3 MENTES 1 SOLO RECUERDO

1.- MENTE DE LOCURA

─ Soy una niña buena, soy una niña buena…─  me repetía una y otra vez mientras estaba sentada en mi habitacion abrazando con lso dedos entrelazados a una muñeca que me regalaron cuando tenia cinco años.

Me encuentro a oscuras mirando al vacío mientras me balanceo, siento como las manos están pegajosas por la sangre, que estaba salpicada por todo mis ropas e incluso mi cara, a mi lado hay un cuchillo ensangrentado que relumbra cuando lso relámpagos cruzan la ventana en plena noche.

Escucho como la lluvia repiquetea y el sonido del trueno apaga esas voces que me dijeron que hiciera aquello.

No se por que ahora viene a mi mente ciertas imágenes pasadas, aunque no me resultan desagradables; la primera es cuando me regalaron esta muñeca aquella sorpresa me puso muy contenta daba saltos de un lugar a otro bese a mi padre y a mi madre y sobre todo me acuerdo de aquella tarta de chocolate y apagando las velas de un solo soplido, como jugaba con mis amigos  un recuerdo muy feliz, que me hace esbozar una sonrisa.

Pero todo aquello se desvanece cuando un relámpago ilumina temporalmente la habitacion y me fijo en mis manos ensangrentadas y pegajosas de un color rojo apagado.

─ Vamos a jugar…─  dijo una voz de manera muy infantil proveniente de la muñeca que tengo entre mis brazos, todo hubiera sido muy normal si no es por que la muñeca que no es de las que hablan y aquella voz en verdad la escucho en mi mente.

Es la misma voz que se repitió una y otra vez mientras hacia aquella masacre, cuando  escuchaba los gritos de mis padres preguntándome.

─ ¿Por qué…?...─  preguntaban mi padre una y otra  vez mientras yo solo escuchaba aquella frase en mi mente y volvía a incrustar el cuchillo una y otra vez en su carne notando como la sangre saltaba de las heridas y me salpicaba solamente esbozaba una sonrisa.

─ NO!, NO!...─  grito mi madre con todas sus fuerzas una y otra vez al salir de la cama raudamente hacia el cuarto de baño para huir de mi.

Despues de haber terminado aquello y satisfecha con lo que habia echo deje el cuerpo de mi padre inerte en la cama cubierto de sangre y con la mirada de terror en sus ojos, aquella expresión me hacia estremecer de placer.

Despues de aquello sin darme prisa me acerque hacia el cuarto de baño pasando el cuchillo por la pared dejando un rastro de sangre en mis huellas.

Mientras caminaba podia escuchar en mi voz aquella voz una y otra vez repitiéndose sin descanso.
Al llegar la cuarto de baño tome el pomo sintiendo como mi mano resbalaba un poco debido a la sangre que tenia en ella, lo movía repetidamente una y otra vez pero sin éxito mi madre se habia encerrado en el cuarto de baño.

─ ALEJATE!, FUERA!...─  grito mi madre con todas sus fuerzas con tono de desesperación y miedo, pero no podia dejar que siguiera viva.

Así que golpee varias veces la puerta con el cuchillo viendo como se clavaba en la madera sin ningun resultado, viendo que no podría entrar decidí esperar, no tenia ninguna prisa y tarde o temprano saldría.

Así que volvi y tome a la muñeca en mis brazos abrazándola con fuerza manchando sus ropas con la sangre de mis manos.

Estuve esperando un buen rato hasta que escuche la puerta abrirse, me escondí en mi cuarto con la puerta entre abierta para esperar que regresara hacia donde estaba mi padre.

Estaba completamente emocionada por lo que habia echo pero quería que esas voces terminasen.

Pude ver a mi madre caminando despacio mirando hacia todas partes en alerta para ver si me encontraba por algún lugar.

Cuando por fin entro en su habitacion, abrí la puerta de la mía lentamente y me dirigí hacia la suya.

Nada mas verme dio un grito de miedo al verme, asustada empezó a acorralarse contra la cama diciéndome que me fuera que llamaría a la policía.

Me acerqué lentamente hacia ella, cuando estuve a su altura pude ver como lloraba, en su rostro solo habia miedo y desesperación aquello me encantaba.

Estremecía mi cuerpo ante tal placer podia sentir como me ponía la piel de gallina, pero no podia dejar que siguiera estando viva.

─ Vamos a jugar…AAAAAAHHH!...─  dije de manera suave y despues grite con todas mis fuerzas gritando con fuerza enarbolando el cuchillo por encima mía, caí sobre mi madre clavándoselo en el pecho viendo como de la herida brotaba la sangre y como aquellas voces se apagaban en mi mente.

Con una furia inusitada le calve el cuchillo varias veces en el pecho, sintiendo como la sangre caliente salpicaba mi cara y resbalaba lentamente, a pesar de que ya hubiera muerto seguí asestando puñaladas un rato tanto en su cuello como en su pecho, cuando por fin me quede satisfecha.

Me baje de encima de mi madre y me dirigí hacia mi cuarto para sentarme y descansar mientras, las imágenes de mis padres muertos y sus rostros mirándome aterrorizados se clavaban en mi mente.

Ahora mismo solo tengo un recuerdo en mi mente: MUERTE.




2.- MENTE DE SANGRE

─ Ha sido una cena excelente, gracias señora Steven…─  dije mientras me limpiaba los labios con una servilleta, pero al mirar a mi alrededor, recordé de nuevo lo que habia pasado.

Esta cena habia sido un tanto especial, a la mesa estaba el padre de un amigo mío del instituto, pero esta vez yo había sido quien me habia cobrado venganza aunque un tanto especial.

Esa misma tarde llame a la puerta y una señora con el pelo negro y largo, de ojos marrones pálidos y con algunas arrugas en su rostro, salio a recibirme.

─ Hola Joseph…─  dijo la mujer amablemente sonriéndome mientras esbozaba una sonrisa.

─ ¿Esta Peter…?...Le traigo unas cosas…─  pregunte esperando que me dejara pasar, aunque no tenia en mente precisamente por lo que tenia que darle.

─ Ahora mismo no esta en casa pero si quieres subir a esperarlo a su habitacion, no creo que tarde mucho…─  respondió la mujer invitándome a que subiría a su habitacion y que le esperara en su habitacion, no pude mas que aceptar su invitación y sonreírle.

Subí por las escaleras y entre en la habitacion allí por un momento me quede sentado en la cama mirando al suelo, escuchando aquellas voces que se clavaban en mi mente una y otra vez.

─ Vamos a jugar…─  decía una y otra vez esa voz clavándose en mi mente, no podia soportarlo.

Así que sin pensármelo mucho baje hacia la cocina y me encontré a la señora haciendo la cena, estaba tan ensimismada en lo que estaba haciendo que ni siquiera se fijo que habia entrado.

Mire por todos lados hasta que mi mirada se fijo en unas tijeras que estaban encima de la encimera.

Las tome y las puse a mi espalda ocultándolas, me acerque a la mujer y le golpee suavemente en el hombro esta se dio la vuelta sonriéndome algo sobresaltada por que ni me habia escuchado entrar.

─ Oh.¿Necesitas algo…?...─  pregunto la mujer mientras dejaba unos filetes en la mesa con una sonrisa.

─ Vamos a jugar…─  conteste con una sonrisa en mis labios, auqneu aquella respuesta dejo fría a la mujer que no sabia que decir.

─ ¿Qué…?...─  pregunto la mujer entre confusión y sorpresa ante lo que habia dicho.

Pero en ese momento me lance por ella enarbolando las tijeras y clavándolas en su pecho una y otra vez esta comenzó a gritar con fuerza mientras la sangre salpicaba por todas partes, no podia parar de hacerlo aquellas voces se acallaban con lo que estaba haciendo y era un alivio.

Ni siquiera pensé las veces que incruste las tijeras en aquel cuerpo y la cantidad de sangre que salía de este, su rostro estaba horrorizado y podia ver como la vida se le escapaba de su débil cuerpo hasta que sus gritos al fin se acallaron.

Su sangre resbalaba por mi rostro y salpicaba el suelo de la cocina pero en cuanto hube acabado aquellas voces empezaron de nuevo.

Cuando saque las tijeras de su cuerpo ensangrentadas podia ver como la sangre goteaba de ellas dejando charcos en el suelo, su cuerpo estaba inmóvil con los ojos abiertos y aterrorizados, su cuerpo acribillado a cuchilladas, a pesar de todo me sentía aliviado.

─ ¿Cariño pasa algo…?....─  pregunto un hombre de pelo negro con algunas canas ya, al ver el escenario su rostro cambio enseguida se horrorizo, llevándose la mano a la boca y retrocediendo unos pasos.

Al verme se quedo paralizado no sabía que decir, ni hacer por unos segundos se quedo mirando el cuerpo inerte de la mujer.

Pero esas voces volvieron de nuevo azotando mi mente sin pensarlo dos veces me lance por el hombre lanzando cuchilladas este interpuso sus manos delante de el para defenderse pero no sirvió de mucho puesto que la sangre empezó a brotar de sus brazos por los envites.

Los ataque se sucedieron este retrocedió unos pasos y al final cayo al suelo, me lance encima de este y empecé a acometer nuevamente clavándolas en su pecho y en su garganta, escuchaba sus gritos que cada vez eran mas ahogados, la sangre lo inundaba todo solo podia ver el color rojo intenso y saborear su gusto metálico.

No podia dejar de clavar las tijeras en su cuerpo blando, me sentía cada vez mejor mas lleno de vida, cuando al fin acabe caí al suelo rendido por el esfuerzo mientras notaba la humedad del suelo, en ese momento solté las tijeras, incluso me dolían los dedos de lo fuerte que las habia apretado.

Descanse unos momentos , cuando me levante me quede mirando el espectáculo el suelo estaba completamente manchado de sangre, me fije en los filetes que había preparado la mujer y sin pensarlo dos veces tome su cuerpo arrastrándolo hasta llevarlo hasta el salón y la senté en un silla, hice lo mismo con el hombre dejando un rastro de sangre por todo el suelo y empecé a poner la mesa como si fuéramos a cenar.

Despues de aquello coloque los platos y comencé a cenar tranquilamente,  seguidamente tome la servilleta y me limpie los labios y hasta aquí, pero en ese momento escuche las llaves en la puerta principal.

Tome un cuchillo y lo coloque detrás de mi levantándome esperando para ver quien era.

─ Mama, papa…─  dijo una voz que enseguida reconocí era mi gran amigo al que estaba esperando.

Al entrar se quedo paralizado al ver aquel dantesco escenario no sabia que hacer ni decir, solamente se acerco unos pasos con la mano en la boca sin percatarse de que estuviera allí.

─ Vamos a jugar…─  dije con tono de alegría en mi voz, y en ese momento mi gran amigo se giro para ver quien era quedándose atónito.

Ahora mismo solo tengo un recuerdo en mi mente: MUERTE.



3.-MENTE SANTIFICADA

─ Podéis ir en paz…─  dije acabando como tantas veces hacia en la misa, ese día tenia que hablar con los niños para los que iban a hacer la primera comunión pero no imaginaba si quiera lo que iba a ocurrir.

Despues de unos momentos la gente empezó a salir por las puertas, en ese momento baje del pulpito y una vez que me hube quitado las ropas de misa salí por la puerta para hablar con los padres y con la hermana Maria.

Nada mas que salí por la puerta los padres se pudieron a mi lado hablándome sobre el sermón de aquel día todo iba muy bien.

─ Necesito que los niños y las niñas, junto con la hermana Maria que me acompañen al despacho, así nos los repartimos para los estudios de la catequesis…─  cuando dije esto los padres dijeron a sus hijos que me acompañan y amablemente la hermana Maria me ayudo.

Volvimos a entrar de nuevo en la iglesia y avanzamos hasta le fondo de esta hasta llegar a la habitacion que estaba.

Cuando hubieron entrado todos n ose por que cerré el cerrojo interior, seguidamente la hermana Maria empezó a explicar lo que íbamos a hacer.
 
Me dirigí hacia un mueble y empecé a rebuscar entre los cajones, en ese momento empecé a escuchar una voz al principio preferi no prestarle atención pero cada vez se hacia mas y mas fuerte.

─ Vamos a jugar…─  decía una y otra vez en mi mente resonando, los demás pensamientos parecían perderse en la oscuridad.

Al pasar un rato ni siquiera tenia pensamientos propios solo aquella voz, despues de unos segundos y mientras la hermana Maria seguia explicando lo que iban a  hacer, encontré en los cajones unas tijeras bastante grandes, enseguida las tome, me quede un momento intentando quitarme aquella voz de mi mente pero no había forma.

─ Hermana Maria, es su turno…─  dije dándole el turno para que empezara a hablar, pero en ese momento sentí un temblor en mi mano apretando las tijeras con fuerza entre mis dedos.

─ Padre Steve, ¿se encuentra bien…?...─  pregunto la hermana Maria con tono de extrañeza y confusión al ver que no me daba la vuelta y comenzaba a hablar.

Pero sin ni siquiera pensarlo me gire rápidamente y le clave las tijeras en la garganta de la hermana Maria, su rostro cambio de inmediato a terror y se puso las manos en la garganta de la que empezaba a manar sangre como si fuera una fuente podia notar el calor de ese liquido en las manos resbalándome.

─ Vamos a jugar…─  dije sin pensar aquello era una pesadilla pero cuando lo hube echo la voz se acalló pero enseguida volvió a repetirse.

Los niños enseguida empezaron a gritar con fuerza asustados y se apelotonaron en la puerta intentando abrirla, sus gritos me parecían como música celestial mientras me acercaba con las tijeras manchadas de sangre y goteando.

Empecé a mover las tijeras clavándolas a diestro y siniestro en lso niños sintiendo como se hundían en su carne y como a cada muerte la frase que escuchaba en mi mente se iba acallando pero no era suficiente necesitaba que desapareciera por completo.

Sus voces de miedo y ayuda inundaban la habitacion mientras la sangre salpicaba toda la habitacion, su carne era blanda y fácil de atravesar.

En mi rostros solo se dibujaba una sonrisa a cada muerte, la sangre lo inundaba todo solo podia ver en un tono de color rojizo, mientras seguida dando puñaladas y cortando gargantas.

Sus voces se fueron apagando lentamente hasta no quedar ninguno, mientras esa frase se acalló por completo despues de aquello me dirigí hacia la mesa y me senté soltando las tijeras en el suelo con charcos de sangre por todas partes y los cuerpos de los niños muertos, me quede así un buen rato hasta que escuche que los padres golpeaban la puerta.

Despues de unos segundos empecé a escuchar los gritos de miedo de las mujeres y los gritos de los padres para que abriera la puerta, viendo que no tardarían mucho en entrar volvi a tomar las tijeras y me senté en el escritorio esperando que entraran y de nuevo aquella voz inundo mi mente con fuerza.


Ahora mismo solo tengo un recuerdo en mi mente: MUERTE.


FIN

3 MENTES 1 SOLO RECUERDO II

3.- MENTE ESCOLAR

Aquí estoy sentada en un rincón en la cocina del colegio a oscuras mientras miras miro mis manos manchadas con sangre y en las que sostengo un cuchillo, ala vez que escucho pasos de la policía que anda buscándome, aun así sigo escuchando esa voz en mi mente retumbando una y otra vez, "Vamos a jugar…".

La verdad es que n ose ni como paso solamente se que fue de manera repentina e inesperada nunca he sido de esa forma.

Soy una alumna mas del montón no sobresalgo en nada solamente estudio y saco los exámenes bien nada mas pero un día cuando acabo la clase una de mis amigas se me acerco y me pregunto si quería comer con ellas que me esperaba a la salida.

Un día normal como otro cualquiera hasta que en cuanto se fue empecé a escuchar como un zumbido en mis oidos pensé que los tenia taponados de alguna forma, bostece para despejarlos pero el zumbido no estaba en mis oidos si no en mi cerebro en seguida empecé a sentirme como si estuviera mareada de pronto esa voz aniñada comenzó a invadir mi mente lentamente, "Vamos a jugar…".

Poco a poco esa voz borro mis pensamientos y se instalo completamente en mi mente tome un lápiz en mis manos y salí del aula con una sonrisa en mi rostro en dirección hacia donde habia quedado con mi amiga, podia escuchar el sonido de los demás alumnos hablando y caminado de un lugar a otro aunque parecían como si fueran un eco lejano.

Mi amiga me saludo desde lejos en ese momento aquella voz se hizo mucho mas fuerte en mi mente en cuanto estuve cerca mi amiga levanto la mano y esa fue como mi señal de empezar a jugar.

Tome su brazo y lo estire y sin pensármelo dos veces y le incruste el lápiz en el ojo todo lo mas profundo que pude, de pronto escuche los gritos de mis amigas y como todo el mundo se me quedaba mirando con el rostro aterrorizado.

Despues de eso solamente les sonreí y dije "Vamos a jugar…", seguidamente le propine un codazo en la mandíbula haciéndole saltar varios dientes y soltándola mientras caía al suelo, estaba muerta pero aun así necesitaba mas.

Mis amigas intentaron escapara pero una de ellas la tome del pelo tirando con todas mis fuerzas y haciéndola caer al suelo, le puse el pie en la garganta y empecé a apretar pude ver como su rostro se retorcía y como sus brazos golpeaban en mi pierna intentando liberarse pero aun así me quede mirándola mientras poco a poco la vida se le escapaba de su garganta, hasta que al fin escuche un crujido que hizo que mi cuerpo se estremeciera.

En cuanto hube acabado con ella empecé a caminar por los pasillos que estaban vacíos, pero enseguida un profesor se me acerco para detenerme.

─ ¿Se puede saber que estas haciendo…?...─  pregunto el profesor pero en cuanto vio a las dos chicas muertas en el suelo su rostro cambio enseguida fue el tiempo necesario para propinarle un golpe en el estomago y hacer que se encorvara, despues de eso le incruste ambos dedos en los ojos hasta que escuche un chasquido y note como la sangre caliente resbalaba por mis dedos, escuchando como gritaba de dolor y al momento se desmayo.

Volvi a escuchar de nuevo los gritos de los alumnos pero tenia una idea  fija en mi mente ir a la cocina, me encamine hacia esta abrí la puerta y las cocineras se me quedaron mirando enseguida una de ella avanzo hacia mi.

─ Tienes que salir de aquí…─  dijo una de las cocineras mientras me indicaba la salida.

Mire hacia todos lados y enseguida mi mirada se fijo en un cuchillo que estaba a pocos centímetros de mi.

De forma rauda lo tome en mis manos y aseste un tajo a la garganta de la cocinera esta enseguida cayo al suelo con las manos en su cuello mientras la sangre brotaba del mismo.

Me quede mirándola sonriendo mientras aquella voz seguia retumbando una y otra vez sin descanso en mi mente, habia borrado pro completo todos mis pensamientos de pronto escuche como se habia una puerta al mirar pude ver a la otra cocinera que entraba enseguida esta se quedo asustada al ver el cadáver de su compañera en el suelo manchada por sangre y yo con el cuchillo en mis manos.

Aquel momento pareció eternizarse nos quedamos mirándonos por unos segundos y despues de eso empezó a correr no pude mas que perseguirla, no avanzo mucho para cuando logre alcanzarla salte encima de ella con el cuchillo por encima de mi cabeza y empecé a asestarle cuchilladas una y otra vez mientras que la pobre se retorcía de dolor gritando y pidiendo ayuda.

La sangre salpicaba todos lados me llegaba al rostro  aquellas gotas calientes y pegajosas, aquello me parecia un placer indescriptible incluso hacia que la voz se acallara una y otra vez seguí apuñalando a la pobre mujer hasta que al fin no se movió, mis manos estaban cubiertas de sangre y arañazos en ese momento la voz ceso por unos instantes y mi mente recupero su cordura, viendo lo que había echo solamente pude esconderme en este lugar mientras escuchaba las sirenas de la policía fuera del edificio, pero a pesar de todo solo habia un recuerdo en mi mente: MUERTE.



2.-MENTE DICHOSA

─ ¿Por qué me ocurre esto a mi …?...No es posible, no, no…cállate, CALLATE!!!...─  preguntaba mientras me lavaba las manos furiosamente, viendo como la sangre pegada a mi cuerpo caía con el agua de la ducha llevándosela el desagüe.

Me las habia lavado como unas cinco veces pero por mucho que estuvieran limpias aun seguia sintiendo la sangre.
Cuando me gire de manera nerviosa y con el miedo aun en el cuerpo pude ver a varias de mis amigas en el suelo tiradas, con manchas de sangre en sus uniformes de animadora.

Mis ojos no podían apartar la mirada de sus ojos aterrorizados por lo que había pasado ni siquiera yo me lo creía.

─ Vamos a jugar…─ dijo de nuevo aquella voz en mi mente retumbando con fuerza.

En ese momento me vino a la memoria todo lo que habia echo:

Estaba como todos los días en el campus practicando como siempre las piruetas y el numero que íbamos a hacer durante el partido, un día de lo mas típico.

Estuvimos varias horas y al mismo tiempo el equipo estaba practicando las jugadas, para cuando terminaron nosotras seguimos como siempre un poco mas hasta que los focos iluminaron el campo y la tarde poco a poco fue entrando.

─ Bueno terminamos, mañana tenemos el partido no quiero que falléis…─  dijo la jefa de las animadoras mientras que nosotras suspiramos agotadas.

Despues de aquello la ligera brisa de la noche fue de agradecer despues del deporte, por suerte nos íbamos a las duchas, estaba agotada y necesitaba relajarme.

Entre en las duchas mientras hablaba con las demás bromeando como siempre cuando estuve, deje las ropas en la mochila para llevármela para meterla en la lavadora, en cuanto estuve bajo el agua caliente me sentí como si mi cuerpo descansara completamente, podia escuchar a las demás como hablaban y cotilleaban entre ellas mientras yo me dejaba llevar por el agua caliente.

En ese momento cuando mi mente se relajaba escuche aquella voz por primera vez en mi mente.

─ Vamos a jugar…─  dijo aquella voz casi susurrándome me pareció que veía de la ducha de mi derecha pero estaba vacía.

Mire a mi alrededor pensando que podia haber sido alguna chica que lo hubiera dicho y el eco habría llegado hasta mi.

─ Vamos a jugar…─ repitió de nuevo esa voz y volvi a mirar esta vez mas asustada por todos lados.

─ ¿Quién eres…?, ¿Dónde estas…?...─  pregunte de manera nerviosa diciéndolo entre broma y miedo, pero no obtuve ninguna repuesta.

De inmediato un sonido agudo apareció en mi mente haciéndome que cayera de rodillas tapándome los oidos, despues de aquello la misma voz empezó a repetirse de forma furiosa en mi mente una y otra vez una y otra vez en ese momento mi mente fue como si se perdiera.

Solamente quería acallar esa voz y sentirme mejor, salí de la ducha sin secarme ni siquiera ponerme algo encima.

Con el agua aun por mi cuerpo me dirigí hacia la puerta y la cerré de golpe echando el cerrojo.

Las chicas sobresaltadas se me quedaron mirando extrañadas y confusas por lo que había echo.

─ ¿Laura te ocurre algo…?...─  pregunto una de las animadoras mientras mantenía mi cabeza bajada.

Se me acerco despacio cuando estuvo a mi altura y me puso la mano en mi hombro, sentí como un escalofrió que me recorría la espalda y no era por el frío.

Como un relámpago tome su cabeza con ambas manos y con un movimiento seco rompí su cuello enseguida aquel crujido asqueroso fue como si calmara mi mente por un instante recobre mi mente, pero enseguida volvió aquella voz volviendo a nublarla.

Los gritos de las chicas se sucedieron y empezaron a moverse por el lugar una de ellas sacando valor tomo la navaja de su bolso y con la mano temblorosa me amenazo con ella.

─ No te acerques, abre la puerta ahora mismo…─  dijo una de las animadoras mientras me amenazaba con la navaja.

No pude mas que mirarla fijamente y sonreírle, aquélla mueca hizo que las chicas gritaran de miedo.

─ Vamos a jugar…─  dije con un tono casi demoníaco e infantil sonriéndole todo lo que podia, no podia creer lo que estaba pasando era como si fuera un vehiculo de aquella cosa.

Me acerque unos pasos mas cuando la animadora me lanzo un ataque con la navaja pero raudamente detuve su mano apretando su muñeca con fuerza, en ese momento la atraje hacia mi y retorciendo su muñeca forcé a que se la clavara ella misma pude ver en su rostro el miedo y horror, mientras notaba como su vida se escapaba.

Despues tome la navaja y le raje el cuello viendo como salía la sangre, saque la lengua y le di una lamida saboreándola viendo como las demás compañeras se horrorizaban por aquello.

Despues solté el cuerpo con un empujón contra las taquillas, las chicas empezaron a gritar con todas sus fuerzas y corrieron hacia la puerta que habia cerrado, solamente gire la cabeza y las mire me parecieron corderos que iban al matadero, mientras que aquélla voz seguia en mi mente torturándome una y otra vez.

Me dirigí hacia ellas con paso tambaleante, a cada paso podia escuchar sus gritos que eran como música celestial cuando estuve a su altura empecé a propinar cuchilladas notando como la sangre me salpicaba, sintiendo su calor en mi.

Aquello fue un espectáculo de gritos y sangre a la vez que su cuerpos caían la suelo pidiendo ayuda y preguntando pro que lo hacia.

Aunque a esa pregunta no tenia ni idea de el por que solo quería hacerlo acallar esa voz en mi mente, despues de un buen rato cuando por fin retome el control de mi mente y mis actos pude ver el espectáculo dantesco que había en aquel lugar.

Una arcada me llego a la garganta aquel sabor acido inundo mi boca y no pude mas que vomitar apartando la cara de aquel montón de cuerpos ensangrentados y con sus miradas fijas en mi.

Solamente me dirigí como pude hacia la ducha y abrí el grifo esperando que el agua caliente me bañara así estuve un buen rato en ella mientras que mi mente solo tenia un recuerdo: MUERTE.


FIN DEL PROLOGO

3 MENTES 1 SOLO RECUERDO: INICIO

─ Muy gracioso chicos, ya es hora de que lo dejéis…─  dije con cierta desgana mientras me quedaba mirando aquel juguete con forma de duende y que movía la cabeza de un lugar a otro, en ese momento me vinieron recuerdos de cómo me habían puesto el alias de "Lucky".

(RECUERDOS)

Aquella noche me pareció extraña estaba investigando un robo y ya llevaba varios días detrás del sospechosos para cuando lo encontré se puso a llover junto con una tormenta, aquello iba cada vez mejor, empecé a seguirle intentando que no me viera pero entre la gente escondiéndome en cada portal, en un momento dado se dio cuenta y empezó a correr.

─ No me jodas…─  dije al mismo tiempo que comenzaba a correr entre la gente empujándola de un lugar a otro mientras sentía como el agua entraba en mis zapatos y la sentía a cada paso.

La gente pasaba a mi lado a toda prisa mientras yo seguia apartándola intentando no perder de vista al sospechoso para cuando estaba casi a su altura este entro en un callejon aunque sabia que ese lugar no tenia salida asi que estaba acorralado.

─ Venga, no lo pongas mas difícil, sal de ahí…─  dije mientras respiraba de manera entrecortada recuperando el oxigeno en mis pulmones notando como la fría agua caía y hacia un constaste raro contra mi piel que estaba caliente y sudada.

Avance por aquel sitio lleno de basura y saliendo agua de las tuberías de los edificios anduve con cuidado mirando hacia todas partes pero no era muy fácil puesto que la oscuridad parecia invadirlo todo, incluso la luz de la calle intentaba alejarse del callejon.

─ Escucha podemos terminar esto por las buenas o las malas…─  dije mientras desenfundaba mi arma y me disponía a usarla si fuese necesario aunque no habia dado un tiro en toda mi vida.

Para cuando estaba a la mitad del callejon, escuche un sonido de pasos a mi espalada me gire de inmediato pero en ese momento sentí un golpe en la mandíbula que me hizo caer al suelo soltando el arma.

Nada mas caer al suelo mire por todos lados para ver donde se encontraba el arma pero no la veía por ninguna parte para cuando me di cuenta un relámpago me hizo ver la escena.

Tenia aquel tipo de pie con el arma en la mano apuntándome pude ver su rostro tenia los ojos abiertos como platos y una mueca extraña en su rostro, aquello no me hizo presagiar nada bueno.

Despues de eso retrocedí unos pasos pensando que aquello seria mi final, en un sucio y oscuro callejon.

─ Escucha, es mejor que no lo hagas, suelta el arma y no lo pondré en el informe…es mejor que no empeores la situación…─  dije de manera entrecortada intentado ocultar el miedo que tenia, pero su rostro no me hacia prever nada bueno parecia que estuviera colocado por algo.

En ese momento un trueno ensordeció el lugar y despues de eso escuche un clic algo que me resulto extraño, seguidamente volvió a apretar el gatillo varias veces mas sin que se produjese el disparo aquello no podía ser era increible, sabia que el arma estaba cargada.

Enseguida moví la pierna para hacerle caer al suelo y darle la vuelta poniéndole las esposas y leerle sus derechos.

Despues de aquello llame a la policía para que se lo llevase, cuando llego y metieron al sospechosos en el coche por un momento me quede mirando el arma abrí el tambor y revise las balas y el mecanismo parecia que todo estaba bien, aquello me dejo sin habla…

(RECUERDOS)



FIN DEL CAPITULO 1 

3 MENTES Y RECUERDO: LA MUERTE VIVA

Mientras estaba perdido en mis recuerdos revisando aquella arma y las balas una de mis compañeras se me acerco soltando una carpeta encima de la mesa y dándome un susto.

─ Joder Lucy…pareces un gato…─  protesté sobresaltado mientras respiraba aliviado, soltando el arma encima de la mesa.

─ ¿Aun sigues revisando esa arma…?...Déjalo ya…paso eso y listo… ahí tienes un caso interesante…el jefe quiere que te ocupes de él…─  comento Lucy mientras me soltaba la carpeta que parecía algo gruesa, aquello me extraño porque después de ese caso estuve unos meses en el psicólogo y no pensé que me diera ningún caso importante.

─ Qué raro no le dijeron al jefe que no me pasaran casos importantes…después de lo del psicólogo…─ hable mientras miraba la el grosor de la carpeta con una mezcla de incredulidad y curiosidad abrí la carpeta y empecé a ojear lo que había, pude ver fotos espantosas de gente que estaba destrozada, mutilada e incluso niños estaban destrozado a golpes, cuando por fin llegue el informe pude comprobar que lo habían echo personas que no tenían nada que ver entre ellas incluso también habían sido unos niños, una niña había sido detenida y la habían llevado a una prisión psiquiátrica.

─ ¿Pero que narices ha pasado…?...─  cuestione mientras pasaba las paginas viendo las terribles fotografías y las fotos de sus asesinos con el rostro desencajado una sonrisa diabólica e incomprensible, no podía creer que dos de ellos hubieran sido niños  que hubieran cometido semejante atrocidad.

─ No te lo pierdas a una de ellas…la tuvieron que reducir entre cuatro policías y encima se llevaron unos golpes…estaba como loca era como si hubiera tomado polvo de ángel, incluso uno dijo que tenia una fuerza sobrehumana…─  comento Lucy pasando la pagina y mostrándome la foto de la chica, que apenas parecía tener doce años.

Por un momento me quede mirando aquellos ojos llenos de maldad y odio, mi mente se perdió en un abismo de oscuridad que parecía incluso tragarme a través de la foto.

─ Eh…Lucky…despierta… ¿Qué te parece…?...─  cuestiono Lucy zarandeándome un poco, parecida que estuviera en estado de trance viendo los ojos de aquella chica.

─ Estoy bien…me resulta raro la verdad…tengo que ir a ver al jefe…para ver si me quita este caso…─  respondí con cierto miedo en el cuerpo que me recorrió como una descarga eléctrica.

Pero Lucy me puso la mano delante y me negó con la cabeza, haciéndome saber que no podría hacerlo.

─ Genial…bueno no me queda otra…tendré que pasarme por el psiquiátrico para ver a esa asesina…─  respondí con cierto repelus en el cuerpo que hizo que se me pusiera la piel de gallina.

Tome la carpeta y abandone la comisaría en dirección hacia mi coche, en ese momento las imágenes que había visto de la gente masacrada se pasaban por mi mente como en una película preguntándome que les había llevado a esas personas a hacer eso….


FIN DEL CAPITULO 2