna, me senté en la cama e intente peinarme pero era imposible no hacia mas que darme tirones, decidí esperar a Valeria, para que me ayudara solo quería que no le sucediese lo mismo que a mi en las duchas.
Pasaron como diez minutos cuando Valeria entro a la habitación, decidí salir fuera por si acaso la profesora estuviera rondando por allí.
Nada mas salir sentí como un escalofrió que me recorrió la espalda, aquel pasillo estaba completamente desierto, esta vez no se escuchaba ningún ruido mire hacia donde estaban las duchas y el miedo atravesó mi cuerpo y mi mente, me parecía que me llamara alguien pidiéndome ayuda, no pude mas que llamar a la puerta para que se diera prisa no podía estar allí por mucho tiempo.
Casi al instante Valeria me dejo entrar, estaba asustada por completo, Valeria se acerco y me cogió las manos podía sentir como me temblaban.
─ Pero se puede saber que te ha pasado…?...─ pregunto Valeria notando como mis manos temblaban entre las suyas.
─ No creo que quieras saberlo…Además dijimos que no lo contaríamos…─ respondí recordando lo que habíamos dicho pero aquello había hecho saltar la curiosidad mas aun en Valeria.
─ ¿Qué no lo contaríais…?...Ha tenido que pasar algo gordo…Venga suéltalo…─ pregunto Valeria intentando hacer que hablara, y sabia que estaría así toda la noche no podía hacer otra cosa mas que decírselo.
─ Muy bien pero prométeme que no le dirás a nadie…─ dije intentando hacer que no se corriera la voz, si no aquello seria muchísimo peor.
─ De acuerdo te lo prometo…pero empieza ya…─ dijo Valeria interesada aun mas en lo que iba a contarle.
─ Muy bien…como sabes fuimos a echar el espíritu…que había molestado a Isabel y demás…pues bien hicimos el ritual o lo que Olga pensaba que era…cuando hubimos acabado vimos unas linternas que se acercaban a donde estábamos…así que decidimos ocultarnos…Por lo visto eran dos profesoras y una monja que traían maniatada a la chica que trajimos del pueblo….a la que habían dado una paliza…y terminaron matándola…la enterraron allí mismo…creo recordar que dijeron que con eso ya estaría saciado o algo así…─ dije explicándole brevemente todo lo que había pasado y vimos, aunque Valeria permanecía atenta a todo lo que le contaba, al final se quedo en silencio mirándome extrañada.
─ ¿Estas de broma…?...Los profesores nos dijeron que habían venido sus padres…por que narices harían una cosa así…es imposible y mas asesinarla…Creo que eso te a afectado demasiado y necesitas descansar…─ dijo Valeria incrédula mientras se levantaba de la cama y se arreglaba el pelo.
─ Te digo la verdad si quieres mañana vamos y ves la mano…que no se dejaron fuera…Mira no se lo que esta pasando…pero desde luego no es nada bueno…─ dije algo asustada aun mientras me sentaba para que me cepillara el pelo.
─ Muy bien…supón que te creo, que todo eso es verdad…¿Para que querrían matar a una de las alumnas…?...Es ridículo…No ganan nada con ello…Además su compañera se quedaría sola no podría salir de aquí…─ dijo Valeria sacando conclusiones por u parte y tenia razón en todas ellas, pero aquello había sucedido.
─ Yo que se lo que ganarían pero así ha sido…dile a su compañera que llame a sus padres haber si han venido a por ella…─ dije intentando convencerla por lo menos tendría esa prueba.
─ De acuerdo sabes…mañana iremos a ese sitio…para ver el cadáver de la chica y así me convences…─ dijo Valeria casi sonriéndome, pensé que era de las que si no ven no creen y no me quedaba otra mas que enseñárselo.
─ De acuerdo pero de momento…es mejor que nos vayamos a dormir…─ dije mientras me levantaba y me metía en la cama casi seguidamente se metió Valeria en la misma cama que yo.
─ ¿Qué haces…?...─ pregunte extrañada mientras se acurrucaba junto a mi parecía que había pillado confianza y ya no le importaba ocultarse.
─ Si te molesto vuelvo a la mía…─ respondió Valeria con algo de tristeza en su respuesta.
─ No, para nada solo que me ha extrañado solo eso…─ dije mientras me acomodaba junto a ella parecía que estuviera completamente feliz.
Con aquel calor envolviendo mi cuerpo y su abrazo me quede dormida enseguida, pero no sin antes pensar que solo me quedaban tres días para poder estudiar algo y que aun ni siquiera los había tocado, aunque la noche no fue muy placentera no dejaba de venirme imágenes a mi mente una y otra vez de aquella pobre chica siendo asesinada.
Me desperté bruscamente cuando sentí a Valeria que salía de la cama para recoger el champú y sus cosas para ir a las duchas.
─ Venga date prisa…ya ha sonado la sirena…─ dijo Valeria mientras se preparaba y al momento salio afuera para ducharse.
Empecé a remolonear entre las mantas como casi siempre hago pero aquello solo servia para perder tiempo, echaba de menos el como dormía cinco o diez minutos mas y mi madre venia a despertarme solo esperaba volver pronto a casa, aquello se me estaba haciendo eterno.
Me levante de mala gana, la habitación estaba helada y el suelo no menos, recogí las cosas y el champú y me dispuse a esperarla a que volviera.
En cuanto entro salí directamente, todas las chicas estaban fuera esperando lo mismo, la profesora estaba dando vueltas para comprobarlo, parecía que estuviéramos en la cárcel.
En cuanto todas las demás hubieron entrado nos dieron el permiso de entrar en las duchas, al contrario esta vez parecía que todo estuviera normal, no había nada extraño , solo escuchaba las chicas hablando entre ellas mientras se duchaban y dándose toda la prisa que pudieron deje que el agua me refrescara para intentar no pensar en aquello pero me era imposible en cuanto termine me puse la toalla alrededor y salí de allí para la habitación en cuanto Valeria me vio entrar salio nuevamente para esperar que me vistiera.
Me coloque el uniforme y le hice entrar nuevamente para que intentara deshacerme los embrollos del pelo.
─ ¿Se puede saber que le has hecho a tu pelo…?...─ pregunto Valeria mientras metía el cepillo y a duras penas empezaba a pasarlo.
─ Lo que me gustaría saber que es lo que hace el conmigo…Ay!...duele…─ dije protestando, sabiendo que cada mañana esto era una perdida de tiempo pero no me quedaba otra.
─ Deja de protestar…lo siento si pego tirones pero no me queda otra…tienes muchos líos…─ dijo Valeria mientras seguía dándome cepilladas una vez termino, pude notar el pelo suelto completamente y ligero.
─ Bueno listo es mejor que salgamos cuanto antes…─ dijo Valeria dándome prisa, al momento salimos fuera y nos dirigimos hacia el comedor, note como el ambiente estaba algo extraño, mire hacia todas partes pero me pareció de lo mas normal.
En cuanto llegue al comedor cogí la bandeja y me dirigí para coger las cosas, Valeria me pidió para una ensalada y tuve que volver a pagársela pensé que debería de tomarme algunos intereses por aquello.
Fuimos a la mesa de costumbre pero esta vez vi a las chicas con las caras bajadas casi sin probar bocado alguno mientras Esmeralda comía normalmente, aunque en su rostro podía verse el nerviosismo lo mas seguro es que no pudiera haber encontrado su libro, pero no pensé siquiera que fuera tan importante.
─ ¿Pero se puede saber que os pasa…?...Estáis mas raras de lo normal…─ pregunto Valeria intentado animarlas, al momento aparecieron Felisa y Clarisa y se sentaron a nuestro lado.
─ Buenos días…Pues si que estáis bien…Parece que os habéis deprimido al mismo tiempo…─ dijo Clarisa mientras se sentaba y miraba sus rostros.
─ ¿No será por lo de anoche…?...─ pregunto Valeria indiscretamente sabiendo que no debería de contárselo a nadie.
─ ¿Pero que demonios…?...¿No dijimos que no se lo contaríamos a nadie…?...─ dijo Olga algo enfadada saliendo de aquel estado, mientras que a las demás le volvía el miedo a sus rostros, inmediatamente Esmeralda dejo de comer y se levanto de la mesa y salio de allí…
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno aqui lo dejo espero que os guste muchas gracias a todos .
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Mazoku
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UNA HISTORIA INVEROSIMIL
─ Si, es cierto pero, no pude hacer otra cosa…─ dije bajando la cabeza mientras las demás me miraban con curiosidad.
─ Esmeralda espera…─ dijo Olga saliendo de allí a toda prisa detrás de ella, por lo visto aquello le había afectado y no era para menos.
Mientras que las demás seguían con la cabeza bajada y sin pronunciar palabra, aquel ambiente era estresante y muy difícil de sobrellevar.
─ ¿Nos vas a decir que es lo que ha pasado…?...─ pregunto Clarisa de manera impaciente, no pude mas que bajar un poco la cabeza, pero aquellas imágenes volvieron a mi mente.
─ Pues…─ dije sin acabar la frase, en ese momento salto Ángela interrumpiéndome.
─ No deberías de decírselo…─ dijo Ángela mientras me miraba con ojos de miedo, sabia que lo habíamos prometido pero ya no podía hacer otra cosa.
─ Tenemos que decírselo…además estoy segura que no dirán nada…─ dije intentando calmarla, aunque de poco servirían mis palabras.
─ Pues resulta que anoche vimos a unos profesores y una monja asesinar a la chica que dijeron que habían venido sus padres a por ella…su cuerpo esta en semi enterrado en la torre…─ dije resumiendo aquello, tanto Clarisa como Felisa y Valeria se me quedaron mirando extrañadas, se miraron entre ellas y comenzaron a reír como si de una broma se tratara.
─ ¿Es una broma verdad…?...Queréis que nos asustemos…Pues no vamos a picar…─ dijo Clarisa con una sonrisa mientras me miraba pero al ver que mis ojos no cambiaban y que aquello no parecía una broma, los rostros de las chicas poco a poco empezaron a cambiar temiéndose lo peor.
─ Venga ya…¿en serio…?...─ pregunto Valeria con el rostro lleno de miedo, temiendo que fuera verdad, no pude mas que asentir.
─ Eso es imposible…─ dijo Felisa con algo de miedo en su voz al ver que aquello no era ninguna broma.
─ Muy bien si no me creéis…os llevare esta tarde a la torre para que lo comprobéis…─ dije sacando valor de donde podía para volver al mismo sitio.
─ ¿Para que vas a volver a la torre…?...─ pregunto Isabel detrás mía dándome un susto, no entendía como podía ser tan silenciosa siendo tan grande.
─ Para enseñarnos no se que de un cadáver…─ dijo Valeria en ese momento las chicas del club abandonaron el sitio, no querían saber nada de eso.
Las demás nos quedamos mirándolas extrañadas, pero me pareció que era lo mejor que hacían.
─ Dijimos que no se lo diríamos a nadie…─ dijo Isabel recordándome lo que habíamos hablado.
─ Lo se pero se volvieron muy pesadas…no tenia otra alternativa…─ dije intentando disculparme, viendo la mirada de Isabel que parecía crucificarme.
─ ¿Es cierto…?...Pero en ese caso tendríamos que llamar a la policía…─ dijo Clarisa con tono de miedo al ver que todo aquello no era una broma.
─ Si han matado a esa chica tu que crees que harán con nosotras si lo descubren…─ dijo Isabel mientras seguía comiendo el desayuno, de reojo pude ver que sus amigas estaban sentadas cerca de ella.
─ Dios…No quiero morir…─ dijo Felisa con tono de miedo incluso perdió el apetito, algunas chicas de allí se quedaron mirándonos, lo único que pude hacer fue sonreírles para intentar disimular.
─ Quieres callarte…Nadie va a morir…─ dijo Isabel intentando calmarla mientras las lagrimas empezaban a rodar por la mejilla de Felisa, al instante Clarisa le dio un pañuelo para que se calmara.
─ ¿Sabes cual es su compañera…?...─ pregunto Valeria interesada parecía que todo aquello le estaba gustando de alguna forma.
Isabel miro por le sitio intentando ver si la encontraba por alguna parte, y al fin al parecer la encontró.
─ Esa…─ dijo Isabel haciendo una mueca hacia una de las chicas que estaba sola.
─ A esa la conozco…esta en mi club…pero los profesores dijeron que habían venido sus padres a recogerla…─ dijo Clarisa mientras intentaba aclarar sus ideas, aunque le estaba dando demasiadas vueltas a lo mismo.
─ Pues nos mintieron…al final no vinieron…Y Anabell es mejor que no las lleves es solo un consejo…no involucres mas gente…─ dijo Isabel levantándose de la mesa y volviendo a la de sus amigas.
─ Yo quiero ir…¿Nos acompañáis...?...─ pregunto Valeria con interés al parecer aun tenia dudas de aquello.
─ Paso…no quiero ver muertos…─ dijo Felisa levantándose de la mesa y dejándonos.
─ No se en que lío te habrás metido…pero no voy a acompañarte…─ dijo Clarisa temerosa por lo que podía pasar.
En ese momento nos levantamos y nos dirigimos para dejar la bandeja y enseguida sonó la megafonía.
─ "Avisamos a las nuevas que hoy es viernes y un autobús vendrá a recogerlas para llevarlas a sus casas el fin de semana, recordad que tenéis que salir con vuestras parejas, quien se quede aquí tendrá que rellenar un impreso, que esta en información…El autobús llegara a las cinco, tengan sus cosas preparadas…"…─ dijo la voz de megafonía me temía que fuera lo peor, la pobre chica se quedaría sola por completo.
─ ¿Tienes pensado irte a casa…?...─ pregunto Valeria con algo tristona por que la dejaría allí.
─ Creo que si necesito estudiar el lunes comenzaran los exámenes…y aun no he estudiado nada…─ dije pensando en que me resultaría imposible estudiar si me quedaba aquí al menos ahora mismo.
─ Será mejor que nos demos prisa en ir a clase…Ya mismo sonara la sirena…─ dijo Isabel dejando la bandeja en su sitio y nada mas que lo hizo la sirena comenzó a sonar, todas las de allí aligeraron para ir a sus clases todo lo deprisa que podían.
─ Muy bien nos veremos en el patio como siempre en cuanto salgamos de aquí…─ dije pensando en llevarla al lugar y que se convenciera de lo que había dicho.
Salimos de allí en dirección a las clases, había mucha gente en los pasillos pero poco a poco fueron entrando en sus respectivas aulas, cuando llegamos a la nuestra, aun no había llegado la profesora pero justo, llego al momento.
─ Señoritas ocupen sus asientos…─ dijo la profesora haciendo que nos sentáramos en cuanto lo hubimos hecho me fije en que era la misma, que había participado en el ritual podía ver que estaba vestida con unos pantalones vaqueros de color blanco algo ajustados a su figura, en sus pies llevaba unos zapatos de tacón alto oscuros y cerrados en la punta, en el torso tenia un jersey de lana de cuello bajo de color verde con un bordado en trenza muy bonito, remarcando sus pechos, aparte en su cuello llevaba el mismo abalorio que uso en el ritual con aquella chica.
─ Muy bien señoritas recordad que el lunes tenemos un examen…espero que hayan estudiado…y no hayan estado vagabundeando…Pasare lista…y enseguida empezaremos una nueva lección que entrara en el examen…─ dijo la profesora pero al instante empezaron a murmurar por toda la clase con respecto a incluir esta lección para el examen.
─ Pero señorita eso no es justo…─ dijo una de las chicas, como protesta a lo que estaba haciendo.
─ Silencio como he dicho entrara esta lección…─ dijo la profesora cruelmente como si aquello fuera una condena.
Una vez hubo terminado empezó la nueva lección al menos no sacarían a nadie a la pizarra al parecer era bastante difícil y mi mente tampoco estaba por la labor debido a lo de la noche anterior, la mente seguía dándole vueltas y mas vueltas no conseguía concentrarme, por suerte la clase termino.
Mientras las chicas salían a fuera de la clase para descansar me apoye en la ventana para ver como poco a poco los rayos de sol deshacía la oscuridad y bañaba el sitio que enseguida apagaron los focos, aquello también me tenia algo preocupada no entendía el por que debían mantenerlos toda la noche encendidos.
─ Te noto rara estas bien…─ pregunto Valeria con voz algo curiosa, no parecía una creerse lo que había dicho.
─ Esa fue una de las profesoras…que estuvo en el ritual…─ dije pensando en aquello que n ose me iba de la cabeza.
─ ¿En serio…?...No puede ser no tiene pinta de asesina la verdad…aunque si de otra cosa…─ dijo Valeria bromeando por la forma de vestir que tenia aunque no me extrañaba.
─ Es mejor que no le cuentes mas…─ dijo Isabel que al momento se levanto y salio de clase para dar un paseo.
─ Sabes yo me quedare aquí…no creo que mis padres se esperen que regrese…─ dijo Valeria volviendo sus ojos nuevamente tristones, no sabia que hacer estaba pensando en llevarla a casa y al menos estudiar juntas.
─ Si quieres…Puedes venir conmigo…mis padres no están en casa…─ dije pensando que al menos podríamos estudiar juntas algo.
─ ¿De verdad que puedo…?...No quiero molestarte…─ pregunto Valeria con la cara totalmente feliz parecía que aquello le había abierto las puertas del cielo.
─ Si, pero solo a estudiar…Necesito aprobar esos exámenes…─ dije convenciéndome que así era, ya que no podía fallarle a mis padres, si no me vería aquí el resto del verano.
─ No te preocupes te prometo que aprobaremos…─ dijo Valeria con tono de confianza en su voz.
─ Anabell…una cosa…¿Podría hablar contigo…?...─ dijo Isabel dándonos un susto, todavía no entendía como era tan silenciosa, incluso con su tamaño.
─ Claro…─ dije mientras me cogía de la mano y arrastrándome fuera de la clase.
─ Mi hermana mayor no esta en casa…y necesitaría estudiar…¿Podría ir a la tuya…?...Necesito estudiar y no se me da muy bien…─ pregunto Isabel con un tono extraño como si me lo estuviera suplicando pero a su forma, al parecer pedir aquello le causaba vergüenza.
─ Claro no hay problema…─ dije algo asustada por lo que había dicho, incluso a mi me parecía extraño decir aquello.
─ Gracias…me has hecho un favor…─ dijo Isabel dándose la vuelta y yendo donde se encontraban sus amigas que empezó a charlar con ellas.
Casi al instante determinar de hablar con Isabel sonó la sirena y entramos nuevamente en clase el resto parecieron muy aburridas sin nada que destacar.
─ Perdona un momento se me olvido que tenia algo que hacer en el club voy enseguida allí…─ dijo Valeria recogiendo todas sus cosas y saliendo disparada, al parecer lo mismo hizo Isabel parecía que tenían prisa, pensé que seria mejor esperarlas donde siempre.
Salí de la clase y me dirigí al club pase por todos los pasillos abarrotados de gente algunas llevaban unas batas blancas lo mas seguro que pertenecieran algún club de ciencias o química, pude ver también algunas de las chicas que llevaban unas especies de disfraces puesto lo mas seguro que fueran del club de teatro al parecer los clubes parecían estar muy ocupados, pase por la pista de entrenamiento y parecían que esta vez había varios equipos entrenando, aunque no el preste mucha atención, cuando al fin llegue al club, e intente abrir la puerta me fije que estaba cerrada.
─ Vaya parece que han cerrado…─ dije algo decepcionada, aunque insistí algo llamando a la puerta nuevamente pero no obtuve respuesta, al poco tiempo vi aparecer a Esmeralda en dirección al club con algunos libros entre sus brazos.
─ Han decidido no abrir…¿Necesitas algo…?...─ dijo Esmeralda bajando la cabeza y sacando una llave que enseguida abrió la puerta.
─ No solo que como siempre os reunís aquí después de clase he venido…─ respondí mientras abría la puerta en cuanto entre observe que aquello parecía como si estuviera en una cueva hasta que Esmeralda encendió las luces aunque así seguía pareciendo bastante tétrico, enseguida cogió la túnica de mago y la capa correspondiente y seguidamente se puso a buscar el libro.
─ Habrás buscado varias veces ese libro…¿Tan importante es…?...─ pregunte mientras la veía revolver en todas partes incluso en los rincones.
Esmeralda se giro y solamente asintió y prosiguió buscando, cuando estaba concentrada en algo parecía que no se distraía por nada.
─ Pero si ya lo has buscado varias veces…no creo que este aquí lo mismo algunas de las chicas lo ha cogido…─ dije pero al parecer mi respuesta pareció que se le había iluminado algo.
─ Gracias…voy a salir…si quieres cierra tu…─ dijo Esmeralda mientras se acercaba a mi y me ofrecía la llave, aunque por un momento con aquella luz sentí un escalofrió por todo el cuerpo, su rostro parecía que cambiaba con las luces y sombras haciéndolo diferente pero sabia perfectamente que eso no podía ser verdad la imaginación me estaba jugando malas pasadas.
─ No hace falta si no están no tengo nada que hacer…─ dije rechazando su oferta pero un momento me quede mirando aquellos ojos por un instante viendo algo distinto en ellos, me quede como obnubilada, en mi mundo sin reaccionar a nada, aquella pequeña chica me parecía muy distinta con aquella luz.
─ Salgamos…─ dijo Esmeralda y seguidamente dejo el atuendo de mago dentro y cerro la puerta con llave, después se despidió de mi y salio corriendo…
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
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