RECUERDOS ARACNIDOS
─ Lo siento…encantada de conocerla…─ dijo Doña Felicia mientras se presentaba, aunque la verdad me hacia gracia puesto que la mujer no entendía nada de lo que estaba pasando, solo miraba con cara de confusión.
En ese momento note como hubo un temblor pero esta vez era como si empujaran la tierra desde abajo.
Enseguida le perro comenzó a ladrar fuertemente mientras la mujer miraba a Fluffy con cierto enfado y emitiendo unos sonidos extraños.
Al segundo impacto la mujer cerró la puerta de golpe y produjo un sonido extraño que no había escuchado antes haciendo que las niñas subieran rápidamente desde el sótano incluso la del pelo blanco que podía verse cierto miedo en su rostro que no había visto antes.
─ ¿Qué ocurre…?...─ pregunte mientras notaba como los impactos se producían cada vez con mas fuerza notando como ciertos objetos que tenia en las estanterías caían al suelo.
Me acerque a la ventana y pude ver como los soldados estaban con las armas en las manos mientras los impactos se seguían produciendo.
Pero en unos segundos pude ver como los hierros que había en el agujero se retorcían y seguidamente salían volando varios metros, esto hizo que los soldados se prepararan y unos de ellos fueran hacia el camión para pedir ayuda mientras que los obreros salían corriendo.
Después de unos cuantos impactos más pude ver una pata de color blanco muy larga que salía del agujero.
Aquello me puso los pelos de punta y enseguida una araña que no había visto en mi vida salia del agujero era tan grande como un autobús pero salio como si nada del agujero que era más pequeño que esta.
Era enorme y de color blanco la parte de arriba de su abdomen parecía una cara de color blanco con dos líneas rojas que bajaban por lo que se suponía que eran los parpados.
─ Joder!...─ dije mientras veía como los soldados empezaban a descargar sus armas y las niñas junto a la mujer parecían asustadas mientras esta emitía un sonido que parecía calmante para que n ose asustaran, estas se agruparon junto a la madre y esta pareció emitir el mismo campo de fuerza que me rodeo cuando estaba abajo.
Los disparos junto con los gritos de los soldados eran como una sinfonía macabra en un momento escuche como la araña chillaba de una forma extraña y enseguida pude ver a unas cuantas arañas más pequeñas de color blanco saliendo del agujero y empezaron a enredar a los soldados con telarañas y los fueron arrastrando hacia el agujero.
Uno de ellos intento arrastrarse para escapar pero la araña se le acerco, se le quedo mirando por unos segundos después hizo un sonido y alzando una pata se la clavo en la espalda atravesándolo y después lanzándolo a un par de metros cerca de mi casa.
Aquello hizo que el corazón me diera un vuelco mientras veía como las arañas pequeñas se acercaban a mi casa en ese momento pude ver como Fluffy que al parecer se había escapado empezó a ladrarse a una de las arañas pequeñas una y otra vez, en ese momento Doña Felicia abandono su casa.
─ Fluffy...cariño vuelve!...─ exclamo Doña Felicia mientras se acercaba llamando a su perro.
En esto la araña se acerco hacia el perro y este comenzó a gruñirle y a ladrarle, pero la araña elevo su abdomen y lanzo y una telaraña envolviendo al perro y con un movimiento de pata acertó en Doña Felicia haciendo que esta volara por el césped.
─ NOOOO!!!...DOÑA FELICIA!!!...─ grite viendo que su cuerpo n ose movía y que una de las arañas pequeñas se acercaban al perro mientras este se intentaba mover.
Tenía que hacer algo pero no podía salir para enfrentarme a algo que sabia que no le haría daño.
La araña se dio la vuelta y por un momento se acerco a nuestra casa y empezó a olisquearla de forma muy interesada mientras esta emitía una serie de sonidos y claqueteos extraños.
Después de unos momentos se dirigió hacia la ventana del sótano y en cuanto llego y olisqueo por unos segundos esta dio un grito llamando a varias arañas mas.
─ Tenemos que salir de aquí…Rápido!...─ dije pensando que las había descubierto y tenían que largarse pero en eso la pequeñaza rápidamente se acerco a la puerta parecía que tenia ganas de pelea.
─ Piedra…Piedra…─ dijo una y otra vez la pequeña mientras la mujer la miraba con cierta confusión en su rostro pero en un momento se decidió y se acercaron a la puerta.
En cuanto estuvieron cerca pude escuchar como la madera crujía y cedía mostrando la pata de la araña que la había atravesado y de un tirón la arranco del marco.
─ Genial a la porra la puerta…─ dije mientras veía como la pequeña salía rápidamente hacia fuera y empezaba a tirar de la pata de la araña haciendo que esta retrocediera unos metros, esta comenzó a chillar mientras intentaba entrar en la casa.
En eso las demás salieron rápidamente mientras podía escuchar como la mujer le gruñía a la araña.
Aunque la del pelo blanco parecía asustada y ni siquiera se movió del lugar parecía incluso que estuviera temblando y nada mas que hacia mirar hacia abajo.
Me acerque a esta acercando la mano lentamente y esta movió la cabeza rápidamente y empezó a olisqueármela pareciera que estaba aterrorizada y me era extraño.
─ Tranquila…─ repetí una y otra vez con tono tranquilizador mientras le acariciaba el pelo, podía sentir el temblor que tenía en el cuerpo aunque no lo entendía pero enseguida me fije un poco y pude comprobar que podía ser uno de sus familiares que había venido a buscarla o a cazarla.
─ No te preocupes…no dejare que te lleve…─ dije mientras seguía acariciándola por unos segundos después salí de la casa para enfrentarme a esa cosa.
Aunque nada mas salir de la casa me pensé seriamente en que me había envalentonado demasiado pronto. Aun podía ver como la pequeñaja tiraba de la pata de la araña y esta seguía chillando mientras que la pelirroja empezó a moverse a su alrededor propinándole varios golpes pero parecía que no hacían ningún efecto sobre la quitina del insecto.
Mientras las pequeñas empezaban a venir hacia donde estábamos mientras que la mujer estaba delante de mí protegiéndome emitiendo unos sonidos que me parecía que fuesen una advertencia.
En un momento la araña levanto la pata y los esfuerzos de la pequeña eran inútiles podía ver como pataleaba en el aire y de unos movimientos esta fue arrojada rodando por el suelo mientras que la otra seguía moviéndose a su alrededor a una velocidad sorprendente, apenas podía ver un borrón que se movía dándole golpes una y otra vez pero no había forma de que le hiciera daño.
La araña grande se quedo quieta por unos momentos y después lanzo una telaraña al suelo haciendo que la pelirroja se detuviera en el sitio, pude ver el miedo en sus ojos mientras que esta intentaba moverse pero la telaraña era demasiado fuerte.
La araña levanto uno de sus patas amenazando la vida de la pelirroja y enseguida la madre se puso a su lado y al bajar esta se quedo a escasos centímetros de ella mientras que podía ver como un reflejo blanco alrededor de ellas.
La araña continuo dando golpes con sus patas para intentar atravesar la barrera que había formado a su alrededor.
─ Eso no aguantara mucho…─ dije mientras sacaba valor de donde ya no tenia puesto que estaba aterrorizada con las arañas.
Sin embargo en cuanto me dirigí hacia ella para intentar ayudarla las pequeñas se pusieron a mí alrededor emitiendo un sonido diferente y amenazador.
─ Salid de mi camino!...─ exclame mientras me acercaba a una de ellas y le propinaba una patada haciendo que esta cayera unos metros mas adelante.
Al ver eso la araña emitió un sonido haciendo que las pequeñas empezaran a lanzarme telarañas en los pies para que no me moviese después de eso otra se me lanzo al rostro por suerte pude cogerla.
Aquello me puso la piel de gallina ver al insecto como pataleaba y se movía en mis manos retorciéndose intentando liberarse y emitiendo sonidos extraños.
─ Joder!...─ dije con un tono de asco y miedo mientras la intentaba retener en mis manos en eso la lance todo lo lejos que pude.
─ Que asco!...─ exclame con fuerza dándome un repelus que me recorrió el cuerpo.
En seguida pude escuchar las sirenas de los policías y seguidamente los camiones del ejercito que aparcaron cerca del lugar.
─ Menos mal…─ dije sin pensar puesto que si descubrían a las niñas y a su madre terminarían capturándolas.
Enseguida se escucharon disparos intentando abatir a las pequeñas mientras que podían ver varios botes de humo que caían a mi lado.
Intente deshacer la telaraña que me atrapaba los pies pero era imposible mientras podía ver de reojo como la madre no aguantaría varios golpes más.
Viendo que era imposible se acerco a la pelirroja y empezó a envolverla en una telaraña no tardo mucho en hacerlo seguidamente se dirigió hacia la pequeñaja.
─ PIEDRA!…PIEDRA!…─ exclamo con fuerza mientras le plantaba cara a la araña, que esta hizo un sonido como si aceptara el duelo.
Pude escuchar a las pequeñas arañas y a los hombres chillar mientras que escuchaba mezclados los sonidos.
En un momento pude ver a varias de estas caer a mi lado, llenas de sangre y destrozadas junto con algún miembro de los hombres.
Pensé que podríamos salir de esta escuche como de nuevo la araña empezó a chillar y del agujero empezaron a salir mas arañas pequeñas.
Seguidamente la pequeñaja se lanzo a por la araña metiéndose entre sus patas y propinándole varios golpes que le hicieron tambalearse.
Esperaba que pudiera tirarla al suelo y que lograra matarla pero el humo empezó a espesarse y mi visión no lograba ver claramente lo que estaba pasando solo escuchaba sonidos y chillidos.
Puse ver que algo se acercaba a través del humo y enseguida pude ver que era la pelirroja y su madre que empezaron a romper la telaraña.
Cuando por fin tuve los pies libres me gire viendo que la policía y los soldados estaban siendo sobrepasados por las arañas pequeñas que estaban destrozándolos.
─ Mierda, tenemos que matarla…─ dije mientras me deshacía de la telaraña y viendo que las arañas pequeñas tomaban los cuerpos y se los llevaban hacia el agujero.
Me acerque a uno de los cuerpos que estaba destrozado buscando algo y pude ver unas armas pero no tenía ni idea de manejarlas puesto que no se me había ocurrido nunca aprender a usarlas.
Pero pude ver un escudo y una porra que enseguida tome para enfrentarme a esa cosa, al menos estaría armada.
En cuanto lo tome me dirigí hacia ella a través del humo pero antes me pase pro la casa y al mirar hacia la entrada no había nadie, pensé que se había ido hacia el sótano.
Podía escuchar a la pequeñaja gritar su típica palabra mientras escuchaba unos golpes tremendos.
Pero antes siquiera que pudiera dar unos pasos hacia donde suponía que estuviera pude ver a la pequeñaja salir disparada por e aire, me moví todo lo rápido que pude para tomarla antes de que cayera al suelo.
La tome a tiempo antes que se golpeara contra el suelo, pude ver a la madre respirar de forma aliviada.
─ Piedra!...Piedra!...─ exclamo la pequeña haciéndome saber que se encontraba bien, enseguida se levanto preparada para la lucha nuevamente.
La madre se puso delante de ella mientras empezaba a regurgitar esa especie de gelatina de color verde para darle algo de energía.
Pero antes siquiera de que pudiera terminar de hacerlo pude ver como una pata salía del humo y atravesaba el hombro de la mujer
Y se la llevaba a través del humo enseguida la pequeñaja se enfureció y entro en la nube de humo rápidamente junto con la pelirroja.
─ NOOO!!!...─ grite con fuerza viendo como se la llevaba pero en unos momentos pude ver como era lanzada a través del humo cayendo al suelo que en cuanto lo hizo las pequeñas se acercaron para rodearla de telaraña.
─ No pienso dejar que os la llevéis…─ dije mientras me ponía delante de la mujer protegiéndola, las arañas pequeñas no dejaban de intentar atacarme por suerte de momento el escudo resistía y podía mantenerlas a raya con la porra pero sabia que eso no duraría mucho tiempo.
Solo esperaba que la madre no estuviera muerta, intente por todas partes mantener alejadas a las pequeñas pero no podría estar así por mucho tiempo.
─ Fuera, largo bichos…no os acerquéis a ella…─ dije mientras golpeaba el escudo y daba golpes al suelo con la porra una y otra vez haciendo que retrocedieran.
Poco a poco el humo empezó a disiparse y podía ver que la pelea no iba muy bien puesto que por mucho que tirara la pequeña de la pata de la araña gigante esta podía levantarla y su esfuerzo no servia de nada y los golpes que le daba la pelirroja no eran lo suficientemente fuertes para poder atravesar la quitina.
Aquello se nos estaba yendo de las manos y no aguantaríamos mucho tiempo, pude ver que la araña gigante dio unos golpetazos con su pata a uno de los árboles y la pequeñaja soltó la pata por el choque cayendo al suelo.
La enana se levanto a duras penas dando tumbos de un lado a otro y no era para menos por el golpe que había sufrido.
Seguidamente se quedo un momento quieta viendo ala pelirroja pero en un momento movió la pata dándole un golpe a la otra y haciendo que esta cayera un par de metros por el suelo.
Enseguida la araña grande chillo con fuerza y las arañas empezaron a acercarse esta vez parecía que por muchos golpes que diera contra el escudo o en el suelo estas no retrocedían.
─ Mierda!...No os acerquéis mas!...─ grite con cierta desesperación viendo como esta vez no le tenían miedo.
Entre tanto la araña grande se acercaba lentamente sin prisa, mientras emitía un sonido extraño de siseo.
En un momento la araña me lanzo un par de telarañas a los pies haciéndome que no pudiera moverlos, mientras las pequeñas me rodeaban y se acercaban a la mujer que estaba inconsciente y enredada en la telaraña.
─ No la toquéis!...fuera!...─ exclame de nuevo viendo como la pequeñaja estaba mareada completamente y la otra intentaba levantarse como podía con sus últimas fuerzas.
Pero en cuanto las arañas pequeñas tomaron a la mujer escuche un siseo pero esta vez que provenía de dentro de la casa.
─ ¿Pero que…?...─ pregunte viendo como la del pelo blanco había reunido el valor suficiente para plantarle cara a la araña gigante.
Camino hacia fuera con paso decidido hasta que se puso delante mía, esta empezó a gruñir con fuerza y a hacer sonidos extraños mientras le plantaba cara enseguida la araña gigante comenzó a emitir otra clase de sonidos pareciera que estuvieran discutiendo de alguna forma.
Intente desembarazarme de la telaraña que tenía en los pies pero era demasiado resistente.
Podía ver que la disputa continuaba y la del pelo blanco no dejaba de tener miedo por la araña gigante.
De reojo pude observar que la pequeñaja empezaba a recomponerse junto con la pelirroja que ya se puso en pie.
Pareciera que estaba ganando tiempo para que las demás pudieran recuperarse y prosiguieran la pelea.
Después de unos minutos de sonidos extraños y demás, la del pelo blanco se acerco a una de las arañas pequeñas tranquilamente parecía que había perdido el miedo por completo y levantándola en el aire la partió por la mitad tirando los pedazos delante de la araña gigante que enseguida emitió un chillido.
─ Genial, no creo que este muy contenta…─ dije mientras intentaba liberarme pero no había forma de hacerlo.
La del pelo blanco se puso a mi espalda pero solo escuchaba sonidos extraños y como pareciera que se quebraba algo mientras podía ver trozos de araña que llegaban hacia donde estaba.
La araña gigante se movió un poco acercándose hacia donde estaba la del pelo blanco pero enseguida pude ver que se tambaleo cayendo al suelo.
Pude ver que la pequeñaja ya estaba de pie y había arremetido con todas sus fuerzas contra la araña gigante que cayo boca arriba esta luchaba por ponerse de nuevo de pie.
Enseguida pude ver como la del pelo blanco salía corriendo de nuevo hacia la casa con su madre en brazos mientras que la pequeñaja rompía las telarañas que me apresaban.
─ Bien, ¿ahora que hacemos…?...─ pregunte mientras me preparaba para empezar de nuevo la pelea contra el arácnido gigante.
La pelirroja se lanzo de nuevo para golpearle por todas partes mientras la pequeñaja se lanzo de nuevo pero esta vez para levantarla podía ver su rostro de esfuerzo mientras la levantaba.
─ PIE…DRAAAA!!!...─ grito con fuerza la pequeñaja mientras la levantaba y después de eso la lanzo varios metros hacia delante haciendo que rodara por el suelo.
Podía ver la cara de enfado y a la vez de satisfacción por lo había echo mientras la araña emitía ruidos extraños e intentaba ponerse de pie después de varios intentos se dios la vuelta poniéndose de pie.
Alzo su cabeza y empezó a soltar un sonido extraño como si pidiera ayuda y del agujero empecé a escuchar sonidos de que algo se acercaba.
Enseguida empecé a ver unos insectos alargados de color rojo que eran ciempiés gigantes junto con varias arañas.
─ Estupendo, ha llamado refuerzos…─ dije mientras veía como aquellos insectos se movían serpenteando rápidamente hacia donde estaba.
Puse el escudo pro delante para intentar detenerlos pero uno de ellos lanzo una especie de baba verde que enseguida empezó a descomponer el escudo haciendo que lo soltara rápidamente.
─ Mierda!...¿Pero que narices…?...─ exclame con sorpresa a la vez que me deshacía del escudo que seguía consumiéndose por el acido.
Me prepare para enfrentarme pero pude ver un borrón que se lanzo sobre estos golpeándoles con fuerza mientras estos caían al suelo.
Suspire aliviada al menos la pelirroja se había encargado pero estos empezaron de nuevo a levantarse.
─ Esto…se están levantando de nuevo…─ dije con cierto miedo en la voz mientras veía como lentamente se levantaban y venían hacia donde estaba, no sabia que hacer puesto que solo un poco de ese liquido verde terminaría con quemaduras o algo peor, disuelta.
Con miedo empecé a golpear el suelo haciendo ademanes de atacarles, pero cuando hice eso el ciempiés rojo se elevo sobre si mismo y comenzó a sisear moviendo las mandíbulas como si fuera a lanzarme ese acido.
─ Mierda!...─ exclame mientras veía como se alzaba sobre sus patas un par de metros, aquella cosa era mas grande que yo y mas gruesa.
En ese momento observe como el ciempiés cayo al suelo cubierto por una telaraña que lo envolvió prácticamente.
Mire hacia atrás y pude ver que era la del pelo blanco que se había unido a la batalla, solo pude agradecérselo mentalmente.
Con varias telarañas los insectos que había llamado terminaron envueltos en telarañas e inmóviles en el suelo.
Me gire para ver como le iba a la pequeñaja que volvió a aferrarse a la pata tirando de ella pero en cuanto la araña grande elevo la pata esta se quedaba sin base para seguir tirando.
Solamente señale a la araña grande, la del pelo blanco se me quedo mirando extrañada girando la cabeza y en cuanto observo a la araña grande esta le lanzo una telaraña que salía de su boca.
Al impactar hizo que esta cayera al suelo como si varias cadenas hubieran atrapado su cuerpo, mientras ese momento fue aprovechado para que la pequeñaja pudiera tirar de la pata con todas sus fuerzas mientras escuchaba como la araña gigante chillaba con fuerza.
Después de varios segundos pude ver como la enana arranco la pata de la araña haciendo que esta expulsara un líquido verde a chorros desde la herida.
─ Genial, otro trofeo…─ dije mientras la pequeñaja movía la pata con mucho animo, haciéndole saber quien era la mas fuerte.
Los insectos que había llamado de refuerzo empezaban a retirarse por el agujero mientras que el grande intentaba ponerse de pie con todas sus fuerzas intentando romper la telaraña que había lanzado la del pelo blanco.
En cuanto lo hizo empezó a caminar hacia el agujero mientras chillaba y se movía de manera algo torpe y lenta, pero antes de que pudiera hacerlo la pequeñaja volvió a lanzarse de nuevo atrapando otra pata mientras tiraba con fuerza.
Al parecer no se conformaba con solo haberle arrancado una mientras hacia eso me dirigí hacia donde estaba Doña Felicia para ver como se encontraba.
Por suerte solo andaba inconsciente y no tenia heridas graves al menos eso es lo que veía.
Le golpee suavemente el rostro para que despertara pero de momento no parecía surtir efecto enseguida empecé a escuchar de nuevo coches que se acercaban en donde estábamos.
Al girarme pude escuchar que todavía la pequeñaja estaba tirando con fuerza de la pata de la araña que intentaba huir adentrándose en el agujero.
Me acerque a esta para que la soltara pero en cuanto di un par de pasos pude ver que la pequeña caía al suelo con la pata en la mano mientras la araña se metía en el agujero con un gran chillido.
La pequeñaja se veía feliz mientras movía la pata hacia todos lados junto con la otra, aquello hacia que me diera repelus.
─ Si, venga eres muy fuerte…vamos adentro…─ dije mientras la empujaba hacia la casa y llegaban coches de policía y ambulancias, junto con un par de camiones militares junto con un automóvil con un arma montada encima.
Entramos por lo que se suponía que estaba la puerta nada mas hacerlo tome la puerta como puse y la coloque donde se suponía que estaba.
─ Venga daos prisa bajad al sótano…ahora voy…─ dije mientras apresuraba a las chicas para que entraran por le agujero por unos segundos se me quedo mirando la del pelo blanco mostrándome una sonrisa ligera era como si me estuviera dando las gracias.
En cuanto entraron en el sótano fui hacia arriba para tomar el botiquín y poder curar a la mujer.
Mientras subía mire por la ventana viendo como los coches venían hacia donde estábamos junto con los de los periodistas.
Entre en el cuarto baño y mire en el tocador buscando agua oxigenada y varias cosas mas esperando que sirviera de algo aunque no estaba muy convencida de cómo el afectarían siendo parte insectos.
Una vez que hube tomado las cosas necesarias baje rápidamente hacia el sótano una vez que abrí la puerta y baje un par de peldaños escuche como llamaban a la puerta.
Deje las cosas en los escalones esperando que no las acogieran y empezaran a usarlo sin saber lo que eran.
Me acerque a la puerta desvencijada y moviéndola como pude al apartarla pude ver que era un policía, junto con un enfermero que llevaba un botiquín en la mano.
─ Perdone Señora…¿se encuentra bien…?...estamos preguntando a todos los vecinos después de lo que ha pasado…─ pregunto el policía con cierto nerviosismo, tristeza y miedo por lo que había encontrado en el lugar.
─ Si, pero mi vecina me parece que…le han golpeado…por suerte, en mi casa solo intentaron entrar…─ respondí con cierto nerviosismo para que fuera mas creíble aunque la verdad me temblaban las manos.
─ Gracias…su vecina esta siendo atendida ahora mismo…¿a propósito sabe quien es Fluffy…?...─ pregunto con cierta confusión el enfermero puesto que no sabia quien era.
─ Es su perro…seguramente esos bichos se lo habrán llevado…─ dije pensando que el pobre animal había terminado bajo tierra.
─ Gracias por todo señora…─ dijo el policía e inmediatamente se dirigieron a la siguiente casa por suerte ningún vecino había salido a fuera y uno de los policías había soltado una granada de humo.
Después de eso volví a colocar la puerta en su lugar y fui hacia el sótano por suerte lo que había dejado en los peldaños seguía estando ahí.
En cuanto di unos pasos pude ver que la pelirroja salio entre las sombras para olisquearme en cuanto lo hubo echo se retiro.
Seguí bajando mientras que la oscuridad lo inundaba todo poco a poco mis ojos fueron acostumbrándose viendo las telarañas que estaban por todas partes y los muebles parecían formar una especie de guarida.
Pude ver que la madre estaba en el suelo cubierta de telaraña pensé que lo mismo se lo habría puesto para que no se moviera pero por suerte estaba consciente, ahora el problema seria que me dejaran ayudarla.
Aunque su rostro intentaba esbozar una sonrisa le costaba bastante, me acerque a esta y me senté a su lado dejando varias cosas en el suelo que enseguida la pelirroja se acerco para olerlas.
Mientras que la pequeñaja había dejado las dos patas de la araña a su lado, aunque tenía varios moratones en su rostro por la pelea no parecían muy graves.
Saque las tijeras y empecé a cortar la telaraña, las chicas se me quedaron mirando extrañada, al terminar de hacerlo pude ver la herida, por suerte solo le había dado en el hombro pero tenia un buen agujero.
Corte un poco la ropa dejando ver la herida a la vista y empecé a pasarle un esparadrapo por los alrededores para limpiarla y ver como era de grande la herida, aunque no parecía mucho.
Puse algo de agua oxigenada en un algodón y antes de ponérselo sobre la herida solo empecé a rezar para que no se me lanzaran encima para devorarme por intentar ayudarla.
Rápidamente se lo puse encima y cerré los ojos esperando que no me pasara nada, pasados unos segundos abrí un ojo lentamente y mire hacia todas partes viendo que permanecían atentas mientras que el rostro de la madre era de dolor pero permanecía callada.
Pasados unos segundos pude ver que esta se relajaba tranquilamente, después de eso le puse algo de alcohol sobre la misma y después la vende como pude.
En cuanto hube terminado la del pelo blanco soltó mas telaraña sobre ella mientras que la pequeñaja empezaba a vomitar esa extraña gelatina verde colocándosela a su lado.
─ Y vosotras vais para la ducha yo mismo que yo…─ dije mientras empujaba a la pequeña para que subiera conmigo, esta se quedaba extrañada mientras miraba hacia atrás.
Subimos las escaleras y entramos en el cuarto de baño empecé a desnudarla pensando que tenia que lavarle también la ropa puesto que estaba llena del liquido verde de la araña.
Hice lo mismo y le di al grifo y enseguida me metí en la ducha con ella, en cuanto empezó a caerle el agua esta empezó a sacudirse pero parecía disfrutarlo y que se había acostumbrado a eso.
Empecé a limpiarle el pelo y a pasarle la esponja por el cuerpo para limpiarla bien de ese líquido que parecía que se le había pegado al cuerpo.
En cuanto salimos me apresure a tomar la toalla pero antes de que lo hiciera esta empezó a sacudirse el agua como si fuera un perro terminando empapada nuevamente.
─ La madre que te trajo…No podías estarte quieta…─ dije mientras iba a colocarle la toalla pero antes que lo hiciera esta entro de nuevo en la ducha y tomo el teléfono de la ducha y empezó a echar agua por todas partes.
─ Para detente…serás desgraciada…─ dije mientras esta se movía por todos lados echando agua por todas partes.
Cuando por fin pude detenerla solamente pude ver una sonrisa en su rostro al menos de momento era feliz y movía el teléfono de la ducha de un lado a otro como si fuera otro trofeo…..
FIN DEL CAPITULO 3
─ Lo siento…encantada de conocerla…─ dijo Doña Felicia mientras se presentaba, aunque la verdad me hacia gracia puesto que la mujer no entendía nada de lo que estaba pasando, solo miraba con cara de confusión.
En ese momento note como hubo un temblor pero esta vez era como si empujaran la tierra desde abajo.
Enseguida le perro comenzó a ladrar fuertemente mientras la mujer miraba a Fluffy con cierto enfado y emitiendo unos sonidos extraños.
Al segundo impacto la mujer cerró la puerta de golpe y produjo un sonido extraño que no había escuchado antes haciendo que las niñas subieran rápidamente desde el sótano incluso la del pelo blanco que podía verse cierto miedo en su rostro que no había visto antes.
─ ¿Qué ocurre…?...─ pregunte mientras notaba como los impactos se producían cada vez con mas fuerza notando como ciertos objetos que tenia en las estanterías caían al suelo.
Me acerque a la ventana y pude ver como los soldados estaban con las armas en las manos mientras los impactos se seguían produciendo.
Pero en unos segundos pude ver como los hierros que había en el agujero se retorcían y seguidamente salían volando varios metros, esto hizo que los soldados se prepararan y unos de ellos fueran hacia el camión para pedir ayuda mientras que los obreros salían corriendo.
Después de unos cuantos impactos más pude ver una pata de color blanco muy larga que salía del agujero.
Aquello me puso los pelos de punta y enseguida una araña que no había visto en mi vida salia del agujero era tan grande como un autobús pero salio como si nada del agujero que era más pequeño que esta.
Era enorme y de color blanco la parte de arriba de su abdomen parecía una cara de color blanco con dos líneas rojas que bajaban por lo que se suponía que eran los parpados.
─ Joder!...─ dije mientras veía como los soldados empezaban a descargar sus armas y las niñas junto a la mujer parecían asustadas mientras esta emitía un sonido que parecía calmante para que n ose asustaran, estas se agruparon junto a la madre y esta pareció emitir el mismo campo de fuerza que me rodeo cuando estaba abajo.
Los disparos junto con los gritos de los soldados eran como una sinfonía macabra en un momento escuche como la araña chillaba de una forma extraña y enseguida pude ver a unas cuantas arañas más pequeñas de color blanco saliendo del agujero y empezaron a enredar a los soldados con telarañas y los fueron arrastrando hacia el agujero.
Uno de ellos intento arrastrarse para escapar pero la araña se le acerco, se le quedo mirando por unos segundos después hizo un sonido y alzando una pata se la clavo en la espalda atravesándolo y después lanzándolo a un par de metros cerca de mi casa.
Aquello hizo que el corazón me diera un vuelco mientras veía como las arañas pequeñas se acercaban a mi casa en ese momento pude ver como Fluffy que al parecer se había escapado empezó a ladrarse a una de las arañas pequeñas una y otra vez, en ese momento Doña Felicia abandono su casa.
─ Fluffy...cariño vuelve!...─ exclamo Doña Felicia mientras se acercaba llamando a su perro.
En esto la araña se acerco hacia el perro y este comenzó a gruñirle y a ladrarle, pero la araña elevo su abdomen y lanzo y una telaraña envolviendo al perro y con un movimiento de pata acertó en Doña Felicia haciendo que esta volara por el césped.
─ NOOOO!!!...DOÑA FELICIA!!!...─ grite viendo que su cuerpo n ose movía y que una de las arañas pequeñas se acercaban al perro mientras este se intentaba mover.
Tenía que hacer algo pero no podía salir para enfrentarme a algo que sabia que no le haría daño.
La araña se dio la vuelta y por un momento se acerco a nuestra casa y empezó a olisquearla de forma muy interesada mientras esta emitía una serie de sonidos y claqueteos extraños.
Después de unos momentos se dirigió hacia la ventana del sótano y en cuanto llego y olisqueo por unos segundos esta dio un grito llamando a varias arañas mas.
─ Tenemos que salir de aquí…Rápido!...─ dije pensando que las había descubierto y tenían que largarse pero en eso la pequeñaza rápidamente se acerco a la puerta parecía que tenia ganas de pelea.
─ Piedra…Piedra…─ dijo una y otra vez la pequeña mientras la mujer la miraba con cierta confusión en su rostro pero en un momento se decidió y se acercaron a la puerta.
En cuanto estuvieron cerca pude escuchar como la madera crujía y cedía mostrando la pata de la araña que la había atravesado y de un tirón la arranco del marco.
─ Genial a la porra la puerta…─ dije mientras veía como la pequeña salía rápidamente hacia fuera y empezaba a tirar de la pata de la araña haciendo que esta retrocediera unos metros, esta comenzó a chillar mientras intentaba entrar en la casa.
En eso las demás salieron rápidamente mientras podía escuchar como la mujer le gruñía a la araña.
Aunque la del pelo blanco parecía asustada y ni siquiera se movió del lugar parecía incluso que estuviera temblando y nada mas que hacia mirar hacia abajo.
Me acerque a esta acercando la mano lentamente y esta movió la cabeza rápidamente y empezó a olisqueármela pareciera que estaba aterrorizada y me era extraño.
─ Tranquila…─ repetí una y otra vez con tono tranquilizador mientras le acariciaba el pelo, podía sentir el temblor que tenía en el cuerpo aunque no lo entendía pero enseguida me fije un poco y pude comprobar que podía ser uno de sus familiares que había venido a buscarla o a cazarla.
─ No te preocupes…no dejare que te lleve…─ dije mientras seguía acariciándola por unos segundos después salí de la casa para enfrentarme a esa cosa.
Aunque nada mas salir de la casa me pensé seriamente en que me había envalentonado demasiado pronto. Aun podía ver como la pequeñaja tiraba de la pata de la araña y esta seguía chillando mientras que la pelirroja empezó a moverse a su alrededor propinándole varios golpes pero parecía que no hacían ningún efecto sobre la quitina del insecto.
Mientras las pequeñas empezaban a venir hacia donde estábamos mientras que la mujer estaba delante de mí protegiéndome emitiendo unos sonidos que me parecía que fuesen una advertencia.
En un momento la araña levanto la pata y los esfuerzos de la pequeña eran inútiles podía ver como pataleaba en el aire y de unos movimientos esta fue arrojada rodando por el suelo mientras que la otra seguía moviéndose a su alrededor a una velocidad sorprendente, apenas podía ver un borrón que se movía dándole golpes una y otra vez pero no había forma de que le hiciera daño.
La araña grande se quedo quieta por unos momentos y después lanzo una telaraña al suelo haciendo que la pelirroja se detuviera en el sitio, pude ver el miedo en sus ojos mientras que esta intentaba moverse pero la telaraña era demasiado fuerte.
La araña levanto uno de sus patas amenazando la vida de la pelirroja y enseguida la madre se puso a su lado y al bajar esta se quedo a escasos centímetros de ella mientras que podía ver como un reflejo blanco alrededor de ellas.
La araña continuo dando golpes con sus patas para intentar atravesar la barrera que había formado a su alrededor.
─ Eso no aguantara mucho…─ dije mientras sacaba valor de donde ya no tenia puesto que estaba aterrorizada con las arañas.
Sin embargo en cuanto me dirigí hacia ella para intentar ayudarla las pequeñas se pusieron a mí alrededor emitiendo un sonido diferente y amenazador.
─ Salid de mi camino!...─ exclame mientras me acercaba a una de ellas y le propinaba una patada haciendo que esta cayera unos metros mas adelante.
Al ver eso la araña emitió un sonido haciendo que las pequeñas empezaran a lanzarme telarañas en los pies para que no me moviese después de eso otra se me lanzo al rostro por suerte pude cogerla.
Aquello me puso la piel de gallina ver al insecto como pataleaba y se movía en mis manos retorciéndose intentando liberarse y emitiendo sonidos extraños.
─ Joder!...─ dije con un tono de asco y miedo mientras la intentaba retener en mis manos en eso la lance todo lo lejos que pude.
─ Que asco!...─ exclame con fuerza dándome un repelus que me recorrió el cuerpo.
En seguida pude escuchar las sirenas de los policías y seguidamente los camiones del ejercito que aparcaron cerca del lugar.
─ Menos mal…─ dije sin pensar puesto que si descubrían a las niñas y a su madre terminarían capturándolas.
Enseguida se escucharon disparos intentando abatir a las pequeñas mientras que podían ver varios botes de humo que caían a mi lado.
Intente deshacer la telaraña que me atrapaba los pies pero era imposible mientras podía ver de reojo como la madre no aguantaría varios golpes más.
Viendo que era imposible se acerco a la pelirroja y empezó a envolverla en una telaraña no tardo mucho en hacerlo seguidamente se dirigió hacia la pequeñaja.
─ PIEDRA!…PIEDRA!…─ exclamo con fuerza mientras le plantaba cara a la araña, que esta hizo un sonido como si aceptara el duelo.
Pude escuchar a las pequeñas arañas y a los hombres chillar mientras que escuchaba mezclados los sonidos.
En un momento pude ver a varias de estas caer a mi lado, llenas de sangre y destrozadas junto con algún miembro de los hombres.
Pensé que podríamos salir de esta escuche como de nuevo la araña empezó a chillar y del agujero empezaron a salir mas arañas pequeñas.
Seguidamente la pequeñaja se lanzo a por la araña metiéndose entre sus patas y propinándole varios golpes que le hicieron tambalearse.
Esperaba que pudiera tirarla al suelo y que lograra matarla pero el humo empezó a espesarse y mi visión no lograba ver claramente lo que estaba pasando solo escuchaba sonidos y chillidos.
Puse ver que algo se acercaba a través del humo y enseguida pude ver que era la pelirroja y su madre que empezaron a romper la telaraña.
Cuando por fin tuve los pies libres me gire viendo que la policía y los soldados estaban siendo sobrepasados por las arañas pequeñas que estaban destrozándolos.
─ Mierda, tenemos que matarla…─ dije mientras me deshacía de la telaraña y viendo que las arañas pequeñas tomaban los cuerpos y se los llevaban hacia el agujero.
Me acerque a uno de los cuerpos que estaba destrozado buscando algo y pude ver unas armas pero no tenía ni idea de manejarlas puesto que no se me había ocurrido nunca aprender a usarlas.
Pero pude ver un escudo y una porra que enseguida tome para enfrentarme a esa cosa, al menos estaría armada.
En cuanto lo tome me dirigí hacia ella a través del humo pero antes me pase pro la casa y al mirar hacia la entrada no había nadie, pensé que se había ido hacia el sótano.
Podía escuchar a la pequeñaja gritar su típica palabra mientras escuchaba unos golpes tremendos.
Pero antes siquiera que pudiera dar unos pasos hacia donde suponía que estuviera pude ver a la pequeñaja salir disparada por e aire, me moví todo lo rápido que pude para tomarla antes de que cayera al suelo.
La tome a tiempo antes que se golpeara contra el suelo, pude ver a la madre respirar de forma aliviada.
─ Piedra!...Piedra!...─ exclamo la pequeña haciéndome saber que se encontraba bien, enseguida se levanto preparada para la lucha nuevamente.
La madre se puso delante de ella mientras empezaba a regurgitar esa especie de gelatina de color verde para darle algo de energía.
Pero antes siquiera de que pudiera terminar de hacerlo pude ver como una pata salía del humo y atravesaba el hombro de la mujer
Y se la llevaba a través del humo enseguida la pequeñaja se enfureció y entro en la nube de humo rápidamente junto con la pelirroja.
─ NOOO!!!...─ grite con fuerza viendo como se la llevaba pero en unos momentos pude ver como era lanzada a través del humo cayendo al suelo que en cuanto lo hizo las pequeñas se acercaron para rodearla de telaraña.
─ No pienso dejar que os la llevéis…─ dije mientras me ponía delante de la mujer protegiéndola, las arañas pequeñas no dejaban de intentar atacarme por suerte de momento el escudo resistía y podía mantenerlas a raya con la porra pero sabia que eso no duraría mucho tiempo.
Solo esperaba que la madre no estuviera muerta, intente por todas partes mantener alejadas a las pequeñas pero no podría estar así por mucho tiempo.
─ Fuera, largo bichos…no os acerquéis a ella…─ dije mientras golpeaba el escudo y daba golpes al suelo con la porra una y otra vez haciendo que retrocedieran.
Poco a poco el humo empezó a disiparse y podía ver que la pelea no iba muy bien puesto que por mucho que tirara la pequeña de la pata de la araña gigante esta podía levantarla y su esfuerzo no servia de nada y los golpes que le daba la pelirroja no eran lo suficientemente fuertes para poder atravesar la quitina.
Aquello se nos estaba yendo de las manos y no aguantaríamos mucho tiempo, pude ver que la araña gigante dio unos golpetazos con su pata a uno de los árboles y la pequeñaja soltó la pata por el choque cayendo al suelo.
La enana se levanto a duras penas dando tumbos de un lado a otro y no era para menos por el golpe que había sufrido.
Seguidamente se quedo un momento quieta viendo ala pelirroja pero en un momento movió la pata dándole un golpe a la otra y haciendo que esta cayera un par de metros por el suelo.
Enseguida la araña grande chillo con fuerza y las arañas empezaron a acercarse esta vez parecía que por muchos golpes que diera contra el escudo o en el suelo estas no retrocedían.
─ Mierda!...No os acerquéis mas!...─ grite con cierta desesperación viendo como esta vez no le tenían miedo.
Entre tanto la araña grande se acercaba lentamente sin prisa, mientras emitía un sonido extraño de siseo.
En un momento la araña me lanzo un par de telarañas a los pies haciéndome que no pudiera moverlos, mientras las pequeñas me rodeaban y se acercaban a la mujer que estaba inconsciente y enredada en la telaraña.
─ No la toquéis!...fuera!...─ exclame de nuevo viendo como la pequeñaja estaba mareada completamente y la otra intentaba levantarse como podía con sus últimas fuerzas.
Pero en cuanto las arañas pequeñas tomaron a la mujer escuche un siseo pero esta vez que provenía de dentro de la casa.
─ ¿Pero que…?...─ pregunte viendo como la del pelo blanco había reunido el valor suficiente para plantarle cara a la araña gigante.
Camino hacia fuera con paso decidido hasta que se puso delante mía, esta empezó a gruñir con fuerza y a hacer sonidos extraños mientras le plantaba cara enseguida la araña gigante comenzó a emitir otra clase de sonidos pareciera que estuvieran discutiendo de alguna forma.
Intente desembarazarme de la telaraña que tenía en los pies pero era demasiado resistente.
Podía ver que la disputa continuaba y la del pelo blanco no dejaba de tener miedo por la araña gigante.
De reojo pude observar que la pequeñaja empezaba a recomponerse junto con la pelirroja que ya se puso en pie.
Pareciera que estaba ganando tiempo para que las demás pudieran recuperarse y prosiguieran la pelea.
Después de unos minutos de sonidos extraños y demás, la del pelo blanco se acerco a una de las arañas pequeñas tranquilamente parecía que había perdido el miedo por completo y levantándola en el aire la partió por la mitad tirando los pedazos delante de la araña gigante que enseguida emitió un chillido.
─ Genial, no creo que este muy contenta…─ dije mientras intentaba liberarme pero no había forma de hacerlo.
La del pelo blanco se puso a mi espalda pero solo escuchaba sonidos extraños y como pareciera que se quebraba algo mientras podía ver trozos de araña que llegaban hacia donde estaba.
La araña gigante se movió un poco acercándose hacia donde estaba la del pelo blanco pero enseguida pude ver que se tambaleo cayendo al suelo.
Pude ver que la pequeñaja ya estaba de pie y había arremetido con todas sus fuerzas contra la araña gigante que cayo boca arriba esta luchaba por ponerse de nuevo de pie.
Enseguida pude ver como la del pelo blanco salía corriendo de nuevo hacia la casa con su madre en brazos mientras que la pequeñaja rompía las telarañas que me apresaban.
─ Bien, ¿ahora que hacemos…?...─ pregunte mientras me preparaba para empezar de nuevo la pelea contra el arácnido gigante.
La pelirroja se lanzo de nuevo para golpearle por todas partes mientras la pequeñaja se lanzo de nuevo pero esta vez para levantarla podía ver su rostro de esfuerzo mientras la levantaba.
─ PIE…DRAAAA!!!...─ grito con fuerza la pequeñaja mientras la levantaba y después de eso la lanzo varios metros hacia delante haciendo que rodara por el suelo.
Podía ver la cara de enfado y a la vez de satisfacción por lo había echo mientras la araña emitía ruidos extraños e intentaba ponerse de pie después de varios intentos se dios la vuelta poniéndose de pie.
Alzo su cabeza y empezó a soltar un sonido extraño como si pidiera ayuda y del agujero empecé a escuchar sonidos de que algo se acercaba.
Enseguida empecé a ver unos insectos alargados de color rojo que eran ciempiés gigantes junto con varias arañas.
─ Estupendo, ha llamado refuerzos…─ dije mientras veía como aquellos insectos se movían serpenteando rápidamente hacia donde estaba.
Puse el escudo pro delante para intentar detenerlos pero uno de ellos lanzo una especie de baba verde que enseguida empezó a descomponer el escudo haciendo que lo soltara rápidamente.
─ Mierda!...¿Pero que narices…?...─ exclame con sorpresa a la vez que me deshacía del escudo que seguía consumiéndose por el acido.
Me prepare para enfrentarme pero pude ver un borrón que se lanzo sobre estos golpeándoles con fuerza mientras estos caían al suelo.
Suspire aliviada al menos la pelirroja se había encargado pero estos empezaron de nuevo a levantarse.
─ Esto…se están levantando de nuevo…─ dije con cierto miedo en la voz mientras veía como lentamente se levantaban y venían hacia donde estaba, no sabia que hacer puesto que solo un poco de ese liquido verde terminaría con quemaduras o algo peor, disuelta.
Con miedo empecé a golpear el suelo haciendo ademanes de atacarles, pero cuando hice eso el ciempiés rojo se elevo sobre si mismo y comenzó a sisear moviendo las mandíbulas como si fuera a lanzarme ese acido.
─ Mierda!...─ exclame mientras veía como se alzaba sobre sus patas un par de metros, aquella cosa era mas grande que yo y mas gruesa.
En ese momento observe como el ciempiés cayo al suelo cubierto por una telaraña que lo envolvió prácticamente.
Mire hacia atrás y pude ver que era la del pelo blanco que se había unido a la batalla, solo pude agradecérselo mentalmente.
Con varias telarañas los insectos que había llamado terminaron envueltos en telarañas e inmóviles en el suelo.
Me gire para ver como le iba a la pequeñaja que volvió a aferrarse a la pata tirando de ella pero en cuanto la araña grande elevo la pata esta se quedaba sin base para seguir tirando.
Solamente señale a la araña grande, la del pelo blanco se me quedo mirando extrañada girando la cabeza y en cuanto observo a la araña grande esta le lanzo una telaraña que salía de su boca.
Al impactar hizo que esta cayera al suelo como si varias cadenas hubieran atrapado su cuerpo, mientras ese momento fue aprovechado para que la pequeñaja pudiera tirar de la pata con todas sus fuerzas mientras escuchaba como la araña gigante chillaba con fuerza.
Después de varios segundos pude ver como la enana arranco la pata de la araña haciendo que esta expulsara un líquido verde a chorros desde la herida.
─ Genial, otro trofeo…─ dije mientras la pequeñaja movía la pata con mucho animo, haciéndole saber quien era la mas fuerte.
Los insectos que había llamado de refuerzo empezaban a retirarse por el agujero mientras que el grande intentaba ponerse de pie con todas sus fuerzas intentando romper la telaraña que había lanzado la del pelo blanco.
En cuanto lo hizo empezó a caminar hacia el agujero mientras chillaba y se movía de manera algo torpe y lenta, pero antes de que pudiera hacerlo la pequeñaja volvió a lanzarse de nuevo atrapando otra pata mientras tiraba con fuerza.
Al parecer no se conformaba con solo haberle arrancado una mientras hacia eso me dirigí hacia donde estaba Doña Felicia para ver como se encontraba.
Por suerte solo andaba inconsciente y no tenia heridas graves al menos eso es lo que veía.
Le golpee suavemente el rostro para que despertara pero de momento no parecía surtir efecto enseguida empecé a escuchar de nuevo coches que se acercaban en donde estábamos.
Al girarme pude escuchar que todavía la pequeñaja estaba tirando con fuerza de la pata de la araña que intentaba huir adentrándose en el agujero.
Me acerque a esta para que la soltara pero en cuanto di un par de pasos pude ver que la pequeña caía al suelo con la pata en la mano mientras la araña se metía en el agujero con un gran chillido.
La pequeñaja se veía feliz mientras movía la pata hacia todos lados junto con la otra, aquello hacia que me diera repelus.
─ Si, venga eres muy fuerte…vamos adentro…─ dije mientras la empujaba hacia la casa y llegaban coches de policía y ambulancias, junto con un par de camiones militares junto con un automóvil con un arma montada encima.
Entramos por lo que se suponía que estaba la puerta nada mas hacerlo tome la puerta como puse y la coloque donde se suponía que estaba.
─ Venga daos prisa bajad al sótano…ahora voy…─ dije mientras apresuraba a las chicas para que entraran por le agujero por unos segundos se me quedo mirando la del pelo blanco mostrándome una sonrisa ligera era como si me estuviera dando las gracias.
En cuanto entraron en el sótano fui hacia arriba para tomar el botiquín y poder curar a la mujer.
Mientras subía mire por la ventana viendo como los coches venían hacia donde estábamos junto con los de los periodistas.
Entre en el cuarto baño y mire en el tocador buscando agua oxigenada y varias cosas mas esperando que sirviera de algo aunque no estaba muy convencida de cómo el afectarían siendo parte insectos.
Una vez que hube tomado las cosas necesarias baje rápidamente hacia el sótano una vez que abrí la puerta y baje un par de peldaños escuche como llamaban a la puerta.
Deje las cosas en los escalones esperando que no las acogieran y empezaran a usarlo sin saber lo que eran.
Me acerque a la puerta desvencijada y moviéndola como pude al apartarla pude ver que era un policía, junto con un enfermero que llevaba un botiquín en la mano.
─ Perdone Señora…¿se encuentra bien…?...estamos preguntando a todos los vecinos después de lo que ha pasado…─ pregunto el policía con cierto nerviosismo, tristeza y miedo por lo que había encontrado en el lugar.
─ Si, pero mi vecina me parece que…le han golpeado…por suerte, en mi casa solo intentaron entrar…─ respondí con cierto nerviosismo para que fuera mas creíble aunque la verdad me temblaban las manos.
─ Gracias…su vecina esta siendo atendida ahora mismo…¿a propósito sabe quien es Fluffy…?...─ pregunto con cierta confusión el enfermero puesto que no sabia quien era.
─ Es su perro…seguramente esos bichos se lo habrán llevado…─ dije pensando que el pobre animal había terminado bajo tierra.
─ Gracias por todo señora…─ dijo el policía e inmediatamente se dirigieron a la siguiente casa por suerte ningún vecino había salido a fuera y uno de los policías había soltado una granada de humo.
Después de eso volví a colocar la puerta en su lugar y fui hacia el sótano por suerte lo que había dejado en los peldaños seguía estando ahí.
En cuanto di unos pasos pude ver que la pelirroja salio entre las sombras para olisquearme en cuanto lo hubo echo se retiro.
Seguí bajando mientras que la oscuridad lo inundaba todo poco a poco mis ojos fueron acostumbrándose viendo las telarañas que estaban por todas partes y los muebles parecían formar una especie de guarida.
Pude ver que la madre estaba en el suelo cubierta de telaraña pensé que lo mismo se lo habría puesto para que no se moviera pero por suerte estaba consciente, ahora el problema seria que me dejaran ayudarla.
Aunque su rostro intentaba esbozar una sonrisa le costaba bastante, me acerque a esta y me senté a su lado dejando varias cosas en el suelo que enseguida la pelirroja se acerco para olerlas.
Mientras que la pequeñaja había dejado las dos patas de la araña a su lado, aunque tenía varios moratones en su rostro por la pelea no parecían muy graves.
Saque las tijeras y empecé a cortar la telaraña, las chicas se me quedaron mirando extrañada, al terminar de hacerlo pude ver la herida, por suerte solo le había dado en el hombro pero tenia un buen agujero.
Corte un poco la ropa dejando ver la herida a la vista y empecé a pasarle un esparadrapo por los alrededores para limpiarla y ver como era de grande la herida, aunque no parecía mucho.
Puse algo de agua oxigenada en un algodón y antes de ponérselo sobre la herida solo empecé a rezar para que no se me lanzaran encima para devorarme por intentar ayudarla.
Rápidamente se lo puse encima y cerré los ojos esperando que no me pasara nada, pasados unos segundos abrí un ojo lentamente y mire hacia todas partes viendo que permanecían atentas mientras que el rostro de la madre era de dolor pero permanecía callada.
Pasados unos segundos pude ver que esta se relajaba tranquilamente, después de eso le puse algo de alcohol sobre la misma y después la vende como pude.
En cuanto hube terminado la del pelo blanco soltó mas telaraña sobre ella mientras que la pequeñaja empezaba a vomitar esa extraña gelatina verde colocándosela a su lado.
─ Y vosotras vais para la ducha yo mismo que yo…─ dije mientras empujaba a la pequeña para que subiera conmigo, esta se quedaba extrañada mientras miraba hacia atrás.
Subimos las escaleras y entramos en el cuarto de baño empecé a desnudarla pensando que tenia que lavarle también la ropa puesto que estaba llena del liquido verde de la araña.
Hice lo mismo y le di al grifo y enseguida me metí en la ducha con ella, en cuanto empezó a caerle el agua esta empezó a sacudirse pero parecía disfrutarlo y que se había acostumbrado a eso.
Empecé a limpiarle el pelo y a pasarle la esponja por el cuerpo para limpiarla bien de ese líquido que parecía que se le había pegado al cuerpo.
En cuanto salimos me apresure a tomar la toalla pero antes de que lo hiciera esta empezó a sacudirse el agua como si fuera un perro terminando empapada nuevamente.
─ La madre que te trajo…No podías estarte quieta…─ dije mientras iba a colocarle la toalla pero antes que lo hiciera esta entro de nuevo en la ducha y tomo el teléfono de la ducha y empezó a echar agua por todas partes.
─ Para detente…serás desgraciada…─ dije mientras esta se movía por todos lados echando agua por todas partes.
Cuando por fin pude detenerla solamente pude ver una sonrisa en su rostro al menos de momento era feliz y movía el teléfono de la ducha de un lado a otro como si fuera otro trofeo…..
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno dejo el siguiente capitulo espero que os guste y muchas gracias a todos

Responder