CAMINO A LOS VALLES FLOTANTES III

Seguí repasando su sexo con mi lengua saboreándolo mientras que escuchaba sus gemidos mientras que parte de sus flujos resbalaban por mis labios notando su calor, en un momento note como su mano apretaba mi sexo y lentamente empezó a moverla, sentía como apretaba mis venas y mi piel subía y bajaba lentamente.

Mis gemidos apagados empezaron a salir de mi garganta mezclándose con los suyos, no había ningún ruido en el lugar solo nuestros gemidos esparciéndose por el lugar.

Seguí lamiendo su sexo una y otra vez mi lengua recorriéndolo y en un momento la introduje dentro de ella notando un calor amable y acogedor incluso sentí como se abría mas dejando salir flujos que recorrían mi mandíbula.

En unos segundos note como un calor y humedad sobre mi sexo intente mirar de reojo pero pensé que había aplicado su boca con fruición.

Empezó a subir y bajar su boca sobre mi sexo una y otra vez notando como se movía su lengua parecía incluso que se enroscaba untándola de saliva.

Mi boca parecía moverse por si sola mientras los flujos se deslizaban por mi rostro mientras que ella empezó a acelerar su ritmo, sintiendo una descarga y un calor que recorrían mi cuerpo mientras seguía chupando y lamiendo con todo mi cuerpo y mi corazón.

En un momento nuestros gemidos se mezclaron haciendo una música improvisada en el bosque junto con la de los animales notaba como su boca descendía completamente hasta la case notando su garganta y lo apretada que estaba podía sentir como si hiciera un bulto.

Siguió así durante un buen rato subiendo y bajando su cabeza mientras lamía, llego un momento en que  sentí como una riada se semen subía por mi sexo incluso haciéndolo mas grande, al mismo tiempo que esta bajo su trasero sobre mi rostro, instintivamente abrace su cuerpo mientras aplicaba mi boca sobre su sexo esperando su descarga.

Cuando no pudimos aguantar mas una riada de semen entro en su boca mientras que estaba bajaba su cabeza hasta le fondo entrando directamente una carga de semen pegajoso y caliente que inundaba su garganta llegando hasta su estomago que podía sentir como empezaba a crecer sobre el mío.

Al mismo tiempo esta soltó una riada de flujo que empecé a tragar con fruición saboreándolo y disfrutándolo mientras se deslizaba por mi garganta ambas estábamos en pleno éxtasis queríamos gritar pero no podíamos hacerlo, sin embargo nuestros gemidos apagados se alzaron en el lugar, sin embargo empecé a ver de reojo como las demás triades se ponían de rodillas y levantaban las manos mientras que parecían absorber unas pequeñas esferas casi transparentes que flotaban por el lugar.

Sus flujos no dejaban de resbalar por mi piel mientras que el calor recorría nuestros cuerpos, la Hama Driade no dejaba escapar ni una sola gota de mi semen que caía directamente sobre su estomago cuando por fin soltó mi sexo pude ver que sus labios estaban manchados de mi semen que esta repaso con la lengua como si fuera el mas delicioso licor.

En su cuerpo las flores estaban abiertas dejando escapar algo parecido al polen que era absorbido por las demás diadres.

─ Woow…Ha sido increíble…había echo esto pero no sintiendo lo que sentía un hombre…─  dije de manera entrecortada mientras notaba el calor y la humedad de sus flujos que aun me resbalaban por la comisura de los labios.

─ Esto no ha hecho…nada mas que empezar…─  hablo la driade mientras veía como seguía tragando y que su abdomen estaba hinchado como si estuviera embarazada de unos meses.

─ No puedo mas…─  hable con cierto cansancio pero la Hama Driade sabia que no se detendría mientras que al mirarla parecía que era otra con todas esas flores abiertas incluso me pareció más bella y seductora que antes.

Esta abrió las piernas y en un solo movimiento me miro se puso de frente mientras me miraba con unos ojos de lujuria brillantes incluso me daba miedo por lo bellos que eran.

─ Estoy segura…que puedes una vez mas…─  comento la Hama Driade mirándome con intensidad y en eso bajo su cuerpo notando como mi sexo poco a poco empezaba de nuevo a subir notando su trasero y la suavidad de su piel.

Cuando su rostro estaba a escasos centímetros del mío nuestros alientos se mezclaron mientras jadeábamos de forma ligera mirándonos con pasión.

Ni siquiera mi mente razono aquello estaba en blanco solo me guiaba por instinto mi propio cuerpo actuaba por si solo.

La Hama Driade bajo u cabeza lentamente hasta que nuestros labios se encontraron empezó de inmediato a besarnos de manera muy suave al principio dándonos pequeños besos hasta que nos quedamos mirándonos por unos segundos y fue como si nuestras mentes supieran lo que debíamos de hacer.

Nuestros besos antes suaves y amables se volvieron agresivos y apasionados mientras notaba el sabor de mi semen y ella de sus flujos revolvíamos nuestras lenguas enroscándolas mientras que al mismo tiempo soltábamos gemidos apagados.

así estuvimos durante un buen tiempo sin dejar de separar nuestros labios cuando por fin la Hama Driade despego sus labios pude ver un pequeño hilo de saliva que brillaba de manera muy tímida con la luz que nos unía.

─ Delicioso…Ahora el plato principal…─  comento la Hama driade mientras subía su cuerpo a cierta altura dejando ver mi sexo entero y en eso empezó a descender lentamente como si lo estuviera saboreando.

Cuando solo el glande había entrado sentí calor y humedad y como si su cuerpo estuviera apretándolo de manera suave no pude más que emitir un pequeño gemido que incluso para ella le pareció encantador mirándome de forma cariñosa.

Empezó a mover su cuerpo bajando lentamente mientras los hacia una sensación de placer inundaba mi cuerpo junto con el calor que se elevaba podía sentir que los pezones se unían aun mas duros doliéndome incluso intentaba moverme pero no podía, mi cuerpo estaba paralizado.

─ Esto es una maravilla…estas llena de energía…─  comento la Hama Driade de forma entrecortada entre gemidos de placer, su humedad empezó a desbordarse por fuera mojando mi abdomen bajo aquello era como si dejaran caer gotas de cera encima, el calor envolvía mi sexo con una agradable sensación, llegando un momento ella no pudo bajar mas sentí un tope y moviendo un poco la cabeza pude ver todo el bulto que se marcaba en su cuerpo e4sta solamente paso la mano por el mismo haciendo que se incrementara la sensación y soltara un gemido de placer.

Elevo su cuerpo y lo bajo repentinamente, en ese momento sentí como si algo se rompiese y yo entrara en lo mas profundo de su cuerpo, emitiendo ambas un gemido que se mezclo y aprecio retumbar en el lugar mientras las demás driades elevaron los brazos emitiendo un sonido como si fuera una plegaria.

─ Que maravilla…─  comente mientras me ponía la mano sobre el rostro y sencillamente me deje llevar por la situación parecía que la energía de mi cuerpo fuese absorbida.

Empezó a subir y bajar su cuerpo mientras aparte la mano viendo como mi sexo se marcaba con fuerza en su abdomen y con cada movimiento podía verlo como entraba y salía pero llegado a un momento aumentaba mas la fuerza entrando en su útero mientras que nuestros gemidos se mezclaban en un momento inclino su cuerpo un poco mientras ponía sus manos encima de mis pechos y entre sus dedos mis pezones y empezó a apretar ligeramente pero solo con eso sentía dolor y placer la mismo tiempo.

Continuo subiendo y bajando cada vez con más rapidez incluso note como mis manos eran amarradas por las raíces que salían del suelo impidiendo que me moviera y fuera como una muñeca en sus manos.

Mi cuerpo era puro placer al mismo tiempo que la Hama Driade parecía que tenia energía sin fin continuaba moviendo su cuerpo cada vez con mas fuerza, sus flujos salían de su sexo salpicándonos a ambas.

Podía sentir los flujos resbalarme por el sexo y cayendo sobre mi cuerpo los gemidos eran incesantes mientras el coro de las driades continuaban con su cántico, la combinación entre placer y el dolor que me provocaba la presión de los dedos sobre mis pezones era una sensación indescriptible.

Llegado un momento sentí como mi sexo crecía un poco mas notando como la riada de semen se apuraba por salir mientras que el sexo de la Hama Driade apretaba con fuerza y pasión llegando al mismo tiempo.

En una explosión el semen inundo su cuerpo con fuerza mientras que nuestros gritos de clímax retumbo en el lugar mientras que podía ver como las flores de su cuerpo se abrían creciendo un poco mas soltando varias esporas que eran absorbidas por las demás driades, aquello era como un renacimiento mientras mi sexo no dejaba de soltar semen en su cuerpo y su abdomen se hinchaba cada vez mas y los flujos de ella salían al exterior mojándome por completo con su calor.

Eso duro unos minutos mientras mi sexo seguía expulsando semen en su interior llegando un momento en que no podía mas estaba casi semi-inconsciente pero la Hama Driade ni siquiera se levanto.

─ Aaaaahhh!...Esto es una maravilla…─  exclamo de placer la Hama Driade mientras sentía como mi sexo se convulsionaba por unos momentos más pero ella no se levantaba.

─ No…puedo…mas…─  dije de manera entrecortada al mismo tiempo intentaba moverme pero las raíces me habían atrapado las manos y los pies impidiéndome que me moviera del sitio.

─ No había…sentido antes…esta energía…es una maravilla…te mantendré aquí…conmigo…para siempre…─  comento la Hama Driade de forma entrecortada mientras se movía un poco el placer empezó a convertirse en una tortura, mi sexo no podía volver a su forma normal.

─ Por favor…suéltame…mi cuerpo no puede mas…─  dije mientras movía los pies y los brazos pero no servia de nada estaban bien sujetos por las raíces, pero como continuara haciendo esto terminaría muerta.

La Hama Driade sonrió de forma casi malévola mientras empezaba de nuevo a subir y bajar de nuevo, no podía más que gemir pero aquello era una tortura que acabaría con mi vida.

En un momento cuando mi cuerpo apenas respondía, solo quería salir de allí pero era ella la que tenía el control.

Sin ni siquiera advertirlo puesto que casi tenia los ojos cerrados note como algo golpeo a la Hama Driade con fuerza haciendo que saliera de encima de mi cuerpo mientas que las raíces volvían al suelo soltándome.

Abrí los ojos un poco y pude ver como la driade me ofrecía la mano para levantarme mientras que podía ver a Alma que había empujado a la Hama Driade enviándola varios metros por el suelo.

─ Déjala en paz!...por favor…─  exclamo Alma mientras escondía su rostro detrás de la cola que siempre hacia.

La driade me ayudo levantándome mientras podía sentir como las piernas me temblaban y casi ni siquiera podía mantener el equilibrio.

─ Insignificantes criaturas!... ¿Como os atrevéis a interrumpirme…?...─  exclamó la Hama Driade alzando su voz en vez de dulce y encantadora esta vez era como si fuera demoníaca y amenazante haciendo que sintiera un escalofrío que me recorría el cuerpo.

La Driade hizo aparecer una lanza de madera en sus manos mientras que intentaba mantener me en pie.

─ ¿Pero tu no estabas inconsciente…?...─  pregunte extrañada mientras veía como se preparaban para la pelea.

─ Soy una driade y gracias a ella pude recuperarme mas rápido…─  contesto la driade pensé enseguida que esas pequeñas esporas también le había llegado a ella y de esa manera se recupero.

─ Basta!...ella es mía y no ira a ningún sitio…─  exclamo con fuerza y en ese momento varias espinas de un tamaño de un brazo aparecieron a su alrededor y enseguida fueron lanzadas contra nosotras no sabia que hacer ni tampoco es que tuviera mucha fuerza para poder moverme.

La driade clavo la lanza en el suelo haciendo que creciera un muro de ramas entrelazadas y estas chocaron contra el haciendo que incluso temblara por los impactos.

─ Vaya así que os resistís…será mas satisfactorio…─  hablo la Hama Driade y enseguida el muro de ramas cayo al suelo viendo como del suelo surgían unos tallos al final de estos unas flores llenas de dientes puntiagudos y una lengua que no dejaba de moverse sus pétalos eran de color púrpura intenso.

─ Por favor deteneos…solo queremos llegar a los valles flotantes…sentimos haber invadido vuestro bosque…─  supliqué intentando hacer que me entendiera que todo había sido un error pero ni siquiera pareció que me escuchara las plantas se lanzaron hacia donde estábamos Alma la esquivo rápidamente mientras que la driade se defendió con la vara moviéndose de un lugar a otro entablando un lucha con la otra.

Retrocedí unos pasos tambaleándome por el cansancio que tenia encima sin pensarlo caí al suelo y enseguida unas ramas salieron para impedir que me hiciera daño envolviéndome como si fuera un capullo para mantenerme ahí y que no escapara.

─ ¿Pero que es esto…?...─  intente moverme un poco pero las ramas se aferraron a mi cuerpo un poco mas no me llegaban a hacer daño pero impedían todos mis movimientos.

─ Moriréis en este lugar y vuestros cuerpos servirán de abono…para ellas…─  dijo la Hama driade mientras que las plantas carnívoras se lanzaban a por ellas estaban luchaban lo mejor que podían pero sabia que no durarían así durante mucho tiempo y al final terminarían cayendo.

La driade se defendía con la vara y creando un escudo de ramas que aparecía de su cuerpo ante los mordiscos de la planta, entre tanto Alma no hacia más que esquivar los ataques de esta y propinarle algún puñetazo pero la planta parecía que ni siquiera  lo sintiese.

─ No podemos con ellas…tenemos que pensar en otra cosa…─  dijo Alma viendo que poco a poco el cansancio iba mermando sus movimientos que cada vez se hacían mas lentos….



FIN DEL CAPITULO 4

PELEA CON LA HAMA DRIADE

Mientras intentaba liberarme de mis ataduras podía sentir como apretaban contra mi cuerpo con más fuerza pero tenia que salir cuanto antes no aguantarían por mucho más tiempo.

Las plantas carnívoras no dejaban de atacar a Alma y la driade mientras que la Hama Driade estaba quieta viendo el espectáculo.

Alma esquivaba los ataques de la planta carnívora moviéndose con agilidad pero la resistencia bajaba poco a poco mientras que esta propinaba unos cuantos puñetazos a la planta pero no parecía que les afectara.

Mientras la driade había formado en su brazo de ramas bloqueando los ataques de la planta carnívora.

─ Serviréis de abono para este bosque…─  comento la Hama Driade mientas veía la lucha.

─ AAAAHHH!!!...─  grite con todas mis fuerzas mientras empezaba a ejercer resistencia contra las ramas que aprecian aferrarse cada vez con mas fuerza pude ver como la Hama Driade giro la cabeza para ver que es lo que pasaba.

─ No te esfuerces…─  hablo la Hama Driade mientras me miraba con rostro de superioridad.

Mientras me esforzaba todo lo que pude en un momento dado empecé a escuchar como crujían las ramas tenia que salir cuanto antes.

En un momento de presión las ramas saltaron en pedazos mientras que la Hama Driade se cubrió el rostro por la explosión de la prisión que me retenía.

Mire hacia donde estaba Alma y las demás en eso me lance rápidamente hacia donde se encontraba Alma en un momento tome por le tallo a la planta tirando de ella con fuerza arrancándola del suelo pero esta parecía que estaba bien agarrada con las raíces.

─ ¿Cómo te atreves…?...─  pregunto con tono de ira mientras escuchaba como la planta chillaba y en un tirón pude arrancarla del suelo.

─ No permitiré que les hagas daño a mis amigas…─  comente con odio en mi voz mientras me lanzaba hacia la otra planta al mismo tiempo que Alma.

─ Mis pobres criaturas…MORID!!!...─  comento la Hama Driade como si fuera una orden en ese momento el suelo empezó a temblar con fuerza no sabia que esperarme.

El suelo tembló con fuerza y casi al momento pude ver que un par de raíces aparecieron a cada lado de la Hama Driade de estas empezaron a crecer púas bastante grandes.

La Hama driade solo apunto con su dedo hacia donde estábamos y las raíces se movieron disparando las púas hacia donde estábamos.
─ Moveos!...─  exclame mientras me lanzaba hacia un lado y Alma se lanzaba hacia donde estaba la driade cubriéndola con su cuerpo.

Las púas cayeron por donde estábamos solo pude escuchar el grito de Alma cuando dejaron de caer, mire de reojo y pude ver que Alma tenia varias de las púas clavadas en el cuerpo y estaba en el suelo mientras que la driade podía ver el cansancio en su rostro que había terminado cubriéndola con una pequeña cúpula de madera.

Mientras la planta había caído al suelo atravesada por varias púas, podía ver el rostro, incluso su odio se reflejaba en su cuerpo que había cambiado de color de un marrón fuerte era como si se hubiera endurecido.

─ Maldita seas…─  dije con ira mientras con rapidez me lanzaba hacia la Hama Driade y empecé a soltarle varios golpes en el rostro impactando con toda mi fuerza pero parecía que no les afectaba en absoluto ni siquiera era capaz de hacerle retroceder mientras que mis puños empezaban a dolerme.

En un momento salte hacia atrás jadeando con fuerza mientras notaba el sudor resbalándome por el cuerpo mire hacia donde estaba la driade que tenia puestas las manos encima de Alma viendo como las heridas se empezaban a cerrar pero no parecía tener mucha energía.

─ Como te atreves a tocarme…saco de carne…─  dijo con desprecio mientras a las raíces empezaban de nuevo a crecerle varias púas mas, me acerque a uno de los árboles blanquecinos y empecé a tirar de este podía escuchar como las raíces crujían y como con mucho esfuerzo lo sacaba de donde estaba.

─ No te lo perdonare…─  comente mientras daba el ultimo tirón arrancando el árbol de su lugar en ese momento las raíces volvieron a disparar las púas solamente puse el árbol delante mía para defenderme notando los impactos de las mismas en mi protección.

Mire de reojo y pude ver a la driade que estaba cubriéndose con una pequeña cúpula de madera que esta parecía debilitarse por momentos, no tenia mucho tiempo para hacer algo.

Solté el árbol y me acerque a un par de púas y con todas las fuerzas que tenia arranque estas del árbol, al darme la vuelta pude ver que el suelo estaba lleno de las mismas mientras veía la sonrisa sádica en el rostro de la Hama Driade.

─ AAAAHHH!!!...─  grite con todas mis fuerzas mientras me lanzaba a por la Hama Driade esta movió la mano y el suelo de nuevo comenzó a temblar no sabia que es lo que podía salir o aparecer pero no podía quedarme quieta.

Enseguida varias raíces salían del suelo para atraparme los pies o hacerme caer al suelo, mi cuerpo parecía reaccionar por si mismo moviéndose en el momento exacto para que no me atraparan.

Cuando ya estaba casi a su altura cruce los brazos para propinarle un golpe cruzado con todas mis fuerzas pero en ese momento note como algo se aferraba a mi pierna que no había visto.

Enseguida con fuerza tiro de mí hacia el suelo dándome un golpe enseguida note como varias ramas se aferraban de nuevo a mis extremidades sujetándome con fuerza.

─ Mierda!...Suéltame!...─  exclame un par de veces mientras me resistía moviéndome lo que podía, las ramas no dejaban de apretarme.

─ Pobre criatura…tu energía es mía…─  dijo la Hama Driade mientras se ponía encima mía de forma sensual y al momento alzo su mano de la que salio una púa larga de la parte baja de su muñeca.

Veía mi final cerca e intente moverme pero las ramas siguieron apretándome para que no lo hiciera.

Esta alzo la mano y relamiéndose los labios como si estuviera abriendo un pavo para navidad.

Cerré los ojos esperando mi final mientras tragaba saliva con fuerza, ese momento fue como si fuera toda una eternidad.

─ AAAAHHHH!!!...─  grito Alma con fuerza, no pude más que abrir los ojos y mirar pude ver que Alma se había lanzado a la espalda de la Hama Driade mientras se aferraba a su cuello con fuerza.

─ Suéltame criatura…─  comento la Hama Driade con una voz que parecía salir del infierno en un momento sonrió de forma maliciosa y pude escuchar como si algo atravesara carne, en un momento el rostro de alma se descompuso abriendo los ojos todo lo que podía mientras pude ver como la sangre resbalaba por el lateral de su cuerpo.

─ No, no, no…─  repetí varias veces mientras veía como Alma caía al suelo, contemple un par de agujeros que tenia en su cuerpo mientras que unas púas que habían salido de su espalda.

─ Ahora es tu turno…─  comento la Hama Driade bajando su brazo, en ese momento se me hacia larguísimo así que abrí los ojos y observe como una rama sujetaba su brazo.

Al mirar la driade había lanzado una liana del suelo sujetándole el brazo impidiendo que terminara su acción.

─ ¿Como te atreves…pequeña ramita…?...─  pregunto la Hama Driade mientras intentaba mover el brazo tirando de la liana pero la driade no cejaba en que lo hiciera.

La Hama Driade se levanto y enseguida otra liana se aferro al otro brazo y otras a las piernas.

─ No te permitiré…que la mates…─  respondió la driade de forma dificultosa podía ver el esfuerzo en su rostro mientras mantenía las lianas aforrándose al cuerpo de la Hama Driade.

Enseguida note como las ramas que tenía en mis extremidades empezaron a ceder su presión que aproveche para deshacerme de ellas y poder levantarme mire hacia todas partes para buscar algo para poder ayudarla, enseguida pude ver las púas que estaban cerca de mí.

─ Pequeño brote morirás en este bosque y renacerás para mi…─  hablo la Hama driade que enseguida hizo que la driade fuera atraída hacia ella mientras esta empezaba a sacar púas por su cuerpo mientras que la driade intentaba liberarse con el miedo en el rostro.

─ Tienes que hacerlo…rápido!...─  hablo la driade mientras era atraída hacia el cuerpo de la Hama Driade que se extraño por lo que había dicho.

─ No te preocupes…será rápido…─  hablo la Hama Driade mientras seguía atrayendo el cuerpo de la driade hacia si misma con las púas delante de ella.

─ No te lo decía a ti…─  comento la driade con una sonrisa en el rostro estando a escasos centímetros de la Hama Driade.

Sin pensarlo mucho me lance a por ella y atravesé su cuerpo con toda la fuerza de la que era capaz escuchando como si su piel crujiera y estuviera atravesando la corteza de un árbol con la misma dureza.

Cuando hube atravesado todo su cuerpo note como su sangre empezó a resbalar por las púas cayendo al suelo mientras que la Hama Dríade giro la cabeza con la sorpresa en su rostro mientras me miraba de la misma forma.

Enseguida la driade fue liberada y la Hama Driade cayo al suelo de rodillas con el miedo en su rostro mientras me acercaba a esta y me ponía delante de ella, la driade no pude más que recuperarse recuperando el aliento y acercándose de manera tambaleante hacia Alma para ayudarla.

─ Muere!...no mereces ser la reina de este bosque…─  dije al mismo tiempo que la miraba con pena y decepción, enseguida me dirigí hacia Alma para ver como se encontraba.

─ ¿Cómo se encuentra…?...─  pregunte con miedo en la voz mientras veía como las heridas iban sanándose pero la driade no parecía tener mucha energía, al mismo tiempo esta empezó a toser con fuerza mientras intentaba recuperarse.

─ Alma…resiste…que puedes…─  dije mientras le tomaba la mano y esta me la apretaba eso era buena señal de que se estaba recuperando cuando pro fin las heridas estaban cerradas, pude ver como alma se sentaba de manera dificultosa aun podía ver que no estaba muy bien peo no era por las heridas.

─ ¿Qué ocurre…?...las heridas están curadas…─  pregunte mientras veía como su piel se iba tornando de color marrón y con dureza parecía que se estuviera petrificando.

─ No son las heridas…eso están curadas…es el veneno…─  dijo alguien que enseguida me gire para ver si era la driade que esta solamente negó con la cabeza.

─ ¿Qué has dicho…¿Qué veneno…?...─  pregunte extrañada mientras miraba a la driade que esta solamente giro la cabeza mirando a la Hama Driade.

─ Mi veneno…─  dijo la Hama Driade mientras que un escalofrió recorrió mi cuerpo cuando mire hacia ella.

Aun estaba de rodillas y al momento pude ver como se levanto con las púas clavadas en su cuerpo mientras pude ver como la sangre goteaba por las mismas dejando algunos charcos en el suelo.

Sin mediar mas palabras escuche un sonido asqueroso de carne mientras esta arrancaba las púas de su cuerpo dejando un agujero por le cual pude ver el otro lado.

Enseguida estos empezaron a cerrarse mientras tiraba las púas al suelo y se giraba mirándonos de forma que parecía que estaba iracunda.

─ Mira…no queríamos hacerte daño…solamente estamos intentando llegar a los valles flotantes…pero fuiste tu quien iniciaste esto…por favor salva a Alma…─  comente explicándole por que entramos a su bosque con todo el respeto del que podía.

─ Eso es lo de menos…te propongo un trato…si tu te quedas yo salvare a tu amiga…─  hablo la Hama Driade mientras se acercaba caminando de forma sensual hacia donde estábamos.

Mire hacia alma que podía ver como su cuerpo poco a poco iba transformándose en un árbol mientras respiraba con dificultad.

─ No lo hagas es una trampa…sabes que no nos dejara ir…─  dijo la driade mientras me miraba con ojos tiernos y con cierto miedo en su mirada, enseguida mira a Alma viendo como a esta no el quedaba mucho tiempo.

─ Muy bien…─  hable resignándome a mi destino, no podía permitir que mataran a ninguna de ellas.

Me acerque lentamente hacia donde estaba la Hama Driade cuando ya estaba a escasos centímetros de ella, esta solamente me miro con ojos tranquilos y a la vez de satisfacción.

─ No lo hagas…te esta engañando…─  comento la driade aunque podía escuchar sus palabras es como si no la estuviera escuchando.

La Hama Driade acerco su rostro hacia donde estaba y rozo suavemente mis labios aquello fue como si una descarga eléctrica me recorriera mi espalda.

En ese momento mientras estaba como en éxtasis note como unas ramas empezaban a subir por mis piernas lentamente, escalando mi cuerpo hasta que llegaron hasta mi cabeza en eso note como estas entraban en mis oídos, ahí abrí los ojos completamente, no se si fue por el dolor o por la sensación que tuve, era como si estuvieran explorando mi mente.

Las imágenes de mi vida se sucedían una tras otra y al final de cada era como si desaparecieran en una oscuridad insondable, mi mente empezaba a vaciarse.

Auque intentaba resistirme sus labios calidos y suaves estaban encima de los míos moviéndose con pasión e incluso note como la lengua entraba en mi boca jugueteando con la mía.

─ Mmmm…─  gimió la Hama Driade con pasión mientras restregaba los labios contra los míos, las imágenes se perdían en el olvido pero cuando llegue al recuerdo de mi familia y mis amigas se detuvieron, estos parecían que se hubieran arraigado en mi mente, enseguida abrí los ojos y mire a la Hama Driade que estaba disfrutando el beso.

Intente mover las manos pero las raíces se aferraban pero suavemente, la deslice hasta que por fin pude sacarla.

Me moví lo suficiente para poder liberarme lo necesario cerré las manos con fuerza concentrándome lo que podía mientras mantenía los recuerdos en mi mente en un momento note como la Hama Driade se dio cuenta.

─ Vaya…parece que te resistes…no será por mucho tiempo…─  comento la Hama Driade mientras se separaba unos pasos y me miraba con cierta confusión.

─ No permitiré que me quites mis recuerdos…Aléjate de mi!...─  exclame con fuerza mientras concentraba la fuerza de la que era capaz en ese momento me moví lo suficiente haciendo que las raíces se partieran dejando a la Hama Driade sorprendida mientras m movía rápidamente y le propinaba un golpe con fuerza incluso me pareció que el puño se me encendía con fuego.

Pude ver a la Hama Driade con el miedo en el rostro mientras la golpeaba me parecía que paso en cámara lenta, note el puño golpeando contra su piel que había cambiado por completo, antes con una suavidad que no era de este mundo y ahora era como si golpeara un árbol.

Con el impacto esta rodó un par de metros por el suelo, rápidamente me acerque a Alma para ver como se encontraba mientras que su cuerpo seguía convirtiéndose en madera y dejándola petrificada.

─ Tenemos que hacer algo…─  comente viendo como el rostro de Alma parecía apagarse lentamente pero tenia una sonrisa en este mientras le tomaba la mano.

─ Ella es la única que puede hacerlo…─  comento la driade con ojos de esfuerzo mientras intentaba detener la infección pero esta seguía avanzando.

─ Muy bien se acabo…quítale eso de encima!...─  exclamé llena de odio mientras veía como la Hama Driade le rodeaban lianas que la levantaron lentamente, pude ver el golpe en su rostro pero este se regenero casi de manera inmediata.

─ Se acabo ser amable…servirás de abono para mi bosque…─  hablo la Hama Driade mientras movía sus manos de manera inmediata y de las muñecas salían unas púas de color marrón de las que parecían gotear un liquido verde.

Como el relámpago la Hama driade se lanzo y al mismo tiempo hice lo mismo ambas nos enzarzamos en un combate, esquivaba los envites como podía las púas pasaban cerca de mi cuerpo rozando mi ropa que parecía deshacerse con cada golpe.

─ Pero que…─  comente retrocedía un par de pasos viendo como la ropa se deshacía, pensé que las púas estaban cubiertas de algún tipo de acido extraño.

─ No saldrás de aquí…─  dijo la Hama Driade con odio en su voz mientras se preparaba de nuevo para atacar.

No dije nada solo me prepare como pude mientras miraba por el lugar no había ninguna driade pro el sitio ni siquiera la sierpe pero había muchas púas por todos lados.

Salí corriendo hacia la Hama Driade con toda la rapidez que pudo esta hizo la misma con la sonrisa en su rostro cuando ambas estábamos cerca esta movió los brazos cruzándolos y propinando un golpe no pude mas que rodar por el suelo y quedar cerca de unas púas que inmediatamente tome y me gire levantándome.

─ Muy bien si eso es lo que quieres…─  comente sosteniendo las púas cruzadas delante mía intentando prepararme para cualquier ataque.

Sin decir nada la driade solamente esbozando una sonrisa se lanzo rápidamente con un impulso me prepare para lo que pudiera hacer esta empezó a lanzar varios ataques con las púas mientras me defendía como podía esta vez note le cuerpo un poco mas lento de lo normal en un ataque rodé por el suelo notando el tobillo pesado.

Al mirar pude ver que estaba de color marrón y casi inmóvil, al parecer le veneno me había afectado y tenia que reaccionar rápidamente.

Mire hacia la driade y Alma esta parecía agotada por el esfuerzo y no aguantaría mucho mas.

─ Mierda!...─  exclame mientras intentaba ponerme de pie, aunque era bastante complicado.

La Hama driade se lanzo de nuevo rápidamente mientras que no podía hacer otra cosa que permanecer de pie de manera dificultosa con el tobillo casi petrificado.

Esta ataco varias veces no podía mas que detenerla como podía poniendo las púas por delante.

Los ataque parecían intensificarse mientras notaba como el cansancio se acumulaba en mi cuerpo puesto que los movimientos eran mas lentos, podía sentir la fuerza de sus golpes que hacia que me debilitara.

─ No podrás aguantar mucho mas…─  dijo la Hama Driade mientras seguía golpeando una y otra vez haciendo que mi defensa fuera inútil,

La Hama Driade en uno de sus golpes alzo sus brazos y descendió el golpe haciendo que las púas saltaran por astillas.

Solamente podía jadear con fuerza mientras mi pierna seguía petrificándose y no dejaba que me moviera era como si le hubieran salido raíces del pie.

─ Se termino el juego….─ dijo la Hama Driade con satisfacción mientras se acercaba y movía los brazos cerca de sus caderas abriéndolos todo l oque podía para darme el golpe de gracia.

No sabia que hacer hasta que pensé en algo que se cruzo por mi mente, en el movimiento de ella mi cuerpo reacciono pro si mismo tome las púas cuando estaban a escasos centímetros de mi cuerpo sosteniéndolos con fuerza.

La Hama Driade pareció sorprendida mientras intentaba finalizar el ataque que había empezado, notaba como mis manos ardían por el ácido que goteaba de las púas de sus muñecas.

─ ¿Qué haces…?...Suéltame…─  comento la Hama Driade mientras tiraba lo que podía para deshacerse de mi agarre pero aunque mis manos estuvieran ardiendo y el dolor parecía que se extendía por los brazos.

─ AAAAHHHH!!!...─  grite de manera desesperada tirando con todas mis fuerzas mientras que notaba como la Hama Driade gritaba de dolor e intentaba deshacerse de mi agarre.

Tire con todas mis fuerzas escuchando como se rompían las púas con un sonido de madera combinado con los gritos de ella con cierta satisfacción.

Cuando rompí las púas pude ver que estaban acabadas en unos tentáculos que aun se movían de manera compulsiva mientras que el dolor me invadían tanto los brazos como las manos por el ácido que me recorría las manos.

En un momento note como algo cálido me resbalaba por la mano y caía en mi tobillo era la sangre de la Hama Driade que era de un color rojo intenso notando como el tobillo petrificado empezaba a desaparecer y podía de nuevo moverlo.

─ Genial!...─  exclame y rápidamente Corp. hacia donde estaba Alma y enseguida apreté el tentáculo que seguía moviéndose y empecé a resbalar la sangre de esta sobre el cuerpo de Alma que rápidamente empezó a despetrificarse y esta empezaba a recuperarse y a respirar con tranquilidad.

─ Muy bien…─  dije mientras me acercaba a la Hama Driade que aun estaba gritando por el dolor en sus muñecas que pude ver que las tenia desgarradas por lo que el había hecho.

─ Te toca a ti…─  dije mientras alzaba las púas por encima de mi cabeza para propinarle el golpe mientras que esta me miraba con ojos llenos de miedo.

Contemple el rostro de la Hama Driade que estaba con miedo mientras miraba como se acercaba el final,

Sus muñecas estaban destrozadas en un charco de sangre y apenas podía moverlas mientras.

─ AAAAHHH!!!...─  grite con todas mis fuerzas y baje la púa, ese momento parecía estirare en el tiempo hasta que la clave en el suelo la púa cerca de su cabeza.

Respire profundamente no podía hacerlo, me era imposible, la Hama Driade me miro extrañada, con ojos de confusión.

─ ¿Y esa marca…?...─  pregunto la Hama Driade con cierta confusión en su voz mientras miraba la marca que tenia en el brazo.

Por un momento me quede pensativa, era como si estuviera distrayéndome a punto de lo que quería hacer.

─ Es una marca de las driades…por la ayuda contra la púa ardiente….¿por que lo preguntas…?...─  pregunte con extrañeza mientras que la Hama Driade movió sus dedos y pude ver como el tentáculo de las púas empezaba a retorcerse con fuerza, intente controlarlo pero era demasiada intensidad.

─ ¿Pero que…?...─  pregunte mientras soltaba la púa que cayo cerca de su brazo el tentáculo se retorcía moviéndose hasta que se acerco a la muñeca y este rápidamente se introdujo en su brazo deteniendo la hemorragia.

Al mismo tiempo el otro hizo lo mismo alargándose e introduciéndose en la muñeca deteniendo la hemorragia, después de eso esta se incorporo levemente y me dio un beso profundo y calido introduciendo la lengua en mi boca y moviéndola de forma sensual mientras que el calor recorrió mi cuerpo haciendo incluso que mi sexo empezara a moverse dando unos pequeños movimientos empezando a ponerse dura mientras que los pezones note como se erguían doliéndome con la ropa.

─ Mmmmm…─  gemí de forma ahogada mientras notaba como su lengua se movía cada vez mas adentro de mi boca repasándola pro completa, sus brazos me abrazaron con fuerza mientras que mi cuerpo seguía reaccionando, mi corazón se aceleraba podía sentir como las venas de mi sexo palpitaban como si fueran un pequeño corazón, el calor recorría mi cuerpo con intensidad entretanto intente resistirme lo que pude pero mi cuerpo quería mas.

En un movimiento rápido aparte a la Hama Driade empujándola suavemente y esta enseguida me soltó.

─ ¿Se puede saber que haces…?... pregunte con tono de sorpresa mientras la Hama Driade se relamía los labios con pasión después del beso de tornillo que me había dado.

─ No te preocupes solamente…es una forma de pedirte perdón…─ comento la Hama Driade mientras me miraba con ojos brillantes.

Me levante inmediatamente con cierta dificultad, poniendo el sexo en su lugar me resultaba algo incomodo.

─ ¿Perdón…?...Casi terminas matándonos enviándonos a ese bicho y después esto…ella fue a hablar con usted para que nos dejara pasar por sus dominios…─  explique por lo que habíamos pasado pero al parecer la driade no llego a decirle nada.

─ Lo siento, no llegue a hablar con ella, me echaron antes si quiera de pedir audiencia…por eso dije de salir cuanto antes…─  dijo la driade con cierto miedo en la voz al mismo tiempo que ayudaba a Alma a levantarse.

La Hama Driade se levanto y se acerco andando de manera sensual hacia donde estaba Alma y la driade que esta enseguida se arrodillo, esta se agacho mirando a Alma que enseguida puso su mano sobre las heridas con cierto brillo verde y estas rápidamente empezaron a cerrarse.

─ Es…sorprendente…─  comento Alma mientras  miraba las heridas de las púas,  pero enseguida puso su cola por delante de su rostro con cierta vergüenza.

Podía ver como su cuerpo cambiaba de color volviéndose otra vez de color verde intenso y como aparecían flores por su cuerpo soltando unas pequeñas esporas era como si fuera en agradecimiento las heridas empezaron a cerrársenos, mientras miraba mis manos.

─ Esto es increíble…─  dije mientras que nos recuperábamos de forma milagrosa, después de eso me acerque a Alma ayudándola a levantarse.

─ Me gustaría disculparme y os doy el permiso de que atraveséis mi bosque…nada se os interpondrá…aunque me gustaría haceros una pregunta…─  comento la Hama Driade con curiosidad en su voz mientras se me acercaba caminando deforma incitante.

─ ¿Cómo conseguiste esa marca…?...Las Hama Driades no solemos darla con tanta facilidad…─  cuestiono la Hama Driade mientras me miraba con lujuria fijamente.

─ Si me permite su majestad…mi Hama Driade se la ofreció después de ayudarnos a combatir a la púa ardiente…─  respondió la driade con cierto miedo en su voz esta se giro mirándola.

─ Tengo entendido que esos soldados estaban dirigidos por un sacerdote…un ente corrupto y malvado…─ comento la Hama Driade parecía que estaba mucho mas enterada de l oque era el sacerdote.

─ El sacerdote lo matamos con la ayuda de una Hakutaku…su control sobre el pueblo ha terminado…─  hable explicándole lo que había pasado y como habíamos acabado con ese ser.

─ ¿Le puedo hacer una pregunta…?...─  cuestione esperando que me la contestara y despejara mis dudas.

La Hama Driade solamente asintió y enseguida me miro con interés esperando a la pregunta.

─ ¿Cómo sabéis lo del sacerdote…?...Vuestro bosque esta a una gran distancia de ese pueblo…─  hasta aquí también han llegado esos soldados e intentaron destruir el bosque por suerte pudimos defendernos, uno de ellos nos lo contó todo por desgracia no llego a sobrevivir y ahora forma parte de las raíces de este bosque.

Solamente trague saliva pensando en lo que habrían terminado haciéndole al soldado, en un momento empecé a escuchar como los árboles crujían levemente pero esta vez el ambiente era mucho mas ligero.

En un instante estos empezaron a recuperar su color mostrando grandes hojas de color verde, como si recuperaran la vida.

Cuando me llegue a dar cuenta era como si hubieran vuelto a donde estaban, volvía a escuchar los pájaros y a sentir el viento.

─ No tendréis mas problemas en atravesar el bosque…─  comento la Hama driade ofreciéndome su mano en señal de amistad.

Ese gesto me hizo dudar por un momento si ofrecérsela o no pero no podía tampoco rechazar su gesto de buena voluntad.

Acerque mi mano para tomar la suya pero esta enseguida tomo mi brazo y sentí como esta se calentaba empecé a quejarme por el calor que sentía, moví el brazo para liberarme pero no había forma era como si estuviera encajada entre sus dedos.

Cuando por fin me soltó pude ver como otro tatuaje en relieve estaba en mi piel era como si hiciera juego con la primera.

─ Ya nos veremos…aunque es una pena dejarte marchar…─  hablo la Hama Driade resbalando las palabras pro sus labios y enseguida del suelo aparecieron unas lianas que suavemente avanzaron pro su cuerpo envolviéndola y siendo de nuevo absorbidas en el suelo haciéndola desaparecer.

Por un instante me quede sorprendida como había desaparecido, el bosque había recuperado todo su esplendor y el ambiente era más ligero pero aquello me había dejado agotada por el esfuerzo.

─ Al menos podemos descansar un poco…─  comento la driade con cierto miedo en su voz mientras la miraba con enfado.

─ Podrías habérnoslo advertido…no haber terminado así…─  comente mientras me miraba la ropa que estaba llena de suciedad y cortes pro todas partes.

─ No llegue ni siquiera a pedir audiencia y enseguida soltaron a la sierpe…pensarían que vendríamos a atacar su bosque…por eso pensé que seria mejor salir cuanto antes…lo siento…─  hablo la driade con arrepentimiento en su voz mientras bajaba la cabeza con vergüenza, aunque sabía que había echo todo lo que había podido para conseguir audiencia o eso pensaba….



FIN DEL CAPITULO 1

DESFILADERO DEL DOLOR

─ Al menos ahora será mas fácil salir del bosque…─  dije casi con sarcasmo mientas miraba a Alma y a la driade al menos salíamos con vida del lugar entretanto me mire el tatuaje nuevo que tenia en el brazo que aprecia combinarse ala perfección con el otro.

Me acerque a la mochila para recoger lo que habíamos comprado y al menos salir de aquel lugar.

Abandonamos el sitio mientras miraba hacia los árboles parecía que no hubiera pasado nada ni siquiera había sangre en el suelo.

Continuamos nuestra caminata por el lugar el camino se hacia mucho mas agradable, se escuchaban los animales y se podía ver los tímidos rayos que entraban entre las espesuras de las copas de los árboles.

Todo el ambiente era mas ligero incluso más fresco esta vez no sentía esa sensación de que nos estuvieran vigilando como la que tenía cuando entramos.

─ Es como si el bosque hubiera cambiado…─  hable mientras miraba hacia todas partes para cuando quise darme cuenta Alma se había transformado de nuevo al parecer no sentía ningún peligro mientras la driade no hacia mas que ir de un lugar a otro mirando los árboles como si fuera un centro comercial.

Sin embargo mirando tanta belleza natural no podía dejar de pensar en que estaría pasando ahora y si mis amigos se hubieran dado cuenta que había desaparecido.

─ ¿Te encuentras bien…?...─  pregunto Alma mientras continuábamos caminando hacia la salida del bosque y a nuestro siguiente destino.

─ Si no te preocupes, solo estaba pensando en que estarían haciendo mis amigos y si ya se habrían dado cuenta de que no estoy…─  respondí continuando caminando por un momento mire hacia el vestuario que tenia y pude notar que estaba llena de agujeros por suerte no llegaba a mostrar nada aun aunque no terminaba de acostumbrarme con el nuevo sexo y sus reacciones.

─ ¿Tenias sexo con ellos…?...─  pregunto la driade con cierta sonrisa en su rostro mientras se acercaba rápidamente.

─ Anda que también tus preguntas…─  respondí con cierto retintín en mi respuesta, mientras veía su cara de felicidad y picardía.

─ ¿En vuestro mundo no tenéis sexo…?...Es que lo que tienes ahí es para tenerlo…─  comento la driade mientras miraba mi sexo con cierto deseo en su voz.

─ En mi mundo no tengo esto…soy una chica normal y corriente…si te refieres si tengo novio…la respuesta es si…lo hacemos…─  respondí saciando su curiosidad puesto que era como una niña y si le daba rodeos seguiría preguntando.

─ Es extraño que tu cuerpo cambiara al llegar aquí…─  hablo Alma mientras continuaba caminando con las manos juntas y de forma solemne.

─ No entiendo que es lo que pasaría para que me cambiara…─  dije pensando que eso era demasiado extraño.

─ Los dioses, tendrán sus razones para hacerlo…─  hablo Alma mientras continuábamos caminando.

─ Por fin la salida del bosque…─  dijo la driade que enseguida salimos de aquel lugar hacia un valle en el que podía verse un camino de tierra que se dirigía hacia las montañas al menos ya estábamos fuera teníamos que llegar a las montañas.

 Así continuamos caminando y conociéndonos entre preguntas y charlas insustanciales por el lugar el sol poco a poco se fue ocultando mientras encontrábamos un lugar para poder acampar y pasar la noche.

Cuando ya teníamos el fuego hecho y habíamos colocado las mantas para poder descansar me tumbe y me quede mirando hacia el cielo viendo las estrellas su configuración era completamente distinta a la de mi mundo.

─ Tengo hambre…─  comento Alma mientras sacaba algo de carne seca de la mochila en ese momento el estomago rugió advirtiéndome que era hora de comer.

Al menos teníamos luna y podíamos ver algo, se escuchaban algún que otro aullido pero nada de lo que preocuparnos se podía escuchar algunos murcielaguillos revolotear por el lugar.

Alma me paso algo de carne seca mientras empezaba a darle mordiscos tenia bastante hambre, esto me recordó la acampada que habíamos echo.

Di un pequeño sorbo a la cantimplora mientras veía que la driade tenía algunas raíces que salían de su espalda y se enterraban en el suelo, pensé que estaría alimentándose como hacen las plantas.

─ ¿No quieres algo de carne…?...─  pregunte mientras le ofrecía un pedazo a la driade, esta solamente me miro sonriéndome.

─ No como carne, se que dirás que hay algunas plantas que lo hacen pero no es mi caso…─  comento la driade esta vez un poco mas de seriedad.

─ Si quieres algo de fruta seca…─  comente mientras tomaba algo de fruta y se la ofrecía, en eso la driade se quedo mirándola por un instante y seguidamente la acepto.

La cena paso de manera tranquila en cuanto por fin termine azuce un poco el fuego y echando algo mas de madera y seguidamente me tumbe para dormir.

Enseguida note como alguien se tumbaba a mi lado al mirar pude ver que era la driade que solamente me sonrió, gire la cabeza y pude ver a Alma que estaba rezando.

Después de unos segundos se tumbo en la manta y se dispuso a dormir solo esperaba que no llegaran a asaltarnos.

Me quede mirando las estrellas y poco a poco se me fueron cerrando los ojos pensando en como estarían mis amigos y lo que estaría pasando.

Los ojos se me fueron cerrando poco a poco mientras veía el precioso cielo nocturno, sin embargo no había dormido también al aire libre en toda mi vida y eso que era muy exigente en el saco de dormir y el lugar que escogía para colocarlo.

Paso el tiempo sin darme  cuenta siquiera para cuando note un calor agradable que me recorría el cuerpo preferí no moverme estaba comodísima, para cuando abrí los ojos no me di cuenta nada diferente solo un bulto debajo de la manta.

En ese momento me desperté por completo toda la somnolencia que tenia fue como si se hubiera despejado del tirón.

Enseguida gire la cabeza y me di cuenta que alma seguía durmiendo al lado pero no veía a la driade por ninguna parte, enseguida pensé que estaría debajo de la manta.

Empecé a levantarla lentamente para cuando me di cuenta pude ver que efectivamente era la driade que estaba debajo y con mi sexo en su boca solamente que al verme se detuvo y me sonrió de manera traviesa.

─ ¿Se puede saber que haces ahí…?...─  pregunte mientras la miraba de forma extrañada en un momento note como sus labios apretaban mi sexo y movía la lengua de manera circular, notando como su saliva me bañaba el sexo.

Note como su lengua se movía de manera ágil y el calor recorría mi cuerpo, los pezones empezaban a ponerse erectos y comenzaba incluso a estorbarme la ropa, pero como pude aguante intentando vaciar mi mente para poder calmarme.

─ Recuperando un poco la energía que había perdido en la batalla…a propósito gracias por la energía…─  respondió la driade con el sexo en la boca incluso le podía ver el bulto en la mejilla mientras que notaba un olor muy agradable que salía debajo de la manta, enseguida supe que se trataba del afrodisíaco puesto que podía ver unas pequeñas flores en su espalda.

Enseguida empezó a mover su cabeza lentamente saboreando pro completo mi sexo mientras que podía verlo en su garganta un bulto que aparecía y desaparecía con cada movimiento mientras que la saliva salía de su boca dejando hilos de la misma.

El placer me inundo por completo mientras notaba como subía y bajaba cada vez mas rápido mi sexo ocupaba por completo su boca la lengua se movía rápidamente mientras que sin darme cuenta note como una mano agarraba mi sexo y empezaba a moverla al mismo ritmo que su boca mientras las venas pulsaban con fuerza como un segundo corazón el placer era cada vez mas intenso.

─ Dios!...Que gustazo…─  exclame mientras cerraba los ojos por el placer enseguida pensé que no podía hacer nada mas que disfrutar del momento.
Baje la mano y eme aferre a su pelo que era sedoso y agarrándolo con fuerza empecé a acariciarlo lentamente mientras el placer se me acumulaba lentamente y no dejaba de gemir mientras escuchaba los gemidos apagados de la driade por la profundidad de donde llegaba mi sexo notando el apretado de su garganta incluso sus arcadas.

Apreté con fuerza su cabello y empecé a moverla cada vez más rápida reclamando su boca como propia y moviéndome también arremetiendo con fuerza hasta que notaba sus labios contra mi abdomen.

Cada movimiento metía el sexo hasta el fondo de su garganta notando lo apretaba que estaba mientras que la driade no dejaba de mover la lengua de un lado a otro para dejar mas espacio para que entrara hasta le fondo.

La saliva salpicaba por fuerza mojando mis piernas y su boca, cuando en un momento note como el sexo se agrandaba notando como las venas se endurecían al mismo tiempo daba los últimos golpes metiéndola hasta el fondo y dejándola ahí por un momento mientras que notaba como una riada de semen subía por el sexo y finalmente explotaba directamente en su garganta haciendo que lo tragara todo a la fuerza.

La driade en vez de retirarse me abrazo las piernas mientras el semen salía a toda presión inundándola mientras que esta tragaba de forma dificultosa notando como la saliva mezclada con el esperma por la boca dejando mi abdomen pegajoso y su cara manchada.

Así estuve unos segundos viendo como la driade tragaba mas y mas y su estomago se hinchaba de forma considerable hasta que por fin esta me soltó las piernas y los dejo colgando como si fuera una simple muñeca parecía incluso que había perdido la consciencia puesto que habían dejado incluso de tragar, pero aun así solté lo ultimo aunque saliera por fuera de su boca viendo que tenia los mofletes hinchados por el semen.

Saque el sexo lentamente y en cuanto estuvo fuera pude ver que el semen salía por la boca que estaba anegada por el semen incluso tenia los ojos en blanco, pareciera que estuviera dormida de alguna forma.

─ Perdona…no se lo que me ha pasado…¿Te encuentras bien…?...─  pregunte mientras el semen seguía saliendo de mi sexo ya con menos fuerza, tenia el cuerpo completamente relajado después de l oque había pasado, mientras golpeaba suavemente las mejillas que estaban completamente hinchadas.

Enseguida pude ver como trago con cierta dificultad y enseguida recupero la consciencia paso la mano por el abdomen que estaba completamente hinchado al mismo tiempo que me miraba sonriendo de manera satisfecha y con un brillo en sus ojos que esta vez habían cambiado completamente a un verde intenso.

─ Nunca he…estado mejor…gracias por el desayuno….ji, ji, ji…─  respondió sonriendo al mismo tiempo de manera picarona mientras parecía que estaba completamente feliz.

─ Mejor sal de ahí abajo y vuelve a tu manta…─  comente mientras notaba como estaba mucho mas relajada, mire hacia el cielo y aun era de noche, me acerque un poco al fuego para azuzar las llamas.

─ ¿también estas despierta…?...─  pregunto Alma estando aun de espaldas acostada en la manta.

─ Bueno…más o menos…─  dije mientras miraba como la driade se acostaba acariciándose el abdomen con el rostro lleno de felicidad.

Después de eso Alma no volvió a pronunciar ni una sola palabra y después de estar un tiempo mirando las llamas volví a acostarme de nuevo esperando que llegara el día y continuar nuestro camino.

El resto de la noche fue completamente tranquilo para cuando note como alguien me golpeaba suavemente en el rostro, enseguida desperté viendo el rostro de alma que me estaba llamando, enseguida bostecé viendo que el sol ya había salido y estas estaban recogiendo sus cosas para seguir el camino.

Se podía notar una brisa fresca incluso se veían los pájaros y se escuchaba sus silbidos, por un momento me tape los ojos por el sol que ya estaba apartando la oscuridad.

─ Bueno…¿Cuánto nos queda…?...─  pregunte mientras empezaba a recoger las cosas en eso antes de tomar las botas Alma tomo una de mis manos y empezó a moverla enseguida pude escuchar como un sonido de que algo se movía por dentro.

─ ¿Pero que…?...─  pregunte extrañada mientras veía como Alma movía la bota y de esta cayo un escorpión bastante grande que enseguida se movió escondiéndose en una piedra.

─ Joder que bicho!...─  exclame viendo como se movía rápidamente para esconderse, su tamaño era bastante grande comparado con los de mi mundo.

─ Gracias…─ agradecí mientras esta vez miraba en la otra bota y la sacudía un par de veces pero nada había salía al menos no tendría mas sorpresas.

Alma no pronuncio ni una palabra solamente tomo sus cosas y las guardo rápidamente, en cuanto hube apagado el fuego me dispuse a seguir la caminata.

En cuanto hubimos dado unos pasos pude ver que el terreno iba cambiando poco a poco se convertía en mas rocoso mientras nos acercábamos a unas montañas incluso el viento parecía ser mas frío.

Al momento sentí un escalofrío que me recorrió el cuerpo viendo la montaña que teníamos cerca.

Enseguida escuche varios gritos que me llegaban de manera débil desde las montañas, haciéndome que me diera un escalofrío.

─ Lo habéis escuchado…eran gritos de personas…─  comente mientras de nuevo volvía a escucharlos.

─ Eso es imposible…─  comento Alma mientras continuábamos el camino hacia la montaña.

En cuanto hubimos avanzado unos metros mas los gritos se hicieron mas presente parecían provenir de todas partes.

─ Como me digáis que no lo habéis escuchado…─  hable mientras miraba hacia todas partes mientras el ambiente se hizo mas frío por momentos sin embargo pude ver la preocupación en el rostro de la driade con lo contenta que se había levantado incluso su abdomen había descendido drásticamente.

─ Si, lo he escuchado pero no creo que sean personas…─  comento la driade mientras continuaba avanzando pero esta vez con un ritmo más lento y seguro mientras miraba hacia todas partes.

El tiempo empezó a cambiar poco a poco el cielo despejado se fue nublando lentamente mientras que la temperatura bajo drásticamente cada vez que seguíamos avanzando para la montaña.

El terreno se hacia cada vez mas escarpado y los gritos se sucedían incluso me parecía que podía ver como algo se movía entre las sombras de las rocas.

─ Es el viento que recorre las grietas y las cavernas de las montañas haciendo que parezcan gritos…─  comento Alma sacando una explicación lógica pero parecían demasiado humanos.

Cada vez que nos adentrábamos mas podía ver como la cara de la driade estaba con más preocupación aprecia no fiarse ni de las piedras del suelo.

─ ¿Te ocurre algo…?...─  pregunte extrañamente mientras notaba el ambiente enrarecido a nuestro alrededor.

En un momento pude ver por el rabillo del ojo como algo se movía a nuestro alrededor, era la misma sensación que tuve en el bosque pero pensé que seria mi imaginación.

Antes siquiera que pudiera responderme Alma se detuvo de inmediato mirando hacia delante.

─ ¿Qué pasa…?...─  pregunte al ver que Alma no se movía mirando hacia delante, al acercarme pude ver que era el final del camino y había un puente colgante que comunicaba con las montañas.

Podía sentir como el viento arreciaba por un momento mire hacia atrás notaba que algo estaba a nuestro alrededor.

─ Son las Oreades…estos son sus dominios…creo que nos están vigilando desde que empezamos a caminar por la montaña…─  dijo la driade mientras nos acercábamos al puente.

Me acerque por unos momentos al borde del precipicio mirando hacia abajo había una buena caída ni siquiera podía ver el fondo, había demasiada niebla.

Por un instante me pareció ver como si alguien estuviera subiendo por la pared de piedra, no pude mas que cerrar los ojos y restregármelos después de eso no observe nada extraño, me pareció incluso que había sido mi imaginación.

─ No puede ser…─  comente mirando varias veces hacia el borde sin ver nada extraño, nos acercamos hacia el puente que no parecía muy estable ya que el viento empezaba a moverlo.

Cuando ya estamos todas en el principio empezó a nevar, el ambiente se hizo gélido incluso la driade parecía resentirlo no era su clima.

─ Genial…¿Qué mas puede pasar…?...─  pregunte de forma retórica mientras mire hacia el cielo viendo como nevaba.

Alma empezó a avanzar por el puente pero ni aun así separaba las manos sin embargo a cada paso se hacia mas difícil aparte por el calzado de llevaba, aunque lo que mas me sentía extraño era que pudiera soportar el frío con al escasez de ropa que llevaba.

─ Alma abre las manos y sujétate a las pasarelas…─  dije mientras esta seguía avanzando con dificultad pero ni aun así abría las manos.

En un momento hubo una ráfaga de viento que azoto el puente moviéndose de un lugar a otro pude ver como Alma se balanceaba de manera peligrosa.

─ Alma!...─  exclame con fuerza mientras veía como se zarandeaba de un lugar a otro en un momento alma separó las manos y enseguida su cuerpo se transformo en el demonio agarrándose a las pasarelas.

Cuando ay estaba por la mitad avance por el puente haciendo que este se moviera un poco mas incluso parecía que las tablas crujían con mas fuerza.

Continué avanzando lentamente hacia ella pude comprobar que incluso la cola estaba aferrada a la pasarela para sujetarse por los movimientos de la pasarela.

─ ¿Estas bien…?...─  pregunte mientras veía que se aferraba con fuerza a las cuerdas junto con la cola.

─ Tengo miedo…─  hablo Alma mientras podía ver su rostro de miedo que parecía que estuviera congelada en la mitad del puente.

─ A ver cálmate estoy contigo, vamos a seguir avanzando lentamente…─  comente mientras continuábamos poco a poco pro un momento mire hacia la pared del fondo y me pareció ver como algo se movía por las paredes hacia la parte de arriba parecían que eran cuerpos de personas.

─ Has visto eso…─  pregunte con cierto miedo en la voz mientras seguía mirando fijamente hacia la pared rocosa.

Enseguida note como el puente se movía amenazadoramente, gire la cabeza y pude ver a la driade que comenzaba a avanzar por el mismo.

─ Tenemos que seguir avanzando…─  hable mientras tome a Alma de la cintura y esta seguida dando pequeños pasos hacia el otro lado.

En un momento una ráfaga de viento azoto de nuevo el lugar enseguida note como se zarandeaba y me aferre con las fuerza a la cintura de Alma que esta se detuvo de inmediato.

En un momento dado pude ver un cuerpo femenino desnudo que estaba en el otro lado, cerré los ojos con fuerza pensando que estaba alucinando y al abrirlos no había nadie.

Cuando el viento ceso note como el puente se sacudía enseguida pude ver unas cuerdas que saltaban rompiéndose.

─ Tenemos que continuar…rápido…─  dije mientras intentaba avanzar pero Alma parecía que estuviera fija en el lugar mientras escuchaba incluso como las cuerdas se rompían detrás de nosotras.

─ Avanzad!…─  ordeno la driade mientras colocaba la mano sobre la pasarela y hacia que varias raíces salieran de su mano reforzando las cuerdas del puente.

─ Alma tranquila…tenemos que seguir avanzando…el puente no aguantara mucho tiempo,,,─  intente avanzar un poco empujando a Alma que parecía no soltarse de donde estaba incluso la cola parecía mas aferrada a las cuerdas.

En un momento de nuevo una ráfaga de viento sacudió el puente moviéndolo de un lugar a otro mientras escuchaba los gritos que provenían del fondo incluso me aprecio que me estuvieran llamando.

─ Esto no es posible, me estoy volviendo loca…─  comente mientras los gritos parecían ser cada vez más fuertes, al estar concentrada en los gritos observe como varias cuerdas volvían a saltar de nuevo rompiéndose.

Casi al momento observe como unas lianas volvían a sustituirlas, gire la cabeza viendo como la driade avanzaba sujeta a la pasarela mientras que enlazaba sus lianas fortaleciendo el puente.

─ Alma!...por favor muévete …o no saldremos de esta…─  comente mientras esta no daba ni un paso permanecía de pie, estaba aterrorizada.

─ Muy bien…te pido perdón pro anticipado…─  comente y al momento tome su cola y le di un mordisco haciendo que esta gritara con fuerza mientras me miraba enfadada.
─ ¿Qué haces…?...─  cuestiono alma con tono de enfado mientras me miraba como tenia la cola en la boca, apretando con cierta fuerza, al menos hice que esta reaccionara.

─ Mientras esto funcione y haga que sigas adelante…no me pienso detener…así que continua caminando…el punte no aguantara mucho…─  comente mientras mantenía la cola en la boca y esta miraba a la driade.

Alma empezó a moverse lentamente mientras que seguía manteniendo la cola en la boca pude ver que la driade continuaba moviéndose al mismo tiempo las raíces sustituyan las cuerdas que iban rompiéndose.

─ Venga…continua que ya estamos cerca…─ dije mientras apretaba los labios para mantenerla en la boca en eso pude ver los colores que se le subían a las mejillas parecía que le estaba gustando.

En un momento al azar la vista pude ver una imagen de una forma femenina de piel grisácea que nos miraba desde el otro lado.

El viento y la nieve empezaban a arreciar haciendo que el puente se moviera con más fuerza mientras que la driade parecía que se estaba esforzando todo lo que podía.

Los movimientos del puente eran cada vez mas fuertes de un sitio a otro por un momento no te como Alma se detenía de nuevo, el miedo le atenazaba las piernas dejándola paralizada.

No pude mas cerrar de nuevo la boca con fuerza mordiendo la cola con fuerza en eso escuche un grito de nuevo y esta continúo avanzando.

En ese momento escuche como una cuerda se rompía y el puente casi se ponía de lado, la driade no podía hacer mas y nosotras estábamos a unos metros de llegar al otro lado.

El ambiente era helado mientras que la nieve seguía cayendo con mas fuerza, el viento me dejaba los dedos entumecidos y a cada movimiento sentía como me dolían los músculos, pero por el contrario la cola de Alma estaba muy templada lo mismo que su cuerpo era muy calido.

Mientras andábamos lo que podía para salir de allí pude ver como las lianas se retraían lentamente, pensé que seria por el frío que hacia.

─ Sigue continua…no podemos detenernos casi estamos…─  hable estando aya a un par de metros pero en ese momento escuche el crujido de otra de las cuerdas haciendo que el puente cayera soltándose.

Ese choco contra la pared del abismo, sentí el impacto contra esta un par de veces cuando por fin abrí los ojos pude comprobar que al menos seguía viva observe hacia atrás comprobado que la driade estaba aferrada por las lianas pero estaba inconsciente.

─ Desciende un poco…─  comente pero al parecer Alma estaba petrificada aferrada a las cuerdas.

─ Lo siento…─  hable apretando con fuerza la cola de Alma esta grito, como si despertara de la paralización en la que estaba.

─ ¿Qué ha pasado…?...─  pregunto Alma dándose cuenta de donde estábamos y cerrando con fuerza las manos.

─ El puente se ha derrumbado…tranquila necesito que bajes un poco mas para recoger a la driade que se ha desmayado…─  comente mientras notaba como alma descendía lentamente incluso podía sentir el miedo en el cuerpo.

Después de unos cuantos pasos estuve a la altura del cuerpo de la driade que permanecía aferrada al puente por las lianas que parecía que actuaran por si mismas.

Tome la mano de la driade y como pude la coloque encima mía, pero sentí como las lianas se aferraban a la cintura con cierta fuerza.

─ Muy bien sube…no creo que aguante mucho mas ni yo ni ella…─ comente mientras subía Alma lentamente de vez en cuando apretaba la cola de vez encunado con los labios no dejando que se quedara quieta.

Cuando ay por fin estábamos a la altura del borde pude escuchar como otra de las cuerdas crujía con fuerza, el puente se descolgó y no tardaría mucho en romperse la otra cuerda no podíamos esperar mas.

Cuando avanzamos un par de movimientos mas escuche como la otra cuerda crujía y el puente caía bajo nosotras no pude más que cerrar los ojos esperar la caída que nos esperaba.

Pasaron unos segundos pensando que estábamos cayendo, pero al parecer seguíamos colgados del borde.

En un momento Alma dio el ultimo movimiento haciéndonos subir al otro lado ,intente soltarme de la espalda pero enseguida note los dedos que me crujían al soltarme, estaban algo entumecidos.

─ Por fin…─  comente mientras me tiraba al suelo y las lianas dejaban de apretarme la cintura y volvían al cuerpo de la driade.

─ Una pequeña cosa…mi cola…─  dijo Alma mientras me miraba con los colores en su rostro y con una mirada tierna en sus ojos.

 En ese instante sin mediar palabra solté la cola sacándola de la boca y dejándola libre esta enseguida la tomo y comenzó a acariciarla.

─ Es muy cálida…─  dije mientras me intentaba levantar doliéndome el cuerpo, sin embargo no dejaba de nevar aunque el viento había cesado por completo.

─ Gracias…─  comento Alma con cierta reticencia y algo vergonzosa mientras ponía la cola delante de su rostro, sin pensarlo mucho cerró las manos y enseguida la otra apareció nuevamente.
─ Oye…despierta venga…─  hable mientras le golpeaba suavemente en el rostro a la driade que seguía inconsciente.

─ Cuidado!...─  exclamo con fuerza la driade mientras abría los ojos todo lo que podía y miraba hacia todas partes.

─ Tranquila ya hemos subido…espero que no nos quede mucho para llegar…─  comente al mismo tiempo que me levantaba y miraba al cielo que seguía nevando notando en la piel la nieve.

─ Continuemos…tenemos que buscar algún refugio para descansar y esperar que deje de nevar…─  comente al levantarme completamente con el dolor en los músculos y el entumecimiento en los dedos. Mire hacia todas partes para encontrar el sitio por le cual continuar.

Comencé a caminar por un pequeño sendero subiendo por la montaña escalando un poco y moviéndome entre la montaña, llegado un momento solamente había un pequeño camino que teníamos permanecer pegados a la pared.

Cuando mire hacia abajo me di cuenta que no podía ver el fondo había una gran cantidad de niebla en el fondo.

Al hacerlo escuche de nuevo unos gritos provenientes del fondo y la ráfaga de viento que subía dejándome helada y casi tirándome la suelo con la fuerza que llevaba.

─ No queda otro camino es mejor que os peguéis a la pared…este viento podría hacernos caer al fondo…─  comente mientras comenzaba a caminar hacia le pequeño camino mientras me pegaba todo lo que podía a la pared notando las pequeñas ráfagas de viento que podía sentir.

─ No creo que pueda hacerlo…─  comento Alma enseguida gire la cabeza y pude ver que de nuevo el demonio haba aparecido al parecer sentía bastante miedo y eso lo tomo ella como una amenaza.

─ Mira se que tienes miedo a las alturas pero no hay otro camino o eso o nos quedamos aquí hasta morir…tu decides…─  comente casi amenazándola viendo que no había otro camino por el cual continuar.

En un cometo se me acerco y me miro con la  cara mas sonrojada de lo normal mientras que miraba hacia otra parte pude ver que me ofrecía la cola lo mas seguro para que la mordiera si se quedaba paralizada o eso o le estaba gustando.

─ Muy bien…continuemos…─  hable poniendo la cola de Alma en la boca y apretando suavemente con los labios para mantenerla centrada, por un momento me pareció escuchar un pequeño gemido ahogado.

─ Esto es increíble…─  musite  casi susurrando al tomar la cola, de reojo pude ver que incluso su sexo parecía que se estuviera poniendo un poco mas grande incluso que estuviera poniéndose erecto.

Íbamos en fila india aferrándonos lo que podíamos a la pared rocosa sintiendo el frío y las ráfagas de viento que viajaban en el desfiladero….



FIN DEL CAPITULO 2

PELIGRO CONSTANTE

El viento arreciaba con mas fuerza no podía mas que pegarme a la pared todo l oque podía los gritos se acrecentaban, era como si hubiera una gran cantidad de personas que estaban siendo torturadas.

Avanzamos  muy poco a poco, cada paso parecía que la pequeña base en la que estábamos pisando.

En un momento dado Alma se detuvo de inmediato de la misma manera como en el puente.

─ Lo siento...─  comente mientras apretaba con fuerza los dientes en eso Alma emitió un pequeño grito y continuo andando, aunque los gritos se volvían cada vez mas insoportable.

─ Esto es una tortura…─  dije mientras seguía escuchando esos gritos que aunque supiera que no era reales el corazón me daba una vuelta.

Cuando terminamos de llegar al final del camino respire mas aliviada, dejando de morder la cola de Alma esta enseguida la tomo en las manos y se la puso por delante por un instante mis ojos se pasearon por su sexo de manera inconsciente viendo que estaba un poco mas duro.

─ Tenemos que continuar…encontremos un lugar para guarecernos… ¿Te encuentras bien…?...─  pregunte a la Driade mientras esta respiraba con cierta dificultad y miraba hacia todas partes con cierto rostro de miedo.

─ Las Oreades…están observándonos…y esos gritos…─  respondió la Driade con tono de miedo aunque nunca la había visto así, era como si la alegría hubiera desaparecido.

Seguimos continuando por el camino de la montaña para salir de aquel lugar y llegar por fin a los valles flotantes cuando de pronto el tiempo cambio por completo la nieve empezó a caer con mas fuerza mientras que el viento rápidamente empezó a arreciar con fuerza, a cada paso parecía que el viento nos quisiera arrastrar.

─ Tenemos que encontrar algún sitio…─  dije alzando la voz mientras nos movíamos entre las rocas buscando refugio.

Cuando por fin encontramos la entrada de una cueva entre las rocas para refugiarnos la temperatura estaba bajando con rapidez necesitábamos fuego para poder entrar en calor.

─ ¿Podrías sacar algo de leña…?...─  dije mientras rebuscaba en la mochila algo para poder iluminar el lugar, aunque estuviéramos seguros al menos de momento.

Cuando encontré la yesca y el pedernal, la Driade había hecho aparecer algo de leña, en ese momento golpee el trozo de acero contra el pedernal haciendo unas chispas para prender algo de fuego y poder calentarnos.

En cuanto lo hube logrado me tumbe contra unas de las paredes aunque la luz de la fogata resalto las paredes de la cueva tenían un color azul casi cristalino mezclado con la roca que parecía brillar.

Aunque estamos en la entrada, el camino parecía continuar hacia el interior de la cueva que esta era mucho más grande.

─ Tendremos que esperar hasta…que el mal tiempo pase…─  comente al mismo tiempo que rebuscaba de nuevo en la mochila para sacar algo de carne seca puesto que el estomago ya empezaba a rugirme.

Mientras le daba mordiscos a la carne pude ver de reojo como la Driade se quedaba mirando hacia la garganta de la cueva que continuaba hacia dentro de una manera fija.

Alma por su parte estaba comiendo con fruición al parecer el hambre nos había conquistado de momento..

─ ¿Ocurre algo…?...─  pregunte mientras la veía mirando hacia el interior, parecía que estuviera hipnotizada y perdida en sus pensamientos.

─ No, nada no os preocupéis…─  respondió la Driade después de eso se sentó un poco alejada del fuego recostada contra una pared.

Una vez que hube terminado de comer el sueño apareció rápidamente ni siquiera me entere los ojos empezaban a cerrárseme por suerte en donde estábamos no se escuchaba ningún grito, la cueva estaba a cubierta del tiempo pero se podía notar el frío.

En unos segundos me quede dormida nunca me había ocurrido algo igual, no supe el tiempo que estuve dormida pero para cuando abrí los ojos la Driade había desaparecida y Alma seguía dormida apoyada contra la pared.

─ Alma despierta…─  dije mientras la zarandeaba un poco y mis ojos se paseaban por su cuerpo y quedándose en sus pechos por un momento cuando por fin abrió los ojos los colores subieron inmediatamente a mis mejillas, apartando la mirada.

─ ¿Qué ocurre…?...─  pregunto Alma mientras se levantaba y miraba hacia todas partes con cara de miedo, parecía que hubiera tenido una pesadilla.

─ La Driade ha desaparecido…─  respondí mirando hacia donde se supone que debería de estar viendo también que el fuego estaba existinguiendose y como la nieve estaba entrando en el lugar.

─ Voy a mirar fuera…─  comento Alma que enseguida salio para comprobar que no estaba afuera.

Sin embargo pude ver unas hojas que entraban en la garganta de la cueva, era algo extraño tenia una rara sensación queme estuviera avisando del peligro, todo mi cuerpo quería salir del lugar y olvidarme de ella, pero tenia que entrar a buscarla.

─ Afuera no esta…─  hablo Alma mientras esta se acercaba a donde estaba y veía las hojas que estaban en el suelo.

─ será mejor que sigamos las hojas…─  comente mientras retrocedía y tomaba una de las maderas de la hoguera para iluminar el camino.

Comenzamos a descender lentamente hacia las profanidades de la cueva, las paredes relucían con tonos azulados brillantes a nuestro paso, podía sentirse el frío como poco a poco se incrementaba, la piel la tenia de gallina mientras Alma me seguía a escasos pasos.

El camino era bastante rocoso, tanto en las paredes como en los techos aparecían columnas atravesándose el camino.

─ ¿Cómo ha pasado…?...─  pregunto Alma mientras seguíamos caminando y atravesando un túnel bastante largo que seguía adentrándose en la montaña cada vez mas.

Estuvimos caminando unos cinco minutos por el túnel, aunque lo que mas me extrañaba es que no veía ni un solo animal como murciélagos o ratas.

─ ¿Qué extraño…?...─  cuestione mientras miraba hacia todas partes sin encontrar ni un solo animal.

─ ¿Qué pasa…?...─  pregunto Alma extrañada deteniéndose en seco mirándome que estaba observando hacia todas partes.

─ No hay ni un solo animal…ni siquiera murciélagos…─  respondí mientras intentaba escuchar algún sonido pero lo único sonido era el del goteo del agua de algún sitio.

En nuestro caminar por donde íbamos el camino se corto dejando un pequeño salto hacia otro lugar.

Por suerte bajamos de un salto llegando a un lugar más amplio que estaba cortado por un pequeño abismo en el que había como puente una columna de esa extraña roca.

Podía escucharse en el fondo el rumor de un rió que discurría mientras que el lugar reflejaba la luz de la antorcha haciendo que los reflejos fueran preciosos.

Al mirar al techo pude ver que había varias entradas y salidas lo mismo que al otro lado del puente improvisado, algo me decía que estábamos en peligro.

Andamos con cuidado hacia el puente aunque su superficie era resbaladiza, pero antes incluso de llegar a este me gire inmediatamente me sentía observada, aunque no había nada.

No podía creer como la habían secuestrado delante de nosotras sin ni siquiera emitir un sonido.

Atravesamos el puente con cuidado de no terminar en el rió sin embargo algo me estaba diciendo que estábamos en peligro.

Al llegar al otro lado encontramos varias entradas por las paredes, por suerte en el suelo continuaban las hojas por una de las entradas.

─ Solo espero que este bien…─  comente esperando que no le hubiera pasado nada, en un momento sentí una ráfaga de frío que llegaba desde atrás.

─ Corre, date prisa…─  comente casi ordenándoselo mientras miraba como un sonido extraño que se nos acercaba.

Alma enseguida separo las manos convirtiéndose en el demonio y rápidamente empezó a correr hacia la entrada en la cueva.

Mientras corríamos esquivando las protuberancias de la pared que se interponían en nuestro camino gire rápidamente la cabeza y pude ver que de estas aparecían también púas que parecían seguirnos.

─ Rápido!...─  exclame viendo como las púas cada vez estaban mas cerca incluso note como algunas rozaban mi piel.

Corrimos a lo largo del túnel esperando poder salir de ese peligro constante, las púas no dejaban de salir detrás de nosotras y aparecían lentamente por las paredes cerrando el lugar.

Estaban cada vez mas cerca puando escuche el grito de Alma pero aun así continuo corriendo hacia la salida pude ver como esta empezaba a sangrar dejando un rastro de sangre.

Cuando por fin llegamos al final saltamos a una estancia más amplia llena de esos cristales en el techo que relucían con fuerza iluminando el lugar.

Nada mas salir esta se cerro con las púas impidiendo volver por le mismo lugar, el sitio en el que estábamos era bastante grande pero solo había una salida en el otro extremo además estaba rodeado por un precipicio era un circulo.

En el centro pude ver a la driade que estaba encerrada en la piedra de la cual se podían ver venas de color verde que relumbraban pálidamente pulsando.

A su lado había varias más de esos ataúdes de piedra con varios esqueletos dentro, y junto en el centro un bloque de cristal brillante y pulido.

─ Dios!...─  exclame mientras me acercaba al bloque que aprisionaba a la driade, podía ver que estaba semi-consciente, absorta a lo que pasaba a su alrededor, el bloque parecía que le estuviera absorbiendo la vida.

Al poner la mano sobre este pude notar que la roca parecía palpitar con cada pulsación aparte la temperatura era un poco mas alta de lo normal.

─ Tenemos que sacarla de aquí…─  dije mientras miraba por todos lados intentando encontrar algo para poder romper la roca pero no había nada.

Alma empezó a golpear el bloque de piedra pero no había forma de hacerle siquiera un rasguño.

─ Espero que no me falles…─  comente dándome ánimos mientras cerraba los ojos y empezaba a concentrarme en la nueva fuerza que tenia.

Cerré el puño apretándolo todo lo que podía, estuve así un momento sintiendo todo a mí alrededor, el frío se paseaba por mi piel refrescando el sudor, podía escuchar el sonido del agua abajo del precipicio y como parecía que nos estuvieran observando todas esas sensaciones parecían amplificarse en ese lugar.

─ AAAAHHHH!!!...─  grite con todas mis fuerzas retumbando en el lugar y lanzando un puñetazo contra ese bloque de piedra, enseguida note el impacto contra la dura superficie que se tambaleo por unos instantes por el golpe.

Al retirar el puño pude ver que había una grieta y esta empezaba a agrandarse por el bloque resquebrajando enseguida la superficie y en unos momentos cayendo al suelo liberando a la driade.

─ Joder!...que daño…¿Se encuentra bien…?...─  pregunte mientras me quejaba del dolor que sentía en la mano, al abrirla tuve que hacerlo lentamente sintiendo como los huesos crujían de sobremanera, al menos parecía que no estaban rotos pero no me arriesgaría a dar otro golpe mas a esas cosas.

─ Solo parece que esta inconsciente…tenemos que sacarla de aquí para que le de el sol…─  comento Alma pensando en quesería la mejor opción pero en cuanto tomo a la driade en brazos sentí un frío que nos envolvía a todas, pero era extraño a pesar de ser frío este era como si se metiera en mis huesos dándome una sensación de peligro inminente.

─ Cuidado!...─  exclamo Alma enseguida salte hacia otro lado al caer pude ver una púa de roca que salía desde donde estaba.

─ Ya estoy harta de estos juegos…sal de una vez… ¿Quién eres…?...─  pregunte mientras me levantaba con cierto miedo en el cuerpo aunque solamente escuche el eco en el lugar.

De nuevo sentí esa sensación haciéndome que me apartara rápidamente del sitio y viendo como esta vez varias púas salían del suelo.

─ No queremos hacerle daño …aparece de una vez…lo sentimos haber invadido su territorio pero tenemos que pasar para llegar a los valles flotantes…─  hable haciéndole saber que solamente queríamos abandonar el lugar en paz.

Aunque solamente escuchaba mi propio eco que resonaba en el lugar pero ninguna respuesta.

─ Se llama Eco es la Hama Oreade del lugar y no puede hablar solo repetir la ultima palabra…es una maldición que tiene…─  comento la driade con tono de cansancio mientras se recuperaba lo suficiente para mantenerse consciente.

─ Le ruego con todo el respeto que nos deje pasar por favor…─  comente pidiendo con todo el respeto que me pudieran dejar pasar por el sitio pero solamente escuchaba mi propio eco, aunque sabia que alguien nos estaba mirando desde algún lugar.

Por un momento me quede  mirando hacia todas partes esperando una respuesta que no llegaba.

─ Esto es una tontería…cogela que tenemos que salir de aquí…─  comente casi ordenándoselo mientras me acercaba a la driade y ayudaba a Alma a salir de allí pero nada mas que di un paso hacia ella note como si algo me atrapara el pie.

Al mirarlo había una mano rocosa tomándome del tobillo, al parecer alguien me había escuchado.

─ Lo siento, solo os pido permiso…─  hable con todo el respeto para poder pasar pero solamente de nuevo el eco.

Moví la pierna como pude con toda mi fuerza llegando a un momento en que empecé a escuchar la roca como crujía y con el tirón se rompió en pedazos.

─ No quiero provocar ningún problema…─  dije mientras volvía a mirar hacia todas partes escuchando solo mi eco.

Cuando llegue a la altura de la driade y le puse su brazo por mi hombro note un frío helador que nos rodeo.

Al mirar de reojo para el centro de la sala pude ver una mujer de aspecto hermoso su cabello era de color negro con una piel pálida sus ojos de color azul brillante como las rocas que nos rodeaban, los rasgos eran suaves casi aniñados mis ojos empezaron a bajar por su cuerpo viendo que tenia unos pechos medianos no aparentaban mucho debajo de la túnica de color blanco que portaba.

─ Lo siento, solo queremos salir de aquí…─ comente mientras me fijaba en la mujer y daba unos pasos hacia delante pude ver que su estatura era un poco mas baja que la mía.

─ ¿Podéis hablar…?...─  cuestione mientras me acerque unos pasos mas cuando ya estaba a un par de metros esta levanto la mano deteniendo mi avance.

─ Esta es una de mi tribu no puedo hablar pero si hablar a través de ella…─  respondió la Oreade mientras bajaba la mano.

─ Pues como decía, solo queremos pasar a través de su territorio nada mas…no queremos causar ningún problema…─   dije mientras me arrodillaba en el suelo presentando mis respetos.

─ Claro os podemos dejar pasar…si dejáis a la ninfa…─  contesto la Oreade al mismo tiempo que la señalaba.

Mire hacia la driade y pude ver que casi no podía mantenerse en pie estaba semi-consciente y casi no sabia donde se encontraba.

─ Lo siento pero no puedo dejárosla…además ya parece que os habéis alimentado lo suficiente de ella…─  hable mientras miraba a la Driade que casi ni se sostenía en pie y pensando en dejar pasar el tema.

─ No quiero que nos la dejéis por un tiempo…si no que la nos la ofrezcáis como sacrificio…─  hablo la Oreade de forma solemne mirándola fijamente.

─ No pienso sacrificarla…─  dije alzando la voz, al mismo tiempo pensaba en que tendríamos que abrirnos paso para salir de allí.

─ Muy bien si eso es lo que queréis que así sea…─  hablo la Oreade y en ese momento fue como si el terreno en el que nos encontrábamos la absorbiera en su interior.

─ Muy bien tenemos que salir rápido de aquí…no creo que tarden en volver…─  comente al tomar el brazo de la Driade y salir de aquel lugar.

Pero al dar a penas unos pasos empecé a notar como el sitio temblaba pude ver como del fondo subían unos bloques de color azul brillante que se ponía delante del nosotras, podíamos ver incluso nuestro reflejo.

─ ¿Pero que es esto…?...─  pregunte mientras colocaba una mano sobre el bosque su superficie era pulida y fría.

En ese momento sentí como el bloque de piedra empezaba a temblar haciéndome retroceder unos pasos tomando una distancia segura mientras observaba como los bloques parecían ordenarse de alguna forma extraña formando una figura humanoide.

─ Es un golem…Cuidado!...─  exclamo con fuerza Alma mientras tiraba de la Driade y por mi parte me lanzaba hacia el otro lado.

El suelo temblaba mientras las rocas se recomponían cuando por fin hubieron dejado de moverse pude ver una figura alta y amenazadora.

Por un momento me quede mirándola extrañada y en la parte de arriba parecieron abrirse unas aberturas de las que suponían que era sus ojos dejando ver un reflejo de color rojo.

─ Estupendo otra pelea…Cuídala!…─  exclame con fuerza pero no parecía que esa cosa se moviera solo estaba ahí parada sin hacer nada.

Me acerque un par de pasos para ver si hacia algo aquella cosa enseguida la parte que suponía que era su cabeza giro mirándome con esas luces rojas que se suponían que eran sus ojos.
Me quede paralizada por un momento esperando que hiciera algo y enseguida este se movió flexionando un poco sus piernas y echando sus brazos hacia atrás y soltando un potente rugido que hizo que el lugar temblara y tuviera que taparme los oídos incluso resbale unos nos metros por el lugar cuando por fin logre detenerme me di cuenta que estaba caí al borde de la plataforma.

─ Joder…muy bien si quieres pelea…─  comente mientras me preparaba para la lucha pero enseguida los ojos de esa bestia se plantaron sobre alma y la Driade que estaban en el otro lugar de la plataforma.

─ No de eso nada…Eh! tu bicho esto es entre nosotros…estoy aquí…─  comente mientras le silbaba intentando hacer todo el ruido que pudiera para que se fijara en donde estaba.

El golem parecía que ni siquiera me escuchaba y viendo que se acercaba hacia donde estaban no podía más que lanzarme por esa cosa para que me prestara atención.

Corrí hacia el golem con todas mis fuerzas cuando ya estaba acierta distancia me lance contra la pierna con todas mis fuerzas pude sentir en el hombro la dureza del material de lo que estaba hecho pero con el impacto este cayo arrodillándose.

─ No pienso dejarte que te acerques a ellas…estoy aquí, tu pelea es conmigo…─  hable incitándole a que se girara y comenzara la pelea.

La supuesta cabeza del golem se giro gruñendo y enseguida movió un brazo apuntándome viendo como de este salían unas púas de piedra.

─ Oh mierda!...─  exclame viendo lo que se me venia encima, casi sin tiempo para reaccionar esa cosa empezó a lanzar las púas.

Como pude me moví rápidamente esquivándolas mientras veía como estas se clavaban en el lugar.

Cuando por fin pareció que se canso nuevamente volvió a fijar su mirada en Alma y la Driade.

─ Alma!...─  exclame viendo que por mucho que me diera prisa no llegaría a donde estaban puesto que tenía que volver a correr hacia donde estaba el golem.

Esa cosa se levanto y rápidamente apunto con ambas manos hacia donde estaban echas escuche como las púas se formaban en las manos y se preparaba para atacarlas.

No pude más que tragar saliva con dificultad mientras corría hacia ellas esperando llegar rápidamente pero tenia que atravesar un lugar esquivando las púas que se habían incrustado en el suelo, sabia que no llegaría a tiempo.

─ NOOOO!!!...─  grite con todas mis fuerzas mientras seguía corriendo moviéndome entre las púas esperando llegar a tiempo, pero para mi sorpresa en vez de retroceder Alma salto sobre el golem empezando a propinarle una serie de golpes que hizo que el golem retrocediera unos pasos tambaleándose a punto de caerse.
Cuando ay estaba cerca de este me lance hacia sus piernas mientras que Alma seguía golpeándolo y haciendo que este cayera al suelo.

Cuando el golem cayó al suelo me retire unos pasos y Alma enseguida corrió hacia donde estaba para ayudarle pensé que no volvería a levantarse.

─ Salid de aquí!...─  exclame puesto que el golem estaba delante mía pero de pronto pude ver como alma se detuvo de golpe.

Corrí hacia ellas y pude ver que el camino del otro lado había desaparecido y no había forma de llegar al otro lado del recinto.

─ Mierda!...─  volví a exclamar viendo que no había forma de escapar y que tendríamos que luchar por fuerza.

En un momento observe como el Golem emitió un rugido y enseguida empezó a tomar una pose en forma de araña.

─ ¿Pero que esta haciendo…?...─  pregunte de forma retórica extrañada viendo la forma extraña que había tomado pero algo me decía que no estaba bien.

Enseguida pude ver como el pecho se abría dejando ver un resplandor de color blanco brillante en el pecho, enseguida el gruñido se elevo el tono.

─ Protegeos!...─  exclame pensando en que algo se avecinaba, en un momento el aire se enrareció incluso la piel se me puso de gallina.

Note como una explosión en el lugar, retumbando en mi cuerpo mientras que se produjo una explosión a nuestro alrededor que choco contra mi cuerpo haciéndome que retrocediera unos centímetros.

El impacto fue devastador el cuerpo me dolía por todas partes e incluso en el suelo se podía ver la fuerza del golpe dejando una quemadura.

Aparte los brazos delante de mi rostro con bastante dolor mientras veía como el golem volvía a prepararse de nuevo para otra descarga.

─ AAAHHH!!!...─  grite por el dolor al mover las piernas viendo como Alma le pasaba lo mismo pero no podíamos perder mucho tiempo y teníamos que apartarlos lo suficiente para que no volviera a afectarnos el siguiente impacto.

─ Alma llévatela al otro lado…─  hable ordenándoselo tenia que pensar rápido para ver que es lo que hacia pero a cada movimiento era como si me clavaron cientos de agujas en las articulaciones.

Alma como pudo se echo encima a la driade para apartarse todo lo que podía pero no podía hacerlo muy rápido el impacto también le había afectado.

─ ¿Qué hago…?...─  pregunte viendo que el tiempo se nos acababa mire hacia todas partes no tenia mucho tiempo, hasta que mi vista se fijo en una de las púas que estaba clavada en el suelo.

Me acerque rápidamente a esta y empecé a tirar de ella con todas mis fuerzas mientras los músculos y las articulaciones me dolían horriblemente cuando sentí como cedía.

Con la púa a cuestas me acerque al golem y me prepare para dar un salto, flexione las piernas sintiendo el peso de la púa y el dolor del impacto de antes, mientras veía como el brillo se hacia cada vez mas fuerte estaba apuntote la explosión.

─ De eso nada…─  hable mientras daba un salto hacia la parte superior de su cuerpo en cuanto llegue a esto eleve la púa con todas mis fuerzas por encima de mi mientras veía ese brillo delante mía que parecía pulsar con fuerza.

─ MUEREEEE!!!...─  grite con todas mis fuerzas mientras descendía la púa y la clavaba en el pecho al descubierto del golem, en cuanto lo hice la bestia soltó un gruñido de dolor que inundo el dolor incluso me pareció escuchar otra voz en el sitio quejándose.

La luz se hizo mucho mas fuerte por unos segundos, la luz se esparció pro todo el lugar como si reventara lanzándome por el suelo varios metros mientras sentía las vibraciones en el aire y caía al suelo rodando varios metros.

─ Ay…ay…joder…─  me queje por el dolor mientras veía como el golem había caído al suelo y no se movía ni en el pecho había ninguna luz parecía que había muerto mientras podía ver a Alma y a la driade al otro lado.

─ No quería hacer esto…solo queríamos pasar…─  dije intentando hacerla entrar en razón que no queríamos luchar.

─ Sois unos asesinas y tenéis que pagar por ello…nos dijeron que matasteis a las otras oreades y ahora venís por nosotras…─  dijo una voz que resonaba como un eco en el lugar, al mismo tiempo que miraba hacia todas partes para saber hacia donde mirar.

─ Nosotras no hemos matado a ninguna driade…al revés me dejo pasar por su terreno…─  dije mientras mostraba el símbolo que me habían dejado las driades en el brazo.

─ ¿Estas diciendo que es mentira…?... ¿Que tampoco has venido de otro mundo…?...─  cuestiono la voz y enseguida pude ver como la imagen de una de las Oreades aparecía reflejada en todas las piedras pulidas que había en las paredes.

─ Eso si es cierto…provengo de otro mundo y solo quiero volver al mío…─  comente pensando que entraría en razón de alguna forma.

─ ¿Tampoco es cierto que matasteis a un sacerdote de otro pueblo…?...─  pregunto la Oreade como si fuera una acusación.

─ Si también es cierto solamente…─  conteste pero sin llegar a terminar la frase volvió a interrumpirme.
─ Suficiente!...este lugar será vuestra fría tumba…─  exclamo la Oreade mientras que su imagen desaparecía.

─ Tenemos que encontrar una forma de llegar al otro lado…─ comente pensando que lo único que teníamos a mano eran las púas esperaba que alguna sirviera para poder llegar al otro lado.

Entre tanto pude ver a la driade que estaba como borracha pero empezaba a despejarse me acerque a esta y le coloque las manos en los carrillos mientras ponía su rostro delante mía.

─ Despierta vamos…─  dije mientras la miraba que sus ojos estaban semi cerrados y casi no podía mantenerlos abiertos.

─ Que no te sirva de precedente…─  hable mientras acercaba los labios a los suyos suavemente y en un momento los apreté dándole un beso enseguida note como un calor muy agradable que inundaba mi cuerpo incluso como su lengua intentaba atravesar mis labios, no pude mas que entre abrirlos y dejar que nuestras lenguas empezaran a moverse juntas como si de un baile se tratara.

Enseguida esta me abrazo con fuerza mientras continuábamos besándonos con ímpetu notando como nuestras salivas se entremezclaban y era como beber el más dulce néctar entre gemidos apagados.

─ Ya, vale, tranquila…─  hable mientras me apartaba un poco para comprobar que parecía que estaba mucho mejor y que incluso su cuerpo era como si se hubiera recuperado había pequeñas florecillas que empezaban a abrir sus pétalos.

─ Gracias…lo necesitaba…─  dijo la driade con los colores subidos a sus mejillas, al mismo tiempo bajaba la mano y empezaba a acariciarme con mucha suavidad mi sexo.

Enseguida note como el calor inundo mi cuerpo y mi sexo empezaba a dar pequeños toques creciendo dentro del pantalón lentamente notando como las venas se inflamaban.

─ Espera…no es el momento…tenemos que salir de aquí cuanto antes…─  comente mientras me calmaba un poco y me volvía a colocar el sexo que ya empezaba a molestarme e incluso me costaba ponerme en pie sin que no se notara en el pantalón el bulto bastante prominente.

─ Esto es un suplicio…no se como los chicos lo consiguen…─  dije mientras me colocaba el sexo de la forma mas cómoda y poco a poco empezaba a descender.

Cuando todo parecía estar algo mejor escuche un ruido rocoso de que algo se movía, aquello hizo que me detuviera estando cerca de una de las púas que me podía servir para atravesar el pequeño foso que nos separaba de la salida.

Preferí no pensar en eso mientras tiraba de la púa con todas mis fuerzas, Alma se puso a mi lado e hizo lo mismo empezó a tirar conmigo y esta empezó a moverse.

─ A la vez…uno, dos, tres…─  dije y tiramos con fuerza sacando la púa del suelo y dirigiéndonos hacia el lugar, pero un ligero temblor en el suelo hizo que nos girábamos y pudimos ver que el golem se había vuelto a levantar….




FIN DEL CAPITULO 3

DE NUEVO EN LA LUCHA

─ Rápido…no podemos perder tiempo…─  dije mientras acelerábamos para poner la púa en el espacio y poder salir de allí.

─ Cuidado…─  comento Alma y enseguida gire la cabeza, el golem abrió el pecho y la púa salto de este iluminándose de nuevo con un fulgor que crecía en intensidad.

─ Apártate!...─  exclame con fuerza previendo lo que pudiera pasar, del pecho del golem empezaron a salir unas descargas de energía que salían en forma de arco impactando en el suelo.

Como pude me moví rápidamente esquivando de un lugar a otro aquello parecía que no iba a pasar nunca y tampoco podría estar así para siempre.

De reojo miraba a Alma y a la Driade los disparos se sucedían cada vez con más intensidad dejando algunas depresiones en el sitio donde estábamos y haciéndolo temblar ligeramente.

Después de un rato se detuvo y el golem nos miro como si estuviera eligiendo el próximo objetivo.

─ Aquí monstruo!...─  alce la voz incitándole para que me volviera a elegir como objetivo y dejara a Alma y a la driade.

Pude observar que la driade aun permanecía algo aturdida después de salir de ese ataúd de piedra.

El golem enseguida se fijo en mi y enseguida escuche como si algo rocoso saliera de su cuerpo, enseguida pude ver como de las manos empezó a salir una púa que ocupaba toda la mano pero por encima de la muñeca.

─ Estupendo…─  comente de forma irónica viendo lo que se me venia encima, enseguida Alma corrió hacia donde estaba la driade ayudándole para que se levantara.

El golem avanzo hacia donde estaba dando un par de pasos, enseguida me prepare para el combate que se avecinaba.

Mire rápidamente hacia el techo mirando como la Hama Oreade nos estaba observando con cara de satisfacción.

El golem se movió rápidamente a pesar de su corpulencia cosa que no me esperaba lanzo un par de golpes, por suerte pude esquivarlos y moverme rápidamente pro debajo de las piernas y ponerme detrás, tenia que pensar que es lo que pe podía hacer.

El golem enseguida se giro rápidamente volviendo a soltar otro golpe, esquive casi por instinto notando como el impulso del ataque en mi cuerpo como casi cortara el viento.

Sin pensarlo mucho me lancé hacia el golem para golpearle, pero sin esperarlo antes de llegar a este pude ver como de su cuerpo salían varias púas, por suerte pude detenerme a tiempo.

─  Estupendo…─  comente de manera irónica y enseguida pude ver como del pecho empezaba a iluminarse nuevo, mire hacia todas partes para encontrar algún escondite pero esta vez para mi sorpresa no fueron proyectiles, si no un rayo que parecía barrer la zona, rompiendo las demás púas clavadas en el suelo.

El rayo avanzo rápidamente hacia mí pillándome por sorpresa, no tenia tiempo hacia donde moverme, pero cuando estaba a punto de tocarme, el golem cayó al suelo hincando una rodilla y haciendo que el rayo impactara a sus pies.

Enseguida pude ver como Alma había atado detrás de la pierna haciéndole caer, al menos la driade estaba a salvo.

─ Uff…─  respire aliviada, pero enseguida reaccione lanzándome contra el monstruo rápidamente.

Corrí hacia este y di un salto cayendo sobre le golem propinándole varios golpes en la cabeza a cada uno notaba la dureza del material.

─ Muere, muere…─  repetí varias veces mientras golpeaba una y otra vez la cabeza del golem pero este parecía no inmutarse.

Alma enseguida salto en la pierna que estaba en el suelo y de un salto llego a la espalda alzando ambas manos y juntándolas enseguida propino un golpe con todas sus fuerzas haciendo que el monstruo cayera al suelo.

El impacto resonó en el sitio junto con el impacto del golem contra el suelo, pero este enseguida empezó a levantarse de nuevo, Alma volvió a hacerlo mismo haciéndole descender otra vez mas.

Pero a la tercera pude ver como el salieron púas en la espalda amenazando el siguiente ataque de alma y haciéndole bajar de su espalda, mientras le golem se volvía a levantar de nuevo.

─ Pero por donde…─  dije mientras miraba al golem que estaba lleno de púas al menos por las piernas no tenia nada y teníamos que atacar en ese punto.

─ A las piernas…─  dije a Alma pensando que era el único punto vulnerable que tenia y teníamos que aprovecharlo.

El golem enseguida se arrodillo clavando las púas en el suelo y empezando a vibrar con fuerza, no sabia que es lo que haría ahora.

Enseguida pude ver varias explosiones que se dirigía hacia donde estaba destrozando todo lo que se ponía en su camino.

Cuando estaban a punto de acercarme me lance dando una voltereta por el suelo para evitarlo.

Al recuperar la verticalidad observe que de nuevo volvían a producirse las explosiones pero esta vez hacia varias partes incluida donde estaba la driade.

─ Cuidado!...─ exclame con fuerza viendo que las explosiones avanzaban hacia donde estaba alma y la driade mientras que esquive otra andanada de explosiones.

Al volver a incorporarme pude ver que alma la había esquivado mientras que las explosiones que se dirigían hacia donde estaba la driade, viendo que estaba semi-inconsciente.

Mire a mi alrededor rápidamente intentando encontrar algo para poner delante de la driade, rápidamente pude ver una roca que había en el suelo, me acerqué a esta corriendo y la tome en peso aplicando toda la fuerza que podía y la lance poniéndola entre la driade y las explosiones al chocar la roca exploto en varios trozos al menos había salvado a la driade de momento.

─ Alma ve por delante yo voy por detrás tenemos que hacerle caer y que no se levante...─  hable pensando en alguna estrategia pero tenia que ser rápida para evitar que esa cosa volviera a atacar.

Enseguida me lance a por este directo a sus piernas para tirarle al suelo pero cuando estaba cerca esta hizo crecer unas púas hacia las que me dirigía.

─ Mierda…─  dije al dirigirme hacia el monstruo pensé rápidamente en tirarme la suelo y deslizarme bajo sus piernas al estar detrás del golem me detuve y me incorpore rápidamente e inmediatamente me lance hacia las piernas golpeándole con todas mis fuerzas sintiendo como mi golpe chocaba contra un muro inamovible.

─ Joder!...─  exclame al sentir el choque contra las piernas parecía que estuviese clavado en el suelo.

Entretanto Alma corrió hacia el golem, cuando estaba a escasos metros salto sobre el mismo para propinarle un golpe con todas sus fuerzas en seguida esté se balanceo por el impacto, pero aun así no caía.

─ ¿Pero como es posible…?...─  pregunte extrañada al ver que el golem después de esos impactos no caía.

El golem gruñó haciendo resonar la cueva parecía que todo iba a derrumbarse, después del gruñido pude ver que puso las manos delante del pecho para cubrir lo que suponía que era su punto débil.

Sin pensarlo mucho me volví a lanzar de nuevo hacia sus piernas empezando a golpearlas repetidamente pero a cada golpe los puños empezaban a dolerme incluso pude ver como dejaban manchas de sangre sobre su superficie.

─ Auch!...─  exclame con fuerza viendo que tenía los nudillos destrozados mientras que alma se lanzo corriendo hacia el golem dando un salto pero en cuanto estaba al alcance de su pecho, el monstruo abrió las manos dejando ver su centro con esa luz que brillaba pero esta vez con un color de un blanco apagado.

─ ALMA!!!...─  grite con todas mis fuerzas viendo como ese brillo se incrementaba con rapidez llegando a un limite y emitiendo una rayo de energía que impacto de pleno sobre Alma, enseguida escuche un grito de dolor impulsando a Alma contra el suelo y haciéndola rodar varios metros pro el suelo dejándola cerca del borde de la plataforma en la que estábamos.

─ NOOO!!!...─  grite con fuerza viendo que alma no se movía y estaba a punto de caer de la superficie.

La furia y la rabia recorrían mi cuerpo mientras veía como Alma no se movía y estaba a punto de caer.

Corrí hacia ella todo lo rápido que pude viendo como el golem se disponía a ejecutar de nuevo el golpe de gracia.

No podía permitir que sucediese, avance todo lo rápido que pude para llegar antes que el golem volviera a cargar de nuevo ese rayo de energía.

Cuando ya estaba a punto salte sobre Alma impidiendo que su cuerpo resbalara por el hueco.

La tome de la mano sintiendo el dolor sobre la misma por los impactos anteriores sobre el golem, notando como al sangre rodaba por mis mano y el dolor al apretar la mano.

El golem disparo el rayo de energía haciendo que este avanzara por el suelo destrozando todo a su paso.

─ AAAAHHH!!!...─  grite con todas las fuerzas que podía elevando a alma hacia otra parte mientras que rodaba pro el suelo para evitar el impacto del rayo.

Me levante como pude doliéndome todo el cuerpo sentía como los músculos parecían no responderme mientras que las manos estaba ensangrentadas.

Mire al golem que levantaba las piernas en la base del pie pude ver que había unas púas de las que estaba anclado al suelo.

Enseguida entendí por que nos era imposible moverlo del sitio, mire hacia todas partes viendo que Alma estaba inconsciente y la Driade casi no podía hacer nada era como si toda la energía le hubiese sido absorbida y solamente le quedase la justo para seguir semi-inconsciente.

─ Mierda, mierda, mierda…─  dije alzando la voz mientras golpeaba el suelo como podía notando el dolor en los dedos.

El golem enseguida se fijo en mí y avanzo dando unos pasos , me sentirá derrotada sin poder hacer nada.

Me levante con el cuerpo dolorido y sintiendo la sangre por mis manos que goteaba, pensando que era mi ultimo momento.

El golem rugió con fuerza clamando su victoria y levantando sus brazos de estos salieron una púa dispuesta a matarme y terminar con esto, por mi mente paso con celeridad toda mi vida cerrando los ojos aceptando mi destino.

Espere por unos segundos mi fatal destino pero parecía que no se producía solo escuchaba como rugía el monstruo pero esta vez de otra forma.

Abrí los ojos viendo que del suelo aparecían unas lianas que sujetaban sus manos mientras que pude ver como la driade parecía gastar sus últimas fuerzas en este intento.

No podía permitir que este sacrificio quedara en vano aunque el cuerpo no quisiera responderme por el dolor.

Las manos permanecían atadas por la liana con fuerza, en eso me lance hacia este saltando hacia su pecho y poniendo todas las fuerzas que tenia en un puñetazo.

Cuando estaba a su altura pude ver como este abría su pecho rápidamente para propinarme un golpe de ese rayo.

─ Esta vez no...─  hable con seguridad propinándole de nuevo otro golpe en la luz blanca sintiendo una superficie fría pero algo más suave.

Esto hizo que el golem gruñera con fuerza tambaleándose, sin pensarlo aproveche la oportunidad que me brindaba la driade volviendo a propinarle varios golpes consecutivos mientras que el monstruo se tambaleaba.

Por un momento pude ver como la plancha protectora del pecho se intentaba cerrar para impedir los impactos.

─ De eso nada…─  dije dándome ánimos y poniendo las manos pro delante impidiendo que la placa  se cerrara y tirando con todas mis fuerzas notando como se incrementaban de alguna forma era la nueva fortaleza que había obtenido.

Tire con todas mis fuerzas arrancando la parte del pecho y dejando al descubierto la luz que seguí golpeando una y otra  vez con furia y rabia desatada mientras escuchaba como el golem gruñía por el dolor.

Las chispas saltaban por los impactos hasta que por fin noté como si algo se rompiese, el sonido de un cristal resquebrajándose.

─ Muere!...─  exclamé con todas mis fuerzas mientras metía la mano en su pecho sintiendo un calor agradable mientras que buscaba algo para poder agarrar.

En eso sentí como si de unos cables se trataran, apreté con fuerza tirando de estos y sacando unas esferas brillantes que estaban conectadas….



FIN DEL CAPITULO 4