Mazoku
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3.578 ATC
HERMANAS INSECTO
─ Oye…no ni se te ocurra…deja la televisión en el suelo…no lo hagas…─ dije seriamente a una pequeña niña de pelo rubio liso con unos pequeños cuernecitos que le salían a cada lado de la cabeza, sus rasgos eran muy aniñados y encantadores, con ojos de color marrón apagado, su estatura era pequeña apenas me llegaba a la rodilla vestía un pequeño jersey de color oscuro y una chaqueta junto con una falda, en los pies unos calcetines de color blanco y unos zapatitos de color rojo.
─ Piedra…─ dijo la pequeña mientras amenazaba con lanzar la televisión y según la experiencia que había tenido con el poco tiempo que había estado con ella sabia que podía hacerlo y aparte de permitirme comprar una nueva aunque no sabia por que estaba tan cabreada.
Pero bueno esto es un poco adelantarse a los acontecimientos, será mejor que cuente como me he encontrado con esta pequeña tan extraña….
Mi vida hasta hace unos días era normales y algo monótona, no soy nada del otro mundo incluso se podía decir que paso desapercibida tengo el pelo negro de color negro con algunos rizos sueltos mis amigas me dicen que me quedan bastante bien, mis rasgos son suaves al menos para la edad que tengo pero eso es un secreto no soy muy alta estoy en la media lo mismo que mi peso aunque a veces termino deprimiéndome y cogiendo algunos kilos, trabajo de informática en una empresa y la verdad aunque no me gusta en absoluto y todo esto comenzó en un día cualquiera, vivo en una casa residencial en pleno centro.
─ Venga animo levántate…un nuevo día…─ decía mientras permanecía acostada con los ojos abiertos mirando al techo solía pasarme que me despertaba mucho antes de que el despertador sonase.
Así me quede unos minutos y enseguida el despertador sonó haciéndome saber que era la hora de levantarse.
Así lo hice mire por toda la habitación mirando de nuevo el sitio esas paredes aburridas de color blanco al fondo un escritorio junto con un ordenador portátil que a veces lo usaba, a su lado un armario clásico que no me llegaba a gustar en el techo una lámpara de color blanco y al otro lado de la habitación un tocador es lo único que probablemente escogí de toda la habitación con algunas cremas encima de este.
Me levante y me acerque al armario tomando una chaqueta de color oscuro junto con una blusa blanca y unos pantalones junto con unos zapatos de tacón bajo.
Nada mas salir al pasillo pude notar un olor extraño algo acido pero preferí no prestarle atención ande hasta llegar al cuarto baño e inmediatamente el grifo de la ducha al quitarme el pijama sentí la diferencia de temperatura.
El cuarto baño tenia azulejos de color azul pálido hasta el techo junto con un plato de ducha y un lavabo y al lado el water justo a la entrada un armario donde solía dejar la ropa sucia.
Espere unos momentos hasta que el agua estuvo caliente y entre empecé a ducharme mientras el agua me despertaba una vez hube terminado tome una toalla y me la enrolle en el cuerpo después mientras tomaba el secador y empezaba con el cabello.
Después de unos minutos cuando termine de cepillarme el cabello salí del cuarto baño para vestirme tomar el bolso y lo que necesitaba para el trabajo, me maquille lo justo nunca había sido amiga de hacerlo excesivamente.
Al abandonar el dormitorio baje por las escaleras hacia la planta de abajo para ir a la cocina, al llegar me quede un poco sorprendida note unas grietas en la pared parecía que se habían resquebrajado aunque algunas estaban como derretidas.
─ ¿Pero que demonios…?...─ cuestione mientras acercaba los dedos para notar como estaban los azulejos aunque me parecía extraño tenia que llamar a alguien para que lo arreglara.
Me dirigí hacia la panera tomando el pan y metiendo un par de rebanadas en la tostadora después abrí el frigorífico y tome la mantequilla junto con la mermelada después de eso puse en funcionamiento la cafetera para poder desayunar algo.
Pero la sentarme en la silla de la cocina note como puse algo que crujía al bajar la cabeza no pude mas que llevarme un susto pero no de miedo si no de asco que casi llegue a vomitar.
─ Pero que asco!…─ exclame mientras miraba un montón de pequeñas orugas e insectos que estaban tirados en un pequeño montoncito.
─ Dios!...─ volví a exclamar mientras tomaba la escoba y le recogedor y empezaba a barrerlo no entendía lo que estaba pasando pero por suerte esos bichos estaban muertos nunca me había echo gracia los insectos.
Después de eso escuche la alarma de la cafetera, deje la escoba en un rincón y me acerque para tomar algo de café y unas tostadas.
In embargo antes de salir a trabajar note como algo temblaba parecía que era un terremoto me puse de pie, aunque no era muy fuerte pero podía notarse como la casa temblaba un poco.
─ ¿Pero que esta pasando…?...─ pregunte mientras pensaba que seria un gran camión que pasaba por le lugar pero enseguida al salir a la calle note que el temblor era generalizado aunque no duro mucho tiempo pude ver a las personas que salían mirando pro las ventanas y otros en la calle.
Enseguida se detuvo a los pocos segundos pero aquello me dejo con miedo en el cuerpo, puesto que podía haber replicas o que se estuviera preparando para algún terremoto fuerte.
Después de unos segundos empecé a caminar hacia la parada del autobús con las calle llenas de gente de un lado hacia otro para sus trabajos mientras pasaba por tiendas de moda y otras mas junto con algunos bares del que salía olor a café.
El trafico era un poco mas denso que otros días pero nada fuera de lo común al llegar a la parada me senté mirando el reloj que había en la parte de arriba, junto con otras personas que estaban esperando para ir al trabajo o al instituto.
Estuve unos minutos esperando que el autobús llegara mientras notaba el frío de la mañana y viendo como las farolas poco a poco se iban apagando.
Una vez que llego entre y me senté cerca de una ventana mientras que otras personas hacían lo mismo una vez hubo arrancado empecé a pensar que es lo que tenia que hacer y si saldría temprano.
Era curioso no había entrado aun y ya estaba pensando en la salida, la verdad que no tenia muchas ganas de llegar, son esos días que no tienes ganas de levantarte de la cama.
En cuanto hube llegado empecé a caminar casi sin ganas hasta que llegue al edificio viendo gente trajeada entrar mientras que otras salían, el edificio era enorme y había una escultura en la parte de afuera como siempre salude a los guardias que habían en la entrada que ya conocía hace tiempo pase la tarjeta y subí al piso entre en la oficina y me senté en mi cubículo.
Tenia un ordenador en frente y unas cuantas cosas sobre le escritorio, empecé a escuchar como siempre el teclear de los teclados de los demás que habían allí.
El tiempo paso como siempre lentamente entre el trabajo, el café que solía tomarme y las conversaciones que teníamos entre nosotros, una vez que hube terminado me estire y miré el reloj ya eran las siete de la tarde.
Recogí lo necesario y el bolso para volver a casa, mis amigos se despidieron mientras salían de la oficina, baje por le ascensor y abandone del edificio respirando aliviada y viendo como las farolas empezaban a encenderse y viendo como la gente salía con prisa hablando entre ellos lo mas seguro para ir a algún bar y tomar algo.
Por mi parte prefería descansar y tomarme una copa de vino tranquilamente de momento solo tenia ganas de relajarme tranquila.
Tome el autobús de costumbre y llegue a casa, nada mas entrar encendí la luz y enseguida un olor intenso golpeo mi olfato, era algo avinagrado y otro olor a basura.
─ ¿Pero que demonios…?...─ pregunte mientras avanzaba por el pasillo hasta llegar a la cocina en eso pude ver varias botellas por el suelo y el cubo de la basura abierto y tirado por el lugar.
─ ¿Pero que…?...─ pregunte de nuevo extrañada mientras miraba por todas partes pero no encontraba nadie pensé que habría sido alguna rata que habría entrado por alguna parte.
Empoce a mirar por todos lados para ver si encontraba ese bichejo pero no parecía que hubiese nada además las ventanas estaban cerradas aquello me extrañaba.
Pensando que lo mismo habría huido por donde había venido empecé a recoger la basura y lo que había por el suelo y a fregarlo un poco pero sabía que el olor a vinagre lo tendría que soportar durante un buen tiempo.
─ Genial…voy a poner un par de trampas a ver si cojo al bicho ese…─ dije con tono serio y una vez que hube terminado fui hacia el sótano abriendo la puerta que había bajo la escalera tome un par de trampas y una vez que hube terminado de prepararme algo de cena coloque las trampas con algo de cebo por la cocina.
─ Esta vez no te escapas…─ hable convencida esperando que cayese el bicho, tome la cena y me fui al salón para ver un poco la televisión y si encontraba alguna película interesante hasta la hora de irme a dormir.
Cuando hube terminado de cenar me recosté en el sofá con una copa de vino al lado viendo la tele y poco a poco y casi sin darme cuenta fui quedándome dormida.
No se le tiempo que estuve así solo se que un sonido raro me despertó de golpe y asustada.
─ ¿Qué coño ha sido eso…?...─ pregunte con tono de sorpresa mientras me levantaba algo mareada y caminaba hacia la cocina y una vez que hube llegado encendí la luz y empecé a mirar por todos lados pude ver que un trampa estaba destrozada era como si la hubieran aplastado de alguna forma.
─ ¿Pero que clase de rata eres…?...─ cuestione mientras tomaba la trampa que estaba destrozada por completo pero no había nada en ella.
Aquello me dejo algo descolocada muy grande tendría que ser la rata para poder destrozar la trampa de esa forma y encima rápida para no poder verla.
─ Muy bien veremos si de lo siguiente escapas…─ hable mientras caminaba de nuevo hacia el sótano para tomar otra trampa que tenia.
Al llegar abajo empecé a rebuscar entre las cosas que allí había y a los pocos segundos en edificio empezó a temblar ligeramente pude ver que algunas cosas caían al suelo mientras notaba el temblor bajo los pies.
Aunque no era muy fuerte podía sentir la vibración en el suelo pero tal como había empezado termino.
Podía escuchar las alarmas de los coches que habían saltado pero poco más no hubo más temblores.
─ Esperemos que no haya un terremoto…─ dije mientras tomaba una caja de plástico con la entrada de metal.
Puse algo de cebo y prepare la trampa en la cocina esperando que lo que fuese cayese en la trampa.
─ Muy bien a ver como sales de esto…─ comente con tono de satisfacción esperando que ese bicho cayese.
Después de eso fui de nuevo al salón y apague la televisan, subí las escaleras con algo de mareo llegando a la habitación y metiéndome en la cama para pasar el resto de la noche pero aun estaba dándole vueltas a lo de la trampa y a los temblores que había.
Con eso en la cabeza empecé de nuevo a quedarme dormida pero la noche paso enseguida y sin ningún contratiempo hasta que escuche de nuevo el despertador pero esta vez al verlo pude respirar tranquila puesto que era fin de semana y podía dormir algo más.
Pero nada mas que me acurruque un poco entre las sabanas me vino al a mente la trampa que había colocado en la cocina.
─ Espero que esa cosa haya caído…─ dije con convicción y abandonando el dormitorio baje rápidamente por las escaleras sintiendo el frío que había en la casa pero la llegar a la cocina me quede sorprendida.
─ Pero que demonios…─ dije mientras me acercaba a la trampa que estaba completamente destrozada era como si la hubieran abierto desde dentro y las puerta de metal estaba echa trizas.
Toque la trampa y pude ver que no servia para nada no entendía que clase de bicho tenia en la casa para que hiciera eso con una semejante trampa.
─ Tengo que llamar a un exterminador…─ dije con convicción y enseguida tome el teléfono y pregunte por le numero de un exterminador enseguida me dijeron que vendrían pro la tarde de mientas me dispuse con la escoba en la mano a buscar semejante bicho que pudiera haber echo eso.
Empecé a mirar con cuidado pro cada habitación debajo de las camas de los sofás mirando las paredes por si había algunas grietas o algún agujero por donde hubiera podido entrar esa cosa.
Lo que mas me extrañaba es que no hubiera subido al piso de arriba y solo estuviera en el de abajo.
Después de estar cerca de dos horas buscando al bicho me di cuenta que no había desayunado así que deje la escoba contra la pared y me dispuse a ir a la cocina para poder desayunar.
Puse la cafetera y un par de rebanadas en la tostadora para cuando estuvieron listas las tome junto con algo de mantequilla y fui al salón al llegar pude ver que no había ninguna botella de vino y sabía que me había dejado una sobre la mesa.
─ Esto es increíble…es un bicho borracho…─ dije con tono entre broma y preocupación al ver que no había ni rastro de la botella de vino.
Empecé a desayunar mientras ponía la televisión para ver si daban alguna noticia sobre le terremoto que había ocurrido.
Cuando hube rebuscado entre los canales para ver si decían algo sobre le temblor al parecer no encontré nada, mientras desayunaba relajándome de los días de descanso que tenia.
Seguidamente me dirigí hacia el teléfono y llame a información para que me dieran el número de un exterminador después de un buen rato al fin pude contactar con él.
Después de una charla me dijo que estaría en la casa en una hora, colgué el teléfono y me fui hacia le piso de arriba para ducharme y vestirme.
Entre en el cuarto de baño y enseguida abrí el grifo de la ducha y empecé a relajarme con el agua caliente aun tenia el cuerpo algo destemplado pro le cambio de temperatura.
Para cuando acabe me puse una toalla en el pelo y otra en el cuerpo y me dirigí hacia la habitación y me puse unos pantalones vaqueros y una blusa junto con unos zapatos de tacón bajo, después de maquillarme lo justo empecé a cepillarme el cabello.
Cuando termine fui hacia la cocina para recoger la trampa que estaba destrozada pero cuando pase por le salón pude ver que faltaban el resto de las tostadas que había dejado sobre la mesa.
─ ¿Pero que demonios…?...─ inquirí mientras miraba como había migas por el suelo pero nada que me llevara a algún sitio para encontrar de donde provenía el bicho ese.
Cuando estaba ordenándolo todo escuche como llamaban al timbre, respirando algo aliviada y pensando que terminaría con el insecto en cuestión o con el bicho.
Después de hablar con el exterminador y explicarle lo que había encontrado y lo que le había pasado a la trampa el tipo la miro con extrañeza y algo de confusión.
─ Esta trampa es resistente…lo mismo se ha colado algún mapache… ¿no ha visto huellas del animal en cuestión?...─ pregunto el exterminador mientras miraba la jaula que estaba echa polvo y solo quedaba un amasijo de hierros.
─ No nada…solo encontré eso unos pocos insectos y orugas bajo la mesa y las cosas de la cocina por el suelo…─ dije mientras le explicaba lo que había pasado y encontrado pro la casa.
─ ¿Tiene sótano…?...Es posible que el animal este ahí y salga por la noche…─ volvió a preguntar el exterminador intentando abarcar todas las posibilidades.
─ Si, pero la puerta siempre la tengo cerrada…no pensara que el bicho puede abrir la puerta…─ comente con cierta desconfianza puesto que eso seria sorprendente.
─ Esos bichos son muy listos…si puede llevarme al sótano, pondré algunas trampas…─ comento el exterminador y enseguida bajamos al sótano, una vez allí empecé a rebuscar entre las cosas que había.
Encontramos en el suelo unos pequeños montones de aves muertas y algunas larvas por el suelo.
─ Bueno al parecer este es su nido…pondré algunas trampas y echare algo de veneno…─ comento el exterminador empezando a poner trampas por los sitios que había visto los montones de bichos.
─ Joder…no puedo estar tranquila ni en casa…─ dije mirando como el exterminador ponía las trampas por los sitios en cuestión y después empezaba a poner unas cuantas esferas pequeñas que parecían de naftalina.
─ No se preocupe…mañana seguro que esta muerto o atrapado en una de esas trampas…─ dijo el exterminador y en cuanto hubo acabado le pague lo acordado y salimos del sótano este abandono la casa y en mi pensamiento solo estaba el poder librarme de ese bicho.
Fui hacia el salón para limpiarlo algo y seguidamente el resto de la casa de vez en cuando miraba hacia la puerta del sótano para comprobar si escuchaba algo.
Cuando por fin hube terminado ya era mediodía y tenia algo de hambre pero al pasar cerca de l puerta del sótano escuche un sonido metálico.
Después de eso volví a escuchar el sonido de metal retorcido, aquello hizo que me retirara de la puerta con cierto miedo.
─ Ya ha caído…o eso espero…─ comente mientras subía la escalera en busca de una linterna y bajar para ver que bicho era.
Cuando baje abrí la puerta del sótano muy despacio y encendí la linterna, había pensado poner una lámpara muchas veces pero nunca lo había echo.
El lugar no era muy grande pero estaba lleno de sillas y trastos viejos incluso algunas cosas del anterior dueño.
Los peldaños de la escalera crujían a cada paso y la oscuridad lo invadía todo solo había algo de luz que entraba por la ventana que había a pie de suelo.
Dirigí el haz de luz hacia las trampas que había visto colocar y pude ver que un par de ellas estaban echas polvo tiradas por el suelo de la misma forma que la otra echas un amasijo de hierro.
─ ¿Pero que coño…?... ¿Que clase de bicho eres…?...─ pregunte un par de veces mientras me acercaba hacia las trampas con cierto miedo.
Tome una de ellas en la mano notando el peso y viendo que estaba completamente destrozada.
Aquello no me lo creía y lo tenia delante de mis ojos pero en cuanto iba a soltarla en el suelo escuche como unos pasos muy rápidos que escuche proveniente del fondo del lugar.
Apunte hacia el lugar pero no veía nada empecé a caminar lentamente con el miedo en el cuerpo y pude ver como una esfera de veneno salía volando desde detrás de unas cajas.
─ De esta no te escapas…─ dije con convicción mientras sacaba valor de donde no tenia tome un palo de golf y me acerque hacia le sitio cuando estuve cerca apunté con la luz y di un golpe en el suelo.
Al darlo escuche como el bicho se movía de un lugar a otro rápidamente pero aun así no pude llegar a saber que es lo que era, me moví con este hacia el lugar con miedo en el cuerpo.
─ Muere!...─ exclame mientras empezaba a dar golpes una y otra vez hacia un lugar esperando que haber matado al bicho en cuestión, pero cuando apunte con la interna pude ver que había destrozado un osito de peluche.
─ Mierda!...es mas rápido de lo que pensé…─ dije mientras miraba el destrozado peluche pero enseguida note como algo me daba en la cabeza.
Al girarla no pude mas que tragar saliva y pude ver como otra bolita de veneno me golpeaba la cara saliendo disparada de entre unos muebles.
─ Serás carbón…─ dije mientras me volvía a acercar sujetando con fuerza le palo de golf.
Cuando estuve cerca volví a golpear el lugar pero esta vez parecía que se había encallado puesto que no podía sacarlo.
─ Sal de ahí… ¿pero donde se ha enganchado…?...─ pregunte mientras tiraba de este una y otra vez pero mientras lo hacia escuche como algo se retorcía incluso me pareció sentir como se giraba en mi mano.
Cuando por fin de un tirón pude sacarlo observe que parte del palo estaba destrozado incluso tenia marcas de dientes.
─ Piedra…─ dijo una voz muy aniñada y enseguida pude ver una silla volando hacia la pared y estrellándose en eso di un grito y solté la linterna corriendo hacia la salida del sótano.
─ ¿Pero que narices…?...─ pregunte con miedo en el cuerpo y el corazón a punto de salirme por la boca.
─ Ese mapache ha tomado esteroides…─ dije mientras estaba con la puerta cerrada y o apoyada contra ella esperando que no se decidiera por salir.
Después de unos segundos me separe de la puerta lentamente y me fui a buscar una silla para poder atrancar la puerta y que esa cosa no saliera.
─ Tengo que llamar a exterminio de plagas…─ dije pensando que esto no eran cucarachas o una rata normal, parecía que era algo mayor.
Empecé a marcar el teléfono mientras las manos me temblaban por le miedo estaba segura que había escuchado algo decir “Piedra” antes de que la silla volara hacia la pared.
Después de hablar con el exterminador de plagas empecé a dar vueltas pro la casa esperando que viniese tenia los nervios a flor de piel, me fui hacia la cocina para hacerme una manzanilla y poder calmarme.
Pero en cuanto estuve bebiéndomela escuche el timbre al menos se habían dado prisa, deje el vaso en el fregadero y fui hacia la puerta para abrir.
─ Menos mal…Por qué no se lo que tengo en el sótano...─ comente con nerviosismo viendo que el hombre iba preparado por varias trampas y una red con palo para poder coger al animal.
─ No se preocupe señora, seguro que es un mapache o un tejon que ha entrado…enseguida lo sacare de su casa…─ dijo mientras le acompañaba hacia la puerta del sótano quitando la silla que tenia apoyada contra la puerta le hombre miro aquello con cierta sorpresa.
─ Quería hacerle una pregunta lo mismo le suena a una tontería…¿Los mapaches o tejones pueden decir alguna palabra…?...─ cuestione con cierto miedo en mi voz mientras que le exterminador me miraba con cierta confusión.
─ Bueno pueden hacer algún ruido que otro que parezca diferente…pero hablar como tal no lo hacen…─ respondió el hombre mientras abría la puerta con total seguridad a su espalda estaba yo siguiéndole muy despacio mientras el avanzaba con una linterna en la mano.
Este empezó a iluminar el lugar y enseguida poso la luz sobre la silla que estaba destrozada junto a la pared y en cuanto puso la luz en las trampas que estaban echas polvo se detuvo enseguida y me miro con cara de sorpresa.
─ Vaya parece que el bicho es fuerte…lo mas seguro es que sea un tejon en vez de un mapache…esos bichos son muy peligrosos y agresivos…─ dijo mientras sacaba una jaula y la ponía en el suelo junto con algo de cebo y preparaba el lazo para poder capturarlo.
─ Vale es mejor que nos escondamos en algún lugar para esperar que caiga en la trampa…─ dijo el exterminador y nos retiramos hacia la otra parte del sótano apagando la linterna y ocultándonos entre los muebles, pasados unos minutos escuchamos como algo se movía en dirección hacia la trampa.
─ Ahí esta…─ dije por culpa del nerviosismo y enseguida el hombre se puso un dedo en la boca diciéndome que me callara.
Escuchaba como unos pasos diminutos se acercaban hacia la trampa pero por las sombras que veía no parecía ningún tejón o mapache más bien era como una niña pequeña.
En cuanto entro en la trampa esta salto encerrándola, el exterminador salio de su escondite satisfecho pro su trabajo pero enseguida la prisión que retenía a ese bicho empezó a moverse violentamente de un lugar a otro mientras se escuchaban como el metal de la misma se retorcía.
Por un momento el exterminador se quedo paralizado viendo como la jaula botaba de un lugar a otro.
─ Pero que cojones…no se acerque…─ dijo el exterminador mientras sacaba el lazo y empezaba a acercarse a la jaula hasta que se escucho un gran crujido y el bicho que había dentro salio de la misma.
El exterminador le puso el lazo encima pero esta empezó a chillar mientras se movía de un lugar a otro tirando del exterminador que parecía que no tenia fuerza ninguna debido a los tirones que el bicho estaba dando.
─ Tienes fuerza…pero yo no me rindo tan fácilmente…─ dijo el exterminador entrecortadamente mientras intentaba mantenerse de pie debido a los tirones del bicho en un momento escuche como un roer de dientes y enseguida rompió el lazo haciendo que el pobre hombre cayera de espaldas.
Enseguida la sombra de aquel ser salto entre los muebles viejos y empezó a gruñir con fuerza advirtiendo al exterminador que no se acercara.
─ Joder!...no me pienso rendir tan fácilmente…─ comento mientras tomaba el palo y miraba el lazo que estaba destrozado y parte del palo retorcido.
─ Ahora vengo si me disculpa voy por otras cosas al camión…─ comento el hombre con cierta indignación y el orgullo tocado al ver lo que había pasado.
Entre tanto me empezaba a dar cierta pena el pobre bicho, de momento no me había echo ningún daño pero tampoco podía permitir que se quedara en la casa.
Aunque tampoco quería bajar sin nadie puesto que en cualquier momento podría saltarme encima y terminar lo mismo que las trampas.
En unos minutos observe como el hombre volvía con cepos para atrapar animales en ese momento sentí pena por el bicho.
─ De esta no se escapa…─ dijo el hombre con determinación mientras bajaba de nuevo al sótano y escuchaba como ponía las trampas solo esperaba que el bicho se fuera.
A los escasos minutos el exterminador subió las escaleras y cerro la puerta esperando que se escuchara algún sonido de que el bicho había caído.
─ ¿Esta seguro que eso es legal…?...─ pregunte con cierta duda ante las trampas que había colocado en el sótano.
─ Lo quiere fuera…¿no…?...pues por lo que parece es lo único que funcionara…─ dijo el hombre con seguridad en sus palabras.
Estuvimos esperando unos cuantos minutos hasta que por fin se escucho una de las trampas como había saltado.
─ Listo…el bicho ha muerto…─ comento el exterminador con seguridad mientras bajábamos pro las escaleras la llegar pudimos ver una de las trampas que había saltado pero esta estaba retorcida.
El exterminador la tomo en sus manos mirándola con incredulidad y al momento otra silla bolo por los aires estrellándose en la pared a escasos centímetros de su cabeza.
─ Piedra…piedra…─ repitió una y otra vez la voz aniñada mientras las sillas volaban junto con algunas lámparas que tenia por allí y algún perchero.
Tuvimos que salir de aquel sitio todo lo rápido que pudimos y cerré la puerta mientras escuchaba como varios objetos mas incluida una bici que enseguida supe por el timbre había sido lanzada.
─ Lo que puedo hacer es ir por la puerta de atrás y gasear el sótano…no me queda otra…─ dijo el exterminador como ultima solución para deshacerse del pobre animal.
─ Tengo que pensármelo…aquí tiene su dinero y gracias por todo…─ dije mientras le ponía unos cuantos billetes en la mano y este se despedía.
Acerque el oído a la puerta para comprobar si estaban volando aun muebles y lámparas por el lugar.
Escuche como algo mas grande se estrellaba contra la pared al parecer le pobre bicho estaba cabreado pero ya no estaba tan convencida de que fuera un animal salvaje.
─ Lo siento de verdad…nunca me había encontrado con esa clase de animal…─ dijo el pobre hombre mientras abandonaba la casa pro unos momentos me quede escuchando pero no oía nada mas.
─ Bueno si no puedes con tu enemigo…─ comente mientras me dirigía hacia la cocina para tomar algunos alimentos y llevarlos al sótano lo que tenia que hacer era comprobar que es lo que había allí dentro.
Abrí la puerta muy despacio esperando oír algo pero no se escuchaba nada, empecé a bajar los peldaños lentamente cuando llegue abajo pude ver que había muebles y lámparas junto con la bicicleta tirados por el suelo estaban completamente destrozados.
─ Lo siento vengo en son de paz…te prometo que no quiero hacerte daño…te he traído algo de comida…lo mismo me entiendes…aquí te dejo la comida…─ dije mientras ponía algunos alimentos en el suelo y me retiraba hacia la escalera esperando ver que es lo que era lo que estaba en mi sótano….
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aqui empiezo una nueva espero que os guste y muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
628
3.578 ATC
HERMANA PROBLEMÁTICA
Me retire unos pasos y espere para ver si salía de su escondite pero no se escuchaba nada ni siquiera sus pasos.
Pensando que seria por que estaba cerca de los alimentos, pensándolo mejor retrocedí un poco hasta las escaleras subiendo unos peldaños y esperando a que apareciera.
Después de unos minutos empecé a escuchar unos pasos que se acercaban lentamente, me prepare para verla así que seleccione una luz más suave en la linterna y apunte hacia donde estaba la comida.
A los pocos segundos apareció aquel ser haciéndome que me llevara una sorpresa sorprendente me aprecia que era un tejon o un mapache pero no que fuera una pequeña niña de pelito rubio y liso y con unas ropas muy simples aunque sin embargo me quede algo confusa por los pequeños ciernecillos que le salían a cada lado de la cabeza junto con una pequeña cola rizada y peluda.
─ ¿Pero que narices eres tu…?...─ pregunte casi entre susurros mientras veía a una peque niña comerse lo que había puesto en el suelo.
Me moví un poco pero enseguida uno de los peldaños crujió esto hizo que la pequeña niña me mirra fijamente pero siguió comiendo tranquilamente aunque parecía que no me perdía el ojo.
Me levante tranquilamente y comencé a descender hacia donde estaba mientras esta me miraba me acerque dando pequeños pasos cuando estuve a cierta distancia me quede mirándola sus rasgos eran muy suaves y aniñados no le echaría mas de dos o tres años y parecía tener una fuerza descomunal.
─ ¿Cómo te llamas…?...─ pregunte en voz baja mientras la veía comer esta se me quedo mirando y empezó a mover la cabeza lateralmente como si no me entendiera y continuo comiendo.
─ Me llamo Lucia ¿y tu…?...─ pregunte mientras me señalaba y después la señalaba a ella en eso se me quedo mirando sin decir nada por unos segundos pero no hizo nada.
─ Lo mismo es que no puedes hablar…─ dije mientras la veía comer y acerque lentamente una mano en eso esta levanto la para ver que s lo que hacia y se me quedo olisqueado a cierta distancia la mano después de eso no hizo nada solamente seguir comiendo.
Acerque mi mano y la pase por su cabello este 4era muy suave y liso, aunque parecía una niña estaba segura de que no era entonces que s lo que podría ser, esa pregunta le estaba dando vueltas en mi mente.
─ Tienes el cabello muy suave…─ comente mientras le acariciaba el cabello en eso pude ver que se quedo por unos segundos haciendo un ruido extraño que considere que le gustaba puesto que era muy distinto al que le hizo al exterminador.
Después de eso la criatura dejo lo que estaba comiendo y se oculto entre los muebles nuevamente pensé que le había molestado pero enseguida volvió a aparecer pero esta vez me puso un pajarito muerto delante mía y me sonrió y siguió comiendo lo que le había dejado.
─ ¿Para mi…?...que rico…─ dije mientras tomaba la pequeña ave de la cola y la miraba, la criatura se me quedo mirando extrañada esperando que me la comiera.
Me pase la mano por el estomago y la mire como preguntándole que si quería que me la comiese esta solamente sonrió levemente y asintió mientras no dejaba de mirarme.
─ Joder, para que le he dado nada…─ dije quejándome mientras ponía el pajarito delante de mi boca intentando hacerle creer que le daba un mordisco.
Pude notar el olor del pájaro que llevaba ya varios días muerto, seguidamente le di un pequeño empujón con los labios y empecé a mover la boca como si lo masticara.
─ Ummmm…esta buenísimo…─ dije mientras hacia como si masticara y después de eso lo deje de nuevo en el suelo mientras la criatura seguía comiendo.
Seguidamente me aleje lentamente subí las escaleras y cerré la puerta no podía creer lo que había encontrado, aunque tampoco podía dejar que saliera de allí.
Así que acerque una silla cerrando la puerta y esperando que al menos se quedara allí y no diese problemas, pero pensando que había salido aun estando el mueble en la puerta me iba a resultar complicado retenerla abajo.
Después de eso me fui a la cocina y empecé a sacar las ollas y las cacerolas para comer algo tenia bastante hambre por suerte estaba en el fin de semana y estaba mas tranquila, estuve por unos minutos tranquila mientras cocinaba pero la darme la vuelta la pude ver que estaba allí mirándome.
─ ¿Pero como has salido…?...─ pregunte mientras veía como me miraba sin perderme de vista, abandone la cocina y me dirigí hacia la puerta del sótano y pude ver que había un agujero en la puerta y la silla seguía estando apoyada.
─ A la porra la puerta…─ dije mientras giraba la cabeza y miraba a la criatura que no parecía hacer nada solo observarme.
Después de eso empezó a moverse rápidamente y se dirigió hacia la cocina, por unos segundos me quede pensando pero enseguida me vivo a la mente que tenia varias cosas al fuego y había cuchillos por la encimera.
─ No, no, no…detente!…─ exclame mientras corría hacia la cocina pero en cuanto llegue pude ver que las cosas que estaba haciendo habían terminado por los suelos junto con los cuchillos mientras que la puñetera criatura por no decirle otra cosa estaba comiendo lo que había puesto en las cacerolas.
Pero en cuanto se acerco a una que estaba en el fuego y acerco la mano esta dio un grito y un manotazo haciendo que cayera al suelo, mientras tomaba una silla y se disponía para lanzárselo.
─ Piedra…─ dijo la criatura mientras mantenía la silla en alto con cara amenazante pero aun así era preciosa, aunque tampoco podía dejar que lo hiciera.
─ No, ni se te ocurra…deja la silla en el suelo…─ dije intentando hacer que se calmara pero esta miraba fijamente al cazo que permanecía en el suelo.
Esta se quedo mirando el cazo durante unos segundos y viendo que este no se movía bajo la silla lentamente poniéndola en el suelo mientras me miraba con cara de confusión, seguidamente se acerco al cazo y le dio una patada lanzándolo contra la pared al caer al suelo pude ver que tenia una abolladura de la fuerza que le había golpeado.
Me quede mirando el cazo pensando en la fuerza que tenia la criatura y que como una vez se cabreara conmigo podría terminar con varias fracturas o muerta quizás.
Después de terminar de comer me dispuse a poner lo que quedaba de los platos y las cacerolas, la pequeña se acerco a donde estaba mientras miraba lo que estaba haciendo pero enseguida se aburrió y dándose la vuelta se dirigió hacia le salón.
─ Oye…espera…─ alce la voz dejando los platos en remojo mientras la perseguía para ver que es lo que estaba haciendo.
Cuando llegue al salón pude ver que estaba dando vueltas por todos lados mirando el lugar y olisqueándolo.
Pero poco duro eso puesto que a los pocos segundos el suelo empezó a temblar podía notar el temblor y como todo el sitio se movía, enseguida observe como la pequeña criatura salia disparada de nuevo hacia el sótano.
Por un momento me tuve que sostener el suelo no dejaba de temblar incluso salieron algunas grietas por la casa, no muy grandes pero el temblor había sido fuerte, enseguida las alarmas de los coches saltaron incluso la de algunas casas.
Me quede bajo el marco de la puerta por si caía algún cascote de la casa pero no fue así menos mal.
Cuando hubo pasado fui hacia el sótano abrí la puerta y baje las escaleras empecé a mirar por todas partes pero entre la poca luz que había y que ya estaba empezando a atardecer no podía distinguir casi nada del lugar.
Algunos muebles habían caído al suelo mientras que lo que había tirado la criatura, permanecía también por el lugar pero no la veía por ningún sitio.
─ Pequeña… ¿Dónde estas…?... Tengo que ponerle algún nombre…─ dije mientras intentaba rebuscar entre todo lo que había en el sótano pero cuando estaba mas atenta a lo que hacia note como algo me abrazaba la pierna con fuerza en eso pegue un pequeño grito del susto pero cuando miré hacia abajo pude ver que era la criatura que estaba temblando y con cara de miedo por lo que había pasado.
─ Parece que te da miedo los terremotos…no te preocupes no pasara nada…─ dije intentando tranquilizarla mientras le pasaba la mano por el pelo suave, después puse la mano sobre uno de los pequeños cuernecillos que tenia al lado de la cabeza y pude ver que era parte suya y no un complemento que tenia, eso me pareció rarísimo.
Pero en cuanto estaba intentando averiguar que es lo que era escuche como llamaban al timbre, así que me moví hacia la puerta saliendo del sótano pero en cuanto moví una pierna note que la criatura no me la soltaba.
─ A ver tienes que soltarme la pierna…no te preocupes ya ha pasado…─ dije mientras intentaba dejar que me agarrara la pierna pero parecía imposible estaba bien sujeta y no había forma de que se soltara.
De nuevo volví a escuchar el timbre y viendo que no había forma de que me soltara empecé a caminar como pude mientras esta permanecía aferrada a mi pierna.
─ De verdad que no ocurre nada…puedes soltarte…─ dije de nuevo esta vez con un poco mas de agobio mientras sonaba de nuevo el timbre pero esta no había forma que se soltara aunque podía ver la cara de miedo que tenia.
─ Muy bien…─ dije mientras caminaba como podía hacia la puerta una vez en ella abrí la puerta y pude ver que era una vecina que llevaba a su perro en los brazos este nada mas ver a la criatura empezó a ponerse nervioso y gruñirle.
─ ¿Has notado el temblor…?... ¿Estas bien…?...─ pregunto la señora mientras podía verle la cara de miedo y el tono asustadizo que tenia.
─ Si, doña Felicia estoy bien…la verdad es que es raro nunca se había producido terremotos…─ dije mientras intentaba seguirle la corriente puesto que como le diese mucha cuerda podría terminar entrado en la casa y la verdad no creo que fuese buena idea.
─ Vaya… ¿y esa pequeñita…?...parece que esta asustada…pobrecita…─ dijo mientras se acercaba apara mirarla pero esta parecía esconder su rostro con mis piernas.
En ese momento el perro le ladro cuando la tuvo cerca y esta reacciono gruñéndole con fuerza haciendo que el perro empezara a gemir de miedo y queriendo escapar de los brazos de Doña Felicia.
─ Fluffy tranquilo…no te preocupes no te va a hacer daño…─ dijo Doña Felicia mientras intentaba calmar al pobre perro pero sabia que si le diera oportunidad esta terminaría zampándose al perro o arrojándolo a algún sitio.
─ ¿Quién es la pequeñita…?...Nunca la había visto por aquí…─ pregunto Doña Felicia mientras la miraba de forma extraña y esta le devolvía la mirada que parecía enfadada.
─ Es mi sobrina que me la han dejado por unos días…es algo tímida…─ respondí inventándome lo primero que se me vino a la cabeza.
─ ¿Cuantos añitos tienes pequeña…?...─ cuestiono de nuevo Doña Felicia mientras se acercaba de nuevo mientras que el perro parecía querer salir corriendo pero la señora lo agarraba con fuerza acariciándolo.
En seguida la pequeñaja le gruño con fuerza haciendo que Doña Felicia retrocediera asustada y en ese momento el perro tomo la oportunidad y salio corriendo despavorido dando pequeños gemidos por el miedo en dirección a la casa.
─ Dios!...es muy agresiva…Fluffy ven aquí cariño….lo siento tengo que irme, mañana seguimos hablando cielo…─ hablo Doña Felicia y enseguida salio detrás del pequeño perro pude ver que los coches estaban sonando las sirenas y también habían varios vecinos afuera con preocupación.
─ Eso no se hace…tengo que enseñarle modales…─ dije mientras cerraba la puerta y aun así la pobre criatura no me soltaba la pierna.
No pude más que sentarme apoyando la espalda contra la puerta de la entrada y esperando que la pobre niña se calmara un poco y me soltara.
Estuve acariciándole el cabello por un rato hasta que por fin note como su abrazo me soltaba la pierna y se me quedaba mirando fijamente con expresión de confusión.
─ Bueno, ¿Qué quieres hacer ahora…?...Bueno al parecer no eres humana… ¿Eres extraterrestre…?...─ pregunte un par de veces mientras la miraba y a esos pequeños cuernecillos que le salían de cada lado de la cabeza no entendía que es lo que era y por que llevaba esas ropas.
Me levante y fui hacia el dormitorio para mirar por le ordenador a ver si había algo relacionado con la pequeña o alguna noticia extraña.
Subí las escaleras y enseguida la pequeñaza me siguió y en un santiamén estaba arriba mirando lo que hacia.
Entre en el dormitorio y me senté en el escritorio abriendo el portátil y empezando a navegar para ver que es lo que encontraba sobre esa pequeña pero no había nada solo fotos de niñas llevando diademas con esos pequeños cuernos y nada mas.
Parecía que mis pesquisas no daban ningún resultado y todo lo que intentaba eran callejones sin salida.
Me estire un poco sobre la silla y pude ver que la pequeñaza estaba dando botes sobre la cama y moviéndose por ella, al parecer le gustaba bastante.
Por un segundo me quede mirando los pequeños cuernecillos de cada lado de su cabeza y me pareció que los había visto antes en algún lugar.
Empecé a repasar esta vez a los insectos la mayoría tenían cuernos, eso me hizo mirarla de forma extraña aunque era imposible que fuera un insecto, aunque todo indicaba que así era.
─ Es imposible…─ dije mientras revisaba una y otra vez una página web de insectos y la miraba a ella que esta seguía en la cama dando brincos.
así estuve un buen rato hasta que por fin cerré el ordenador y viendo que la tarde ya estaba encima y ni siquiera había salido, pensé en que debería ir a que me diera un poco el aire fresco pero tampoco podía dejarla sola.
Tome el bolso y me quede un momento mirándola después de eso viendo que se estaba divirtiendo y que había estado sola durante bastante tiempo tampoco estaría mal dejarla un poco mas.
Baje la escalera en dirección hacia la puerta de salida para dar un paseo y despejarme pero cuando estaba a punto de abrir sentí como estaba detrás de mi mirándome con cara de confusión, sentía como si fuese una madre que llevaba a su hija al parque.
─ Bueno espero que no te metas en líos…vamos…─ dije mientras la invitaba a salir y en ese momento se quedo mirando en el exterior como si estuviera comprobándolo, enseguida pensé que se quedaría en casa pero para mi sorpresa dando unos pasos muy rápidos se puso a mi lado.
─ Pues nada…─ dije mientras cerraba las puertas en mi camino hacia el parque mas cercano pude ver como había varias grietas por el suelo del que se podía oler algo acido, pensé que habría afectado alguna tubería de gas o algo parecido.
La tarde era algo fresca y las farolas poco a poco iban encendiéndose el trafico no era muy denso y las personas cada vez que pasaban por mi lado se quedaban mirando extrañados a la niña pero después de un tiempo parecía como se si se hubieran acostumbrados.
Al llegar a un pequeño parque que no estaba muy lejos de casa me senté en uno de los bancos había varios columpios en los que estaban algunas madres con sus hijos.
─ Bueno ahí tienes…diviértete un poco…─ dije mientras la miraba con una sonrisa esta enseguida miro hacia los columpios de forma confusa pero ni corta ni perezosa, corrió hacia estos mientras se subía en unos y en otros, los niños enseguida parecieron como si hubieran sentido algo raro y se bajaron de los mismos mirándola como pasaba de uno a otro.
Aquello me extraño bastante incluso las madres parecían algo extrañadas al ver a la pequeña como se movía entre los columpios pero pasado un tiempo se metió debajo de una especie de semi esfera que estaba llena de agujeros quedándose ahí un buen rato.
─ ¿Pequeña…?...Tengo que ponerle un nombre…─ dije mientras me acercaba al columpio y entraba por uno de los agujeros.
La pequeñaja parecía que estaba tranquilamente yendo de un sitio a otro y haciendo algunos agujeros en la tierra.
─ Vaya parece que estas a gusto…─ dije mientras la veía estar tranquila yendo de un agujero a otro mientras hacia otros en el suelo como si estuviera haciendo su nido.
En uno de esos agujeros tomo un gusano y sin pensárselo mucho se lo metió en la boca y le dio unos cuantos mordiscos tragándoselo después y sonriéndome.
─ Joder…─ dije mientras la miraba como lo masticaba tranquilamente después de eso tomo otro y volvió a ponerlo cerca de su boca pero en cuanto lo hizo le di un manotazo tirándoselo al suelo.
Esta se me quedo mirando con ojos de enfado por unos momentos y enseguida volvió a tomarlo y volver a metérselo en la boca y a darle unos pequeños mordiscos, tragándoselo seguidamente.
─ Que asco…─ dije mientras me ponía la mano en la boca pasado un rato las madres se me acercaron mirando a través de los agujeros del columpio.
─ ¿Se encuentra bien la pequeña…?...─ pregunto una de las madres mientras miraba como la niña excavaba con ansias en el suelo hasta que encontró una lombriz mas.
Enseguida se la puso en la boca y empezó a masticarlo con fruición con cara de felicidad.
─ ¿Pero deja que la niña se coma eso…?...─ pregunto una madre con preocupación en su voz mientras entraba en el columpio y empezaba a intentar abrirle la boca a la pequeña pero le resultaba imposible.
─ Será mejor que la deje…─ respondí advirtiéndole puesto que no sabia como iba a reaccionar estando haciéndole eso.
─ Pero mujer como la vas a dejar…escúpelo…escúpelo…venga…─ dijo la mujer mientras le daba unos pequeños golpes en la espalda e intentaba abrirle la boca.
─ Es su costumbre…─ dije intentando aliviar el hierro que le estaban dando a la situación pero en eso la criatura se movió un poco dando un pequeño empujón y la mujer cayo al suelo mientras esta le gruñía como advertencia.
─ Es muy agresiva…─ comento una de las madres mientras la otra la ayudaba a levantarse y salía del columpio con el miedo en el cuerpo.
─ Puede enfermar…yo que usted iría al medico…─ dijo la madre mientras salía del columpio y recogía a su hijo para salir rápidamente del parque.
─ Genial…nuevas amistades…vamos nos a casa…─ dije mientras le hacia una ademán que me siguiera, después de eso la pequeñaja salio del columpio y empezó a seguirme a mi lado mirando hacia todas partes y olisqueando por donde pasábamos.
Una vez en cuanto llegamos a casa y abrí la puerta esta salio corriendo hacia el sótano entrando pro el hueco que había dejado en la puerta.
─ Tengo que llamar al carpintero y al albañil…bueno ya siendo la hora que es los llamo mañana…─ dije mientras miraba el hueco de la puerta y después el reloj, recordaba los azulejos que había encontrado.
Seguidamente fui hacia la cocina a comer algo ligero para la cena y acostarme lo más pronto posible no tenia ganas de nada solo esperaba que todo estuviera bien cuando bajara por la mañana.
Me hice una ensalada, mire hacia todas partes mientras cocinaba pero no la veía por ninguna parte pensé que se habría quedado en el sótano y estaría cansada.
Una vez que termine la lleve hacia el sofá para ver la televisión y comprobar si decían algo del terremoto que se había provocado.
Mientras estaba cenando y viendo las noticias de costumbre me entraron ganas de tomar algo de vino.
Tome la botella y miré si había salido la criatura del sótano pero parecía que seguía estando allí.
Me puse una copa de vino y seguí cenando pero no había ninguna noticia sobre lo que había pasado, al parecer era algo local, cosa que me extrañaba bastante.
En cuando termine de cenar me tumbe en el sofá con el mando mientras pasaba canales para ver si encontraba algo interesante aunque poco a poco me fue entrando el sopor.
Los ojos se me cerraron y no se ni el tiempo que estuve durmiendo pero algo me despertó de sobre manera mirando hacia yodas partes con el miedo en el cuerpo.
Notaba como si algo me estuviera observando, mire a la televisión y estaba un programa de adivinación y poco mas así que apague la televisión y subí por las escaleras para acostarme.
Mientras subía empecé a bostezar y mire por una de las ventanas le sitio estaba desierto y solo se escuchaban los grillos, la noche parecía tranquila.
Al llegar al dormitorio me tumbe de golpe en la cama por suerte el día siguiente no tenia que ir a trabajar.
Me quede dormida de inmediato pero con la extraña sensación de que alguien me estuviera observando desde algún lugar de la casa.
Cuando por fin desperté me estire un poco pero sentí como si alguien estuviera a los pies de la cama.
Mire lentamente esperando no encontrar otra cosa extraña, pero para mi alivio era la pequeñaja que al parecer había subido y se había tumbado en la cama.
En cuanto me acerque a esta para acariciarle el pelo, sentí como si algo me estuviera mirando de manera amenazadora desde algún rincón del dormitorio pero no veía nada ni a nadie.
Esa sensación de que algo te esta amenazando o que tu vida esta en peligro me recorría le cuerpo dándome un escalofrío que me recorrió la espalda, pero no parecía haber nadie.
En cuanto menos me lo espere para cuando mire donde estaba la pequeñaza había desaparecido, enseguida supuse que habría bajado para entrar en el sótano así que no le di mucha importancia.
Fui hacia le baño y me quite el pijama poniéndome una toalla en el cuerpo, sentí el frío de salir debajo de las mantas y que la mañana parecía estar algo nublada, podía ver las nubes a través de la ventana del baño.
En cuanto el agua estuvo caliente entre en el baño y me deje ir por le calor del agua mientras me despejaba un poco, después de estar como unos diez minutos bajo el agua salí de esta y me enrolle de nuevo en le cuerpo y otra n el pelo seguidamente me senté y comencé a cepillarme el pelo y a maquillarme algo.
En cuanto termine fui hacia la habitación pero un pitido insistente me hizo quedarme quieta por un momento, aunque de momento no le preste atención entre en el dormitorio para vestirme.
Al terminar baje rápidamente las escaleras y pude ver a que se debía el pitido, la nevera estaba abierta y con varias cosas tiradas por el suelo junto con algunas verduras.
─ Joder debo de hacer algo…─ comente mientras empezaba a recoger lo que había tirado por el suelo aunque tampoco le podía decir nada puesto que no creo que me entendiese.
Estuve como quince minutos metiendo cosas de nuevo en la nevera en cuanto hube terminado pensé en llamar al seguro para lo de los azulejos.
Tome el teléfono y empecé a hablar con el seguro por suerte me dijeron que vendrían al día siguiente junto con el carpintero.
─ Bueno espero que estés comiendo a gusto…tengo que ir a comprar…─ dije pensando en la cantidad de comida que se había llevado hacia el sótano.
Tome la cafetera y me hice algo de café junto con algunas tostadas por lo menos quedaba mantequilla y la mermelada de los estantes altos.
Tome le desayuno y me lo lleve al sofá para ver las noticias de la mañana pero de vez en cuando miraba hacia el agujero de la puerta que habiten el sótano y no parecía provenir ningún sonido de este ni la pequeñaza que saliera de el.
Aunque la casa estuviera tranquila sentía esa sensación de que algo me estaba observando pero no sabia el que era extraña y diferente.
Me quede quieta sin hacer ningún movimiento y baje el volumen de la televisión y me puse a escuchar por si hubiera algún sonido pero no parecía escucharse nada, ni siquiera los pájaros del exterior.
─ Que raro normalmente se escuchan algunos pájaros…─ hable mientras intentaba escuchar algún sonido pero parecía que todo estaba en silencio.
Después de unos segundos no le preste mucha atención, en cuanto hube desayunado tome el plato y la taza de café y la lleve al lavadero seguidamente tome el monedero y una bolsa para la compra.
En cuanto salí note el frío de la mañana pero parecía que el trafico ni siquiera se había despertado pero el sol ya había salido era como el preludio de algo inminente.
En cuanto di unos pasos hacia la calle el suelo empezó a temblar con cierta fuerza mientras podía ver como las grietas del suelo avanzaban hacia todas partes, las alarmas de los coches empezaron a sonar mientras las personas salían fuera de sus casas.
Me sostuve como pude para no caer al suelo pero aquello cada vez era más continuo, por suerte no duro mucho tiempo pero el susto lo tenían en el cuerpo y más aun de que pudiera venir alguno mayor.
Con la preocupación en el cuerpo empecé a caminar de nuevo hacia el supermercado para comprar algo en cuanto hube llegado entre y tome un carrito moviéndome entre las estanterías y escogiendo lo que necesitaba pero tenia que pensar que tenia una invitada mas.
Observe que aun estaban entrando con productos y algunas de las vecinas estaban por le lugar haciendo las compras.
─ Vaya también haciendo la compra… ¿Habéis notado el temblor de esta mañana…?...─ pregunte a las vecinas mientras estas estaban comprando algunos productos.
─ No me digas... la verdad es que salí antes y ni siquiera me he dado cuenta…─ dijo la vecina con sorpresa, mientras que la otra se daba la vuelta para atender a lo que estábamos hablando.
Enseguida terminaron de comprar y salieron a toda prisa hacia sus casas, en cuanto hube terminado y comprado algo de carne hice lo mismo.
Avance por la calle para cuando llegue cerca de casa pude ver a los vecinos revisando las grietas que había en el pavimento y algunos mirando a sus coches por si les había pasado algo.
Pude ver a dos vecinas que estaban llamando a sus perros, al parecer se habían escapado pero enseguida me vino a la mente que quizás la pequeñaja los habría cazado en algún sentido o la habían molestado gruñéndole.
Fui rápidamente pero en cuanto abrí la puerta algo choco cerca de mi cara destrozándose contra la puerta.
Me agache para comprobar que es lo que era y por suerte puesto que otra cosa mas choco en la puerta donde estaba antes mi cabeza.
─ ¿Pero que narices…?...─ pregunte extrañada y dejando las bolsas en el suelo me dirigí hacia el salón y pude ver a la pequeñaja con la televisión en su mano dispuesta a lanzármela.
─ Oye…no ni se te ocurra…deja la televisión en el suelo…no lo hagas…─ dije intentando dejar que soltara la televisión y hasta aquí hemos llegado.
La criatura intento lanzarla con cara de cabreo aunque no lo entendía, pero enseguida recordé que había ocurrido un terremoto y seguramente tendría miedo.
─ Lo siento, había ido a comprar…pero no se te ocurra tirarla…bájala lentamente…─ hable de manera calmada pero a la vez obligándole que lo hiciera aunque no sabia si me entendía lo que estaba diciendo lo que si veía es que estaba cabreada.
─ Piedra!...─ exclamo esta haciendo un ademán de tirar la televisión, sabia que si lo hacia me tendría que comprar otra y esta aun la estaba pagando.
─ No!, oye ni de broma…ponla en el suelo lentamente…espera un momento…─ dije pensando que tal vez podría cambiársela por algo, tome una de las bolsas que había en la puerta y le deje caer una manzana en el suelo cerca de ella.
Esta se quedo mirándola extrañada sin sabe r muy bien como reaccionar enseguida la tomo y empezó a darle mordiscos al menos parecía gustarle.
─ Bien si quieres otra…deja la televisión en el suelo…─ dije mostrándole otra manzana esta pareció interesada y enseguida con un moviendo del brazo alzo la televisión en el aire para ir a por la bolsa donde estaban las manzanas en eso me apresure para tomarla y caer amortiguando el impacto contra el suelo.
─ La madre que te parió…─ dije con rabia en la voz mientras ponía la televisión lentamente en su sitio y veía como se comía varias manzanas.
En cuanto hubo terminado con las manzanas fue rápidamente olisqueando las bolsas que había hasta que metió la cabeza en una que enseguida supe que era la que contenía los filetes de pollo.
Esta enseguida tomo uno en su mano y otro en su boca que empezaba a masticarlo con fruición.
─ De eso nada…es mío…no me lo vas a quitar…─ dije tomándolo de la mano y empezando a tirar de este.
Aquello parecía el juego de la cuerda ambas tirábamos del filete de carne así estuve unos segundos puesto que un simple tirón termine en el suelo y la pequeñaja corriendo hacia el sótano con ambos filetes….
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Bueno dejo el siguiente capitulo espero que os guste a todos y muchas gracias .
Inició el tema
Mazoku
628
3.578 ATC
HERMANA EN TINIEBLAS
Me apresure para seguirla al sótano pero al llegar allí me sentí como si alguien me estuviera observando desde algún lugar así que volví a la cocina a por la linterna.
El tiempo era esencial si quería recuperar el filete que me había quitado, al volver la sótano empecé a iluminar el lugar oscuro bajando los peldaños lentamente apuntando la luz hacia todas partes.
─ Se que estas ahí…devuélveme el filete ahora mismo…─ dije con un tono de voz algo elevado enseguida pude escuchar como algo se movía entre los muebles aunque la luz que entraba por la pequeña ventana no ayudaba mucho.
─ No podrás esconderte de mi…─ dije mientras puntaba hacia todas partes pero por mucho que lo hiciera no llegaba a encontrarla solo escuchaba algunos sonidos que provenían de entre los muebles, me acerque a estos pero por mucho que intentara dar con ella no había forma.
─ ¿Pero donde coño estas…?...─ pregunte mientras revolvía entre las cosas que había por el suelo pero no había forma de dar con ella, enseguida escuche como algo se movía detrás de mi y pude ver como escapaba de reojo hacia arriba.
Pero en cuanto di un par de pasos escuche como algo se movía encima de mí, empecé a ponerme nerviosa.
Empecé a elevar la luz de la linterna lentamente hacia donde lo había escuchado para mi sorpresa cuando llegue al techo pude ver algo que se movía con rapidez por este.
─ ¿Pero que narices…?...─ pregunte con tono de miedo mientras avanzaba rápidamente hacia las escalera pero los pasos se aceleraban rápidamente para cuando casi estaba en las escaleras la puerta se cerro de golpe.
Intente salir por el agujero que había dejado la pequeña pero no había forma era demasiado pequeño para mi.
─ Estoy armada…─ dije pensando que lo mismo se largaría mientras me daba la vuelta apuntando hacia la escalera pero enseguida escuche los pasos encima mía.
Apunte hacia el sitio y enseguida observe como en cuanto ponía la linterna en donde se supone que estaría rápidamente se movía hacia otro lugar aprecia como si estuviera huyendo de la luz.
Así que baje la linterna por un momento para intentar ver que es lo que me estaba persiguiendo.
De nuevo volví a escuchar los pasos provenientes en mi dirección, tenia la piel de gallina y me temblaba todo el cuerpo, el miedo me recorría el cuerpo pero aunque tampoco podía salir.
Con la mano intente mover el pomo lentamente pero en un momento los pasos se detuvieron y escuche como si algo bajara del techo pude ver una sombra de alguien un poco mas baja que yo.
Abrí la puerta lentamente y deje que entrara algo de luz al menos eso hizo que no volviera a irse.
Con la poca luz que entraba pude ver que era una chica de pelo blanco que le llegaba hasta la cintura con ojos rojizos y rasgos aniñados no tendría mas de trece o quince años su piel era blanca como la nieve entendía el por que no quería que le diese la luz.
Pero en cuanto me fije en su rostro pude ver que era como la pequeña de la misma especie por decirlo así, pero esta tenia dos cuernos que salina hacia arriba otros dos que bajaban hacia abajo y uno en la frente, vestía con una pequeña capa con capucha de color blanco cerrada con un broche verde, en su cuerpo lucia un vestido de color azul junto con unos calcetines y unos zapatos del mismo color.
─ ¿Hola…?...─ pregunte con tono de confusión mientras abría la puerta lentamente esta se acerco para olfatearme pero en cuanto estuvo unos segundos abrí la puerta de golpe y después la cerré.
Me gire y respire aliviada pero pensando que tenia otra de esas criaturas en mi casa, enseguida la pequeña se acerco con medio filete en la boca que aun estaba masticando y el otro en su mano.
─ Así que querías llevarle comida…─ dije mientras pensaba que entre ellas se habían estado llevando comida una a la otra.
Esta se me quedo mirando extrañada mientras seguía masticando enseguida pensé que tendría que bajar algunas luces en la casa para que pudiera salir puesto que no la iba a tener siempre en el sótano.
Así que me acerque a la luz y empecé a girar el interruptor para bajar la intensidad de la luz y me acerque hacia la puerta al abrirla pude ver como esta se ponía las manos en los ojos pero la ver que no había tanta intensidad decidió ir saliendo poco a poco mirando el lugar como si lo estuviera estudiando.
Después de eso se acerco a la pequeñaza y empezaron a hacer ruidos extraños con la boca como si se estuvieran comunicando en su idioma.
No sabia por que pero cuando la miraba me daba un escalofrío por todo el cuerpo, estuvieron unos segundos hablando entre ellas después se me acerco y se puso a mi lado seguidamente paso su rostro por mi brazo como hace un gato.
Aquello me dio un escalofrío que me recorrió el cuerpo al mirarla lo que hice es ponerle la mano en el pelo y separarla un poco.
Esta enseguida se movió por la casa mirando y olisqueando todos los lugares, aunque no sabia que hacer con ella, puesto que ahora ya había dos y no estaba seguro si vendrían más, aunque mi pregunta era por que venían a mi casa y no aparecían en otra.
─ Bueno vamos a tener que poner unas normas…─ dije mientras veía como la mayor estaba dando vueltas por todos lados hasta que fue a la cocina y empezó a olfatear el lugar, viendo eso me temía lo pero que empezase a abrir los armaritos.
Pero antes siquiera que empezara a decir nada empezó asonar el teléfono enseguida supuse que eran los del seguro que vendrían a por lo que había solicitado.
La otra criatura enseguida parecía que se puso alerta y rápidamente fue hacia uno de los rincones de la casa que estaba más oscuro y parecía incluso que escuche como sus pasos parecían subir por las paredes.
Mientras que la otra rápidamente fue hacia el sótano entrando por el agujero que había en la puerta.
─ Como para que me suceda algo…─ dije mientras veían como se escapaban al haber escuchado el sonido del teléfono.
─ ¿Diga?...si, claro pueden venir ahora…muy bien dentro de media hora…─ dije mientras hablaba con los del seguro, aunque no sabia que hacer con ellas dos.
─ Muy bien…esperemos que no pase nada…─ comente mientras colgaba y me dirigía después hacia la cocina para hacer algo de comida.
Por unos minutos estuve tranquila puesto que no escuchaba nada ni veía a nadie a mi lado de repente parecía que se habían quedado de momento en donde estaban.
Cuando hube terminado de cocinar tome los platos y los lleve hacia la mesa del salón para comer allí y ver algo la televisión.
Puse los platos y me acerque la interruptor sin acordarme que la otra criatura estaba escondida entre las sombras, al aumentar la intensidad de la luz pude ver que esta dios un gruñido y salio de su escondite a toda prisa hacia el agujero del sótano.
─ Lo siento…lo siento de verdad…─ seguí diciendo eso un par de veces mas mientras me volvía a sentar solo esperaba que no estuviera enfadada conmigo puesto que la pequeña podría matarme.
Empecé a comer mientras ponía la televisión y empezaba a pasar de canal en eso pude ver de reojo como la pequeña se acercaba lentamente atenta a lo que pasaba y después poco a poco le seguía la otra.
Cuando estuvieron a mi lado se quedaron mirando la televisión y empezaron a olisquearla mientras tocaban la pantalla como si pudieran palpar las imágenes me parecía bastante gracioso.
Así estuve por un momento hasta que vi a la enana de nuevo poniendo la mano debajo del televisión para levantarlo de nuevo por suerte pude reaccionar a tiempo.
─ No, oye ni se te ocurra eso si que no…déjala donde esta y aléjate de ella…─ mientras estaba discutiendo con la enana pude ver como la otra lanzaba una telaraña desde su boca para atrapar lo que estaba comiendo en ese momento retrocedí unos pasos por el susto que tenia a las arañas ahora entendía por que ella me daba escalofríos.
─ ¿Eres una araña…?...─ pregunté con cierto miedo en la voz mientras la veía comer la ensalada por un momento movió la cabeza dando un ligero gruñido pensé que seria por el aliño que tenia.
En ese momento sonó el timbre haciendo que la pequeña se girara con la televisión en la mano y la otra sencillamente se ocultara en el sótano con el plato de comida.
─ Piedra…─ dijo la pequeña mientras se giraba hacia la puerta apuntando con la televisión.
─ No, esta vez no…Voy un momento!...─ exclame mientras tomaba la televisión rápidamente, la pequeña se me quedo mirando con cara de enfado mientras bajaba la televisión aunque sabia que podía cogerla en cualquier momento a mi y a la televisión después de eso le señale el sótano pero esta solamente se me quedo mirando con cara de cabreo.
El timbre volvió a sonar haciendo que la pequeña se pusiera algo nerviosa mientras miraba hacia todas partes buscando algo para lanzar.
─ Que ya voy un segundo!...─ volví a exclamar mientras volvía a señalar el sótano pero no había manera de que hiciera caso.
Me acerque ala puerta para abrir pero sin perder ojo de donde estaba la acercarme pude ver a los trabajadores del seguro.
─ Buenas… ¿se puede…?...─ pregunto el hombre mientras entraba junto con su compañero.
Este por un momento se quedo mirando a la pequeñaza saludándole con la mano pero esta parecía extrañada mientras que se acercaba lentamente para olisquear.
─ Si, claro pasen…por aquí…─ dije mientras los acompañaba hacia la puerta que estaba rota y aun tenia el mueble puesto delante de ella.
Después de eso les acompañe hacia los azulejos que estaban rotos y casi derretidos el hombre se quedo extrañado al verlo.
─ ¿Qué le ha echado acido sulfúrico?...─ pregunto el albañil mientras veía los azulejos que estaban derretidos.
─ Bueno yo iré a reparar la puerta… ¿Qué le ha pasado…?...─ pregunto el hombre mientras nos dirigíamos hacia la puerta al llegar empecé a explicarle que se había colado un mapache por la otra ventanilla y al parecer había destrozado la puerta.
─ Pues vaya fuerza tiene el bicho…por que para poder hacer un agujero así…─ dijo el hombre mientras miraba el agujero que había echo.
─ Si, creo que incluso podría levantar una televisión…─ comente mientras miraba a la pequeña que no dejaba de mirar a los hombre con cara de extrañeza y olisqueándolos desde lejos.
─ Bueno voy a por unas cosas a la furgoneta…─ dijo el hombre mientras abandonaba la casa para ir a la furgoneta.
En ese momento escuche como de nuevo sonaba el timbre, me acerque rápidamente a la puerta para ver quien era y para mi sorpresa era Doña Felicia como siempre.
─ Hola cielo… ¿Ocurre algo…?...─ pregunto Doña Felicia mientras intentaba mirar dentro de la casa para ver que es lo que pasaba.
─ Nada Doña Felicia solo que tenia algunas cosas rotas y he llamado al seguro…─ dije mientras le explicaba lo mas rápido posible, solo quería que se fuese lo antes posible.
En eso note como la pequeña aparecía entra mis piernas mirando al perrito que este empezó a gruñir y a ladrar.
─ Fluffy tranquilo que no te hará nada…─ dijo mientras sostenía la perro con mas fuerza pero este parecía que quería huir despavorido al ver a la pequeña que empezó de a gruñirle.
─ Bueno tengo cosas que hacer…ha sido un placer…─ dije despidiéndome de Doña Felicia en el momento que entraba el trabajador con algunas herramientas.
En cuanto cerré la puerta respire un poco aliviada pero pude ver como el trabajador estaba confuso mirando lo que había en el suelo.
─ Señora… ¿Podría venir un momento…?...─ pregunto el trabajador mientras miraba le suelo extrañado, al acercarme pude ver que había un pequeño montón de larvas e insectos pequeños delante del agujero.
─ Creo que el bicho sigue estando en el sótano…─ dijo el hombre mientras ponía una linterna en el agujero y miraba pero enseguida pude ver que se asustaba retirando la luz de inmediato.
─ ¿Qué ocurre…?...─ pregunte con algo de confusión en la voz puesto que temía lo peor.
─ He visto unos ojos rojos…el bicho creo que ha vuelto…─ dijo el trabajador y en ese momento escuche como un gruñido que provenía del sótano en ese instante la enana se lanzo a por la linterna del hombre y empezó a morderla con fuerza este intento tirar de ella para que se soltara pero no había forma por mi parte hice lo que pude pero no lograba nada, por suerte en uno de los mordiscos la pude retirar un poco.
─ ¿Pero que narices…?...─ pregunto el hombre con cierto miedo en la voz al ver que la linterna había quedado para el arrastre, estaba completamente destrozada mientras que la pequeñaza intentaba de nuevo terminar con lo que había empezado.
Pensé que lo mas seguro le había echo daño en los ojos con la luz a su hermana y esta al dar el grito le hizo saber que rompiera lo que lo había provocado, mientras sostenía a la criatura que intentaba liberarse.
─ Será mejor que llame al exterminador…así no puedo trabajar…─ dijo el hombre mientras recogía las herramientas y se marchaba.
─ Pero…por favor…─ dije de manera entrecortada mientras forcejeaba con la criatura que no dejaba de dar mordiscos al aire en eso se calmo un poco y la solté nuevamente esta enseguida fue hacia el sótano.
─ Genial…voy a ver que tal va el albañil…─ dije viendo que no podía hacer nada mas por lo de la puerta.
Me acerque a la cocina y pude ver que el albañil estaba tirando los azulejos que estaban rotos mientras estaba mirándolos con cierta confusión.
─ ¿Qué se le cayo acido sulfúrico…?...─ pregunto el albañil mientras retiraba los azulejos y empezaba a picar otros de la lado cosa que se quedo algo extrañado.
─ Al parecer el temblor ha afectado a este lugar…puedo reforzárselo un poco pero nada mas…─ dijo el albañil mirándome con cierta preocupación mientras soltaba los azulejos en el suelo.
En cuanto uno de estos cayo al suelo enseguida pude ver de reojo como la pequeñaza salía rápidamente del sótano en dirección a la cocina para comprobar que es lo que pasaba.
─ Ah no esta vez no entras!...─ exclame corriendo hacia la puerta de la cocina y me apoye en esta enseguida note como un golpe sordo.
─ ¿Ocurre algo…?...─ pregunto extrañado el albañil por el golpe mientras me observaba como intentaba frenar el avance de la pequeña que daba golpe tras golpe en la puerta para entrar.
─ No se…preocupe…usted siga…─ dije de forma entre cortada mientras int4entaba que no entrara la pequeñaza pero sabia que tarde o temprano terminaría haciendo otro agujero en la puerta.
En eso abrí la puerta pero para desgracia de la pobre criatura entro rápidamente dándose un golpe contra el sitio donde cortaba los alimentos cayendo al suelo de golpe.
El golpe fue sordo haciendo que esta cayera la suelo de inmediato, al momento me acerque para ver si estaba bien pero esta enseguida recupero el conocimiento, en su frente tenia un pequeño chichón.
─ ¿Pero que…?...─ preguntó el hombre con cierta preocupación mientras miraba a la pequeña que parecía estar algo mareada por el impacto.
─ Pobrecita… ¿se encuentra bien…?...─ pregunto el hombre con cierta preocupación mientras la recogía en brazos.
─ Si, no se preocupe siempre esta jugando y corriendo de un lugar a otro…voy al baño a ponerle algo de alcohol en el chichón…─ dije mientras la ponía en el suelo y la tomaba de la mano para llevarla hacia el baño.
Pero en cuanto salí por la puerta esta salia disparada hacia el sótano, no entendía por que hacia eso.
En cuanto el albañil golpeo la pared la pequeña volvió a salir por la puerta mirando hacia todas partes al parecer estaba confundiendo los golpes que estaba dando el albañil en la pared con los terremotos y eso la estaba poniendo nerviosa.
No pude más que ir hacia el sótano intentando no caerme por las escaleras puesto que casi no veía nada y la luz que entraba por la ventana no ayudaba mucho.
En cuanto lo hice pude sentir que su hermana estaba mirándome desde algún lugar entre la oscuridad.
Avance bajando por los peldaños en cuanto estuve abajo sentí como unos pasos me estaban siguiendo detrás de mí.
Al llegar pude ver a la pequeña que estaba yendo de un lugar a otro de forma nerviosa pensando que cada golpe era un terremoto, enseguida me acorde que en uno de esos muebles en la mudanza había guardado un oso de peluche lo mas seguro la calmaría.
Me acerque a uno de los muebles bajo la mirada de su hermana que no me perdía de vista, aunque me ponía la piel de gallina pensando que era una especie de araña.
Estuve unos segundos mirando entre los muebles que estaban desperdigados seguramente por las idas y venidas de la pequeña y por coger los muebles y tirarlos.
─ Aquí esta…─ dije encontrando el peluche me quede por unos segundos mirando la osito y teniendo algunos recuerdos.
Enseguida me di la vuelta y me puse en cuclillas y se lo ofrecí esta se quedo a cierta distancia mirando al oso como lo movía en la mano.
─ Toma cogelo…pero no te lo comas…─ dije mientras le movía el osito de peluche delante de ella, mientras la pequeña dudo un poco mirándolo con la cabeza ladeada con cierta confusión.
Pero la momento se acerco y lo tomo en su pequeña manita por un momento se lo fue a llevar a la boca pero al notar el material enseguida desecho la idea pero se quedo mirándolo unos segundos moviéndolo de un lugar a otro pero enseguida lo abrazo con fuerza.
─ Pero no lo pierdas…─ dije mientras la veía abrazarlo con fuerza la siguiente golpe pude ver que esta salio corriendo hacia uno de los muebles para esconderse detrás al menos estaría tranquila cierto tiempo.
─ Muy bien una cosa menos…vamos a ver que tal le va al albañil…─ dije mientras salía del sótano pero en cuanto subí unos peldaños pude notar algo extraño en los peldaños.
Al mirar observé que se trataba de telarañas que la otra había arrojado al suelo, a cada paso me ponía la piel de gallina.
─ Joder!...─ exclame mientras subía los peldaños con ciertos crujidos incluso me costaba un poco de fuerza subir los pies a cada paso.
Una vez fuera me dio un escalofrío que me recorrió el cuerpo pensando en lo que estaba pisando por suerte esta araña no parecía una bola con patas.
Me acerque de nuevo al albañil que parecía que estaba poniendo unos azulejos nuevos mientras ponía algo de pegamento en los azulejos nuevos para ponerlos en su lugar.
─ Bueno esto ya esta…termine…─ dijo el albañil mientras recogía sus cosas y las metía en el cajón de herramientas y en una mochila.
─ Pues muchas gracias…─ dije mientras le acompañaba hacia la salida pero nada más que el albañil se acerco al coche el sitio empezó de nuevo a temblar con fuerza podía escuchar como las alarmas de los coches se encendían de golpe y las aves abandonaban el lugar.
─ ¿Pero que narices…?...─ pregunto el albañil mientras entraba en su coche a duras penas y rápidamente arrancaba me quede en el marco de la puerta viendo como el asfalto se quebraba cada vez mas parecía como si se estuviera hundiendo una zona.
Así estuvo unos segundos hasta que se detuvo pero esta vez fue mas fuerte que habían sido los otros incluso parecía que las grietas se habían ampliado un poco y pareciera que se estaba hundiendo el centro.
Los vecinos salieron de sus casas con el miedo en el cuerpo no sabían si volver o no volver a ellas o si se produciría de nuevo otro terremoto.
Enseguida pensé en las dos criaturas que estaban en casa que a saber que es lo que estarían haciendo.
En cuanto cerré la puerta rápidamente la pequeñaza se aferro a mi pierna temblando con fuerza mientras que la otra me tomo del brazo con ojos de miedo.
En cuanto lo hizo un escalofrío me recorrió el cuerpo pero sabia que no podía alejarla puesto que lo tomaría a mal tendría que aguantarme.
En un momento me quede quieta inmóvil pero pasándole la mano por le cabello a una y a la otra también para calmarlas un poco.
Pero enseguida tocaron al timbre supuse que seria uno de los vecinos para comprobar si estaba bien.
Abrí la puerta y enseguida Doña Felicia me miro con ara de miedo por el terremoto que había ocurrido.
─ ¿Cariño te encuentras bien…?...Ha sido horrible…han salido grietas en mi casa…vaya parece que ha mas gente… ¿Quién es ella…?...─ pregunto Doña Felicia haciendo que el miedo le desapareciera enseguida pero el perro rápidamente sintió el miedo queriendo escaparse de su dueña.
─ Es una nieta que ha venido a verme…no se preocupe Doña Felicia me encuentro bien…sol ose han caído algunas cosas al suelo…─ respondí intentando hacer que se fuera lo mas rápido posible.
─ Pobrecitas parece que tienen mucho miedo…¿quieres que les traiga algo de te…?...para calmarlas un poco…─ volvió a cuestionar Doña Felicia mientras se acercaba a la mas grande y le pasaba la mano pro el rostro suavemente esta enseguida empezó a mirar lo que estaba haciendo sin perder detalle.
En ese momento escuche como unos sonidos provenían de la otra pequeña al parecer lo estaba considerando como algo malo y el perro lo notaba revolviéndose mucho mas y escapando de Doña Felicia.
─ Fluffy no otra vez…ven aquí!...─ exclamo Doña Felicia que enseguida se despidió moviendo la mano y corriendo hacia donde había escapado el perro.
─ Menos mal…─ dije mientras cerraba la puerta y me sentaba en el suelo, pero ambas ni siquiera me soltaron hicieron lo mismo podía notar cierto temblor tanto en la mano de la hermana como en la pequeña al parecer no le hacían mucha gracia los temblores, pero no sabia si eran los temblores en general o estos en particular.
Estuve un buen rato intentando calmarlas y en cuanto lo hice la pequeñaza fue directamente hacia el sótano al parecer ahí se sentía segura en cierto sentido mientras que la otra hizo lo mismo siguiéndola.
Al menos estaría tranquila por un rato, mire al reloj y viendo que ya casi era la hora de cenar fui hacia la cocina para prepararme algo.
Tome algunas cosas y me prepare una ensalada sencilla y tome una botella de vino sirviéndome una copa y me dirigí hacia el salón para poner la televisión mire el agujero de la puerta esperando que no salieran en un buen rato.
Al menos estuve tranquila mientras cenaba mirando las noticias por si habían dicho algo de los terremotos o se habían producido en alguna parte más pero al parecer solo eran aquí de momento.
Aquello me extrañaba bastante puesto que las ondas sísmicas deberían de haberse notado en alguna parte pero no decían nada.
─ ¿Qué raro…?...─ pregunte mientras comía y daba pequeños sorbos a la copa de vino después de eso me tumbe y pasada como media hora empezaron a cerrárseme los ojos lentamente le sueño me estaba venciendo para cuando mire le reloj ya era casi media noche.
Dejando la copa de vino encima de la mesa subí las escaleras y apague las luces mientas subía las escaleras me quede mirando por la ventana que daba a la calle que estaba completamente desierta y no se escuchaba nada.
Al llegar a mi habitación pude ver que ambas estaban tumbadas en la cama, por lo visto les había gustado lo blandito que estaba.
─ De eso nada…ya podéis ir bajando…─ dije de forma seria y estas enseguida se me quedaron mirando con expresiones de confusión como si no me entendieran.
Como pude empecé a hacerle signos de que deberían de bajar incluso tome la muñeca de la mayor e hice que bajara al suelo haciéndole saber que debían de bajarse pero al parecer ignoro completamente puesto que volvió a subir enseguida.
─ Genial seremos mas en la cama…─ dije de forma irónica mientras me metía en la cama entre las mantas enseguida la pequeñaza se acurrucó a mi lado y la otra solamente se tumbo, pero en cuanto lo hizo sentí un escalofrío que recorrió mi cuerpo, enseguida me vino a la mente la imagen de una araña acostada a mi lado, aunque por mucho que intentara apartarlo no podía hacerlo.
Aunque por como estaba de cansada poco a poco se me fue cerrando los ojos, por suerte pude dormir un poco, pero algo me despertó de imprevisto escuche como unos sonidos provenientes de la cocina como si estuvieran revolviendo las cacerolas.
─ Qué demonios…esto es lo único que me faltaba…un ladrón…─ dije casi susurrando mientras me levantaba de la cama lentamente para no despertar a las que estaban a mi lado.
En cuanto abandone las mantas note el frío que entraba por la ventana abrí la puerta muy despacio para no despertarlas y empecé a caminar por el pasillo en dirección hacia la escalera, podía escucharse los sonidos de las cacerolas y cosas cayéndose al suelo.
La poca luz que entraba por la ventana de la escalera hacia que la casa pareciera mas lúgubre de l oque ya era posible.
Baje lentamente cuando estuve abajo entorne los ojos para que se me acostumbraran a la poca luz que había pero para mi desgracia la nevera estaba abierta y daba algo de luz pero no veía al ladrón por ningún sitio.
─ Estoy armada…─ dije siendo lo primero que se me vino a la mente enseguida los sonidos se detuvieron mientras que veía como una lata rodaba hacia mi pie.
La tome y pude ver que estaba como abollada y casi cortada por la mitad, no entendía que es lo que estaba pasando.
Me acerque lentamente para comprobar que es lo que estaba pasando, pero para cuando di unos pasos note enseguida como algo me aprisionaba la cintura con fuerza no podía ver nada.
Golpee varias veces lo que me estaba aprisionando pero al parecer era durísimo me revolví como pude pero era imposible escapar de ese abrazo, cada vez tenia mas fuerza incluso diría que llegaría a partirme por la mitad si siguiera así.
─ Suéltame!...─ exclame con fuerza mientras hacia lo que podía pero empecé a notar como los huesos crujían y que las fuerzas me iban abandonando incluso parecía que estuviera sostenida en el aire.
Pensando que este seria mi fin, intente liberarme como pude pero no había forma, pero al poco rato sentí como algo golpeaba lo que me estuviera agarrando y me soltó de golpe.
─ Joder!...─ exclame con fuerza mientras me arrastraba para intentar escapar de lo que me había atrapado.
Cuando me acerque a la entrada de la cocina encendí la luz un poco para poder ver que es lo que era para mi sorpresa era una especie de escarabajo con grandes pinzas en la boca, su cuerpo era completamente negro pero su tamaño era como una moto pequeña.
─ Pero que coño…─ dije extrañada viendo semejante criatura nunca había visto algo así.
Pero parecía que la pequeñaza estaba delante de este haciendo ruidos como si se estuviera comunicando de alguna forma y al parecer no tenia cara de muy buenos amigos.
─ No te acerques…a ella…─ dije mientras tomaba una silla y le golpeaba al escarabajo este con un simple movimiento de su cabeza me tumbo en el suelo y el silletazo que le había propinado no había servido de nada.
El insecto intento lanzarse contra mí rápidamente pero la pequeña se lanzo contra este nuevamente golpeándolo con su diminuto cuerpo pero haciéndole que infuso se tambaleara.
El insecto empezó a emitir sonidos y dándose la vuelta tomo a la pequeña con sus pinzas y empezó a apretar con fuera pero esta se revolvía con su fuerza impidiendo que pudieran cerrarse sobre ella.
─ Que hago…que hago…─ dije una y otra vez mientras miraba hacia todas partes para poder hacer algo que pudiera liberarla.
En eso tome una lata que estaba por el suelo y se la lance esperando que hiciera algo pero para mi sorpresa soltó a la pequeña lanzándola a un par de metros y enseguida este se fijo en mi.
Arranco rápidamente para embestirme no pude mas que poner los brazos sobre mi rostro para intentar amortiguar el golpe….
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste a todos y muchas gracias .
Inició el tema
Mazoku
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3.578 ATC
PELEAS DE INSECTOS
Preferí no mirar ya que si esa cosa me impactara terminaría muerta en el acto, pero al notar que tardaba demasiado los abrí lentamente al ver que estaba como detenido aunque intentara moverse.
Me di cuenta que en la parte de atrás de su cuerpo estaba cubierto de telaraña y que la otra hermana estaba tirando del insecto.
Como pude me levante y me moví para alejarme del insecto gigante en eso este miro hacia atrás y empezó a moverse con fuerza mientras que la pobre criatura aguantaba lo que podía hasta que tiro de ella haciéndola caer al suelo.
─ Nooo!...─ exclame inconscientemente pero el insecto ni siquiera me presto atención este arranco violentamente hacia la pobre chica.
Cuando ya estaba a escasos metros este se tambaleo retrocediendo pocos pasos, mire hacia donde había sido el impacto y pude ver a la pequeña que le plantaba cara y estaba gruñéndole como si le estuviera diciendo algo.
El insecto empezó de nuevo a gruñir en una conversación en que no entendía nada pero al parecer estaban emparentados de alguna forma o eso pensé.
Después de unos segundos de gruñidos y chaqueteos extraños este movió sus pinzas hacia la otra chica y el tomo entre sus pinzas elevándola en el aire y apretando con fuerza.
La chica empezó a chillar con fuerza mientras este apretaba aunque la pequeña no hacia nada parecía que le había dicho algo el escarabajo.
─ Haz algo es tu hermana…ayúdala!…─ exclame con fuerza viendo que la pequeña ni siquiera se movía parecía que solamente estaba mirándola, pero en eso giro la cabeza y me miro ladeando la cabeza como si estuviera intentando entenderme de alguna forma.
─ Joder!...no pienso dejarla que muera…─ dije sacando valor de donde podía mientras miraba por la casa para ver si encontraba algo para lanzarle.
Encontré por el suelo varias latas y vasos tirados y sin pensármelo dos veces empecé a lanzarle cosas, este aguanto por unos segundos pero después empezó a retroceder mientras seguía lanzadote lo que encontraba.
─ No la vas a matar…suéltala bicho!...─ exclame mientras seguía lanzándole lo que encontraba en un momento dado este aflojo su presa sobre la chica que cayo al suelo enseguida se acerco su hermana para ayudarla, pero podía ver de reojo como se me quedaba mirando que estaba peleando contra el.
El insecto gruño y sin pensárselo mucho arranco de nuevo contra mi, intente apartarme que por suerte pude tirándome hacia un lado pero me quede a escasos pasos del bicho que con un movimiento de su cabeza logro impactarme con uno de sus cuernos lanzándome por el aire y estrellándome contra una pared.
Note como mi cuerpo impactaba contra esta, mis huesos me dolían horriblemente pero como pude intente levantarme a duras penas mientras veía como este volvía a arrancar para impactar de nuevo.
Mi cuerpo no respondía me dolía por todas partes y me era imposible moverme para poder esquivarlo el impacto había sido demasiado.
Pensé que moriría pero enseguida la pequeña se lanzo contra el insecto chocando contra este, el insecto gruño por el impacto tambaleándose y frenando de golpe.
Aunque la enana no se detuvo siguió impactando una y otra vez contra su cuerpo haciendo que no pudiera moverse mientras este gruñía con fuerza por cada golpe.
─ Llévalo hacia la puerta…─ comente pensando que me entendería de alguna forma pero esta solamente me miro con expresión confusa a la vez que abría la puerta para sacarlo.
En cuanto lo hice la pequeña lo entendió enseguida se acerco a este para levantarlo pero el insecto reacciono para golpear a la pequeña pero enseguida su hermana lanzo una telaraña enrollando las patas y haciéndole caer.
La pequeña con todas sus fuerzas empiezo a levantarle podía ver el esfuerzo que tenia que hacer para poder levantarle pero en cuanto lo hizo dijo su palabra clave.
─ Piedra…─ dijo la pequeña y pudo lanzarlo pro la puerta hacia el exterior, a caer le bicho hizo un gran estruendo, los coches empezaron a sonar las sirenas aunque me extrañaba que no se hubieran despertado con el jaleo que habíamos echo en casa.
El escarabajo empezó a moverse violentamente para liberarse de las telarañas aunque le costo lo hizo mientras se quedaba mirando hacia todas partes confuso y empezó a moverse rápidamente hasta que finalmente desapareció en la oscuridad.
─ Menuda familia…tenéis…─ dije mientras cerraba la puerta y caía al suelo sentándome apoyada en la pared, me dolían las costillas y las piernas por el impacto que había recibido.
Mientras que la pequeña se acerco a mirarme extrañada junto con su hermana que enseguida se sentó a mi lado y empezó a pasar su cara por mi brazo, aquello hizo que me diera un escalofrió que me recorrió el cuerpo aunque entendía que me estaba dando las gracias por haberla salvado.
─ De nada…y tu es mejor que la protejas…─ dije aunque me extrañaba puesto que antes la había protegido de la linterna pero con este bicho fue como si le hubiera dicho algo para que no interviniera pudiera ser que vinieran a por ella, aunque ahora mismo estaba segura que vendrían por las dos.
─ Tengo que descansar algo…por que me tocara limpiar…─ dije mientras miraba el desastre que había en la cocina.
Mientras permanecía algo consciente podía escuchar a los vecinos que salían de casa a protestar apagando las alarmas de los coches.
Por suerte ninguno de ellos llego a tocar en mi puerta así que poco a poco se me fueron cerrando los ojos hasta que me quedé dormida quizás por el cansancio que tenia quizás por el golpe que me hizo perder la consciencia.
Para cuando abrí los ojos sentí que todavía estaban a mi lado tumbadas y durmiendo, enseguida vino a mi mente que tenia que ir a trabajar.
─ Mierda!...seguro que llego tarde…─ exclame y enseguida me tape la boca intentando hacer que no se despertaran levantándome despacio.
En cuanto ya estaba de pie salí corriendo hacia el piso de arriba para mirar el reloj pero en cuanto llegue sonó la alarma.
─ Joder, joder…no llego…─ dije mientras me apresuraba para sacar la ropa de la oficina e ir directamente hacia la ducha.
Abrí el grifo y me metí rápidamente sintiendo como el agua fría recorría mi piel mientras lo maldecía todo por lo que había pasado.
En cuanto me hube duchado y con el cuerpo completamente destemplado, me apresure para vestirme y nada mas bajar y mirar la cocina se me vino el mundo abajo estaba casi completamente destrozada.
Mire hacia la puerta y al parecer no estaban ninguna de las dos seguramente se habrían metido en el sótano de nuevo sobre todo la que tenia la piel blanca y le hacia daño la luz.
─ Tengo que ponerles nombre…─ dije mientras miraba hacia todas partes para ver si podía hacerme un café y una tostada al menos.
Empecé a revisar los cajones y por suerte la tostadora había sobrevivido junto al pan de molde al menos podía hacerme una tostada y tenia algo de café.
Lo tome y me fui hacia le salón para comerlo y rápidamente tomar el bolso y salir a trabajar aunque algo me decía que no debía de irme puesto que podían hacer cualquier cosa.
─ Esperemos que no pase nada mas…─ dije mientras miraba la cocina por ultima vez pensando en el trabajo que tendría después, al salir de casa note el frío de la mañana y como el sol ya había salido, pude ver que había una depresión en el terreno donde la pequeña había lanzado al escarabajo.
Al caminar hacia la parada del autobús pude ver que a la calle se acercaban varios camiones de obras del gobierno.
─ Esperemos que puedan repararlo…─ dije mientras veían como llegaban los camiones y empezaban a bajar los obreros acordonando la zona.
Seguí caminando notando el frío de la mañana, escuchando el trafico que cada vez se hacia mas denso junto con la gente que iba a sus trabajos.
Al llegar a la parada me quede mirando el reloj ya llegaba cinco minutos tarde, mientras miraba hacia la carretera esperando que viniese el autobús la impaciencia crecía.
Tenía la mente liada por lo que había pasado anoche y lo que estarían haciendo al estar solas.
─ Venga…venga…que llego tarde…─ dije mientras miraba con impaciencia hacia la carretera pero no veía el autobús por ninguna parte.
Después de unos minutos por fin llego subí rápidamente y me senté la fondo esperando que no me dieran la bronca por llegar la primera vez tarde y esperaba que fuera la ultima.
Por suerte no pillamos muchos semáforos en rojo y el autobús no se tuvo que detener en muchas paradas al llegar a la parada bajo y empecé a andar rápidamente para entrar en la oficina el guardia que lo conocía desde hace tiempo me movió la cabeza negando haciéndome saber que llegaba tarde.
─ He tenido algunos problemas…─ dije mientras sacaba la tarjeta para pasarla por le identificador.
─ Mejor date prisa, por que el director esta que trina…─ dijo el guardia de seguridad mientras me avisaba como estaba el jefe.
Subí en el ascensor y al llegar a mi planta entre rápidamente hacia mi cubicuelo podía escuchar el murmullo de siempre y la gente como tecleaba en sus equipos y el típico olor a café.
─ Joder que stress…─ dije mientras me preparaba para empezar el trabajo en eso paso el correo interno soltando algunas cartas.
Después de eso paso mi superior que decididamente no le tenía mucha simpatía aunque en verdad era un cabrón.
─ Vaya la primera vez que llegas tarde…sabes no me gustaría tener que hacerte un informe de evaluación…así que ponte las pilas que hoy tienes trabajo…─ dijo mientras un compañero me soltaba varias carpetas encima del escritorio.
─ Genial…lo siento señor…─ dije mientras bajaba la cabeza y veía de reojo el trabajo que tenia.
Así que viendo lo que tenia acumulado empecé atrabajar poco a poco fue pasando el tiempo esta vez ni siquiera fui a desayunar ni tomarme un descanso tenia que terminar cuanto antes y salir de allí.
Cuando iba por la mitad empecé a sentir como algo vibraba bajo mis pies pensé que seria algún camión o algo parecido.
Aunque poco a poco el edificio empezó a temblar y las alarmas se dispararon la gente comenzó a meterse bajo las mesas.
─ No es posible…─ dije mientras me escondía bajo la mesa y notaba como todo temblaba podía ver como caía polvo del techo y las cosas se caían de las mesas.
Así estuvo unos segundos hasta que por fin se detuvo, poco a poco empezamos a salir de debajo de las mesas mirando hacia todas partes confusos por lo que había pasado.
─ ¿Esta todo el mundo bien…?...─ pregunto el supervisor mientras miraba hacia todos los que estábamos allí, por suerte no teníamos ninguna persona herida.
Me senté y volví de nuevo al trabajo pero apenas había empezado hubo un corte de electricidad haciendo que los ordenadores se apagaran.
─ Estupendo que mas puede pasar…─ dije mientras pulsaba varias veces le teclado pero sin ningún resultado.
─ ¿El tuyo funciona…?...─ me pregunto un compañero mientras los demás miraban sus ordenadores pero no había ninguno que funcionara.
─ No, nada parece que se ha ido la luz…─ respondía mientras miraba como los demás trabajadores se levantaban mirando hacia todas partes y preguntándose unos a otros.
En unos minutos pude ver como el guardia de seguridad se acercaba al supervisor y empezaban a hablar entre ellos.
─ Bueno al parecer se ha ido la luz en todo el edificio es mejor que vuelvan a casas hasta nuevo aviso…─ dijo el supervisor al menos me había librado del trabajo por poco.
─ ¿Pero que ha pasado…?...─ pregunto uno de los trabajadores con cierta confusión en su voz.
─ Al parecer el terremoto ha afectado…al sistema eléctrico están en ello pero me han dicho que hasta dentro de dos días no podrán de nuevo restablecerlo…o en cuanto se pueda se les avisara por e-mail…─ respondió el supervisor aquello fue un alivio por los menos nos librábamos del trabajo aunque ese terremoto había algo que me daba mala espina.
Tome el bolso y abandone el edificio pero por las escaleras bajando todo lo rápido que podía junto con los demás trabajadores mientras hablaban entre ellos sobre lo que había pasado.
Pero cuando ya estábamos a la mitad pude notar algo raro en el ambiente como una opresión y enseguida el edificio volvió a estremecerse esta vez no parecía un terremoto era como si estuvieran golpeándolo una y otra vez por un lado.
─ ¿Pero que coño…?...Esto ya no es un terremoto…─ pregunte mientras notaba los empujones contra el edificio aquello era rarísimo pero no me iba a quedar para descubrir que es lo que estaba pasando….
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno dejo el siguiente capitulo espero que os guste a todos y muchas gracias .
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Mazoku
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TERREMOTO PROVOCADO
Continuamos bajando entre el caos y los temblores pero aquello era rarísimo puesto que los golpes eran de forma lateral.
Cuando ya estábamos a escasas plantas de la salida notamos como todo se detuvo de golpe, esa calma no me provocaba nada bueno.
─ Debemos seguir bajando, rápido…─ dijo uno de los compañeros y en cuanto termino de hablar los empujones contra el edificio empezaron de nuevo pero esta vez desde el otro lado.
Me costaba incluso mantener el equilibro a cada paso cuando ya estábamos fuera pude ver a los guardias como nos ayudaban a salir y en ese momento empezaron las grietas a juntarse y a caer varios cascotes del techo.
Nos reunimos en la parte de afuera viendo como las grietas iban hacia el edificio como si el epicentro del terremoto hubiera sido el mismo edificio aunque era extraño puesto que los edificios de al lado estaban intactos.
Enseguida empezaron a venir coches de la policía y bomberos mientras hacían un cerco para que nos acercáramos al edificio.
Los bomberos y las ambulancias aparcaban sus coches y empezaban a informarse de lo que estaba pasando mientras que algunos bomberos entraban para ver si había más gente dentro.
En ese momento el edificio empezó a temblar de nuevo y se pudo ver claramente que este se torcía hacia la derecha por los golpes que le estaban dando mientras los bomberos hacían el cerco más lejos del edificio por si pasaba algo.
─ ¿Qué raro…? eso es imposible…─ pregunte mientras miraba como el edificio se torcía hacia la derecha cada vez mas era como si algo le estuviera empujando pero no entendía el que pudiera ser.
Viendo aquello y mientras los bomberos sacaban algunas personas del edificio y los enfermeros se encargaban de algunos heridos no llegaba a entender lo que le estaba pasando al edificio.
De repente notamos un temblor bajo nuestros pies y como las grietas empezaban a recorrer la calle y la palaza del edificio en eso empecé a correr lo más rápido que podía lejos del lugar.
─ No me pienso quedar aquí…─ dije mientras avanzaba hacia la parada del autobús aun con el miedo en el cuerpo no entendía lo que estaba pasando al parecer esos extraños terremotos estaban ocurriendo por sitios al azar.
Al llegar a la parada me pude descansar por un momento mientras venia el autobús mientras veía como los coches de ciertas cadenas se acercaban a l lugar para cubrir la noticia y algunos coches de policía más.
Tenia aun el miedo en el cuerpo por lo que había pasado me temblaban ligeramente las manos mientras me sentaba esperando que viniera le autobús.
Al llegar rápidamente me subí y me senté esperando llegar a casa y tomarme algo de vino para calmarme un poco.
El viaje pareció sin ningún inconveniente mientras la gente empezaba a hablar de lo que había sucedido en el edificio al parecer ya estaba en Internet.
Al llegar a la parada empecé a caminar y cuando llegue a la casa pude ver a los obreros que habían abierto un agujero en el suelo y estaban revisando si había afectado a algo.
─ Joder!...─ exclame mientras veía lo que había formado en el lugar del terremoto aunque también me preguntaba hacia donde había ido ese escarabajo gigante.
Fui hacia casa mientras veía a algunos vecinos que estaban mirando como trabajaban los obreros.
Cuando entre a casa respire profundamente intentando calmarme mientras sentía como las manos aun me temblaban no podía quitarme el miedo del cuerpo.
Pero enseguida un sonido proveniente de la cocina me asusto en eso me acerque pensando que seria la enanan que estaba revolviendo entre las cosas que había tiradas ya que no me había dado tiempo a recoger lo que se había producido la noche anterior.
Me fui acercando lentamente para ver que es lo que estaba pasando pero en ese momento pude ver a la enana que estaba dando vueltas por le lugar mientras parecía que estaba dando tumbos de un lugar a otro parecía que estaba mareada.
─ ¿Pero que narices te pasa…?...─ pregunte mientras la veía de un lugar a otro parecía una bola de una maquina de pinball, me acerque un poco puesto que debido a la fuerza podría golpearme o escapársele un golpe.
Cuando estuve cerca pude ver que llevaba en la mano la botella de vino que pensaba tomarme una copa mientras esta seguía chocándose contra los muebles de la cocina.
─ Estas borracha…esto es increíble…─ dije sorprendida de que un insecto estuviera borracho
Dije mientras la pobre enanan estaba dando vueltas en ese momento me vio y se me acerco con los brazos abiertos como si fuera abrazarme.
En eso cuando estuvo cerca me aparte de inmediato viendo que llego a darle a un mueble y empezó a abrazarlo con fuerza viendo como retorcía la madera y la hacia crujir vamos que si hubiera sido yo, estaría destrozada.
─ Piedra!...─ exclamo la enana y en ese momento me temía que terminara lanzándome algo y efectivamente fue la botella de vino que se estrello contra uno de lo muebles al menos la puntería también la tenia afectada.
─ Cálmate un poco…─ dije mientras veía como se movía dando tumbos hacia donde estaba, aunque temía pro mi vida y por lo que pudiera hacerme.
Volvió a mirarme pero esta vez con cara de enfado aunque era adorable y corrió hacia mí dando tumbos de un lugar a otro mientras veía esos carillos hinchados rojos.
Empecé a retroceder e intentar esquivarla como podía para que no me llegase a tocar por que uno de sus abrazos o terminaría siendo un hueso roto o mi muerte.
─ Joder!...─ exclame mientras la veía chocar contra las cosas y estas caían al suelo, me acerque hacia el sótano esperando que entrase y se quedase ahí.
En cuanto estuve en la puerta esperándola a que viniese esta se quedo quieta mirándome extrañada como si supiera lo que estaba haciendo.
─ Mierda…Pero tu entras…─ dije mientras miraba hacia la cocina y veía otra botella de vino en la cocina, me acerque rápidamente hacia esta y tomándola volví a hacia la puerta del sótano.
─ Mira lo que tengo…de verdad tengo que ponerle un nombre…─ dije mientras le movía la botella de vino delante de ella en eso enseguida me miro y se lanzo rápidamente por ella, de forma rauda la moví cuando estuvo cerca y esta entro en el agujero escuche sus pasos bajando los escalones y después un sonido extraño.
─ Espero que no se haya echo daño…─ dije mientras entre abría la puerta mirando hacia la oscuridad y no escuchaba nada.
Empecé a descender mientras veía como al fondo entraba algo de luz por la ventana del sótano al llegar abajo mire hacia todas partes mientras los ojos se acostumbraban a la oscuridad.
En un momento dado empecé a escuchar unos pasos que se movían rápidamente detrás de mi pensé que seria la pequeñaja pero enseguida se puso a mi lado y empezó a pasarme el rostro por mi brazo que hizo que me provocara un escalofrió que me recorrió la espalda.
Me retire rápidamente y me quede mirando que era la otra hermana que estaba mirándome mientras ladeaba la cabeza con una mirada de confusión.
─ Hola…¿Has visto a tu hermana…?...─ pregunte casi con un tono de miedo esta no pareció entenderme y enseguida se metió hacia las sombras pensé que quería que le siguiera así que avance unos pasos entre los trastos y muebles desperdigados que había en el suelo y pude ver a la enana que estaba liada entre la telaraña de su hermana y durmiendo tranquilamente.
─ Bueno por lo menos esta dormida…─ dije mientras la hermana se acercaba y empezaba a olerla esto hizo que moviera la cabeza un par de veces la parecer no le hacia mucha gracia le olor a alcohol.
─ Menos mal que a ti parece que no te gusta…no me gustaría ver una araña borracha…─ dije mientras veía que la hermana no parecía hacerle gracia mientras se retiraba unos pasos.
Viendo que todo estaba normal subí de nuevo las escaleras para prepararme algo de comer y revisar las noticias que es lo que había pasado con el terremoto de las oficinas.
Empecé a preparar algo de ensalada y a freír algo de pollo para añadírselo mientras estaba tranquilamente haciendo la comida ni siquiera me entere que la otra hermana había salido del sótano al girarme me lleve un buen susto estaba parada mirándome fijamente como si me estuviera estudiando.
─ Joder!...voy a tener que ponerte un cascabel…─ dije mientras intentaba no tirar la ensalada.
Mee dirigí hacia el salón para poner la televisión con la hermana al lado mía olfateando el aire.
Al poner la ensalada en la mesa, la chica se me quedo mirando con cara de hambre mientras me miraba con ojos de pena.
─ Vale de acuerdo…─ dije mientras me volvía a levantar y me dirigía de nuevo hacia la cocina tomando algo lo primero que encontré en la nevera puesto que todo estaba hecho un asco y tenia que empezar a recoger en cuanto terminara de comer.
Después de eso se lo puse en un plato y me dispuse a comer, esta sin embargo tomo lo que le había colocado y fue rápidamente hacia el sótano.
─ Bueno al menos estaré tranquila…─ dije mientras empezaba a comer y a buscar en las noticias lo que había pasado en mi trabajo.
Mientras cambiaba de canal me tope con las noticias que estaban diciendo que había sido un terremoto localizado y que habían afectado a los cimientos del edificio haciendo que se tumbara hacia un lado.
─ ¿Pero que…?...─ pregunte mientras veía las noticias con cara de sorpresa y cierta confusión por lo que estaban diciendo.
Cuando mas estaba ensimismada escuchando las noticias y las explicaciones que estaban dando sonó el timbre.
Me acerque a la puerta y en cuanto la abrí pude ver a Doña Felicia con el perro en brazos.
─ ¿Cariño te encuentras bien…?...He escuchado lo que ha pasado en tu trabajo…─ cuestiono Doña Felicia mientras sostenía al perro que parecía estar olfateando el aire.
─ Si, muchas gracias por preguntar Doña Felicia…─ respondí intentando hacer que se fuera lo mas pronto posible pero para mi sorpresa escuche como si algo se desgarrara detrás de mi.
Ese sonido solo hizo que me diera un vuelco el corazón y gire la cabeza pero no había nada, respire tranquila.
─ Seguro que has pasado mucho miedo…yo no sabría que hubiera echo…─ comento Doña Felicia alargando el momento.
En eso escuche un golpe detrás mía, al girar la cabeza pude ver a la pequeña que estaba de nuevo libre y dando vueltas por el sitio mientras se tambaleaba pero sin llegar a caerse.
─ ¿Qué le pasa…?...parece que esta algo mareada…─ pregunto Doña Felicia viendo como se movía la enana pero en uno de sus movimientos mostró la botella de vino vacía que llevaba en su mano.
─ Pero que has hecho…suelta ahora mismo la botella…─ dije con tono de sorpresa pero era demasiado forzada mientras me acercaba a la pequeña y tomaba la botella en las manos y empezaba a tirar, aunque no podía ganarle.
Empecé a tirar con fuerza pero la enana no cedía, no había forma de quitarle la botella mientras veía de reojo como Doña Felicia me estaba mirado con sorpresa en su rostro en ese momento el perro empezó a ladrar.
La pequeñaja se detuvo en seco y soltó la botella de golpe haciéndome caer al suelo mientras esta empezó a dar tumbos en dirección hacia Doña Felicia el perro sin embargo empezó a moverse nervioso intentando escapar.
─ ¿Estas bien pequeña…?...─ pregunto Doña Felicia mientras se agachaba un poco y esta seguía acercándose con la mirada fija en el perro que seguía ladrando y moviéndose nervioso.
─ Noooo!!!...─ exclame con fuerza mientras me acercaba rápidamente hacia donde estaba la pequeña para que se detuviese puesto que enseguida empecé a pensar que como se acercara mucho el perro terminaría siendo una merienda para la pequeña.
En cuanto llegue su altura la tome en brazos mientras esta seguía mirando al perro con la mirada fija pero con los parpados semi cerrados como si estuviera en trance.
─ ¿Le has dado de beber a la pequeña…?...los niños no deben beber alcohol…─ cuestiono Doña Felicia y le acerco la mano al rostro de la pequeña pero en cuanto estuvo a escasos centímetros esta le propino un mordisco por suerte tuve los reflejos suficientes para retirarla dejando sus dientes a escasos centímetros de los dedos de Doña Felicia.
Entonces pude ver una sonrisa casi demoníaca en el rostro de la pequeña mientras veía al perro ladrar y moverse en ese momento como pudo el pobre animal salto de los brazos de Doña Felicia y salio corriendo mientras gemía incontroladamente.
─ Fluffy cariño vuelve…─ dijo Doña Felicia mientras empezaba a ir tras su perro para poder alcanzarlo.
─ Eres una pequeña piraña…eso no se hace…─ comente y pude ver que de nuevo tenia los ojos cerrados y parecía dormir tranquilamente.
─ Es mejor que pases la borrachera tranquila…─ dije mientras la llevaba al sótano para que descansara tranquilamente.
Abrí la puerta y baje los peldaños con cuidado mientras veía que parecía dormir tranquilamente pero no quería pensar la resaca que tendría por la mañana pero al menos estaría tranquila la noche.
Pude ver que su hermana en cuanto la puse cerca de ella la envolvió con mucho cuidado dejándola rebotada como si fuera un pequeño nido.
─ Será mejor que te ocupes de ella y no salga…al menos hasta que se sienta mejor…de momento tengo que limpiar la cocina o mas bien lo que queda de ella…─ comente mientras veía como dormía tranquilamente y la otra hermana me miraba con atención.
Subí los peldaños y en cuanto llegue a la cocina me quede por un rato mirando el destrozo y entrándome mucha pereza tener que ordenar y limpiar sabiendo que me llevaría al menos un par de horas, después de la pelea con ese bicho gigante.
─ Esto me va a llevar tiempo…pero todo es empezar…─ dije mientras empezaba a coger las cosas que había por le suelo y a meterlas en una bolsa de basura seguidamente empecé a barrer y después a fregar lo que había por le suelo viendo que un había trozos de cristal por el suelo.
En cuanto finalice estaba agotada por completo, tome la bolsa de basura y salí a la calle para meterla en el cubo.
Hacia aire fresco y poco a poco empezaban a encenderse las farolas dando paso a la noche y el tráfico era cada vez menor mientras podía ver como algunos salían a hacer footing nocturno.
Pero la entrar de nuevo a la casa sentí un pequeño temblor no fue casi nada pero escuche un sonido metálico que provenía detrás mía.
Al girarme pude ver como una de las excavadoras estaba como inclinada en el pavimento como si la propia tierra se la estuviera tragando.
─ ¿Pero que…?...─ pregunte de manera retórica mientras veía como la excavadora estaba como ladeada por un lado.
Me acerque un par de pasos con cuidado mientras miraba el vehiculo en cuanto estuve a un par de metros de este volví a sentir ese temblor haciendo que de nuevo el vehiculo se hundiera un poco mas.
─ Joder!...─ exclame mientras me daba la vuelta y salía corriendo hacia la casa, en cuanto cerré la puerta pude ver a la otra hermana que estaba temblando como si estuviera esperándome.
En seguida me tomo la mano con fuerza y empezó a pasarme el rostro por el brazo podía sentir su miedo y aparte el escalofrió que me daba pero eso era lo de menos.
─ Tranquila…─ repetí un par de veces mientras le pasaba la mano por el cabello e intentaba calmarla.
Abrí un poco la cortina para ver si pasaba lo mismo pero parecía que todo estaba tranquilo.
Aun con el miedo en el cuerpo respire profundamente un par de veces y me dirigí hacia el salón par sentarme en el sofá y poner la televisión para le resto de la tarde recordando que tendría que revisar el e-mail para ver si me mandaban algo y saber que hacer con el trabajo.
Me senté en el sofá junto con la hermana que aun testaba temblando mientras pasaba los canales, mientras que ella estaba mirando la pantalla con cierto interés sin saber lo que era, incluso me parecía gracioso, aunque solo esperaba que no le diera un golpe y terminara rompiéndola.
Las noticias eran lo de siempre incluso dieron la misma información sobre lo que había pasado en el edificio.
No podía creer que fuera solo un terremoto localizado y que el punto de inicio hubiera sido el edificio, si hubiera sido así hubiera afectado a los edificios de alrededor pero no fue así y menos tumbado de esa forma que parecía la torre de pisa.
Así me quede un buen rato pasando canales hasta que pude ver una película interesante y me quede a verla tumbada junto con ella al lado que poco a poco fue dejando de temblar.
Me fui tumbado y poco a poco el sueño me fue venciendo y los ojos cerrándoseme, mientras daba pequeñas cabezadas.
En una de esas cabezadas me desperté y mire el reloj ya era cerca de media noche no podía creer que me hubiera quedado dormida.
Mire a mi lado y no vi a la hermana, pensé que estaría por algún lado de la casa o comiendo algo.
─ Me voy a la cama…─ dije mientras apagaba la televisión incluso la película había terminado y estaban con la tele-tienda.
Empecé a subir la escalera y me quede mirando en la ventana hacia la calle viendo que nada había cambiado aunque lo que mas me extrañaba es que no se escuchaba ni un solo grillo era como si se hubieran ido sintiendo algún peligro.
Al subir entre en el dormitorio y me acerque al tocador abriendo el PC y revisando los e-mails pero al parecer no había nada, no sabia si tomármelo como algo bueno o malo.
─ Bueno mejor que sea así…─ dije mientras cerraba le PC y me tumbaba en la cama empecé a mirar al techo y viendo como la luz de las farolas de fuera junto con el de la luna entraban por la ventana.
─ ¿Dónde se habrá metido…?...─ pregunte mientras miraba hacia la luz pensando en donde estaría.
Pero pensando en eso poco a poco de nuevo empezaron a cerrárseme los ojos la noche paso tranquilamente hasta que el dichoso despertador sonó.
Intente levantarme pero sentía un peso encima mía, al abrir los ojos pude ver a la pequeñaja que estaba mirándome con cara de extrañeza.
─ Vaya parece que ya estas despierta…y que además no tienes resaca…─ pero en cuanto mire hacia abajo enseguida entendí por que estaba encima de la cama.
─ Joder que asco!...─ exclame mientras me levantaba rápidamente de la cama viendo el montón de orugas y larvas que estaban encima.
Pude ver como la pequeñaja tomo uno de ellos y sin pensárselo mucho se lo introdujo en la boca y empezó a masticarla con fuerza.
El sonido de aquel bicho entre los dientes y viendo como se lo comía sentí que las arcadas me subían por la garganta por suerte aun no había comido nada.
No sabía que hacer con los bichos pero en cuanto pude los tome, enseguida pude ver a la pequeñaja que me miraba de forma seria como si estuviera enfadada por algo y enseguida temí por lo que pudiera coger y lanzármelo.
─ Mierda…mierda…mierda!...─ exclame varias veces mientras bajaba rápidamente las escaleras sin embargo podía escuchar los pasos de ambas que al parecer no me perdían, al llegar a la cocina los solté encima de uno de los platos.
─ Que asco!...─ exclame de nuevo mientras me levaba las manos y veía como ambas estaban comiéndose las lombrices, gusanos, larvas y casi todo lo que había traído.
─ Así que estabas de cacería nocturna…─ dije mientras me secaba las manos esta solamente me miro por un instante y siguió comiendo del plato.
─ Bueno espero que disfrutéis del desayuno…yo tengo que darme un baño…─ dije mientras subía las escaleras y les miraba disfrutar de cada insecto que había en el plato y escuchaba como crujían entre sus dientes.
Aquello solo hizo que me diera un par de arcadas y preferí subir y darme la ducha que necesitaba y volver a revisar los correos por si acaso me decían que se había restaurado el trabajo.
Al entrar al cuarto de baño me metí en la ducha y deje que el agua caliente me despejara un poco mientras cerraba los ojos notando el agua impactarme en el rostro.
Después de unos minutos salí de la misma y empecé a secarme, para mi sorpresa en cuanto me gire pude ver a la pequeña que estaba mirándome con cara de interés.
─ ¿Se puede saber que haces aquí…?...venga y ve para abajo…─ pregunte mientras la empujaba un poco hacia la puerta pero al llegar a este se daba la vuelta para quedarse mirándome.
─ Muy bien tu misma…─ dije pensando que podría hacer cualquier cosa pero en cuanto puse el secador en funcionamiento el sonido pareció extrañarle muchísimo y se me acerco mas mirándome fijamente.
Empecé a secarme el pelo tranquilamente mientras era observada con interés por la pequeñaja.
La mire de reojo viendo como no apartaba la vista pero pensé que no era de mi si no el secador de pelo y el ruido que hacia.
Así que se lo acerque y esta retrocedió un par de pasos pero enseguida volvió a acercarse mientras lo olfateaba para ver que es lo que era, después de eso lo gire dándole un poco de aire en la cara.
Esto hizo que diese unos pasos hacia atrás con cara de enfado y se acerco rápidamente pero cuando estuvo cerca lo apague dejándola confusa sin saber lo que hacer así que se puso a mirarlo mas de cerca.
─ Vaya…─ dije mientras lo miraba y lo tocaba con interés en cuanto se alejo encendí de nuevo el secador dándole mas aire en ese momento esta seguro con cara de enfado pero cuando estuvo delante lo detuve de nuevo.
Podía ver el rostro de enfado de la pequeñaja que no dejaba de mirarlo cabreada esperando que saliera de nuevo el aire.
─ Esta vez no pienso dejártelo que lo rompas…─ dije mientras recogía le cable y lo metía en el cajón aunque podía ver el rostro de enfado de la pequeña y eso la verdad me hacia mucha gracia y ternura con esos mofletes hinchados y resoplando con fuerza.
─ Pero que linda eres y que mala leche tienes cuando quieres…─ dije casi riéndome mientras guardaba el secador en el cajón.
Seguidamente me dirigí hacia el dormitorio para vestirme en eso la pequeñaja salto sobre la cama y empezó a dar pequeños botes, preferí no pensarlo mucho y tomar la ropa y bajar para desayunar algo al menos la cocina estaba mas arreglada pero sabia que tenia que ir al súper a por comida.
En cuanto me hube vestido y revisado los e-mails para ver si me habían enviado algo sobre el trabajo y no ver que hubiese nada interesante, baje las escaleras mientras me estiraba un poco.
Mire por la ventana y todo parecía normal se podía escuchar incluso los pájaros cantar alegremente como cualquier mañana.
Al llegar a la cocina pude ver un montoncito de nuevo de orugas y gusanos en el suelo debajo de la mesa.
─ Otra vez no…que asco!...─ exclame mientras tomaba la escoba y empezaba a barrerlos viendo como se movían hacia la entrada del sótano enseguida pude ver la mano de la otra hermana que salía pro el agujero y tomaba un puñado.
─ Dios!...no vuelvas a hacerlo…─ dije mientras me venia a la mente varias películas de terror.
Seguidamente me fui a la cocina y empecé a hacerme unas tostadas con el poco pan que quedaba junto con algo de café, mientras se hacia mire en la nevera viendo que me faltaba de todo puesto que después de la que se había organizado, todo lo había que tenido que tirar a la basura.
Cuando ya tuve le desayuno me dirigí hacia el salón para poner la tele y desayunar tranquila pero en cuanto lo hice empecé a escuchar a los obreros que se estaban quejando, pensé que seria por lo de la excavadora que se había hundido un par de centímetros en el pavimento.
Preferí ignorarlo y pasar los canales de noticas de la mañana por si había algo interesante hasta que encontré una noticia que me resultaba conocida.
─ Se han encontrado huellas extrañas en el parque…al parecer resultan ser de un insecto gigante según dicen los expertos pero ahora están haciéndole mas pruebas para confirmarlo de ser así tendríamos un insecto rondando por el lugar…─ dijo el entrevistador que estaba por el lugar y ponían en primer plano la huella del escarabajo que seguramente escapo de la pelea que tuvimos en la cocina.
─ Estupendo…─ dije mientras tomaba una de las tostadas pero al tomar la segunda note que no había nada en el palto gire la cabeza y enseguida pude ver a la pequeñaja con una de ellas comiéndosela de un par de mordiscos.
─ Te comes mi desayuno…me destrozas la cocina…te alimento…joder es que soy tonta…─ dije mientras la miraba y me devolvía la mirada sonriendo.
─ Bueno tengo que ir a comprar…os quedáis solas…─ comente mientras me tomaba el café y recogía la bolsa de la compra y el monedero mirando la nevera para ver lo que tenia que comprar.
Después de hacerme una lista mental le toque el cabello a la pequeña acariciándola mientras esta hacia un ruido extraño que no sabia si le gustaba o le enfadaba.
Salí por la puerta y apenas hube dado un par de pasos note como la tierra temblaba un poco haciendo que los obreros retrocediesen de donde estaban esperando que terminara.
Pero en cuanto hubo pasado escuche como unos gritos que provenían de una de las casas y en cuanto me gire para ver que es lo que era pude ver como una casa parecía hundirse de un lado y ver a los ocupantes salir corriendo de ella.
─ Socorro!...Auxilio!...─ exclamó una pareja mientras salía de su casa en cuanto lo hicieron pude ver un par de insectos rarísimos que parecía una mezcla entre gusanos y escarabajos con pinzas delanteras y su cuerpo de color negro.
Estos empezaron a hacer ruidos mientras parecían que estaban echando a los habitantes de la casa.
En eso algunos vecinos salieron para ver lo que estaba pasando pero enseguida entraron de nuevo cerrando las puertas.
Uno de los obreros empezó a llamar a la policía mientras esas cosas estaban mirando hacia todas partes.
Pero en ese momento tembló de nuevo la tierra haciendo que la excavadora cayera un poco mas haciendo que el claxon de la misma sonara alertando a los insectos que empezaron a moverse hacia donde estábamos.
─ Que vienen…tenemos que irnos…─ dije mientras veía a los insectos acercarse rápidamente hacia donde estábamos en su camino estoparon con algunas maquinas de la obre pero estas literalmente terminaron destrozadas junto con una furgoneta que la despedazaron como si fuera de papel, podía escuchar los chaqueteos y el rozar de sus pinzas como si fueran metal.
Uno de los obreros le lanzo una piedra mientras que otro intento atacarle con una pala pero se deshicieron de ellos rápidamente, al ver eso los demás obreros retrocedieron.
Los insectos por un momento se metieron con la excavadora que estaba sonando el claxon pero no les duro mucho tiempo término destruida y convertida en chatarra.
Se podía escuchar el retorcer de metal y como los insectos se ensañaban con el vehiculo con toda su fuerza.
─ No me pienso quedar…─ dije mientras notaba como mis piernas se descongelaban por le miedo y me permitían correr hacia la casa.
Salí corriendo mientras que un insecto olfateo el aíre y enseguida empezó a seguirme, podía ver que ese bicho no iba a dejarme escapar.
Al entrar en la casa cerré la puerta pero sabiendo lo que habían echo con el vehiculo la puerta no tardarían en echarla abajo.
Así que me aleje un poco de la puerta esperando que la tirara pero por unos segundos nada sucedió cosa que me extraño me quede mirando la puerta para ver si sucedía algo pero nada pasaba.
─ Que raro…─ dije con tono de confusión mientras me acercaba a la puerta lentamente para ver lo que estaba pasando.
Pero cuando estuve a escasos metros de la puerta escuche un sonido proveniente de la ventana que había en el sótano que se había roto.
─ No ahí no!...─ exclame pensando que ahí estaban la pequeñaja y su hermana y que podrían descubrirlas…
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste a todos y muchas gracias .
Inició el tema
Mazoku
628
3.578 ATC
CANIBALISMO DE INSECTOS
Abrí la puerta con premura esperando que no pasara nada pero sabia que eso era imposible.
En cuanto di un par de pasos hacia el sótano escuche sonidos provenientes del mismo, parecía que habían comenzado la pelea.
Mientras que podían escucharse algunos gritos en la calle por el otro bicho que estaba suelto y la estaba liando con los obreros.
Acelere mis pasos hasta que estuve cerca de la puerta del sótano en eso escuche como algo caía al suelo y se rompían varias cosas, sin embargo tenia miedo de abrir la puerta y saber lo que estaba pasando.
De repente se hizo el silencio extrañada por eso abrí la puerta lentamente para saber que estaba ocurriendo pero enseguida volví a escuchar de nuevo otro golpe contra le suelo.
─ Joder!...¿Pero que narices esta pasando…?...─ pregunte con confusión mientras escuchaba mas golpes y cosas que se rompían, sin embargo no podía hacer nada.
Baje unos peldaños y escuche un golpe sordo y grande, aunque no podía ver nada, mis ojos se iban acostumbrando poco a poco a la oscuridad para cuando ya lo habían echo escuche una palabra que en ese momento me puso la piel de gallina.
─ Piedra!...─ exclamo la enana y en ese momento salí corriendo hacia la puerta del sótano a toda prisa y cerrando la puerta detrás mía.
Sin embargo en cuanto lo hube echo note como un golpetazo en la misma puerta y un chillido haciéndome caer al suelo por el impacto.
─ ¿Pero que coño…?...─ pregunté extrañada en el suelo y en ese momento aquel bicho extraño salio por la puerta a toda prisa pero en cuanto estuvo fuera se detuvo a un par de metros de la puerta mientras empezaba a chillar con fuerza.
Aquello no me parecía ningún sonido de amenaza si no mas bien uno de ayuda, aquello hizo que me estremeciera pensando que si eso había debajo de nuestras casas terminaríamos bajo tierra o peor aun devorados.
No sabia que hacer estaba paralizado viendo ese bicho como chillaba hasta que la pequeñaza salio de su escondite y sin pensarlo mucho se lanzo a por el bicho a toda prisa esperaba que lo tomara en peso y lo lanzara por la puerta como hizo con el otro.
Para mi sorpresa choco contra le bicho y este se detuvo de inmediato de chillar y esta vez empezó a chillar pero parecía que fuesen de dolor del golpe que había sufrido.
La pequeña empezó a golpearle una y otra vez mientras que le bicho chillaba todo lo que podía hasta que por fin se detuvo.
La pequeña estaba llena de un liquido verde mientras que había de eso mismo salpicado por todas partes incluso me pareció que me había caído encima.
─ Joder que asco…─ comente mientras me palpaba la cara y notaba un liquido caliente y pegajoso.
Después de eso la otra salio del sótano y se acerco al bicho que estaba muerto, mientras me levantaba pero para mi sorpresa un ruido asqueroso y repugnante llego a mis oídos para cuando alce la vista podía ver que las dos estaban dándole mordiscos a ese bicho.
Podía ver como el liquido saltaba hacia todas partes mientras que seguían dándole mordiscos y podía incluso escucharse como la quitina que tenia se rompía con fuerza.
─ ¿Pero que estáis haciendo…?...─ cuestione mientras veía como lo estaban devorando con fruición sin importar quien estuviera a su alrededor.
Me levante notando las arcadas que me venían a la boca incluso me pareció notar parte de la bilis pero en cuanto puse una mano encima del insecto0 que estaba muerto pude ver a la pequeña que empezó a emitir un sonido que me hizo enseguida quitar la mano.
─ Vale, tranquila…─ dije pensando que si me acercaba mucho terminarían dándome un mordisco a mi también.
Después de unos minutos que estuvieron dándole mordiscos pude ver que se calmaban un poco y en eso la pequeñaja tomo el cadáver del insecto que estaba muerto y lo fue arrastrando hacia el sótano junto con su hermana.
En ese momento llamaron en el timbre enseguida pensé que era Doña Felicia que venia a ver lo que estaba pasando.
Abrí la puerta y era uno de los obreros que había luchado con uno de esos bichos, que de reojo pude ver que estaba muerto.
─ Señora… ¿Se encuentra bien…?...vimos que una de esas cosas entro en su casa…─ cuestiono el obrero mientras podía verlo que tenia varias manchas en sus ropas.
─ Si, de hecho creo que le he hecho algo de daño y ha salido por el mismo lugar que entro…─ respondí poniendo la sonrisa falsa mas convincente de l oque era capaz.
─ Lo siento pro la interrupción…─ se disculpo el obrero y enseguida se dio la vuelta mientras podía ver a algunos que se hacían un selfie junto a ese bicho gigante.
Cerré la puerta y respire profundamente pensando en lo que había pasado y como las dos habían empezado a devorar a ese bicho ese recuerdo pensé que lo tendría durante mucho tiempo en la mente.
Me acerque a la puerta del sótano para ver si escuchaba algo puesto que si me acercaba mucho a ese insecto, yo terminaría siendo la cena.
─ Mejor no bajo…─ comente pensando que era lo mejor y además tenia que limpiar el salón, puesto que estaba lleno de ese líquido verde.
Viendo como estaba el salón fui a por la fregona y empecé a limpiar el desastre que había pero en cierto sentido también tenía que agradecer que estuvieran ahí ya que sin ellas hubiera terminado muerta.
Me pase un buen rato fregando el desastre y pasando un ambientador por le peste que había en el salón, en cuanto hube terminado respire profundamente aliviada, pero estaba pegajosa y llena de ese liquido.
─ Bueno esto esta listo…─ dije viendo que la mayoría de ese líquido pegajoso estaba eliminado aunque un extraño olor empezaba a salir del sótano.
Me acerque a este y empecé a oler lo proveniente del sótano y supe enseguida que eran que era le insecto que se habían llevado abajo.
─ Mejor voy a ducharme que me hace falta…─ comente viendo que la ropa la tenia llena de ese liquido asqueroso y pegajoso.
Pero antes siquiera que subiera un par de peldaños me sorprendieron las sirenas que se escuchaban fuera, pensé que seria alguien que estaba herido.
Me acerque a la puerta y la entre abrí pude ver a una ambulancia y otro coche de policía que se acercaba.
Los enfermeros bajaron enseguida y atendieron a la pareja y a un par de obreros que estaban asustados mientras que la policía se quedó mirando el insecto que habían podido matar.
Cerré la puerta tranquilamente y subí hacia la ducha esperando que no llamaran a la puerta.
En cuanto estuve en el baño abrí el grifo dejando que el agua caliente me recorriera el cuerpo y en calmase un poco aun estaba algo temblando por lo que había pasado, aunque tampoco podía imaginarme que esa clase de insectos estuvieran debajo de la tierra.
Estuve unos minutos disfrutando del agua caliente despejándome un poco en cuanto hube terminado me coloque una toalla en el cuerpo y otra en el cabello me senté delante del espejo y empecé a cepillarme el pelo.
En cuanto me gire pude ver que estaba la pequeñaja detrás de mí mirándome con cierta confusión en su rostro.
─ Joder!...voy a tener que ponerte un cascabel…─ dije algo sobresaltada puesto que no me la esperaba.
Le acerque el cepillo y esta empezó a olfatearlo pero sin dar muestras de enfado, así que empecé a pasárselo por el pelo podía verle que cerraba los ojos emitiendo un sonido extraño pero muy relajante, pensé que le gustaba y así estuve unos segundos.
Después de eso lo guarde y esta me miro extrañada con el osito entre sus manos que al parecer no lo soltaba se había encariñado con él.
Viendo que tenia liquido en su rostro tome una toalla y la moje con agua y se la acerque a la carita esta en cuanto la tuvo delante empezó a olfatearla extrañada pero no pareció molestarle.
Le ase la toalla mojada en agua por el rostro suavemente sin movimientos bruscos al parecer no le importaba y cada vez que pasaba cerca de su nariz la olfateaba un poco mas como si quisiera conocer mi olor.
─ Bueno, al menos ya estas algo más limpia…─ dije mientras tomaba la toalla y la ponía en el armario donde tenía la ropa sucia para lavar.
Después de haberme cepillado el pelo me dirigí hacia el dormitorio para empezar a vestirme puesto que tenía que salir a comprar algo al supermercado.
Parecía que la pequeña no me perdía de vista y siempre que me movía de una habitación a otro esta me seguía.
Empecé a vestirme cuando hube terminado abrí un pequeño tarro de perfume y me puse un par de gotas mientras que la pequeña se acerco por el olor pero en cuanto se lo puse en la nariz esta movió la cabeza un par de veces alejándose del este provocando una serie de sonidos extraños.
─ Vaya parecer que no te gustan los perfumes…─ dije mientras esta se alejaba pero enseguida se me acerco para olerme haciendo lo mismo.
─ Vale, ya lo cierro…─ dije mientras cerraba el frasco pero la pequeñaja salio corriendo de la habitación, enseguida pensé que había descubierto una forma de que me dejara en paz.
Tome el monederos revise si tenia dinero viendo que había, baje las escaleras para ver que me faltaba en la nevera.
Al bajar pude ver que incluso ese liquido estaba pro las paredes tenia que pintarlo, incluso en parte de la puerta había rastros de ese insecto gigante, aunque lo que mas me preocupaba es la señal de ayuda que había pedido y lo que podía salir de ese agujero que había.
Abandone la casa y me dirigí hacia le supermercado mientras miraba que la policía seguía en el lugar aunque la ambulancia ya se había marchado.
Empecé a caminar en dirección hacia el supermercado viendo que poco a poco la tarde iba transformándose en noche y al mismo tiempo las farolas se encendían iluminando mi camino a la vez se podía sentir la brisa fresca de la noche, no había tanto trafico y tampoco muchas personas.
Cuando llegué al súper entre y empecé a pasearme entre las estanterías mirando los precios y pensando en lo que tenia que comprar puesto que tenia también otras dos bocas que darles de comer.
Estuve un buen rato mientras encontraba lo que necesitaba, aunque mientras paseaba por el lugar podía escuchar los murmullos de la gente de lo que había pasado en el edificio en que trabajaba.
Preferí no prestarle atención, me dirigí hacia la caja para pagar lo que había comprado y salir del sitio.
Avance por las calles viendo a las personas de un lugar a otro esperando que no se produjera ningún terremoto pero para mi sorpresa cuando ya estaba cerca de casa pude ver algunos camiones del ejército que se dirigían hacia donde vivía.
Acelere el paso para cuando llegue pude ver al camión de soldados entrar en donde vivía y varios de ellos empezaron a bajar junto con otros tipos vestidos de blanco que empezaron a investigar el agujero.
Otros soldados empezaron a restringir que la gente se acercara al sitio, podía escuchar los murmullos de los vecinos que habían salido de sus casas.
─ Cariño esto es increíble…por un simple agujero…─ dijo Doña Felicia que ni siquiera me había dado cuenta que la tenia al lado.
─ Si resulta algo raro…pero bueno después de los insectos o l oque sea que haya salido de ese sitio no me extraña…a saber lo que puede salir…─ dije intentando terminar la conversación y entrar en mi casa lo antes posible.
─ A propósito…¿estas bien…?...ese bicho entro en tu casa…¿Cómo están las pequeñas…?...─ pregunto Doña Felicia con curiosidad aquello hizo que me detuviera de inmediato tenia que darle una respuesta convincente
─ Bien…por suerte pude asustarle y salio por el mismo sitio que entro y las pequeñas…están bien…tengo cosas congeladas lo siento…─ dije intentando aligerar el fin de la conversación.
Cuando avance un par de pasos respire aliviada mientras veía de reojo que Doña Felicia no me perdía ojo.
Abrí la puerta y la cerré de golpe a mis espaldas, pude respirar tranquilamente por unos segundos.
Después de eso fui a la nevera y puse los congelados en su lugar, en ese momento un olor un poco mas fuerte que incluso rivalizaba con el ambientador me llego desde el sótano.
─ Joder con el bicho…─ dije mientras me tapaba la nariz y me acercaba al hueco de la puerta del sótano.
Tenía que sacar aquella cosa del sótano antes que terminara apestando la casa entera, debía que sacarlo cuando nadie lo viera y menos aun que la pequeñaja se enterara.
Empecé a cocinar pensando en como lo podía hacer, esperando que se quedasen dormidas cuando hubieran cenado.
En cuanto puse los filetes sobre el fuego escuche los pasos rápidos de la pequeña que se acercaba para ver que es lo que era.
Mientras cocinaba la veía ir de un lugar a otro olisqueando el aire para ver que es lo que estaba haciendo mientras que su hermana me miraba escondida desde fuera de la cocina en silencio.
En cuanto la mire de reojo esta escondió el rostro y a los pocos segundos volvió a mirar aunque siempre que lo hacia me recorría un escalofrío por la espalda.
En cuanto hube terminado de cocinar coloque el filete sobre un plato y lo acerque a la mesa pero tuve el cuidado de colocar otro plato encima para que no se lo llevase.
Pero esta vez en vez de tomar una copa de vino me vino a la mente de cómo se emborracho la enana la ultima vez así que tome una botella de zumo.
Al acercarme a la mesa pude ver que estaban las dos pendientes del plato que había colocado en la mesa.
─ ¿Aun tenéis hambre…?...─ dije mientras ponía le zumo encima de la mesa y enseguida la pequeñaja se acerco para olerlo y enseguida metió la lengua para saborearlo al parecer el sabor no le hizo mucha gracia.
Para que me dejaran en paz no pude mas que tomar unos trozos del filete y ofrecérselo en cuanto lo tuvo delante lo óleo por unos segundos y seguidamente le dio un mordisco mientras que la otra parecía que estaba esperando la ensalada.
Así que tome un poco y le puse algo de ensalada en un plato esta enseguida empezó a comérsela dando pequeños mordiscos.
Mientras estaban entretenidas encendí la televisión y enseguida ambas corrieron para esconderse por el sonido.
─ Tranquilas, no pasa nada…─ dije mientras las veía como se acercaban la pequeña parecía que estaba enfadada mientras que la otra me miraba escondida esperando que la pequeña se acercase.
─ Vaya, parece que tu eres la lista de la familia…─ dije mientras la veía paciente viendo como la enana se acercaba a la televisión y empezaba a olfatear.
En un momento dado incluso llego a gruñirle o hacerle un sonido parecido, no le gustaba mucho pero no le llego a hacer nada, solo esperaba que no la cogiese y la lanzase de nuevo.
Empecé a pasar canales para ver si encontraba alguna noticia sobre el bicho que se había escapado y al parecer había varias noticias sobre le mismo que decía que andaba por le parque y que uno de los otros lo habían matado unos obreros en donde vivía.
─ Genial…ya mismo tendremos a la prensa por aquí…─ comente mientras veía a los obreros hacían un video con los móviles y eran entrevistados.
Después de un rato la pequeña ignoró la televisión mientras que la otra se acercaba lentamente hasta que se sentó a mi lado.
Después de las noticias me quede un rato pasando canales mientras ellas miraban la televisión con interés.
Después de un buen rato mientras los ojos se me iban cerrando lentamente, me despeje un poco y apague la televisión tome los platos y los lleve a la cocina para lavarlos una vez que hube terminado subí las escaleras mire por la ventana y ya era algo tarde había un gran silencio n ose escuchaba nada mire hacia le sofá y mire que no estaba la otra hermana pensé que estaría cazando de nuevo y que me vería otra vez orugas y demás en la cama.
─ Espero que no me traiga otra vez lo mismo…que asco…─ dije pensando mientras me daba un repelus pero enseguida me vino a la mente que tenia que sacar aquel bicho del sótano y era mi oportunidad.
Baje de nuevo las escaleras y en cuanto estuve cerca de la puerta el olor de descomposición me llego a la nariz dándome arcadas.
Abrí la puerta lentamente y empecé a bajar intentando no tropezarme mientras mis ojos se acostumbraban a la poca luz que entraba por la ventana, otra cosa es que tenía que arreglar la ventana que había roto el insecto.
Nada más que baje las escaleras note como pisaba algo que era blando y hacia un ruido asqueroso.
─ Joder!...─ exclame mientras miraba la zapatilla que estaba llena de un liquido verde pegajoso que tardaría en olvidar la sensación al pisarlo.
Seguí caminando entre ese pringue para cuando llegue a donde estaba el bicho pude ver que había varios muebles tirados por el suelo casi destrozados, este estaba abierto por la mitad con el abdomen destrozado mientras aun le goteaba ese liquido asqueroso y las tripas que estaban tiradas por el suelo.
─ Dios!...─ exclame mientras me tapaba la boca para no vomitar viendo el bicho muerto tirado en el suelo.
Acerque las manos como pude mientras intentaba mirar hacia otro lado por el aspecto del bicho y por el olor que despedía, por suerte no era muy grande pero si algo pesado.
─ Vamos muévete…─ dije mientras tiraba del bicho muerto para sacarlo de allí mientras no estaban las demás.
Subí las escaleras a duras penas mientras notaba como el olor se hacia cada vez mas intenso y llenaba el lugar de ese liquido asqueroso.
─ Joder…─ dije mientras resoplaba por el esfuerzo aun así continué hasta llegar a la puerta de casa de vez en cuando miraba hacia donde estaba la pequeña durmiendo esperaba que n ose despertara.
Abrí la puerta lentamente y empecé a empujarlo hacia fuera hasta que por fin después de unos quince minutos llegue a donde estaban las maquinas de los obreros y las cintas de la policía y lo deje allí.
─ Ahí te quedas…─ dije mientras miraba hacia todos lados y encontré una lona que enseguida se la puse encima esperando que su hermana que estaba de caza no lo viera y lo volviera a traer de nuevo.
Después de eso miré hacia todas partes para ver si alguien me había visto pero no parecía haber nadie volví a la casa para dormir un poco.
En cuanto entre pude ver a la pequeña que me estaba mirando con cara de confusión mientras me olfateaba un poco y enseguida tiro hacia el sótano, me pareció incluso que sospechaba lo que había echo.
Así que preferí subir las escaleras todo lo rápido que pude y encerrarme en la habitación para que no entrara.
Antes de irme a dormir mire en el ordenador al parecer tenia un mensaje de la ofician que la habían trasladado a otro lugar y que mañana empezaría de nuevo el trabajo.
─ Estupendo toca madrugar…─ dije con cansancio en mi tono mientras el olor del bicho lo note enseguida en la ropa.
─ Esto a lavar…─ comente mientras olía la ropa que tenia puesta y enseguida salí del dormitorio y en cuanto lo hice pude ver a la pequeñaja que estaba mirándome con los mofletes hinchados al parecer se había enterado que al bicho lo había sacado.
─ Lo siento pero ya olía demasiado…si te agradezco que me salvaras pero no se podía quedar en casa…─ dije como si le estuviera dando un ultimátum, mientras ella me miraba con ojos de cabreo y resoplando.
Pegada a la pared empecé a andar hacia el cuarto baño sin que la enana me perdiera de vista en cuanto entre solté la ropa en la cesta para lavar y me di algo de agua en el rostro para calmarme.
Al salir pude verla que no se había ido y seguía observándome enfadada, solo esperaba que no me atacara.
Seguí caminando hacia el dormitorio para dormir un poco puesto que por la mañana tenia que madrugar para ir al nuevo trabajo.
Abrí la puerta y la cerré respirando profundamente pro el miedo que tenia por la pequeñaja que no sabia que iría a ha hacer.
Me tumbe en la cama y me cubrí con las mantas de vez en cuando miraba hacia la puerta para ver si entraba o algo pero no paso nada, poco a poco me fui quedando dormida pero aun tenia ese olor en la nariz.
Al fin se me cerraron los ojos y fue la noche que mejor dormí en toda mi vida puesto que fue del tirón pero al levantarme un poco antes de que sonara la alarma sentí que había alguien a mi lado.
Gire la cabeza lentamente y pude ver que estaba la otra tumbada a mi lado, aquello hizo que tragara saliva esperándome que hubiera insectos o larvas en algún lugar de mi dormitorio.
─ No, dime que no lo has hecho de nuevo…─ dije pensando que me encontraría lo mismo empecé a mirar pero no había nada por ninguna parte pero al ponerme las zapatillas note un cosquilleo extraño junto con algo que se arrastraba por mis pies.
─ Joder!...¿pero que …?...─ pregunte con miedo en mi voz mientras me quitaba la zapatilla y miraba lo que había dentro para mi sorpresa estaban las larvas y los insectos muertos y algunos que aun estaban vivos.
El sonido de mis palabras hizo que la que estaba a mi lado se despertara de golpe y saliera de mi habitación debido también a que el sol empezaba a entrar por la ventana.
─ Las mato juro, juro que las mato…─ dije mientras veía como algunas babosas reptaban por mi zapatilla junto con lombrices y algunos insectos.
─ Esto es asqueroso…─ comente mientras sacaba las zapatillas fuera del dormitorio y miraba por si había caído algún bicho en el dormitorio.
Cuando salí para tirar lo que había en las zapatillas no las encontré por ninguna parte, ya no sabia que hacer con ellas.
Pero en ese momento la sirena empezó a sonar recordándome que tenia que ir al trabajo, con el enfeado encima me dirigí hacia el ordenador para ver donde estaba la localización de la nueva oficina.
Después de ver que por lo menos podía llegar con un autobús, abandone el dormitorio y fui a la ducha para despejarme un poco, solo esperaba que no me encontrara ninguna otra sorpresa.
En cuanto acabe de ducharme empecé a cepillarme el pelo y a maquillarme algo me coloque el uniforme de la empresa y empecé a bajar la escalera para mi sorpresa comencé a escuchar algunos murmullos en el exterior cuando mire por la ventana pude ver a los obreros que estaban mirando el bicho que había dejado al lado junto con los soldados que habían llegado nuevamente.
Preferí no pensar en lo que estaba pasando y continué bajando las escaleras hasta llegar al salón mire por todas partes pero no vi ni a la pequeñaja ni a la otra ni rastro de mis zapatillas por ninguna parte pensé que las habría bajado hacia el sótano para poder comerse los insectos.
Empecé a prepararme el desayuno de costumbre pero en cuanto estaba haciendo las tostadas escuche unos pasos que corrían hacia donde estaba enseguida me supuse que era la pequeñaja.
Me gire y ahí estaba mirándome pero esta vez su expresión era neutral no parecía estar enfadada.
─ Vaya aquí estas…dile a tu hermana que no vuelva a ponerme bichos en las zapatillas y ya puedes ir devolviéndomelas…no se si me entiendes pero hazlo…─ dije mientras tomaba la tostada y la llevaba al salón enseguida pude escuchar un chisporroteo extraño que provenía de la tostadora.
─ ¿Pero que…?...─ no llegue ni a terminar la frase cuando observe que la tostadora estaba en el suelo y en ella pude ver que había insectos que se estaban tostando y la pequeñaja me miraba sonriendo.
─ Eso no puedes hacerlo…─ dije con tono de asco mientras veía como algunos insectos saltaban chisporroteados y el chillido extraño de otros.
Le di a la palanca y esto hizo saltar varios insectos de su interior haciéndome que me repugnara y me pusiera la mano en la boca mientras que la pequeña empezaba a comérselas y un puñado los tomo para salir corriendo hacia el sótano pensé que se los llevaría a su hermana.
─ No te escapes ahora…─ dije mientras la veía salir corriendo hacia el hueco en la puerta del sótano.
─ Serás bicho…─ dije mientras apagaba la tostadora y veía el desastre que había echo, tome la escoba y recogí lo que pude y seguidamente tome una tostada y la unte con mantequilla y empecé a comérmela rápido mientras miraba que llegaría tarde.
Tomando el bolso y el ordenador abandone la casa mientras veía a los obreros mirando el bicho y a los soldados tomándolo para llevárselo en un camión.
Ande hacia la parada del autobús sintiendo como poco a poco el olor empezaba a aumentar y la densidad del trafico junto con la gente que iba a sus trabajos, el típico aroma a contaminación llego a mi nariz junto con el del café de los bares del lugar.
Cuando llegue a la parada había varias personas esperando miré hacia el monitor pequeño que había en la parada y observe que tardaba cinco minutos mire el reloj y al menos llegaría a tiempo.
Al llegar me subí y me senté la final como siempre y abrí el portátil para empezar a mirar lo que había llegado de la oficina.
Sin embargo me extraño bastante puesto que el autobús empezó a dar mas vueltas de lo normal.
Mire por la ventana y por cada desvío que tomaba el autobús parecía que el camino estaba cortado por obreros que lo desviaban hacia otro lugar en una de las curvas pude ver que había varios socavones en el suelo.
─ No esto no puede ser…─ dije mientras miraba al obrero desviar a trafico hacia otra parte.
Mientras comencé a mirar en Internet y descubrí que se habían formado varios socavones por las ciudad de forma misteriosa.
Aquello hizo que se me pusiera la piel de gallina, pensé que como esto siguiera así podrían salir insectos desde cualquier parte.
Con ese pensamiento en la cabeza y mientras le daba vueltas, cuando por fin el autobús llego baje con un desasosiego en el cuerpo pensando en lo que podría pasar.
Avance por una plaza con una fuente en el centro y un gran edificio, podía ver a los trabajadores salir y a otros entrar, incluso podía sentir la tensión que había en el ambiente.
En cuanto entre pude ver que parte del personal ni siquiera lo conocía, pase la tarjeta por la entrada y me dirigí hacia el ascensor el sitio era muy tranquilo había varias plantas por el lugar una escalera en frente y a ambos pasillos unos ascensores mas al fondo había un pasillo.
Subí al piso que me tocaba junto con algunos trabajadores más y seguidamente me dirigí hacia el cubículo que me había tocado y comencé a trabajar.
El tiempo paso tranquilamente sin ningún contratiempo al menos no hubo tampoco terremotos nuevamente.
El tiempo fue pasando con el trabajo y yendo a tomar algo de café a la maquina y hablando con los compañeros que habían trasladado a esta oficina.
Al parecer varios de ellos también habían sufrido los terremotos cerca de su casa incluso se habían formado algunos socavones.
Al parecer no era la única que los tenia delante de casa, cuando hube terminado de tomar el café, continué trabajando hasta el final de la temporada.
Recogí mis cosas y apague el ordenador para cuando baje empecé a escuchar gritos que provenían de la parte de abajo mire por la ventana pude ver que de una de las calles aparecían aquellos pequeños insectos los mismos que habían aparecido cerca de mi casa…
FIN DEL CAPITULO 2
P.D:Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste a todos y muchas gracias .
Inició el tema
Mazoku
628
3.578 ATC
UN NUEVO INSECTO MÁS
Podía ver a la gente gritando y corriendo para esconderse mientras aquellas cosas estaban dando vueltas por el sitio no parecía que fueran a cazar a alguien si no más bien que estuvieran buscando algo.
Enseguida un coche patrulla se detuvo acordonando la zona mientras que los insectos parecían estar olisqueando el ambiente para detectar algo.
─ ¿Qué son esas cosas…?...─ pregunto uno de los que miraba desde la ventana y al mismo tiempo los demás estaban murmurando entre ellos y sacando fotos con el móvil.
La policía intentaba ayudar a las personas a salir del lugar enseguida uno de los insectos empezó a emitir un sonido extraño haciendo que los demás fueran hacia donde estaban.
Pude ver que enseguida una camioneta negra llegaba al lugar y enseguida empezaron a bajar policías armados con escudos de plástico y porras junto con un uniforme completo de combate.
Empecé a mirar por donde podía desde el lugar en el que estaba pero no podía ver nada bien hasta que por fin pude ver que detrás de un banco había una pequeña niña que estaba asustada.
─ Joder…─ dije mientras corría hacia el ascensor para bajar a la calle, enseguida pensé que seria uno de las hermanas de las otras que tenia en casa.
Empecé a pulsar repetidamente el botón del ascensor y en cuanto llego entre y pulse el botón para le piso de abajo.
Al llegar pude ver que estaba la gente mirando por las puertas trasparentes que había mientras los insectos recorrían el sitio, los antidisturbios intentaban mantener acordonada la zona para que no entrara nadie.
No sabía como salir puesto que los guardias de seguridad estaban impidiendo que saliera la gente.
─ A ver como salgo…─ dije mientras miraba hacia todos lados por suerte el banco donde estaba escondida la chica podía verlo desde donde estaba.
Me acerque lo que pude y empecé a golpear en el cristal para que se diera cuenta de que estaba allí.
La chica era un poco mas grande que la enana pero no tanto como la mayor, su pelo era de color naranja liso, en su frente podía verse un cuerno pero en vez de estar hacia arriba estaba hacia abajo y de los lados de su cabeza salían otros dos, sus rasgos eran aniñados pero parecía estar enfadada portaba un mono con tirantes vaquero de color azul oscuro junto con un jersey verdoso en sus piernas unos calcetines oscuros, y unos pequeños zapatos.
Puse la mano en el cristal para intentar hacerle saber que quería ayudarla, ella sin embargo acerco su rostro como mirándome extrañada por lo que estaba haciendo.
Aunque por mi culpa pude ver que un par de insectos que la habían visto por mi culpa, estos se lanzaron rápidamente hacia donde estaba mientras que la chica con una velocidad inusual se escondió detrás de unas columnas.
Sin embargo los insectos golpearon contra el cristal haciéndome caer de espaldas por el susto.
─ Retírese del cristal…─ dijo uno de los guardias mientras los insectos arremetían una y otra vez contra el cristal que cada vez estaba mas agrietado.
En uno de los empujones el cristal se rompió en pedazos haciéndome que me levantara todo lo deprisa que pude para esconderme.
Los guardias enseguida abrieron fuego contra los bichos algunas balas rebotaron contra la quitina haciendo que estos empezaran a chillar pidiendo ayuda.
Por suerte estos se lanzaron hacia los guardias haciendo que los policías y los antidisturbios entraran en el edificio.
Me acerque hacia el cristal roto saliendo a través de este y mirando hacia donde se suponía que estaba escondida la chica.
Me acerque a esta mientras escuchaba los disparos y la pelea que se había organizado cuando estaba cerca esta retrocedió un paso parecía que estaba asustada.
─ Tranquila no voy a hacerte daño…además se donde esta tu familia…o eso creo por que a saber si sois familia…─ dije pensando que se parecían algo sobre todo por los cuernos que tenia, aunque esta sin embargo no parecía muy confiada.
Acerque la mano poniéndola delante de ella esta se quedo por unos segundos mirándola y después de eso empezó a acercar su rostro y comenzó a olisquearla por un momento parecía que estaba interesada después de eso acerco su rostro y empezó a pasarla por la mano.
─ Vale ya se que sois de la misma familia…veámonos…─ dije mientras le tomaba de la mano y empezaba a acelerar el paso para salir de allí mientras que podía ver como los coches de policía y furgonetas de antidisturbios se arremolinaban en torno al sitio junto con periodistas.
Por suerte pase desapercibidla en dirección hacia la parada del autobús, al andar parecía que era la chica la que llevaba la velocidad incluso me sentía mucho mas cansada.
Al llegar a la parada me senté respirando con cierta dificultad mientras ella parecía que estaba tan tranquila.
─ Vaya parece que eres muy rápida…─ dije mientras esta me miraba extrañada pero al mismo tiempo estaba a gusto conmigo, como si supiera que la llevaba con el resto de su familia.
La niña no dejaba de mirarme mientras íbamos en el autobús, era increíble que de esas cosas estuvieran por la ciudad aunque no entendía que es lo que estaban buscando o si alguien las había despertado por algún error.
Tardamos algo en llegar a casa mientras el coche seguía dando rodeos por las calles evitando las calles cortadas, esta sin embargo no dejaba de mirarme extrañada.
Para cuando llegamos la tome de la mano pero en cuanto nos acercamos a la casa empezó a olisquear el lugar moviendo la cabeza y poniendo el rostro de enfado.
Los vecinos estaban por allí dando vueltas, al igual que los soldados que habían traído equipo para descender por el agujero.
─ Cariño, ya has vuelto que bien…al parecer están pensando en bajar al agujero…─ dijo Doña Felicia dándome un pequeño susto.
Aunque le perro no parecía estar muy tranquilo aunque no sabia si era por la nueva pequeña o por otra causa.
─ Doña Felicia me ha dado un susto…espero que tengan suerte y no les pase nada…─ comente mientras veía como colocaban el equipo en el suelo para prepararse para bajar.
─ Vaya parece que ha venido otra pequeña… ¿Quieres un caramelo…?...─ cuestiono Doña Felicia mientras sacaba un caramelo del bolsillo.
Tome el caramelo ante la sorpresa de Doña Felicia y empecé a desenvolverlo después de eso se lo acerque esta comenzó a olfatearlo y casi de inmediato se lo metió en la boca.
Pude ver que esta sonrió a Doña Felicia por un instante y después volvió a esconder el rostro.
─ Que linda…es algo tímida…─ dijo Doña Felicia mientras veía como la chica se escondía detrás de mis piernas.
─ Bueno voy a ponerle algo de cenar…seguro que tendrá hambre…─ dije despidiéndome de Doña Felicia pero la mismo tiempo viendo como los soldados colocaban algunos focos apuntando hacia el lugar.
Eso hizo que me diera un escalofrió que me recorrió todo el cuerpo pensé que seria pro la bajada de la temperatura por la noche pero algo me decía que no era por eso.
Entre en la casa y enseguida ambas salieron del sótano por le hueco de la puerta, la mas pequeña se quedo a escasos centímetros de la nueva mirándola y olfateando el ambiente lo mismo que la otra.
─ Vaya recibimiento…─ dije mientras veía como la otra se mantenía a la expectativa y la pequeña olfateaba y producía unos ruidos extraños.
Pasado un rato la pequeña emitió un ruido y seguidamente se acerco la otra lentamente de manera tímida para olisquear pero duro pocos segundos produciendo el mismo sonido.
─ Bueno al menos la habéis aceptado…espero que no tengáis peleas…─ dije mientras me quitaba los zapatos y me relajaba algo enseguida la pequeña entro de nuevo en el sótano y le trajo unas lombrices e insectos que enseguida la otra acepto y empezó a comérselos, aunque el ruido que hacia cuando masticaba me erizaba la piel.
Me senté por un momento en el sofá y empecé a pasar los canales para ver si emitían lo que había pasado en el lugar donde trabajaba.
Mientras en mi búsqueda de canales escuche como si algo cayera la suelo, mire de donde había venido el sonido y pude ver que la nueva estaba tirada en el suelo, al parecer se había desmayado.
─ ¿Pero que…?...─ cuestione mientras me acercaba a ella rápidamente le puse la mano en la frente aunque no entendía muy bien lo que le pasaba pensaba que al menos tendría algunos rasgos humanos como la fiebre.
─ Estas ardiendo…─ comenté tomándola entre los brazos y subiéndola rápidamente hacia el dormitorio en eso pude ver que las demás me seguían desde cierta distancia.
Encendí la luz y enseguida la coloque en la cama aunque no Sabih que hacer y si le daba algo lo que le podía producir.
La pequeñaza se acerco a esta mirándola con cierta confusión mientras que la otra permanecía desde el marco de la puerta y enseguida supe que se trataba por la luz por lo que no podía entrar.
─ Lo siento…─ dije mientras encendía la luz de la mesita de noche y apagaba la de la habitación entonces entro y se acerco a la cama.
En un momento empezó a soltarle telarañas para cubrirla, pensé enseguida lo que tenia que hacer para limpiar las sabanas después.
Fui hacia la cocina y tome un paño mientras abría la nevera y tomaba algunos cubitos de hielo y los colocaba dentro.
─ Espero que sirva de algo…─ comente mientras subía a la habitación a colocarle el paño en la frente.
Al llegar pude ver como la otra había terminado de lanzar telarañas haciendo como un nido mientras parecía que estaba arropada suavemente.
Aunque no veía a la pequeña por ningún lado no sabía donde se habría metido lo mismo estaría cazando para darle algo de comer.
En cuanto le puse el paño en la frente pareció que se quedo algo más tranquila, estuve un rato con ella mientras la otra miraba con curiosidad lo que estaba haciendo.
Parecía que la fiebre estaba remitiendo, solo esperaba que la otra no le trajera un montón de insectos y se lo dejara al lado.
─ Espero que tu hermana no le traiga mas insectos…─ dije pensando en lo que había echo la otra vez de colocármelos en la zapatilla.
Pero mientras estaba a su lado pasaron unos minutos y la pequeña volvió a entrar por la puerta, al momento se subió encima de la cama mirándola fijamente.
No entendía que es lo que pretendía hacer mientras la observaba pude ver que empezó a dar arcadas como si quisiera regurgitar algo.
─ ¿Pero que estas haciendo…?...No se te ocurra vomitarle…─ dije mientras veía como daba varias arcadas en eso me acerque para bajarla de la cama pero enseguida la otra se me acerco impidiendo que hiciera nada mientras me miraba con cara de enfado y emitiendo unos sonidos extraños.
─ ¿Pero que haces…?...─ pregunte mientras intentaba acercarme a la otra pero no me dejaba y apártate no me atreverá por si podría hacerme algo.
La pequeñaza siguió haciéndole pero en vez de salir un vomito normal empezó a salir algo de color verde brillante y de una consistencia semi sólida parecía que fuera gelatina.
Eso me dejo perpleja viendo como se lo ponía en el pecho y seguidamente la otra empezó a comérselo, no pude más que mirar hacia atrás y cerrar los ojos para no vomitar.
Después de eso la pequeña bajo de la cama y la otra dejo que me acercara, le acerque la mano a la frente y pude notar que ya no tenia fiebre.
─ ¿Pero como…?...─ pregunte sorprendida mientras veía como la otra empezaba a sentirse algo mejor, de reojo pude ver que había un trozo de aquella cosa verde que había vomitado.
Lo tome en la mano y me parecía que estuviera tomando gelatina de lima me lo acerque a la nariz pero no tenia ningún olor sin embargo mi curiosidad pudo mas tome un poco y me lo puse en la lengua.
Enseguida note un sabor azucarado muy bueno y era como si mi energía se hubiera recuperado por completo.
─ Mmmmm…esta buenísimo…─ dije mientras saboreaba un poco más y notaba como el cansancio se me iba del cuerpo.
Enseguida entendí por que lo había echo eso parecía como un reconstituyente de forma natural; había escuchado que algunos insectos tenían algún néctar que les daba de beber a otros de su especie.
Pasados unos segundos la otra chica se levanto de la cama, la energía había vuelto a su cuerpo y parecía que no tenia fiebre.
La pequeñaja se acerco a esta y empezó a emitir sonidos extraños mientras que pareciera que la otra le estuviera contestando, mientras que la otra permanecía en silencio mirando y emitiendo algún sonido de vez encunado era como si se estuvieran poniéndola día.
─ Bueno venga a discutir abajo…─ dije intentando resolver aquella situación, al mismo tiempo la otra chica se levantaba de la cama y salían todas de mi habitación.
Viendo aquella especie de gelatina, aunque me diera mucho asco tenia que reconocer que tenía unos efectos sorprendentes así que preferí llevarla al frigorífico y conservarla solo por si acaso.
Cuando bajaba todo parecía tranquilo incluso las chicas no estaban me parecía que estarían en el sótano, acerque la oreja para ver si escuchaba algo pero no salía ningún ruido.
─ Espero que se queden tranquilas…─ dije mientras colocaba la gelatina en la nevera y empezaba a mirar que es lo que me haría de cenar.
Tome ensalada y algo de pollo, junto con algo de pescado y empecé cocinar, pero de vez en cuando miraba hacia atrás para ver si alguna había salido del sótano.
Pero esta vez no parecía que estuvieran fuera pero para mi descuido, la mirar hacia un lado pude ver a la pelirroja que estaba mirando olisqueando la comida que estaba haciendo.
Esta parecía que estaba jugando a algún juego Deusto que se quedaba quieta cuando la miraba y se movía cuando no la observaba acercándose cada vez más a la comida.
Empecé a girar por un momento la cabeza rápidamente y esta se movía de inmediato la verdad que tenia una velocidad sorprendente pero cuando estaba a pocos centímetros del plato de carne lo tome y lo puse un poco mas alto.
─ De eso nada…─ dije mientras la miraba y esta me observaba con cara de confusión pero sin perderme ojo, aunque me extrañaba que estuviera tan tranquila.
Enseguida mire hacia donde había dejado el pollo y pude ver como el plato parecía moverse lentamente.
─ ¿Pero que…?...De eso nada, así que trabajáis en equipo…esta vez no…─ dije mientras veía como la otra le había lanzado una telaraña al plato y se lo estaba acercando.
Tome el cuchillo y corte el hilo de telaraña y tomando el plato lo coloque otra vez en otro sitio no podía creer que estuvieran trabajando en equipo para tomar el plato.
Al verme la chica sencillamente salio corriendo hacia detrás de una esquina para mirarme como si estuviera avergonzada pero enseguida pensé que no se quedarían ahí.
Volví a mirar y pude ver como la pqeueñaja desde debajo de la mesa tomaba el plato y salía corriendo hacia el sótano mientras las otras le acompañaban.
─ Seréis puñeteras…devolvedme eso!...─ exclame mientras me dirigía hacia el hueco en la puerta y empecé a gritar que me lo devolvieran pero sabia que aunque bajara no me darían el pollo de nuevo.
─ No vuelvo a cocinar delante vuestra…demasiado espabiladas estáis…─ dije mientras miraba solo la lechuga y las demás cosas.
No pude más que sacar la botella de vino y ponerme una copa con el cuidado de guardar la botella en la nevera de nuevo.
Mientras estaba tomando un trago de la copa pude ver como la del pelo blanco se me acercaba tímidamente y colocaba medio filete encima de la mesa.
─ Bueno la menos tu…lo has intentado…─ dije mientras la veía como me miraba con el rostro de tristeza como si me estuviera pidiendo perdón.
─ Toma…─ dije mientras abría el frigorífico y le daba una fresa esta enseguida la tomo y se quedo mirándola extrañada, después la olisqueo durante unos segundos y la probo de inmediato me miro con una sonrisa en el rostro y volvió hacia el sótano.
─ Bueno al menos tengo algo…─ dije mientras tomaba el medio filete y lo ponía en la sartén para hacerlo un poco y terminar la ensalada y poder cenar en paz.
En cuanto hube terminado la copa de vino tome la ensalada y la lleve la salón y puse la televisión para ver si había noticias sobre los bichos.
En cuanto pase un par de canales pude ver que estaban con la noticia que había pasado en la nueva oficina y como explicaban lo que había sucedido al parecer los bichos habían desaparecido antes que pudieran filmarlos pero los policías estaban dando una descripción de lo que habían visto junto con algunos testigos.
Mientras estaba absorta a l oque estaba viendo por televisión que casi ni me di cuenta para cuando gire la cabeza pude ver que la del pelo blanco estaba mirando por encima del sofá como si me estuviera acechando.
─ Joder!...de verdad una de estas veces me da un infarto…─ dije mientras la miraba como me observaba y como de reojo miraba la televisan interesada.
Me levante y me acerque a ella tomándola de la mano aunque sufrí un calofrió recorriéndome el cuerpo la puse en el sofá y la senté.
Esta permanecía a cierta distancia como si aun no tuviera la suficiente confianza, pero pasados unos segundos se acerco de improviso y empezó a pasarme el rostro por le brazo como si me estuviera acariciando.
Mire el postre y tome un trozo de sandia y se lo ofrecí esta se acerco para olisquearlo y seguidamente le dio un mordisco pequeño para probarlo y enseguida pude ver la cara de felicidad en su rostro.
Después de eso abrió su boca como si quisiera que le pusiera más sandia en ella, eso me sorprendió bastante.
Así que tomando unos trozos los party y se los coloque en la boca esta enseguida empezó a masticarlos mientras sonreía con los mofletes enrojecidos.
Después de eso seguí cenando con tranquilidad pero las noticias no eran muy buenas puesto que habían socavones y grietas distribuidas por toda la ciudad, no entendía que es lo que estaban haciendo los insectos, aunque me estaba haciendo una idea pensé que ellas eran diferentes y estaban persiguiéndolas para eliminarlas al no ser de su misma raza.
Solamente suspire y empecé a cambiar canal buscando algo diferente o alguna película o concurso que me interesase e intentar olvidar lo que había visto y estaba pensando.
Cuando por fin di con una película y empecé a verla mientras que la chica se acurrucaba a mi lado y empezó a ver la televisión aunque tenia le miedo en el cuerpo acerque la mano a su cabello y empecé a acariciarlo mientras esta hacia un sonido muy agradable pero ala vez que me daba algo de miedo era como un siseo extraño.
Quise entender que le gustaba puesto que no hacia ningún ademán de no gustarle sencillamente estaba muy tranquila.
Su cabello era muy suave y parecía emitir un calor muy agradable aquello hizo que poco a poco me quedara dormida, como si los ojos me pesasen.
No tuve consciencia del tiempo que paso hasta que me desperté y pude ver que la programación de televisión había terminado y solo estaba la nieve de costumbre.
Apague la televisión viendo que la chica no estaba mi lado supuse que se habría ido al sótano o de caza para la mañana.
Subí las escaleras y mire por la ventana viendo los aparatos que habían traído los militantes para bajar por le agujero que había pero, al verlo no me daba un buen presentimiento solo me venia ala mente que algo iba a pasar.
Preferí no darle mas vueltas y seguí subiendo cuando llegue a mi habitación cerré la puerta y la ventana y me deje caer sobre la cama.
Fue la mejor noche que pase ni siquiera me desperté, el sueño fue como si me envolviera por completo, lo único que me hizo despertarme fue el despertador con su típico sonido.
Me estire un poco pero enseguida me vino a la mente que quizás hubiera insectos por algún lugar de la habitación o encima de la cama.
Desde donde estaba mire hacia todas partes de reojo pero no observe que hubiera ningún bicho por la casa al parecer no habían entrado en la habitación.
─ Bueno, algo es algo…─ dije mientras miraba en las zapatillas y no había nada, solamente respire tranquilamente.
Me puse las zapatillas y me dirigí rápidamente hacia el baño para darme mi ducha matutina de todos los días y al menos pude hacerse ningún problema, en cuanto abandone la ducha sentí el frió que entraba por la ventana y la diferencia de temperatura que hacia.
En cuanto me hube secado y cepillado el pelo me vestí para irme a la oficina tomando el portátil.
Baje las escaleras y mire por la ventana para ver que los militares estaban poniendo los artefactos que habían traído para bajar por el agujero.
Cuando llegue al piso de abajo mire hacia todas partes y al agujero de la puerta la sótano pero no veía a nadie, al parecer o no se habían despertado o aun no habían subido.
Supuse que en cuanto hiciera las tostadas por el olor lo mismo subían rápidamente, aunque lo que más me extrañaba es que no hubiera insectos por ningún lado.
Me acerque a la nevera y en cuanto abrí la puerta pude ver que había insectos y larvas por todas partes al parecer estaban imitándome cuando ponía los alimentos dentro.
─ La madre que os parió…si que aprendéis rápido…joder ahora tengo que limpiar esto…─ comente mientras empezaba a tirar a la basura los bichos que habían metido en la nevera.
En cuanto hube terminado empecé a tomar la mantequilla y alguna fruta en donde no habían estado, saque también algo de zumo, tome las tostadas y las puse en la tostadora.
Mientras estaba absorta haciendo el desayuno ni siquiera me entere que la pelirroja se había acercado había abierto la nevera.
─ Vaya, parece que vienes por tus bichos…los he tirado a la basura…─ dije mientras le mostraba el cubo de basura y los bichos moviéndose, aunque sin pensárselo mucho metió la cabeza y empezó a cogerlos nuevamente.
─ Oye!... ¿eso no lo hagas…?...─ dije mientras intentaba apartarla del cubo de la basura pero enseguida escuche un sonido amenazante que me hizo retroceder.
En ese momento escuche como las tostadas saltaban haciéndome saber que era mejor terminar el desayuno y largarme lo antes posible.
Tome las tostadas y el zumo y me fui al salón poniendo la televisión por un momento la pelirroja se me quedo mirando extrañada y como un relámpago se acerco a la mesa con los bichos en las manos mirándome que es lo que hacia.
Sin darme cuenta de que estaba observándome tome un poco de mantequilla y una tostada y empecé a servirme café junto con algo de zumo.
Pero pasados unos segundos escuche un sonido extraño al girar la cabeza pude ver que la pelirroja estaba con una tostada y en ella había varios bichos encima de la misma.
Estaba comiéndoselos tan felizmente incluso pude ver que sonreía, aquello me extraño pero enseguida una arcada me llego a la garganta.
─ ¿Pero se puede saber que haces…?...─ pregunte escandalizada mientras veía lo que estaba haciendo aunque tampoco me atrevía a hacer nada por si terminaba mordiéndome, esta nueva parecía ser un poco mas agresiva que las otras.
Así que preferí dejarla en paz en cuanto hube terminado tome el plato y la taza de café pero la volver no encontré el zumo por ninguna parte pensé enseguida que se lo habría llevado hacia el agujero.
─ Tengo que hacer algo pero ya!...─ dije mientras recogía el resto de las cosas y miraba hacia el agujero de la puerta del sótano.
Sin pensar mucho mas tome el portátil y me dirigí hacia la puerta tomando el bolso y las llaves de la casa.
Pero nada mas salir un grito me asusto enseguida mire hacia le agujero donde estaban los militares y pude ver como parecían asustados tecleando en lo que habían traído pero parecía que algo estaba mal.
Por unos segundos se siguió escuchando unos gritos cuando al fin cesaron pude ver que varios vecinos habían salido afuera y del agujero salieron varias partes que rodaron por el césped.
Me quede impactada mientras me acercaba a lo que había salido del agujero cuando estuve a su lado pude ver que era un brazo que estaba arrancado de cuajo con una manga de una camisa del ejercito.
─ Joder!...─ exclame al verlo mientras que podía escuchar los gritos de las mujeres que habían salido enseguida los militares empezaron a indicarnos que volviéramos a casa.
─ Regresen a sus casas…rápido!...─ exclamo el soldado mientras sacaba el arma y se preparaba.
El artefacto siguió subiendo la cuerda hasta que por fin saco el cuerpo desmembrado del hombre que había entrado.
Seguidamente se escucharon unos sonidos extraños provenientes del agujero haciendo que los soldados se preparasen para atacar a l oque saliera de ese lugar.
Podía ver el miedo en los rostros de los soldados mientras que uno de ellos salía corriendo y los vecinos volvían a sus casas.
Salí corriendo hacia la casa y abrí la puerta de manera nerviosa pero nada mas entrar pude ver que las tres chicas estaban esperándome como si estuvieran preparándose para lo que pudiera venir.
Respire profundamente varias veces intentado recuperar el aliento y la compostura después de lo que había visto.
─ Joder!...joder!...─ repetí una y otra vez mientras miraba por la mirilla para ver que es l oque estaba pasando pero de momento no había nada.
Enseguida note como la chica del pelo blanco junto con la pequeñaja se me acercó y empezaron a pasar su rostro por mis piernas para intentar calmarme mientras hacían un sonido calmante.
Pero cuando mi corazón iba recuperando su ritmo escuche nuevamente un sonido extraño que provenía del fondo y un pequeño temblor sacudió la casa.
Enseguida ambas abrazaron mis piernas con fuerza y la otra me tomo la mano podía sentir su miedo, mientras que la pelirroja parecía no tener nada que temer.
─ Parece que no tienes miedo…así que tu eres la valiente de la familia…─ dije mientras me iba calmando poco a poco o intentando hacerlo para calmarlas a ellas.
En eso el temblor ceso pero en su lugar empecé a escuchar disparos de las armas de los soldados y gritos de los mismos.
Al mirar pro la ventana observe una especie de insectoide grande de color marrón brillante con unas grandes pinzas, su apariencia era parecida entre un ciempiés y un escarabajo.
Las balas parecían que no le hacia nada mientras que este avanzaba hacia los soldados y los despedazaba con las pinzas como si no fueran nada.
Una vez que hubo terminado empezó a olisquear el lugar mientras se acercaba lentamente hacia donde estaba.
─ Joder…joder…─ dije sin saber que hacer viendo como esa cosa se acercaba cada vez mas enseguida pude escuchar las sirenas de la policía y como unos coches patrulla aparcaron cerca.
Enseguida salieron de los automóviles y empezaron a disparar haciendo que su atención se fijara en ellos.
Este hizo un sonido extraño y rápidamente empezó a arremeter contra los policías estos disparaban sus armas pero sin llegar a tener ningún efecto algunos se metieron en sus coches pero con un simple movimiento de pinzas el coche literalmente bolo por los aires.
La policía no sabia que hacer hasta que agotaron la munición y pude ver que salían corriendo del lugar y el bicho volvía a mirar hacia donde vivía….
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno dejo el siguiente capitulo espero que os guste a todos y muchas gracias .
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Mazoku
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REBELION DE LOS INSECTOS
El nerviosismo se apoderaba de mi mientras no sabia que hacer y podía sentir el temblor de las otras en mi cuerpo, mientras que la pelirroja parecía que se estaba preparando para atacar a quien entrara por la puerta.
Estaba esperando a que esa cosa se fuera y regresara de donde había venido pero pensaba que no tendría esa suerte.
Sentí como el suelo temblaba ligeramente callándome saber que esa cosa se movía pero no sabia hacia donde así que me levante y mire por la mirilla de la puerta y pude ver que el bicho venia a la carga contra la puerta.
─ OH NO MIERDA!...─ exclame con fuerza mientras saltaba de donde estaba y caía al suelo y de inmediato la puerta volaba a escasos centímetros por encima mía mientras que aterrizaba en el suelo.
Aquella cosa emitió un sonido estridente solamente pude girar la cabeza y moverme hacia la escalera esperando que no pudiera pasar por ella.
Enseguida la pelirroja arremetió contra este pero fue como sui no le hiciera nada ni siquiera se inmuto solamente se movió intentando cogerle pero esta se movía rápidamente de un lugar a otro.
Enseguida el insecto salio de nuevo al exterior intentando capturar a la pelirroja que se movía rápidamente esquivando los ataques del insectoide.
Las otras de momento seguían temblando, aunque no entendía le por que puesto que habían luchado contra otros insectos y les habían vencido.
Aunque este parecía mucho mayor de los demás es como si estuvieran por encima de ellas mientras que la pelirroja le estaba plantando cara.
Mire por todas partes pero no encontré nada para poder lanzarle o golpearle con algo para poder ayudarla puesto que sabia que no podría estar así para siempre y por mucho que le golpeaba era como si no le hiciera nada, su rapidez y agilidad eran sorprendentes pero su fuerza no parecía hacerle ningún daño con la quitina de su cuerpo.
Me recompuse como pude y mire a ambas fijamente mientras podía ver el miedo en sus rostros.
─ Escuchadme tenéis que ayudarla es de vuestra familia…si no terminara muriendo…─ intente hacerles entender que su hermana estaba en peligro pero solo me miraban con ojos de miedo.
─ Tengo que hacer algo…─ dije mientras me acercaba de nuevo a la nevera pensando que quizás la comida le haría que se distrajera por un rato y dejara en paz a la pelirroja dándole cierta oportunidad para descansar.
Fui hacia la nevera buscando algo de carne y pude encontrar algo así que tomándola fui hacia fuera y la solté lo mas cerca que pude del insecto este se detuvo casi de inmediato olisqueando el aire y se dirigió hacia el trozo de carne mientras que la pelirroja pude ver que se detuvo respirando con dificultad.
Mientras veía como el insecto se entretenía con el trozo de carne podía sentir en mis piernas y en mi mano el temblor de las otras dos que seguían estando aterradas.
Fui hacia el salón y tome una silla fui hacia el exterior y nada mas que atravesé la puerta ambas me dejaron y se quedaron mirándome extrañadas.
Intente moverme despacio sin hacer mucho ruido para cuando estuve cerca del insecto le propine con todas mis fuerzas un silletazo pero no le hice nada solamente este emitió un sonido y se dio la vuelta.
─ Genial, ahora seré comida de bicho…─ dije mientras retrocedía poco a poco y le bicho se me acercaba la pelirroja se lanzo por este propinándole una serie de golpes pero no le hacían nada, ni siquiera se inmutaba.
El insecto emitió un sonido extraño y con un movimiento que ni siquiera llegue a ver por la rapidez que llevaba sentí como ambas pinzas me asían la cintura con fuerza y me elevaban en el aire.
─ Suelta!, suéltame joder!...─ exclamaba mientras le golpeaba en las pinzas una y otra vez pero no parecía pasar nada.
Enseguida la presión empezó a elevarse mientras notaba como me crujían los huesos, el insecto estaba decididlo a partirme por la mitad, el dolor se acumulaba en la cintura aunque por mucho que hiciera este no abría las pinzas.
Pasados unos segundos que me partieron horas note como el bicho se tambaleaba y este abría las pinzas soltándome.
Este miro hacia un lado viendo a la pequeñaja que parecía que le estaba plantándole cara.
─ Piedra!...piedra!...─ exclamo la enana como si estuviera amenazándole en cierta forma con la cara de enfado, aunque podía ver como le temblaban las piernas ligeramente.
El bicho sin pensárselo mucho ni siquiera le hizo caso este lanzo un ataque nuevamente pero esta vez en picado con las pinzas para terminar su trabajo.
No pude más que ponerme las manos delante del rostro cubriéndomelo y esperando mi muerte.
Pero enseguida note como algo me arrastraba por el césped, mire hacia atrás y pude ver a la otra que estaba ayudándome.
─ Nunca mas volveré a odiar a las arañas, lo prometo…─ dije mientras le daba gracias mentalmente a la otra que estaba tirando de mí para ponerme a salvo.
Aunque el bicho se giro rápidamente para ir hacia donde me estaba tirando la otra rápidamente.
No podía mas que acercarse con rapidez, pensé que ya estaba muerta pero de reojo pude ver a la pelirroja como tomaba de la mano a la pequeña y empezaba a hacerla girar rápidamente y en un momento la lanzo contra le insecto.
En cuanto impacto el bicho emitió un sonido muy agudo mientras se tambaleaba por un instante y dio una vuelta de campana quedándose boca arriba.
─ Piedra!, piedra!...─ exclamo la pequeña como si le hubiera ganado o como si estuviera retándole.
─ Joder!...tenemos que escondernos…─ dije mientras veía como el bicho se debatía intentando ponerse de pie girando de un lado a otro, pensé que no estaría así mucho tiempo.
Me acerque a la pequeñaja mientras también tomaba de la mano a la del pelo blanco y corría hacia un coche para escondernos detrás mientras que la pelirroja se acercaba hacia donde estábamos.
─ Esperemos que no se levante…─ dije jadeando mientras pensaba que si no hubiera sido por la del pelo blanco me hubiera matado ese bicho.
Sin embargo podía ver la cara de enfado en la pequeñaja y que al parecer tenia ganas de pela contra ese insecto, pero no podía dejar que saliera para pelearse esa cosa era demasiado grande.
En cuanto el bicho se dio la vuelta hubo un pequeño temblor que hizo que las alarmas de los coches empezaran a sonar haciendo que algunos de los vecinos salieran para ver que es lo que estaba pasando pero enseguida volvieron a entrar.
El bicho dio otro sonido aun más agudo y este hizo que me tuviera que tapar los oídos, me parecía que estuviera pidiendo ayuda.
Por un momento se quedo mirando hacia todas partes como si nos estuviera buscando sin saber donde estábamos.
─ Piedra…piedra…─ volvió a repetir la pequeña con ganas de pelea, intentando soltarme la mano, pero enseguida se la apreté suavemente esta me miro con rostro de sorpresa y confusión.
─ Es mejor que nos quedemos escondidas…espero que se vaya por donde ha venido…─ dije casi susurrando mientras miraba por las ventanillas de automóvil como el bicho se acercaba a los demás coches y con un simple movimiento lo hacia girar sobre si mismo y lo arremetía varias veces.
Esa cosa sabia que estábamos por allí y estaba intentando encontrarnos pero no podíamos movernos de donde nos encontrábamos.
─ Mierda…─ dije viendo que estaba buscando y estaba segura que no se detendría hasta que diera con nosotras.
Cuando estaba cerca pude ver que la pelirroja parecía que se estaba preparando para le combate nuevamente.
─ Oye ni se te ocurra…─ dije mientras veía como se preparaba para le siguiente round.
Pero antes de que pudiera tomarla de la mano esta salio del escondite poniéndose delante del bicho, al parecer era la impulsiva de la familia mientras que las otras dos permanecían conmigo.
Enseguida el bicho dejo lo que estaba haciendo y se lanzo a por la pelirroja intentando embestirla pero esta se movía demasiado deprisa para le bicho pero por mucho que le propinara golpes no le hacia nada en la armadura de quitina que tenia.
─ Mierda , no la podemos dejar sola…─ dije mientras la pelirroja estaba haciendo todo lo que podía por hacerle algo de daño pero le resultaba imposible y por muy ágil y rápida que fuese no podría estar así siempre.
Salí de mi escondite y en cuanto lo hice la pequeñaja se me quedo mirando como si me estuviera pidiendo permiso para ayudar a su hermana lo mismo que la del pelo blanco.
No pude mas que asentir con la cabeza esperando que no les pasara nada y enseguida la pequeña se lanzo a por le escarabajo mientras que la otra tomo una posición desde lejos y empezó a lanzar telarañas en el suelo justo por donde estaba y esto hacia que sus movimientos fueran mas lentos.
─ La gelatina verde!...─ exclame pensando que tal vez eso nos haría falta así que corrí hacia la casa en dirección hacia la nevera mientras sentía como el suelo retumbaba.
Al llegar a casa mire en la nevera rápidamente con el nerviosismo ni siquiera lo veía hasta que la encontré, tome el plato y salí afuera viendo que el bicho parecía que estuviera perdiendo.
La pequeñaja estaba propinándole uno tras otro golpe mientras que la pelirroja estaba intentando hacer lo mismo.
Podía escuchar los chillidos del insecto al recibir cada golpe pero con un movimiento de sus mandíbulas hizo que la del pelo blanco fuese lanzada al aire tomando uno de sus hilos y haciéndola chocar contra un automóvil.
Después de eso dio un golpe en el suelo mientras se liberaba las patas haciendo que la pelirroja tropezara cayendo al suelo delante de las pinzas del bicho.
Después de eso movió un poco su abdomen empujando a la pequeñaja que dio varias vueltas por el suelo.
Con cierto miedo en el cuerpo pude ver que ambas no se movían parecían que estaban inconscientes.
─ No, no, no…─ dije mientras me acercaba con la gelatina hacia la pequeñaja y se la ponía en los labios enseguida pude ver como poco a poco abría los ojos e intentaba ponerse de pie.
Seguidamente me acerque a la del pelo blanco e hice lo mismo, mientras abría los ojos lentamente y se incorporaba.
El bicho tomo entre sus pinzas a la pelirroja que empezó a chillar con fuerza y enseguida y casi tambaleándose la pequeña como si estuviera borracha se dirigió hacia donde estaba el insecto y cuando estaba acierta distancia tomo una de sus patas y empezó a tirar con fuerza.
El bicho parecía que n ose daba cuenta mientras seguía apretando con fuerza las pinzas y chillaba como si estuviera celebrando su victoria.
La pequeñaja tiro de la pata con todas sus fuerzas y enseguida escuche un crujido y esta se cayo al suelo con la pata del bicho en sus manos este emitió un sonido estridente mientras soltaba a la pequeña de sus pinzas.
Enseguida el insecto intenso atacar a la pequeñaja pero esta lo esquivo de inmediato metiéndose debajo del bicho este empezó a moverse pero no la encontraba.
No sabia lo que estaba haciendo pero enseguida comprendió lo que pasaba cuando lo vi como poco a poco empezaba a elevarse del suelo.
El bicho no dejaba de emitir sonidos mientras intentaba moverse y en un momento fue lanzado hacia otra parte cayendo al suelo y dando varias vueltas de campana.
─ Piedra…piedra…─ volvió a decir de nuevo la pequeña celebrando lo que estaba haciendo y dando varios pasos de nuevo hacia el insecto que chillaba y se movía salvajemente para ponerse de pie de nuevo.
Enseguida la del pelo blanco se acerco desde cierta distancia y empezó a lanzarle telarañas en sus patas para que no se moviera, pensé que ese seria su fin.
La pequeñaja empezó a propinarle golpes en la quitina una y otra vez mientras le bicho se movía para liberarse incluso podía escuchar como la quitina empezaba a crujir por los impactos de la pequeñaja.
No sabia que hacer ni como detenerla mientras que la pelirroja permanecía a mi lado en eso le ofrecí algo de la gelatina para que se recuperara.
Esta la tomo dando un mordisco en eso me miro sonriendo y me abrazo las piernas parecía que era su madre.
En uno de los golpes pude escuchar como la quitina daba de si rompiéndose en pedazos mientras que le bicho chillaba con fuerza y un chorro de líquido verde baño literalmente a la enana en ese momento escuche las sirenas de la policía que se acercaban…..
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste a todos y muchas gracias .
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Mazoku
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MADRE PERSEGUIDA
Mientras escuchaba las sirenas de la policía podía ver como la pequeñaja se ensañaba con el bicho a golpes mientras que salía más líquido verde del cuerpo del insecto.
─ Vuelve…déjalo ya…venga…─ dije intentando hacer que volviera en un momento la enana se me quedo mirando con algo de confusión mientras que le bicho no paraba de chillar.
Después de unos segundos haciéndole ademanes para que se moviera esta tomo la pata del insecto y vino rápidamente hacia donde estaba para cuando estábamos cerca de la casa los coches de patrulla junto con una furgoneta del ejercito llegaba en ese momento cerré la puerta y mire por la ventanilla.
Pude ver como el bicho se movía lenta y torpemente hacia el sonido mientras que la policía junto con el ejército empezaba a disparar algunas balas rebotaron mientras que otras perforaban el caparazón del insecto que este en pocos segundos cayó abatido.
─ Menos mal ya ha muerto…─ dije respirando profundamente mientras miraba como la policía y el ejercito se acercaba la bicho para comprobar si estaba muerto definitivamente en eso varios vecinos salieron de sus casa para comprobar si había muerto el insecto.
─ AAAHHHH!!!...JODER!!!...─ calce la voz al ver la pata del insecto delante mía que conservaba la enana que estaba entera bañada en ese liquido verde que aun goteaba.
─ Ahora mismo te voy a bañar…vamos arriba y suelta esa pata…─ dije mientras tomaba la pata del insecto y tiraba pero no había forma de quitársela parecía conservarla como si fuera un trofeo.
─ Muy bien te vas a bañar con pata o sin ella…─ dije mientras le tomaba de la mano y andaba de ella hacia la escalera junto con la pata que a cada paso me rozaba el brazo y me daba escalofríos, sin embargo sus hermanas decidieron seguirme extrañadas por lo que estaba haciendo.
Pensé que lo mismo me seguían por que intentaban averiguar que es lo que le iba a hacer o si le hacia daño.
Al llegar al baño encendí la luz y empecé a desnudar a la pequeña mientras esta me miraba extrañada con la pata en la mano que no la soltaba.
Cuando no tenia ropa la mire y pude comprobar que aun tenia quitina en el cuerpo tanto en los brazos como en las piernas, ahora si estaba segura que era como un insecto pero humano.
Abrí el grifo y espere a que estuviera algo más templada para que no se diese un susto y quisiese salir corriendo.
Seguidamente la tome de la mano y la intente introducir en la ducha pero no había forma de que entrara parecía que es como si le tuviera miedo al agua.
─ Muy bien me bañare contigo…─ dije sin ganas mientras me desnudaba y ponía la ropa encima del baño después me metí en la ducha mientras le daba la mano e hizo lo mismo.
Se quedo por un momento extrañada mirando hacia arriba notando el agua como recorría su piel y con los ojos cerrados.
Mientras aquella baba verde empezaba a deslizarse cayendo de su cuerpo, enseguida tome algo de champú y empecé a pasárselo por la cabeza para limpiarle el cabello, su tacto era muy suave mientras pasaba la mano parecía que le gustaba.
Estuve un buen rato mientras las burbujas flotaban de un jugara otro y las demás se quedaban mirando extasiadas.
Cuando termine le eche agua sobre el pelo esta enseguida empezó a moverse intentando quitarse el agua de encima.
A pesar de todo me parecía muy graciosa mientras tomaba la pata con ella y la estaba enjabonando, cuando llegue a la parte de la quitina note que esta era durísima y se mezclaba con su piel de manera perfecta esta se me quedo mirando extrañada por unos segundos y después siguió mirando la pata.
Después de bañarla salí de la duche y empecé a secarme y a secarla a ella pero antes siquiera que pudiera ponerle la toalla encima esta se sacudió espurreando agua por todas partes.
─ Perfecto…no te podías haber quedado quieta…─ dije mientras esta me miraba sonriendo y moviendo la pata que no la soltaba en ningún momento.
Preferí no prestarle atención y secarme de nuevo en un momento saque el secador del tocador y empecé a secarme el cabello, enseguida las tres se me acercaron extrañadas mientras movía el aparato cerca de mi pelo.
En eso las apunte y les lance algo de aire una de ellas pareció que enseguida gruño al aparato con enfado.
─ Tranquila no pasa nada…─ comente poniéndome el secador sobre la mano y encendiéndolo, mostrándole que no pasaba nada esta se acerco olisqueando el aparato.
Enseguida acerco la mano tímidamente para comprobarlo, después de retirarla un par de veces la puso de bajo viendo que no le pasaba nada.
Pero de improviso la enana se puso debajo del secador haciendo que la otra se retirara mientras esta cerraba los ojos como si disfrutara.
─ Vaya ahora parece que te gusta…─ comente mientras parecía que estuviera extasiada con el secador.
Pero al momento la pelirroja empujo a la pequeñaja mientras se ponía ella para que le diera viento.
Pero la pequeña ni lenta ni perezosa volvió a empujar a la pelirroja mientras producía unos ruidos extraños y movía la pata como si fuera un trofeo.
Después de unos segundos apague el aparato secador y lo deje a un lado mientras miraba que la ropa de la enana estaba manchada completamente y no tenía ninguna otra que le fuera bien.
─ Bueno tengo que poner tu ropa a lavar…te tendrás que aguantar hasta mañana…─ dije mientras tomaba la ropa de la enana y un olor nauseabundo me llego a la nariz.
Con la toalla en el cuerpo baje las escaleras y metí la ropa en la lavadora seguidamente eche algo de detergente y apreté el botón enseguida ellas se quedaron mirando como la ropa daba vueltas en la lavadora extrañadas.
─ Venga a dormir…a ver si puedo conciliar el sueño…─ comente mientras subía las escaleras y miraba como la policía y el ejercito estaban poniéndole cuerdas al bicho para llevárselo.
Enseguida tuve un escalofrió al verlo pensar de lo que podría salir de allí, aunque aun no entendía que es lo que estaban buscando, sabia que las estaban persiguiendo pero el porque aun me era un misterio.
Sin pensarlo más preferí subir y dejarme caer en los brazos de Morfeo puesto que tenía trabajo al día siguiente.
Mire hacia la entrada hacia el sótano y pude ver como la pata se metía dentro, enseguida supe que la enana había entrado y no veía a las demás por ninguna parte, pensé que habían entrado con ella o que habían salido a cazar, solo esperaba que no saliera otra cosa de esas fuera.
Al llegar a la habitación cerré la puerta y me deje caer en la cama mientras miraba hacia la ventana viendo la luz que entraba por esta.
Poco a poco se me fueron cerrando los ojos esperaba que ninguna entrara y al despertarme me encontrara un regalo en la cama o en las zapatillas.
La noche paso sin siquiera darme cuenta hasta que el típico pitido me despertó de nuevo, enseguida abrí los ojos mirando hacia todas partes con mucho cuidado levante una zapatilla y la sacudí un poco pero no había nada solamente respire aliviada.
─ Esperemos no encontrar mas sorpresas…─ dije mientras buscaba la ropa del trabajo y revisar el portátil mientras desayunaba.
Estuve un buen rato antes de salir de la habitación todo estaba demasiado tranquilo, baje las escaleras y mire por la ventana para ver que había varios soldados esta vez bien armados y el agujero estaba cubierto con una cúpula blanca y rodeada de focos.
─ Parece que se lo están tomando en serio…─ dije mientras miraba lo que habían echo para prepararse para lo que pudiera salir.
Termine de bajar las escaleras para llegar al salón, mire por todas partes pero no veía a ninguna de ellas por ningún sitio.
─ Que raro…¿Dónde se habrán metido…?...─ pregunte extrañada colocando el portátil sobre la mesa y dirigiéndome a la cocina pero al abrir la nevera pude ver que la pata estaba cortada por la mitad y puesta en los estantes.
─ La madre que te parió…─ dije mientras que las arcadas me llegaban a la boca al ver lo que había en la nevera, pensé que estaban aprendiendo demasiado rápido.
Abrí la lavadora y saque la ropa al menos estaba limpia, pero no sabia donde se encontraba la pequeña para ponérsela.
Pensé que con el desayuno saldrían, empecé a poner las tostadas en la tostadora mientras hacia algo de café, seguidamente saque le bote de mermelada abriéndolo y untando algunas tostadas, intentando evitar la pata que había en la nevera.
Pero la tele al instante se conecto sola eso me extraño me acerque a esta para ver que es lo que había pasado pero no parecía que fuese nada.
Pero la darme la vuelta pude ver que el plato de las tostadas que parecía que se movía solo hacia el agujero de la puerta.
─ ¿Pero que demonios…?...─ pregunte mientras miraba como el plato se movía poco a poco.
Pise el hilo de seda que seguramente la del pelo blanco lo estaba usando para tomar las tostadas.
─ Te pille!...─ exclame mientras tomaba las tostadas y las llevaba a la mesa pero en cuanto hice eso pude ver como el bote de mermelada termino entrando pro el agujero de la puerta.
─ Esta me la vais a pagar…─ dije mientras me agachaba y se lo decía por el agujero para que lo supieran, empezaba a sospechar que empezaban a entenderme.
Me acerque la plato de las tostadas y me senté en el sofá pero enseguida supe que me había dejado el café en la cocina me levante enseguida pero rápidamente mire hacia el plato de tostadas.
─ No, esto si que no os lo lleváis…─ dije mientras tomaba el plato de tostadas e iba hacia la cocina pero en cuanto me acerque pude ver que la nevera estaba abierta.
Puse el plato de tostadas sobre la encimera y me acerque y la pata había desaparecido, cada vez me tenían mas confundida no entendía lo que estaban haciendo pero al darme la vuelta pude ver como el plato entraba de nuevo en el agujero de la puerta para le sótano junto con las tostadas.
─ Os juro que de esta os acordáis…─ dije mientras miraba la trampa que me habían echo.
Así que tome algo de fruta y le di unos mordiscos para terminar el desayuno seguidamente tome el bolso y el portátil para salir a trabajar planeando mi venganza.
Pero antes siquiera de que pudiera llegar a la puerta pude ver a la pequeña que estaba delante de mí con la toalla liada como si me estuviera esperando para que le diera la ropa.
─ Vale ahora quieres tu ropa…─ dije mientras me movía hacia la cocina para abrir la lavadora y tomar su ropa en cuanto se la acerque esta la olió extrañada como si no la reconociera, emitiendo un par de sonidos que no entendí.
Pero aun así se dejo ponérsela pero seguía olfateándola extrañada en un momento la pelirroja salio y empezó a olerla también, aunque lo que me sorprendió fue que ella misma se desnudara y me la ofreciera.
Del agujero de la puerta del sótano pude ver como la ropa de la que tenía el pelo blanco me la colocaba fuera para que la metiera en la lavadora.
─ Vaya parece que os gusta el olor de la ropa limpia…─ comente mientras tomaba la ropa y la metía en la lavadora y la ponía en marcha.
Mire el reloj pensando que llegaría tarde , y enseguida abandone la casa mientras pasaba cerca del agujero que estaba vigilado.
Fui hacia la parada del autobús mientras podía notarse el ambiente que había en la calle, la tensión era general y había varios coches policías y militares dando vueltas por la ciudad.
La mañana era bastante fría y el trafico era mas denso de lo normal a la hora de siempre, mientras que en la gente podía verse el miedo y el desconcierto.
Llegué a la parada del autobús con otras personas mas, estuve esperando varios minutos mientras revisaba en el portátil varios asuntos del trabajo.
Al entrar me senté donde siempre en el último lugar para estar mas tranquila mientras revisaba el trabajo.
El autobús empezó a girar por calles cada vez mas parecía que estaban cortándolas y que los agujeros estaban por casi toda la ciudad incluidas las grietas que recorrían la carretera.
Tarde esta vez bastante mas en llegar al trabajo así que acelere el paso para llegar al edificio cuando atravesaba la plaza del edificio entre rápidamente y pase la tarjeta de identificación.
Me acerque la ascensor y subí al piso mientras se podía sentir la tensión que había, antes la gente hablaba en los ascensores pero esta vez nadie pronuncio ni una palabra.
Me senté en mi cubículo y empecé a trabajar incluso mi supervisor estaba mas callado de lo normal ni siquiera me dijo nada de que había llegado algo tarde.
Aquello me estaba dejando de piedra, aunque la situación no era para menos debido al ejército que también estaba por la zona.
La mañana pasaba tranquila entre el trabajo y los murmullos que escuchaba de lo que había pasado y l oque estaba ocurriendo por toda la ciudad.
Al tomar un café con las compañeras estuve hablando de lo que sucedía y al parecer había agujeros y grietas por toda la ciudad aparte habían capturado un par de insectos gigantes.
Eso me hizo recordar el escarabajo que aun no habían encontrado lo mas seguro es que estuviera en alguno de esos agujeros.
Al terminar el café volví a mi cubículo a trabajar y esperar que terminara la jornada pero cuando estaba a punto de salir sentí un terremoto fuerte que sacudió el edificio incluso algunos ordenadores cayeron al suelo.
Empecé a escuchar gritos por todas partes y la gente metiéndose debajo de las mesas, hice lo mismo esperando que terminara lo que estaba pasando.
El temblor duro un par de minutos después de eso ceso de repente la gente empezó a salir de donde se encontraban.
─ Vamos a ir saliendo ordenadamente…─ dijo el supervisor haciendo que fuéramos saliendo de debajo de las mesas y tomando las escaleras de emergencia.
Todo el mundo estaba asustado y la tensión que había era palpable incluso para cuando llegamos a primer piso notamos como de nuevo todo el edificio tembló pero esta vez fue diferente.
Notamos otro temblor y aceleramos el paso mientras la gente aceleraba el paso para cuando salimos a la entrada el edificio la gente empezó a correr para salir de allí empujándose unos a otros.
En eso caí al suelo me levante como pude para salir de allí pero cuando puse un pie en la entrada del lugar note como si algo se abriera debajo de mis pies y fuese engullida de inmediato.
Intente agarrarme a lo que fuese pero era imposible me seguida deslizando hacia el interior de la tierra no sabia donde terminaría solo gritaba para que me escucharan e intentaba agarrarme.
Después de unos segundos caí a una estancia subterránea que era enorme llena de agujeros en las paredes y en el techo de momento no veía nada por suerte le lugar estaba iluminado por una especie de hongos luminosos que poco a poco la vista se me fue acostumbrando, el olor a humedad inundaba el lugar.
Me levante con el miedo en el cuerpo y enseguida empecé a escuchar gritos de otras personas que hizo que me diera un escalofrió por todo el cuerpo.
─ ¿Hola…?... ¿Hay alguien…?...─ pregunte alzando la voz viendo en donde estaba pero de repente solo hubo silencio.
Empecé a moverme por le sitio mirando por los agujeros que había en las paredes puesto que volver a subir por donde había bajado era imposible.
De pronto mientras estaba explorando escuche como algo se acercaba por un agujero enorme que había a mi derecha en eso me escondí en uno de los agujeros para ver que es lo que era.
El estruendo era bastante grande incluso la tierra temblaba, cuando aquella cosa entro en el sitio me quede boquiabierta al ver semejante insecto era enorme tenia una caparazón de color negro intenso mientras que de lo que se supone que era su cabeza salían unos cuernos parecidos a los de un elefante.
Me quede callada viendo aquella monstruosidad que se quedo por unos segundos en el lugar pareciera que estaba buscando lo que había caído pero al no encontrar nada entro por otro agujero y desapareció.
─ Dios!...─ exclame con la mano tapándome la boca al salir de mi escondite y pensar en lo que había visto, nunca pensé que una cosa así existiría.
No podía quedarme allí esperando a ser rescatada tenia que salir por algún sitio, así que me propuse explorar el lugar para encontrar algún lugar por donde volver a subir a la superficie.
Mire por todas partes intentando escoger el agujero por el que debía entrar aunque todos me parecían iguales.
Me atreví por uno y empecé a caminar notando como el terreno era un poco mas blando que en el de la estancia que estaba, el túnel se retorcía y cada vez me costaba mas andar puesto que algunas partes estaban casi clausuradas por tierra y rocas que habían caído, la sensación era agobiante.
Para cuando por fin hube avanzado varios metros el túnel se bifurcaba en dos de uno salía un olor dulce cosa que me extraño y del otro podía escuchar como unos murmullos.
Avance por el que tenía un olor dulzon unos cuantos metros por suerte los hongos bioluminiscentes crecían en casi todas partes.
El túnel descendía un poco para cuando llegue la final del sitio pude ver unos insectos extraños, eran enormes su cuerpo eran blancos y negros mientras que estos se movían lentamente de un sitio a otro aunque su tamaño era bastante grande podía ver unos ojos pequeños de color negro intenso.
Uno de ellos se giro y se quedo mirándome por unos segundos pero después de eso no hizo nada solamente continuo moviéndose por el lugar.
Solamente respire labiada al ver que no le interesaba, pero cuando estaba un poco mas tranquila escuche como un sonido extraño que se acercaba rápidamente.
Como pude me metí entre los insectos notando como su piel era la de un gusano blanda y pegajosa incluso podía ver las venas pulsar en su interior.
─ Que asco…─ dije mientras notaba el contacto blando de su piel y una especie de baba que lo recubría.
Al pasar unos segundos pude ver desde donde estaba escondida unos pequeños insectos que se acercaban a estos y se ponían a l oque se suponía que era su parte trasera y estos empezaban a recolectar una pequeña esfera de color blanco que tomaban entre sus pinzas y volvían a salir de allí.
─ Así que vosotros sois como las vacas…─ dije pensando que incluso las hormigas tenían a los pulgones y los ordeñaban.
Me moví entre estos para salir de allí y continuar mi camino explorando el lugar, esperando no encontrarme ninguno de esos insectos.
Los caminos en los túneles eran cada vez mas angostos y la sensación de agobio y opresión cada vez era mayor incluso el aire parecía estar viciado en un momento dado empecé a escuchar gritos de personas.
─ SOCOROOO!!!...AUXILIO!!!...─ gritaron casi la unísono varias voces al parecer había mas personas en le lugar.
Acelere el paso rápidamente para llegar hasta donde había escuchado los gritos en mi caminar no llegue a ver que le lugar descendía y tropecé rodando hasta llegar al sitio.
Me levante como pude y mire hacia todas partes comprobando el lugar el sitio era bastante grande y había una especie de pequeños huevos por todo el lugar agrupados, mientras que en una de las paredes había unas personas que estaban atrapadas en una especie de sustancia blanca.
─ SOCORROOO!!!...─ volvió a gritar una de las personas que había pero en cuanto lo hizo uno de los insectos que me había atacado en el jardín de casa apareció y rápidamente se coloco a lado de la persona.
Esta siguió gritando con fuerza mientras que el bicho la miraba extrañado pero con un movimiento de pinzas su cabeza literalmente voló hacia donde estaba.
No pude más que taparme la boca con la mano al ver aquello mientras que le bicho miro a los demás y estos enseguida se callaron.
Enseguida otros insectos más pequeños empezaron a sacar de donde se encontraba esa persona muerta y la recogieron mientras que otro tomo la cabeza.
Pude escuchar como algunos empezaron a sollozar viendo el final que había sufrido uno de sus amigos.
Espere desde donde estaba a que estuvieran solos, viendo como el bicho se movía mirando a los que estaban presos en la pared de un lugar a otro y pasando sus pinzas cerca de ellos como si estuvieran amenazándolos.
Podía ver el miedo en sus rostros mientras el bicho pasaba como si estuviera olisqueándolos y los otros pequeños se llevaban e l cuerpo del que había muerto.
Así estuvo durante unos segundos hasta que por fin abandono la estancia, me quede donde estaba unos segundos más esperando que todo se tranquilizara.
Cuando supuse que ya no volverían salí de donde estaba me acerque a donde estaban las personas presas.
─ Ayúdanos por favor…ayúdanos…─ dijo una mujer con tono de desesperación con el tono bajo mientras intentaba romper aquella sustancia de color blanco.
─ Tranquila intentare salvaros…─ dije mientras ponía todo mi esfuerzo en romper lo que los detenía pero era muy resistente por mucho que lo intentara.
Mire por mi alrededor a ver si encontraba algo para la menos poder rasgar esa sustancia, encontré una piedra y empecé a rasgar la sustancia que poco a poco fue cediendo hasta que por fin esta cedió liberando a las personas.
─ Gracias…gracias…─ dijeron las personas que había liberado mientras miraban hacia todas partes con miedo en sus rostros aunque no era para menos.
─ Tenemos que salir de inmediato…─ dije pensando que en cualquier momento aquellas cosas volverían y no estarían de muy buen humor al ver que su comida había desaparecido.
Empezamos a caminar por uno de los túneles que cada vez daba mas vueltas parecía que estuviéramos descendiendo en vez de subir.
Seguimos caminando hasta que llegamos a una bifurcación y nos quedamos pensativos sin saber hacia donde ir.
─ ¿Y ahora hacia donde vamos…?...─ pregunto una de las personas con tono de cansancio en su voz.
─ No tengo ni idea…pero tenemos que seguir subiendo…tiene que haber alguna salida por donde ellos salen al exterior…─ dije pensando que si había agujeros por toda la ciudad algún camino daría con una salida.
Avanzamos por uno al azar para cuando salimos de este dimos con una estancia mediana en el que la temperatura era mas alta y había huevos por todas partes pude ver que había pequeños insectos caminando por las paredes y examinando los huevos.
─ Esta tiene que ser una cámara de incubación…─ dije mientras miraba desde la entrada, al parecer los otros insectos no se dieron cuenta de nuestra presencia.
Los huevos eran de color blanco y semi transparentes podía verse dentro una sombra que se movía.
Pero en cuanto los insectos pequeños abandonaron el lugar me fije en algo inusual que estaba detrás de unas piedras. Eran como unos cuernos que me resultaban familiares.
Me acerque para comprobar que es lo que era para cuando llegue pude ver a una mujer no muy mayor con el pelo de color rosa pálido liso y con unas facciones que le llegaba hasta los hombros, sus facciones eran muy suaves e iba vestida un jersey largo de color rosa que le llegaba un poco por debajo de las rodillas incluso me quede algo celosa por el tamaño de sus pechos, de su cabeza salian dos cuernos uno a cada lado y debajo de estos otros dos aparte que de su frente salía otro cuerno en dirección hacia abajo.
─ No puede ser es imposible…─ dije mientras la veía sorprendida y las personas que estaban conmigo parecían no estar muy contentas al verla.
─ Es uno de ellos…es mejor dejarla aquí…─ dijo otro con voz de desprecio al verla, al parecer no querían ayudarla.
─ No podemos dejarla aquí…además no es una de ellos…esta atada…─ dije mientras me acercaba lentamente en eso me miro con unos ojos de color verde intenso casi se podía decir que brillaban, puse una mano delante suya y muy lentamente se la acerque a su rostro esta empezó a olisquearla, solo esperaba que notara el olor de la pequeñaja y las otras.
Estuvo olisqueando mi mano durante unos segundos y después de eso empezó a emitir unos sonidos extraños como si fuera un llanto y moviéndose algo para liberarse.
No se como pero supe que era su madre de alguna forma extraña y empecé a buscar para encontrar algo para liberarla pero no había nada.
─ Ayudadme…tengo que liberarla…─ dije mientras tiraba de sus ataduras con todas mis fuerzas pero no había forma de que la sustancia cediera.
La criatura empezó a ponerse nerviosa emitiendo cada vez un sonido mas intenso mientras se movía cada vez más para intentar liberarse.
─ Déjala en paz al final nos descubrirá por su culpa…─ dijo uno de ellos y enseguida me tomo del brazo eso hizo que la mujer se pusiera nerviosa y empezara a emitir unos sonidos extraños como si sintiera que me estuvieran haciendo daño.
─ Suéltame…tengo que liberarla…─ respondí moviendo el brazo con todas mis fuerzas para soltarme.
─ Muy bien tu misma pero yo no me voy a quedar para que me maten…por un bicho que se parezca a nosotros…─ dijo el hombre mientras iba hacia la salida pero en eso escuchamos como un sonido extraño de que algo se acercaba.
Antes siquiera que pudiera salir uno de los insectos mayores que me había enfrentado antes en el jardín entraba de improviso y con un movimiento de sus pinzas cortaba el cuerpo por la mitad del hombre salpicando el sitio con sangre.
La mujer empezó a chillar mientras la sangre del cuerpo salía a chorros, el insecto seace4rco a esta y emitiendo un sonido la golpeo varias veces destrozando su cuerpo mientras que parte de su cuerpo caía cerca de mi y podía ver sus ojos de miedo mientras daba su ultimo respiro.
─ Mierda…─ dije mientras me aceleraba pegando tirones a la sustancia que apresaba las muñecas de la mujer.
Los demás intentaron salir pero fue imposible con varios movimientos el insecto se deshizo de ellos rápidamente.
En cuanto hubo terminado se acerco a donde estaba pensé que seria mi fin pero no iba a dejar que ella muriese.
Me abrace a esta para protegerla esperando que no sufriera daño pero después de unos segundos parecía que no pasaba nada.
Abrí los ojos y pude ver que los de ella estaban cerrados mientras que veía como el bicho movía sus pinzas a nuestro alrededor sin llegar a tocarnos.
Acerque la mano cerca de el insecto y pude ver como algo se movía como si estuviéramos protegidos por algún campo de energía.
Estuvo unos segundos el insecto atacando con sus pinzas pero al ver que no podía hacernos daño se alejo emitiendo unos sonidos extraños.
Después de eso pude ver que el campo de energía desaparecía y de nuevo volví a intentar liberarla.
Tire con todas mis fuerzas para poder rasgar algo esta bajo la cabeza y con uno de sus cuernos logro deshacer lo que tenia en las manos seguidamente liberamos sus piernas.
Después de eso la mire detenidamente y cuanto mas tiempo la observaba mas me parecía que era su madre.
En eso me tomo de la mano como si esperando que la ayudara a salir, solamente me sonrió de manera amable y tierna.
Salí de allí y empecé a caminar por los túneles sin ninguna indicación intentaba subir por alguno de ellos esperando que nos llevara al a superficie pero muchos de ellos estaban cerrados y teníamos que volver me sentía muy agotada, no pude mas que sentarme y descansar mientras que ella me miraba extrañada y con cierta confusión.
Pasado un rato pude ver como empezaba a vomitar, aquello hizo que me dieran arcadas, aunque la parecer me dejo al lado unas larvas.
Pensé que había supuesto que estaría cansada o hambrienta y seguramente eso habría echo con sus hijas, pero antes siquiera de que me diera tiempo a coger una de las larvas que por el hambre que tenia hubiera comido cualquier cosa, escuchamos que algo se acercaba pero esta vez el ruido era mas grande incluso ella hizo que se levantara con preocupación en el rostro y rápidamente empezó a tirar de mi para que me levantara…..
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste a todos y muchas gracias .
Inició el tema
Mazoku
628
3.578 ATC
REUNION FAMILIAR
La mujer tiro de mis varias veces para que nos moviéramos puesto que el ruido estaba cada vez mas cerca y no presagiaba nada bueno.
Avanzamos por los pasillos mientras miraba para atrás y sentía las vibraciones de lo que se acercaba era como si todos los bichos del lugar nos estuvieran persiguiendo.
Seguimos avanzando por los túneles mientras ella tiraba de mi aunque no sabia exactamente por donde íbamos el cansancio poco a poco se iba apoderando de mi y sentía mientras que las piernas me pesaban mas, incluso el aire lo notaba pesado y había una gran humedad.
Empecé a descender el ritmo hasta que me solté la mano y comencé a respirar dificultosamente mientras veía como la mujer se me acercaba haciendo unos sonidos que me resultaron de preocupación y tiraba de la manga de la camisa.
─ No puedo…mas estoy agotada…tengo que descansar algo…─ comente mientras tragaba dificultosamente saliva y me secaba el sudor que me recorría el rostro.
El ruido estaba cada vez mas cerca y la mujer tiro de mí unos metros mas hasta que tomamos un agujero que estaba dentro del mismo túnel para ocultarnos.
Mire desde donde estaba y solo pude ver algo negro junto con muchos insectos pequeños que lo seguían rápidamente.
─ Tengo que reunirte…con tus hijas…─ dije mientras recuperaba poco a poco el aliento pero no llegue a terminar la frase puesto que enseguida me puso la mano en la boca haciéndome que guardara silencio.
Asome la cabeza y pude ver como un pequeño de esos bichos subía por el túnel mientras investigaba si me encontraba por allí.
Me escondí lo mas que pude en el túnel que estaba pero aquel insecto seguía subiendo parecía que había captado nuestro olor.
Cuando pensé que llamaría a los suyos la mujer salio tan deprisa como puso y tomando al bicho por el abdomen lo partió por la mitad haciendo que este cayera al suelo emitiendo unos sonidos apagados que esperaba que no lo escucharan los demás.
Me quede sorprendida la ver lo que había echo pero esta solamente se giro y me miro sonriendo de manera muy pacifica y tierna, pero el miedo lo tenia en el cuerpo pensando que podría matarme en cualquier momento.
Tomo el abdomen y lo arrastro hacia donde estábamos y empezó a abrirlo el olor era asqueroso y podía sentir como las arcadas me llegaban a la garganta en eso saco una especie de saco carnoso y me lo acerco a la boca.
─ No gracias…no tengo hambre…─ dije mientras retiraba mi rostro de aquel trozo de carne mientras notaba las arcadas en la garganta.
La mujer volvió a meter la mano en el saco de carne y lo desgarro el solo sonido de eso y el goteo de un líquido verde del mismo me dejo casi en trance.
Pero rápidamente me tomo la boca con una mano abriéndomela y haciendo que el líquido verde me cayera sobre la boca en eso me moví pero en cuanto ese líquido me rozo los labios note que su sabor era muy dulce y que poco a poco fui recuperando las fuerzas.
─ ¿Pero que…?...─ pregunte extrañada mientras tragaba ese liquido verde, enseguida pensé que era como la gelatina que tenia pero en liquido.
Pasados unos segundos esta tiro el órgano hacia un lado mientras me miraba de forma extrañada pero me sonreía amorosamente.
─ Gracias…pero la próxima vez no hace falta que lo hagas así…─ dije mientras me recomponía y miraba de reojo de donde había salido ese liquido.
Después me tomo la mano y siguió tirando de mi por una serie de túneles que no paraban de entrelazarse unos y otros aquello era un laberinto.
Hasta que por fin cuando llegamos a un túnel que era vertical y podía sentirse la brisa fresca del exterior que entraba.
─ Por fin…─ dije aliviada mientras miraba hacia arriba que podía ver el cielo que ya era casi la tarde.
Empecé a escalar el túnel junto con la mujer que parecía que le era muy fácil se movía entre las rocas fácilmente.
Tardamos unos cuantos minutos en llegar arriba cuando por fin salimos, mire hacia todas partes y vi que me encontraba en un solar abandonado en la que el ejercito no había llegado, no conocía esa parte de la ciudad.
Me limpie como pude tenia la ropa con agujeros y llena de polvo, mientras que la mujer empezó a limpiarse la ropa quitando el polvo que tenia encima y sacudía su cabeza.
Cuando hubo terminado me ayudo a limpiarme como si fuera una madre que estuviera ayudando a su hija.
Me quede sorprendida por un momento pensando que ojala cuando tuviera mis hijos fuera así de abnegada.
Después de eso salimos del solar y mi re alrededor del sitio había varios bares y tiendas por el lugar, la gente se nos quedo mirando sobre todo a la mujer que parecía extrañada olisqueando el lugar y extrañada por los sonidos.
Avance por la calle pero esta vez era yo quien tiraba de ella hasta que llegamos a un parada de autobús mire el trayecto del autobús para ver si reconocía alguna calle y poder bajar en ellas y tomar otro autobús por suerte tenia dinero suficiente en los bolsillos o eso esperaba.
Me senté junto a la mujer y la gente que estaba allí no dejaban de mirarla sobre todo los cuernos que salían de su cabeza.
Aunque no tenia nada para cubrírselos, estuvimos un buen rato dando vueltas hasta que llegamos a una parte de la ciudad que conocía de ahí bajamos.
En la calle ya no había tanta gente aunque si se podían ver coches de policía que patrullaban la zona.
Como pudimos pasamos rápidamente entre las personas para que no nos vieran aunque la gente se quedaba sorprendida al ver a la mujer mientras esta me seguía sin decir nada.
Cuando llegamos a la siguiente parada la menos sabia que esa nos llevaría a casa, solo esperaba no encontrarnos alguien del ejército o de la policía.
Por suerte no había gente en la parada así que me senté respirando profundamente mientras que la mujer hizo lo mismo mirándome como cierta confusión seguidamente miro hacia todas partes olisqueando el sitio.
Después de olisquear el aire y casi la parada del autobús, siguió con mis manos que estuvo un buen rato aunque podía verla con una sonrisa en la cara al hacerlo.
En cuanto termino me miro con cara de felicidad y empezó a hacer unos sonidos extraños que me hacían entender que quería verlas.
─ No se preocupe vamos a verlas…además tenia que darle las gracias…por haberme salvado antes…─ dije pensando que me entendía y la parecer así lo hizo solamente me tomo de las manos con cariño por unos segundos hasta que vino el autobús.
Al hacerlo sentí como una oleada calida que me recorrió el cuerpo incluso en mi mente empezaron a sucederse imágenes de cuando era pequeña y salía a jugar con mis padres.
Era como si mi mente se retrajera a ese momento y me lo sacara a la mente, aquello fue precioso incluso llegue casi a llorar.
Me seque las lagrimas y mire a la mujer esta solamente me sonrió de manera tierna y cariñosa, como si supiera lo que estaba pensando.
Para cuando llego el autobús entramos y nos pusimos al final, cuando este arranco estuvimos como unos veinte minutos en el trayecto dando vueltas por otras calles puesto que la mayoría estaban cortadas por le ejercito y la policía por suerte no tuvimos que detenernos.
Cuando llegamos a la parada y bajamos empezamos a caminar por las calles que ya estaban casi desiertas las farolas estaban encendidas y el cielo despejado podía verse la luna que estaba llena dominando el cielo mientras que podía notarse una ligera brisa.
Aceleramos el paso para llegar a casa por suerte los del ejercito que habían allí junto con algunos policías no dijeron nada, pero cuando me metí la mano en el bolsillo enseguida supe que me había dejado el bolso en la oficina.
─ Mierda!...la llave…─ exclame mientras recordaba que la había dejado en el bolso que estaba en la oficina.
Pero recordé que tenia una por algún sitio por si acaso se me olvidaba y no podía entrar, así que comencé a buscarla por el marco de la puerta hasta que la encontré.
Abrí la puerta y enseguida pude ver que las tres vinieron enseguida, en ese momento se me quedaron paradas mirando a la mujer con curiosidad y asombro.
Esta dio unos pasos y enseguida se puso de rodillas mientras emitía unos ruidos extraños estas se acercaron lentamente hacia ella mientras la olisqueaban y seguidamente comenzaron a emitir sonidos que se iban combinando de manera extraña en una melodía.
Después de unos momentos la pequeñaja se acerco a la mujer y enseguida la abrazo con fuerza la siguiente fue la del pelo blanco que pude verle una sonrisa en el rostro, mientras que la pelirroja se quedo un poco desconfiada produciendo el sonido, aunque parecía que era como si faltara algo para estar completo pero aun así la abrazo con fuerza.
En ese momento solo pude llorar al ver que se habían reunido por unos segundo permanecieron abrazándose pero después la pequeñaja salio corriendo hacia la nevera y la abrió después de eso saco la pata del insecto y se acerco de nuevo a ella y empezó a moverla delante como si estuviera haciéndole saber que había matado a uno grande.
Parecía estar muy contenta pero enseguida la pelirroja hizo otro sonido que la hizo detenerse y la pequeñaja se me acerco dándome la pata también haciéndole saber a su madre que las había ayudado a matarlo.
Me quede mirando la pata por unos segundos y seguidamente la tome, notando los pelillos que tenia junto con la quitina dura mientras podía ver que aun se movía las articulaciones a cada paso que daba.
No hice mas que ponerla a sus pies como si le diera las gracias, enseguida la pequeñaja la tomo y empezó a moverla nuevamente con alegría.
Enseguida se metieron por le agujero de la puerta hacia el sótano la mujer se levanto y se acerco enseguida me sonrió y después fue hacia la puerta quedándose enfrente de esta.
─ Vaya alguien que pide permiso…por fin…─ dije mientras me acercaba a la puerta y se la abría después de eso bajo tranquilamente los peldaños metiéndose en la oscuridad que había.
En eso respire profundamente y algo mas aliviada al menos tenían a su madre y podrían comportarse mejor.
El estomago empezó a rugirme después de lo que había pasado y tenia bastante hambre, así que fui hacia la cocina y tome algunas legumbres y algo de pollo que aun tenia escondido.
Tome una copa y le puse algo de vino y enseguida cerré la botella pensando que lo mismo podrían tomarla.
Empecé a cocina pero mirando de reojo hacia todas partes esperando no encontrármelas pero e los pocos minutos se me acerco la pequeñaja con la pata en la mano.
─ Vaya…¿Qué quieres que haga con esto…?...─ pregunte mientras me movía la pata del bicho delante mía con insistencia pero enseguida mire la sartén.
─ No de eso nada…no pienso ponérselo al pollo…─ dije con seriedad pero ante la insistencia de la enana no hice mas que buscar otra sartén y mientras se hacia el resto del pollo puse la pata encima de la mesa y me quede mirándola con cierto asco y reticencia.
Tome el cuchillo y empecé a mirar la pata que no sabia que es lo que hacer con ella, así que aplique el cuchillo y empecé a cortarla con cierta dificultad pensando que debería de cortar por la articulación.
Abrí con cierta resistencia la quitina y tome lo que había dentro pasándolo a una sartén, parecía que fuese como carne pero sin grasa alguna.
En cuanto encendí el fuego esta empezó a chisporrotear en la sartén, el olor era muy parecido al del pollo pero un poco más fuerte.
Cuando por fin hube terminado con eso tome la carne y la puse en un plato la pequeñaja la tomo de inmediato y se fue con ella hacia el sótano pensé que quería darle de comer a su madre.
─ Mierda…casi se me quema…─ dije mientras apartaba la carne del fuego con rapidez y escuchaba aun chisporrotear la carne.
Pero en cuanto me di la vuelta pude ver a la del pelo blanco que estaba mirándome con cierta insistencia.
─ ¿Y tu ha que has venido…?...─ pregunte mientras olisqueaba la carne pero enseguida retrocedió al parecer no le gustaba el olor.
Esta empezó a olisquear por la cocina hasta que llego a donde tenia la fruta y se quedo mirándola con cierto deseo.
─ Bueno al menos tu eres vegetariana…─ dije mientras tomaba unas manzanas y después miraba en el nevera encontrando un par de fresas que party por la mitad.
Se lo puse en los labios y al sentir el dulzor solamente abrió la boca para que se los introdujera.
Al sentir el sabor dulce empezó a masticar con fruición mientras podía verle cierto rubor en sus mejillas.
Esta se me quedo mirando con una sonrisa en el rostro esperando más, así que le di unas pocas y algunas manzanas esta me sonrió y se metió de nuevo hacia el agujero.
─ Tengo que ir a la compra…esto no puede seguir así…─ dije mientras tomaba la ensalada de pollo y el vino y me iba al salón para poder descansar.
Me tumbe en el sofá y puse la televisión y empecé a comer tranquilamente pasando los canales para ver si encontraba algo interesante y al parecer en uno de los canales estaban las noticias sobre el edificio.
Comentaban que habían desaparecido varias personas y que el exterior de este estaba enredado como en una especie de telaraña, enseguida empezaron a aparecer imágenes del aspecto del edificio.
Podía ver que la estructura estaba cubierta casi por completo de telarañas incluso podilla verse a un par de insectos pequeños caminando sobre ella.
No sabía que decir mientras tomaba un poco de vino y seguía comiendo aunque lo pero era que varias personas habían quedado en su interior.
Al girarme pude ver que estaba la mujer sentada mi lado mirando la televisión con interés y algo de confusión, en cuanto salieron imágenes de los insectos pareció que su rostro cambiaba en seguida a enfado.
Enseguida empezó a emitir sonidos como si estuviera llamando a las demás hijas estas enseguida aparecieron a su lado aquello hizo que me diera un escalofrió al sentir a la del pelo blanco detrás de mi.
Aunque su tacto era muy suave y delicado mi mente sabia que era una araña y eso es lo que me provocaba repelus.
La familia estaba mirando la televisión y cada vez que aparecían aquellos insectos que podían filmarlos parecía que emitían uno sonidos extraños.
En cuanto acabo la noticia la pequeñaja se acerco a la televisión y la tomo levantándola y moviéndola violentamente.
─ Piedra…Piedra…─ repitió varias veces la pequeña mientras movía la televisan como si no pesara nada.
─ Eh…de eso nada bájala despacio…ya te lo dije antes…─ dije advirtiéndoselo pero enseguida se me quedo mirando y después a su madre en eso esta bajo la televisión y después fue a abrazar a su madre rápidamente.
─ Bueno al menos esta vez has hecho caso…─ dije respirando un poco aliviada al menos la madre hacia las cosas un poco mas fáciles.
Viendo que ya no hacia nada, termine de cenar y todas se fueron hacia el sótano, por un momento la madre se me quedo mirando con cara de lastima por lo que había visto, aquella mirada hizo que algo dentro de mi se activara se que quería hacer algo por esas personas.
─ No, lo siento pero no puedo hacer nada…─ dije mientras colocaba el plato en el fregadero intentando olvidar su mirada.
Deje la copa de vino y me fui hacia la cama, pude ver que la mujer abría la puerta y entraba en el sótano.
Hacia tiempo que no bajaba abajo esperaba que estuvieran bien y aparte sentía bastante curiosidad de cómo habían dejado el lugar.
Me acerque a la puerta y mire por le agujero pero estaba demasiado oscuro para ver que es lo que pasaba y me daba miedo encender la luz podría hacerle daño a la pobre chica.
Así que abrí la puerta lentamente y esta empezó a crujir, seguidamente comencé a bajar lentamente sintiendo como algo crujía debajo de mis pies solo esperaba que no fueran bichos.
Al mirar me di cuenta que eran telarañas que lo mas seguro la pusieran por si alguien entraba para poder escucharlos enseguida pude ver a la mujer subir para comprobar quien era.
Enseguida esta empezó a olisquearme para comprobar si me conocía pero en cuanto lo hubo comprobado volvió de nuevo abajo rápidamente aunque a mi me costaba moverme a cada paso puesto que se me pegaban los pasos.
La oscuridad lo iba envolviendo todo salvo por la luz que entraba por la ventana rota de abajo cuando por fin mis ojos se acostumbraron pude ver algo distinto.
Por todas partes había telarañas pero están tenían un brillo especial que las hacia brillar de una forma tétrica pero atrayente la mismo tiempo era como si me relajaran el corazón en cierta forma pude ver a las pequeñas que estaban acostadas en estas como si fueran su nido y la mujer a su lado mientras me miraba fijamente por si hacia algo.
Me acerque a estas lentamente y me senté en una de las telarañas que sorprendentemente aguanto mi peso le puse la mano sobre le pelo a la pequeña y empecé a acariciárselo bajo la atenta mirada de su madre, pero la pequeñaja enseguida sonrió mientras apretaba el osito que le había dado.
Mientras que la araña hizo lo mismo se acerco haciéndome que me diera un escalofrió que me recorrió la espalda pero aun así le acaricie también el cabello, también se acerco pero algo desconfiada la pelirroja, la madre se me quedo por un momento mirándome con cierta felicidad en su rostro.
Esta me tomo la mano y se la acerco a la boca pensé que me daría un beso o algo así pero rápidamente me dio un pequeño mordisco en el brazo.
─ Auch!... ¿Pero que haces…?...─ pregunte con el brazo dolorido mientras lo separaba rápidamente.
Me mire la herida parecía que tenia un cierto patrón, pero enseguida la madre me enseño su brazo que tenia le mismo patrón de herida.
Pensé que ya tenía la suficiente confianza en mí para tomarme como otra de sus hijas, aquello hizo que el corazón me diera un vuelco.
Me quede un poco mas mientras veía como la luz plateada de la luna entraba haciendo brillar la telaraña, después de unos minutos abandone el lugar y me encamine hacia mi habitación para dormir un poco.
Al llegar a esta encendí la luz y mire el ordenador al parecer no había noticias sobre que tuviéramos que ir a trabajar así que envié uno para saber que es lo que estaba pasando.
Enseguida obtuve respuestas de mis amigas que no sabían que es lo que estaba pasando, que le edificio estaba clausurado pro el ejercito, que tenían miedo por las personas que habían quedado dentro.
Enseguida me vino a la mente lo que les había pasado a las otras personas que intente salvar en ese hormiguero.
─ Joder!...─ exclame casi sin darme cuenta pensando en lo que podría pasarles a las pobres personas.
Me quede durante un buen rato recibiendo e-mails y contestándolos, después de eso cerré el portátil y me acosté para ver si pudiera conciliar el sueño.
Pasaron un par de horas pero no podía quedarme dormida mientras mire la marca que me había echo la mujer que enseguida había cicatrizado, pensé que era para reconocerme como parte de su familia.
Después de eso me quede dormida lentamente los ojos empezaban a pesarme y me abandone la sueño.
Fue el mejor descanso que había tomado, escuche el despertador de costumbre sonando y enseguida abrí un ojo mirando hacia todas partes esperándome encontrarme bichos sobre la cama o cualquier cosa.
Seguidamente me incorpore pero no había nada por ninguna parte todo estaba tranquilo además tampoco se escuchaba nada afuera.
─ ¿Que raro…?...Todo esta demasiado tranquilo…─ comente mientras me levantaba despacio revisando el sitio incluso el ordenador pero tampoco tenia e-mails de la compañía que dijera nada sobre le trabajo.
Me puse las zapatillas rezando no notar nada en su interior y por suerte no había nada todo permanecía en silencio y tranquilidad.
Abandone la habitación y me dirigí hacia el cuarto de baño sintiendo la diferencia de temperatura al entrar en la estancia y abrir el grifo de la ducha, me quede por unos segundos intentando olvidarme de todo lo que estaba sucediendo.
Salí enseguida y me puse las toallas, después de eso abrí el tocador y rebusque el secador pero no lo encontraba.
─ ¿Pero que narices…?...─ pregunte extrañada mientras buscaba el secador de pelo que no estaba en su lugar enseguida me vino a la mente que se lo podrían haber llevado.
Viendo que no podría secarme le pelo normalmente me lo seque como pude con la toalla y después me puse una espuma de efecto mojado y fui hacia la habitación para revisar el ordenador por si me habían enviado algún correo para ver que hacíamos pero no aparecía nada.
Viendo que no había nada baje a la cocina para desayunar algo mientras bajaba pude ver por la ventana que el ejercito estaba intentando cerrar el agujero colocando una reja de metal y después rellenándola con cemento.
Solo esperaba que funcionase, baje a la cocina un poco confundida al ver que no estaba ninguna de ellas por ningún lado y que no había insectos por ningún sitio pero al llegar al piso de abajo pude ver que estaba la madre sentada en el sofá como si me estuviera esperando con una sonrisa en el rostro aquello me extraño bastante.
Cuando me gire para la cocina pude ver que había un plato con una larva tan grande como mi mano y un bloque de gelatina verde a su lado encima de la encimera.
─ ¿Pero que…?...─ pregunte extrañada al ver eso mientras la madre se me acercaba para ver que es l oque hacia, seguramente estaba esperando que hiciera algo con eso.
─ Joder que asco…─ dije mientras veía semejante insecto y el bloque de gelatina, aunque de lo segundo no me importaba tanto.
La mujer se me quedaba mirando con atención que es lo que haría con esas cosas, tenia que hacer algo.
Así que tome la larva como pude y un cuchillo empecé a mirarla por todas partes para ver por donde le iba a meter el cuchillo aquel bicho pero en cuanto lo hice un correón de líquido verde me salto al rostro produciéndome arcadas pero tenia que hacer algo.
Después de varios cortes y algunas arcadas mas tarde pude hacer algunas rodajas del bicho en cuestión seguidamente me limpie un poco y tomando una sartén con algo de aceite lo puse para darle un poco de calor a esa cosa solo esperaba que les gustara.
Mientras esa cosa se hacia tome un cuchillo y empecé cortar la gelatina por suerte esto no era tan difícil y podía hacerlo con facilidad pero en cuanto el bicho estuvo un poco al fuego pude ver que casi al momento estaban todas fuera del sótano.
La pequeñaja llevaba el secador en la mano mientras me miraba con interés, en cuanto me di cuenta me acerque al bicho que estaba en la sartén y lo puse en un plato junto con varios trozos de gelatina.
Pero la darle su plato tome le secador esta se resistió para dármelo pero enseguida vino la madre y le puso la mano encima del hombro mientras producía unos sonidos extraños.
Esta se le quedo mirando con cara de confusión y casi la momento me devolvió el secador, mientras tomaba el plato e iba al salón.
Con mucho orden las demás hicieron lo mismo parecía que la madre las tenia mas controladas y ya no iban de un lugar a otro corriendo sin parar.
Después de eso tome las tostadas y las coloque en la tostadora mientras miraba si había algo de leche y café para hacerme una taza.
En cuanto puse las tostadas me di la vuelta y me encontré la madre cerca de la tostadora olisqueando alrededor no pude mas que ponerle la mano en la frente para retirarla un poco por si tuviera una quemadura.
─ No tan cerca…─ dije mientras la retiraba un poco eso hizo que esta se me quedara mirando fijamente.
En cuanto las tostadas estuvieron echas las puse en un plato esta acerco la mano y enseguida pude escuchar un pequeño grito y estaba moviendo la mano.
En eso le tome la mano y abrí el grifo, por lo visto tenia la piel muy sensible al fuego , por un momento se me quedo mirando mientras movía la mano debajo del agua parecía que le gustaba.
Después de eso cerré el grifo y tome la cafetera junto con algo e mantequilla y mermelada que lleve al salón.
Pude ver como todas estaban comiendo el bicho que había improvisado, aquello no hizo mas que revolverme el estomago.
Mientras estaba poniéndome un poco de mantequilla con mermelada en las tostadas encendí la televisión y comencé a pasar canales pero para mi sorpresa pude ver como la madre se acercaba a la mermelada y empezaba a olisquearla con fruición.
Enseguida metió un dedo y se lo llevo a la boca aquello enseguida pude verle una sonrisa en el rostro y tomando el bote empezó a moverlo echando en los trozos de insecto.
─ Espera un poco…─ dije tomando el bote, viendo que con el movimiento que le estaba dando terminaría su contenido por toda la casa.
Tome una cuchara y empecé a echar un poco sobre los trozos de insecto aquello no es que me hiciera mucha gracia, hacia que mi estomago se revolviera.
En cuanto lo huiré echo reanudaron de nuevo a darle mordiscos a los trozos y seguidamente comenzaron a realizar unos sonidos que ya me empezaban a resultar familiares.
Unte las tostadas con lo que quedaba de mermelada y algo de mantequilla y empecé a tomar el café mientras pasaba los canales en todo estaba lo de los insectos y el edificio que estaba completamente enredado en tela de araña, decían que iban a entrar varios soldados para ver si quedaban algunos supervivientes.
En cuanto apareció la imagen la madre hizo un ruido extraño que Marcia que era entre miedo y enfado al ver como las personas entraban en el edificio.
Me quede mirando las noticias por un momento enseguida escuche gritos que provenían del interior y pude ver como varios trozos de personas saltaban al exterior seguidamente varias especies de arañas blancas salían para recoger los trozos.
Me quede por un momento mirando a la del pelo blanco que miraba eso con cara de enfado.
─ Parece que no os lleváis muy bien…─ dije pensando que serian de la misma familia pero no eran muy cercanas.
Cuando termine de comer tome un par de sorbos al café pero al darme la vuelta pude ver como algunas se acercaban a la taza pero el olor hacia que se retiraran moviendo la cabeza incluso la madre le pasaba lo mismo.
Tome los platos y los puse en el fregadero para lavar los platos y después mirar que es lo que tenia que traer del supermercado, por que ya éramos muchos mas y la comida se acababa rápidamente.
Seguidamente tome el secador y subí al piso de arriba lo puse en su sitio y me arregle un poco mire en el bolso pero enseguida recordé que me lo había dejado en el edificio al salir corriendo mientras este se desplomaba.
Enseguida escuche como alguien tocaba al timbre supuse que seria Doña Felicia que venia a decirme algo.
Baje rápidamente y abrí la puerta enseguida pude ver a Doña Alicia que estaba en bata con el perro en sus brazos.
─ Cariño…buenos días…¿has visto lo que están haciendo…? esperemos que no salga ningún bicho de ahí, odio los bichos…─ dijo Doña Felicia con cierto tono de asco y enseguida la madre se acerco a la puerta mirando al perro con ojos extraños mientras que este empezaba a gruñir.
Podía ver en el rostro de la madre como este era de confusión mientras miraba al perro con cierto deseo de darle un mordisco.
─ Vaya…Buenos días, me llamo Felicia… ¿y usted…?...─ pregunto Doña Felicia mientras se acercaba para darle un beso en las mejillas en eso pude ver como la madre miraba a Doña Felicia con cierta confusión pensando lo mas seguro que quería darle un mordisco.
─ Se llama Alicia…es la abuela de las niñas…─ dije pensando lo primero que se me vino al a cabeza mientras veía como esta abría la boca para darle un mordisco.
Enseguida separe la cabeza de Doña Felicia hacia atrás, mientras que la madre cerraba la boca y cambiaba su rostro a confusión.
─ No le gusta que le den besos…─ comente intentando sacar una excusa razonable, aunque no pensé que colaría como tal.
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste a todos y muchas gracias .
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