Todos los amantes del motor tienen idealizado el coche de sus sueños. Se trata de un deportivo, más o menos caro, pero que nunca podrán permitirse adquirirlo. El Bugatti Veyron Grand Sport es una de las máquinas más soñadas por los conductores, con sus 16.4 litros, su motor con cuatro turbos y 16 cilindros que le hacen ‘volar’ sobre la pista a 407 km/h. Su precio, solo 1,8 millones, le hicieron ser el coche más caro del mundo. Sin embargo, desde ayer, el Veyron ha sido destronado por el Lykan Hypersports, apodado ya como el Ferrari del desierto.
Este súper deportivo ha sido presentado en la tercera edición del Salón de Catar y sin haber oído rugir su motor, ya es noticia por su precio: 2,4 millones. Es el coche más exclusivo, caro, prohibitivo y admirado que se ponga en la calle, dado que únicamente existirán siete unidades en el mundo. El Lykam está fabricado por W Motors, una firma radicada en Líbano y presidida por Ralph Debbas, un experto en el mundo del motor que dejó Aston Martin para trabajar durante seis años en el desarrollo del Lykam.
Según el fabricante, este capricho mide 4,48 metros de largo y 1,98 de ancho, lo que le hace tener un volumen parecido a una berlina media. Pero ojo, ¡solo levanta del suelo 1,17 metros! Esto obliga a tener una buena espalda flexible para ponerse al volante. El peso del coche rondará los 1.350 kilos, lo que le hace más ligero que sus ‘supuestos’ competidores.
De 0 a 100 en 2,8 segundos
El corazón del deportivo está confiado a un motor de seis cilindros bóxer –enfrentados tres a tres– y 3.746 centímetros cúbicos, que dado el peso rinden 750 caballos y le lanzan a 395 km/h. El propulsor de origen Porsche estará montado inmediatamente detrás del conductor, de manera que al ser central garantiza la estabilidad y agarre de la máquina, que acelerará de 0 a 100 en 2,8 segundos, casi como un reactor.
Solo se conoce el exterior. El interior es una incógnita, dado que el fabricante no ha dejado ver cómo es el habitáculo. Aquí será donde también se apreciará la exclusividad que, posiblemente será a gusto del consumidor. Desde materiales nobles como la piel o el titanio, al empleo de otros también exclusivos pero que en un coche siempre pueden parecer horteras, como el oro, los diamantes o los cristales Swarovski, como ya han ‘perpetrado’ en otros modelos potentados, herederos o príncipes.
Aunque es un prototipo, el éxito está ya asegurado. Al parecer, W Motors ya ha recibido hasta un centenar de peticiones. Ahora habrá que esperar para ver a quién le toca la china y, tras desembolsar los 2,4 millones de euros –¿cuánto costará un seguro sin franquicia?– será el privilegiado en conducir el coche por el desierto, Marbella, la Riviera, Barcelona o Chinchón.
Este súper deportivo ha sido presentado en la tercera edición del Salón de Catar y sin haber oído rugir su motor, ya es noticia por su precio: 2,4 millones. Es el coche más exclusivo, caro, prohibitivo y admirado que se ponga en la calle, dado que únicamente existirán siete unidades en el mundo. El Lykam está fabricado por W Motors, una firma radicada en Líbano y presidida por Ralph Debbas, un experto en el mundo del motor que dejó Aston Martin para trabajar durante seis años en el desarrollo del Lykam.
Según el fabricante, este capricho mide 4,48 metros de largo y 1,98 de ancho, lo que le hace tener un volumen parecido a una berlina media. Pero ojo, ¡solo levanta del suelo 1,17 metros! Esto obliga a tener una buena espalda flexible para ponerse al volante. El peso del coche rondará los 1.350 kilos, lo que le hace más ligero que sus ‘supuestos’ competidores.
De 0 a 100 en 2,8 segundos
El corazón del deportivo está confiado a un motor de seis cilindros bóxer –enfrentados tres a tres– y 3.746 centímetros cúbicos, que dado el peso rinden 750 caballos y le lanzan a 395 km/h. El propulsor de origen Porsche estará montado inmediatamente detrás del conductor, de manera que al ser central garantiza la estabilidad y agarre de la máquina, que acelerará de 0 a 100 en 2,8 segundos, casi como un reactor.
Solo se conoce el exterior. El interior es una incógnita, dado que el fabricante no ha dejado ver cómo es el habitáculo. Aquí será donde también se apreciará la exclusividad que, posiblemente será a gusto del consumidor. Desde materiales nobles como la piel o el titanio, al empleo de otros también exclusivos pero que en un coche siempre pueden parecer horteras, como el oro, los diamantes o los cristales Swarovski, como ya han ‘perpetrado’ en otros modelos potentados, herederos o príncipes.
Aunque es un prototipo, el éxito está ya asegurado. Al parecer, W Motors ya ha recibido hasta un centenar de peticiones. Ahora habrá que esperar para ver a quién le toca la china y, tras desembolsar los 2,4 millones de euros –¿cuánto costará un seguro sin franquicia?– será el privilegiado en conducir el coche por el desierto, Marbella, la Riviera, Barcelona o Chinchón.
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