Bueno, ahora sí voy en serio... Esta es la que espero sea la versión definitiva de mi novela ligera más grande...
Dejaré acá unas menciones... @Mandrake (sí man, esta es la re-edición revisada XD) y @Angelivi (Ahora puedes leerlo sin que me de el miedo de que te desmayes jajajaja)
Constarán de 10 episodios este primer arco (que tuve que dividir en dos apesar de querer hacer todo el primer libro, pero bueno)
Disfruten <3
Dejaré acá unas menciones... @Mandrake (sí man, esta es la re-edición revisada XD) y @Angelivi (Ahora puedes leerlo sin que me de el miedo de que te desmayes jajajaja)
Constarán de 10 episodios este primer arco (que tuve que dividir en dos apesar de querer hacer todo el primer libro, pero bueno)
Disfruten <3
Capitulo 1: El chico nuevo!
Mi nombre es Maximiliano Freeknow, actualmente tengo 15 años, y mi vida es la de un chico normal. Pero, ya había llegado el momento… El momento para decir adiós a mi vida de ignorante paz… Momento para dejar de ser un chico [Normal].
Vivía anteriormente en un pueblo llamado San Maritz, con mi padre, quien se había divorciado de mi madre; mi madre decidió quedarse con mi hermana menor y mi padre se quedó conmigo.
Aunque mi padre y yo estábamos solos en un apartamento no nos veíamos muy seguido; Él siempre estaba trabajando, mientras que yo estaba siempre estudiando, pero aunque no lo viera muy a menudo sabía que me quería, pues me lo decía muy todo el tiempo.
Un día, a mi padre le salió un trabajo en otra ciudad, él aceptó el trabajo sin ninguna duda puesto que no tenemos familia en San Maritz. Cuando este preguntó por mi opinión dije que sí, aunque estuviese dudoso; yo estudiaba en la secundaria Litz donde ya había superado el 1er, 2do, 3er y estaba cursando en ese momento el 4to año. Tenía muchos amigos, los profesores me querían y nunca tuve problemas con otros estudiantes... Bueno, solo una vez, pero nos terminamos haciendo buenos amigos.
El día antes de irme fui personalmente a despedirme en la secundaria Litz, donde me hicieron una fiesta de despedida con un pastel y todo, mis amigos y yo nos reunimos por lo que parecía ser la última vez. Ellos no parecían tristes, ellos sabían que yo podía superar todo obstáculo y ser alguien grande en la vida sin necesidad de ayuda de otros... Aunque yo si estaba un poco triste, era la ultima vez que los vería.
Cuando finalmente llegamos a la nueva ciudad, la cual se llama Morrygan, lo primero que hicimos fue preguntar por la mejor secundaria del lugar. Encontramos a un sujeto que nos dijo que solo tenían una secundaria, pero que al ser algo liberal los alumnos se vuelven rebeldes o dejan de estudiar. Al escuchar eso, me dieron ganas de entrar a ese lugar y graduarme con méritos para que la gente vea que he superado las expectativas.
Fuimos entonces directamente a la secundaria, pues no tenía tiempo que perder pues quería seguir con mis estudios lo más pronto posible.
Cuando llegamos, el lugar era enorme, realmente inmenso… Habían unos muros de un largo impresionante que tenían una única entrada, la cual era hermosa: eran dos pilares que sostenían dos grandes rejas de un acero brillante, y sobre estas, en forma de arco, como si fuese un arcoíris, estaba en oro las palabras “Urushi Highschool”. Apenas de manera visible podía verse en letras pequeñas que decía “Dios nos hace, Nosotros evolucionamos”.
Tras largo rato contemplando la entrada finalmente entramos a la secundaria, la cual parecía muy tranquila a primera vista, entonces fuimos directamente a la oficina del director para así poder hablar con este sobre mi inscripción. El director, quien parecía ser un señor bastante tranquilo, tenía el aspecto de un viejo demacrado, estaba todo arrugado, tenía una larga barba gris y apenas podía notarse detrás de sus anteojos que esos ojos muy entrecerrados eran de un verde apagado, como si se le hubiese ido la vida al pobre, pero bueno, tampoco es como si realmente importara mucho.
El director dijo que yo mismo debía firmar como mi propio representante, diciendo que hacían esto para evitar que los estudiantes se sientan atados y vean el estudio como una carga impuesta por sus padres. Yo acepté los términos y mi padre también los aceptó, pues él tiene confianza en mí y sabe que puedo encargarme de mis responsabilidades, lo cual es cierto.
Este miró mi hoja de estudiante y puso cara de preocupación, yo le miré determinado y este suspiró, pero dijo que estaba bien, me hizo hacer leer entonces las reglas y me preguntó si estaba de acuerdo con estas, entonces después de darles el vistazo, asentí. Pero sobre estas reglas, si me permiten decirles, son muy, pero muy pocas.
Tras la charla con el director y un buen estrechón de manos salimos de la oficina del susodicho con bastante confianza, me puse a ver el ambiente del piso base, el cual tenía un montón de puertas, los estudiantes entraban y salían de estas, algunos salían corriendo. Pero para mí estaba todo perfecto, pues parecía un lugar con mucha actividad y el campus enorme que aun no me había tomado el tiempo para conocer me emocionaba aun más de poder estudiar en Urushi, la cual para ser una institución pública de educación no tenía nada que envidiar a las privadas… Es más, muchas privadas envidiarían a Urushi.
Todo me pareció fantástico, sin embargo, cuando nos íbamos, pude ver cosas que no había visto antes... Unos chicos peleándose, otros que no llevaban uniforme o incluso estaban sin camisa y unos símbolos muy raros en algunas paredes, pero para mí era lo normal en un lugar así.
Primer día en Urushi!
(Desde este momento, la historia cuenta con un narrador)
Maximiliano, quien había despertado con emoción, estaba listo para irse al instituto; podía irse a pie, pues no le quedaba tan lejos de su nuevo hogar: una pequeña pero confortable casa de dos pisos que le fue dada a su padre por parte de la empresa al haber aceptado su nuevo trabajo.
-Maximiliano: Bien, hoy será mi primer día de clases en el instituto Urushi Highschool... ¿Me pregunto como tratarán al chico nuevo? Bueno, mejor no me hago ilusiones, solo espero poder hacer unos cuantos amigos, y de no ser así, igual voy a seguir con mis estudios como siempre lo he hecho.
*Maximiliano es un chico de aspecto alegre y tranquilo, cabello de color gris, ojos del mismo color, heredados de su madre, una baja estatura y un rostro algo infantil, por no decir andrógino*
Este iba sumergido en sus pensamientos sobre lo que tenía planeado hacer una vez se acostumbrase al estilo de Urushi, podía verse en sus grandes ojos llenos de esperanza que tenía pensamientos muy optimistas, fantasías. Al caminar ese kilometro desde el comienzo de la muralla de 10 metros de alto que rodeaba el campus y no dejaba ver nada finalmente logró quedar en la entrada donde se quedó aun pensando... Fue entonces cuando una chica muy bonita se le acercó.
-Hola... ¿Eres Maximiliano?- dijo esta con una hermosa sonrisa.
-Maximiliano: Ah, pues sí, yo soy- dijo en una extraña pose de pensativo.
-¡Que gusto! Me llamo Salerr Alina y seré quien te dé la primera bienvenida al Instituto Secundario Urushi... O también conocido como Urushi Highschool… O simplemente Urushi.
Maximiliano se le queda viendo y Alina lo toma de la mano derecha.
-Alina: Ven, es hora de que te dé un pequeño tour.
-Maximiliano: Pues bueno- dice mientras se rasca detrás de la cabeza con su mano izquierda.
*Alina es una chica que tiene su cabello recogido en cola de caballo, un cabello hermoso rubio. Posee una mirada que calmaba y unos ojos de color azul oscuro que la retrataban como alguien en quien puedes confiar*
-Alina: El Instituto Secundario Urushi es conocido por ser una de las instituciones con el campus mas grande y variado; contamos con piscina, comedor, Las instalaciones de estudio, dos áreas de recreación, tres áreas de socialización, gimnasio, teatro, laboratorio, taller, cancha de tenis, biblioteca y esos dos edificios que ves detrás de nuestra área de estudio..... La verdad creo que solo están de decoración, pero nadie tiene permitido entrar allí.
Maximiliano queda sorprendido.
-Maximiliano: Vaya, por lo que se ve tienen de todo.
Alina mira a Maximiliano.
-Alina: Pues sí, pero cuando digo todo es en serio todo...- señala a 2 chicos peleándose por una caja de jugo.
-Maximiliano: Es patético... ¿Pero cómo se le hace?
-Alina: Aquí hay muchos peleoneros, pero si los ignoras no te meterás en problema alguno, créeme que ignorarlos es lo mejor que puedes hacer.
-Maximiliano: Que lástima que hayan estudiantes así.
-Alina: Pero no te sientas mal; ven conmigo, te llevaré al “salón verde”- le dice sonriente.
-Maximiliano: ¿Salón verde?
Alina toma por la mano a Maximiliano y sube el ritmo de la caminata.
-Maximiliano: ¿Por qué tiene que tomar tanto mi mano?- se preguntaba Maximiliano un tanto sonrojado y apenado.
-Alina: Listo, llegamos.
Alina hace pasar a Maximiliano a un salón con puerta verde, dentro de este se encuentran 5 estudiantes jugando cartas y bebiendo jugo.
-Alina: Ejem...- mira un tanto disgustada a los jóvenes.
-¿Qué?- responde uno de ellos.
Alina tira la mirada hacia Maximiliano... El chico lo mira.
-¿Este enano quién es?- responde.
Alina le golpea el brazo -¿Que acaso no ves que es el chico nuevo?
El chico se queda mirándolo y los demás estudiantes igual -Espera… ¿Este es Maximiliano Freeknow?
-Alina: Sí tonto- sonríe.
Los estudiantes en el salón se levantaron y empezaron a lanzar serpentina y a bailar alrededor de Maximiliano.
-¡BIENVENIDO SEAS! ¡BIENVENIDO SEAS!- gritaban todos ellos.
-Maximiliano: Waoh, gracias...- decía muy sorprendido por la situación.
-Alina: Jajajajaja, mira que ellos son el Comité de Bienvenida y no hicieron su trabajo Jajajajaja.
El chico se acerca a Alina -Claro que sí lo hicimos, después, pero lo hicimos.
-Maximiliano: Tranquilos, no pasa nada.
Una de las chicas se acerca a Maximiliano y lo abraza -Viste Alina, a él no le importó- saca la lengua
-Alina: Como sea, son unos locos Jajaja.
El chico se acerca a Maximiliano y le da la mano -Mucho gusto Maximiliano, mi nombre es Sal y soy el presidente del Comité de Bienvenida, ellos de allí son Marco, Luis e Isabel... Y la que te está abrazando es Yulai.
*Sal es un joven de aspecto común, parece que no tiene nada que esconder de nadie, ni siquiera el hecho de ser un estudiante algo revoltoso, pues tenía el uniforme todo sucio y desacomodado, al igual que su pelo. No obstante, en su rostro podías ver un buen amigo*
-Yulai: Mucho gusto.
-Marco: Pero te lo advierto, a ella le gustan los pequeños Jajajajaja
-Yulai: ¡Oye! ¡Él no necesita saber eso!
-Luis: Aunque tú tranquilo que lo peor que te puede hacer es morderte una oreja Jajajajaja.
-Yulai: ¡Ya basta chicos!... Solo pasó una vez y me molestan con eso todo el tiempo, además prometí que me calmaría.
*Yulai por su parte, es una chica de cabello corto morado, con ojos del mismo color y un buen par de pechos… Hay que ser francos, es su principal atractivo, junto con esa actitud de chica provocativa pero tonta le hace merecedora del titulo [Tonta Provocadora]*
-Maximiliano: Okey, pero debo decirles que tengo 15 años... Solo me veo pequeño de estatura.
-Isabel: ¿Pequeño de estatura? No amiguito, tú solo eres enano- dijo dejando soltar una pequeña risilla mientras se acomodaba los lentes.
-Alina: ¡Isabel! ¡Déjalo en paz, eso es Bullying!
*Isabel es una chica de aspecto serio, con una mirada que te hace saber que estás siendo analizado de pies a cabeza. También llevaba el pelo recogido en una cola de caballo, es responsable y es la encargada de llevar el registro de los estudiantes que llegan, pero no teme el decir lo que piensa*
-Maximiliano: No tranquila, ya me acostumbré... Igual no puedo cambiar quien soy, así que solo debo aceptarme.
-Sal: ¡Esa es la actitud de un campeón!
-Maximiliano: Pues claro, si me acepto a mí como soy entonces los demás terminarán por aceptarme algún día.
-Alina: Bueno, no perdamos más tiempo y terminen de hacer su trabajo.
-Sal: Ah sí, es cierto- Sal toma unos cuadernos, un uniforme y una llave y se los entrega a Maximiliano -Aquí tienes... El uniforme de Urushi, la llave de tu casillero, el cual está en el cuarto piso de esta instalación y es ahí donde ha de estar tu salón, también tienes unos cuadernos para que puedas escribir si no has traído los tuyos o para que hagas lo que quieras con ellos... Y aquí tienes 50 Tales.
-Maximiliano: Oh, de acuerdo... ¿Pero qué son Tales?
-Isabel: Es como el dinero de esta institución, puedes canjearlos por comida en la cafetería o por algunos otros objetos en cualquier otra parte de Urushi, como libros en la biblioteca o algún balón en el centro deportivo.
-Maximiliano: Entiendo, Gracias... ¿Donde puedo ponerme el uniforme?
-Alina: Sube al cuarto piso en el cual se encuentran los salones de 4to Año y vas a los baños de allí.
-Maximiliano: Ya mismo…
-Sal: ¡Max! Espera... debo advertirte que el baño de hombres es el de la derecha; lo que sucede es que últimamente algunos graciosos cambian o quitan los letreros y provocan confusión. Bueno, si eres de aquí ya sabrás como funciona pero siendo que tú eres nuevo debo decírtelo.
-Maximiliano: Gracias por la información- hace una señal de paz y guiña para luego retirarse.
El Comité de Bienvenida lo miran sonrientes al irse… Sal voltea a ver a los demás y suspira –Este lugar va a devorar a ese pobre chico- dice con una cara de lástima.
Maximiliano sale a toda prisa y sube las escaleras hasta el 4to piso de las instalaciones de estudio, luego llega donde se encuentran los baños y entra al de la derecha, pero cual sería su sorpresa cuando---
-Maximiliano: ¿Pero que...?- observa a 2 chicos peleándose en el baño -Tiene que ser una broma... Mejor ni los miro- suspiró decepcionado.
Entró a uno de los baños y se cambió de ropa para ponerse el uniforme. El uniforme de Urushi es como el uniforme escolar normal solo que de color café, con mangas largas y el logo de Urushi Highschool en la parte derecha de este, además de complementarse con unos pantalones del mismo color.
-Maximiliano: Que bueno, creí que me quedaría grande pero está a mi talla.
De pronto uno de los chicos que se peleaban entra y toma a Maximiliano y lo usa de escudo contra el otro chico, este otro toma a Maximiliano y lo tira a un lado y comienza a golpear al otro chico.
-Maximiliano: ¿Pero qué? ¿Qué rayos pasa? ¿Por qué se pelean?
El chico que parecía estar ganando la pelea se acerca a Maximiliano.
-¡Esto es cuestión de respeto enano!- le dice con voz amenazadora.
En eso el otro chico se levanta y toma el destapador que se encontraba al lado del inodoro y empieza a golpear con este al otro chico.
-¡No debes descuidarte idiota! ¡Es una regla primordial! Jajajajaja-
-Eres un desgraciado- responde el otro.
Maximiliano sale rápidamente del baño y se dispone a buscar su casillero, pero no evita mirar unos extraños símbolos en la pared. Los símbolos parecían ser círculos con una gran espina arriba, abajo y a cada costado de este, puntos que se encontraban flotando justo entre cada espina y una gran “X” dentro de dicho círculo.
-Maximiliano: Los he visto antes pero... ¿Qué es?
De pronto un chico de pelo negro y mirada atemorizante, con traje morado, corbata roja y una cinta del mismo color en el brazo izquierdo se acerca a Maximiliano.
-Eres nuevo- Dijo el chico trajeado.
-Maximiliano: Sí... ¿Cómo lo supiste?
-No lo supe, lo supuse... Es que estás viendo el “símbolo misterioso” con curiosidad, además, no te he visto antes.
-Maximiliano: Waoh, increíble.
-Me llamo Raymando Steen, pero me llaman Ray... Aunque me conocen mejor como “El presidente del Comité disciplinario”- dice este con un tono serio.
Maximiliano se le queda mirando sorprendido. Raymando era bastante alto, podrías creer que fácilmente podría medir los 2 metros, pero no, exactamente eran 1,92.
-Maximiliano: ¿Comité Disciplinario?
-Ray: ¿Es que en tu anterior institución no había Comité Disciplinario?
-Maximiliano: La verdad es que no... Ni siquiera se qué es el Comité Disciplinario- dice este rascándose tras de la cabeza.
-Ray: Entonces no entiendo como debían de mantener el orden... ¿Acaso no habían estudiantes peleoneros, rebeldes, problemáticos y revoltosos?
-Maximiliano: Oh, sí habían, pero nada serio... No eran tantos.
-Ray: Nosotros el Comité Disciplinario nos encargamos de mantener el orden en Urushi; si vemos a algún estudiante haciendo algo indebido entonces tomamos cartas en el asunto. Somos los justicieros de este lugar.
-Maximiliano: Eso es realmente increíble- dice admirado.
Raymando le echa una mirada llena de intriga y con algo de furia a los símbolos en la pared -Este “símbolo misterioso”, es un misterio incluso para nosotros del Comité disciplinario... No sabemos ni quien lo hizo ni qué significan, pero si llegamos a descubrir al culpable lo haremos pagar como es debido.
-Maximiliano: Gracias por mantener el orden- Maximiliano mira al baño y recuerda el incidente de hace un momento -Ah, por cierto, en ese baño hay dos chicos peleándose.
Raymando mira con esos ojos llenos de seriedad a este y suspira -¿De casualidad sabes por qué se pelean?- dijo antes de cubrirse parcialmente el rostro con su mano.
-Maximiliano: Respeto.
-Ray: Son los peores de todos- echó un suspiro -Muchas gracias por la información, deberías de irte a tu salón de clases. Aunque, por lo que veo, estás en busca de tu casillero.
-Maximiliano: Eh, eso, exactamente.
-Ray: Se encuentran en aquella dirección- señala -Tu llave tiene un número y ese es el número de tu casillero, trata de no perder la llave.
-Maximiliano: ¡Muchas gracias! Por cierto, me llamo Maximiliano Freeknow.
-Ray: Maximiliano Freeknow... Espero que seas un buen estudiante y no termines por corromperte.
-Maximiliano: Tranquilo, no será así.
Raymando asiente y entonces se dirige hacia los baños. Maximiliano va en busca de su casillero, observa el número de su llave el cual es 451 y se dirige hacia donde le dijo Raymando.
-Maximiliano: Este es... Casillero 451.
Maximiliano introduce la llave e intenta abrir el casillero pero este no abre.
-Maximiliano: ¿Qué?- vuelve a intentar -No quiere abrir... ¿Será que no es esta?
De pronto un chico con ropas de karate se acerca a Maximiliano.
-¿Necesitas ayuda?- dice este viendo al casillero y sonriendo.
-Maximiliano: Pues... Sí... Parece ser que me dieron la llave incorrecta.
-No, tú tranquilo, ya sé cual es el problema- el chico golpea fuertemente el casillero y este se abre.
-Maximiliano: Waoh, muchas gracias.
-No hay de qué... ¿Ves que la llave no era el problema? Lo que sucedió fue que alguien le puso pegamento Jajajajaja, una broma muy común aquí en Urushi. ¿Eres nuevo?
-Maximiliano: Sí, me llamo Maximiliano Freeknow, pero puedes llamarme Max.
-Yo me llamo Alon... Entonces eres nuevo- golpea a Maximiliano en la parte trasera de su cabeza -Ahora es oficial amiguito Jajajajaja ¡Nos vemos!
-Maximiliano: Auch… Adiós, supongo que gracias- dice mientras se soba la parte trasera de la cabeza.
Maximiliano mira el casillero y observa un kit que incluye lápices, colores, marcadores y demás.
-Maximiliano: Genial- toma un lápiz y demás cosas y deja unos cuadernos junto la ropa que se quitó en los baños –Ahora a las clases.
Maximiliano se disponía a ir a su salón cuando de pronto...
-Maximiliano: Oh no... Olvidé en que salón he caído... ¿Como pudo pasarme esto?... Ni modo, tendré que preguntar salón por salón hasta que me digan en cual estoy.
Maximiliano se paró justo enfrente de la puerta de 4to A.
-Maximiliano: No hay de otra, aquí voy- tocó la puerta y un profesor le abrió -Hola me llamo Maximiliano Freeknow ¿Es este mi salón?
El profesor se puso a revisar la lista pero no encontró el nombre de Maximiliano, toda la clase empezó a reírse.
-Maximiliano: Gracias...- se fue apenado esperando que fuera 4to B pero tampoco fue así, luego fue a 4to C y tampoco era. No fue hasta que se paró en 4to D.
El profesor que se encontraba en ese momento pasando clase de Historia se llamaba Arlen Kuroi, le permitió la entrada a Maximiliano sin importar que llegara 13 minutos tarde.
-Prof. Arlen: Maximiliano, tome asiento y espero que no vuelva a suceder esto. Esta vez se lo permitiré solo porque es nuevo.
-Maximiliano: Entiendo, no volverá a pasar- dijo mientras tomaba asiento en un puesto vacío.
-Prof. Arlen: Deje unos espacios y empiece a tomar clase, pronto daré una pausa para que se presente y nos hable un poco sobre de usted.
-Maximiliano: De acuerdo.
Maximiliano y toda la clase estaban copiando, el Profesor Arlen explicaba sobre el origen de la civilización y como las normas de la sociedad ayudaron a la humanidad a evolucionar. En un momento se aparece Raymando junto a dos chicos que también estaban trajeados al igual que él.
-Ray: Buen día clase de 4to D, no es necesario que se levanten. Profesor Arlen, solo vinimos a tomar un poco de su tiempo para darles una información- el Profesor Kuroi aprueba con la cabeza y se sienta en su escritorio.
Maximiliano mira atentamente a Ray.
-Ray: Como ya sabrán, en el instituto están comenzando a aparecer “símbolos misteriosos” desde hace un buen tiempo... Aunque no se sabe qué significan, sí está claro que los está haciendo un estudiante. Para aquellos que han ignorado todo esto, aquí tenemos unas fotos de los mencionados símbolos- Ray muestra una foto de los símbolos misteriosos y las entrega a sus acompañantes quienes empiezan a pasarlas por cada puesto -Y ahora quiero decirles, si alguno de ustedes sabe algo o llega a descubrir al culpable de esto, es importante que llegue al salón del Comité Disciplinario y nos diga cuanto antes... Se le recompensará con 100 Tales a aquel que proporcione información sobre el sujeto que lleve a su captura y serán 500 Tales a aquel que nos proporcione muestras si ha conseguido atraparlo en el acto- toda la clase empieza a mirarse los unos a otros -Y bueno, eso es todo... Y si por casualidad el culpable está aquí en este salón, quiero avisarle que será mejor que nunca dé la cara y que mejor se esconda y deje de hacer esto ¡Porque cuando te atrape voy a hacer que pagues por tus acciones!..- golpeó con furia a la pared y se pasó la mano por el pelo -Muchas gracias por su tiempo.
Raymando se retira y Maximiliano se queda asombrado, toda la clase empieza a hablar.
-Prof. Arlen: Vaya, ha de ser un problema muy serio para pagar la increíble cantidad de 500 Tales. Bueno, aprovechando Maximiliano ¿Te gustaría pasar?
-Maximiliano: Sí profesor, muchas gracias- se levanta en frente de toda la clase - ¡Saludos nuevos compañeros! Me llamo Maximiliano Freeknow pero pueden llamarme Max- todo el salón dice Hola Max en coro -Tengo 15 años y me gusta mucho hablar con las personas, soy buen estudiante y me gusta la matemática y la física, así que si necesitan ayuda yo puedo dárselas. Me gusta mucho participar en actividades y además soy fanático de la música clásica y la literatura. Como podrán ver soy pequeño en estatura pero no dejaré que eso me deprima, así que si quieren decirme enano o algo así lo aceptaré, si me lo dicen con cariño. Gracias- regresa a su puesto.
-Prof. Arlen: Bueno clase, Maximiliano Freeknow, sigamos copiando.
Maximiliano mira hacia atrás y se da cuenta de que hay muchos asientos vacíos -Han de ser jóvenes perdidos que no les importa su futuro- dice para si mismo.
La clase termina al fin.
-Prof. Arlen: Salgan con cuidado todos, espero que no hagan desastres que causen me llamen la atención.
Maximiliano y todos los demás estudiantes, incluido el profesor, salen del salón.
-Maximiliano: Ahora a guardar mis cosas para ir a la...- se da cuenta de que se dejó el cuaderno en el salón -¡Increíble! Últimamente he estado muy distraído. Espero que nadie lo haya tomado.
Maximiliano corre rápido al salón y abre la puerta pero se encuentra con algo, o mejor dicho, alguien...
-Maximiliano: ¿Qué?
Un chico encapuchado estaba haciendo los “símbolos misteriosos” en la pizarra.
-Creí que nadie entraría...- responde este con voz ronca.
Maximiliano se queda parado... Trata de no mirarlo, pues este chico era muy buscado. Se da cuenta de que casi todo el salón tenía esos símbolos por todos lados, estaban en la pizarra, en los pupitres, en las paredes y el techo, inclusive había símbolos en el piso.
-Maximiliano: Yo solo vine por mi cuaderno...
-Sin embargo ahora eres una amenaza para mi persona... No puedo permitirte salir.
Mi nombre es Maximiliano Freeknow, actualmente tengo 15 años, y mi vida es la de un chico normal. Pero, ya había llegado el momento… El momento para decir adiós a mi vida de ignorante paz… Momento para dejar de ser un chico [Normal].
Vivía anteriormente en un pueblo llamado San Maritz, con mi padre, quien se había divorciado de mi madre; mi madre decidió quedarse con mi hermana menor y mi padre se quedó conmigo.
Aunque mi padre y yo estábamos solos en un apartamento no nos veíamos muy seguido; Él siempre estaba trabajando, mientras que yo estaba siempre estudiando, pero aunque no lo viera muy a menudo sabía que me quería, pues me lo decía muy todo el tiempo.
Un día, a mi padre le salió un trabajo en otra ciudad, él aceptó el trabajo sin ninguna duda puesto que no tenemos familia en San Maritz. Cuando este preguntó por mi opinión dije que sí, aunque estuviese dudoso; yo estudiaba en la secundaria Litz donde ya había superado el 1er, 2do, 3er y estaba cursando en ese momento el 4to año. Tenía muchos amigos, los profesores me querían y nunca tuve problemas con otros estudiantes... Bueno, solo una vez, pero nos terminamos haciendo buenos amigos.
El día antes de irme fui personalmente a despedirme en la secundaria Litz, donde me hicieron una fiesta de despedida con un pastel y todo, mis amigos y yo nos reunimos por lo que parecía ser la última vez. Ellos no parecían tristes, ellos sabían que yo podía superar todo obstáculo y ser alguien grande en la vida sin necesidad de ayuda de otros... Aunque yo si estaba un poco triste, era la ultima vez que los vería.
Cuando finalmente llegamos a la nueva ciudad, la cual se llama Morrygan, lo primero que hicimos fue preguntar por la mejor secundaria del lugar. Encontramos a un sujeto que nos dijo que solo tenían una secundaria, pero que al ser algo liberal los alumnos se vuelven rebeldes o dejan de estudiar. Al escuchar eso, me dieron ganas de entrar a ese lugar y graduarme con méritos para que la gente vea que he superado las expectativas.
Fuimos entonces directamente a la secundaria, pues no tenía tiempo que perder pues quería seguir con mis estudios lo más pronto posible.
Cuando llegamos, el lugar era enorme, realmente inmenso… Habían unos muros de un largo impresionante que tenían una única entrada, la cual era hermosa: eran dos pilares que sostenían dos grandes rejas de un acero brillante, y sobre estas, en forma de arco, como si fuese un arcoíris, estaba en oro las palabras “Urushi Highschool”. Apenas de manera visible podía verse en letras pequeñas que decía “Dios nos hace, Nosotros evolucionamos”.
Tras largo rato contemplando la entrada finalmente entramos a la secundaria, la cual parecía muy tranquila a primera vista, entonces fuimos directamente a la oficina del director para así poder hablar con este sobre mi inscripción. El director, quien parecía ser un señor bastante tranquilo, tenía el aspecto de un viejo demacrado, estaba todo arrugado, tenía una larga barba gris y apenas podía notarse detrás de sus anteojos que esos ojos muy entrecerrados eran de un verde apagado, como si se le hubiese ido la vida al pobre, pero bueno, tampoco es como si realmente importara mucho.
El director dijo que yo mismo debía firmar como mi propio representante, diciendo que hacían esto para evitar que los estudiantes se sientan atados y vean el estudio como una carga impuesta por sus padres. Yo acepté los términos y mi padre también los aceptó, pues él tiene confianza en mí y sabe que puedo encargarme de mis responsabilidades, lo cual es cierto.
Este miró mi hoja de estudiante y puso cara de preocupación, yo le miré determinado y este suspiró, pero dijo que estaba bien, me hizo hacer leer entonces las reglas y me preguntó si estaba de acuerdo con estas, entonces después de darles el vistazo, asentí. Pero sobre estas reglas, si me permiten decirles, son muy, pero muy pocas.
Tras la charla con el director y un buen estrechón de manos salimos de la oficina del susodicho con bastante confianza, me puse a ver el ambiente del piso base, el cual tenía un montón de puertas, los estudiantes entraban y salían de estas, algunos salían corriendo. Pero para mí estaba todo perfecto, pues parecía un lugar con mucha actividad y el campus enorme que aun no me había tomado el tiempo para conocer me emocionaba aun más de poder estudiar en Urushi, la cual para ser una institución pública de educación no tenía nada que envidiar a las privadas… Es más, muchas privadas envidiarían a Urushi.
Todo me pareció fantástico, sin embargo, cuando nos íbamos, pude ver cosas que no había visto antes... Unos chicos peleándose, otros que no llevaban uniforme o incluso estaban sin camisa y unos símbolos muy raros en algunas paredes, pero para mí era lo normal en un lugar así.
Primer día en Urushi!
(Desde este momento, la historia cuenta con un narrador)
Maximiliano, quien había despertado con emoción, estaba listo para irse al instituto; podía irse a pie, pues no le quedaba tan lejos de su nuevo hogar: una pequeña pero confortable casa de dos pisos que le fue dada a su padre por parte de la empresa al haber aceptado su nuevo trabajo.
-Maximiliano: Bien, hoy será mi primer día de clases en el instituto Urushi Highschool... ¿Me pregunto como tratarán al chico nuevo? Bueno, mejor no me hago ilusiones, solo espero poder hacer unos cuantos amigos, y de no ser así, igual voy a seguir con mis estudios como siempre lo he hecho.
*Maximiliano es un chico de aspecto alegre y tranquilo, cabello de color gris, ojos del mismo color, heredados de su madre, una baja estatura y un rostro algo infantil, por no decir andrógino*
Este iba sumergido en sus pensamientos sobre lo que tenía planeado hacer una vez se acostumbrase al estilo de Urushi, podía verse en sus grandes ojos llenos de esperanza que tenía pensamientos muy optimistas, fantasías. Al caminar ese kilometro desde el comienzo de la muralla de 10 metros de alto que rodeaba el campus y no dejaba ver nada finalmente logró quedar en la entrada donde se quedó aun pensando... Fue entonces cuando una chica muy bonita se le acercó.
-Hola... ¿Eres Maximiliano?- dijo esta con una hermosa sonrisa.
-Maximiliano: Ah, pues sí, yo soy- dijo en una extraña pose de pensativo.
-¡Que gusto! Me llamo Salerr Alina y seré quien te dé la primera bienvenida al Instituto Secundario Urushi... O también conocido como Urushi Highschool… O simplemente Urushi.
Maximiliano se le queda viendo y Alina lo toma de la mano derecha.
-Alina: Ven, es hora de que te dé un pequeño tour.
-Maximiliano: Pues bueno- dice mientras se rasca detrás de la cabeza con su mano izquierda.
*Alina es una chica que tiene su cabello recogido en cola de caballo, un cabello hermoso rubio. Posee una mirada que calmaba y unos ojos de color azul oscuro que la retrataban como alguien en quien puedes confiar*
-Alina: El Instituto Secundario Urushi es conocido por ser una de las instituciones con el campus mas grande y variado; contamos con piscina, comedor, Las instalaciones de estudio, dos áreas de recreación, tres áreas de socialización, gimnasio, teatro, laboratorio, taller, cancha de tenis, biblioteca y esos dos edificios que ves detrás de nuestra área de estudio..... La verdad creo que solo están de decoración, pero nadie tiene permitido entrar allí.
Maximiliano queda sorprendido.
-Maximiliano: Vaya, por lo que se ve tienen de todo.
Alina mira a Maximiliano.
-Alina: Pues sí, pero cuando digo todo es en serio todo...- señala a 2 chicos peleándose por una caja de jugo.
-Maximiliano: Es patético... ¿Pero cómo se le hace?
-Alina: Aquí hay muchos peleoneros, pero si los ignoras no te meterás en problema alguno, créeme que ignorarlos es lo mejor que puedes hacer.
-Maximiliano: Que lástima que hayan estudiantes así.
-Alina: Pero no te sientas mal; ven conmigo, te llevaré al “salón verde”- le dice sonriente.
-Maximiliano: ¿Salón verde?
Alina toma por la mano a Maximiliano y sube el ritmo de la caminata.
-Maximiliano: ¿Por qué tiene que tomar tanto mi mano?- se preguntaba Maximiliano un tanto sonrojado y apenado.
-Alina: Listo, llegamos.
Alina hace pasar a Maximiliano a un salón con puerta verde, dentro de este se encuentran 5 estudiantes jugando cartas y bebiendo jugo.
-Alina: Ejem...- mira un tanto disgustada a los jóvenes.
-¿Qué?- responde uno de ellos.
Alina tira la mirada hacia Maximiliano... El chico lo mira.
-¿Este enano quién es?- responde.
Alina le golpea el brazo -¿Que acaso no ves que es el chico nuevo?
El chico se queda mirándolo y los demás estudiantes igual -Espera… ¿Este es Maximiliano Freeknow?
-Alina: Sí tonto- sonríe.
Los estudiantes en el salón se levantaron y empezaron a lanzar serpentina y a bailar alrededor de Maximiliano.
-¡BIENVENIDO SEAS! ¡BIENVENIDO SEAS!- gritaban todos ellos.
-Maximiliano: Waoh, gracias...- decía muy sorprendido por la situación.
-Alina: Jajajajaja, mira que ellos son el Comité de Bienvenida y no hicieron su trabajo Jajajajaja.
El chico se acerca a Alina -Claro que sí lo hicimos, después, pero lo hicimos.
-Maximiliano: Tranquilos, no pasa nada.
Una de las chicas se acerca a Maximiliano y lo abraza -Viste Alina, a él no le importó- saca la lengua
-Alina: Como sea, son unos locos Jajaja.
El chico se acerca a Maximiliano y le da la mano -Mucho gusto Maximiliano, mi nombre es Sal y soy el presidente del Comité de Bienvenida, ellos de allí son Marco, Luis e Isabel... Y la que te está abrazando es Yulai.
*Sal es un joven de aspecto común, parece que no tiene nada que esconder de nadie, ni siquiera el hecho de ser un estudiante algo revoltoso, pues tenía el uniforme todo sucio y desacomodado, al igual que su pelo. No obstante, en su rostro podías ver un buen amigo*
-Yulai: Mucho gusto.
-Marco: Pero te lo advierto, a ella le gustan los pequeños Jajajajaja
-Yulai: ¡Oye! ¡Él no necesita saber eso!
-Luis: Aunque tú tranquilo que lo peor que te puede hacer es morderte una oreja Jajajajaja.
-Yulai: ¡Ya basta chicos!... Solo pasó una vez y me molestan con eso todo el tiempo, además prometí que me calmaría.
*Yulai por su parte, es una chica de cabello corto morado, con ojos del mismo color y un buen par de pechos… Hay que ser francos, es su principal atractivo, junto con esa actitud de chica provocativa pero tonta le hace merecedora del titulo [Tonta Provocadora]*
-Maximiliano: Okey, pero debo decirles que tengo 15 años... Solo me veo pequeño de estatura.
-Isabel: ¿Pequeño de estatura? No amiguito, tú solo eres enano- dijo dejando soltar una pequeña risilla mientras se acomodaba los lentes.
-Alina: ¡Isabel! ¡Déjalo en paz, eso es Bullying!
*Isabel es una chica de aspecto serio, con una mirada que te hace saber que estás siendo analizado de pies a cabeza. También llevaba el pelo recogido en una cola de caballo, es responsable y es la encargada de llevar el registro de los estudiantes que llegan, pero no teme el decir lo que piensa*
-Maximiliano: No tranquila, ya me acostumbré... Igual no puedo cambiar quien soy, así que solo debo aceptarme.
-Sal: ¡Esa es la actitud de un campeón!
-Maximiliano: Pues claro, si me acepto a mí como soy entonces los demás terminarán por aceptarme algún día.
-Alina: Bueno, no perdamos más tiempo y terminen de hacer su trabajo.
-Sal: Ah sí, es cierto- Sal toma unos cuadernos, un uniforme y una llave y se los entrega a Maximiliano -Aquí tienes... El uniforme de Urushi, la llave de tu casillero, el cual está en el cuarto piso de esta instalación y es ahí donde ha de estar tu salón, también tienes unos cuadernos para que puedas escribir si no has traído los tuyos o para que hagas lo que quieras con ellos... Y aquí tienes 50 Tales.
-Maximiliano: Oh, de acuerdo... ¿Pero qué son Tales?
-Isabel: Es como el dinero de esta institución, puedes canjearlos por comida en la cafetería o por algunos otros objetos en cualquier otra parte de Urushi, como libros en la biblioteca o algún balón en el centro deportivo.
-Maximiliano: Entiendo, Gracias... ¿Donde puedo ponerme el uniforme?
-Alina: Sube al cuarto piso en el cual se encuentran los salones de 4to Año y vas a los baños de allí.
-Maximiliano: Ya mismo…
-Sal: ¡Max! Espera... debo advertirte que el baño de hombres es el de la derecha; lo que sucede es que últimamente algunos graciosos cambian o quitan los letreros y provocan confusión. Bueno, si eres de aquí ya sabrás como funciona pero siendo que tú eres nuevo debo decírtelo.
-Maximiliano: Gracias por la información- hace una señal de paz y guiña para luego retirarse.
El Comité de Bienvenida lo miran sonrientes al irse… Sal voltea a ver a los demás y suspira –Este lugar va a devorar a ese pobre chico- dice con una cara de lástima.
Maximiliano sale a toda prisa y sube las escaleras hasta el 4to piso de las instalaciones de estudio, luego llega donde se encuentran los baños y entra al de la derecha, pero cual sería su sorpresa cuando---
-Maximiliano: ¿Pero que...?- observa a 2 chicos peleándose en el baño -Tiene que ser una broma... Mejor ni los miro- suspiró decepcionado.
Entró a uno de los baños y se cambió de ropa para ponerse el uniforme. El uniforme de Urushi es como el uniforme escolar normal solo que de color café, con mangas largas y el logo de Urushi Highschool en la parte derecha de este, además de complementarse con unos pantalones del mismo color.
-Maximiliano: Que bueno, creí que me quedaría grande pero está a mi talla.
De pronto uno de los chicos que se peleaban entra y toma a Maximiliano y lo usa de escudo contra el otro chico, este otro toma a Maximiliano y lo tira a un lado y comienza a golpear al otro chico.
-Maximiliano: ¿Pero qué? ¿Qué rayos pasa? ¿Por qué se pelean?
El chico que parecía estar ganando la pelea se acerca a Maximiliano.
-¡Esto es cuestión de respeto enano!- le dice con voz amenazadora.
En eso el otro chico se levanta y toma el destapador que se encontraba al lado del inodoro y empieza a golpear con este al otro chico.
-¡No debes descuidarte idiota! ¡Es una regla primordial! Jajajajaja-
-Eres un desgraciado- responde el otro.
Maximiliano sale rápidamente del baño y se dispone a buscar su casillero, pero no evita mirar unos extraños símbolos en la pared. Los símbolos parecían ser círculos con una gran espina arriba, abajo y a cada costado de este, puntos que se encontraban flotando justo entre cada espina y una gran “X” dentro de dicho círculo.
-Maximiliano: Los he visto antes pero... ¿Qué es?
De pronto un chico de pelo negro y mirada atemorizante, con traje morado, corbata roja y una cinta del mismo color en el brazo izquierdo se acerca a Maximiliano.
-Eres nuevo- Dijo el chico trajeado.
-Maximiliano: Sí... ¿Cómo lo supiste?
-No lo supe, lo supuse... Es que estás viendo el “símbolo misterioso” con curiosidad, además, no te he visto antes.
-Maximiliano: Waoh, increíble.
-Me llamo Raymando Steen, pero me llaman Ray... Aunque me conocen mejor como “El presidente del Comité disciplinario”- dice este con un tono serio.
Maximiliano se le queda mirando sorprendido. Raymando era bastante alto, podrías creer que fácilmente podría medir los 2 metros, pero no, exactamente eran 1,92.
-Maximiliano: ¿Comité Disciplinario?
-Ray: ¿Es que en tu anterior institución no había Comité Disciplinario?
-Maximiliano: La verdad es que no... Ni siquiera se qué es el Comité Disciplinario- dice este rascándose tras de la cabeza.
-Ray: Entonces no entiendo como debían de mantener el orden... ¿Acaso no habían estudiantes peleoneros, rebeldes, problemáticos y revoltosos?
-Maximiliano: Oh, sí habían, pero nada serio... No eran tantos.
-Ray: Nosotros el Comité Disciplinario nos encargamos de mantener el orden en Urushi; si vemos a algún estudiante haciendo algo indebido entonces tomamos cartas en el asunto. Somos los justicieros de este lugar.
-Maximiliano: Eso es realmente increíble- dice admirado.
Raymando le echa una mirada llena de intriga y con algo de furia a los símbolos en la pared -Este “símbolo misterioso”, es un misterio incluso para nosotros del Comité disciplinario... No sabemos ni quien lo hizo ni qué significan, pero si llegamos a descubrir al culpable lo haremos pagar como es debido.
-Maximiliano: Gracias por mantener el orden- Maximiliano mira al baño y recuerda el incidente de hace un momento -Ah, por cierto, en ese baño hay dos chicos peleándose.
Raymando mira con esos ojos llenos de seriedad a este y suspira -¿De casualidad sabes por qué se pelean?- dijo antes de cubrirse parcialmente el rostro con su mano.
-Maximiliano: Respeto.
-Ray: Son los peores de todos- echó un suspiro -Muchas gracias por la información, deberías de irte a tu salón de clases. Aunque, por lo que veo, estás en busca de tu casillero.
-Maximiliano: Eh, eso, exactamente.
-Ray: Se encuentran en aquella dirección- señala -Tu llave tiene un número y ese es el número de tu casillero, trata de no perder la llave.
-Maximiliano: ¡Muchas gracias! Por cierto, me llamo Maximiliano Freeknow.
-Ray: Maximiliano Freeknow... Espero que seas un buen estudiante y no termines por corromperte.
-Maximiliano: Tranquilo, no será así.
Raymando asiente y entonces se dirige hacia los baños. Maximiliano va en busca de su casillero, observa el número de su llave el cual es 451 y se dirige hacia donde le dijo Raymando.
-Maximiliano: Este es... Casillero 451.
Maximiliano introduce la llave e intenta abrir el casillero pero este no abre.
-Maximiliano: ¿Qué?- vuelve a intentar -No quiere abrir... ¿Será que no es esta?
De pronto un chico con ropas de karate se acerca a Maximiliano.
-¿Necesitas ayuda?- dice este viendo al casillero y sonriendo.
-Maximiliano: Pues... Sí... Parece ser que me dieron la llave incorrecta.
-No, tú tranquilo, ya sé cual es el problema- el chico golpea fuertemente el casillero y este se abre.
-Maximiliano: Waoh, muchas gracias.
-No hay de qué... ¿Ves que la llave no era el problema? Lo que sucedió fue que alguien le puso pegamento Jajajajaja, una broma muy común aquí en Urushi. ¿Eres nuevo?
-Maximiliano: Sí, me llamo Maximiliano Freeknow, pero puedes llamarme Max.
-Yo me llamo Alon... Entonces eres nuevo- golpea a Maximiliano en la parte trasera de su cabeza -Ahora es oficial amiguito Jajajajaja ¡Nos vemos!
-Maximiliano: Auch… Adiós, supongo que gracias- dice mientras se soba la parte trasera de la cabeza.
Maximiliano mira el casillero y observa un kit que incluye lápices, colores, marcadores y demás.
-Maximiliano: Genial- toma un lápiz y demás cosas y deja unos cuadernos junto la ropa que se quitó en los baños –Ahora a las clases.
Maximiliano se disponía a ir a su salón cuando de pronto...
-Maximiliano: Oh no... Olvidé en que salón he caído... ¿Como pudo pasarme esto?... Ni modo, tendré que preguntar salón por salón hasta que me digan en cual estoy.
Maximiliano se paró justo enfrente de la puerta de 4to A.
-Maximiliano: No hay de otra, aquí voy- tocó la puerta y un profesor le abrió -Hola me llamo Maximiliano Freeknow ¿Es este mi salón?
El profesor se puso a revisar la lista pero no encontró el nombre de Maximiliano, toda la clase empezó a reírse.
-Maximiliano: Gracias...- se fue apenado esperando que fuera 4to B pero tampoco fue así, luego fue a 4to C y tampoco era. No fue hasta que se paró en 4to D.
El profesor que se encontraba en ese momento pasando clase de Historia se llamaba Arlen Kuroi, le permitió la entrada a Maximiliano sin importar que llegara 13 minutos tarde.
-Prof. Arlen: Maximiliano, tome asiento y espero que no vuelva a suceder esto. Esta vez se lo permitiré solo porque es nuevo.
-Maximiliano: Entiendo, no volverá a pasar- dijo mientras tomaba asiento en un puesto vacío.
-Prof. Arlen: Deje unos espacios y empiece a tomar clase, pronto daré una pausa para que se presente y nos hable un poco sobre de usted.
-Maximiliano: De acuerdo.
Maximiliano y toda la clase estaban copiando, el Profesor Arlen explicaba sobre el origen de la civilización y como las normas de la sociedad ayudaron a la humanidad a evolucionar. En un momento se aparece Raymando junto a dos chicos que también estaban trajeados al igual que él.
-Ray: Buen día clase de 4to D, no es necesario que se levanten. Profesor Arlen, solo vinimos a tomar un poco de su tiempo para darles una información- el Profesor Kuroi aprueba con la cabeza y se sienta en su escritorio.
Maximiliano mira atentamente a Ray.
-Ray: Como ya sabrán, en el instituto están comenzando a aparecer “símbolos misteriosos” desde hace un buen tiempo... Aunque no se sabe qué significan, sí está claro que los está haciendo un estudiante. Para aquellos que han ignorado todo esto, aquí tenemos unas fotos de los mencionados símbolos- Ray muestra una foto de los símbolos misteriosos y las entrega a sus acompañantes quienes empiezan a pasarlas por cada puesto -Y ahora quiero decirles, si alguno de ustedes sabe algo o llega a descubrir al culpable de esto, es importante que llegue al salón del Comité Disciplinario y nos diga cuanto antes... Se le recompensará con 100 Tales a aquel que proporcione información sobre el sujeto que lleve a su captura y serán 500 Tales a aquel que nos proporcione muestras si ha conseguido atraparlo en el acto- toda la clase empieza a mirarse los unos a otros -Y bueno, eso es todo... Y si por casualidad el culpable está aquí en este salón, quiero avisarle que será mejor que nunca dé la cara y que mejor se esconda y deje de hacer esto ¡Porque cuando te atrape voy a hacer que pagues por tus acciones!..- golpeó con furia a la pared y se pasó la mano por el pelo -Muchas gracias por su tiempo.
Raymando se retira y Maximiliano se queda asombrado, toda la clase empieza a hablar.
-Prof. Arlen: Vaya, ha de ser un problema muy serio para pagar la increíble cantidad de 500 Tales. Bueno, aprovechando Maximiliano ¿Te gustaría pasar?
-Maximiliano: Sí profesor, muchas gracias- se levanta en frente de toda la clase - ¡Saludos nuevos compañeros! Me llamo Maximiliano Freeknow pero pueden llamarme Max- todo el salón dice Hola Max en coro -Tengo 15 años y me gusta mucho hablar con las personas, soy buen estudiante y me gusta la matemática y la física, así que si necesitan ayuda yo puedo dárselas. Me gusta mucho participar en actividades y además soy fanático de la música clásica y la literatura. Como podrán ver soy pequeño en estatura pero no dejaré que eso me deprima, así que si quieren decirme enano o algo así lo aceptaré, si me lo dicen con cariño. Gracias- regresa a su puesto.
-Prof. Arlen: Bueno clase, Maximiliano Freeknow, sigamos copiando.
Maximiliano mira hacia atrás y se da cuenta de que hay muchos asientos vacíos -Han de ser jóvenes perdidos que no les importa su futuro- dice para si mismo.
La clase termina al fin.
-Prof. Arlen: Salgan con cuidado todos, espero que no hagan desastres que causen me llamen la atención.
Maximiliano y todos los demás estudiantes, incluido el profesor, salen del salón.
-Maximiliano: Ahora a guardar mis cosas para ir a la...- se da cuenta de que se dejó el cuaderno en el salón -¡Increíble! Últimamente he estado muy distraído. Espero que nadie lo haya tomado.
Maximiliano corre rápido al salón y abre la puerta pero se encuentra con algo, o mejor dicho, alguien...
-Maximiliano: ¿Qué?
Un chico encapuchado estaba haciendo los “símbolos misteriosos” en la pizarra.
-Creí que nadie entraría...- responde este con voz ronca.
Maximiliano se queda parado... Trata de no mirarlo, pues este chico era muy buscado. Se da cuenta de que casi todo el salón tenía esos símbolos por todos lados, estaban en la pizarra, en los pupitres, en las paredes y el techo, inclusive había símbolos en el piso.
-Maximiliano: Yo solo vine por mi cuaderno...
-Sin embargo ahora eres una amenaza para mi persona... No puedo permitirte salir.
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"En un mundo donde las palabras no significan nada, y todos piden por acciones, mi persona ha decidido serle inútil a un mundo donde los hechos no suelen ser mejores que las ideas"
-Orgulloso miembro del Club Gensokyo-