Unos labios carnosos se posan sobre tu borde.
Todas las mañanas te destapa, sopla sobre tu hueco abierto con suavidad.
Inclinándose entre sus palmas, de un tono bronceado, bebe tu sopa.
Es lo primero que lleva tomándose desde que vuelve a tener un sitio al que llamar hogar, a veces tu sabor es más salado porque caen algunas gotas de sus lágrimas.
—Me gusta sentirte, eres cálida —me dice después de darme los buenos días.
Tras dejarte vacía, te lava con un trapo húmedo por fuera y por dentro con delicadeza.
Has visto su rostro reflejado, es un joven mestizo con el cabello moreno, alborotado y los ojos negros.
Al principio tenía ojeras, varias bolsas anidaban en sus hinchados ojos, de tonos purpúreos, al no conseguir dormir por los acontecimientos que ha vivido.
—Tu compañía me anima todos los días, eres lo único que rescaté de la casa donde me crie.
"Siento tristeza, lo ha pasado tan mal, ha tenido que soportar tanto..."
Has escuchado todos y cada uno de sus llantos, noche tras noche, abrazándose a ti, desde que era tan solo un niño hasta ahora que comienza a ser un joven adulto.
Hubo momentos en los que deseaste que te rompiera en mil pedazos, para no compartir ese dolor tan inmenso que parecía no tener fin, en vez de que te tratara con tanta sutileza como si fuera lo más valioso de su vida, su mundo.
"Pero te hace tan feliz volver a sentirte querida y utilizada de nuevo".
Todas las mañanas te destapa, sopla sobre tu hueco abierto con suavidad.
Inclinándose entre sus palmas, de un tono bronceado, bebe tu sopa.
Es lo primero que lleva tomándose desde que vuelve a tener un sitio al que llamar hogar, a veces tu sabor es más salado porque caen algunas gotas de sus lágrimas.
—Me gusta sentirte, eres cálida —me dice después de darme los buenos días.
Tras dejarte vacía, te lava con un trapo húmedo por fuera y por dentro con delicadeza.
Has visto su rostro reflejado, es un joven mestizo con el cabello moreno, alborotado y los ojos negros.
Al principio tenía ojeras, varias bolsas anidaban en sus hinchados ojos, de tonos purpúreos, al no conseguir dormir por los acontecimientos que ha vivido.
—Tu compañía me anima todos los días, eres lo único que rescaté de la casa donde me crie.
"Siento tristeza, lo ha pasado tan mal, ha tenido que soportar tanto..."
Has escuchado todos y cada uno de sus llantos, noche tras noche, abrazándose a ti, desde que era tan solo un niño hasta ahora que comienza a ser un joven adulto.
Hubo momentos en los que deseaste que te rompiera en mil pedazos, para no compartir ese dolor tan inmenso que parecía no tener fin, en vez de que te tratara con tanta sutileza como si fuera lo más valioso de su vida, su mundo.
"Pero te hace tan feliz volver a sentirte querida y utilizada de nuevo".
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Gracias a Muffet y a Voldia por sus Firmas.