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Mazoku
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RECUERDOS ARACNIDOS
─ Lo siento…encantada de conocerla…─ dijo Doña Felicia mientras se presentaba, aunque la verdad me hacia gracia puesto que la mujer no entendía nada de lo que estaba pasando, solo miraba con cara de confusión.
En ese momento note como hubo un temblor pero esta vez era como si empujaran la tierra desde abajo.
Enseguida le perro comenzó a ladrar fuertemente mientras la mujer miraba a Fluffy con cierto enfado y emitiendo unos sonidos extraños.
Al segundo impacto la mujer cerró la puerta de golpe y produjo un sonido extraño que no había escuchado antes haciendo que las niñas subieran rápidamente desde el sótano incluso la del pelo blanco que podía verse cierto miedo en su rostro que no había visto antes.
─ ¿Qué ocurre…?...─ pregunte mientras notaba como los impactos se producían cada vez con mas fuerza notando como ciertos objetos que tenia en las estanterías caían al suelo.
Me acerque a la ventana y pude ver como los soldados estaban con las armas en las manos mientras los impactos se seguían produciendo.
Pero en unos segundos pude ver como los hierros que había en el agujero se retorcían y seguidamente salían volando varios metros, esto hizo que los soldados se prepararan y unos de ellos fueran hacia el camión para pedir ayuda mientras que los obreros salían corriendo.
Después de unos cuantos impactos más pude ver una pata de color blanco muy larga que salía del agujero.
Aquello me puso los pelos de punta y enseguida una araña que no había visto en mi vida salia del agujero era tan grande como un autobús pero salio como si nada del agujero que era más pequeño que esta.
Era enorme y de color blanco la parte de arriba de su abdomen parecía una cara de color blanco con dos líneas rojas que bajaban por lo que se suponía que eran los parpados.
─ Joder!...─ dije mientras veía como los soldados empezaban a descargar sus armas y las niñas junto a la mujer parecían asustadas mientras esta emitía un sonido que parecía calmante para que n ose asustaran, estas se agruparon junto a la madre y esta pareció emitir el mismo campo de fuerza que me rodeo cuando estaba abajo.
Los disparos junto con los gritos de los soldados eran como una sinfonía macabra en un momento escuche como la araña chillaba de una forma extraña y enseguida pude ver a unas cuantas arañas más pequeñas de color blanco saliendo del agujero y empezaron a enredar a los soldados con telarañas y los fueron arrastrando hacia el agujero.
Uno de ellos intento arrastrarse para escapar pero la araña se le acerco, se le quedo mirando por unos segundos después hizo un sonido y alzando una pata se la clavo en la espalda atravesándolo y después lanzándolo a un par de metros cerca de mi casa.
Aquello hizo que el corazón me diera un vuelco mientras veía como las arañas pequeñas se acercaban a mi casa en ese momento pude ver como Fluffy que al parecer se había escapado empezó a ladrarse a una de las arañas pequeñas una y otra vez, en ese momento Doña Felicia abandono su casa.
─ Fluffy...cariño vuelve!...─ exclamo Doña Felicia mientras se acercaba llamando a su perro.
En esto la araña se acerco hacia el perro y este comenzó a gruñirle y a ladrarle, pero la araña elevo su abdomen y lanzo y una telaraña envolviendo al perro y con un movimiento de pata acertó en Doña Felicia haciendo que esta volara por el césped.
─ NOOOO!!!...DOÑA FELICIA!!!...─ grite viendo que su cuerpo n ose movía y que una de las arañas pequeñas se acercaban al perro mientras este se intentaba mover.
Tenía que hacer algo pero no podía salir para enfrentarme a algo que sabia que no le haría daño.
La araña se dio la vuelta y por un momento se acerco a nuestra casa y empezó a olisquearla de forma muy interesada mientras esta emitía una serie de sonidos y claqueteos extraños.
Después de unos momentos se dirigió hacia la ventana del sótano y en cuanto llego y olisqueo por unos segundos esta dio un grito llamando a varias arañas mas.
─ Tenemos que salir de aquí…Rápido!...─ dije pensando que las había descubierto y tenían que largarse pero en eso la pequeñaza rápidamente se acerco a la puerta parecía que tenia ganas de pelea.
─ Piedra…Piedra…─ dijo una y otra vez la pequeña mientras la mujer la miraba con cierta confusión en su rostro pero en un momento se decidió y se acercaron a la puerta.
En cuanto estuvieron cerca pude escuchar como la madera crujía y cedía mostrando la pata de la araña que la había atravesado y de un tirón la arranco del marco.
─ Genial a la porra la puerta…─ dije mientras veía como la pequeña salía rápidamente hacia fuera y empezaba a tirar de la pata de la araña haciendo que esta retrocediera unos metros, esta comenzó a chillar mientras intentaba entrar en la casa.
En eso las demás salieron rápidamente mientras podía escuchar como la mujer le gruñía a la araña.
Aunque la del pelo blanco parecía asustada y ni siquiera se movió del lugar parecía incluso que estuviera temblando y nada mas que hacia mirar hacia abajo.
Me acerque a esta acercando la mano lentamente y esta movió la cabeza rápidamente y empezó a olisqueármela pareciera que estaba aterrorizada y me era extraño.
─ Tranquila…─ repetí una y otra vez con tono tranquilizador mientras le acariciaba el pelo, podía sentir el temblor que tenía en el cuerpo aunque no lo entendía pero enseguida me fije un poco y pude comprobar que podía ser uno de sus familiares que había venido a buscarla o a cazarla.
─ No te preocupes…no dejare que te lleve…─ dije mientras seguía acariciándola por unos segundos después salí de la casa para enfrentarme a esa cosa.
Aunque nada mas salir de la casa me pensé seriamente en que me había envalentonado demasiado pronto. Aun podía ver como la pequeñaja tiraba de la pata de la araña y esta seguía chillando mientras que la pelirroja empezó a moverse a su alrededor propinándole varios golpes pero parecía que no hacían ningún efecto sobre la quitina del insecto.
Mientras las pequeñas empezaban a venir hacia donde estábamos mientras que la mujer estaba delante de mí protegiéndome emitiendo unos sonidos que me parecía que fuesen una advertencia.
En un momento la araña levanto la pata y los esfuerzos de la pequeña eran inútiles podía ver como pataleaba en el aire y de unos movimientos esta fue arrojada rodando por el suelo mientras que la otra seguía moviéndose a su alrededor a una velocidad sorprendente, apenas podía ver un borrón que se movía dándole golpes una y otra vez pero no había forma de que le hiciera daño.
La araña grande se quedo quieta por unos momentos y después lanzo una telaraña al suelo haciendo que la pelirroja se detuviera en el sitio, pude ver el miedo en sus ojos mientras que esta intentaba moverse pero la telaraña era demasiado fuerte.
La araña levanto uno de sus patas amenazando la vida de la pelirroja y enseguida la madre se puso a su lado y al bajar esta se quedo a escasos centímetros de ella mientras que podía ver como un reflejo blanco alrededor de ellas.
La araña continuo dando golpes con sus patas para intentar atravesar la barrera que había formado a su alrededor.
─ Eso no aguantara mucho…─ dije mientras sacaba valor de donde ya no tenia puesto que estaba aterrorizada con las arañas.
Sin embargo en cuanto me dirigí hacia ella para intentar ayudarla las pequeñas se pusieron a mí alrededor emitiendo un sonido diferente y amenazador.
─ Salid de mi camino!...─ exclame mientras me acercaba a una de ellas y le propinaba una patada haciendo que esta cayera unos metros mas adelante.
Al ver eso la araña emitió un sonido haciendo que las pequeñas empezaran a lanzarme telarañas en los pies para que no me moviese después de eso otra se me lanzo al rostro por suerte pude cogerla.
Aquello me puso la piel de gallina ver al insecto como pataleaba y se movía en mis manos retorciéndose intentando liberarse y emitiendo sonidos extraños.
─ Joder!...─ dije con un tono de asco y miedo mientras la intentaba retener en mis manos en eso la lance todo lo lejos que pude.
─ Que asco!...─ exclame con fuerza dándome un repelus que me recorrió el cuerpo.
En seguida pude escuchar las sirenas de los policías y seguidamente los camiones del ejercito que aparcaron cerca del lugar.
─ Menos mal…─ dije sin pensar puesto que si descubrían a las niñas y a su madre terminarían capturándolas.
Enseguida se escucharon disparos intentando abatir a las pequeñas mientras que podían ver varios botes de humo que caían a mi lado.
Intente deshacer la telaraña que me atrapaba los pies pero era imposible mientras podía ver de reojo como la madre no aguantaría varios golpes más.
Viendo que era imposible se acerco a la pelirroja y empezó a envolverla en una telaraña no tardo mucho en hacerlo seguidamente se dirigió hacia la pequeñaja.
─ PIEDRA!…PIEDRA!…─ exclamo con fuerza mientras le plantaba cara a la araña, que esta hizo un sonido como si aceptara el duelo.
Pude escuchar a las pequeñas arañas y a los hombres chillar mientras que escuchaba mezclados los sonidos.
En un momento pude ver a varias de estas caer a mi lado, llenas de sangre y destrozadas junto con algún miembro de los hombres.
Pensé que podríamos salir de esta escuche como de nuevo la araña empezó a chillar y del agujero empezaron a salir mas arañas pequeñas.
Seguidamente la pequeñaja se lanzo a por la araña metiéndose entre sus patas y propinándole varios golpes que le hicieron tambalearse.
Esperaba que pudiera tirarla al suelo y que lograra matarla pero el humo empezó a espesarse y mi visión no lograba ver claramente lo que estaba pasando solo escuchaba sonidos y chillidos.
Puse ver que algo se acercaba a través del humo y enseguida pude ver que era la pelirroja y su madre que empezaron a romper la telaraña.
Cuando por fin tuve los pies libres me gire viendo que la policía y los soldados estaban siendo sobrepasados por las arañas pequeñas que estaban destrozándolos.
─ Mierda, tenemos que matarla…─ dije mientras me deshacía de la telaraña y viendo que las arañas pequeñas tomaban los cuerpos y se los llevaban hacia el agujero.
Me acerque a uno de los cuerpos que estaba destrozado buscando algo y pude ver unas armas pero no tenía ni idea de manejarlas puesto que no se me había ocurrido nunca aprender a usarlas.
Pero pude ver un escudo y una porra que enseguida tome para enfrentarme a esa cosa, al menos estaría armada.
En cuanto lo tome me dirigí hacia ella a través del humo pero antes me pase pro la casa y al mirar hacia la entrada no había nadie, pensé que se había ido hacia el sótano.
Podía escuchar a la pequeñaja gritar su típica palabra mientras escuchaba unos golpes tremendos.
Pero antes siquiera que pudiera dar unos pasos hacia donde suponía que estuviera pude ver a la pequeñaja salir disparada por e aire, me moví todo lo rápido que pude para tomarla antes de que cayera al suelo.
La tome a tiempo antes que se golpeara contra el suelo, pude ver a la madre respirar de forma aliviada.
─ Piedra!...Piedra!...─ exclamo la pequeña haciéndome saber que se encontraba bien, enseguida se levanto preparada para la lucha nuevamente.
La madre se puso delante de ella mientras empezaba a regurgitar esa especie de gelatina de color verde para darle algo de energía.
Pero antes siquiera de que pudiera terminar de hacerlo pude ver como una pata salía del humo y atravesaba el hombro de la mujer
Y se la llevaba a través del humo enseguida la pequeñaja se enfureció y entro en la nube de humo rápidamente junto con la pelirroja.
─ NOOO!!!...─ grite con fuerza viendo como se la llevaba pero en unos momentos pude ver como era lanzada a través del humo cayendo al suelo que en cuanto lo hizo las pequeñas se acercaron para rodearla de telaraña.
─ No pienso dejar que os la llevéis…─ dije mientras me ponía delante de la mujer protegiéndola, las arañas pequeñas no dejaban de intentar atacarme por suerte de momento el escudo resistía y podía mantenerlas a raya con la porra pero sabia que eso no duraría mucho tiempo.
Solo esperaba que la madre no estuviera muerta, intente por todas partes mantener alejadas a las pequeñas pero no podría estar así por mucho tiempo.
─ Fuera, largo bichos…no os acerquéis a ella…─ dije mientras golpeaba el escudo y daba golpes al suelo con la porra una y otra vez haciendo que retrocedieran.
Poco a poco el humo empezó a disiparse y podía ver que la pelea no iba muy bien puesto que por mucho que tirara la pequeña de la pata de la araña gigante esta podía levantarla y su esfuerzo no servia de nada y los golpes que le daba la pelirroja no eran lo suficientemente fuertes para poder atravesar la quitina.
Aquello se nos estaba yendo de las manos y no aguantaríamos mucho tiempo, pude ver que la araña gigante dio unos golpetazos con su pata a uno de los árboles y la pequeñaja soltó la pata por el choque cayendo al suelo.
La enana se levanto a duras penas dando tumbos de un lado a otro y no era para menos por el golpe que había sufrido.
Seguidamente se quedo un momento quieta viendo ala pelirroja pero en un momento movió la pata dándole un golpe a la otra y haciendo que esta cayera un par de metros por el suelo.
Enseguida la araña grande chillo con fuerza y las arañas empezaron a acercarse esta vez parecía que por muchos golpes que diera contra el escudo o en el suelo estas no retrocedían.
─ Mierda!...No os acerquéis mas!...─ grite con cierta desesperación viendo como esta vez no le tenían miedo.
Entre tanto la araña grande se acercaba lentamente sin prisa, mientras emitía un sonido extraño de siseo.
En un momento la araña me lanzo un par de telarañas a los pies haciéndome que no pudiera moverlos, mientras las pequeñas me rodeaban y se acercaban a la mujer que estaba inconsciente y enredada en la telaraña.
─ No la toquéis!...fuera!...─ exclame de nuevo viendo como la pequeñaja estaba mareada completamente y la otra intentaba levantarse como podía con sus últimas fuerzas.
Pero en cuanto las arañas pequeñas tomaron a la mujer escuche un siseo pero esta vez que provenía de dentro de la casa.
─ ¿Pero que…?...─ pregunte viendo como la del pelo blanco había reunido el valor suficiente para plantarle cara a la araña gigante.
Camino hacia fuera con paso decidido hasta que se puso delante mía, esta empezó a gruñir con fuerza y a hacer sonidos extraños mientras le plantaba cara enseguida la araña gigante comenzó a emitir otra clase de sonidos pareciera que estuvieran discutiendo de alguna forma.
Intente desembarazarme de la telaraña que tenía en los pies pero era demasiado resistente.
Podía ver que la disputa continuaba y la del pelo blanco no dejaba de tener miedo por la araña gigante.
De reojo pude observar que la pequeñaja empezaba a recomponerse junto con la pelirroja que ya se puso en pie.
Pareciera que estaba ganando tiempo para que las demás pudieran recuperarse y prosiguieran la pelea.
Después de unos minutos de sonidos extraños y demás, la del pelo blanco se acerco a una de las arañas pequeñas tranquilamente parecía que había perdido el miedo por completo y levantándola en el aire la partió por la mitad tirando los pedazos delante de la araña gigante que enseguida emitió un chillido.
─ Genial, no creo que este muy contenta…─ dije mientras intentaba liberarme pero no había forma de hacerlo.
La del pelo blanco se puso a mi espalda pero solo escuchaba sonidos extraños y como pareciera que se quebraba algo mientras podía ver trozos de araña que llegaban hacia donde estaba.
La araña gigante se movió un poco acercándose hacia donde estaba la del pelo blanco pero enseguida pude ver que se tambaleo cayendo al suelo.
Pude ver que la pequeñaja ya estaba de pie y había arremetido con todas sus fuerzas contra la araña gigante que cayo boca arriba esta luchaba por ponerse de nuevo de pie.
Enseguida pude ver como la del pelo blanco salía corriendo de nuevo hacia la casa con su madre en brazos mientras que la pequeñaja rompía las telarañas que me apresaban.
─ Bien, ¿ahora que hacemos…?...─ pregunte mientras me preparaba para empezar de nuevo la pelea contra el arácnido gigante.
La pelirroja se lanzo de nuevo para golpearle por todas partes mientras la pequeñaja se lanzo de nuevo pero esta vez para levantarla podía ver su rostro de esfuerzo mientras la levantaba.
─ PIE…DRAAAA!!!...─ grito con fuerza la pequeñaja mientras la levantaba y después de eso la lanzo varios metros hacia delante haciendo que rodara por el suelo.
Podía ver la cara de enfado y a la vez de satisfacción por lo había echo mientras la araña emitía ruidos extraños e intentaba ponerse de pie después de varios intentos se dios la vuelta poniéndose de pie.
Alzo su cabeza y empezó a soltar un sonido extraño como si pidiera ayuda y del agujero empecé a escuchar sonidos de que algo se acercaba.
Enseguida empecé a ver unos insectos alargados de color rojo que eran ciempiés gigantes junto con varias arañas.
─ Estupendo, ha llamado refuerzos…─ dije mientras veía como aquellos insectos se movían serpenteando rápidamente hacia donde estaba.
Puse el escudo pro delante para intentar detenerlos pero uno de ellos lanzo una especie de baba verde que enseguida empezó a descomponer el escudo haciendo que lo soltara rápidamente.
─ Mierda!...¿Pero que narices…?...─ exclame con sorpresa a la vez que me deshacía del escudo que seguía consumiéndose por el acido.
Me prepare para enfrentarme pero pude ver un borrón que se lanzo sobre estos golpeándoles con fuerza mientras estos caían al suelo.
Suspire aliviada al menos la pelirroja se había encargado pero estos empezaron de nuevo a levantarse.
─ Esto…se están levantando de nuevo…─ dije con cierto miedo en la voz mientras veía como lentamente se levantaban y venían hacia donde estaba, no sabia que hacer puesto que solo un poco de ese liquido verde terminaría con quemaduras o algo peor, disuelta.
Con miedo empecé a golpear el suelo haciendo ademanes de atacarles, pero cuando hice eso el ciempiés rojo se elevo sobre si mismo y comenzó a sisear moviendo las mandíbulas como si fuera a lanzarme ese acido.
─ Mierda!...─ exclame mientras veía como se alzaba sobre sus patas un par de metros, aquella cosa era mas grande que yo y mas gruesa.
En ese momento observe como el ciempiés cayo al suelo cubierto por una telaraña que lo envolvió prácticamente.
Mire hacia atrás y pude ver que era la del pelo blanco que se había unido a la batalla, solo pude agradecérselo mentalmente.
Con varias telarañas los insectos que había llamado terminaron envueltos en telarañas e inmóviles en el suelo.
Me gire para ver como le iba a la pequeñaja que volvió a aferrarse a la pata tirando de ella pero en cuanto la araña grande elevo la pata esta se quedaba sin base para seguir tirando.
Solamente señale a la araña grande, la del pelo blanco se me quedo mirando extrañada girando la cabeza y en cuanto observo a la araña grande esta le lanzo una telaraña que salía de su boca.
Al impactar hizo que esta cayera al suelo como si varias cadenas hubieran atrapado su cuerpo, mientras ese momento fue aprovechado para que la pequeñaja pudiera tirar de la pata con todas sus fuerzas mientras escuchaba como la araña gigante chillaba con fuerza.
Después de varios segundos pude ver como la enana arranco la pata de la araña haciendo que esta expulsara un líquido verde a chorros desde la herida.
─ Genial, otro trofeo…─ dije mientras la pequeñaja movía la pata con mucho animo, haciéndole saber quien era la mas fuerte.
Los insectos que había llamado de refuerzo empezaban a retirarse por el agujero mientras que el grande intentaba ponerse de pie con todas sus fuerzas intentando romper la telaraña que había lanzado la del pelo blanco.
En cuanto lo hizo empezó a caminar hacia el agujero mientras chillaba y se movía de manera algo torpe y lenta, pero antes de que pudiera hacerlo la pequeñaja volvió a lanzarse de nuevo atrapando otra pata mientras tiraba con fuerza.
Al parecer no se conformaba con solo haberle arrancado una mientras hacia eso me dirigí hacia donde estaba Doña Felicia para ver como se encontraba.
Por suerte solo andaba inconsciente y no tenia heridas graves al menos eso es lo que veía.
Le golpee suavemente el rostro para que despertara pero de momento no parecía surtir efecto enseguida empecé a escuchar de nuevo coches que se acercaban en donde estábamos.
Al girarme pude escuchar que todavía la pequeñaja estaba tirando con fuerza de la pata de la araña que intentaba huir adentrándose en el agujero.
Me acerque a esta para que la soltara pero en cuanto di un par de pasos pude ver que la pequeña caía al suelo con la pata en la mano mientras la araña se metía en el agujero con un gran chillido.
La pequeñaja se veía feliz mientras movía la pata hacia todos lados junto con la otra, aquello hacia que me diera repelus.
─ Si, venga eres muy fuerte…vamos adentro…─ dije mientras la empujaba hacia la casa y llegaban coches de policía y ambulancias, junto con un par de camiones militares junto con un automóvil con un arma montada encima.
Entramos por lo que se suponía que estaba la puerta nada mas hacerlo tome la puerta como puse y la coloque donde se suponía que estaba.
─ Venga daos prisa bajad al sótano…ahora voy…─ dije mientras apresuraba a las chicas para que entraran por le agujero por unos segundos se me quedo mirando la del pelo blanco mostrándome una sonrisa ligera era como si me estuviera dando las gracias.
En cuanto entraron en el sótano fui hacia arriba para tomar el botiquín y poder curar a la mujer.
Mientras subía mire por la ventana viendo como los coches venían hacia donde estábamos junto con los de los periodistas.
Entre en el cuarto baño y mire en el tocador buscando agua oxigenada y varias cosas mas esperando que sirviera de algo aunque no estaba muy convencida de cómo el afectarían siendo parte insectos.
Una vez que hube tomado las cosas necesarias baje rápidamente hacia el sótano una vez que abrí la puerta y baje un par de peldaños escuche como llamaban a la puerta.
Deje las cosas en los escalones esperando que no las acogieran y empezaran a usarlo sin saber lo que eran.
Me acerque a la puerta desvencijada y moviéndola como pude al apartarla pude ver que era un policía, junto con un enfermero que llevaba un botiquín en la mano.
─ Perdone Señora…¿se encuentra bien…?...estamos preguntando a todos los vecinos después de lo que ha pasado…─ pregunto el policía con cierto nerviosismo, tristeza y miedo por lo que había encontrado en el lugar.
─ Si, pero mi vecina me parece que…le han golpeado…por suerte, en mi casa solo intentaron entrar…─ respondí con cierto nerviosismo para que fuera mas creíble aunque la verdad me temblaban las manos.
─ Gracias…su vecina esta siendo atendida ahora mismo…¿a propósito sabe quien es Fluffy…?...─ pregunto con cierta confusión el enfermero puesto que no sabia quien era.
─ Es su perro…seguramente esos bichos se lo habrán llevado…─ dije pensando que el pobre animal había terminado bajo tierra.
─ Gracias por todo señora…─ dijo el policía e inmediatamente se dirigieron a la siguiente casa por suerte ningún vecino había salido a fuera y uno de los policías había soltado una granada de humo.
Después de eso volví a colocar la puerta en su lugar y fui hacia el sótano por suerte lo que había dejado en los peldaños seguía estando ahí.
En cuanto di unos pasos pude ver que la pelirroja salio entre las sombras para olisquearme en cuanto lo hubo echo se retiro.
Seguí bajando mientras que la oscuridad lo inundaba todo poco a poco mis ojos fueron acostumbrándose viendo las telarañas que estaban por todas partes y los muebles parecían formar una especie de guarida.
Pude ver que la madre estaba en el suelo cubierta de telaraña pensé que lo mismo se lo habría puesto para que no se moviera pero por suerte estaba consciente, ahora el problema seria que me dejaran ayudarla.
Aunque su rostro intentaba esbozar una sonrisa le costaba bastante, me acerque a esta y me senté a su lado dejando varias cosas en el suelo que enseguida la pelirroja se acerco para olerlas.
Mientras que la pequeñaja había dejado las dos patas de la araña a su lado, aunque tenía varios moratones en su rostro por la pelea no parecían muy graves.
Saque las tijeras y empecé a cortar la telaraña, las chicas se me quedaron mirando extrañada, al terminar de hacerlo pude ver la herida, por suerte solo le había dado en el hombro pero tenia un buen agujero.
Corte un poco la ropa dejando ver la herida a la vista y empecé a pasarle un esparadrapo por los alrededores para limpiarla y ver como era de grande la herida, aunque no parecía mucho.
Puse algo de agua oxigenada en un algodón y antes de ponérselo sobre la herida solo empecé a rezar para que no se me lanzaran encima para devorarme por intentar ayudarla.
Rápidamente se lo puse encima y cerré los ojos esperando que no me pasara nada, pasados unos segundos abrí un ojo lentamente y mire hacia todas partes viendo que permanecían atentas mientras que el rostro de la madre era de dolor pero permanecía callada.
Pasados unos segundos pude ver que esta se relajaba tranquilamente, después de eso le puse algo de alcohol sobre la misma y después la vende como pude.
En cuanto hube terminado la del pelo blanco soltó mas telaraña sobre ella mientras que la pequeñaja empezaba a vomitar esa extraña gelatina verde colocándosela a su lado.
─ Y vosotras vais para la ducha yo mismo que yo…─ dije mientras empujaba a la pequeña para que subiera conmigo, esta se quedaba extrañada mientras miraba hacia atrás.
Subimos las escaleras y entramos en el cuarto de baño empecé a desnudarla pensando que tenia que lavarle también la ropa puesto que estaba llena del liquido verde de la araña.
Hice lo mismo y le di al grifo y enseguida me metí en la ducha con ella, en cuanto empezó a caerle el agua esta empezó a sacudirse pero parecía disfrutarlo y que se había acostumbrado a eso.
Empecé a limpiarle el pelo y a pasarle la esponja por el cuerpo para limpiarla bien de ese líquido que parecía que se le había pegado al cuerpo.
En cuanto salimos me apresure a tomar la toalla pero antes de que lo hiciera esta empezó a sacudirse el agua como si fuera un perro terminando empapada nuevamente.
─ La madre que te trajo…No podías estarte quieta…─ dije mientras iba a colocarle la toalla pero antes que lo hiciera esta entro de nuevo en la ducha y tomo el teléfono de la ducha y empezó a echar agua por todas partes.
─ Para detente…serás desgraciada…─ dije mientras esta se movía por todos lados echando agua por todas partes.
Cuando por fin pude detenerla solamente pude ver una sonrisa en su rostro al menos de momento era feliz y movía el teléfono de la ducha de un lado a otro como si fuera otro trofeo…..
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno dejo el siguiente capitulo espero que os guste y muchas gracias a todos .
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Mazoku
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LLAMADA DE LA REINA I
─ De eso nada…ya vale…─ dije mientras tomaba el teléfono de la ducha y lo colocaba en su lugar, pude ver el rostro de enfado tan tierno de la pequeña.
─ Venga vamos por otra…─ comente mientras le ponía una toalla que le quedaba algo grande y salía del baño con otra atada la cuerpo y al pelo.
Baje las escaleras, mientras que la enana intentaba correr para entrar en el agujero pero por lo grande de la toalla.
Cuando por fin llegamos al sótano empecé a bajar esta vez notando como se me pegaban los pies en los peldaños y enseguida la del pelo blanco apareció entre las sombras olfateándome esta vez estuvo unos pocos segundos puesto que me había duchado.
Pero de improviso le tome la mano y tire de ella sacándola de las sombras esta se me quedo extrañada y sorprendida la mismo tiempo mientras salíamos del sótano pero aun así no ofrecía resistencia.
Al llegar la baño empecé a quitarle la ropa pude ver que tenia lo mismo que la pequeña partes de su cuerpo que tenían manchas marrones que eran duras.
Después la metí en la ducha y abrí el grifo en eso la pobre empezó a sisear como si fuera un peligro.
Intento salir pero pasados unos segundos no pareciera que le importara al revés el sonido cambio radicalmente como si le gustara.
Eche un poco de champú en la mano y comencé a lavarle la cabeza parecía que le gustaba y estaba muy tranquila.
─ Bueno al menos no tendré problemas contigo…─ dije mientras le pasaba los dedos entre el pelo que era muy sedoso cuando hube terminado le pase el agua y empecé secarla después le puse otra toalla encima.
Salimos de allí pero no antes de que esta tomara su ropa, pero enseguida la tome al mismo tiempo.
La chica empezó a tirar de su ropa con rostro de enfado pero no podía dejarla que se la llevara puesto que estaba llena de liquido verde, por unos momentos estuve tirando para que soltara la ropa.
─ Muy bien…tengo una idea…─ comente mientras salíamos del baño y bajamos sin soltar ninguna la ropa pero en vez de ir hacia el agujero de la puerta fui hacia la cocina y tomando una manzana se la enseña esta empezó a mirarme con interés y después de pensárselo un rato cedió soltando la ropa y tomando la fruta.
─ Vale y van dos…vamos por la tercera…─ dije pensando que no sabia que hacer si se pusiera a correr.
Así que empecé a mirar por la cocina con lo poco que quedaba y ver si encontraba algo para engañarla.
En cuanto hube metido la ropa de la del pelo blanco y la pequeña en la lavadora me puse a investigar las alacenas para cuando encontré una pequeña bolsa de golosinas que por suerte estaba cerrada, las guardaba por si tenía algún capricho.
Me acerque de nuevo al agujero pensando en dejar un rastro de golosinas pero sabia que todas se lanzarían a por ellas tenia que separarla de alguna forma.
Así que volví a entrar de nuevo en el sótano y de nuevo la del pelo blanco se me acerco pero esta vez no estuvo mucho tiempo olisqueándome.
Baje al fondo y pude ver que la pelirroja estaba cerca de la madre mirando por si pasaba algo pero pude ver que se encontraba algo mejor al parecer tenían una curación muy rápida.
Estaba sentada mirando a las niñas con cierta sonrisa en su rostro, incluso me daba algo de miedo acercarme.
Pero me acerque lo suficiente a la pelirroja para sacar una golosina de la bolsa y ponérsela delante de la cara.
Esta empezó a olfatearla mientras las demás se acercaban la mismo tiempo, sin pensarlo mucho dio un mordisco pensé que me terminaría arrancando un dedo pero ni siquiera note que lo había tomado.
Pude ver a las hermanas con cara de enfado mirándome en eso tome un par de golosinas y se las di a cada una mientras me separe unos pasos y seguí ofreciéndole otra a la pelirroja.
Esta me siguió tranquilamente hacia el baño para cuando llegue arriba le puse la bolsa en el suelo y cerré la puerta con el pestillo para que no se escapase.
Mientras comía tranquilamente las golosinas empecé a desnudarla y después de eso la conduje hacia la ducha pero en cuanto noto el agua en su pelo, salio disparada dando vueltas por toda la habitación era como un borrón al que no podía seguir.
─ Muy bien ya te cansaras…─ dije mientras la veía intentando encontrar alguna salida en eso tome la bolsa de golosinas y empecé a comerme algunas en cuanto lo hice esta se detuvo enseguida e intento tomar la bolsa.
─ De eso nada…tu eliges…si la quieres, te metes en la ducha…─ comente mientras sostenía la bolsa cerca de la ducha esta se detuvo y me miro con cara de extrañeza y duda al mismo tiempo.
Moví un poco la bolsa haciendo que escuchara le sonido, sin pensárselo mas tomo la bolsa y se metió en la ducha.
Empecé a echarle agua por encima podía escuchar un sonido extraño como si estuviera gruñendo por haberla metido en la ducha.
Pasados unos segundos el sonido cambio totalmente parecía que le gustara mientras seguía comiendo las golosinas.
El pelo era muy suave e incluso su piel pareciera que fuese fina y delicada, era como si estuviera lavando una muñeca de porcelana, aunque también tenía partes de su cuerpo que con esa mancha marrón de quitina.
Aun seguía pensando de donde habían salido estas chicas y su madre y el por que de esos insectos gigantes pero no encontraba ninguna respuesta.
En cuanto termine cerré el grifo y abrí la puerta como un rayo salio corriendo hacia la puerta para salir pero al no poder hacerlo se dio un buen golpe en la cabeza haciéndole caer de espaldas y emitiendo un ruido de enfado contra la puerta.
─ Ja, ja, ja…tranquila ven aquí…─ dije mientras sacaba el secador y lo enchufaba enseguida el sonido hizo que con curiosidad se acercara.
Empecé a pasárselo por el cabello, esta parecía que le gustaba y se quedo quieta esperando a que terminara.
Una vez que lo hube echo apague el secador y lo guarde poniendo su ropa en el cesto de la ropa sucia, le puse una toalla y le abrí la puerta en cuanto lo hice esta salio corriendo de nuevo al sótano o eso supuse.
Suspirando tome la ropa de ellas y me dirigí hacia la cocina para meter la ropa en la lavadora al, bajar me quede mirando la puerta que estaba desvencijada y tenia que llamar al seguro pero no sabría como explicarles lo que había pasado, aparte tenia que ir de compras, abrí el frigorífico y no había casi de nada.
Intente hacerme un par de tostadas, mientras se hacían llame por teléfono para que vinieran a repararme la puerta aunque no sabia si dejarían pasar al carpintero puesto que había varios coches aparcados afuera vigilando lo que pudiera salir del agujero.
Puse la televisión y nada mas que aparecían noticias sobre ataques de los insectos a varias zonas incluso decían que se habían encontrado un par de muertos en el parque, pensé que seria el escarabajo que habíamos dejado escapar.
En cuanto me tome las tostadas al girarme pude ver a dos de ellas que estaban pendientes de la lavadora.
Ni siquiera me di cuenta que habían salido, estaban como hipnotizadas viendo como giraba el tambor de la lavadora.
En cuanto se detuvo me acerque y empecé a mirar la ropa al menos las manchas habían salido me quede mirando a la pequeñaza y rebusque encontrando su ropa en cuanto se la di esta enseguida se la coloco pero empezó a olérsela extrañada.
Después de eso tome la del pelo blanco y se la ofrecí esta se quedo olisqueándola extrañada y después de manera reticente se la puso ambas empezaron a olisquearse, supuse que no notaban el olor de la otra que llevaban sus ropas.
─ Venga…que solo os he lavado la ropa…que sois las mismas…─ dije mientras las veía olisquearse durante un buen rato en cuanto hube sacado la ropa de la pelirroja como un borrón se la puso empezando a hacer lo mismo olisqueándose.
─ Bueno yo os dejo que tengo que…vestirme ir a comprar…─ dije mientras las dejaba que se olieran un buen rato y subí las escaleras para vestirme y comprar algo el problema es que tenia que pagar de tarjeta puesto que el monedero se había quedado en la oficina.
En cuanto hube terminado de vestirme tome la tarjeta y baje mirando la puerta que estaba destrozada por suerte le carpintero vendría después, aun me dolía el cuerpo por los golpes que había recibido.
En cuanto baje las chicas no estaban pensé que habían entrado en el asotano para estar pendiente de su madre.
Moví la puerta aun lado y después la volví a colocar como pude mientras los soldados se me quedaban mirando y me hacían dar un rodeo, esta vez habían venido bien armados.
Cuando abandone la zona residencial por otro lado empecé a caminar al supermercado mas cercano que tenia, la mañana era fresca y podía verse que la densidad de los transeúntes no era muy agobiante aunque también podía notarse la tensión que había; el sol no pegaba con mucha fuerza había varias nubes en el cielo esperaba que no hubiera tormenta.
Seguí caminando viendo algunas tiendas que había de paso, llegue la supermercado y entre el sitio parecía bastante tranquilo incluso no había mucha gente empecé a pasearme por los pasillos escogiendo lo que necesitaba y un poco mas para las chicas.
Llegue al mostrador y pague con la tarjeta lo que había comprado después de eso abandone el supermercado y camine hacia casa esperando que me repararan la puerta y no hubiera problema con las chicas, aunque mi mente no dejaba aun de darle vuelta de donde habían salido.
Entre por el mismo lugar mirando el cerco de soldados y policía que estaban vigilando el agujero.
Me acerque a la puerta y la moví de nuevo pensé que no había venido aun el carpintero del seguro.
Empecé a sacar las cosas de las bolsas y las fui colocando en su sitio por suerte la mayoría de las cosas estaban en bolsas cerradas y no hicieron que salieran a ver que es lo que había traído.
En cuanto lo hube ordenado me senté en el sofá para descansar un poco todo permanecía en silencio me extrañaba. Me acerque hacia le agujero de la puerta para ver si escuchaba algo pero todo permanecía en silencio no había ningún ruido y aquello no me hacia estar muy tranquila.
Abrí la puerta y baje lentamente pero apenas hube bajado un par de escalones escuche como alguien golpeaba en la puerta.
─ El carpintero del seguro…─ dijo el hombre mientras tocaba en la puerta enseguida me dirigí hacia este y moví la puerta, mientras este se quedaba mirando como estaba.
─ ¿Pero que le ha hecho…?...─ pregunto el carpintero mientras miraba con incredulidad la puerta.
─ Uno de esos bichos intento entrar en la casa…por suerte no cabía y termino tirando la puerta, fue el peor momento de mi vida…─ respondí diciéndole la verdad puesto que no sabría como mentirle.
─ Ha habido mucho ataques de esos bichos…si yo le contara lo que he tenido que reparar…─ comento el carpintero mientras se ponía a reparar la puerta en ese momento escuche como un sonido que provenía del sótano.
─ Disculpe tengo que hacer unas cosas…─ dije mientras el sonido aumentaba a medida que me acercaba al hueco de la puerta.
Abrí la puerta y comencé a bajar me extraño que ninguna de ellas apareciera y me olisqueara antes de llegar abajo.
Los ojos se me acostumbraron rápidamente a la oscuridad aparte entraba algo de luz por la ventana.
Pude ver que las tres estaban mirando hacia la ventana como si estuvieran en trance de alguna forma la única que parecía resistirse era su madre que pareciera que tuviera un terrible dolor de cabeza.
─ ¿Pero que esta pasando…?...─ pregunte de forma retórica mientras miraba como la mujer intentaba defenderse de algo.
Se levanto como puso rompiendo la telaraña y seguidamente empezó a gruñir de sobre manera haciendo que incluso me dolieran los oídos, pero al parecer funciono hizo que las chicas salieran de ese trance y empezaran a mover la cabeza de un lugar a otro.
Cada vez que una salía de ese estado empezaba a gruñir uniéndose al sonido de su madre era como si estuviera neutralizando el otro sonido.
Poco a poco fueron saliendo de su estado, estando así un buen rato hasta que por fin ceso, mi cabeza empezó a calmarse lentamente saliendo de ese dolor agudo.
─ ¿Pero que ha pasado…?...─ pregunte extrañada y la madre enseguida empezó a dibujar algo en el suelo, al mirar pude ver que se parecía a una especie de bicho gordo y enorme, enseguida pensé que seria la reina de estos, el problema parecía hacerse mayor, aunque lo que mas me confundía es que como me afecto ese sonido también….
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno dejo el siguiente capitulo espero que os guste a todos y muchas gracias .
Inició el tema
Mazoku
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3.588 ATC
LLAMADA DE LA REINA II
Enseguida entendí que se estaba refiriendo a la reina de los insectos y al parecer ese sonido era una llamada.
Aunque lo que mas me resultaba confuso era como podía haberlo escuchado yo también puesto que los sonidos de los insectos no eran muy estruendosos.
Enseguida me acorde del mordisco queme había dado la madre de las chicas y pensé que me habría transmitido algo de ellas.
─ Señorita!...la puerta ya esta!...─ exclamo el carpintero desde arriba mientras poco a poco se me iba calmando el dolor de cabeza, aunque eso no me pronosticaba nada bueno.
─ Ahora subo…─ dije mientras abandonaba el lugar escuchando el sonido de ellas y la madre que parecía que la reina continuaba con su llamada.
Al llegar arriba pude ver que el carpintero había terminado le trabajo al menos tenia ya la puerta, al acercarme a esta pude ver que había un gran efectivo tanto de periodistas como policías y ejercito la rededor del agujero.
─ Muchas gracias…─ dije mientras despedía al carpintero que empezaba a recoger sus herramientas.
Después de eso cerré la puerta y me apoye de espaldas contra esta dejándome caer y esperando que no volviera a salir de nuevo nada de ese agujero.
Pero algo me decía que tendría que volver a entrar al agujero y hacer algo con esa reina puesto que la llamada que había echo no seria seguramente para irse del lugar.
Estuve unos segundos resoplando hasta que del sótano pude ver salir a la pequeñaja que se me acerco con el osito en la mano y se me quedo mirando extrañada y confusa aunque solamente me sonrió y me paso el rostro por le brazo mientras emitía un sonido que me pareció calmante.
─ Que suerte tienes…de no enterarte de nada…─ dije mientras le acariciaba el cabello durante unos segundos hasta que las tripas me rugieron en eso la pequeñaja se quedo mirándome con cara de confusión mientras miraba a mi abdomen.
─ Vale voy a hacer algo de comer…─ dije mientras me levantaba y me dirigía hacia la cocina mientras que la pequeñaja me seguía pero esta vez con una sonrisa en el rostro aunque me temía lo peor.
En cuanto llegue a la nevera y mire detrás de mi la enana había desaparecido pero no tardo mucho hasta que pude ver que un par de patas blancas salían del agujero del sótano.
─ Joder!...─ dije mientras daba un par de pasos hacia atrás hasta notar la pared de la cocina contra mi espalda.
Pero enseguida pude ver a la pequeñaja que salía sonriendo con las patas que había arrancado de la araña gigante y las soltaba en los pies.
─ La madre que te parió…casi me da un infarto…─ comente mientras me sonreía mirándome como esperando que hiciera lo mismo con la otra pata que me había entregado.
─ Estupendo hoy toca carne de bicho…─ dije mientras tomaba ambas patas con cierto repelas aun estaban calientes así que las coloque sobre la mesa y empecé a darle varios golpes con el cuchillo abriendo la quitina y colocando todo lo que tenia dentro en un par de platos.
Pero al darme la vuelta pude ver que estaban las otras dos junto con la madre que parecía traer algo en la mano que enseguida puso encima de los platos.
Eran varias larvas e insectos aquello no hizo mas que revolverme el estomago mientras que la del pelo blanco miraba con cierta hambre como comían sus hermanas.
─ Eres la que mas me gustas…aunque también la que mas repelus me das…─ hable mientras abría la nevera y tomaba varias frutas.
En cuanto lo hice esta se me acerco y al cerrar la nevera pude ver de reojo un kivi que había comprado.
Tome el kivi y en cuanto le empecé a retirar la piel dura la del pelo blanco me miro abriendo los ojos todo lo que podía parecía incluso que su boca empezaba a salivar mostrándome una fila de dientes afilados.
─ Vaya…que sorpresa…─ dije mientras contrata en rodajas el kivi, después de haber terminado le puse uno delante y esta enseguida abrió la boca.
La madre se acerco pero al olerlo movió un par de veces la cabeza pero no hizo nada para detenerme.
Se lo puse en la lengua y esta enseguida empezó a masticarlo con alegría e incluso se podría decir que felicidad.
Mientras que las demás comían los insectos y la carne de las patas de la araña que había cortado, podía ver en sus caras felicidad al hacerlo.
Mientras que las demás se lanzaban a comer la madre tomaba los insectos y se los comía tranquilamente mientras miraba a sus hijas comer.
Me quede por un momento mirándola con cierta felicidad pero enseguida note como la del pelo blanco me empujaba con la cabeza haciéndome saber que quería más.
Tome un plato y puse varias frutas junto con el kivi que lo coloque por encima en rodajas, en eso al momento se puso a comer con cierta fruición.
─ Bueno ahora me toca a mi cenar…─ comente mirando como comían con ganas empecé a mirar que tenia en la nevera así que tome una ensalada esperando que la del pelo blanco no tomara la lechuga y terminara comiéndosela.
Mientras comía todo estaba en completa tranquilidad, puse algo de pollo junto con algunas nueces en la ensalada y algo de vino aunque, era mejor mantenerlo alejado de ellas.
Me senté para comer con tranquilidad mientras las demás seguían comiendo, encendí la televisión para pasar el rato.
En todo canal que cambiaba encontraba noticias sobre lo que estaba pasando y que aun no habían llegado a entrar en el edificio.
─ Que extraño podrían haberlo destruido…─ pensé puesto que les hubiera resultado fácil con aviones pero al parecer querían algo más.
Al girar la cabeza pude ver que estaban todas a mi lado tome la copa de vino y preferí no soltarla, ya que la pequeñaja estaba mirándola con cierto deseo en los ojos.
─ No, de eso nada ni se te ocurra siquiera pensarlo…─ le dije de antemano mientras parecía con ganas que le diese un poco.
Pero cuando estaba diciéndole eso a la pequeñaja pude ver de reojo en las noticias unas imágenes de la pelea que habían tenido con la araña gigante afuera de casa.
─ ¿Pero que demonios…?...─ pregunte con cierto miedo en la voz mientras miraba las imágenes que al parecer hayan sido grabadas con un móvil por alguien.
─ No, no, esto no puede ser…─ comente mientras veía las imágenes y paseaba de un lugar a otro y escuchaba los siseos y gruñidos de las chicas viendo la escena.
Pasados unos segundos de sorpresa pude escuchar como imanaban a la puerta, enseguida el primer pensamiento que me vino fue que entraran en el sótano.
─ Venga rápido al sótano…─ dije mientras apagaba la televisión y las obligaba a entrar al sótano pero en cuanto llamaron nuevamente estas giraron la cabeza y empezaron a gruñir como si hubieran reconocido a alguien detrás de la puerta.
─ Rápido tenéis que entrar…─ comente mientras veía el rostro de enfado de todas ellas y que a duras penas entraban en el sótano una vez dentro.
Me dirigí hacia la puerta para abrir, no sabia que es lo que me esperaría, pero estaba segura de que no seria nada bueno.
Mire por la mirilla y pude ver que era un par de soldados y un hombre joven de pelo castaño y liso de facciones duras, constitución normal y no era mas alto que yo, este solamente sonreía con amabilidad pero había algo que me decía que no era de fiar, bestia con una bata blanca y una ropa informal.
─ Disculpe señorita, ¿podríamos hablar un momento…?...─ cuestiono el hombre con tono de amabilidad mientras esbozaba una sonrisa que parecía forzada.
Pues la cadena y abrí la puerta entornándola y mirando con extrañeza al hombre que me había preguntado.
─ Si, dígame…─ respondí mientras miraba todo l oque daba la puerta de si viendo que había varios periodistas y gente haciendo fotos con los móviles.
─ Me llamo Alonso y me gustaría hablar con usted de las, por decirlo de alguna manera las frituras que habitan su casa…son especimenes que se han escapado de nuestras instalaciones…son muy peligrosas…me gustaría que nos la devolviese…─ dijo el hombre con mucha amabilidad mientras esbozaba una sonrisa de oreja a oreja.
─ Lo siento pero no se a lo que se refiere…─ comente intentando hacer que no sabia a lo que se había referido.
─ Me refiero a esto señorita…─ dijo Alonso sacando una tablet y mostrándome la pelea con la araña gigante en la que se podía ver claramente a las chicas como luchaban contra el insecto junto a la madre y que yo las estaba ayudando.
─ Ah, eso no se de donde salieron esas personas…pero me ayudaron contra ese bicho…─ comente intentando sacar una excusa creíble aunque sabia que no la aceptaría.
─ ¿Señorita…?...─ pregunto Alonso con la sonrisa que me ponía de los nervios.
─ Lucia…─ respondí de manera corta y seca esperando lo que me dijera.
─ Señorita Lucia podemos hacerlo por las buenas o por las malas usted decide…pero esos especimenes son nuestros…─ dijo el hombre insistiendo en que eran sus especimenes y que los obtendría de una manera u otra, sabia perfectamente que si lo hacían pro la fuerza no podría hacer nada, pero aun así tendría que aguantar lo que pudiera.
─ Lo siento… ¿pero de que compañía me ha dicho que es…?...─ cuestione esperando saber de que compañía era.
─ Injetech…una compañía farmacéutica…con sucursales en todo el mundo…─ respondió el hombre con orgullo explicándome que era una gran compañía.
─ Pues lo siento pero aquí no hay nada de lo que busca…─ dije cerrando la puerta de golpe pero sentí que algo la bloqueaba, al bajar la mirada pude ver que era la bota de un soldado.
─ Muy bien…si así es lo que quiere…se hará por las malas…─ comento el hombre amenazándome de que volverían y no podría hacer nada.
Después de eso el soldado quito el pie de la puerta y pude cerrar, tenia que hacer algo para que no se las llevaran.
─ Mierda!…─ exclame con cierta rabia pensando que no podría hacer nada por detenerlo.
Así que baje rápidamente al sótano en cuanto apenas di unos pasos la del pelo blanco se acerco olisqueándome y enseguida me dejo pasar.
Baje mientras mis zapatos se pegaban a las telarañas y crujían con cada paso que daba al llegar abajo me quede quieta viendo como la madre jugaba con la pequeña y la del pelo naranja jugaba con ella también mientras esta movía el osito de peluche de un sitio a otro.
Me acerque a estas y enseguida se detuvieron mirándome con cierta confusión, y al momento pude ver a la del pelo blanco que se me acercaba por la espalda pero permanecía a cierta distancia.
─ Lo siento pero tenéis que salir de aquí…vienen a por vosotras…─ dije mientras indicaba la ventana para que salieran.
Pero estas se quedaron extrañadas mirándome como hacia gestos parecía que no los entendían.
─ Joder…como os lo explico…─ dije mientras pensaba como decírselo dando vueltas de un lugar a otro pero en cuanto me fije pude ver a la pequeña que parecía seguirme e imitándome lo que estaba haciendo.
─ Te voy a echar mucho de menos…─ dije mientras me agachaba y le pasaba la mano por el cabello.
Esta emitía un sonido de que le gustaba o eso supuse por que la veía sonreír tranquilamente.
Empecé a hacer dibujos de un hombre y jeringuillas en cuanto hice eso estas empezaron a mirarlo con cierto interés.
Después de eso dibuje la ventana y una flecha para indicarles que se fueran, pero aun no parecían entenderlo.
─ Joder…¿Cómo so lo explico…?...─ pregunte de manera retórica mientras pensaba como hacerlo.
Y enseguida me vino una imagen a la cabeza empecé a dibujar unas jaulas y al lado el hombre, esto parecieron enseguida parecieron entenderlo puesto que un siseo de la del pelo blanco sonó detrás mía.
La madre me miro de forma seria y esta enseguida asintió y empezaron a salir por la ventana del sótano.
─ Adiós…─ dije con cierta pena mientras veía como se iban una tras otra esperaba que pudieran escapar.
Sabía perfectamente que si se quedaban terminarían de vuelta en alguna jaula y Alonso haciéndoles pruebas y experimentos.
Una vez que estuvieron fuera, abandone el sótano y tome la escoba y empecé a quitar telarañas del lugar estuve un buen rato.
Mientras recogía las telarañas del lugar empezaba a echarlas de menos incluso podía sentir como las lagrimas saltaban a mis mejillas de forma inesperada.
Al salir del sótano deje la escoba y puse la escoba en su lugar dejando todas las telarañas en el cubo de basura.
─ Bueno la menos…estaré mas tranquila…─ dije mientras me despegaba partes de la telaraña de los dedos y en ese momento pude ver el mordisco que me había dado la mujer y me había dejado esa marca.
Preferí no pensarlo e ir arriba para averiguar todo lo que podía sobre ese tal Alonso y lo que encontraba de él en Internet.
Me tumbe en la cama y empecé a teclear buscando toda la información que pude no tarde mucho ya que encontré con facilidad su facebook y varios de sus artículos sobre modificación genética y estudios en insectos.
Todo aquello me parecía bastante extraño puesto que ponía que podía crear una nueva raza de seres pensantes a partir de insectos y humanos al mismo tiempo, fue expulsado de varios sitios por sus experimentos crueles hasta que por fin topo con la compañía ultima en la que estaba trabajando.
─ Todo empieza a encajar…─ dije mientras seguía revisando su historial al parecer había sido un niño prodigio.
Estuve un buen rato empapándome de la información que estaba encontrando de paso también revise el mail de la empresa pero de momento no parecía que hubiese nada.
Mire mis e-mails para comprobar si tenía alguna carta de alguna compañera o compañero pero no parecía que nadie me hubiera escrito.
─ Esto es rarísimo…habíamos salido casi todos…─ pensé recordando antes de que sucediera lo de los insectos.
Cerré el portátil y me dispuse a ver la tele un poco, para ver si decían algo de Alonso y de las oficinas que estaban llenas de telaraña.
Pasaba los canales pero no había nada, si de muchas noticias de nuevos agujeros que se habían formado en otros sitios y otras partes que estaban siendo invadidas de la misma forma que el edificio donde trababa,
Pero cuando estaba casi para apagar la televisión, llegue a un canal al que le estaban haciendo una entrevista a Alonso, este explicaba que algunas personas habían sido puestas en cuarentena por que habían sido afectadas por los insectos y necesitaban hacerles pruebas.
La cámara pasaba pro las instalaciones de afuera en donde había varias tiendas de campaña y soldados por todas partes podía verse que varios compañero estaban en camastros inconscientes, algunos de ellos tenían esos parches de quitina mientras que Alonso explicaban que eso eran mordidas de los insectos que los habían atacado.
─ Será mentiroso!…─ exclame con enfado en mi voz mientras seguían pasando la cámara por el lugar hasta que llegaron a una tienda de campaña en donde habían varias jaulas puede ver a la madre y a las chicas que se habían ido.
Podía verles con cara de desesperación y enfado mientras intentaban salir de las jaulas, pero al parecer no estaban todas, la pelirroja parecía que había escapado, y justamente a su lado estaba el gran escarabajo que la pequeñaja había derrotado.
Podía ver a la del pelo blanco sentada y resignada, mientras que la pequeñaja estaba intentando romper los barrotes para salir por todos los medios pero al parecer no lo conseguía, la madre sin embargo podía vérsele en el rostro la preocupación e intentaba salir pero tampoco podía.
Mientras que el escarabajo gigante estaba rodeado por cuerdas que le mantenían en el suelo se podía escuchar como chillaba e intentaba ponerse de pie.
─ Doctor Alonso… ¿Qué son estas criaturas…?...─ pregunto el entrevistador mientras pasaban las cámaras por las criaturas en eso pude ver como alonso empezaba a caminar y tomaba un aparato y enseguida le dio un calambrazo a la pequeñaja que reboto contra la jaula.
La madre empezó a gruñir con fuerza mientras que la del pelo blanco siseaba amenazándolo, pero en cuanto Alonso se acercaba a las jaulas estas retrocedían de inmediato.
─ Estas criaturas son una evolución extraña de los insectos que hasta hoy han permanecidas ocultas…intentando adaptarse a nuestra sociedad como espías…Necesitaremos hacerles pruebas para averiguarlo todo sobre las criaturas…─ dijo Alonso mientras explicaba sobre los estudios que había echo sobre las criaturas.
─ Será hijo de puta!...─ exclame mientras pagaba la televisión y en eso escuche un sonido en el sótano que me sobresalto.
En seguida me levante y baje las escaleras encendí la luz para ver de que se trataba, pensé que podría ser Fluffy aunque me resultaría raro que hubiera escapado de esa araña.
─ ¿Quién esta ahí…?...─ pregunte mientras bajaba con cierto miedo en el cuerpo pero enseguida este desapareció al escuchar un gruñido que me resultaba muy familiar así que baje rápidamente pero aun así no encontraba a nadie todo estaba a oscuras, solo veía muebles por todos lados.
─ Las luces…─ me di la vuelta rápidamente y en cuanto puse el pie en el primer escalón note como algo me abrazaba la pierna y temblaba.
─ AAAAHHHH!!!...─ grite con fuerza pero no me moví ni un centímetro para cuando mire pude ver que era la pelirroja que parecía estar asustada y me abrazaba con fuerza.
─ ¿Pero como…?...─ pregunte mientras me agachaba y le empezaba a acariciar el pelo suavemente para que se calmara un poco cuando ya estaba algo calmada me soltó y me miro con cara de pena mientras emitía sonidos lastimeros podía ver que tenia varias marcas de arañazos sobre su cuerpo y varias quemaduras en su rostro incluso en su brazo todavía había una aguja clavada, parte de su vestido estaba echo polvo incluso sus zapatos estaban destrozados.
─ Ese tipo es un monstruo…─ dije mientras acercaba mi mano a donde tenia clavada la aguja para sacársela esta permanecía atenta y mirándome con confusión.
─ Te voy a quitar esto…espero que no te duela…─ dije mientras ponía mis dedos sobre la aguja y tiraba rápidamente en cuanto la saque la pobre emitió un sonido de dolor y después no hizo nada mas que abrazarme.
─ Muy bien lo primero que tenemos que hacer es que descanses…─ comente mientras le tomaba la mano para subir arriba pero esta empezó a moverse rápidamente para que saliera del sitio y fuera a rescatar a las demás.
─ Si, lo se…pero ahora no podemos hacer nada y tu estas echa polvo…─ comente mientras seguía dando brincos y tirando para que saliera de la casa, se que tenia razón pero no podía hacer mucho en su estado.
En un momento de su velocidad cayo al suelo pensé que seria por cansancio, la tome en brazos y fui hacia arriba para que descansara.
La tumbe sobre la cama y empecé a quitarle la ropa para remendarla al menos un poco y buscar algo que le sirviera.
─ Descansa…─ dije llevándome la ropa para remendarla, al llegar la sofá saque la caja de costura y me puse a hacerlo, no es que hubiera cosido mucho en mi vida pero bueno algo sabia.
Estuve un buen rato después de haber echo lo que había podido me fui hacia la cocina para comprobar que tenia para que comiera y encontré un plato con parte de esa gelatina verde que había probado.
─ Al menos se recuperara…─ hable mientras tomaba el plato y caminaba hacia las escaleras, al llegar al dormitorio la vi durmiendo placidamente, parecía un angelito extraño en cierto sentido.
Sin hacer ruido coloque el plato en la mesita de noche y me acosté a su lado en cuanto lo hice esta se acurruco como si fuera su madre la que la estuviera abrazando.
Solamente le pase la mano por el pelo suavemente durante un tiempo mientras escuchaba como de vez en cunado soltaba sonido lastimeros y movía la mano como queriendo encontrar a sus hermanas.
Poco a poco sin quererlo siquiera me fui quedando dormida la mismo tiempo, no se ni el tiempo que pase pero cuando me desperté ya era de noche.
La pelirroja empezaba a despertarse y enseguida tome el plato y se lo ofrecí para que se recuperara algo.
Enseguida se lo comió con ganas parecía que no había comido en un buen tiempo en cuanto termino empezó a dar brincos en la cama como queriendo que me levantara.
─ Vale ya me levanto…─ dije mientras esta seguía botando a mi lado después salio de la habitación a toda prisa esperándome al final de la escalera completamente nerviosa.
─ ¿Pero se puede saber que te pasa…?...─ pregunte mientras bajaba despedazándome y bostezando, enseguida mire por la ventanilla no parecía haber muchos guardias alrededor del agujero.
Seguí bajando las escaleras para cuando llegue a donde estaba, esta entro rápidamente en el agujero y bajo al sótano.
─ ¿Para que quieras que te siga…?...─ pregunte aun sabiendo que no obtendría respuesta baje la escalera y llegue a donde estaba, la pelirroja nerviosa de un lugar a otro apuntando hacia la ventana.
─ ¿No querrás que vayamos a rescatarlas…? es imposible, las han capturado el ejercito…─ dije pensando que no me iba a entender sin embargo se me acerco y me tomo de la mano empezó a tirar de mi con fuerza para que fuera hacia la ventana rota del sótano para ir con ella mientras emitía unos sonidos extraños que me parecían de pena.
Aunque la verdad no sabía que hacer, además era la única persona que conocía y en parte era mi responsabilidad.
Por unos segundos me quede mirando a la pobre que continuaba tirando de mi mano para que la siguiera hasta que mire en mi otro brazo y vi el símbolo que me había dejado la madre la morderme, pensé que era parte de su familia y tenia que ayudarla.
─ Muy bien espera aquí un momento…─ dije con convicción puesto que sabía que ellas y también me ayudarían si estuviera en peligro.
Subí las escaleras rápidamente y al llegar ala habitación tome una mochila e introducí algo de ropa y pase al cuarto de baño tomando un botiquín que tenia, después de haber metido lo que suponía que necesitaría me coloque la mochila y saque valor de donde no tenía para enfrentarme a todo.
Baje las escaleras y volví a mirar por la ventana viendo que todo estaba a oscuras y en silencio, los focos iluminaban el agujero que estaba rodeado por focos y por un par de soldados.
─ Muy bien veremos como entramos…─ dije pensando que iríamos directamente por el suelo ya que a esa hora no había ningún vehiculo.
Baje las escaleras y escuche unos pasos rápidos que iban de un lugar a otro para cuando estuve abajo pude ver a la pequeña que daba vueltas nerviosa esperándome.
─ Tranquila ya vamos…─ dije pensando en l oque tendríamos que hacer y buscar una solución para poder entrar pero enseguida esta se lanzo pro la ventana.
─ Pero que haces loca…espera!...─ exclame sin darme cuenta y enseguida me tape la boca, subí rápidamente y salí por la ventana algo dificultosamente para cuando logre hacerlo pude ver a los soldados que estaban tirados en el suelo.
─ Espero que no los hayas matado…─ dije mientras caminaba hacia ellos y le puse la mano en el cuello comprobando que siguieran vivos, al menos solo estaban inconscientes pero tenían un buen mordisco en los brazos.
Cuando gire la cabeza pude ver que la pelirroja estaba toqueteando un arma y mirando a través del canon.
─ No, eso no lo hagas…mejor dejamos el arma en su lugar…─ dije mientras intentaba tomar el arma y devolverla a su lugar pero esta empezó a moverla de un lugar a otro como hacia la pequeñaja.
─ Te quieres estar quieta…─ dije mientras intentaba hacer que se detuviera pero en un momento el arma se disparo y esta enseguida la soltó y salio corriendo hacia el agujero.
─ La madre que te parió!...empezamos bien…─ dije mientras la veía que se metía en el agujero con rapidez.
─ Si claro ahora huye…─ comente mientras veía el arma humeante y escuchaba Blas sirenas que se habían activado.
Como pude me acerque al agujero y empecé a descender mientras escuchaba los pasos de los soldados que se aproximaban para saber que es lo que había pasado.
Baje rápidamente mientras veía las linternas de los soldados iluminar el agujero por suerte no llegaron a enfocarnos y logramos llegar abajo.
La pelirroja podía verse que estaba nerviosa por el sonido de la pistola y estaba temblando.
─ Es mejor que te calmes un poco…─ hable mientras me acercaba a esta y le acariciaba el pelo y le ofrecía un caramelo.
Podía notarse la humedad por suerte había varias setas y hongos bio luminiscentes por el lugar así que aunque hubiese algo de luz mis ojos les costo algo acostumbrarse.
En cuanto se termino de comer el caramelo pude ver que estaba un poco más calmada, pensé en el camino que nos quedaría hasta llegar a los edificios.
El lugar era enorme y estaba lleno de agujeros por todas partes, lo mas seguro serian los túneles del nido.
─ Bueno ¿ahora por donde vamos…?...─ pregunte mientras veía la cantidad de agujeros que había por la pared y que cualquiera podría llevarnos a algún nido o a algo peor.
Pensé que la ciudad estaba infectada por esos bichos pero lo que no lograba saber era como habían aparecido.
La pelirroja anduvo unos pasos y se detuvo enseguida empezó a olisquear el ambiente, después de eso empezó a emitir unos sonidos hacia todos los túneles.
Me quede algo extrañada, pero pasados unos segundos pareció que estaba mas contenta y se me acerco agarrándome de la mano.
─ Vaya…parece que las has encontrado…─ comente y empecé a caminar por esos túneles con algo de dificultad algunos eran mas estrechos de lo esperado de vez encunado veíamos algún bicho que pasaba por la zona pero no parecía que nos hiciera nada.
En cuanto salimos de unos de los túneles llegamos a otro que era un cruce y esta vez podía ver la preocupación en el rostro de la pelirroja.
─ ¿Qué pasa…?...¿has perdido el rastro…?...─ pensé mientras la veía ir a de un agujero a otro y enseguida se detuvo como si estuviera paralizada en la entrada de un túnel.
Me acerque lentamente mientras la llamaba pero no parecía reaccionar de ninguna forma.
Enseguida un sonido fue como si atravesase mi cerebro y empezaron a dolerme los oídos.
─ Otra vez tu…pero esta vez vengo preparada…─ dije mientras que a duras penas miraba en la mochila y encontraba un par de tapones para los oídos.
─ Esto esta mejor…─ dije mientras el dolor se calmaba un poco pero en ese momento pude ver como la pelirroja se giraba parecía estar en trance incluso los ojos los tenia en blanco.
─ ¿Te encuentras bien…?...─ pregunte con algo de miedo pero en cuanto termine de hablar una ráfaga me impactara cayendo al suelo y rodando varios metros por el suelo.
─ Auch!... ¿pero que demonios te ocurre…?...─ pregunte con cierta rabia y miedo en mi voz pero enseguida supuse que el sonido de la reina le había afectado y al no estar la madre que pudiera neutralizarlo estaba bajo su control y no sabia como detenerla….
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste a todos y muchas gracias .
Inició el tema
Mazoku
630
3.588 ATC
INSECTO PELIGROSO
Esta se dio la vuelta mostrándome los ojos que estaban completamente en blanco era como si estuviera en trance.
─ Resiste puedes hacerlo!...─ dije mientras me levantaba dolorida e intentaba acercarme a la mochila para tomar los tapones para los oídos, incluso con los que tenia puesto podía ver como el lugar retumbaba.
En cuanto di apenas un par de pasos hacia la mochila de nuevo la pelirroja se me lanzo a toda velocidad impactando contra mi cuerpo y haciéndome caer de nuevo al suelo.
─ Joder!...─ dije volviéndome de nuevo a levantarme pero esta vez mas lentamente puesto que el impacto había sido fuerte contra las paredes.
Respiraba con dificultad mirando la mochila que la tenia a escasos pasos de donde estaba pero le problema era después puesto que tenia que ponérselos.
─ Tengo que estar atenta…a sus movimientos…─ comente pensando que si me diera otro golpe probablemente no tendría tanta suerte y a saber donde terminaría.
Mire hacia todas partes y pude ver como unos ojos brillando desde los demás túneles pensé que serian los bichos esperando a que cayera al suelo para llevarme a alguna parte.
─ Dios! duele horrores…─ exclame mientras me levantaba me quede mirando a la pelirroja que permanecía atenta a lo que estaba haciendo.
─ Muy bien…venga arremete…─ comente esperándole que volviera de nuevo a hacer lo mismo esperando quitarme a tiempo.
Cuando me quede de pie di un par de pasos y enseguida la pelirroja se acerco aquellos segundos se me hicieron eternos viendo como se acercaba ese borrón hacia donde estaba pero en el ultimo momento logre apartarme haciendo que esta chocara contra la pared, después del impacto esta cayo al suelo un par de metros rodando por el mismo.
─ Lo siento…pero es por tu bien…─ dije mientras me acercaba cojeando hacia la mochila en ese momento tome un par de tapones para los oídos para ponérselos, pero la darme la vuelta pude ver un par de esos bichos pequeños cerca de ella.
─ Genial…─ dije mientras me acercaba con lentamente y con un dolor terrible en la pierna al menos sabia que no la tenia rota si no, no podría ponerme de pie.
Pero el dolor me atenazaba la pierna con fuerza llegándome desde el tobillo hasta el muslo.
─ Apartaos de ella…─ dije con valor mientras me acercaba a los bichos que estaban rodeándola.
Tome un par de piedras y se las lance haciendo que estos salieran corriendo rápidamente metiéndose por los agujeros, por suerte escaparon ya que no sabría que hacer si se hubieran quedado.
Me acerque a esta mientras empezaba a quitársele el mareo y abría los ojos enseguida le puse los tapones en el oído haciendo que sus ojos volvieran a la normalidad.
─ Estupendo…menos mal…─ dije mientras me sentaba a su lado pero en cuanto se levanto se paso la mano por los oídos para ver que es lo que tenia.
─ No!...ni se te ocurra…─ exclame mientras le tomaba las manos y movía la cabeza para que no se los quitara mientras esta parecía que se sentía extraña con eso en los oídos.
Me levante a duras penas mientras cojeaba el dolor era menos pero aun me dolía bastante, esta al verme se puso a mi lado para ver que me estaba pasando.
─ No te preocupes, no ha sido tu culpa…además creo que no lo entenderías por mucho que te lo explicara…─ hable al tomar la mochila y ponérmela sobre los hombros, pero a pesar de todo la pelirroja se me acerco y me tomo de la mano como si de alguna forma resintiera culpable por lo que había echo de manera subconsciente.
A pesar de estar solas sentía que estaba siendo vigilada por todas partes incluso me pareció escuchar algún siseo a pesar de tener los tapones para los oídos puesto que aun me retumbaba el paisaje.
Seguimos pasando pro unos túneles en algunos nos deteníamos para que la pelirroja olisqueara por cual se suponía que deberíamos de seguir.
Después de un buen rato llegamos a uno que subía hacia la superficie por ese pude ver la luz de las farolas que entraba.
─ Al fin…pero ahora queda lo peor…─ dije mientras empezaba la escalada pero a pesar de todo en cuanto puse la pierna en para impulsarme el dolor me atravesó la pierna por completo de un lado a otro era como si me hubieran clavado un puñal.
─ Auch!...─ exclame sintiendo como el dolor me atravesaba pero en eso pude ver como la pelirroja se me acercaba para ver que estaba pasando con cara de preocupación.
Enseguida baje las piernas mientras me la frotaba un poco para masajearla mientras el dolor iba cesando en eso la pelirroja sabio corriendo por los túneles a toda velocidad.
─ Pero se puede saber a donde vas…eso ahora déjame sola…─ dije mientras veía como se alejaba y me quedaba en ese sitio oscuro parecía ni siquiera había esos hongos bio-luminiscentes solamente la luz que provenía desde la parte de arriba.
Después de un par de minutos pude ver como la pelirroja se acercaba con algo en las manos un bicho pequeño pero con el abdomen grande lleno de un líquido verde transparente.
Enseguida me puso el bicho en las manos y se me quedo mirando extrañada, mientras miraba esa cosa que me parecía asquerosa seguramente estaría esperando que hiciera algo con esa cosa.
─ ¿Y que hago con esta cosa…?...es asqueroso…─ dije mientras soltaba aquella cosa en el suelo que enseguida se puso a caminar lentamente.
Pero ni lenta ni perezosa la pelirroja lo tomo y empezó a sorber el trasero hinchado lleno del líquido verde, enseguida pude comprobar que parte de las heridas desaparecían casi de inmediato.
Seguidamente me lo volvió a poner en el regazo y de nuevo me miro con confusión esperando que hiciera lo mismo.
─ Joder que asco…─ dije mientras elevaba a esa cosa que me miraba con unos ojos que parecían estar muertos mientras abría la boca.
Le di la vuelta y me lo acerque a la boca notando esa piel blanda y casi se podía decir que se deshacía al contacto con mis labios, empecé a sorber lentamente con cierta reticencia pero en cuanto aquel liquido toco mi lengua note el sabor azucarado y delicioso y como poco a poco el dolor que tenia iba desapareciendo tanto las heridas y rasguños cerrándose.
─ Wooow!...es como vuestra gelatina pero en un envase algo asqueroso…─ comente soltando el bicho en el suelo y este iniciaba su andar nuevamente.
En cuanto hube terminado me levante y la pierna había dejado de dolerme me sentía como si estuviera en plena forma.
Mire hacia arriba viendo como las luces que había vigilando el agujero entraban por el mismo.
─ Muy bien vamos aya...─ dije y empecé a escalar sujetándome a donde pudiera, tampoco me había traído ningún equipo de escalada.
Aquello era muy difícil ciertos agarres incluso caían al fondo cuando ya estaba a bastante altura mire hacia abajo mientras se deslizaban algunas piedras sueltas.
─ Si me caigo me mato eso seguro…─ dije mientras seguía subiendo lentamente sin embargo la pelirroja subía fácilmente apoyándose en los salientes mas pequeños casi se podía decir que no le costaba dificultad alguna si no era por que se detenía de vez encunado para mirar donde debía de detenerse.
─ Eso tu cachondeate de mi…─ dije mientras veía como la escalada no era nada para ella.
Para cuando llegue arriba saque la cabeza del agujero lentamente pude ver que el sitio estaba rodeado de focos por si alguien pasaba por el sitio.
La pelirroja salia rápidamente pero en eso tuve que tomarla por la ropa deteniéndola por si acaso pudiera haber alguien vigilando.
─ De eso nada tu te esperas…─ dije mientras la tomaba por la ropa y la detenía en su carrera, mire hacia todas partes para cuando descubrí que había unos sensores de movimiento por si algo salía por el agujero y dar la alarma.
Poco a poco subí evitando los sensores de movimiento que estaban colocados, al estar fuera solté a la pelirroja.
Pude ver que había una verja metálica rodeando el lugar llena de focos y dos soldados a cada lado pero enseguida estos cayeron al suelo.
Salí del agujero y me acerque a la verja esperando que no estuviera electrificada, al lanzar algo no hubo ningún chispazo y escale esta.
Al salir el lugar estaba lleno de tiendas de campaña y varios traileres del ejército pude ver que había varios soldados patrullando el lugar.
─ ¿Dónde te has metido…?...Vuelve aquí…tengo que ponerle un puto nombre…─ comente mientras avanzaba entre las tiendas de campaña podía oír a personas hablar dentro de ellas mientras veía a un par de soldados que hacían su ronda.
Seguí avanzando entre estas intentando encontrar donde estaban sus hermanas, mire hacia todas partes para orientarme un poco.
Al girar la cabeza observe que me encontraba cerca del edificio donde trabajaba, pensé que lo mismo los compañeros estarían por algún sitio.
─ Eh…¿Dónde estas…?...─ cuestione casi susurrando mientras pasaba por las tiendas y escuchaba a los que había dentro hablar.
No veía a la pelirroja por ninguna parte así que me dirigí hacia uno de los traileres para ver que encontraba pensando que seguramente estarían en ellos.
Al llegar a uno al azar entre en este y pude ver con sorpresa que se trataba de donde estaba el escarabajo gigante atado con cuerdas metálicas.
Aquel pobre bicho se revolvía y chillaba intentando liberarse, en ese momento no podía hacer nada por el pobre.
En cierto sentido me daba pena, por que lo hubieran atrapado, así que abandone el trailer y me dirigí hacia otro pero cuando estaba a punto de abrirlo note como algo se apoyaba en mi espalda.
Enseguida levante las manos suponiendo que era el canon de un arma, al darme la vuelta eran los soldados que me habían descubierto.
─ Aquí unidad 305 Alpha…hemos encontrado un…─ comento uno de ellos con un walkie pero antes que pudiera terminar la frase este cayo al suelo.
El otro e dio la vuelta rápidamente con el arma preparada, mientras miraba con cierta confusión y algo de miedo.
─ Son…─ dijo el soldado pero antes siquiera de que pudiera terminar de hablar este cayo de nuevo al suelo.
Puse ver a la pelirroja con cara de satisfacción mientras inspeccionaba a los guardias olisqueándolos, por un momento pude respirar aliviada hasta que esta se acerco a los fusiles.
─ No de eso nada…ni se te ocurra cogerlos…─ dije mientras tomaba uno de los fusiles pero no fui lo suficientemente rápida puesto que el otro lo tomo enseguida y empezó a moverlo de un lugar a otro mientras lo hacia con alegría.
─ Si solo me falta eso…tu sigue moviéndolo veras el susto que te llevas…tráelo aquí…─ comenté tomándolo mientras esta me miraba con cara de enfado y empezaba a tirar de el para que se lo devolviera.
─ Que lo sueltes de una vez…─ hable susurrando mientras tiraba del mismo pero la voz en el walkie nos dejo como paralizadas.
─ Alpha 305 responda…responda Alpha 305…─ dijo la voz y enseguida la pelirroja tomo el walkie interesada y empezó a olisquearlo en ese momento me temía lo peor.
─ Alpha…─ dijo la voz nuevamente y sin llegar a terminar la pelirroja le dio un mordisco destrozando el aparato y enseguida empezó a mover la cabeza como si fuera una presa que había cazado.
Por un momento no supe que decir pero sabia que si no nos movíamos rápidamente enseguida nos encontraríamos con mas soldados que se pasarían por la zona.
Me levante rápidamente y me acerque a esta dándole un golpe en la cabeza que hizo que soltara el walkie de la boca y tome el fusil tirándolo al suelo.
─ Venga tenemos que darnos prisa…─ dije mientras nos movíamos entre las tiendas de campaña lentamente, después de un momento solté de nuevo a la pelirroja en el suelo esperando que encontrara el rastro de sus hermanas y su madre.
Esta empezó a olisquear el sitio intentando percibir los olores y después de unos segundos que me parecieron una eternidad, cuando por fin encontró de nuevo el rastro y se dirigió rápidamente hacia donde estaban.
Llegamos a un trailer que estaba vigilada por un par de guardias en la entrada que no fueron problema para la pelirroja pero la puerta estaba cerrada con una tarjeta.
Empecé a registrar a los guardias y encontré la tarjeta enseguida el pase por la cerradura y esta se abrió.
El sitio era grande y pude ver varias jaulas en el suelo y ahí estaban las demás junto a la madre que estaba emitiendo unos sonidos como si intentara tranquilizar al resto.
Nada mas verme pude ver como la jaula de la pequeñaja empezó a temblar para querer salir y al mismo tiempo la madre cambio los sonidos como si estuviera contenta de verme.
─ Tranquila…os sacare de aquí…─ comento mientras me acercaba a las jaulas para ver como podía sacarlas pero por mucho que mirara no veía la forma de hacerlo la cerradura necesitaba una tarjeta y no la tenia la pensé que la tendría Alonso.
─ Mierda!...─ exclame mientras miraba por todos lados pero no veía nadie, todas las jaulas estaban ocupadas salvo una que pensé que seria de la pelirroja.
La pelirroja miraba por todos lados moviéndose y tirando de los barrotes todo lo que podía pero sabía que estos no cederían.
─ Vaya, vaya…¿esta buscando esto…?...señorita Lucia…─ comento una voz conocida que me dios escalofríos por todo el cuerpo.
Me gire y enseguida pude ver a Alonso junto con un par de guardias que lo escoltaban, podía verse una sonrisa de satisfacción.
─ Ahora lo entiendo…le dio un par de golpes y la soltó para que fuera a donde sabia que vendría…─ dije pensando en el plan que había ideado pero no me cuadraba puesto que no le servia de nada.
─ Si, soy culpable pero…me gustaría saber por que usted fue la elegida por ellas…─ comento mientras me señalaba al brazo que era el lugar donde la madre me había mordido.
Enseguida me tape la parte del brazo donde me había mordido la madre para taparlo pero ya era una tontería.
─ Desde luego no es por haberlas capturado…─ dije con cierta rabia también pensando en por que había sido elegida.
─ Llévenla al trailer donde están los demás…─ dije mientras la pelirroja emitió un sonido de enfado y esta rápidamente acelero contra los guardias.
Pero enseguida cayó al suelo rápidamente mientras convulsionaba moviéndose erráticamente de un lugar a otro, la madre enseguida empezó a emitir otro sonido, mientras que la pequeñaja movía la jaula todo lo que podía.
─ Piedra, piedra…─ decía la pequeñaja una y otra vez como queriendo salir de donde estaba.
─ ¿Pero que le esta haciendo…?...Deténgalo!...─ exclame mientras me acercaba a esta que temblaba sin control y podía ver el rostro de satisfacción en su rostro.
─ Yo que usted no me acercaba…─ dijo casi sonriendo de manera diabólica mientras esta se movía espasmódicamente, después de unos segundos dejo de hacerlo.
─ Creía que iba a dejarla suelta sabiendo lo peligrosa y valiosa que es al mismo tiempo…─ dijo Alonso con seguridad en sus palabras y al mismo tiempo se acercaban los soldados para meter a la pelirroja en la otra jaula y poniéndome esposas de plástico.
─ Lleváosla…─ ordeno Alonso haciendo que los guardias me tomasen de los brazos y me sacaban de allí para llevarme a otro trailer que estaba apartado, este era mucho mas grande que los demás y que no había visto en las noticias.
Alonso paso la tarjeta por la puerta y esta enseguida se abrió dentro del lugar había varias jaulas en una de las paredes en la que podía ver a varios compañeros que estaban tiradas en ellas parecieran que estuvieran agiotados pero de refilón pude ver que tenían varias partes de insectos que parecían haber sido transplantadas de algunas formas.
El resto del trailer había ordenadores y una camilla en el centro, del techo bajaban unos brazos mecánicos de cirugía.
─ Es un monstruo…soltadme…ahora mismo…─ dije mientras me revolvía pero era imposible no había forma de hacerlo.
Enseguida los soldados me tumbaron en la camilla cortaron mis ataduras y me pusieron las correas en las manos y en los pies y otra en la frente.
─ Muy bien veremos que es lo que tiene…─ dijo Alonso disfrutando del momento mientras tomaba una jeringuilla y me la clavaba en el brazo para sacarme sangre.
─ Suéltame…─ repetí una y otra vez mientras intentaba soltarme pero no había forma después de haberme sacado sangre, levanto la manga de la ropa del otro brazo y saco una cámara para fotografiar la marca que tenia en el brazo.
─ Sentirás solo un pinchazo…─ dije mientras veía como se acercaba con un suero para inyectármelo.
─ Ni te me acerques…─ comente mientras veía como se acercaba con la aguja, enseguida note como me pinchaba el brazo y regulaba el suero.
─ Esto solo llevara unos segundos…no se preocupa no sentirá nada…─ dije casi sonriendo mientras acercaba una bandeja llena de instrumentos quirúrgicos y los brazos empezaban a moverse lentamente.
─ No, no…─ repetí una y otra vez mientras esos brazos estaban cada vez mas cerca y los ojos empezaban a sentir como mi cuerpo se paralizaba lentamente pero a pesar de eso podía sentirlo todo.
─ Muy bien…todo esta listo…─ dijo mientras me daba unos golpecitos en el cuerpo, no sentía nada pero estaba completamente despierta.
Acerco el bisturí a la marca y pude notar incluso el metal contra mi piel pero en cuanto empezó a cortar escuche como la sirena advertía que algo había entrado por el agujero.
No pude mas que darle gracias a lo que hubiera sido, enseguida entraron un par de guardias en el sitio.
─ Señor ha entrado un intruso…que no podemos localizar…─ comento uno de los soldados con rigidez en su hablar.
─ ¿Cómo que no habéis podido localizar…?…─ cuestiono Alonso extrañado pero yo estaba la mismo tiempo desconcertada.
Este salio junto con los guardias, intente moverme pero no había forma estaba paralizada por ese maldito suero.
Pero a los pocos segundos escuche como si algo cayera a plomo, mire hacia la puerta pero no nada, escuche como algo se movía por el suelo.
Pensé que quizás seria algún insecto que había entrado al lugar y había entrado en este sitio.
Pero para mi sorpresa cuando algo salto encima de mí pude ver que se trataba de una araña de las que habíamos peleado antes y estaba encima de mí mirándome fijamente.
Aquello no hizo mas que provocarme un miedo tremendo, esta se quedo quieta mirándome por varios segundos que me parecieron horas mientras le miedo me atenazaba.
Esta acerco sus mandíbulas hacia la correa que me ataba y soltó una especie de líquido verde que enseguida empezaron a disolverse.
Después de eso alguien entro en el sitio y enseguida escuche como alguien entraba pude ver que se trataba de una chica no mas mayor que yo su pelo era de color morado y liso mientras que de cada parte de su cabello salía un pequeño cuerno hacia abajo y otro en su frente, sus ojos eran de un color rojizo y sus facciones muy suaves.
Bestia una blusa de color blanco y en su cuello un lazo de color negro, en la parte inferior una falda de color púrpura y en sus piernas una medias de color blanco junto con unos zapatos de color negro.
─ Pero que narices…─ dije con sorpresa mientras esta se movía y empezaba a olisquearme el brazo.
Enseguida pareció comprender que era parte de la familia, como pude moví los ojos para que se diera cuenta que es lo que debía de tirar al suelo.
Esta me miraba extrañada y olisqueaba mi cuerpo una y otra vez hasta que por un descuido tropezó con el soporte del suero haciéndolo caer y sintiendo como la aguja salía de mi cuerpo con fuerza.
Esta se asusto y enseguida empezó a escupirle con fuerza mientras podía ver como unas agujas atravesaban la bolsa de plástico.
Poco a poco empecé a mover el cuerpo y despejarme pero aun seguía sintiéndome rígida, no podíamos estar mucho tiempo en ese lugar teníamos que liberar a las demás.
De repente la araña regreso rápidamente a su lado y esto empezó como a vomitar algo extraño de color rojo y esta se la tomo rápidamente, parecía como si recuperara fuerzas y estuviera más nerviosa.
La del pelo morado salio rápidamente del sitio donde estábamos y empezó a olisquear el lugar y comenzó a caminar hacia donde estaban las demás, mientras que podía escuchar los pasos de los soldados que se estaban desplegando por el lugar.
Mientras caminaba podía ver a la araña que me estaba siguiendo, tenia los pelos de punta cada vez que miraba hacia atrás esta se me quedaba mirando fijamente.
Enseguida estuvimos delante del trailer donde se encontraban sus hermanas, pero sabía de sobra que no podíamos abrir las jaulas sin la tarjeta de Alonso.
La del pelo morado se quedo quieta mirando a loo soldados mientras que la araña estaba a mi lado parecía como si fuera mi guardiana en algún sentido.
Esta hizo el ademán de entrar en el sitio, sabia que podía hacerlo pero no ganábamos nada con eso.
Le puse la mano encima del hombro esta giro la cabeza mirándome seriamente y con cara de extrañeza y le dije negando mientras movía la cabeza.
Teníamos que buscar a Alonso y tomar la tarjeta para poder rescatar a las hermanas esta volvió a insistir en entrar y sin que pudiera impedirlo soltó un par de agujas por su boca que acertaron a los guardias en el cuello haciendo que estos cayeran al suelo.
Enseguida salio corriendo hacia este pero se topo con la puerta que empezó a golpear con furia mientras intentaba hacer que se abriera pero sabia de sobra que no conseguiría nada.
─ Esto será complicado…─ dije mientras me movía hacia donde estaba pero nada mas que llegue a su altura escuche los pasos de los soldados y las armas que se ponían detrás de mi.
─ Vaya otra pequeña de la familia…─ dijo alonso mientras desde atrás enseguida esta se giro lanzando unas agujas pero los soldados se pusieron delante con unos escudos de plástico.
─ Crees que no vendría preparado…resulta muy interesante…─ dijo alonso mientras la miraba con interés y con una sonrisa diabólica.
Pero enseguida la araña soltó un liquido impactando en los escudos haciendo que estos se derritieran poco a poco, los soldados no pudieron mas que soltarlos.
Enseguida tomaron sus armas y empezaron a disparar la del pelo morado se movió rápidamente escondiéndose debajo del trailer mientras que los disparos se sucedían, tenia que salir de allí rápidamente o terminaría siendo un queso gruyer.
En cuanto me moví, los guardias cambiaron de objetivo y empezaron a dispararme pero la araña se puso en medio recibiendo los disparos.
Esta cayo al suelo acribillada enseguida pensé que habría perdido la mascota, me moví agachada entre los traileres.
─ No podrás escapar de aquí…ni tu ni ellas…─ dijo alonso con total seguridad mientras los pasos de los soldados se escuchaban por todos lados de momento estaba segura.
Pero podía ver las luces de las linternas que estaban buscándome, entre los traileres por suerte estaba debajo de estos pero no tardarían mucho en encontrarme.
Tenía que llegar a donde estuviera Alonso para poder tomar la tarjeta y salir de allí pero no encontraba como poder hacerlo.
Mientras permanecía de momento segura note como algo se arrastraba donde estaba, gire la cabeza y pude ver a la del pelo morado ponerse a mi lado mientras me miraba con cara de confusión.
─ Lo siento tu araña ha muerto…se que no me entiendes…─ comente con cierto tono de tristeza para hacérselo saber pero enseguida note como algo se me acercaba gire la cabeza y pude ver que era la araña y que poco a poco los agujeros de balas empezaban a cerrarse y la piel empezaba a regenerarse.
─ ¿Pero como es posible…?...─ pregunte de forma retórica viendo que la araña en pocos segundos estaba como si no le hubiera pasado nada enseguida pensé que era esa cosa roja que había tomado, era mucho mejor que la verde.
La del pelo morado empezó a emitir ciertos sonidos mientras que la araña parecía permanecer atenta a lo que le estaba diciendo.
Después de eso la araña salio rápidamente de donde estábamos mientras permanecíamos quietos en el lugar.
Pasaron unos segundos mientras que los soldados se acercaban a donde estábamos y no tardaríamos mucho en terminar capturadas, pero enseguida empecé a escuchar gritos y disparos desde otro lugar del recinto.
¿Qué has hecho…?...─ cuestione de manera retórica mientras ella salía de debajo del trailer pero escondiéndose en uno de los laterales.
Escuchaba a los soldados corriendo hacia un lugar y los disparos que se sucedían, pareciera que estuvieran perdiendo.
La del pelo morado empezó a avanzar hacia donde estaban sus hermanas, rápidamente la seguí cuando llego allí empezó de nuevo a golpear la puerta una y otra vez pero esta no se abría.
─ Te lo he dicho…no podemos entrar…─ dije mientras veía a la araña volver y quedarse a mi lado mientras emitía sonidos extraños.
Los disparos se acercaban cada vez mas hacia donde estábamos en eso me acerque a donde estaba la del pelo morado y la tome en brazos escondiéndonos en un lateral.
Aunque los pasos eran muy distintos cuando me di cuenta un escalofrió junto con una arcada me llegaba a la garganta viendo como los compañeros del trabajo que estaban en otro lugar combinados con insectos estaban rodeándonos.
─ Dios!...─ exclame mientras veía a los pobres compañeros que habían sido casi cambiados totalmente por ese loco.
Se movían como si fueran zombis de forma errática mientras emitían unos sonidos que eran muy parecidos entre los de los insectos y humanos.
La del pelo morado se acerco a ellos y empezó a vomitar esa especie de cosa roja en el suelo, y seguidamente empezó a emitir un sonido extraño como haciéndoles saber algo.
Estos se quedaron quietos por un momento y después todos se acercaron y empezaron a tomar esa cosa roja, mientras que las heridas se regeneraban rápidamente incluso algunos miembros perdidos empezaban a salir nuevamente.
─ Es increíble…─ comente sorprendida por esa cosa roja parecía algo sorprendente y demasiado bueno.
Esta vez escuche como se acercaban unos transportes que enseguida frenaron delante nuestra eran un par de jeeps con una ametralladora en la parte de arriba.
─ Esto va a ser una masacre…─ dije pensando en los pobre compañeros del trabajo mientras que los soldados empezaban a abrir fuego.
Enseguida los pobres se empezaron a acercar a estos de manera lenta mientras las balas impactaban sobre ellos pero a medida que lo hacían las heridas se cerraban casi instantáneamente, como si no les hubieran echo nada.
El ruido de los disparos llenaron el sitio aun con las manos tapándome los oídos los escuchaba podía ver como partes de ellos caían al suelo pero enseguida se volvían a regenerar.
Cuando estuvieron a la altura de estos atacaron a los guardias despedazándolos con fuerza la sangre lleno el lugar junto con partes de estos que saltaban pro todas partes, algunos de ellos fueron devorados.
Casi tuve que apartar la vista ante semejante espectáculo dantesco que habían echo después de eso la del pelo morado emitió un sonido extraño haciendo que estos se movieran hacia algún sitio pensé que irían en busca de Alonso….
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste a todos y muchas gracias .
Inició el tema
Mazoku
630
3.588 ATC
INSECTOS ZOMBIES
Aquel espectáculo me daba ganas de vomitar mientras veía como los soldados que caían podía ver los insectos humanoides se tiraban encima de ellos para devorarlos con saña mientras emitían chillidos con fuerza.
Mientras la del pelo violeta se quedaba mirando con cierta cara de satisfacción, no pude mas que apartar la visión para no ver eso, tome de la mano a esta y empecé a mirar entre el complejo para ver donde se encontraba Alonso.
Rebusque por el lugar hasta que encontré una tienda de campaña que era una semi-cúpula, un poco más grande que las demás.
─ Tiene que estar aquí…─ dije mientras me dirigía hacia la puerta y aun seguía escuchando los gritos de los soldados mezclados entre los chillidos de esos semi-insectos extraños.
Pase la tarjeta de los soldados y la puerta se abrió enseguida avanzamos viendo la cantidad de ordenadores juntos con unos tubos en los que había dentro unas masas de carne amorfa, al parecer estaba intentando recrearlas.
Pude ver a Alonso que estaba tecleando en un ordenador recogiendo los datos que había acumulado en las demás consolas.
─ Alonso esto ha acabado…date por vencido…─ comente mientras me acercaba en eso Alonso giro la cabeza viendo que estaba con la del pelo violeta que miraba a Alonso con cierto odio en el rostro.
─ Es que aun no lo entiendes…esos insectos son espías de su mundo para poder conocernos…y así poder infiltrarse…no te acerques mas…─ ordeno Alonso mientras seguía tecleando en eso la del pelo violeta me soltó la mano y avanzo rápidamente hacia donde estaba con la intención de acabar con todo eso.
Pero en cuanto llego a unos escasos metros en donde estaba una cúpula cayó encima de ella deteniéndola.
La pequeña empezó a soltar agujas por su boca pero parecía que no hacían nada ante su prisión.
─ Sabes acaso lo que podíamos aprender de estas criaturas…podríamos ser dioses…─ dijo Alonso mientras seguía tecleando rápidamente sin perderme ojo.
─ Eres un monstruo!...─ exclame con fuerza corriendo hacia Alonso para terminar con todo aquello.
─ Ni se te ocurra…en cuanto pulse este botón tu amiga será reducida a cenizas…─ dijo Alonso con crueldad en su voz mientras me miraba fijamente con unos ojos de loco que era capaz de hacer cualquier cosa.
Me quede paralizada sin saber que hacer, mientras Alonso seguía tecleando con rapidez después de eso tomo un pendrive y fue hacia los tanques con líquido mientras tomaba muestras genéticas.
─ Suéltala!...─ ordene con enfado viendo como este parecía salir impune de todo aquello.
─ Crees que me importa la muerte de unos pocos…mientras pueda conseguir lo que quiero por mi podría arder el mundo entero…─ dijo Alonso con tono de locura en su tono incluso en su mirada.
Siguió con lo que estaba haciendo incluso me sentía impotente puesto que tenia la vida de la pequeña en su mano.
Pero aquello no duro mucho de alguna parte salto la araña que siempre iba con la del pelo violeta saltándole encima, este cayo al suelo y empezaron a luchar rodando por el suelo.
─ Socorro!...─ exclamo Alonso mientras se peleaba con la araña que no hacia mas que emitir chillidos, mientras que ella no hacia mas que moverse por la semi- cúpula con nerviosismo.
─ Espera un poco a ver que puedo hacer…─ dije mientras miraba por los ordenadores haber si encontraba el botón para abrir la jaula en la que se encontraba.
─ Este es…─ dije presionándolo con fuerza y enseguida la prisión en la que se encontraba la pequeña se abrió, esta soltó un sonido extraño haciendo que la araña soltara a Alonso.
─ Muere!...─ grito Alonso sacando una pistola y dando varios disparos a la araña pero esta por suerte logro escabullirse.
Enseguida nos apunto con la pistola amenazándonos mientras la pequeña permanecía atenta.
─ ¿Crees que todo esto ha acabado…?...Te traicionaran…acabaran con la humanidad…─ comento Alonso mientras nos apuntaba con el arma.
─ Ellas no son así…─ comente defendiéndolas y esperando que de verdad no fuera de esa forma.
Este avanzo mientras nos mantenía apuntando pero antes de llegar a la puerta la pequeña soltó varias agujas por la boca clavando a Alonso a uno de los ordenadores de forma rapidísima ni siquiera me llegue a dar cuenta.
─ Suéltame bicho…─ protesto Alonso mientras intentaba soltarse, este empezó a disparar continuadamente pero no le era posible apuntarnos.
Me acerque a Alonso con cara seria una vez que hubo terminado y tome la tarjeta de su pecho arrancándola.
En cuanto hice esto pude escuchar como los insectos-zombis golpeaban contra la puerta una y otra vez intentando entrar.
Retrocedí unos pasos mientras es escuchaban como rasgaban las paredes del lugar en pocos segundos ya estaban dentro avanzando hacia donde estábamos cuando estaban a nuestra altura la del pelo violeta emitió un sonido y estos enseguida se lanzaron a por Alonso.
Instintivamente le puse las manos en los ojos a la del pelo violeta para que no viera le espectáculo mientras que por mi parte apartaba la vista.
─ No os acerquéis a mí!...SOCORRO!...─ grito Alonso con fuerza un grito desgarrador mientras escuchaba como esas cosas emitían sonidos ante su festín humano.
Salimos de aquel sitio rápidamente en dirección hacia donde estaban e4l resto de sus hermanas al llegar a la tienda entramos y empecé a pasar la tarjeta por las jaulas enseguida abrazaron a su madre mientras que la del pelo violeta permanecía parada a unos pasos.
Enseguida la madre se acerco a ella y empezó a olisquearla seguidamente emitió un sonido extraño y al mismo tiempo ella respondió con otro que se coordinaba a la perfección pero aun me parecía que faltaba alguien mas.
─ Es mejor que salgamos de aquí…─ dije mientras celebraban su reencuentro después de salir del sitio la pequeñaja olisqueo el aire y salio corriendo hacia la tienda en donde estaba el escarabajo encerrado.
─ ¿Pero que es lo que pretendes…?...─ cuestione mientras la seguía a donde estaba el escarabajo atado y esta se acerco al pobre bicho lentamente, cuando estuvo a su altura este bajo la cabeza y empezó a emitir un chillido extraño.
Esta enseguida se acerco a la madre y empezó a emitir sonidos como si estuviera hablando con ella para que le diera permiso, enseguida pensé que era para soltar al insecto.
─ No, de eso nada…no sabes lo que puede hacernos…─ hable temiéndome lo peor puesto que podría revolverse y atacarnos.
Después de unos segundos esta se acerco a las cuerdas y empezó a tirar de ellas podía ver su rostro hinchado de color rojo por el esfuerzo pero después de unos segundos la cuerda cedió rompiéndose.
Por mi parte me temía lo peor que ese insecto se nos lanzase encima pero después de que todas las cuerdas fueron cortadas, el bicho se alzo un poco sobre sus patas y avanzo hacia donde estaba la pequeñaja que se quedo inmóvil como si supiera que no le pasara nada, aunque ante de esto habían luchado en mi casa.
Este bajo la cabeza y enseguida la pequeñaja empezó a acariciarle la cabeza sin tenerle miedo alguno en ese momento salio de la tienda casi destrozándola de inmediato.
Después de eso los insectos zombis empezaron a acercarse a nosotros pero estos en cuanto estuvieron a un par de metro empezaron a emitir gemidos intensos mientras sus cuerpos poco a poco empezaban a disolverse pero no sabia el por que.
Enseguida pensé que había sido por esa cosa roja que habían tomado que seguramente les daba esa fuerza pero si no lo tomaban con frecuencia terminaban muertos de inmediato.
─ Una droga excelente…pero muy peligrosa…bueno ahora queda lo peor…─ hable mientras miraba al edificio que estaba cubierto por una telaraña aunque no se veía nada de momento, pude ver a la del pelo blanco como permanecía en silencio y como si quisiera esconderse en alguna parte, podía darme cuenta que no quería entrar en ese lugar.
Me acerque a esta y le acaricie el pelo para sorpresa de esta, pero se quedo quieta in hacer nada solamente con una especie de ronroneo.
─ No te preocupes…no debes de tener miedo…estaré contigo…─ dije mientras le acariciaba el pelo suavemente.
Después de unos segundos salimos del recinto donde nos encontrábamos hacia el edificio por unos segundos me quede mirando el sitio y tragando saliva notando como un escalofrió recorría mi espalda al menos no era la única que tenia esa sensación podía notar el temblor de la del pelo blanco.
Avanzamos hasta la puerta el edificio estaba casi completamente rodeado por telarañas pero aun así por fuera no veía ninguna dando vueltas por el lugar.
Empuje la puerta para abrirla pero parecía mas pesada, la telaraña la rodeaba y tuve que emplear mas fuerza escuchando como crujían los hilos mientras que las demás permanecían atentas.
El interior era extrañísimo apenas ent5raba luz por las telarañas que cubrían los cristales aparte el ambiente era bastante seco podía notar que los pies se me pegaban a cada paso debido a las telarañas que invadían el lugar de vez en cundo veía alguna araña pequeña dando vueltas por el sitio.
De la mochila saque una pequeña linterna para ver por donde iba pero el sitio había cambiado por completo era como si lo hubieran remodelado.
Seguía avanzando pero de pronto sentí como si alguien tirara de la mochila, cuando mire hacia a tras pude ver a la pelirroja que me estaba sujetando.
Apunte con la linterna hacia abajo y pude ver un gran agujero en el suelo que estaba cubierto por telarañas.
─ Dios!...─ exclame de forma instintiva mientras la pelirroja junto con la pequeñaja tiraba de mí para alejarme del agujero.
Cuando estuve fuera de peligro respire aliviada viendo que llegar a los ascensores y utilizarlos seria imposible.
Además tendría que buscar como hacer que la corriente volviera al edificio y si bajaba al sótano, donde se supone que estaría la habitación de control seria bastante complicado y daría una señal de alarma a las demás arañas.
Así que busque con la linterna las escaleras más cercanas para ver si había supervivientes por los pisos.
Empecé a subir sin tocar nada, apuntando con la linterna hacia todas partes escuchando a veces algunos sonidos como si alguien estuviera siguiéndonos tenia esa extraña sensación, de repente pude ver la araña blanca de la del pelo violeta que subía rápidamente como si fuera una exploradora.
Empecé a revisar piso por piso buscando si había algún superviviente, pude ver en algunas habitaciones había ciertas bolsas de telarañas colgando del techo.
─ ¿Pero que es eso…?...─ pregunte mientras me acercaba a la bolsa extraña del techo la moví un poco para asegurarme por si había alguien vivo dentro.
Rasgue la bolsa con cierta fuerza puesto que pareciera que la telaraña era mas fuerte de lo normal y enseguida pude ver que había trozos de los soldados que habían entrado, eran sus miembros cortados.
─ Que asco!...─ exclame de forma imprevista y enseguida me tape la boca mientras partes del cuerpo caían al suelo.
Enseguida escuche como algo se movía por el lugar, nos escondimos debajo de la mesa y miramos hacia la puerta.
A los pocos segundos pudimos ver un par de arañas de color negro azabache junto con otras pequeñas de cloro blanco idénticas a la que acompañaba a la del pelo violeta.
Las negras eran bastante grandes y la parte de arriba del abdomen estaba lleno de pinchos que sobresalían, eras parecían ser las guerreras mientras que las blancas examinaban el lugar eran algo mas pequeñas teníamos que encontrar a la reina.
Aunque algo no encajaba puesto que las arañas no tenían ninguna reina como las hormigas o especies de insectos similares.
─ Que extraño…─ dije casi susurrando mientras veía como las negras permanecían atentas en la entrada de la habitación y las otras se ocupaban de nuevo para envolver lo que había caído al suelo.
En cuanto hubieron terminado salieron y por fin pude respirar aliviada aunque seguía pensando que era muy raro ya que esa sociedad no tenia reina.
Salimos de aquel lugar pero antes de hacerlo la del pelo violeta emitió un sonido muy suave haciendo que nos detuviéramos.
Pude ver que las negras estaban en el techo dando una vuelta esperando por si alguien pasaba por ese sitio.
Nos quedamos quieto por unos segundos hasta que la araña se fue por uno de los pasillos para seguir su ronda.
Gire la cabeza y pude ver que la del pelo blanco estaba asustada era como si hubiera entrado en la boca del lobo y supiera que iba a pasar algo.
Me acerque a esta y empecé a pasarle la mano por el pelo acariciándola y calmándola un poco, en ese momento noté como algo me tocaba y era como si se restregara contra mi pierna.
Al mirar a mi derecha pude ver que era la pequeña araña de la del pelo violeta que parecía restregarse contra mi pierna como si fuera un perro mirando con esos ojos de manera extraña y a la vez extrañamente siniestra.
─ Shu...Shu...─ dije mientras le hacia un gesto con la mano para que se apartara un poco aquello no hacia mas que provocarme escalofríos recorriéndome el cuerpo.
Después de un rato escuche un gemido proveniente de un poco más adelante que provenía del pasillo, mire hacia todos lados apuntando con la linterna hasta que pude ver que en el techo había un par de esas arañas de color negro.
─ Estupendo…─ comente pensando que podrían dar la alarma, sin embargo la del pelo blanco se puso de cuclillas con las manos en la cabeza temblando aun con más fuerza mientras estas arañas se acercaban lentamente.
Cuando estuvieron a cierta distancia empezaron a sisear extrañamente y empezaron a levantar su abdomen, enseguida supe que nos atacarían.
─ Cuidado!...─ exclame instintivamente y una de ellas soltó una telaraña que impacto en la del pelo blanco mientras que la otra la cubría soltando unos cuantas púas hacia donde estábamos.
Me aparte dando un salto mientras que las demás chicas se acercaban a su madre haciendo que las púas rebotaran en el campo de fuerza que ella creaba para protegerlas.
La araña empezó a tirar de la del pelo blanco mientras podía ver como esta pataleaba para soltarse pero no parecía que pudiese escapar.
Intente acercarme lo que pude pero de nuevo la otra empezó a soltar varias púas mas de su abdomen haciéndome retroceder.
La del pelo violeta salio a fuera y se pudo delante de ellas como si les plantara cara, esta enseguida empezó a lanzar sus púas, pero esta vez ambas lanzaron sus púas haciendo que las del pelo violeta retrocediera dando unos saltos mientras que los pinchos de las arañas parecían seguirle los pasos clavándose a escasos centímetros de ella.
En un momento observe como una de las arañas empezaba a envolver a la del pelo blanco rápidamente mientras que de nuevo la del pelo violeta lanzo de nuevo sus púas y la pequeña araña empezó a correr hacia donde estaban.
Esta vez las púas se calvaron cerca de ellas, mientras que la araña pequeña corría hacia ellas para cuando ya estaba a su alcance intento lanzar su líquido verde pero una de las arañas movió la pata dándole un golpe haciendo que cayesen al suelo y enseguida estas desaparecieron.
Después de unos breves momentos el campo de fuerza desapareció dejando que se movieran de donde estaban y se acercaran hacia donde estaban las arañas negras que se habían desaparecido.
La madre de ellas se me quedo mirando con cara de lastima y emitiendo un sonido lastimero.
─ No te preocupes iremos por ella…─ dije esperando que pudiéramos encontrarla y que estuviera con vida.
De repente el sitio se lleno de un sonido extraño que parecía provenir de todos lados, era como si el lugar hubiera despertado.
─ ¿Qué es eso…?...─ pregunte notando incluso que parecía que el edificio temblaba, me apoye en una de las paredes para no perder el equilibro.
El sonido parecía proceder del gran agujero que había en la entrada, la verdad que no quería saber que es lo que había al fondo.
Moví la cabeza varias veces para despejarme un poco y seguí subiendo piso tras piso, para comprobar que hubiera supervivientes y estuvieran escondidos en algún lugar.
Sin embargo me extrañaban que no hubiera mas arañas negras de esas por todos lados, aunque si veía de las otras que limpiaban las telarañas recogían pequeñas presas que habían caído en las telarañas.
Mientras estábamos subiendo y revisando el ambiente era muy seco y opresivo, notaba como si algo nos estuviera subiendo por las escaleras y nos estuviera observando.
─ “Toc, Toc…”…─ escuche unos sonidos de que alguien estaba golpeando una puerta.
Agudice un poco el oído para dirigirme hacia donde provenía el sonido para encontrarme en la sala de juntas y que el sonido venia de uno de los armarios.
Me acerque a este y puse las manos sobre los tiradores esperando que dentro no hubiera alguna araña mas y me saltara al rostro.
Tire de estos con fuerza y enseguida cayeron dos personas que al menos habían podido escapar mientras me miraban con cara de miedo y sorpresa.
─ Gracias…gracias de verdad, muchas gracias…Cuidado tienes a esas cosas detrás de ti…─ dijo un hombre con miedo en la voz mientras retrocedía un par de pasos al ver a las chicas.
─ No os preocupéis no pasa nada…no están con las arañas…¿sabéis si hay alguien mas que haya logrado esconderse…?...─ pregunte esperando que supieran si había alguien que se hubiera podido salvar.
─ No…solo se que de repente e hizo ese agujero en el suelo después empezaron a salir arañas por todas partes y empezamos a escuchar gritos por todos lados después de eso los soldados entraron pero no pudieron hacer nada…algunos lograron salir y los soldados los recogieron…─ respondió el hombre con tono de miedo, enseguida pensé que los pobres que habían salvado los soldados terminaron peor.
─ Muy bien…tenéis que salir de aquí rápidamente…─ dije mientras parecían no perder ojo a las chicas y estas parecían mirarlos con cierto recelo.
A pesar de todo empezaron a moverse intentando apartarse lo suficiente para que no le tocaran las chicas pero estas permanecían quietas mirándolos.
Nada mas hubieron abandonado el sitio esperaba que pudieran salir y no se encontraran ninguna araña en su camino.
La madre se me acerco y tomo mi mano y empezó a tirar de mí para que fuera en busca de su otra hija.
─ Iré a por ella no te preocupes…─ dije intentando calmarla mientras esta me miraba con ojos lastimosos parecían incluso que fuera a llorar de un momento a otro.
Aun tenia que revisar más edificio y comprobar que no hubiera nadie más escondido o apresado por las arañas.
Seguimos avanzando por las escaleras revisando sitio pro sitio pero no pareciera que hubiera nadie mas, cuando por fin llegue a donde trabajaba me pase por mi sitio recogiendo mi bolso pero al subir la vista pude ver varios bultos que colgaban del techo.
─ Joder…─ dije pensando que no fueran mas trozos de soldados que los habían guardado, pero a pesar de todo tenia que investigarlo.
Me subí a la mesa y empecé a rasgar la telaraña, al abrir uno de estos pude ver que eran más trozos desoldados que habían guardado incluso cayo una cabeza al suelo.
─ Dios!...─ dije mientras veían los miembros en el suelo, después de eso saque valor y abrí otro saco más y en este había una mujer que estaba dormida.
La tome con cuidado y la baje al suelo esperando que estuviera viva y no le hubiera pasado nada aunque me extrañaba que hubiera tan poca gente en el lugar.
─ Eh despierta…─ dije mientras le pasaba le golpeaba suavemente en el rostro una y otra vez para que recuperara la consciencia.
De repente abrió los ojos intento pronunciar algo pero parecía que no podía hablar, aparte veía el miedo que estaba en sus ojos.
No sabia que es lo que el pasaba, su cuerpo empezó a convulsionar y de pronto unas púas de color negro atravesaron su abdomen desde dentro, en ese momento retrocedí unos pasos viendo como su cuerpo se desgarraba.
La pobre victima gritaba con fuerza mientras aquella araña negra salía de su interior, esta empezó a chillar con fuerza.
─ AAAAHHHH…─ grito la mujer con fuerza mientras esa cosa la destrozaba desde dentro.
─ Piedra…Piedra…─ repitió la pequeñaja y rápidamente se lanzo contra la araña estrellándola contra la pared de un solo golpe.
El bicho cayo al suelo mareado y confuso mientras que la pequeña volvía a acercarse, cuando estuvo a su altura empezó a propinarle golpes consecutivos hasta que el insecto no pudo moverse.
Al girarse la pequeña pude verle que estaba llena de un liquido verde espeso y parte de las entrañas de la araña a su alrededor, aunque podía vérsele una sonrisa en su rostro.
─ Joder!...─ exclame mientras veía como había quedado la araña y la pobre mujer que solo me entro una arcada viendo como había quedado su cuerpo.
─ No quiero pensar, si están los demás de la misma forma…─ dije pensando en como estarían el resto de las personas que había en la oficina pero lo mas extraño es que no había visto ninguno por ningún lado.
─ ¿Donde estarán los demás…?...─ pregunté de forma retórica mientras miraba de reojo a la pobre mujer como había quedado.
Después de eso la mujer se me acerco emitiendo un sonido lastimero indicándome que debía de ir a por su hija que había sido capturada.
─ Si, no te preocupes ahora vamos…─ comente con cierta lastima en la voz mientras empezábamos a descender por las escaleras de emergencia para llegar mas rápido abajo.
Mientras bajaba apuntaba con la linterna hacia todas partes pero para mi sorpresa en la barandilla de la escalera había varios sacos de color blanco translucido en el que podía verse un montón de pequeñas esferas en la que se movían dentro pequeñas arañas.
Pero estas eran de color blanquecino, cada vez que iluminaba uno podía verse a las arañas pequeñas moverse nerviosamente en los huevos.
─ Hay bichos de estos por todos lados…─ dije con cierto asco en la voz esperando que no se hubieran enterado las demás.
Continuamos bajando sin ningún problema hasta que llegamos abajo abriendo la puerta y viendo el gran agujero nuevamente.
Dirigí la linterna hacia este iluminando el lugar pero no veía el fondo, no nos quedaba otra más que descender.
─ No queda otra…─ dije mirando el fondo que era como un pozo sin fondo, enseguida la del pelo violeta empezó a olfatear el sitio y rápidamente comenzó a descender.
Mientras que las demás hicieron lo mismo aquello para ellas era como un paseo, me quede por unos momentos intentando descender por el borde pero por donde apoyaba el pie parte de rocas se deslizaban.
─ Eh…me ayudáis un poco…─ dije esperando que se detuvieran y me ayudaran un poco a descender, si no tendría que quedarme arriba.
En eso todas me miraron viendo que no podía descender, enseguida la del pelo violeta señalo hacia donde estaba y la pequeña araña se acerco a donde estaba, dándose la vuelta empezó a soltar un hilo de telaraña que era bastante grueso.
─ ¿Quieres que yo baje por ahí…?...veras que ostia me voy a dar…─ dije mientras tomaba el hilo de telaraña y notaba lo pegajoso que era en mis manos y poco a poco empecé a descender con la linterna en la boca mientras iluminaba hacia cualquier parte pero llegando a cierta profundidad, empezamos a ver los mismos sacos que había visto en la parte de arriba pero con personas.
Había sacos de telarañas por todas partes mientras bajábamos, aquello hizo que el corazón me diera un vuelco viendo lo que les esperaba a las pobres personas.
─ Qué espanto…─ dije mientras descendía; el ambiente empezó a tornarse muy seco y calido mientras mas descendíamos, mire hacia arriba y veía como el agujero por el que entrábamos casi ya ni se veía.
Cuando por fin llegamos al fondo la estancia era enorme y solo había un camino hacia delante, por suerte en las paredes había esos hongos bio-luminiscentes e iluminaban pálidamente el lugar.
Sin embargo en el suelo había varias de esas arañas blancas que corrían de un sitio para otro pero parecía que pasaban de nosotras.
Eso no hizo más que darme un repelus que me recorrió la espalda, en las paredes habían varias personas entre ellas unos cuantos soldados, enseguida supuse que eran como la que habíamos encontrado arriba.
Aquello me empezaba a dar una sensación de peligro que me recorrió la mente haciendo que todas las alarmas que tenia se activasen mi cuerpo solo me pedía salir de allí corriendo.
Avanzamos pro el gran túnel que había hacia otra estancia pro las paredes había varios cadáveres semi consumidos y otros esqueletos metidos en la tierra podía verse las manos salir de las paredes.
─ Dios!...─ dije mientras miraba hacia todas las partes viendo los esqueletos y las personas que habían muerto.
Llegamos a la otra habitación bastante alta en la que había varios sacos colgando del techo y muchos huesos por el suelo y en el centro un agujero en forma de espiral bastante grande.
─ Esto no va acabar bien…─ dije mientras buscaba por el suelo algo para defenderme las demás empezaron a buscar a la otra que había sido capturada.
La madre comenzó a emitir un sonido bajo pero agudo intentando hacer que le respondiera.
Me empecé a mover por la estancia mirando lo que había en el lugar poco a poco los ojos se me fueron acostumbrando pero la sensación de peligro inminente no se me iba.
Para mi sorpresa me tope con un saco que había en una de las paredes acerque la linterna y encontré a la que habían capturado metida, parecía que estuviera en letargo.
─ Eh…aquí esta…─ dije con un tono no muy alto pero parecía que estas seguían a lo suyo, hasta que silbe y enseguida estas giraron la cabeza y se me acercaron.
Estas se quedaron mirando hacia el agujero y enseguida la pequeñaja se acerco y empezó a rasgarlo.
La del pelo blanco cayo al suelo inconsciente enseguida la tome entre mis brazos y empecé a golpearle suavemente el rostro para que se despertara poco a poco empezó a abrir los ojos pero parecía que estuviera muy cansada.
Era como si le hubieran absorbido la esencia vital, mire en su cuello y tenia varias marcas de mordiscos.
Enseguida la madre empezó a vomitar aquella gelatina de color verde y se la ofrecí pasándosela por los labios esta enseguida empezó a comerla con ansias recuperando su fuerza.
Enseguida se levanto pero para mi sorpresa empecé a escuchar como si algo se moviera por las paredes era como si el lugar de pronto hubiera cobrado vida en algún sentido.
Apunte con la linterna y pude ver a varias de esas arañas negras andando por las paredes y el techo emitiendo sonidos extraños mientras que la del pelo blanco se escondía detrás de mi era como si estuviera acobardada en algún sentido y no podía negárselo que a mi me pasaba lo mismo.
─ No te preocupes…─ dije mientras me ponía delante de ella para protegerla, pero en ese momento sin previo aviso el suelo empezó a moverse con fuerza, haciéndome que perdiera le equilibrio temporalmente.
Enseguida pude ver una pata negra y larga que salía del agujero, aquello era enorme, solamente pude tragar saliva al verla….
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste a todos .
Inició el tema
Mazoku
630
3.588 ATC
MADRE PREOCUPADA
Aquella pata hizo el cuerpo se me bloqueara por completo mientras sentía como la del pelo blanco se ocultaba detrás de mi.
Una tras otra fueron saliendo las patas y al final todo el cuerpo, la araña era gigantesca en un momento nos miro con esos ojos rojos, y cuerpo era enorme y tenia púas por todo su abdomen y era de un color negro.
─ Dios mío!...─ exclame viendo semejante insecto enorme, pensando que me daban miedo las arañas ese era mi terror máximo.
Con un chillido hizo que las arañas del techo bajaran inmediatamente mientras que las pequeñas blancas se pusieron delante de ella protegiéndola, aquello me resultaba increíble puesto que no había visto nunca algo parecido en las arañas siempre pensé que eran independientes incluso caníbales entre su especie.
En cuanto las negras tocaron el suelo lanzaron varias púas enseguida sentí como la del pelo violeta se me lanzaba encima para que no me acertaran mientras la madre abrazaba a las demás para que no les afectara mientras que las púas rebotaban en el campo de fuerza.
Desde el suelo incluso me parecía mucho mas grande, no pude mas que tragar saliva y buscar algún sitio para esconderme de momento.
─ Piedra…Piedra…─ comento la pequeña mientras se lanzaba corriendo hacia una de las arañas a toda prisa, pero esta lanzo varias púas contra el suelo haciendo que se detuviera de inmediato mirando con cara de enfado a la araña.
La otra salio disparada como un borrón que enseguida se topo con una de las arañas esta empezó a golpear repetidamente a la araña que parecía afectarle podía verse como los impactos eran contundentes y esta en un momento cayo al suelo boca arriba emitiendo gemidos lastimosos.
Mientras que la del pelo violeta empezó a lanzar varias púas contra las que habían en el pecho estas reaccionaron lanzando otras tantas que chocaron entre si.
Enseguida la reina emitió un sonido estridente que parecía que me estuvieran perforando los oídos, después del sonido me costo incluso escuchar pero enseguida note como algo me retenía no podía mover los pies ni las manos que las tenia pegadas al cuerpo.
Gire la cabeza y observe a la del pelo blanco que tenia los ojos rojos lo mismo que la reina araña, parecía que no sabia lo que estaba haciendo.
La madre enseguida empezó a emitir un sonido para contrarrestar el dominio de la reina araña pero las negras que aun quedaban empezaron a lanzar varias púas haciendo que la araña pequeña de la del pelo violeta se le lanzara encima para tirarla al suelo.
─ Piedra!...─ exclamo la pequeñaja que se lanzo rápidamente hacia la reina araña pero en cuanto llego a su altura esta se choco literalmente contra un muro de arañas pequeñas de color blanco.
Esta intento mover algunas que hacían de escudo para proteger a la reina, pero esta enseguida lanzo una telaraña que envolvió prácticamente entera, después de eso una de las pequeñas blancas la elevo hasta el techo poniéndola colgando mientras que la pequeña se revolvía para poder salir.
Intente moverme como pude para librarme de la telaraña que tenia encima, después la pelirroja se lanzo a por su hermana intentando derribarla pero enseguida se quedo paralizada en el suelo pude ver que había varias telarañas y después la del pelo blanco lanzo varias telarañas para envolverla.
─ Venga tienes que recuperarte…─ dije intentando hacerla salir del estado en que se encontraba pero parecía que no había manera, estaba en un trance profundo.
Enseguida las arañas negras bajaron poniéndose a su lado, mientras esta avanzaba hacia donde estaba su madre.
Enseguida varias púas se clavaron delante de ella haciendo que se detuviera en el lugar mientras que las arañas negras siseaban advirtiendo del peligro.
La araña blanca se acerco a la del pelo violeta mientras parecía que estuviera enfadada siseando con fuerza.
La madre siguió emitiendo un sonido para intentar restablecer la consciencia de la del pelo blanco que es como si ni siquiera reconociera a su madre.
Las negras enseguida elevaron sus abdómenes preparándose para la lucha mientras que la del pelo violeta se quedo mirando fijamente hacia la del pelo blanco.
Esta solamente elevo el brazo a puntando hacia donde estaba la del pelo blanco y varias púas fueron arrojadas hacia donde estaba, enseguida la del pelo violeta logro esquivarlas lanzando varias ella también que chocaron contra otras que se le acercaban peligrosamente.
Pero antes de caer al suelo lanzo un par de púas que ni siquiera llegue a darme cuenta una de ellas impacto en el brazo de la del pelo blanco haciendo que por un instante recuperara la consciencia pero enseguida volvió a como estaba.
Y la otra pude ver que el saco donde estaba la pequeñaja cedió un poco, mientras que esta se revolvía e intentando rasgar la telaraña.
En un momento la del pelo violeta se vio rodeada por las arañas negras esta sencillamente se arrodillo como si se rindiera.
─ No te rindas!...─ exclame mientras veía como las arañas negras se acercaban dispuesta a acabar con ella, a la vez la del pelo blanco se acercaba a su madre y se ponía a su altura podía ver que esta seguía emitiendo un sonido para poder hacerla salir de su estado.
Aunque esta parecía ignorarlo completamente, cada vez estaba mas cerca, cuando estaba cerca de ella esta puso la mano sobre la garganta de la misma y empezó a apretar con intención de estrangularla incluso el sonido sonaba más apagado.
─ Piedra!...─ exclamo con fuerza mientras intentaba liberarse de su prisión de seda, pero pareciera que no había forma de lo que lograra.
La pelirroja por suerte escapo de su paralización y pudo salir corriendo hacia donde estaba su madre para intentar impedir que fuese estrangulada.
Las arañas negras empezaron a disparar varias veces pero por suerte la pelirroja pudo esquivar las pues impactando su primer golpe sobre una de ellas que fue arrojada contra una pared, y después la otra.
En cuanto se hubo deshecho de las arañas negras, golpeo a su hermana con fuerza haciendo que esta cayera al suelo liberando a su madre.
Por mi parte intente liberarme de mi prisión pero no había forma era demasiado fuerte, pude ver como la araña de la del pelo violeta se me acercaba y me soltaba el liquido verde que empezaba a disolver la telaraña.
─ Gracias…─ dije de manera algo entre cortada mientras esta me miraba de una forma extraña como si fuera amigablemente, preferí no pensarlo mucho y dirigirme hacia donde estaba la madre para ver como se encontraba.
Pero antes siquiera que pudiera dar unos pasos, la del pelo blanco se levanto rápidamente y soltó varias telarañas hacia las piernas de la pelirroja que cayo de inmediato al suelo y seguidamente lanzo otras tantas para paralizarla por completo en eso varias arañas blancas la tomaron para ponerla en el techo.
Varias agujas cayeron cerca de ella la del pelo blanco enseguida se giro para ver que la del pelo violeta parecía que la estuviera retando.
Mientras seguían entre ellas me fui acercando hacia donde estaba la madre para comprobar como estaba que todavía estaba tosiendo.
Enseguida esta lanzo varias agujas hacia su hermana pero la del pelo blanco las esquivo rápidamente lanzando varias telarañas que impactaron sobre la boca de la del pelo violeta y otras más para pegarla contra la pared.
Esta intentó resistirse pero no había forma la telaraña era demasiado fuerte para poder escapar.
Después de eso la pequeña araña se lanzo a por ella lanzando varias telarañas a las piernas del pelo blanco pero esta se dio cuenta y giro su cabeza para ver como la araña compañera de la del pelo violeta giraba a su alrededor intentando inmovilizarla.
Pero la del pelo blanco emitió un grito muy agudo que hizo incluso que me tapara los idos haciendo que la pequeña araña saliera corriendo enseguida y dejara lo que estaba haciendo.
Movió su pierna y se deshizo con rapidez de las telarañas, cuando por fin pude ponerme de pie, aun estaba algo mareada pero me puse delante de su madre con los brazos abiertos impidiendo que se acercara.
Por un momento se me quedo mirando pero rápidamente lanzo varias telarañas haciendo que un par de ellas acertaran en mis muñecas y pegándose a la pared otra al cuello impidiéndome hablar y otra a las piernas para impedir que me moviera.
Podía escuchar como la reina araña parecía emitir un sonido de regocijo de poder librarse de ella.
─ Es tu madre…puedes resistirte…te están controlando…por favor despierta…─ hable de forma entrecortada sintiendo como la telaraña apretaba mi garganta.
Después se acerco a la madre y volvió a ponerle la mano sobre le cuello apretando con fuerza esta emitió unos sonidos entre cortados mientras las demás intentaban deshacerse de sus prisiones pero no había forma de que lograran escapar.
Pensé que todo estaba acabado y que por fin estos bichos habían ganado, pero empecé sentir un temblor en el suelo que hizo que la reina araña mirara hacia todas partes con curiosidad.
Mientras que la del pelo blanco se detuvo por unos momentos mirando intrigada hacia todas partes, el sonido de que algo se acercaba y el temblor que producía parecía que estaba muy cerca.
Hizo que me diera un escalofrío que me recorrió la espalda esa cosa que se acercaba estaba cada vez mucho mas cerca.
Cuando por fin algo entró en la guarida de la araña pude ver que se trataba del escarabajo que la pequeñaja había liberado emitiendo un sonido que hizo eco en todo el lugar, enseguida varias arañas negras empezaron a lanzarle púas pero la coraza del bicho era demasiado dura para que pudieran atravesarla mientras que las blancas lanzaban telarañas para poder impedir que se moviera pero de momento no había forma.
─ Piedra!...Piedra!...─ exclamo una y otra vez de manera nerviosa como si le estuviera indicando donde estaba, la prisión de esta se movía de un lugar a otro que por fin se rompió de donde estaba cayendo al suelo.
El escarabajo movió sus mandíbulas haciendo que la telaraña se rompiera fácilmente y la pequeñaja saliera de su prisión.
─ Nunca he estado mas contenta de ver a ese bicho…─ dije mientras veía como la pequeñaja se montaba a lomos de ese bicho como si fuera un caballo.
Escuche como la reina araña emitió un sonido preparándose para la batalla, la del pelo blanco siguió con lo que estaba haciendo.
─ Aquí…libérame!…─ exclame con fuerza mientras me movía un poco en eso la pequeñaja azuzo al bicho que arremetió contra mis ataduras después de eso caí al suelo.
Sin darme cuenta un pequeño kivi cayo de la mochila que había metido para dárselo por si tenía hambre, este cayo delante de la del pelo blanco.
Podía escuchar la batalla que se había iniciado entre la pequeñaja y su escarabajo y las demás arañas.
Esta se detuvo por unos momentos mirando el kivi que tenia delante de ella era como si estuviera recordando algo.
─ Venga suéltala…te prometo que te daré mas kivis…─ dije mientras me acercaba lentamente a ella, cuando estuve cerca de la fruta la tome con mi mano y se lo enseñe mientras esta me miraba con atención.
─ Tómalo…─ dije mientras acercaba la mano para ofrecérselo aun podía ver los ojos llenos de ira que tenia, pero había algo que había salido de su interior y podía verse la lucha interior que había.
Soltó a su madre lentamente y acerco su mano hacia el kivi después cuando lo tomo en sus manos se quedo mirándolo fijamente y empezó a acercar su boca para probarlo.
Pero el sonido del grito de la reina hizo que esta cayera al suelo con las manos sobre la cabeza como si la estuviera matando.
Me acerque a esta y la abrace con fuerza para protegerla aunque no podía hacer mucho, después de unos segundos, note que estaba algo mas tranquila.
Abrí los brazos y pude ver como sus ojos habían cambiado totalmente y me miraba avergonzada.
En eso tome el kivi y se lo puse en la mano esta le dio un mordisco y enseguida sonrió plenamente.
Me levante y esta se acerco a su madre y empezó a emitir unos sonidos lastimeros como si estuviera pidiéndole perdón aquello incluso me hizo empezar a llorar.
─ Venga tenemos que ocuparnos de un bicho…─ dije con decisión esperando que al menos me hubieran entendido en eso la madre empezó a emitir un sonido extraño que parecía como si les estuviera diciendo que estaba bien.
A mirar pude ver que la pequeñaja estaba dando golpes con el escarabajo hacia todas las arañas que se acercaban pero las blancas empezaron a soltarle telarañas hacia las patas impidiendo que el escarabajo se moviera, enseguida la pequeñaja se bajo y se lanzo a la pelea.
Pero a los pocos segundos termino de nuevo enredada entre las telarañas de nuevo la batalla se estaba decantando pro la reina araña….
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo y cierre de esta primera temporada espero que os guste a todos y muchas gracias .
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