La Jefa de las Sirvientas de la Mansión del Diablo Escarlata, Sakuya Izayoi, tiene una habilidad particularmente inusual. Es como si hiciese trucos de magia sin usar truco alguno. A diferencia del desconcertado Rinnosuke y el resto de los presentes, Sakuya era la única que mostraba una tranquilidad imperturbable. De pronto, sin aviso previo, lanzó el estuche al aire y...
¡La conclusión del Capítulo 4, "La Elegante y Perfecta Hora del Té"!
"¿Eeh? ¿Pero qué diablos es esto?"
Remilia señaló el interior del estuche con un fatigado deje.
Bien, es una reacción comprensible. Sakuya vino a comprar tazas de té y justo eligió la que estaba rota. Sospechaba que Remilia tendría algún extraño motivo para sus órdenes, pero parece que me equivoqué. Me sentía sorprendentemente identificado con los sentimientos de Remilia.
"¿Hmm? "¿Me pregunta que qué es? Pues, claramente, son tazas de té. ¿No son de su agrado?"
“Tiene un estilo claramente avant-garde. Por ejemplo, si nos fijamos en el asa le falta un tercio, casi se podría dudar si realmente es una taza... Pero sería mejor si pudiese contener más líquido."
“¿Pero no tiene un diseño precioso? Me gusta mucho esa sensación relajante y nostálgica que evoca. Y el dependiente dijo que también le gustaba, ¿verdad?"
“Así que hasta al tendero le gusta este estrafalario diseño."
Remilia me dedicó una dubitativa y desconfiada mirada. Bueno, más bien me gustaba. Si empieza a pensar que estoy intentando convencerla para que compre una taza rota, me meteré en un buen lío.
"Oh, ¿y qué es este papel?"
El papelito con la disculpa todavía seguía dentro del estuche.
"Creo que es la valoración de un experto o algo así."
“¿Y qué tipo de valoración es esa en la que solo pone "Lo siento"?"
“Una del tipo ‘Lo siento, no pude evaluarlo’."
“¿Entonces es como cuando un mago finaliza con un ‘Sin trucos ni artilugios’?"
Eso es bastante improbable.
Puede que Reimu se haya cansado de tanto juego de palabras, porque se acaba de ir a preparar su propio té. Hablando de eso, me pregunto por qué hay un chawan1 exclusivo para Reimu en mi local.
"Te lo volveré a preguntar una vez más, Sakuya. ¿Qué diablos es esto?"
"Como le dije, una taza vanguardista."
“¿Y eso fue lo que te pedí?"
“Así es. Exigió que fuese pequeña, ligera, inusual, bonita..."
“Bueno, al menos es bonita."
¿Lo es?
"Y, además, tiene un aire más sofisticado que las que se encuentran en el templo. ¿No le parece?"
“Su forma es muy parecida, sí, pero..."
¿Sus formas son similares? ¿Es que hay tazas vanguardistas (significa que no está limitado a su forma original) en el templo? Le pregunté a Reimu para confirmarlo.
"No sé nada de tazas así."
“¿Ah, no? Estaban ahí justo antes de que enviase a Sakuya aquí."
“Mi Señora, es posible que no lo sepa. Fue tras nuestra llegada cuando las tazas se convirtieron en ‘avant-garde’.”
"¿Qué...? ¿¡Así que vosotras rompisteis mis tazas!?"
Por unos momentos, resonó por toda la tienda el bombardeo de los furiosos gritos de Reimu.
Así es, eso fue lo que sucedió. Ellas rompieron las tazas de Reimu y vinieron a comprar unas de repuesto. ¿Pero entonces porqué querrían comprar otra taza rota?
"Sakuya, efectivamente te pedí que comprases tazas iguales a las de Reimu, pero no me refería a que fuesen iguales a como quedaron, sino como eran antes de que cambiasen. ¿Lo entiendes ahora?"
“Oh, ¿era eso? Estaba segura de que deseaba una taza que hiciese juego con las de Reimu."
“Esto no es un juego de tazas, es un batiburrillo."
“Pero si compraba tazas normales, ¿no me diría algo como ‘¿¡En qué estabas pensando!? ¡Sus formas son completamente distintas!’, verdad?"
"Yo... no diría algo así."
O tal vez sí. Incluso para una sirvienta debe de ser difícil cuidar de esta infantil (aun cuando tiene aproximadamente más de 500 años) y perversa señorita. Pero si solo querían una taza rota, ¿no bastaría con comprar una normal y romperla? Eso fue lo que pensé, pero quizás este es el concepto que tienen las chicas de Gensokyo sobre las bromas. Si pienso demasiado en ello acabaré exhausto. Por esa razón he tomado la postura de ignorar todo lo que no pueda comprender.
"Entiendo. ¿Entonces queréis tazas normales?"
“Si estás pensando en eso, haz lo que quieras, Sakuya."
“Por supuesto, estaba pensando en eso mismo."
Menos mal, estas chicas están a un nivel completamente distinto de molestia que Reimu y Marisa. Da igual, en el momento en que estaba pensando en ir a por otra taza, oí la voz de Sakuya.
"Está bien, entonces esas tazas son basura."
¿¡Qué!? ¡Espera un momento! Me giré confundido hacia Sakuya, pero ya era demasiado tarde. ¡Había lanzado el estuche y las tazas estaban en el aire!
¡Los fragmentos estaban danzando en mitad del aire! El tiempo parecía haberse ralentizado debido a la tensión, ¡como si fuese una ilusión! Una de las tazas seguía de una pieza. Pero incluso si las dos estuviesen rotas, ¿qué tipo de persona las lanzaría sin más? Hasta la despreocupada que estaba bebiendo té parecía sorprendida. Y me preocuparía aún más si Reimu soltase su chawan por el asombro. Respecto a Remilia, sus alas de murciélago estaban totalmente desplegadas. No estoy seguro de si era por la tensión o por la sorpresa, pero...
...Pero las tazas se estaban tomando su tiempo para caer. ¿El estuche no había golpeado ya el suelo? Bueno, es algo obvio considerando el tiempo que ha pasado... El pedazo de papel con la palabra "Lo siento" escrito por Marisa todavía estaba revoloteando por el aire.
"Y bien, ¿qué os pareció? Un auténtico truco de magia, sin trucos ni artilugios."
¡No había ni un solo fragmento de taza por el suelo! Sorprendido, me giré hacia Sakuya y, misteriosamente, estaba sujetando la taza. Sin embargo, lo más misterioso era que...
Al final, las tazas de té fueron vendidas sin problemas y esas dos se fueron de la tienda. Remilia parecía muy complacida con la actuación de Sakuya. Reimu se quedó un rato en silencio pasmada, pero debió recordar que esas dos se dirigían al templo, así que salió tras ellas a toda prisa dejando atrás el té a medio beber.
En cuanto a mí, no entendí cómo pudo Sakuya reunir todas las piezas de la taza que lanzó, y mucho menos cómo pudo restaurarla en perfecto estado. Simplemente me quedé ahí, estupefacto...
Pasaron varios días. Siguiendo mi filosofía de "No te preocupes demasiado...", pude recuperarme sin problemas de mi confusión. Justo en ese momento, Marisa vino de visita y la regañé por la taza, la obligué a escuchar lo ocurrido. Ella respondió con su habitual forma de hablar "No tiene nada de raruno". Por lo visto, Sakuya tiene la habilidad de "Detener el tiempo". Por supuesto, con esta habilidad podía coger la taza antes de que se rompiese incluso si era ella quien la lanzaba. Ciertamente se podía decir que no había ningún truco.
Un momento... Esta habilidad no podría restaurar una taza rota, ¿o sí? Algo falla. Aunque debería haberlo dejado, empecé a pensar en ello de nuevo. Sí, hay una manera de restaurar una taza con solo detener el tiempo. Cuanto más pensaba sobre eso, más se centraba mi cerebro en ese detalle.
"¡Eso es, la taza que tanto me gustaba no era así!"
Tuve un mal presentimiento, miré en los montones de mercancía. ¡Esa cliente es la típica que haría algo tan increíble adrede para despistar! Bueno, ya la vendí así que no es que haya ninguna perdida, pero... Comprobé la mayoría de mi mercancía, la única parte que me quedaba era... ¿el montón en el que estaba sentada Marisa? Aparté a Marisa y, bajo ella, encontré un vistoso estuche. Es ese, no hay duda. Con Marisa asomándose por un lado, abrí la tapa con miedo.
Tanto Marisa como yo reconocimos la nota escrita en papel japonés y los fragmentos de taza. Y encima del mensaje japonés había una nueva nota escrita en papel occidental, mostrando las palabras "Mis disculpas". La auténtica "valoración" de una maga.
Notas de traducción
1. Un chawan es una taza de té con forma de bol que se usa para la preparación y el consumo del té. Existen de muchos tipos dependiendo del té que se vaya a tomar.
¡La conclusión del Capítulo 4, "La Elegante y Perfecta Hora del Té"!
LA ELEGANTE Y PERFECTA HORA DEL TÉ (Segunda parte)
"¿Eeh? ¿Pero qué diablos es esto?"
Remilia señaló el interior del estuche con un fatigado deje.
Bien, es una reacción comprensible. Sakuya vino a comprar tazas de té y justo eligió la que estaba rota. Sospechaba que Remilia tendría algún extraño motivo para sus órdenes, pero parece que me equivoqué. Me sentía sorprendentemente identificado con los sentimientos de Remilia.
"¿Hmm? "¿Me pregunta que qué es? Pues, claramente, son tazas de té. ¿No son de su agrado?"
“Tiene un estilo claramente avant-garde. Por ejemplo, si nos fijamos en el asa le falta un tercio, casi se podría dudar si realmente es una taza... Pero sería mejor si pudiese contener más líquido."
“¿Pero no tiene un diseño precioso? Me gusta mucho esa sensación relajante y nostálgica que evoca. Y el dependiente dijo que también le gustaba, ¿verdad?"
“Así que hasta al tendero le gusta este estrafalario diseño."
Remilia me dedicó una dubitativa y desconfiada mirada. Bueno, más bien me gustaba. Si empieza a pensar que estoy intentando convencerla para que compre una taza rota, me meteré en un buen lío.
"Oh, ¿y qué es este papel?"
El papelito con la disculpa todavía seguía dentro del estuche.
"Creo que es la valoración de un experto o algo así."
“¿Y qué tipo de valoración es esa en la que solo pone "Lo siento"?"
“Una del tipo ‘Lo siento, no pude evaluarlo’."
“¿Entonces es como cuando un mago finaliza con un ‘Sin trucos ni artilugios’?"
Eso es bastante improbable.
Puede que Reimu se haya cansado de tanto juego de palabras, porque se acaba de ir a preparar su propio té. Hablando de eso, me pregunto por qué hay un chawan1 exclusivo para Reimu en mi local.
"Te lo volveré a preguntar una vez más, Sakuya. ¿Qué diablos es esto?"
"Como le dije, una taza vanguardista."
“¿Y eso fue lo que te pedí?"
“Así es. Exigió que fuese pequeña, ligera, inusual, bonita..."
“Bueno, al menos es bonita."
¿Lo es?
"Y, además, tiene un aire más sofisticado que las que se encuentran en el templo. ¿No le parece?"
“Su forma es muy parecida, sí, pero..."
¿Sus formas son similares? ¿Es que hay tazas vanguardistas (significa que no está limitado a su forma original) en el templo? Le pregunté a Reimu para confirmarlo.
"No sé nada de tazas así."
“¿Ah, no? Estaban ahí justo antes de que enviase a Sakuya aquí."
“Mi Señora, es posible que no lo sepa. Fue tras nuestra llegada cuando las tazas se convirtieron en ‘avant-garde’.”
"¿Qué...? ¿¡Así que vosotras rompisteis mis tazas!?"
Por unos momentos, resonó por toda la tienda el bombardeo de los furiosos gritos de Reimu.
Así es, eso fue lo que sucedió. Ellas rompieron las tazas de Reimu y vinieron a comprar unas de repuesto. ¿Pero entonces porqué querrían comprar otra taza rota?
"Sakuya, efectivamente te pedí que comprases tazas iguales a las de Reimu, pero no me refería a que fuesen iguales a como quedaron, sino como eran antes de que cambiasen. ¿Lo entiendes ahora?"
“Oh, ¿era eso? Estaba segura de que deseaba una taza que hiciese juego con las de Reimu."
“Esto no es un juego de tazas, es un batiburrillo."
“Pero si compraba tazas normales, ¿no me diría algo como ‘¿¡En qué estabas pensando!? ¡Sus formas son completamente distintas!’, verdad?"
"Yo... no diría algo así."
O tal vez sí. Incluso para una sirvienta debe de ser difícil cuidar de esta infantil (aun cuando tiene aproximadamente más de 500 años) y perversa señorita. Pero si solo querían una taza rota, ¿no bastaría con comprar una normal y romperla? Eso fue lo que pensé, pero quizás este es el concepto que tienen las chicas de Gensokyo sobre las bromas. Si pienso demasiado en ello acabaré exhausto. Por esa razón he tomado la postura de ignorar todo lo que no pueda comprender.
"Entiendo. ¿Entonces queréis tazas normales?"
“Si estás pensando en eso, haz lo que quieras, Sakuya."
“Por supuesto, estaba pensando en eso mismo."
Menos mal, estas chicas están a un nivel completamente distinto de molestia que Reimu y Marisa. Da igual, en el momento en que estaba pensando en ir a por otra taza, oí la voz de Sakuya.
"Está bien, entonces esas tazas son basura."
¿¡Qué!? ¡Espera un momento! Me giré confundido hacia Sakuya, pero ya era demasiado tarde. ¡Había lanzado el estuche y las tazas estaban en el aire!
¡Los fragmentos estaban danzando en mitad del aire! El tiempo parecía haberse ralentizado debido a la tensión, ¡como si fuese una ilusión! Una de las tazas seguía de una pieza. Pero incluso si las dos estuviesen rotas, ¿qué tipo de persona las lanzaría sin más? Hasta la despreocupada que estaba bebiendo té parecía sorprendida. Y me preocuparía aún más si Reimu soltase su chawan por el asombro. Respecto a Remilia, sus alas de murciélago estaban totalmente desplegadas. No estoy seguro de si era por la tensión o por la sorpresa, pero...
...Pero las tazas se estaban tomando su tiempo para caer. ¿El estuche no había golpeado ya el suelo? Bueno, es algo obvio considerando el tiempo que ha pasado... El pedazo de papel con la palabra "Lo siento" escrito por Marisa todavía estaba revoloteando por el aire.
"Y bien, ¿qué os pareció? Un auténtico truco de magia, sin trucos ni artilugios."
¡No había ni un solo fragmento de taza por el suelo! Sorprendido, me giré hacia Sakuya y, misteriosamente, estaba sujetando la taza. Sin embargo, lo más misterioso era que...
Al final, las tazas de té fueron vendidas sin problemas y esas dos se fueron de la tienda. Remilia parecía muy complacida con la actuación de Sakuya. Reimu se quedó un rato en silencio pasmada, pero debió recordar que esas dos se dirigían al templo, así que salió tras ellas a toda prisa dejando atrás el té a medio beber.
En cuanto a mí, no entendí cómo pudo Sakuya reunir todas las piezas de la taza que lanzó, y mucho menos cómo pudo restaurarla en perfecto estado. Simplemente me quedé ahí, estupefacto...
Pasaron varios días. Siguiendo mi filosofía de "No te preocupes demasiado...", pude recuperarme sin problemas de mi confusión. Justo en ese momento, Marisa vino de visita y la regañé por la taza, la obligué a escuchar lo ocurrido. Ella respondió con su habitual forma de hablar "No tiene nada de raruno". Por lo visto, Sakuya tiene la habilidad de "Detener el tiempo". Por supuesto, con esta habilidad podía coger la taza antes de que se rompiese incluso si era ella quien la lanzaba. Ciertamente se podía decir que no había ningún truco.
Un momento... Esta habilidad no podría restaurar una taza rota, ¿o sí? Algo falla. Aunque debería haberlo dejado, empecé a pensar en ello de nuevo. Sí, hay una manera de restaurar una taza con solo detener el tiempo. Cuanto más pensaba sobre eso, más se centraba mi cerebro en ese detalle.
"¡Eso es, la taza que tanto me gustaba no era así!"
Tuve un mal presentimiento, miré en los montones de mercancía. ¡Esa cliente es la típica que haría algo tan increíble adrede para despistar! Bueno, ya la vendí así que no es que haya ninguna perdida, pero... Comprobé la mayoría de mi mercancía, la única parte que me quedaba era... ¿el montón en el que estaba sentada Marisa? Aparté a Marisa y, bajo ella, encontré un vistoso estuche. Es ese, no hay duda. Con Marisa asomándose por un lado, abrí la tapa con miedo.
Tanto Marisa como yo reconocimos la nota escrita en papel japonés y los fragmentos de taza. Y encima del mensaje japonés había una nueva nota escrita en papel occidental, mostrando las palabras "Mis disculpas". La auténtica "valoración" de una maga.
FIN DEL CAPÍTULO 5
Notas de traducción
1. Un chawan es una taza de té con forma de bol que se usa para la preparación y el consumo del té. Existen de muchos tipos dependiendo del té que se vaya a tomar.
Responder
La fantasía se nutre de nuestros sueños, mientras sigamos soñando la fantasía pervivirá.