Título altenativo: Giant Days
Autores:
Jhon Allison y Lisa Treiman
Editorial:
Fandogamia
Sinopsis:
Susan, Esther y Daisy empezaron la universidad hace tres semanas y enseguida se hicieron amigas. Ahora, lejos de su hogar por primera vez, las tres quieren reinventarse a si mismas. Pero entre los chicos (y chicas) pululando a su alrededor, "experimentación personal", gripe, moho misterioso, Nu-Chauvinismo, y la intrusión caprichosa y no deseada de sus estudios, puede que tengan suerte si llegan vivas a la primavera.
Días Gigantes es un Slice of life en toda regla. Son tres amigas viviendo aventuras y desventuras mientras vivien en los dormitorios de la universidad y lidian con el terrible designio de la adultez. En el proceso explorarán varios temas que competen a la juventud contemporánea, tales como el cinismo postmodernista, la falta de oportunidades a futuro y la incertudumbre, el despertar sexual y la confusión que conlleva, los primeros contactos con las drogas, el machismo que sufren en su condición de mujeres, y en definitiva cosas más universales como la amistad, las relaciones personales y en segundísimo plano el amor.
Pero para que una obra así, sin demasiada dirección ni metas triunfe, tiene que estar sostenida por personajes carismáticos, creíbles y bien construídos... ¿Y esta lo está? Claro que si. Cumple con creces. Las tres chicas protagonistas, son a la vez lo suficientemente diferentes en forma de ser y apariencia como para diferenciarlas entre ellas con facilidad, pero al mismo tiempo tienen los suficientes puntos en común (valores, visión de mundo, intereses, etc) como para que su amistad y cercanía sea creíble. Esto hace que su dinámica de grupo sea absolutamente fresca y consiga sin demasiados problemas una sensación de espontaneidad que raras veces se logra de forma tan pero tan certera. Parecen un grupo de amigas real y su dinámica es hilarante y entrañable a partes iguales. Individualmente también son personajes sumamente queribles y divertidos y al estar sus personalidades tan bien definidas, todo lo que hacen y dicen se siente coherente. Pareciera que los creadores del comic conocen tan bien a sus personajes que saben como reaccionarían a cualquier situación por extrambotica que sea. Este tipo de construcción inteligente y bien llevada se puede extrapolar a los personajes recurrentes que rodean al trío de protagonitas, de donde podemos destacar especialmente a los dos chicos que las rodean, Ed y Mcgraw.
Pero vamos a hablar un poco de todos ellos:
Pero para que una obra así, sin demasiada dirección ni metas triunfe, tiene que estar sostenida por personajes carismáticos, creíbles y bien construídos... ¿Y esta lo está? Claro que si. Cumple con creces. Las tres chicas protagonistas, son a la vez lo suficientemente diferentes en forma de ser y apariencia como para diferenciarlas entre ellas con facilidad, pero al mismo tiempo tienen los suficientes puntos en común (valores, visión de mundo, intereses, etc) como para que su amistad y cercanía sea creíble. Esto hace que su dinámica de grupo sea absolutamente fresca y consiga sin demasiados problemas una sensación de espontaneidad que raras veces se logra de forma tan pero tan certera. Parecen un grupo de amigas real y su dinámica es hilarante y entrañable a partes iguales. Individualmente también son personajes sumamente queribles y divertidos y al estar sus personalidades tan bien definidas, todo lo que hacen y dicen se siente coherente. Pareciera que los creadores del comic conocen tan bien a sus personajes que saben como reaccionarían a cualquier situación por extrambotica que sea. Este tipo de construcción inteligente y bien llevada se puede extrapolar a los personajes recurrentes que rodean al trío de protagonitas, de donde podemos destacar especialmente a los dos chicos que las rodean, Ed y Mcgraw.
Pero vamos a hablar un poco de todos ellos:
Susan Ptolemy es esa amiga cínica, super adulta y madura, que parece no distraerse con las tonterías que a ti o al resto de seres humanos le pueden llegar a preocupar. Racional hasta las bragas, poco preocupada de su aspecto o su "feminidad", responsable con los estudios y sin lanzarse de forma fogosa y explosiva jamás. Pero pronto vemos que no todo es tan fácil, y que su orgullo, su necesidad de tener las cosas bajo control y sus problemas para "dejarse llevar" pueden jugarle malas pasadas y desencadenar las situaciones más hilarantes y extrañas. Es especialmente divertido todos los conflictos que tiene con Mcgraw, al que parece odiar solo por el hecho de ser "demasiado perfecto".
Daisy Wooton, por su lado, es una chavala inocente a quien la vida aún le tiene preparadas muchas tortas, que tarde o temprano la veremos llevarse. Es ese tipo de personaje bueno, candoroso, despistado y considerado que parece haber salido de otra dimensión. Esto es entendible porque Daisy fue educada en casa por su abuela y aunque conoce bastante la teoría que rodea al mundo, en la mayor parte de los casos, no lo ha experimentado. Es bastante graciosa con sus ideas hippies de amor y paz y por como despierta una especie de sentimiento de maternal en sus otras dos amigas, especialmente Esther.
Esther de Groot, la tercera amiga en discordia (y mi preferida) es una especie de reina del drama... Pero no del drama en el sentido de ser una emo llorona, pues por el contrario es absolutamente alegre, alocada y divertida, si no porque parece ser un imán para los problemas y las situaciones dramáticas. Es ese tipo de personaje que resulta aractivo por el caos que la acompaña, porque ella misma es un caos muy adorable y divertido, y por ello no deja indiferente a nadie. Me gusta el detalle que, con una personalidad tan extrovertida y risueña, sea ella, precisamente, la gótica del grupo.
Daisy Wooton, por su lado, es una chavala inocente a quien la vida aún le tiene preparadas muchas tortas, que tarde o temprano la veremos llevarse. Es ese tipo de personaje bueno, candoroso, despistado y considerado que parece haber salido de otra dimensión. Esto es entendible porque Daisy fue educada en casa por su abuela y aunque conoce bastante la teoría que rodea al mundo, en la mayor parte de los casos, no lo ha experimentado. Es bastante graciosa con sus ideas hippies de amor y paz y por como despierta una especie de sentimiento de maternal en sus otras dos amigas, especialmente Esther.
Esther de Groot, la tercera amiga en discordia (y mi preferida) es una especie de reina del drama... Pero no del drama en el sentido de ser una emo llorona, pues por el contrario es absolutamente alegre, alocada y divertida, si no porque parece ser un imán para los problemas y las situaciones dramáticas. Es ese tipo de personaje que resulta aractivo por el caos que la acompaña, porque ella misma es un caos muy adorable y divertido, y por ello no deja indiferente a nadie. Me gusta el detalle que, con una personalidad tan extrovertida y risueña, sea ella, precisamente, la gótica del grupo.
¿Y el dibujo? Porque esto es un comic, el dibujo importa.....
Pues el dibujo, y el color, están muy bien. Con claras influencias de disney, donde ha trabajado la primera dibujante, Lisa Treiman, pero dándole un tono más desenfadado y desorbitado e hilarante, calza perfectamente con la historia y pega genial con el diseño de personajes. A partir del tomo seis la dibujante cambia, y pasa a ser Max Sarin, pero a pesar del cambio, la talentosa dibujante finlandesa mantiene los diseños y el espíritu del dibujo y la obra de forma muy correcta, siguiendo las bases sentadas por su predecsora, por lo que no es un problema.
Este ede Lissa Treiman
Y este es de Max Sarin
Y nada, espero que os guste y os animéis a leerlo. Si os gustan los recuenos de la vida y queréis ver buenos personajes femeininos, carismáticos y sin estereotipar, os super recomiendo esta obra.
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