NOTA: Antes que nada esta es mi primera review. Y yo utilizo un estilo de crítica similar al de Roger Ebert.
Hay un pequeño anime de cortometrajes que actualmente se encuentra en emisión. Lo vi porque era de esos animes cortos los cuales eres capaz de ver en una hora o incluso menos, si es que no te levantas al baño a hacer algo. Déjenme decirles que me pareció uno de los animes menos agradables de esta temporada. Una historia plana y desperdiciada, una pérdida psicológica que sin dudas podría haber sido mejor utilizada de algún otro modo.
La premisa de la historia es tan simple como acelerada. En cada episodio distintos personajes se detienen en las vías de un tren durante los pocos minutos en los cuales los personajes interactúan entre ellos o el ambiente que los rodea en situaciones que prometen ser graciosas o incluso reflexivas, pero que terminan en nada. Un aviso: no quiero decir con eso de que no haya escenas divertidas. Hubo partes en cierto episodios en los cuales incluso una persona tan serie y amargada como yo no pudo evitar soltar una sonrisa e incluso una risita silenciosa. Pero una golondrina no hace un solo verano. La historia promete ser una comedia constante, y por ende el hecho de que solamente te haga reír en algunos momentos y que luego te mantengas serio e incluso un poco fastidiado podría considerarse un fracaso técnico de altas proporciones.
Con semejante crítica no quiero criticar el manga de Fumikiri Jikan, escrito por Yoshimi Sato. De hecho me leí unos cuantos de sus mangas para revisar si la decadencia del anime es culpa suya o si se trata de una adaptación mal hecha por parte de la casa de estudio. El manga me resultó interesante. No es el mejor manga que me haya leído en la vida, pero cumple lo que promete, aunque no da más que eso. En cambio, el anime no aporta absolutamente nada. Los personajes en el manga, aunque igualmente un poco vacíos de contenido son algo llamativos y carismáticos. En cambio, en el anime son solamente contenedores de frase y gestos que solamente en momentos increíblemente ocasionales pueden llegar a provocar risa. Nada comparado al manga, que de por sí no es algo revolucionario.
Normalmente una persona esperaría a que un anime termine de emitirse para dar una conclusión final al respecto, pero hay veces en que eso no es necesario. Ciertamente tampoco gano nada atacando un anime cortometraje del cual casi nadie habla en estos días, pero en ocasiones es necesario decir lo que uno opina. Sí, admito haberme reído en algunas partes del anime en estos cuantos capítulos que se han emitido a la fecha que escribo esto. Pero el resto de los minutos que duraban los episodios me quedaba con la cara larga sin entender cómo diablos la casa de estudio podía desperdiciar oportunidades con un manga tan decente y convertirla en una historia con personajes sin cerebro, presuntuosos y que al final no llegan a nada. Llegué a verme el anime hasta el episodio 7 y no pienso terminármelo.
Mi puntuación final: 3/10.
Hay un pequeño anime de cortometrajes que actualmente se encuentra en emisión. Lo vi porque era de esos animes cortos los cuales eres capaz de ver en una hora o incluso menos, si es que no te levantas al baño a hacer algo. Déjenme decirles que me pareció uno de los animes menos agradables de esta temporada. Una historia plana y desperdiciada, una pérdida psicológica que sin dudas podría haber sido mejor utilizada de algún otro modo.
La premisa de la historia es tan simple como acelerada. En cada episodio distintos personajes se detienen en las vías de un tren durante los pocos minutos en los cuales los personajes interactúan entre ellos o el ambiente que los rodea en situaciones que prometen ser graciosas o incluso reflexivas, pero que terminan en nada. Un aviso: no quiero decir con eso de que no haya escenas divertidas. Hubo partes en cierto episodios en los cuales incluso una persona tan serie y amargada como yo no pudo evitar soltar una sonrisa e incluso una risita silenciosa. Pero una golondrina no hace un solo verano. La historia promete ser una comedia constante, y por ende el hecho de que solamente te haga reír en algunos momentos y que luego te mantengas serio e incluso un poco fastidiado podría considerarse un fracaso técnico de altas proporciones.
Con semejante crítica no quiero criticar el manga de Fumikiri Jikan, escrito por Yoshimi Sato. De hecho me leí unos cuantos de sus mangas para revisar si la decadencia del anime es culpa suya o si se trata de una adaptación mal hecha por parte de la casa de estudio. El manga me resultó interesante. No es el mejor manga que me haya leído en la vida, pero cumple lo que promete, aunque no da más que eso. En cambio, el anime no aporta absolutamente nada. Los personajes en el manga, aunque igualmente un poco vacíos de contenido son algo llamativos y carismáticos. En cambio, en el anime son solamente contenedores de frase y gestos que solamente en momentos increíblemente ocasionales pueden llegar a provocar risa. Nada comparado al manga, que de por sí no es algo revolucionario.
Normalmente una persona esperaría a que un anime termine de emitirse para dar una conclusión final al respecto, pero hay veces en que eso no es necesario. Ciertamente tampoco gano nada atacando un anime cortometraje del cual casi nadie habla en estos días, pero en ocasiones es necesario decir lo que uno opina. Sí, admito haberme reído en algunas partes del anime en estos cuantos capítulos que se han emitido a la fecha que escribo esto. Pero el resto de los minutos que duraban los episodios me quedaba con la cara larga sin entender cómo diablos la casa de estudio podía desperdiciar oportunidades con un manga tan decente y convertirla en una historia con personajes sin cerebro, presuntuosos y que al final no llegan a nada. Llegué a verme el anime hasta el episodio 7 y no pienso terminármelo.
Mi puntuación final: 3/10.
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