ESTA REVIEW NO CONTIENE NINGÚN SPOILER ASÍ QUE PUEDEN LEERLO CON TRANQUILIDAD SI ES QUE TODAVÍA NO SE HAN VISTO LA PELÍCULA.
"Roma", escrita y dirigida por Alfonso Cuarón, es un detalle agridulce. Una especie de película demasiado dulce como para estar ambientada en los 70, demasiado melancólica como para haber sido publicada en 2018. Francamente cuando lo vi, me limité a pensar que se trataba de una película estéticamente manipulativa, que obliga al espectador a acercarse a las cosas antes de que las cosas (personajes, escenarios, conceptos, diálogos), se acerquen a ella. Pero al mismo tiempo, me parece una tremenda pérdida de tiempo que los medios de todo el mundo la hayan promocionado como la mejor película del año e incluso, los más ridículos, la han calificado como la mejor película de esta década. Cualquier cinéfilo con dos dedos de frente apostaría que las mejores películas del año serían "Ready Player One", "First Man" y otras cuantas joyas más, no un drama mexicano en blanco y negro con claras tendencias políticamente correctas y progresistas. Cuesta creer que "Roma" haya sido escrita y dirigida por el mismo hombre que dirigió "Children of Men", aquella joya de culto de la ciencia ficción en donde, irónicamente, se criticaba al progresismo utilizando la metáfora de la esterilidad y la violencia europea. "Roma" parece odiar "Children of Men". Es como si Cuarón se estuviera retractando.
No estoy diciendo que "Roma" sea una mala película. Pero tampoco es una gran película, y definitivamente, tampoco una obra maestra. Alfonso Cuarón ha hecho de las suyas como lo ha hecho en algunas de sus otras películas. Se trata de un filme de autor que de todos modos conserva su distancia y es bastante despersonalizado. Quizá porque Cuarón, en cuanto a sociedad y cultura, lo es, al menos ahora. El pensamiento de Cuarón reflejado en Cleo, la protagonista de este extraño filme mexicano, es el reflejo de toda una tendencia política, y poco parece que haya entre los diálogos y las sutilezas que parezca ser algo único y diferente de Cuarón. Pero al mismo tiempo "Roma" se parece a todas las otras películas de Cuarón, con sus diálogos simples, enorme escenografía, y la necesidad de que los actores encajen demasiado en la escena. No es sorpresa que Cuarón haya elegido a una actriz que carezca de atractivo para esta película, porque contratar a una supermodelo mexicana adolescente para interpretar a Cleo hubiera sido, sin lugar a dudas, un error que ni siquiera un director comercial hubiese cometido. Al menos en ese punto, Cuarón conserva un buen aspecto. Aunque la actriz que interpreta a Cleo no me llegó ni me parece que tenga talento.
Todo aquel que haya seguido las películas de este señor desde hace un tiempo sabrá que Alfonso Cuarón triunfa más como fotógrafo y director de escena que como guionista. Esto se aplica aquí también. Dirigiendo las cámaras, Cuarón triunfa grabando las escenas de "Roma". Tiene el estilo, tiene los ángulos de cámara, tiene el simbolismo (como los brutales policías, representando la represión; o el hecho de que el filme está en blanco y negro, representación del recuerdo y la añoranza de tiempos que ocurrieron hace mucho, mucho tiempo), y también tiene el montaje de música, vestuario y edificios que obliga al espectador a meterse en la historia en vez de que la historia se meta con el espectador. Quizá por eso muchos críticos han considerado que "Roma" es más una carta de amor a tiempos que Cuarón recuerda con nostalgia, que una película dramática. Es cierto.
Pero creo que Cuarón, como guionista, e incluso los actores de la historia, fallan estos personajes y fallan estos momentos por haber tomado un rumbo exageradamente melancólico y crítico. El camino más simple para contar una historia, me temo. Es demasiado como para poder soportarlo, y quizá eso es lo que me llevó a desconectarme de la historia, y solamente pude disfrutar "Roma" por su implecable escenografía y música. Pero todos sabemos que las imágenes de una película, aunque sean fuertes, son frecuentemente superficiales, y en "Roma" no parece existir demasiada sustancia. Describiría bastante bien a "Roma" como una casa hermosamente pintada pero que está completamente vacía adentro. El olor a limpio y la pintura perfecta que no por ello te evita la decepción de darte cuenta que dentro de esta casa-película llamada "Roma", que Alfonso Cuarón ha construido, no hay nada dentro de ella, excepto quizá pinturas bonitas.
Nada de esto debe interpretarse como una crítica contra el respetable director Alfonso Cuarón, sino una crítica contra su película. Por supuesto, como es una película que él mismo ha dicho está basado en su propia infancia, todo el mundo que se ha puesto a defender la película contra las críticas conservadoras (aunque yo no la critico por mis opiniones políticas), argumentando que cualquier crítica o ataque contra "Roma" es un ataque directo contra Cuarón. Eso no solamente es equivocado, es estúpido. Cuando "Gravity" fue publicada en 2013 (también dirigida por Cuarón), muchos científicos del mundo criticaron la película por ser científicamente incorrecta y por tener nociones erradas sobre el comportamiento de un astronauta. ¿Fue eso un ataque contra Cuarón y su familia (quienes usualmente le ayudan a escribir sus películas? Absolutamente no. Lo mismo ocurre con "Roma": por más personal que sea, una película es una película, y el hecho de que no me guste no quita mérito a Cuarón por ella.
Cuarón es un gran creador de cine en lo estético, y en algunas ocasiones, también en el apartado de guión (pero esto es raro). Él dirigió muchas películas, de las que puedo citar las más famosas:
- Great Expectations (1998): Una de las películas malas más visualmente hermosas que haya visto en mi vida. Hermosos actores hablando hermosas palabras en hermosos excenarios sin ningún tipo de profundidad o apasionamiento.
- Harry Potter y el Prisionero de Azkaban: La más oscura, bizarra y quizá, controversial película de la franquicia de Harry Potter. (Y la única que me gusta, por cierto).
- Children of Men: Aquella brillante joya de ciencia ficción que nos sigue alertando hasta ahora de los peligros de la política enferma y manipuladora en un mundo donde hay problemas que no se pueden resolver. Una de las mejores película de ciencia ficción de los últimos 20 años y quizá una de las mejores de la década del 2000.
- Gravity: Un drama hermoso, aunque sobrevalorado, sobre astronautas y autosuperación.
Después de todas estas famosas obras, "Roma" encuentra su lugar, aunque de un modo extraño. Con este filme, visualmente brutal pero textualmente pobre, Cuarón parece querer llevar el cine mexicano hasta la estratósfera, y francamente lo ha hecho. Todo el mundo apoya "Roma" y francamente me siento mal por no apreciarla como los demás lo hacen. No es una mala película en lo absoluto pero no entiendo por qué la idolatran como si se tratase de "Citizen Kane". Quizá los periodistas y críticos de cine se sienten mal por siempre haber siempre despreciado a Cuarón e intentan "compensarlo" felicitando un filme que es bueno pero que no merece ser tan aplaudida. Quizá simplemente necesitaban promocionar una buena película para ir cerrando el año. O tal vez los medios están aprovechando este filme de tintes progresistas para ir metiendo su propia propaganda. No lo sé, quizá todas esas respuestas sean correctas. Cuando "Children of Men" fue publicado en 2006, ningún medio dio importancia a Cuarón e incluso le llovieron críticas por cambiar elementos de la novela para hacer una película más brutal y oscura. En 2018 acaba de ocurrir lo completamente opuesto: Cuarón ha endulzado hechos históricos para que nos fijemos en el punto de vista que él desea, y todos los medios están encima de él. Cualquiera que se atreva a criticar "Roma" será considerado inmediatamente un conservador de derecha.
Y si no fuera por eso, podría criticar otro punto final, pecado artístico: La actriz que interpreta a Cleo parece fuera de sitio, y no vemos a un personaje sino a una actriz pretendiendo ser un personaje. Eso lo noté cerca de la mitad de la película en donde deseaba que hubieran hecho un reemplazo de último momento.
- Dirección: 8/10.
- Guión: 3/10.
- Fotografía: 7/10.
- Música: 7/10.
- Actuación: 4/10.
- Puntuación final: 6/10 (Buena, pero definitivamente sobrevalorada; y no es obra maestra).
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