Mazoku
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MARIONETISTA DE LA OSCURIDAD
Y como empezó todo esto allí me encontraba yo liada en una manta junto con mi hermana, ambas con salpicaduras de sangre por todos lados, sentadas en sillas de metal frente a una mesa de lo mismo en una habitación fría de interrogatorio.
Mi hermana sujeta en sus brazos un muñeca que desde que la vi me pareció horripilante en todos los sentidos, tiene un pequeño sombrero negro de copa con una banda roja de lazo, su cara es blanca y sus ojos son dos cristales rojos sin pupilas de los cuales desciende una franja roja por toda la cara, su vestido es de un color negro muy oscuro con muchos volantes en su mano blanca tiene una pequeña cesta de mimbre que agarra, a pesar de todo posee un tamaño algo considerable como el de un niño pequeño casi se podría decir que es humana.
Mientras intento recuperarme de lo que he visto, aun mi mente trata de asimilarlo por suerte mi hermana es ciega, peor aun así el susto se lo ha llevado igualmente.
De prono se abre la puerta y aparece un hombre de un metro setenta y cinco aproximada mente con cabello largo y liso hasta los hombros de un color rubio ceniza, sus ojos son de un color verde algo rasgados pero sin llegar al típico asiático, tiene una corpulencia media, se acerca a nosotras mirándonos fijamente y de vez en cuando echa un vistazo al informe que tiene en la mano, para cuando se sienta empieza a desplegar una serie de fotografías que nos hace recordar lo que habíamos pasado.
Se podían ver una especie de arlequín extraño cubiertos de heridas y sangre por todos lados su cuerpo parecia el de un acordeón extraño, mientras que su cara no se podia decir ni siquiera que fuera ya humana.
─ Me podéis decir que es esto…─ dijo el policía mientras nos miraba fijamente al rostro.
─ Ojala lo supiera…ni siquiera se como entramos en ese callejon, solo se que de buenas a primeras estábamos cubierta de sangre y esa cosa tumbada en el suelo, solo podia escuchar gritos como si se trataran de una niña pequeña pensé que era mi hermana pero ella estaba bien…Fue algo rarísimo…─ dije intentando explicarle lo que había pasado, peor aquello era demasiado raro desde que mi hermana encontró esa muñeca y se la quedo.
─ Bueno cuéntame lo que recuerdes desde el principio tenemos tiempo…─ dijo el policía mientras sacaba un chicle y nos ofrecía otro.
─ Tengo hambre...¿Donde están papa y mama…?...─ pegunto Alice mi hermana mientras apretaba entre sus brazos a la muñeca con fuerza.
─ Diré que os traigan algo…Además no creo que podáis volver a casa…vuestros padres están muertos…y hay huellas de vosotras por toda partes…Denunciaron vuestra desaparición hace cinco días…─ dijo el policía fríamente como si de un jarro de agua se tratara, de inmediato Alice comenzó a llorar abrazándome con fuerza
─ Nosotras no hemos hecho eso…Solo nos fuimos para que no les pasara nada…─ dije mientras intentaba consolar a mi hermana.
─ ¿Y que les iba pasar…?...─ pregunto el policía desconfiando de lo que había hecho en su mente ya tenia a los culpables.
─ A ver es mejor que comience desde el principio…─ dije intentando hacer memoria de todo lo que había pasado desde que tomamos aquella muñeca.
Mi vida desde aquel entonces no había sido gran cosa iba de familia en familia con mi hermana mi nombre es Chloe y ella se llama Alice es ciega de nacimiento, pocas familias nos acogían, pero a los cinco días exactos nos devolvían nunca he sabido el por que de aquello, pero volvíamos al orfanato
Cuando esta familia nos adopto todo fue como siempre, por suerte nos acogieron juntas, no le importaron la ceguera de Alice, la casa era preciosa, incluso tenia un columpio fuera y estaba rodeada de una valla blanca, llegamos muy contentas esperando que no pasara lo mismo que en los otros sitios….
─ Espero que os guste…esta es vuestra nueva casa…─ dijo nuestro padre adoptivo mientras metía el coche en el garaje, la casa era muy grande tenia dos plantas y estaba pintada de color blanco incluso tenia un ático y una chimenea.
─ ¿Cómo es…?...─ pregunto Alice mientras me tomaba de la mano con fuerza.
─ Es muy bonita hasta tiene columpio en la parte de afuera y tiene una valla blanca y un jardín…seguro que te gustara…─ dije mientras le describía como era la casa en eso pude ver como sonreía.
─ Venga vamos…Espero que os gusten vuestras habitaciones…la hemos tenido que reformar un poco…─ dijo la madre adoptiva mientras abría la puerta que comunicaba a la casa.
Enseguida me quede sorprendida justo al lado había una escalera que llevaba a la parte superior, la pared estaba llena de cuadros de la familia, a mi nariz llego un olor delicioso de un pastel recién hecho.
─ Tengo hambre…─ dijo Alice mientras intentaba oler el pastel.
─ Primero es lo primero subid a vuestras habitaciones…después podéis bajar para merendar…─ dijo la madre adoptiva mientras subíamos para ver las habitaciones al llegar me fije que en el techo sobre salía una especie de bolita sujeta por una cuerda seguramente seria para acceder al ático, aparte de nuestra habitación había dos mas.
Cuando abrí la puerta me quede alucinada había una litera de color rosa y la pared tenia un papel lleno de unicornios y arco iris, la ventana daba a la calle y se podían oír a los niños jugar, aparte había un baúl grande cuando lo abrí me fije que estaban llenos de peluches y justo su lado una casita de muñecas al lado del armario había un espejo de cuerpo completo, me acerque a el y me quede mirándolo por un momento mi reflejo.
En el cual se reflejaba una niña de unos catorce años con el pelo de color negro y trenzado en dos coletas no muy alta y a mi lado una pequeña de unos seis años con el pelo corto y del mismo color portando unas gafas oscuras, sencillamente me quede mirándolos y suspire profundamente.
─ Creo que aquí podremos ser felices…─ comente mientras miraba la habitación, solo esperaba que todo lo que pasamos hasta ahora desapareciera.
─ Tengo hambre, podemos ir a merendar…─ enuncio Alice a la vez que le gruñía el estomago.
Sin mediar palabra tome la mano de Alice y abrí la puerta bajando por la escalera cuando llegue al salón observe que se trataba de una habitación no muy grande en el techo había una lámpara, las paredes eran de color blanco, había una chimenea de piedra, un par de sofás y una televisión al frente de estos delante una mesa con un pastel de chocolate y algunos refrescos.
─ Espero que os guste la habitación…─ comento la mujer al levantarse del sofá y ayudar a Alice a sentarse.
─ Es muy bonita muchas gracias…─ hable algo nerviosa al sentarme junto a Alice aun no podia creérmelo solo espera que todo fuera bien.
─ Aquí tenéis, comed lo que queráis…además mañana empezáis en el colegio ya esta todo preparado… ─ expreso el hombre sonriendo, al parecer lo tenían todo cubierto.
Comimos y bebimos, lo pasamos muy bien después de eso subimos a la habitación y nos pusimos los pijamas, seguidamente cepille el pelo de Alice.
─ ¿Qué te parecen…?...─ pregunto Alice con algo de miedo en su voz al pasar el cepillo.
─ No están mal, esperemos durar lo suficiente…─ respondí acabando de cepillar el pelo, al girarme me di cuenta que sobre la cama había una muñeca que no me fije antes mire hacia todas partes sabia perfectamente que eso no estaba ahí antes, me asome a la ventana mirando por si alguien hubiera entrado pero era imposible estábamos en un segundo piso.
─ Que muñeca mas fea…─ manifesté al verla, eso si tenia que reconocer que estaba muy bien detallada, pero aquellos ojos parecían que no dejaran de mirarme, sentí un escalofrió que recorrió mi cuerpo.
─ Dámela…Quiero saber como es…─ propuso Alice mientras estiraba las manos para que se la diera.
La tome por un instante del brazo y se la di, Alice empezó a tocarla extrañada por su apariencia pero no parecia que le asustara ni le provocara ningún efecto negativo.
─ Es algo extraña, pero muy bonita…seguro que es un regalo que me han dejado…─ manifestó Alice mientras la abrazaba con fuerza, parecia que le gustaba muchísimo.
─ Si te gusta tu misma…pero noto algo raro en esa muñeca…Vamos a dormir…─ afirme al verla directamente a los ojos, incluso me llego a parecer que me sonreía de forma diabólica aunque no podia asegurarlo del todo.
Sin pronunciar palabra ayude a Alice a que se metiera en la cama que enseguida la arrope puso la muñeca a su lado.
─ Buenas noches…─ asevero Alice, cuando le quitaba las gafas y las colocaba en la mesilla de noche.
Después de eso me acosté y me quede por unos momentos escuchando lo que pasaba en la casa para acostumbrarme, no parecían que discutieran lo mismo que las otras familias que nos acogían estos parecían llevarse bien.
Poco a poco cerré los ojos ni siquiera recuerdo el tiempo que pase dormida solo que me despertó un ruido de abrir la puerta, pensé que serian ellos que venían a ver si estábamos dormidas, pero al restregarme los ojos solo vi la entrada abierta pero al otro lado pude observar como una figura en sombras de un aspecto extraño de pronto a mi mente vino que alguien había entrado en la casa.
Cuando me restregué los ojos con mas fuerza me fije que no había nadie aunque me levante para comprobarlo, me acerque lentamente para comprobarlo, cuando llegue a la puerta vi que no había nadie y la casa estaba tranquila pero estaba segura que había visto a alguien.
─ Habrá sido mi imaginación…─ pensé en voz alta al cerrar la puerta, después volví a la cama y me acosté para pasar el resto de la noche.
Lo que quedaba de noche paso sin ningún problema ni siquiera me di cuenta hasta que entro la mujer despertándonos a la vez que nos zarandeaba de forma amable.
─ Venga dormilonas arriba tenéis que desayunar y el autobús llegara pronto…─ expuso e inmediatamente abrió las cortinas dejando entrar la luz de la mañana.
Al parecer ni la mujer se dio cuenta de la muñeca, cada vez me parecia mas raro, peor preferí no preguntárselo mientras no dijera nada.
Nos dirigimos hacia la ducha después de eso nos pusimos el uniforme y le di las gafas a Alice, parecia no separarse la muñeca en ningún momento.
─ ¿Te vas a llevar la muñeca al colegio…?...─ curiosee al verla que no la soltaba en ninguna parte.
─ Si, me ha dicho que quiere ver el colegio…─ contesto Alice abrazándola con fuerza, aunqeu aquella respuesta me hizo que se me erizara la piel de golpe.
Al bajar había un buen desayuno de todo un poco podia olerse las tostadas desde arriba, lo mismo que el café que estaba tomando el marido, por unos instantes me dejo paralizada.
─ Venga daos prisa…el autobús llegara ya mismo…─ dijo la mujer al ayudar a Alice a sentarse.
Por unos instantes aquello parecia una familia normal, desayunamos con avidez teníamos mucha hambre.
─ Alice cariño no pensaras llevarte esa muñeca al colegio…¿verdad…?...─ observo la mujer al verla como no parecia desprenderse de ella.
─ Me ha dicho que quiere ver el colegio…no pudo dejarla aquí…─ respondió Alice mientras desayunaba.
La mujer se acerco a tomar la muñeca pero en cuanto le puso la mano encima dio un grito retrocediendo unos pasos.
─ Auch!...¿Pero que…?...─ cuestiono la mujer cuando se ponía la mano sobre una herida no muy grande.
─ ¿Cariño que te ha pasado…?...─ curioseo el hombre al ver que sangraba por la mano de una manera no muy profusa.
─ Alice…¿Pero que has hecho…?...─ alce un poco la voz pensando que había sido ella sin quererlo.
─ No he sido yo…no he hecho nada…─ reacciono Alice al escuchar lo que estaba pasando.
─ La muñeca se queda aquí…─ manifestó el hombre al acercarse para tomar a la muñeca fue como si se quedara pegado al suelo mirando aquellos ojos color escarlata por unos instantes el tiempo se detuvo fue como si no pasara, pude ver como la cara le cambiaba poco a poco el miedo empezaba a reflejarse en su rostro, seguidamente se dio la vuelta y sin decir nada tomo a su esposa y fue hacia la cocina para lavar la herida después de eso escuchamos el claxon del autobús.
Al salir vimos un vehiculo de color naranja con las puertas abiertas y varias niños y niñas gritando, al entrar todos se nos quedaron mirando extrañados el silencio lo inundo todo, después de eso parecieron seguir con lo que estaban haciendo.
Nos sentamos al fondo y el autobús empezó su trayecto, paso como cerca de quince minutos yo me quedaba mirando por la ventana el día parecia completamente despejado y la brisa de la mañana me terminaba de despertar por completo pude ver como aquel sitio parecia bastante tranquilo, la gente iba de un lugar a otro ha sus trabajos o al colegio.
Al llegar el autobús se detuvo y una guardia nos permitió pasar la carretera, el colegio parecia bastante grande, tenis su propio jardín den la entrada y un camino que llegaba hasta le rodeado de una valla metálica de color negro.
Avanzamos por le camino tranquilamente viendo el paisaje y a las personas que estaban por allí.
─ ¿Cómo es…?...─ curioseo Alice a su vez intentaba hacerse con lso sonidos del lugar para familiarizarse con ellos.
─ Bastante grande…tanto que llega a asustar…─ enuncie mientras caminábamos por aquel camino en dirección hacia la entrada, varias personas se quedaron mirándonos mas bien a la muñeca pero no fue por mucho tiempo.
En cuanto entramos vi la oficina de información y que el colegio estaba dividido en dos secciones una para primaria y otra para secundaria, nos dirigimos para saber por donde teníamos que ir.
Nos acercamos a una persona mayor que estaba a cargo de ese sitio, tenia el miedo en el cuerpo metido habíamos estado ya en varios colegios pero no en uno como este.
─ Perdón, somos Chloe y Alice, hemos llegado hoy…─ enuncie mientras miraba como la gente seguia yendo de un lugar para otro.
─ A ver un momento…Ah si las nuevas alumnas, esperad aquí avisare a vuestra profesora…─ dijo la mujer mientras revisaba unos cuantos papeles después de eso entro en una habitación, pasaron varios minutos hasta que una mujer bastante joven salio.
─ Vaya, así que vosotras sois las nuevas, que bien… pero la muñeca no puedes tenerla si me la das después al salir te la devuelvo…─ hablo la profesora amablemente mientras me nos sonreía.
Por un momento Alice se quedo quieta como si estuviera intentando identificar algo en esa profesora, después de aquel tiempo le entrego la muñeca; la profesora volvió a entrar en la oficina y la dejo allí.
Mas tarde salio y nos acompaño por el colegio para indicarnos nuestras clases, nada mas llegar al aula de Alice me quede mirando a su interior era bastante amplia llena de pupitres y plantas con varios posters en las paredes.
Alice se acerco a la entrada para comprobar que es lo que escuchaba pero no parecia que no le gustara.
─ Bueno hemos llegado aquí os separáis…En el recreo podéis volver a veros…─ comento la profesora mientras yo me despedía de Alice abrazándola.
─ No te muevas de aquí, después vendré a buscarte…─ exprese al abrazarla Alice solamente asintió moviendo la cabeza.
─ Vaya…¿Quién tenemos aquí…?...─ curioseo una profesora que era bastante joven vestía una bata de color blanco.
─ Ella es Alice…yo me tengo que llevar a su hermana a su clase…Os dejo para que os vayáis conociendo…─ dijo la profesora mientras nos encaminábamos hacia mi clase, por unos segundos me quede mirando extrañada pero preferí no pensarlo.
─ Bueno toma mi mano y te llevare al pupitre…─ expreso la profesora acercando la mano a la de Alice, esta enseguida la tomo con confianza entrando en el aula.
─ Estará bien no te preocupes…─ declaro la profesora mientras me acompañaba a mi aula, pasamos varios pasillos llenos de gente había varias taquillas por los pasillos y posters colocados en las paredes.
─ Bueno esta es…Ya nos veremos dentro de un rato…─ manifestó nuevamente la profesora a la vez que se marchaba dejándome delante de la puerta.
Pude ver varios chicos que estaban jugando entre ellos, la estancia era bastante grande llena de pupitres al fondo había un armario y un ordenador delante de estos la mesa del profesor y en la parte de atrás la pizarra.
Al entrar varios chicos y chicas se quedaron mirando sin pronunciar palabra me dirigí hacia uno de los asientos cercanos a la ventana.
─ Vaya así que tu eres la nueva…me llamo Stephanie…─ se presento una de las chicas tenia casi mi misma altura era un poco mas alta, era pelirroja con ojos verdes llevaba unas gafas su cara era bastante redondeada y tenia varias pecas en el rostro que le hacia bastante graciosa.
─ Soy Chloe…─ conteste secamente, mientras miraba por la ventana, preferí no hacer amigos puesto que no me había llevado muy bien en otros colegios.
─ Carne fresca, para el matadero…─ pronuncio uno de los chicos acercándose a mi mesa.
No se por que pero aquellas palabras hicieron que se me erizara toda la piel, aun que su sonrisa no parecia indicar que viniera a meterse conmigo.
─ No hagas esas bromas ya sabes que no me gusta…no le hagas caso es un bromista…─ me explico Stephanie mientras le daba un puñetazo en el hombro, parecia que se llevaban muy bien.
─ Nah, es broma me llamo Peter…Eres la nueva que han dicho que vendría…─ insinuó Peter, por unos instantes me quede mirándolo tenia el pelo de color negro y algo desaliñado su rostro parecia algo duro junto con sus ojos de color marrón fuerte le daban una apariencia algo extraña pero muy simpático.
─ Chloe…Si soy la nueva…─ respondí de manera tosca y algo tímida solo esperaba que no fuera como en los otros colegios.
─ Si quieres después vamos a almorzar juntos y charlamos juntos así nos conocemos un poco…─ comento Stephanie sonriéndome de manera amable intentando hacer que hablara.
─ Tengo que recoger a mi hermana es ciega…─ explique pensando que lo mismo se lo hubieran pensado mejor.
─ No te preocupes puede venirse…te acompañaremos a recogerla…─ respondió Stephanie con una sonrisa en su rostro parecia que era bastante optimista y alegre.
─ Claro no hay problema, Ups, hay viene…─ dijo Peter cuando regresaba a su pupitre rápidamente, al momento apareció la misma profesora que me había acompañado hasta el aula cerrando la puerta detrás de si.
En seguida se sentó y abrió una carpeta y comenzó a mirar algunos papeles, después de eso empezó a pasar lista al llegar a mi se detuvo por un momento.
─ Ella es Chloe acaba de unírsenos, espero que seáis bueno y la ayudéis para que se ponga al día…─ observo la profesora, en ese momento casi toda la clase se quedo mirándome mientras yo tenia la cabeza bajada con los colores subidos, pero enseguida siguió pasando lista.
En cuanto termino empezamos la lección aquellas clases se me pasaron muy lentas, la mayoría de las cosas no las entendía.
Entre tanto en la clase de Alice la profesora entro y se dispuso a pasar lista, ella intentaba adecuarse a todos los sonidos de la clase eran muy nuevos para ella.
─ Esta es Alice espero que os llevéis bien con ella…─ pronuncio la profesora presentando a Alice, de pronto en el aula se hizo el silencio haciendo que se pusiera nerviosa.
─ Hola Alice!…─ exclamaron casi al unísono toda la clase aquello la tranquilizo algo.
─ Hola todos…─ respondió Alice tímidamente bajando la cabeza.
Después de aquello la profesora empezó a explicar lo que tenían que hacer, una ve que lo hubo hecho se acerco a Alice para ayudarla, esta comenzó a palpar lo que tenia encima de la mesa.
Después de un rato de haberse acostumbrado aprecia desenvolverse bastante bien, pero en ese momento noto como si alguien se sentara a su lado y no era la profesora.
─ Hola…¿Quién eres…?...─ pregunto Alice mirando hacia la dirección que había escuchado la silla moverse.
─ Woow…¿Woow como sabes que estoy aquí…?...─ curioseo una voz de niño bastante extrañado al ver que le habían descubierto.
─ He oído como arrastrabas la silla…soy Alice…─ respondió Alice mientras seguia con lo que estaba haciendo.
─ Me llamo Mark…─ se presento el niño mientras le extendía la mano, por un momento se hizo el silencio, Alice sabia que había algo que n encajaba como si Mark estuviera esperando algo.
─ Lo siento me estas ofreciendo la mano…─ enuncio Alice extendiendo la mano para ofrecérsela, en ese momento noto la mano de Mark noto que estaba algo sudorosa o mojada en algo.
─ Esta mojada…─ comento Alice mientras se la limpiaba contra le uniforme con cara de asco.
─ No te preocupes es agua, me he tenido que lavar las manos, después de esto…te esta quedando bien…─ dijo Mark mirando la figura de arcilla que estaba haciendo Alice aunqeu no representaba nada en concreto.
Entre tanto las clases pasaron tranquilamente pero muy despacio Chloe estaba preocupada por lo que podría pasar con Alice y casi no prestaba atención a lo que estaba pasando en la clase, cuando por fin escucho el timbre de salida recogió los libros rápidamente para dirigirse a la clase de Alice.
─ Vamos por tu hermana…─ comento Stephanie mientras casi arrastraba a Mark del brazo para salir.
Alice se apresuro recordando los pasillos por donde había pasado para ir a la clase de su hermana pero la gente se acumulaba en ellos impidiéndole casi el movimiento.
─ Alice…estoy aquí…─ susurro una voz como si estuviera al lado de Alice, aunque ella sabia que no debía de moverse de allí fue como si poco a poco la estuviera atrayendo fuera de la clase.
Esta se puso en pie y empezó a moverse tanteando con las manos siguiendo el sonido de aquella voz, escuchaba el alboroto de los pasillos la gente moviéndose los niños gritando teniendo ganas de salir, al parecer aquella voz la llevaba a algún sitio.
Alice continuando siguiendo la voz las voces comenzaron a apagarse poco a poco, en aquel lugar, aunque sentía que era frío y algo extraño pero estaba completamente tranquila.
─ ¿Quién eres…?...─ interrogo Alice con tranquilidad en su tono de voz.
─ Eso ahora no importa pequeña…¿es esto tuyo…?...─ inquirió la voz masculina acercándole algo a Alice, esta casi instintivamente acerco las manos para palparlo, y después de un instante reconoció de inmediato la muñeca.
─ Si, es mía gracias…─ respondió Alice a la vez que la abrazaba con fuerza, no sabia ni el por que aquella persona le había devuelto su muñeca.
─ Nunca te separes de ella…─ dijo esa voz muy suavemente antes de desaparecer por completo.
Pero enseguida todo el sonido que había desaparecido volvió de golpe, dejándola un poco a surdida y confundida para volver a clase.
Chloe siguió avanzando entre los pasillos pasando de uno a toro llego un momento en que todos les parecían iguales, hasta que encontró una cosa que reconoció al instante por donde había pasado, al llegar a la clase entro rápidamente miro por todos lados pero no encontró a Alice.
─ Alice, Alice…─ curioseo nerviosa mirando hacia todas partes, pero la profesora continuaba arreglando algunas cosas, se acerco a ella rápidamente para preguntarle.
─ ¿Qué pasa…?...─ pregunto Stephanie al ver que Chloe estaba preocupada mirando hacia todas partes.
─ Alice no esta, es imposible que haya salido ella sola, no conoce este sitio…─ opino Chloe mirando hacia todas partes y no había rastro de su hermana.
─ Pregunta a la profesora…lo mismo le ha dicho a alguna amiga que vaya con ella al baño…─ comento Stephanie poniendo la razón mas plausible, puesto que no conocía ese sitio.
─ ¿Ha visto a Alice…?...─ consulto con tono de voz preocupada al no verla por la clase.
─ Estaba aquí hace un momento…─ contesto la profesora mirando hacia todas partes de la clase pero no aparecía por ningún sitio.
Chloe ni siquiera espero a un momento mas salio rápidamente del aula buscando a Alice por los pasillos sabia que no había podido ir muy lejos puesto que ese sitio no lo conocía muy bien, a su lado la profesora salio para buscarla al mismo tiempo.
Ella y la profesora junto con sus amigos pasaron un buen rato buscando a Alice, hasta que por fin Chloe la encontró en un rincón sin moverse con la muñeca en las manos, parecia completamente aterrada por los sonidos.
─ Alice te he dicho que no te movieras del sitio…me has preocupado…─ enuncio Chloe al abrazar con fuerza a Alice, la profesora por detrás suspiraba aliviada.
─ Lo siento…tenia mucho miedo e hice lo que me dijiste…─ hablo Alice aliviada al estar con su hermana.
─ No vuelvas a hacerlo…Vamos afuera a comer algo…─ dijo Chloe como si fuera su madre regañándola por haberse salido de la clase.
Chloe tomo de la mano a Alice aunque por un instante miro a la muñeca de forma extraña, le pareció demasiado raro que la profesora se la hubiera devuelto pero mejor así al menos estaría mas tranquila.
─ La profesora te ha devuelto la muñeca que suerte…─ observo Chloe avanzando hacia el exterior para encontrarse con los amigos de su clase y poder comer algo.
─ No, fue un hombre quien me la devolvió…seria un profesor…─ expuso Alice de manera muy confusa, aunque aquello no encajaba de ninguna forma, aunque preferi no préstale atención.
─ Bueno vamos a comer tengo hambre…─ expreso Peter con animo mientras el estomago le gruñía con fuerza.
Siguieron avanzando entre la gente hasta salir a fuera sintiendo como el calor del día apretaba con algo de fuerza la mayoría de los mayores salían por la puerta a la calle aunque los pequeños debían permanecer dentro del recinto.
Stephanie enseguida les guió hacia uno de los árboles que era bastante grande y se pusieron debajo para comer algo.
Alice por su parte por un momento se quedo mirando hacia una de las ventanas del edificio fijamente como si sintiera que allí había alguien.
─ Alice …¿pasa algo…?...─ curioseo Stephanie al verla como no apartaba la vista de aquella ventana.
─ Hay alguien ahí…Nos esta sonriendo…─ comento Alice al señalar de manera al azar hacia una de las ventanas.
El grupo se quedo mirando hacia el sitio que señalaba Alice pero por mucho que lo intentaran no veían a nadie.
─ Tu hermana es muy bromista por un momento me lo he creído…─ dijo Peter sonriendo como si aquello fuera una broma.
Aunque algo le reconcomio por dentro a Chloe lo que mas le extrañaba es que había acertado a una de las ventanas señalándolas y eso era bastante extraño.
Cuando estaban casi a punto de acabar vieron como una profesora se acercaba a ellos de manera rápida y enfadada.
─ ¿Quién de vosotros ha entrado en la sala de profesores…?...─ interrogo la profesora de manera muy agresiva, por un instante nos quedamos sorprendidos sin saber que responder puesto que no sabíamos a que venia esa pregunta.
─ ¿Perdón…?...─ curiosee esperando que pudiera aclararnos lo que había pasado puesto que no teníamos ni idea a que se refería.
─ Alguien ha entrado en la sala de profesores y ha cogido la muñeca…y por lo que veo la tiene ella…¿Quiero saber quien de vosotros ha sido el que ha entrado…?...dije de manera muy clara que no podia entrar con la muñeca…─ expuso la profesora lo que había pasado, pero era imposible ninguno de nosotros había entrado en la sala de profesores para coger la muñeca, mire por un momento a Alice viendo como se abrazaba a la muñeca con fuerza.
La profesora enfadada por aquello viendo que no respondíamos ninguno estiro el brazo para tomar la muñeca pero en ese momento la tutora noto como si algo le hiciera daño en la mano retrocediendo unos pasos hacia atrás….
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aqui dejo otro capitulo del inicio de otra novela espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
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CAMBIO DE REALIDAD
─ Auch!...¿Pero que…?...Estáis castigadas venid a hablar conmigo después de clases en el laboratorio…─ hablo la profesora mientras se sostenía la mano parecia que estuviera sangrando de alguna forma, podia ver como se tapaba la herida con la otra mano, en ese momento se dio la vuelta y volvió de nuevo al colegio.
─ Alice…¿Qué le has hecho…?...─ curiosee mientras veía como Alice se aferraba a la muñeca como si le fuera la vida en ello.
─ No he hecho nada…─ contesto Alice con tono de enfado en su voz, aquello ya me parecia bastante extraño que hubiera pasado dos veces y tan aleatoriamente.
─ Intentare explicárselo después de clases…esta es Stephanie y el es Peter…─ dije presentándolos en esto Alice estiro un poco los brazos para palpar sus rostros.
─ Hola Alice…─ saludo Stephanie mientras acercaba su cara a las manos de Alice y que esta empezó a palparla para reconocerla.
─ ¿Qué tal Alice…?...─ pregunto Mark saludando mientras acercaba también su rostro a la vez que Alice la reconocía.
─ Eres una monada Alice…─ comento Stephanie mientras empezaba a comer algo de lo que había traído.
─ Seguro que ya tienes varios novios…─ comento Peter bromeando a la vez que comía algo.
─ ¿Pero tu estas tonto…?...─ inquirió Stephanie propinándole un puñetazo en el brazo.
─ Auch!....Oye que era una broma, no tienes por que tomártelo así…─ respondió Peter cuando se ponía la mano encima del brazo, en eso Alice empezó a sonreír.
Y así fue pasando el recreo poco a poco entre bromas y risas, el sol poco a poco se fue oscureciendo parecia que iba a llover y a caer una buena.
Cuando hubieron pasado como unos diez minutos se volvió a escuchar la sirena dando el aviso que el recreo había terminado, así que tome de la mano a Alice y volvimos a entrar la lleve de nuevo a su clase.
─ Después de clase vendré por ti no te muevas de aquí…no tardare mucho tenemos que ir al laboratorio…─ comente esperando que no desapareciera como la otra vez y tuviera que buscarla.
Alice solo asintió a la vez que la profesora la tomaba de la mano y la acompañaba hacia el pupitre una vez en el escuche que le decía algo.
─ Alice esa muñeca no la puedes tener en clase, si me la das la pondré en un sitio y después te la puedes llevar…─ hablo la profesora amablemente y muy serena, por unos instantes Alice se quedo pensativa en lo que le había dicho pero después accedió dándole la muñeca.
La profesora la tomo con cuidado y con una expresión en su rostro entre miedo y asco, dejándola en una de las repisas.
Viendo que todo estaba bien decidí volver a clase aunque algo me decía que pasaría algo pero no sabia el que, pensé que era mejor dejarlo pasar.
En cuanto llegamos entramos a clase y nos sentamos en nuestros sitios, Stephanie se acerco para hablarme un rato hasta que viniera la profesora.
─ Sabes, me parece extraño que te cite la profesora en el laboratorio…nunca ha hecho eso…siempre los envía a la sala de castigo…─ expreso Stephanie extrañada por la decisión que había tomado la profesora.
─ A lo mejor quiere darles una poción y envenenarlas, o bebiéndose una se transformara en algo…─ bromeo Peter como siempre en ese instante Stephanie le tomo por el cuello y empezó a restregarle la mano por la cabeza despeinándole.
─ Es que no puedes parar con tus bromas!…─ pronuncio Stephanie torturando a Peter con aquello.
En eso el profesor entro y todos volvimos a los asientos el resto de la clase paso de la manera mas normal pero algo dentro de mi no estaba bien permanecia inquieto, cuando mire por la ventana observe que estaba lloviendo y había algunos relámpagos y podían escucharse los truenos con fuerza.
El final de la clase me pase mirando por la ventana aquel buen día se había estropeado por completo ni siquiera me di cuenta que había sonado la sirena cuando Stephanie me aviso que había terminado las clases, me despedí de ambos y fui a recoger a Alice al llegar a la clase observe que la profesora amablemente estaba devolviéndole la muñeca esta la volvió a abrazar.
─ Alice ya estoy aquí…─ hable para hacerle saber que había llegado al momento la profesora me sonrió y solamente se despidió.
─ ¿Qué tal la clase…?...─ curiosee un poco intentando descubrir como le había ido, aunque aprecia bastante contenta.
─ Me gusta la profesora es muy simpática…y he hecho un amigo…─ respondió Alice con emoción en su voz.
─ Me alegra oír eso ahora vamos al laboratorio, lo que no entiendo es por que le hiciste eso…─ exprese aquello con molestia por lo que había hecho, pero no entendía por que aquella forma aleatoria.
─ No fui yo, ha sido la muñeca me dijo que era una persona mala…─ se quejo Alice ante lo que había dicho pero aquello era imposible, y menos que fuera la muñeca quien se lo hubiera dicho.
Atravesamos los pasillos mientras miraba hacia todos lados intentando descubrir donde se encontraba la habitación del laboratorio, incluso tuvimos que preguntar a una de las limpiadoras; el sitio estaba casi desierto solo algunos alumnos estaban corriendo de un lugar a otro para darse prisa saliendo de allí.
─ ¿Qué pasa…?...─ pregunto Alice con tono de miedo en su voz, apretando mi mano con fuerza, pareciera que estaba completamente asustada.
─ No te preocupes solo que no encuentro el laboratorio esto parece un laberinto…─ conteste mirando hacia todas partes hasta que por fin encontré el lugar.
Abrí las puertas muy lentamente mirando el aula, el sitio era bastante grande había varias mesas e el centro de la habitación con varios mecheros bunsen, al lado de estas varios taburetes y en las paredes estanterías llenas de frasco de compuestos químicos en otra de las paredes la mesa del profesor y al lado de esta un muñeco mostrando los músculos aquello me dio repelus, la tormenta parecia incrementarse, por suerte las luces estaban encendidas pero no veía a la profesora por ningún lado.
─ ¿Ocurre algo…?...─ curioseo Alice con miedo cuando me abrazo como si estuviera presintiendo algo.
─ La profesora no ha llegado tendremos que esperarla…─ conteste al moverme para llegar a uno de los taburetes y sentarme, a la vez ayude a Alice.
─ Huele raro…─ habló Alice oliendo el aula, que flotaba un olor a desinfectante mezclado con los productos químicos.
Creo que estuvimos como unos diez minutos esperando a la profesora hasta que por fin la puerta de abrió entrado, no parecia que estuviera muy contenta podia verse en su rostro.
─ Bueno, ya estáis aquí…─ comento la profesora mientras cerraba detrás de si la puerta del laboratorio cosa que me extraño muchísimo, aquello hizo que el estomago se me encogiera.
─ Señorita, le pido perdón por lo que ha hecho mi hermana, ella no quería hacerle daño, y le prometo que no entramos en la sala de profesores…─ expuse disculpándome por lo que había pasado o lo que ella creía que hubiera pasado.
La profesora no pronuncio palabra empezó a acercarse lentamente hacia donde estaba Alice que se aferraba a la muñeca, en eso pude observar la herida que tenia en la mano a pesar de que fuera profunda no estaba sangrando, aunque lo mas extraño de todo es que parecia que la mano estuviera hecha de madera.
Cuando estuvo a la altura de Alice tomo la muñeca casi arrancándosela de los brazos y con un movimiento rápido la lanzo contra una de las paredes estrellándola contra ella.
─ ¿Pero que hace…?...No tiene ningún derecho…─ proteste por lo que había hecho, no le veía ningún sentido a aquello.
─ Mi muñeca!!!…─ exclamo Alice al a vez estirando los brazos para saber donde estaba.
Pero aquello se volvió macabro en un momento cuando me giro la cabeza para mirarme escuche como un sonido de madera chocar contra madera, aquello me espeluzno por completo.
Cuando observe su cara se me puso la piel de gallina los ojos parecían que se salían de sus cuencas incluso se movían hacia todas direcciones su boca era una línea que se abría llena de colmillos su cuerpo rechinaba, incluso el color de su piel había cambiado por completo a uno lechoso.
De pronto se escuchó un trueno y seguidamente un relámpago que hizo que las luces se apagaran de golpe, por un instante no supe que hacer me quede como paralizada, aquella cosa se fijo en mi hermana y de un movimiento de mano la golpeo haciéndola caer del taburete.
─ Chloe…¿Donde estas…?...─ cuestiono Alice asustada desde el suelo, cuando aquella cosa giro la cabeza de sobremanera mirando hacia todas partes, se podia escuchar el chaqueteo de todas sus partes.
No entendía que estaba pasando ni podia moverme tampoco del sitio pero tenia que salvar a Alice.
Escuche los pasos acercarse de aquella cosa cada vez mas cerca mía, solamente trague saliva en un momento dejaron de escucharse.
─ ¿Alice…?...Quédate donde estas…─ mencione temerosamente saliendo por un lado de la mesa y casi arrastrándome para que no me escuchara.
En eso choque contra algo, levante lentamente la cabeza para mirar que es lo que hará rezando que no fuera esa cosa, pero para mi desgracia así era.
Por unos instantes mire aquellos ojos saltones moviéndose en todas direcciones solamente pude tragar saliva pensando que seria mi fin en un momento alargo su mano y me tomo de la nuca, como pude patalee y me moví pero aquella cosa tenia una fuerza descomunal.
Solamente me miro moviendo la cabeza de un lado a otro y me lanzo por los aires haciendo chocar contra una de las estanterías por suerte no llego a abrirse.
─ Chloe…Chloe…─ repetía una y otra vez casi en tono lloroso, tenia que llegar hasta ella pero casi no me podia mover me dolía todo el cuerpo.
Como pude me arrastre hacia ella mientras escuchaba los pasos de aquella cosa acercarse cada vez mas hacia mi.
De nuevo la volví a tener delante aquella cosa me tomo de nuevo del cuello y soltó un grito espeluznante.
─ Suéltame monstruo…─ proteste moviendo las piernas y los brazos para intentar darle algún golpe pero cada vez que lo hacia me dolía horrores el cuerpo.
Aquella cosa puso el otro brazo en mi garganta y empezó a apretar con fuerza casi ni podia respirar.
Como pude intente liberarme pero por mas fuerza que hiciera no podia respirar, el aire se me escapaba de los pulmones y a vista se me apagaba poco a poco.
Cando ya estaba casi al limite mis últimos pensamientos fueron hacia Alice no sabia que seria de ella.
Pero en aquel momento escuche como si algo silbara en el aire y al momento estaba en el suelo junto con aquella mano que perdía fuerza.
Escuche un gritó horripilante que retumbo en la sala, cuando alce la vista pude ver una pequeña hacha clavada en la pared, por lo poco que vi fue como aquella cosa se lanzaba por algo que le había atacado.
Ni siquiera tuve tiempo para estar mucho rato consciente, cerré los ojos no se por cuanto tiempo.
Cuando los abrí observe que estaba en la enfermería, y Alice estaba a mi lado sujetando su muñeca y detrás de ella nuestros padres adoptivos.
─ ¿Que ha pasado…?...─ curiosee asustada mientras tomaba las manos de Alice viendo que se encontraba bien apenas algunos rasguños.
─ Te encontramos en el suelo del laboratorio…tirada junto a tu hermana…¿Qué os ha pasado…?...─ pregunto la enfermera mientras me escuchaba el corazón para comprobar que estuviera bien.
─ Esa profesora se convirtió en un monstruo después nos arrojo por los aires y casi me estrangula…─ exprese lo que había pasado con miedo aun en mi voz mientras que mis padres me miraron de forma incrédula.
─ Cariño hay no había nadie estabas tu sola con Alice, llamamos a la escuela viendo que no llegabais y revisaron la escuela y os encontraron allí tumbadas en el suelo…─ comento la madre lo que había pasado pero aquello no tenia ningún sentido ni pies ni cabeza.
─ Es imposible…aquella cosa nos ataco, esa profesora se transformo en una especie de muñeco de madera…─ volví a repetir lo mismo recordando aquello, no sabia de que manera explicárselo para que me creyeran.
─ Cariño seguro que fue tu imaginación…es mejor que nos vayamos a casa…muchas gracias por todo…─ agradeció la madre muy educadamente, después de aquello me tomo de la mano y salimos del colegio, cuando me gire para verlo me dio un escalofrió sabia que algo nos había salvado también pero quien.
─ Ahora una buena cena y a descansar…nada de televisión…─ dijo la madre mientras arrancaba el coche, aunqeu aquella herida en la mano de la profesora me hizo recordar que nuestro padre también tenia una en ella.
Me quede todo el rato mirando por la ventanilla mientras la tormenta continuaba restallando en el cielo, el trafico parecia algo denso, mire por un momento a Alice que permanecia abrazada a la muñeca por suerte no había visto nada, por mi parte no olvidaba aquellos ojos fríos que se movían hacia todas partes y como nuestro padre también tenia la misma herida en la mano aquello no se me iba de la cabeza.
─ Cariño…¿Estas bien…?...─ cuestiono la madre a la vez que se giraba en al asiento para poder hablar con nosotras.
─ Estoy algo mareada, me duele la cabeza…─ respondí sin apartar la mirada de la ventanilla.
─ Si vais a tardar decídselo a un profesor que nos avise…pero no volváis a hacer esto…─ comento el padre sin perder de vista la carretera parecia bastante preocupado, por un instante pude ver u mano y tenia una vendaje, pensé que talvez no fuera lo mismo.
El viaje continuo durante media hora entre el trafico que había y que casi pillamos todos los semáforos en rojo, cuando llegamos la madre salio del vehiculo a toda prisa y abrió un paraguas para que no nos mojáramos, mientras el padre aparcaba el coche en el garaje.
─ Venga subid y daos una ducha…─ comento la madre a la vez que dejaba el paraguas en el paragüero.
Subimos por la escalera directamente al cuarto de baño y una vez dentro empezamos a desvestirnos dejamos que el agua caliente nos relajara, en la bañera me quede mirando a los ojos de la muñeca que Alice había dejado en un silla parecia que aquella cosa nos estuviera mirando, incluso me pareció que sonreía.
─ Aquí os dejo el pijama venga id saliendo y bajáis a cenar…─ hablo la madre con amabilidad al dejar la ropa en la silla encima de la muñeca.
En cuanto hubimos terminado acerque mi mano temerosa hacia la muñeca en ese momento retumbo un trueno afuera aquello hizo que me diera un susto incluso me pareció que la propia muñeca había sonreído.
─ Toma ponte el pijama… comente dándole el pijama a Alice a la vez que le ayudaba a ponérselo.
Después de que nos vestimos tome el cepillo y empecé a cepillarle el pelo cuando Alice tomaba la muñeca nuevamente entre sus brazos.
─ Seria mejor que la dejaras en el cuarto no creo que a papa le haga mucha gracia verla, ya viste como se puso esta mañana…─ comente recordándole lo que había ocurrido por la mañana.
Alice sencillamente asintió moviendo la cabeza, una vez que la hube peinado llevamos a la muñeca a la habitación, y la deposito encima de la silla después de aquello bajamos las escaleras, antes de llegar abajo ya pudimos oler algo delicioso, en cuanto entramos observe una gran cantidad de platos me quede gratamente sorprendida.
Empezamos a cenar viendo la televisión, pero no había nada referente a lo que paso en el colegio.
A pesar de que veíamos la televisión, no llegamos a hablar la tensión en aquel momento era bastante grande, nuestro padre no dejaba de mirar de reojo hacia Alice aquello me hacia sospechar bastante pero preferi no hacerle mucho caso de momento.
En cuanto acabamos nos dirigimos hacia la habitación nada mas entrar nos tumbamos en las camas, a mí me dolía todo el cuerpo y Alice parecia algo temerosa mientras abrazaba a aquella muñeca con fuerza.
─ Chloe…¿Qué paso en aquel lugar…?...─ cuestiono Alice con tono de extrañeza en su voz.
─ Si te dijera que lo sabia te mentiría…pero no tengo idea…solo espero que no vuelva a suceder…Será mejor que durmamos…─ conteste mientras pensaba en nuestro padre puesto que tenia la misma herida en la mano aunque no parecia que le sucediera lo mismo pero parecia que tuviera un miedo casi irracional por la muñeca.
Cerré los ojos intentando no recordar lo que había pasado en el colegio pero las imágenes ventana mi mente y lo cerca que había estado de la muerte, no se el tiempo que estuve durmiendo a pesar de todo, pero de pronto escuche como si la puerta de nuestra habitación se abriera.
Me quede mirado hacia la puerta no podia ver nada solo oscuridad del otro lado pero sabia que había alguien, en ese momento un relámpago restallo iluminando parcialmente la habitación pude ver como un rostro oscuro humano del que los ojos brillaban de manera casi antinatural y con una sonrisa de oreja a oreja, mostrando unos dientes grandes y blancos casi brillantes.
Aquello hizo que se me encogiera el estomago y me incorpore de golpe en eso volvió a verse otro relámpago y parecia que aquella cosa había desparecido mientras la puerta se cerraba lentamente.
─ ¿Qué ocurre…?...─ pregunto Alice medio dormida mientras giraba para encontrar otra postura mas cómoda.
─ No pasa nada, sigue durmiendo…─ respondí mientras me levantaba de la cama y me dirigía hacia la puerta para comprobar si aquella cosa seguia allí.
Abrí la puerta muy lentamente cuando mire por la rendija no observe nada solo mucha oscuridad que era rota de vez en cuándo por algún relámpago.
Al cerrar la puerta y volver a la cama observe asustada como la muñeca estaba en una de las sillas mirando hacia la puerta como si fuera un vigilante macabro, incluso por la oscuridad pareciera que estuviera viva, aquello hizo que se me erizara la piel, por un momento me acerque y lentamente aproxime la mano para tocarla cuando lo hice vi que solo era madera nada mas, pero aquella expresión hacia que me diese miedo.
Sin pensarlo dos veces volví a la cama y me tape hasta arriba esperando que el resto de la noche fuera tranquila.
─ Venga dormilonas que hay colegio, el día es estupendo…─ dijo la voz de la madre cuando abría las persianas dejando que el sol entrara en la habitación.
Me restregué los ojos lo mismo que Alice y nos levantaos dirigiéndonos hacia el cuarto de baño para tomar una ducha y lavarnos los dientes en cuento terminamos nos vestimos y bajamos, ya podia oler el café pero al llegar abajo me di cuenta que nuestro padre no estaba.
─ ¿Y papa no desayuna con nosotras…?...─ curiosee un poco mientras empezaba a comer una tostada.
─ Ha tenido que salir antes, no te preocupes y venga desayunad y daros prisa…─ dijo la madre metiéndonos prisa, como pudimos comimos algo y después de eso nos dio la comida en una bolsa para el descanso
Salimos de la casa y tomamos el autobús el cielo estaba despejado y el sol ya estaba saliendo, parecia que toda aquella noche había sido una pesadilla y que la tormenta la hubiera borrado.
Alice no aprecia despegarse de la muñeca en ningún momento jugaba con ella y la abrazaba.
─ ¿De verdad te vas a llevar esa muñeca al colegio de nuevo…?...Sabes de sobra que la profesora no te dejara que la metas en clase…seria mejor que la dejaras en casa…─ pregunte a la vez que la veía jugar con ella con una sonrisa en su rostro no la había visto así de feliz en mucho tiempo.
─ La profesora es muy simpática, dice la muñeca que ella le gusta…─ contesto Alice dejándome extrañada y confusa o una de dos o se estaba inventando aquellos diálogos o la muñeca hablaba con ella.
Mientras lo pensaba sin perderla de vista llegamos a la entrada, en eso pude ver lo de siempre la gente yendo de un lugar a otro y bastante animación pero nada sobre lo que había pasado ayer.
Acompañe a Alice a su clase al llegar la maestra nos recibió sonriendo y un niño se acerco a ella para hablarle, por dentro estaba contenta de que hubiera echo un amigo.
─ Perdona me gustaría saber si la profesora que conocimos ayer esta en la sala de profesores…─ dije mientras le describía como era la profesora que nos había mostrado las clases.
─ Que yo sepa esa profesora que comentas no la he visto nunca por aquí…y eso que llevo bastante tiempo…Además la que debería de haberos presentado el colegio y las aulas tendría que haber sido yo…me extraño que llegarais ayer os esperaba hoy…─ explico la profesora recordando a los profesores, aunqeu aquella respuesta me puso nerviosa, algo estaba pasando y nosotras éramos el centro de esto….
─ A ver que me entere…¿Según tu quieres que me crea que algo parecido a una muñeca gigante s ataco y después desapareció así por las buenas…?...─ cuestiono el policía mientras nos miraba fijamente, después de eso recogió las fotos y las guardo en la carpeta.
─ Es lo que sucedió…no le miento…─ hable casi con lagrimas en los ojos, aquello ya no podia soportarlo mas.
─ Mira niña…sabes que te enfrentas a pasar parte de tu vida en reformatorios y la otra en la cárcel y separada de tu hermana…así que no mientas…según creo os hartasteis de vuestros padres, al llegar a casa la emprendisteis con ellos, no satisfechas con esto intentasteis escapar pasando por ese callejon y matando a un mendigo…─ comento el policía intentando sacar una teoría de lo que había pasado.
─ Nosotras no matamos a nuestros padres y menos aun a esa cosa…no me acuerdo de lo que paso solo que en un momento estábamos llenas de sangre y con aquella cosa en el suelo…─ respondí con miedo y tristeza en la voz ya no podia mas, aunqeu le dijera la verdad no se la creía.
─ Muy bien continuad con la historia…─ expreso el policía mientras se volvía asentar en la silla mirándonos con desconfianza.
Una vez que la dejara en su clase me fui hacia la mía, en cuanto llegue me senté en mi sitio enseguida Stephanie se acerco a mi a saludarme lo mismo que Peter.
─ ¿Bueno por cuanto tiempo estarás presa …?...─ curioseo Peter con una sonrisa en sus labios.
─ ¿Presa…?...─ pregunte extrañada ante tal pregunta, pensé que había venido la policía por lo que había pasado.
─ Si, ayer cuanto tiempo te castigo la profesora…─ hablo Peter pareciendo aquello una broma para el o eso o es que ya estaba acostumbrado a que le castigaran.
─ Es mejor que no os lo cuente…no os lo creeríais…─ dije intentando olvidarlo y no tener que contárselo.
─ ¿Tan mal te fue…?...─ pregunto Stephanie extrañada, pensando que el castigo no había podido ser tan malo.
─ No es que fuera malo…es que no se como terminamos en una pelea con la profesora, después de eso pregunte por ella y al parecer no había ninguna profesora como la que vimos ayer…─ explique lo que había pasado brevemente aunque ambos no podían creérselo permanecia atentos a lo que estaban diciendo.
─ Pero estas diciendo que te peleaste con la profesora y que al final no recuerdas ni lo que paso y que esa profesora es un fantasma…Te has debido de dar un golpe en la cabeza…─ replico Stephanie ante la historia puesto que era inverosímil incluso para mi pero es lo que había pasado.
─ Es lo que sucedió, no os miento, después os demostrare que esa profesora no existe…─ dije alzando un poco la voz cosa que varios alumnos se quedaron mirándome extrañados, en ese momento sonó la sirena y entro el profesor pasando lista rápidamente.
El resto de la clase paso mas lento de lo normal, solamente miraba por la ventana esperando que terminara las horas y que Alice no se hubiera movido del sitio.
Después de un buen rato y varias clases la sirena volvió a sonar los tres nos dirigimos hacia la clase de Alice, andamos entre toda la gente que se acumulaba en los pasillos para salir afuera, al llegar a la clase de Alice a pude ver que estaba hablando con otro de los niños pequeños.
En ese momento me acerque adonde estaba Alice con su nuevo amigo, parecia estar muy contenta.
Por un instante mire hacia la estantería y allí estaba la muñeca mirándola sin perder detalle de lo que hacia en ningún momento con aquella sonrisa macabra.
─ Alice vamos a comer…─ comente mientras su amigo en ese momento se quedo mirándome extrañado y no pronuncio palabra alguna solamente se levanto de la mesa y se fue.
─ Señorita puede darme la muñeca…por favor…─ rogó Alice de manera educada, la profesora solamente se acerco a la muñeca y tomándola con miedo se la devolvió a Alice esta solamente la abrazo con fuerza.
─ Creo que deberíais de cambiar de muñecas, hay otra s mucho mas…bueno ya sabes a lo que me refiero…─ expreso la profesora mirando a la muñeca con cara extraña.
─ Señorita,…¿aun no recuerda a esa profesora que le dije…?...─ volví a preguntar haciéndole recordar algo mas.
─ Lo siento pero esa profesora estoy segura de que no es de aquí ni la he visto…─ contesto la profesora con seguridad en su voz cosa que hizo que tanto Stephanie como Peter se quedaran pensativos.
─ Vamos a comer Alice…─ exprese al tomar de la mano a Alice y salir de allí para llegar al árbol y sentarnos a comer por un momento se hizo el silencio solo escuchábamos a la gente de un lado para otro ambos aun no salían de su asombro.
─ Pero eso es imposible…Entonces quien vino a recogeros…─ cuestiono extrañada Stephanie ante lo que había dicho la profesora.
─ No lo se eso es lo que me extraña y mas aun, la herida que tenia la profesora en la mano, la tiene también mi padre adoptivo, es como si esa muñeca los hubiera marcado de alguna forma…─ hable mientras comía algo a la vez que Alice que parecia no perder detalle de lo que decíamos.
─ Eso es imposible seguramente seria nueva, y ella no se acuerda o no la vio entrar…─ contento Peter sacando una razón lógica por lo que no se acordaba de lo que había pasado.
─ No lo se pero si esa muñeca mata a quien marca…no me gustaría que matase a nuestro padre…─ comente mientras miraba a de reojo a la muñeca que no parecia perdernos de vista.
─ Ella dice que no ha hecho eso…─ interrumpió de golpe Alice con aquella frase nos dejo completamente en silencio no sabíamos que decir.
─ ¿La muñeca te ha dicho eso…?...─ curioseo Stephanie extrañada por lo que había dicho Alice.
Alice solamente asintió con la cabeza, aquella situación se volvió incluso algo confusa, pero decidí no prestarle mas atención de la que tenia.
Por suerte sonó la sirena en ese momento el tiempo del recreo se había pasado demasiado rápido.
─ Vamos a clase recuerda no moverte del sitio iré a buscarte…─ hable alzando un poco la voz para que me escuchara entre tanta gente y niño yendo de un sitio para otro.
Al momento Alice entro en clase acompañada por la profesora y nosotros nos dirigimos hacia las nuestras, al momento Stephanie se dirigió hacía su taquilla por un momento al abrirla se quedo sorprendida.
─ ¿Pero que es esto…?...─ dijo Stephanie, en un instante miramos en la taquilla y vimos un muñeco extraño era bastante regordete tenia los mismos ojos que la muñeca de Alice aunqeu este no portaba ningún tipo de ropa parecia que estuviera mal hecho a posta.
─ No sabia que te gustaban esos muñecos…─ interpelo Peter con una sonrisa casi macabra en su rostro al ver aquella cosa, por mi parte un escalofrió recorrió mi espalda.
─ Mira si es una de tus bromas no tiene gracia…Te has pasado de rosca…─ exclamo Stephanie tomando al muñeco de la cabeza en ese momento alzo la voz por el dolor al parecer algo le había hecho daño en la mano.
─ ¿Te encuentras bien…?...─ pregunte mientras veía que tenia una pequeña herida en la mano pero de la que no salía nada oscuro solo algo de sangre casi nada.
─ Estas loca sabes de sobra que yo no hago ese tipo de bromas…─ reclamo Peter con tono de enfado al ver que enseguida le había tomado por el bromista.
Stephanie solamente lo pudo mirar entre cerrando los ojos aprecia estar muy cabreada con ella aunque supiera que el no le había gastado una broma así nunca.
Nos retiramos hacia la clase por un momento mire hacia el muñeco incluso me pareció que me sonreía de manera diabólica...
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Bueno aqui os dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
630
3.588 ATC
PELEA DE TITERES
Sin pensar mas en aquello nos dirigimos hacia el aula, aunque Stephanie permanecia algo nerviosa y mirando con ojos de enfado a Peter, aunque este si embargo no hacia mas que disculparse de algo que él decía que no había hecho.
─ De verdad que yo no lo he hecho…─ cometo Peter volviéndose a disculpar aunque Stephanie o pronuncio palabra alguna, solo le miraba con ojos de odio.
─ Si no has sido tu, dime… ¿que ha sido el mismo muñeco que ha subido a mi taquilla…?...─ curioseo Stephanie con ironía en el tono de su voz
─ No lo se, si es cierto que hago bromas pero tengo un limite…─ contesto Peter viendo que seguia sin creerle.
Aunque no llegaron a terminar la discusión, la sirena sonó dando paso al segundo ciclo de clases haciendo que nos sentáramos todos y entrara el profesor.
Aunqeu estaba pendiente de la lección no podia dejar de pensar en aquel muñeco macabro que estaba en la taquilla de Stephanie, sabiendo que algo pasaría.
El resto de las clases paso con normalidad aunque Stephanie seguia enfadada con Peter y no le dejaba tregua, cuando al fin sonó la sirena de salida respire aliviada.
─ Voy a buscar a Alice os espero fuera…─ dije mientras recogía los libros y el cuaderno y salía de allí, intentando moverme entre la muchedumbre que abandonaba toda al mismo tiempo, casi me sentía arrastrada por una marea humana.
Cuando llegue a la clase de Alice la profesora enseguida le devolvió la muñeca y su amigo me miro de forma rara y algo enfadada al llevármela, pero sin decir nada se despidió de Alice.
─ Aquí la tienes, aprende muy rápido…hasta mañana…─ dijo la profesora mientras se despedía de Alice y comenzaba a ordenar un poco la clase.
─ ¿Qué te parece la profesora…?...─ pregunte viendo que era bastante simpática por lo que aparentaba.
─ Es agradable, a ella le gusta…─ respondió Alice sujetando con fuerza la muñeca entre sus brazos.
Aunque sabia que era imposible que aquella muñeca pudiera decirle nada, solamente trague algo desaliva mientras notaba como un escalofrió recorría mi espalda.
A pesar de todo nos dirigimos hacia la salida para esperar a Peter y Stephanie en el árbol de siempre.
Pudimos ver como poco a poco salía cada vez menos gente aunque no aparecían ninguno de los dos, aquello me resulto bastante extraño y la noche se nos echaba encima bastante deprisa.
Ya podia verse como el atardecer poco a poco se convertía en noche pero ninguno de los dos salía del instituto, ya empezaba a estar algo nerviosa y volví a entrar a ver que es lo que pasaba, atravesé los pasillos hacia el aula en donde daba clases mientras miraba por todos lados para ver si los encontraba.
─ ¿A dónde vamos…?...─ consulto Alice algo de miedo en su voz mientras caminaba a mi lado.
─ Vamos a volver a mi clase…me extraña que ninguno de los dos haya salido ya…─ con mi8edo en el cuerpo seguí avanzando pensando en que algo le tendría que haber pasado.
Al llegar a la entrada del aula todo parecia normal aunque la puerta permanecía entre abierta, entre por un momento y pase la mano por el interruptor pero la luz no se encendió, algo tenia que pasar, solo podia ver con la luz del pasillo.
─ ¿Stephanie…?, ¿Peter…?...¿Estáis ahí…?...─ curiosee extrañada al ver aquello y pensando que lo mismo me estaría equivocando.
De pronto escuche como varios pupitres se movieron de forma extraña siendo arrastrados por el suelo pero sin que nadie los empujara.
─ La muñeca dice que nos vayamos…que es peligroso…─ dijo Alice con miedo apretaba mi mano con mas fuerza.
Aunque aquella no fue mi sorpresa por que cuando gire la cabeza para mirarla, observe como la muñeca no estaba en sus brazos y tampoco en el suelo junto a ella.
─ ¿Dónde esta tu muñeca…?...─ consulte a Alice mirándola a la vez que el miedo me invadía.
─ Ha dicho que nos protegería…y se ha marchado…Tengo miedo…─ expreso Alice apretando con fuerza mi mano, pero de momento no podíamos salir de allí teníamos que saber donde se encontraban tanto Stephanie como Peter.
De improviso se movieron otros pupitres cada vez mas cerca de nosotras pero no veíamos nada ni nadie que lo hubiera hecho, así que avanzamos hacia el interior de la clase, cuando escuche como una de los pupitres se estrello en la pared a escasos centímetros de nosotras.
─ ¿Pero que …?...Será mejor que te escondas aquí…voy a ver que es lo que pasa…─ me expresé mientras metía a Alice debajo de la mesa del profesor aunque podia ver su rostro aterrorizado.
─ No me dejes sola por favor…─ comento Alice mientras me apretaba la mano con fuerza, pero sabia que no podia hacer nada mas al menos estaría segura de alguna forma.
─ No te preocupes estaré por aquí cerca…─ exprese con miedo en mi voz, aunque en ese momento escuche como la puerta del aula se cerraba de golpe, cuando mire hacia abajo observe como una pequeña figura regordeta se movía de manera rapidísima.
─ Stephanie…Peter…¿Dónde estáis…?...─ susurre mientras me agachaba para moverme entre los pupitres, mirando a ver si los encontraba por alguna parte.
A cada movimiento que daba miraba por todas partes escuchaba como aquella cosa se movía, aquellos pasos pequeños que recorrían la clase.
Me acerque lentamente hacia el armario de la clase al llegar observe que la puerta estaba entre abierta.
─ Chloe…¿eres tu…?...─ con tono de miedo Stephanie me susurro abriendo un poco mas la puerta del armario.
─ ¿Donde esta Peter…?...─ curiosee extraña mientras miraba a los pupitres por si alguno se movía.
─ N lo se me dijo que te esperaría fuera, yo tuve que volver a coger unas cosas…─ respondió Stephanie temblándole la voz por el miedo.
Aquello me dejo pensativa por unos segundos mientras intentaba darle forma no era posible que Peter fuera el responsable de esto pero todo indicaba lo contrario.
─ Venga tenemos que salir de aquí…─ comente intentando hacer que saliera del armario y marcharnos cuanto antes.
─ Tengo miedo…─ expreso Stephanie con voz baja mientras la convencía para que saliera del armario una vez fuera seguimos escuchando como aquella cosa se movía rápidamente, pero enseguida escuchamos otros pasos pero esta vez mucho mas lentos y tranquilos.
Cuando nos dirigíamos hacia la mesa del profesor observamos que la luz del pasillo que nos daba algo de luz termino por apagarse aquello hizo que se me erizara el pelo, de pronto escuche como unos pupitres se movían por la clase arrastrando.
─ Espera aquí voy a ver que pasa…─ exprese mientras levantaba la cabeza entre los pupitres y miraba, la oscuridad parecia reinar en todo solo podia verse por las escasas luces de afuera y de algún coche que pasara por la carretera.
─ Tenemos que seguir rápido…─ pensé puesto que no quedaba otra no quería permanecer aquí.
De inmediato en cuanto comenzamos a caminar escuche como el silbido de un arma que fuese lanzada y se clavase en la pared y una especie de balbuceos mientras algo se movía.
─ No podrás escapar pequeña marioneta!!!…─ una voz masculina salía del pasillo nuevamente levante la cabeza para comprobar quien era y observe una figura alta y desgarbada que estaba mirando por la ventana del pasillo aunque no podia ver su rostro ni sus facciones, de pronto algo me sobresaltó, escuche un pupitre chocar detrás de nosotras cuando gire la cabeza la poca luz que entraba por la ventana me descubrió algo horrible.
Aquella figura era una especie de muñeco bajito con la cara regordeta y los ojos abiertos como platos tenia una sonrisa macabra y unos dientes afilados que relucían, su cuerpo era como si estuviera hecho de goma y sus ojos parecían humanos aunque se notaba que estaban hechos de plástico.
Por un momento me quede paralizada, mire directamente a los ojos de aquel ser sacado del infierno pero en vez de darme miedo fue como si pidiera ayuda desde aquella prisión.
De inmediato aquel ser abrió la boca y un chillido agudo salio de su garganta al ver a Stephanie pensé que se habría vuelto loco de pronto al instante se lanzo contra ella intentando morderla.
─ No, no, quítate de encima…SOCORRO!!!...─ grito Stephanie mientras iniciaba una pelea con aquella pequeña cosa ambos forcejearon en el suelo.
Aquella cosa no hacia mas que lanzar mordiscos al aire mientras chillaba, por mi parte intenté quitárselo de encima como podia pero su piel parecia resbalar.
─ AAAAAAHHHHH!!!...─ grito Stephanie de dolor aquel ser le había dado un mordisco en el brazo por suerte no se aferro a el y pude agarrarlo y lanzarlo por los aires hacia otro sitio.
─ ¿Te encuentras bien…?...─ pregunte viendo como se ponía una mano en el brazo, por suerte no la había cogido con fuerza.
Como pude volví a sacar la cabeza aunque escuche como una especie de balbuceos y gritos por la estancia, como las mesas se movía de un lado para otro.
─ Tenemos que aprovechar…vamos por Alice y salgamos de aquí…─ con el rostro aun con miedo avanzamos con la cabeza baja, Stephanie se sujetaba la herida.
En cuanto llegamos a donde estaba Alice le di la mano para que la tomara y poder salir de allí.
─ Hermana…¿te encuentras bien…?...he escuchado un grito…─ temerosa Alice tomo mi mano con fuerza.
─ No te preocupes no me ha pasado nada…Venga salgamos de aquí…─ comente a la vez que tiraba de Alice pero por lo visto no quería moverse de allí.
─ Tenemos que quedarnos, fue lo que me dijo ella...que era mejor esperar…─ pronuncio Alice cosa que me extraño no podia creer que aquella muñeca le hubiera dicho eso.
─ Alice no tengo tiempo de bromas…Vámonos…─ tire de ella de golpe haciéndola salir de allí en ese momento escuche como aquella cosa aceleraba los pasos rápidamente hacia mi por un instante gire la cabeza y observe como aquel muñeco se lanzaba encima de nosotras con la boca abierta enseñando aquella fila de dientes
Intente como pude moverme para poder esquivar y empujar a Stephanie hacia otro lugar pero en cuanto lo hice escuche como algo silbaba por el aire dirigiéndose hacia nosotros al momento me fije como una especie de mini hacha se clavaba en la cabeza de aquella cosa incrustándola en la pared y soltando un agudo grito.
Una vez en el suelo las luces volvieron a funcionar me fije como aquella cosa estaba sangrando tenia pequeños cortes por todas partes de los cueles sangraban pero era imposible, no podia ser era solo un muñeco.
Aquella visión me horripilo me resulto imposible de creer mientras que Stephanie no podia apartar la mirada de aquella cosa, la cabeza había caído delante de ella y no dejaba de mirarla con aquellos ojos tétricos, por suerte no llego a gritar pero el miedo lo tenia dentro del cuerpo.
Gire la cabeza nuevamente y vi que la muñeca de Alice estaba tirada en el suelo con algunas salpicaduras de sangre por el vestido y en su rostro.
─ Espera aquí un momento voy por la muñeca…─ comente mientras Acercaba a Alice a Stephanie para que tuviera alguien cerca.
Despacio me acerque hacia la muñeca y me quede mirándola fijamente, podia ver aquella macabra sonrisa en su rostro aunque no la tuviera, su rostro permanecia impávido mirándome, pensé que era una locura pero si en verdad era ella la que nos estaba salvando o advirtiéndonos de lo que fuese era mejor que no la perdiéramos de vista.
Acerque mi brazo y la tome cogiéndola en brazos pude notar su peso y que su piel a pesar de estar hecha de madera pareci8a emitir calor por ella misma, sin pensármelo regrese donde se encontraba Alice.
─ Vámonos deprisa…─ exprese mientras tiraba del brazo de Stephanie en eso salio de su estupor nada mas salir afuera de la clase vi que tenia un buen mordisco en su brazo y estaba sangrando.
─ ¿Cogiste mi muñeca…?...─ curioseo Alice mientras giraba la cabeza hacia mi.
─ Aquí la tienes…─ con un gesto de miedo le devolví la muñeca que enseguida ella abrazo con fuerza como agradeciéndoselo.
─ Tenemos que curarte eso…si no, se podría infectar…─ hable mientras nos dirigimos hacia la enfermería esperando que estuviera abierta aun.
Al llegar la enfermera enseguida hizo que se sentara nos pregunto lo que había pasado y le dije que no tenia ni idea de lo que había sucedido, por suerte no hizo mas preguntas y le vendo el brazo.
Aunque Stephanie aun seguia en estado de shock salimos de aquel lugar, el aire de la noche hizo que al menos se despejara un poco y pudiera reaccionar, aunqeu aun no podia creérselo.
─ Dime que eso no era real…─ con ojos temerosos Stephanie me tomo de los hombros intentando hallar una respuesta en mi de la que no podia explicarle nada.
─ No lo se, no se si ni siquiera lo que era aquello, mira es mejor que no lo pienses…ahora solo volvamos a casa a descansar…─ dije calmándola todo lo que podia, pero sabia que no seria suficiente.
Stephanie se fue en una dirección y nosotras nos quedamos en frente del colegio esperando a que nuestros padres llegaron no tardaron mucho cuando vi el coche que se acercaba.
Por un momento respire aliviada pero aun tenia el miedo en el cuerpo no podia apartar aquella cosa de mi mente ni lo que había pasado.
─ ¿Os ha pasado algo…?...estáis como asustadas…─ pregunto la madre al salir del coche y al vernos el rostro no sabía como explicarle aquello, pero estaba segura que no me creerían.
─ No ha pasado nada…el día ha sido muy duro…─ comente al entrar en el coche, mientras que él, no pronuncio ni una palabra.
El viaje fue de lo mas silencioso nadie pronuncio ni una palabra, solo mire por la ventana de vez en cuando miraba de reojo a Alice que permanecia callada y abrazada a la muñeca.
Aun no entendía lo que había pasado y quien era esa figura desgarbada que estaba en el pasillo mirándonos y como aquel mostró había cobrado vida.
Cuando llegamos a la casa salimos del automóvil note la brisa fresca de la noche al mirar al cielo este estaba completamente despejado aunque esta noche la luna no quería ni ser testigo de nada.
Fuimos directamente hacia nuestras habitaciones, sin pronunciar palabra, al llegar solté el cuaderno sobre la cama y me senté, Alice de inmediato se sentó en su cama y se puso a jugar con la muñeca.
─ ¿Te encuentras bien…?...─ curiosee un poco viendo que estaba algo nerviosa, aunque pareciera tranquila.
─ Estoy algo intranquila…¿Qué paso…?...─ Alice me mi8ro hacia donde estaba con el rostro de miedo aunque no hubiera visto nada y pensé que eso era lo mejor.
─ No te preocupes…lo que importa es que estamos a salvo…─ conteste abrazándola con fuerza haciéndole saber que jamás la abandonaría.
Después de una pausa, estuvimos abrazadas un momento, en eso escuchamos como nuestra madre nos llamaba a cenar.
Bajamos las escaleras al llegar al salón ya estaba puesta la mesa y había de todo un poco el olor era delicioso, nos dispusimos a cenar.
Entre tanto nuestro padre encendió la televisión para ver las noticias por un momento permanecia atenta por si hubiera pasado algo pero no decían nada de aquel incidente.
Después de aquello Alice permaneció sentada jugando con la muñeca mientras nuestro padre no dejaba de mirarla de reojo con el rostro enfadado, yo me dedique a ayudar a lavar los platos.
─ Bueno subid a daros una ducha y a acostaros…venga daos prisa…─ azuzo nuestra madre mientras terminaba de secar los platos.
Fui hacia el salón para coger de la mano a Alice y nos dirigirnos hacia la ducha en eso, nuestro padre esbozo una sonrisa forzada, pero en cuanto miraba hacia la muñeca parecia que el miedo le atenazara de alguna forma.
Sin pronunciar palabra subimos hacia la habitación tomando los pijamas y algo de ropa limpia y fuimos directas hacia la ducha en cuanto estuvo el agua caliente nos metimos bajo el grifo esperando que el agua barriera lo que habíamos pasado aquella noche, en cuanto hubimos acabado me dispuse a cepillar el pelo de Alice a la vez que ella peinaba el de la muñeca.
Cuando nos fuimos a acostar Alice se puso a palpar la habitación dirigiéndose hacia la ventana al llegar a ella se detuvo por un momento y coloco a la muñeca frente a esta en una silla, mirando hacia la calle.
─ ¿Por qué la pones así…?...─ extrañada ante aquello no podia encontrarle respuesta a aquello.
─ Me ha dicho que quiere estar en la ventana…─ respondió Alice mientras palpaba para volver a la cama.
Por un instante me quede mirando a la muñeca extrañada ante aquello, pero cada vez me resultaba mas extraño.
Aunque preferi no pensar en eso e intentar dormir un poco, pero no pude durante un rato permanecí en la semi penumbra de la habitación mirando al techo, de vez en cuando miraba hacia la muñeca y esta me devolvía la mirada impávida vigilándonos.
Poco a poco me fui durmiendo los ojos se cerraron, aunque lo que pude dormir fue completamente tranquilo al abrir los ojos aun era de noche, inmediatamente medio adormilada mire hacia donde estaba la muñeca pero esta vez parecia que se hubiera girado un poco para ver mejor la calle.
Me levante intentando no despertar a Alice que permanecia dormida y acercarme a la ventana para ver que es lo que pasaba, en cuanto estuve cerca de esta note la brisa de la noche al asomarme no había nadie por la calle no se escuchaba ningún sonido.
Al poco me gire para volver a la cama pero algo capto mi atención, gire la cabeza y pude ver como alguien parecida a Stephanie estaba frente a la casa mirando hacia donde estábamos.
Me quede sorprendida, desde donde estaba podia ver que era su ropa o si no alguna muy parecida, aunque no pude ver el rostro a la perfección.
─ ¿Stephanie…?...¿Eres tu…?...─ pregunte extrañada, aquello era completamente raro al ver a Stephanie en la calle y menos a esa hora.
No recibí respuesta alguna solo permanecia quieta mirando hacia nuestra habitación y la muñeca mirándola a ella, en ese instante estornude por la brisa que entraba empezaba a sentir algo de frío, cuando volví a mirar no había nadie en la calle.
Extrañada ante aquello preferi no pensarlo, y volver a la cama, el resto de la noche paso tranquilamente, pero esta vez al despertarnos nuestra madre estaba lloviendo.
─ Venga esta mañana os llevare yo al colegio…papa tiene algo que hacer…─ expuso la madre mientras preparaba los uniformes para ir al colegio y con una sonrisa y un beso en la frente de Alice abandono la habitación.
Mire de nuevo hacia la muñeca y allí permanecia vigilando la calle, nos vestimos aun medio dormidas y ayude a Alice con el uniforme, después de eso nos lavamos lacara y nos cepillamos el pelo, el olor al desayuno nos despertó por completo.
Pero todo aquello al bajar me dejo de piedra, al llegar al salón pude ver como nuestro padre estaba sentado en el sofá atravesado por un gran cuchillo en su pecho, la ropa estaba ensangrentada por completo podia ver en su rostro una expresión de miedo y horror, en ese momento no supe que decir por unos instantes parpadearon las luces de la casa.
─ ¿Cariño que quieres desayunar…?...─ la madre giro su cuerpo de manera casi imposible sonando como si fuese el chocar de madera contra madera, aquello me puso los pelos de punta, cuando mire de reojo pude observar que tenia un gran cuchillo en sus manos, los ojos estaban saltones casi fuera de sus orbitas su piel era blanca pareciendo madera, su cosa era como una abertura llena de dientes.
─ ¿Pero que …?...─ pregunte con el miedo en el cuerpo al ver aquella dantesca escena no pude mas que tomar de la mano a Alice e ir corriendo hacia arriba a toda prisa.
─ ¿Chloe que pasa…?...─ Alice subió como pudo a trompicones con el miedo en su cuerpo.
─ No te preocupes tenemos que salir de aquí…─ conteste ,mientras subía a nuestra habitación por un momento escuche el chaqueteo de su cuerpo detrás de nosotros al mirarla vi que movía la boca de manera nerviosa y sus ojos no dejaba de mirarnos.
Casi de un salto subió de golpe la escalera por suerte pudimos llegar a nuestra habitación, rápidamente puse una silla en el pomo de la puerta y abrí la ventana mire hacia abajo haciéndome una idea de la caída que podría haber por suerte no había mucha altura.
─ Venga vamos…tenemos que salir de aquí cuanto antes…─ con el miedo en la voz que casi no podia hablar salí primero de la habitación, al momento sentí la frialdad del agua de la lluvia en mi cuerpo y lo resbaladizo que estaban las tejas.
Una vez fuera ayude a Chloe que estaba asustada por aquello y no sabia que estaba pasando pero pensé que seria lo mejor.
─ ¿Pero que es lo que pasa…?...─ Alice con miedo no hacia mas preguntarme con miedo en la voz.
En un impulso Alice tomo la muñeca en sus brazos mientras escuchábamos como aquella cosa arremetía una y otra vez contra la puerta para abrirla.
Mis pies empezaban a resbalar estaba casi convencida de que terminaríamos en el suelo, no podíamos hacer otra cosa mas que escondernos en el armario.
Como pude entre de nuevo en la habitación y abrí el armario de golpe introduje a Alice en el para que al menos pudiera sobrevivir, mientras me metía bajo la cama esperando que se diera por vencido y nos dejara de buscar.
Escuche como un golpe en la puerta abría un agujero y pude ver como un ojo miraba investigando si seguíamos dentro.
Sabia que no tendríamos mucho tiempo para escapar, así que seguí mi plan esperando que funcionara, con un movimiento ágil me escondí bajo la cama, aquella cosa no dejaba de aporrear la puerta con ímpetu una y otra vez haciendo agujeros en la madera.
Desde mi escondite escuchaba el chocar de la madera y como las astillas saltaban dentro de la habitación cuando al fin esa cosa abrió la puerta se quedo mirando por la habitación y por unos segundos hacia la ventana que había abierto.
Pero por lo visto no estaba satisfecha con aquella y se dispuso a pasear por la habitación mirando por todas partes.
─ Alice, Chloe…daos prisa o no llegaremos al colegio…─ dijo el muñeco con voz cariñosa intentando hacernos salir del lugar .
Esperaba que Alice no respondiera a aquella llamada, viendo que no respondíamos poco a poco se acerco al armario.
Me quede paralizada pensando en lo que pasaría si terminara encontrando a Alice, por un segundo me moví de donde estaba para que no abriera el mueble.
Pero no llegue a tiempo aquella cosa abrió la puerta y pude observar como estaba Alice acurrucada abrazando a la muñeca.
─ Al fin te encontré…─ con una voz sádica saco a Alice del armario empujándola contra el suelo, en ese momento la muñeca salto de sus brazos.
─ Chloe…─ comento Alice de manera lastimera mientras se encontraba en el suelo in tentando ponerse de pie.
Como pude salí de mi escondite y me puse encima de Alice abrazándola, aquella cosa se acercaba sonriéndonos con el cuchillo en la mano amenazándonos, pensé que seria mi fin cuando escuche como unos balbuceos muy suaves que proveían de la muñeca.
Entre abrí los ojos para ver que es lo que pasaba cuando observe que el títere estaba levantado y mirando fijamente al otro.
Sorprendida no sabia que hacer como pude me dirigí junto con Alice a un rincón de la habitación.
Pude ver como estaban de pie mirándose el uno al otro como si fuera un duelo de repente el nuestro metió la mano en su cesta de mimbre y saco una pequeña hacha con el filo de color rojo.
No podia creérmelo pero allí estaba delate de mi, volviéndose como si estuviera viva, de pronto se lanzo con el hacha en ristre dando golpes a diestro y siniestro, la marioneta retrocedía como podia defendiéndose moviendo el cuchillo e intentando detener los ataques que se sucedían uno tras otro sin descanso.
Pero en un movimiento rápido el títere lanzo a nuestra muñeca por los suelos haciéndola rodar.
En ese momento y de manera ágil volvió a levantarse, pero esta vez en vez de lanzarse contra ella, empezó a lanzar una hacha tras otra que sacaba sin descanso de su pequeña cesta.
Las hachas volaban por la habitación y como podia la marioneta intentaba esquivarlas o detenerlas con su cuchillo, pero fue demasiado para ella varias acertaron en su cuerpo haciéndole retroceder unos pasos y gritando con fuerza por aquello, pero no podia creerme que de sus heridas empezara a sangrar intensamente dejando pequeños charcos en el suelo.
Después de aquello la muñeca saco de nuevo otra hacha y se lanzo de varios saltos contra ella, y comenzó a dar hachazos incrustando su hacha en el cuerpo blanquecino haciendo saltar chorros de sangre por todas partes.
Podia ver la cara sádica que ponía parecia incluso que sonreía disfrutando de aquello, en cuanto hubo terminado mire a los ojos de nuestra supuesta madre y no vi maldad solo que pedía ayuda al igual que el otro muñeco.
Después de cuello cayo al suelo desmoronándose como si volviera a ser de nuevo una muñeca normal.
─ Chloe…¿Qué ha pasado…?...─ con la voz temblorosa y dudosa al mismo tiempo Alice alzo su cabeza como si me mirara.
─ Es mejor que no sepas nada y salgamos de aquí cuanto antes…─ respondí tragando saliva al ver aquella carnicería como pude me acerque al títere aquel mientras notaba la sangre caliente que había dejado bajo mis pies, cuando estuve cerca alargue el brazo y tome a la muñeca.
En un impulso aquel ser agarro mi brazo y me miro fijamente con aquellos ojos fríos como si me pidiera ayuda.
De improviso note como algo cortara su brazo haciéndole gritar, y después de eso una pequeña sonrisa macabra.
De pronto la piel se me erizo y aquella risa se me clavo en el cerebro, mire de reojo a la muñeca y pude ver perfectamente como gir5aba su cabeza mirándome con esos ojos vidriosos.
Trague saliva y me dirigí hacia donde estaba Alice y le entregue aquella cosa, ahora estaba segura de que no nos haría nada es como si fuera nuestra guardiana de una forma macabra.
─ Tenemos que salir de aquí cuanto antes seguro que alguien ha llamado a la policía…─ expuse mientras casi arrastraba a Alice escaleras abajo todo lo deprisa que podíamos para salir de aquella casa.
Salí de aquel lugar son saber a donde ir sintiendo como la lluvia caía sobre nosotras me dirigí por las calles a toda prisa buscando algún lugar donde quedarnos para pasar la noche.
En mi caminar no encontraba a casi nadie las calles parecían desiertas solo lso coches que pasaban por la carretera, pude ver varios coches de policía que se dirigían hacia nuestra casa con las sirenas puestas; a toda velocidad.
Ni siquiera me fije por donde andaba solo quería escapar de allí, sin enterarme nos metimos en un callejon para estar algo mas secas y descansar de la carrera.
Pero en vez de un descanso fue algo peor era como saltar de la sartén para caer en las brasas.
─ Vaya así que al fin has venido a mi pequeña marioneta…Te he estado buscando todo este tiempo, eres muy mala al escaparte…─ pronunció una voz como si estuviera bromeando, aunque intente enfocar mi visión para poder verle solo pude ver una imagen desgarbada como si su estomago fuera un acordeón de movía de un sitio para otro como si se balanceara y se acercaba muy despacio hacia nosotras.
La oscuridad invadía el lugar casi ni podia ver, cuando intentamos salir de allí no pudimos era como si algo estuviera delante de nosotras formado de oscuridad, estábamos totalmente acorraladas no sabíamos que hacer…
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
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3.588 ATC
VUELTA A LA ACTUALIDAD
Lo intente nuevamente pero no había forma de salir de aquel lugar y aquella cosa desgarbada seguia acercándose mire hacia todas partes intentando encontrar alguna salida pero resultaba imposible.
Abrace a Alice con fuerza esperando que todo fuera de manera rápida pero para mi sorpresa observe como la muñeca hizo un ademán cayendo por si misma al suelo.
─ La muñeca…se me ha caído…─ Alice con nerviosismo empezó a palpar el suelo mojado con su mano, pero la muñeca estaba delante de nosotras de pie dispuesta a batallar.
─ Por lo visto te vuelves en mi contra, eso no me lo esperaba…pero te perdonare puedes volver a mi…Si lo haces dejare que tus amigas se vayan…─ aquella figura desgarbada estaba discutiendo con la muñeca que permanecia impasible mirándolo.
Creí ver que por un instante el títere giro la cabeza pero al momento volvía a mirar a su contrincante y metiendo la mano en su cesta saco la pequeña hacha.
─ Así que has decidido muy bien será tu final…─ después de decirle su sentencia aquella criatura grito con fuerza iniciando aquella batalla.
Nuestro títere se lanzo a por ella con el hacha en mano dando tajos de un lugar a otro pero su cuerpo se balanceaba detal forma que resultaba imposible acertar y de un golpe de su mano nuestra pequeña amiga se estrello contra la pared.
No podia apartar la vista de aquella pelea, lo único que nos salvaba de aquella cosa era nuestra pequeña amiga.
Empezó a acercarse lentamente con una sonrisa diabólica que brillaba en la oscuridad, levanto la mano para darnos un golpe pero en cuanto lo hizo, pude escuchar que algo silbaba en el aire y después de eso un grito de dolor mire a la pared y vi que había una hacha clavada, cuando mire de donde había venido, la muñeca se volvía a poner en pie nuevamente, dispuesta para el combate.
─ Por lo visto me vas a dar problemas…─ expreso la criatura mirándose la mano y como de ella salía un liquido negro extraño.
─ ¿Qué esta pasando…?...─ curioseo Alice intentando averiguar que es lo que ocurría.
Nuestra muñeca volvió a lanzarse contra nuestro atacante lanzando hachas rápidamente pero al parecer ninguna le acertaba mientras movía su cuerpo de un sitio a otro, cuando estaba a cierta distancia se alargo de una forma imposible y tomo a la muñeca entre sus manos este empezó a apretar con fuerza, podia escuchar los gritos de ella en todo el lugar, peor parecia que nadie nos escuchaba.
─ Mi muñeca…¿Qué le pasa..?...─ Alice con la voz nerviosa empezó a preguntar pareciera que sintiera que le estuvieran haciendo daño.
Aquellos gritos se volvían mas agudos, mire por todos lados para ver si encontraba algo, de pronto mi vista se fijo en una barra de hierro que estaba tirada entre la porquería del callejon, la tome y sin pensarlo dos veces golpee la espalda de aquel ser.
Su grito hizo que soltara a su presa y fijara su atención en mi, asustada como pude retrocedí un poco manteniendo la barra apuntándole, aunque parecia que no le importara.
─ Tu también te vuelves en contra mía…Eres una desagradecida…─ comento aquel ser mientras avanzaba lentamente hacia mi de un manotazo la barra que sostenía salio volando por los aires estrellándose contra la pared.
─ ¿Hermana…?...─ pregunto Alice asustada mientras palpaba en todas direcciones para encontrarme.
─ Primero morirás tu y después tu hermana…por haberme desobedecido…Solo quería ayudaros…─ la conversación de aquel ser me extrañaba cada vez mas puesto que no lo conocía, no lo había visto nunca.
En un instante alargo su cuerpo y sus manos rodearon mi cuello apretándolo con fuerza, como pude intente patalear y resistirme pero su fuerza era demasiado para poder resistirse, poco a poco notaba como la consciencia me abandonaba, lo empezaba a ver todo borroso, el aire me faltaba en los pulmones, notaba con mayor intensidad la lluvia golpear mi cara, solo podia ver la cara de aquella cosa sonriéndome diabólicamente.
Pero en el ultimo momento escuche un grito y como la presa que ejercía sobre mi ceso de golpe casi al suelo y empecé a toser con fuerza intentando que el aire llegase nuevamente a mis pulmones.
Cuando pude enfocar bien mi mirada, pude observar como nuestra muñeca estaba a su espalda soltando hachazos una y otra vez como una loca, haciéndole gritar de sobremanera.
La sangre empezó a salpicaros junto con la lluvia, los hachazos no se detuvieron una y otra vez escuchábamos como aquel ser gritaba de dolor.
Intento retorcerse para quitarse4la de encima pero era imposible, la muñeca le había atrapado y no lo soltaría, poco a poco aquel ser cayo al suelo pero aun estando ahí, siguieron los ataques una y otra vez, cuando aquella cosa no se pudo mover, nuestra salvadora cayo al suelo y se detuvo, sencillamente giro su cabeza y parecia que me sonriera satisfecha.
Temerosa me acerque aquel ser y tome la muñeca en mi mano, después de eso se la devolví a Alice esta la abrazo con fuerza junto a mi.
─ ¿Qué ha sucedido…?...─ consulto Alice con miedo en su voz, y me alegraba de que esta vez no pudiera ver el amasijo de madera y sangre que había por el suelo.
─ No te preocupes…Todo ha salido bien…─ dije mientras la abrazaba con fuerza en ese momento escuchamos las sirenas de la policía, que se acercaron a donde estábamos y el resto ya lo conoce.
Explique al detective todo lo que había pasado pero aun así todo aquello parecia que no le encajaba de ninguna forma, pero la prueba la tenia delante.
─ Hay algo que no me encaja, esa especie de cosa o criatura al parecer os conocía, me lo podéis explicar…─ comento el policía mientras se levantaba y paseaba por la habitación.
─ No lo se, no tengo idea de por que nos conocía…─ con una voz temerosa, le comente que no tenia ni idea.
Aun así el policía no se lo creía, mientras seguia pensándolo no dejaba de mirar a la muñeca.
─ Según me has dicho esa muñeca os defendió…─ hablo el policía y al momento se acerco a mi hermana y se puso en cuclillas para verla mejor.
Nos quedamos en silencio por un momento, mientras le policía parecia que estuviera riéndose por lo que le había dicho.
Sin pronunciar palabra salio de allí, nos quedamos solas por un instante, aunqeu sabia que estarían mirándonos detrás del espejo.
(Entretanto detrás del espejo)
─ ¿Te crees la historia que han contado…?...─ hizo una pregunta un hombre algo mayor con una calvicie prominente de ojos marrones y con algunos kilos de mas.
─ Ellas creen que es verdad…si están intentando es la historia mas original que he escuchado…aunque tenemos la prueba delante de nosotros en la morgue…ese ser no debería de existir…pero aun así ahí esta…─ explico el policía con tono de incredulidad asombro.
─ Pues date prisa…servicios sociales esta de camino…Al parecer alguien los ha avisado…─ dijo con tono grave el otro policía, al parecer no podían detenerlas allí por mucho tiempo.
El policía salio de la habitación y volvió a la nuestra, con el rostro serio se sentó delante de nosotras.
(En la misma habitación)
─ Muy bien, sabéis que os enfrentáis al reformatorio una buena temporada y ostra en la cárcel…así que vosotras mismas…─ explico el policía lo que podría pasarnos si no contábamos la verdad pero no podíamos decirle mas.
─ Es la verdad no le estoy mintiendo es lo que ha pasado…─ dije un a y otra vez para intentar convencerlo pero parecia que no fuera posible.
En ese momento le policía se quedo mirando a mis ojos durante unos segundos intentando averiguar si mentía, después de eso miro a la muñeca nuevamente, aunque parecia que no le tuviera miedo alguno ni la muñeca hubiera reaccionado al verlo.
Mientras que la observaba alguien llamo a la puerta, enseguida entro una mujer bastante alta de cabello moreno recogido en un moño, vestía una chaqueta de color azul oscuro junto con una blusa de color blanco y una falda del mismo color que la cazadora y en sus pies unos zapatos negros de puntera abierta, aunque su expresión no era de muchos amigos.
─ Vaya al fin ha llegado…─ sin llegar a pronunciar la frase entera la mujer le interrumpió.
─ Por favor déjese de formalismos, será mejor que no las haya instigado…de ahora en adelante es nuestra responsabilidad…─ pronuncio la mujer mientras se nos acercaba y nos sonreía.
El policía sin saber que hacer fue hacia la puerta para salir pero algo en ese momento le hizo que se detuviera.
Sin previo aviso la muñeca pareció girar la cabeza, y se quedara mirando a la mujer, aquello hizo que se me erizara la piel.
─ ¿Quien es…?...Huele raro…─ curioseo Alice con tono de miedo mientras intentaba identificar quien había entrado.
─ Ya no os tenéis que preocupar, os llevaremos a una casa de acogida, hasta que estos señores se decidan que hacer o las acusen formalmente…─ dijo la mujer alzando un poco la voz aunque lo que había visto el detective lo tenia pensativo en su mundo, pero logro reaccionar a tiempo.
─ Son testigos de un asesinato…y sus huellas están por toda la casa de sus padres que resulta que han sido asesinados…─ comento el policía con voz seria y alzándola un poco para imponerse a lo que había dicho la mujer.
─ Es normal que hubiera huellas en la casa, vivían allí pero dudo que los mataran las pruebas son circunstanciales, así que las deja libre o le denunciare…─ la mujer parecia bastante enfadada y decidida a terminar aquello, el policía no pudo mas que abrirnos la puerta para que nos fuéramos.
─ Muy bien esta noche la pasareis en una casa de acogida…─ comento la mujer mientras nos acompañaba fuera de aquel lugar para dirigirnos al garaje, en nuestro caminar por la comisaría, note que las luces parpadeaban un poco pero no llegue a prestarle atención.
En cuanto bajamos en el ascensor directos al garaje la mujer nos sonreía de vez en cuando, pero el miedo aun lo tenia en el cuerpo.
─ ¿A dónde vamos…?...─ pregunto Alice extrañada por el paseo nuevamente, aunque parecia algo nerviosa no dejaba de apretarme la mano.
─ No te preocupes, esta noche dormiréis en una casa de acogida…─ explico la mujer mientras bajábamos por el ascensor aunque aquello me parecia volver a empezar de nuevo, pero no pronuncie ni una palabra.
Al llegar abajo vi que el sitio era enorme había coches por todas partes aparcados, aunqeu se podia escuchar como algunos salían de allí, el sitio estaba iluminado por focos fluorescentes y había algo de agua en el suelo.
Mientras caminábamos hacia el coche, algo hizo que sintiera mucho miedo, era como una advertencia de que algo pasaría.
Cuando llegamos al coche la mujer apretó el mando a distancia para quitar la alarma haciendo que sonara y nos abrió la puerta de atrás.
Cuando menos nos lo esperábamos retrocedí unos pasos asustada ni siquiera quería acercarme, al mirar hacia el techo del coche pude ver un cuerpo blanquecino y desgarbado de madera, bastante alto pero cuando mire su rostro que parecia de un muñeco contemple horrorizada que se trataba de Stephanie, sus ojos eran humanos pero el resto de su cuerpo no lo era.
La mujer miro hacia el techo gi5rando la cabeza y aquella marioneta se la quedo mirado abriendo la boca y enseñando una fila de colmillos afilados como navajas, solamente rió de una manera escandalosa y de un ademán la lanzo contra una de las columnas.
─ ¿Qué pasa…?...─ pregunto Alice asustada sabia que algo estaba sucediendo.
─ No te preocupes…─ intente calmar a Alice haciéndole creer que todo estaba bien peor yo tenia mas miedo que ella.
Aquella cosa me sonrió de manera diabólica y giro la cabeza de manera extraña y retorcida, soltando otra carcajada estridente.
En un instante salto del coche para lanzarse contra nosotras no pude mas que ponerme delante de Alice protegiéndola con mi cuerpo, pero por suerte escuchamos unos disparos y un grito de dolor de aquel ser que cayo detrás del coche.
Cuando abrí los ojos pude ver al policía que había bajado al garaje, no pude estar mas agradecida por aquello.
─ ¿Pero que demonios era eso…?...─ consulto el policía extrañado, mientras se acercaba a nosotras y nos apartaba unos centímetros hacia atrás con su mano, sin dejar de apuntar hacia donde había disparado.
─ Es la misma cosa que nos ataco antes en la casa y en el colegio…¿Nos cree ahora…?...─ casi gritando y con las lagrimas en los ojos, estaba al borde de un ataque de nervios.
El policía miro por le lateral del coche para comprobar que estaba muerto pero al llegar al lugar su cara de extrañeza me lo dijo todo no había encontrado nada y aquel ser aun seguia por allí…
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno aqui dejo otro capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
630
3.588 ATC
UNA HUIDA RAPIDA
─ ¿Pero que esta pasando…?...Se que le he dado…─ curioseo el policía extrañado al ver que no estaba por allí.
No podia hacer nada solo estaba abrazando a Alice con miedo, mientras que él se acerco a la mujer para comprobar que estaba bien con la pistola en la mano.
En cuanto estuvo con ella las luces empezaron a parpadear ligeramente, pero aquello hizo que me diera un escalofrió por todo el cuerpo diciéndome que aquella cosa estaba al acecho.
─ Salgamos de aquí ya…─ podia verse el nerviosismo en e policía aunque intentara dar la apariencia de que no era así, yo no sabia que hacer ya estaba desesperada por completo.
Corrimos hacia el coche del policía para salir de allí, a medida que avanzábamos las luces parpadeaban débilmente podia escuchar como unos chaqueteos pero a mirar hacia atrás no veía nada sabia que nos estaba persiguiendo.
Cuando ya estábamos a cierta distancia el policía saco el llavero del coche y lo hizo sonar para saber donde estaba, empecé a escuchar como un sonido que parecia seguirnos pero de manera mas fuerte cuando gire la cabeza pude ver como los focos iban apagándose uno tras otro pareciera que la oscuridad no estuviera persiguiendo.
Entramos con rapidez en el coche, aunque por la apariencia no parecia que fuera muy nuevo, entramos en la parte de atrás, el policía intento arrancarlo una y otra vez podia escuchar el motor intentando arrancar.
─ Venga no me falles…Venga maldito trasto…─ hablo el policía alzando la voz mientras intentaba una y otra vez arrancar el coche que pareciera que no quería.
Mire nerviosa por la ventanilla como las luces se apagaban y cada vez estaba mas cerca, no pude mas que tragar saliva.
─ Rápido…o no saldremos de aquí…─ nerviosamente miraba por la ventanilla una y otra vez hasta que el ultimo foco se apago encima nuestra por un instante el silencio nos envolvió no sabíamos que hacer.
Ese silencio fue roto por el sonido de claqueteo de rozar madera contra madera y una risa macabra.
─ No podrás escapar pequeña muñeca…─ pronuncio una voz macabra que provenía de encima de nosotros, el policía siguió intentando arrancar el automóvil una y otra vez.
De improviso notamos como un golpe encima del coche que este se movió por un instante sabíamos que algo estaba encima.
─ Agachaos meteos debajo del asiento…─ susurro el policía haciendo la indicación de que nos agacháramos, podíamos sentir los pasos encima del automóvil de aquella cosa.
De pronto se hizo el silencio no se escuchaba nada, como si se hubiera ido pero sabia perfectamente que estaba allí aun.
De un estruendo observe como el brazo de aquel monstruo atravesaba el techo del automóvil y su mano blanquecina empezaba a rebuscar por el sitio para encontrarnos.
El policía reacciono dando algunos disparos al techo, el sonido casi nos dejo sordas por un instante, pero pudimos escuchar como aquel ser chillaba agudamente, al parecer le había dado, pude ver por la ventanilla como caía al suelo pero no me atrevía a salir para ver si estaba.
El policía intento por ultima vez arrancar el automóvil, solo podia rezar para que funcionara, por suerte pudimos escuchar el sonido el otro arrancar, pero aquel ser salto sobre el capo del coche, pude sentir el movimiento proveniente de la parte delantera.
También el aceleran que dio el policía, al mismo tiempo otro grito de aquella cosa y el metal desgarrándose lo mas seguro intentando agarrarse para no caerse.
─ Serás mía…─ dijo el títere con voz aguda por un instante levante la mirada de donde estaba mirando por la abertura que había entre los asientos, pude ver ese rostro demoníaco de madera mientras los ojos eran de ella estaba llorando pidiendo que la ayudáramos.
─ Muere maldita sea…─ maldijo el policía y nuevamente escuche el atronador sonido de un disparo, pude ver como aquel ser emitió un chillido y como un agujero apareció en su frente, de el salía un liquido negruzco, mientras que los ojos de Stephanie parecia que nos diera las gracias llorando, aquel ser cayo al pavimento e inmediatamente pasamos pro encima de el, de inmediato salimos del aparcamiento.
─ Tengo miedo…─ expuso Alice mientras se aferraba a mi con fuerza no sabia que hacer para calmarla por que yo también estaba de los nervios.
─ Es mejor que vayamos a mi casa…llamare para que envíen una ambulancia al aparcamiento y nos pongan vigilancia…Después de esto me vais a explicar que es esa muñeca y por que esas cosas os persiguen…─ comento el policía mientras conducía podia notarse que estaba nervioso por lo que había pasado.
No dije ni una palabra, mientras el trayecto nos volvimos a sentar nuevamente, mientras miraba por la ventanilla viendo las luces de la ciudad y esperado que no volviera ninguna cosa de esas de nuevo.
Estuvimos en la carretera como media hora creo calcular, al menos nos tranquilizamos un poco, Alice se encontraba mas relajada jugando con la muñeca que parecia que le veía una sonrisa en su rostro inexpresivo, aunque no lo dijera por dentro le estaba dando las gracias por lo que había hecho por defendernos.
─ Aquí detective Kevin…necesito que envíen una ambulancia al aparcamiento de la comisaría de policía, hay una persona herida, y necesito hablar con el jefe ya, es urgente…─ pronuncio Kevin por el intercominador del automóvil mientras conducía.
Cuando al fin llegamos bajamos del coche pudimos notar el frío de la noche, el edificio no era muy alto de unas cuatro plantas y de un color blanco sucio.
─ Muy bien hoy pasareis la noche en mi casa…mañana ya veremos que pasa…─ comento Kevin en cuanto llegamos abrió la puerta del portal, el interior estaba adornado con mármol y algunas plantas en los rincones, no se escuchaba nada en el edificio, tomamos el ascensor para llegar al ultimo piso.
Nada mas entrar Kevin pulso el interruptor para dar la luz, atravesamos el pasillo las paredes estaban pintadas en n color suave y había varias fotos suyas con una niña a su lado, otras con quienes parecían que eran sus compañeros.
al llegar al salón me di cuenta que era una persona ordenada no había nada fuera de su sitio, la televisión no era muy grande y estaba al fondo de la habitación al lado de esta una mesilla simple con un teléfono en frente unos sillones que parecían bastante cómodos, a ambos lados había una puerta la casa era bastante simple.
─ Será mejor que durmáis en mi habitación yo lo haré en el sofá…─ hablo Kevin algo nervioso aun por lo que había pasado no perdía de vista a la muñeca que Alice apretaba junto a ella.
De momento permanecíamos quietas como si el miedo nos hubiera atenazado al lugar y no era para menos.
─ ¿Dónde estamos…?...─ curioseo Alice extrañada por el cambio que habíamos tenido tan repentino.
─ No te preocupes, no nos pasara nada…─ respondí intentando calmarla podia notar su nerviosismo en la mano que apretaba a la mía.
Sin pronunciar palabra nos dirigimos hacia la habitación que nos había señalado el policía aunque era tarde no teníamos sueño, al entrar y encender la luz mire que la cama era de matrimonio que estaba a fondo, a su derecha un armario y a cada lado una mesilla de noche en una de ellas un radio despertador. pero ninguna foto de su mujer.
Alice se dispuso a palpar el sitio para intentar reconocerlo y hacerse un mapa mental del sitio, después de eso se tumbo en la cama junto con la muñeca que puso sentada en la mesita de noche mirando hacia la puerta.
Seguidamente encaje la puerta dejando un espacio para ver, apague la luz y me acosté junto a ella para intentar conciliar el sueño pero de momento no había forma.
─ ¿Vamos a morir…?...─ cuestiono Alice con voz temerosa mientras permanecia tumbada.
─ No, no vamos a morir…no te preocupes…saldremos de esta…─ respondí intentando calmarla y para que conciliaría el sueño.
Por un instante mire hacia la mesita y mire a nuestra guardiana silenciosa que permanecia quieta mirando hacia la puerta expectante a lo que pudiera pasar.
Poco a poco el sueño fue venciéndonos, los ojos se iban cerrando pero de improviso el teléfono sonó.
─ Si soy Kevin…¿Cómo que no había nada en el aparcamiento…?...Estoy seguro que la deje allí…no puede haberse ido corriendo…Y la vigilancia no la han aceptado, genial… gracias…─ contesto Kevin con enfado aunqeu aquella respuesta me dio un escalofríos algo me decía que no descansaríamos mucho.
Al girar la cabeza nuevamente me di cuenta que la muñeca que había colocad Alice no estaba en la mesilla, enseguida me senté en la cama mirando hacia todas partes pero parecia no encontrarla por ningún lado, pero cuando me fije bien estaba en un lado de la puerta sentada, esperando que alguien la abriera, permanecia quieta mirándome de forma macabra con aquel rostro inexpresivo.
Después de aquello escuche el televisor, Kevin había decidido ponerlo por si salía algo en las noticias, pero poco duro aquello, sonó el timbre cosa que me extraño bastante siendo la hora que era.
En cuanto baje de la cama sentí como si alguien o algo pasara rápidamente por la ventana, me asome para comprobar pero no había nadie, aunque las luces parecían mas oscuras de lo normal.
Note como si desde fuera del edificio hubiera un halo de oscuridad que envolviera todo el edificio, que pude reconocer enseguida era el mismo que sentí en el callejon.
Me acerque a Alice para despertarla esta se restregó los ojos, sabia que estaría muy cansada pero no podia permitir que le sucediese nada, nos metimos bajo la cama para escondernos.
─ ¿Qué ocurre…?, tengo sueño...─ protesto Alice mientras la obligaba a ocultarse bajo la cama en silencio.
Tenia razón el sueño iba pudiéndonos casi ni habíamos dormido en toda la noche y estábamos cansadísimas.
─ ¿Quien es…?...─ curioseo Kevin mientras escuchaba como sus pasos se dirigían hacia la puerta de la entrada.
Por un momento se hizo el silencio no escuchábamos nada, mi corazón momentáneamente, pensé que lo mismo alguien la bajar se había equivocado y habría pulsado el botón del timbre.
Pero mi calma duro poco, cuando escuche como u ligero sonido de claqueteo que me resultaba muy familiar dentro de la habitación.
Desde donde estábamos podia ver un pie blanco de color madera y otro humano, cosa que me extraño bastante.
No pude mas que taparle la b oca a Alice para que no dijera nada, esperando que viera que no estábamos allí y se marchara.
Pero para mi sorpresa escuche una especie de gemido amenazador y como algo crujía encima nuestra, de pronto una mano atravesó el colchón casi alcanzándonos, no pude mas que salir de allí corriendo junto con Alice.
─ SOCORRO!!!...─ grite con fuerza mientras salía de la habitación a toda prisa, cerrando la puerta detrás nuestra.
─ ¿Pero que pasa…?...─ Kevin parecia asustado enseguida desenfundo el arma previniéndose para lo que pudiera pasar.
─ Esta en la habitación...─ con miedo no llegue a terminar la frase cuando escuche varios sonidos que provenían de ella, parecieran que estuvieran luchando.
─ Quedaos aquí ni os mováis...─ ordeno Kevin mientras se preparaba para ir al dormitorio.
Sin esperarlo se escucharon como si algo se clavara e la puerta del dormitorio atravesando la madera, era el filo de aquellas pequeñas hachas.
Kevin se acerco lentamente, en cuanto estuvo cerca no se escucho nada como si la lucha hubiera acabado por completo; Kevin agachado abrió la puerta lentamente, pero sin llegar a entrar.
De pronto pudimos ver como de ella salía la figura de aquel monstruo pero esta vez parecia que algo había fallado medio cuerpo era humano el de la asistenta de que había estado en la comisaría y la otra parte era del títere que parecia querer controlarla.
─ So…corro…Ayuden..me...¿Que es lo que me pasa…?...─ entrecortadamente articulaba palabras y después de aquello se escuchaban como gemidos del monstruo aquello era espantoso, pude ver sin embargo que en una de sus manos llevaba a la muñeca que enseguida lanzo contra la pared estrellándola.
Kevin por unos instantes se quedo paralizado viendo aquello, y como poco a poco de manera grotesca se nos acercaba no podia hacer nada solamente salir por la puerta pero aquella oscuridad parecia impedirnos la salida.
─ Mi muñeca…─ dijo Alice y enseguida me soltó dirigiéndose hacia donde había escuchado el golpe, palpando de manera torpe el lugar.
Aquello hizo que aquel monstruo me dejara de observar y dirigiera su atención por Alice, en ese Kevin reacciono a tiempo y apunto a aquel ser con su arma.
─ No te muevas…No des un paso mas…─ amenazo Kevin una y otra vez viendo que aquella cosa se acercaba a Alice que aun no había encontrado la muñeca.
Seguidamente lo único que escuche fueron varios disparos que realizo Kevin acertando en la espalda del títere.
Este giro la cabeza de manera horripilante, podia ver la mitad de la cara de aquella mujer como estaba llorando y la otra del muñeco enfadado y vengativo.
Por un segundo Kevin se quedo paralizado viendo como aquel mu7ñeco se giro y se dirigía hacia el con rapidez, enseguida empezó a disparar nuevamente acertando en varias ocasiones en el pecho pero aquella cosa no se detenía.
Cuando estuvo a su altura tomo la muñeca de Kevin apretándola con fuerza este grito soltando la pistola, no sabia que hacer mire rápidamente por el lugar y tome una silla me acerque hasta el por la espalda y le golpee, la silla se estrello contra su espalda rompiéndose en mil pedazos pero sin causarle daño alguno.
Mientras Kevin gritaba y escuchaba como sus huesos crujían, movió la cabeza nuevamente de la misma forma escalofriante, me miro por un momento con aquellos ojos y con un ademán me golpeo haciéndome caer al suelo.
─ Maldito…monstruo…─ como pudo Kevin se levanto y logro propinarle un golpe en el estomago que volvió a repetir varias veces.
Notando esto el títere giro de nuevo la cabeza y tomando el otro brazo empezó a estirarlos, Kevin no dejaba de gritar al notar como sus extremidades se separaban de su cuerpo.
No podia apartar la mirada viendo como de un momento a otro Kevin terminaría con los brazos arrancados del cuerpo.
Pero de la nada escuche un silbido característico, una de aquellas hachas se clavo en su espalda, aquello hizo que le títere gritara de dolor dejando caer a Kevin al suelo, que por lo menos conservaba sus brazos.
En cuanto el títere se encamino hacia donde había venido el hacha nuevamente otras tatas se clavaron en su cuerpo y la ultima en la cabeza haciendo que se desmoronara de golpe en el suelo.
No pude mas que respirar aliviadamente, me acerque hacia donde estaba mi hermana abrazándola con fuerza, aunque la espalda me dolía bastante.
Pero ante mi sorpresa aquella cosa empezó a arrastrarse hacia donde estaba, enseguida la muñeca estiro el brazo y me miro con una expresión de ayuda y gracias por que todo hubiera acabado.
─ Gra..cias…─ dio entrecortadamente la mujer, agradeciendo por dejarla descansar en paz, pero rápidamente vi como un hacha se clavo en su cabeza, por lo visto la muñeca no tenia piedad alguna, solamente observe su rostro que parecia estar contenta por aquello.
Por un instante pensé si me convirtiera en aquella cosa, la muñeca haría lo mismo, auque preferiría que fuera así.
─ Mierda!!!...─ exclamo Kevin sujetándose los brazos y la muñeca por el dolor, aquello le estaba pasando factura.
─ ¿Se encuentra bien …?...─ curiosee desde donde estaba para comprobar que no estuviera muy grave.
─ Solo me duele…cuando me río…¿Cómo os encontráis…?...─ consulto Kevin mientras se levantaba y seguia quejándose por el dolor y mas el de su muñeca que parecia que estuviera rota.
─ Gracias…─ le agradecí por lo que había echo si no fuera por él estaríamos muertas.
Mientras nos levantábamos y Kevin recogía su pistola y revisaba que aquella cosa estuviera muerta y no volviera a levantarse se quedo por unos segundos mirando a la muñeca que parecia devolverle la mirada pero no lo vi que le tuviera miedo alguno, como le tenia nuestro padre adoptivo.
En ese momento aparecieron por la puerta dos policía que se quedaron sorprendidos por lo que había pasado y pro aquella cosa en el suelo.
─ ¿Pero que ha pasado aquí…?...─ pregunto uno de ellos mientras entraba y ayudaba a Kevin, mientras que el otro nos ayudaba a nosotras pero en aquel momento escuche como el policía se quejaba de dolor, al parecer la muñeca le había marcado nuevamente aquello me hizo sospechar.
─ Auch!...─ exclamo el policía y rápidamente retiro su mano para comprobar que es lo que tenia pero solamente era una pequeña herida y nada mas de la que salía sangre normal.
─ Llamad al forense y a una ambulancia…─ hablo Kevin ordenándoselo al policía que enseguida tomo la radio y pidió lo correspondiente.
─ ¿Puedes explicarme que es lo que ha pasado aquí…?...Al menos para que podamos hacer el informe…─ curioseo el policía mientras sentaba a Kevin en el sofá aunque este no parecia perder de vista al títere.
─ No lo se, entro de golpe esa cosa por la ventana del dormitorio dispuesta a matarnos…─ explico de manera escueta Kevin mientras se intentaba relajar el dolor poco a poco iba desapareciendo.
─ Vaya parece que la muñeca tiene algo con filo tened cuidado…─ nos advirtió el otro policía mientras nos ayudaba a sentarnos, aunqeu algo llamo mi atención la sangre que había caído de su mano estaba podando por la cara de la muñeca al llegar a su boca esta desaparecía, fue como si se la bebiera de alguna forma.
En ese momento un pequeño fulgor de color rojo se manifestó en los ojos de la muñeca aunque muy pálido insuficiente para que se dieran cuenta.
Aquello hizo que me quedara por un momento mirando hacia la muñeca con desconfianza, esta giro muy lentamente la cabeza y me sonrió de manera terrorífica, al ver sus ojos fijamente el miedo empezó a recorrerme el cuerpo.
Estuvimos un rato esperando al forense y a la ambulancia, mientras que Kevin tomo una botella de algo y comenzó a beber.
El sueño poco a poco empezaba a ganarnos a mi y a Alice, pero el sonido de las ambulancias nos despertó de golpe, al rato vimos como algunos médicos entraban en el apartamento y rápidamente uno de ellos se dirigió a aquel monstruo para hacerle algunas pruebas, pero en su rostro de sorpresa pude comprobar que no había visto nada igual.
─ Vaya Kevin, parece que ha sido una pelea difícil…¿Puedes mover el brazo…?, ¿y la muñeca…?...─ pregunto un hombre vestido con una camisa de color negro y unos pantalones vaqueros desgastados en sus pies llevaba unos mocasines sus rasgos eran duros y casi inexpresivos, ojos de color miel y con un pelo liso negro no parecia tener mas edad que Kevin y parecia que lo conocía.
─ Si solo cuando me muevo…creo que tengo la muñeca destrozada...─ expreso Kevin de manera irónica mientras el forense lo comprobaba.
─ Tienes que ir al hospital para que te pongan una escayola y te hagan una radiografía de los brazos…ayúdenlo para que se vaya en la ambulancia…─ comento el forense mientras terminaba de explorar a Kevin.
─ Un momento…¿que me puedes decir de esa cosa…?...─ pregunto Kevin al levantarse ayudado por los policías.
Enseguida otros de los forenses le acerco un informe de lo que había encontrado, y este empezó a repasarlo.
─ Bueno no te podría decir mucho la verdad…ya que es la primera vez que veo algo así…su cuerpo prácticamente es de madera salvo la parte derecha que es humana…pero tiene casi las mismas características que el que tenemos en el deposito, salvo que ese la mayoría de sus órganos estaban vivos, algunos habían sido remplazados por unos engranajes, lo que me extraña es que siguiera vivo, es como si hubiera sido modificado de alguna forma, las ropas que tenia puestas tienen un fabricante, una antigua fabrica de juguetes y marionetas en las afueras de la ciudad…ero en tu estado al menos descansaría un poco antes de ir…a proposito, ¿qué vas a hacer con ellas…?...─ curioseo el forense mientras nos miraba con atención, según su mirada no parecia que le gustásemos demasiado.
─ De momento que vayan a hospital, intenta llamar a servicios sociales para que vengan a recogerlas…─ respondió Kevin de manera fría, suponía que quería protegernos, pero estaba convencida que a donde fuera esas cosas nos seguirían.
─ Es inútil que vayamos con otra familia…─ con la cabeza baja casi lo susurre pero Kevin se dio cuenta de lo que había dicho.
─ ¿Por qué dices eso…?... No creo que a todas las familias les pase lo mismo…─ pronuncio Kevin intentando calmarnos, pero todo aquello era palabrería para mi.
─ No servirá de nada, si una de esas cosas nos siguió hasta donde estábamos que le impide seguirnos hasta la siguiente familia y hacerle lo mismo…─ respondí de manera casi llorando ya estaba a harta que nos trataran como una lámpara que iba de un sitio para otro.
─ De momento que vengan conmigo…si esas cosas las persiguen al menos sabremos donde atacaran…─ diciendo esto los policías sacaron a Kevin en dirección hacia la ambulancia al mismo tiempo que a nosotras.
─ ¿A dónde vamos…?, ¿Tengo sueño…?...─ comento Alice mientras aquel policía que la muñeca lo había señalado nos acompañaba a la ambulancia.
Una vez en la calle observe que aun era de noche pero faltaba poco para amanecer, en la puerta del edificio había varios coches de policía aparcados junto con una ambulancia.
Rápidamente los enfermeros pusieron en una camilla a Kevin y nosotras nos sentamos a su lado después de esto cerraron la puerta de atrás y nos dirigimos hacia el hospital.
─ Vamos al hospital no te preocupes…─ respondía a Alice con algo de sueño en mi tono, estaba que se me cerraban los ojos casi no había podido dormir con lo que había pasado.
Mientras miraba por la ventanilla como poco a poco los autobuses se podia ver y la gente empezaba a salir de sus casas en dirección a los trabajos, mientras el viaje no duro mas de diez minutos, nada mas llegar sacaron a Kevin, el hospital no era muy grande la parte de afuera estaba dominada por un jardín y en el centro una estatua rarísima entraos por la puerta principal enseguida un medico se nos acerco y comprobó los datos del enfermero.
Después de eso lo llevaron a la sala de Rayos X nosotras nos sentamos afuera esperando, no había mucho ruido y el lugar casi apestaba a desinfectante, algunas enfermeras ya paseaban por los pasillos llevando algunos carritos llenos de medicamentos, aquel sitio me erizaba la piel.
Alice se apoyo en mi hombro y empezó a dar cabezadas, yo de momento no podia cerrar los ojos, pasado un buen rato sacaron a Kevin del sitio en camilla y nos encaminamos hacia una de las habitaciones.
Nada mas entrar una enfermera empezó a colocar algunas cosas, mientras que nosotras nos dispusimos en la otra cama.
Pude ver que tenia una escayola en la muñeca y unas cuantas vendas en su cuerpo, la parecer el títere le había roto la muñeca.
La enfermera después de haber arreglado algunas cosas en la habitación se nos acerco sonriéndonos.
─ ¿Tenéis hambre…?...─ pregunto la enfermera sonriendo, no podia decirle que no mi estomago estaba empezado a rugir.
Solamente asentí la enfermera salio de allí pude darme cuenta que en cuanto salio dos policías se pusieron en la puerta para vigilarnos.
─ Dormid un poco, no creo que ninguna cosa de esas se acerque por aquí…─ el tono de Kevin intentaba tranquilarme pero aquello me resultaba un poco difícil, cuando me gire para ver a Alice, observe que la muñeca estaba en la ventana sentada mirado hacia la puerta, nuestra vigía silenciosa estaba protegiéndonos, pero no sabia el por que, mi mente empezaba a darle vueltas a lo que había dicho pero no el encontraba lógica alguna.
Kevin puso la televisión para distraerse un poco, de momento podríamos descansar o eso pensé, mire por la ventana y poco a poco empezaba a amanecer por fuera en los pasillos se escuchaban las enfermeras y las camillas de un lugar a otro.
Aunque el día parecia completamente normal algo me decía que no seria así, me tumbe en la cama al lado de Alice para dormir algo.
Los ojos se me fueron cerrando mientras escuchaba la televisión y los sonidos típicos de un hospital.
No paso mucho tiempo cuando algo me despertó fue un disparo, rápidamente zarandee a Alice para que despertara.
─ ¿Qué ocurre…?...─ consultó Alice mientras se restregaba los ojos aun con sueño, no salíamos de una cuando nos metíamos en otra.
─ Despiértate…tenemos que salir de aquí…─ conteste ayudando a Alice a levantarse.
Kevin parecia que tenia un sueño pesado ni siquiera se había despertado, empecé a zarandearlo como pude.
─ Despierta de una vez…─ dije mientras movía a Kevin o eso intentaba de un lugar a otro, cuando al fin despertó.
─ ¿Qué es lo que ocurre…?...─ pregunto algo soliviantado Kevin por el zarandeo y viendo mi cara de miedo.
Aunque no tuve que decirle mucho en ese momento escuchamos varios disparos nuevamente y como las enfermeras gritaban de miedo.
Las luces empezaron a parpadear una y otra vez por suerte la persiana estaba levantada y el sol estaba saliendo.
─ Rápido meteos bajo la cama…─ propuso Kevin mientras este se levantaba, y salía para comprobar que es lo que pasaba.
─ Mi muñeca…─ hablo Alice viendo que nos olvidábamos de ella en la ventana, aunque era mejor que no regresáramos.
─ Después la recogemos…─ comente mientras casi arrastraba a Alice debajo de la cama.
Por un rato hubo silencio no se escuchaba nada, pero rápidamente Kevin entro en la habitación con su rostro serio y lleno de preocupación.
─ Tenemos que salir de aquí cuanto antes vamos…─ comento Kevin, al salir pudimos ver que la ropa del hospital la tenia manchada de sangre y en su mano tenia una pistola, aquello no me daba buena espina.
Casi arrastrando a m hermana de donde estábamos salimos de allí, pero enseguida pude notar a Alice tirando de mi mano.
─ Mi muñeca, la quiero…─ de un tirón se soltó de mi mano y enseguida volvió a la habitación a coger la muñeca.
─ Espera con tu hermana voy yo, no os mováis…─ comento Kevin con tono serio mientras entraba en la habitación.
El pasillo estaba frío y las luces empezaban a parpadear levemente como indicándonos que algo pasaría.
Cuando escuche algo como si arrastraran algo, cuando esa cosa giro la esquina del pasillo se me helo la sangre, era una especie de títere extraño de color azul su cuerpo estaba formado por esferas y sus piernas eran escuálidas, su rostro era macabro y sus ojos en vez de pupilas tenían círculos concéntricos en una de sus manos llevaba arrastrando a uno de los policías y en la otra una especie de machete incluso podían verse unos hilos que salían de sus extremidades y una cruceta de tablas flotando en el aire como si algo lo estuviera manejando.
Aquél claqueteo me puso los pelos de punta, al vernos soltó al policía, hizo girar su cabeza de forma lateral dando una vuelta completa su sonrisa era macabra casi diabólica.
Esta vez no había ninguna parte humana aquello era un muñeco competo o eso pensé al verlo.
─ Kevin!!!...─ exclame casi siendo un susurro el miedo atenazaba mi garganta la verlo.
Nada mas salir Kevin de la habitación se detuvo de golpe al ver aquella cosa, enseguida empezó a dispararle,, pero aquella cosa fue como si se desmontara y las balas pasaron sin hacerle daño alguno, después de eso se escucho su risa.
Viendo que no podíamos con ese monstruo decidimos salir de allí a toda prisa, aunque ese títere se movía con rapidez.
─ Tenemos que salir por la salida de incendios…─ propuso Kevin mientras corríamos por el pasillo a toda velocidad, solo esperaba que pudiéramos salir de allí con vida a medida que pasábamos por lso pasillos podíamos ver algunas enfermeras tiradas por el suelo llenas de cortes y ensangrentadas; aquello era un infierno…
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
630
3.588 ATC
SORPRESA MACABRA
Cruzamos otros pasillos viendo la cantidad de cuerpos que había dejado a su paso aquel monstruo, en las paredes había machas de sangre y algunas huellas ensangrentadas, cuando por fin llegamos a la salida de emergencia observe que había un policía de espaldas, Kevin se detuvo en seco como si algo no fuera bien.
─ ¿Qué ocurre…?...─ curiosee extrañada al ver que nos deteníamos, no veía ninguna razón para ello.
─ ¿Oye estas bien…?...─ consulto Kevin mientras se acercaba lentamente hacia el policía, haciendo que nos quedáramos atrás esperando.
─ ¿Qué pasa…?...─ pregunto Alice algo confundida por lo que estaba pasando.
─ No te preocupes saldremos de aquí…─ respondí con tono de miedo mientras apretaba la mano de Alice.
Kevin se fue acercando muy lentamente hacia le policía, cuando estuvo casi a su altura acerco una mano y la coloco en el hombro en ese momento aquello me puso la piel de gallina escuche un rechinar cuando giraba la cabeza lo que no me esperaba es que fuera por completo, su piel era blanca por completo parecia estar hecha de madera en cambio sus ojos eran humanos por completo, solamente escuchamos una risa escalofriante.
Kevin retrocedió apuntándole con la pistola, mientras que aquella cosa no dejaba de reír de manera macabra cuando estuvimos acierta distancia empezamos a correr nuevamente, escuchamos como sus pasos se escuchaban detrás de nosotros, aunque sabia que si fuéramos por el mismo sitio nos encontraríamos con el otro monstruo.
Nos detuvimos en un ascensor y Kevin comenzó a tocar el botón de llamada varias veces de manera nerviosa.
Sin embrago yo me apoye en la pared cansada de estar corriendo de un sitio a otro, incluso pensé que seria mejor que nos rindiéramos.
Podia ver que Kevin estaba nervioso mirando hacia todas partes mientras esperaba el ascensor, de repente escuchamos los pasos de esa cosa acercarse por el pasillo.
El ascensor pareciera que estaba tardando, aquel monstruo doblo la esquina y Kevin rápidamente comenzó a disparar pero las balas parecían atravesarle una y otra vez sin causarle ningún daño, no pude mas que cerrar los ojos mientras seguia escuchando una y otra vez los disparos, cuando al fin escuche el timbre del ascensor de que había llegado, note como la mano de Kevin me agarraba y nos metía de golpe en el ascensor.
Volví a abrir los ojos estábamos en el ascensor y Kevin estaba recargando el arma, pulso varias veces el botón de bajada, notamos como el ascensor comenzaba a bajar.
─ ¿Se puede saber que son esas cosas…?...¿Y por que os persiguen…?...─ consulto Kevin mientras recargaba el arma no pude ni siquiera contestarle no tenia ninguna respuesta, sencillamente negué con la cabeza.
Mientras bajamos me tranquilice algo pero aquello duro poco cuando escuchamos de la parte de arriba un sonido metálico forzado, pasado un momento un golpe encima del ascensor como si algo hubiera caído encima de este, Kevin nos puso en un rincón del ascensor y se dispuso a apuntar al techo.
─ Tengo miedo…¿Qué pasa…?...─ volvió a preguntar Alice mientras aferraba la muñeca en su brazo y mi mano con la suya.
Ya no sabia ni que responderle para que se calmara, de pronto vimos como el techo se abollaba como si algo estuviera presionando sobre este, y al momento se vio como algo hecho de oscuridad atravesaba el techo de un golpe pero nada entro.
De repente aquella cabeza azulada entro mientras nos miraba con su sonrisa diabólica, Kevin comenzó a disparar una y otra vez y al momento desapareció.
─ Te propongo un trato, si me das a las niñas y a su muñeca podrás salir de aquí con vida…─ pronuncio una voz chillona y macabra que provenía por encima del ascensor.
Por un momento Kevin se nos quedo mirando, como si intentara averiguar que es lo que estaba pasando y por que aquellas cosas nos quería con tanto ahínco.
─ ¿Dime que es lo que tienen para que las quieras tanto…?...─ curioseo Kevin para darle forma a todo aquello al menos un poco.
─ Eso no te incumbe, solo tienes que entregármelas y saldrás vivo de aquí…─ respondió de manera amenazante y luego se hizo el silencio.
─ Si las quieres tendrás que bajar por ellas…─ hablo Kevin mientras soltaba algunos disparos, al hacerlo escuchamos como aquella voz chillaba de dolor, al parecer había acertado.
Pero en respuesta vimos como la mano de aquel ser atravesó el techo del ascensor acuchillando una y otra vez, en uno de esos ataques logro acertar en el hombro de Kevin este cayo al suelos sentándose y volviendo a cambiar de cargador.
─ Mierda!!!...─ pronuncio Kevin mientras se hizo el silencio ni él volvió a disparar ni se volvieron a producir ataques.
Por fin habíamos llegado abajo salimos a toda prisa mientras Kevin estaba sangrando por su hombro, dejando un reguero de sangre a su paso, en cuanto pasamos por la recepción pudimos ver a la enfermera que estaba muerta tumbada en la mesa.
Alice tuvo mala suerte que tropezó cayendo al suelo con la prisa, cuando volvimos a por ella, vimos como aquel monstruo atravesaba el techo del ascensor cayendo y comenzó a apresurarse para llegar a donde estábamos.
─ Hermana…─ dijo Alice con miedo en su voz mientras retrocedía a por ella, con tan mala suerte que también resbale cayendo.
─ Maldita sea!!!...─ maldijo Kevin mientras volvía a por nosotras a medida que se acercaba seguia disparando una y otra vez intentando que cayera al suelo.
Aquella cosa no dejaba de desarmarse una y otra vez haciendo imposible acertarle con los disparos pero por suerte o por casualidad una de las balas acertó en una de cuerdas haciendo que uno de los brazos cayera al suelo sin vida.
Como pudo Kevin me tomo de la mano y salimos corriendo como pudimos, la sangre no dejaba de salir de la herida.
─ Mi muñeca, ¿dónde esta…?...─ curioseo Alice con miedo en su voz por haberla perdido, mientras nos movíamos hacia la salida gire la cabeza y vi como la muñeca estaba en el suelo tirada cerca del monstruo.
Este se quedo mirándola extrañado por un momento después de eso la tomo, y dando un grito que retumbo en el lugar como si hubiera ganado.
Salimos a toda prisa hacia la calle, aun no había mucha gente por suerte, Kevin se acerco a un coche y dándole un coletazo con el arma rompió el cristal y abrió las puertas haciéndonos que entráramos dentro.
─ Ahora mismo me vais a explicar que narices esta pasando, y no se os ocurra mentirme…─ hablo Kevin alzando la voz haciendo que nos asustáramos mas pero no sabíamos que decirle, le había dicho todo lo que sabia.
Enseguida Kevin busco los cables para hacer un puente y se dispuso a conducir, había alguna parte, mire por la ventanilla como estaba amaneciendo lentamente, suspire profundamente pensando en eso.
─ No lo se, no se nada mas, no tengo idea de por que esas cosas nos persiguen…─ comente mientras apretaba la mano a Alice que esta parecia que estuviera llorando por haber perdido la muñeca.
─ ¿Qué le pasa a tu hermana…?...Es solo una muñeca…─ expuso Kevin aun después de lo que había visto hacer.
─ Es mi muñeca, me dijeron que no la soltara por ningún motivo…─ contesto Alice alzando la voz, como si aquella muñeca le fuera la vida y no era para menos después de habernos salvado la vida varias veces y ahora la habíamos perdido.
El silencio se hizo en el automóvil mientras el trafico se iba intensificando y las personas saliendo de sus casas pudimos ver como algunos coches de policía se dirigían en dirección al hospital, por lo visto alguien había llamado a la policía.
Después de un rato en el automóvil nos detuvimos en frente de una cabina de teléfono, Kevin bajo enseguida y fue a llamar.
─ Aquí Kevin…si se lo que ha pasado en el hospital y la verdad no te lo vas a creer…necesito que me hagas un favor manda un equipo de asalto a la fabrica de juguetes esa, ahora mismo me dirijo hacia allí…hazme este favor se que algo esta pasando, no tardare, te debo una…─ comento Kevin mientras estaba al teléfono, aunque podia ver que por su aspecto estaba cansadísimo y mas con esa herida al menos había dejado de sangrar.
─ Vamos a ir a una fabrica de juguetes, hicimos la autopsia a esa cosa que encontramos en el callejon y nos dio una dirección…una juguetería en las afueras "JUGUECO", creo que se llama así…ahora sabremos que es lo que esta pasando…─ pronuncio Kevin mientras descansaba un poco sentado, aunque aquel nombre hizo que se me erizara la piel de golpe, no se por que pero no tenia muy buenos presentimientos.
En cuanto Alice escucho el nombre empezó a llorar no pude mas que abrazarla, aunque el motivo era el nombre de esa fabrica, el miedo se había instalado de golpe en nuestro corazón.
─ Tengo miedo…─ dijo Alice temblándole la voz mientras seguia llorando.
─ Nos dirijamos allí cuanto antes nos espera un largo camino, es mejor que durmáis un poco…─ expuso Kevin mientras arrancaba y nos encaminábamos hacia la fabrica, entre tanto intenta calmar a Alice y nos fuimos quedando dormidas.
El sueño nos pudo casi no habíamos dormido en toda la noche, aunque los sueños que tuve no fueron muy halagüeños cada vez que cerraba los ojos podia ver aquel monstruo persiguiéndonos y todas aquellas enfermeras y doctores por los suelos muertos.
Cuando de repente note como el coche se detuvo de golpe, aquello me despertó al instante cuando abrí los ojos observe que el sol estaba ocultándose entre nubes negras de tormenta, aquello no era un buen presagio, al bajar del coche allí estaban los furgones de la policía pero ninguno por los alrededores, aquello me puso los pelos de punta.
Kevin se acerco para ver que es lo que había pasado pero no había nadie por ni un rastro siquiera.
El sitio era bastante grande, y el coche estaba delante de una barrera que estaba levantada, podia verse varias chimeneas que estaban apagadas, el ambiente de pronto se torno frío y un relámpago ilumino el lugar, dándole un aspecto tétrico incluso terrorífico se podría decir que nos encaminábamos hacia la boca del lobo.
─ Vosotras dos es mejor que me acompañéis…no os separéis de mi…─ comento Kevin mientras se dirigía hacia la parte de atrás de la camioneta y empezaba a sacar algunas armas que se guardo, después de eso empezó a hablar por la radio pero no hubo ninguna señal.
─ Esto me da mala espina…─ dije mientras miraba el lugar, sabia que algo pasaría y no seria bueno, pero de momento es lo único que podíamos hacer.
Después de que Kevin hubiera cogido varias armas y hubiera llamado decidimos entrar en la fabrica.
Entramos por la parte de la parte de carga y descarga de los camiones, enseguida Kevin se dio cuenta de que las cámaras estaban activadas y se movían a nuestro paso.
─ Por lo visto ya sabe que estamos aquí…─ expuso Kevin señalando hacia la cámara.
El lugar estaba desierto no había ningún camión solo porquería y alguna rata que otra dándose una vuelta.
Enseguida subimos una pequeña rampa y atravesamos una puerta que cedió chirriando con fuerza.
El sitio era enorme y estaba lleno de maquinas, al otro lado había una especie de oficina, el lugar olía a moho y podia escucharse y verse algunos pájaros revolotear en su interior.
Avanzamos por aquel sitio muy lentamente, Kevin no dejaba de apretar el arma con fuerza esperándose cualquier cosa y no era para menos después de lo del hospital.
─ Vaya por lo visto has venido…gracias por traerlas a ellas…─ dijo una voz que parecia provenir de todas partes debido al eco.
Por un momento nos detuvimos, y un relámpago dentelleo iluminando brevemente el sitio, seguido de un trueno que hizo acallar a los pájaros del lugar.
─ ¿Qué es lo que quieres de ellas…?...─ curioseo con interés Kevin mientras nos movíamos para bajar de aquel sitio elevado.
─ Crees que solo es por ellas, son solo parte de algo mas grande…Así que si me las entregas podrás irte tranquilamente por donde has venido…─ aquella voz propuso un trato pero Kevin no estaba dispuesto a ceder aunque pensé que si aquello era lo mejor para que todo acabara decidí aceptar por mi cuenta.
─ Escucha no…─ pronuncio Kevin negándose a hacer el trato de manera agresiva pero no llego a terminar la frase.
─ De acuerdo nos entregamos, pero déjale que se marche…─ hable intentando poner fin a aquello de una vez por todas estaba harta de huir hacia todas partes.
─ Pero que coño estas diciendo!...de eso nada, vas a tener que venir a por nosotros…─ exclamo Kevin de manera amenazante mientras cargaba el arma dispuesto a presentar batalla.
Cuando encontramos la escalera de bajada, nos encaminamos hacia la parte de las maquinas aquel sitio estaba lleno de ellas y cajas por todas partes.
Pero apenas avanzamos unos pasos cuando mi vista se fijo en un charco negro que había en el suelo mojando la parte baja de las cajas.
Enseguida avise dándole unos golpes en la espalda, aquello hizo que Kevin se detuviera y se dirigiera hacia las cajas, al abrir una de ellas no pude mas que observar su rostro lleno de miedo, lo que debió haber visto debería de ser horrible.
─ No os acerquéis…fuera!!!...─ exclamo Kevin mientras se retiraba y comenzaba a vomitar por lo que había en el cajón.
Se retiro un poco del cajón y comenzó a vomitar, lo que había dentro del debía de ser algo espantoso para que hiciera aquello.
─ Que pena, pensaba que lo descubrirías mas tarde…─ dijo una voz, resonando con eco por todo el lugar.
Mientras Kevin intentaba recuperarse poco a poco podíamos escuchar lso truenos retumbar en el exterior y como la tormenta había llegado la teníamos prácticamente encima, la poca luz que entraba era por las farolas exteriores y nada mas.
Me acerque un poco para ver que es lo que había en los cajones pero Kevin me vio de reojo y se acerco rápidamente poniendo la tapa para que no lo viera.
─ Es mejor que no lo veas, sigamos avanzando…─ hablo Kevin mientras tragaba saliva y continuamos caminando por la fabrica entre las maquinas.
Cuando apenas hubimos avanzados unos pasos, nos detuvimos en seco el sonido de una voz macabra y chillona salio de una de las cajas.
─ Kevin…tu nos condenaste…debes pagar por ello…─ pronuncio una voz proveniente de la caja enseguida la tapa se fue deslizando poco a poco, nos quedamos paralizados mirando aquello podíamos ver una mano ensangrentada enfundada en un mitón como la abría lentamente.
─ No puede ser es imposible…─ expuso Kevin mientras retrocedía unos pasos asustado al mismo tiempo nosotras buscamos un escondite.
─ Ven con nosotros Kevin…debes pagar…─ dijo aquella voz chillona y escalofriante y cuando cayo la caja al suelo pude ver como varios trozos se elevaban en aire como si saltaran de la caja y recompusieran a uno de los policías, sus miembros estaban cortados y se movía torpemente aun de ellos salía sangre, su piel era pálida casi blanca y tenia la boca cosida con hilo negro, de sus manos y pies salían como unos hilos de color plateado hacia el techo como si alguien estuviera controlando sus movimientos.
─ No, es imposible…─ comento Kevin asustado mientras retrocedía ante aquella macabra marioneta que se acercaba de manera torpe como si estuviera danzando en el aire.
Esta vez sus ojos eran inexpresivos como vidriosos, por suerte esa persona estaba muerta, aun así no sabia que hacer, pensé que lo mejor era alejarnos de aquel sitio, lo mas que pudiéramos.
─ Tu nos mataste Kevin…nos dirigiste hacia una muerte segura…debes pagar con tu vida…─ dijo aquella cosa mientras se acercaba, Kevin tomo una de las armas y apunto aquella cosa y comenzó a disparar, los disparos se sucedían uno tras otro mientras la tormenta apreciera que le acompañara.
Ni siquiera me quede para ver aquello avance entre las maquinas para salir, no pensaba quedarme ni un minuto mas, cuando mi vista se centro en la muñeca al parecer estaba encima de una de las maquinas.
─ La muñeca!…─ exclame al verla por un momento me quede quieta sin saber que hacer si dirigirme hacia ella o no, aquello me olía a trampa por todos lados.
─ ¿Dónde esta…?...La quiero…─ pronuncio Alice, con un tono extraño entre tristeza y melancolía.
Aunque la verdad era una oportunidad de oro y estaríamos algo protegidas, pero el problema era llegar hasta ella.
─ Escúchame quédate aquí, no te muevas, iré por ella…─ expuse mientras se lo decía con tono serio.
Los relámpagos iluminaban el lugar de forma macabra incluso amenazante pero no tenia otra oportunidad de recuperarla.
Me acerque lentamente hacia donde estaba la muñeca, cuando estuve casi a su altura, escuché como un grito que provenía de donde estaba Alice, la tome y corrí rápidamente hacia donde la había dejado, al llegar no encontré a nadie solo estaban sus gafas tiradas en el suelo.
─ Alice, ¿dónde estas…?...─ curiosee casi gritando al ver sus gafas y ni rastro de ella por ningún lado.
Empecé a buscar por todas partes, los disparos habían cesado y no tenia ni idea de lo que había pasado con Kevin ni su atacante.
Lo único que me importaba ahora mismo era encontrarla, con la máxima urgencia, mientras seguia buscando entre las maquinas sin encontrarla por ningún lado note como alguien me tocaba la espalda, gire la cabeza deseando que no fuera aquellas cosas, cuando mire vi que era Kevin que había vuelto, estaba cubierto de sangre pero no era de la suya.
Respire por un momento aliviada pero enseguida las lagrimas saltaron a mis mejillas, había perdido a mi hermana y ahora no sabia donde estaba.
─ Te dije que note alejaras!...¿Que es lo que te ocurre…?...¿donde esta tu hermana…?...─ consulto Kevin mientras se agachaba y me secaba las lagrimas enseguida me lance a sus brazos abrazándole con fuerza.
─ Se la han...llevado…─ respondí entre llantos y sollozos abrazándole, enseguida note como la mano de Kevin tocaba mi cabeza temerosamente y comenzaba a acariciarme el pelo para tranquilizarme.
─ Tenemos que seguir revisando el lugar…no te preocupes estoy seguro que daremos con ella…Ahora deja de llorar y cálmate…─ comento Kevin mientras me acariciaba el pelo, sabia perfectamente que estaba pensando que no le hubiera pasado lo mismo que a aquellos hombres.
En cuanto me hube tranquilizado un poco nos seguimos moviendo buscando a mi hermana, viendo que en la parte baja no había nadie subimos hacia la pequeña oficina de la parte de arriba a medida que subíamos parecia que la tormenta se intensificara un poco mas.
Llegamos a la puerta pero esta estaba cerrada, enseguida Kevin apunto con la pistola al pomo y disparando lo hizo saltar enseguida abrió la puerta y entramos, aquel sitio era muy simple había una pequeña mesa metálica y detrás de esta unos archivadores en una de las paredes había varios papeles clavados en una pizarra de corcho.
Kevin comenzó a mirar en los papeles para ver si encontraba alguna pista sobre aquello mientras yo me quedaba en la puerta esperando a que terminara.
─ Hermana…aquí estoy…─ dijo una voz viniendo del otro lado del puente metálico, cuando mire vi que era la figura de mi hermana que estaba esperándome en la semi oscuridad.
─ Alice…estaba preocupadísima por ti…─ mientras Kevin seguia buscando entre papeles y los archivos ande hacia Alice que permanecia inmóvil en el otro lado.
A medida queme acercaba notaba algo extraño era como si algo me dijera que no era ella, cuando casi estaba a su altura, un relámpago me revelo la horrible verdad.
Era una marioneta macabra, partes del cuerpo de una niña que flotaba en el aire sujetada por aquellos hilos plateados, enseguida me detuve horrorizada al ver aquello, pero esta vez sus ojos si estaban vivos y pidiendo ayuda, aunqeu su piel no era blanquecina era normal.
─ Por tu culpa no he podido encontrar una familia que me acepte, siempre llevándome de un lugar a otro, eras una mala hermana, por tu culpa nuestros padres nos dejaron en un orfanato, era a ti a quien no querían…deberías de morir…─ expreso aquella cosa mientras escuchaba los reproches que soltaba, aquellas palabras se clavaban en mi cerebro una y otra vez sabia que no era ella, pero era su misma voz.
─ No, no, NOOOOO!!!...─ una y otra vez lo repetía al final termine gritándolo mientras ponía las manos en los oídos para no escucharla pero era imposible el sonido me llegaba cada vez con mas fuerza.
Retrocedí unos pasos a la vez que negaba con la cabeza una y otra vez a sus acusaciones, pero aquella cosa se acercaba peligrosamente, enseguida abrió la boca de manera grotesca llena de colmillos dispuesta a acabar con mi vida o convertirme en uno de ellos.
Aquellos gritos y reproches se clavaban en mi cerebro como aun taladradora una y otra vez hasta que hicieron que tropezara, no pude mas que cerrar los ojos.
Mientras seguia llorando esperando mi final escuche un disparo y el grito de aquella cosa y sus pasos como corría hacia algún lugar.
Al abrirlos pude ver a Kevin que estaba apuntando y disparando una y otra vez, mientras ese monst6ruo se alejaba moviéndose rápidamente por las paredes como si fuese una araña.
─ ¿Estas bien…?...─ consulto Kevin mientras recargaba el arma y enseguida me ofrecía la mano para ayudarme a que me levantara.
Sencillamente tome su mano y me puse en pie y asentí de manera seca, mientras me restregaba los ojos secándomelos, al menos esos gritos habían cesado.
─ Tenemos que encontrar a tu hermana y a ese psicópata…no creo que se encuentren aquí lo mas seguro es que estén en los otros edificios; en los almacenes…─ volvió a decir Kevin mientras bajábamos y salíamos de aquel sitio.
Nada mas salir notamos que el tiempo se había tornado horrible, la lluvia nos golpeaba con fuerza junto con lso relámpagos que se sucedían de manera rápida detrás de ellos, los truenos retumbaban con fuerza.
Avanzamos hacia el almacén mas cercano, al entrar el sitio era bastante grande para que los camiones entraran subiendo unas escaleras llegamos a un sitio anexo a este que estaba lleno de estanterías, el lugar estaba casi en penumbra los relámpagos eran la única luz que teníamos de vez en cuando, podíamos escuchar la lluvia repiquetear en el techo metálico.
Poco a poco avanzamos investigando el sitio, en el aire se podia oler a humedad, las estanterías estaban llenas de polvo y objetos sin importancia, mientras seguíamos investigando, escuchamos unas risas.
─ ¿Hay alguien…?...─ curioseo Kevin preguntando en voz alta, su voz hizo eco en el lugar, aquella risa se movía de un lugar a otro de manera rápida.
Mis manos temblaban no sabia si era ya por el frío que hacia o por el miedo de lo que había visto, no paraba de mirar hacia todos lados de manera nerviosa.
La oscuridad parecia incluso aumentar y querer engullirnos, a veces incluso veía como si nuestras propias sombras nos amenazaran de alguna forma macabra.
Las risas se continuaron como si nos estuvieran guiando hacia algún lugar, aquello me produjo un escalofrió que recorrió mi espalda erizándome la piel.
Cuando hubimos avanzad lo suficiente pudimos ver una fuente de luz que provenía del centro del edificio, avanzamos con cuidado para ver que es lo que era, cuando estuvimos a escasos pasos de esta, Kevin se volvió y se puso en cuclillas.
─ Quédate aquí, volveré enseguida, si ves algo extraño escóndete…─ comento Kevin de manera tosca, aquellas palabras me recordaron lo que le había dicho a Alice, aunque negué varias veces haciéndole saber que quería ir con el.
─ Mírame, mírame a los ojos…Cálmate no te pasara nada te lo prometo…espérame, volveré enseguida…─ Kevin me miro de manera fija haciéndome saber que podia confiar en el, pero casi tenia la certeza que si fuera hacia allí pasaría algo.
Mes escondí entre las estanterías mientras veía a Kevin avanzar con el arma en la mano apuntando hacia todas partes asegurándose de que no había nadie.
Al llegar al lugar se quedo por unos instantes quieto mirando lo que había en el suelo aunque no pareció que pasara nada extraño.
Por el momento respire aliviada pensando que tal vez lo que había sentido había sido mi subconsciente que estaba trabajando horas extras.
De pronto se volvió y escuche aquella risa burlona y casi diabólica nuevamente, después de aquello Kevin grito con fuerza y varios disparos volvieron a escucharse atenuados por los truenos.
─ Puto muñeco!…─ exclamo Kevin mientras se agachaba y rompía algo de su ropa para hacer un vendaje improvisado.
Me acerque rápidamente para ver que es lo que había pasado, y pude ver parte del muñeco con la oca abierta llena de colmillos y cubiertos de sangre, tenia varios disparos en la cabeza de la cual salía un liquido negruzco.
Al ver que le había mordido note un escalofrió que inundo mi cuerpo pensando que le pasaría lo mismo que le había sucedido a los demás después que le mordiera una cosa de esas.
Desde una distancia prudencial me quede mirando a Kevin apretarse el vendaje, en cuando se puso en pie empezó a cojear debido a la herida.
─ No!, te han mordido…te convertirás en uno de ellos…─ dije mientras veía como Kevin cojeaba al moverse mientras se acercaba a mi.
No pude mas que retroceder unos pasos para mantener la distancia de seguridad aunque no sabría cuando ni como se transformaría pero estaba segura que así seria.
─ No digas tonterías, es solo un mordisco nada mas…no me pasara nada…─ expuso Kevin pensando que eso no seria nada.
Pero ya había visto como varias personas se habían transformado por un mordisco, esperaba que no fuera así.
─ Tenemos que seguir mirando el lugar…Vamos…─ dijo Kevin invitándome a que siguiéramos buscando un poco mas.
Manteniendo una distancia prudencial seguia a Kevin saliendo de aquel almacén para dirigirnos a otro.
Una vez fuera el tiempo apenas había cambiado la lluvia había cesado al menos era algo, puesto que estaba empapada.
No tuvimos que caminar mucho para llegar a otro de los almacenes, entramos por el mismo sitio.
Kevin en un momento empezó a toser de manera brusca y a tocarse la pierna como si le pasara algo , aquello hizo que mantuviera mas aun la distancia de seguridad.
Entramos por la puerta, y el sitio era prácticamente igual que al anterior, solo que las estanterías estaban tiradas por el suelo, haciendo un camino que nos dirigía al centro.
Avanzamos entre los estantes en dirección al centro , cuando llegamos el estomago se me revolvió de golpe, gire la cabeza ante tal macabra imagen.
Podia ver cadenas terminadas en ganchos que pendían del techo en estos los cuerpos colgados de los policías en orno a una pila de muñecos que estaban ensangrentados por la sangre de ellos que caía encima, alrededor de esto había varias antorchas colocadas en postes, sus caras estaban deformadas por el dolor algunos parecían pedir ayuda.
─ ¿Pero que demonios…?...─ curioseo Kevin viendo el espectáculo, que parecia haberle impactado.
Se acerco a ellos mirando si alguno al menos estuviera vivo, cuando estuvo cerca de uno este reacciono, su cuerpo se convulsiono en un estertor, bajo la cabeza mirándonos de manera extraña y aterrorizada.
─ Huye…Rápido!...─ pronuncio aquel hombre siendo aquellas sus ultimas palabras, Kevin retrocedió un poco con el arma preparada para lo que pudiera suceder.
Como pude busque un lugar para esconderme entre los estantes, y mirar lo que estaba pasando.
De improviso escuche una risa que me resultaba muy familiar y unos pasos que se acercaban hacia mi dirección, pude ver como aquél ser con el tronco en forma de acordeón y vestimentas de arlequín aparecía entre las sombras.
─ Así que me la has traído…que bien…si me la das te prometo que saldrás vivo de aquí…─ dijo aquella cosa casi sin mover los labios, pensé que estaría siendo controlada desde algún lugar.
─ ¿Por qué tienes tanto interés en ella…?...Es solo una cría nada mas…─ consulto Kevin mientras veía como en su rostro había algo de dolor que intentaba ocultar.
─ Eso es asunto mío que no te incumbe…además si no quieres hacerlo me es indiferente dentro de poco serás tu mismo quien me la ofrezcas…─ 5respondio aquella cosa mientras su cuerpo se movía de un lado a otro pero permaneciendo en el mismo lugar.
En eso note como la muñeca se movía como si me estuviera diciendo que quería que la soltara, podia notar como la expresión de Kevin se tornaba mas de dolor, por lo visto el efecto del mordisco estaba empezando a presentarse…
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Bueno aqui dejo otro capitulo mas espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
630
3.588 ATC
SOLA EN LA OSCURIDAD
Kevin bajo la cabeza y empezó a reírse, pensé que la infección del mordisco ya había echo efecto.
Mientras tanto la muñeca comenzó a moverse mas violentamente no tuve mas opción que soltarla, al dejarla caer al suelo avanzo unos cuantos pasos de manera ágil hasta estar a una distancia de ellos, ala vez que metía la mano en la cesta de mimbre sacando una de sus pequeñas hachas, parecia que no la habían visto aun.
─ Parece que la infección te ha alcanzado…dame a la chica!...─ ordeno aquella marioneta señalando hacia donde estaba.
─ Ja, ja, ja…─ rió Kevin de manera casi alocada mientras mantenía la cabeza bajada, en ese momento se hizo el silencio.
─ Te he dicho que me la traigas!, parece que tu cerebro aun sigue resistiéndose, pero será por poco tiempo…─ hablo aquel monstruo mientras miro hacia mi dirección sonriéndome de manera tétrica, casi al mismo momento que lo hubo echo un relámpago ilumino brevemente la sala haciéndolo aun mas tétrico.
─ Si la quieres…ven a por ella…─ dijo Kevin levantando la cabeza con una sonrisa, en su rostro, y rápidamente apunto con una escopeta al cuerpo de aquella cosa y empezó a descargar una y otra vez con una expresión sádica en su rostro, los disparos resonaban en el lugar con fuerza junto con los gritos de aquella marioneta que no tuvo ni una oportunidad de moverse.
Cuando hubo acabado vi que apretó el gatillo varias veces, queriendo continuar disparando, después de eso soltó la escopeta tirándola al suelo y cayendo al suelo de rodillas.
No pude mas que empezar a llorar viendo aquello y como se encontraba Kevin, salí de mi escondite y me acerque a él pero este puso su mano delante mía manteniendo una distancia, sabia que casi se había transformado, incluso su piel ya era blanquecina.
─ Kevin! no!...─ exclame mientras veía como sacaba una pistola de la parte de atrás de su cintura y la apuntaba a su sien.
─ Aléjate…no queda otra… corre rápido, sal de aquí!...─ dijo Kevin mientras amartillaba el arma.
─ No!...─ dije mientras las lagrimas me saltaban a las mejillas y casi no me dejaban decir nada mas, tenia un nudo en la garganta al ver aquello.
─ VETE!...SAL DE AQUÍ!!!...─ grito Kevin a pleno pulmón, no pude mas que darme la vuelta y empezar a correr en cuanto hube apenas avanzado unos metros escuche un disparo, no pude mas que girarme e ir hacia donde estaba, pude verlo en el suelo en un charco de sangre y con el arma en la mano.
Por un momento me quede llorando junto a su cadáver, en ese momento observe como la mano de aquella marioneta se movió acercándose junto a mi, al parecer no había muerto del todo después de la descarga de disparos que había sufrido, en ese instante note como un chorro de sangre me salpicaba, era la muñeca que se había lanzado clavando su hacha en la cabeza de aquella cosa matándola definitivamente.
Pude ver su rostro manchado de sangre y su vestido que extrañamente las machas desaparecían era como si fueran absorbidas de forma macabra, aun así su rostro siniestro e inexpresivo parecia que me estuviera sonriendo.
─ Al parecer aun te resistes a venir conmigo…─ pronuncio una voz desde la oscuridad que retumbaba el eco en el edificio, mire hacia todas partes para ver de donde provenía pero aquello estaba en plena oscuridad y los relámpagos no ayudaban mucho.
─ ¿Dónde esta Alice?...─ pregunte mientras me secaba las lagrimas del rostro, de vez en cuando miraba a la muñeca que permanecia inmóvil.
─ No te preocupes, se encuentra a salvo esperando a su hermanita, solo tienes que seguirme…─ respondió la voz cada vez mas cercana, casi la notaba encima mía solo pude ver como una mano de apariencia humana salía de la oscuridad ofreciéndome que la tomara.
Por unos instantes me quede temerosa mirándola sin saber que hacer hasta que acerque la mía, lentamente y temblorosa para tomarla y que me llevara donde estaba mi hermana.
Pero antes siquiera de rozar sus dedos una hacha acertó en la mano cercenándola al instante y cayendo al suelo, ni siquiera se produjo un quejido de dolor.
Grite con fuerza viendo la mano en el suelo y como la muñeca daba unos pasos acercándose, mientras que un relámpago iluminaba el lugar pude ver que se trataba de uno de los cuerpos de los policías reanimados, su rostro estaba deformado horripilantemente, sus cuencas estaban vacías y su boca cosida con hilo rojo, su piel blanquecina le daba un aspecto lúgubre y terrorífico.
─ Maldita muñeca!...─ exclamo la misma voz y de un manotazo hizo volar a la muñeca a varios metros estrellándola contra la pared.
Nerviosamente tome la pistola de Kevin y apunte a la marioneta de manera temblorosa, podia notar el peso del arma en mis manos y que casi no podia con ella.
─ Solo quiero ayudarte nada mas…Ven y te llevare donde esta tu hermana…¿Es lo que quieres no es así…?...─ consulto la voz nuevamente mientras aquella cosa se acercaba de manera danzarina, podia verse aquellos hilos plateados que llegaban hasta sus muñecas y pies.
Cuando estuvo a escasos metros de mi apreté el gatillo, la repulsión del arma hizo que me cayera al suelo, aun en este seguí disparando una y otra vez hasta agotar las balas que tenia y apreté varias veces mas el disparador sin resultado alguno solo el chasquido del arma vacía.
─ Aléjate de mi monstruo!...─ exclame mientras disparaba y escuchaba como aquella cosa emitía gemidos desgarradores y caía al suelo.
─ Solo quiero llevarte con tu hermana, y es muy simple solo tienes que tomar mi mano…─ hablo aquel monstruo mientras se acercaba dando saltitos de manera torpe.
Me di la vuelta y corrí de nuevo hacia mi escondite, aquello ya no lo aguantaba mas, mire hacia donde se suponía que había alzado a la muñeca pero allí no estaba.
─ No debes de tenerme miedo, no voy a hacerte daño…─ dijo aquel ser mientras se mantenía a distancia de donde yo estaba.
Cerré los ojos por un momento intentando despertarme de aquella pesadilla, y pensar que Alice estaría a mi lado.
En un momento escuche un alarido de dolor y como varias partes caían al suelo, cuando los abrí observe que había trozos de aquel policía por el suelo desperdigados y que los hilos habían sido cercenados por la muñeca.
Me quede por varios minutos en mi sitio temblando y mirando hacia todas partes, podia escuchar los truenos de la tormenta de afuera junto con los relámpagos que se sucedían y el repiqueteo de la lluvia.
Me acerque a la muñeca y la tome en los brazos, mirándole al rostro que cada vez me parecia menos amenazadora.
La abrace con fuerza deseando que Alice regresara, pensé que no podia hacer nada mas, tendría que salir, pero no sabia a donde ir.
Avance por el almacén buscando algún sitio para pasar la noche y esperar que pasara la tormenta.
Cuando al fin encontré un lugar entre las estanterías me acurruque abrazando a la muñeca entre mis brazos poco a poco fueron cerrándoseme los ojos, el sueño me vencía pero cada vez que dormía un poco venían a mi mentes esas marionetas deformes y amenazadoras y sobre todo lo que había hecho Kevin.
En uno de esos momentos que abrí los ojos vi como una figura entre las sombras, la tormenta había cesado y no se escuchaba ningún trueno la luz de la luna entraba por uno de los ventanales.
Aquella figura tenia la apariencia de Alice, por un instante pensé que tal vez hubiera escapado de su captor.
─ ¿Alice eres tu…?...─ consult6e mientras me levantaba y me restregaba los ojos, enseguida note que la muñeca no estaba y no parecia estar por ningún lado.
─ Hermanita…─ respondió esa figura inmóvil mientras levantaba los brazos para abrazarme.
Rápidamente me dirigí hacia ella pero cuando estuve a escasos metros escuché como si algo la golpeara haciéndola caer al suelo.
Al acercarme me fije que la muñeca había saltado sobre su espalda clavándole el hacha en la cabeza.
Horrorizada me acerque corriendo sobre su cuerpo, la muñeca cayo nuevamente al suelo quedándose inmóvil.
No sabia que hacer estaba paralizada, la sangre cubría el suelo y era de un color rojo en vez de negro como tenían aquellas cosas.
Me daba miedo darle la vuelta y comprobar que era ella, pero al hacerlo vi horrorizada que no era ella solo una imitación mas de aquel sádico, era una niña su rostro estaba deformado y no tenia ojos sus cuencas estaban vacías.
─ DEVUELVEME A MI HERMANA!!!...devuélvemela…─ grite con fuerza y luego volví a repetir mientras caía de roillas llorando.
El silencio se hizo patente en aquel lugar hasta que escuche sirenas de la policía acercándose lo mas seguro es que fueran refuerzos al no tener señal de la anterior patrulla.
Mientras permanecia en mi sitio sin saber que hacer note a mi lado nuevamente la muñeca, de inmediato la abrace con fuerza.
Escuchaba como la policía se movía por le lugar, gritando por todas partes al encontrar lo que había pasado hasta que llegaron a donde yo estaba enseguida avisaron por radio al verme.
Después de eso uno de ellos me condujo afuera hacia una de las furgonetas y me sentó ofreciéndome una manta mientras seguían mirando el lugar.
Mientras permanecia inmóvil intentando aun recuperar mi mente de todo lo que había visto se acerco un policía que se quito el casco la parecer era un mujer de pelo corto y liso de color castaño no aparentaba mas de veinticinco, su rostro era redondeado y suave y los ojos de un verdoso suave.
─ Bueno…se que esto es difícil para ti…¿podrías explicarme lo que ha pasado…?...─ curioseo la policía hablándome de manera amable y pausada, mientras me aferraba a la muñeca.
No pude pronunciar ni una palabra, era como si tuviera algo en la garganta apretándomela, cuando casi al instante llegaron ambulancias.
─ Mira, estoy segura de que lo has pasado fatal…pero necesito saber que ha pasado…─ expuso la policía intentando que respondiera pero no podia hacerlo solo obtuvo silencio.
─ Bueno empezaremos pro algo mas sencillo…¿Cómo te llamas…?...Yo me llamo Mari…─ consulto Mari mientras me sonreía de manera muy agradable.
─ Me… llamo Chloe…─ respondí casi tartamudeando, mientras venia venir a un enfermero para atenderme y mirar si me encontraba bien.
─ ¿Se encuentra bien…?...─ curioseo de manera mas seria mirando al enfermero como comprobaba que no tuviera ninguna herida importante.
─ Físicamente tiene varios rasguños y moratones, aparte esa sangre no es suya…pero deberíamos de tenerla en observación por un día o dos…─ contesto el enfermero cuando ya hubo mirado mi estado en ese momento vino a mi mente que me alejarían de donde se encontraría Alice, como un relámpago solté la manta y me dirigí de nuevo hacia el almacén pero enseguida Mari me detuvo sujetándome con el brazo mientras forzaba para soltarme.
─ Alice, no suéltame…Alice…─ repetí una y otra vez intentando forcejear con Mari pero no había forma ni siquiera la muñeca reacciono al tenerla cerca.
─ No puedes volver a entrar…─ en cuanto apenas había dicho eso note como un pinchazo en el brazo que enseguida me hizo entrar en sueño poco a poco mi cuerpo se abandono a lo que me habían inyectado.
Ni siquiera supe el tiempo que pase dormida, en cuanto abrí los ojos me di cuenta que estaba en un hospital nuevamente, la habitación era blanca, y tenia un fuerte olor a desinfectante por el ambiente, desde donde estaba podia ver una televisión puesta en una de las esquinas y cuando mire en dirección a la ventana pude ver que era de día, podia escuchar un maquina a mi lado con su característico pitido, intente mover la mano pero parecia que la tuviera atada cuando me di cuenta era una correa.
─ Vaya al fin has despertado…ahora solo relájate un poco, según dijiste esa tal Alice es tu hermana…¿Qué le ha pasado…?...─ curioseo Mari mientras se sentaba a mi lado por lo visto no se había separado de mi en todo el momento.
No hice mas que girar la cabeza ignorándola, solo quería salir de allí y volver para encontrar a Alice.
─ Lo único que quiero es ayudarte, se que por lo que has pasado ha tenido que ser algo horripilante, pero no puedo hacer nada si no me ayudas…Encontramos a Kevin muerto, por y las huellas en la pistola son tuyas y de él, me gustaría solo saber que es lo que ha pasado…y así podré ayudarte para encontrar a tu hermana…─ comento Mari de manera muy agradable y amistosa.
Aunque mi respuesta solo fue el silencio, mi necesidad de salir de allí era cada vez mayor, pensé que si aquella cosa había venido por nosotras en el otro no tardaría en venir a este, como un impulso mire para ver si veía a la muñeca por algún lado pero parecia que no estaba en la habitación.
─ ¿Estas buscando la muñeca…?...No te preocupes esta aquí…─ dijo Mari mientras se dirigía hacia el armario y la sacaba.
Pude ver que la muñeca no reacciono al ser tomada por Mari por lo menos estaba segura de momento, de manera muy tranquila la puso a mi lado tumbada en la cama.
─ Necesito saber que es lo que ha pasado, y como Kevin ha terminado en ese estado, cuando llegamos casi no parecia humano, además estamos haciendo lo imposible para encontrar a tu hermana…─ hablo Mari intentando convencerme para que hablara pero no pronuncie ni una sola palabra solo gire la cabeza mirando su rostro inmóvil y atento a lo que pasara en la habitación, aunque no parecia prestarle atención a Mari.
Mientras seguia hablándome, el doctor entro en la habitación, en ese momento la muñeca giro la cabeza de manera brusca fijando su mirada en él.
Aquello hizo que se me erizara la piel cuando le mire no parecia nada distinto, pero estaba convencida de que no era humano.
─ ¿Cómo se encuentra…?...¿Puede salir ya…?...─ curioseo Mari esperando que ya estuviera bien.
El medico se e acerco ara comprobar como estaba, en ese momento empecé a echarme todo lo que podia para atrás, pero el respaldo de la cama me impedía moverme mucho, mientras la muñeca no le perdía ojo fijándose en cada movimiento, el medico miro a la muñeca y le sonrió de manera macabra, este sabia perfectamente que le había descubierto, pero no quiso aparentarlo para no formar un escándalo.
Mari se quedo mirándome, extrañada sabia que algo estaba pasando pero no el que.
─ Bueno físicamente se encuentra bien, pero aun esta en shock debería de quedarse unos días mas…─ respondió el doctor mientras le mostraba unos papeles a Mari que esta empezó a repasar.
─ No se preocupe si esta bien nos vamos y no le molestamos mas…─ hablo Mari con la voz algo cambiada su tono amable cambio de manera brusca a una tonalidad mas seria.
─ Muy bien ahora les traigo el alta voluntaria…─ expreso el doctor mientras salía de la habitación, enseguida Mari empezó a sacar la ropa del armario y a dejármela sobre la cama.
─ Chloe…¿Pasa algo…?...es como si hubieras cambiado al ver al medico…dime… ¿estaba en el almacén…?...─ consultó una y otra vez con mucha curiosidad sabia que algo estaba pasando pero no sabia el que.
Tome la ropa que estaba limpia y comencé a ponérmela todo lo deprisa que pude, quería salir a toda prisa y alejarme todo lo que pudiera de aquel sitio, sin embargo lso recuerdos del anterior hospital vinieron a mi mente.
En cuento me hube vestido tome a la muñeca y nos dirigimos hacia la entrada del hospital, para esperar al doctor todo parecia estar en plena calma, las enfermeras iban de un lugar a otro y algunos enfermos paseaban por los pasillos.
Abracé a la muñeca y tome la mano de Mari esta al notarla me apretó suavemente la mía, no se como explicarlo pero su presencia me hacia sentir mas tranquila.
Mientras esperábamos el ascensor se abrió de el salieron varios pacientes y una mujer, de facciones duras y pelo muy peinado terminado en un moño, su facciones era duras aunque ella era joven, vestía una blusa de color blanco y una chaqueta de color marrón junto con una falda de tubo y unos zapatos de tacón negro.
─ No puede ser…¿cómo narices te has enterado…?...Julia no me jodas…─ comento Mari nada mas verla al parecer ya se conocían pero no parecia que se llevasen muy bien.
─ Vaya mira quien tenemos aquí, Mari…ya sabes a lo que he venido así que no me hagas hacerlo por las malas…─ dijo Julia con voz seria y algo grave mientras le pasaba unos papeles.
─ Escucha no esta en condiciones de que te la lleves…acaba de salir de un infierno…─ Mari explicaba mi situación mientras que Julia atendía atentamente, aunque su expresión no cambiara en absoluto.
─ No pensaría que te la quedarías…además de momento ira a una casa de acogida…─ contra ataco Julia con su argumento, pero en cuanto dijo casa de acogida me vinieron recuerdo algo agridulces de haber estado en algunas.
─ Escucha es testigo de varios homicidios y de la desaparición de su hermana…podría quedármela unos días, hasta que este en mejor situación de al menos responder a las preguntas…─ expuso Mari probando convencer a Julia pero esta no parecia que cambiara de actitud podia verse en su rostro impasible.
─ Mari lo sabes de sobra…no lo hagas mas largo…firma y listo…podrás ir a verla cuando quieras…─ comento Julia pasándole un bolígrafo para que firmara, Mari lo tomo de mala gana y puso su firma.
─ Toma aquí tienes mi tarjeta, no la pierdas en ningún momento y si pasa algo raro me llamas iré enseguida…─ dijo Mari mientras me miraba a los ojos y me entregaba una tarjeta que enseguida me puse a mirarla.
─ Vámonos Chloe…te espera tu nuevo hogar…─ comento Julia mientras me extendía la mano, por unos instantes me quede mirándola sin moverme del sitio, después mire a Mari a los ojos despidiéndome de ella.
─ Vamos, no te preocupes recuerda si pasa algo me llamas…─ comento Mari de manera amistosa y muy agradable, al momento me acerque a Julia y la toma de la mano su piel estaba completamente helada lo mas seguro por le tiempo que hacia, al parecer de momento la muñeca no había reaccionado.
Antes de salir nos abordo el medico, con una carpeta en sus manos, enseguida la muñeca giro la cabeza mirándole.
─ Menos mal que las alcanzo…tiene que firmar el alta voluntaria…─ comento el medico de manera seca mientras Julia firmaba.
─ Bueno ya esta todo…vamos Chloe tengo algo de prisa, estoy segura que te gustara el hogar de acogida…─ dijo Julia mientras tomábamos el ascensor aunque según los recuerdos que tenia no eran del todo felices.
Al llegar al aparcamiento, esta tomo el llavero del coche y apretó un botón haciendo que el coche indicara su posición, el sitio era bastante frió y podia escucharse los coches como entraban y salían del lugar.
En cuanto llegamos al coche note como si las luces parpadearan un poco, aquello me dio la sensación de que algo iba a pasar.
─ Vamos entra…tenemos un largo viaje…─ hablo Julia mientras me abría la puerta de atrás, enseguida entre y me senté dejando a la muñeca sentada en mi regazo.
A mi lado estaba su bolso y nada mas, después me quede mirando por la ventana, los recuerdos de Alice me venían a la cabeza tenia que encontrarla cuanto antes a saber por lo que la estaría haciendo pasar aquel monstruo.
El coche arranco casi de manera inmediata salimos de aquel sitio en dirección a la casa de acogida, el viaje fue bastante tranquilo hacia buen tiempo y el trafico no era muy denso, aunque Julia no parecia tener ganas de conversación, podia ver a la gente pasear de un lugar a otro con sus problemas que encantada se los cambiaria por los míos.
Estábamos casi al mediodía y mi estomago empezaba a quejarse por el hambre, en cuanto nos detuvimos Julia miro por le retrovisor.
─ Si tienes hambre podemos parar y comprarte algo…─ comento Julia mirando a través del retrovisor, no pude mas que asentir.
Avanzamos unos cuantos metros y aparcamos cerca de un hamburguesería, y avanzamos por la línea de pedidos al llegar pidió una hamburguesa, en cuanto salimos nos dieron el pedido en una bolsa.
Julia me lo paso y enseguida empecé a comer, al menos aquello me calmaría momentáneamente.
Tardamos como una hora y media en llegar al sitio, la casa estaba casi en las afueras en un sitio bastante amplio rodeada por un jardín la casa era de dos plantas y podia verse varios niños corriendo de un lugar a otro y varios columpios.
Nada mas llegar los niños se quedaron mirándonos, pero enseguida perdieron el interés en nosotros, en cuanto aparcamos baje del coche junto con Julia.
Nos recibieron un par de monjas que dirigían aquel lugar, su aspecto era de los mas simple, aunque eran bastante jóvenes.
─ Julia que alegría volver a verte…¿Qué nos traes esta vez…?...─ curioseo una de las monjas mientras me miraba de manera curiosa y atenta.
─ Se llama Chloe a perdido a su hermana, estará aquí por un tiempo…─ contesto Julia mientras me presentaba ante las monjas en eso avance unos pasos mirando hacia todos lados, la casa tenia un aspecto tranquilo, mientras los niños jugaban en el jardín de un lugar a otro haciendo bastante ruido.
─ Pareces algo asustada no te preocupes, no tienes que tener miedo…─ hablo una de las monjas con tono tranquilizador mientras me sonreía amablemente, aunqeu una de las monjas no perdía de vista a la muñeca que llevaba en mis brazos.
Después de aquello la monja firmo unos papeles y seguidamente su compañera me acompaño dentro de la casa.
─ Aquí lo pasaras muy bien pero también tenemos reglas que debes de obedecer…Puedes llamarme hermana Carla…acompáñame te mostrare la casa…─ comento Carla mientras entrábamos en el edificio aquel sitio era bastante grande nada mas entrar pude ver que las paredes estaban llenas de fotos de los niños y de las monjas a mi derecha había una habitación muy acogedora con una chimenea al fondo delante mía una escalera que llevaban al piso superior y al otro lado la cocina de la que salía un olor muy agradable.
La hermana Carla me empezó a mostrar las habitaciones mientras veía como algunos niños subían y bajaban por la escalera, cuando llegamos arriba pude ver un pasillo que terminaba en una puerta lo mas seguro el cuarto de baño, aquel sitio estaba iluminado por lámparas que colgaban del techo en frente de una habitación de dos puertas había otra pensé que seria la de las monjas del techo colgaba una cuerda que llevaría al ático.
─ Aquí tienes los dormitorios y al fondo del pasillo el cuarto de baño, enfrente estamos nosotras…esta es tu cama, descansa un poco hasta la cena y no te preocupes seguro que encuentran a tu hermana…no te preocupes seguro que aquí haces amigos…─ comento la hermana Carla después de eso abandono el dormitorio, por mi parte me quede sentada en la cama mirando el sitio tenia un olor extraño pero no era desagradable y el lugar parecia muy tranquilo, mire a la muñeca a los ojos directamente pareciera incluso que me estuviera sonriendo, por mi cabeza paso donde estaría mi hermana y si seguiría viva aquellas preguntas me torturaban.
Mientras permanecia absorta en mi mundo un par de niños entraron en el dormitorio corriendo y se acercaron donde estaba.
─ Es la nueva…¿Cómo te llamas…?...─ curioseo uno de ellos de manera brusca y con tono enfadado.
No hice mas que mirarle a los ojos y no pronuncie ni una palabra no tenia gana ni de responderles siquiera.
─ Escucha en este lugar mandamos nosotros…así que ándate con cuidado…responde, ¿cómo te llamas…?...─ volvió a preguntar con tono mas enfadado aun pero aun así ni siquiera le respondí solamente le mire a los ojos fijamente.
─ Vale si no quieres hablar, te quedaras sin la muñeca…─ dijo el niño mientras tiraba de la muñeca con fuerza, al notarlo fue como si despertara de mi mundo y empecé a tirar de ella.
Los dos forcejeamos con fuerza por la muñeca hasta que el otro niño me empujo tirándome al suelo, pero no tardo mucho en que la misma muñeca reaccionara, el niño soltó un pequeño grito de dolor como si algo le hubiera cortado y seguidamente su amigo también.
─Auch!, la muñeca me ha hecho daño…─ exclamó uno de los niños mirando a la muñeca con odio.
Enseguida se dirigió hacia ella, pero esta como si algo tirara de ella se sentó y se quedo mirándolos a ambos.
Por un instante fue como si el tiempo se detuviera, pude ver como el odio de sus rostros se tornaba poco a poco en miedo y espanto al ver a los ojos de la muñeca, en eso salieron corriendo y gritando del sitio.
Me acerque a la muñeca para recogerla y me quede mirando la sangre que había quedado en el suelo por lo menos era de color rojo pero tenia que estar pendiente de ellos.
No hubieron pasado ni veinte minutos cuando una de las hermanas subió rápidamente para ver que es lo que había pasado.
─ No llevas aquí nada de tiempo y ya te estas metiendo en líos…señorita no nos gustan los que buscan problemas acompáñame…─ dijo la monja mientras tomaba mi brazo y me hacia seguirla a toda prisa.
Bajamos las escaleras con rapidez hasta llegar a un lateral de la escalera en la que había una puerta, en eso la abrió y me metió de un empujón en un lugar oscuro y deprimente era el sótano de aquel sitio.
Después de aquello cerro la puerta con llave, mire por unos instantes el lugar, era bastante amplio, pero a diferencia del resto de la casa aquel lugar era lúgubre y frío había varias cosas tiradas por todos lados como carritos de bebe y algunas sillas junto con una baúl al fondo, por donde mirara había telarañas por todas partes y la única luz entraba por un pequeño ventanuco en una de las paredes.
─ Piensa en lo que has hecho…─ dijo la monja mientras escuchaba como cerraba la puerta detrás de mi.
Baje los peldaños y avance unos pasos no sabía donde ponerme, me acerque al baúl y me senté mirando a la oscuridad, reflexionando sobre todo lo que había pasado.
Pasaron unos cuantos minutos mientras seguia en mi mundo cuando note como si la oscuridad se moviera de un lugar a otro como si estuviera viva pero a diferencia de la que sentí en la fabrica esta parecia mucho mas amigable y tranquila.
La muñeca reacciono haciéndome saber que debía soltarla, enseguida abrí los brazos dejándola caer al suelo esta se puso de pie enseguida y se fue hacia uno de los rincones donde había mas oscuridad que en los demás lugares.
Esta se quedo mirándola como si supiera que había algo en ese sitio, aunque no era amenazante puesto que entonces ya habría sacado las pequeñas hachas.
─ ¿Quién esta hay…?, ¿Quién eres…?...─ pregunte una y otra vez mientras me levantaba del baúl y me acercaba con cuidado.
El lugar seguia en silencio hasta que casi me coloque detrás de la muñeca, mirando con atención el rincón, la oscuridad se retorcía una y otra vez como si de un ser vivo se tratase incluso pude ver como formaba la apariencia de una figura humana.
─ No te preocupes no voy a hacerte daño. hace un tiempo le hable a tu hermana…os he estado observando desde hace un tiempo…─ expuso aquella figura de sombras aunque ni siquiera le llegue a dejar que terminara la frase.
─ ¿Dónde esta Alice…?, ¿Se encuentra bien…?...─ consulte de manera rápida sin darle tiempo a hablar.
─ Tu hermanase encuentra bien, no te preocupes, no tengo mucho tiempo…tienes que salir de este lugar cuanto antes estas en peligro, no pierdas a la muñeca…─ comento aquella figura mientras apreciera como si algo de sombra se acercara a esta y empezara a acariciarle el pelo, esta reacciono dando unos pequeños gemidos de placer como si le gustara aquello.
─ ¿Pero donde debo de ir…?...─ pregunte nuevamente de manera ansiosa, quería rescatar a Alice cuanto antes.
─ No tengo mucho tiempo recuerda Shadow Creek…─ expuso la voz con un tono como si le fallaran las fuerzas y enseguida aquella oscuridad empezó a desvanecerse de manera rápida.
En cuanto lo hizo recogí a la muñeca y metí la mano en el bolsillo buscando aquella tarjeta que me había dado Mari.
Empecé a pensar como salir de allí, puesto que no seria fácil, y menos aun sabiendo que estaban aquellos dos.
De momento preferi pasar el tiempo intentando pensar como salir solamente veía una forma de abandonar aquel lugar, puesto que la puerta estaba segura que la cerrarían.
Veía como la luz del día se apagaba poco a poco y como mi estomago empezaba de nuevo a rugir de hambre.
Pasadas unas horas la puerta volvió a abrirse pero esta vez era la hermana Carla la que entraba.
─ Chloe vamos ven a cenar…─ dijo la hermana Carla enseguida baje del baúl y subí las escaleras para salir, mientras pensaba en salir lo mas rápido que me fuera posible e ir a por Alice….
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
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3.588 ATC
UN ORFANATO OSCURO
Subí por las escaleras en dirección al comedor en cuanto llegue observe que la mayoría de los que había, ya tomaron asiento, el ambiente parecia bastante alborotado la hermana Carla me llevo hasta mi asiento.
Una vez sentada permanecia en silencio mientras los demás seguían con su escándalo, en cuanto entro la otra de las hermanas el silencio se hizo de repente, pareciera que le tuvieran miedo.
A su lado entraba la cocinera con una bandeja y varios platos en ella, seguidamente la monja empezó a repartir los platos hasta que todos tuvimos el nuestro, después de eso la hermana se puso a bendecir la cena.
Una vez lo hubo echo empezamos a cenar, el silencio se hizo patente durante la comida nadie pronuncio ni una sola palabra en cuanto terminamos nos dirigimos hacia el dormitorio, Carla me condujo hacia una de las camas una vez allí me senté en la cama mientras miraba a la muñeca como si ella supiera las respuestas a todo lo que estaba pasando, pero de momento no había reaccionado axial que supuse que estaría a salvo.
─ Hola me llamo Andrea…¿Cómo te llamas…?...─ pregunto Andrea a la vez que se sentaba a mi lado, aquella niña tenia el pelo corto y negro con dos coletas una a cada lado, sus ojos eran algo avellanados de color marrón suave, su rostro era redondeado y el tono de su voz parecia bastante amigable.
─ Me llamo Chloe…─ respondí de manera seca mientras bajaba la cabeza, en ese momento la muñeca giro la cabeza muy lentamente y se quedo mirando a Andrea, cosa que me extraño bastante.
─ Que muñeca mas bonita…─ comento Andrea mientras miraba a la muñeca, aquel comentario me llego a extrañar puesto que la mayoría de la gene sentía miedo o le parecia muy rara.
─ Mira que bien las dos raritas…¿Qué vais a ser novias…?...─ dijo el mismo chico de antes que había tenido una pelea.
─ Lárgate!, déjanos en paz…─ exclamo Andrea plantándole cara a aquellos niños, por un instante se quedaron mirándose fijamente.
─ Vámonos dejemos solas a la parejita…─ espeto el niño con crueldad mientras nos dejaba tranquilas.
─ Es un abusan no te preocupes, en cuanto le plantas cara se viene abajo…Yo también tengo una muñeca parecida a esa…─ expuso Andrea mientras se volvía a sentar a mi lado sonriendo.
Aquella aseveración me dejo un poco confundida, aunque me parecia increible que fuera como la que tenia.
Andrea se levanto y fue hacia su cama y busco por debajo de esta en una pequeña caja, en cuanto encontró lo que estaba buscando volvió de nuevo trayendo entre sus brazos una muñeca.
Era de un tamaño similar a la que tenia aunque un poco mas alta su sombrero era algo puntiagudo de color negro, aunqeu a cada lado de este tenia dos orejas de de animal, su pelo eran bucles de color rubio, los ojos idénticos a la de mi muñeca de un color rojo intenso y una línea roja bajaba por debajo de los parpados dándole un aspecto macabro, el vestido de época pero mucho mas elaborado de color negro con ribetes de color rojo, tenia unos zapatos muy simples oscuros.
Al verla me sorprendió bastante era como si fueran hermanas de alguna forma, enseguida la muñeca giro la cabeza mirándome, incluso me pareció que me había sonreído.
Enseguida Andrea se percato de lo que había hecho y solamente me sonrió de manera tranquila.
─ ¿Te gusta…?...Me ha dicho que no tienes que preocuparte, no te hará daño…─ hablo Andrea mientras le acariciaba el pelo a la muñeca.
Aquello me dejo perpleja es como si fueran de la misma familia cosa que me extraño mucho, pensaba que seria la única en tener esta clase de muñeca.
─ En verdad esta muñeca…no es mía es de mi hermana Alice…la han secuestrado…─ respondí explicándole brevemente lo que había pasado.
─ Venga niños es hora de dormir…─ comento Carla desde el otro lado de la habitación enseguida nos metimos en la cama y al segundo apago la luz, la única que iluminaba el lugar era la escasa que entraba pro la ventana de la luna.
Intente mantenerme despierta con la muñeca abrazada, tenia que salir de allí en cuanto todos se durmieran.
Las horas fueron pasando poco a poco, pensé que había pasado el tiempo suficiente para que todos estuvieran dormidos y poder escapar, me levante muy cuidadosamente colocándome los zapatos y me levante.
En cuanto apenas hube avanzado unos pasos escuche como un sonido extraño detrás de mi.
Solo esperaba que hubiera sido un sonido natural, pero al girar la cabeza pude contemplar como la muñeca de Andrea estaba sentada en el suelo mirándome, atenta a todo lo que hacia.
─ Pero que…─ susurre mientras me acercaba a ver que es lo que pasaba, mientras caminaba hacia ella podia escuchar la respiración de los demás y como se movían en sus camas.
A cada paso mi miedo se acrecentaba tenia la piel de gallina, mientras tanto sentía como si alguien estuviera detrás de mi, me pareció incluso como respiraban sobre mi hombro…
La muñeca prácticamente me sonrió de manera tétrica, casi sin darme cuenta vi como en su mano portaba un cuchillo que brillaba con una luz sobrenatural cogido en su mano, me resulto extraño puesto que antes no lo había visto.
Era raro puesto que mi muñeca hubiera reaccionado ante aquello, pero enseguida entendería que es lo que pasaba.
─ Chloe…¿Crees que podrías escapar de mi tan fácilmente…?...─ curioseo de forma susurrante una voz oscura que hizo que se me erizara la piel de manera casi inmediata.
Tragué saliva, notando como el sudor bajaba por mi cara, gire la cabeza y vi como Carla estaba casi flotando en el aire con unos hilos que llegaban al techo, su rostro estaba deformado pro completo sus ojos vacíos con sangre saliendo de ellos, su piel era de un color grisáceo suave sus cuerpo se movía de manera grotesca, sus extremidades estaban cortadas en trozos de los cuales aun chorreaba sangre por el suelo a cada paso, aquello era imposible.
Por un instante miré a la muñeca intentando que reaccionara pero parecia completamente inerte como si no hubiera nadie delante suya.
Volví de nuevo a mirar a la otra muñeca que se levanto de un pequeño salto y enseguida se lanzo contra el espanto que tenia detrás de m, no pude mas que agacharme, dejándole espacio.
En cuanto contacto con su atacante empecé a escuchar una serie de puñaladas, como el cuchillo atravesaba su carne una y otra vez con furia.
Cuando ya no hubo mas sonidos, gire la cabeza y vi como Carla estaba tumbada en el suelo con su cuerpo cosido a cuchilladas y el suelo cubierto de aquel liquido oscuro, mientras que aquella muñeca sonreía de manera lúgubre mirándome fijamente.
Caí al suelo mirando a la muñeca por un instante no sabia que hacer ni moverme o no, estaba aterrorizada, cuando retrocedí un poco choque con alguien pensé que me habían descubierto.
Eleve la cabeza y vi a Andrea de pie mirándome con una sonrisa en su rostro como si supiera lo que iba a pasar.
Sin pronunciar palabra me ofreció la mano para que me levantara, dudando aun de lo que pasaba acepte su ayuda.
─ ¿Pero tu…?...la muñeca…─ consulte de manera nerviosa mientras movía la cabeza de un sitio a otro mirando a la muñeca y después a Andrea.
─ Tienes que salir de aquí cuanto antes…rápido…es mejor que no preguntes…─ respondió Andrea de manera tranquila, aunque lo que mas me extrañaba era que mi muñeca parecia inerte sin reacción alguna.
─ ¿Pero pro que mi muñeca no ha reaccionado…?...─ volví a preguntar extrañada mientras me levantaba con el miedo en el cuerpo aun.
Sin llegar a responderme se adelanto un poco para recoger a su muñeca, aquello me tenia completamente nerviosa no sabia que hacer ni en quien confiar.
En cuanto puse un pie fuera de la habitación empecé a escuchar sonidos extraños provenientes de ella.
Andrea cerro la puerta y coloco una silla para atrancarla, rápidamente bajamos por las escaleras y tal como había pensado la puerta estaba cerrada.
─ Siempre la dejan abierta…─ comento Andrea mientras movía el pomo una y otra vez, enseguida escuchamos como golpes en la puerta de arriba.
─ Espera un poco…Necesito respuestas…─ expuse de manera directa y alzando la voz, intentando comprender lo que estaba pasando.
─ No hay tiempo, necesitamos salir de aquí…─ hablo Andrea mientras miraba si encontraba algo para golpear el pomo de la puerta y hacerlo saltar.
─ Pues encuentra el tiempo quiero saber… ¿como que tienes tu también esa muñeca…?,y ¿Por qué la mía no ha reaccionado…?...─ consulte una y otra vez de manera nerviosa necesitando aquellas respuestas.
─ Vale esta bien, pero ayúdame a encontrar algo para romper el pomo de la puerta…encontré a la muñeca un día sobre mi cama cuando vivía con mis padres, el tiempo pasaba feliz, aquellos días me encantaba pero uno de ellos todo se volvió negro cuando volvía del colegio, al entrar en casa todo estaba en silencio cosa que me extraño puesto que mi madre siempre salía a saludarme y escuchaba el saludo de mi padre…los llame una y otra vez pero nadie respondía, pensé que habrían salido a comprar algo, pero para mi sorpresa cuando entre en el salón para dejar la mochila vi a mi padre con un cuchillo clavado en el pecho, el sillón estaba manchado con una gran mancha de sangre, no pude mas que gritar con fuerza, llore desconsoladamente por un momento viendo aquello rápidamente subí, fui hacia el teléfono y marque el numero de la policía, pero alguien había cortado la línea, así que pensé en salir y pedir ayuda a los vecinos pero la puerta estaba cerrada, cuando escuche como unos sonidos parecidos a madera detrás de mi cuando vi a mi madre convertida en una de esas cosas asustada como pude fui a mi habitación ese monstruo no paraba de llamarme con su voz pero sabia que no era ella, atranque la puerta y tome a la muñeca y me escondí debajo de la cama, escuche como golpeaba en la puerta de mi habitación una y otra vez llamándome para que saliera, cuando de pronto la puerta cedió cayendo al suelo, note como la muñeca se movía en mis brazos como pidiéndome que la soltara, lo hice y lo siguiente que escuche fueron lso alaridos de aquella cosa retorciéndose de dolor, cuando todo hubo pasado me quede por un rato debajo de la cama…con respecto a lo de tu muñeca no se por que no ha reaccionado…ahora démonos prisa…─ respondió Andrea descubrí todo lo que había pasado, era parecido a lo mío con mis padres adoptivos.
En ese momento escuche como la puerta de arriba cedía poco a poco no teníamos mucho tiempo.
─ Es mejor que vayamos pro el sótano hay una ventana…─ hable pensando que era nuestra única salida, pero al llegar a la puerta e intentar tocar el pomo se formo una especie de oscuridad como si fuera algo físico, sentí como una descarga recorriéndome el brazo.
─ Auch!...no puedo tocar el pomo…─ exclame sujetándome la mano por el dolor, enseguida Andrea hizo lo mismo y sintió el mismo dolor una y otra vez lo hicimos pero resultaba en vano.
Los lamentos de los niños se escuchaban cada vez mas cerca, no podíamos perder tiempo pero la única salida la teníamos bloqueada.
Por un instante Andrea me entrego a su muñeca y observo la ventana y una de las sillas, levantándola la lanzo contra esta pero sin resultado, aquella oscuridad se había apoderado del interior de la casa.
Aquello me estaba superando no sabia que hacer lso pasos de aquellas cosas bajaban por la escalera, cuando note como las dos muñecas acercaron sus manos hacia el pomo y como la descarga eléctrica impactaba en sus manos pero sin efecto en cuanto tocaron el pomo escuche como el cerrojo se abrió y la puerta se desbloqueaba.
─ Se ha abierto la puerta vamos…─ alce la voz, Andrea dejó lo que estaba haciendo y bajamos rápidamente por las escaleras, pero antes cerré el cerrojo para que no pudieran pasar pero aquello no tardaría en ceder.
Bajamos a tientas con cuidado de no tropezar el sitio estaba oscuro por completo pero aquella oscuridad incluso aprecia mas acogedora y tranquila.
Cuando al fin llegamos abajo pudimos ver la luz que atravesaba el ventanuco e iluminaba el baúl.
Enseguida subimos al baúl para abrirlo, lo empujamos y Andrea salio de allí seguidamente le pase las muñecas y fui yo detrás de ella.
En cuanto estuvimos fuera sentí la brisa de la noche y la humedad que había, el sitio estaba en silencio a pesar de todo, pero en cuanto miramos la casa pudimos ver como un halo de oscuridad que parecia envolverla.
─ Tenemos que buscar un teléfono…tengo que llamar a alguien para que venga…─ comente mientras metía la mano en uno de los bolsillos recordando la tarjeta.
Amabas corrimos hacia la carretera pensando que podríamos encontrar un teléfono, pero estábamos bastante lejos de la ciudad y encima de noche.
─ Espera no puedo mas estoy agotada…─ dijo Andrea mientras jadeaba por la carrera que habíamos dado, al menos de momento ya estábamos a salvo o eso pensaba…
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno aqui os dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Mayordomo
43
510 ATC
Ha estado excelente tu historia por lo que ha avanzado mucho. La unica duda que no me deja claro es cuantos personajes hay en toda la historia? Ya que aparte de la protagonista, solo veo dos hasta ahora o quiza perdi la cuenta ya que no les he tomado importancia.
Suerte!
Inició el tema
Mazoku
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3.588 ATC
VIAJE HACIA SHADOW CREEK I
─ No podemos detenernos, no tardaran en salir a buscarnos…─ expuse mirando pro si alguien del orfanato venia.
─ Espera un segundo a que recupere el aliento…─ comento Andrea mientras respiraba con dificultad después de la huida que habíamos tenido.
Por un momento me senté y me quede mirando a las estrellas, la noche estaba tranquila pero aun así al mirar a la luna sentía un escalofrió que recorría el cuerpo, mientras la brisa nocturna era bastante fresca se podia ver de vez en cuando algún murcielaguillo revolotear de un lado a otro, mire hacia la carretera y nos quedaba un buen camino hasta llegar al menos hasta alguna gasolinera.
─ Sigamos, ya esto algo mejor…─ dijo mientras se levantaba aun jadeando algo, pero no podíamos detenernos por mucho tiempo.
─ ¿Qué es lo que te ha pasado a ti…?...─ curioseo algo Andrea mientras caminábamos en dirección a la ciudad.
─ Es parecido a lo tuyo salvo que yo he sido huérfana desde pequeña junto con mi hermana que nació ciega, fuimos dando vueltas de casa en casa hasta hace poco…─ continué explicándole mientras caminábamos lo que nos había pasado.
─ Lo siento…─ contesto Andrea bajando la cabeza pensando que lo suyo no había sido tan mal como lo que pasaron Chloe y su hermana.
De vez en cuando miraba hacia atrás asegurándome que la gente del orfanato no nos siguieran, pero aun así de no haber nadie algo me decía que nos estaban persiguiendo.
El camino fue largo estuvimos caminando como unas tres horas, cuando a lo lejos vimos una gasolinera, el sitio estaba iluminado pero completamente solitario, había varios surtidores y una tienda de recambios para el automóvil y un pequeño bar al lado que a esas horas estaba vacío.
Busque el teléfono pro todos lados hasta que encontré la cabina me acerque a ella y empecé a rebuscar entre los bolsillos hasta que hallé la tarjeta que me había dado.
Pero no tenia ninguna moneda, así que preferi llamar a cobro revertido, pasaron unos segundos cuando escuche una voz como adormilada.
─ Diga...─ respondió Mari con tono de haberse despertado hace poco.
─ Soy Chloe necesito que vengas, he tenido que escapar del orfanato donde me encontraba…─ comente mientras miraba hacia todos lados asegurándome que nadie nos había seguido, incluso mire a las muñecas para asegurarme, esperaba que al menos la mía reaccionara.
─ Espera un poco, ¿qué ha pasado en el orfanato…?...─ curioseo Andrea con el tono mas despierto, por lo visto la noticia la había despejado.
─ Casi terminan matándonos, tienes que venir a recogernos….─ volví a repetir, sabia que algo pasaba pero no estaba segura que es lo que era.
─ Muy bien, ¿dónde estáis…?...─ curioseo Mari mientras escuchaba algunos sonidos, lo mas seguro buscando su ropa.
─ Estamos en una gasolinera por el camino que me trajiste en el coche, por favor date prisa…─ espete intentando hacer que se diera prisa para recogernos sabia que no estaríamos seguras por mucho tiempo.
─ Muy bien no te preocupes, estaré en una media hora, salgo ahora mismo…─ dijo Mari mientras se despedía y soltaba el teléfono, en eso colgué el auricular.
─ ¿Qué ha dicho…?...─ pregunto Andrea mientras abrazaba a la muñeca fuertemente.
─ Tendremos que esperar media hora…─ respondí a la vez que caminábamos de nuevo hacia la carretera para ver si venia y que pudiera vernos con facilidad.
Cuando estábamos mirando observe como una figura desgarbada venia hacia donde nos encontrábamos, cuando estuvo mas cerca, nos dimos cuenta que se trataba de la monja.
─ No puede ser nos ha seguido hasta aquí…─ comento Andrea, de reojo pude observar como ambas muñecas giraban la cabeza en dirección hacia ella, que poco a poco se acercaba.
─ Tenemos que escondernos…─ hablo Andrea con miedo en su voz, empecé a mirar hacia todas partes hasta que el único sitio que me pareció medio bueno era el cuarto de baño al menos tenia cerrojo, para poder atrancar la puerta.
Corrimos hacia este, aquél sitio era pequeño había dos lavabos en la pared junto con espejos al fondo había un pequeño ventanuco, y a nuestra derecha dos puertas de madera, una vez dentro encaje la puerta mirando pro una rendija, pasaron unos minutos cuando vi a la monja acercarse hacia la gasolinera por un momento se detuvo cerca de esta, al limite de la luz empezó a olfatear el aire como si estuviera buscándonos.
─ ¿Qué es lo que ocurre…?...─ pregunto Andrea con tono de nerviosismo, mientras intentaba mirar por el mismo sitio que yo.
─ No se mueve, es como si la luz le impidiera que entrara…─ explique mientras miraba como olisqueaba el aire en una y otra dirección, sea como fuere sabia que estábamos allí.
Casi de improviso la monja soltó un alarido que retumbo en todo el lugar, las luces empezaron a parpadear con fuerza haciendo que se apagaran.
Enseguida el encargado salio del lugar donde se encontraba para ver que es lo que había pasado.
─ Eh, usted, ¿qué es lo que ha hecho…?...─ consulto a la vez que miraba las luces como poco a poco se apagaban por completo.
Pero en cuanto se acerco unos instantes pudo comprobar su horripilante rostro se clavaba en el pobre muchacho, este retrocedió unos pasos asustado, se giro y empezó a correr atropelladamente con tal mala suerte que cayo al suelo, las luces se apagaron pro completo y en un suspiro aquel monstruo se lanzo sobre el pobre gasolinero.
Pude ver como la monja se cebaba soltando garrazos una y otra vez, junto con lso gritos del pobre hombre que intentaba defenderse pero la fuerza de aquel monstruo era descomunal, al final de aquello solo hubo silencio y un charco de sangre.
No pude mas que taparme la boca, para no gritar, trague saliva y mire a Andrea que estaba asustada.
Cerré la puerta y el cerrojo después de eso nos metimos en un water cerrando la puerta, esperando que pasara de largo y no se fijara en nosotras.
Sin embargo lejos de todo eso escuche como ese esperpento entraba en la tienda y empezaba a revolverlo todo moviendo las cosas y tirándolas, después de aquello pude ver sus pasos como pasaba al otro lado para hacer lo mismo no sabíamos que hacer nada mas que permanecer en silencio.
Oíamos el ruido de que estuviera revolviéndolo todo y buscando pro todas partes, sabia que si escapábamos terminaríamos muertas.
De improviso se hizo el silencio solo escuchaba los pasos de aquel ser acercarse al único sitio que le quedaba, escuchábamos como olfateaba el lugar después de eso nada.
Nos quedamos en donde estábamos como unos diez minutos, cuando creímos que nos hallábamos seguras salimos de nuestro escondite y nos acercamos a la puerta para salir.
─ ¿Se ha ido…?...─ pregunto Andrea con inseguridad en su voz y algo temblorosa.
Sin llegar a responder abrí la puerta muy despacio intentando no hacer ruido, mire por la rendija y no parecia haber nadie todo estaba en silencio.
─ Parece que se ha ido…Tenemos que salir rápido…─ respondí con miedo en mi voz a la vez que abría la puerta, tome su mano y salimos corriendo hacia la carretera para esperar a Mari.
Por un instante nuestros ojos se quedaron mirando el pobre hombre que había sido la victima, tenia el cuerpo destrozado y la sangre lo bañaba casi por completo.
─ Espero que no tarde mucho…─ comente mirando la carretera de un lugar a otro esperando ver las luces del automóvil.
Mientras estábamos observando la carretera escuchamos como algo se movía detrás de nosotras.
Un crujir de hueso y unos ligeros lamentos, ni siquiera me quería atrever a mirar, esperando que no fuera nada.
─ Dios mío!...─ exclamo Andrea, su rostro aterrado me lo confirmaba, aquel pobre hombre había sido infectado por la monja.
Las muñecas empezaron a revolverse en nuestros brazos pidiendo que las soltáramos en el suelo, como si fuera un movimiento automático mi brazo cedió su fuerza dejándola caer al suelo.
Me gire rápidamente y pude ver como aquel hombre empezaba a moverse lentamente levantándose de manera torpe, unos hilos plateados se pusieron tanto en brazos como en piernas.
─ ¿Creíais que podíais escaparos…?...─ curioseo con una voz lúgubre y ronca, levantándose y moviéndose como si de un muñeco se tratara.
Andrea soltó a su muñeca y retrocedió unos pasos, de manera casi instintiva empezó a correr hacia la carretera pero la llegar al limite de la gasolinera fue como si hubiera algo que la detuviera.
─ Esto es imposible, estamos atrapadas…─ comento golpeando una y otra vez el aire, una barrera de oscuridad rodeaba el lugar y aun faltaba bastante para que amaneciera.
Esa criatura se acerco a nosotras de manera torpe pero cuando estuvo acierta distancia se detuvo en seco, se quedo mirando las muñecas que parecían impasibles ante el.
─ Así que estas son las traidoras…─ comento mientras miraba atentamente a las muñecas que parecían no perder ojo de todos sus movimientos.
Aun así en una fracción de segundo escuche el crujir de huesos y retorcer de tendones un sonido asqueroso.
Y en un abrir y cerrar de ojos vi como el brazo de aquella cosa se estiro de manera grotesca había quedado completamente separado de su cuerpo tomando a la muñeca entre sus dedos y lanzándola contra uno de los surtidores de gasolina.
─ NOOOOO!...─ exclamo Andrea con miedo en su voz viendo como la muñeca había sido arrojada sin esfuerzo alguno.
La mía sin embargo metió la mano en su cesta de mimbre y saco una pequeña hacha, preparada para el combate, nuevamente aquel sonido que casi me hacia vomitar proveniente de su cuerpo, y otra vez el brazo se estiro de su cuerpo pero esta vez mi muñeca retrocedió rápidamente y en su movimiento lanzo varias hachas.
Pero su cuerpo se abrió de manera inverosímil y nauseabunda cada extremidad se separo de su cuerpo, incluida la cabeza que sonreía de manera macabra en el aire sin dejar de mirar a la muñeca.
Andrea no pudo mas que caer al suelo llena de pavor, por mi parte me acerque a ella e intente que no entrara en shock aquello era demasiado para que lo asimilara.
─ Andrea tranquila solo mírame, mírame…─ dije para calmarla como podia, pero mi corazón latía casi sin control, podia notarlo golpear en mi pecho, pero no podia hacer nada.
─ Vaya, así que vas a ser complicada…No debiste de haberte escapado y menos aun traicionarme…─ comento aquella cosa, aunque esas palabras me llenaron de intriga, era imposible, si quien parecia haberla construido era la otra entidad.
Casi sin darnos cuenta la muñeca la otra muñeca tuvo el tiempo suficiente para lanzarse a su espalda, sin que este se diera cuenta ambos empezaron a moverse mientras los cuchillazos se sucedían una y otra vez en la espalda.
Tiempo que aprovecho mi muñeca para lanzar unas cuantas de sus hachas y que se clavara en su pecho, podíamos escuchar los gritos de aquella cosa y como aquel liquido negruzco caía al suelo formando charcos.
En un movimiento imposible, el brazo se alargo y tomo a la muñeca de su espalda por el cuello por un instante se quedo mirándola con ojos de odio irracional, mientras que esta se intentaba mover para liberarse de aquella presa.
─ Esto se acabo!…─ exclamo el monstruo mientras con su otra mano tomaba la pierna de la muñeca.
Aquello hizo que se me hiciera un nudo en el estomago, no sabia que es lo que estaba planeando pero aun así me lo temía.
Empezó a estirar con fuerza la pierna de la muñeca de esta comenzaron a salir unos alaridos de dolor agudos que se clavaban en mi corazón.
─ Espera, detente…no le hagas daño…haré lo que quieras...─ expuso Andrea sollozando, quería demasiado a su muñeca y la entendía perfectamente.
─ Vaya así que parece que le tienes aprecio a esta cosa…pero sabes no me convence…─ comento aquella cosa, cuando en un instante fue como si el tiempo se detuvo de un tirón saco la pierna de la pobre muñeca dejándola caer al suelo y poniendo su pie encima.
─ NOOOOO!!!...─ grito Andrea de forma lastimera mientras se deshacía en llantos que se mezclaban con los gritos de la pobre muñeca.
La rabia inundaba mi corazón con fuerza, pero no sabia que hacer y me arriesgaba a que mi muñeca terminara lo mismo y era lo único que me quedaba de Alice.
─ Eres un monstruo…suéltala…─ espete con odio mientras veía como la pisaba cada vez mas fuerte, la pobre muñeca se retorcía debajo de su pie intentando liberarse de aquello.
─ Ellas me traicionaron, pero no os preocupéis ocupareis su lugar…─ comento sonriendo el monstruo mientras levantaba el pie de la muñeca y esta intentaba arrastrase para escapar.
Quería cerrar los ojos pero no podia hacerlo, aquello nos sobrepasaba por mucho, mi muñeca no sabia que hacer estaba mirándole fijamente, a pesar de las heridas de su espalda aquella cosa seguia como si nada y en un segundo terminaría con la pobre muñeca.
El tiempo fue como si se detuviera en un instante, mientras estábamos pendientes de lo que pasaría, un destello de luz y el sonido de una bocina, me saco de aquel estado.
Mire hacia atrás y contemple que era el coche de Mari que parecia avanzar con rapidez, como pude tome a Andrea del brazo y tire de ella apartándonos de su camino, el coche avanzo a gran velocidad con las luces encendidas por suerte o gracias a eso pudo atravesar aquella barrera de oscuridad y estrellarse contra aquel monstruo lanzándolo varios metros.
Como una exhalación Mari bajo del automóvil y se dirigió hacia donde estábamos, rápidamente saco el arma y nos ayudo a que nos levantáramos.
─ ¿Os encontráis bien…?...─ curioseo Mari mientras nos acompañaba dentro del automóvil.
No pronunciamos ninguna palabra estábamos aun en estado de shock, sin embargo Andrea salio corriendo hacia donde estaba su muñeca para recogerla.
─ Andrea no!...vuelve…─ exclamo Mari viendo que Andrea se lanzaba por la muñeca para recogerla y empezaba a buscar la pierna que le habían arrancado.
Viendo aquello hice lo mismo, me dirigí hacia ella para ayudarla, estuve buscando como un par de minutos hasta que encontré la pierna.
─ Aquí la tengo volvamos…─ hable, mientras observaba como lloraba mirando a la muñeca y esta aprecia sonreírle levemente para calmarla.
Rápidamente mire hacia donde estaba mi muñeca y la tome para llevármela, mientras que Mari estaba cerca de nosotras con el arma preparada por si tuviera que usarla.
─ Vamos deprisa tenemos que irnos…─ espeto Mari metiéndonos prisa cuando llegamos cerca del coche, observe lo peor que podia pasar, el primer monstruo que nos perseguía aterrizo sobre el techo del coche de golpe, mostrando aquella sonrisa diabólica y estremecedora llena de dientes afilados como cuchillas.
En un momento nos detuvimos y Mari apunto con su arma haciendo varias disparos, aquella cosa salto y se puso en una de la columnas.
─ Vamos, vamos, vamos…─ volvió a decir Mari mientras nos metía prisa para que entráramos en el coche.
Mari retrocedió con este a toda prisa, pero no fue lo suficiente, aquella cosa cayo sobre el techo del automóvil, pudimos sentir el golpe.
─ Agachaos y agarraros a algo…─ comento Mari mientras nosotras notábamos el aceleran que daba, en un momento empezó a disparar al techo del automóvil varias veces pero sin ningún resultado.
Como pudimos nos metimos bajo lso asientos esperando que aquello terminara rápido, Mari empezó a hacer varias eses con el coche intentando hacer que aquella cosa se cayera de encima y poder librarse, pero esa cosa no parecia caerse.
En un momento escuche el sonido de que algo había atravesado el techo del coche, mire por la rendija que había entre los asiento y pude ver la mano de aquella cosa meterse e intentar coger a Mari.
─ Muérete maldito seas…!...─ exclamo Mari mientras luchaba por intentar liberarse de aquella cosa pero no parecia haber forma.
En un volantazo el monstruo agarro el cuello de Mari esta intento soltarse pero parecia imposible la fuerza de aquella cosa apretaba con mas fuerza el cuello de esta, si seguia así terminaríamos estrellándonos.
Observe a Mari esta me miro como si me estuviera advirtiendo que iba a hacer algo, enseguida notamos como el coche aceleraba aun mas.
─ Vamos a morir…─ repetía una y otra vez Andrea, estaba completamente aterrorizada y no era para menos.
Por un segundo entendí lo que pretendía, me coloque encima de Andrea para protegerla de lo que pudiera pasar, el coche siguió acelerando con fuerza cuando ya teníamos una buena velocidad note el frenazo que se produjo, enseguida escuchamos como aquella cosa gritaba por el dolor.
─ No os levantéis…Muérete de una vez!...─ volvió a exclamar Mari mientras aceleraba con fuerza el automóvil, pasado unos segundos sentimos que pasamos por encima de aquella cosa que grito con fuerza.
Solo esperaba que hubiera muerto, y que no volviéramos a encontrarnos con otra en todo lo que nos quedaba de camino.
─ No bajéis del coche voy a comprobar que esta muerto…─ hablo Mari mientras salía del automóvil con la pistola en la mano, pasado un instante escuche como se descargaba varios disparos.
Mari volvió al coche y abrió la puerta del asiento de atrás para que saliéramos un momento.
─ ¿Se puede saber que es lo que os ha pasado…?...Tenemos que volver a la comisaría…─ curioseo Mari mientras miraba como nos encontrábamos y nosotras Mirábamos a aquella cosa que estaba tumbada en el suelo chorreando aquel liquido sobre el asfalto.
Poco a poco comenzaba a amanecer, al menos el peligro había pasado por aquella noche o eso quería pensar.
─ Nos atacaron …en el orfanato…─ conteste casi tartamudeando aun estaba en estado de shock, aunque Andrea estaba mirando a su muñeca y abrazándola con fuerza.
No sabia que hacer solamente le entregue la pierna, pensé que lo mismo se podría reparar cosiéndola de alguna forma.
─ A ver explícame eso de que os atacaron en el orfanato…─ dijo Mari con curiosidad puesto que no le parecia lógico aquello.
─ No se lo que paso, pero se empezaron a transformar en esas cosas…─ replique mientras miraba a aquel monstruo aplastado contra el asfalto.
─ Dios mio1…tengo que ir al orfanato para comprobarlo…y después os llevare a la comisaría…─ expuso Mari mientras se ponía en la puerta del coche invitándonos a entrar nuevamente.
─ No quiero volver allí…─ expelo Andrea mientras miraba a Mari con ojos de miedo.
─ Tengo que comprobar que es lo que ha pasado…así que entrad, no tendréis que bajar siquiera…─ explico Andrea mientras se acercaba a Mari para que entrase de nuevo en el coche.
A regañadientes Andrea entro en el coche, el sol ya empezaba a salir se notaba una brisa fresca, avanzamos por el mismo camino de vuelta al orfanato, al llegar parecia completamente en calma, pero a diferencia de todo no había ningún sonido ni siquiera los pájaros se atrevían a trinar.
─ Que raro…tendría que haber algo de movimiento…Vosotras ni os mováis del coche…─ dijo Mari mientras aparcaba y bajaba, saco el arma y volvió a recargarla, ya preparada avanzo hacia la casa.
La casa desde lejos apreciera que estuviera muerta, es como si fuera una tumba gigante, podia notarse una sensación extraña.
Andrea permanecia mirando a la muñeca y acariciándole el cabello muy suavemente, aquello era como si le hubieran arrancado la pierna a ella.
─ Aun no me creo lo que ha pasado…─ comento Andrea mientras seguia mirando a su muñeca.
No sabia que decir estaba en blanco, así que decidí mirar por la ventana para ver que es lo que hacia Mari.
Esta se acercaba lentamente hacia la puerta toco varias veces pero nadie parecia responder o abrir la puerta.
─ Hermana Carla…¿Se encuentran bien…?...─ curioseo Mari una y otra vez mientras miraba por la ventana.
Después de aquello tomo el pomo de la puerta y esta como si nada cedió abriéndose, cosa que le extrañaba en un momento entro en el orfanato.
─ Solo espero que no le pase nada…─ hable mirando por la ventana esperando con ansias a que regresara.
Pasaron unos instantes cuando vi a Mari salir de allí y comenzó a vomitar al parecer había visto algo horripilante.
De pronto escuche un sonido metálico y al segundo el rostro de aquel chico que nos había molestado pegado al cristal del coche, estaba deformado y con un tono blanquecino pero sin llegar a ser completo.
─ AAAAAAAAAAHHH!!!...─ grite con fuerza al verlo, no parecia querer atacarnos si no que pareciera que pidiera ayuda, con la mano de color blanco empezó a golpear en el cristal de la ventanilla una y otra vez hasta que al fin cedió.
─ Ayu…dame…por favor…─ tartamudeo aquel niño mientras entraba parte de su cuerpo en el automóvil.
Su cuerpo estaba casi convertido por completo pero no llegaba a completarse la transformación no entendía el por que de aquello, su sola visión hacia que me recorriese un escalofrió pro todo el cuerpo, no sabia que hacer solamente gritamos con fuerza.
Cuando casi hubo entrado observamos como algo tiraba de el hacia atrás lanzándolo contra el suelo.
─ No te muevas…─ expelo Mari mientras le apuntaba con el arma, amenazándolo para que se detuviera.
─ Soco…rro…─ volvimos a escuchar del pobre muchacho, aunque me hubiera molestado sentía una gran lastima por él.
Enseguida escuchamos disparos una y otra vez, aquello hizo que me sobresaltara con cada uno, Andrea me abrazo con el miedo en el cuerpo.
─ Dios mío!...¿pero que narices ha pasado…?...No queráis saber lo que ha pasado dentro…─ pregunto retóricamente mientras miraba al orfanato y después al pobre muchacho.
─ Tenemos que ir a Shadow Creek por favor, tenemos que darnos prisa…─ le rogué a Mari para que se diera prisa sentía que a cada momento mi hermana podría morir.
─ Lo que tengo que hacer es avisar a las ambulancias…y que regreséis a la comisaría…─ comento Mari mientras tomaba el comunicador de su coche y empezaba a pedir unas ambulancias y algunos refuerzos.
─ Mari por favor, mi hermana esta allí, tengo que ir por ella…─ le volví a rogar mientras que las lagrimas caían por mis mejillas, no podia volver a la comisaría y de nuevo a otro orfanato.
─ Escucha hay dentro hay una matanza y las dos sois testigos aparte de la muerte de tus padres…estuve estudiando lo que le ha pasado al detective que estaba contigo incluso el cadáver que tiene en la morgue…pero lo que hay dentro de esa casa no es normal…además allí estaréis seguras os lo prometo…─ hablo Mari exponiendo sus razones, pero aquello no me acababa de convencer.
Viendo que no podíamos hacer nada me quede sentada mientras abrazaba a Andrea que parecia como si estuviera fuera de si solo notaba que seguia estando viva por que escuchaba su respiración, aquello le había afectado de sobremanera.
El tiempo paso como una hora y media nuestros estómagos empezaron a gruñir con fuerza teníamos bastante hambre.
Cuando escuchamos unas sirenas y al momento empezaron a llegar dos coches de ambulancia y varios coches patrulla.
Aquel sitio se lleno de gente entrando en la casa enseguida vimos que unos enfermeros se acercaban a donde estábamos y rápidamente volvieron hacia la ambulancia con una camilla y el cuerpo del pobre muchacho cubierto por una sabana.
Enseguida un hombre de aspecto mayor y con una calvicie prominente junto con un bigote bastante poblado se acercaba a Mari y empezaba a hablar con ella de manera tranquila.
Enseguida este nos abrió la puerta y se quedo mirándonos como nos encontrábamos, al instante nos sonrió de manera amable.
─ Salid un momento…No tengáis miedo…─ dijo el policía con voz ronca mientras salíamos muy despacio de donde estábamos una vez fuera pude observar todo l oque se había formado, la gente no paraba de entrar y salir del edificio sacando cuerpos en bolsas de plástico y apilándolos en el suelo.
El sitio estaba rodeado por una banda de plástico de color amarillo, mientras el policía nos miraba con interés.
─ Muy bien…¿Me podríais explicar que ha pasado aquí…?...─ consulto el policía mientras nos miraba con curiosidad.
Como pude empecé a explicarle lo que había pasado intentando no olvidarme de nada, aparte de lo de la gasolinera.
─ Si, es cierto encontramos otra de esas cosas en la carretera…─ comento Mari mientras me miraba sin perder detalle a nuestra explicación.
─ Así que según tu, una especie de monstruo que no sabes que es lo que es os persigue, tu hermana ha sido raptada por este y esas muñecas están vivas…Esto parece un mal cuento de terror…y quieres que Mari te lleve a Shadow Creek por que una sombra con apariencia humana te lo ha dicho…esto es increible…─ comento el policía mientras me miraba como con cara de que le hubiera mentido en todo aquello.
─ Señor lo que ha pasado aquí no lo se pero lo que nos ataco en la gasolinera y el muchacho que han encontrado cerca del automóvil, ya no parecían humanos lo ha visto usted mismo y no creo que nadie por muy cruel haya hecho eso que hay dentro del orfanato…─ replico Mari intentando hacer que se creyera todo aquello, pero aun así al policía le costaba creérselo.
─ Escuche estas niñas son las únicas supervivientes de ese orfanato, y la verdad de todo lo que me han contado me parece paparruchas, lo único que no me encaja es esas victimas extrañas, así que mejor lléveselas a comisaría…─ comento el policía ordenándoselo, aquello me sentó como un jarro de agua fría podia perder a mi hermana.
Sin mencionar palabra Mari nos hizo entrar de nuevo en el automóvil y ella se puso a conducir hacia la ciudad.
El camino fue silencioso pasamos pro la gasolinera y pudimos ver que había una ambulancia y algunos policías.
Mari detuvo el coche en esta por un momento, al salir entro en la tienda y seguidamente venia con unos bocadillos y refrescos en las manos.
─ Seguro que tendréis hambre…─ comento Mari mientras me pasaba los bocadillos pro la ventanilla que enseguida empezamos a comerlos.
Estuvimos un rato en la gasolinera, cuando acabamos de comer Mari tomo una manguera de uno de los surtidores y empezó a repostar.
─ Dime una cosa Chloe…¿estas segura que tu hermana esta allí…?...─ curioseo Mari mientras repostaba el coche.
─ Si estoy segura…─ respondí con algo de esperanza en mi, aquello hizo que pudiera vislumbrar que al menos podría volver a encontrarla.
─ Se que me voy a jugar el puesto pero, vamos a ir…─ propuso Mari que después de aquello pago la gasolina y entro en el coche y enseguida se puso a calcular con el navegador donde se encontraba.
Sin mencionar palabra arrancamos y nos dirigimos hacia le orfanato pero antes de llegar tomamos un desvío, el sol ya había salido y se notaba que seria un día bastante fresco, solo esperaba que ella siguiera viva.
Al contrario que Andrea que permanecia mirando a su muñeca y acariciándole el pelo, aunque lo que mas me extraño fue la sonrisa que tenia en su rostro que parecia algo lúgubre…
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aqui dejo otro capitulo mas espero que os guste muchas gracias a todos .
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