7 maneras de acelerar tu metabolismo
Consigue bajar de peso más rápidamente incorporando a tu rutina diaria estas estrategias para aumentar (acelerar) el metabolismo.
No es ninguna novedad que una sólida sesión de entrenamiento de pesas, una mañana de ciclismo intensa o una hora de Jiu-Jitsu pueden poner en marcha tu metabolismo de una forma muy explosiva. Pero, ¿sabes cuál es el método infalible para acelerar el metabolismo y mantenerlo en números rojos durante todo el día?
De una manera resumida, el metabolismo se refiere a los procesos químicos por los que las células producen las sustancias y la energía necesarias para mantenernos vivos. Los siguientes consejos están pensados para aumentar el metabolismo, llevándolo más allá, en un esfuerzo por desarrollar y mantener una mejor composición del cuerpo.
Trabaja la masa muscular
Sin lugar a dudas, la manera más efectiva de impulsar el metabolismo es trabajando y manteniendo la masa muscular magra. El músculo se compone de lo que se llama «tejido metabólicamente activo», que significa que requiere de energía para ser construido, utilizado y mantenido. Este tejido es completamente diferente al tejido graso, que prácticamente se asienta allí donde menos queremos, y no quema calorías en lo más mínimo.
La mejor forma de desarrollar la masa muscular es, como ya habías supuesto correctamente, el entrenamiento con pesas. Esto quiere decir que incluso si eres mujer o tu objetivo principal es perder peso y quemar grasa, el ejercicio de fuerza con pesas siempre debe formar parte de tu rutina y plan de entrenamiento.
Entrenamiento HIIT
Una carrera suave por tu barrio puede ser una gran manera de reducir el estrés en una tarde de domingo, pero por desgracia no es la forma más efectiva de alimentar nuestro metabolismo. El entrenamiento de intervalos de alta intensidad o HIIT (Hight Intensity Interval Training) que combina cortos periodos de altísima intensidad (formando diferentes intervalos), con periodos de recuperación, es uno de los métodos más interesantes para quemar una gran cantidad de calorías, ya que este tipo de entrenamientos equivalen a una larga y lenta sesión de cardio. Por lo tanto, con entrenamientos HIIT logramos quemar la misma cantidad de calorías en la mitad de tiempo que realizamos una sesión de cardio.
Aunque esta no es la principal razón para incluir el HIIT en tu rutina. Y es que una vez que acabas el ejercicio, continúas quemando calorías incluso durante 36 horas después de coger las zapatillas y salir por la puerta a correr. Esta es la gran diferencia con el cardio convencional, ya que cuando acabas el ejercicio, la quema de calorías se frena también.
Comienza por correr, hacer remo o montar en bici a una intensidad alta (calcula un 8 de 10 en la escala de esfuerzo), durante 30 segundos, seguido por un periodo de recuperación de 90 segundos (a una intensidad 3 de la escala del 10). Repite estos intervalos alternándolos nueve veces más (un total de 5 repeticiones del primer intervalo, y 5 repeticiones del segundo intervalo). En sólo 20 minutos has activado el metabolismo para el próximo día y medio!
Proteínas, especialmente en el desayuno
No te dejes engañar por los anuncios de la televisión y recuerda que ya no eres un niño en edad de crecimiento. Comer cereales, donuts, galletas y otro tipo de alimentos azucarados y cargados de carbohidratos en el desayuno es una excelente forma de elevar al pico los niveles de azúcar en sangre. En su lugar, trata de desayunar más proteínas: huevo, carne magra o yogurt griego. La proteína, si se come en el desayuno o en otros momentos del día), necesita mucha energía del cuerpo para ser descompuesta e ingerida.
De esta forma, el mismo acto de comer proteína puede poner en marcha nuestro metabolismo. Además, las personas que consumes proteínas en el desayuno tienden a ingerir menos calorías durante el resto del día. Así que no sólo estás quemando más al comer alimentos con proteínas, sino que al mismo tiempo estás evitando comer más durante el día.
Alimentos Enteros
Como mencionamos ya, el acto de la descomposición de los nutrientes requiere energía y, por tanto, quema de calorías. Esto se conoce como el Efecto Térmico de los Alimentos (ETA). Pero no todos los alimentos son iguales. Algunos necesitan más energía para su descomposición. Al elegir alimentos enteros, es decir, sin procesar, como carnes magras, pescado, verduras y frutas, se produce el efecto térmico de los alimentos y se utilizan más calorías para la digestión.
Por esta razón, la gran mayoría de los planes de nutrición inteligentes evitan las calorías líquidas. Las bebidas sin calorías pesadas (incluso los batidos) y otros alimentos procesados requieren de poco esfuerzo para ser digeridos, lo cual eleva el nivel de azúcar en sangre y en tu cintura.
Ojo con los suplementos, aunque sean naturales
Muchos compuestos que se encuentran naturalmente en los alimentos o están de forma concentrada en suplementos y bebidas energéticas tienen un efecto termogénico. Esto quiere decir que conducen el calor por el cuerpo, impulsando a su vez el metabolismo. La cafeína, la taurina y la efedrina son termogénicos potentes y populares. Sin embargo, y por supuesto, hay un pequeño inconveniente en estimular nuestro metabolismo de esta forma. Estas sustancias pueden sobrecargar las glándulas suprarrenales y conducir a nuestro cuerpo hasta el estrés. Así que, ojo con el uso y abuso que hacemos de estos estimulantes.
Hidratación
El agua es un actor clave en el proceso digestivo. De hecho, sin ella no es posible que se produzca este proceso de una forma efectiva. Es decir, si falta agua en el proceso de digestión, los nutrientes de los alimentos no se extraen completamente. El agua en nuestro cuerpo es como el aceite que necesita el coche. Sin ella, el metabolismo no se ejecutará correctamente y se detendrá. Intenta consumir al menos 2 litros de agua al día en días de descanso, y aumenta estas cantidades en días de entrenamiento. Sí, es difícil beber tanta cantidad de agua, pero el esfuerzo vale la pena. Nuestro cuerpo lo agradecerá.
Pequeños cambios
Algunos cambios sencillos como beber agua fría en vez de natural y comer alimentos picantes (lo que hace subir la termogénesis), bajar el termostato de la calefacción en casa (forzamos nuestro cuerpo a usar más calorías para generar más calor), o no sobre-masticar los alimentos (ya que esto reduce la cantidad de energía que utiliza el cuerpo para hacer la digestión), son pequeños cambios que podemos ir haciendo para aumentar el metabolismo.
Sin embargo, estos cambios poco tienen que ver con los resultados que se consiguen con las sugerencias anteriores. Concentra tu energía en el desarrollo de la masa muscular, consume alimentos enteros y añade más proteínas en tu dieta. Si le sumas unas cuantas sesiones de entrenamiento HIIT cada semana, conseguirás tener un metabolismo más que acelerado!
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Solo TU, Siempre TU [*30]