Hace tiempo, en un intento de conocernos mejor, pregunté sobre nuestras 5 películas favoritas. Ahora quisiera hacer lo mismo con los ánimes y preguntar sobre los 5 animes que nos gustan no solamente en el sentido de que nos agradan o nos parecen geniales, sino en el sentido de que cambiaron una parte de nuestro ser, que en parte, se convirtieron en un fragmento de nosotros mismos o que cambiaron nuestra forma de pensar, actuar o visualizar. Yo particularmente soy una persona que no se siente demasiado afectado por los animes aunque le resulta entretenido. Sin embargo, hay algunos que sí me golpearon fuerte en las áreas más sensibles de mi espíritu.
- Non Non Biyori: Este anime es el equivalente animeístico de la película Taxi Driver: porque no tiene el mejor soundtrack del mundo, ni los mejores gráficos, ni los mejores personajes, ni la historia mejor elaborada. Y sin embargo, la combinación es tan sublime que, a mi propio parecer, es capaz de superar por 1000 kilómetros de distancia a cualquier otro anime que tenga mejor soundtrack, diseño o personajes. Este es anime es trascendental, irónicamente porque no fue planeado para ser trascendental. Fue un simple anime basado en un simple manga con la simple historia de 4 niñas viviendo su día a día en un pueblo rural. Y sin embargo, con 2 temporadas ya hechas (y una tercera en camino) se ha convertido para muchos en una especie de anime de culto y legado, increíble. El personaje de Miyauchi Renge incluso es fácilmente reconocible para algunos otakus. Esta historia, al ser tan particular, es tan universal, tratando temas tan humanos como la amistad, las diferencias sociales, la soledad, la belleza de la naturaleza, el paso del tiempo, la transición entre la infancia y la adultez, la felicidad e incluso el ciclo vida-muerte del cual todos formamos parte. Es irónico que un anime con mucha música y poco diálogo (que en muchos casos son diálogos cotidianos, en ningún momento del anime hablan de filosofía, religión o psicología) sea capaz de hablar temas tan trascendentales de un modo tan sutil. En muchos sentidos me recuerda a "2001: Odisea en el espacio", porque tiene mucho que mostrarnos y poco de lo que hablar, pero ahí se encuentra su encanto. Cuando la gente se queja de que el anime no cuenta nada, suelo responder con un fragmento de la bibliografía de E. E. Cummins: "Prefiero aprender de un ave a cantar que enseñar a mil estrellas como no danzar". El que entendió, que entienda.
- One Piece: En realidad no puedo explicar demasiado bien por qué me gusta este anime. Por sus peleas no, ya que por algún motivo no me entretienen, ya que en el 50% de los casos sé quien ganará antes de que la pelea inicie siquiera. Sin embargo, me encanta la forma en la cual Eichiro Oda sabe diseñar las historias y las personalidades de no cientos, sino miles de personajes que han aparecido en la historia, miles de islas con su geografía su política y su clima, miles de bandas, organizaciones gubernamentales y criminales, docenas de mares, ríos y lagos, cientos de años de historia ficticia armadas de un modo tan convincente que supera la habilidad conectiva de Quentin Tarantino o incluso el universo fílmico de Marvel. Y por supuesto, la diversidad tan enfermiza de poderes que se pueden combinar, mejorar, actualizar o lo que sea que al personaje principal, secundario o antagónico pueda ocurrirsele. Sin dudas el universo de Eichiro Oda es, junto a lo universos literarios de Lovecraft y Stephen King, uno de los mejor elaborados y coherentes. Algo curioso es que como es un anime que lleva 20 años en emisión sin interrupciones, somos perfectamente capaces de darnos cuenta como los diálogos y los escenarios cambian para ajustarse a las necesidades del público moderno. Eso nos demuestra la habilidad de Oda para adaptarse al cambio y no atascarse en la nostalgia de los tiempos.
- Is the order a rabbit? Este anime me encanta quizá por la mera sencillez con la cual está hecho. No es un anime pretencioso ni uno que planee darte una historia demasiado elaborada. La historia es sobre una chica que llega a una ciudad nueva, hace amigas mientras trabaja y va al colegio, y también intenta mejorar su presente a pesar de ciertas dificultades del pasado que todavía se enciman en ella. Y ya. Lo que realmente es asombroso del anime es lo increíblemente hermoso de los diseños de los personajes y los escenarios, los cuales se fusionan hasta ser uno solo. No nos imaginamos a los personajes en ningún otro escenario posible que no sean esas hermosas calles de estilo europeo y vistiendo a la última moda del siglo XX, modesta, sensible y casi al borde de lo religioso. Imaginarse a alguno de los personajes del anime en un ambiente más moderno o más antiguo constituye tratar de pensar algo imposible. La historia no trata temas demasiado profundos, sin embargo es una curiosa píldora audiovisual que, para los amantes de las cosas hermosas y bien hechas (personas como yo), es capaz de curarte la tristeza. Llámenme loco, pero este anime me curó una depresión. He visto ambas temporadas casi 15 veces. Y es posible, ya que no puedo descartarla, que en estos días vuelva a ver ese anime, ya que me encuentro un poco desanimado.
- Sakura Quest. ¡Lo siento! Me faltan las palabras para expresar algo que para muchos ustedes pueda parecer una tontería. Pero este anime cambió la forma que yo tenía de ver a la sociedad y al aprecio que nosotros tenemos a nuestra propia cultura y a la cultura de los demás. Sakura Quest es mucho más que simplemente un "anime laboral", como lo consideran algunos. Es un llamado a la hermandad humana es una sociedad japonesa cerrada, envejecida y arcaica. Es también un vistazo subliminal al estado decadente de la economía japonesa, que al ser urbanamente centralizada está causando la bancarrota a muchos de sus pueblos rurales, quienes van perdiendo a su juventud. Es curioso pensar que si se admite como cierta la perspectiva de este anime, entonces nuestro problema actual no es la superpoblación de las ciudades sino su hacinamiento. Es problema no es la falta de espacio sino la falta de organización. Pero eso apenas es la punta del iceberg. Y esta historia analiza como un pueblo rural muerto, que lentamente comienza a regresar a la vida gracias a unos jóvenes, especialmente por la protagonista, que es capaz de ver las cosas que el resto no son capaces de ver, por ser reliquias humanas de un tiempo pasado en el cual se han atorado. Eso no significa abandonar tus puntos de vista, sino saber apreciar la diversidad. A pesar de que yo casi siempre he visto el fenómeno de la globalización como un efecto socialmente contraproducente, Sakura Quest me enseñó que, hecho apropiadamente, quizá la unión de culturas y creencias sea justo lo que necesitamos. Es uno de los pocos animes que retrata de un modo coherente y sin estereotipos a los pueblos extranjeros, como podría serlo el artista danés o los turistas españoles.
- Lucky Star: Algo que me gusta de este anime es que aunque algunas tendencias mencionadas en el anime, el contexto general de la historia, fue, es y seguirá siendo el mismo. Imaginarnos la posibilidad de que en el futuro la sociedad cambie tanto como para que la nueva juventud sea incapaz de entender este anime es algo casi inadmisible. Quisiera comparar este anime con "Taxi driver": el anime sigue viéndose exquisito y tan bien elaborado a pesar del paso del tiempo, y aunque la escenografía y algunos temas de conversación ya no son lo que son, el contexto generalizado de la historia es el mismo. Aunque haya sido hace casi 12 años, Konata Izumi sigue siendo la proyección más pura de cualquier estudiante otaku del bachiller. Si actualizaramos el anime, cambiando algunos anime mencionados o mejorando los televisores y consolas que se utilizan en la historia, este anime pudo haber salido perfectamente ayer. Pero eso es apenas una de las diversas razones por las cuales yo aprecio tanto este anime. Lo que me gusta es que sepa ser una sátira de los dramas colegiales populares durante la década del 2000 y que, además, sea la piedra angular, o el Cristo de los animes Slice of life, que no narran dramas exagerados sino vidas cotidianas, revolucionando un género que hasta ese tiempo difícilmente podía decirse que existía. Y finalmente puedo decir a cualquiera que critique este anime, sea el que sea el motivo que tenga que tener para hablar de la historia: Este es anime no es simplemente una historia sobre la cultura otaku, este anime ES la cultura otaku. En cierto punto todos somos Konata, y todos vivimos en Lucky Star. Y eso es apenas uno de sus muchos encantos.
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