Yo aquí dejo uno muy del tópico de historia de terror
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Todos los años es lo mismo. Volver a estas fechas se vuelve cada vez más pesado, una carga que no sé cuánto podré soportar, una carga de la cual no tengo salida.
Todo empezó hace tres años, en el viaje de graduación, iríamos a las montañas a pasar un buen fin de semana y celebrar la libertad que da dejar la universidad, sería un viaje tranquilo...
La primera noche, el lugareño que nos llevaba al hotel nos relató historias de la zona, hermosa de día, pero tan tenebrosa en la noche que nadie se atrevía a abandonar su hogar. Nos contó que el templo de las afueras era un lugar maldito, un lugar sagrado. Yo no podía entender eso ¿cómo podía ser sagrado y maldito al mismo tiempo? Se lo pregunté. Respondió que en ese sitio habían dejado a una novia abandonada el día de su boda, el novio nunca apareció y todo el pueblo fue testigo de esta humillación.
Nadie sabía quién era la chica ni por qué el mejor chico del pueblo no había llegado.
"Tan buen muchacho que era" murmuraban las viejas viudas... Nadie se atrevía a acercarse a la joven para ver en qué estado se encontraba y todos, poco a poco, se fueron retirando, todos menos ella, que permaneció allí, de pie, sin moverse, hasta que al llegar la noche, dio media vuelta y se fue.
El barrendero del lugar solo pudo ver serenidad en su rostro, ni una sola lágrima, ni un poco de rímel derramado... “estará bien” se convencieron todos. Cada día después de aquel, durante un mes, la joven regresaba nada más salir el sol al mismo lugar, con el mismo vestido, a esperar, esperar y esperar y esperar... hasta que el tercer día del segundo mes, no volvió al amanecer, sino al anochecer y con un vestido aparentemente distinto, pues este se teñía de rojo, aunque no era otro diferente, se trataba del mismo vestido blanco manchado de sangre. Los habitantes de la zona, al observar que continuaba volviendo y cada vez con más sangre, decidieron acercarse para ver si se había hecho daño, pero aquel rojo no era su sangre…
La gente, impactada y con miedo, se reunió para aclarar qué hacer con ella.Decidieron que esa noche irían todos los adultos para tratar de calmarla y pedirle que no regresara más. Si no cooperaba, la tomarían por una loca y la encerrarían con el médico del pueblo. La sorpresa vino cuando al acercarse a ella comprobaron que no se encontraba sola, una persona permanecía a su lado y ella sonreía. “Regresó el buen chico” pensaron, pero en realidad no lograban ver de quién se trataba, por lo que se acercaron más.
Este movimiento provocó que la figura misteriosa se escondiera en la novia y ella se volviera a mirarlos.
Sujetaba algo con las manos, sujetaba la causa de que su vestido ahora fuera rojo y emanara un fuerte hedor a sangre, la cabeza decapitada de un joven... del buen chico, del novio que abandonó a su amada en el altar. Quedaron tan impactados que no podían moverse. La novia se limitó a reír, reír y reír... reír tanto, que resonó en todo el bosque de los alrededores, tan fuerte que conseguía que los animales se agitaran, una risa que, de solo oírla, querías correr pero no podías, pues te paralizaba el cuerpo.
Finalmente se acercó a los aldeanos y murmuró “no los perdonaré, no los perdonaré, no los perdonaré, no los perdonaré, no los perdonaré, no los perdonaré, no los perdonaré”, repetía esto mientras desaparecía entre una nube de polvo y sangre que cubrió a todos presentes... Esta es la leyenda que nos contó el viejo...
Pero por qué maldito, nos preguntamos. ¿Sería cierta la historia? Esos acontecimientos no suceden a menudo, pero en realidad solo contaba cómo una persona se había vuelto loca por el abandono y había asesinado a alguien, nada más. Aún así no nos creímos nada de lo que nos había narrado. Aunque lo cierto es que en los ojos de aquel hombre no había mentiras ni miedo, solo parecían unos ojos decididos a aceptar lo que pensáramos, unos ojos que deseaban que acudiéramos al lugar maldito. Y todos lo entendimos así, porque mis compañeros no dejaban de hablar de llegar hasta allí, no estaba muy lejos y sería una aventura, la última aventura del grupo junto.
El aldeano, antes de irse, solo nos dio un consejo: si íbamos, no debíamos entrar en el patio del templo, pues ese es el lugar donde la novia solía esperar y donde había atacado a todos tras anunciarles que no los perdonaría. Después de aquello muchos hombres del pueblo habían empezado a manifestar ciertas actitudes de locura y a suicidarse.
” Por eso está maldito” nos dijo, como si hubiera escuchado mis pensamientos.
Mientras observaba cómo se alejaba por el camino alcancé a ver que algo se agarraba a él, una sombra que lo abrazaba.Sería mi imaginación... sí eso debía ser.
Al día siguiente no podía olvidar esta visión, no había sido nada, pero no dejaba de pensar y darle importancia, tenía una mala corazonada. Ya no encontraba seguro ir a ese lugar, pero no podía comentarle eso a los chico si no quería ser el blanco de las peores bromas y burlas. Al entrar la noche, partimos hacia el lugar, como si de una fiesta se tratara todos íbamos riendo y diciendo puras tonterías (uno hasta tocándose los pezones tal cual sexy style) y llegamos al templo. Inmediatamente se percibía un aire diferente, pero los chicos no lo notaron, disfrutaban del momento, así que yo no lo arruinaría, además, qué podía pasar... (¡¿qué podía pasar!! podía pasar... pasar?!!) Hicieron caso omiso a la advertencia del viejo, querían entrar en el patio de atrás, yo deseaba detenerlos, les recordaba que no debían ir hasta ahí, ya bastaba de diversión. Como era obvio fui el miedoso, no me moví... mis pies no siguieron hacia adelante yo no quise ir.Los chicos al poco tiempo regresaron tan tranquilos y chistando como siempre, no había ocurrido nada, al parecer había exagerado, todo estaba bien... (¡¡todo estaba bien, estaba bien...bien!!) Pero entonces de nuevo sentí algo extraño, mientras observaba cómo mis amigos regresaban al fondo, vi una sombra parada justo en el lugar donde se supone que la novia había esperado, veía la sombra, veía a mis amigos... miré de nuevo y la sombra se acercaba, no podía moverme, veía a mis amigos... veía la sombra más cerca. Al fin mis amigos notaron mi miedo, mi desesperación... se pusieron serios y preguntaron qué ocurría. No podía decirles nada, mis labios no se abrían, traté y traté pero no lo conseguía, hasta que ya en el último aliento con desesperación grite...
¡¡¡¡ SÁQUENME DE AQUÍ!!!!!! tan fuerte que ellos no lo dudaron dos veces, me tomaron y, arrastrado, me llevaron fuera del lugar.
Pero era demasiado tarde...
ahora la veía claramente, enfrente de mí, siguiéndome, flotando como el polvo hacia mí, con su rostro introduciéndose en mis ojos... dejándome maldito, atrapando una nueva víctima, un nuevo novio para la...
NOVIA TEÑIDA DE ROJO
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MUCHO y mas
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Todos los años es lo mismo. Volver a estas fechas se vuelve cada vez más pesado, una carga que no sé cuánto podré soportar, una carga de la cual no tengo salida.
Todo empezó hace tres años, en el viaje de graduación, iríamos a las montañas a pasar un buen fin de semana y celebrar la libertad que da dejar la universidad, sería un viaje tranquilo...
La primera noche, el lugareño que nos llevaba al hotel nos relató historias de la zona, hermosa de día, pero tan tenebrosa en la noche que nadie se atrevía a abandonar su hogar. Nos contó que el templo de las afueras era un lugar maldito, un lugar sagrado. Yo no podía entender eso ¿cómo podía ser sagrado y maldito al mismo tiempo? Se lo pregunté. Respondió que en ese sitio habían dejado a una novia abandonada el día de su boda, el novio nunca apareció y todo el pueblo fue testigo de esta humillación.
Nadie sabía quién era la chica ni por qué el mejor chico del pueblo no había llegado.
"Tan buen muchacho que era" murmuraban las viejas viudas... Nadie se atrevía a acercarse a la joven para ver en qué estado se encontraba y todos, poco a poco, se fueron retirando, todos menos ella, que permaneció allí, de pie, sin moverse, hasta que al llegar la noche, dio media vuelta y se fue.
El barrendero del lugar solo pudo ver serenidad en su rostro, ni una sola lágrima, ni un poco de rímel derramado... “estará bien” se convencieron todos. Cada día después de aquel, durante un mes, la joven regresaba nada más salir el sol al mismo lugar, con el mismo vestido, a esperar, esperar y esperar y esperar... hasta que el tercer día del segundo mes, no volvió al amanecer, sino al anochecer y con un vestido aparentemente distinto, pues este se teñía de rojo, aunque no era otro diferente, se trataba del mismo vestido blanco manchado de sangre. Los habitantes de la zona, al observar que continuaba volviendo y cada vez con más sangre, decidieron acercarse para ver si se había hecho daño, pero aquel rojo no era su sangre…
La gente, impactada y con miedo, se reunió para aclarar qué hacer con ella.Decidieron que esa noche irían todos los adultos para tratar de calmarla y pedirle que no regresara más. Si no cooperaba, la tomarían por una loca y la encerrarían con el médico del pueblo. La sorpresa vino cuando al acercarse a ella comprobaron que no se encontraba sola, una persona permanecía a su lado y ella sonreía. “Regresó el buen chico” pensaron, pero en realidad no lograban ver de quién se trataba, por lo que se acercaron más.
Este movimiento provocó que la figura misteriosa se escondiera en la novia y ella se volviera a mirarlos.
Sujetaba algo con las manos, sujetaba la causa de que su vestido ahora fuera rojo y emanara un fuerte hedor a sangre, la cabeza decapitada de un joven... del buen chico, del novio que abandonó a su amada en el altar. Quedaron tan impactados que no podían moverse. La novia se limitó a reír, reír y reír... reír tanto, que resonó en todo el bosque de los alrededores, tan fuerte que conseguía que los animales se agitaran, una risa que, de solo oírla, querías correr pero no podías, pues te paralizaba el cuerpo.
Finalmente se acercó a los aldeanos y murmuró “no los perdonaré, no los perdonaré, no los perdonaré, no los perdonaré, no los perdonaré, no los perdonaré, no los perdonaré”, repetía esto mientras desaparecía entre una nube de polvo y sangre que cubrió a todos presentes... Esta es la leyenda que nos contó el viejo...
Pero por qué maldito, nos preguntamos. ¿Sería cierta la historia? Esos acontecimientos no suceden a menudo, pero en realidad solo contaba cómo una persona se había vuelto loca por el abandono y había asesinado a alguien, nada más. Aún así no nos creímos nada de lo que nos había narrado. Aunque lo cierto es que en los ojos de aquel hombre no había mentiras ni miedo, solo parecían unos ojos decididos a aceptar lo que pensáramos, unos ojos que deseaban que acudiéramos al lugar maldito. Y todos lo entendimos así, porque mis compañeros no dejaban de hablar de llegar hasta allí, no estaba muy lejos y sería una aventura, la última aventura del grupo junto.
El aldeano, antes de irse, solo nos dio un consejo: si íbamos, no debíamos entrar en el patio del templo, pues ese es el lugar donde la novia solía esperar y donde había atacado a todos tras anunciarles que no los perdonaría. Después de aquello muchos hombres del pueblo habían empezado a manifestar ciertas actitudes de locura y a suicidarse.
” Por eso está maldito” nos dijo, como si hubiera escuchado mis pensamientos.
Mientras observaba cómo se alejaba por el camino alcancé a ver que algo se agarraba a él, una sombra que lo abrazaba.Sería mi imaginación... sí eso debía ser.
Al día siguiente no podía olvidar esta visión, no había sido nada, pero no dejaba de pensar y darle importancia, tenía una mala corazonada. Ya no encontraba seguro ir a ese lugar, pero no podía comentarle eso a los chico si no quería ser el blanco de las peores bromas y burlas. Al entrar la noche, partimos hacia el lugar, como si de una fiesta se tratara todos íbamos riendo y diciendo puras tonterías (uno hasta tocándose los pezones tal cual sexy style) y llegamos al templo. Inmediatamente se percibía un aire diferente, pero los chicos no lo notaron, disfrutaban del momento, así que yo no lo arruinaría, además, qué podía pasar... (¡¿qué podía pasar!! podía pasar... pasar?!!) Hicieron caso omiso a la advertencia del viejo, querían entrar en el patio de atrás, yo deseaba detenerlos, les recordaba que no debían ir hasta ahí, ya bastaba de diversión. Como era obvio fui el miedoso, no me moví... mis pies no siguieron hacia adelante yo no quise ir.Los chicos al poco tiempo regresaron tan tranquilos y chistando como siempre, no había ocurrido nada, al parecer había exagerado, todo estaba bien... (¡¡todo estaba bien, estaba bien...bien!!) Pero entonces de nuevo sentí algo extraño, mientras observaba cómo mis amigos regresaban al fondo, vi una sombra parada justo en el lugar donde se supone que la novia había esperado, veía la sombra, veía a mis amigos... miré de nuevo y la sombra se acercaba, no podía moverme, veía a mis amigos... veía la sombra más cerca. Al fin mis amigos notaron mi miedo, mi desesperación... se pusieron serios y preguntaron qué ocurría. No podía decirles nada, mis labios no se abrían, traté y traté pero no lo conseguía, hasta que ya en el último aliento con desesperación grite...
¡¡¡¡ SÁQUENME DE AQUÍ!!!!!! tan fuerte que ellos no lo dudaron dos veces, me tomaron y, arrastrado, me llevaron fuera del lugar.
Pero era demasiado tarde...
ahora la veía claramente, enfrente de mí, siguiéndome, flotando como el polvo hacia mí, con su rostro introduciéndose en mis ojos... dejándome maldito, atrapando una nueva víctima, un nuevo novio para la...
NOVIA TEÑIDA DE ROJO
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MUCHO y mas
