Mazoku
627
3.573 ATC
¿EL PRINCIPIO…O EL FIN?
Bueno aquí estoy que quien soy poco importa ahora mismo mi nombre es Joseph, solo soy un simple profesor de historia…¿Y donde me encuentro…? ,,,En la parte de arriba de un edifico tirado por el suelo con la ropa desgarrada y sudando.
¿Qué por que estoy así …? . Es una buena pregunta ante todo decir que estoy siendo apuntado por una escopeta, y notando el frío metal sobre mi frente mientras miro a unos ojos completamente rojos, casi incandescentes y a una sonrisa blanca que rasga la noche, nunca pensé que me ocurrirá y menos que fuese ella, pero ahora mismo no creo que fuera el momento para preguntarse eso sin embargo lo que si me pregunto es como he llegado a esto, mientras miro a una persona que antes era mi amiga y que ahora es una entidad de la oscuridad…
Pues bien todo esto comenzó…
-- Claro que iré a la fiesta…¿Crees que me la voy a perder…?...De ninguna manera será la fiesta del año además ya casi entraremos en la fraternidad…-- dijo Elizabeth mientras sonreía y sostenía el teléfono.
¿Qué quien es Elizabeth?...Es solo una chica normal y corriente hasta esa noche, en que algo cambio. Su aspecto es como la de cualquiera un pelo rojo corto y algo rizadito, sus rasgos son muy suaves, casi siempre lleva maquillaje y los labios pintados de negro, ella siempre se ha considerado gótica o eso piensa su ropa siempre es negra pero su actitud no es tan siniestra pero viendo donde me encuentro no diría lo mismo, mide un metro setenta aunque esta algo delgada, no es muy famosa en clase o eso pude ver cuando era su profesor, aparte de ser bastante popular, pertenecía al club de ciencias ocultas.
-- Elizabeth…cuelga ya el teléfono y baja a cenar…-- dijo la voz de su madre mientras terminaba de preparar la cena.
-- Ya voy mama!...Bueno tengo que colgar hasta mañana…-- dijo Elizabeth que enseguida colgó el teléfono y bajaba hacia el salón.
La estancia era de lo mas típica al fondo lo presidía una chimenea que estaba encendida ya que hacia algo bastante frío para ser otoño, al lado de esta unas estanterías con varios libros justamente a su lado unos sofás y en el centro de la estancia una mesa con tres sillas, en el suelo una alfombra de color rojo algo vieja, en las paredes había varios cuadros de sus padres y ella de pequeña, el olor del habitación estaba mezclado con el aroma de la leña que se quemaba.
-- ¿Vaya otra vez ese pijama…?...Sabes que lo odio…ponte el que te compre…-- dijo la madre mientras traía el mantel para colocarlo en la mesa y poner los cubiertos.
-- Ponerme eso…de color rosa…ni de broma…prefiero este…sabes que soy gotika…-- dijo Elizabeth mientras se quejaba de lo que le habían comprado.
-- Mira ponte lo que quieras…pero recuerda que ese te lo he comprado yo…-- dijo la madre mientras seguia colocando los cubiertos, mientras que a su vez la ayudaba Elizabeth.
La madre era como casi todas, ya estaba bastante entrada en años su pelo era de color rojo pero ya lucia algunas canas que otras sus rasgos bastantes profundos, ojos algo almendrados de color azul, mientras lo que mas destacaba era su corpulencia ya que estaba algo entrada en carnes, esta noche lucia un vestido de color verde pistacho y unos zuecos para estar cómoda, aparte de un delantal mientras cocina, de lo que se queja siempre es del pijama de Elizabeth ya que es de un color negro y lleno de murciélagos estampados en el.
-- ¿Y papa no va a venir…? …-- pregunto Elizabeth mientras ponía los platos y arreglaba un poco el mantel.
-- Esta noche trabaja hasta tarde así que cenaremos solas…y he preparado l oque mas te gusta spaghetti…-- dijo la madre mientras destapaba la olla y todo el aroma salía de ella, Elizabeth no pudo mas que olfatear aquella delicia.
-- Siempre te quedan de maravilla…-- hablo Elizabeth mientras se sentaba en la mesa y se servia una buena ración.
-- ¿Se puede saber con quien hablabas…durante tanto tiempo…?...-- pregunto la madre interesada de lo que había hablado.
-- Es que dentro de poco hay una fiesta…y quiero ir…¿Puedo por favor…?...-- dijo Elizabeth casi rogándole a la madre para ir a aquel acontecimiento.
-- A las doce en casa…-- dijo la madre como di fuera una sentencia auqneu aquello no pareció agradarle a Elizabeth.
-- Pero si la fiesta comienza a las nueve…me perderé lo mejor…-- dijo Elizabeth protestando por el horario.
-- Señorita…aun no tiene veintiuno y no puedo dejar que haga lo que le de la gana…así que ni se te ocurra torearme por que no lo vas a conseguir…-- dijo la madre advirtiéndole que aquella decisión era inamovible.
-- De acuerdo…que asco…-- dijo Elizabeth mientras seguia comiéndose la cena.
Una vez hubo terminado, recogieron lso platos y los limpiaron, cuando hubieron acabado sin mencionar palabra y con el rostro algo mosqueado Elizabeth subió hacia su habitación, nada mas entrar cogio su diario y empezó a escribir lo que le había sucedido aquel día, seguidamente tomo uno de sus libros de terror y comenzó a leerlos, cuando ya estaba casi dando cabezadas, escucho como en su ventana golpeaban con algo.
-- Elizabeth…abre…-- dijo una voz femenina, Elizabeth reacciono de inmediato abriendo las ventanas, la calle estaba completamente solitaria solo iluminada por las farolas de vez en cuando se podia ver algún coche pasar.
-- ¿Se puede saber que haces…Samantha…? …-- dijo Elizabeth viendo a la chica que iba vestida con un pantalón vaquero de color negro y unos zapatos de tacón bajo en su pecho tenia una blusa del mismo color y una chaqueta vaquera oscura su pelo es negro, largo y liso e iba maquillada de la misma forma.
─ Venga date prisa tenemos que irnos…─ hablo Samantha mientras miraba hacia todas partes.
─ Aun no puedo mi madre esta despierta y puede entrar en cualquier momento…─ comento Elizabeth a la vez que miraba hacia la puerta de su habitación preocupada por que entrase.
En ese mismo momento la puerta de su recamara se abrió y su madre entro para darle las buenas noches como siempre.
─ Recuerda nada de ir a la fiesta, mañana tienes clase…venga ve metiéndote en la cama…buenas noches…─ dijo casi ordenándoselo, Elizabeth cerro la ventana y se metió entre las sabanas.
─ Buenas noches…─ refunfuño Elizabeth a la vez que se tapaba con las sabanas hasta la cabeza.
Esta se quedo durante unos momentos acostada esperando que su madre fuera a dormirse, podia escuchar como se movía por la casa de un lugar a otro, mientras permanecia atenta.
Cuando hubieron pasado como una media hora se escucho la puerta de la habitación cerrarse en ese momento fue cuando se levanto y casi al instante tomo la ropa que tenia encima de la silla era un pantalón de cuero negro bastante ajustado marcando su figura junto con una blusa del mismo color y unos guantes de malla, tomando el maquillaje se dio unas cuantas pinceladas y salio de la habitación.
Bajo por la tubería esto ya lo había echo antes así que le resulto bastante fácil, nada mas llegar abajo vio que su amiga estaba paseando de un lugar a otro algo nerviosa.
─ Vamos a llegar tarde…─ comento Samantha nerviosa a la vez que se pasaba las manos por los brazos para calentarlos algo.
La noche era bastante fría, el cielo estaba completamente despejado podia verse las estrellas y el ambiente por la calle aunque no era muy vivo, se podia ver algunos coches pasando por le lugar.
Avanzaron por la calle hablando entre ellas con alegría, cuando hubieron pasado varias calles llegaron a una casa desde la que se podia escuchar la música que estaba a todo volumen se podia ver varias personas en el jardín hablando y divirtiéndose.
Entraron sin preguntar el ambiente estaba bastante animado, la gente se divertía bebiendo y bailando.
La fiesta estaba en alza aunque Elizabeth miraba hacia todas partes parecia que nadie se daba cuenta de que estaba allí.
En cuanto entro en la casa varias chicas se quedaron mirándola pero ni siquiera le prestaron atención, avanzo hacia la cocina tomando una lata de cerveza que había encima de la mesa y se sentó mientras bebía a sorbos.
Su amiga por su parte hizo lo mismo tomando otra a la vez que se movía al ritmo de la música.
Se quedaron así por un momento mirando a toda la gente, Elizabeth parecia que estuviera buscando a alguien entre la multitud.
─ ¿A quien estas buscando…?...─ cuestiono Samantha mientras bailaba muy suavemente.
─ ¿Yo…?...a nadie…─ respondió nerviosamente volviendo a tomar un trago de la lata, pero no perdía de vista a las personas.
─ Elizabeth, no me engañas…estas buscando a Víctor…─ comento Samantha mientras miraba los ojos que casi le brillaban a Elizabeth.
─ ¿De que hablas…?...Sabes que nos llevamos como el perro y el gato…además ya sabes que cortamos…─ hablo Samantha dándose la vuelta y mirando hacia el jardín de la casa como si no le importara nada.
─ A mi no me engañas…el si corto contigo…pero parece que tu no lo hiciste con el…pasa pagina ya de una vez solo estas haciéndote daño a ti misma…─ comento Samantha mientras seguia moviéndose al ritmo de la música.
En ese momento Víctor entro en la cocina por un instante se quedo paralizado mirando a Elizabeth por suerte ella seguia mirando hacia el jardín.
Sin pensárselo dos veces abrió el frigorífico y tomo una cerveza y al instante salio a toda prisa.
─ Muy bien haz lo que quieras…pero yo que tu volvía con él…─ volvió a hablar Samantha viendo que a Víctor también se le notaba que aun sentía algo por ella.
─ Sabes de sobra que no podría hacerlo…─ dijo Elizabeth al girarse y ver como Víctor volvía a entrar.
─ Hola Eli…has podido venir…que bien…─ comento Víctor de manera tímida a la vez que rebuscaba en los armarios de la cocina.
─ Si, por suerte…¿Qué tal te va…?...─ cuestiono Elizabeth mirando de reojo como si no quisiera mirarle a los ojos.
─ Bueno, bien…tengo que volver con lso chicos…─ respondió Víctor cortando la conversación de golpe.
─ De verdad que panda de panolis…─ comento Samantha y aquello fue lo ultimo que pronuncio durante toda la fiesta, enseguida esta fue al salón a bailar un poco.
Elizabeth permaneció en la cocina tomando sorbos de aquella lata de cerveza que casi estrangulaba viendo como Víctor hablaba con las chicas y parecia pasárselo bien.
Se repetía una y otra vez que habían cortado que aquello ya no era su asunto pero, aun así en su corazón aun albergaba algo por ese chico.
Viendo que el resto de la noche seria así, decidió volver a su casa, avanzo entre el salón esquivando a la gente que bailaba de un lugar a otro hasta llegar a donde estaba Samantha.
─ Yo me vuelvo…me estoy aburriendo…─ comento Elizabeth a Samantha que parecia estar divirtiéndose.
─ Venga ya, estamos en lo mejor de la fiesta…─ refunfuño Samantha ante aquello que había dicho.
─ Hazlo que quieras yo me largo…─ hablo Elizabeth mientras Samantha movía la mano como si estuviera diciendo que se fuera.
Al momento se dirigió hacia la puerta y salio; en su cabeza le estaba dando vueltas a Víctor aun no entendía el por que de que seguia sintiendo algo por él si habían cortado.
Mientras abandonaba la fiesta el ruido se escuchaba bastante alejado, miro su reloj y en ese momento dieron las doce de la noche ya era su cumpleaños.
Avanzo pro la calle solitaria mirando al suelo, sintiendo el aire fresco de la noche, y escuchando como algún coche pasaba de vez en cuando por la carretera.
Sin enterarse si quiera se topo con unos hombres en su camino, retrocedió unos pasos asustada.
─ Lo siento perdón…─ hablo disculpándose por el encontronazo, alzando un poco la mirada.
Los hombres vestían un chándal bastante andrajoso con una capucha que casi les cubría el rostro, eran bastante altos y de una corpulencia media.
Aquello hizo que una ráfaga de miedo le recorriera el cuerpo pero pensó que era mejor no pensar y salir de allí lo antes posible.
─ Crees que vas a irte de rositas…suelta lo que tengas…─ dijo uno de ellos mientras sacaba una navaja.
El otro se paseo por detrás de ella mirándola de arriba abajo, su mirada parecia atravesarle.
─ Si no tienes dinero, no te preocupes podemos cobrárnoslo en especias…─ comento el otro mientras le pasaba una mano por el trasero.
Elizabeth avanzo unos pasos mirando al tipo que le había tocado mientras no perdía de vista al de la navaja, en ese momento no sabia que hacer su cuerpo estaba paralizado por el miedo mientras que su mente estaba aterrorizada.
Ella intento moverse todo lo rápido que pudo para salir y llegar a su casa pero enseguida el tipo de la navaja se puso a pocos centímetros de ella, despedía un olor fortísimo a alcohol y un aliento espantoso, mientras que su amigo se volvía a acercar lentamente.
─ Dejadme en paz!...─ exclamo Elizabeth viendo que aquello no acabaría nada bien
Como si fuera algo instintivo cerro su mano pero esta vez noto algo diferente, su forma era extraña y distinta cuando bajo la mirada por un instante observo que era una pistola, de inmediato sorprendida aprovecho aquello apuntando a los maleantes.
Enseguida uno de ellos soltó la navaja y levanto los brazos en alto el otro sorprendido hizo lo mismo.
─ Vale, vale, solo era un broma no te preocupes, no te pongas nerviosa!...─ hablo uno de ellos con el miedo en su voz mientras retrocedía unos pasos sin saber que es lo que pudiera pasar.
La mente de Elizabeth estaba confusa pero esta vez era ella la que mandaba, aunque estaba aterrada por aquello y no tenia ni idea de donde había salido esa arma.
─ No seas cobarde, no va a disparar…─ comento el otro haciéndose el valiente pero en cuanto avanzo un paso fue como si el tiempo se detuviera.
Casi sin pensárselo apretó el gatillo, y se escucho un estruendo pudo sentir el retroceso que casi la tira al suelo.
─ Joder!, mierda mi pie!...me has disparado en el pie…─ exclamo uno de ellos mientras se agachaba podia ver perfectamente el agujero en el zapato y el pequeño charco de sangre.
Enseguida aquello hizo que las luces de las casas cercanas se iluminasen viendo aquello que de un momento a otro alguien llamaría a la policía, su compañero ayudo al otro llevándoselo de allí aunque estaba segura que no seria la ultima vez que los viera.
Asustada por aquello soltó el arma lanzándola lejos de mi, no sabia que es lo que pasaba solo que me había salvado de aquello, corrió hacia casa todo lo rápido que pudo, al llegar subió por la tubería apresuradamente; nada mas entrar escucho los coches de policía en dirección hacia donde había estado.
Se metió en la cama sin desvestirse siquiera y en ese mismo momento la puerta se abrió, por suerte había llegado a tiempo.
Aunque no escucho nada solamente el cerrar de nuevo de la puerta, pensó que habría sido su madre para comprobar que estaba durmiendo.
En cuanto se marcho se quito la rápidamente y se coloco el pijama despues se limpio el maquillaje e intento dormir el resto de la noche.
Aunque lo intento varias veces notaba que alguien estaba en su habitación por alguna extraña razón estaba siendo observada.
Cuando por fin pudo conciliar el sueño, enseguida tuvo que volver a abrir los ojos nuevamente el nuevo día había llegado.
Enseguida se incorporo sentándose en la cama y su mente enseguida le recordó aquella noche y esa arma que había aparecido en su mano y el miedo de que la policía la encontrara.
Ensimismada en sus pensamientos paso un buen rato hasta que su madre entro en la habitación.
─ Venga dormilona que llegaras tarde a clase…dúchate el desayuno ya lo tienes abajo y tu amiga no tardara mucho en llegar…─ hablo la madre con una sonrisa en su rostro como cada mañana.
─ ¿Eh…?...ya voy…─ dijo Elizabeth saliendo de sus pensamientos y tomando la ropa del día se dirigió hacia la ducha.
Una vez en esta noto el agua caliente que la despejaba de aquella noche que intentaría olvidar.
Aunque si no hubiera sido por aquella arma estaba segura que las cosas hubieran acabado fatal.
Una vez hubo terminado salio del cuarto de baño se vistió y tomo la carpeta, bajando las escaleras pudo oler el aroma inconfundible a café que siempre tomaba su madre por las mañanas.
Al llegar se sentó y empezó a dar mordiscos a una de las tostadas tomando algo de zumo.
Cuando hubo pasado unos minutos el timbre sonó anunciando que Samantha había llegado.
Aunque su corazón dio un vuelco y enseguida pensó que tal vez seria la policía que había descubierto el arma.
─ Eli que llegamos tarde venga…─ pronuncio Samantha tranquilizando su corazón que tenia en vilo.
─ Toma algo de dinero para el almuerzo, recuerda que esta noche llegare tarde y ya sabes directa a casa…─ pronuncio la madre dándole un par de billetes para comprar algo para el almuerzo.
Rápidamente tomo la carpeta y dio unos mordiscos fugaces a la tostada para salir de allí en dirección al instituto.
─ Sabes Víctor aun siente algo por ti…─ hablo enseguida Samantha, pero aquellas palabras en vez de alegrarme me hicieron sentir rara puesto que mi mente estaba en otra cosa.
─ Que habladora te has levantado…¿te ocurre algo…?...─ cuestiono Samantha mientras caminábamos viendo que Elizabeth permanecia absorta.
─ Lo que te voy a contar no se lo dirás a nadie prométemelo…─ pronuncie con seriedad mientras caminábamos, aquello hizo que Samantha se sobresaltara un poco.
─ Vale te lo prometo…─ hablo con algo de miedo en el tono que cambio rápidamente al escuchar el tono de Elizabeth.
Mire hacia todos lados pero solo observe la típica escenas de las mañana la gente yendo a sus trabajos el griterío de los niños con sus madres y los automóviles sonando el claxon.
─ Anoche casi me violan…─ pronuncie aun con miedo en la voz aquello hizo que Samantha se pusiera la mano el la boca por el susto.
─ ¿Te encuentras bien…?, ¿cómo paso…?...─ pregunto varias veces Samantha con el nerviosismo en su voz.
─ Me encuentro bien no te preocupes no paso a mas…pero lo que mas me extraña es que me apareció una pistola en la mano…y le pegue un tiro a uno de ellos en el pie, por el miedo apreté el gatillo…─ respondí acordándome de todo de aquella horripilante noche.
─ Espera…¿tu tenias un arma…?, y le disparaste a uno de ellos…mira si quieres tomarme el pelo es muy temprano para eso y esas bromas son de muy mal gusto…─ hablo Samantha sin creerse nada de aquello y no era para menos yo tampoco la hubiera creído si me lo hubiera dicho.
─ No te miento, n ose de donde salio aquella arma, solo recuerdo que la arroje entre los matorrales y salí corriendo…─ le volvi a contar la historia intentando que me creyese pero a medida que lo relataba me parecia mas inverosímil pero había sido verdad.
Caminos hacia la parada del autobús aunque Samantha seguia sin creer nada de l oque había dicho.
─ Mira lo mas inverosímil de esa historia es el arma, pero mira tienes una buena historia para una película…─ hablo Samantha desconfiada por lo que le estaba contando y no era para menos.
Pensé que por mucho que le hablara no conseguiría nada, al menos se lo había tomado como si fuera un cuento y nada mas pero sabia perfectamente que aquello paso.
Al llegar el autobús nos pusimos cerca de la salida por suerte no estaba muy lleno, aunque el trayecto lo haríamos en silencio.
Samantha no parecia creerse nada de lo que le había dicho y no era para menos puesto que si me lo contaran a mi tampoco me lo creería.
Me quede mirando pro la ventanilla el paisaje urbano en silencio mientras llegábamos al instituto.
El trafico era bastante fluido y no tardamos mucho en llegar incluso teníamos algo de tiempo extra.
Bajamos del autobús y nos dirigimos al instituto el edificio era muy grande de dos plantas, gran parte exterior era césped y estaba salpicado por varios árboles rodeando a este una valla de piedra terminada con una verja metálica, había varios estudiantes sentados en el césped al pie de los árboles.
Avanzamos pro el camino de piedra aunque Samantha no pronunciaba ni una sola palabra, lo que a ella le parecia una broma le había sentado fatal.
─ Samantha di algo!...─ dijo Elizabeth mientras avanzaban hacia la puerta principal.
─ Sabes que no me gustan las bromas y menos de ese estilo…ya nos veremos en el descanso en el mismo sitio de siempre…─ dijo Samantha de forma dura a la vez que aceleraba el paso.
Y de nuevo me volvía a quedar sola pero bueno yo me lo había buscado, contándole aquello aunque me pareció buena idea al principio.
Seguí el camino hacia mis clases con la cabeza baja escuchando a los demás que andaban por los pasillos hasta llegar a mi taquilla.
La abrí y tome algunos libros mirando el horario que tenia en la puerta metálica, pero mientras estaba mirándolo note como si alguien estuviera a mi espalda.
Pensé que seria Samantha que vendría a disculparse cerré la taquilla y me gire pero no había nadie, aquello me resulto bastante extraño mire hacia un lado y otro pero nada.
Enseguida sonó la sirena sacándome de aquello y pensando que talvez había sido mi imaginación que estaba algo alterada por lo que había pasado anoche.
Rápidamente entre en clase, aquel sitio como siempre tenia un olor algo pesado como todas las mañanas y como siempre me senté en mi sitio al lado de la ventana abriéndola para refrescar el ambiente.
En unos pocos minutos entro la profesora y empezó a pasar lista despues de aquello comenzó la lección como todos los días el tiempo parecia que se me hiciera eterno, por un instante casi se me cerraban los ojos por que no había podido pasar muy buena noche y aun tenia el miedo en el cuerpo de que descubrieran el arma que había arrojado.
Gire la cabeza mirando por las ventanas que daban al pasillo del instituto, pude ver como una especie de neblina oscura que se paseaba de un lugar a otro casi transparente, cerré y abrí los ojos restregándomelos por un instante pero no era mi imaginación.
─ Señorita Elizabeth…¿Le parece aburrida mi clase…?...─ cuestiono la profesora mientras miraba a Elizabeth directamente.
─ Perdone…─ respondió Elizabeth bajando la cabeza pero mirando de reojo al pasillo, pero aquella neblina había desaparecido.
El tiempo parecia detenerse con las clases, cuando por fin llego la ultima hora y sonó la sirena me estire todo lo que pude para desperezarme.
Guarde los libros debajo de la mesa y me dirigí hacia el patio por mi camino me fui a una de las maquinas expendedoras y tome unos dulces para tomar algo de fuerzas para el siguiente turno.
Como siempre encontré a Samantha tumbada al pie de un árbol comiendo algo y viendo como jugaban los chicos al fútbol.
─ Eh…¿Alguno que te interese…?...─ pregunte intentando iniciar una conversación esperando al menos una respuesta por su parte y que se le hubiera pasado el enfado.
─ Tu me dirás…¿ves a alguien que te interese…?...─ pregunto Samantha con cierta ironía haciéndome mirar a los jugadores cuando me fije que estaba Víctor.
─ Muy graciosa!...─ respondí con algo de enfado en mi voz mientras empezaba a comer algo de lo que había comprado.
El ambiente era bastante fresco a pesar de la época en la que estábamos, por un instante me quede mirándolo como si todo hubiera desaparecido a nuestro alrededor.
─ Si, me has convencido lo habéis dejado…─ comento Samantha con un tono gracioso mientras se recostaba en el árbol.
─ Sabes que no siento nada por el…─ me reafirme en lo que decía bajando la cabeza y seguir comiendo.
─ Si, lo mismo que el por ti…─ hablo Samantha mientras miraba a los jugadores sin perder detalle.
Por un instante eleve la mirada y me quede mirándole me parecia incluso que aun seguíamos estando juntos.
─ Bueno, ¿me vas a constar de verdad que es lo que te paso…?... cuestiono de nuevo pensando que lo que le había dicho seguia siendo una broma.
─ Ya te lo he dicho l oque paso, por que crees que me inventaría una cosa así…─ respondí con cierto enfado en mi voz.
─ Por que se que tienes una mente demasiado activa…─ contesto Samantha mientras me ponía el dedo en la frente y me empujaba hacia atrás para hacer que levantara la cabeza.
─ Pues esta vez es la verdad además, no se si será mi imaginación o lo que sea pero he visto como una especie de neblina oscura por los pasillos cerca de mi clase…─ hable intentando convencerla de lo que me había pasado pero vamos ni yo me lo creía.
─ De verdad, deberías de escribir un libro, mejor no se lo cuentes a nadie mas…─ dijo Samantha dándome un consejo del que tenia mucha razón cualquiera otro ya me hubiera tomado por loca.
Preferi no hablar mas sobre eso y cambiar de tema mientras duraba el descanso y miraba de vez en cuando a Víctor que parecia que me miraba sonriendo alguna vez que otra.
En cuanto sonó la sirena salí corriendo despidiéndome de Samantha y quedando como siempre a la salida.
Esta vez me tocaba gimnasia, aquella clase me desquiciaba por completo es que no la soportaba el profesor parecia que la hubiera tomado conmigo.
Me dirigí hacia le vestuario nada mas llegar abrí la taquilla escuchando como siempre a las demás chicas hablar y el murmullo de costumbre tome la bolsa de deporte y me coloqué el uniforme para salir al gimnasio.
Una vez en este flotaba un cierto olor a sudor por mucho que lo fregaran o intentaran enmascararlo el sitio era bastante grande a cada lado había gradas en la que casi siempre había varias personas.
Por el suelo había tirados varios balones entre ellos el medicinal de color rojo que le tenia bastante odio desde el techo colgaba una cuerda con nudos.
a nuestra derecha había una puerta metálica que era donde metíamos los balones y demás equipo deportivo.
─ Muy bien señoritas hoy empezaremos con diez vueltas alrededor de la pista para calentar…─ dijo el profesor son pasar lista y nada, aquello fue como un sentencia para mi.
Pero viendo que no me quedaba otra empecé a correr intentando no ir muy deprisa y aguantar algo el aliento.
Pasaron varios minutos cuando al fin nos detuvimos estaba casi sin aliento lo mismo que las demás.
─ Vale y despues de esta legre marcha, tomareis el balón medicinal y os lo iréis pasando, quiero que hagáis parejas así que venga rapidito…─ comento el profesor que enseguida hicimos parejas y nos pusimos espalda contra espalda pasándonos el dichoso balón medicinal.
Por un instante me quede mirando hacia las gradas y pude ver de nuevo aquella especie de neblina oscura que estaba dando vueltas por la parte baja de las los asientos…
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Espero que os guste esta nueva historia y muchos gracias a todos .
Magi
407
6.560 ATC
Esto es lo primero que leo tuyo, me parece interesante de leer, esperare al siguiente capitulo a ver como sigue XD
Me gusta como esta escrito, se me hace cómodo (hay algunas erratas pero tampoco me parecen para tanto, se entiende todo vamos) XD
Pues nada a esperar al siguiente cap y a ver que es lo que ocurre XD Luego me pasaré a leer esa +18 que estas haciendo XD
Inició el tema
Mazoku
627
3.573 ATC
DECISION EQUIVOCADA
─ Eli…Eli…─ susurro una dulce voz que provenía de esa especie de neblina enseguida solté el balón asustada por aquello.
─ ¿Qué haces…?...─ dijo mi pareja protestando por que había soltado el balón.
─ ¿No lo has escuchado…?...─ cuestione preocupada mientras que seguia mirando hacia los asientos que al parecer aquella neblina había desaparecido.
─ ¿El que…?...déjate de tonterías…─ respondió mi compañera mientras recogía el balón medicinal.
─ A ver que es lo que pasa, venga seguid…─ dijo el profesor mientras daba un par de palmadas aligerando aquello.
Rápidamente mi compañera me paso el balón medicinal y proseguimos haciendo ese ejercicio, aunque mi mente estaba en esa neblina oscura que parecia que ahora mismo había desaparecido.
Así continuamos lo que quedo de clase, al acabar estaba echa polvo casi no podia ni moverme.
─ Venga ahora a las duchas y listo…─ hablo el profesor dando por finalizada la clase de gimnasia, aquello solo me hizo tomar profundamente aire y soltarlo como si ya hubiera pasado lo peor.
Nos dirigimos hacia las duchas como siempre entra rápidamente y abrí el grifo haciendo que el agua caliente me despejara la mente, cerré los ojos y me deje llevar por un instante.
Mientras me vestía podia escuchar los cotilleos de siempre que había en el vestuario pero la verdad poco me interesaban aunque tampoco era de tener muchas amigas.
En cuanto acabe y puse mis cosas de baño en la taquilla salí en dirección hacia mi siguiente clase.
Me sentía algo extraña mientras pasaba por los pasillos llenos de gente que se dirigía hacia sus clases, de vez en cuando miraba hacia atrás notaba como si alguien me estuviera siguiendo.
Al llegar a la clase me coloque cerca de la ventana mirando hacia el patio, pude observar como había un entrenamiento de fútbol pero no dure mucho viéndolo puesto que entro el profesor.
La clase fue pesada y lenta me pareció incluso que no se iba a acabar nunca, estaba deseando salir.
En cuanto sonó la sirena fue como si me quitaran un peso de encima, tome la carpeta y unos libros y me dirigí hacia la salida lo mas rápido que pudiera.
En cuanto estuve en la calle respire profundamente como si me faltara el aire la verdad es que no lo soportaba.
Mire en todas direcciones hasta que encontré donde siempre a Samantha esperándome como siempre.
─ Al fin estaba deseando salir lo mas rápido posible no lo soporto…─ comente aliviada al salir de aquel sitio.
─ Te noto algo extraña…¿estas bien…?...─ pregunto Samantha mientras me observaba con detenimiento.
─ Si, no te preocupes…─ respondí de manera falsa intentando hacer que no se preocupara.
─ Vamos a tomar algo…─ propuso Samantha como siempre, aunque esta vez no tenía muchas ganas, solo volver a casa y descansar.
─ Esta vez no tengo ganas, voy a ir a casa directamente ya tumbarme un poco, estoy rendida…─ respondí resoplando, la clase de gimnasia me había matado por completo.
─ Eres una aguafiestas…ya nos vemos…─ hablo Samantha a desgana, mientras caminábamos hacia fuera, nada mas llegar cada una nos fuimos en una dirección diferente.
Cuando llegue a la parada del autobús no había mucha gente y el día ya estaba acabando; no tuve que esperar mucho hasta que llego.
Me fui a la parte de atrás y me senté cerca de la ventana, las farolas comenzaban a encenderse y los bares a llenarse.
No tarde mucho hasta llegar a la parada y bajar, encamine mis pasos hacia la casa pero decidí ir tranquila tomándome un pequeño paseo intentando relajarme de lo que me había sucedido en la clase de gimnasia.
─ Eli…Eli…─ susurro una voz proveniente de detrás de mi era muy suave y tentadora, me gire de inmediato pero no vi a nadie, pensé que si aquello era una broma de Samantha no tenia ninguna gracia.
Acelere mis pasos para llegar lo antes posible, pensando en otras cosas para alejar aquella voz de mi mente.
Cuando llegue a casa vi algo extraño la puerta estaba entre abierta y las luces encendidas.
Abrí lentamente la puerta extrañada por aquello, no sabia que hacer si entrar o quedarme fuera.
Tomando valor entre abriendo la puerta muy despacio mirando hacia todas partes avance unos pasos hacia el interior parecia que todo estaba en orden pero en cuanto entre escuche detrás de mi como la puerta se cerraba de golpe.
Gire la cabeza para ver que es lo que había pasado y para mi sorpresa pude ver a uno de esos tipos que me había encontrado la noche anterior.
─ Vaya, Vaya mira quien tenemos aquí…Avanza!...─ exclamo el tipo mientras me apuntaba con una pistola enseguida tuve el temor de que le hubiera pasado algo a mi madre.
Pero cuando llegue al salón descubrí que se encontraba atada en una de las sillas, al menos pude respirar aliviada, me acerque a ella a toda prisa hasta llegar a su altura y abrazarla.
─ Solo hay bisutería…lo habrán escondido…─ dijo una voz que provenía de arriba, en cuanto llego al salón pude ver al otro tipo.
─ Que casualidad…Tu y yo tenemos un asunto pendiente…¿La has registrado…?...─ cuestiono el tipo, el otro negó con la cabeza haciéndoselo saber.
─ ¿Eres idiota o que te pasa…?, recuerda lo que te paso la ultima vez…─ refunfuño con tono de cabreo sin saber aun de donde había sacado aquella arma.
El tipo se acerco a donde estaba mi madre empezó a intentar gritar pero no podia hacer nada con la mordaza que tenia en la boca.
─ Shhhhh, no te preocupes no le pasara nada la cuidare muy bien…─ comento el tipo mientras me agarraba el brazo y me levantaba violentamente.
No podia mas que mirarlo con ojos de odio, ojala tuviera esa arma en las manos, se acerco y se puso a mi lado el olor a alcohol que despedía era casi insoportable.
─ Sabes tengo ganas de continuar con lo que dejamos pero ahora mismo estamos trabajando…así que…─ hablo el tipo mientras nos dirigíamos al centro del salón una vez allí se agacho y empezó a pasar sus manos por los pantalones muy lentamente recreándose en el instante, sentía asco mientras recorría mis ropas pero no podia hacer nada.
Gire la cabeza intentando pensar en otra cosa hasta que pasase aquel momento lo mas rápido que pudiera pero aquel tipo no quería que se acabase nunca.
Sus manos me daban arcadas y su olor era insoportable mientras seguia subiendo, en cuanto llego a mis pechos se detuvo por unos momentos pasando las manos por ellos una y otra vez aquello era insoportable.
Cuando al fin hubo terminado me dio la vuelta y note como me colocaba unas cuerdas en las muñecas y me hizo sentar cerca de mi madre de un empujón.
─ Muy bien cariño tu madre no ha querido decir nada, espero que tu lo sepas por su bien…─ hablo el tipo mientras sacaba un arma y me deslizaba el canon por la cara.
─ No se de lo que estáis hablando…─ dije con tono de desafió y extrañeza no tenia ni idea de lo que estaban buscando.
─ Escucha no me gustaría tener que dejarte una marca en esa cara tan bonita que tienes…así que le diré lo mismo que a tu madre…Estoy buscando un colgante octogonal con una gema negra en su centro…─ explico el tipo describiéndome el colgante pero nunca lo había visto ni que mi madre lo hubiese llevado.
─ No lo he visto nunca…─ hable de manera nerviosa pero en cuanto hube terminado la frase aquel tipo me golpeo en el rostro con el arma pude sentir el canon golpear contra mi rostro, el golpe me dejo medio mareada y algo atontada.
Escuche los gruñidos de mi madre gire la cabeza lentamente y pude ver como aquel tipo golpeo a mi madre también para que se callara.
─ Dejadla en paz!…no se donde esta ni lo eh visto nunca…no os miento…─ dije entre gritando y desesperada al ver aquello.
─ Shhh…será mejor que te calles…sube arriba y revisa sus cosas…─ comento el tipo mientras me pasaba el canon nuevamente por la cara recreándose en ello.
─ Pero si ya lo he hecho no hay nada…─ protesto su compañero mientras nos seguia apuntando.
─ Escucha nos han dicho que estaba por aquí y ese tipo n ose equivoca…¿o quieres volver sin eso…?... no creo que le haga mucha gracia…Así que sube y vuelve a revisar las cosas...Y como a su vuelta no traiga nada la primera en morir será tu madre…─ dijo mientras le apuntaba poniéndole el canon directamente sobre su frente.
Aquello al momento me dejo helada no sabia que hacer y no creo que encontrase aquel colgante, rápidamente mire a su compañero como subía cojeando las escaleras.
Por mi mente paso toda mi vida rezando por que encontraran lo que estaban buscando, pero a pesar de todo estaba convencida de que nos matarían.
Pero casi viendo de reojo pude ver aquella extraña neblina oscura nuevamente rondar por detrás de aquel tipo que nos sonreía de manera casi diabólica recreándose en aquello.
─ ¿Qué estas mirando…?...─ pregunto el tipo mientras levantaba de nuevo su arma con intención de golpearme solo pude mas que girar la cabeza y cerrar los ojos, pero no sucedió nada.
Cuando los abrí pude ver que esa neblina estaba rondando detrás de el y parecia no dejarle aunque el no se diera cuenta de que estaba allí.
─ Eli…Eli…─ susurro una voz claramente que provenía de aquella neblina su voz era muy suave y tentadora.
Preferi no responder solo la seguia con los ojos de un lugar a otro, desee con todas mis fuerzas que ojala estuviera libre de aquellas atadura y como si algo escuchara mis suplicas en seguida note en mis manos el peso de algo, lo palpe por encima y me pareció que era una navaja, enseguida la abrí y empecé a cortar las ataduras sin que se diese cuenta.
Podia escuchar como su otro compañero rebuscaba a fondo en los dormitorios moviéndolo todo mientras seguia cortando las ataduras todo lo deprisa que podia.
─ Sabéis una cosa…aunque el lo encuentre tu y yo no los vamos a pasar muy bien me pienso cobrar lo que interrumpiste el otro día…─ dijo el tipo mientras se sentaba en el sofá mirándonos y jugando con el arma.
Cuando hubo pasado un rato no escuche nada en el piso de arriba pero por suerte mis ataduras las había cortado pero no sabia que hacer estaba indefensa y el tenia el arma.
Empecé a pensar que ojala pudiera defenderme y así fue de nuevo sentí el peso de algo en mis manos parecia una pistola que enseguida toma e intente ocultarla.
Escuche como los pasos de su compañero bajaban la escalera de manera torpe al llegar abajo parecia que no traía nada.
─ Te lo he dicho no hay nada…─ comento el compañero elevando los hombros y con cara de incredulidad.
─ Muy bien pues ella será la primera…─ hablo aquel tipo levantándose del sillón y acercándose a mi madre que enseguida tomo del brazo y levanto de manera salvaje.
Como un relámpago me levante con el arma en la mano y le apunte pero este puso a mi madre delante suya haciendo de escudo.
─ ¿Pero que demonios…?...Te había registrado…Suelta el arma o ella lo pagara…─ amenazo aquel tipo poniendo el canon sobre la sien de mi madre.
Aquella situación es como si se hubiera congelado en el tiempo no sabia que hacer pero si bajaba el arma ella terminaría muerta y si disparaba podría fallar y matarla.
Pero como si saliera de la nada escuche aquella voz en mi mente y pude ver aquella neblina oscura rondando por la espalda de aquel tipo.
─ Eli dispara…sabes lo que va a pasar…hazlo están amenazando a tu madre…¿no quieres salvarla…?...─ pregunto aquella voz de manera muy dulce y tentadora y tenia toda la razón pero no quería acertar a mi madre.
─ Suelta el arma ahora!...o tu madre morirá…─ exclamo aquel tipo con un tono amenazante mientras seguia presionando el arma contra mi madre.
─ No se atreverá Eli es un cobarde y encima esta amenazando a tu madre acaba con él…─ comento aquella voz de nuevo haciéndome temblar la mano sobre el arma y el dedo sobre el gatillo cada vez tenia mas ganas de hacerlo.
Estaba petrificada aquello me superaba pero no podia dejar el arma aquello era una única oportunidad y aquella voz no dejaba de rondarme en la cabeza.
─ Voy a contar hasta tres y soltaras el arma o tu madre lo pagara…─ comento el tipo mientras seguia apuntando a mi madre.
Mis manos temblaban, sentía el sudor frío recorrerme las manos, la respiración la tenia agitada y el corazón me latía a cien por hora.
─ Uno!...dos!...tres!...─ contó el tipo a cada numero me parecia que el tiempo se detuviese.
Sin pensarlo dos veces mi madre le soltó un pisotón haciendo que la soltara pero fue un fallo que me acordaría toda mi vida.
─ Zorra!...─ exclamo el tipo y enseguida la volvió a apuntar, ni siquiera me dio tiempo a reaccionar escuche un único disparo proveniente de su pistola y al momento una mancha de sangre en el pecho de mi madre.
─ NOOOOOOOO!!!...─ grite con todas mis fuerzas viendo aquella escena y sin pensarlo dos veces apreté el gatillo de mi arma varias veces seguidas sentía el retroceso del arma y el sonido característico.
Los disparos acertaron uno tras otro en su pecho haciéndole caer al suelo, su amigo no sabia que hacer solo salio corriendo a toda prisa, toda aquella escena paso a cámara lenta hasta que mi madre cayo al suelo.
Como un relámpago solté el arma y me dirigí hacia mi madre, esta luchaba por su vida puse su cabeza en un cojín para que estuviera mas cómoda.
Intentaba hablar pero le resultaba imposible cada vez que lo hacia la sangre salía por su boca, no sabia que hacer estaba petrificada por el miedo y por lo que había pasado.
─ SOCORROO!!!...─ grite una y otra vez mientras intentaba hacer lo imposible para que mi madre siguiera viviendo, pero en un momento vi que se quedaba quieta por completo, pero en su rostro había una sonrisa.
─ No, no, no, por favor no puede estar pasando…─ me repetía una y otra vez, escuche las sirenas de un coche de policía al parecer alguien la había llamado al escuchar los disparos.
En un instante una pareja de policías entraron en la casa viendo aquello sacaron las armas y se acercaron a donde estaba.
─ Aquí unidad trescientos cuarenta y cinco…reportando un código ciento ochenta y siete necesito una ambulancia y un equipo forense…─ hablo un policía por la radio de su hombro.
Mientras el otro me alejaba de mi madre para ver como se encontraba pero ya era demasiado tarde mi madre había muerto.
Pasaron como diez minutos cuando escuche otros coches de policía y una ambulancia, en cuanto bajaron los policías empezaron a hablar entre ellos uno de los enfermeros me llevo a la ambulancia y me puso una manta encima y empezó a hacerme algunas pruebas para ver como me encontraba.
Despues de varias pruebas se me acerco el que parecia el que estaba al mando de aquel paso.
─ Te llamas Elizabeth, ¿cierto?...a ver explícame que es lo que paso…para que me haga una idea…─ comento el inspector, como pude relate lo que había pasado pero no sabia que decir cuando llegaba a lo de aquel tipo.
Despues de mi historia vino un policía y le entrego un informe, el inspector parecia leerlo con interés.
Pero no pronuncio ni una palabra, pasado un rato me metieron en un coche patrulla y nos dirigimos hacia la comisaría.
Me quede mirando por la ventanilla sin decir nada pensando en aquel momento en si debería de haber echo caso a aquella voz, si debería haber actuado de otra forma, aunque le miedo era es que encontraran el arma que había utilizado y me preguntaran de donde la saque.
El camino se me hizo muy corto cuando llegue al edificio de la comisaría pude observar que había un gran alboroto al parecer estaban bastante ocupados enseguida me pasaron a una de las habitaciones para interrogarme.
El sitio era una habitación de color gris con una mesa en el centro y dos sillas y en la pared había un espejo que seguramente me estuvieran observando.
Estuve esperando por unos momentos hasta que otro policía entro en la habitación y saco un expediente que puso encima de la mesa.
─ Al parecer Elizabeth no tienes antecedentes penales ni nada por el estilo…y hace poco acaban de matar a tu madre, lo único que me resulta extraño de este caso sabes, ¿sabes lo que es…?...─ pregunto el policía mientras pasaba las hojas del informe.
Solamente negué con la cabeza sin pronunciar palabra solo mirando las fotos que habían tomado de la escena, al ver a mi madre muerta no pude mas que apartar la mirada cerrando lso ojos.
─ Ese tipo se llama Arthur y al parecer se ha llevado cinco disparos de un arma fantasma no hay ni arma ni balas en su cuerpo pero tiene los orificios…si me lo pudieras explicar…─ comento el policía con tono amenazante pero no podia decir nada de todas formas no me creerían y no habían encontrado ningún arma cosa que me extraño.
Pasaron varios minutos mientras aquel policía no dejaba de preguntarme una y otra vez que donde estaba esa arma y que es lo que había pasado en verdad.
Pero no podia mas que negar con la cabeza contarle una y otra vez lo que había pasado pero al llegar a lo de aquel tipo me quedaba en blanco no podia contarle nada.
Paso como una hora sin tener ningún resultado en eso entro otro policía este solo le hablo al oído al que me estaba interrogando.
─ Bueno al parecer no tenemos pruebas…te podíamos detener aquí unas cuarenta y ocho horas de forma preventiva pero al parecer hay alguien que te quiere ver fuera…Así que puedes irte…─ hablo el policía abriéndome la puerta para que me fuera.
Aunque la verdad no sabia que decir, no conocía a nadie que hiciera aquello, pero sin pensarlo me levante y salí de aquel sitio.
Nada mas salir observe que aun era de noche, pude sentir el aire frío golpearme y enseguida me despeje pero el recuerdo de mi madre no me dejaba y no podia volver a casa.
Me quede por unos instantes mirando hacia todas partes sin saber que hacer ni a donde ir.
─ ¿Hola Elizabeth…?...─ pregunto una voz proveniente de mi derecha al girar la cabeza vi que era un hombre joven con cabello rizado y de color marrón unos ojos algo almendrados de color verde oscuro y unos rasgos algo cuadriculados su constitución no era muy fuerte y era un poco mas alto que yo.
─ Si…─ dije extrañada, pensé que lo había visto en alguna parte pero no recordaba donde.
─ Oh, perdona soy Albert el profesor de literatura y amigo de tus padres…siento haberme enterado lo que te ha pasado si puedo ayudarte en algo…─ dijo Albert con mucha amabilidad; enseguida lo recordé de haberlo visto por el instituto.
─ Muchas gracias…pero ahora mismo no se a donde ir…─ dije pensando que no tenía familiares en la ciudad.
─ Si quieres puedes pasar la noche en mi casa…─ comento Albert ofreciéndome un lugar en el que pasar la noche.
Por unos instantes me quede pensativa en l oque hacer y viendo mis opciones y que tampoco tenia muchas decidí aceptar.
─ Gracias…─ hable aceptando su ofrecimiento andamos unos cuantos metros hasta llegar a su coche.
Me introduje y enseguida arranco, las calles estaban desiertas y no podia quitarme de la mente lo que había pasado tenia que encontrar a aquel tipo y saber que estaban buscando.
─ ¿Te encuentras bien…?...─ cuestiono Albert mientras nos dirigíamos hacia su casa, no podia quitarme lo que había pasado con mi madre en un momento todo mi mundo había dado un vuelco.
Solamente negué con la cabeza como respuesta no quería hablar de nada, solo que el tiempo se detuviese y pudiese volver atrás para poder volver a verla.
─ Escucha se que todo lo que diga no te hará olvidar lo que ha pasado y por lo que estas sufriendo pero…─ comento Albert pero sin llegarle a dejar que terminara la frase solamente le increpe.
─ No quiero hablar de eso…─ dije de manera tajante para acabar aquella conversación.
Pasado un buen rato llegamos a la casa, Albert aparco el coche, nada mas salir note la brisa nocturna mire hacia todas partes no había nadie en la calle solo el camión de la basura que se podia escuchar a lo lejos.
Cruzamos la carretera hasta llegar a una casa de dos plantas, parecia algo antigua pero estaba muy bien conservada,
Tenia una valla de color blanco y una escalera de madera que conducía hacia la puerta que Albert abrió dejándome entrar nada mas hacerlo pude observar una escalera que llegaba al segundo piso a mano derecha una pequeño salón con una chimenea que estaba apagada y a mano izquierda una pequeña cocina muy bien equipada.
En las paredes había varios retratos de el y su familia y entre estas podia observarse varias armas colgadas.
Me quede por un momento extrañada mirando aquello, parecia que fuese un coleccionista de armas.
─ El dormitorio esta arriba, al fondo esta el cuarto de baño yo dormiré en el sofá…si necesitas algo me avisas…─ hablo Albert mientras se dirigía al sofá del salón ahuecando los cojines para dormir.
─ Lo siento y gracias por todo…─ lo único que hable y subí rápidamente las escaleras para entrar en la habitación.
Al hacerlo encendí la luz y vi que estaba muy bien decorada había una cama muy modesta con una colcha de color raso a su lado había unas mesitas de noche con una lamparilla enfrente de este un armario y a mano derecha un escritorio a mano izquierda una ventana que daba a la calle, sin pensármelo dos veces me deje caer en la cama aunque sabia que me resultaría imposible dormir.
Mire hacia la mesita y vi una foto al tomarla observe que había una mujer y una niña pequeña pensé que seria su familia aunque me extrañaba que no estuvieran en casa pensé que se podrían haber separado.
Deje la foto en su sitio y apague la luz me quede por un momento mirando al techo recordando lo que había pasado una y otra vez y a mi madre mientras me miraba sonriendo.
Tenia que encontrar aquel tipo como fuera y saber que es lo que estaban buscando, o eso o entrar en mi casa a hurtadillas por que estaba segura que estaría precintada por la policía.
Sin saberlo poco a poco se me fueron cerrando los ojos el sueño pudo conmigo a pesar de todo no se ni siquiera lo que soñé cuando de pronto escuche como alguien golpeaba en la puerta, abrí los ojos de golpe y comprobé que era de día.
─ ¿Estas despierta…?...─ cuestiono Albert mientras esperaba a que respondiera.
─ Si, puedes pasar…─ respondí de manera seca aun inmersa en mis pensamientos.
Albert abrió la puerta y entro en la habitación viendo si me encontraba bien,.
Rápidamente me senté en la cama y un olor delicioso llego a mi olfato haciendo recordar los desayunos de mi madre.
─ He preparado el desayuno por si tienes ganas…yo voy a ir al instituto…si no tienes ganas de ir no te preocupes, yo se lo diré a los profesores…─ habló el profesor dándome algo de tiempo para que pudiera recuperarme.
─ Gracias…─ comente agradeciéndole el ofrecimiento, Albert cerro la puerta saliendo escuche como bajaba por las escaleras.
Me tome un poco de tiempo para arreglarme, así que despues de eso baje las escaleras al llegar a la cocina Albert salía ya por la puerta en dirección al instituto.
Así que me quede completamente sola en su casa, parecia que tenia una gran confianza en mi, al llegar a la cocina observe que había casi de todo desde tostadas a algunos dulces incluso zumo de naranja.
Sin pensármelo dos veces me senté para desayunar pero apenas probé bocado puesto que tenia el estomago cerrado aun.
Pensé que en agradecimiento al menos le fregaría los platos una vez echo me pase por el salón era bastante acogedor al fondo había una chimenea casi a su lado un sofá con varios cojines por encima detrás de este algunas estanterías llenas de libros antiguos en el otro lado de la pared un televisor y detrás de este la ventana que daba a la calle, el suelo lo dominaba una piel de oso bastante grande.
Estuve mirando el sitio por un momento hasta que me dirigí hacia las estanterías para comprobar que clase de libros tenia.
En cuanto lo revise un poco solo encontré libros sobre el antiguo Egipto, pirámides y jeroglíficos junto con algunos sobre leyendas.
Aquello parecia baste aburrido pero cuando tome un libro me quede mirando algo extrañada en sus paginas aparecía un jeroglífico con una figura humana y a cada lado una especie de ángel y un demonio a su izquierda, aquello me sorprendió bastante.
Pero bueno pensé que seria casualidad y una simple coincidencia, tenia que volver a casa al menos a recoger algo de ropa y comprobar que es lo que estaban buscando y si podría encontrarlo.
Salí a la calle notando el aire fresco de la mañana el ir y venir de los coches y las personas hacia los trabajos por suerte mi amiga no estaba por allí.
Mi casa estaba algo lejos y tenia que tomar el autobús por suerte siempre tenia algo de dinero por si acaso así que fui directamente a la parada del autobús y una vez llego me senté donde siempre al fondo aparte que no quería ni siquiera hablar con nadie.
El trayecto fue bastante rápido por suerte no encontré a ningún conocido, al llegar cerca de mi casa baje del autobús y me dirigí hacia esta no aprecia que estuviese nadie vigilándola.
Nada mas acercarme a la puerta pude ver que había un sello en la puerta y una banda de plástico de color amarillo y negro con la palabra policía inscrita en ella.
Abrí la puerta con un poco de fuerza ni siquiera estaba cerrada, por un momento me vino las imágenes a la mente de lo que había pasado y nada mas llegar al salón una oleada de sensaciones me invadió.
Pensé que lo mejor era no seguir pensando en aquello, y fui directamente hacia el segundo piso de manera rauda.
Al llegar pude ver que toda la parte de arriba estaba desordenada tanto mi cuarto como el de mis padres, aquello era un completo desorden no sabría siquiera si podría encontrar que es lo que fuera que estaban buscando.
Sin pensarlo demasiado me dirigí a la primera hacia mi habitación todas mis cosas estaban tiradas por el suelo la cama desecha incluso el armario estaba destrozado al parecer habían buscado a conciencia.
Así que pensé que lo mismo estaría en el dormitorio de mis padres, así que me dirigí hacia su habitación nada mas entrar pude ver que estaba lo mismo que la mía, así que no quedaba mucho por revisar.
Aquello era un verdadero caos pero viendo como estaba aquello no habían encontrado lo que estaban buscando.
Pero si de verdad lo teníamos tenia que estar aun por ahí, así que pensé empezar por mi habitación nuevamente, revise una y otra vez todos los sitios donde se supone que podrían esconder algo aunque no sabia que es lo que fuera.
Lo único que estaba aun intacto eran mis peluches que parece ser que no habían destrozado cosa que me extraño bastante…
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Muchas gracias por tu tiempo en leerlo, bueno un poco tarde pero aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
627
3.573 ATC
UN HALLAZGO SORPRENDENTE
Revise los peluches una y otra vez y lo único que me quedaba por hacerles es romperlos.
Empecé a romperlos y quitarles el interior para comprobar si tuvieran algo en su interior hasta que con uno descubro una especie de colgante.
Por delante tenia la misma inscripción que en aquel libro, mis ojos se quedaron fijos en este como si mi mente se hubiera transportado a otro lugar.
Me quede por un tiempo de esa forma hasta que escuche un sonido proveniente del piso inferior.
Pensé que probablemente fuera de nuevo aquel tipo que escapo que habría vuelto para encontrar lo que había hallado.
Camine lentamente y haciendo el menor ruido posible hacia la puerta de mi habitación y me quede esperando por si subía.
Podia escuchar los pasos que empezaron a subir por la escalera poco a poco, los nervios se acrecentaban en mi interior no sabia que hacer mire por la habitación rápidamente para encontrar algo para atizarle.
Cuando mi mirada se fijo en la lámpara que había encima de la mesilla de noche me acerque a esta y la desenchufe me coloque detrás de la puerta esperando que pasara.
Los pasos cada vez estaban mas cerca cuando ya casi estaban en la habitación aparecí de improviso enarbolando la lámpara por encima mía dispuesta a golpearle hasta que me di cuenta por suerte que era Samantha.
─ Joder tía!...¿se puede saber que haces…?...─ dijo Samantha poniéndose las manos encima de la cabeza con tono de miedo.
─ Me has asustado…¿Qué haces aquí…?...─ pregunte algo mas calmada mientras bajaba la lámpara respirando tranquila.
─ Me preocupe al decir el profesor que no habías venido…y ahora encuentro esto así que tu me dirás que quieres que piense…─ hablo Samantha mientras empezaba a respirar aliviada, aunque lo mas raro es que se hubiera escapado de las clases aun no era la hora de salir.
─ Si, al parecer entraron aquellos tipos que casi me violan,,,se vengaron viniendo a mi casa, pero buscaban algo mas concreto…─ comente pensando en lo que había encontrado en el peluche.
─ ¿Tu madre esta bien…?...¿y tu…?...─ cuestiono Samantha con tono de preocupación al contarle lo que había pasado.
─ Mataron a mi madre…y no se como termine matando a uno de ellos…por lo visto no encontraron lo que estaban buscando vine para ver si lo encontraba…─ respondí diciéndole lo que había pasado o resumiéndoselo, al recordarlo la angustia y el dolor vino a mi mente.
─ Dios!...Lo siento mucho, ¿sabes que es lo que estaban buscando…?...─ exclamo Samantha mientras me abrazaba y me pasaba la mano por el brazo acariciándomelo.
─ Si, todo por este colgante…─ hable mientras se lo enseñaba, ella se quedo mirándolo extrañamente.
─ Pues no parece muy bonito o caro…─ hablo Samantha mientras lo miraba con interés.
─ No se que hacer, en un momento se me ha venido abajo toda mi vida…─ comente mientras me sentaba en el sofá dejándome caer.
─ Si puedo hacer algo por ti…no dudes en decírmelo…estoy para lo que necesites…si necesitas pasar unos días en mi casa…─ comento Samantha con amabilidad mientras me tomaba de las manos intentando consolarme.
Aquella bonita escena paso rápidamente de un extremo a otro escuche como la puerta se abría de un golpe haciendo que me asustara.
De pronto apareció el compañero de aquel tipo con un arma en la mano con las manos temblorosas y los ojos abiertos como platos.
─ Tu zorra, mataste a mi amigo…¿Dónde esta…?...se que lo sabes…─ exclamo aquel tipejo mientras nos apuntaba con un arma.
Por un instante nos quedamos paralizadas no sabíamos que hacer, aquello nos había pillado por sorpresa, pero enseguida la mirada de aquel tipo se fijo en el colgante.
─ Vaya así que no sabias donde estaba, tírame ese colgante…─ exigió aquel tipejo mientras me apuntaba con el arma.
No sabia que hacer nada mas que tirarle aquella cosa y que nos dejara en paz, como pude se lo arroje pero solamente cayo en el suelo cerca de este.
El tipo solamente gruño enfadado al ver lo que había echo, se agacho y por un instante nos dejo de apuntar, Samantha rápidamente se lanzo contra el empujándolo.
Y empezaron a forcejear, yo no sabia que hacer estaba paralizada, pero viendo aquello me lance a por el cuando ya estaba a escasos centímetros este tomo el control cogiendo a Samantha y usándola de escudo le puso el arma en la sien.
─ Esto te a costar caro…deslízame el colgante…─ hablo el tipejo, me acerque al colgante muy despacio y poniendo el pie cerca de este le di un pequeño empujón.
─ Tu cogelo y sin tonterías…─ volvió a decir el tipo mientras soltaba de manera temporal a Samantha para que lo tomara.
Samantha se agacho y tomando el colgante en sus manos se lo paso a su atacante, este tomándolo se quedo mirándolo como si le estuviera hipnotizando.
Por unos momentos se quedo embelesado viendo aquella pequeña joya,, en ese estado no sabia que hacer si me movía estaba segura que Samantha terminaría muerta.
─ Eli, Eli….Hazlo, si no lo haces tu amiga morirá…─ volvi a escuchar aquella suave voz que es como si me embelesara.
Por unos instantes puse mis manos detrás de mi espalda muy lentamente, por suerte no se dio cuenta, en cuanto las puse cerré los ojos unos segundos y pude sentir un peso en mis manos, por su tacto eran unas pistolas.
─ Eh!...¿que estas escondiendo…?...Muéstrame que tienes en las manos…─ ordeno aquel tipo al verme que tenia las manos en la espalda no sabia que hacer, si se lo enseñaba podría terminar muerta ella y yo.
Pero en ese momento se escucho la puerta como se abría, el tipo se dio la vuelta teniendo a Samantha como escudo.
─ Alto!...Suelta el arma!...─ exclamo una voz que me resultaba conocida, mientras aquel tipo retrocedía lentamente con mi amiga como escudo humano.
─ No! suéltala tu o ella muere…Venga hazlo!...─ exclamo casi gritando, de momento es como si me hubiera perdido de vista al menos podia hacer lo que quisiera pero andaba demasiado asustada para moverme.
─ Si quieres salir vivo de aquí es mejor que hagas lo que yo digo…Suelta el arma!...─ comento aquella voz mientras el tipejo retrocedía unos pasos y podia ver al policía.
─ Suéltala o ella muere!...─ hablo el tipo amartillando el arma con un dedo y preparándose para acabar con la vida de Samantha.
El nerviosismo empezó a hacerme mella no podia permitir que muriera pero tampoco podia revelar lo que había pasado aquella noche y menos con el policía estando delante.
Aun sentía el peso en mis manos de aquellas armas que no tenia ni idea de donde habían salido.
Podia notar el sudor resbalarme por le rostro, el nerviosismo en mis manos que ya estaban empezando a sudarme y aquella voz suave y atrayente sugiriéndome que lo hiciera.
Apreté aquellas armas en mis manos sintiendo su forma preparándome para dispararle y acabar todo aquello.
─ Muy bien dejo el arma en el suelo ves…tómame a mi pero suéltala a ella…es mejor…─ hablo el policía mientras dejaba el arma en el suelo y levantaba las manos.
─ Deslízala hacia mi con una patada…─ comento aquel tipo mientras encañonaba aun mas nervioso a Samantha que podia verse el miedo en su rostro.
El policía le dio una patada y deslizo el arma hasta cerca de Samantha, mientras que retrocedía unos pasos.
─ Muy bien, pásamela y no hagas tonterías…─ hablo el tipo mientras Samantha se agachaba para tomar el arma y dársela.
Pero en un momento todo se fue al garete, Samantha le dio un pisotón en el pie este retrocedió, por el dolor mientras que el policía desenfundaba otra arma del tobillo.
La escena parecia que se sucedía en cámara lenta como pude solté las armas de mis manos y fui corriendo hacia Samantha para protegerla.
Pero los disparos me hicieron salir de aquel estado, y todo volvió a su velocidad normal mientras que Samantha caía al suelo.
Por suerte pude protegerla para que no se hiciera daño, de manera instintiva le cubrí la cabeza y coloque mi cuerpo protegiéndola.
Despues de aquello nos quedamos unos momentos en esa posición hasta que escuche la voz de Samantha.
─ Eli, se que me quieres mucho pero a mi no me va ese rollo…─ hablo Samantha, mientras yo me quitaba de encima de ella.
Aquella frase no pudo mas que hacerme reír mientras la miraba a los ojos que parecían estar felices pero en un momento todo se derrumbo.
Sus ojos cambiaron de inmediato no sabia que hacer ni lo que le estaba pasando pero en cuanto me separe un poco de ella pude ver que uno de los disparos le había alcanzado.
Pude ver con claridad una mancha de sangre en su pecho que parecia hacerse mas grande por momentos, mientras Samantha echaba su cabeza hacia atrás de golpe.
─ No, no tu también no…─ dije una y otra vez mientras la dejaba en el suelo sin saber que hacer.
El policía tomo su arma de inmediato y le coloco la chaqueta bajando la cabeza para que estuviera un poco mas cómoda.
─ Quédate con ella, aun sigue viva…llamare a una ambulancia…─ hablo el policía mientras le colocaba los dedos en el cuello y rápidamente salía en dirección hacia la calle.
No sabia que hacer solo puse la mano sobre le pecho como había visto varias veces para taponar la herida, podia sentir el tacto pegajoso en mis manos y caliente de su sangre.
─ Eli, estoy aquí…─ hablo una vez proveniente del tipo que estaba tirado en el suelo.
─ ¿Pero que …?....─ cuestione preguntándome quien seria pero de momento solo tenia en mente que Samantha se salvara.
Aquella voz se repitió una y otra vez nuevamente en mi cabeza, proveniente de aquel tipo me acerque por unos instan tantees.
Empecé a rebuscar entre sus bolsillos, intentando buscar aquel colgante del que me parecia que provenía la voz.
Al encontrarlo lo tome en mis manos ensangrentadas y me quede mirándolo detenidamente.
El tiempo fue como si se hubiera paralizado y solo existíamos yo y el colgante, enseguida me empezaron a venir flashes de imágenes sin sentido de guerras de varias mujeres que habían tenido aquel amuleto, era como un bombardeo continuo.
No pude mas que aferrarme al colgante en mis manos con fuerza mientras las imágenes se sucedían una y otra vez en mi mente sin descanso.
Aquello era una tortura que parecia no detenerse, hasta que por fin de golpe se detuvo y caí al suelo de rodillas agotada.
En eso escuche el sonido de la ambulancia y de varios coches de policía que habían llegado a casa.
Enseguida sacudí varias veces la cabeza para despejarme de aquello, y al girar la cabeza vi a Samantha que permanecia en el suelo en un charco de sangre.
Me acerque a ella y le coloque las manos en la herida nuevamente para taponar la herida, en eso entro el policía con una camilla y un par de enfermeros.
─ No tiene pulso…Rápido el desfibrilador…─ ordenó uno de ellos y enseguida el otro le paso la maquina.
Le destaparon el torso y le pusieron aquella maquina en el pecho enseguida una descarga atravesó su cuerpo haciéndole que se convulsionara.
El enfermero le aplico varias hasta que le puso el oído en el pecho para escuchar los latidos.
─ Tiene pulso rápido tenemos que llevárnosla…─ comento el enfermero mientras otro le aplicaba una mascarilla de oxigeno y le ponían suero.
Los otros policías entraron para comprobar que no hubiera nadie mas en la casa a la vez que el policía se acerco a mi con cara de pocos amigos.
─ ¿Me podrías explicar a que habías venido…?...─ cuestiono el policía a la vez que recogía su arma y la enfundaba.
Sencillamente le respondí con el silencio, aunque aquella respuesta no pareció gustarle en absoluto.
─ Ya la has liado bastante así que…─ hablo el policía mientras se acercaba a mi y me ponía las esposas en la espalda.
Salí de la casa y me introdujo directamente en el coche patrulla, me quede mirando por la ventanilla viendo como a Samantha se la llevaban en una camilla, esperaba que se recuperara.
Paso un buen rato hasta que el policía entro en el coche y arranco en dirección hacia la comisaría.
─ Mira puedes ir a la cárcel por esto, ¿Qué hacías en la casa…?...─ volvió a preguntar con tono de enfado mientras conducía.
Ni siquiera dije nada solamente miraba por la ventanilla y pensaba en Samantha esperando que pudiera recuperarse.
─ Bueno como tu quieras, solo espero que tu amiga pueda sobrevivir…─ comento el policía mientras seguíamos en el camino.
Tardamos como unos veinte minutos ya casi era medio día y empezaba a tener hambre.
Una vez hubo aparcado salimos del coche, el ambiente era algo caluroso pero por suerte corría una brisa fresca.
Podia ver como los coches patrullan entraban y salían del aparcamiento, nada mas entrar llegamos pude ver un mostrados con un policía y detrás de este varias mesas de escritorio con policías de un sitio a otro aquel sitio olía algo raro, y el ambiente parecia bastante estresante.
─ Elizabeth desobediencia a la autoridad…Deja tus objetos despues te los darán…─ dijo el policía que despues de eso me soltó las esposas.
Metí las manos en los bolsillos y saque las llaves de casa y un teléfono móvil junto con aquel extraño amuleto.
─ Que curioso…─ comento el policía mientras tomaba en sus manos el amuleto y lo observaba al menos no le ocurría nada.
─ Me lo regalaron mis padres por mi cumpleaños…─ hable casi de manera automática cuando estaba mirando el amuleto.
─ Menudo regalo…Si quieres hacer una llamada hazla ahora…─ comento le policía dejándome el teléfono sobre la mesa.
Aunque no sabia a quien llamar en ese momento en seguida me vino el numero de teléfono de la escuela y que avisaran al profesor que me saco antes de este lío.
En cuanto hube terminado de dejarle un mensaje, el policía me condujo hacia la sala de interrogatorios nuevamente y salio de la habitación.
Por unos momento permanecí sentada mirando a mi alrededor pero solamente podia pensar en Samantha y que me dijeran que estaba bien.
Cuando hubo pasado un rato el mismo policía entro con un carpeta en la mano que arrojo sobre la mesa sentándose.
─ Siéntate, ¿me podrías decir que hacías saltándote el precinto policial…?...Sabes que te puede caer cárcel de seis meses a un año…Así que es mejor que respondas…─ hablo el policía advirtiéndome lo que podia sucederme.
─ Sentía morriña eso es todo, además quería recoger algo de ropa…─ respondí a la pregunta intentando no decirle que había entrado buscando aquello.
─ Así que a buscar algo de ropa…bueno no tuviste mucha suerte al parecer…ese maleante no es trigo limpio…ya tiene varios delitos de allanamiento de morada, asalto con agravantes, y asalto a mano armada…Lo que no me explico es lo que hacia en tu casa por segunda vez…─ hablo el policía mientras con tono de duda mientras se pasaba la mano por la cara de forma pensativa.
─ Yo que se…el y su amigo casi me violan la noche pasada…Seguro que eso no se lo ha dicho…─ dije con tono amenazante mientras daba un golpe en la mesa.
─ No, lo que si me ha dicho es que sacaste un arma y le pegaste un tiro en el pie…─ hablo el policía, aquello me dejo como paralizada un momento no sabia que responder.
─ Nos dijo el lugar y estuvimos buscando un buen rato no encontramos ninguna arma…resulta curioso…Por eso te podría caer también intento de asesinato…─ comento el policía aquello me dejo helada sin saber que hacer o decir solamente me senté y me quede en silencio.
─ Parece que se te ha comido la lengua el gato…Muy bien cuando tengas ganas de volver a hablar me llamas…─ comento el policía de manera tajante dejando la sala y pensando en que podría hacer para salir de aquel embrollo.
El tiempo pasaba y cuando no fueron mas de treinta minutos escuche de nuevo como se abría la puerta de la sala y entraba el mismo policía.
─ Puedes irte han pagado tu fianza...Pero recuerda que te estaré vigilando…─ hablo el policía mirándome fijamente aquello sencillamente me helo la sangre.
Con la cabeza baja salí de la sala y me dirigí hacia la salida, el estomago me gruñía levemente cuando llegue al mostrador encontré a Albert esperándome.
─ Elizabeth como se te ocurre volver a la casa de tus padres…─ dijo Albert mientras recogía mis cosas pero en cuanto me dieron el amuleto, él se quedo mirándolo de manera extraña y sorprendido.
─ Seguro que tienes algo de hambre…─ comento Albert nuevamente invitándome a comer.
Salimos de la comisaría y enseguida entramos en el coche que estaba aparcado cerca.
Albert en seguida arranco en dirección hacia algún sitio a comer, mientras me quedaba mirando aquel amuleto.
─ Resulta interesante sabes, el amuleto me refiero…es muy parecido al que tengo en uno de mis libros…─ comento el profesor de manera curiosa mientras seguia conduciendo.
─ Si, estuve mirando alguno de sus libros y aparecía este mismo colgante…─ hable mientras no apartaba la vista del colgante.
─ Sabes según su historia, es de Egipto se lo daban a las mujeres de una secta que según sus creencias eran la mezcla de la luz y la oscuridad y velaban por la gente pero debían de tener cuidado de no caer en el lado oscuro…─ hablo el profesor mientras me explicaba por encima aquella extraña secta.
─ ¿Y que dioses regían la secta…?...─ cuestione algo curiosa mientras seguíamos avanzando.
─ Al parecer adoraban a Ra y Anubis dos deidades opuestas pero que según la secta una no podría existir sin la otra…─ contesto Albert frenando el coche al lado de una hamburguesería.
─ Tengo hambre…─ fue lo único que dije mientras salía del coche y me dirigía la establecimiento.
Al entrar pude oler el aroma a desinfectante el sitio era bastante grande y había varias mesas dispuestas por le establecimiento al fondo un mostrador y varios dependientes vistiendo un uniforme de color rojo en la parte de arriba una lista con precios y productos.
Me acerque y elegí una hamburguesa y un batido, el profesor hizo lo mismo estuvimos esperando un rato hasta que nos la sirvieron y despues de eso nos sentamos a comer.
─ ¿Cree que esa religión existió de verdad…?...─ cuestione mientras devoraba la hamburguesa con ahínco.
─ Estuve investigando varios años ese culto aunque la verdad no se hallaron muchas pruebas de su existencia solo algunos fragmentos pero como ves tienes uno de sus amuletos…así que no voy muy desencaminado…─ respondió Albert mientras empezaba a mirar la hamburguesa y a averiguar lo que tenia dentro.
─ ¿Y si le dijera que me han pasado cosas extrañas últimamente…?...─ cuestioné intentando saber como reaccionaria si no lo tomaría como una broma nada mas.
─ ¿Cosas extrañas como que…?...─ pregunto Albert mientras seguia dándole mordiscos a la hamburguesa.
─ He visto como una especie de neblina negra que me persiguiera, o una voz llamándome por mi nombre…─ respondí de forma tímida y bajando la cabeza, seguramente me tomaría por loca.
─ Seguro que ha sido por el shock de tu madre o tu amiga, deberías ir al medico…─ comento Albert pensando en la respuesta mas lógica pero era imposible puesto que esa voz la escuche mucho antes de que a mi madre le pasara aquello.
─ ¿Me podría contar mas sobre esa secta…?...─ cuestione intentando hacer que cambiáramos de tema viendo que aquello no me llevaba a ninguna parte.
─ Ummmm, como te he dicho no encontré mucha información sobre esa secta solo algunos retazos, pensaban que estaba malditas y que debían mantener el equilibrio, se supone que protegían a las personas, aunque su historia se pierde en las leyendas y cuentos, no hay mucho mas que contar…─ contesto el profesor mientras devoraba lo poco que le quedaba de la hamburguesa.
─ Es muy interesante…─ hable intentando terminar la comida y salir lo antes posible.
Despues de terminar aquella comida nos levantamos y salimos de aquel sitio en dirección a su casa.
Mi mente no dejaba de deambular entre Samantha y lo que me estaba pasando todo lo que había dicho coincidía con lo que me estaba pasando.
─ Una pregunta mas…las discípulas de esa religión, ¿tenían algún poder especial…?...─ pregunte con curiosidad intentando apartar de mi mente lo que había pasado.
─ Bueno según descubrí eran capaces de materializar cualquier arma que desearan o pensaran…¿y ese interés por ese culto…?...─ pregunto Albert mientras seguia conduciendo y yo mirando por la ventana.
─ Solo que me resulta interesante y mas aun habiendo encontrado un amuleto perteneciente a este…─ respondí mientras pensaba en que todo aquello estaba siendo real.
Despues de aquello el silencio se hizo en el automóvil y siguió conduciendo hasta que llegamos a la casa.
Albert aparco cerca de esta y bajamos despues de eso entramos y me senté en el salón saque el amuleto y empecé a mirarlo fijamente.
─ ¿Quieres tomar algo…?...Voy a preparar algo de te…─ hablo Albert mientras salía de la sala y se dirigía hacia la cocina.
─ Un te me vendrá bien…─ contente mientras sostenía el amuleto en las manos y me perdía en sus símbolos.
Paso solo un momento en que Albert terminara de hacer el te mientras seguia embelesada mirando el amuleto.
─ Aquí lo tienes…─ hablo Albert mientras me ofrecía la taza de te por unos instantes ni siquiera sabia que estuviera allí.
Ah…gracias…─ conteste algo descolocada de lugar tomando la taza entre las manos y sintiendo el calor que desprendía.
─ Le has pillado cariño al amuleto…a lo mejor deberías de donarlo a algún museo…─ comento Albert mientras daba un sorbo a la taza de te.
─ No creo que sea buena idea…además todas esas cosas que me ha estado contando de esa religión…si le digo la verdad me han estado pasando…─ dije mientras metía de nuevo la boca en la taza para dar otro sorbo de te.
─ Elizabeth eso es imposible, seguro que ha sido por el shock de la situación…y menos aun lo de hacer aparecer armas de la nada…eso es imposible…─ comento Albert sacándole la parte lógica a todo aquello.
─ Muy bien se lo voy a demostrar…─ dije mientras me levantaba dejando la taza encima de la mesa y poniéndome de pie.
Una vez de pie empecé a concentrarme mientras extendía las manos pensando en algún tipo de arma.
Me quede así por un rato cuando abrí los ojos no había nada aquello era extraño puesto que habían aparecido varias veces.
─ ¿Y bien…?...─ cuestiono Albert mirándome sentado en el sofá mientras tomaba un sorbo del te.
─ Espere un momento seguro que algo debo estar haciendo mal…─ respondí mientras colocaba las manos detrás de la espalda y empezaba a concentrarme nuevamente pero no oía ninguna voz ni sentí el peso de ninguna arma en las manos.
─ Elizabeth seguro que estas muy cansada…y el shock de lo que le ha ocurrido a tu amiga te ha dejado peor aun, es mejor que descanses, mañana estarás mas despejada…─ comento albert mientras se levantaba y me invitaba a dormir un poco o al menos a descansar.
─ No es eso, estoy segura que eso me ha pasado y ahora no sale, ya esta seguro que sale en momentos de tensión, claro espere un momento…─ dije intentando convencerme de que era por ese motivo puesto que las otras ocasiones fue cuando me estaban amenazando mi vida.
En cuanto llegue a la cocina empecé a rebuscar entre los cajones hasta que encontré un cuchillo y enseguida volvi al salón.
─ Wooo, espera un momento…¿Qué estas haciendo…?...─ pregunto Albert viéndome con aquel cuchillo en mis manos y soltando la taza de te.
─ Tranquilo solo quiero emular una situación…─ hable mientras le ofrecía el cuchillo e intentaba meterme en situación.
─ ¿Cómo en situación…?...─ cuestiono algo confuso Albert mientras permanecia sujetando el cuchillo.
─ Piense que me esta atracando o amenazándome la vida seguro que sale…─ respondí intentando hacer que mi mente creyera que aquello era real.
─ Muy bien…─ hablo albert casi sonriendo por aquel pequeño teatro que estábamos representando.
Me concentre en la situación en que había sido amenazada y abrí lo ojos mirando a Albert intentaba imaginarme que era el atacante pero no veía ninguna niebla ni sentía el peso de ninguna arma en mis manos.
─ ¿Pero que pasa…?, antes me salía…─ hable protestando en tono de enfado por que no había forma que aparecieran.
─ Es mejor que descanses seguro que para mañana estas mas fresca…y dejemos estas tonterías…─ comento Albert dejando el cuchillo sobre la mesa e invitándome de nuevo a subir a la habitación.
Viendo que aquello era inútil pensé que seria mejor hacer lo que estaba diciendo aquel día había tenido muchas emociones y mi mente seguramente estuviera agotada.
Subí despacio los escalones y al entrar en la habitación me deje caer en la cama sosteniendo el amuleto en las manos, enseguida cerré los ojos y me quede dormida.
Cuando hubo pasado un buen rato abrí los ojos de golpe mire por la ventana y vi que era de noche solo se escuchaba algunos automóviles y el camión de la basura, el cuarto estaba iluminado por la luz de las farolas que entraban por este dándole un aspecto extraño.
Giré la cabeza y observe que eran las doce de la noche, aun quedaba bastante para ir al instituto.
De improviso sentí como si el colgante se calentara mas de la cuenta lo solté en el suelo y lo observe era como si vibrara de alguna forma, enseguida empecé a escuchar unas voces muy suaves tentándome de cogerlo.
Imágenes de mujeres con armas y batallas empezaron a presentarse en mi mente de una forma extraña me sentía como atraída hacia este…
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
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EL NACIMIENTO
Acerque la mano lentamente hacia le amuleto con aquellas voces que seguían tentándome con sus voces casi hipnóticas, una vez que lo hube cogido fue como una descarga que recorriera mi cuerpo.
Lo coloque en el centro del pecho y la sensación fue como si mi cuerpo se convulsionara lleno de energía del amuleto salieron dos correas por encima de mis hombros otras dos que salieron por debajo de mis costillas y todas ellas se juntaron en la espalda con un suave clic.
Note enseguida como los zapatos que tenia se transformaban de golpe en unas botas de color negro lentamente mi ropa cambiaba, los pantalones terminaron transformados en unos de color negro y cuero mi pecho fue cubierto por un top negro y en mi rostro aparecía una mascara del mismo color de estilo egipcio junto con mis ojos con un maquillaje oscuro.
En las muñecas aparecieron unos brazales de color plateado llenos de símbolos egipcios, cuando todo aquello hubo terminado me quede asustada sin saber que hacer ni decir como pude tome el colgante y empecé a tirar de el para quitármelo pero no había forma era como si se hubiera pegado a mi piel.
Era imposible de retirarlo, me acerque al espejo y me mire aquello era increible es como si me hubiera transformado por completo.
─ Eli, al fin aceptaste tu destino…─ dijo una voz de manera melosa pero ahora la podia escuchar claramente como si estuviera a mi lado.
─ ¿Quién eres…?...Muéstrate…─ pregunte mientras miraba hacia todas partes me giraba una y otra vez buscando su procedencia.
─ Nos conoceremos pronto Eli…─ respondió la voz y al momento se desvaneció como si se hubiera marchado.
Viendo que no podría dormirme y que mi cuerpo rebosaba energía por todas partes, pensé que seria mejor salir de la casa y dar una vuelta.
Sin haberlo casi pensado salí de la habitación muy lentamente, intentando no hacer ningún ruido y estando pendiente de que Albert no se despertara.
Cuando pase cerca de la puerta del salón me quede mirando escondida para ver que no me descubriera.
Aunque la luz del salón estaba apagada podia ver casi perfectamente, mire hacia le sofá y observe como estaba dormido y casi de puntillas me acerque a la puerta y quite los cerrojos despues de aquello salí.
En cuanto lo hice fue como una sensación de libertad me invadiera estaba llena de energía y tenia que gastarla de alguna forma por suerte no había nadie para verme vestida de aquella forma.
Podia sentir la brisa de la noche, escuchar todos los sonidos, por suerte ni los coches pasaban, así que empecé a correr todo lo deprisa que había mi cuerpo parecia flotar a cada paso como si no pesara nada.
En cuanto quise darme cuenta me fije que había recorrido casi cinco manzanas en un suspiro aquello era maravilloso e increible.
Cuando hube avanzado unas cuantas manzanas mas llegue a una de las plazas de la ciudad en el centro había una gran fuente rodeada de bancos para sentarse en este había varios chicos con botellas de alcohol pasando la noche algunos bares ya habían cerrado.
Y no parecia haber nadie mas, me gustaría unirme a ellos pero vestida de esta forma como que daría demasiado el cante aunque tampoco no mucho.
Mientras miraba aquella escena pude ver como a la plaza se acercaban un par de tipos algo extraños subidos en una moto aunque sus ropas no destacaban tampoco mucho.
Se acercaron a un grupo y empezaron a hablar con ellos, enseguida aquella charla se transformo en una pelea, uno de ellos saco una pistola y empezó a apuntar a uno que rápidamente lo tomo del cuello y lo llevo a uno de los callejones.
Los demás chicos se fueron de la plaza dejando aquel lugar desierto, viendo lo que estaba pasando y que estaba casi segura de que aquel pobre muchacho terminaría muerto decidí seguirlos hasta le callejon.
Una vez en el vi como seguían discutiendo con el y uno de ellos le dio un golpe con el arma haciéndolo que cayera al suelo.
La discusión parecia caldearse a cada momento y los tipos no parecían tener mucha paciencia, enseguida el otro le levanto y le apoyo contra la pared este metió la mano en uno de sus bolsillos y saco unos nudillos de acero que se coloco y al instante soltó otro golpe en el estomago.
─ Escucha no nos has pagado…y eso no le hace gracia a nuestro jefe…─ dijo el que tenia la pistola mientras le otro le volvía levantar.
─ Mañana os pagare os lo prometo…sin falta solo dadme un día mas…─ dijo el joven mientras tosía algo de sangre debido al golpe que le habían dado.
─ Escucha yo tengo mucha paciencia pero mi jefe no la tiene así que…un día solo mas si no es así terminaras muerto…Pero te daré un recordatorio para que no se te olvide…─ dijo el hombre mientras apuntaba hacia el pie del muchacho cosa que estaba casi segura que terminaría mal el asunto.
En ese momento no sabia que hacer si aparecer o quedarme en el sitio no podia permitir que le hicieran mas daño o terminara muerto.
En cuanto aquel tipo bajo el arma y empezó a apretar el gatillo lentamente, como un relámpago salí de mi escondite.
─ Ni se os ocurra hacerle daño…ya es suficiente…─ hable con voz entrecortada en mi aparición auqneu no tenia ni idea de que es lo que haría a continuación.
─ ¿Y tu quien eres…?...─ cuestiono el tipo que estaba apuntándole con el arma con tono de extrañeza al verme vestida de esa forma.
─ Mi nombre poco importa…solo suéltalo…─ dije primero intentando hacer que entrara en razón aunque algo me decía que eso no serviría de nada.
─ Nena halloween termino hace tiempo y aunque estas buenísima es mejor que te largues esto no te incumbe…─ dijo el tipo girando la cabeza y volviendo a lo que estaba haciendo.
En ese momento no sabia que hacer estaba paralizada puesto que no había nunca estado en esa situación.
─ He dicho que lo dejes…─ volvi a repetir pensando que lo soltaría y se fijaría en mi.
─ Mira nena no tengo tiempo para esto…así que ve a por ella y dale una lección…─ ordeno el tipo a su amigo este sin pensárselo dos veces se acerco hasta a mi y con un movimiento rápido lazo un puñetazo.
Aquello fue como si pasara todo a cámara lenta, por suerte puede esquivarlo a tiempo sin llegar a recibir daño alguno.
─ Así que peleona…me gusta…─ dijo el tipo que nuevamente se lanzaba contra mi otro ataque por suerte volvi a esquivarlo mientras este le daba un puñetazo a una de las paredes.
─ Joder!...─ exclamo el tipo mientras se sacudía la mano por el dolor.
En eso me aproveche de la situación y me lance a por el atacando de la forma mas fácil que conocía dándole una patada en las partes bajas.
Al momento vi como el dolor se apoderaba de su rostro y en un segundo cayo al suelo a plomo.
─ Mira no tengo nada en contra tuya pero…─ fue lo único que dijo de manera tranquila, despues de aquello como un relámpago me apunto y empezó a disparar varias veces.
Por suerte pude lanzarme detrás de un contenedor de basura y escuche como rebotaban las balas.
─ Lo podemos hacer por las buenas o por las malas…tu decides…─ comento el tipo volviendo a disparar nuevamente, podia escuchar con claridad como las balas rebotaban y el caer de los casquillos al suelo.
La adrenalina me recorría todo el cuerpo estaba como sobre excitada por aquello, y en cuanto me nos me lo esperaba note un peso en las manos al verme descubrí que tenia las mismas armas de fuego que la otra vez.
Sin pensármelo dos veces salte desde mi escondite disparando sin apuntar a voleo las balas empezaron a rebotar por todas partes, haciendo retroceder a aquel tipo sorprendido por aquello que ni siquiera se lo esperaba.
Caí al suelo y observe de inmediato que aquel tipo tenia a ese pobre chico puesto como escudo humano apuntándole.
─ Vaya me has sorprendido suelta las armas y aléjate…─ hablo el tipo con algo de miedo en su voz.
Me levante todo lo rápido que pude y me quede quieta apuntándole, por si tenia línea de tiro pero viendo que no tenia casi puntería aquello seria imposible.
De inmediato sin saberlo escuche de nuevo aquella voz tentadora que me susurraba como si estuviera detrás de mi, pero aquella niebla apareció detrás de aquel tipo.
esta vez se puso a uno de sus lados y empezó rápidamente a tomar el aspecto de un ser humanoide su piel era de color rojo intenso, sus piernas eran como las de un animal terminadas en pezuñas, en sus manos había garras afiladas mientras que su rostro era de facciones aguileñas y sus ojos sin pupila de un color negro y en su frente había dos cuernos, su olor era a azufre que parecia que solamente yo podia notar.
Mi rostro cambio de repente era un demonio en toda regla, aquello no podia estar pasando, pensé que quizás era mi mente que estaba cansada por aquello y sobre excitada por tantas emociones.
─ Hazlo, sabes de sobra que el terminara matándolo, es solo escoria un tipejo menos que no podrá hacer daño…─ dijo aquel diablo tentándome a hacerlo podia notar como mis dedos apretaban ligeramente el gatillo pero pensaba que si fallaba podría darle a él y matarlo.
Las dudas atenazaban mi mente quería hacerlo pero podia fallas y alcanzarle y entonces no me lo perdonaría.
─ Suelta las armas, no te lo volveré a repetir…─ hablo el tipo mientras apretaba el canon del arma contra la sien del pobre muchacho. y echando hacia atrás el percutor del arma.
─ Sabes que te matara la muchacho, hazlo o los dos terminareis muertos…─ dijo aquel demonio andando de un lado hacia otro esperando lo que haría.
─ No, tiene que haber otra solución…no puedo quitar una vida…─ dije en voz baja auto convenciéndome de que no podia hacerlo pero no me quedaba otra salida si no lo hacia aquel tipo terminaría matando aquel muchacho.
Mis manos temblaban podia notar como el sudor bajaba por mi piel, mientras que le aire de la noche era fresco.
─ Suéltalo…─ hable mientras no perdía de vista aquello, aunque sabia casi perfectamente como terminaría aquello.
─ Muy bien tus deseos son ordenes…─ comento el tipo mientras escuchaba como apretaba el gatillo, en aquella situación no me quedaba otra dispare todo lo rápido que pude esperando no acertar a aquel hombre.
Casi se puede decir que cerré los ojos y no quería ver lo que pasaba, en solo un instante sucedió todo, note el retroceso de las armas y escuche el sonido de los disparos y como algunas balas chocaban contra la pared.
Al caer al suelo abrí los ojos lentamente esperando no haber acertado al pobre chico, cuando me di cuenta el joven estaba en el suelo con las manos en la cabeza y aquel hombre en el suelo con un disparo en la cabeza que aun humeaba.
─ No, esto no era lo que yo quería…─ dije repitiéndomelo una y otra vez viendo el espectáculo, si era cierto había salvado una vida pero había quitado otra.
Levante un poco mas la cabeza y pude ver aquel diablo riéndose de manera diabólica y macabra como si hubiera echo lo que el quería, y tal como vino se desvaneció en una nube negra casi al instante.
─ Gracias, te lo agradezco…─ dijo el joven agradeciéndome lo que había pasado y que siguiera vivo.
Pero en ese momento una ráfaga de energía recorrió mi cuerpo, los símbolos de los brazales se iluminaron de un tono rojizo.
Mi cuerpo se retorcía de dolor no pude mas que caer de rodillas al suelo gritando como una loca podia sentir como si me estuvieran clavando dagas ardientes en mi cuerpo, aquello era devastadora y agónico.
─ ALEJATE DE MI!!!...─ grite con todas mis fuerzas con tono amenazador, mientras seguia gritando con todas mis fuerzas.
El chico en un momento abandono el callejon todo lo rápido que pudo mientras yo seguia notando aquel dolor recorrerme el cuerpo de manera brutal y desgarradora.
Aquel dolor parecia no se marchaba estuve gritando y soportando aquello por unos segundos hasta que al fin ceso de golpe, en cuanto lo hizo caí al suelo boca arriba jadeando por el dolor e intentando recuperarme de aquello.
─ ¿Creías que tu decisión no tendría su castigo…?...─ cuestiono la misma voz tan cerca que parecia que estaba al lado mía.
─ Sabias que me pasaría esto…─ comente con tono de indignación mientras intentaba ponerme de pie y salir de allí antes que viniera la policía.
Pero antes de eso me acerque a aquel tipo para ver que podia sacar en claro y por que querían matar a ese muchacho, solo encontré en sus bolsillos algo de dinero y la caja de cerillas de un hotel…
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste .
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Mazoku
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EL FUNERAL
Me quede por un rato mirando la caja de cerillas y luego al pobre que había matado, no sabia el por que pero dentro de mi me sentía extraña como si un pedacito de mi alma hubiese sido arrancada y me hubiera vuelto mas malvada.
Las sirenas de los coches de policía me sacaron de aquellos pensamientos de inmediato supe que seguramente alguien habría llamado a la policía la escuchar los disparos y no era bueno que me quedara, no sabría que decirles.
Salí corriendo en dirección de nuevo hacia la casa del profesor, me sentía increible y encima había salvado aquel muchacho pero no podia parar en eso tenia que averiguar que estaba pasando.
Cuando al fin llegue a la casa entre nuevamente por la ventana pero para mi sorpresa en cuanto puse un pie en la habitación la luz de este se encendió, enseguida gire la cabeza y me di cuenta que Albert estaba esperándome.
Aunque su sorpresa fue mayor que la mía, enseguida tomo un objeto y me amenazo con, aunque no podia culparle.
─ ¿Quién eres…?...¿Y que has hecho con Elizabeth…?...─ cuestiono Albert con tono nervioso mientras veía como le temblaban las manos.
─ Cálmate un poco, te lo puedo explicar…Me voy a quitar la mascara…─ conteste intentando que se calmara y hacerle saber que era yo.
Puse mis manos sobre la mascara y empecé a tirar de ella aunque parecia que no se despegaba de mi piel estaba como cosida a ella.
Tire varias veces con todas mis fuerzas pero era imposible, hasta que el despertador sonó dándonos un buen susto y observe como la mascara desaparecía y el amuleto me dejaba libre haciendo desaparecer aquella ropa y dejándome con la que tenia.
─ ¿Pero que…?...─ cuestiono Albert retrocediendo unos pasos y dejando caer lo que tenia en la mano estaba completamente sorprendido.
Entre en la habitación y deje el amuleto encima de la cama, llevando a Albert hacia la cama para que se sentara.
─ Si tu te has sorprendido imagínate yo…Es increible…la leyenda tenia razón…─ hable haciéndole saber que todo aquello que ponía en los libros era cierto que esa orden existió de verdad.
─ Al parecer tenia razón, es increible…¿Qué es lo que has sentido…?...─ pregunto Albert intentando averiguar lo que había sentido al haberme transformado.
─ Ha sido sorprendente es como un subidón, te sientes llena de energía, es como si todo fuera posible, la velocidad la tenia aumentada lo mismo que todos mis sentidos…─ le explique diciéndole lo que había sentido peor preferi no contarle sobre lo que había pasado para no preocuparle.
─ ¿Y es cierto lo de el demonio y el ángel…?...─ pregunto en un tono un poco mas serio sabiendo que aquello era peligroso.
─ No los he visto por ninguna parte…─ conteste de manera mas natural que pude hacerlo y tomando algo de ropa me dirigí hacia el cuarto de baño para ducharme.
En ese momento sonó el teléfono y Albert aprovecho para bajar rápidamente y cogerlo, mientras aproveche para meterme en la ducha y refrescarme, pero aunque había pasado toda la noche de un lugar a otro no me sentía para nada cansada.
Antes siquiera de entrar en la ducha escuche como Albert me llamaba para que bajara al parecer la llamada era para mi.
Como pude me lié una toalla al cuerpo y baje todo lo rápida que pude las escaleras, al llegar tome el teléfono y escuche una voz familiar aunque no la reconocía muy bien.
─ ¿Quién es…?...─ cuestione intente reconocer la voz que había al otro lado del teléfono.
─ Elizabeth soy yo la tía Carlota…lo siento cariño lo de tu madre…¿Estas bien…?...─ cuestiono la voz pro teléfono aunque era un familiar no me acordaba siquiera de ella.
─ Si, claro algo aun transpuesta pero estoy bien…─ conteste pensando que enseguida aquellos recuerdos vinieron de nuevo a mi mente.
─ Cariño sabes que puedes contar con nosotros lo que necesites…¿Sabes para cuando es el funeral…?...─ pregunto Carlota, enseguida me di cuenta que no me habían llamado lso policías y que tendría que organizar el funeral y también ir al hospital para saber como se encontraba Samantha todo empezaba a acumulárseme.
─ No, me lo tienen que decir…pero yo os aviso…─ respondí pensando que tenia demasiadas cosas encima y sobre todo la llegada de los familiares.
─ Apunta el numero de teléfono…y en cuanto sepas algo nos lo dices…Lo siento cariño de verdad y ya sabes para lo que necesites estamos contigo…Se que no nos llevábamos muy bien tu madre y yo pero en estos momentos hay que estar unidos…─ hablo Carlota repitiéndome las cosas una y otra vez despues de aquello me dio un numero de teléfono para que la llamara.
Una vez solté el teléfono enseguida volvió a sonar, la mañana al parecer estaba siendo movidita.
Enseguida lo tome y pregunte lo de costumbre aunque esta voz si que no la reconocía, me pareció algo grave.
─ ¿Elizabeth…?...─ pregunto la voz con tono de seriedad, auqneu me resultaba familiar no podia reconocerla.
─ Si,¿quién es…?...─ pregunte esperando reconocer la voz aunque mi mente empezó a jugar con quien llamaba.
─ Soy el detective que lleva tu caso, tienes que pasarte por aquí para reconocer el cadáver…─ hablo el detective con voz seria, aquel momento lo temía, tendría que volver a ver a mi madre.
─ De acuerdo iré esta mañana…─ hable de manera seria y con tono de preocupación mientras volvía a colgar el teléfono.
─ ¿Quién era…?...─ cuestiono Albert mirándome de forma preocupada al ver mi rostro que estaba completamente serio.
─ Carlota, un familiar que se han enterado que mi madre ha muerto y el detective que lleva el caso tengo que pasarme por la comisaría para reconocer el cadáver…─ respondí mientras sin decir nada mas subía por las escaleras directa a la ducha esperando que el agua me despejara y aliviara mi dolor.
Aunque estuve un buen rato bajo la ducha dejando que el agua me despejara, no podia quitarme de la cabeza que tendría que ver el cadáver de mi madre, empecé a llorar casi sin notar las lagrimas puesto que eran barridas por el agua que caía sobre mi cara.
Una vez que hube terminado me puse delante del espejo mirándome y jurándome que me vengaría de lo que había pasado y ahora que tenia estos poderes para ayudarme.
Me cepille el pelo durante un rato y despues de eso me vestí y salí de del cuarto de baño en cuanto lo hice pude oler el aroma del café recién echo y el olor de las tostadas.
Al llegar abajo el desayuno estaba dispuesto y Albert estaba con una taza de café tomando pequeños sorbos.
─ ¿Si quieres puedo acompañarte…?...─ cuestiono Albert ofreciéndose para llevarme y ser mi apoyo en aquello.
─ Gracias, me vendría muy bien, pero en el instituto podrían decir algo…─ respondí agradeciéndoselo pero pensando que podrían extrañarse el porque faltaba tanto a clase.
─ No te preocupes llamare al instituto para decir que es lo que pasa, además en cuanto vengan tus familiares lo mas seguro que te tengas que ir con ellos, son tus tutores…─ hablo Albert con seguridad y poniéndome en otra dificultad puesto que Carlota vivía en otra ciudad.
Aquel pensamiento se me hizo algo confuso no podia irme, pero ellos tenían mi custodia aunque ya era mayor de edad pero no tenia medios para valerme, también tendría que pensar en conseguir un trabajo a media jornada todo se me venia encima y solamente por que había muerto mi madre.
Empecé a desayunar pero enseguida fue como si el estomago se me cerrase pensando en todo aquello, y encima tenia que encontrar lugar para ir a ver a Samantha al hospital quería saber si se encontraba mejor.
─ No tengo hambre lo siento…─ pronuncie mientras dejaba la tostada encima del plato y pidiéndole disculpas por haber echo todo aquello.
─ No te preocupes te entiendo…Bueno será mejor que nos vayamos preparando para ir a la comisaría…─ comento Albert dejando la taza de café en el fregadero y abriendo un grifo para enjuagarla.
─ Si es mejor que vayamos cuanto antes…─ hable con tono severo levantándome y saliendo de la casa.
Una vez fuera sentí el fresco de la mañana y el calor del sol los sonidos de los autobuses y la gente yendo de un lugar a otro pensando en sus problemas, me hizo recordar cuando salía en dirección al instituto.
Metí la mano en los bolsillos y note aquella caja de cerillas que tenia que ir aquella noche como fuera y saber que estaba pasando.
Al rato salio Albert y nos dirigimos hacia su auto, una vez dentro arranco en dirección hacia la comisaría, durante le trayecto no podia dejar de pensar en la caja de cerillas, Carlota, Samantha y lo que tenia que hacer esta noche todo se me acumulaba.
─ Te quiero pedir una cosa…es mejor que no salgas esta noche podrían hacerte daño…o que resultaras muerta…es mejor que lo dejes por un tiempo, no digo que lo dejes se que eso no lo podrás hacer y que no podré vigilarte siempre, mira si piensas seguir en plan justiciera conozco un amigo que podría entrenarte…es como yo un profesor de historia pero antes era de las fuerzas especiales y acabo retirándose por una lesión en la rodilla…─ hablo Albert y enseguida pensé que seria mejor tener algo de entrenamiento y así al menos evitar que me matasen.
─ Gracias por tu comprensión…─ dije sin apartar mi vista del cristal viendo como la vida se sucedía a los demás enfrascados en sus problemas cotidianos.
─ No te preocupes por eso, solo quiero que me digas si ves alguna vez al demonio o al ángel, solo eso puesto que eso es lo mas peligroso de todo…─ hablo Albert con tono de preocupación y no era para menos aunque no sabia que ya había accedido a una de sus tentaciones.
─ ¿Por que es lo mas peligroso…?...─ cuestione con algo de interés esta vez y sentándome algo mejor.
─ Según pude traducir esos seres se alimentan del alma de su portadora, por eso debe mantener un equilibrio si no se perderá en uno y otro bando para siempre…─ respondió Albert con preocupación y no era para menos desde aquella vez me sentía como si estuviera un poco mas vacía.
─ Pero si te pierdes con el ángel no creo que sea nada malo…─ dije pensando que según todas las escrituras los ángeles siempre habían sido buenos.
─ No creas, según descubrí aquellas que son tentadas por los ángeles su alma se pierde con ellos y los del demonio es torturada para siempre…por eso mantenían un equilibrio…─ comento Albert como si estuviera dando una clase de historia, por un momento me quede pensando y recapacitando puesto que si había escogido una tentación de ese demonio ahora debería de escoger una del ángel aunque no lo había visto por ningún lado.
─ Suerte que aun no los he visto, a lo mejor es solo una leyenda mas y eso lo pusieron para asustar…─ hable de manera casi sarcástica quitándole hierro al asunto.
─ Esperemos que sea así…─ comento Albert con tono de preocupación y no era para menos auqneu no se lo podia decir.
Al llegar bajamos del coche y entramos en comisaría había como siempre algo de ruido y la gente de un lugar a otro nos acercamos a la ventanilla y preguntamos pro el detective.
Nos dijeron que nos sentáramos que enseguida salía, por un instante me quede mirando el lugar parecia muy ajetreado aunque había un olor bastante intenso a humo de tabaco y a café.
Al momento apareció el detective y nos condujo hacia el sótano del edificio atravesamos un pasillo de color blanco hasta entrar por unos puertas dobles de metal, la habitación era muy espaciosa en el centro había dos camillas y a su lado unas bandejas con instrumental encima de estas varios focos, en las paredes había casilleros donde se metían a los cadáveres.
El detective sin mediar palabra se acerco a uno de los compartimentos y lo abrió enseguida note como si el corazón se me encogiese y la vista se me nublara pero pude aguantar.
En cuanto saco la camilla pude observar como una neblina blanca y pálida se paseaba por el lugar, aquello me hizo sospechar que era la otra parte, el ángel que hasta el momento no había aparecido.
Por unos instantes mi mente se perdió viendo como aquella neblina se desplazaba de un lugar a otro como en un baile hipnótico.
─ Elizabeth!...¿Te encuentras bien…?...─ pregunto Albert viéndome que estaba como en otro mundo.
─ Si, adelante…─ conteste haciendo de tripas corazón y soportando aquello.
Cuando el detective destapo la sabana pude ver a mi madre tumbada, pálida por completo, me hubiera gustado hacer algo en aquel momento poder haberle salvado la vida de alguna forma.
Casi sin pensarlo comencé a llorar, recordando todo aquello y también en los buenos recuerdos que tenia.
─ Es ella…─ respondí entre sollozos y lagrimas, no pude mas que apartar la mirada y salir de aquel lugar.
Una vez en el pasillo me apoye contra la pared y continué llorando mientras golpeaba a la pared varias veces intentando hacer que el dolor físico consiguiera que dejara de llorar pero era imposible.
A los pocos segundos escuche como la puerta de la morgue se abría y aparecía Albert que enseguida empezó a darme golpecitos en la espalda para intentar consolarme.
─ ¿Por qué ella…?...Nunca le hizo daño a nadie…─ cuestione intentando darme una respuesta de alguna forma pero no la tenia.
─ Es mejor que salgamos de aquí…vamos a ir a ver a Samantha…─ comento Albert intentando hacer que me olvidará un poco de lo que había visto.
Solamente asentí y baje la cabeza, estaba destrozada anímicamente pensé que al menos Samantha estuviera algo mejor.
Al salir de la comisaría respire profundamente intentando dejar de llorar, pero la visión de mi madre seguia estando en mi mente.
Entramos en el auto y enseguida Albert arranco en dirección al hospital, el trafico no parecia muy denso pero estábamos a una buena distancia.
Durante el camino repase una y otra vez mentalmente todo lo que paso aquella noche y lo mas importante por que teníamos aquel colgante y como ellos sabían que lo poseíamos puesto que ni nosotros nos habíamos percatado de ello.
Las preguntas me asaltaban a la mente y repasaba una y otra vez la conversación pero algo estaba mal, alguien le había dicho que ese colgante estaba en mi casa.
Sin pronunciar palabra el silencio era bastante incomodo hasta que al fin llegamos al hospital aparcamos fuera de esta y entramos por un parque en el que había una fuente en el centro de una mini plaza donde había varios bancos subimos unas escalera y llegamos a las puertas automáticas que enseguida se abrieron.
El edificio era de dos plantas de color blanco y con una gran cruz verde en la parte alta del mismo.
El interior tenia un olor a desinfectante algo fuerte a mi mano derecha un mostrador con dos enfermeras a mi izquierda había varios asientos que estaban ocupados y al fondo una maquina de snack, en frente un pasillo por el que paseaban varias enfermeras de un lugar a otro.
Nos acercamos al mostrador y Albert pregunto por Samantha enseguida le dijeron en la habitación en la que se encontraba.
Avanzamos por el pasillo hasta llegar al ascensor que tuvimos que esperar un rato hasta que al fin descendió, de este salieron varias personas y al momento entramos nosotros.
Subimos hasta el segundo piso enseguida las puertas se abrieron y salimos al pasillo, el olor a desinfectante era presente.
Avanzamos por otro pasillo donde las enfermeras iban de un lugar a otro podia verse algunos pacientes pasear por el pasillo y se escuchan a los familiares hablar con sus seres queridos.
Al llegar al a habitación de Samantha me quede algo traspuesta al ver tanta maquina a la que estaba conectada, se podia escuchar el típico pitido de la maquina del corazón y el sonido del respirador, la habitación no era muy grande una simple cama al fondo y a su derecha una ventana delante de ella dos asientos y en una esquinas un televisor.
Allí estaba su madre que estaba cogiéndole la mano pareciera que estaba rezando, en cuanto se dio cuenta se levanto y se acerco.
─ Elizabeth…Albert…gracias por haber venido…─ hablo la madre mientras se secaba las lagrimas del rostro.
─ ¿Cómo se encuentra…?...─ pregunte mientras tragaba saliva de manera dificultosa al verla de esa forma.
─ El doctor ha dicho que ha faltado poco para que muriera pero debido a la hemorragia a entrado en coma no saben cuando despertara pero esperan que lo haga pronto…─ contesto la madre mientras nuevamente las lagrimas saltaron a sus ojos y era normal no podia evitarlo.
Por un momento Albert comenzó a hablar con la madre de Samantha mientras yo me acercaba a ella y me quedaba mirándola pensando en que lo que le había pasado no quedaría sin castigo.
Por un momento me quede mirando su cuerpo postrado en la cama conectada a esas maquinas y no podia dejar de echarme la culpa de lo que había pasado, peor a pesar de todo me invadía la rabia que inundaba mi corazón.
Albert volvió a entrar en la habitación junto a la madre de Samantha que aun estaba algo llorosa que era de entender.
Al instante me despedí de la madre diciéndole que volvería siempre que pudiera para verla, esta me lo agradeció cogiéndome las manos.
Después de aquello salimos de la habitación mi, rostro había cambiado ahora en lugar de pena lo único que sentía era rabia y odio y que no quedaría así.
─ ¿Elizabeth, te encuentras bien…?...─ pregunto Albert dándose cuenta que prácticamente había cambiado de parecer.
─ Elizabeth si estas pensando en l oque creo es mejor que ni se te ocurra hacerlo…No es la solución… te servirá de nada a ti ni a Samantha…─ comento Albert en voz baja mientras tomábamos el ascensor y bajábamos.
─ No pienso dejar que su sacrificio haya sido inútil, no tenían ningún derecho a matarla a ella ni a mi madre…esos tipos no se merecen otra cosa que la muerte y lo haré con tu ayuda o sin ella…─ comente con todo el odio que tenia en mi corazón en ese momento no sabia lo que me pasaba puesto que no era así.
─ Elizabeth es el odio el que habla en vez de tu, razona por un momento no puedes ir a enfrentarte a ellos…además no tienes ningún rastro que seguir…─ comento Albert sin pensar siquiera que uno de los que nos atacaron aun estaba en la cárcel el problema seria entrar a por el y sacarle lo que sabia.
Con aun el odio en mi corazón entramos en el coche y Albert arranco en dirección hacia la casa el trayecto fue en completo silencio y la idea de ir a por él se hacia cada vez mas presente en mi mente.
En la cara de Albert podia verse la preocupación pro lo que pudiera pasar sabiendo que no me podría detener.
Aunque dentro de mi sabia que algo había cambiado casi de manera radical, podría haber sido al haber sucumbido ante la tentación de aquel demonio.
Al llegar para mi sorpresa Carlota estaba en la puerta esperando, cosa que me sorprendió bastante.
─ Al fin te encuentro cariño, menos mal….¿Como te encuentras…?...Lo siento muchísimo…Estarás destrozada…─ cuestiono Carlota sin dejarme responder a todo lo que estaba diciendo.
La hermana de mi madre a pesar de ser una mujer de aspecto afable tenia la mala costumbre de ser una cotilla sin limite.
─ ¿Pero como te has enterado de donde estaba…?...─ pregunte aunque me parecia que sabia la respuesta estaría preguntando a todo el mundo.
─ Pregunte en tu colegio y me dijeron que estabas con tu tutor…Cariño debes de venir con nosotros…Despues del funeral cogeremos tus cosas y te vienes con nosotros…─ pronuncio Carlota aquello me sentó de una forma indescriptible fue como si se me encogiera le corazón sabia que si fuera con ellos no podría hacer nada con los planes que tenia.
─ No pienso ir con vosotros…─ conteste de manera tajante mientras Albert viendo la situación que se nos echaba encima decidió abrir la puerta para que entráramos.
─ ¿Pero que estas diciendo cariño…?...Somos tus tutores y tu no puedes valerte por ti misma…─ cuestiono Carlota mientras entrábamos en la casa, mientras Albert no pronuncio ni una palabra.
─ Carlota te quiero mucho de verdad pero no voy a ir con vosotros, me buscare un trabajo de media jornada…pero olvídate de que vaya…─ comente intentando hacer que le golpe fuera mas suave pero sabia que de poco serviría.
─ Cariño somos tus tutores mas cercanos, es lo mejor para ti…─ dijo Carlota con tono apacible viendo que la conversación seguro terminaría subiendo de tono.
─ Escúchame bien, no pienso ir contigo a vivir con vosotros a ver si lo entiendes y me da lo mismo que seas un familiar directo, estoy harta de que metas las narices en esto así que, lárgate!...─ comente casi gritándole con tono de enfado, aunque nunca me había comportado de esa forma incluso yo misma me asuste.
─ Elizabeth!...─ exclamo Albert viendo mi comportamiento, y como estaba actuando, incluso el estaba sorprendido, es como si mi carácter hubiera cambiado radicalmente.
─ ¿Pero…?...─ pregunto de manera confusa con el rostro sorprendido por como me estaba comportando, aunque no le deje que terminara de hablar.
─ Lárgate!...─ exclame mirándole fijamente, en aquel momento pensé que si las miradas matasen ya estaría muerta, despues de aquello subí por las escaleras en dirección hacia la habitación.
Mientras subía escuche como Albert se disculpaba ante Carlota le pedía una y otra vez disculpas mientras mi tía le daba el teléfono por si ocurría algo.
Rápidamente entre en la habitación y me senté en la cama mientras miraba el amuleto con deseo de volver a ponérmelo.
Pero al rato entro Albert, con cara de pocos amigos despues de lo que había pasado y como me había comportado con Carlota.
─ Elizabeth eso no ha estado nada bien, es tu tía, y no puedes tratarla de esa manera, solo quiere ayudarte…─ me reprendió Albert mientras bajaba la cabeza como si estuviera avergonzada por lo que había pasado pero casi sin darme cuenta note como las lagrimas saltaban a mi rostro.
Cuando alce mi rostro Albert se quedo confuso al verme como estaba llorando, solamente se acerco y se sentó a mi lado pasándome el brazo pro el hombro queriéndome consolar.
─ Lo siento te he mentido…─ dije casi entre sollozos como si fuera una confesión a un sacerdote.
─ ¿Qué es lo que ocurre…?...─ cuestiono Albert con voz tranquila y relajada mientras seguia llorando de manera mas tranquila.
─ He visto al demonio y acepte su tentación, la otra noche mate a un tipo que estaba dándole una paliza a un pobre chico…se me apareció delante y empezó a tentarme pero en todo lo que decía tenia razón, cuando lo mate sentí como si algo me atravesase, como si perdiese parte de mi alma y me arrancaran un pedazo…─ explique entre sollozos y llantos lo que había pasado.
─ Escucha no debes de volver a ponerte el amuleto, es lo mejor…─ comento Albert siendo aquello la manera mas tajante.
─ Pero tengo que hacer algo por Samantha y por mi madre, no puedo quedarme de brazos cruzados…─ hable sabiendo que si lo dejaba me sentiría como si fuera una inútil.
─ Escucha si sigues usando el amuleto y ese demonio consigue llevarse tu alma, te perderás para si4empre y eso es mas importante que una simple venganza…es mejor que yo lo guarde…─ hablo Albert que enseguida fue acoger el amuleto pero con un reflejo rápido me adelante tomándolo.
─ Espera un momento tu mismo dijiste que también hay un ángel, que ellas mismas equilibraban su alma, y así seguían estando bien…─ comente lo que me había dicho y sabia que aquella neblina blanca que había visto era la del ángel.
─ Si, es cierto pero es mejor que no lo vuelvas a usar, dámelo será mejor que lo ponga en sitio seguro…─ dijo Albert alargando la mano para que se lo diera aun así retrocedí unos pasos apretándolo entre mis manos con fuerza.
─ No, esto lo debo de resolver yo sola además he visto la misma neblina pero de color blanco se que es el ángel, solo debo hacerle caso…─ dije auto convenciéndome que podría lograrlo que era muy sencillo, pero dentro de mi sabia que no era cierto.
─ Elizabeth dame el amuleto, ¿crees de verdad que no volverás a caer en la tentación si sigues con esta venganza…?...¿dime lo crees en serio…?...dame el amuleto…─ dijo de nuevo Albert con tono mas serio mientras el amuleto era como si me susurrara de que no debía entregárselo.
Por unos instantes me quede pensativa sin saber que hacer sabia que si lo utilizaba era un gran riesgo pero por lo contrario si no era así no podría vengarme por l oque le habían echo a Samantha y a mi madre.
Aunque despues de ese rato se lo ofrecí dejándolo caer en sus mano, aunque por dentro sabia que eso era la única forma de conseguir lo que quería.
─ Iré abajo llamare para que nos traigan algo de comer…Has hecho bien no te preocupes estoy seguro que la policía sabrá hacer justicia…─ dijo Albert con convicción auqneu yo no estaba tan segura de aquello estaba convencida de que en unos días aquel tipo habría salido libre.
Me quede pensativa sentada en la cama con todo aquello y no podia permitir que aquel tipo se saliera con la suya, aunque viendo todo lo que se me caía encima no era para menos.
Pude escuchar como Albert llamaba por teléfono encargando una pizza y unos refrescos al parecer no se le daba también cocinar como hacer el desayuno despues de aquello escuche como revolvía el salón intentando buscar un escondite para el amuleto.
En eso baje y me senté en el sofá encendí la televisión haciendo zapping puesto que parecia que no hubiese nada en ningún canal hasta que di con las noticias.
Me quede mirándolas con atención viendo como aquel tipo que habían detenido la policía salía impune hablando con la prensa sobre lo que había ocurrido sobre Samantha.
─ ¿A eso le llamas justicia...?...La policía es genial acaban de sacar de prisión al tipo ese que disparo a Samantha…─ pregunte completamente enfadada y señalándole a la televisión que aun seguían dando la noticia.
─ Elizabeth cálmate, la policía estoy seguro que hará justicia…y volverá a prisión…─ comento Albert intentando tranquilizarme aunque aquello solo avivaba mi odio, sin pronunciar palabra volvi al sofá con cara de enfado cambiando de canal.
Paso un buen rato hasta que se escucho el timbre de la puerta Albert enseguida abrió y pago al repartidor de pizza.
─ Bueno es mejor que comamos algo, seguro que tienes hambre… ─ comento Albert con total tranquilidad mientras tomaba un trozo de pizza.
Me quede un rato viendo como comía y al momento me entro hambre, tome un trozo de aquello y comencé a comer; de vez en cuando le daba sorbos al refresco.
Pero en cuanto hube comido un poco fue como si se me cerrara le estomago y lo solté de golpe no podia comer mas.
─ Es que no puedo quedarme de brazos cruzados viendo esto, tengo el poder a mi alcance y puedo hacerlo solo tienes que ayudarme con tu amigo…─ dije pensando que Joseph podría entrenarme para aquello y tomar las decisiones correctas.
─ Elizabeth escucha, no es el entrenamiento ni nada de eso, eso lo podría hacer cualquiera el problema radica en las decisiones que tomas y en lo que podría ocurrirte, mírate ya te esta pasando es como si estuvieras cambiando, tu carácter ha dado un vuelco…y podría seguir haciéndolo…no sabemos de que forma podría afectarte o como podría cambiarte…─ comento Albert explicándome todo lo que podría pasar y no le faltaba razón mi carácter había cambiado algo pero si tomaba las decisiones precisas volvería a cambiar.
─ Pero…podría salir bien…─ dije como ultimo recurso, sabiendo que podría conseguirlo.
─ Elizabeth prométeme una cosa ahora mismo y se sincera, dime que no matarías a nadie. aunque tampoco podrías hacer eso puesto que el ángel empezaría a tomar tu alma también…todo depende de las elecciones que hagas todas tienen que estas equilibradas…─ dijo albert de nuevo y la verdad no podia prometerle nada puesto que estaba segura que terminaría matando a aquel tipo.
Sin mediar mas palabras subí las escaleras en dirección hacia la habitación y sentarme en ella pensando en todo aquello.
Aun sabiendo que tenia que ir aquella noche hacia el hotel y ver lo que estaba pasando no podia dejar que se me escapara, pero sabia que Albert estaría vigilando aquel amuleto, solo podia cogerlo cuando se durmiera….
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aqui os dejo el siguiente capitul oespero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
627
3.573 ATC
PRIMERA INCRUSION
Intente olvidar de momento lo del hotel pero no podia quitármelo de la cabeza, aunque no le faltaba razón no tenia ninguna experiencia y podría terminar muerta pero tampoco podia quedarme sin hacer nada.
Así que penándolo mejor preferi hacer como si no me interesara y esperar a que se durmiera e intentar buscar el amuleto.
Aunque la tarde empezaba a avanzar no sabia que hacer; baje al salón para ver un poco la televisión y hacer algo de tiempo.
Nada mas bajar pude ver como Albert inmediatamente colgaba el teléfono y despues me sonreía.
─ Era mi amigo ha aceptado entrenarte, mañana tenemos que ir a verlo al salir de clase, al menos tendrás alguna oportunidad…─ pronuncio Albert con algo de alivio aunque tampoco estaba muy seguro puesto que aunque entrenara seguiría estando en peligro.
─ Gracias por eso…Aunque no se si ir mañana al instituto…Samantha aun sigue en el hospital…─ hable pensando que mi mejor amiga aun seguia estando en el hospital y que volver seria bastante duro.
─ Le dijiste a tu tía que estudiarías y trabajarías…y así volverías a tu casa… que podrías cuidarte de ti misma…ahora tienes la oportunidad de demostrárselo…─ hablo albert muy sabiamente y si quería quitarme a Carlota de encima no podia hacer otra cosa.
Mientras continuábamos hablando el teléfono volvió a sonar nuevamente, aquello me sorprendió mucho puesto que no esperaba ninguna llamada.
Albert enseguida tomo el teléfono aunque su rostro cambio enseguida parecia algo mas preocupado.
─ ¿Quién era…?...─ pregunte con preocupación al ver el rostro de Albert que había cambiado de golpe.
─ Era el detective, me ha dicho que han terminado de hacerle la autopsia a tu madre y dentro de un par de días es el funeral…─ hablo albert con tono de preocupación y no era para menos puesto que aquellas palabras me volvieron los recuerdos a mi mente.
Con la preocupación en la mente no pude mas que sentarme en el sofá y esperar a recuperarme algo.
─ Lo siento, ¿quieres un te, o algo….?...─ cuestiono Albert intentando hacer que me sintiera un poco mejor pero ni todo el te del mundo podría lograrlo.
─ No, muchas gracias…─ conteste de manera seca puesto que a pesar que me invadiera la tristeza en el corazón me invadía el odio.
La tarde iba dando lugar poco apoco a la noche y a mi oportunidad de poder salir y vengarme.
─ Voy a hacer una ensalada y algo para cenar…─ comento Albert mientras se dirigía hacia la cocina.
─ No tengo hambre voy a subir, necesito estar sola…─ hable levantándome del sofá enfrascándome en mis pensamientos.
Al llegar a la habitación me tumbe dejándome caer sobre la cama y mirando al techo, en eso cerré los ojos oyendo el trafico y ala gente paseando pro la calle, estaba dividida en dos mi mente no paraba de darle vueltas a los recuerdos con mi madre y mi corazón solo quería venganza.
Por unos momentos me deje llevar y el sueño se apodero de mi lentamente, hasta que escuche una voz que me resulto cercana.
─ Te han hecho mucho daño…espero que no pienses en dejar las cosas así…─ dijo una voz muy tentadora como si estuviera a mi lado.
Aquello me sorprendió haciéndome abrir los ojos de golpe y mirando hacia todas partes, al mirar hacia la ventana observe que ya era de noche.
─ No vas a volver a tentarme…¿Quién eres…?...─ dije desafiante y preguntándole de una vez por todas que se presentara.
─ Tengo muchos nombres pero eso es lo de menos, yo solo te digo lo que veo, y aparte no es verdad l oque te he dicho…tienes el poder para hacerlo y te vas a quedar quieta, viendo como la policía no hace nada…─ dijo de nuevo aquella voz tentándome par4ecia provenir desde un rincón de la habitación que permanecia en completa oscuridad.
Me acerque un poco por encima de la cama hacia aquel rincón para ver un poco mejor, por un instante me pareció ver un rostro.
─ Pero ellos son la policía y deben de hacer justicia…─ hable pensando en lo que me había dicho Albert y aparte tampoco podia volver a escoger las palabras de aquel demonio.
─ ¿De verdad crees que haran justicia…?...De momento han dejado libre a quien mato a tu madre…¿crees que eso es justicia…?...─ pregunto una y otra vez aquella voz mientras se acercaba mi rostro hacia aquel rincón.
En cuanto estuve lo suficientemente cerca pude notar un calor suave que bañaba mi rostro y un olor a azufre y una tez rojiza de ojos negros se ponía a escasos centímetros de mi rostro.
Pensé que lo que decía tenia razón y que aquello no era justicia y que ni la policía podia hacer nada, tenia que buscarme la justicia por mi mano y la única forma que podia hacerlo era con ese amuleto.
Así que habiendo sucumbido nuevamente ante aquellas palabras salí de la habitación muy lentamente en dirección hacia el salón para buscar el amuleto.
Cerré la puerta muy despacio intentando no hacer ruido, mientras bajaba podia escuchar la televisión que estaba encendida solo esperaba que Albert estuviera dormido.
Al llegar al salón asome la cabeza para mirar que todo estaba seguro, pude ver como albert estaba en un sillón recostado y durmiendo tranquilamente, mientras la televisión estaban dando las noticias.
Comencé a rebuscar entre todos los sitios que podia estar pero al parecer lo había escondido muy bien puesto que no lograba encontrarlo.
Empecé a frustrarme cada vez mas, tenia que encontrarlo como sea y si no estaba en ninguna parte del salón lo mas seguro es que tenia que llevarlo consigo.
Me acerque muy lentamente y empecé a mirar por encima para ver si descubría si lo llevaba encima pero no parecia que fuese así.
Me puse a rebuscar en los bolsillos y el único sitio donde ya podia llevarlo era en el bolsillo interior de la chaqueta.
Introduje mi mano muy lentamente, mientras seguia vigilándole que no abriera los ojos, al meter la mano sentí el peso del amuleto junto con otra cosa.
Saque el amuleto muy despacio al parecer estaba enganchado junto con un broche cosa que me extraño, una vez fuera me quede mirando el broche al abrirlo me fije en que había la foto de una mujer y una niña pequeña.
Me quede mirándolo extrañada por unos segundos pensé que seria su mujer y su hija, aunque era extraño que no vivieran con el.
En un instante deje el broche en donde lo había encontrado con mucho cuidado, y teniendo el amuleto en mis manos subí nuevamente hacia la habitación.
Podia volver a escuchar las voces provenientes del mismo como si me llamaran para que lo usara, no podia perder tiempo tenia que darme prisa para llegar al hotel y ver que es lo que estaba pasando.
Con las manos nerviosas y algo sudorosas me coloque el amuleto en el pecho y nuevamente volvi a sentir como las correas salían del este y se aferraban a mi cuerpo, como la vestimenta parecia que fuese una segunda piel, y por ultimo aquel antifaz que tapaba mis ojos.
Sintiendo de nuevo aquella energía recorrer mi cuerpo me sentía de nuevo invencible y no podia dejar que se desperdiciara aquel poder.
Salí de nuevo por la ventana de un salto cayendo como si nada, mire hacia todas partes no había nadie ya era noche cerrada, podia escuchar todos los sonidos, y la brisa nocturna rozando mi piel.
Sabia que ese hotel estaba algo lejos así que empecé a acelerar me dirigí hacia un edificio y dando un salto me apoye en este y rebote hacia otro y continuamente hasta llegar a la azotea.
Una vez arriba me sentía mas viva que nunca, empecé a correr por las azoteas hasta llegar al hotel.
Las luces de los edificios pasaban por mi lado como si fueran simples reflejos, aquello era increible quería que nunca se acabara.
En cuanto estuve cerca me quede mirando aquel edificio tenia como unas doce plantas por fuera parecia como si fuera otro mas de la calle.
Si no fuera por las letras que había fuera de este en color rojo iluminadas pobremente y algunas incluso parpadeaban.
Desde lejos no parecia que hubiera mucha gente entrando y saliendo y por fuera apenas había vehículos.
Así que me acerque un poco mas baje del edificio rebotando contra las paredes, hasta llegar al suelo.
Estaba en un callejon casi completamente oscuro pensé que era mejor quedarse en las sombras.
Camine en dirección hacia el hotel por los callejones hasta acercarme lo suficiente.
Cuando ya estuve lo suficientemente cerca no parecia que hubiese nada extraño, todo parecia estar en silencio por completo o eso parecia.
Permanecí un tiempo escondida mirando a ver si pasaba algo pero todo estaba en calma hasta que cuando estuve a punto de marcharme pude ver a aquel tipo que había disparado a mi madre acercarse al callejon.
Como pude y en el mayor silencio me acerque lo suficiente para ver que es lo que estaba haciendo.
Se acerco al a puerta de incendios del hotel y golpeo varias veces como si fuera un código pasado un momento se escucho como se abría pero sin sonar la alarma de incendios.
Despues de eso entro y la puerta volvió a cerrarse, pensé que tenia quedarme prisa para saber a donde se dirigía.
Sabía de sobra que no podia entrar por le mismo sitio que este lo había echo y que no me dejarían hacerlo tampoco.
Alzando la mirada vi que estaba la escalera de incendios, de un brinco pude aferrarme y bajarla.
Despues de aquello empecé a subir mirando pro las ventanas para comprobar si podia verlo.
Cuando hube subido algunos pisos me quede en uno mirando extrañada al fondo del pasillo había dos hombres de negro que parecían guardar la puerta.
Como pude me moví por el resquicio de las ventanas hasta llegar a una en la que no pudieran verme.
Me introduje por esta, el suelo tenia una moqueta de color rojo muy bien cuidada en las paredes había unos focos y el ambiente estaba perfumado con lavanda.
El sitio parecia bastante agradable, avance de manera silenciosa unos cuantos pasos hasta que estuve delante de los ascensores en ese momento escuche como se detenían en la misma planta que estaba.
Mire hacia todas partes intentando descubrir un escondite, pero no pude mas que acelerar en dirección hacia una de las esquinas de los pasillos y permanecer ahí hasta que hubieran salido.
Me quede observando y era el tipo que estaba persiguiendo junto con otro hombre de aspecto mas corpulento y con una vestimenta de color negro muy elegante.
Avanzaron pro el pasillo y luego giraron pensé que se dirigían hacia esa puerta en la que estaban los otros dos tipos.
Avancé muy lentamente y me quede por un momento observando lo que pasaba y pasado un rato abrieron la puerta y lso dos hombres entraron.
Tenia que entrar como fuese pero no encontraba la forma lo mas seguro es que me tuviera que enfrentar a ellos pero si lo hacia de nuevo aparecería ese demonio para tentarme y no podia permitirlo.
Salí por la ventana y pensé que la mejor forma era entrar por la ventana puesto que nadie se lo esperaría.
Atravesé esta y me dirigí hacia la habitación en la que se encontraban pero tenia que dar un buen rodeo.
Una vez fuera sentí el aire golpearme en el rostro estando a esa altura era normal, avance por el resquicio de las ventanas con cuidado puesto que tenia algo de vértigo y al parecer eso no me lo había quitado el amuleto.
Podia sentir como el miedo casi me atenazaba cada movimiento que daba, pensé en no mirar hacia abajo puesto que si lo hacia estaba convencida que terminaría paralizándome.
Avanzaba muy lentamente, podia sentir el aire golpearme el cuerpo y escuchar a lo lejos el sonido del trafico, por un momento mire hacia abajo y sentí como el vértigo casi se apoderaba de mi.
Inatente mirar hacia otra parte para no marearme pero ya era demasiado tarde, aun así proseguí avanzando por el resquicio hasta estar ya en la ventana.
Mire por ella y observe que era un gran despacho con una moqueta de color roja un escritorio y un sillón detrás de este y otros delante en las paredes había cuadros, en una de las paredes me extraño bastante había un sarcófago apoyado, en las pared, varias estanterías llenas de libros las dominaban junto con un pequeño minibar con varias botellas de alcohol.
Sentado en un sillón había un hombre de corpulencia media que estaba de espaldas su cabello era de color rubio cenizo portando una camisa de color blanco junto con una chaqueta negra.
Pude ver también aquellos hombres que arrojaron de golpe en el suelo al asesino de mi madre.
─ ¿Y bien…?....¿Lo has conseguido…?...─ cuestiono aquel hombre con un tono ronco y profundo.
─ No he podido, no lo tenían…Pero le prometo que lo conseguiré…no se preocupe…─ respondió el pobre hombre mientras intentaba levantarse con tono de miedo en su voz.
El hombre se levanto del sillón y se dirigió hacia este y lo ayudo a levantarse, no parecia ser agresivo.
─ Te mande por que según vosotros era un trabajo fácil, os dije en que casa estaba y solamente eran dos mujeres…y ni así habéis sido capaces de traérmelo…─ comento el hombre mientras le arreglaba un poco la ropa al otro.
─ Rebuscamos en toda la casa, no estaba por ninguna parte…─ contesto el pobre mientras su tono cada vez se hacia mas preocupante.
─ Tranquilo no te preocupes…ya no hace falta…─ comento le hombre y con un movimiento rápido escuche un crujido y como la cabeza del otro hombre giraba de golpe y caía al suelo a plomo.
Le había roto el cuello sin compasión alguna y sin pensárselo dos veces, aun no me lo podia creer no pude mas que ponerme la mano en la boca para no gritar por la sorpresa.
─ Vaya al parecer tengo una invitada, entra…o quieres seguir estando en la ventana…─ hablo el hombre ofreciéndome entrar, aunque no sabia como se había enterado de donde estaba.
Me quede pensando un momento si entrar o no pero ya que lo sabia era una tontería seguir donde estaba.
Entre por la ventana y me quede mirando aquel sitio, y al pobre hombre que había matado a sangre fría.
Al verle fue como si un escalofrió me recorriera el cuerpo sus facciones eran angulosas tenia los ojos de color oscuro y una cicatriz que le cruzaba un ojo pero no le afectaba, parecia mas robusto de l oque aparentaba.
─ Vaya así que tu eres la que tienes el amuleto…Me pregunto…¿Cómo ha terminado en tus manos…?...─ cuestiono aquel tipo mientras rodeaba el cuerpo y no le perdía de vista.
─ Eres un asesino…¿para que quieres el amuleto…?...─ cuestione mientras me ponía delante del hombre.
─ El ya no me servia, pero que descortés soy me llamo Arthur Arias encantado…te apetece algo de beber…─ contesto Arthur mientras se dirigía hacia el pequeño mueble bar y tomaba una pequeña botella de algún licor y se lo servia.
─ No has respondido a lo que te he preguntado…─ hable mientras permanecia atenta a lo que pudiera pasar.
Muy tranquilamente Arthur tomo la copa y dio un pequeño sorbo acercándose de nuevo al cuerpo y quedándose mirándolo.
─ Es cierto discúlpame…Ese amuleto es parte de una colección que saque de Egipto a duras penas…sin ese amuleto la colección no sirve de nada…─ hablo mientras me señalaba el sarcófago con la botella.
Puse las manos sobre le amuleto casi de forma instintiva, aunque aquello hizo que se fijara en mi movimiento.
─ Hice una pequeña expedición arqueológica con un grupo y descubrimos una tumba cuando la desenterramos, y pudimos sacarlo al exterior nos quedamos unos días descifrando los jeroglíficos se trataba de una orden secreta que mantenía le equilibrio pero que la parecer fueron exterminadas…según esas mismas escrituras el poseedor de su amuleto se le concederían grandes poderes pero su alma siempre estaría en peligro sin el resto…cuando lo trajimos aquí, uno de mis compañeros no estaba de acuerdo en dejar que me quedara con esto y en una noche desapareció con ese amuleto…y al parecer tu acabas de traérmelo…─ comento el hombre resumiendo su historia pero eso era imposible puesto que el único hombre que pudo haberlo escondido en mi casa era mi padre.
─ Así que podemos hacer un trato…tu me das el amuleto y yo te dejo marchar tranquilamente por donde has venido…o puedes salir de aquí con los pies por delante como él…Así que tu decides…─ dijo el hombre proponiéndome un trato que la verdad no era muy ventajoso al menos no sabia que no podia quitármelo.
─ De eso nada…─ dije mientras ponía mis manos detrás de mi espalda y enseguida note como el peso de las armas caí sobre mi manos pero al mismo tiempo sentí una sensación espantosa como si todo mi cuerpo me pesara y estuviera agotada.
─ Al parecer la leyenda era cierta…pero no creo que puedas hacer mucho…sabes lo antiguos egipcios pensaban que el mercurio debilitaba a los espíritus malignos…mira a tu alrededor…─ dijo el hombre mientras tomaba otro sorbo del vaso y me invitaba a mirar.
Por un instante me quede mirando el sitio podia ver como símbolos egipcios por las paredes que relumbraran en un color púrpura muy suave.
Ni siquiera podia sentir al demonio que debía de estar dando vueltas, era como si todos mis sentidos se hubieran apagado al instante.
─ No puede ser…es imposible…─ me repetí una y otra vez mientras intentaba luchar contra aquella sensación como pude le apunte mientras me temblaba la mano.
─ ¿Crees que no estaría preparado…?...¿Que no me enteraría de lo que hiciste la primera noche…Tengo ojos por todas partes…Esta ciudad es mía…─ comento Arthur mientras dejaba el vaso en el minibar.
Despues de aquello se acerco muy lentamente hacia donde estaba en un momento le apunte con las pistolas.
Este permaneció a una distancia, auqneu no podia ver al demonio ni rastro de este por el lugar.
─ Escucha podemos hacerlo fácil o difícil…En cuanto me des el amuleto esa sensación que tienes desaparecerá…─ dijo Arthur mientras reanudaba el paso, sin pensármelo dos veces apreté varias veces el gatillo sintiendo el retroceso de las armas y escuchando los disparos.
Con un movimiento rápido y girando Arthur pareció que lo esquivo sin problema alguno mientras se acercaba, como pude me retire hacia atrás con las piernas temblándome y volvi a apretar le gatillo varias veces, Arthur no le costo nada en absoluto volver a esquivar los disparos con otro giro de su cuerpo.
Aproveche el momento para dirigirme hacia la ventana y poder escapar pero parecia que no tenia intención de dejarme hacerlo.
Con un movimiento ágil se puso a mi altura y tomo mi mano con fuerza podia sentir como me apretaba la muñeca y el crujir de los huesos.
Aguante le dolor como pude y con la otra mano apreté el gatillo varias veces, pero fue como si disparase a un fantasma volvió a esquivarla.
Debido a la fuerza solté una de las armas nada mas caer al suelo desapareció de inmediato con su otra mano me propino un golpe en el estomago haciéndome soltar la otra arma.
Una vez que estaba como medio inconsciente tomo una de sus manos y la coloco en el amuleto y empezó a tirar con fuerza.
En ese mismo momento fue como si una descarga de energía nos recorriera a los dos, unas imágenes empezaron a aparecer en mi mente una tras otra a toda velocidad pero sabia perfectamente que no eran mis recuerdos.
Fue solamente durante un instante pero para mi mente fue como si fuera una eternidad, despues de aquello Arthur me soltó retrocediendo unos pasos.
Estaba agotada sin fuerzas algunas y no podia hacer nada, tenia que salir lo antes posible.
Me acerque a la ventana y como pude me deje caer por esta, durante la caída sentí el aire fresco en mi rostro y como de golpe me recuperaba por suerte pude aferrarme a uno de los resquicios de una ventana.
Me introduje por esta y estaba en un pasillo por suerte no había nadie por este, enseguida observe como el amuleto comenzaba a brillar parpadeando avisándome que el tiempo pasaba.
Sabia que Arthur enviaría a sus hombres por el edificio para capturarme tenia que permanecer escondida hasta que el amuleto me soltara.
Dirigí mis pasos hacia la salida de emergencia para abandonar el edificio, pero en cuanto abrí la puerta escuche los pasos de los tipos que me perseguían.
Viendo que no podia salir por esa salida, avance todo lo rápido que pude hacia las escaleras, aun sentía le puñetazo que me había dado me dolía horrores.
En cuanto hubo pasado un buen rato el amuleto se soltó y cayo la suelo, lo recogí y lo guarde en el bolsillo.
Al menos ya tenia mi vestimenta normal y podia salir tranquilamente durante mi caminar pude ver a aquellos hombres revisando planta por planta por suerte no llegaron a reconocerme.
Salí por las puertas giratorias mientras lo hombres vigilaban todas las salidas, estando dolorida avance por las calles viendo como empezaba a amanecer y como las calles recuperaban de nuevo su ritmo.
Ahora estaba segura que ese tipo sabia como detenerme, pero aun no entendía como mi padre se había aliado con esa clase de hombre.
Aunque lo mas importante de todo quien le pudo contar sobre esa orden y como se entero de lo que podían hacer, aunque también hablo que era parte de un equipo y que solo tenia una parte de el.
Las preguntas se acumulaban en mi mente mientras caminaba hacia la casa, aunque me temía que Albert me daría una buena bronca.
En cuanto hube llegado a la casa abrí todo lo despacio que pude casi sin hacer ruido pero en cuanto pase por le salón me encontré a Albert que estaba sentado en el sofá esperándome.
─ No me hiciste caso…Te dije que era una locura ir…Que no fueras, pero al parecer no se puede hacer nada…─ dijo Albert mientras me daba la brasa con aquello y no le faltaba razón.
Pero ahora mismo no estaba para nada de eso, me encontraba completamente agotada y dolorida.
En un momento me lleve la mano hacia el estomago por el dolor, sentía como si me hubiera roto una costilla, por suerte no me costaba respirar, pero al pasarme la mano me dolía horrores.
─ ¿Qué te ha pasado…?...─ pregunto Albert mientras venia como tenia la mano cerca del estomago.
─ He tenido… una discusión con ese tipo…Auch…─ conteste mientras me sentaba un momento en el sofá para descansar.
─ Déjame ver…─ hablo Albert mientras me levantaba un poco la ropa y enseguida se dio cuenta que tenia un buen moraron.
Note como sus manos en cuanto pasaron pro ese sitio no pude mas que gruñir por el dolor.
─ ¿Es grave…?...Me duele horrores…─ comente mientras sentía como su mano pasaba por el moraron que tenia.
─ Creo que tienes una costilla rota…por suerte si no te cuesta respirar no ha afectado al pulmón…Tienes que descansar…Voy a por unas vendas…─ comento Albert al salir de la habitación y dirigirse hacia le piso de arriba.
Aunque le dolor empezaba a remitir poco a poco, aquellos recuerdos asaltaban mi mente una y otra vez necesitaba respuestas.
Casi al momento Albert volvió al salón y volviendo a levantarme la ropa me coloco unas vendas alrededor del estomago donde tenia el moraron.
─ Al menos así te dolerá un poco menos hasta que te recuperes, pero deberías ir al medico…─ comento Albert mientras me rodeaba con las vendas y despues de eso colocaba un esparadrapo para que no se desatara.
─ Debo de ir al instituto, ya estoy faltando demasiado…si sigo haciéndolo terminaran expulsándome, y a ti despidiéndote…─ comento mientras terminaba de realizarme las curas.
─ Estas herida, podrías desmayarte durante le día…No deberías de haber ido ha sido una locura…─ habló Albert con tono de preocupación y enfado al mismo tiempo mientras paseaba de un lugar a otro.
─ No podia quedarme con lso brazos cruzados, además tenia que saber quien era el que había ordenado matar a mi madre, además tengo algunas dudas con todo esto…─ comente con tono acusatorio mientras me incorporaba.
─ ¿Qué dudas…?...A que te refieres con eso…─ cuestiono Albert creyendo que aquello era por él.
─ Durante la pelea ese tipo toco el amuleto y a mi mente vinieron imágenes que no tienen sentido pero entre eso y lo que me dijo…─ conteste mientras le seguia mirando con ojos sospechosos.
─ ¿Qué fue lo que te dijo…?...─ cuestiono Albert sospechando que aquello era una acusación.
Empecé a explicarle que es lo que me había contado durante la pelea y que es lo que había sucedido.
─ Si es cierto, ese tipo llego hasta mi quiso que le explicase sobre la orden y que quería hacer una expedición para descubrirla, me ofreció incluso dinero pero pensé que todo era una leyenda que desperdiciaría su dinero y decidí no aceptar…─ hablo Albert explicándome todo lo que había pasado, pero si no fue el tenia que haber sido otra persona.
─ Pero tampoco entiendo por que mi padre se involucro en todo esto…─ dije mientras intentaba encajar todas las piezas en el puzzle.
─ Será mejor que me vaya, si no llegare tarde…Lo mejor seria que te quedases a descansar…─ hablo Albert ofreciéndome un día mas de descanso pero no podia aceptarlo ya era demasiado.
─ Tengo que ir al instituto si no, terminaran expulsándome, además también le puedes decir a tu amigo y puedo conocerlo esta tarde…─ comente pensando que al menos para la próxima vez estaría mas preparada.
─ No creo que sea el mejor momento estas echa polvo…─ hablo albert mientras tomaba las llaves del coche y nos dirigíamos hacia la salida.
─ Es solo para que nos conozcamos, no voy a empezar a entrenar ya…como has dicho necesito algo de descanso…─ comente a la vez que salíamos de la casa y entrábamos en el coche.
Podia notarse que el ambiente era muy fresco los autobuses y coches iban de un lado para otro junto con la gente en su habitual caminar.
Podia escucharse los ruidos típicos de la mañana, aunque no tardamos mucho en llegar, no hablamos durante le trayecto.
En canuto Albert aparco salí del automóvil y me lleve la mano al estomago aun me dolía, pero aun quedaba lo peor soportar aquel día…
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
627
3.573 ATC
=12pt=14.0ptVUELTA AL INSTITUTO =12pt─ ¿Te encuentras bien…?...─ cuestiono Albert al verme que me llevaba la mano al estomago y veía mi rostro dolorido. =12pt─ No te preocupes, aun me duele algo…pero estoy bien…─ constaste intentando aguantar aquel dolor que era punzante. =12pt─ Despues de clase te presentare a mi amigo te espero aquí…─ comento albert cerrando el coche y andando hacia el instituto. =12ptSolamente pude asentir con la cabeza solo esperaba que no empezáramos el entrenamiento ese mismo día. =12ptAvance hacia le instituto, ya hacia tiempo que no había vuelto algunos de mis amigos se quedaron mirando y empezaron a murmurar, esto era precisamente lo que no quería que pasase pero tenia que enfrentarme. =12ptEntre en el edificio avanzando hacia la taquilla para recoger los libros, por lo menos recordaba que clase tenia ese día. =12ptEn los pasillos había como siempre bastante gente yendo de un lugar a otro, en cuanto abrí la taquilla unas amigas se acercaron a mi y empezaron a preguntarme como me encontraban, la típica conversación. =12ptNo se por que pero en ese momento no tenia muchas ganas de charlar solamente de que se largaran y me dejaran en paz. =12ptEstuve como cerca de cinco minutos charlando con ellas por suerte sonó la sirena y me dirigí hacia la clase, nada mas entrar note la mezcla de perfume que siempre había todas las mañanas. =12ptPor un instante se quedaron mirándome y los murmullos cesaron sin pensármelo me dirigí hacia mi asiento y me senté mirando por la ventana hacia la calle. =12ptPasaron unos segundos hasta que la conversación entre ellos empezó de nuevo y me dejaron de mirar. =12ptEl sol comenzaba a subir y cuando estaba ensimismada en mis pensamientos sonó la sirena dando comienzo a las clases. =12ptEnseguida entro el profesor y coloco la carpeta en la mesa, comenzando a pasar lista, cuando llego a mi nombre se quedo algo sorprendido de que hubiera venido. =12ptCuando termino borro la pizarra y comenzó a dar la lección estaba algo perdida con las nuevas cosas aunque no perdí por mucho el hilo de la clase. =12ptLa clase paso mas lentamente de lo que recordaba entre medias de estas mis amigas se acercaron a darme el pésame y a saber como había pasado todo. =12ptAquellas charlas me ponían de los nervios todo el mundo lo mismo, aunque no me quedaba otra nada mas que aguantar, en cuanto me dejaron otra vez sola gire la cabeza para mirar hacia el asiento de Samantha que estaba vacío y no podia dejar de echarme la culpa de lo que había pasado. =12ptLas clases volvieron a comenzar nuevamente y otras dos horas mas que pasaron muy lentamente hasta que sonó la sirena nuevamente dando la indicación de que era el descanso cosa que agradecí enormemente. =12ptSalí de la clase lo mas rápido posible para no empezar la charla de nuevo me dirigí hacia la cafetería, al llegar pude observar que aquel sitio estaba lleno de gente esperando para comprar bocadillos. =12ptLas mesas parecían estar llenas, me puse en la cosa y a esperar hasta que me tocase, en cuanto compre el bocadillo salí hacia el exterior para poder sentarme en algún árbol y comer tranquila. =12ptAllí una vez sentada pude comer tranquila y pensar en lo que había pasado con aquella pelea, ese tipo sabia perfectamente mi debilidad y no pude hacerle nada era como si supiera cuales eran mis movimientos. =12pt─ ¿Estas muy pensativa…?...─ cuestiono una voz que me resulto familiar pero no pude adivinar cual era al menos de momento. =12ptGire la cabeza para ver quien de quien se trataba, era un muchacho alto de pelo largo y liso de color negro con unos ojos de color marrones que tenían algo de maquillaje su ropa era de color negra aunque sin muchos alardes, de constitución media aunque sin mucha robustez, sus rasgos era suaves y redondeados. =12pt─ No te preocupes, me encuentro bien…─ respondí mientras daba otro mordisco al bocadillo. =12pt─ ¿Puedo sentarme…?...¿O prefieres estar sola…?...─ pregunto el muchacho mientras permanecia de pie mirándome. =12pt─ Siéntate, me vendrá bien algo de compañía…─ conteste de manera casi inmediata al menos estaría mejor que con las chicas. =12pt─ Siento lo que te ha pasado…pero seguro que eso te lo han dicho durante todo el día…¿Cómo te encuentras…?...─ comento el joven mientras se sentaba a mi lado y comenzaba a darle pequeños sorbos a un refresco. =12pt─ Si te digo la verdad Edgard, no se ni como estoy, me siento rara pensando que no volveré a ver a mi madre nunca mas y que mi mejor amiga esta en el hospital y no puedo hacer nada…Todo se complica a mi alrededor…─ dije mientras me enfurecía por lo que había pasado aunque no podia evitarlo. =12pt─ Es mejor que te relajes, por mucho que te cabrees no va a cambiar nada…la vida es así…─ comento Edgard intentando que me relajara pero aquellas palabras eran el típico consuelo de siempre.=12pt─ Lo se pero…¿Por qué me tuvo que tocar a mi…?...─ pregunte de manera retórica puesto que nadie me podia responder a aquello. =12ptEdgard no pudo responder a eso solamente negó con la cabeza y siguió con el refresco, el resto del descanso lo pasamos callados. =12ptEl silencio duro hasta que por fin sonó la sirena, dando el inicio al nuevo ciclo de clases, aunque no tenia ganas para dar ninguna. =12ptPor suerte no tenia gimnasia por que el notaron que tenia seguia doliéndome un poco, por suerte las costillas no habían perforado el pulmón. =12ptAsí que despidiéndome de Edgard me dirigí hacia las clases, atravesé a toda la gente en dirección hacia las taquilla para mirar cual era la clase que me tocaba y sacar los libros, una vez los hube tomado me dirigí hacia esta. =12ptAl llegar no parecia que hubiera mucha gente, aun así me senté cerca de la pared y me quede mirando hacia la ventana se podia ver que ya era medio día y el sol pegaba con fuerza. =12ptLa profesora no tardo en entrar y comenzar a pasar lista una mas se sorprendió por que hubiera venido, aunque las lecciones iban un poco avanzadas y me costo ponerme al día, sabia que tenia que volver a estudiar y bastante si quería aprobar y encima tenia que buscar trabajo para demostrarle a mi tía que podia hacerlo. =12ptCasi todo lo que explicaba me sonaba a chino y aquella ausencia me pasaría factura. =12ptEl tiempo en vez de avanzar parecia que retrocedía cada vez que terminaba la clase era un alivio. =12ptEn cuanto terminaron las clases recogí los libros y los lleve de vuelta a la taquilla esperando no tener que encontrarme de nuevo con mas compañeros para que me dieran el pésame solo quería llegar a casa y descansar. =12ptAvance todo lo rápido que podia esquivando a varias personas para salir pero al llegar a la salida escuche que alguien decía mi nombre. =12pt─ Elizabeth!, aquí!...─ grito Albert indicándome que fuera, no podia ser que tuviera que empezar a entrenar solo esperaba que me presentara al profesor y nada mas. =12ptMe acerque a este tocándome las costillas, que parecían que me dolían con un poco mas de fuerza. =12pt─ Acompáñame tengo que presentarte a Joseph…─ volvió a decir Albert casi sin respiro. =12pt─ Profesor, no creo que sea buena idea comenzar el entrenamiento ahora mismo, el costado me duele horrores…─ comente quejándome y poniéndome una mano en la costilla que parecia que el dolor se incrementase por momentos. =12pt─ No te preocupes no creo que empieces hoy solo quiero que lo conozcas nada mas y que tengáis el primer contacto…Vamos!...─ hablo albert con animo en su voz mientras salimos por la puerta y dábamos la vuelta al edificio para dirigirnos hacia le gimnasio que estaba en otra parte del edificio. =12ptAvanzamos por el campus mientras veíamos a las animadoras practicar sus ensayos y a los chicos jugando al fútbol y otros corriendo. =12ptSeguimos hasta llegar a unas puertas dobles que Albert abrió y enseguida estábamos dentro de la sala de entrenamiento. =12ptAquel sitio estaba bastante tranquilo y solo había un hombre que parecia que estuviera esperándonos. =12ptEra un hombre de mediana edad con el pelo de color negro sus rasgos eran algo afilados y lucia barba de tres días, de corpulencia robusta bestia con una camisa de color blanco con una corbata oscura y una chaqueta de color marrón oscura, en las piernas unos pantalones lisos del mismo color y unos zapatos de color negros. =12pt─ Joseph!...Aquí te presento a Elizabeth…Elizabeth el es Joseph!...─ hablo Albert presentándonos este sin decir palabra alguna me ofreció la mano para saludarme, nada mas dársela pude sentir un apretón con fuerza. =12pt─ ¿El sabe lo que me pasa…?...─ pregunte de manera curiosa, mientras veía a Joseph que no parecia que hubiera estado en el ejercito. =12pt─ Si, se lo he contado todo, no te preocupes no dirá nada…─ comento Albert mientras parecia satisfecho por habernos presentado. =12pt─ Así que es ella la que tiene el amuleto…no creo que pueda entrenarla…lo siento haberte echo perder el tiempo!...─ dijo Joseph mirándome de arriba hacia abajo como si me clasificara de alguna forma. =12pt─ Espera un momento…¿Qué estas diciendo…?...Es ella necesita entrenamiento…─ cuestiono Albert mientras que su tono cambio de golpe a sorpresa, no podia creerse lo que estaba diciendo Joseph. =12pt─ Es imposible que pueda entrenarla, solo tiene miedo en su corazón…De esa forma es un completo lastre para el entrenamiento…─ comento Joseph mientras ni siquiera se giraba para mirarme. =12pt─ Es mejor dejarlo!...─ dije rápidamente sin pensármelo dos veces y enseguida me gire para largarme aunque la verdad no estaba de humor para aquello. =12pt─ Vuelves a tener miedo…si es lo mejor lo mismo que hiciste con tu amiga el miedo es lo que te impulso a dejarla donde se encuentra ahora…─ hablo Joseph acusándome por lo que había pasado y de que Samantha estuviera en donde se encuentra. =12ptAquellas palabras me hirieron gravemente en el corazón y no podia permitir que pasara aquello.=12pt─ ¿Qué esta diciendo que yo tuve la culpa de que Samantha este en el hospital…?...─ pregunte acusándole de haberme dicho que por miedo no pude salvarla. =12pt─ Precisamente si, no hubieras tenido miedo ella no estaría donde se encuentra, tu fuiste la responsable de que este en ese estado…─ respondió el profesor sin girarse ni moverse de donde estaba. =12pt─ ¿Joseph que estas diciendo…?...─ cuestiono Albert mientras precia de intermediador entre los dos. =12ptMientras que Albert hablaba con Joseph me quede mirándole fijamente con rabia en mi corazón y mientras podia ver una neblina oscura girar a su alrededor y aquella voz tentándome nuevamente que le matara. =12ptVolvi las manos hacia mi espalda y enseguida note el peso de dos navajas en mi mano, mi mente me decía que no lo hiciera pero mi corazón me instaba a ello y aquella voz no dejaba de tentarme. =12pt─ Si es exacto l oque estoy diciendo…solo hay miedo en ella, nada mas y de esa forma no es posible entrenarla, así que vuelve a tu vida y devuélvele el amuleto a Albert…─ hablo Joseph con prepotencia y orgullo haciéndome saber que aquel amuleto no debía estar en mis manos. =12ptAquellas palabras fueron la gota que colmo mi paciencia, mientras Albert permanecia impávido sin saber que hacer aquella conversación se había salido de todo lugar. =12ptSin pensármelo dos veces salí corriendo en su dirección con ambas armas en mis manos dispuesta a terminar aquello, lo que hice pillo a Albert por sorpresa no sabia que hacer. =12ptCuando estuve a la altura de Joseph lance un par de ataques con la intención de matarlo pero con un simple movimiento tomo mis muñecas y me las inmovilizo. =12pt─ Es justo lo que había pensado solo actúas por instinto y miedo, ¿Crees que estas acciones haran que tu amiga se recupere mas rápido?...Que dejándote guiar por ese demonio todo te será mas fácil…─ comento el profesor y realizando un pequeño giro hizo que soltara las navajas en el suelo que al instante desaparecieron. =12pt─ Cállate!...─ exclame con fuerza mientras de nuevo otra navaja apareció en mi mano y con un amplio arco de mi brazo lance de nuevo otro ataque que Joseph con facilidad logro esquivar. =12pt─ Elizabeth!...─ exclamo Albert intentando que me detuviera y saliera de mi estado pero, ni siquiera aquellas palabras las escuche solo quería eliminar a Joseph. =12ptApreté con fuerza el arma en mis manos y continué atacando a Joseph podia sentir mi corazón latir con fuerza y como lanzaba aquellos ataques aunque no era consciente de lo que estaba pasando era como si lo viera en tercera persona. =12ptEn uno de los ataques logre acertar en la chaqueta de Joseph haciéndole un buen corte por suerte no llegue a acertarle en el cuerpo.=12pt─ Elizabeth detente ahora mismo!...─ exclamó Albert con fuerza en ese momento gire mi cabeza y pude ver el rostro de Albert asustado y sorprendido. =12ptEstaba como poseída de alguna forma mi mente estaba intentando decirle a mi cuerpo que se detuviera pero no conseguía que lo hiciera. =12ptJoseph se quito la chaqueta arrojándola en el suelo, podía ver el miedo en el rostro de albert que estaba asustado al verme de esa forma. =12ptSin pensármelo dos veces me volvi a lanzar por Joseph lanzando varios ataques, sin embargo Joseph los esquivo sin ningún problema despues de esto tomo mis muñecas y me puso un brazo a la espalda y otro lo estiro con fuerza, seguidamente apretó mis muñecas sentía el dolor acumularse en ellas. =12ptNo pude tener las navajas en mis manos pro mas tiempo hasta que las solté que al momento desaparecieron en cuanto tocaron el suelo. =12pt─ Cálmate!...Al parecer el demonio ya ha estado tentándola…─ comento Joseph que seguia apretando mis muñecas. =12ptCon un movimiento rápido me soltó y dándome la vuelta sentí su puño en la boca del estomago dejándome sin aire y haciéndome caer al suelo. =12pt─ ¿Pero que haces…?...─ cuestiono Albert al ver como caía al suelo sin aire, al menos esa acción hizo que me calmara. =12pt─ Fíjate en sus ojos…Ha vuelto a ser ella…─ contesto Joseph mientras recogía la chaqueta tranquilamente. =12pt─ Cof…cof…¿Qué ha pasado…?...─ pregunte extrañada mientras tosía despues de aquel puñetazo, Albert me ayudo a que me levantase. =12pt─ Al parecer ya has aceptado algunas veces los decisiones del demonio…¿verdad…?...─ cuestiono Joseph mientras me miraba fijamente no pude mas que asentir haciéndole saber. =12pt─ Escucha cualquiera puede manejar un arma y con ahínco pasar cualquier entrenamiento…lo importante en esto es saber que decisión debes tomar y apechugar con eso…No creo que estés preparada…─ hablo Joseph mientras me enseñaba el corte que le había echo en la chaqueta, no hizo mas que tomarla y ponérsela al hombro. =12pt─ Por favor, le prometo que tomare las decisiones correctas…pero ayúdeme…─ comente mientras me levantaba ayudada por Albert, aun podia sentir el golpe que había recibido. =12pt─ Escucha quien me dice, que por algún motivo no vuelvas a escoger al demonio…y estoy convencido que todo ese odio que tienes en tu corazón es por venganza…La venganza no te servirá de nada solo para que tu alma se pierda un poco mas…morirá lo que has hecho y solo ha sido por que te has enfadado…imagina solamente que ese demonio te posea completamente….─ comento Joseph mientras limpiaba la chaqueta dándole un par de manotazos y no le faltaba la razón. =12pt─ Tiene toda la razón, he aceptado varias veces a ese demonio, han matado a mi madre han dejado a mi amiga 4en coma, pero esto ya no es por mi es por ese tipo que contrato a mi padre para ir en busca de esto quiero saber que ha pasado…Se que si le digo que le prometo escoger las decisiones acertadas le estaría mintiendo todos tomamos a veces las decisiones equivocadas…Pero el aseguro que intentare no volver a caer en las tentaciones…─ comente poniendo mi corazón en aquello, y era verdad la primera sensación que tuve fue la venganza pero ahora me movía otra causa despues de aquel encuentro con ese tipo. =12ptPor unos segundos Joseph se quedo mirándome de arriba abajo y despues fijamente a los ojos intentando escudriñar si decía la verdad o me lo estaba inventando todo aquello que había dicho. =12pt─ Muy bien te entrenare, pero escucha en cuanto vea algún cambio dejaras el entrenamiento…¿Entiendes…?...─ cuestiono Joseph con dureza apuntándome con el dedo. =12ptSolamente asentí echándome un paso hacia atrás y poniéndome la mano sobre el golpe de las costillas que aun me dolía bastante. =12pt─ A proposito ese tipo me dijo que el amuleto era solo parte de una colección y que sin esto el resto no servia para nada…─ comente haciéndoles saber lo que me había dicho el tipo con el que me había enfrentado. =12pt─ ¿Una colección…?...Que extraño lo que he leído sobre ese amuleto es que era único…no creo que tenga ninguna colección…─ hablo Albert mientras se quedaba pensativo por un momento. =12pt─ Albert es posible que el haya dado con mas artefactos relacionado con el amuleto…y si lo quiere ten por seguro que vendrá a por ella…Solo espero que no te haya descubierto…─ dijo Joseph algo preocupado al parecer sabia lo que haría aquel tipo. =12pt─ No, el amuleto me pone una mascara, no creo que sepa quien soy…Una cosa mas, estando allí me sentí muy débil me dijo que el mercurio debilita a los espíritus malignos según los egipcios…─ comente intentando enterarme si había alguna solución para aquello. =12pt─ Parece ser que la superstición es cierta, tu alma ahora mismo esta manchada por ese demonio por lo tanto eres como un espíritu maligno y el mercurio te afecta dejándote débil, tienes que seguir las ordenes del ángel las mismas veces que has hecho con el demonio para limpiarla…─ comento Joseph haciéndome saber que de momento era vulnerable al mercurio y de que forma podría librarme de ella. =12pt─ Tengo que mirar en algunos libros para comprobar que es lo que ha querido decir acerca de esa colección…A proposito empezamos mañana…─ hablo Joseph echando la chaqueta al hombro y largándose por la puerta sin mencionar palabra alguna. =12pt─ No me dijiste que habías aceptado ya las tentaciones del demonio…─ hablo de forma acusatoria Albert mientras salíamos de allí. =12pt─ No me quedo otra solución, la primera vez que salí casi matan a un muchacho tuve que dispararles…─ hable recordando aquello y lo que había pasado y que fue uno de mis grandes errores. =12pt─ Ni se te ocurra volver a hacerlo mas…entiendes…─ hablo Albert recriminándome lo que había echo con tono severo en su voz, aquello sin embargo me recordó como si fuera mi madre la que me lo decía. =12pt─ A proposito mañana no podré ir por la mañana, se celebra el funeral de mi madre y tengo que ir…─ dije mientras salíamos del gimnasio en dirección hacia el coche de Albert. =12pt─ No te preocupes se lo comunicare a la dirección, y esta noche olvídate de salir a patrullar…─ volvió a ordenarme Albert mientras entraba en el coche y me abría la puerta. =12pt─ Si puedes llevarme a casa…esta noche la quiero pasar allí…─ comente mientras entraba en el automóvil, por un segundo mire hacia la salida del instituto. =12ptDel instituto salían algunas personas y profesores aun, el sol ya estaba bajando y se sentía una brisa muy agradable. =12pt─ ¿Estas segura…?...─ pregunto Albert mientras cerraba la puerta, al momento el ruido me hizo salir de mi estado de ensoñación. =12pt─ Si estoy preparada…─ dije siendo lo único durante todo el camino, me quede mirando por la ventana como poco a poco las farolas se iban encendiendo y la gente salía a dar una vuelta y tomar algo en los bares. =12ptEl viaje no duro mucho hasta que me dejo en la puerta de casa, al salir me quede mirándola por un momento pensando en que mi madre saldría por la puerta en cualquier momento a regañarme. =12pt─ ¿Te ocurre algo…?...─ cuestiono Albert mientras salía del coche y se me quedaba mirando extrañado. =12pt─ No, nada no te preocupes…es que me resulta extraño que mi madre no salga por la puerta a recibirme y regañarme como siempre…solo es eso…─ hable con un tono algo de enfado recordando lo que había sucedido pero ya no podia dar vuelta atrás. =12pt─ Te entiendo si quieres puedes dormir en mi casa hasta que estés lista…─ volvió Albert a ofrecerme su casa para que me pudiera preparar pero aquel trance lo tenia que pasar algún día. =12pt─ Muchas gracias pero algún día tendré que atravesar esas puertas, es mejor ahora que nunca, en fin muchas gracias por todo…─ dije agradeciéndole todo lo que había echo por mi.=12pt─ No ha sido nada, es mejor que descanses y avísame donde se celebra el funeral para ir…─ comento Albert volviendo al coche y cerrando la puerta por mi parte solamente asentí con la cabeza. =12ptAlbert volvió al coche y arranco regresando a su casa por unos instantes mire a la casa, sabiendo que mi madre no saldría a recibirme. =12ptAvance hacia esta y abrí la puerta, nada mas entrar no note el olor de la cena ni que ya vendría a darme la bronca como siempre no sabia que hacer era como si la casa se me cayera encima pero no podia hacer otra cosa y tenia que aceptarlo que nunca mas volvería a verla. =12ptLa casa estaba vacía por completo, encendí el interruptor y sacando de tripas corazón me dirigí hacia el piso de arriba y me metí en la ducha dejando que el agua caliente me despejara de aquello aunque no pude evitarlo termine llorando durante un buen rato desahogando mi alma. =12ptUna vez que me hube calmado lo suficiente me puse el pijama y baje para hacerme algo de comer, me hice lo mas simple que sabia un sándwich y algo para beber despues de eso me senté en el sofá a ver la televisión. =12ptLas noticias no parecían decir nada importante, la casa parecia que estaba desierta sin su presencia y me sentía completamente sola. =12ptEn cuanto hube terminado apague la televisión y me dirigí hacia mi habitación en cuanto apague la luz algo sobrecogió mi alma. =12ptPreferi no pensarlo dos veces y acostarme temprano puesto que mañana tendría el funeral. =12ptLlegue a mi habitación y nada mas entrar me deje caer sobre la cama intente cerrar los ojos para dormir pero aun así me quede por un momento sin poder hacerlo. =12ptHasta que al fin el sueño pudo conmigo, me quede dormida aunque no se ni el tiempo que paso cuando un sonido extraño proveniente de abajo me despertó. =12ptAbrí los ojos como plato y enseguida pude ver las luces de un coche que pasaba por la calle, y seguidamente otro ruido mas proveniente de abajo. =12ptMe levante y abrí la puerta muy lentamente, pude escuchar otros sonidos como si alguien estuviera revolviendo la casa. =12ptMe acerque a la escalera para comprobar quien estaba en la cocina, desde donde estaba pude observar que la puerta de entrada estaba abierta. =12ptBaje un par de escalones esperando que quien hubiera entrado no me descubriera, pude ver como una persona pasaba de la cocina al salón y nuevamente se escuchaban como revolvía el sitio. =12ptLos nervios me atenazaban el cuerpo, no sabia que hacer y el teléfono para llamar a la policía estaba en la planta de abajo, aunque sabia que cuando hubiera terminado con el salón subiría al piso superior. =12ptCon los nervios en el cuerpo retrocedí hacia mi habitación entre en ella y cerré la puerta poniendo una silla atrancándola. =12ptEnseguida comprendí que venia por el amuleto, ese tipo habría enviado a alguien a que lo encontrara. =12ptRebusque en los bolsillos de mi ropa y tome el amuleto en cuanto lo hice empecé a escuchar aquellas voces tentándome que me lo colocara. =12ptLa tentación iba en aumento pero tenia que ser fuerte y no usarlo, pero enseguida pude ver como aquella neblina oscura se movía de un lugar a otro como si estuviera danzando. =12pt─ Tienes que hacerlo, si no el terminara matándote…─ hablo la voz proveniente desde aquella neblina de manera muy tentadora y no le faltaba razón pero no podia hacerlo, no volvería a caer de nuevo en sus palabras. =12ptEscuche como los pasos de aquel tipo subían por la escalera e iba hacia el dormitorio de mis padres. =12ptTenia poco tiempo y no sabia que es lo que hacer, despues de esa habitación entraría en la mía. =12ptEstaba nerviosa, pensé en salir mientras este se distraía con la otra habitación y bajar al piso de abajo. =12ptAl principio me pareció una buena idea pero a medida que la hacia pensaba que me terminaría pillando. =12ptSalí de mi habitación muy lentamente mientras escuchaba como desordenaba la otra, avance hacia la escalera, de momento no me había escuchado de vez en cuando giraba la cabeza para saber si me había descubierto. =12ptPor suerte llegue a la planta de abajo sin que se diera cuenta mientras escuchaba como seguia revolviendo la habitación. =12ptAl llegar abajo tome el teléfono y empecé a marcar le numero de la policía tuve que esperar un momento y enseguida hablo una joven. =12ptEn cuanto escuche su voz note como si alguien me golpeara en la cabeza haciéndome caer al suelo y soltando el teléfono. =12pt─ ¿Creías que me habías engañado…?...¿Donde esta el amuleto…?...─ pregunto aquel tipo con tono amenazante. =12ptAl abrir los ojos me vi encañonada por un arma enseguida le miedo atenazo mi corazón, aquel tipo no se andaba cono bromas. =12ptTenia un rostro aguileño y muy marcado en uno de sus ojos tenia una cicatriz que lo atravesaba, su pelo era negro y estaba algo enmarañado, sus ropas estaban rasgadas pero a diferencia de todo aquello tenia unos zapatos que eran nuevos cosa que me extraño bastante. =12pt─ No hay ningún amuleto…─ respondí mientras me pasaba la mano por la cabeza notando que me había dejado un buen chichón. =12pt─ ¿Crees que soy estupido…?...No pienso largarme sin el amuleto…Vamos!...─ dijo el tipo mientras me agarraba de los pelos y me obligaba a subir. =12ptMientras subíamos pude ver aquella neblina rondándome de nuevo y volviéndome a tentar. =12pt─ Piensas que te dejara ir tan tranquila en cuanto encuentre el amuleto, serás su próxima victima si no haces algo terminaras como tu madre…¿Quieres eso…?...─ cuestiono el demonio, y aquello me hizo pensar sabiendo que tenia toda la razón pero no podia volver a hacerle caso. =12ptenseguida note en mi mano el peso de un arma que enseguida reconocí era una navaja, me di una vuelta de manera rápida y clave el frió metal en su zapato atravesando el pie. =12ptEnseguida este soltó mi pelo y dio un grito de dolor aprovechando aquello subí hacia mi habitación y atranque la puerta. =12pt─ Maldita zorra, me las vas a pagar por esto…─ hablo el hombre amenazándome, volvi a escuchar sus pasos pero esta vez de una manera mas lenta. =12ptEscuche como movía el pomo de la puerta una y otra vez, no sabia que hacer, estaba acorralada. =12pt─ Abre la puerta…Sal de ahí…─ comento el hombre mientras intentaba entrar, sabia perfectamente que la puerta no le detendría por mucho tiempo. =12ptMire hacia la ventana pensando en escapar por allí pero me pareció demasiado alto, así que, pensando en l oque había visto en las películas, abrí la ventana y me escondí en el armario esperando que pensara que había saltado por ella para escapar. =12ptDespues de un momento escuche unos doparos y como el pomo caía al suelo aquello me puso la piel de gallina, solo esperaba que la trampa funcionase. =12ptDespues de aquello, escuche como una serie de empujones y como la puerta se abría de golpe haciendo caer la silla desde donde estaba colocada. =12ptEscuche los pasos de aquel hombre entrar en la habitación de manera muy tranquila, entre abrí un poco el armario para comprobar que sélo que estaba haciendo. =12ptCuando sin previo aviso la puerta del armario se abrió viéndome de nuevo encañonada por el arma de aquel hombre… =12pt=14.0ptFIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gacias a todos .
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Mazoku
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3.573 ATC
=12pt=14.0ptCOMIENZA EL ENTRENAMIENTO =12pt─ ¿Crees que me ibas a engañar…?...─ cuestiono el hombre mientras me agarraba del cabello y tiraba de mi sacándome del escondite. =12pt─ Suéltame, no se donde esta lo que estas diciendo…─ respondí mientras agarraba el cabello para impedir que no me hiciera mas daño. =12ptEn ese momento cuando me hubo sacado fuera me soltó y me encañono, por el nerviosismo que tenia pensaba que moriría en cualquier momento. =12pt─ Escucha no se de donde has sacado esa navaja, ni tampoco me importa solo quiero el amuleto es así de simple, así que es sencillo, voy a contar hasta tres, si no aparece el amuleto créeme que no saldrás viva…─ comento aquel tipo mientras retrocedía unos pasos atento a lo que pudiera pasar mientras amartillaba el gatillo del arma. =12ptPor un instante me quede mirando el canon completamente negro, no sabia que hacer, no podia dárselo y si se lo diera todo aquello habría terminado. =12pt─ Uno, dos…─ contó el hombre y cuando solo faltaba un poco mas me puso el canon en la sien. =12ptNotaba la frialdad del canon en diferencia con el calor que hacia, no podia hacer otra cosa nada mas que dárselo. =12pt─ Muy bien para, te lo daré…─ hable viendo que era la ultima oportunidad que tenia para salir de allí pero también me descubriría. =12pt─ Muy bien dámelo…─ comento el hombre de manera nerviosa mientras alargaba una mano. =12ptEn ese momento tome el amuleto y alargué la mano pensando en que me habían descubierto pero en cuanto el lo toco. =12ptSentí de nuevo aquella ráfaga de energía que nos atravesaba a los dos, pude ver como una serie de imágenes invadía mi mente, pude ver todos los crímenes que había cometido y todo lo que había echo, aquello era como un juicio a su alma. =12ptAquello duro apenas unos cuantos segundos cuando salimos de aquel estado escuchamos un ruido en la parte de abajo y despues alguien que me llamaba. =12pt─ Elizabeth…¿Te encuentras bien…?...─ cuestiono una voz que me resultaba familiar proveniente del piso de abajo. =12pt─ ¿Quién es…?...─ me pregunto el hombre con tono nervioso, podia ver que estaba algo mareado peor aun estaba pendiente de lo que hiciera. =12pt─ No lo se, no he podido llamar a nadie has arrancado el teléfono…─ hable recordándole que no me había dado oportunidad de llamar a nadie, aunque su voz me era conocida.=12pt─ Levántate, te vienes conmigo…─ ordeno el hombre mientras me levantaba de un brazo y me ponía delante del a forma de escudo, pude motar el canon del arma en mi espalda. =12ptEl miedo me recorría el cuerpo, sabia que en cualquier momento terminaría muerta y encima aquella neblina estaba dando vueltas a nuestro alrededor podia escuchar su voz tentándome una y otra vez, peor no podia hacerlo puesto que aquello seria condenar un poco mas mi alma. =12pt─ Alto policía!, suelte el arma…─ ordeno el policía en cuanto nos vio, me extraño que estuviera allí. =12pt─ Suelta tu el arma o ella muere…Venga rápido!...─ exclamo el hombre, por un momento se quedaron paralizados apuntándose uno al otro, la tensión podia cortarse con un cuchillo cualquier falso movimiento podría terminar en un tiroteo y yo muerta. =12pt─ Vale de acuerdo, pero no le hagas nada…─ comento el policía mientras se agachaba para dejar el arma en el suelo. =12pt─ Aléjala de ti…─ hablo el hombre mientras seguia oculto detrás de mi y encañonándome con su arma. =12pt─ Muy bien, tranquilo…─ comento le policía dándole una patada a su arma y alejándola. =12ptEnseguida pude ver que el policía me hacia una señal con la mirada para que me agachase y le dejara un línea de tiro pero no podia hacer nada o me descubriría. =12pt─ Adiós polizonte!...Nos veremos en el infierno…─ dijo el hombre mientras apuntaba con su arma al policía por encima de mi hombro, aquello me dio la oportunidad que estaba esperando ya que el policía parecia despistado. =12ptEnseguida note en mi mano el peso de la navaja enseguida moví mi mano hacia atrás clavándola en su pierna y retorciéndola. =12ptInstantáneamente escuche le alarido de aquel hombre y pude agacharme mientras este miraba la navaja que estaba calvada en su muslo, momento que aprovecho el policía para pasar su mano a la espalda y sacar el arma en ese momento hubo un intercambio de disparos y despues el silencio, cuando gire la cabeza pude ver una sonrisa en el hombre pensé inmediatamente que había matado al policía peor fue al revés este cayo al suelo pro las escaleras. =12ptLentamente me incorpore respirando mas aliviada, además por suerte no lo había matado y aquella neblina desapareció de inmediato y las voces cesaron. =12ptBaje las escaleras todo lo rápido que pude hasta estar a la altura de aquel hombre, su rostro me era completamente desconocido. =12pt─ ¿Te encuentras bien…?...─ cu4estiono el policía mirándome con ojos de calma mientras recogía su arma.=12pt─ Si, estoy bien algo nerviosa eso es todo…─ respondí con algo de nerviosismo en mi voz, en seguida empecé a buscar con la mirada el amuleto. =12ptEnseguida el hombre se dio la vuelta y saco un móvil poniéndose a habar mis ojos empezaron a registrar el cuerpo de aquel tipo para descubrir donde estaba el amuleto. =12pt─ Aquí Stephan, mándeme una ambulancia a esta dirección, ha habido un incidente…─ comento Stephan mientras hablaba para enviar una ambulancia aparte de un grupo forense. =12ptMientras seguia hablando me di prisa para revisar le cuerpo todo lo rápido que pude rebuscando en los bolsillos hasta que encontré el amuleto que rápidamente me introduje en el bolsillo. =12ptAl momento Stephan se dio la vuelta y me miro de forma extraña, despues de haber terminado la conversación se acerco al tipo que estaba en el suelo y empezó a mirarlo con interés resisando sus ropajes y su calzado que no encajaba en absoluto. =12pt─ Por lo visto no era un vagabundo muy común…¿Me puedes decir que andaba buscando…?...─ pregunto Stephan mientras metía la mano en los bolsillos pero no parecia encontrar nada ni siquiera la cartera. =12pt─ No lo se, estaba durmiendo y escuche un ruido y cuando baje me lo encontré…rebuscando por el salón…─ conteste diciendo la verdad, pero no le dije nada concerniente al amuleto. =12pt─ No entiendo una cosa tiene dos heridas una en el pie y otra en la pierna al parecer de un arma blanca…pero no veo ninguna arma blanca por aquí, salvo que te llevaras algún cuchillo a tu habitación…─ hablo con tono de sospecha mientras seguia mirando al cadáver y viendo las heridas, por suerte aquellas armas desaparecieron. =12pt─ No lo se, ya vio lo ha pasado…por cierto, ¿me estaba vigilando…?...─ pregunte con cierto tono de desconfianza puesto que aquello sin mi consentimiento era un delito. =12pt─ No, nos aviso un aviso policial y andaba cerca de aquí pero a partir de ahora si te tendremos vigilada, despues de lo que ha pasado…Ya van dos veces y te quieren por algo…─ comento le policía mientras se levantaba y miraba hacia la puerta esperando a la ambulancia. =12ptSin pronunciar palabra me volvi a sentar en el sofá, esperando que vinieran la ambulancia que había llamado. =12ptNo pasaron ni diez minutos cuando se escucharon las sirenas pude ver por la ventana que era de un coche patrulla y una ambulancia. =12ptEn cuanto entraron los policías acordonaron el sitio haciéndome salir de casa y los de la ambulancia empezaron a poner carteles con números y a hacer fotografías. =12ptEnseguida un enfermero me ofreció una manta, la noche era bastante fresca y todavía no había amanecido, observe como las luces de algunas casas estaban encendidas y había gente mirando pro las ventanas para ver que es lo que pasaba. =12ptMientras estuve sentada en la ambulancia con la manta encima pensaba una y otra vez sobre quien había enviado aquel asesino y enseguida vino a mi mente aquel tipo del hotel seguro que pensaba que tendría el amuleto o que yo era aquella heroína, o sencillamente quería atar cabos sueltos. =12pt─ Al parecer era un asesino, tiene varios antecedentes pero poco mas, de ahora en adelante tendrás una patrulla en todo momento hasta que descubramos que es lo que pasa…─ hablo Stephan mientras me decía que había encontrado, aunque tener todo el día una patrulla encima era un gran problema. =12ptPreferi no decir nada, puesto que si lo hacía me tomarían por culpable de algo, solamente asentí con la cabeza. =12pt─ A proposito el funeral de tu madre es mañana, en el cementerio local…─ hablo el policía dándome las indicaciones pertinentes para le funeral. =12ptAquello hizo que mi corazón se encogiera, pensando de nuevo en mi madre, estuve un buen rato hasta que terminaron los enfermeros y el equipo forense. =12pt─ Bueno ya puedes volver, llamare un coche patrulla para la vigilancia…Nos vemos mañana…─ comento Stephan que enseguida entro en su coche y se fue, haciendo lo mismo los enfermeros y los forenses. =12ptJusto cuando iba a entrar a casa vi a los camilleros sacar le cuerpo del asesino aquello hizo que sintiera miedo por lo que se me venia encima. =12ptEntre casa algo soliviantada aun podia oler la pólvora flotar en el ambiente junto con la sangre hacia una mezcla algo rara. =12ptApague la luz del salón y subí los peldaños poco a poco teniendo en mi mente lo que había pasado y el funeral de mañana. =12ptEn cuanto llegue a la habitación me senté en ella y estuve pensando un buen momento antes de volver a quedarme dormida pero casi ni pude hacerlo aun estaba nerviosa. =12ptLas imágenes que se habían paseado pro mi mente aun flotaban en ella haciéndome recordar los pensamientos de aquel asesino y todo el daño que había cometido. =12ptEra como si se me presentase la vida y los actos que había cometido como si debiera juzgarlos y ejecutar la sentencia. =12ptAquello rondo mi cabeza por un buen tiempo hasta que poco a poco sin casi enterarme me quede dormida por suerte no tuve pesadillas esa noche. =12ptPor la mañana la radio despertador dio la señal de que me levantara, como pude moví la mano en esa dilección dando manotazos hasta que encontré el botón de apagado. =12ptPor unos minutos me quede mirando al techo y coloque mi mano en el bolsillo sintiendo la forma del amuleto, nada mas levantarme mire por la ventana y comprobé que el coche patrulla estaba fuera. =12ptTenia que vestirme para le funeral y mientras llegaba seguro que habían empezado además aquella tarde comenzaba el entrenamiento. =12ptEnseguida me dirigí hacia la ducha y deje que el agua caliente limpiara mi mente por unos momentos pero enseguida la falta del otro del desayuno o mi madre llamándome dejo un vació en mi corazón, =12ptMe vestí con algunas ropas negras que tenia en el armario y baje por las escaleras desayune una tostada y un zumo casi sin ganas, aquel recuerdo de mi madre hablando conmigo me dejaba casi sin hambre. =12ptEn cuanto hube acabado salí pro la puerta el aire fresco de la mañana termino por despejarme escuchaba como los niños iban a clase y las familias salían en dirección hacia su trabajo. =12ptAlgunos se quedaron mirándome extrañadas por lo que había pasado anoche, pero preferi no hacerles ni caso con la cabeza baja me dirigí hacia la parada del autobús, =12ptLa falta de ausencia de mi amiga también fue un recuerdo extraño todo lo que tenia había desaparecido en un instante por aquel amuleto. =12ptLo apreté entre mi mano con fuerza, n ose si esperaba que me diera una respuesta peor estaba segura de que no seria así. =12ptEspere por unos minutos el amuleto intentando ver si encontraba algo o que viniera algo a mi mente hasta que vino el autobús. =12ptEnseguida subí a este y me dirigí hacia le cementerio, me coloque en la parte de atrás y me quede mirando pro la ventana durante todo el trayecto. =12ptEl trayecto fue algo largo cuando llegamos el autobús estaba casi vacío pro completo y las ultimas personas bajaron conmigo. =12ptMe dirigí hacia un camino de piedra cuando llegue el sitio era bastante grande estaba rodeado pro una verja al fondo había una iglesia bastante grande y por donde miraba había lapidas por todas partes. =12ptSe respiraba una gran tranquilidad y podia escucharse le cantar de los pájaros aparte los árboles daban un sombra muy agradable. =12ptMe diría hacia donde se suponía que era le funeral de mi madre, mientras paseaba por las tumbas =12ptPude ver como algunas personas dejaban flores en ellas a sus seres queridos, cuando al fin llegue, había unas cuantas sillas en una de ellas estaba mi tía con su marido y algunos familiares que no había visto en tiempo… =12pt=14.0ptFIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
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Mazoku
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3.573 ATC
=12pt=14.0ptUN PROFESOR EXIGENTE =12ptMe quede por unos instantes mirando el ataúd y al párroco que estaba empezando a decir el panejílico. =12ptDespues de eso me senté en una de las sillas, y me dispuse a escuchar, mientras pasaba el tiempo, la mañana se iba haciendo mas calurosa. =12ptIntente como pude contener las lagrimas pero casi ni podia los recuerdos me venían una y otra vez la mente, pero cuando alce la vista pude ver aquella neblina de color blanco rondando por el ataúd. =12ptNo se por que pero me sentí un poco mas aliviada al verla, como si mi alma se librara de un peso. =12ptDespues de aquello me acerque al ataúd y tome un poco de tierra y lo solté encima, seguidamente hicieron lo mismo mis familiares. =12ptDespues de aquello el sacerdote termino el panejilico y el ataúd fue descendiendo en la tierra y los trabajadores empesgaron a echarle tierra. =12ptViendo que había terminado me levante y me dispuse a ir al instituto para comenzar el entrenamiento, aunque ahora mismo no tenia la mente muy concentrada en eso sabia que tenia que hacerlo, si quería evitar que a mas personas le ocurrieran lo mismo. =12pt Al levantarme mi tía hizo lo mismo y rápidamente se me acerco para hablar conmigo, sabia que de nuevo volvería a decirme lo mismo. =12pt─ Cariño espera un momento…Tenia que decirte una cosa…─ dijo Carlota mientras se acercaba a toda prisa. =12pt─ Carlota te agradezco mucho que hayas venido al funeral pero no pienso ir a vivir contigo, ya soy mayorcito y puedo cuidarme por mi misma, quiero que te quede claro…─ comente intentando dejarlo claro y zanjarlo de una vez por todas. =12pt─ Pero Carlota aun eres muy joven y tu madre hubiera querido que no estuvieras sola…─ dijo Carlota poniendo a mi madre como excusa y eso fue lo que mas me repateo el estomago. =12pt─ Carlota quiero que te quede claro, ni madre ahora mismo no quiere nada esta muerta nada mas, y puedo apañármelas por mi misma…lo siento tengo que irme…─ comente con tono de enfado y rápidamente me gire para salir de allí y volver al instituto por lo menos para empezar el entrenamiento esa mañana. =12ptMientras paseaba en dirección hacia la salida del cementerio pensé que me quedaba por buscar un empleo y ver como se encontraba Samantha y si había algún cambio. =12ptNada mas salir tome el autobús que me llevaba al instituto, la mañana poco a poco se iba transformando en medio día y podia verse mas actividad en la calle, el viaje duro media hora.=12ptAl llegar la instituto pude ver que había varias personas fuera en el jardín algunas con libros otras hablando mientras paseaba en dirección hacia el gimnasio se me quedaron mirando extrañadas. =12ptAvance hacia la parte de atrás del instituto hasta llegar aun par de puertas metálicas, en mi camino pude ver a los grupos de atletismo entrenar junto con los de fútbol que estaban en pleno partido. =12ptAl entrar en el gimnasio pude ver a un grupo de chicas jugando al baloncesto y al profesor dando indicaciones, mirando hacia las gradas decidí sentarme hasta que acabaran. =12ptTardaron una hora cuando al final sonó la alarma y se fueron hacia los vestuarios a darse una ducha. =12pt─ Recordad mañana tenemos entrenamiento extra, así que venid preparadas y no os durmáis en los laureles que pronto tenemos torneo…─ comento Joseph mientras se despedía de las chicas dándole algunas advertencias. =12pt─ Bueno ya estoy aquí…─ dije al bajar de las escaleras, mientras que Joseph se me quedaba mirando de forma extraña como si me revisara de arriba hacia abajo. =12pt─ Espero que estés preparada no voy a ser blando contigo…Empecemos con lo mas simple…quiero que hagas aparecer una pistola…─ hablo Joseph mirándome de forma seria. =12ptEnseguida puse mis manos en la espalda y enseguida note el peso de algo pero enseguida reconocí que era la navaja. =12ptLe enseñe la mano y viendo que era una navaja, Joseph parecia algo enfadado por lo que había sacado. =12pt─ ¿Por qué pones las manos detrás de ti…?...Además he dicho una pistola…no una navaja…─ cuestiono Joseph al verme poner las manos a mi espalda y no sabia pro que lo hacia. =12pt─ No lo se las pongo detrás nada mas…Lo intentare…─ dije pensando que podia hacerlo. =12ptVolvi a concentrarme nuevamente y esta vez con las manos delante pero por mucho que lo hacia no sentía le peso de nada en mis manos es como si se resistiera a salir. =12pt─ Es imposible…─ comente despues de un rato concentrándome sin conseguir nada, no parecia que mi poder quisiera actuar. =12pt─ Empezamos bien, escucha no siempre podrás poner las manos a tu espalda es necesario que puedas conseguirlo en cualquier situación…y de forma fluida pudiendo cambiar de arma en cualquier momento…si no estarás muerta…de momento solo has usado tu poder de forma instintiva sin pensar en nada cuando estabas en peligro…─ comento Joseph y no le faltaba razón casi siempre ponía mis manos en la espalda pero si no podia hacerlo aquello era un error y podría morir. =12ptColoque mis manos delante nuevamente y empecé a concentrarme pero no sentía nada ni el peso ni podia hacer aparecer nada, aquello empezaba a frustrarme. =12pt─ Es mejor que comencemos pro lo básico…y mientras corres intenta hacer que aparezca una pistola…Empieza a dar vueltas al gimnasio…─ hablo Joseph diciéndome lo peor que podia imaginar puesto que odiaba gimnasia. =12pt─ Pero es que…─ comente quejándome, pensando que no había venido a eso si no a entrenarme de alguna forma. =12pt─ Empieza…y si te vas a quejar todo el tiempo ahí tienes la puerta…no estoy aquí para ser tu padre…─ ordeno Joseph haciéndome que empezara a dar vuelta y cortando cualquier excusa que pudiera dar. =12ptMejor no pensarlo empecé a dar vueltas al gimnasio a regañadientes mientras pensaba y me concentraba pero no aparecía nada y era extraño puesto que me había funcionado siempre, incluso la primera vez que me encontré con aquellos tipos por la noche. =12ptA la tercera o cuarta vuelta ya empezaba a sentir el cansancio, mis piernas empezaban a no responder no estaba en forma. =12pt─ No puedo mas…estoy agotada…─ dije entre jadeos sintiendo como el sudor me resbalaba por todo el cuerpo y el cansancio me agarrotaba los músculos solo pensaba en las agujetas que tendría la día siguiente. =12pt─ Por lo visto no estas en forma, así que si estas cansada de correr empieza a subir por la cuerda…─ hablo Joseph con mirada seria y tono aun mas, estaba dispuesto a no darme tregua. =12ptSin pensarlo y no diciendo nada me acerque a la cuerda y miré hacia arriba la tome entre las manos y empecé a subir o mas bien a intentarlo Deusto que no pude avanzar ni un solo metro. =12ptLos músculos me pedían que descansara pero Joseph no me dejaba hacerlo ni un momento. =12pt─ Es increible…estas en muy baja forma…─ dijo Joseph casi riéndose al verme que no podia aguantar mucho. =12pt─ No soy… de hacer ejercicio…─ dije jadeando y casi tosiendo mientras me quitaba el sudor de la cara con la manga de la ropa que parecia que le había caído un cubo de agua encima. =12pt─ Escucha, esto no lo hago por ti me da igual si te matan o no, solamente te estoy dando una oportunidad para que puedas sobrevivir, si no es así mejor olvídate de ser una heroína como pretendes…tengo cosas mejores que hacer y esto lo hago por Albert le debo un favor…─ comento Joseph mientras me miraba de forma despectiva viendo que estaba jadeando y casi tosiendo. =12ptMientras estaba en el suelo descansando un poco y pensando en por que no conseguía que apareciera ninguna arma escuche como la puerta de la entrada se abría y una chica entraba corriendo con cara asustada. =12pt─ Profesor tiene que venir algo le ocurre a una de las chicas…Rápido!...─ exclamo la joven con tono asustado mientras Joseph estaba sorprendido. =12pt─ ¿Qué es lo que ocurre…?...─ cuestiono Joseph algo asustado mientras la vez me levantaba para ir con él. =12pt─ Es mejor que lo vea, estaba tan tranquila hablando con conmigo y unas amigas y de repente cayo al suelo y empezó a darle un ataque…─ dijo la chica con cara asustada mientras Joseph la seguia afuera del pabellón junto conmigo. =12ptAl llegar afuera la chica nos llevo hasta cerca de un árbol donde estaban sus amigas preocupadas a su alrededor, en cuanto Joseph llego aparto a las chicas y vio que una de ellas estaba en el suelo convulsionando y con temblores mientras los ojos era como si se hubieran dado la vuelta. =12ptLas chicas estaban asustadas y no sabían que hacer, sin pensármelo dos veces me acerque a esta arrodillándome a su lado. =12pt─ ¿Es epiléptica…?...o tiene alguna medicación…─ cuestiono el profesor mientras le colocaba algo en la boca y la ponía de lado. =12pt─ No que nosotras sepamos…─ respondió una de ellas mientras se miraban con aspecto de no saberlo. =12ptLa chica seguia convulsionando cada vez mas fuerte cuando en un momento dado ceso todo y parecia incluso que estuviera muerta; nuestro rostro cambio de golpe. =12ptIncluso el de Joseph, parecia que estaba completamente blanco, no sabia que hacer, enseguida la volvió a girar y puso el odio en su corazón para comprobar si estaba viva. =12pt─ Llamad a una ambulancia…Rápido!...─ hablo Joseph y casi de inmediato una de ellas saco un móvil y empezó a llamar. =12ptMientras Joseph seguia mirando para comprobar que estuviera viva, giro la cabeza y sencillamente me negó haciéndome saber que había muerto. =12ptDe reojo pude ver algo extraño como sus manos parecían que se desecaran y su piel se pegara a sus huesos adoptando un color arenoso, cosa que me sorprendió bastante. =12pt─ Joseph aléjate…─ hable casi susurrándoselo señalándole al mover la cabeza para que mirara a los brazos. =12pt─ Será mejor que os vayáis…Esperad al a ambulancia en la entrada yo me quedare con ella…─ dijo alejando a las chicas al ver aquella transformación con cara de extrañeza mientras se acercaba para comprobar que es lo que pasaba. =12ptPero enseguida como si resucitara de golpe una de sus manos se aferro a mi camisa y pude ver con horror como su cara se resecaba e incluso parte de ella se disolvía en polvo y los ojos retrocedían hacia su cráneo desapareciendo y dejando en su lugar dos agujeros negros sin alma, aquello hizo que se me pusiera la piel de gallina intente soltarme pero no podia hacerlo. =12pt─ Devuelve lo que no te pertenece…─ dijo una voz proveniente del infierno con un tono espeluznante, y despues de aquello me soltó cayendo al suelo mientras el resto de su cuerpo seguia trasformándose. =12ptPodia escucharse como si la piel se secara y luego se resquebrajara, al ver aquello Joseph se levanto con miedo en su rostro. =12pt─ No te acerques…Vete al gimnasio y cierra las puertas y no las abras a menos que sea yo quien te lo diga…─ ordeno Joseph con tono entre miedo y extrañeza al ver como poco a poco aquello iba ocurriendo delante de nosotros. =12pt─ Puedo ayudarte…─ hable pensando en que pudiera sacar algún arma y poder ayudarlo. =12pt─ Vete ahora…y haz l oque te digo…─ hablo Joseph ordenándomelo en cuanto di unos pasos hacia el gimnasio escuche como un sonido muy suave de gruñidos. =12ptAl girar la cabeza supe enseguida que aquellos gruñidos provenían de la chica y que Joseph había retrocedido unos pasos y se había preparado para atacar. =12pt─ La ambulancia ya viene…─ dijo una chica de las que se habían ido para esperar la ambulancia y enseguida aquella cosa giro la cabeza. =12ptLa pobre chica enseguida dio un grito de miedo y esto fue la señal de salida par que aquella cosa se lanzara sobre ella como un relámpago se puso a su altura y en cuanto la toco, pude ver como su pelo cambiaba al color de las arenas. =12ptEnseguida su rostro cambio de golpe por el miedo, y casi de forma instantánea cayo al suelo convertida en un montón de arena. =12pt─ Vamos al gimnasio…Eh! tu monstruo aquí…─ hablo Joseph intentando llamar su atención para que nos siguiera pero viendo aquello no sabia si podríamos con él. =12ptComo pudimos empezamos a correr hacia el interior del gimnasio, podia escuchar los gruñidos de aquella cosa mientras se acercaba todo lo rápido que podia. =12ptEn cuanto entramos en el gimnasio me aleje coto lo que podia y empecé a concentrarme intentado invocar algún arma para poder defendernos. =12ptJoseph se coloco en el centro de la cancha de baloncesto dispuesto a enfrentarse a aquella cosa, aunque no parecia que tuviera oportunidad alguna puesto que su simple toque podia convertir las cosas en arena. =12pt─ No te enfrentes a eso, podrías morir…─ hable pensando en l oque le podría ocurrir lo mismo que a aquella chica. =12pt─ No te preocupes por mi y no se te ocurra acercarte…─ hablo Joseph mientras se preparaba para combatir aquel monstruo pero solo un movimiento en falso y terminaría convertido en arena. =12ptAquella criatura gruñó de nuevo como si estuviera retándolo, enseguida inicio el combate lanzándose contra Joseph, pero este pudo esquivarlo con facilidad, y rápidamente le soltó un golpe en el rostro pero la darle pude ver el rostro de dolor en Joseph. =12pt─ Joder!...─ exclamó Joseph moviendo la mano por el dolor, en ese momento el monstruo giro rápidamente en un movimiento ágil que ni siquiera se esperaba Joseph golpeándole en el rostro y haciéndole caer al suelo. =12pt─ Joseph…cuidado!...─ casi llegue a gritar viendo que caía al su3elo y el monstruo se lanzo sobre el, pero este giro rápidamente y nuevamente se puso de pie. =12ptEmpezó a mirar hacia todos lados intentando buscar un arma para defenderse pero no había mucho donde elegir. =12ptCorrí hacia donde guardábamos los conos para proporcionarle algún arma con la que poder defenderse, puesto que no había otra cosa. =12ptEn mi mente seguía concentrándome para poder aparecer alguna cosa pero el miedo me tenia paralizada ni siquiera podia hacer aparecer una simple daga. =12ptEn cuanto tome los conos le pase uno tirándoselo y otro me lo que de yo para poder defenderme por si acaso se lanzase a por mi. =12ptPor suerte Joseph pudo coger el cono y se acerco al monstruo y con unos movimientos rápidos empezó a golpearle un ay otra vez pero parecia que aquella cosa ni siquiera se inmutaba y a cada golpe saltaba arena por todos lados. =12ptEn un movimiento le coloco el cono el la cabeza y la criatura empezó a gruñir con fuerza en ese instante Joseph salto y le propino una patada en el pecho haciéndole caer, enseguida se coloco encima del cono apretando con todas sus fuerzas. =12ptLa criatura empezó a patalear intentando escapar de aquello pero parecia imposible, pero poniendo sus manos sobre le cono poco a poco comenzó a hacerse arena hasta que no quedo nada. =12ptJoseph tuvo que retirarse de un salto hacia atrás, mientras la criatura se levantaba lentamente. =12ptEl otro cono se lo lance para que lo cogiera pero la criatura reacciono mas rápido de lo que esperaba, poniéndose delante del cono e interceptándolo de un manotazo lo desvío lanzándolo hacia otra parte. =12ptDe nuevo aquel monstruo se lanzo sobre Joseph y le coloco las manos sobre el cuello este empezó a moverse todo l oque pudo para liberarse de aquello incluso le propino algunos puñetazos en el estomago pero la criatura se negaba a soltarlo. =12ptPude ver como la ropa de Joseph empesga a convertidse en polvo lentamente y no sabia que hacer. =12pt─ Concéntrate, respira con calma…─ dijo Joseph con cama mientras intentaba soltarse viendo que no tardaría mucho en ser consumido por las arenas y morir. =12ptRespire profundamente e intente mantener mi mente en calma y serena pensando en lo que quería obtener. =12ptY para mi sorpresa note en mis manos el peso de dos armas pero al abrir los ojos me di cuenta que se trataba de dos pistolas de color negro y metal retorcido cosa que me extraño bastante, incluso podia decir que en algunas partes había pequeños agujeros de las cuales salía humo, su contacto era caliente y en ese momento mi mente fue azotada por una ráfaga de energía pero esta vez era muy distinta a todas las anteriores. =12ptPuesto que solo sentí maldad y oscuridad que me invadía al sostenerlas, solamente las agarre con fuerza y apunte hacia esa cosa. =12ptJoseph giro la cabeza pero al ver las armas pude ver que su rostro cambio de golpe parecia que tenia mas miedo por mi que por el mismo. =12pt─ No!...detente, no dispares!...─ hablo de manera cortada debido a la fuerza del las manos de aquel monstruo sobre su cuello, apenas logre escucharlo. =12ptApunte con cuidado directo a su cabeza para poder eliminarlo de una vez por todas incluso me sentía poderosa al tener aquellas armas pero antes de que pudiera apretar el gatillo escuche que alguien entraba en el gimnasio haciéndome salir de mi estado. =12pt─ Policía, alto…─ dijo un hombre mientras le apuntaba con un arma lo mismo que su compañero. =12ptViendo que aquella cosa n ose detenía ambos empezaron a disparar sobre aquella cosa una y otra vez. =12ptlas balas parecían atravesarle haciendo saltar arena en cada disparo, la criatura soltó de inmediato a Joseph arrojándolo contra le suelo a varios metros. =12pt─ Elizabeth, no dispares…suelta las armas…─ hablo Joseph y enseguida moví la cabeza y aquella sensación desapareció de inmediato me vi con aquellas armas oscuras y las solté de inmediato en cuanto cayeron al suelo desaparecieron dejando humo negro a su paso. =12pt─ ¿Pero que ha pasado…?...─ pregunté extrañad al ver aquellas armas extrañas como desaparecían entre aquel humo negro. =12pt─ Despues te lo explico ahora no tenemos tiempo…─ comento Joseph dirigiéndose hacia el equipamiento deportivo para v4er si hallaba algo para poder combatir de una vez por todas aquella cosa. =12ptMientras los policías seguían disparando a aquel monstruo que se les acercaba sin retroceder mientras los disparos parecían atravesarle. =12ptCuando al fin Joseph encontró una cuerda que utilizábamos para saltar, se dirigió hacia aquel monstruo viendo que los pobres policías se quedaban sin balas y sus rostros representaban el miedo que parecia paralizarles. =12ptJoseph acelero todo lo que pudo cuando estuvo a su altura le coloco la cuerda en el cuello y tomándola con fuerza se pudo a su espalda intentando estrangular aquella cosa. =12ptLos policías pudieron reaccionar a tiempo retirándose unos pasos uno de ellos pidió refuerzos. =12ptJoseph apretó con todas sus fuerzas mientras la criatura intentaba resistirse moviéndose lo que podia sus gruñidos cada vez eran mas apagados hasta que Joseph de un tirón con fuerza, arranco la cabeza y al instante le cuerpo cayo al suelo. =12ptPor unos instantes pude escuchar los gruñidos de aquella cosa y como el cuerpo se desplomaba pero en cuanto lo hizo, mi mente se estremeció pude ver una serie de imágenes de aquella chica. =12ptEn un sucesión rapidísima que hizo que cayera de rodillas y me llevara las manos a la cabeza por suerte los policías no me vieron. =12ptAsí pase unos segundos mientras Joseph discutía con los policías y con los de la ambulancia que habían llegado pero no había nadie para llevarse. =12ptCuando al fin todo aquello ceso y Joseph regreso pudo verme que estaba de rodillas y con las manos en la cabeza. =12pt─ ¿Te encuentras bien…?...─ pregunto Joseph mientras me ayudaba a levantarme aun la cabeza me retumbaba y tenia algo de mareo. =12pt─ ¿Por qué pasa esto…?...Es como si toda su vida pasara por delante de mi vista…y esas armas oscuras…─ pregunte extrañada mientras me intentaba mantenerme de pie, por su parte Joseph me ayudaba a que me sentara en una de las gradas. =12pt─ Veré si puedo explicártelo, esas visiones que tienes es como si fueran un juicio y tuvieras que ver toda su vida para decidir hacia que lugar debe de ir, lo malo es que no se nada mas…si alguien lo sabe es ese tipo que dice tener el resto del equipo…y con respecto a esas armas oscuras no se te ocurra dispararlas nunca entiendes…según pude saber esas armas hicieron que mas de una del clan perdiera su alma consagrándose a la oscuridad…Es mejor que te vayas a casa y descanses mañana seguiremos…─ dijo Joseph explicándome otro poco de aquello, pero en mi mente tenia que conseguir el resto del equipo que tenia aquel tipo. =12ptAunque el problema era volver al hotel y conseguir el resto, puesto que lo tendría protegido, pero aun no sabia si ese monstruo había sido obra suya. =12ptAl abandonar el gimnasio metí la mano en el bolsillo notando el amuleto y respirando tranquila, mientras la pareja de policías me comparaban. =12ptMi mente intentaba comprender lo que había pasado mirando la ropa y el montón de arena que había en el suelo junto con las ropas de aquella chica. =12ptCuando salí por las puertas del instituto, ya era tarde pero aun no era la hora de salir del instituto, mi estomago rugía con fuerza tenia que comer algo, en la puerta estaba la ambulancia atendiendo a las chicas que aun estaban en estado de shock. =12ptLos policías volvieron al coche patrulla e informaron de lo que había pasado, seguí el camino hacia la parada del autobús pensando en lo que debía de hacer, pero no encontraba la solución a nada y debía de encontrar trabajo poco a poco los problemas se me acumulaban. =12ptEspere en la parada el autobús durante cerca de diez minutos mientras el ambiente refrescaba un poco. =12ptEn cuanto llego al entrar note el aire acondicionado respirando tranquila me dirige hacia el fondo del autobús para poder pensar en mis cosas. =12ptDurante le viaje me quede mirando por la ventanilla intentando comprender lo que había pasado pero no podia entenderlo y menos aun que hubieran muerto dos compañeras de clase. =12ptAquella cosa me dijo que devolviera el amuleto, aquellas palabras me extrañaron aun y no dejaba de darle vueltas en la mente y también aquellas pistolas oscuras. =12ptAl llegar a casa baje del autobús y me dirigí hacia la casa el estomago me estaba diciendo que comiera algo y poco a poco iba atardeciendo y mañana tenia que hacer varias cosas. =12ptComo de costumbre al entrar esperaba que mi madre estuviera esperándome y el olor de la cena pero no había nada de eso, encendí las luces y me dirigí hacia la cocina para prepararme algo de cenar. =12ptEncendí la televisión para no estar en silencio y escuchar a alguien, en cuanto termine de hacer la cena me senté delante del televisor para comer. =12ptPase los canales una y otra vez hasta que la noticia del colegio apareció, me quede por unos momentos viendo la noticia pero no decían nada de aquel monstruo solo de que una chica había muerto en circunstancias extrañas y otras tres estaban en estado de shock. =12ptAl terminar lo que había preparado me dirigí hacia la cocina a lavar los paltos y en cuanto lo hice me tumbe en el sofá para descansar un poco puesto que el cuerpo empezaba a dolerme despues del ejercicio que había echo. =12ptEnseguida prepare algo de agua con azúcar para las agujetas pero estaba segura que mañana seria peor estaría dolorida por todas partes solo esperaba que no fuera tan fuerte. =12ptPero en cuanto me levante de nuevo sentí el dolor atenazando mis piernas y mi cuerpo, supe enseguida que me dolería horrores por la mañana, apague la televisión y subí por las escaleras para darme una ducha de agua caliente para calmar un poco aquellos dolores. =12ptEntre la cuarto de baño y abrí el grifo del agua caliente y deje que el agua se deslizara por mi cuerpo calmando los dolores y algo de efecto hizo pero no el pensado puesto que al salir sentí de nuevo el dolor atenazando mi cuerpo. =12ptEn cuanto me puse el pijama escuche algo extraño en la parte de abajo en la cocina como si algo se hubiera caído. =12ptPensé que podría ser de nuevo otro de esos asesinos pero seria imposible puesto que había una patrulla cerca de mi casa. =12ptBaje lentamente los peldaños de la escalera con el nerviosismo en el estomago, pensando que tendría que volver a enfrentarme a otro. =12ptAunque las luces estaban todas apagadas y la puerta cerrada, no parecia haber nadie en la cocina pero estaba segura que había escuchado algo. =12ptAl llegar a la cocina la revise todo lo bien que pude estando en la oscuridad, me ac4erque al interruptor y lo pulse y pude ver que había varios armaritos abiertos y se habían caído algunas cosas. =12ptAquello me extraño bastante pero no le llegue a prestar atención, a lo mejor lo habría dejado mal colocados y lo de dentro había cedido, aunque sin embargo me acerque a la ventana para comprobar que la patrulla seguia en su sitio. =12ptAparte un poco la cortina para comprobarlo y al verlos me quede mas tranquila n ose habían movido del sitio. =12ptPor un momento me había quitado un peso de encima, así que arregle de nuevo la cocina esperando que esta vez nada se cayera y pudiera descansar tranquila. =12ptAl llegar a la habitación coloque mi ropa para le día siguiente y saque el amuleto de mi bolsillo poniéndolo debajo de la almohada. =12ptAl parecer las voces que salían de este se habían acallado, pero la pregunta era hasta cuando y si tendría que volver a ponérmelo. =12ptLa sensación que me daba era increible me encontraba llena de poder y aquello al final podría resultar adictivo. =12ptApague las luces y me tumbe en la cama me quede mirando al techo y a las luces que proyectaba las farolas y los coches al pasar, poco a poco se me cerraron los ojos y el sueño se apodero de mi lo malo que a cada movimiento que hacia me dolía el cuerpo. =12ptNormalmente me suelo despertar dos o tres veces por la noche pero esa precisamente estaba agotada y no llegue a levantarme. =12ptPor un instante espere en la cama a que entrara mi madre y me dijera que ya había dormido suficiente pero nada de eso ocurría y viendo el reloj sabia que llegaría tarde. =12ptMe levante a toda prisa y me dirigí hacia la ducha para despejarme un poco, tome la ropa y me la coloque junto con el amuleto que inmediatamente puse en el bolsillo. =12ptBaje rápidamente y me hice unas tostadas untando algo de mantequilla y saliendo de rápidamente para tomar el autobús. =12ptEl ambiente era fresco ya había algo de trafico se podían ver a los niños yendo al colegio junto con los adultos hacia sus trabajos era un día como otro cualquiera o eso intentaba pensar para no deprimirme. =12ptTome el autobús de costumbre y me dirigí hacia la parte de atrás que estaba vacía me quede mirando pro la ventanilla el resto del trayecto, echaba de menos que mi amiga no me acompañara tenia que ir a verla para ver si se encontraba mejor y el habían quitado todas aquellas maquinas. =12ptCuando nos detuvimos delante de un semáforo mi vista enseguida se paso por un nuevo café que habían abierto y estaban pidiendo personal. =12ptPensé en cuanto volviera ir a preguntar al menos había encontrado un trabajo aunque nunca había servido mesas, pero al menos me valdría para pagar las facturas. =12ptAl menos algo esperaba que se hubiera solucionado y pudiera tener el trabajo, despues de aquello seguimos hacia el instituto. =12ptAl llegar y bajar del autobús lo mire y respire de manera profunda intentando no pensar en nada. =12ptMire hacia todas partes hasta que descubrí el coche patrulla que me estaba siguiendo, al menos estaría segura si me ocurría algo. =12ptMe encamine hacia la entrada y seguí hacia dentro el ambiente estaba algo cargado y los pasillos llenos de gente que iba de un sitio hacia otro, me acerque a la taquilla y saque los libros que correspondían. =12ptDespues me dirigí hacia l clase y al entrar pude ver que la mesa de aquella chica estaba vacía y su foto estaba colgada en una de las paredes con un lazo negro en memoria suya junto con la otra chica que había muerto.=12ptNo se por que al ver las fotos fue como si una sensación de tristeza me invadía, enseguida pensé que todo aquello era por mi culpa…. =12pt=14.0ptFIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno os dejo el siguiente capitulo espero que os guste a todos muchas gracias a todos .
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