¿EL FIN DE RUBÍ?... CAP 4
-- No puede ser esto es una pesadilla… ¿No se podrían volver a desbloquear?... – pregunte asustada, no podía ser que Rubí muriera de inanición aunque me corrompiera tenia que impedirlo.
-- Lo siento cariño…pero Mizuki era la única que sabia como hacerlo…puedo hacer algunas investigaciones para ver si encuentro la forma de desbloquear esos canales pero…no creo que lo consiga muy pronto…esto lleva su tiempo es una técnica antigua…además yo nunca la he practicado…-- respondió mi madre intentando ayudarme, pero sabia que tal como estaba la situación Rubí podría incluso morir y no se si podía confiar en Verónica las dudas se acumulaban en mi mente.
-- Será mejor que descanses un poco perdiste bastante sangre…por suerte no fue peligroso…no se por que demonios se me ocurrió mandarte allí…-- se culpo mi madre por aquello, en su rostro podía verse que estaba muy apenada por haber tomado aquella decisión.
-- Mama, por favor no te culpes por ello…fui yo quien acepte…es cierto que las cosas no han salido como esperaba…y las amigas de Catia han muerto, y también la pobre de Mizuki…pero las dos aceptamos eso y no sabíamos lo que iba a pasar… -- le dije yo intentando consolarla, pero sabia que ese peso lo llevaría encima.
-- A propósito de todo… ¿Quién me trajo aquí? …-- pregunte intrigada.
-- No se por que pero tenia una mala sensación en esto así que envíe una vieja amiga…y por suerte pudo rescatarte a tiempo…-- me respondió, parecía que ella tampoco estaba muy convencida de aquello.
-- ¿Y las espadas?, espero que no se hayan perdido…-- pregunte yo, esperaba no haberlas perdido seria un gran fallo sobre todo sabiendo que fue un regalo de mi madre.
-- También las cogio el problema es que parte de tu sangre esta por aquel escenario, y el cuerpo de Mizuki tampoco se ha podido recuperar…-- respondió mi madre, analizando la situación.
-- Entonces eso significa que…la policía podría estar buscándome…-- dije asustada, aquello iba de mal en peor ya no sabia que pensar, pero a pesar de todo tenia que volver a casa.
-- Escucha es mejor que descanses un poco y te recuperes aun estas muy débil…nos ocuparemos de todo a su debido tiempo…aquí estas a salvo…-- dijo mi madre intentando tranquilizarme.
-- No puedo quedarme aquí, los problemas se acumulan y si la policía me descubre iran a casa y encontraran a Rubí y a saber que le harán, no puedo descansar tengo que ir a casa antes de que lleguen ellos…-- dije yo sacando fuerzas de flaqueza no podía permitir que eso pasase, intentaría encontrar algún sitio en que pudiera esconderla.
En ese momento un dolor atroz me inundo el bajo vientre parecía que me iba a reventar me lleve las manos abrazándomelo, era insoportable mis gritos resonaron en la habitación, al instante la puerta se abrió y varias de las chicas de mi madre entraron asustadas.
-- No puede ser el bebe ha sentido que tu parte Nekomata ha desaparecido, e intenta salir…traedme una brújula Feng Shui…RAPIDO!!! …algunas de vosotras ayudadme a retenerla… -- grito mi madre mientras yo me retorcía en la cama de dolor.
-- Dios…parece que me esta… devorando por dentro…-- dije yo entrecortadamente por el dolor quería que aquello parase como fuese.
La imagen de aquella llama aumentaba de tamaño y color, antes era apagado pero ahora era vivo casi se podía decir que brillante poco a poco iba avanzando por mi cuerpo incluso en mis bazos iban apareciendo pequeñas llamas.
Al momento aparecieron las chicas con aquel extraño artefacto mi madre empezó a recitar unas palabras en japonés que no podía entender, las manos de mi madre dibujaron unos símbolos en el aire y al momento apareció en mi abdomen un ofuda deteniendo el dolor que me atenazaba.
-- Esto servirá de momento de contención…no se cuanto aguantara…pero es mejor que esa criatura o lo que sea salga fuera de ti, si no terminaras corrompida y no quiero perderte…-- dijo mi madre entrecortadamente por el esfuerzo.
-- Si estas pensando lo que yo creo, ni se te ocurra ni siquiera imaginarlo…pienso tenerlo mientras eso que hayas hecho funcione seguiremos adelante…te aseguro que no pienso darme por vencida, ni rendirme… pase lo que pase y esta criatura saldrá adelante…-- dije yo sacando valor; ahora entendía el valor que tenían las madres con sus hijos.
-- Pero escucha…podría matarte…-- dijo mi madre, aunque no llego a terminar la frase no le di tiempo a eso.
-- Dime una cosa… ¿Tu hubieras renunciado ami si hubiera pasado lo mismo? …-- le pregunte, aunque sabia perfectamente la respuesta.
-- Sabes que no lo hubiera hecho…pero lo tuyo es distinto podría llegar a matarte…eso que he puesto no aguantara mucho…-- dijo mi madre con preocupación.
-- Mientras aguante estará bien…no te preocupes, es mejor que investigues como quitarme ese bloqueo de alguna forma…yo tengo ahora varios problemas mas que resolver…y por favor mama date prisa…-- le dije yo, mas bien era una suplica que otra cosa.
-- Muy bien es tu decisión…intentare averiguar eso todo lo deprisa que pueda…pero te prometo una cosa, si llegase el momento en que no quede otra alternativa, yo misma te sacare ese bebe, no pienso arriesgar la vida de mi hija…-- dijo mi madre, prometiéndomelo su cara había cambiado por completo.
-- Muy bien, si no existe otra alternativa, acepto que hagas eso…-- dije sintiendo una gran pena en mi interior era como si todo el mundo se me hubiera venido encima.
-- De momento tengo que ir a casa, aunque este débil…necesito saber que le pasa a Rubí y si esta bien…-- dije yo aun algo dolorida, por la experiencia que había pasado y recogiendo el estuche con las espadas.
Me levante de la cama y me dirigí al exterior aun era de noche, sentí el aire de manera distinta refrescándome el rostro, en el cielo casi ni se podía ver las estrellas por toda la iluminación que había pero estaba segura que habría alguna que me guiara y a ella me quede un momento mirándola aunque no la viese.
Para mi sorpresa me esperaba una de las chicas afuera, sentada en una moto no se por que pero siempre ver el cuero me daba la sensación de caliente pero ahora mismo no podía distraerme; Rubí era lo primero.
-- Coge el casco…-- me dijo la chica de la moto arrojándomelo.
En cuanto me subí arrancamos llegamos en apenas un momento se notaba que era una buena conductora en cuanto llegamos al piso le agradecí el haberme traído y que ya podía volver.
Subí corriendo las escaleras, pero la perdida de sangre hizo que llegara agotada casi jadeando a pesar de no ser muchos pisos, abrí la puerta la habitación estaba en silencio y a oscuras; dentro de mi me temía lo peor que hubiera pasado cerré la puerta de un portazo, me dirigí a toda prisa a mi habitación, encendí las luces y no me equivocaba la habitación estaba vacía Rubí había desaparecido me dirigí a la habitación en la que se encontraba Verónica y tampoco estaba ella aunque si su maleta sin deshacer ya no sabia que pensar, Rubí no podía haberse equivocado al olerla era imposible o podía haber camuflado su aroma, además también la vi en el gimnasio y eso fue lo mas extraño; ya no sabia que pensar ni que hacer empecé a dar vueltas por la habitación como un tigre enjaulado intentando recomponer todos los trozos que tenia pero no le encontraba sentido a nada la rabia me consumía lentamente, y el abdomen empezaba a dolerme de nuevo, así que decidí calmarme un poco me senté en el sofá y puse la tele para relajarme sorprendentemente estaban las noticias y hablaban del incidente en el colegio con cuatro muertas, pero lo extraño era que no hablaban de Mizuki y eso me extraño bastante, aunque la cosa era que si ya estaban mirando el gimnasio no tardarían en venir a mi casa y hablar conmigo como principal sospechosa, pero no sabia a donde ir a menos que fuese al club de mi madre, las dudas se me acumulaban otra vez tenia demasiados frentes abiertos y no podía hacer nada, me dirigí a la cocina a beber algo y entonces observe una nota en la puerta de la nevera pegada con un imán que antes no estaba que decía: - Ven al hospital abandonado tu sola, te espera una sorpresa - .
En la parte de atrás de la nota estaba escrito un mapa para poder llegar aunque no estaba muy lejos no quería arriesgarme y era la única pista, y no me quedaba otra opción.
Así que cogi de nuevo el estuche, llame a un taxi aunque sabía que me iba a salir caro, pero no tenía ganas de ir sola por las calles y más a estas horas. En cuanto llego entre y me condujo al hospital, al bajarme vi aquellas ruinas, sentí un escalofrío que me recorría la espalda aunque la estructura estuviese bien las ventanas estaban rotas la verja comenzaba a oxidarse pero estaba abierta, los jardines exteriores estaban descuidados por completo las enredaderas ya estaban por el edificio, a pesar de mi miedo entre la verja chirrío debido al oxido, avance por los jardines mirando al cielo y a todas las partes donde pensaban que podían esconderse pero aquel sitio estaba en completo silencio, solo era roto por algún grillo y por el crujir de las hojas que iba pisando, me acerque a la entrada principal la puerta estaba en un buen estado avance por le pasillo principal pero no vi que hubiera nada aquello estaba en silencio pero la iluminación de emergencia estaba encendida era como si indicara un camino, decidí seguirlo me conducían hacia la parte baja del hospital al llegar al final de las escaleras los símbolos de emergencia fueron remplazados por velas, abrí las puertas y seguí aquel camino, el ambiente era mas frío de lo normal, la oscuridad lo invadía todo, a veces veía algunas sombras moviéndose con la débil iluminación pero era solo las ramas de los árboles que se balanceaban con el viento, pasado un rato llegue al sótano del edificio, era una serie de pasillos laberínticos que si no llega a ser gracias a las velas hubiera terminado perdida, al fin pude ver una puerta de doble hoja al abrirla, observe una habitación no muy grande débilmente iluminada por velas y aquel extraño monolito idéntico al de la construcción, la Gran Madre estaba al lado de una de las columnas donde se encontraba la pobre Rubí atada con cadenas; mientras Miranda vertía una de las urnas bañándolo en sangre de las amigas de Catia.
-- Mamiiiiii…-- dijo Rubí al verme entrar, su cara era de miedo e indefensión.
-- Vaya al fin llegaste ya empezaba a aburrirme…-- dijo la Gran Madre pasando una de sus manos por la cara de Rubí.
-- Aquí estoy como ponía en tu nota sola, así que deja a Rubí que se vaya…-- ordene a la Gran Madre.
-- Sabes una cosa…no se por que siento algo raro en ti…el olor es distinto es como si hubieras perdido algo…pero además hay algo mas en el ambiente el nacimiento de una nueva cría…algo que no quiere estar dentro de ti…-- dijo la Gran Madre entre olisqueos en el ambiente.
-- Ya sabes lo que hacer…-- me dijo Miranda mientras se levantaba y señalaba una de las urnas para que vertiera mi sangre.
-- Espérate un poco antes quiero divertirme…quiero ver como ella misma mata a Rubí…-- dijo la Gran Madre regodeándose, y muy segura de si misma.
-- Sabes perfectamente que no lo voy a hacer…-- dije sabiendo que eso nunca lo haría, ella era lo único que tenia en mi vida.
La Gran Madre recito unas palabras extrañas y mi cuerpo empezó a reaccionar por si solo saque las espadas de su estuche y me dirigí hacia Rubí, mi cerebro no reaccionaba de ninguna forma sabia lo que estaba haciendo pero no podía resistirme.
-- Pero que…que me pasa… ¿Que me has hecho?…-- le pregunte yo mientras me acercaba con las espadas en mano.
-- Esta es la corrupción de la que Akemi seguramente te hablo…ese ser dentro de ti te esta pudriendo si se pudiera llamar así e incluso la magia que haya hecho sobre ti no será suficiente…-- dijo Miriam mientras me acercaba mas y mas hacia donde se encontraba Rubí.
-- No, déjame en paz…suéltame…-- gritaba mientras me acercaba.
Al llegar a su altura, alce una de las espadas para cortarle la cabeza, en un instante la hoja bajo y yo cerré los ojos…
FIN DEL CAPITULO 4
-- No puede ser esto es una pesadilla… ¿No se podrían volver a desbloquear?... – pregunte asustada, no podía ser que Rubí muriera de inanición aunque me corrompiera tenia que impedirlo.
-- Lo siento cariño…pero Mizuki era la única que sabia como hacerlo…puedo hacer algunas investigaciones para ver si encuentro la forma de desbloquear esos canales pero…no creo que lo consiga muy pronto…esto lleva su tiempo es una técnica antigua…además yo nunca la he practicado…-- respondió mi madre intentando ayudarme, pero sabia que tal como estaba la situación Rubí podría incluso morir y no se si podía confiar en Verónica las dudas se acumulaban en mi mente.
-- Será mejor que descanses un poco perdiste bastante sangre…por suerte no fue peligroso…no se por que demonios se me ocurrió mandarte allí…-- se culpo mi madre por aquello, en su rostro podía verse que estaba muy apenada por haber tomado aquella decisión.
-- Mama, por favor no te culpes por ello…fui yo quien acepte…es cierto que las cosas no han salido como esperaba…y las amigas de Catia han muerto, y también la pobre de Mizuki…pero las dos aceptamos eso y no sabíamos lo que iba a pasar… -- le dije yo intentando consolarla, pero sabia que ese peso lo llevaría encima.
-- A propósito de todo… ¿Quién me trajo aquí? …-- pregunte intrigada.
-- No se por que pero tenia una mala sensación en esto así que envíe una vieja amiga…y por suerte pudo rescatarte a tiempo…-- me respondió, parecía que ella tampoco estaba muy convencida de aquello.
-- ¿Y las espadas?, espero que no se hayan perdido…-- pregunte yo, esperaba no haberlas perdido seria un gran fallo sobre todo sabiendo que fue un regalo de mi madre.
-- También las cogio el problema es que parte de tu sangre esta por aquel escenario, y el cuerpo de Mizuki tampoco se ha podido recuperar…-- respondió mi madre, analizando la situación.
-- Entonces eso significa que…la policía podría estar buscándome…-- dije asustada, aquello iba de mal en peor ya no sabia que pensar, pero a pesar de todo tenia que volver a casa.
-- Escucha es mejor que descanses un poco y te recuperes aun estas muy débil…nos ocuparemos de todo a su debido tiempo…aquí estas a salvo…-- dijo mi madre intentando tranquilizarme.
-- No puedo quedarme aquí, los problemas se acumulan y si la policía me descubre iran a casa y encontraran a Rubí y a saber que le harán, no puedo descansar tengo que ir a casa antes de que lleguen ellos…-- dije yo sacando fuerzas de flaqueza no podía permitir que eso pasase, intentaría encontrar algún sitio en que pudiera esconderla.
En ese momento un dolor atroz me inundo el bajo vientre parecía que me iba a reventar me lleve las manos abrazándomelo, era insoportable mis gritos resonaron en la habitación, al instante la puerta se abrió y varias de las chicas de mi madre entraron asustadas.
-- No puede ser el bebe ha sentido que tu parte Nekomata ha desaparecido, e intenta salir…traedme una brújula Feng Shui…RAPIDO!!! …algunas de vosotras ayudadme a retenerla… -- grito mi madre mientras yo me retorcía en la cama de dolor.
-- Dios…parece que me esta… devorando por dentro…-- dije yo entrecortadamente por el dolor quería que aquello parase como fuese.
La imagen de aquella llama aumentaba de tamaño y color, antes era apagado pero ahora era vivo casi se podía decir que brillante poco a poco iba avanzando por mi cuerpo incluso en mis bazos iban apareciendo pequeñas llamas.
Al momento aparecieron las chicas con aquel extraño artefacto mi madre empezó a recitar unas palabras en japonés que no podía entender, las manos de mi madre dibujaron unos símbolos en el aire y al momento apareció en mi abdomen un ofuda deteniendo el dolor que me atenazaba.
-- Esto servirá de momento de contención…no se cuanto aguantara…pero es mejor que esa criatura o lo que sea salga fuera de ti, si no terminaras corrompida y no quiero perderte…-- dijo mi madre entrecortadamente por el esfuerzo.
-- Si estas pensando lo que yo creo, ni se te ocurra ni siquiera imaginarlo…pienso tenerlo mientras eso que hayas hecho funcione seguiremos adelante…te aseguro que no pienso darme por vencida, ni rendirme… pase lo que pase y esta criatura saldrá adelante…-- dije yo sacando valor; ahora entendía el valor que tenían las madres con sus hijos.
-- Pero escucha…podría matarte…-- dijo mi madre, aunque no llego a terminar la frase no le di tiempo a eso.
-- Dime una cosa… ¿Tu hubieras renunciado ami si hubiera pasado lo mismo? …-- le pregunte, aunque sabia perfectamente la respuesta.
-- Sabes que no lo hubiera hecho…pero lo tuyo es distinto podría llegar a matarte…eso que he puesto no aguantara mucho…-- dijo mi madre con preocupación.
-- Mientras aguante estará bien…no te preocupes, es mejor que investigues como quitarme ese bloqueo de alguna forma…yo tengo ahora varios problemas mas que resolver…y por favor mama date prisa…-- le dije yo, mas bien era una suplica que otra cosa.
-- Muy bien es tu decisión…intentare averiguar eso todo lo deprisa que pueda…pero te prometo una cosa, si llegase el momento en que no quede otra alternativa, yo misma te sacare ese bebe, no pienso arriesgar la vida de mi hija…-- dijo mi madre, prometiéndomelo su cara había cambiado por completo.
-- Muy bien, si no existe otra alternativa, acepto que hagas eso…-- dije sintiendo una gran pena en mi interior era como si todo el mundo se me hubiera venido encima.
-- De momento tengo que ir a casa, aunque este débil…necesito saber que le pasa a Rubí y si esta bien…-- dije yo aun algo dolorida, por la experiencia que había pasado y recogiendo el estuche con las espadas.
Me levante de la cama y me dirigí al exterior aun era de noche, sentí el aire de manera distinta refrescándome el rostro, en el cielo casi ni se podía ver las estrellas por toda la iluminación que había pero estaba segura que habría alguna que me guiara y a ella me quede un momento mirándola aunque no la viese.
Para mi sorpresa me esperaba una de las chicas afuera, sentada en una moto no se por que pero siempre ver el cuero me daba la sensación de caliente pero ahora mismo no podía distraerme; Rubí era lo primero.
-- Coge el casco…-- me dijo la chica de la moto arrojándomelo.
En cuanto me subí arrancamos llegamos en apenas un momento se notaba que era una buena conductora en cuanto llegamos al piso le agradecí el haberme traído y que ya podía volver.
Subí corriendo las escaleras, pero la perdida de sangre hizo que llegara agotada casi jadeando a pesar de no ser muchos pisos, abrí la puerta la habitación estaba en silencio y a oscuras; dentro de mi me temía lo peor que hubiera pasado cerré la puerta de un portazo, me dirigí a toda prisa a mi habitación, encendí las luces y no me equivocaba la habitación estaba vacía Rubí había desaparecido me dirigí a la habitación en la que se encontraba Verónica y tampoco estaba ella aunque si su maleta sin deshacer ya no sabia que pensar, Rubí no podía haberse equivocado al olerla era imposible o podía haber camuflado su aroma, además también la vi en el gimnasio y eso fue lo mas extraño; ya no sabia que pensar ni que hacer empecé a dar vueltas por la habitación como un tigre enjaulado intentando recomponer todos los trozos que tenia pero no le encontraba sentido a nada la rabia me consumía lentamente, y el abdomen empezaba a dolerme de nuevo, así que decidí calmarme un poco me senté en el sofá y puse la tele para relajarme sorprendentemente estaban las noticias y hablaban del incidente en el colegio con cuatro muertas, pero lo extraño era que no hablaban de Mizuki y eso me extraño bastante, aunque la cosa era que si ya estaban mirando el gimnasio no tardarían en venir a mi casa y hablar conmigo como principal sospechosa, pero no sabia a donde ir a menos que fuese al club de mi madre, las dudas se me acumulaban otra vez tenia demasiados frentes abiertos y no podía hacer nada, me dirigí a la cocina a beber algo y entonces observe una nota en la puerta de la nevera pegada con un imán que antes no estaba que decía: - Ven al hospital abandonado tu sola, te espera una sorpresa - .
En la parte de atrás de la nota estaba escrito un mapa para poder llegar aunque no estaba muy lejos no quería arriesgarme y era la única pista, y no me quedaba otra opción.
Así que cogi de nuevo el estuche, llame a un taxi aunque sabía que me iba a salir caro, pero no tenía ganas de ir sola por las calles y más a estas horas. En cuanto llego entre y me condujo al hospital, al bajarme vi aquellas ruinas, sentí un escalofrío que me recorría la espalda aunque la estructura estuviese bien las ventanas estaban rotas la verja comenzaba a oxidarse pero estaba abierta, los jardines exteriores estaban descuidados por completo las enredaderas ya estaban por el edificio, a pesar de mi miedo entre la verja chirrío debido al oxido, avance por los jardines mirando al cielo y a todas las partes donde pensaban que podían esconderse pero aquel sitio estaba en completo silencio, solo era roto por algún grillo y por el crujir de las hojas que iba pisando, me acerque a la entrada principal la puerta estaba en un buen estado avance por le pasillo principal pero no vi que hubiera nada aquello estaba en silencio pero la iluminación de emergencia estaba encendida era como si indicara un camino, decidí seguirlo me conducían hacia la parte baja del hospital al llegar al final de las escaleras los símbolos de emergencia fueron remplazados por velas, abrí las puertas y seguí aquel camino, el ambiente era mas frío de lo normal, la oscuridad lo invadía todo, a veces veía algunas sombras moviéndose con la débil iluminación pero era solo las ramas de los árboles que se balanceaban con el viento, pasado un rato llegue al sótano del edificio, era una serie de pasillos laberínticos que si no llega a ser gracias a las velas hubiera terminado perdida, al fin pude ver una puerta de doble hoja al abrirla, observe una habitación no muy grande débilmente iluminada por velas y aquel extraño monolito idéntico al de la construcción, la Gran Madre estaba al lado de una de las columnas donde se encontraba la pobre Rubí atada con cadenas; mientras Miranda vertía una de las urnas bañándolo en sangre de las amigas de Catia.
-- Mamiiiiii…-- dijo Rubí al verme entrar, su cara era de miedo e indefensión.
-- Vaya al fin llegaste ya empezaba a aburrirme…-- dijo la Gran Madre pasando una de sus manos por la cara de Rubí.
-- Aquí estoy como ponía en tu nota sola, así que deja a Rubí que se vaya…-- ordene a la Gran Madre.
-- Sabes una cosa…no se por que siento algo raro en ti…el olor es distinto es como si hubieras perdido algo…pero además hay algo mas en el ambiente el nacimiento de una nueva cría…algo que no quiere estar dentro de ti…-- dijo la Gran Madre entre olisqueos en el ambiente.
-- Ya sabes lo que hacer…-- me dijo Miranda mientras se levantaba y señalaba una de las urnas para que vertiera mi sangre.
-- Espérate un poco antes quiero divertirme…quiero ver como ella misma mata a Rubí…-- dijo la Gran Madre regodeándose, y muy segura de si misma.
-- Sabes perfectamente que no lo voy a hacer…-- dije sabiendo que eso nunca lo haría, ella era lo único que tenia en mi vida.
La Gran Madre recito unas palabras extrañas y mi cuerpo empezó a reaccionar por si solo saque las espadas de su estuche y me dirigí hacia Rubí, mi cerebro no reaccionaba de ninguna forma sabia lo que estaba haciendo pero no podía resistirme.
-- Pero que…que me pasa… ¿Que me has hecho?…-- le pregunte yo mientras me acercaba con las espadas en mano.
-- Esta es la corrupción de la que Akemi seguramente te hablo…ese ser dentro de ti te esta pudriendo si se pudiera llamar así e incluso la magia que haya hecho sobre ti no será suficiente…-- dijo Miriam mientras me acercaba mas y mas hacia donde se encontraba Rubí.
-- No, déjame en paz…suéltame…-- gritaba mientras me acercaba.
Al llegar a su altura, alce una de las espadas para cortarle la cabeza, en un instante la hoja bajo y yo cerré los ojos…
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitul oespero que os guste y muchas gracias a todos

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