La noticia más insólita contra su deber misionero recibieron las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta en su convento de Miami, cuando les llegó una notificación del Ayuntamiento de la ciudad donde se les advierte de que es ilegal alimentar a los pobres sin un permiso oficial.
La notificación del 20 de marzo señala que la operación de un negocio sin las licencias requeridas es ilegal bajo la ley estatal y local. En el documento se advierte a las monjas de que si siguen con su "negocio", pueden ser sancionadas con una multa de hasta 100 dólares por día.
En el convento, las misioneras dan de comer a diario a unas 300 personas desamparadas.
"Nosotras no estamos operando un negocio. Nuestro negocio es hacer el bien", aseguró la superiora del convento, la hermana Lima Marie, en declaraciones.
"¿Qué estamos violando?", se pregunta la monja, quien recuerda que la única misión de esta congregación religiosa católica establecida en 1950 para ayudar a los más pobres entre los pobres es "saciar la sed de Jesús en la Cruz mediante el trabajo por la salvación y santificación del alma".
La orden fundada por Sor Teresa de Calcuta tiene 710 centros repartidos por más de 133 países.
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