VIAJE AL COMIENZO
Eliza continuo limpiando la cocina intentando adecentarla al menos un poco pero cuando estaba en ello escucho de nuevo la televisión al darse la vuelta pudo ver que estaban las noticias anunciando lo que había ocurrido en la comisaría y partes de la ciudad.
En eso momento algo se le revolvió en el cuerpo diciéndole que tenía que salir del país e ir a Japón lo antes posible.
Rápidamente soltó la escoba y fue hacia la habitación para sacar la maleta del armario y empezar a revisar que es lo que tenia que meter.
Con prontitud saco cualquier tipo de ropa metiéndola en la maleta rápidamente al girarse en un momento pudo ver como tanto el samurai como el zorro estaban dentro.
─ Venga vosotros a la caja…─ dijo mientras tomaba ambos peluches y los volvía a meter en la caja después de eso miro hacia el tocador viendo la figura que estaba tumbada mientras las demás estaban mirándolo en una especie de coro.
─ Muy bien volvemos…de donde vienes…─ comento Eliza mientras miraba la pequeña figura después de eso tomo la figura y la metió en el bolsillo.
Después de terminar de hacer la maleta se dirigió hacia el ordenador empezando a buscar los billetes de vuelo más baratos que pudiera haber.
Mientras Pasaban las horas no encontraba nada mas barato de cierto precio aunque fuese en turista.
─ Joder que precios…ni que fuera a dar la vuelta al mundo…─ comento Eliza mientras revisaba los precios de todas las agencias cuando por fin pudo encontrar algo barato lo acepto de inmediato.
─ Muy bien hay poco tiempo…─ dijo mientras tomaba la maleta y las cajas para ir hacia el aeropuerto.
Por un momento antes de salir se quedo mirando por un instante la casa pero sin mucho afecto después de eso la abandono cerrando la puerta esperando volver.
Al girarse pudo ver que había una vecina con su hijo que se le quedo mirando con cierta cara de sorpresa mientras le saludaba casi susurrando.
Después de unos segundos incómodos el ascensor llego y entraron al ascensor que enseguida empezó a descender al llegar abajo se quedo por unos segundos mirando hacia la limpiadora que parecía que le sonreía de manera casi demoníaca.
Por unos instantes que parecieron horas incluso la piel se le erizo se quedo mirando hacia la limpiadora fijamente mientras que parecía que los ojos se iban tornando negro poco a poco.
Eliza cerró los ojos casi inmediatamente y continuo el camino mientras giraba la cabeza y miraba hacia la salida.
Al salir del edificio enseguida se dirigió hacia la parada de un taxi viendo como poco a poco el día avanzaba y las farolas se iban apagando lentamente mientras que los rayos del sol arañaban la oscuridad.
Al llegar a la parada de taxi rápidamente tomo uno metiendo la maleta en el maletero y sentándose en la parte de atrás por un momento su cuerpo sintió angustia en el cuerpo encima el olor del taxi fue como un revulsivo mientras notaba como el estomago empezaba a revolverse temiendo que algo iba a ocurrir.
─ Al aeropuerto…entrada internacional…─ comento Eliza mientras se acomodaba lo mejor que podía bajando la ventanilla para que el aire fresco al menos suavizara lo que sentía en el estomago.
El taxista guardo tanto las cajas como las maletas en el automóvil después de eso entro y comenzó a conducir hacia el aeropuerto.
En el viaje miro a través de la ventana viendo como el día avanzaba lentamente viendo como el tráfico se endurecía y poco a poco empezaba a escuchar los sonidos habituales.
El viaje duro cerca de media hora hasta que llego al aparcamiento del aeropuerto el sitio era enorme incluso podía ver los aviones del otro lado como se movían mientras que la gente entraba y salía del edificio.
El taxi aparco y enseguida Eliza abandono el automóvil tomando la maleta y las cajas, al entrar en el edificio el sitio era enorme estaba lleno de gente que iba de un lugar a otro mientras que las tiendas se extendían pro todas partes pudo ver a varias parejas de policías que estaban paseando por el lugar, mientras que los limpiadores pululaban por el lugar.
Rápidamente subió las escaleras mecánicas hacia la parte de arriba para confirmar los billetes del vuelo.
En la parte de arriba pudo ver que había unos asientos y varias cabinas con varias personas haciendo cola para embarcar.
Por un momento se quedo mirando hacia la caja y las cabinas de embarque y después de eso hacia los billetes de embarque.
─ Muy bien abuela terminemos esto…─ comento Eliza mientras miraba hacia le reloj y después hacia la maquina de plastificado de maletas.
Sin pensarlo mucho se dirigió hacia esta y el encargado empezó a girar la maquina plastificando las maletas junto con las cajas.
Después de unos segundos se dirigió hacia una de las colas que esta empezó a avanzar lentamente hacia la cabina.
Una vez en esta entrego los billetes y coloco las maletas y la cinta transportadora las condujo por una pequeña compuerta.
Por unos segundos se quedo pensativa mirando los billetes y como las maletas desaparecían en el hueco oscuro.
─ Perdón… ¿necesita algo más…?...─ pregunto la recepcionista mientras miraba como Eliza parecía estar en su mundo.
─ No, muchas gracias…perdón…─ respondió Eliza saliendo de su mundo de pensamientos y volviendo hacia algún banco para sentarse.
Enseguida empezó a mirar los billetes viendo que eran varias horas de viaje y viendo como la gente iba de un lugar a otro mientras que los policías hacían su patrulla diaria.
Enseguida su cuerpo empezó a gruñir por el hambre después de eso se dirigió a uno de los bares para tomar algo.
Una vez en el bar se sentó en una de las mesas que había colocadas afuera sin embargó los pensamientos de lo que había sucedido con el detective no se le iba de la mente.
A los pocos segundos se acerco un camarero para tomar la orden después de decidir estuvo esperando unos minutos mientras miraba a las demás personas por un momento miro hacia la televisión que había en una de las columnas viendo que daban las noticias viendo de nuevo lo que había pasado el as calles y en la comisaría.
Según las cintas de video vieron que se había escapado una persona pero no sabían quien era el fugado.
Por un momento empezó a mirar a las parejas de policías con cierto nerviosismo que parecían estar mirando sus móviles y respondiendo a los walkies que tenían encima del hombro.
El camarero llego con lo que había pedido y sin pensarlo mucho empezó a comer mientras que miraba de soslayo a los policías.
En cuanto hubo terminado se levanto rápidamente dejando lo que valía de lo que había tomado encima de la mesa rápidamente ando hacia una de las escaleras mecánicas para entrar en uno de los baños.
El sitio era bastante grande con varios cubículos en una de las paredes y varios lavabos al frente con espejos en las paredes y secadores de manos entre ellos mientras que la limpiadora parecía mirarla con cierta extrañeza.
En cuanto se hubo ido Eliza cerró la puerta y miro pro debajo de los cubículos sin ver a nadie.
Después de eso se quedo mirándose en uno de los espejos mirando su reflejo pero en un momento las luces empezaron a parpadear de manera suave.
Eso hizo que en un momento el corazón se sobresaltara mientras que la piel se le pusiera de gallina.
─ No, por favor déjame en paz…─ dijo Eliza de forma cansada mientras veía como las luces parpadeaban con cierta fuerza mientras que una de las puertas empezaba a abrirse lentamente.
─ déjame en paz de una vez…─ volvió a repetir Eliza mientras avanzaba con rapidez hacia la puerta pero en cuanto tiro del pomo este no se abrió mientras volvía a tirar un par de veces sin resultado ninguno.
Eliza miro de reojo viendo como una de las puertas de lo cubículos del fondo se abría lentamente viendo como una mano se apoyaba en el bastidor de la puerta lentamente.
El corazón empezó a latir con fuerza mientras que su cerebro se había bloqueado por completo dejándola en el sitio.
─ Ábrete de una vez…─ dijo Eliza una y otra vez mientras tiraba de la puerta con fuerza mientras miraba de reojo hacia la puerta que no había nada aunque el ambiente era frío.
Viendo que no podía salir se acerco lentamente hacia la puerta para ver si había alguien en ella.
Al estar cerca asomo la cabeza para ver si había alguien pero el cubicuelo estaba completamente vació.
─ Menos mal…─ hablo Eliza con alivio viendo que todo estaba bien pero enseguida pudo ver como algo goteaba del techo un líquido de color negro que caía sobre el WATER.
Eliza elevo la mirada viendo que en este estaba la misma niña que había visto en el parque la otra vez con el vestido desgarrado y lleno de sangre, la cabellera le caía delante del rostro pero podía ver unos ojos de color negro brillando y la boca abierta de donde goteaba ese liquido negro.
─ Aléjate de mi!...monstruo!...─ exclamo Eliza con miedo mientras veía como abría la boca de manera excesiva mientras que empezaba a chillar con fuerza en un momento retrocedió un par de pasos viendo como la niña se lanzaba encima de esta y ponía su rostro a escasos centímetros de la de Eliza.
Su rostro parecía estar deformado en cierto sentido mientras abría la boca de sobre manera mientras le caía una cantidad de ese liquido negro encima del rostro.
─ Devuélvemelo!...─ exclamo la niña de sobre manera retumbando el sonido en todo el lugar mientras que Eliza miraba hacia otra parte con los ojos cerrados notando ese liquido caliente que caía sobre su rostro casi impidiéndole respirar.
─ Aléjate de mi!...─ exclamo Eliza mientras pataleaba intentando quitarse de encima a la niña que parecía que no dejaba de parar de soltar ese liquido negro.
─ ¿Le sucede algo…?... ¿quiere que llame a un medico…?...─ pregunto una voz femenina que provenía del otro lado del cuarto de baño.
En ese instante Eliza abrió los ojos mirando a su alrededor viendo que no había nada y que se encontraba en el suelo.
Enseguida miro hacia la mujer que la mirada con cierto miedo en su rostro pero enseguida Eliza se levanto arreglándose un poco la ropa mirando hacia todos lados viendo que no había nada.
─ No hace falta…─ respondió Eliza mientras miraba con miedo hacia todas partes y saliendo del lugar rápidamente aun con el corazón en la boca no pudo mas que ir hacia un banco y tranquilizarse.
El tiempo fue pasando y las piernas aun le temblaban no sabias si volver a entrar al baño de nuevo el miedo se había apoderado de su mente.
A medida que miraba hacia las personas que pasaban pro allí algunas parecía que se les quedaban mirando con una sonrisa que había que le dieran escalofríos.
Enseguida miro hacia el suelo metiendo su mano en el bolsillo del pantalón notando la figura que parecía no abandonarla de ninguna forma pero esta vez las demás cosas de la abuela estaban siendo embarcadas en el avión.
Después de unos segundos mirando hacia el suelo noto como el arrullo de la gente se había apagado pro completo y no había ningún sonido en el sitio.
─ No, esto no puede estar pasando…─ repitió una y otra vez Eliza mientras no quería subir la mirada pero enseguida un color rojizo se apodero del lugar parecía que había pasado a la dimensión de esa entidad.
─ Vanesa solo quiero…que esto acabe de una vez por todas…─ dijo Eliza con tono de cansancio en su voz puesto que no sabia lo que podría aguantar.
─ Si quieres que esto acabe solo tienes que devolvérmelo…es así de simple…deja que tu abuela descanse en paz…─ respondió Vanesa con una voz agradable en ese momento Eliza miro a su lado viendo como Vanesa estaba ahí sentada.
─ No tu no eres real yo vi como morías…─ dijo Eliza con tono de terror mientras caía del asiento al suelo mirando a su alrededor el sitio parecía que se había transformado por completo tenia un ambiente tétrico y maligno como si las sombras que había pro el lugar se movieran por su propia voluntad e incluso pareciera que estuvieran a su alrededor.
─ Venga Eliza es sencillo…solo tienes que ofrecérmelo y todo se acaba no hará falta mas…no habrá mas sufrimiento…te prometo que te dejare en paz…─ hablo Vanesa mientras se levantaba y se acercaba a ella ofreciéndole la mano para que se levantara.
Eliza por un momento dudo apretando la figura en su mano dentro del bolsillo estaba tentada a dársela.
─ ¿Seguro que me dejaras en paz…?...─ cuestiono Eliza con miedo en su voz mientras miraba a Vanesa que estaba normal con el uniforme de la tienda y con una sonrisa amable en su rostro mientras le ofrecía la mano para ayudarla.
─ Por supuesto, solo quiero estar completa…─ respondió Vanesa sonriéndole de manera incluso cariñosa mientras sentía el frío en el ambiente y como enseguida empezaron a producirse susurros que pareciera estar detrás de ella.
─ Entonces….─ dijo Eliza mientras empezaba a sacar la mano cerrada de su bolsillo pareciera que estuviera dispuesta a acabar con todo….
FIN DEL CAPITULO 4
Eliza continuo limpiando la cocina intentando adecentarla al menos un poco pero cuando estaba en ello escucho de nuevo la televisión al darse la vuelta pudo ver que estaban las noticias anunciando lo que había ocurrido en la comisaría y partes de la ciudad.
En eso momento algo se le revolvió en el cuerpo diciéndole que tenía que salir del país e ir a Japón lo antes posible.
Rápidamente soltó la escoba y fue hacia la habitación para sacar la maleta del armario y empezar a revisar que es lo que tenia que meter.
Con prontitud saco cualquier tipo de ropa metiéndola en la maleta rápidamente al girarse en un momento pudo ver como tanto el samurai como el zorro estaban dentro.
─ Venga vosotros a la caja…─ dijo mientras tomaba ambos peluches y los volvía a meter en la caja después de eso miro hacia el tocador viendo la figura que estaba tumbada mientras las demás estaban mirándolo en una especie de coro.
─ Muy bien volvemos…de donde vienes…─ comento Eliza mientras miraba la pequeña figura después de eso tomo la figura y la metió en el bolsillo.
Después de terminar de hacer la maleta se dirigió hacia el ordenador empezando a buscar los billetes de vuelo más baratos que pudiera haber.
Mientras Pasaban las horas no encontraba nada mas barato de cierto precio aunque fuese en turista.
─ Joder que precios…ni que fuera a dar la vuelta al mundo…─ comento Eliza mientras revisaba los precios de todas las agencias cuando por fin pudo encontrar algo barato lo acepto de inmediato.
─ Muy bien hay poco tiempo…─ dijo mientras tomaba la maleta y las cajas para ir hacia el aeropuerto.
Por un momento antes de salir se quedo mirando por un instante la casa pero sin mucho afecto después de eso la abandono cerrando la puerta esperando volver.
Al girarse pudo ver que había una vecina con su hijo que se le quedo mirando con cierta cara de sorpresa mientras le saludaba casi susurrando.
Después de unos segundos incómodos el ascensor llego y entraron al ascensor que enseguida empezó a descender al llegar abajo se quedo por unos segundos mirando hacia la limpiadora que parecía que le sonreía de manera casi demoníaca.
Por unos instantes que parecieron horas incluso la piel se le erizo se quedo mirando hacia la limpiadora fijamente mientras que parecía que los ojos se iban tornando negro poco a poco.
Eliza cerró los ojos casi inmediatamente y continuo el camino mientras giraba la cabeza y miraba hacia la salida.
Al salir del edificio enseguida se dirigió hacia la parada de un taxi viendo como poco a poco el día avanzaba y las farolas se iban apagando lentamente mientras que los rayos del sol arañaban la oscuridad.
Al llegar a la parada de taxi rápidamente tomo uno metiendo la maleta en el maletero y sentándose en la parte de atrás por un momento su cuerpo sintió angustia en el cuerpo encima el olor del taxi fue como un revulsivo mientras notaba como el estomago empezaba a revolverse temiendo que algo iba a ocurrir.
─ Al aeropuerto…entrada internacional…─ comento Eliza mientras se acomodaba lo mejor que podía bajando la ventanilla para que el aire fresco al menos suavizara lo que sentía en el estomago.
El taxista guardo tanto las cajas como las maletas en el automóvil después de eso entro y comenzó a conducir hacia el aeropuerto.
En el viaje miro a través de la ventana viendo como el día avanzaba lentamente viendo como el tráfico se endurecía y poco a poco empezaba a escuchar los sonidos habituales.
El viaje duro cerca de media hora hasta que llego al aparcamiento del aeropuerto el sitio era enorme incluso podía ver los aviones del otro lado como se movían mientras que la gente entraba y salía del edificio.
El taxi aparco y enseguida Eliza abandono el automóvil tomando la maleta y las cajas, al entrar en el edificio el sitio era enorme estaba lleno de gente que iba de un lugar a otro mientras que las tiendas se extendían pro todas partes pudo ver a varias parejas de policías que estaban paseando por el lugar, mientras que los limpiadores pululaban por el lugar.
Rápidamente subió las escaleras mecánicas hacia la parte de arriba para confirmar los billetes del vuelo.
En la parte de arriba pudo ver que había unos asientos y varias cabinas con varias personas haciendo cola para embarcar.
Por un momento se quedo mirando hacia la caja y las cabinas de embarque y después de eso hacia los billetes de embarque.
─ Muy bien abuela terminemos esto…─ comento Eliza mientras miraba hacia le reloj y después hacia la maquina de plastificado de maletas.
Sin pensarlo mucho se dirigió hacia esta y el encargado empezó a girar la maquina plastificando las maletas junto con las cajas.
Después de unos segundos se dirigió hacia una de las colas que esta empezó a avanzar lentamente hacia la cabina.
Una vez en esta entrego los billetes y coloco las maletas y la cinta transportadora las condujo por una pequeña compuerta.
Por unos segundos se quedo pensativa mirando los billetes y como las maletas desaparecían en el hueco oscuro.
─ Perdón… ¿necesita algo más…?...─ pregunto la recepcionista mientras miraba como Eliza parecía estar en su mundo.
─ No, muchas gracias…perdón…─ respondió Eliza saliendo de su mundo de pensamientos y volviendo hacia algún banco para sentarse.
Enseguida empezó a mirar los billetes viendo que eran varias horas de viaje y viendo como la gente iba de un lugar a otro mientras que los policías hacían su patrulla diaria.
Enseguida su cuerpo empezó a gruñir por el hambre después de eso se dirigió a uno de los bares para tomar algo.
Una vez en el bar se sentó en una de las mesas que había colocadas afuera sin embargó los pensamientos de lo que había sucedido con el detective no se le iba de la mente.
A los pocos segundos se acerco un camarero para tomar la orden después de decidir estuvo esperando unos minutos mientras miraba a las demás personas por un momento miro hacia la televisión que había en una de las columnas viendo que daban las noticias viendo de nuevo lo que había pasado el as calles y en la comisaría.
Según las cintas de video vieron que se había escapado una persona pero no sabían quien era el fugado.
Por un momento empezó a mirar a las parejas de policías con cierto nerviosismo que parecían estar mirando sus móviles y respondiendo a los walkies que tenían encima del hombro.
El camarero llego con lo que había pedido y sin pensarlo mucho empezó a comer mientras que miraba de soslayo a los policías.
En cuanto hubo terminado se levanto rápidamente dejando lo que valía de lo que había tomado encima de la mesa rápidamente ando hacia una de las escaleras mecánicas para entrar en uno de los baños.
El sitio era bastante grande con varios cubículos en una de las paredes y varios lavabos al frente con espejos en las paredes y secadores de manos entre ellos mientras que la limpiadora parecía mirarla con cierta extrañeza.
En cuanto se hubo ido Eliza cerró la puerta y miro pro debajo de los cubículos sin ver a nadie.
Después de eso se quedo mirándose en uno de los espejos mirando su reflejo pero en un momento las luces empezaron a parpadear de manera suave.
Eso hizo que en un momento el corazón se sobresaltara mientras que la piel se le pusiera de gallina.
─ No, por favor déjame en paz…─ dijo Eliza de forma cansada mientras veía como las luces parpadeaban con cierta fuerza mientras que una de las puertas empezaba a abrirse lentamente.
─ déjame en paz de una vez…─ volvió a repetir Eliza mientras avanzaba con rapidez hacia la puerta pero en cuanto tiro del pomo este no se abrió mientras volvía a tirar un par de veces sin resultado ninguno.
Eliza miro de reojo viendo como una de las puertas de lo cubículos del fondo se abría lentamente viendo como una mano se apoyaba en el bastidor de la puerta lentamente.
El corazón empezó a latir con fuerza mientras que su cerebro se había bloqueado por completo dejándola en el sitio.
─ Ábrete de una vez…─ dijo Eliza una y otra vez mientras tiraba de la puerta con fuerza mientras miraba de reojo hacia la puerta que no había nada aunque el ambiente era frío.
Viendo que no podía salir se acerco lentamente hacia la puerta para ver si había alguien en ella.
Al estar cerca asomo la cabeza para ver si había alguien pero el cubicuelo estaba completamente vació.
─ Menos mal…─ hablo Eliza con alivio viendo que todo estaba bien pero enseguida pudo ver como algo goteaba del techo un líquido de color negro que caía sobre el WATER.
Eliza elevo la mirada viendo que en este estaba la misma niña que había visto en el parque la otra vez con el vestido desgarrado y lleno de sangre, la cabellera le caía delante del rostro pero podía ver unos ojos de color negro brillando y la boca abierta de donde goteaba ese liquido negro.
─ Aléjate de mi!...monstruo!...─ exclamo Eliza con miedo mientras veía como abría la boca de manera excesiva mientras que empezaba a chillar con fuerza en un momento retrocedió un par de pasos viendo como la niña se lanzaba encima de esta y ponía su rostro a escasos centímetros de la de Eliza.
Su rostro parecía estar deformado en cierto sentido mientras abría la boca de sobre manera mientras le caía una cantidad de ese liquido negro encima del rostro.
─ Devuélvemelo!...─ exclamo la niña de sobre manera retumbando el sonido en todo el lugar mientras que Eliza miraba hacia otra parte con los ojos cerrados notando ese liquido caliente que caía sobre su rostro casi impidiéndole respirar.
─ Aléjate de mi!...─ exclamo Eliza mientras pataleaba intentando quitarse de encima a la niña que parecía que no dejaba de parar de soltar ese liquido negro.
─ ¿Le sucede algo…?... ¿quiere que llame a un medico…?...─ pregunto una voz femenina que provenía del otro lado del cuarto de baño.
En ese instante Eliza abrió los ojos mirando a su alrededor viendo que no había nada y que se encontraba en el suelo.
Enseguida miro hacia la mujer que la mirada con cierto miedo en su rostro pero enseguida Eliza se levanto arreglándose un poco la ropa mirando hacia todos lados viendo que no había nada.
─ No hace falta…─ respondió Eliza mientras miraba con miedo hacia todas partes y saliendo del lugar rápidamente aun con el corazón en la boca no pudo mas que ir hacia un banco y tranquilizarse.
El tiempo fue pasando y las piernas aun le temblaban no sabias si volver a entrar al baño de nuevo el miedo se había apoderado de su mente.
A medida que miraba hacia las personas que pasaban pro allí algunas parecía que se les quedaban mirando con una sonrisa que había que le dieran escalofríos.
Enseguida miro hacia el suelo metiendo su mano en el bolsillo del pantalón notando la figura que parecía no abandonarla de ninguna forma pero esta vez las demás cosas de la abuela estaban siendo embarcadas en el avión.
Después de unos segundos mirando hacia el suelo noto como el arrullo de la gente se había apagado pro completo y no había ningún sonido en el sitio.
─ No, esto no puede estar pasando…─ repitió una y otra vez Eliza mientras no quería subir la mirada pero enseguida un color rojizo se apodero del lugar parecía que había pasado a la dimensión de esa entidad.
─ Vanesa solo quiero…que esto acabe de una vez por todas…─ dijo Eliza con tono de cansancio en su voz puesto que no sabia lo que podría aguantar.
─ Si quieres que esto acabe solo tienes que devolvérmelo…es así de simple…deja que tu abuela descanse en paz…─ respondió Vanesa con una voz agradable en ese momento Eliza miro a su lado viendo como Vanesa estaba ahí sentada.
─ No tu no eres real yo vi como morías…─ dijo Eliza con tono de terror mientras caía del asiento al suelo mirando a su alrededor el sitio parecía que se había transformado por completo tenia un ambiente tétrico y maligno como si las sombras que había pro el lugar se movieran por su propia voluntad e incluso pareciera que estuvieran a su alrededor.
─ Venga Eliza es sencillo…solo tienes que ofrecérmelo y todo se acaba no hará falta mas…no habrá mas sufrimiento…te prometo que te dejare en paz…─ hablo Vanesa mientras se levantaba y se acercaba a ella ofreciéndole la mano para que se levantara.
Eliza por un momento dudo apretando la figura en su mano dentro del bolsillo estaba tentada a dársela.
─ ¿Seguro que me dejaras en paz…?...─ cuestiono Eliza con miedo en su voz mientras miraba a Vanesa que estaba normal con el uniforme de la tienda y con una sonrisa amable en su rostro mientras le ofrecía la mano para ayudarla.
─ Por supuesto, solo quiero estar completa…─ respondió Vanesa sonriéndole de manera incluso cariñosa mientras sentía el frío en el ambiente y como enseguida empezaron a producirse susurros que pareciera estar detrás de ella.
─ Entonces….─ dijo Eliza mientras empezaba a sacar la mano cerrada de su bolsillo pareciera que estuviera dispuesta a acabar con todo….
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno aquí dejo el siguiente capitulo en este mes que viene como siempre no voy a escribir nada nos vemos en Enero

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