Mazoku
630
3.588 ATC
EL COMIENZO DE MI MALDICION
Ahora mismo no sabría por donde empezar esto es solo un relato del diario de mi madre que me entrego mi tía, a propósito soy Akemi una chica de Japón, que tuvimos que mudarnos a América por suerte o desgracia me adelante unos cursos, según decían que era una niña prodigio, si pero ahora que lo pienso creo que en mas de un sentido, pero bueno no quiero enrollaros mucho con palabrarería esto fue lo que le sucedió a mi madre antes de que yo naciera…
Mi madre era una mujer algo alta para ser de Japón media como un metro y setenta, con una figura esbelta tenia unos ojos rasgados de color verde como el jade y una melena rubia cogida en dos coletas lateralmente siempre con adornos en forma de flores de color rosa, sus rasgos eran finos y delicados, los labios eran algo gruesos casi siempre los tenia pintado de rojo y se ponía maquillaje, el color que mas le gustaba era el azul cobalto, su figura era bastante esbelta.
Trabajaba de cajera en una tienda de discos, era un trabajo muy ameno además que era muy simpática, con la clientela allí precisamente conoció a mi padre, un tipo casi de su misma estatura con el lo de color marrón apagado, de rasgos marcados algo raro en Japón, con unos ojos de color azul, tenia una constitución media.
Según el diario de mi madre se enamoraron casi al instante de entrar en la tienda, aquello fue un flechazo en toda regla según ella.
Los años fueron pasando y ellos cada vez se fueron enamorando cada vez mas, hasta que al final mi padre pido que se casara con el según el diario fue en un restaurante y se arrodillo delante de todo el mundo para pedírselo era muy romántico.
En ese tiempo mientras preparaban la boda y demás mi madre conoció a un tipo según su diario era de lo mas normal lo único que resaltaba es que en la palma de su mano tenia el símbolo japonés del fuego tatuado.
Al principio fue de lo mas normal venia a comprar discos pero enseguida empezó a hablar con mi madre llenándole la cabeza de ideas extrañas, el tiempo fue pasando y mi padre empezó a darse cuenta mi madre hacia cosas extrañas que no pasaron desapercibidas.
Una noche mi padre comenzó a discutir con mi madre su pelea era por lo aquel tipo mi madre solo decía que era un amigo y nada mas y que hablaban de cosas sin importancia, aunque mi padre no se lo creía.
El tiempo paso y aparentemente aquel tipo no volvió a contactar con mi madre, mi padre estaba aliviado y una noche de pasión por así decirlo mi madre quedo embarazada, los dos estaban contentísimos, aunque mi madre siguió trabajando necesitaban el dinero para comprar una casa mayor.
Los meses fueron pasando y ya se le empezaba a notar el abdomen, así que pido la baja por maternidad en la tienda y no hubo ningún problema mi padre, al menos estaba aliviado periódicamente la llevaba al medico para ver como me encontraba y todo iba saliendo perfectamente no había ningún problema.
Una tarde la llamaron por telefono, y fue precisamente aquel hombre, le decía que tenia que verla en ese momento, aunque mi madre ya estaba de ocho meses, y poco podía moverse, a pesar de todo acepto.
Tuvo que tomar un autobús que la llevo a unas calles en la que nunca antes había estado, aquello estaba plagado de gente, mi madre empezó a buscar a aquel hombre por todos lados y al fin dio con el estaba apoyado en la puerta de un restaurante esperándolo, ese individuo la condujo al interior y bajaron por unas escaleras iluminadas por antorchas al llegar abajo abrieron una puerta hecha de metal, la habitación apenas estaba iluminada por unas antorchas en el centro había una especie de mesa con argollas para las manos y los pies y en el suelo estaba dibujado varios símbolos con pintura roja o eso creía, dentro también había varios encapuchados, de túnicas negras.
Ese hombre le ordeno a mi madre que se tumbara en aquella mesa mi madre como es natural lo rechazo e intento irse pero ya era demasiado tarde la puerta estaba cerrada mi madre gritaba todo lo que podía pero nadie la escuchaba, varios encapuchados la sujetaron; mi madre intento resistirse pero era imposible, la colocaron en la mesa y la ataron con las argollas aquellos tipos empezaron a recitar unos versos en un idioma que no conocía, la sala empezó a llenarse de un humo de color rojizo del que salían gritos y voces de gente torturada mi madre grito desconsoladamente pero todo era inútil, noto como poco a poco aquel espeso humo comenzó a introducirse dentro de ella, una vez que lo hubo hecho uno de los encapuchados cogio un cuchillo para realizar el sacrificio pero en ese momento entro mi padre con la policía en el sitio, empezaron a luchar pero por suerte mi madre salio viva de allí, aunque uno de los encapuchados también salio huyo.
En ese momento mi madre le entraron las contracciones del parto viendo aquello mi padre acompañado de la policía fueron corriendo al hospital, a mi madre la llevaron al paritorio mientras mi padre llamaba a mi tía para que viniese, una vez hubo llegado le explico todo lo que había pasado.
Mi tía se llevo las manos ala cabeza no podía creérselo, a ella no le había contado nada mi madre de aquello, mi padre dio las gracias que al menos le escribió una nota para hacerle saber donde iba, solo esperaba que yo saliera bien.
Pasaron unas horas y al fin vino la enfermera para comunicarle a mi padre que había nacido perfectamente sana, que ya podía entrar para ver a mi madre y a mi.
Mi padre entro en la habitación que estaba decorada como si fuera la de una casa normal y corriente según los médicos para no provocar estrés en las embarazadas.
Mi padre beso a mi madre en la frente y me cogio en brazos entre ambos decidieron ponerme el nombre de Akemi pero aquello iba a ser la ultima vez que los viera, en ese momento aquel encapuchado que había escapado entro en la habitación con una pistola en la mano, empujo a mi tía al suelo, y de dos tiros mato a mi padre yo salí volando con suerte de caer en los brazos de mi tía y de otros dos disparos mi madre cayo seguidamente apunto a mi tía con la pistola aun humeante con la intención de matarla, pero fuimos salvadas por un policía que alertado de los disparos entro en la habitación, mi tía no pudo mas que ocuparse de mi desde aquel momento, pasaron varios años tranquilos y pensando lo que había ocurrido tiempo atrás nos mudamos a América, temerosas de que aquella secta volviera a por nosotras.
Yo apenas tenia trece años de edad cuando llegamos, no tuvimos problemas para pasar las aduanas y demás ya que lo hacíamos legalmente una vez en el aeropuerto recogimos las maletas aquello estaba lleno de gente y yo no paraba de mirar hacia todos lados sorprendida por lo que veía, aunque mi tía no dejaba tampoco de mirar en todas direcciones, parecía nerviosa, por si alguien nos siguiera.
-- Tita, tengo ganas de ir al servicio...-- dije intentando aguantarme, mi tía solo me miro con cara de preocupación y nos dirigimos hacia el cuarto de baño de aeropuerto.
Una vez allí mi tía empezó a mirar por si había alguien en los servicios y una vez asegurada me hizo entrar en uno y espero fuera, no sabia a que veía todo aquello parecía que nos estuvieran persiguiendo pero por que, no tenia ni idea no habíamos hecho nada malo.
-- ¿Has terminado ya...? ...-- pregunto mi tía con tono de nerviosismo, y con muchas ganas de salir de allí.
-- Si...¿Tita te pasa algo...? ...-- pregunte extrañada mientras no paraba de mirar, mi tía en ese momento se puso de rodillas mirándome con una mezcla en sus ojos de miedo y felicidad.
-- No te preocupes cariño no ocurre nada...Ahora vamos a ir al apartamento que tengo...y dejaremos el equipaje...-- respondió mi tía intentando tranquilizarme pero sabia con certeza que algo pasaba lo podía leer en sus ojos, y no dejaba de preocuparme así que decidí no prestar mucha atención de momento.
En cuanto salimos del aeropuerto, cogimos un taxi para llegar al apartamento mientras viajábamos mi tía no dejaba de agarrarme la mano con fuerza como si pensara que fuera a desaparecer, hice como si no lo sintiera y seguí mirando por la ventana, todo aquello me parecía increíble y maravilloso, el viaje fue un poco largo pero me encanto.
Una vez llegamos mi tía pago al taxista, el edificio no era muy viejo y el ambiente parecía muy amigable, se podía oler el almuerzo que algunas mujeres estaban haciendo, los niños jugaban en las calles además teníamos la parada del autobús delante de nosotros.
En cuanto vieron a mi tía empezaron a saludarla, parecía que era muy conocida entre las personas del edificio, los niños se me quedaron mirándome por un momento, pero enseguida siguieron con sus juegos, una vez hubo mi tía terminado de saludar a la gente entramos en el edificio.
El edificio por dentro tenia un olor a viejo un poco intento y algo de humedad el, portal no era muy amplio y delante de nosotras estaba la escalera que tuvimos que subir 3 pisos y encima no tenia ascensor que era lo que mas me fastidiaba, pero bueno que remedio no se podía pedir que tuviera de todo al menos teníamos un techo bajo nuestras cabezas.
Nada mas entrar vi que el salón estaba adornado con un estilo oriental, y sabia que mi tía nunca perdería sus raíces, había un sofá de tres plazas en el centro del salón de color rojo vivo una televisión no muy grande estaba delante, la habitación estaba decorada con cuadros de mi madre y ella de viaje, detrás del salón había una pequeña cocina suficiente para dos personas.
Hacia lado del salón había dos puertas una iba a parar a mi dormitorio, aunque no era gran cosa estaba muy bien, tenia un escritorio al lado de la ventana esta daba a la calle y podía ver un parque que teníamos enfrente la pared tenia un viejo papel pintado de color rosa, cerca a la puerta había un armario algo viejo, y pegada al fondo estaba la cama tenia una colcha con elefantitos rosa, algo infantiles pero viendo mi edad no podía pedir otra cosa.
Al lado de la cama había una puerta que daba al baño era pequeñito y tenia un lavabo y una ducha suficiente para una persona me gustaba bastante.
Salí de mi habitación y me dirigí a la de mi tía, no se despegaba mucho del estilo de la mía; estaba deshaciendo las maletas, me quede por un instante mirándola no sabría decir el porque, en ese momento se percato de mi presencia y se dio la vuelta enseguida.
-- ¿Bueno que te parece...? ...-- pregunto mi tía intrigada por mi respuesta con una sonrisa forzada en el rostro.
-- No esta mal...me gusta...-- dije intentando animarla , por que sabia que necesitaba mi apoyo.
-- Bien...me alegro...Pero no creas que te vas a quedar aquí de brazos cruzados...ni mucho menos...te tengo concertado una cita con el director de un colegio...mañana iremos a verlo para que empieces el curso...-- dijo mi tía, al parecer ya lo había preparado todo para que no perdiera clases.
-- ¿Tita y tu en que trabajas...? ...-- pregunte curioseando ya que no sabia a que se dedicaba.
-- Para empezar deja de llamarme tita...me hace parecer mayor...llámame Christine... y trabajo en una tienda de esoterismo...esta a dos calles de aquí...a tu madre le gustaban esas cosas...pero siempre las mantenía a raya o como ella decía les tenia mucho respeto...-- dijo Christine, explicándome un poco de su trabajo, al decírmelo mi mente empezó a darle vueltas y quería ir a ver como era su tienda.
-- ¿Me dejaras mañana por la tarde ir a tu tienda..? ....para verla...me gustaría saber donde esta y como es... -- pregunte interesada ya que algo me decía que quería verla, seria los genes de mi madre y su curiosidad por el mundo oculto, aunque yo tenia mis dudas respecto a eso.
-- De acuerdo te recogeré por la tarde...y te llevare a mi tienda...¿Has desecho las maletas...? ...-- pregunto Christine para tenerlo todo bajo control, no era precisamente una maniática del orden pero le gustaba que estuvieran las cosas en su sitio.
-- No, aun no...voy a hacerlo y de paso me daré una ducha...me sentara bien... -- dije mientras abandonaba la habitación de Christine.
-- Muy bien...¿Que te apetece de comer...? ...-- pregunto Christine alzando la voz.
-- No te preocupes...si quieres llama a una pizzería...así te ahorras el trabajo...-- dije intentando sacar una solución rápida, aunque nunca había probado la comida de mi tía.
-- Muy bien...-- dijo Christine mientras cogia el teléfono y marcaba para pedir una pizza.
Tenia unas ganas tremendas de meterme en la ducha, en cuanto abrí el grifo sentí el agua golpearme en la cara, estaba a la temperatura justa, a veces lo que mas me fastidiaba era el pelo que lo tenia demasiado largo, pero mi madre quería que así fuese, según me dijo Christine y no pensaba cortármelo.
En cuanto salí me puse una toalla pero vi algo extraño como un pequeño bulto en mi bajo vientre un poco antes de llegar a mí sexo no sabia que es lo que era, tenia un tamaño minúsculo, pero empezaba a darme algo de miedo.
-- ¿Christine...puedes venir un momento...? ...-- pregunte desde mi cuarto de baño, solo esperaba que no fuera nada grave.
-- Dime...¿Que es lo que pasa...? ...-- respondió Christine al entrar en mi cuarto de baño, por un momento se me quedo mirando como si estuviera en otro mundo.
-- Tengo una especie de pequeño bulto...y no se lo que pueda ser...no se si lo sabrás tu...-- dije señalando al pequeño bulto casi minúsculo.
-- ¿Eh...? ...Ah no te preocupes seguramente será un bultillo de grasa o algo así...no tienes por que preocuparte...-- dijo Christine tranquilizándome, pero no estaba muy convencida, pase la mano por un instante y una corriente de descarga eléctrica sacudió mi cuerpo instantáneamente, no era doloroso en absoluto si no muy placentero incluso cerré los ojos.
Al abrirlos me observe en el espejo que mis ojos estaban cambiados, la pupila era como la de una serpiente y el color del iris era completamente rojo, estaba muy asustada.
-- CHRISTINEEEEEE...-- grite asustada, sin saber que es lo que podía hacer, ni que era lo que me estaba pasando.
Christine asustada vino corriendo al cuarto de baño para saber que es lo que ocurría, y cuando me gire, su cara cambio de golpe estaba asustada, no podía creer lo que estaba viendo.
-- ¿Pero...que demonios...te ha pasado....?...-- pregunto Christine asustada mientras me miraba a los ojos, confusa no sabia que hacer solo estaba mirándome, aunque aquel bulto empezó como a palpitar lentamente, podía sentirlo como si algo quisiera salir fuera de mi.
-- Ayúdame...haz algo...-- dije con voz asustada aunque yo tampoco sabia que es lo que hacer, ella solamente me abrazo fuertemente, durante un momento y sentí como poco a poco aquellas sensaciones empezaron a calmarse, pero no sabia si volverían de nuevo y eso me daba miedo.
Una vez pasado aquel susto Christine se me quedo mirando por un momento, en sus ojos podía ver miedo y solo esperaba que aquello no volviera a repetirse, pero sabia que estaba pensando algo mas.
-- Bueno, no te preocupes...será mejor que te vistas y vuelvas al salón...la comida esta a punto de llegar...-- dijo Christine intentando calmarme un poco, pero sabia que ella estaba asustada tanto como yo o mas aun.
Sin decir una palabra me dirigí a mi habitación y busque entre, las maletas saque la ropa interior y la coloque en los cajones del armario, cogí un pantalón vaquero algo gastado de color azul pálido y una blusa de color crema, me cepille el pelo y me lo recogí en las coletas que tenia, en lo que tardaba escuche llamar a la puerta, escuche como Christine hablaba con el repartidor y le daba el cambio salí de mi habitación y observe que había pizza y unos refrescos sobre la mesa y Christine estaba sentada abriendo la caja.
-- Espero que te guste de jamón y queso...-- dijo Christine invitándome a sentarme y encendiendo la tele, con una sonrisa en su rostro, intentando disimular el miedo que tenia.
-- Si, no te preocupes...-- dije con tono de miedo aun por lo que me había pasado pero era mejor ocultarlo y no preocuparla mas de lo que ya estaba.
La comida fue de lo mas rápida una vez hubimos acabada me fui a mi habitación a repasar unos libros que tenia en mis maletas, me senté en la cama y empecé a leer, al rato escuche como Christine salía de la casa lo mas seguro para abrir la tienda por la tarde, me quede mirando por la ventana como salía corriendo pensé que lo mas seguro es que llegara tarde.
Seguí con mis estudios el tiempo se me paso volando, ni siquiera me di cuenta que ya era de noche y hacia algo de fresco así que cerré las ventana y me puse el pijama, por un momento me quede mirándome aquel bulto que aun tenia, solo esperaba que no fuera cáncer o algo así y fuera lo que había dicho Christine.
El pijama era de un color rosa con elefantes, demasiado infantil pero bueno muy cómodo y las zapatillas una especie de osos de color blanco.
Una vez me hube cambiado escuche como Christine volvía de trabajar, salí al salón para recibirla.
-- ¿Que tal el trabajo...? ...-- pregunte interesada en lo que había hecho.
-- Pues hoy he tenido varios clientes, ha sido mas movido que otros días...aunque la verdad no suele entrar mucha gente.. ¿Que tal has pasado tu el día...?....-- dijo Christine quitándose la chaqueta vaquera y poniéndola en el perchero.
-- Pues he estado estudiando algunos libros que había traído...el tiempo se me ha pasado rápidamente...-- dije sonriéndole.
-- Muy bien...y dime...¿Que es lo que quieres de cenar...? ...-- pregunto Christine con tono de alegría, al parecer había olvidado lo que sucedió, advertí que en le bolsillo de su chaqueta tenia un sobre que sobresalía, aunque no le preste mucha importancia, aquello seria algo muy importante en mi vida.
-- Con una ensalada me conformo la verdad...no tengo mucha hambre...no te compliques...-- dije intentando que no se complicara, haciendo comidas e intentando agradarme.
-- Muy bien siéntate en el sillón...y enciende la tele enseguida acabo...-- dijo Christine mientras se ponía un delantal de color blanco con ribetes rosados, y se disponía a cortar unas verduras.
Me senté y puse las noticias, esperando a que terminara, podía escuchar el traqueteo del cuchillo cortando y no se por que aunque no había conocido a mi madre me venían recuerdos de ella de alguna forma extraña.
-- Muy bien...ya esta lista...espero que te gusten...ayúdame a preparar la mesa...-- dijo Christine, cogiendo los bols, yo por mi parte cogí los cubiertos y el mantel y me dispuse a colocarlos.
Cuando lo hubo dispuesto nos sentamos y nos dispusimos a comer, mientras la cena me quedaba mirando las noticias.
-- ¿No ves nunca dibujos animados...? o ...¿Sales a jugar...?...-- pregunto Christine con tono serio, mientras veía como observaba las noticias con atención.
-- Prefiero estudiar...es necesario...y lo de salir a jugar no suelo tener muchos amigos...casi siempre me han tratado mal...por ser inteligente...-- dije recordando algunas cosas que me había pasado en mi colegio anterior.
-- A tu edad es verdad que es importante estudiar...pero también jugar y hacer amigos...seguro que en este colegio no tendrás ese problema, además no se puede llamar colegio es una academia...mas bien así que tranquila...además tiene muchos clubes...y seguro que encuentras alguno en el que ingresar...-- dijo Christine animándome, bueno solo me quedaba darle un voto de confianza y esperar que así fuera, y no tuviera que abandonar el curso a la mitad.
Una vez hubimos terminado de cenar, me entro un mucho sueño al parecer estaba mas cansada de lo que había pensado.
-- Venga, ve a la cama...y no te preocupes yo me ocupare de esto...el viaje te ha cansado mas de la cuenta...y yo también estoy molida enseguida voy...-- dijo Christine mientras bostezaba y empezaba a recoger los cubiertos.
Nada mas llegar a mi habitación me metí en la cama y me quede dormida profundamente, no se ni el tiempo que estuve durmiendo, pero me desperté no se tenia una sensación extraña, me dirigí al cuarto de Christine por algún motivo, abrí la puerta y allí estaba con un camisón semi transparente de color rosado abierto por la mitad, la luz de la calle entraba por la ventana y podía ver, sus pechos preciosos y redondeados y su cuerpo con el cual podía deleitarme con cada curva, la ropa interior que llevaba era un semi tanga de color blanco muy provocativo que dejaba entrever su sexo por la transparencia.
Enseguida note un calor en mi cuerpo que me recorría cada recoveco de mi, aquel bulto empezó a palpitar poco a poco en ese momento sentí como si me desmayara de alguna forma, como si otra personalidad hubiera sustituido a la mía sabia perfectamente que estaba allí pero era otra persona muy distinta, enseguida mire hacia abajo y aquel pequeño bulto tomo la forma de un sexo masculino pequeño en un principio pero que enseguida empezó a crecer poco a poco no podía creer lo que estaba pasando quería a Christine.
Incluso podía oler su cuerpo su fragancia me embriagaba, y aquella cosa no paraba de crecer era grande, caliente y palpitaba como si tuviera vida propia, empecé a andar hacia ella despacio sin hacer ruido intentando no despertarla, coloque mi mano encima de su muslo y empecé a acariciarlo estaba caliente y era muy suave cada vez tenia mas ganas eran casi insoportables pero no podía hacerlo, mi voluntad estaba luchando contra aquella cosa que se había apoderado de mi.
Con un gran esfuerzo cogí mi mano intentando no seguir acariciándola y calmarme, pero sabia que aquello no funcionaria por mucho tiempo.
-- Christine...Por favor ayúdame...-- dije intentando despertarla, para que me ayudara de alguna forma.
Christine se despertó y encendió la lamparilla de la mesita de noche al verme, se quedo como petrificada no solo por el sexo que tenia delante suya si no también por mis ojos de deseo que parecían incluso brillar con su color rojizo.
-- Dios...pero que ...-- casi no podía articular palabra, enseguida me cogio del brazo y nos dirigimos hacia el cuarto de baño me metió en la bañera y soltó un chorro de agua fría sobre mi, aquello me dejo como en estado de shock, con el cambio de temperatura de repente, pero pude comprobar como aquella cosa iba reduciéndose poco a poco hasta casi desaparecer y las ganas que tenia estaban desapareciendo, por un momento me dejo en la ducha que me cayera el agua y fue a por una bata para cubrirse.
-- Christine...que me esta pasando...?...-- pregunte mientras cerraba el grifo de la ducha y me secaba con una toalla.
-- Cariño sabia que esto llegaría...algún día...según el diario de tu madre...antes de nacer...por decirlo de alguna manera en tu cuerpo se introdujo una especie de demonio...se que no me creerás y parece que ha llegado su momento de despertarse...en mi tienda he estado mirando...algunos libros y es una especie de incubo o algo parecido...en mi chaqueta he traído un sobre con unas pegatinas si quieres llamarlas así...eso creo que lo detendrán al menos de momento...-- dijo Christine explicándomelo lo mejor que podía, veía el miedo en su rostro.
-- O sea quieres decir que...estoy endemoniada...Mi madre no estaba alejada de todo lo oculto...-- dije de manera casi irónica, aunque tenia las pruebas delante mía.
-- Si así es pero antes de tu nacimiento se vio...envuelta en una secta o algo así...y...por desgracia...pudieron invocar aquella cosa y se introdujo en ti...si se controla no es peligroso...así que intentémonos relajarnos...-- dijo Christine intentando explicármelo, lo mejor que podía aunque yo la verdad no creía en esas cosas.
-- Solo espero que podamos detenerlo...por que anoche sentí cosas que no había sentido en mi vida...-- dije con tono de miedo, pero en mi interior sabia que me había gustado y quería repetirlo.
-- Ten confianza...estoy segura de que funcionara...escucha en esa academia conozco a la doctora...es mejor que hablemos con ella y así al menos si te pasa algo se lo podrás contar...-- dijo Christine poniéndome al menos una alternativa si surgiera el problema.
-- De acuerdo...-- dije asintiendo, ya que no me quedaba otra.
-- Ahora es mejor...que te ponga una de esas pegatinas...así por lo menos estaremos tranquilas...el resto de la noche...-- dijo Christine dirigiéndose al salón en busca de la chaqueta y cogiendo el sobre.
Cuando se acerco a mi saco de aquel sobre una especie de pegatinas que tenían escrito algo por dentro de ellas, en seguida me aparto la toalla y coloco una de ellas encima de aquel pequeño bulto que ya tenia la forma de un sexo masculino pequeñito, su contacto era muy pegajoso, pero si aquello funcionara haría cualquier cosa.
-- Bueno...¿Que tal te encuentras...? ...-- pregunto Christine mirándome, esperando que al menos me hubiera calmado.
-- Bien...ya no tengo esas sensaciones...por lo menos ha funcionado...-- dije aliviada mientras miraba aquel pedazo de papel.
-- Menos mal, bueno es mejor que vayamos a dormir y recuerda...no te lo puedes quitar...y mañana tenemos un día largo....-- dijo mi tía mientras salía del cuarto de baño y yo con la toalla encima.
Al llegar a mi habitación me cambie de pijama, el otro lo tenia empapado y no me podía permitir coger un resfriado y menos para la entrevista en la academia.
El resto del a noche paso tranquila, a la mañana siguiente Christine abrió la persiana y todo el sol entro por ella, dándome en la cara, y dejándome casi ciega, al parecer ella tenia mucho animo cuando se despertaba y estaba demostrándomelo, no es que sea muy dormilona pero ese día hubiera querido quedarme mas tiempo en la cama, después de la noche que había pasado.
-- Buenos días...Venga despierta dormilona...es hora de que te des una ducha y que desayunemos tenemos...que ir a la entrevista...-- dijo Christine mientras salía de la habitación.
Al momento salí de la cama y me fue a la ducha, abrí el grifo, el ambiente estaba helado y tenia escalofríos por todo el cuerpo, pero la ducha caliente aplaco el frió que sentía, debajo del agua me quede mirando por n instante la pegatina, esperaba que no se despegase si no seria complicado contener aquella cosa y no me gustaría que sucediese nada.
Una vez que termine de ducharme, me cepille los dientes y comencé a cepillarme el pelo me puse dos cintas de color negro en las coletas, me fui al dormitorio y cogí una ropa interior sencilla de color blanco, me puse la típica falda lisa de color marrón, una blusa de color blanco, con un lazo en la parte de arriba de color rojo recogido todo en un broche, y encima una chaqueta de color azul oscuro.
Al salir de mi cuarto pude oler el café y las tostadas, en ese momento mi estomago rugió de hambre y me senté a la mesa en ese momento Christine salio de la cocina con un vaso de zumo y un bote de mermelada de fresas.
Christine vestía un pantalón vaquero ajustado a su figura, en sus pies lucia unos botines de color negro con pelo de color marrón al principio, llevaba un jersey de color negro junto con una chaqueta vaquera.
-- Venga tenemos que darnos prisa...-- dijo Christine metiéndome prisa y por desgracia para ella a mí me gustaban los desayunos tranquilos.
Cuando ella termino me cogio del brazo, y casi tirando de mi con una tostada aun en la boca salimos por la puerta, me coloco un abrigo de color rosa encima y unos manoplas de color blanco, con aquello parecía que había engordado mas de la cuenta.
El ambiente en la calle era bastante calmado aun ni siquiera había despuntado el sol y hacia bastante frío ahora agradecía lo que me había colocado; parecía que hubiéramos sido las primeras en despertarnos de aquel sitio, podía ver los camiones de basura haciendo su ronda y algunos cuantos dueños de los bares abriendo sus establecimientos, nos pusimos a esperar el autobús por suerte no tardo mucho, pero aun así estaba desierto, en cuanto entramos nos pusimos en la parte de atrás, Christine de mientras no paraba de mirar por los ventanales, aun seguía nerviosa y no podía culparla.
Tardamos como media hora en llegar aquel sitio tenia una fuente central y el edificio era bastante grande podía ver a varios chicos mayores que yo entrar en el edificio, y a otros tanto hablando en las puertas, en mi camino me quede mirando a una chica alta de constitución delgada, con el pelo liso y largo de color marrón apagado y recogido en una cola de caballo tenia unos rasgos redondeados y muy lindos sus ojos tenían un color verde y portaba unas gafas cuadradas de color negro, vestía el mismo uniforme que yo tenia, fue solo pro un instante pero ella también se me quedo mirando.
Entramos por las puertas dobles que tenia la academia y dentro pude ver a toda aquella gente, de un sitio para otro, el ambiente parecía mas cargado de la cuenta, tuve que quitarme el abrigo y las manoplas por que tenían puesta la calefacción y aquella vestimenta empezaba a agobiarme.
Christine se dirigió hacia el mostrador de información y pregunto por el director y que tenia cita para hablar con el.
Enseguida nos pasaron al despacho de aquel hombre, era bastante grande tenia una mesa en el centro de color blanco encima de ella había varias fotos lo mas seguro de su esposa o hijos, en la derecha tenia una pequeña librería y en la pared estaban colgados varios diplomas, Christine le saludo y empezaron a hablar yo me quede mirando por un instante todo el sitio.
-- Bueno primero tendremos que hacerle unos exámenes para ver su nivel que tiene...-- dijo el Director mirándome con curiosidad.
-- Muy bien...¿Cuando tendríamos que volver...?...-- pregunto Christine, esperando que no fuera muy pronto y me diera algo de tiempo para estudiar.
-- Ahora mismo...si a ella no le importa...-- respondió el Director como si supiera que no tendría posibilidad de pasarlos.
-- Pero no ha tenido opor...-- dijo Christine intentando ganar tiempo pero en ese momento la interrumpí.
-- Christine no te preocupes estoy lista...-- dije confiando en todo lo que sabia y estaba convencida de que pasaría los exámenes.
-- Muy bien si es así...Señorita me hace el favor de traer los exámenes de evaluación de nivel si es tan amable...-- dijo el Director mientras pulsaba el botón del interfono, al momento vino una joven con uno cuantos folios que me puso delante mía, había de todo desde algebra a ciencias sociales pasando por historia y demás materias.
-- ¿Estas segura de que puedes hacerlos...? ...-- pregunto Christine con un tono de desconfianza, sabiendo que no había tenido mucho tiempo.
-- No te preocupes saldrá bien...-- dije intentando tranquilizarla, confiaba en mis posibilidades.
-- Muy bien dejémosla sola...tienes dos horas...-- dijo el Director mientras ambos salían por la puerta.
Me quede por un momento en silencio escuchando el gentío de fuera y como la sirena sonaba para dar el aviso de la primera hora, no sabia lo que pasaba estaba como desconcentrada, pero tenia que hacer aquellos exámenes no podía defraudar a Christine, cogí los folios y empecé a repasarlos lentamente vi que pese aquellos problemas eran muy difíciles en mi mente empezaban a saltar las soluciones y era mejor empezar, todo aquello me resulto demasiado fácil incluso termine media hora antes del tiempo.
-- Ya he terminado...¿Tengo que hacer algo mas...? ...-- pregunte sacando la cabeza entre la puerta.
-- Vaya así que eres rápida por lo que veo...espero que los haya respondido todos...-- dijo el Director casi sonriéndome como si se burlara de mi en algún sentido.
-- ¿Estas segura de que están bien...? ...-- pregunto Christine nerviosa, mirándome a los ojos.
El Director empezó a repasar los folios uno tras otros y por su expresión no podía creerse lo que estaba viendo, parecía que era imposible que una niña como yo hubiera podido resolver aquellos problemas.
-- Bueno...¿Y que tal esta...? ...-- pregunto Christine con tono dubitativo al ver la cara del Director.
-- Esto es increíble...sencillamente sorprendente...ha resuelto incluso los problemas mas difíciles de algebra y todas sus respuestas son correctas...desde luego te tendremos que adelantar unos cursos para poder ponerte a un nivel superior...desde luego que puedes entrar...pásate por dirección y que te den el horario y los libros...-- dijo el Director, al instante soltó los folios y volvió a saludar a Christine invitándonos a que saliéramos a recoger el material para incorporarme enseguida, cuando cerro la puerta se quedo un poco entre abierta y pude ver como enseguida cogio el teléfono e hizo una llamada, me extraño lo que dijo a continuación...
-- Ya ha llegado...-- dijo el Director como si todo aquello estuviera previsto de alguna forma.
FIN DELCAPITULO 1
P.D: Bueno aqui dejo una nueva historia espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
630
3.588 ATC
MI PRIMERA AMIGA: AOI
En ese momento no le preste atención estaba mas atenta mirando a la gente ir hacia sus clases y pensando en cual me tocaría y si me pasaría lo mismo de siempre, me encontraba algo nerviosa; al instante salio el director para decirnos a donde debíamos ir primero.
-- Disculpen, primero deberían ir a la doctora…debemos hacerle un pequeño chequeo medico…-- dijo el Director indicándonos la dirección.
-- Muchas gracias…-- dijo Christine con un tono como de molestia, no sabría decir si en ese momento ella también habría escuchado la conversación telefónica que tuvo el Director pero mejor no pensarlo.
Nos dirigimos por el pasillo, yo no dejaba de mirar de un sitio para otro viendo las clases y como en un instante los pasillos se habían quedado desiertos, por el camino solo pude ver aquella chica de la entrada, nos quedamos mirando un momento incluso me detuve mientras Christine seguía avanzando, en ese momento Christine se dio cuenta de que no estaba a su lado.
-- Akemi…¿Se puede saber que es lo que te pasa…? …Ven aquí…Que aun tengo que abrir la tienda…Vamos date prisa…-- dijo Christine casi gritándome al momento Aoi me guiño un ojo en ese instante un escalofrió recorrió mi espalda y ella prosiguió su camino.
-- Si…lo siento…parece que ando algo dormida…-- dije mientras aligeraba el paso hacia la doctora.
A llegar Christine llamo a la puerta y escuchamos una voz suave que provenía desde el interior.
-- Adelante…-- dijo la mujer de su interior, con un tono calido.
En cuanto entre pude ver a la enfermera que estaba buscando algo podía ver, aquel trasero redondeado y perfecto apretado en aquel uniforme de enfermera, y con aquellas medias con liguero de color blanco marcaban sus muslos perfectamente sedosos y casi brillantes que parecían llamarme, incluso pude ver algo de su ropa interior de color negra, la mente casi terminaba volando por suerte Christine apretó mi mano para despertarme de aquel estado.
Al momento se levanto su constitución era normal, tenia una larga cabellera hasta la espalda de color moreno atada con una cinta al final, sus rasgos eran redondeados y de estilo oriental también aunque no sabría precisar bien de donde, tenia unos pechos de tamaño bastante generoso incluso los botones de la blusa de color crema pálida parecían querer saltar de un momento a otro, llevaba una minifalda de color blanco que apenas llegaba unos centímetros por encima de sus muslos casi podía verse su ropa interior, llevaba los labios pintados de un rosa pastel muy bonito y una sombra de color celeste, sus ojos eran de un color azul profundo, las uñas las tenia pintadas de color rojo, en sus pies lucia unos zuecos de color blanco con agujeritos.
-- Buenos días…Me ha avisado el director de que venían…si puede entrar la niña…usted puede quedarse en la puerta…-- dijo la enfermera con un tono amable incluso sonriendo, mientras me invitaba a sentarme en la camilla.
Aquella habitación olía a desinfectante no era particularmente molesto las paredes estaban llenas de póster y algún que otro calendario, al fondo había un escritorio y varias carpetas encima de el, en una parte de estaba situada una camilla de color negro y al otro lado lo dominaba una estantería llena de libros y detrás del escritorio una ventana que daba al campus, podía escucharse a los equipos de fútbol entrenar.
-- Muy bien…aquí se la dejo…Escucha tengo que comprarte los libros y hablar unas cosas con el director mientras la enfermera te hace el reconocimiento…así que espérame aquí…-- dijo Christine mientras me miraba, con ojos de preocupación, en ese momento supe que había escuchado lo que dijo el Director, pero preferí no preocuparla mas aun.
-- De acuerdo…-- dije, mientras la miraba con desconfianza, sabia que planeaba algo pero no el que.
En ese momento entre en la consulta y me subí a la camilla en seguida la doctora saco un fonendoscopio para a oscultarme; por mi parte no podía apartar la mirada de sus pechos que parecían invitarme, a mis oídos llegaba como una voz que me decía que los tocara y los chupara, tenia que apartar aquella cosa de mi cabeza y centrarme, no podía dejar que tomara el control de la situación.
-- Muy bien quítate la camisa y la chaqueta…-- dijo la enfermera mientras se acercaba con el fonendoscopio.
Al momento me quite la ropa, y sentí un escalofrió, aunque la habitación tenia puesta la calefacción, note el fonendoscopio frío al tacto con mi piel, mientras la enfermera escuchaba atenta los latidos de mi corazón, así estuvo un buen rato parecía que le extrañaba algo.
-- Vaya parece que…tienes algo de taquicardia…que extraño…-- dijo la enfermera mientras yo bajaba de la camilla y me disponía a medirme y pesarme.
-- Esto parece estar bien…para la edad que tienes…-- dijo la enfermera nuevamente, al momento se dio la vuelta y aquel maravilloso trasero se pudo delante mía nuevamente, es como si no lo pudiera resistir, aquella voz parecía incrementarse no podía resistirme y en ese momento me desmaye por un momento caí al suelo.
No te como aquella cosa empezaba a crecer y como la pegatina empezaba a despegarse lentamente, abrí los ojos y es como si ya no estuviera allí pero sabia lo que hacia, vi como la enfermera me estaba mirando absorta incluso, algo asustada pero en sus ojos podía ver el deseo y la impaciencia de querer tenerlo dentro de ella de alguna forma morbosa y no iba a defraudarla.
Enseguida puse mi mano sobre su cabeza y la empuje note como tenia la boca cerrada y empecé a restregarle aquel glande monstruoso por su boca y llenársela de liquido preseminal
En un momento la boca de la enfermera cedió y se abrió poco a poco fui introduciendo mi sexo dentro de ella acogedora y caliente notaba como la saliva me recorría el glande y como su lengua se movía lo que podía para poder saborearlo, pero aun no estaba satisfecha, con mis manos apreté su cabeza hacia abajo y la introduce mas profundamente incluso pude notar su garganta y como sus ojos casi se quedaron en blanco parecía no poder respirar, y la saliva no hacia mas que salir abrillantando mi sexo cayendo por fuera de su boca, al momento la deje libre de mi presa y pudo respirar tranquila, empezó a toser un poco por lo que había tenido dentro, retrocedió unos pasos contra el escritorio, limpiándose los restos de saliva y liquido preseminal que tenia en su preciosa boca.
La enfermera se incorporo lentamente, mirándome con ojos de miedo y pasión una macla interesante mientras yo me acercaba lentamente y amezadoramente con mi miembro goteando su saliva.
-- Se puede saber que es lo que haces…Detente ahora mismo…-- dijo la enfermera ordenándomelo, no sabia lo que hacer incluso se sentó en la mesa, con las piernas abiertas podía ver su preciosa ropa interior negra de encajes incluso el aroma de su sexo era embriagador, aquella personalidad parecía que había tomado el control y hasta que no estuviera satisfecha no iba a detenerse.
Cuando estuve a su altura pudo notar como mi glande se introducía entre su falda y rozaba su ropa interior, como si quisiera despedazarla, ambos podíamos sentir el calor del otro, introduje mi mano dentro de su falda y aparte un poco la ropa interior y pude notar un calor delicioso que rápidamente me invadía, la enfermera casi ni se podía mover del miedo que la recorría pero sabia y sentía que lo quería de una manera morbosa.
Rodee su cuerpo tanto como pude con mis manos e instintivamente mi sexo busco la entrada del suyo y empezó a introducirse, ella no pudo mas que emitir un gemido de placer, que creía que llamaría la atención de todo el mundo pero poco me importaba ya, poco a poco fui introduciéndolo, sin prisa, notando cada rugosidad de su interior, la calidez que desprendía y su humedad, llegado a un punto note como oponía resistencia y sabia que había llegado al final pero no tenia ni siquiera la mitad de aquello dentro, así que la solté y la eleve no se como, pero aquel sexo tenia una fuerza descomunal y se bajo un poco mas, podía notar como en su útero había cedido bajo mi presión, y pude ver como un bulto en su vientre del tamaño de mi glande; al momento empecé a moverme a un ritmo normal, sus flujos lo habían lubricado de forma asombrosa y ahora resbalaban por sus muslos y por mi sexo.
El movimiento era delicioso estaba en el cielo, aquel sexo se deslizaba de una forma maravillosa, la cara de la mujer era de estar en el pleno cielo sus ojos casi estaba en blanco, ella no tenia casi fuerzas y yo solo escuchaba sus gemidos que eran música celestial y quería que estuviera así siempre, al fin podía calmarme de alguna forma, pero aquello no duraría siempre, ni siquiera escuche la puerta al momento note como unas manos se agarraban a mi y me empujaban hacia atrás, note como mi sexo salía de allí y no quería, mire hacia atrás y vi a aquella chica que había visto en la puerta de la academia mirándome con una sonrisa.
Intente resistirme pero era imposible su fuerza era mucho mayor, la enfermera cayo al suelo e intento ir a coger un calmante, se acerco a mi y me inyecto aquello enseguida la vista se me nublo y caí al suelo.
Cuando me desperté vi que estaba Christine mirándome, aquella chica sonriéndome y la enfermera intentando reponerse y coger algo de aliento en su escritorio, note como la pegatina volvía a estar en su sitio.
-- ¿Pero se puede saber que es lo que has hecho…?...No se te puede dejar sola…¿No te habrás quitado la pegatina que te puse…? …-- pregunto Christine sin cesar, una tras otra, aunque yo aun me encontraba algo aturdida por el sedante.
-- Christine, te prometo que no se lo que ha pasado…esa pegatina cedió sola…Lo siento espero no haberle causado problemas…-- dije intentando disculparme pero aquella sensación de estar dentro de ella fue maravillosa e indescriptible, pero necesitaba centrarme aun me dolía algo la cabeza.
-- No te preocupes…ha sido algo raro…Christine me lo ha explicado todo…y siento curiosidad…Esa chica que te aparto de mi es Aoi y mas o menos es como tu se podría decir que algo especial…-- dijo la enfermera mientras me la presentaba.
-- Hola…Soy Aoi…Encantada de conocerte…al parecer tenemos casi el mismo problema…me ha resultado raro encontrar alguien mas como tu por aquí…-- dijo Aoi mientras me sonreía, de una forma calida y muy amistosa.
-- Hola…Encantada soy Akemi…-- dije bajando la cabeza, aunque no se si era por vergüenza o por timidez hacia Aoi.
-- Bueno…¿Y como se encuentra…? …-- pregunto Christine con interés después de esa extraña revisión que habíamos tenido.
-- Pues…esta bien solo tiene algo de taquicardia pero es comprensible…ahora solo tiene que coger los libros y dirigirse hacia su clase…Aoi te acompañara…A propósito me llamo Ashley…-- dijo Ashley presentándose e invitándome a seguir a Aoi para recoger los libros.
Una vez fuera Christine se despidió de mi y dejo todo en las manos de Aoi para recoger y llevarme a la clase, andamos por aquellos pasillos vacíos, casi sin hablarnos aquella situación parecía bastante incomoda.
-- Me ha dicho el director que eres una genio…espero que te encuentres bien en esta academia…-- dijo Aoi mientras me sonreía, su mirada era como si me estudiara de una forma extraña aunque yo estaba haciendo lo mismo con ella.
-- ¿Qué tal es la academia…? …-- pregunte siendo lo único que hable durante el trayecto.
-- No esta nada mal…esta semana es la de los clubes…en el recreo estarán en el gimnasio cogiendo gente para que se les una yo también tendré mi stand por si quieres unirte…-- dijo Aoi volviéndome a guiñar un ojo, aquella señal de complicidad cada vez se me hacia mas como una muestra de cariño que otra cosa.
Al instante llegamos a recepción Aoi entrego una nota a la encargada y enseguida saco unos libros, por un momento se me quedo mirando y esbozo una sonrisa, solo esperaba que aquello no fuera el preludio de lo que siempre había sufrido en los anteriores colegios.
Aoi me entrego los libros y solamente sonrió, comenzamos a caminar de nuevo en dirección hacia la clase, al llegar abrió la puerta y el profesor un hombre mayor y algo calvo se quedo sorprendido por un instante al verme incluso los alumnos empezaron a cuchichear, aquello ya me había pasado al parecer estaban dando clases de algebra.
-- Señor Martín el Director me ha dicho que…esta es su nueva alumna…-- dijo Aoi presentándome ante la clase, escuche como casi se reían de mi.
-- Vaya…si el Director lo ha dicho ve y siéntate al fondo de la clase…espero que puedas seguir las explicaciones...Aoi dile al director que quiero hablar con el después…ya no sabe que hacer para enviarme gente…-- dijo Martín con un tono de enfado, al parecer no hacían mas que enviarle gente una y otra vez.
-- Muy bien se lo haré llegar…-- dijo Aoi sonriendo mientras se despedía al parecer no estaba en mi misma clase.
Me dirigí hacia mi asiento escuchando los cotilleos de la gente que sabia que rápidamente se iban a propagar, al llegar a mi asiento solo vi a una chica de grandes pechos aunque su forma de vestir era el típico uniforme parecía que su forma de ser era algo tosca como si fuera un chico incluso tenia una tirita en la nariz lo mas seguro de algún golpe que se habría dado.
Al momento saque los libros y el profesor continuo con la clase, aquello que estaba explicando incluso me parecía algo fácil pero sabia que tenia que estudiar para ponerme al mismo nivel que ellos, en seguida la clase se me paso en un suspiro en el intercambio vi como aquella chica salía fuera y se encontraba con otra mas pequeña aunque de momento no le preste mucha atención a aquello, varios compañeros se me quedaron mirando.
Decidí salir fuera un poco para tomar el fresco, en seguida empecé a oír las burlas de costumbre, aunque ya estaba acostumbrada me seguía doliendo mucho, cuando estuve fuera, me dirigí al baño para poder refrescarme algo esperaba que en aquel descanso me diera tiempo.
Al llegar al servicio pude observar una estancia normal con varios baños con puertas de madera en la que había varias pintadas, algunos espejos y unos lavabos era muy simple y normalito; varias chicas que se me quedaron mirando y salieron casi al instante, fui al lavabo a refrescarme un poco la cara, me quede por un momento mirándome al espejo, al instante escuche la puerta del baño abrirse y observe entrar a Aoi sonriendo como siempre.
-- ¿Te ocurre algo…?...-- pregunto Aoi con los colores subido a sus mejillas.
-- No es nada, es lo de siempre…creo que no encajare aquí de ninguna forma…-- dije bajando la cabeza esta vez era por tristeza
-- No te preocupes…a veces pasa…al menos tienes una amiga…lo que no suponía es que también fueras una futanari y eso me ha sorprendido mucho…según me ha dicho la doctora…-- dijo Aoi mirándome fijamente y bajando la cabeza a mi altura.
-- Tampoco lo sabia yo hasta hace poco…y no se como controlarlo…-- dije con un tono de tristeza, no de odio por mi madre.
-- Pues tienes mucha suerte…al menos tu puedes esconderla…-- dijo Aoi mientras se dirigía hacia la puerta y la cerraba y empezaba a mirar por debajo de los baños para comprobar que no hubiera nadie, aunque me extrañaron bastante sus palabras.
Al momento Aoi se levanto la falda y bajo su ropa interior de color blanco y de allí salio un sexo casi del mismo tamaño que el mío, pero la mitad de grueso y muy flexible por lo que parecía ser, podía incluso notar el calor que emanaba de el, Aoi solo se quedo allí mostrándomelo con los colores subidos a su rostro y sonriéndome.
-- Woow…es increíble…¿Y como logras ocultarlo...? …-- pregunte extrañada al verlo, y por que negarlo incluso sentía ganas de chuparlo y sentir sus venas palpitando dentro de mi boca, al menos de momento la pegatina aguantaba en cierto sentido pero no sabría hasta cuando así que no quise tentar a la suerte.
-- Pues la verdad cuesta mucho …la mayoría de las veces lo tengo introducido dentro de mi pero eso…es solo pro cortos periodos de tiempo…así que tengo a veces que ir al baño a tomarme un descanso…-- dijo Aoi mientras se volvía a introducir aquel miembro dentro de ella incluso pude oír como emitía un gemido de placer muy flojo.
Me quede por un momento mirándola mientras se refrescaba algo la cara en el baño no podía creer aquello, lo suyo si era un problema algo mas serio, ya que ocultarlo le era imposible esconderlo como yo, al momento oímos como la sirena del pequeño descanso toco para ir a clase, salimos las dos de allí y nos dirigimos hacia nuestras aulas, la gente no dejaba de mirarme y soltar rumores, pero ya estaba acostumbrada a aquello, el resto de las clases paso de manera normal y algo lentas pero no hubo problemas.
Cuando toco la sirena del almuerzo, cogí lo que me había preparado Christine y salí en mi camino me tope con unos chicos los típicos macarras de instituto que se pusieron delante mía, ya me había ocurrido algunas veces.
-- Vaya aquí tenemos a la nueva…¿Qué es lo que llevas para comer…? …-- dijo el muchacho mientras me daba un tirón de la comida, yo no pude ni reaccionar sencillamente me quede allí parada mirándole fijamente por unos momentos.
En un momento desenvolvió el almuerzo que tenia hecho y colocado en una cajita de color rosa.
-- Vaya que lindo…al estilo japonés…-- dijo el chico mientras abría la caja pero antes de que pudiera hacerlo, escuche una voz que venia detrás de ellos.
-- Dejadla en paz…devolvedle el almuerzo…-- dijo Aoi a aquellos macarras con una voz firme, en el tiempo que la conocía no la había visto enfadada ni nada parecido, pero el tono de su voz era firme y decidido.
-- De acuerdo…toma…aunque tu y yo tenemos que hablar cuando estés a solas …-- dijo el joven mientras me devolvía el bento con rudeza.
-- ¿Estas bien…? …Son unos imbeciles no les prestes atención…aunque no puedo negar que tengas mucha sangre fría …-- dijo Aoi sorprendida por ver que no me había movido ni un solo centímetro, mientras me amenazaban aquellos chicos.
-- No es sangre fría…es solo que ya estoy acostumbrada a eso…a que me lo hagan…-- dije recordando lo que me había pasado en otros colegios unos recuerdos muy amargos, aunque felices en ciertas ocasiones, nunca había podido tener un amigo o amiga verdadera, pero Aoi parecía estar decidida a conseguirlo además teníamos algo en común.
-- Lo siento tengo que irme…tengo que poner el stand y demás…si quieres pásate por el y te apuntas…-- dijo Aoi mientras salía a toda prisa para el gimnasio.
Por mi parte salí afuera al campus a respirar algo de aire fresco y sentir el sol al menos me despejaría, me senté en una de las gradas para comer tranquila de mientras podía ver a los equipos de fútbol y a las animadoras entrenarse para cuando había un partido entre ellos pude ver aquella chica de grandes pechos que estaba sentada al lado de su amiga mas pequeña que ella, y me resultaba extraño ver una pareja así al menos de momento, no podía entender el significado de su relación.
En cuanto termine decidí pasarme por el gimnasio para ver los clubes que había y mirar si alguno me interesaba aunque lo dudaba la verdad, cuando llegue vi que aquello estaba todo decorado como si fuera una fiesta y la gente estaba dando vueltas por todas partes recogiendo octavillas, pude ver varios de ellos algo cómicos como la gente estaba disfrazada, otros un tanto mas sencillos al fondo del todo pude ver el de Aoi muy simple incluso no tenia letrero, también observe como algunas chicas se habían reunido delante de ella pero no quisieron coger nada de nada.
-- Vaya has venido…-- dijo Aoi sonriéndome como siempre.
-- No lo has adornado…-- dije simplemente fijándome en como casi pasaba desapercibido.
-- Es cierto pero busco algo en particular además hasta que no tengamos cuatro miembros no lo pondremos considerar un club…-- dijo Aoi explicándome la situación, algo escabrosa ya que rechazaba a cada alumno que se acercaba a su stand.
-- ¿Qué es lo que buscas…? …-- pregunte extrañada por su comentario.
-- Pues quiero hacer un club con ftutanaris…como tu y yo…que puedan conocerse en tranquilidad…y que pasemos nuestro tiempo libre…-- respondió Aoi haciéndome saber que la verdad iba a resultarle algo poco frecuente de conseguir además no pensaba siquiera que hubiera mas como nosotras.
-- No se tu crees que habrá…mas como nosotras…yo lo dudo la verdad…-- dije algo incrédula.
-- No creo que seamos las únicas en esta academia …estoy segura de que habrá mas…lo que ocurre es que no pienso que se den a descubrir tan fácilmente…-- dijo Aoi intentando pensar que no podíamos ser las únicas en la academia y la verdad no el faltaba razón.
En ese momento mientras estábamos discutiendo se acerco el Director, y la expresión de su rostro no esperaba que fueran buenas noticias.
-- Señorita Aoi le he dicho varias veces que no puede hacer un stand a menos que tenga cuatro miembros para formar su club…así que desmonte esto…-- dijo el Director en un tono algo tosco.
-- ¿Pero podemos tener un sitio de reunión al menos…?...-- pregunte intentando averiguar si había alguna posibilidad de ayudar a Aoi.
-- Si lo alquilan…no tendría problemas en dárselo…-- dijo el Director mientras se lo pensaba.
-- Muy bien…por mi no hay problema…-- dijo Aoi con decisión no podía dejar escapar esa oportunidad.
-- Muy bien suyo es el almacén que hay junto al gimnasio…por supuesto tendrán que adecentarlo…-- dijo el Director mientras se sonreía, al parecer aquello iba a resaltar un cuchitril pero era mejor que nada.
-- Muchas gracias Akemi…no sabría como agradecértelo…ya lo se tu serás la presidenta…este club ira por tamaños y el tuyo sin dudas es mayor que el mío…prefiero quedarme con el cargo de Vicepresidenta…-- dijo Aoi satisfecha de si misma, por aquella oportunidad que había recibido.
Al terminar el recreo volvimos a las clases en la cara de Aoi podía verse la alegría de haber conseguido un triunfo, un pequeño paso mas para su soñado club.
El resto de las clases pasaron con rapidez en cuanto sonó la sirena vi que Aoi estaba en la puerta esperándome para ir al almacén y comprobar como era.
Aoi me cogio de la mano y salimos corriendo casi se podía decir que tiraba de mi a toda prisa salimos del colegio y llegamos al campus empezamos a mirar por el sitio hasta que vimos el almacén apartado en un rincón parecía que nadie lo usaba, abrimos la puerta con el candado y de allí salio una gran cantidad de polvo que nos hizo toser.
-- No parece gran cosa…-- dije mientras miraba el interior lleno de trastos de gimnasia, antiguos y colchones tirados por el suelo, aquello necesitaba un repaso y muy grande.
-- Bueno…al menos es nuestro…es un paso aunque tendremos que limpiarlo muy a fondo…espérame aquí tengo que hablar una cosa con el Director…-- dijo Aoi mientras se despedía de mi y salía corriendo.
Al momento llegaron aquellos chicos con los que me había topado en el recreo, eran los que menos quería ver.
-- Vaya mira quien tenemos aquí es la sabionda de turno…Contigo queríamos hablar enana…-- dijo uno de los muchachos amenazándome.
-- No se te ocurre insultos mejores…parece que la falta de vocabulario es casi idéntica a la de valor que tienes…-- dije insultándolos aunque pensaba que no lo cocerían.
-- Vaya…parece que se nos ha puesto chula…cogedla…-- dijo el jefe de aquella patética banda mientras dos de los suyos me cogían por los hombros y el se crujía los nudillos, aunque me habían insultado nunca me habían golpeado y tenia algo de miedo por lo que pudiera pasar.
No pude mas que cerrar los ojos y esperar que todo aquello pasara cuanto antes, pero antes de cerrarlos me fije que en sus mano había una especie de tatuaje de color rojo y con el símbolo del fuego, me extraño bastante, casi cuando estaban a punto de darme la tunda escuche un voz al fondo que los detuvo en seco.
-- Dejadla en paz…ahora mismo…-- dijo una voz de una chica pero el tono era mas bien masculino.
-- Vete a paseo…Esto no te concierne…-- dijo el jefe de la pandilla amenazadoramente.
-- Que valientes…pegándole a una niña pequeña…probad conmigo…-- dijo la muchacha mientras se remangaba las mangas de la camisa, detrás de ella estaba la que aprecia ser su amiga una chica incluso mas pequeña que yo, pero no pude verlas con claridad ya que el sol me daba en los ojos.
-- Muy bien tu lo has querido…-- dijo el jefe mientras se lanzaba por ella para golpearle por suerte el puño no llego a su destino y aquella muchacha después mover su cuerpo para esquivarlo, su puño fue directo hacia el estomago, al golpearlo, el cuerpo del chico cayo al suelo como un peso muerto, intentando recuperar el aliento y dolorido.
Los otros dos chicos me soltaron y se lanzaron a por ella, los golpes empezaron a sucederse pero ninguno llegaba a alcanzarla sus movimientos eran rápidos mientras su amiga se quedaba atrás mirando y sonriendo, la joven en cuento hubo esquivado varios golpes se lanzo al ataque detuvo dos golpes mas y sus puños fueron a parar justos a la cara de ambos haciéndoles retroceder y al parecer rompiéndoles la nariz por la sangre que soltaban viendo que no podrían con ella cogieron a su jefe y salieron como pudieron.
-- Escucha…ya nos veremos…mas tarde o mas temprano…-- dijo el jefe mientras se alejaba de mi a toda prisa.
-- Son unos cobardes…se puede saber que es lo que les has hecho para que se pongan así contigo…-- dijo la joven mientras se acercaba y se ponía delante del sol, y por lo menos podía verla bien sus rasgos eran algo masculinos, los ojos eran de un color marrón y grandes, su pelo tenia un color negro y era corto y algo despeinado, tenia una tirita en la nariz, lo mas probable de las peleas que había tenido, su cuerpo tenia pocas curvas pero estaba muy bien formado vestía le típico traje de la academia, y al parecer con unos grandes pechos pero no demasiado, al momento la otra chica se acerco a ella entregándole la chaqueta, sus rasgos era la de una chica muy joven incluso mas que yo, tenia unos ojos grandes de color verde y el pelo lo tenia recogido en un lazo de color rojo grande, su constitución era la de una niña aun ni siquiera tenia curvas, vestía el mismo uniforme.
-- Lo siento no nos hemos presentado…me llamo Kameko…y ella es…Etsuko…esta en un curso por debajo de mi…-- dijo Kameko mientras se ponía la chaqueta que se la entregaba su amiga, aunque la verdad me extrañaba esa relación de amistad.
-- ¿Qué hacías por aquí…? …Sola en este lugar…-- pregunto Kameko con curiosidad ya que no había casi nadie por le instituto, mientras miraba el almacén del gimnasio abierto.
-- Estaba con Aoi…que ha ido a preguntar algo al director…se puede decir que hemos alquilado este almacén…-- respondí mientras miraba hacia todos lados para poder encontrarla aunque me extrañaba un poco que tardara tanto.
-- Tu eres la nueva …¿no? …-- pregunto Etsuko con curiosidad aunque no se por que sabia la respuesta perfectamente.
-- Si me he trasladado hoy mismo…-- respondí intentando evitar ese tema, siempre me enfadaba cuando me decían que era la nueva.
Cuando gire la cabeza pude ver a lo lejos como Aoi se acercaba corriendo con unos papeles en la mano.
-- Lo siento haber tardado tanto…lo que si me ha extrañado es ver a unos chicos sangrando por la nariz de camino a la enfermería…-- dijo Aoi algo preocupada por lo que había visto.
-- Si, los he mandado yo…estaban a punto de atacarla y no podía permitirlo…-- dijo Kameko mientras sonreía por lo que había hecho.
-- Muchas gracias Kameko…no me gustaría que le sucediera nada a la presidenta de nuestro club…-- dijo Aoi mientras me abrazaba con ternura, los colores saltaron a mis mejillas al momento, tampoco comprendía el cariño queme había cogido de repente.
-- ¿La presidenta del club…?...¿Y tenéis un almacén de sitio de reunión…? …-- dijo Kameko con ironía, no podía creer que yo fuera presidenta de ningún club y tenia razón ni siquiera yo me lo creía aun.
-- Si, lo acabamos de fundar precisamente…se que no es mucho pero iremos progresando poco a poco…además ya tengo el contrato de alquiler…al menos el almacén es nuestro…-- dijo Aoi enseñándome el contrato de alquiler, al parecer estaba todo en regla y el precio era bastante justo.
-- ¿Bueno y que tipo de club es…? …-- Pregunto Etsuko con curiosidad, mientras agarraba el brazo de Kameko con ternura, parecía que estaban muy unidas.
Aoi se quedo por un momento mirándolas de arriba abajo, como si estuviera apreciando su ropa o le diera algún tipo de señal lo que vestían.
--Vaya al parecer…podrías formar parte del club…eres una futanari…¿Verdad…? …y tu amiga por lo que veo también…-- dijo Aoi sonriendo y muy convencida de lo que había descubierto.
-- ¿Pero como narices lo sabes…?...-- pregunto Kameko sorprendida por la afirmación que había echo al parecer fue descubierta y Etsuko rápidamente se escondió detrás de Kameko como avergonzada.
-- Es sencillo en la falda cuando hay una brisa se queda marcado un bulto muy peculiar…y siendo tu una futanari…tu amiga lo mas seguro lo sepa y probablemente lo sea también…Me encantaría teneros en nuestro club…-- dijo Aoi como siempre sonriendo, y satisfecha por lo que había descubierto.
Kameko bajo la cabeza y a Etsuko casi ni podía verla estando detrás de ella, al momento sabia que tenia la intención de negarlo, pero sabia que eso solo el traería mas curiosidad por parte de Aoi que estaba convencida además podría preguntar a Ashley para confirmarlo mas aun.
-- Vale…de acuerdo…tienes razón…somos futanaris…-- dijo Kameko confirmándolo con la cabeza bajada, parecía que le habían puesto un gran losa encima de ella.
-- Pero…no se lo puedes decir así…-- dijo Etsuko de detrás de Kameko con un tono de tristeza.
-- No podemos hacer nada …además tarde o temprano nos hubieran descubierto…Pero si es así vosotras también lo sois…-- dijo Kameko como si nos estuviera acusándonos.
-- Si, y por eso precisamente quiero formar un club secreto que solo las futanaris…puedan reunirse y poder hablar de sus problemas y por que no relajarse de vez en cuando…se que no es mucho aun pero algo ya tenemos solo necesitamos adecentarlo un poco e iremos al menos ya tenemos un primer club ya somos cuatro miembros …si quieres claro…-- dijo Aoi mientras sonreía no sabia por que pero esa sonrisa era su mejor arma.
-- ¿Y si no quisiéramos…? …-- pregunto Kameko con curiosidad parecía que lo que le había dicho Aoi sonaba a amenaza.
-- No te preocupes no pasara nada…solo que así al menos estaremos tranquilas después de clases…podremos hacer actividades y demás…sabremos que no estaremos solas…-- dijo Aoi explicándole lo que planeaba y se notaba que no tenia intención de traicionarlas.
-- Muy bien…mañana te daremos la respuesta…-- dijo Kameko mientras le entregaba la mano a Aoi en señal de compromiso, una vez la chocaron se fueron de allí podía verlas discutir mientras caminaban, al momento nos pusimos a limpiar algunas cosas y al parecer el tiempo se nos paso volando.
Al salir Christine estaba en la puerta de la academia preocupada, por si me había pasado algo.
-- ¿Se puede saber por que has tardado tanto…? …Me tenias preocupada…-- dijo Christine abriendo la puerta del coche, mientras yo me despedía de Aoi.
Ya de camino podía verse la expresión de preocupación que tenia, esperaba que al menos se le pasara el enfado, pero no sabia que lo que le diría lo acrecentaría mas.
--Vaya parece que has hecho una amiga…me alegra ver eso…¿Y que tal te ha ido…?...-- pregunto Christine mientras conducía hacia la casa.
-- Pues mas o menos normal…he hecho algunas amigas…además me han atacado unos chicos pero una de ellas me ha defendido…pero lo mas extraño tenían un tatuaje en la muñeca con el símbolo de la llama…-- dije resumiéndole el día que había tenido, observe como por el retrovisor su cara cambio de golpe, parecía que aquello le había caído como una bomba…
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Bueno dejo otro capitulo espero que les guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
630
3.588 ATC
NOS HAN DESCUBIERTO…
-- Repíteme eso del tatuaje…-- dijo Christine con tono de miedo en su voz, parecía que aquello le daba miedo, solo el hecho de escucharlo.
-- Tenían un tatuaje en la muñeca…no creo que sea importante mucha gente los tiene…-- dije intentando quitarle hierro al asunto pero sabia que aquello que había dicho era como el principio de una batalla que tendríamos que librar y había empezado.
-- Si, es verdad…seguro que no es nada…-- dijo Christine intentando disimular su miedo, pero estaba convencida de que aquello no se le iba a ir tan fácilmente.
En cuanto llegamos al apartamento Christine me cogio de la mano y me introdujo en el portal a toda prisa, miro en el buzón y saco algunas cartas, subimos las escaleras a toda prisa, que por poco termino en el suelo.
Nada mas llegar al apartamento Christine empezó a mirar el correo nerviosamente yo fui para mi habitación para ponerme un poco mas cómoda y estudiar un poco.
Deje la puerta entreabierta de mi habitación para poder ver que es lo que le pasaba, la veía sentada y repasando el correo a toda prisa excepto con una carta que la abrió con nerviosismo, nada mas leerla la expresión de su cara cambio de repente parecía que tenia mucho miedo, cogiéndola la tiro a la basura inmediatamente se coloco el delantal y empezó a hacer la cena, por mi parte me desvestí y me coloque el pijama y saque los libros para ponerme a estudiar a medida que lo hacia me venia a la mente extrañamente Aoi de alguna manera y de cómo era, intente concentrarme pero no podía era casi imposible me venia a la mente su sonrisa y como me había cogido cariño tan rápidamente, aparte de su sexo largo y muy apetecible, notaba como la pegatina empezaba a ceder lentamente y a despegarse aquella cosa empezaba a salir poco a poco, en un momento sentí que me desmayaba y aparecía aquella personalidad morbosa y caliente, notaba como mi sexo creía de manera desmesuraba latía, con el palpitar de las venas, podía notar su fuerza como incluso movía el escritorio en donde estaba sentada no pude mas que agarrarlo con ambas manos y empezar a moverlo lentamente arriba y abajo, sintiendo cada vena, cada pliegue de la piel no podía detenerme mi mente queria pararse pero mi cuerpo no me daba tregua empecé a moverlas con mas rapidez mis gemidos se aceleraban ya eran casi gritos, pero no podía detenerme, a cada movimiento de mis manos emitía un gemido de placer, solo queria desahogarme soltar aquella carga caliente y espesa y poder calmarme, me vino a la mente la enfermera con su estupendo trasero contorneado y perfecto y como pude sentir la humedad de su sexo en el mío y la calidez acogedora de su boca, esos recuerdos aceleraron mi excitación haciéndome llegar al clímax mucho mas deprisa note como una riada de semen salio convulsionando mi cuerpo, manchando todo aquello, parecía como una fuente de la que no dejaba de manar, no pude mas que dar un grito de placer que lleno mi habitación incluso alerto a Christine que vino enseguida, me vio allí sentada con mi sexo completamente erecto y eyaculando sin control alguno la mesa y mi habitación estaban completamente manchadas, yo tenia los ojos entrecerrados pero aun así aun tenia mas ganas.
Christine al darse cuenta me cogio en brazos y me llevo directamente a la bañera me puso debajo de la ducha y puso el agua fría, inmediatamente cogio algunos cubitos de hielo y los coloco también para hacerme bajar la temperatura, por suerte aquello dio resultado.
Mi cuerpo reacciono haciéndome despertar de aquel estado, pude ver a Christine cubierta de semen y todo el reguero que había dejado por el suelo al traerme a la bañera yo no pude mas que bajar la cabeza avergonzada por lo que había hecho.
-- ¿Pero se puede saber en que estabas pensando…? …-- pregunto Christine alterada completamente, por lo que había pasado.
-- No lo se…de verdad no se lo que ha pasado…intente ponerme a estudiar como siempre pero me vino a la mente lo que sucedió esta mañana con la enfermera…y mi amiga Aoi…y poco a poco se fue despegando el sello ese…y el resto ya lo sabes…pero es raro aun sigo teniendo ganas…-- dije intentando explicarlo que había sucedido, pero lo extraño que aun así seguía teniendo ganas no estaba satisfecha del todo.
-- Escucha…esto no es ningún juego…mas vale que empieces a controlarte…se que es complicado…te he traído mas pegatinas y espero que sirva…y otra cosa…aléjate de esos tipos del tatuaje…no quisiera que te pasara nada…no tienen buenas intenciones…-- dijo Christine advirtiéndome de lo que podría pasar, pero la pregunta era… ¿Y si ellos no se alejaban de mi…?.
-- Intentare controlarme…aparte tengo…hambre y un frío tremendo…-- dije mientras veía como aquel sexo monstruoso iba relajándose pero aquellas ganas no desaparecían.
-- He preparado unas hamburguesas y patatas fritas…al estilo japonés…espero que te gusten…ve a cenar ahora voy yo…tengo que ordenar esto…y limpiarlo…espera un momento aquí…-- dijo Christine mientras iba por otra pegatina y me la volvía a colocar.
-- Una pregunta…¿Por qué no puedes usar la misma pegatina…?...-- pregunte mientras me quedaba mirando por unos instantes aquel sello.
-- No se puede…cuando se despega se supone que la protección se ha roto y por mucho que vuelva a ponerla no serviría de nada…además esto solo sirve de contención nada mas, mas tarde o mas temprano se despegara…y solo espero que sea tarde…-- dijo Christine explicándome lo que sucedía, aunque poco a poco me iba introduciendo en aquel mundo de ocultismo.
-- Voy a cenar…te espero a que termines…-- dije mientras salía de la ducha con una toalla que me cubría hasta un poco antes del cuello, me senté en la mesa y me dispuse a esperar a que terminara de limpiar aquel desastre pero se veía que tardaría bastante.
-- Es mejor que empieces sin mi…tardare bastante…y encima tengo que cambiar la ropa de cama…-- dijo Christine mientras pasaba del cuarto de baño a mi habitación y observaba el desastre que había organizado.
Me dispuse a cenar, al menos hay que reconocer que sabia cocinar, aquellas hamburguesas estaban buenísimas, viendo que tardaba un poco me levanté de la mesa y me dirigí hacia el cubo de basura con la intención de mirar aquella carta que había tirado.
No me costo mucho encontrarla, las letras estaban pegadas de recortes de algunas revistas, al parecer no querían ser descubiertos; al leerla supe que debería de tomar precauciones…"OS ESTAMOS OBSERVANDO…PRONTO LA MUCHACHA SERA NUESTRA".
Decidí dejarla donde estaba para que Christine no sospechara que la había cogido, pero tenia que averiguar que es lo que querían y por que estaba tan nerviosa por aquellos muchachos del tatuaje, volví a la mesa para terminar de cenar, al instante de acabar de limpiar mi habitación lo mejor que pudo fue al baño y cerro la puerta seguramente para darse un baño después de la ducha volvió a la mesa a comer, en cuanto termine cogí los platos y los limpie me senté por un momento delante de la televisión para ver las boticas, aunque no había nada interesante, en cuanto Christine termino se sentó a mi lado y así nos quedamos unos momentos, aquello me parecía estupendo, notaba una sensación calida y muy agradable de protección.
-- Venga va siendo hora de que te vayas a estudiar…estoy segura de que tienes deberes que hacer…una cosa ¿Quién es Aoi…? …-- pregunto Christine extrañada al oírme pronunciar su nombre.
-- Es una amiga que he hecho hoy…la que vino a la habitación de la enfermera…es muy buena chica e inteligente…-- dije intentando que no se preocupara por ella, además no creía que tuviera que hacerlo.
-- Vaya me alegra oír eso…que vayas haciendo amigas…¿Y las que te defendieron…? …-- volvió a preguntar Christine con interés, al parecer no queria saltar nada por alto.
-- Una se llama Kameko…es muy marimacho y la que va siempre con ella es Etsuko…una chica muy tímida…no hemos hablado mucho…-- respondí haciéndome una idea superflua de lo que había visto.
-- Bueno al menos es un alivio…que vayas haciendo amigas…y recuerda mantente alejada de esos chicos…-- dijo Christine advirtiéndome de que podían ser muy peligrosos.
-- No te preocupes…voy a estudiar…-- dije mientras me dirigía a mi habitación, al menos la había dejado limpia y tenia ropa de cama nueva, aunque se había pasado un poco con el desinfectante.
Sin importarme el olor que tenia la habitación me dispuse a estudiar, aquellos problemas me resultaban fáciles no tarde mucho en terminar así que me puse a repasar las siguientes lecciones y el papeleo del club que tenia que entregar mañana en secretaria, esperaba que Aoi se ocupara de los pagos al banco, lo mas seguro que tuviéramos que pagar una cuota de inscripción mensual, pero al menos tenia un club para ella, y por algo se empieza.
En cuanto acabe de repasar los temas apague la luz y me metí en la cama tapándome casi por completo, me quede por un momento mirando al techo y escuchando el trafico que se escuchaba, poco a poco me fui quedando dormida, no se como explicarlo pero tuve un sueño rarísimo, caminaba por una habitación había pequeñas columnas formadas por cráneos a los que se les iluminaban los ojos con pequeñas esferas rojas, la estancia era bastante grande no podía ver las paredes, así que seguí andando al fondo pude ver como una neblina de color rojizo de la que se escuchaban lamentos, encadenada a dos de las columnas extrañas me acerque por un momento para comprobar que es lo que era, en cuanto acerque la mano intento un esfuerzo por acercarse a mi, por mi parte la retire de inmediato, pude ver como dos esferas que parecían ser los ojos se abrieron eran como las pupilas de las serpientes y de color rojo intenso, me quede por un instante mirándolos fijamente.
-- ¿Quién eres…? …¿Qué es lo que quieres de mi…? …-- pregunte intentando averiguar que es lo que intentaba o pretendía de mi.
Con una voz casi de ultratumba sus palabras resonaron en mi interior.
-- Soy Efialtes…¿Y querer…? …Quiero mi libertad…-- respondió aquel ser, aunque algo dentro de mi sabia que si lo liberaba habría mas problemas de los que podría solucionar.
Aquellos ojos se clavaron en mi haciéndome tener una sensación de angustia, la piel se me puso de gallina y una sensación de terror me inundo dejándome paralizada por completo sentía que aquella cosa se acercaba cada vez mas y mas, en ese momento no pude mas que gritar y despertarme.
Nada mas abrir los ojos en plena oscuridad y silencio pude ver aquella neblina en mi habitación y como un relámpago se introdujo dentro de mi, nuevamente volví a gritar volviéndome a despertar de aquella pesadilla que parecía no tener fin.
Enseguida vi como Christine entro por la puerta como un relámpago vestida con una bata de color rosado, sentándose en la cama y cogiéndome de los brazos me zarandeo un poco.
-- Akemi despierta…por favor despierta es solo un sueño…-- dijo Christine zarandeándome para que pudiera despertar de aquel horrible sueño. Al menos la pegatina sabia que seguía en su sitio, podía sentirla como si estuviera apretándose contra mi cuerpo.
-- Christine he tenido un sueño horrible…una especie de neblina rojiza…se introducía dentro de mi…me dijo que se llamaba Efialtes…y que quiere ser libre…-- dije mientras me abrazaba a Christine fuertemente.
-- Cálmate todo ha pasado…era solo una pesadilla nada mas…estoy aquí no te preocupes…-- dijo Christine tranquilizándome todo cuanto podía, pero el estar abrazada a ella pude sentir la forma de sus pechos apretados contra mi y la calidez de su piel contra la mía, pero no podía dejar que aquella cosa tomara nuevamente el control de mi cuerpo debía resistirme con todas mis fuerzas.
-- Será mejor que vuelvas a dormirte…mañana tendrás muchas cosas que hacer…-- dijo Christine sabiendo que si se quedaba mucho tiempo de esa forma estaba segura que la pegatina terminaría despegándose y no queria que eso sucediera.
Christine me acostó nuevamente y me arropo con las mantas y lanzándome un beso apago la luz y cerro la puerta, solo esperaba que no volviera a tener aquella pesadilla que había sido terrorífica.
El resto de la noche paso tranquilamente, aunque casi siempre estaba despierta antes de que sonara el despertador esta vez la escuche y aun estaba en la cama de casi un salto me levanté y me dirigí hacia la ducha coloque la ropa sucia en el cesto y me metí bajo el agua, dejando que el agua me despejara, mientras estaba bajo el agua me quede por un momento mirando la pegatina y pensaba que solo aquel trozo de papel era lo que impedía que aquel ser apareciera y causara estragos, tenia que aprender mas de el e investigar en los libros de la academia.
-- Akemi, no gastes toda el agua caliente…y date prisa que esta vez llegas tarde…-- dijo Christine advirtiéndome que la hora se nos echaba encima y no podíamos perder tiempo.
Al momento salí y me coloque el uniforme de la academia y fui a desayunar; esta vez Christine iba vestida con unos botines negros, unos falda de tubo de color rojo, junto con unas medias de color oscuro en su torso llevaba una blusa de color azul oscuro y una chaqueta vaquera de color celeste apagada, el pelo lo llevaba recogido en un moño en la parte de atrás, me quede por unos instantes mirándola, pero no fue por mucho tiempo que saliéramos corriendo para coger el coche y que me acercara a la academia.
La mañana parecía bastante fresca notando esto Christine antes de salir de casa cogio dos bufandas de cuadros verdes y rojos, una me la entrego y otra se la puso ella. Nada mas bajar me quede mirando como la ciudad se despertaba y los primeros rayos de sol rompían la oscuridad de la noche podía escuchar el ajetreo de los bares y como el aire aun estaba fresco y no estaba muy contaminado por el ir y venir de los coches.
-- Venga…¿Se puede saber que te pasa…? …Estas algo dormida aun…-- dijo Christine despertándome de mi pequeño ensueño.
Enseguida me monte en la parte de atrás del coche y me puse el cinturón de seguridad, en cuanto lo hice arranco el coche parecía que esta mañana tenia algo de prisa y menos mal que no había mucho trafico y por suerte pillamos todos los semáforos en verde, nada mas llegar mire la academia con su normal ajetreo en la puerta estaba Aoi esperándome pero no veía por ningún lado a Kameko y Etsuko.
-- Bueno y recuerda si pasa algo…llámame por teléfono al de la tienda o al móvil…aquí tienes los números así me dejas mas tranquila…¿Esa es Aoi…?... -- pregunto Christine mientras me entregaba los números de teléfono en un trozo de papel.
-- De acuerdo…Si esa es Aoi…-- respondí secamente, aunque me sorprendía que estuviera esperándome.
-- Parece buena chica…¿Por qué no la invitas a casa esta tarde…? …Así la conozco mejor y puedo hablar con ella…-- pregunto Christine, aunque no pensaba bien lo que estaba haciendo.
-- Muy bien se lo diré…aunque no se si podrá…siempre esta muy ocupada…-- respondí intentando sacar una excusa para no invitarla.
-- No te preocupes seguro que podrá…Bueno venga ve a clase no quiero que llegues tarde…--dijo Christine dándome un beso en la frente despidiéndose de mi.
Salí del coche en dirección a la entrada de la academia mire por todos lados para ver si estaban esos chicos de la otra vez, aunque Christine se quedo también un rato observando, por si ocurría algo extraño.
-- Buenos días…Parece que tienes cara de sueño…-- dijo Aoi sonrojada lo mas seguro por el frío que hacia.
-- Si…se podría decir que tengo algo de sueño…la noche no fue muy buena entre pesadillas y otras cosas…-- dije intentando hacerle un resumen de lo que me había pasado y la pesadilla que había tenido.
-- En el recreo podríamos ir a la biblioteca…para intentar sacar mas información de esa criatura…-- dijo Aoi mientras me sonreía, al menos sabia que podía confiar en ella de momento.
-- ¿Y Etsuko, su amiga…? …-- pregunte extrañada al no verlas por la puerta.
-- Yo tampoco las he visto…y me extraña aunque las veremos tienen que darnos la respuesta…a ver si se unen al club…Se me olvidaba tienes el papeleo…Como muy tardar se tiene que entregar mañana…-- dijo Aoi haciéndome recordar lo que precisamente se me había olvidado, entre la noche y eso ni siquiera se me paso por la cabeza.
-- Lo siento se me han olvidado…-- dije bajando la cabeza, mientras recordaba donde los había puesto.
-- No te preocupes…pero recuerda que mañana es la fecha limite…Bueno aun tenemos tiempo para ir al club y ordenar algunas cosas antes de que suene el timbre…-- dijo Aoi mientras me cogia del brazo y salíamos corriendo hacia el campus para poder ordenar algo de aquel almacén.
-- De acuerdo…-- dije siendo lo único ya que casi tiraba de mi literalmente mientras corría, no sabia por que pero notaba una sensación extraña como si me estuvieran observando de alguna forma, mire hacia todos lados y notaba como si todos estuvieran vigilándome, aunque no le preste mucha atención.
En cuanto llegamos vimos en la entrada del almacén a Kameko vestida con el uniforme y a su amiga que estaba abrazada del brazo de esta, esperándonos.
-- Vaya…al fin llegáis…he decidido que nos uniremos al club…es lo mejor al menos podremos relajarnos…y estar tranquilas…os ayudaremos a limpiarlo…-- dijo Etsuko mientras Aoi con una sonrisa perenne abría la puerta del almacén.
-- Me alegra oír eso…bueno tenemos que sacar algunas cosas…y adecentarlo…-- dijo Aoi mientras entraban dentro y comenzaban a sacar cajas, yo me quede por un momento en la entrada mirando mientras el campus se llenaba de los equipos y las cheerleaders que hacían sus coros, mientras el día ya iba avanzando poco a poco y el frío empezaba a disiparse lentamente.
-- Akemi…¿Vas a ayudar o a quedarte hay parada…? …-- dijo Kameko refunfuñando un poco y haciendo salir de mis pensamientos.
-- Si, claro me había quedado pensativa…-- dije mientras entraba en aquel sitio lleno de cacharros y cajas, cada vez que Kameko se agachaba me quedaba mirando como sus pechos se movían y se apretaban contra las cajas pensé que ojala cuando creciera los tuviera así también.
-- ¿Se puede saber que te pasa…? …-- pregunto Kameko mientras sacaba otra de las cajas que parecía bastante pesada.
-- No lo se me siento rara la verdad…aparte no eh visto a aquellos chicos…los que me amenazaron…-- respondí mientras sacaba otros cacharros y los ponía fuera.
-- No te preocupes…no creo que vuelvan a aparecer…les di una buena paliza…-- dijo Etsuko con mucho orgullo de haber hecho eso y confiada de que no volverían a aparecer, pero yo estaba convencida de que no seria la primera ni la ultima vez que los viese, algo dentro de mi me lo estaba diciendo.
-- ¿Sabes…? hoy toca…examen medico…-- dijo Etsuko mientras se limpiaba el uniforme del polvo de todos los trastos.
-- ¿Estas segura…? …-- dijo Kameko con cara de asustada que en ese momento la caja que llevaba en los brazos caía al suelo.
-- Si completamente…me lo dijo una compañera de mi clase…-- dijo Etsuko con cara de miedo también, al parecer los exámenes médicos no parecía gustarles a nadie aunque no veía en Aoi la cara de preocupación precisamente, pero solo el hecho de pensarlo me erizaba la piel aunque sentía un calor muy agradable en donde estaba colocada la pegatina.
Aoi se me quedo mirando por unos instantes, con su sonrisa parecía que ella no tenia problema con eso precisamente.
-- ¿No estas preocupada Aoi…? …-- pregunte extrañada mientras escuchábamos el sonido de la campana que anunciaba el comienzo de las clases.
-- Para nada…soy la ayudante de la enfermera…y se puede decir que me salvo de eso…lo que no se es como…lo pasareis vosotras…-- dijo mientras pensaba lo mas seguro en algo para poder salvarnos de eso.
-- Odio los exámenes médicos…siempre terminan extrañados y mirándome con cara de tontos…-- dijo Kameko con cara de enfado y la verdad la comprendía no eran muy agradables, al menos yo podía salvarme de alguna forma o eso esperaba, pero la pobre de Kameko no sabría como saldría de esta.
--Mejor que no lo penséis y vayamos a clase…daos prisa…a propósito os he hecho una llave del club para cada una…no me preguntes como sabia que aceptarías…sencillamente lo sabia…-- dijo Aoi mientras me entregaba la llave y Kameko y yo íbamos a la clase corriendo.
Por el camino podía ver como algunos alumnos se me quedaban mirando y seguían cuchicheando, pude observar como cerca de la puerta de clase estaban aquellos chicos que me esperaban de momento se podría decir que estaba a salvo, aunque solo esperaba que la paliza que les había dado Kameko hubiera servido de algo.
Al entrar en clase pude oler la combinación que odiaba a maquillaje, perfume y desodorante todo junto y de golpe, me senté en mi sitio pero esta vez Kameko se sentó a mi lado y eso me aliviaba en parte.
Enseguida entro el profesor y comenzó la clase, esta vez me sacaron a la pizarra con un problema que se suponía que casi nadie lo sabia hacer pero que a mi me resultaba bastante fácil y no tarde mucho en hacerlo en cuanto volví a mi sitio pude observar como los compañeros no me miraban precisamente bien si no con celos y odio, los cuchicheos aumentaban, los había dejado en ridículo y eso era lo que menos quería destacar pero siempre intentaba esforzarme lo que mas podía, no sabia como hacerlo mal.
El resto de las clases pasaron rápidamente, en el descanso me puse a hablar con Kameko para conocerla algo mejor, mientras tanto algunos chicos se acercaron a nuestra mesa al parecer enfadados por la clase anterior.
-- Al menos podías quedarte quietecita sabionda…-- dijo uno de ellos mientras se apoyaba en la mesa, con cara de pocos amigos.
-- Lo siento…-- dije con la cabeza bajada, aunque era una tontería sentirlo por algo que había hecho bien.
-- Escucha imbecil déjala en paz…-- dijo Kameko levantándose de la mesa y encarándose con el muchacho.
-- Vaya que eres su guardaespaldas…que me vas a arañar con las uñas…-- dijo el chico al parecer aquella insinuación parece ser que no le sentó muy bien por que solo pude ver al momento como el chico caía al suelo con la mano en la cara y quejándose del dolor.
-- Serás zorra…-- dijo el chico insultándola nuevamente, aunque Kameko solo hizo un ademán de volver a lanzarse contra el y salieron corriendo.
-- Lo siento…haberte metido en ese lío…-- dije pidiendo perdón por la situación que había provocado inconscientemente.
-- No te preocupes…es un imbecil…la ultima vez me pidió salir…creo que se hubiera llevado una sorpresa…cuando fuéramos a hacerlo…-- dijo Kameko bromeando mientras pensaba en esa situación.
-- Je, je, je …-- dijo mientras me reía por la broma de solo pensar lo que hubiera pasado si le hubiera metido mano la verdad que se hubiera llevado una gran sorpresa.
-- Es la primera vez que te veo sonreír…desde que has llegado aquí…y es verdad se hubiera llevado una gran sorpresa…-- dijo Kameko con una sonrisa en su rostro, me gustaba ver a la gente feliz aunque yo no lo estuviera.
En el descanso saque el almuerzo estaba muerta de hambre y me sentía algo desfallecida, mientras lo hacia de reojo pude ver como Etsuko estaba en la puerta esperando a Kameko que saliera, esta sin embargo le hizo un ademán de que entrara y se uniera a nosotras en seguida vino corriendo y se sentó enfrente de Kameko.
-- ¿Otra vez metiéndote en líos…? …-- dijo Etsuko con cara de reproche hacia Kameko.
-- ¿Se puede saber como lo sabes…? …-- pregunto Kameko con cara de extrañeza mientras cogia de su sitio un bocadillo.
-- Fácil he visto salir corriendo a unos chicos mientras venia hacia aquí…Y en esta clase eres la única que se pelea…-- dijo Etsuko mientras los colores se le subían a las mejillas enseguida pude ver la cara de Kameko como enrojecida y a su vez la de Kameko no podía ni siquiera imaginar lo que estaría haciendo debajo de la mesa por suerte estábamos en un rincón y yo tapaba toda la escena.
La cara de Kameko enrojeció por completa y su respiración empezó a agitarse ni siquiera prestaba atención al a comida yo no podía mas que observar lo que pasaba curiosamente por mi mente no aparecía nada, ni sentía deseo alguno y me era extraño normalmente debería de sentirlos.
Etsuko se deslizo un poco mas en la silla para tener mejor posición con sus pies y seguir acariciándosela por debajo de la falda, su cara era una poesía de placer tenia incluso que morderse el labio para no jadear a pleno pulmón y descubrirse, mientras Etsuko proseguía con sus caricias notaba como sus piernas se movían debajo de la mesa rítmicamente incluso podía sentir el temblor de la mesa y como Kameko estaba a punto de llegar al clímax pero una chica vinos a advertirnos del examen medico.
-- Chicas iros preparando…ya mismo tenemos el examen medico…y será mejor que la pequeña vuelva a su clase…-- dijo una de las chicas para que nos fuéramos preparando.
En ese momento Etsuko se coloco bien en la silla y la dejo estando a punto de llegar al clímax, Kameko no pudo mas que enfadarse y golpear la mesa con furia.
-- Joder…ya lo se…no hacia falta que hubieras venido…-- dijo Kameko completamente enfadada, por lo visto la había dejado en lo mejor y tardaría un poco en levantarse del sitio no podía descubrirse mientras que Etsuko se despedía de ella dándole un beso en la cara.
-- ¿Te encuentras bien…? …-- pregunte extrañada mientras los colores iban bajando poco a poco lo mismo que suponía que el bulto de su entrepierna.
-- ¿Tu que crees…? …Estoy que hecho chispas y de mientras tendré que esperar un poco y calmarme…odio a esa chica…ha venido justamente en el momento menos propicio…-- dijo Kameko enfadada y protestando por la oportuna intervención de la muchacha.
Aunque para mi aquello empezó a convertirse en un infierno en cuanto guarde el bento pude observar como las chicas empezaban a desnudarse poco a poco podía ver su ropa interior ajustadas a sus cinturas y como los sujetadores apretaban sus pechos al momento comenzaron a ponerse los bloomers de color azul oscuro y unas camisetas de color blanco con el escudo de la academia, sin embargo aquello no dejaba que mi imaginación volase y por unos momentos me quede mirándolas fijamente sin poder mover la vista de ellas poco a poco notaba como cedía un poco la pegatina pero no podía permitirlo ni tampoco moverme.
-- Akemi…despierta…¿Qué te pasa…? …-- pregunto Kameko asustada al verme de esa forma, por lo menos con sus preguntas me saco de aquel estado y mire hacia abajo intentando concentrarme en que me tenia que desvestir y poner aquellas cosas para el examen, aunque no sabría si podría resistirme por mucho tiempo.
En seguida saque el uniforme para el examen medico, por suerte yo podía esconderlo pero no sabría que haría Kameko al menos estaba mas tranquila y aquello había bajado lo mas seguro, al momento la vi levantarse y coger el uniforme pero solo la parte de arriba la mayoría de la clase se quedaron mirando extrañados al ver que no se ponía los pantaloncillos.
-- ¿Qué pasa…? …No me gustan esos bloomers…Además dará lo mismo…-- dijo Kameko a toda la clase como si se encararan con todos al momento dejaron de mirarla y siguieron a lo suyo.
En cuanto terminamos, salimos de allí en fila hacia el auditorio, para el examen sin embargo, mi olfato empezaba a notar los olores de sus cuerpos, mientras nos dirigíamos hacia el lugar, kameko me miraba preocupada y extrañada a la vez, yo solo esperaba que no se desatara aquella cosa en aquel lugar mismo, no sabría como reaccionarían, al menos esperaba que la enfermera y Aoi estuvieran para poder ayudarnos.
Al llegar al auditórium pude ver que era una sala enorme tenían separadas dos canchas de baloncesto y varios ventanales, las gradas las tenían recogidas al fondo había dos puertas que lo mas seguro darían a los pasillos en medio de la sala había una especie de biombo y a cada lado había una enfermera, al parecer no era la que me atendió, además no sabría como reaccionaria.
Aoi se paseaba entre las filas tomando los nombres para hacer una lista de las que estábamos allí y así poder hacer una lista con los datos. En cuanto llego a nuestras altura tomo nuestros nombres.
-- Al parecer, la enfermera no ha venido, según he escuchado esta enferma y la sustituye esta…solo espero que no pase nada…-- dijo Aoi mientras seguía tomando nombres. Pensé que estábamos en un buen lío y precisamente el mayor de todos lo tenia yo, entre aquel olor delicioso que me llegaba y la visión de las chicas en bloomers ajustados marcando sus traseros y las camisetas ajustadas a sus pechos me estaba volviendo loca.
La fila empezó a avanzar lentamente y poco a poco llegaría mi turno cuando llego, observe como una compañera entraba por la puerta del fondo y se acercaba a la enfermera y le decía algo a la enfermera al oído.
-- Akemi tienes que ir a la enfermería…date prisa…-- dijo la enfermera al menos de momento me habría librado o eso o la enfermera que conocía había llegado y era un alivio, pero no sabia que le pasaría a Kameko de mientras, al salir me fije que empezaba a discutir con la enfermera por llevar la falda.
Salí del auditórium por la puerta del fondo, la chica me indico el camino y empecé a caminar por aquellos pasillos completamente en silencio, sabia que no había nadie pero tenia la seguridad de que alguien me estaba observado de alguna forma varias veces me di la vuelta para comprobarlo pero no había nadie, así que no le preste mas atención, en cuanto llegue llame a su puerta y entre.
Al principio no observe nada, no parecía que hubiera nadie en la habitación pero escuche como cerraban el cerrojo detrás de mi, parecía ser una especie de trampa pero de que forma no veía nada que pudiera hacerme daño ni nada por el estilo.
De repente a mi olfato llego un olor delicioso me adentre un poco mas y pude ver que sobre la camilla había una chica de cabellos marrones, y cortos, su rostro tenia las facciones redondeadas, y una boca pintada de color rojo muy sensual sus pechos eran medianos y sus caderas estaba bien torneadas tenia los bloomers bajados hasta los tobillos y su sexo estaba al aire mostrándose ante mi delicioso y muy apetecible, al parecer estaba completamente dormida, si querían tentarme lo estaban haciendo perfectamente, al momento sentí como si mi otra personalidad empujase por tener el control, intente por todos los medios resistirme pero me resultó imposible, al momento fue como un desmayo pero note enseguida que la otra personalidad había emergido, como aquella pegatina se iba despegando rápidamente, no pude mas que bajarme los pantaloncillos y dejar que saliera libre, en cuanto se despego aquello se mostró grande gruesa palpitante y muy caliente, notaba como sus venas palpitaban incluso observé como el liquido preseminal ya goteaba y caía al suelo.
Me acerque a la chica lentamente sin prisa le puse mi mano encima de su pubis y empecé a acariciarlo lentamente pude ver que aun estando dormida, emitía gemidos de placer mis pequeños dedos se introdujeron dentro de su sexo y la joven emitió un gemido de placer, podía notar que era muy calido, húmedo y acogedor empecé a mover mis dedos con un ritmo normal y notaba como su humedad salía afuera mojando sus muslos y mis dedos, su respiración se agitaba y podía ver como sus pechos subían y bajaban cada vez mas deprisa, los pezones se marcaban por encima de la camiseta desafiándome con su dureza.
Seguía moviendo mis dedos con mas rapidez, su cuerpo empezaba a girarse y sus piernas se apretaban mas contra mi mano queriendo aprisionarlas mientras las movía sabia que estaba próxima al orgasmo por las contracciones de su sexo que queria enjaular mis dedos en su interior, pero no queria que fuese tan rápido, tenia en mente otras cosas que podría hacerle y mas ahora que estaba sola con ella, tenia todo el tiempo del mundo, saque mis dedos y me quede mirándolo fijamente como su flujo chorreaba por ellos, no pude mas que meterlos en mi boca y saborearlos muy despacio lo mismo que cualquier caramelo, me quede por unos instantes mirando su cuerpo semi desnudo mientras aun gemía…
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno aqui os dejo otro capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
630
3.588 ATC
UNA DUDA NO TAN RAZONABLE
Mi excitación subía por momentos con cada gemido suyo no pude mas que colocarme encima de la camilla y sentándome en cima suya me quede observando como de su preciosa boca salían unos gemidos preciosos que eran música para mis oídos como su respiración entre cortada hacia subir sus magníficos pechos a un ritmo delicioso no pude mas que colocar mi monstruoso miembro entre ellos y apretarlos para sentir su calor y su suavidad y como lo apretaban, seguidamente empecé a moverlo lentamente llegando hasta su pequeña boca que a la vez sentía su acogedor calor, mis movimientos empezaron a ser cada vez mas enérgicos con cada embestida notaba como su boca se abría un poco mas pudiendo notar su lengua y su humedad, no pude mas que agarrar su pezones en esto la chica emitió un gemido pero siguió dormida, empecé a retorcerlos suavemente, mientras ella gemía, mi respiración empezó a agitarse, al igual que mis movimientos cada vez queria mas y mas no podía contenerme, las venas de mi sexo palpitaban el calor me invadía sabia que estaba al limite, aquel ser que me habitaba queria mucho mas, casi al momento el calor me desbordo mi sexo se tenso de sobremanera y una riada de semen cubrió su precioso rostro casi por completo, mis ojos se cerraron por el placer y solté un gemido que decoro la sala en la que me encontraba, pero aquello no acabaría allí queria mucho mas.
No pude mas que darle la vuelta y pude ver su sexo que se mostraba ante mi rosado, apetecible y muy húmedo no pude mas que restregar el glande por el y mojarlo con sus propios flujos, lentamente fui introduciéndolo, podía escuchar como su sexo emitía sonidos por la penetración y por sus flujos una vez que estuvo en su interior empecé a empujar mas adentro de ella notando como con la acometida su interior se abría a mi paso, sintiendo su calidez y su humedad, al momento pude notar su limite y ni siquiera estaba la mitad dentro de ella sabia que si la elevaba podía entrar un poco mas y así lo hice eleve su cuerpo y note como el glande dio un empujón mas haciendo que se notara un pequeño bulto en su vientre aquella sensación era maravillosa, estaba en lo mas profundo de ella, notaba su calor y como su cuerpo temblaba ante mi y al a vez ella emitía unos gemidos por el placer que sentía, fue maravilloso no queria que aquello acabase nunca, así que empecé a moverme lentamente sintiendo como su sexo incluso succionaba el mío y ala vez me lo apretaba con fuerza no pude mas que seguir moviendo nuestros gemidos se mezclaban al unísono, mis movimientos eran cada vez mas fuertes, notaba como resbalaba sus flujos por mi sexo y sus caderas mojando la sabana de la camilla, pero poco me importaba queria desbordarme dentro de ella, pero al poco tiempo note como su sexo se volvía incluso mas estrecho y como una riada de flujo salio de el mojando el mío mientras emitía un gemido de sobremanera que inundo la sala, sabia perfectamente que había llegado al orgasmo pero yo aun queria desbordarme dentro de ella inundarla con mi semen sin parar, en cada arremetida notaba como llegaba a mi limite, podía ver el bulto como subía y bajaba en su vientre, no queria darle tregua alguna, la chica parecía como si fuera un trapo en mis manos, un juguete que manejaba a mi antojo, estaba tan concentrada en aquello que ni siquiera escuche como la puerta se abría, cuando ya estaba casi al limite note unas manos me agarraban no tenia ni idea de quien era pero tuve una ligera idea, ya había notado lo mismo anteriormente y sabia que no me equivocaría al girar la cabeza.
Y efectivamente cuando la gire me di cuenta que se trataba de Aoi allí esta desnuda por completo con su largísimo sexo erecto pro completo.
-- Suéltame…quiero correrme dentro de ella…no tienes derecho…-- dije mientras pataleaba en el aire, para intentar soltarme pero me resultaba imposible.
-- No te preocupes te sentirás genial…te lo prometo…-- dijo Aoi con una sonrisa picarona, mientras me guiñaba un ojo.
Enseguida note como el glande de su sexo se abría paso en mi sexo, no había notado nada igual antes, sentí como un poco de sangre salía, era la primera vez que sentía aquella sensación, aunque dolía no queria que parase, notaba como cada vez se introducía mas y mas a cada centímetro era un sensación placentera y dolorosa que me embargaba, por que no decirlo tenia algo de miedo, pero no me importaba en absoluto mi corazón me decía que estaba con alguien que seria muy importante en mi vida, cuando su sexo llego note como golpeaba en mi útero, sorprendentemente note como empezaba a moverse pero no de la manera habitual si no que giraba en mi interior dando giros llenándome cada vez iba a mas velocidad, rápidamente el dolor había desaparecido sustituido por el placer, que era maravilloso e indescriptible incluso podría decirse que me volvería adicta a aquella sensación, al mismo tiempo empezó a mover sus caderas lentamente una y otra vez no pude mas que girar la cabeza y pude ver la suya de placer enseguida mis labios se juntaron con los suyos y comenzamos a besarnos locamente, a la vez que ella seguía moviéndose frenéticamente golpeando mi útero con cada arremetida, no podía ni siquiera imaginar que a quien se lo hice sentía esto era algo maravilloso que no queria que terminase, nuestras lenguas danzaban en la boca de la otra, mientras su cintura seguía moviéndose sin compasión taladrando mi interior sin descanso, mis flujos caían sin control manchando el suelo y mis muslos que lo hacían brillar, mezclándose con los de mi compañera al instante note como una ráfaga de calor me invadía y como mi sexo tanto uno como el otro se contraían nuevamente, las venas de mi sexo se endurecieron a la vez que mi sexo apretaba aun mas el de Aoi ese momento me pareció que se congelaba para siempre en el tiempo, y enseguida note como una riada de flujo me invadía a la vez que mi sexo expulsaba semen como si fuera una fuente manchando aquel sitio, a la vez Aoi note como gritaba pero no queria apartar mi boca de la suya, note su grito sordo en mi boca y como una riada de semen me inundaba por dentro llenando hasta el mas recóndito lugar de mi interior incluso, sentí como salía afuera por los envites de Aoi, mezclándose con nuestros flujos, no pude mas que cerrar los ojos y dejarme llevar estaba casi sin sentido no podía soportarlo mas, al momento cerré los ojos no se ni siquiera cuanto tiempo estuve así.
Al abrir los ojos me sentía muy débil y cansada note como aquella cosa desaparecía poco a poco, a la vez que tenia muchísima hambre a mi lado mirándome con ojos tiernos se encontraba Aoi, se había quedado conmigo hasta que despertase.
-- Muchas gracias…por ayudarme…-- dije mientras bajaba la cabeza avergonzada por lo que había pasado.
-- No te preocupes…me extrañe que tardaras tanto además me dijeron que la doctora no había venido…y pusieron a esta y es extraño la enfermera siempre me dice…dos días antes cuando va a faltar…-- dijo Aoi pensativa en lo que estaba ocurriendo.
-- ¿Ha sido tu primera vez…? …-- pregunto Aoi bajando la cabeza y algo sonrojada pero sin perder su sonrisa.
-- Si te refieres a eso…si ha sido mi primera vez…y debo confesarte que me ha encantado… -- respondí con una sonrisa en los labios y el candor de mis mejillas.
-- Me alegro que te haya gustado…pero bueno tenemos que arreglar este desastre e intentar que esa chica no se entere de nada…-- dijo Aoi mientras nos levantábamos y nos arreglábamos nosotras y aquel desastre.
Al momento escuchamos unos gemidos que provenían del armario de los medicamentos, parecían muy débiles, y algo apagados pero podían escucharse con claridad.
-- ¿Has oído eso…? … Son como unos gemidos vienen del armario de los medicamentos…-- pregunte con cierta curiosidad, viendo que al momento Aoi se ponía al otro lado de la puerta para abrirla.
-- Muy bien a la de tres…uno…dos…y tres…-- dijo Aoi mientras abría la puerta de golpe, al momento un cuerpo atado y amordazado cayo al suelo era la enfermera, que al parecer la habían retenido.
-- ¿Pero que le han hecho…? …-- pregunto Aoi con mucha curiosidad no sabia el por que y que tenia que ver en todo esto.
-- No lo se estaba revisando el historial de Akemi cuando entraron tres chicos y me golpearon caí al suelo y no recuerdo nada mas…-- respondió Ashley con tono de miedo en su voz y la verdad no era para menos después de lo que había sufrido.
-- ¿Saben quienes eran…? …-- pregunto Aoi, para intentar averiguar que es lo que ocurría y empezar a atar cabos.
-- Si, se quienes son…son de tu mismo curso Aoi…tendría que mirar en los ficheros…para acordarme de sus nombres ahora mismo no podría recordarlos me duele terriblemente la cabeza…lo que si puedo recordar es el tatuaje que tenían en sus muñecas un símbolo japonés…-- respondió Ashley mientras se tocaba la cabeza, lo mas seguro que tuviera algún chichón pero, lo que dijo me puso los pelos de punta aunque mi reacción no paso desapercibida para Aoi.
-- La revisión medica habrá finalizado…es mejor que vayamos a cambiarnos y a comer algo…¿Akemi te ocurre algo…? …Te noto algo pálida…-- dijo Aoi mientras me miraba de arriba, abajo.
-- Me siento algo cansada…y me duele la cabeza…-- dije mientras intentaba andar, ya que de inmediato sufrí un pequeño mareo, mis piernas temblaban, aunque no fue suficiente para hacerme caer al suelo.
-- Siéntate un momento…es mejor que descanses…-- dijo Aoi mientras me sentaba en la silla de Ashley e intentaba descansar, Aoi entretanto se ocupo de la otra chica vistiéndola y dejándola descansar, por lo visto solo estaba sedada, pero pensé que se llevaría una sorpresa cuando se despertara.
Me senté en aquella silla juntando las piernas todo lo fuerte que podía me sentía algo incomoda, al no tener la pegatina colocada, ya me había acostumbrado a ella y sin tenerla corría peligro de volver a excitarme nuevamente.
-- Tomate esto…-- dijo Ashley mientras me ofrecía unas vitaminas, al menos estaría un poco mejor.
-- ¿Te ocurre algo…? …-- pregunto Aoi extrañada mientras me veía cerrar las piernas de esa forma.
-- No tengo el sello…y Christine…no esta tendría que llamarla…podría pasarme nuevamente…-- dije mientras bajaba la cabeza intentando pensar en otra cosa, por que aquellas ganas de seguir empezaban a aumentar y lo mas seguro que no pudiera detenerlas siempre.
-- ¿Tienes su numero o algo para llamarla…? …si me lo dio…tengo los dos pero no tengo móvil…-- dije mientras recordaba lo que me había dicho Christine antes de marcharse a trabajar.
-- No te preocupes…Seguro que Ashley te lo dejara…-- dijo Aoi mientras hablaba con la doctora para que pudiera hacer una llamada, al momento regreso con su móvil en la mano.
Marque los números con los dedos temblorosos, aun estaba algo mareada y la cabeza seguía doliéndome pero gracias a las vitaminas no era tan fuerte como antes.
-- Diga…¿Quién es…?...-- dijo Christine, con un tono como si estuviera en medio de una venta.
-- Christine soy yo Akemi…¿Podrías venir a la academia con un sello…? …Es que el que tenia ha caído y no creo que sirva volver a ponérmelo…-- dije con voz temerosa de lo que me pudiera decir, nunca había soportado las broncas.
-- ¿Pero se puede saber que es lo que has hecho…?...¿Te encuentras bien…? …-- pregunto Christine casi sin control su tono había cambiado radicalmente a miedo.
-- No te preocupes de verdad…todo esta bien…ven y tráeme eso…-- dije intentando calmarla pero sabia que hasta que no hablara con Ashley no estaría tranquila.
-- Muy bien no tardare…espérame en la enfermería…-- dijo Christine mientras colgaba la llamada.
-- No tardara mucho…muchas gracias por dejarme el móvil…-- dije agradeciéndole el favor que me había hecho, solo esperaba que llegara rápido aquello no tardaría mucho en salir nuevamente.
-- Será mejor que vaya a hablar… con el director de lo que ha pasado…-- dijo Aoi, ya que un ataque debería ser notificado aunque no estaba muy segura si fuera la persona mas indicada para saberlo, por mi aquellos tipos los había enviado él precisamente.
-- ¿Podrías esperar y vamos las dos juntas…?... -- pregunte a Aoi para que al menos no me dejara sola ya que me había salvado dos veces de cometer un desastre con una chica inocente.
-- Claro no hay problema…-- dijo Aoi sonriéndome con su habitual expresión de felicidad.
Christine no tardo mas de veinte minutos en aparecer en cuanto llego entro corriendo en la enfermería con cara de miedo, no sabia lo que se iba a encontrarme en cuanto me vio se lanzo para abrazarme esperando que no hubiera ocurrido nada extraño.
-- Christine no se preocupe…se encuentra bien aunque noto que tiene algo de anemia…no se preocupe…no ha ocurrido nada extraño…gracias a Aoi…al menos a ella…-- dijo Ashley mientras se incorporaba poniéndose la mano en la cabeza aun dolorida por el golpe.
-- ¿Le ha pasado algo a alguien…? …-- pregunto Christine algo exaltada esperando lo peor.
-- Bueno esa chica al menos se levantará un poco dolorida y espero que no se acuerde de nada mas…aparte de eso a mí me han golpeado…unos tipos con unos tatuajes de un símbolo japonés…-- dijo Ashley resumiendo muy escuetamente todo lo que había pasado.
Aquella respuesta le ocasiono un escalofrió por toda la espalda, incluso su rostro se marco mas aun el miedo.
-- Esto ya es demasiado…deberíamos de volver a mudarnos a otro sitio…no podemos quedarnos…es demasiado peligroso…-- dijo Christine mientras me colocaba la pegatina, en cuanto sentí su contacto me encontré mas aliviada las ganas que tenia desaparecieron por completo.
-- No quiero volver a mudarme…estoy harta siempre viajando de un lugar a otro…debemos plantarles cara…-- dije envalentonándome, ya estaba harta en todos estos años había ido de un colegio a otro y no conseguí amigos, al fin cuando encontraba alguien no pensaba volver a irme.
-- Pero Akemi…¿Sabes lo que estas diciendo…? … Podrían capturarte y no me perdonaría perderte…-- dijo Christine mientras me abrazaba, note como sus lagrimas resbalaban por su mejilla, aunque no sabría decir si era de emoción o de miedo.
-- Christine…no podemos huir…cuantas veces lo haremos volverán a perseguirnos…seria una vuelta sin fin…tenemos que plantarles cara de alguna forma…-- dije intentando animar a Christine, que al parecer mis palabras tuvieron efecto en ella.
-- Muy bien…¿Pero por donde empezamos…? …-- pregunto Christine un poco liada, mientras se limpiaba las lagrimas, al parecer aquel llanto le había servido para desahogarse, sabia perfectamente que no queria perderme que era lo único que le quedaba.
-- Por aquellos chicos…los del tatuaje que ha dicho Ashley…pero será mejor que lo hagamos nosotras…para empezar es mejor que se lo digamos al director…-- dijo Aoi intentando trazar un plan pero estaba convencida que lo del director no era la mejor idea.
Salimos de la enfermería, en dirección al despacho del director, para contarle lo que había pasado mientras Christine hablaba con Ashley.
Los pasillos se habían llenado de gente, era le recreo y todos estaban de un sitio para otro, aunque no estaban muy concurridos, mientras caminábamos empecé a buscar a Kameko y Etsuko pero no las veía por ninguna parte.
Aoi pregunto a la secretaria si podía ver al director y enseguida nos condujo a su despacho, una vez en el pasillo vimos que su puerta estaba entre abierta cosa que me extraño bastante en cuanto entramos pudimos ver al director atado a la silla y amordazado, algo que me extraño bastante por la conversación que había escuchado.
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero qeu os guste y muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
630
3.588 ATC
LA FECHA SE ACERCA
-- ¿Pero que le ha pasado…?...-- pregunto Aoi extrañada al ver como se encontraba en director, mientras le quitaba la mordaza y yo lo desataba.
-- No lo se…no recuerdo nada solo…que estaba mirando por la ventana los entrenamientos de nuestro equipo de fútbol y sentí un golpe en la cabeza y cuando desperté estaba atado a la silla…intente desatarme pero no pude…-- dijo el director intentando explicarnos lo que había sucedido pero podía observar que en su rostro no había miedo era como si estuviera contando una película pero algo en todo esto no me acababa de encajar.
-- Parece…que no ha sido un robo…todo esta muy ordenado…-- dijo Aoi extrañada; entonces si no habían entrado por algo…¿Qué es lo que querían…? .
-- Muchas gracias a las dos…llamare a la policía para que hagan algunas averiguaciones…y por favor no contad nada a nadie de esto…os lo suplico…es mejor que se lleve con la mayor discreción…-- dijo el director mientras se arreglaba la ropa un poco me fije en su muñeca pero no vi ningún tatuaje ni nada parecido.
-- Si eso…iremos a comer algo y a cambiarnos…-- dijo Aoi sonriendo pero sabia que en esa sonrisa había algo extraño como si desconfiara de algo.
-- ¿Pero…? …-- dije sin terminar de preguntar enseguida note la mano de Aoi sobre mi hombro y como me miraba con una sonrisa.
-- Vamonos seguro que el director tiene que hacer algunas llamadas…y no queremos molestarlo…además tenemos que vestirnos y comer un poco…-- dijo Aoi apretándome un poco el hombro para que saliéramos de allí.
-- De acuerdo…-- dije mientras bajaba la cabeza y le hacia caso.
En cuanto salimos nos dirigimos hacia el vestuario de las chicas, los pasillos estaban bastante llenos de estudiantes algunos se me quedaban mirando, me sentaba fatal era como la atracción de feria, pero aquella sensación tenia que superarla, al fin había encontrado amigas y no pensaba abandonarlas, mientras caminábamos observaba como Aoi estaba buscando alguien o a algo aunque no sabia que es lo que era o a quien.
Una vez llegamos al vestuario, Aoi se encargo de mirar en todas partes para asegurarse de que no había nadie, aquel sitio tenia un olor que me encantaba en cierto sentido, era dulzón y algo agrio, el lugar era bastante grande y muy ordenado había cientos de taquillas al fondo estaban las duchas, se podía oír el goteo del agua cayendo, la habitación estaba iluminada por unas lámparas de neón colgadas del techo.
-- Muy bien no hay nadie podemos cambiarnos…-- dijo Aoi mientras cerraba la puerta del vestuario por dentro.
-- ¿Siempre haces lo mismo…?...¿Mirar por todas partes…? …-- pregunte extrañada aunque sabia la respuesta.
-- Es mejor así…es un fastidio…pero no puedo hacer otra cosa…me encantaría poder desnudarme y ser una mas entre ellas…pero creo que no lo aceptarían de ninguna forma…-- dijo Aoi mientras se encaminaba a su taquilla y abría el candado con combinación.
Por mi parte hice lo mismo, empecé a rebuscar toda la ropa, coloque la de gimnasia dentro y me vestí rápidamente seguidamente cogí el bento, y en cuanto termine me quede por un instante mirando a Aoi su cuerpo aunque algo delgado era bellísimo y su piel parecía de porcelana, pero siempre me quedaba fascinada con su miembro como tenia que sacarlo de dentro de ella y ese pequeño gemido que escuchaba me hacia sentir una oleada de calor pero no era suficiente para que aquella pegatina se despegase.
Una vez que lo tuvo fuera pude verlo en todo su esplendor era maravilloso y muy largo se podía ver las venas latiendo rítmicamente, su olor algo acido impregnando el ambiente era un poco mas fuerte que el que había allí, el calor me fue invadiendo por completo poco a poco se fue apoderando, mi vista se paro en su glande grande rojo y palpitante era muy apetecible, mis sentidos estaban exaltados con aquella visión.
Al momento volvió a introducirlo dentro de ella con otro gemido, aun con toda su belleza me pareció una molestia tener que hacer todo aquello y di gracias por poder esconderlo tranquilamente, se coloco una ropa interior de color negro con encajes muy sexy, y un sujetador a juego con transparencias por donde estaba la copa y encima el típico uniforme escolar quien podría sospechar que debajo de ese uniforme había una chica llena de deseo.
-- Akemi…despierta…¿Te ocurre algo…?...-- pregunto Aoi mientras me miraba como estaba absorta en ella.
-- No nada…tengo mucha hambre…-- dije intentando cambiar de tema pero sabia por descontado que se había dado cuenta de alguna forma que me estaba fijando en ella.
-- Me encanta esa carita de ángel que tienes…es preciosa…-- dijo Aoi mientras se agachaba para darme un beso muy suave en los labios.
Una vez termino salimos de allí y nos fuimos hacia la cafetería para poder coger algunos bocadillos y poder almorzar, mientras pasábamos por los pasillos pude ver a los profesores yendo de un sitio para otro con prisa lo mas seguro para preparar las clases siguiente y como los alumnos hacían lo mismo.
La cafetería era bastante grande al fondo había unas cuantas mesas que como siempre se hacia una especie de grupos para sentarse, y en el otro lado estaba la barra, dentro de ella habían dos chicas con uniformes y rejillas para le pelo sirviendo bocadillos.
-- Me quedare aquí…-- dije ya que no tenia mucha gana de entrar en la cafetería y que se me quedaran mirando.
-- De acuerdo…¿De que clase los quieres…? …-- pregunto Aoi interesándose por mis gustos era extraño, ya que en los demás colegios nadie se preocupaba y siempre comía sola.
-- No te preocupes…de cualquier cosa esta bien…además también tengo mi bento…con solo que me traigas uno me conformo…-- dije para que no se gastara mucho dinero, estaba convencida que con el bento y el bocadillo estaría mas que saciada.
-- Muy bien no tardo…espera…-- dijo Aoi mientras me guiñaba el ojo y me sonreía, entre tanto se ponía en la cola para comprarlos yo me quede mirando la cafetería bulliciosa, intentando observar y comprender a la gente que me rodeaba.
Aoi no tardo mucho en volver con un par de bocadillos y haciendo esto fuimos al campus para poder comerlo tranquilamente había algunas cuantas animadoras sentadas en las gradas y los equipos de fútbol entrenando, nos sentamos a la sombra de varios árboles, pero aquella tranquilidad duro mas bien poco una de las chicas se nos acerco era pelirroja de cabello corto, su rostro era redondeado con unos ojos grandes de color marrón oscuro tenia los labios pintados de color rojo suave en la parte de arriba llevaba una camiseta de color rojo con el nombre del equipo de fútbol en la parte de abajo portaba una minifalda tableada del mismo color y en sus pies unas zapatillas de color blanco en sus manos unos pompones de color amarillo, pero lo que mas me preocupaba es que no venia sola si no con dos de sus amigas.
-- Vaya mira quien tenemos aquí…a la rarita y a su amiga…¿Has encontrado ya miembros para tu club…? …Por que según tengo entendido no aceptas a nadie …-- pregunto la animadora con desden y algo de ironía mientras sus amigas esbozaban una ligera sonrisa.
Aoi me paso el bocadillo mientras yo seguía comiendo, pensé que entre ellas había una rivalidad y podían pelearse.
-- Pues mira por donde…si ya tengo club…y aquí tienes a la presidenta…-- respondió Aoi mientras me señalaba, yo me quede mirándola con el bocadillo en la boca con cara extrañada.
-- Como no…la rarita…y de buenas a primera la has hecho presidenta…es patético…Te di la oportunidad de unirte a las animadoras habrías llegado muy alto…-- dijo la animadora con desden mientras me miraba fríamente.
-- Te dije que no me gustaba…además tenia mis motivos nada mas…-- dijo Aoi como si fuera una disculpa, pero aun así no perdió la sonrisa.
-- Muy bien tu misma veremos cuanto dura tu patético club…vamonos chicas…-- dijo la animadora mientras se largaba de vuelta a su grupito.
-- Al parecer os conocéis…¿Ocurre algo…? …-- pregunte con curiosidad por que el motivo de esa rivalidad, aunque la verdad no pensaba por que seria.
-- No te preocupes se llama Alexandra…me tiene envidia …se podría decir que solo había un puesto de ayudante de la enfermera y delegada y al parecer…la gente me eligió a mi y eso fue nada mas entrar…y se le ha quedado marcado…me tiene envidia es solo eso…¡Vaya un bento! …hacia mucho tiempo que no veía uno…¿Me dejas probarlo…? …-- explico Aoi mientras me preguntaba por la comida del bento, al parecer solo fue una simple disputa así que no le di la mas mínima importancia.
-- Claro…-- respondí mientras destapaba el bento y le ofrecía, al parecer Christine esta vez me había puesto onigiris, eran esos típicos triángulos hechos de arroz y con un relleno en su interior y por lo visto le había puesto mermelada de fresa.
-- Wow…Onigiris hacia tiempo que nos los probaba…mmm están deliciosos…esto me trae muchos recuerdos…-- dijo Aoi mientras le daba un mordico a uno y el relleno le resbalaba por la mejilla, no se que es lo que me impulso para acercarme a ella lo mas seguro es que nadie nos observaba así que lamí la mermelada que resbalaba por la comisura de sus labios, su piel estaba caliente y era muy suave el sabor que tenia la mermelada mezclado con el de su piel era delicioso; en ese momento pensé que lo mismo se enfangaría por eso pero no fue así al contrario lo único que hizo fue sonreírme.
-- Perdón…no se lo que me ha pasado…¿Qué extraño no las he visto…?...-- pregunte mientras bajaba la cabeza y seguía comiendo.
-- ¿A Kameko y Etsuko…?... Yo tampoco antes las andaba buscando pero te aseguro que se donde están…estoy convencida y también que estarán practicando actividades del club…-- dijo Aoi con toda seguridad mientras me sonreía picaronamente, aunque no llegaba a entenderlo.
-- Actividades del club…? …¿En horas de clase…? …-- pregunte extrañada aunque no suponía que fuera lo que me iba a mostrar.
-- Ven acompáñame…y te lo muestro…-- dijo Aoi mientras recogía el bento y prácticamente me arrastraba al cuarto que habíamos alquilado, al acercarnos escuche como unos ligeros gemidos que salían de el no sabia que es lo que podía ser.
Aoi abrió la puerta y entre la habitación estaba un poco mejor arreglada al menos teníamos algo de luz pude ver al fondo a Kameko que estaba sentada semi desnuda con la falda solamente puesta y su ropa interior en sus pies en la parte superior no tenia nada, aunque no pensé que le hiciera falta, encima de ella estaba Etsuko sentada encima de ella, el miembro de Kameko estaba en su interior mientras que este no dejaba de entrar y salir con fuerza, al parecer era bastante grande y grueso pero sin llegar a nuestros tamaños sin embargo el de Etsuko era mas pequeño y llevaba atada una cinta de color rojo.
Ni siquiera prestaron atención a nuestra llegada Aoi se quedó mirándolas con una sonrisa en su rostro y una mirada deseo contenido, Kameko seguía arremetiendo con fuerza a Etsuko una y otra vez sin descanso podía ver como los flujos de ambas se mezclaban manchando el potro de gimnasia donde se encontraban, parecía que no queria dejarle descanso ni tregua, era una visión indescriptible podía ver como los pechos de Kameko botaban y se restregaban contra la espalda de Etsuko con los pezones duros como piedras, sus gemidos de placer inundaban la estancia menos mal que nos encontrábamos en un lugar apartado pero cualquiera que se acercara se daría cuenta rápidamente pero al menos solo nosotras teníamos las llaves.
Por mi parte no podía apartar la mirada pero me sentía indiferente de alguna forma pero si esto es lo que Aoi decía que eran actividades del club; la verdad que eran muy relajantes.
-- Toma esto…es por lo que me hiciste antes en la clase…no pienso parar…Hasta que me pidas perdón…-- dijo Kameko como si estuviera vengándose de ella, por lo de antes, su ritmo aumento tanto en velocidad como en fuerza era increíble como salía y entraba aquel miembro grueso y pulsante dentro del sexo de Etsuko una y otra vez sin descanso alguno buscando un lugar dentro de ella, podía ver como los flujos de ambas caían al suelo resbalando por la tapicería del potro de salto.
-- Déjame…que me corra. por favor…quiero hacerlo…-- dijo Etsuko mientras intentaba seguir el ritmo que llevaba Kameko que cada vez se hacia mas fuerte podía escuchar claramente como sus cuerpos chocaban una y otra vez en un ritmo constante, y como aquel miembro la taladraba sin piedad.
-- Sabes que no te voy a dejar que lo hagas…quiero que sientas mi semen dentro de ti…-- dijo Kameko mientras seguía una y otra vez sin piedad la cara de Etsuko era todo un poema tenia los ojos entre cerrados y su pequeño miembro, estaba a punto de reventar tenia las venas muy marcadas y no hacia mas que latir, al momento pude ver la cara de Kameko como cerraba los ojos y tensaba su cuerpo, las venas de su sexo se marcaron con mucha mas fuerza el cuerpo de Etsuko se tenso de sobremanera mientras las manos de Kameko la agarraban con fuerza su cintura haciendo que entrase por completo en su interior, los gemidos de ambas se mezclaron en una oda de placer indescriptible estaba segura que un rió de semen caliente y espeso la inundaba por dentro llenándola por completo, incluso pude ver como salía por fuera de ella junto con sus flujos, los ojos de Etsuko estaban entre cerrados pero aun así pudo decirme algo en tono bajísimo.
-- Por favor desata el lazo…-- dijo Etsuko en voz muy baja, mire su sexo y pude verlo totalmente tenso y sus venas muy marcadas acerque mi mano y deshice la prisión que tenia inmediatamente como si fuera una manguera Etsuko empezó a soltar semen aquello no parecía parar tanto yo como Aoi terminamos empapadas casi por completo lo mismo que el suelo, pero la cara de Etsuko era todo increíble de todo el placer que estaba obteniendo al liberar aquella pequeña prisión, era como si hubiera descorchado una botella de champán que no paraba de manar, podía incluso compararse conmigo, pasaron como dos minutos y aquello se detuvo.
-- Vaya parece que es…casi como lo mío…con lo pequeño que es…-- dije mientras intentaba limpiarme lo que me había caído encima pero aquello era casi imposible además el olor que tenia era bastante fuerte.
-- Por eso mismo no la dejo que se corra…cuando lo hace no para y quiere mas…además es un castigo por hacerme lo que me hizo esta mañana …-- dijo sonriendo con malicia aunque sabia que se llevaban muy bien.
-- ¿Qué paso en la revisión…? …-- pregunte extrañada cuando la deje estaba discutiendo con la enfermera por la falda.
-- Pues tuvimos una discusión al parecer…y me quede con la falda por lo menos no sucedió nada raro…-- dijo Kameko mientras se levantaba y se vestía lo mismo que Etsuko y empezaban a limpiar aquel desastre pero el olor fuerte estaba segura que nos quedaría en la ropa y ahora teníamos clase.
-- Lo siento…-- dijo Etsuko mientras bajaba la cabeza y se ponía algo roja.
-- Es tu culpa y lo sabes…después en casa tendré que castigarte…-- dijo Kameko mientras le cogia de los carrillos y se los estiraba con fuerza, aquel gesto me recordó a Japón a veces lo hacíamos y me divertía mucho.
-- ¿Sabes presidenta…?... debelas de sonreír mas…estas muy linda así…-- dijo Aoi mientras limpiábamos aquel estropicio, estuvimos como cerca de diez minutos.
-- No seria mejor pedir un club con una baño seria lo ideal…al menos podíamos arreglarnos un poco…-- dije previendo posibles cosas como esta, en cuanto lo dije Aoi se quedo pensativa por un momento.
-- Tienes razón pero debemos quedarnos al menos un mes en este…-- dijo Aoi mientras terminaba de limpiar.
-- ¿Y eso por que…? …-- pregunto Kameko extrañada mientras terminaba de vestirse.
-- La próxima reunión para los clubes es en ese tiempo…además ya somos un club oficial…esa reunión es para coger a los rezagados aunque creo que no cogeremos a nadie…-- dijo Aoi segura de que nadie mas entraría en el club, pero ni ella ni yo sabíamos lo que pasaría.
En cuanto acabamos, escuchamos un ruido proveniente de la parte de atrás del club, en el que había una pequeña ventana, pudimos ver una sombra salir corriendo de allí a toda prisa.
-- Alguien nos ha descubierto…-- dijo Kameko saliendo del club a toda prisa y corriendo hacia la parte de atrás al llegar nosotras vimos que parte de las plantas estaban rotas, al parecer se habían apoyado en algo para poder ver lo que estábamos haciendo.
-- ¿Y ahora que hacemos…? …Alguien sabe lo que somos…y podría ir contándolo por ahí…no quiero cambiar de nuevo de academia…-- dijo Etsuko cerrando el puño con rabia.
-- No quiero que me separen de ti…-- dijo Etsuko con lagrimas en sus ojos al parecer estaban muy unidas.
-- Tranquila…no te separan de nadie…Además sabemos que es una chica…-- dijo Aoi con toda seguridad mientras miraba las plantas aplastadas.
-- ¿Cómo lo sabes…? …-- pregunto Kameko mientras observaba las plantas aplastadas lo mismo que yo, solo podía ver que estaban mojadas.
-- Por que al parecer alguien se ha divertido…mientras os observaba…en las actividades del club…-- dijo Aoi con toda seguridad y pensé que no se equivocaba, pero el problema era ahora descubrir quien era.
-- Es mejor no pensarlo… pero como diga algo se las vera conmigo…-- dijo Kameko enojada por aquello y no le faltaba razón alguna.
Al momento sonó la sirena haciéndonos saber que teníamos que ir a clase y decidimos no volver a pensar en aquello pero debíamos estar atentas de lo que pasara.
En cuanto entre en casa la mayoría se me quedo mirando, y empezaron a cotillear aparte del olor fuerte que llevaba encima que no podía disimular, al momento empezó la clase de algebra y como siempre me sacaron a la pizarra para hacer algunos de los problemas, al terminarlos la mayoría se me quedaron mirando con cara de odio, pensé que aquello estaba a punto de reventar por algún lado y como siempre me pillaría en medio de todo.
En cuanto termino la clase, empecé a repasar los problemas, para tenerlos frescos sabia que era la fecha y que se acecharían los exámenes, una vez que lo hube hecho me quede por un momento mirando como las demás estaban sentadas en grupos charlando y demás, en el fondo me sentía sola pero, había descubierto unas excelentes amigas, mientras estaba absorta en mis pensamientos no me di cuenta, que Alex se acerco a mi con una nota.
-- Tu!…rarita…toma una nota que me ha dicho Aoi que te la de…-- dijo Alex mientras mascaba chicle, aunque me era extraño, Aoi podía venir a mi curso a entregármela personalmente, pero pensé que estaría ocupada.
-- Gracias…-- dije agradeciéndoselo mientras se marchaba.
-- ¿Qué es lo que pone…? …-- pregunto Kameko con curiosidad casi lanzándose encima de mi espalda, poniéndome los brazos por encima de los hombros.
-- "Te espero en el gimnasio al terminar las clases." …-- dije leyendo la nota, aunque me era extraño por que citarme en el gimnasio si teníamos el club, no le preste mucha atención.
-- ¿Qué raro…? …Aunque lo mismo ha descubierto algo… y quiere contártelo…-- dijo Kameko, intentando encontrar una explicación pero sabia que no la encontraba lógica de ninguna forma.
-- Kameko!!!...-- dijo Etsuko entrando por la puerta de la clase corriendo.
-- Parece que os lleváis muy bien…-- dijo con algo de celos en la voz.
-- La conozco desde que éramos pequeñas…y aparte desvelamos nuestros secretos la una a la otra…ya llevamos mucho tiempo de amigas…-- dijo Kameko explicándomelo, pero cuando me lo dijo fue como si una ola de celos conquistara mi corazón, ojala hubiera tenido algún amigo así, pero lo único que conseguí fueron enemistades.
-- ¿Podrías hacerme un favor…? …-- pregunte intentando prepararme por si acaso no era Aoi la que venia.
Pero en cuanto gire la cabeza, pude ver el rostro de Kameko con los colores subidos a sus mejillas mientras Etsuko sonería maliciosamente, pude ver que su mano izquierda estaba dentro de su falda por la parte de atrás, aunque no quise imaginarme mas por si pasara algo.
-- Di…me!… De…esta te …castigare…en cuanto lleguemos a casa…-- dijo Kameko intentando contener los gemidos de placer, podía ver como los pezones se marcaban desafiantes a través de su blusa, aparte el sexo empezó a marcarse por debajo de su falda.
Por suerte en ese justo momento sonó la sirena de salida y Etsuko saco la mano de la falda y se relamió uno de los dedos mojados, mientras se despedía sonriendo a Kameko.
-- Si pudieras acompañarme al gimnasio…por si pasa algo…-- dije mientras veía a Kameko con una cara de enfado y la verdad no podía culparla por eso, ya era la segunda vez que se lo hacia, parecía como si quisiera calentarla y lo estaba consiguiendo.
-- Maldita Etsuko…siempre me hace lo mismo…ahora tengo que calmarme…y encima no puedo ir al baño…después se lo haré pagar con creces…No te preocupes te acompañare…-- dijo Kameko mientras se sentaba e intentaba respirar con tranquilidad y tranquilamente bajaba el bulto de su falda poco a poco.
-- Gracias…--dije agradeciéndole que me ayudara.
-- No tienes por que …darlas…-- dijo Kameko mientras su respiración volvía a la normalidad, lo que no me explicaba es como no las habían pillado hasta ahora y mas haciendo lo que hacia delante de todo el mundo.
La siguiente clase paso tranquilamente, antes de salir vi aquel chico que intento ligar con ella, se acerco para hablarle no podía creer que volviera a intentarlo, aunque el pobre me daba pena, de mientras arreglaba mis cosas intente escuchar que es lo que decían.
-- Hola Kameko…se que soy un pesado…pero lo mismo te gustaría salir conmigo…también se que me has dicho que "no" un montón de veces…-- dijo el muchacho con una cara seria parecía que no iba a rendirse.
-- Escucha Steve…no puedo salir contigo...ya lo sabes…-- dijo Etsuko volviendo a rechazarle nuevamente, aunque me daba pena el pobre sabia que si pasara algo entre ellos se llevaría una sorpresa muy grande quizás demasiado.
-- Mira te he traído flores…-- dijo Steve mientras sacaba algo de su espalda un pequeño ramo de flores silvestres.
.. Steve como tengo que decirte que no me gustan las flores…y que no me gusta ninguna de las cosas que normalmente hacen las chicas…yo tengo mi propio estilo nada mas…-- dijo Kameko cogiendo las flores y guardándolas debajo de la mesa casi sin prestarles atención.
-- Bueno de acuerdo no te volveré a traer flores…¿Pero saldrás conmigo…? …-- pregunto el joven con ilusión aunque sabia la respuesta de Kameko.
-- No voy a salir contigo…lo siento Steve…-- dijo Kameko rechazándole en ese momento la cara del muchacho cambio de golpe a tristeza.
-- De acuerdo …pero no me pienso dar por vencido… dijo Steve mientras salía de la clase en mi interior me daba mucha pena el pobre pero era una mezcla de risa y tristeza.
-- Pobrecillo…me da pena…-- dije compadeciéndome de el, aunque no perdía la esperanza y eso era lo importante.
-- A mi también me da pena pero no puedo salir con el…además no me gustan las flores…-- dijo Kameko mientras recogía sus cosas y nos preparábamos para ir al gimnasio.
-- Muy bien estoy lista vamos…aunque me extraña que nos cite allí…-- dijo Kameko mientras atravesábamos los pasillos casi vacíos en dirección al gimnasio por el camino vimos a Etsuko mientras salía de su clase en compañía de unas amigas.
-- ¿No os vais…?...-- pregunto Etsuko al acercarse a nosotras y dejando el grupito en el que estaba.
-- Tenemos que ir al gimnasio…Al parecer Aoi le ha dado una nota…-- respondió Kameko con cara de enfado por lo visto aun le duraba el enfado pro lo que le había hecho, pero sabia que en el fondo se llevaban genial, era una forma especial de amistad que tenían.
-- ¿Si queréis os acompaño…? …-- pregunto Etsuko mientras se agarraba al brazo de Kameko fuertemente.
-- Es mejor que te vayas…no quiero que te regañen tus padres…-- dijo Kameko pensando en que lo mismo podría llegar algo tarde.
-- Muy bien…recuerda que mañana salimos…mas temprano…-- dijo Etsuko mientras le guiñaba un ojo con picardía y se alejaba con sus amigas para salir de allí.
Yo me quede extrañada por lo que había hecho y por el motivo en que tendrían que salir mas temprano pero no le preste atención lo mas seguro serian cosas suyas.
Seguimos caminando por aquellos pasillos vacíos, solamente iluminados por la luz del sol que se ocultaba y las luces de neón del corredor, en nuestro paseo vimos algunas limpiadoras dentro de las clases salimos afuera de la academia y nos dirigimos al gimnasio que estaba justo detrás de esta.
Al llegar abrimos la puerta y entramos no se escuchaba nada en absoluto; era una estancia grandísima en el centro había dos canchas de baloncesto y a su lado gradas donde la gente se sentaba, la iluminación era por unos focos pero lo que me extraño que solo estaban iluminadas las canchas el resto estaba en oscuridad por completa, me quede por un instante en la puerta mirando como absorta por la oscuridad que reinaba en aquel lugar a excepción del centro, era como si me llamara de alguna forma.
-- ¿Te ocurre algo …? …Eh…¿Te encuentras bien…? …-- dijo Kameko mientras movía la mano delante de mi para hacerme reaccionar.
-- ¿Eh…? …No lo se siento como si pasara algo…como si algo no estuviera bien…-- dije mientras miraba la oscuridad incluso me pareció que se movían unas sombras en ella.
-- No te preocupes…Si es cierto que se ve algo tenebroso…pero no creo que Aoi te citara aquí sin motivo…-- dijo Kameko mientras nos acercábamos a las canchas de baloncesto. En cuanto estuvimos en el centro escuche como la puerta se cerro detrás de nosotros, un escalofrió recorrió mi espalda habíamos caído en una trampa, pero no podía ser de Aoi era imposible me negaba a creer eso.
--Vaya…que fácil ha sido que cayeras…siendo una genio como eres…-- dijo una voz que me resulto muy familiar era la de Alex.
-- ¿Qué es lo que quieres de nosotras…? …-- dijo Kameko soltando los libros mientras se ponía delante mía para defenderme.
-- De ti nada precisamente…la queremos a ella…lo que me sorprende es que hayas hecho amigas…-- dijo Alex con un tono de desprecio, intentando herirme pero de momento no lo estaba consiguiendo.
-- Baja y ya veremos que es lo que pasa…-- dijo Kameko enfurecida, lo que queria era que se descubriese o la menos saber donde estaba ya que el equipo de megafonía ponía la voz en todas partes.
-- Escucha marimacho…no tienes nada que ver en esto…así que permitiré que te vayas …si no créeme que sufrirás y mucho…-- dijo Alex amenazándole, ante esa situación no sabia como reaccionaria Kameko no queria que sufriese ningún daño y menos por mi culpa además no nos conocíamos tan bien para que la dejara arriesgarse por mi.
-- Es cierto…no tengo que ver nada en esto…y no debería de preocuparme…-- dijo Kameko mientras bajaba la cabeza, aquellas palabras aunque sabia que eran verdad me dolieron como si atravesaran mi corazón, pero por suerte no había terminado de hablar.
-- Pero es mi amiga…y si le pasa algo…no pienso dejarla sola…cosa que no creo que lo entiendas…-- dijo Etsuko, aquellas palabras me alegraron de sobremanera, nadie se había comportado así conmigo en el pasado siempre había tenido que resolver mis problemas por mi misma, nadie se arriesgaba, incluso casi llegue a llorar de la emoción para ocultarlo lo único que hice fue bajar la cabeza.
-- Muy bien tu lo has querido…si quieres morir tu misma…-- dijo Alex con tono de enfado en seguida se hizo el silencio y escuchamos unos pasos que parecían rodearnos, cuando salieron a la luz pudimos ver a los tres chicos de la otra vez que me amenazaron, pero esta vez sus ojos resplandecían de color rojo parecían que estaban como poseídos en cierta forma aquellos símbolos de sus manos brillaban fuertemente del mismo color.
-- Vaya los imbeciles de la otra vez…no tengo ni para empezar con vosotros…será mejor que os vayáis…-- dijo Kameko advirtiéndoles de lo que podría pasarlos y la verdad sabia que si estuvieran en forma normal les vencería sin problemas pero aquellos ojos me daban la impresión de que no era así.
Teníamos dos de ellos delante y uno detrás de mi, Kameko se puso enfrente intentando averiguar quien de ellos atacaría en primer lugar, pero no había forma de saberlo, solo estaban allí parados con una sonrisa diabólica en sus rostros mientras nos miraban con maldad.
-- Se acabo estoy harta de esperar…-- dijo Kameko y como un relámpago se lanzo a por uno de ellos, su ataque con una velocidad sorprendente se dirigió hacia el estomago y en un instante acertó de pleno pero el muchacho ni siquiera se inmuto Kameko levanto la cabeza para ver que es lo que pasaba y el chico solo miro hacia abajo sonriendo y de un bofetón con el revés de la mano y Kameko cayo al suelo delante de mi.
-- Será mejor que no te metas…no podrás con ellos…-- dije intentando prevenirla pero Kameko solo se paso la mano por la mejilla que tenia enrojecida por el golpe.
-- Crees que unos mierdas como estos…van a hacerme que me rinda…de eso nada de aquí saldremos las dos juntas…-- dijo Kameko volviéndose a lanzarse al ataque esta vez empezó a dando una patada que enseguida el muchacho esquivo volvió repitiendo una serie de patadas pero ninguna acertaba de pleno en su objetivo los movimientos del muchacho eran rápidos y muy precisos pero en un descuido Kameko lanzo un ataque con su puño acertando en el pecho directamente que le hizo caer a su contrincante al suelo y desplazándole unos cuantos metros.
-- Ves no son tan fuertes…-- dijo Kameko mientras giraba la cabeza y me sonreía.
-- Cuidado…pero aquella sonrisa iba a durarle poco con una velocidad endiablada el muchacho se puso en pie de un salto y volvió al ataque, soltó una serie de golpes que pillaron pro sorpresa a Kameko dándole en el pecho y el estomago, poco a poco las fuerzas iban abandonándole y la hacia retroceder por los menos pudo reaccionar parcialmente cubriéndose algunos pero uno de ellos acertaron en su rostro haciéndola caer al suelo nuevamente.
-- Será mejor que no..te metas…tengo que entregarme… -- dije mientras me acercaba a Kameko y le acariciaba el rostro, al momento me levante y me dirigí hacia uno de ellos, pero note como una mano me agarraba el tobillo con fuerza, no podía ser no tenia casi fuerzas después de semejante paliza.
-- Te he dicho que de eso nada…que de aquí saldremos las dos juntas…-- dijo Kameko mientras se levantaba medio tambaleándose por la cantidad de golpes, al instante escupió un poco de sangre al suelo, al parecer le habían roto alguna costilla, pero no queria que le hicieran mas daño pero no podía impedir que hiciera esto tampoco.
-- No quiero que te hagan daño por mi culpa…-- dije con lagrimas en los ojos, era la primera vez que decía esto por alguien.
-- No te preocupes…no lo hago solo por ti…si no por las dos…además somos amigas...-- dijo Kameko sonriéndome lo mejor que podía.
El muchacho que se encontraba detrás de mi me cogio con fuerza haciéndome retroceder intente resistirme pero no podía hacer nada su fuerza era descomunal.
Entre tanto los dos rivales que tenia Kameko se lanzaron hacia ella, no pensé que pudiera salir de allí con vida…
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aqui os dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
630
3.588 ATC
VIENEN A POR MI
Kameko empezó a lanzar sus mejores golpes pero ninguno acertaba y los muchachos con un simple movimiento hicieron caer a Kameko al suelo y comenzaron a darle una paliza, ella intento protegerse lo mejor que podía de aquellos ataques pero estaba recibiendo demasiado castigo no iba a permitir lo que le estaban haciendo, aunque se hubiera arriesgado por mi.
-- Dejadla en paz ya me tenéis…que es lo que queréis mas …-- dije casi llorando al ver lo que le estaban haciendo a la pobre Kameko.
-- Nada solo divertirnos…además tu eres el plato principal de todo esto…-- dijo Alex con un tono de malicia en su voz, no sabia lo que me tenían preparado pero seguramente no seria nada bueno.
Aquellos chicos empezaron a acercarse lentamente relamiéndose los labios, no se por que pero sentí un escalofrío que recorrió toda mi espalda, no podía hacer nada estaba completamente inmóvil.
En ese momento escuche un grito desgarrador proveniente detrás de mi, y el muchacho cayo al suelo cuando me gire vi que tenia una especie de sello en su frente y a Christine que portaba varias de aquellas cosas en la mano.
-- ¿Cómo nos habéis encontrado…? …-- pregunte sorprendida y a la vez con alegría de que estuvieran allí.
-- Cuando salí me encontré con Christine…al parecer nos había venido a recoger…pero tu no habías salido de allí y me resulto raro…fuimos al club pero tampoco estabas por allí por suerte pasamos cerca del gimnasio buscándote y escuchamos la pelea y por lo visto te encontramos…-- dijo Aoi explicando lo que había pasado y era un gran alivio que hubieran venido.
-- Vaya mira quien tenemos aquí…Aoi ahora que tengo la oportunidad…no saldrás viva de aquí…matadlas a las dos…AHORA!!!...-- dijo Alex por megafonía gritando al ver a Aoi parecer ser que se había enfadado mas.
-- Esa es Alex…no puede ser tan estupida…de haberte hecho esto…-- dijo Aoi sorprendida al escuhar la voz por megafonía.
-- Eso no importa ahora…yo me encargare de estos dos…tu ve por esa tal Alex y Akemi ocúpate de tu amiga…-- dijo Christine preparándose para el combate, mientras que Aoi salía corriendo en dirección hacia la sala de control del gimnasio, entre tanto Christine se lanzo a por ellos rápidamente, a su vez reaccionaron olvidándose de Kameko y lanzándose a por Christine que empezó a esquivar sus golpes ágilmente, al parecer no tenia la intención de hacerles ningún daño solo de ponerles aquellos sellos en su frente.
Los chicos seguían lanzando golpes contra Christine que esta a su vez seguía esquivándolos fácilmente en esto detuvo sus puños uno por cada lado y con un movimiento felino salto por encima de ambos colocándose a su espalda y poniéndoles el sello en su frente en ese momento cayeron al suelo con un grito desgarrador, entre tanto me acerque a Kameko para ver como se encontraba, por suerte solo tenia magulladuras y algunos moratones, no podía creer lo que había hecho por mi era sorprendente.
-- Voy a ayudar a Aoi quiero saber por que tarda tanto…-- dijo Christine mientras salía corriendo en dirección hacia donde había ido Aoi.
No pude mas que darle un beso en la cara a Kameko en agradecimiento por lo que había hecho, enseguida abrió los ojos y se me quedo mirando con un sonrisa.
-- Auch…duele…ha sido una buena pelea pero tengo que mejorar…-- dijo mientras se incorporaba lentamente.
-- No debiste haberlo hecho…-- dije bajando la cabeza y con los colores subidos en las mejillas.
-- No te preocupes…como te dije somos amigas y no pienso dejar que te pase nada…-- dijo Kameko mientras se pasaba el dedo por la nariz que sangraba algo.
-- Muchas gracias…-- dije sin dejar de levantar la cabeza por el rubor de mis mejillas.
-- Tranquila además Aoi y tu habéis hecho mucho mas para Etsuko y para mi al menos tenemos un club…Será mejor que vayamos con Aoi a ver que es lo que pasa con Alex…-- dijo Kameko levantándose y arreglándose un poco el uniforme, que estaba lleno de polvo y algo rasgado.
-- ¿No te dirán…nada tus padres al verte así…?...-- pregunte mientras nos dirigíamos hacia la sala de control.
-- Me darán el sermón como siempre…antes me metía en peleas y también salía así…algunas veces incluso peor…pero bueno es solo un sermón…además no ha podido ser por mejor motivo…-- dijo Kameko mientras caminábamos y se intentaba arreglar algo la falda.
Al llegar a la sala de control pude ver que era un sito no muy grande lleno de paneles de control pero tenia la vista de todo el campo de juego, Christine y Aoi se encontraban delante de la silla en donde se supone que debería estar Alex.
-- ¿Qué pasa…? …-- pregunte extrañada al verlas tan calladas y me temí lo peor de todo.
-- No te preocupes parece ser que esta desmayada…nada mas…eh! despierta…-- dijo Christine mientras le golpeaba la cara suavemente para que reaccionara.
-- ¿Pero…? …¿Qué hago yo aquí…?...¿Quien es usted…? …¿Es una broma tuya Aoi…?...-- pregunto Alex casi sin respirar al parecer no tenia recuerdo de lo que había hecho ni marca alguna por lo que parecía ser.
-- ¿No recuerdas nada...de lo que ha pasado…?...-- pregunto Christine extrañada mientras intentaba averiguar si tenia alguna marca en sus muñecas.
-- No recuerdo nada …desde que fui a almorzar…en ese momento es como si me hubiera quedado dormida…-- respondió Alex intentando recordar que es lo que había ocurrido, pero sin suerte ninguna.
-- Es una pena…no podemos sacar anda en claro…y al parecer no van a detenerse ante nada …-- dijo Christine pensando que empezaban a acorralarnos.
-- Bueno al menos sabemos una cosa mas…que los vendedores de la cafetería están implicados…tendremos que tener cuidado con ellos…-- dijo Aoi sonriendo, mientras miraba a Alex que aun estaba confundida mirando hacia todas partes.
-- Aoi si esta es una broma tuya es de muy mal gusto…esta me la pagaras…-- dijo Alex largándose con orgullo pero cuando paso por delante de Kameko esta reacciono.
-- Escucha Alex no te conozco de nada…y no me importas…pero si por un solo momento me entero de que tienes algo que ver en todo esto…te las haré pagar…-- dijo Kameko mientras se crujía los dedos como amenazándola cosa que entendió muy bien ya que podía verse en el rostro de Alex el miedo que le tenia.
-- Escucha marimacho…no se ni lo que ha pasado te enteras…no tengo nada que ver…ahora si me dejas pasar…-- dijo Alex con tono de miedo pero aun con orgullo, al instante Kameko la dejo pasar e inmediatamente Alex acelero el paso para salir de allí.
-- Bueno…¿No me vas a presentar…? …-- pregunto Christine, intentando olvidar lo que había pasado pero sabia que no podría quitárselo de la mente y aun estaba dándole vueltas.
-- Si claro…ella es Kameko…esta en la clase de Akemi…-- respondió Aoi presentándolas, enseguida Kameko saludo con un apretón de manos que incluso Christine noto su fuerza.
-- Vaya…parece que eres muy fuerte…-- dijo Christine mientras se acariciaba la mano para que se fuera el dolor.
-- He tenido que aprender a defenderme…Anda…tengo que darme prisa si no me la van a liar mas aun…ha sido un placer…Nos vemos mañana…-- dijo Kameko saludando al mas puro estilo oriental y saliendo de allí a toda prisa.
-- Tu eres Aoi…¿Verdad…? …Me ha dicho Akemi que sois muy buenas amigas y gracias a ella has formado un club…Encantada de conocerte…-- pregunto Christine dándole un abrazo que no se esperaba Aoi.
-- Igualmente es un placer…-- dijo Aoi algo sonrojada por aquel efusivo saludo.
Después de eso Christine salio de la sala de control y se agacho un poco para decirme algo al oído.
-- Recuerda…Invítala a casa…-- dijo Christine con voz baja, en cuanto lo escuche los colores subieron a mis mejillas.
-- Parece muy amable Christine…además…al parecer tiene algunas dotes que no son muy visibles a simple vista…-- dijo Aoi haciéndose un juicio en cuanto vio a Christine y no se equivocaba.
-- Si…tienes…tiempo…puedes venir…a…casa…para…estudiar…-- dije bajando la cabeza algo avergonzada y esperanzada en que aceptara la invitación aunque lo mas seguro tendría algunas cosas que hacer y seria comprensible.
-- Será un placer…-- dijo Aoi sonriéndome calidamente, era increíble no sabría decir si era por que su miembro estaba todo el tiempo dentro de ella o por que era así pero esa sonrisa siempre me reconfortaba.
Bajamos de la sala de control y nos fijamos que Christine nos estaba esperando en la salida del gimnasio asegurándose de que no hubiera nadie por los alrededores.
-- ¿Vas a dejarlos hay tirados…?...-- pregunto Aoi extrañada por lo que estaba haciendo.
-- No te preocupes…se despertaran dentro de una hora…sin recordar nada…-- dijo Christine mientras salíamos de allí, recorrimos los pasillos y salimos de la academia no se por que pero al salir note como si alguien nos observara desde algún sitio, me gire por un instante para intentar observar quien pudiera ser pero no veía nada.
-- Akemi…¿Te ocurre algo…? …Vamos entra…-- dijo Christine, metiéndome prisa, al instante me puse en el asiento de atrás y me quede mirando por la ventana al cielo viendo aquellos preciosos colores anaranjados, pero sentía algo extraño dentro de mi como si supiera que algo estaba apunto de ocurrir.
No tardamos mucho en llegar a casa parecía que todo estaba como siempre había algunos niños jugando fuera, los bares y su continuo entrar y salir de clientes con su ruido típico. Entramos en el portal y subimos a casa en cuanto entramos Aoi se quedo como sorprendida, al parecer se esperaba otra cosa.
-- Aoi…¿Pasa algo…? …-- pregunto extrañada al comprobar la cara de Aoi de sorpresa.
-- No,…nada solo que me esperaba algo mas oriental…-- respondió Aoi mirando hacia todas partes.
-- Si es verdad…pero así es como me siento mas cómoda…y si le gusta a Akemi…las dos estamos bien…bueno…¿Qué es lo que queréis para comer…? …-- pregunto Christine con intriga.
-- Me gustaría probar algo de Yakisoba si tiene claro…no me gustaría que fuese una molestia…-- dijo Aoi pensando en un plato al parecer tenia nostalgia de su país lo mismo que yo.
-- Bueno tendría que ir a comprarlo…pero no te preocupes…no tardare mucho…y ahora poneos a estudiar de mientras…-- dijo Christine mientras recogía el bolso y salía a comprar los ingredientes.
-- Bueno será…mejor que nos pongamos a estudiar…-- dije con la cabeza agachada aun mientras la guiaba para mi habitación a recoger algunas cosas.
-- Vaya así que esta es tu habitación…Es muy linda…-- dijo Aoi mientras empezaba a mirar por todas partes.
Me acerque por un momento al ordenador para recoger unos apuntes y en ese momento sentí como Aoi se lanzaba encima mía y ponía suavemente sus labios cerca de mi oído comenzando a susurrarme.
-- Sabes me encanta esa carita de Ángel…tan sonrojadita…-- dijo Aoi casi susurrándome, aquello hizo que me recorriera una descarga eléctrica por mi espalda, empezaba a notar como la pegatina comenzaba a despegarse lentamente y no sabia que hacer si dejarlo o continuar con el juego.
Al instante note como su lengua calida empezaba a pasearse por mi oído lentamente sin prisa recorriéndolo hasta llegar al lóbulo y en ese momento note un mordisco suave pero con firmeza que me hizo decidirme, enseguida sentí como aquella cosa se empezaba a apoderar de mi lentamente y como la pegatina desaparecía por la presión de aquel monstruoso miembro que ahora empezaba a erguirse lentamente, por debajo de mi falda.
En ese momento note a Aoi que se retiraba me di la vuelta y vi que se sentaba en la cama, al instante se levanto la falda y bajo su ropa interior que estaba empapada su miembro salio al instante de dentro de ella que emitió un gemido de placer, estaba completamente mojado por sus flujos que ya empezaban a mojar mi cama, solo me hizo una señal con su dedo para que me acercara, podía notar como la sangre me hervía de sobremanera y tenia muchísimas ganas.
Me acerque lentamente y arrodillándome note su calor que casi quemaba, coloque mi pequeña boca en el glande de su miembro y lo bese con delicadeza y seguidamente lo introduje notando su dureza y a la vez su flexibilidad, comencé a mover la lengua mojándolo tanto como pudiera, el sabor de sus flujos y mi saliva se mezclaron y me resultaba delicioso, podía sentir en mi boca como las venas palpitar al ritmo de su corazón, por un momento Aoi cogio mi cabeza y la levanto mirándome a los ojos, podía ver su cara de placer, su sonrisa perenne ahora transformada.
-- Quiero que me mires a los ojos…-- dijo Aoi casi susurrándome por el placer que estaba teniendo.
No la defraude empecé a mover mi cabeza lentamente, haciendo que aquel miembro suyo se introdujera todo lo que podía en mi boca, mientras lo mojaba de saliva, su sabor era algo salado pero delicioso, veía como la cara de Aoi se desfiguraba por el placer su respiración era cada vez mas deprisa y sus gemidos empezaban a inundarlo todo, notaba por su cara que el orgasmo estaba cerca, coloque mi mano en su sexo femenino e introduje los dedos lentamente fue como si me los absorbiera se deslizaron rápidamente hacia su interior y en aquel momento soltó un gemido que lleno la habitación pensé que seguramente los vecinos lo habrían notado pero ni siquiera me importaba.
Sentí como su presión aumento de sobremanera haciendo que aquel miembro llegase a mi garganta, intente acelerar el ritmo de mis dedos todo lo que pude su respiración era muy agitada, su cara estaba dominada por el placer intenso que esta recibiendo sin cesar, enseguida note como su cuerpo se tenso y las venas de su miembro se ponían incluso mayores, note con la lengua como su sexo daba pequeños empujones para hacer que tuviera un orgasmo y al fin sentí todo aquel rió de semen caliente y espeso lanzado directamente a mi garganta, mientras se mezclaba con la saliva no pude mas que tragármelo y saborearlo, no sabia por cuanto tiempo estaría teniendo el orgasmo pero empezaba a faltarme la respiración, entre tanto sentí como mis dedos se mojaban aprisionados por su interior de sobremanera; con todos sus flujos calientes que salían de ella mojando la cama.
No pude mas que toser por aquellos y retirarme de golpe mientras tosía pro la cantidad que tenia en mi garganta, incluso el semen aun salía estando atragantada.
-- Ha sido maravilloso…es increíble parece que tienes ganas…y no te pienso defraudar…-- dijo Aoi sonriéndome con lujuria en su rostro.
En ese momento no se lo que paso por mi mente pero alce mi falda me apoye contra la pared puse mis manos en mi sexo y lo abrí ofreciéndoselo, mientras notaba la presión en mi monstruoso miembro contra el muro que estaba apoyada
En seguida note las manos de Aoi como se aferraban a mi sexo y empezaban a moverlo mientras notaba su aliento en mi oído y sus pechos en mi espada que aun a pesar de tener el uniforme podía notar sus pezones duros como piedras que incluso me hacían algo de daño.
Sus manos eran calidas y muy suaves, podía sentir como cada vena se contraía por sus movimientos; el liquido preseminal salía a borbotones por el glande manchando todo el suelo, mi cara se distorsiono en un momento sabia que no era yo quien estaba allí pero me encantaba, enseguida note el glande de Aoi en la puerta de mi sexo empujando abriéndose paso no pude mas que emitir un gemido de placer, fui notando como poco a poco iba partiéndome por la mitad como me atravesaba y se alojaba en lo mas profundo de mi interior, al final note como topaba con mi útero incluso podía ver un pequeño bulto de su glande en mi abdomen, y al momento empezó a moverse primero lentamente, notaba la calidez y su dureza y a la vez flexibilidad, sus movimientos eran acompasados y muy suaves pero poco a poco tanto el movimiento de sus manos como el de su sexo comenzó a acelerarse de sobremanera era increíble como salía y entraba en mi a toda velocidad aquel placer era indescriptible no podía aguantarme mas era maravilloso, en un momento sentí como empezaba a vibrar de sobremanera dentro de mi dando vueltas y mas vueltas lo mismo que la otra vez y eso me encantaba era una maravilla la cabeza me daba vueltas sin cesar, notaba como una corriente de calor me invadía. los flujos de mi sexo salía afuera como si de una cascada se tratase mojando el suelo y haciendo pequeños charcos en el, nuestros gemidos se mezclaban entre si como en una canción yo queria mas y mas estaba como loca, en un momento Aoi apretó mi glande con sus manos con fuerza y de un empujón que ni siquiera me esperaba hizo que abriera los ojos de golpe note como aquel miembro flexible se tenso haciéndose mas duro y como las venas de mi sexo se hacían mas grandes, incluso los músculos de las piernas y de mi sexo se tensaron al instante intentando aprisionar semejante monstruo de carne en mi interior, un grito de placer extremo lleno la habitación, note como a la vez una corriente de semen me inundaba por dentro caliente y espeso llenando todo mi interior. el abdomen crecía por momentos por todo lo vertido en el parecía que estaba embarazada, mientras sus manos se aferraban a mi sexo con fuerza a la vez otro rió de semen salía por mi sexo con fuerza manchando toda la pared y el suelo sentía el calor de aquel liquido manchando mi cuerpo y de Aoi estaba en la gloria, no pude mas que cerrar los ojos y dejarme llevar por el placer y la verdad no sabría cuando se detendría era extraordinario, las piernas me temblaban y casi no podía mantenerme de pie, Aoi era la única que me mantenía en el sitio.
Pasados unos minutos al fin se detuvo y pude caer de espaldas en el suelo junto a Aoi, su sexo salio de mi interior y una catarata de semen salio haciendo incluso que mi abdomen descendiera, estaba que casi ni podía moverme, Aoi lo único que hizo fue darme un beso introduciendo su lengua dentro de mi boca y saboreando mi saliva.
En un momento paso su lengua por mi cara saboreando mi semen que aun estaba caliente, y al momento puso la perenne sonrisa en su rostro.
-- Delicioso…-- dijo Aoi mientras lo saboreaba en su boca.
-- Necesitamos un baño y arreglar esto antes de que venga Christine…-- dije intentando poner un poco de orden en aquel desastre que habíamos organizado incluso las paredes estaba manchada, no sabia por donde empezar, aquello era como una laguna en plan casero.
Mis ojos recuperaron su aspecto normal, y aquel miembro empezó a bajar lentamente recuperando su estado normal, por lo menos lo había calmado momentáneamente.
-- Yo iré por la fregona tu coge algunas bayetas, intentaremos al menos que este mas arreglado…-- dijo Aoi intentando darse prisa pero sabia que aquello nos llevaría un rato aparte del olor para quitarlo necesitaríamos al menos dos botes enteros de ambientador.
Nos pusimos de inmediato a limpiar aquello que nos llevo como media hora al menos estaba mas decente pero el olor era bastante fuerte abrimos la ventana y empezamos a echar algo de ambientador para disimularlo, una vez hubimos acabado cogí la ropa manchada y puse una lavadora mientras nos metíamos en la ducha al menos podíamos estar tranquilas.
Aunque aquella ducha era estrecha podíamos caber perfectamente ç, deje que el agua me limpiara por completo mientras podía ver el miembro de Aoi reluciente mientras el agua resbalaba por el por suerte de momento estaba tranquila.
-- ¿Ocurre algo…? …-- pregunto Aoi con curiosidad al verme que estaba viendo su sexo.
-- No nada solo me preguntaba…¿Si siempre lo has tenido así…? …-- respondí preguntando. mientras cogia le champú para el pelo.
-- La verdad que mis padres se sorprendieron al tenerme no…supusieron que hacer…y a media que crecía resultaba mucho peor esto crecía conmigo y resultaba mas embarazoso ocultarlo…aparte en la pubertad o cuando teníamos que hacer gimnasia o revisiones medicas…tenia que faltar al colegio o fingir un gripe o algo…Siempre me ha fastidiado…tienes suerte que el tuyo pueda ocultarse…-- dijo Aoi mientras colocaba sus manos en mi cabeza y empezaba a frotarme el pelo para lavarme la cabeza, ese gesto hizo que me viniera a mi mente cuando Christine me lo hacia.
-- No se si será suerte o una maldición…pero es incomodo…tener que ocultarme…cuando me excito…no se cuando esa pegatina cederá y encima están esos tipos que nos hemos encontrado…me gustaría poder deshacerme de el…siento que cada vez que lo hago no soy yo y una parte de mi humanidad se pierde de alguna forma…-- dije mientras bajaba la cabeza y dejaba que Aoi me lavase el cuello pero enseguida me hizo reaccionar echando un balde de agua fría por encima mía.
-- Toma eso por entristecerte…es cierto que es incomodo pero estate por segura que no dejaremos ni Christine ni yo ni las demás que te pase nada…además eres la presidenta del club…y sin ella no podemos hacer nada…-- dijo Aoi mientras me sonreía con los colores subidos a sus mejillas.
-- Esta helada…de esta me pienso vengar…-- dije mientras cogia otro balde y lo llenaba de agua fría aquel momento se me quedo grabado en mi corazón por encima de todo lo demás y de lo mal que lo habíamos pasado en el gimnasio, aquel momento no se me olvidaría nunca, pero al instante escuche la puerta como se abría supuse que era Christine solo esperaba que no se diera cuenta del olor y de lo que había pasado en la habitación.
-- Akemi…Aoi…¿Estáis aquí…? …-- dijo Christine buscándonos, al menos de momento no se había dado cuenta de la habitación.
-- Estamos en la ducha…teníamos mucho calor…-- dije poniendo una excusa sobre lo que había pasado.
-- ¿Has puesto una lavadora…?...-- volvió a preguntar Christine curioseando en todo lo que habíamos hecho.
-- Si tuve la mala suerte de mancharnos el uniforme con un bolígrafo que se había roto…solo espero que salga la mancha…-- dije intentando poner una excusa, al girarme no pude mas que ver a Aoi con una mano en la boca intentando no reírse de todo lo que estaba diciendo y poniendo excusas por todo.
-- Deja de reírte…-- dije intentando que parase, pero al parecer todo aquello le hacia mucha gracia.
-- Bueno mientras os bañáis…preparare la cena…lo que me resulta mas extraño es que un vecino me ha dicho que ha escuchado un gemido que provenía de aquí...¿Os ha pasado algo…?...-- pregunto Christine, parecía no tener limite a todas las preguntas y las excusas se me estaban acabando y Aoi no paraba de reír.
-- Ay..que no puedo mas me duele el estomago…ja, ja ,ja, ja …-- dijo Aoi entre risas, aquello el parecía divertidísimo.
-- Fue la televisión…estuvimos viendo algo…antes de ponernos a estudiar…-- dije volviendo a poner otra excusa, estaba segura que si me preguntaba algo ya no sabría que decir.
-- Deja de reírte…no tiene gracia…-- dije intentando que se calmara de alguna forma pero para lo que no estaba preparada fue para la siguiente pregunta.
-- Akemi…¿Qué hace la pegatina en el suelo de la habitación…? …-- pregunto Christine con curiosidad y la verdad no sabia que decirle y menos teniendo a Aoi conmigo.
-- Al parecer se ha despegado…pero no ha pasado nada no te preocupes…-- dije intentando que pareciera real, y solo esperaba que se lo creyera.
-- De acuerdo en cuanto salgas te volveré a poner otra…y daos prisa…-- dijo Christine en un tono de duda que estaba casi convencida que no se habría creído aquello.
Una vez acabamos me puse delante del espejo…y Aoi cogio el cepillo y empezó a alisarme el pelo, en aquellos momentos la sentí como si fuera mi hermana mayor en algún sentido como si ya la hubiera conocido antes.
En cuanto terminamos vimos la cesta de la ropa, al parecer la lavadora ya había terminado y por lo menos teníamos la ropa limpia.
Al salir del baño pudimos oler el Yakisoba que se estaba haciendo y Christine metida en la cocina, mientras miraba un libro de recetas, solo esperaba que le hubiera salido bien.
En cuanto me vio se acerco a mi con dejando la cocina con una pegatina en la mano, no pude mas que levantarme la falda con la cara de vergüenza mientras Christine me colocaba la pegatina, volvía sentir su contacto frió y pegajoso pero no pude hacer nada.
Una vez colocada fue a lavarse las manos y a seguir con la comida, el olor era delicioso parecía que le estaba saliendo bien.
-- Es mejor que os vayáis a estudiar un poco…mientras acabo esto…-- dijo Christine mientras seguía algo liada.
-- ¿Puedo llamar por teléfono…?...-- pregunto Aoi sonriendo como siempre.
-- Si, claro…es mejor que avises a tu familia…-- respondió Christine amablemente yo no pude mas que dirigirme a mi habitación a sacar los libros y ponerlos sobre el escritorio, y me dispuse a hacer unos cuantos deberes que nos habían mandado.
-- Listo…Gracias por todo …-- dijo Aoi y al momento abrió la puerta de mi habitación y se puso a mi lado a estudiar.
En ese momento me sentí la mas feliz del mundo, tenia una compañera de estudios cosa que nunca había tenido y siempre había estudiado sola, era como un sueño hecho realidad.
El tiempo se me paso volando, éramos perfectas al menos podía entender a alguien mientras estudiábamos y nos complementábamos en los problemas, mientras seguíamos absortas escuche la voz de Christine que nos llamaba.
-- Ya esta listo…a cenar…-- dijo Christine desde el salón hasta la habitación podía llegar ese delicioso aroma y el ruido de la televisión que la había puesto para amenizar el tiempo.
Cuando nos sentamos al a mesa pude ver los platos de Yakisoba parecidos los spaghetti pero mucho mas coloridos aparte de tener muchos mas ingredientes, también había un plato grande de ensalada, por lo visto a Aoi no le hacia mucha gracia.
La cena fue muy tranquila discutimos de todo un poco a Christine pareció caerle muy bien Aoi y yo por un instante me quede mirándola como discutían, en cuanto terminamos nos pusimos a lavar los platos mientras Christine veía un poco la tele.
-- Parece que habéis hecho buenas migas…-- dije contenta de que al menos no le hubiera caído mal.
-- Si,…es una mujer muy interesante…pero no se por que la veo algo preocupada…-- dijo Aoi mientras secaba uno de los platos.
-- Es verdad,…desde hace un tiempo siempre nos hemos estado moviendo de un lugar para otro…y ahora pasa esto…quisiera descansar de todo…-- dije mientras seguía lavando aquello.
-- Seguro que muy pronto podréis vivir tranquilas…de momento ya sabes que tienes amigas que te ayudaran…-- dijo Aoi mientras me sonreía pero aquello acabaría pronto.
En un flash la habitación quedo a oscuras sin ningún motivo, mire por la ventana y había luz en los pisos de enfrente al parecer era un apagón que afectaba solo a este edificio y era extraño.
-- ¿Pero que demonios…?... Akemi…¿Hay luz en los pisos de enfrente…? …-- pregunto Christine algo sobresaltada.
-- Si no se ha ido…-- dije mientras Christine buscaba una linterna, sus movimientos parecían muy nerviosos.
Después de encontrarla se acerco al teléfono y lo descolgó, pero lo que vi en su rostro cuando lo volvió a colgar no me gusto en absoluto.
-- No hay línea, esto es de lo mas extraño preparaos tenemos que salir de aquí cuanto antes vienen a por ti…Arréglate deprisa tenemos que llegar hasta el coche e ir a mi tienda aquí no tengo nada para defendernos…-- dijo Christine mientras abría la puerta de salida muy lentamente mirando hacia todas partes podía escuchar unos pasos que subían rápido y los mas seguro que fueran hacia nuestra casa.
-- Rápido salid por la escalera de incendios…yo los entretendré…lo siento Aoi tenerte que involucrar en esto…-- dijo Christine mientras se colocaba detrás de la puerta para prepararse para atacar.
-- No quiero irme sin ti…No quiero perder a nadie mas…-- dije mientras Aoi salía afuera y me esperaba en la plataforma de la escalera de incendios.
-- No te preocupes por mi…te prometo que iré contigo…solo espérame en el coche…no tardare…y ahora vete…-- dijo Christine ordenándomelo, por lo visto no queria que viese lo que iba a pasar allí.
-- Venga salgamos…-- dijo Aoi cogiéndome del brazo y tirando de mi, no queria dejarla sola pero no podía hacer otra cosa, en cuanto baje escuche unos ruidos de pelea y unos gritos provenientes de la habitación queria ir a ayudarla, pero Aoi solo movió la cabeza negando y haciéndome saber que no debía de interferir en aquello.
-- Muy bien bajemos…-- dije bajando todo lo deprisa que podíamos, me era extraño que no estuviera vigilada la parte de la escalera de incendios lo mas seguro tuvieran otro plan mas o estuvieran vigilando el coche.
Una vez estuvimos abajo salimos por un callejón totalmente oscuro solo había algo de luz al final de este podía ver algunos gatos rebuscar en la basura y un vagabundo durmiendo entre los cartones por lo menos no estaba lloviendo, nos acercamos desde el callejón lentamente para mirar afuera y efectivamente había un tipo vigilando el coche parecía muy corpulento y tenia el pelo desaliñado, por suerte no había mucha gente en la calle ni pasaban muchos automóviles.
-- Bueno…¿Qué hacemos ahora …? …-- dije con tono de temor, ya que o tenia ni idea una vez hubimos llegado allí.
Aoi se quedo por un momento mirándolo y empezó a buscar por el callejón, se alejo un momento hacia los cubos de basura y cogio las tapas de los dos cubos, no tenia ni idea de lo que iba a hacer pero en cuanto los choco suavemente me imagine la idea pero aquello no pensé que pudiera hacerle mucho.
Aoi se movió lentamente hacia el sin hacer ruido y en cuanto estuvo detrás, hizo chocar las tapas de los cubos de basura contra su cabeza aquello fue muy sonoro aparte que incluso me dolió a mi figuradamente, el hombre se llevo las manos a la cabeza por un instante por el dolor y Aoi empezó a golpearlo donde podía pero no parecía surtir efecto alguno.
En cuanto aquel tipo se recupero se quedo mirándola con una expresión no muy agradable, se acerco a ella unos pasos y Aoi solo le hizo la señal de adiós aunque me extrañaba que hiciera eso.
En ese momento vi como un jarrón con una planta golpeo la cabeza de aquel hombre haciéndole caer al suelo de golpe, Christine salio del edificio a toda prisa, abriendo las puertas.
-- Venga daos prisa tenemos …que ir hacia la tienda no tenemos tiempo que perder…-- dijo aoi metiéndonos prisa para entrar en el automóvil pero no tenia ni idea de lo que iba a conseguir en la tienda.
Christine arranco a toda velocidad por suerte no había mucha gente por la calle ni trafico así que no tardamos mucho tiempo por el trayecto Christine no dejaba de mirar por el retrovisor por si nos perseguían pero no parecía haber nadie.
-- Aoi lo siento haberte metido en esto…Si quieres puedo dejarte en tu casa…-- dijo Christine para al menos dejarla aparte de todo esto.
-- No hace falta…como el dije estaré con ella pase lo que pase…-- dijo Aoi mientras me sonreía no podía creer que estuviera tan tranquila.
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste y muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
630
3.588 ATC
UNA CHICA DESCONOCIDA
Una vez llegamos a la tienda pude ver que no era muy llamativa en la parte de arriba había un letrero con luces de neón en el que se podía leer "Cosas Malditas", aparcamos justamente enfrente y Christine salio a la ligera abriendo mi puerta para salir de allí una vez hecho pude ver como rebuscaba en su bolsillo nerviosamente las llaves nosotras estábamos mirando hacia todos lados.
-- Christine...siento aguarte la fiesta...pero...¿Podrías darte un poco de prisa por favor...? ...-- dije con voz temblorosa ya que empecé a ver a v arios de aquellos encapuchados venir pero lo que me extraño fue su paso parecían muy tranquilos.
-- Intento darme prisa pero no la encuentro...-- dijo Christine nerviosa mientras probaba las llaves, podía notarse su nerviosismo, por el chaqueteo que hacia en la cerradura que incluso no encajaban bien, pero aquellos tipos no iban a detenerse.
-- Christine por favor...-- dijo Aoi viendo como se acercaban mas y mas y estaba seguro que no era para darnos las buenas noches.
-- Al fin la encontré...Venga entremos...-- dijo Christine aligerando mientras cerraba detrás de nosotras la puerta con llave, por lo que vi la tienda no era muy grande pero estaba bien surtida podía notarse el olor a antiguo por todas partes tenia un pequeño mostrador con un cajero que sobresalía del resto de las cosas antiguas, debajo del mostrador se podía ver varios amuletos para colgar en el marco de las puertas, delante de este había una estantería llena de libros y mas al fondo destacaban unas escaleras hechas de metal en forma de espiral que llevaban al piso de arriba que utilizaría como almacén.
Nos quedamos un momento en silencio viendo por la ventana que solo se pusieron delante de la puerta ni siquiera entraron, ni la intentaron forzar, Christine empezó a rebuscar entre las estanterías y empezó a sacar varios sellos me supuse que serian para atacar o defenderse, mientras Aoi empezaba a revisar algunos libros que le llamaron la atención pero con la poca luz que entraba por el ventanal de la puerta poco podría ver.
-- Que extraño no se mueven...-- dijo Aoi mientras miraba hacia la puerta de la tienda con curiosidad.
-- Será mejor que subamos...Aquí no estamos seguras...-- dijo Christine mientras nos hacia subir al piso de arriba aquel sitio era mas grande debido a que casi no había muebles solo varias cajas por el suelo apiladas al fondo había un fichero de color metálico y junto a el una vieja mesa con varis carpetas encima lo mas seguro de albaranes en una de las paredes había una ventanal que daba a otro edificio y a la escalera de incendios.
-- Aoi tengo que preguntarte una cosa y quiero que me respondas de manera sincera...-- dijo Christine mirándola seriamente mientras me ponía detrás de ella, no entendía el por que de aquello.
-- ¿Christine ocurre algo...? ...-- pregunto Aoi extrañada por lo que había hecho Christine.
-- ¿Estas con ellos...? ...-- pregunto Christine de una manera directa, no podía creer lo que estaba diciendo, era imposible que Aoi estuviera con aquellos tipos.
-- ¿Christine que estas diciendo...? ...Eso es imposible...-- respondió Aoi defendiéndose de aquella pregunta, casi al momento de terminar de responder; me quede por un momento mirando la ventana, sentí como si aquella cosa de mi interior quisiese que fuese hacia algún sitio en particular.
-- Aoi en cuanto llamaste...aparecieron esos tipos...piensa que no puedo confiar en nadie...¿Quien mas sabe donde vivimos...? ...-- pregunto Christine acusándola de haber enviado a aquella gente y asegurándose quien mas podría saber nuestra residencia.
Mientras estaban discutiendo me fui acercando a la ventana lentamente, y me quede mirando al exterior como si escuchara una voz y algo me llamara desde un edificio destartalado que es encontraba un poco mas adelante, era como la voz de una niña pidiendo ayuda.
-- Lo se yo...El director de la escuela...La enfermera...y toda la dirección en donde entregaste la solicitud...pero Christine te prometo que yo nunca le haría daño...además somos buenas amigas...y lo que menos querría seria que la atraparan...se lo que siente al estar sola...yo también lo he pasado y no quiero que le ocurra...-- dijo Aoi mirando directamente a los ojos de Christine con un tono casi de tristeza, su perenne sonrisa desapareció casi por un momento de su rostro.
-- Christine...estoy segura que ella...no tiene nada que ver...con quien nos persiguen...lo siento dentro...además tenemos que salir de aquí entraran dentro de poco...e ir hacia aquel edificio...-- dije mientras lo señalaba, muy segura de mi misma.
-- Muy te haré caso al menos de momento...Pero... ¿Por que quieres ir a ese edificio en ruinas...?... -- pregunto Christine extrañada de mi petición.
-- No sabría explicarte es como si alguien me estuviera pidiendo ayuda de alguna forma...se que tengo que ir a ese sitio...-- dije mientras algo me seguía intentando indicar que fuéramos allí, aunque si lo hubiera sabido hubiera preferido no ir.
Al momento escuchamos un romper de cristal en la parte de abajo parecían que iban a entrar sin importar que nos alertara, cosa que me extraño bastante bajamos por la escalera de incendios a toda velocidad cuando llegamos abajo salimos a un callejón asqueroso y lleno de basura y un riachuelo de agua sucia que había por allí aunque solo teníamos de luz la que entraba desde fuera pudimos ver a dos tipos puestos delante eran bastante grandes y fuertes lo suficiente para hacernos frente y capturarnos.
-- Quedaos aquí...-- dijo Christine mientras se acercaba a ellos lentamente aunque aquel sitio no era precisamente para andar sigilosamente pero por suerte logro ponerse a sus espaldas, se encaramo a uno de ellos cogiéndole con el brazo la cabeza mientras que al otro le puso las piernas a modo de tenaza por el cuello y los lanzo contra el suelo dejándolos inconscientes en un momento.
-- Woow...Es sorprendente...-- dijo Aoi mientras la miraba con entusiasmo.
-- Venga...daos prisa...-- dijo Christine aligerándonos salimos corriendo por la calle casi desierta solo se escuchaba de fondo algún coche de basura.
En un momento llegamos a aquel destartalado edificio con ventanas rotas y muy ruinoso parecía que estaba condenado y que pronto lo tirarían, pero tenia que entrar allí como fuera.
-- Akemi...¿Pero para que entramos aquí...? ...-- pregunto Christine extrañada al ver el estado del edificio que parecía caerse de un momento a otro, mientras Aoi miraba hacia todas partes pendiente de que no nos siguieran pero sabia que no tardarían mucho en hacerlo.
-- Debemos entrar...rápido...-- dije mientras entrábamos por la puerta que casi parecía caerse, en cuanto lo hicimos vi unas escaleras que subían muy destrozadas pero aun podían aguantarnos, por la poca luz que entraba apenas distinguía el ascensor pero estaba segura de que no funcionaria así que decidimos subir poco a poco.
Pasamos piso a piso no sabia por que pero algo me atraía con fuerza, en un momento llegamos al tercer piso y fui paseando por el descansillo, estaba adornado con viejas macetas rotas y un viejo extintor al fondo, pase por las cuatro puertas pero me detuve en una, parecía igual a las demás pero me era extraña estaba cerrada, era rarísimo que hubiera una puerta así en un edificio a punto de tirar y mas con una cerradura nueva.
-- Es aquí...-- dije apartándome un poco de la puerta, podía sentir que había algo dentro.
-- ¿Estas segura...? ...-- pregunto Aoi mirándome con extrañeza, muy bien debemos entrar.
-- Están aquí...Rápido...-- dijo una voz proveniente de abajo al parecer nos habían descubierto y no teníamos mucho tiempo.
-- Muy bien...Aya vamos...-- dijo Christine dando una patada a la puerta por suerte no era blindada y resulto fácil que se abriera.
La puerta se cedió de un golpe y entramos corriendo. Aoi enseguida busco una silla para atrancarla y por lo menos tuviéramos algo mas de tiempo para investigar.
Aunque la poca luz que había no nos daba mucha visón, teníamos ante nosotras un pasillo que empezamos a recorrer lentamente la pared parecía que estaba pintada de algún color suave y se podía ver la marca de antiguos cuadros que habían
estado allí.
A nuestra derecha encontramos una puerta cerrada Christine la abrió lentamente y pudimos ver por la luz del otro edificio que entraba por un ventanal de la pared, estábamos en la cocina podían verse los armaritos muy desgastados y algunos de ellos incluso les faltaban la puerta la mesa estaba tirada por el suelo lo mismo que algunos cristales, los fogones estaban llenos de oxido y había un olor a humedad bastante grande, decidimos continuar explorando aquello llegamos al salón y vimos que era una habitación bastante grande los sillones estaban despedazados y la tele rota el aspecto de aquella estancia era casi tétrico, los cristales estaban por los suelos y a cada paso crujían, nos detuvimos un momento mirando la estancia, y en ese mismo instante escuchamos un sonido metálico fuerte nos giramos de inmediato en su dirección y vimos un reloj de pared antiguo y que aun funcionaba, teníamos el alma en un puño.
Me aleje un momento de nuestro grupo y me dirigí a una puerta que parecía ocultar las sombras y que de momento no nos habíamos fijado estaba en una esquina a cubierto de la luz que entraba por la terraza, me quede por unos segundos delante de ella y mirando a Christine con ojos de tristeza.
-- Investigad piso por piso...-- dijo una voz casi gritando desde el piso de abajo, cada vez estaban mas cerca de nosotras.
-- ¿Cariño...Te ocurre algo...? ...-- me pregunto Christine agachándose para poder verme a los ojos.
-- Tenemos que darnos prisa...o nos cogeran...-- dijo Aoi nerviosa mirando hacia la puerta.
-- Es aquí...-- dije con un tono de voz de tristeza, era como si una emoción me hubiera invadido de golpe en un instante.
-- Muy bien...veremos que esconde esto...-- dijo Christine mientras giraba el pomo lentamente.
Nada mas que pudimos ver nos llevamos una sorpresa desagradable yo no pude mas que dar un pequeño grito de miedo que hizo que Aoi se acercara a mi rápidamente, una habitación no muy grande con una mesa en el centro la luz de una de las farolas iluminaba la estancia lo suficiente, una mujer estaba sobre ella completamente desnuda y con el vientre abierto es como si hubiera sido una cesárea toda la sangre estaba esparcida por el suelo a cada paso que dábamos se notaba que ya llevaba algo de tiempo allí, estaba como pegajosa, el cuerpo de esa mujer estaba inscrito lleno de símbolos extraños y su rostro estaba deformado por el dolor en uno de los rincones pudimos escuchar unos sollozos, como si hubiera alguien.
-- Dios...mío...Pero que narices le han hecho a esta pobre mujer...-- dijo Christine chapándose la boca mientras miraba el dantesco espectáculo que estaba delante de nosotras, al instante se acerco al rincón oscuro de donde provenían esos sollozos.
Nos sorprendimos inmediatamente al descubrir una pequeña niña no mas grande de mi edad cubierta por algunas mantas y algo sucia, lo que me sorprendió es que parecía tener un miembro mas o menos de mi mismo tamaño, la chica tenia el pelo de un color azulado o eso pensé no pude mirarlo muy bien, sus ojos estaban llorosos sus rasgos eran muy suaves y redondeados, aunque no pude adivinar su corpulencia pensé que era casi idéntica a la mía, parecía tener mucho miedo.
-- Tranquila pequeña no pasa nada...No te vamos a hacer daño...-- dijo Christine intentando hacer que se calmase y dejase de llorar pero parecía no funcionar.
En ese momento salí de allí con la cara blanca y pensamientos rondándome la cabeza, me quede un momento mirando hacia el suelo y pensativa.
-- ¿Te encuentras bien...? ...-- pregunto Aoi con extrañeza al ver mi reacción y que estaba como pensativa.
-- No te preocupes...estoy bien...solo que no quiero pensar que eso le sucedió a mi madre...solo espero que ella no sufriese de esa manera...-- dije con tono de tristeza en mi voz no podría siquiera soportar que hubiera sido así ya que Christine nunca me lo había contado.
-- Rápido ...echad la puerta abajo...-- se escucho una voz proveniente de afuera de nuestra habitación y al momento empezaron a escucharse golpes en la puerta como si quisieran derribarla.
-- Christine deprisa no podemos perder tiempo tenemos que salir de aquí...-- dijo Aoi mientras se dirigía hacia el cuarto y yo me quedaba en el salón cabizbaja.
Viendo que no podían abrir la puerta escuche como si se rompiera las maderas y el crujido de cristal en seguida toda aquella oscuridad fue sustituida por la luz del fuego al parecer querían matarnos allí mismo sin importarles que estuviera yo en aquel sitio.
Al momento reaccione y me fui de nuevo para el cuarto para avisarles lo que estaba pasando y que debíamos de salir de allí cuanto antes pero Christine parecía seguir intentando convencer a aquella chica de que saliera de y nos acompañara. Pero al parecer parecía completamente imposible la chica estaba demasiado asustada para acompañarnos cada vez Christine le hablaba parecía querer acorralarse mas contra la pared y taparse mas con la manta que tenia.
-- Tenemos que salir de aquí o moriremos...-- dije intentando meter prisa, al menos teníamos la escalera de incendios por donde salir, pero no podíamos dejar allí a aquella chica para que muriera.
-- Vamonos....-- dijo Christine de manera casi cruel al ver que no podía hacer nada.
-- No podemos dejarla aquí...morirá...-- dije intentando convencerla de que teníamos que llevárnosla aunque fuera por la fuerza, podíamos escuchar el crepitar de las llamas y su calor a cercándonos, aquella habitación no tardaría mucho en ser pasto de las llamas.
-- Tenemos que irnos...si no lo hacemos moriremos nosotras...y estoy segura que por mucho que lo intente no se alejara si no ya lo hubiera hecho tenia salidas para hacerlo...es probable que esa quien esta ahí sea su madre...no podemos quedarnos aquí...-- dijo Christine intentando convencerme de que era lo mejor que hacíamos, al momento empezamos a toser debido al humo no queria abandonarla, y me acerque a ella y mire a sus ojos que eran de un color verde pálido, pero no dure mucho Christine casi al momento cogio mi mano y tiro de mi alejándome veía como estábamos sacrificando a aquella chica inútilmente, intente resistirme pero no podía hacer nada Aoi hizo lo mismo para poder entrar en la escalera de incendios, no pude mas que llorar pensando en lo que habíamos hecho pero aquello no iba a resolver nada.
Empezamos a bajar rápidamente por las escaleras pero Christine se detuvo al momento pude ver como delante nuestra había dos encapuchados dispuestos a detenernos, al parecer aquello había sido un entrenimiento para que saliéramos por donde ellos querían.
Christine al momento se coloco en la barandilla y se deslizo en un movimiento rápido cogio la cabeza de una y la estrello contra el segundo que venia detrás suya, ambos cayeron al suelo inconscientes, resultando ella ilesa.
-- Venga no podemos perder tiempo...-- dijo Christine apresurándonos, sabia perfectamente que no podíamos quedarnos allí pero habíamos condenado a aquella niña a una muerte segura mi conciencia se estaba revolviendo de alguna forma.
-- Akemi, por favor no podemos perder tiempo...-- dijo Aoi animándome a bajar pero la imagen de ella la tenia grabada en la mente, me quede por un instante mirando como salía el humo de la habitación y enseguida emprendí la bajada todo lo rápido que podía.
Llegamos a un punto en que la escalera estaba rota por el oxido y no terminaba de bajar abajo, por suerte pudimos entrar por una ventana y bajar al piso de abajo, desde lejos podía escuchar las sirenas de los bomberos acercarse al menos aquello esperaba que hiciera que los encapuchados se fueran y abandonaran nuestra persecución.
Entramos por una ventana destartalada y bajamos las escaleras a la planta de abajo al parecer todo estaba en silencio y no se veía ningún encapuchado apostado, cuando estuvimos en la puerta algo me hizo que me girara y de alguna forma y me quede mirando al ascensor o donde se suponía que estuviera.
-- Tenemos que salir de aquí vamos chicas...-- dijo Christine ya en la puerta, pensé que la salida había sido demasiado rápida y muy fácil. Aoi fue hacia la puerta y cuando estuvo en ella miro hacia atrás me observo cerca de el hueco del ascensor mirando estática.
-- Espera le ocurre algo...-- dijo Aoi mientras se acercaba mi para ver que es lo que me ocurría.
-- No tenemos tiempo para esto...el edificio va a arder enseguida...-- dijo Christine con nerviosismo mientras se acercaba a donde yo me encontraba, la puerta del ascensor no estaba y solo podía verse un hueco negro que no sabia ni siquiera lo que había.
-- Tenemos que bajar...-- dije con un tono algo distinto y mandatario, en cuanto gire la cabeza vi las caras tanto de Aoi como de Christine algo asustadas.
-- Akemi...¿Que es lo que te pasa...? ...-- pregunto Christine con tono de miedo en su cara podía reflejarse.
-- A mi nada por...-- dije con un tono casi condescendiente que no creía incluso que yo hubiera dicho eso, pero lo comprendí enseguida aquella cosa había tomado en cierta forma el control.
-- Es verdad tienes los ojos rojos...-- dijo Aoi sonriéndome como de costumbre pero sabia que estaba algo asustada aunque ya me había visto así sin embargo aquel miembro no se encontraba fuera de momento el sello aguantaba la presión.
-- Muy bien solo espero...que sepas lo que estamos haciendo...-- dijo Christine mientras me ayudaba a bajar a mi y a Aoi al hueco del ascensor nos pusimos a buscar completamente a ciegas por las paredes del sitio, no tardamos mucho en ese momento encontré como una especie de tirador del que se abrió una pequeña puerta por donde pudimos entrar a gatas.
La primera en entrar fue Christine definitivamente terminaríamos perdidas de suciedad, la siguiente fui yo al menos aquella falda me cubría las rodillas, y por ultimo en entrar fue Aoi, mientras caminábamos por aquel estrecho túnel que apenas podíamos ver nada, al instante un olor muy agradable me invadió podía oler la esencia de Christine delante mía aquello fue como si me pusieran un pastel delante de la nariz, mis ojos se abrieron como platos y fui notando como aquella pegatina empezaba a ceder lentamente ante la presión del miembro que crecía poco a poco entre mis piernas sabia que no debía dejar que sucediera pero aquella cosa iba apoderándose de mi lentamente, por suerte Aoi pudo ver como la falda empezaba a levantarse lentamente y me dio un pellizco en el trasero aquel doler me hizo que despertara de aquel especie de trance.
-- Auch...¿Pero que haces...? ...-- pregunte extrañada, aunque dentro de mi se lo agradecía por lo que había hecho.
-- Perdón es que casi no veo...-- dijo Aoi sonriendo y con los colores subidos pero sabia perfectamente lo que había hecho.
Tardamos como cerca de dos minutos en atravesar un estrecho túnel al fin pudimos ver algo de claridad filtrándose por una rejilla parecía ser el sistema de ventilación.
-- Parad un momento...echaos hacia atrás...-- dijo Christine mientras se colocaba para darle unas patadas y hacer caer aquello al suelo.
Al momento la rejilla cedió y Christine se deslizo por el hueco bajando al suelo, al momento la seguí yo y después Aoi, al darnos la vuelta nos quedamos sorprendidas mirando hacia todas partes.
La habitación era bastante grande estaba decorada de una forma tétrica casi podría decirse que tenebrosa las paredes tenia un color rojizo casi sangre por todas ellas estaban pegados cráneos humanos en los cuales había velas encendidas, el lugar era macabro casi por completo por suerte no encontramos a nadie; al fondo había una estatua de un hombre desnudo con alas oscuras como la noche que salían de su espalda, sus pies estaban acabados en garras sus cuerpo estaba musculazo, su miembro lo mismo de largo y grueso que el mío, de su cabeza salían como unos cuernos prominentes y se encontraba en una posición de arrodillado con los brazos extendidos y apoyados en dos columnas de color rojo vivo, parecía como si nos mirara a pesar de tener los ojos cerrados, encima de el había una especie de constelación que no tenia ni idea de que es lo que era.
Nos acercamos lentamente para verlo un poco mejor, por aquel sitio apenas iluminado por candelabros que había por el techo y algunas antorchas colocadas de las paredes, cuando estuvimos a su altura, pude ver una daga su hoja era siseante como cundo se arrastra una serpiente y su pomo estaba muy bien decorado y tallado con algunos símbolos de color negro.
Por mi parte me quede mirándole a sus ojos que estaban tallados de forma cerrada pero no se por que me parecía incluso que los estuviera abriendo y me miraba fijamente con unas pupilas de color rojo sangre, la sensación fue como si estuviera apoderándose de mi poco a poco y mi alma estuviera siendo absorbida.
Enseguida me gire y alce los brazos y la cabeza mirando a las constelación que había encima de la estatua.
-- PRONTO LA CHICA SERA MIA!!! ...-- grite con todas mis fuerzas con un tono de voz que no era el mío resonando en toda la sala, parecía que provenía del mismo infierno, al momento caí al suelo derrumbada por agotamiento.
-- Pero que demonios...Akemi...¿T e encuentras bien...? ...-- dijo Christine asustada pero sin acercarse a mi, por lo que me había pasado.
-- No se, me encuentro agotada...completamente...-- dije con un tono de cansancio no podía casi ni moverme parecía que toda la energía de mi cuerpo hubiera sido absorbida de golpe.
-- Es mejor que salgamos de aquí cuanto antes...-- dijo Aoi arrodillándose y ofreciéndome para llevarme sobre sus hombros a caballito.
Enseguida Christine me coloco en su espalda y comenzó a buscar una salida por aquel sitio.
-- ¿Te encuentras mejor...? ...-- pregunto Aoi mientras olía su cabello me parecía que era a fresas o algo parecido, incluso estando a su espalda podía notar su tranquilidad y el calor de su cuerpo que parecía envolverme.
-- Si estoy algo... mejor...-- dije con tono de cansancio en mi voz pero me sentía muy a gusto estando así.
-- He encontrado una salida...es mejor que salgamos de aquí cuanto antes estoy empezando a oler el humo...-- dijo Christine mientras levantaba la tapa de la alcantarilla.
-- Si no queda otro remedio...-- dijo Aoi algo reticente mientras bajábamos por el sitio, antes de que lo hiciera Christine cogio una antorcha de las paredes y la daga la puso en su cinturón.
Una vez abajo empezamos a recorrer un túnel húmedo y del que podíamos escuchar como las ratas chillaban y campaban a sus anchas de un sitio a otro.
Pasamos como cerca de diez minutos dando vueltas hasta encontrar un escalera por donde subir una vez arriba pudimos ver los coches de policía y los de bomberos como estaban apagando el edificio, había un gran alboroto incluso algunos vecinos de los alrededores fueron desalojados de sus edificios, por suerte por donde salimos no estábamos siendo observadas, sin embargo me quede por un momento, mirando el edificio en silencio, pensé que podíamos haber hecho mas por esa niña que nos habíamos encontrado.
El sitio era un parque, nos sentamos por unos momentos en uno de los bancos al lado de una fuente que tenia de estatua un angelito soltado agua por su boca, observamos desde lejos la estampa como los bomberos seguían apagando el incendio yo no dejaba de mirar el sitio y recordar aquella pobre chica asustada y que dejamos a su suerte.
-- Akemi es mejor que no lo pienses mas...Hicimos lo que pudimos...-- dijo Christine intentando consolarme pero aquellas palabras no tenían ningún efecto en mi.
-- No te preocupes...-- dije intentando convencerme a mi misma que hicimos todo lo posible, Aoi me paso la mano por la cabeza acariciándome el pelo y la verdad me hizo sentir muy bien.
-- El problema que tenemos ahora es peor...Tenemos que buscar un sitio para quedarnos...esos tipos tendrán vigilada la casa y la tienda...-- dijo Christine intentando pensar en algún sitio donde quedarnos por un tiempo hasta que se pudiera resolver aquello.
-- Si queréis...podéis quedaros en mi casa...mis padres se han ido de viaje...y tardaran algún tiempo además...me gusta tener compañía...-- dijo Aoi ofreciéndose como nuestra anfitriona aunque podía ver en la cara de Christine la duda, aun no estaba convencida de que no estuviera con ellos y que posiblemente nos estuviéramos metiendo en la boca del lobo, aunque yo sabia que ella no podía ser de esa secta.
-- Por mi me parece bien...-- dije mirando fijamente a los ojos de Christine como si fuera una suplica.
-- Muy bien...pero recuerda al menos inicio de que seas de esa secta nos vamos...-- dijo christine como si fuera una amenaza.
-- De acuerdo es mejor que cojamos tu coche...esta un poco lejos...-- dijo Aoi mientras nos dirigíamos hacia el coche de Christine, aunque ella no dejaba de mirar hacia todas partes preocupada que estuvieran siguiéndonos pero parecía que por esta noche habían desistido.
No tardamos mucho en llegar al coche, pero a pesar de eso Christine se agacho para ver si habían colocado algo o alguna especie de rastreador, después de una revisión el automóvil parecía estar limpio y entramos.
Nos pusimos en marcha siguiendo las indicaciones de Aoi yo me coloque en el asiento de atrás y Aoi de copiloto poco a poco se me iban cerrando los ojos, aquella noche había sido muy agitada y aparte de aquello que me ocurrió en aquel especie de templo, no podía dejar de mirar por la ventana y ver como los pocos coches y las farolas se iban transformando en luces fugaces mientras intentaba mantenerme despierta. El trayecto duro solo como media hora.
El frenazo que dio Christine hizo que me despertara por un momento, Aoi de mientras me abría la puerta, la noche parecía haberse enfriado mas que de costumbre, pude ver una especie de rascacielos muy alto de color blanco, a la entrada se podía acceder por medio de unas escaleras su puerta estaba dominada por dos grandes macetas y un hombre de mediana edad que hacia las veces de portero vestido con una chaqueta de color rojo y una gorra que nos abrió la puerta muy amablemente.
El interior era de mármol blanco y tenia una pequeña fuente con varias plantas acuáticas enfrente tenia un mostrador donde se supone que el portero se sentaba y detrás de este una serie de llamadores a los vecinos por si había problemas, subimos unas escaleras y fuimos por un pasillo a mano izquierda; pude notar que la temperatura era algo mas fría debido al mármol blanco del interior.
Llegamos hasta un ascensor de color azul oscuro y nos metimos dentro al parecer aquel edificio tenia veinte plantas, Aoi pulso la planta doce e inmediatamente un hilo musical empezó a sonar con música suave, una vez hubimos llegado salimos a un descansillo que tenia una alfombra de color verde pálido en el suelo y cuatro puertas por planta, la estancia era bastante amplia y al fondo había un sillón para poder esperar, pequeños focos iluminaban el sitio, Aoi se dirigió a una puerta muy bien decorada de color oscuro y nos invito a pasar.
-- Adelante estáis en vuestra casa...-- dijo Aoi amablemente mientras entrábamos por un pasillo a mano derecha había dos puertas mientras pasábamos pude ver una habitación bastante espaciosa que era la cocina, seguimos avanzando la otra estancia estaba cerrada.
Las paredes del pasillo tenían un color pastel muy suave y la iluminación era de unas lámparas del techo muy simples, la casa tenia un aroma muy dulce pero suave al mismo tiempo nada empalagoso, cuando salimos del pasillo pudimos ver una sala de estar muy grande se podría decir que nuestra casa cabía allí nos quedamos un momento mirando el sitio con los ojos como platos.
La habitación estaba decorada con un estilo entre oriental y moderno había varios sillones de piel de color negro enfrente de una gran televisión de plasma a mi derecha había una mesa con varias sillas y al fondo una estantería de cristal que parecía ser el mueble bar muy bien provisto en las esquinas había varias plantas que parecían ser ficus por lo poco que había aprendido de las plantas, a mi izquierda había otra mesa mas pequeña para las reuniones, al lado de esta una entrada con dos puertas de cristal que daba a la terraza tanto a mi derecha como izquierda, dos puertas que lo mas probable que dieran a las habitaciones, toda la estancia estaba decorada con cuadros de estilo oriental.
-- Dios es enorme...-- dije mirando todo aquello con los ojos como platos por un instante me olvide incluso del sueño que tenia.
-- Seguidme un momento...-- dijo aoi mientras íbamos a una de las puertas de la derecha cuando la abrió vimos otro pasillo tanto al fondo como delante de nosotras había una puerta.
-- Aquí tienes mi habitación...y al fondo esta el cuarto de baño...-- dijo Aoi mientras abría la puerta de su habitación.
Aquella estancia era bastante grande las paredes estaban decoradas de color rosa, al fondo había un escritorio en que había un ordenador, en las paredes no tenia ningún póster ni nada que me dijera sobre sus gustos, la parte derecha de la habitación estaba dominada por un gran armario de madera y en la parte izquierda una cama con varios cojines y ositos de peluche tirados por ella enfrente de esta una ventana desde la que tenia una gran vista de una parte de la ciudad, al lado de la cama había una mesilla con un solo cajón que al parecer tenia cerradura lo mas seguro que en ese sitio guardara su diario, estaba convencida de que tendría alguno.
-- Me encanta es preciosa...al parecer te gusta mucho el color rosa...--dije mientras entraba y me ponía a mirar por todas partes con curiosidad.
-- Si me gusta...Perdóname un momento voy a llevar a Christine a la habitación de mis padres...-- dijo Aoi amablemente mientras la conducía hacia ella.
-- No hace falta de verdad me puedo quedar en el sofá...no queremos ser una molestia...-- dijo Christine mientras le acompañaba Aoi hacia la habitación pero a pesar de todo termino accediendo.
Me tire encima de la cama y en seguida un olor dulce, el mismo que Aoi tenia en el pelo me embriago casi que n siquiera me di cuenta que estaba de nuevo en la puerta.
-- Es mejor que te cambies de ropa tienes un pijama...en el armario...-- dijo Aoi mientras yo me levantaba a toda prisa completamente sonrojada al haberme pillado.
-- Lo siento no queria...-- dije entrecortadamente sin llegar a terminar la frase Aoi se acerco y me dio un beso muy ligero en la mejilla, mientras me miraba con los ojos alegres y una gran sonrisa en su rostro.
-- No hace falta que te disculpes...ponte el pijama...-- dijo Aoi mientras me sonreía, me dirigí al armario, al abrir las puertas pude ver una gran cantidad de ropa y en la parte de abajo algunos zapatos, enseguida pude ver un pijama de color rosa pálido.
Me fui desnudando poco a poco mientras Aoi me miraba parecía estar disfrutando del espectáculo pero al terminar me fije que aquella prenda me quedaba un poco mas grande de la cuenta me sobraban mangas y perneras por todas partes.
-- Creo que me queda un poco grande...-- dije mientras sacudía las mangas sobrándome un buen trozo.
En ese momento entro Christine y ambas terminaron riéndose del espectáculo que estaba dando.
-- Ja, ja, ja, ja ...-- rió Christine a pleno pulmón mientras me veía.
-- Esta graciosísima...-- dijo Aoi riéndose al mismo tiempo.
-- Ya vale...-- dijo medio enfurruñada por aquello pero sabia que mi actitud les causaba mas risa.
-- Bueno es mejor dejarlo...a propósito iré a nuestra casa necesitamos varias cosas...os tendré que dejar solas...Aoi dame una llave del piso...-- dijo Christine mientras Aoi iba a recoger las llaves del piso para darle una copia.
-- Christine se me olvidaba si puedes pasar por mi habitación y coger...unos documentos del club están sobre mi escritorio...mañana tengo que presentarlos...-- dije recordando lo que tenia que hacer.
-- Muy bien, pero recordad no abráis a nadie...-- dijo Christine al irse se escucho un portazo.
-- Bueno será mejor que vayamos a dormir...-- dijo Aoi mientras me sonreía casi picaronamente.
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
630
3.588 ATC
CLASES DE NATACION... ¿UN PROBLEMA MAS? I
-- Si será lo mejor estoy agotadísima...auuuuuuuu...¿Pero vamos a dormir las dos en la misma cama...? ...-- dije mientras bostezaba e intentaba estirarme un poco en aquel pijama que me quedaba grande por todas partes.
-- ¿Existe algún problema...? ...Si quieres puedo ir a dormir a la cama de mis padres, no hay problema...-- dijo Aoi mientras me sonreía inocentemente, se podía ver que no queria que estuviera incomoda, además después de haber pasado aquello preferí que se quedase conmigo.
-- No hace falta solo que me extrañe un poco...-- dije mientras me metía en aquella cama al hacerlo, note el tacto suave de las sabanas en mi piel que hizo que se me erizara la piel, extrañamente me sentía protegida y a gusto, el calor de las mantas pronto empezó recorrerme lentamente entrándome sopor, notaba como los parpados se me iban cerrando lentamente, pero antes me quede mirando como Aoi se quitaba el uniforme pude ver que tenia un sujetador deportivo blanco con un lazo pequeñito rosa por la parte delantera, mi vista enseguida se fijo en cuanto la falda cayo al suelo podía notarse el bulto de su miembro y como se introducía dentro de ella, pensé que aquello debería de ser un gran problema no poder desaparecer como el mió, Aoi con un pequeño tirón lo saco de su interior emitiendo un pequeño gemido de placer aquello hizo que un escalofrió recorriera mi espalda al mirarme pude ver aquellos preciosos colores subidos a sus mejillas.
Lentamente avanzo hacia la cama y se introdujo en cuanto lo hizo sentí su calor contra mi cuerpo, no pude mas que girarme de medio lado dándole la espalda, Aoi en ese momento me coloco el brazo por encima, enseguida me sentí completamente protegida a la vez en mis piernas a pesar del pijama pude notar como las venas de su miembro palpitaban contra mis muslos era una sensación increíble pero que no me desagrado en absoluto, su calor era muy relajante.
-- Buenas noches...-- dijo Aoi susurrándomelo al oído, de manera casi lujuriosa como si aquellas palabras resbalaran por sus labios.
Los ojos enseguida se me cerraron, pasamos la noche de lo mas tranquila, ni siquiera escuche si había vuelto Christine de su excursión a nuestro apartamento y a la tienda.
Apenas note los primeros rayos de sol, también me fije que mi sexo estaba afuera había roto la pegatina por completo, pero aun conservaba mi propia personalidad, al parecer según había leído le pasaba a todos los hombres, pero nunca pensé que lo sentiría en mis propias carnes, podía notar las venas palpitar con fuerza y un deseo casi irresistible de querer agarrarlo y necesitar descargarlo, notaba el calor recorrerme el cuerpo y como mi mente empezaba a jugar conmigo con imágenes de las chicas de la clase desnudas, lo que no pensé es lo que tendríamos esa mañana en la academia. A su vez note como el miembro de Aoi se empezaba a ponerse rígido y empezaba a chocar contra mis piernas, desprendía un calor mucho mas agradable a diferencia del mió que casi podría decir que me quemaba.
-- Buenos días...-- dijo Aoi en mi oído casi lo mismo que al acostarme.
-- Buenos...días...-- dije casi tímidamente con los colores subidos a mis mejillas, mientras Aoi miraba el despertador y eran solo las seis y media teníamos todavía una hora para poder aprovecharla.
Enseguida note como sus manos se aferraban a mi miembro asiéndolo con fuerza, notaba como mis venas chocaban contra la palma de sus manos en un latir como el de mi corazón, no pude mas que girar la cabeza para ver su rostro, podía ver su perenne sonrisa pero tenia un poco de malicia, enseguida note como mi personalidad se desvanecía y lo veía desde otro punto de vista, aquel ser estaba despertándose y queria mas y Aoi no pensaba defraudarlo.
-- Vaya no pensaba que te hubieras levantado con ganas...-- dijo Aoi con un tono de lujuria y picardía.
Sus manos empezaron a subir y a bajar lentamente, con un ritmo muy suave mi respiración comenzó a agitarse poco a poco, el calor de mi cuerpo subía, no pude mas que con mi mano bajar ligeramente el pantalón del pijama y apartar algo mi ropa interior, en cuanto lo hice cogí su miembro y lo apunte hacia la puerta de mi sexo que ya empezaba a notar como los flujos mojaban las sabanas, en eso Aoi de un pequeño empujón lo introdujo, empezó a abrirse camino entre mi interior aun dolorido de la primera vez pero poco a poco aquel sufrir se fue transformando en un placer indescriptible que llenaba todo mi cuerpo, aquella cosa seguía introduciéndose en mi hasta que al final topo con la puerta de mi útero que me hizo emitir un pequeño grito de placer y abrir los ojos como platos, sin embargo sus manos no paraban de moverse cada vez iban con mas rapidez en un movimiento constante las caderas de Aoi comenzaron a moverse lentamente, entrando y sacando aquel sexo maravilloso, podía notar como su glande comenzaba a vibrar dentro de mi poco a poco aquello me hacia enloquecer, sus movimientos comenzaron a acelerarse introduciéndose lo mas profundo que podía, sus caderas llevaban un movimiento increíble, no pude mas que gemir pero al momento Aoi me cubrió la boca introduciéndome dos dedos en ella para que los chupara notaba como sus pechos chocaban contra mi espalda en cada empujón, sus pezones estaban duros como piedras, nuestras respiraciones eran agitadas y en este momento la ropa ya nos molestaba mas que nada. Yo no podía dejar de chupar aquellos dedos mojándolos de saliva incluso oía el gemir de Aoi acompasado por el mió, su mano no dejaba de moverse era maravilloso notaba como las venas no dejaban de palpitar cortantemente al ritmo de nuestra respiración y nuestros corazones parecíamos tener un solo cuerpo.
En un momento mi cuerpo se tenso y los músculos de mi sexo se contrajeron aprisionando el miembro de Aoi dentro de mi con fuerza mientras su mano rápidamente se dirigió a mi grande al notar como las venas se volvían mas duras de golpe, en un momento note un calor invadirme y como una especie de descarga eléctrica me recorría la espalda, al mismo tiempo Aoi se detuvo en seco y note como su miembro antes flexible y vibrante se paraba, estábamos al limite y de un empujón sentí como un crujido en mi interior no pude mas que emitir un grito apagado por sus dedos, había entrado en lo mas profundo de mi interior podía notar como descargaba su semen directamente en mi útero un rió caliente y espeso que me llenaba por completo al mismo tiempo tanto nuestros flujos se mezclaban mojando las sabanas, un grito de placer salio de la garganta de Aoi apagado no queriendo dar señales de lo que habíamos tenido allí, pero en cuanto su mano apretó el glande de mi sexo salio una riada de semen por fuera de la cama manchándolo todo no pude mas que cerrar los ojos del placer que tenia era como si se abriera la compuerta de una presa, me quede por unos minutos soltando mi carga el suelo estaba perdido pero me daba lo mismo podía sentir como a la vez que yo me desahogaba Aoi lo hacia dentro de mi incluso mi vientre creció un poco por todo aquello no pude mas que girarme y besarla en los labios al menos aquella cosa estaba satisfecha de momento.
Podía notar como incluso habiendo finalizado su miembro seguía vibrando con fuerza dentro de mi, su sonrisa me lo decía todo, nos quedamos por un momento en la cama disfrutando de esos momentos de placer, pero ni siquiera nos dimos cuenta que la hora se iba acercando,
-- Chicas...¿Estáis despiertas...? ... Ya va siendo hora venga arriba dormilonas...-- dijo Christine al abrir la puerta en ese momento creí que el mundo se me caía al suelo, si viera aquello no sabría ni que decirle en ese momento cerré las piernas con fuerza y Aoi no pudo mas que meter parte de su cara bajo las sabanas, para evitar que viera su rostro.
-- Si enseguida...vamos...-- dije mientras metía la mitad de la cara bajo las sabanas aun tenia el miembro de Aoi dentro de mi vibrando con fuerza y no podía dejar que viera como estaba mi vientre de hinchado.
-- Daos prisa...Akemi te he traído algo de ropa lo mínimo y te he dejado los papeles encima de la mesa...por desgracia no podemos volver a nuestra casa y menos aun a la tienda lo mas seguro que estén buscándome...¿Os encontráis bien...? ...Os veo muy rojas...-- pregunto Christine extrañada y andando hacia la cama en ese momento no supe que decir podría descubrirnos en cualquier momento y sobre todo lo que había debajo de la cama.
-- ¿Christine...Podrías encender... el termo para ducharnos...?...-- dijo Aoi con la voz entrecortada por el placer que aun sentía.
-- Si claro...venga es mejor que os deis prisa...Te dejo la ropa fuera...-- dijo Christine mientras salía de la habitación, poco a poco empecé a notar como mi miembro iba desapareciendo lentamente, al menos tendría un descanso.
-- Será mejor que te duches tu primero...yo iré a ver si puedo arreglar esto...no te preocupes...-- dijo Aoi mientras me levantaba de la cama cuando salio su miembro de mi sentí, un calor muy especial recorrerme el cuerpo, vi como mi vientre estaba algo hinchado y que aun resbalaba semen por mis piernas incluso llegaban a temblarme, apoyada contra la pared llegue al baño y abrí la ducha para refrescarme un poco por suerte todo aquello de mi vientre fue saliendo y poco a poco fue recobrando su tamaño, desde la ducha podía escuchar como Aoi iba de un sitio para otro limpiando la habitación, deje que el agua me limpiara pensé que ojala también pudiera purificar mi alma y librarme de aquella cosa, pero de momento era imposible y aquello que dije en esa especie de templo resonaba en mi cabeza con fuerza me quede un momento bajo la ducha dejando sencillamente que el agua me resbalara me mire las manos por un momento ni siquiera me di cuenta que había entrado Aoi para avisarme que el desayuno lo tenia preparado.
-- ¿Akemi te encuentras bien...? ...Te veo ensimismada...-- pregunto Aoi en ese momento salí de mis pensamientos y me quede mirándola mientras el agua me golpeaba.
-- ¿Crees que soy un monstruo...? ...-- pregunte casi con lagrimas en los ojos mientras seguía mirando mis manos.
-- No eres un monstruo...eres encantadora con una carita de ángel...-- respondió Aoi con una sonrisa en su rostro como siempre.
Pero aquella respuesta no me satisfacía por completo, yo me sentía como un monstruo al tener aquello dentro de mi.
-- Llevo un monstruo dentro de mi...-- dije aquello con un tono de odio hacia mi misma, cuando me miraba en el espejo me parecía ver aquella cosa como se reía.
-- Akemi escucha...no eres ningún monstruo esa cosa que llevas dentro...es maligno si es verdad...pero el no te controla a ti...tu lo controlas a el...y con nuestra ayuda estoy segura de que podremos sacarlo de tu interior...además no te preocupes tienes a tus amigas contigo...-- dijo Aoi intentando animarme, para que no cayera en una depresión pero todavía tenia una pregunta mas.
-- Si alguna vez conseguimos sacarlo...¿Podré ir al club...? ...-- dije sabiendo que ya no tendría lo principal para permanecer en el y que aquella Akemi desaparecería.
-- Claro que podrás seguir viniendo eres nuestra presidenta...Sin ti el club no hubiera podido ser posible...y ahora date prisa en secarte e ir al salón, Christine tiene preparado el desayuno...por suerte he podido arreglar la habitación...-- dijo Aoi mientras me colocaba una toalla en el cuerpo y me cepillaba algo el pelo cogí dos gomas que encontré por allí y me las coloque haciéndome las coletas que tanto me gustaban.
Me dirigí hacia el salón en ese momento vi mi ropa puesta sobre el sofá y la televisión encendida, pude ver varios platos con huevos fritos, bacón y zumos de naranja en las noticias decían sobre el incendio que se había provocado en un edificio en ruinas y que no sabían cual había sido el motivo pero se cree que fue provocado, según pude escuchar mientras me bestia no se había encontrado ninguna victima eso me pareció la mejor noticia, pensé que aquella niña se había salvado que no la habían encontrado, pero a saber por donde andaría y si seguiría con vida.
-- Es una buena noticia...al menos esa chica se ha salvado...Venga que llegareis tarde...-- dijo Christine mientras traía la cafetera al salón y se servia una taza de café.
-- Si pero...a saber por donde andara...la pobre parecía muy asustada...-- dije mientras desayunaba y le daba pequeños sorbos al zumo de naranja, al momento entro por la puerta Aoi vestida con su uniforme y su pelo recogido en una cola de caballo.
-- Vaya huele delicioso...¿Dicen algo las noticias...? ...-- dijo Aoi mientras se sentaba a la mesa para desayunar y le daba un gran mordisco a una tostada.
-- Que la chica que encontramos...no estaba en el edificio...al menos se ha salvado...A propósito...¿Akemi tienes aun la pegatina...? ...-- pregunto Christine con un tono de severidad.
-- Se me cayo esta mañana...pero no ha pasado nada...-- dije mientras me quitaba la toalla para demostrárselo.
-- En cuanto se te despegue el sello...tienes que decírmelo de inmediato...no podemos dejar que pase cualquier cosa...-- dijo Christine mientras miraba a Aoi con algo de recelo, su mirada pareció que la dejo bastante incomoda.
-- ¿Que...? ...Me acabo de enterar ahora...Además se hace tarde es mejor que nos vayamos...-- dijo Aoi intentando disimular pero se podía adivinar que no sabia mentir muy bien.
En un momento Christine se acerco y volvió a colocarme aquella cosa con su tacto frío y pegajoso y seguidamente comencé a vestirme me coloque el uniforme y cogí la carpeta y los informes para le club.
-- Espera un momento...Recuerda una cosa en cuanto os pase algo me llamas sea lo que sea...y es mejor que no te vea mucho la policía...esta vez tendréis que ir en autobús...no te puedo llevar...iré a ver que puedo sacar de información...-- dijo Christine mientras volvía a su café para terminarlo y recoger los platos.
-- Muy bien nos vamos yendo...-- dijo Aoi mientras salíamos, por mi parte mientras bajábamos me puse a repasar los papeles al menos estaban todo en orden.
Por suerte la parada no quedaba muy lejos de donde vivía fuimos andado hasta ella note como el aire de la mañana era bastante frío y podía ver a la gente moviéndose de un sitio con prisa para llegar a sus puestos de trabajo durante nuestro trayecto Aoi no pronuncio ni una palabra solo me miraba y sonreía, el cielo estaba despejado pero algo me decía que la tarde seria de lluvia, en cuanto llegamos a la parada había unas cuantas personas no estuvimos mas de diez minutos esperándolo, en cuanto entramos nos colocamos en la parte de atrás por suerte aun quedaban sitios libres, de mientras seguía observando los papeles y encontré una cosa que me sorprendió.
-- Esta cláusula la has puesto tu...¿Necesitamos una bañera...? ...-- pregunte extrañada revisando el formulario y pensando que el precio subiría.
-- Por supuesto...no podemos estar todo el rato yendo a las duchas, al menos estaremos mejor...y no te preocupes por el precio...-- dijo Aoi sonriéndome con esa carita de felicidad.
-- Pero no creo que lo vayan a conceder...-- dije algo preocupada por su petición.
-- Tranquila...estoy convencida de que aceptara...además podemos acomodarla nosotras también con un poco de esfuerzo...-- dijo Aoi mientras pensaba en ala forma de hacerlo.
En cuanto llegamos a la academia pude ver que el ambiente no era muy bueno sabia que algo pasaría pero no estaba segura el que pude ver a Kameko y a Etsuko en la puerta esperándonos.
Etsuko estaba abrazada al brazo de Kameko y esta intentaba que no se acercara tanto, andaban de pelea pero era un forma de demostrarse su afecto, pero sabia que su expresión denotaba algo
-- Buenos días...-- dijo Kameko algo enfadada.
-- Buenos días...-- dijo Etsuko sonriendo forzadamente podía ver que algo le preocupaba.
-- ¿Ocurre algo...? ...-- pregunto Aoi extrañada al ver sus rostros de enfado.
-- ¿Tu que crees...? ... Hoy tenemos clase de natación...y sabes lo que pasa...-- dijo Kameko enfadada por aquello, por lo visto no le gustaban mucho y ya sabia por que.
-- Si es un problema...intentare hacer que la enfermera...nos conceda un favor...de mientras poned la excusa de siempre...-- dijo Aoi , pensando que lo mismo podríamos salvarnos pero no siempre tendríamos su ayuda
-- ¿La excusa de siempre...? ...-- pregunte casi inocentemente, mirando a Aoi.
-- Si que tienes la regla...Normalmente con eso no suelen dejarte entrar en el agua...-- dijo Aoi explicándomelo, al menos tenían una oportunidad pero aquello empezó a darme escalofríos pensar en todas aquellas chicas en bañador algo se revolvió dentro de mi.
En ese momento mientras estábamos hablando que hacer llego Steve corriendo para hablar con Kameko.
-- ¿Dios otra vez este...? ...¿Pero que es lo que querrá ahora...? ...¿Que pasa que le tengo que golpear para que me deje tranquila...? ...-- dijo Kameko llevándose la mano a la cara por desesperación, también pudimos ver como a Etsuko no le caía muy bien por la expresión de su rostro.
-- Hola a todas...-- dijo Steve entrecortadamente al vernos al parecer queria de nuevo volver a pedirle una cita nuevamente, al final terminaba dándome pena de la cantidad de veces que se lo había pedido.
-- Akemi tenemos que entregar los informes será mejor que los dejemos solos...vamos Etsuko...-- dijo Aoi mientras cogia a Etsuko y prácticamente la arrastraba pero antes de irse le puso una cara de burla a Steve no le caía muy bien por lo que parecía.
-- Espera...no quiero irme ...-- dijo Etsuko mientras era arrastrada a la parte de atrás de la entrada desde la que podíamos escuchar todo lo que decían.
-- Steve ...¿Que es lo que quieres ahora...?...-- dijo Kameko con un tono de desgana, por la cantidad de veces que lo había rechazado.
-- Queria invitarte a una película...la estrenan hoy y me gustaría que vinieras conmigo a verla...-- dijo Steve mientras le mostraba las entradas, pero kameko sabia de sobra que no podría aceptar.
-- ¿Pero como se atreve...? ...-- dijo Etsuko con la cara de enfado, en ese momento intento ir hacia donde estaban pero Aoi la detuvo en seco cogiéndola por la chaqueta.
-- Espérate un poco...no te pongas así...-- dijo Aoi intentando tranquilizarla de alguna forma y que esperara a ver el resultado.
-- Steve...Sabes de sobra que...-- dijo Kameko pero sin llegar a acabar la frase Steve continuo con su invitación.
-- Espera un momento...no quiero que me respondas ahora si pudieras hacerlo después...es que tengo unas cosas que hacer solo quédate con las entradas ...solo vine a decirte esto...-- dijo Steve entregándole las entradas y después salio corriendo hacia la academia, al momento fuimos con Kameko y por lo visto Etsuko no iba con muy buena cara.
-- ¿No aceptaras verdad...?...-- pregunto Etsuko con un tono entre miedo y celos mientras miraba las entradas.
-- Sabes de sobra que no aceptare...pero el quiere darle un poco mas de emoción a esto aun sabiendo que aquí o en otro lugar no aceptare...-- dijo Kameko guardando las entradas de cine a pesar de eso sabia que terminaría usándolas con Etsuko y alguno de sus juegos en la sala de proyección.
En ese momento la sirena de entrada sonó y nos dirigimos hacia nuestras clases, mientras caminaba por los pasillos atestados de gente yendo de un sitio a otro me detuve en las oficinas de dirección y pregunte por el director para entregarle los informes, enseguida nos hicieron pasar al pasillo de su oficina.
-- Se puede...? ...-- pregunto Aoi llamando a la puerta.
-- Adelante señorita...-- respondió el director con amabilidad.
-- Le veníamos a entregar los informes del club y como ya mismo toca la segunda temporada de repesca nos gustaría entrar a formar parte ya que somos un club oficial...aparte tenemos una petición para un club nuevo...con libertad de elección y un baño ...-- dijo Aoi exponiendo todos los puntos remarcables que queria como condiciones.
-- Vamos a ver señorita Aoi...casi ningún club tiene un baño y a todos los demás se le asignan personas que tiene habilidades para ese club en cuestión...eso es regla general...Además no veo proyectos de este club...ni perfiles de la gente que quieren que entre...-- dijo el director poniendo unas excusas bastante aceptables y razonables para lo que había dicho.
-- Disculpe... ¿Puedo hablar...?...-- pregunte casi tartamudeando es como si algo se me pusiera en la garganta y no me dejara hablar.
-- Adelante ...Señorita Akemi...-- dijo el Director ofreciéndome amablemente la palabra.
-- Tanto los club de artes marciales como los de deportes...tienen ducha...nosotras solo pedimos un baño para poder relajarnos ya que el esfuerzo mental es tan efectivo como el físico en ciertas circunstancias...y necesitamos lo de libre elección por que no todos los alumnos son genios para estar en el club buscamos...superdotadas pro decirlo de alguna manera...y referente a los planes tenemos unos cuantos en como reunir a los genios de la academia para que puedan relajarse conocerse entre ellos un lugar en el que ser ellas mismas...-- dije interponiendo mis excusas y pensando que eran muchísimo mas razonables de las que el planteaba.
-- Muy bien de acuerdo...pero tengo una pregunta...la señorita Kameko y Etsuko están apuntadas...¿Que clase de genio son ellas...? ...-- pregunto el Director con curiosidad intentando indagar, aunque sabia perfectamente que podría mirar sus expedientes en cualquier momento.
-- Kameko es muy buena en artes marciales...y Etsuko se podría decir que es su motivación...-- dije intentando encontrar alguna solución para Etsuko pero no era nada fácil.
-- Muy bien...me han convencido pero el baño tendrán que acomodarlo...ustedes...es un viejo almacén pero aquí tiene la llave esta algo apartado del resto de las clases...-- dijo el Director mientras me ofrecía la mano y las llaves pude ver la sonrisa de Aoi en su rostro de felicidad de haberlo conseguido.
-- Muchas gracias...-- dije mientras Aoi cogia las llaves y le estrechaba la mano al fin teníamos club propio y podríamos estar tranquilas o eso esperaba.
Al terminar con los tramites nos dispusimos a salir, no si antes me quede por un instante mirando una foto que tenia colgada que antes pase por alto era el edificio viejo en el que habíamos estado con el al fondo.
-- Le ocurre algo señorita Akemi...-- pregunto el Director mientras me quedaba como absorta mirando esa foto.
-- ¿Akemi...? ...¿Te encuentras bien...? ...-- pregunto Aoi intentando sacarme de aquel estado que afortunadamente reaccione deprisa.
-- Si...estoy bien...solo ha sido un flash...-- dije intentando disimular aunque pude ver en la cara del Director que me había dado cuenta de algo y que su plan se venia abajo por momentos.
-- Tenemos que irnos las clases ya han empezado...-- dijo Aoi metiéndome prisa en salir de allí.
En cuanto salimos, la secretaria nos miro con odio no podía saber que es lo que era pero algo había cambiando en un instante. Recorrimos los pasillos en silencio en la cara de Aoi podía ver la felicidad, cuando pasamos por la puerta de la enfermera Aoi se despidió tenia que hablar con ella, yo continué caminando hacia mi clase no se por que notaba que había alguien detrás de mi o me estaba siguiendo pero no había nadie solo el pasillo vació y un silencio casi sepulcral que lo invadía todo.
En cuanto llegue a mi clase golpee la puerta para pedir permiso y entrar estaban en medio de la lección de Algebra, me fui directamente a mi sitio y me dispuse a atender los exámenes estaban cerca.
En cuanto me senté Kameko no tardo ni siquiera un segundo en preguntarme que tal había ido todo, podía ver en su cara la emoción de que pudiéramos tener un sitio para nosotras sin que nadie nos molestara.
-- ¿Bueno y que tal ha ido...? ...-- pregunto Kameko con cara de emoción mas por la respuesta que por la clase de algebra.
-- Tenemos...al fin un club...Aoi te dará después una copia de la llave y ha ido a hablar con al enfermera...-- respondí casi susurrándolo para no molestar al resto de la clase.
-- Bien...Al fin podremos estar tranquilas...-- dijo Kameko llena de felicidad aquella noticia le había alegrado el día, pude respirar tranquila al menos se había olvidado por un momento de la piscina.
-- Vaya...Señorita Akemi...Parece que se sabe la lección podría venir y resolver esta ecuación si es tan amable...-- dijo el profesor por lo visto nos había pillado y prácticamente no había visto lo que estaba haciendo, pero nada mas verla la respuesta saltaba a mi mente.
Salí a la pizarra y empecé a resolver la ecuación, no podía evitar estar nerviosa, pero aquella vez era distinto es como si notara que alguien distinto de la clase estuviera allí, sin embargo no le preste atención y seguí con aquel problema no tarde mucho en resolverlo y al volverme pude ver la cara de sorpresa del profesor al comprobar que la solución estaba bien incluso había incluido algunos pasos que no los conocía ni él.
-- Vaya su reputación la precede señorita Akemi...puede sentarse...Clase seria mejor que aprendieran de ella...-- dijo el profesor halagándome pero aquello sabia que me traería mas problemas que reconocimiento, pude sentir nuevamente las miradas de los compañeros clavándose en mi, habiéndolos dejado en ridículo a todos.
-- Siempre pasa igual...-- dije con tono triste y bajando la cabeza, como si hubiera hecho algo mal pero sabia que no era así siempre daba lo mejor de mi.
-- No te preocupes...eres lista y eso no lo puede negar nadie...y si ellos no quieren ser tus amigos ellos se lo pierden...-- dijo Kameko intentando animarme y en ese momento era lo que necesitaba el resto de la clase paso sin preocupaciones, entre clase pude observar a Alex pasando de un lugar a otro con prisa, en ese momento entro Etsuko para saludar a Kameko.
-- ¿Al final que ha pasado...? ...-- pregunto Etsuko con tono de inocencia pero con emoción sabia que si lo hubiéramos conseguido tendría un sitio para estar con Kameko tranquila y hacer lo que quisiera.
-- Al fin tenemos club...-- dijo Kameko con alegría y orgullo como si aquello fuera un sueño logrado en ese instante la cara de Etsuko se alegro pero me extraño que no le hiciera nada a Kameko para excitarla de alguna forma.
-- Recuerda que hoy tenemos que salir antes...y mis padres no están en casa...-- dijo Etsuko con picardía mientras le guiñaba un ojo con lujuria y en ese momento salio corriendo de la clase la siguiente hora ya había empezado, yo me quede con la intriga de saber por que aquel misterio.
Las de mas horas pasaron casi sin darme cuenta en cuanto sonó la sirena cogí el almuerzo que me había preparado Christine y me fui a la azotea para estar mas tranquila en mi camino me encontré con tres chicos, que al parecer fui el blanco de sus burlas.
-- Vaya mira la cerebrito...seria mejor que te perdieras...si no lo vas a pasar muy mal entiendes...-- dijo uno de los chicos mientras de un golpe tiraba el almuerzo al suelo.
Me quede mirando, estaba como paralizada pero el odio me invadía sabia que si me metía con ellos terminaría peor, en ese momento vi a kameko como se acercaba con cara de enfado.
-- Escuchad imbeciles...ni se os ocurra tocarla entendido...si sois unos ceporros no es su culpa...-- dije Kameko defendiéndome de lo que me decían, pero el sentimiento de anteriores escuelas me paso por la mente y solo queria desaparecer.
-- Mira quien tenemos aquí la marimacho...ve y piérdete...-- dijo uno de los chicos con desprecio hacia ella, al parecer aquella palabra no la soportaba.
En ese momento Kameko reacciono violentamente soltando un puñetazo al que lo había dicho, este cayo al suelo despedido unos metros por el suelo.
-- Ni se te ocurra volver a llamarme "Marimacho"...-- dijo Kameko agresivamente mientras se crujía los nudillos dispuesta a una pelea, pero aquellos chicos podía ver que le superaban en numero y corpulencia pero sabia de sobra que ella no se achantaría ante nadie.
-- Así que quieres pelea muy bien...Vamos a por ella...-- dijo el chico desde el suelo en ese momento se lanzaron contra Kameko los dos, pero fácilmente de dos movimiento ambos fueron despedidos por el suelo, la gente se arremolinaba a ver que es lo que pasaba en ese instante un profesor apago la pelea.
-- ¿Se puede saber que es lo que esta pasando...? ...Señorita Kameko ya esta de nuevo con sus peleas...-- pregunto el profesor regañándole por aquello pero no tenia la culpa de nada todo aquello lo había iniciado yo de alguna forma indirecta.
-- Pero se estaban metiendo con ella...Solo la he defendido...-- respondió Kameko disculpándose y tenia toda la razón.
-- ¿Es eso cierto señorita Akemi...?...-- pregunto el profesor, ignorando lo que había pasado, sabia que si respondía me ganaría mas enemistades pero si no lo hacia, dejaría a Kameko en la estacada por tanto que había hecho por mi.
-- Si, es cierto ellos me tiraron el almuerzo al suelo y se metieron conmigo...-- dije salvando a Kameko no podía dejarla en la estacada.
-- Vaya por esta vez se va a librar...Espero que no vuelva a ocurrir...y vosotros ya me podéis ir acompañando al director...-- dijo el profesor mientras cogia a esos chicos y los llevaba al director aunque pensé que no seria muy buena idea de llevarlos.
En ese momento me di la vuelta sin recoger el almuerzo y me fui cabizbaja hacia la azotea, ni siquiera tenia ganas de comer aquella pelea me había quitado el apetito.
-- Espera te olvidas el almuerzo...¿Que te pasa...? ...-- pregunto Kameko mientras recogía el almuerzo que estaba en el suelo y me acompañaba a la azotea.
-- Todo esto es por mi culpa...No deberías de haber intervenido...Siempre causo problemas...-- dije mientras continuaba mi camino hacia la azotea, los compañeros de las demás clases me miraban de reojo como si no quisieran nada conmigo o me odiaran de alguna forma.
-- Escucha no es por tu culpa...es la suya son unos ceporros...y la única forma que tienen de desahogarse es eso...pero tranquila no te pienso dejar sola...además estamos en el mismo club tenemos que ayudarnos y mas a la presidenta...-- dijo Kameko animándome y con orgullo de que fuera su presidenta.
-- Muchas gracias por haberme defendido... -- dije agradeciéndole el esfuerzo que había hecho.
-- No tienes por que darlas además tengo hambre...voy al bar espérame arriba... -- dijo Kameko dejándome en la escalera que conducía a la azotea.
Subí las escaleras y abrí la puerta la azotea era bastante grande podía verse algunos conductos de ventilación dispersos el suelo era como de gravilla muy fina, el frío empezaba a ser un poco fuerte pero el sol apretaba a lo lejos podía ver como las nubes iban ganando terreno desde lejos, busque un lugar para poder sentarme y comer pensando que la siguiente hora seria natación y aquello si que seria un problema solo esperaba que Aoi pudiera solucionarlo.
Al fin encontré un sitio con sombra, por lo menos no estaría acalorada, pase un momento mirando las nubes como se acercaban estuve como ensimismada mirándolas como unos cinco minutos, cuando acabe me di cuenta que ni siquiera había desenvuelto el almuerzo en ese instante escuche la puerta metálica abrirse y una voz muy familiar.
-- Kameko...¿Kameko estas ahí...? ...-- dijo Etsuko gritando, al parecer no podía estar lejos de ella ni cinco minutos.
-- Etsuko estoy aquí...-- dije para traerla hacia donde estaba sentada.
-- Hola Akemi...¿Has visto a Kameko...? ...He escuchado que ha vuelto a pelearse...y quiero castigarla...-- dijo Etsuko con los colores subidos a sus mejillas no entendía como casi todos los días era al revés y ahora era de esta forma.
-- Ha dicho que viene enseguida...¿Te puedo hacer una pregunta...? ...¿Por que el resto de los días te castiga ella a ti y este día es al revés...? ...-- pregunte extrañada, esperando una explicación de alguna forma.
-- Lo decidimos así...además este es mi día por decirlo de alguna forma...puedo castigarla como quiera...por todo lo que me hace durante el resto de la semana...además si se mete en alguna pelea tengo el deber de hacerlo...y esta es mi oportunidad...-- respondió Etsuko explicándome su acuerdo y sacando la lengua de manera picarona, pero no tardo en responder cuando al momento escuche la puerta metálica abrirse y la voz de Kameko llamándome.
-- Akemi...-- dijo Kameko llamándome, aunque no se esperaba la sorpresa que le venia encima y nunca mejor dicho.
-- Estoy aquí...-- respondí para que se acercara a donde estábamos nada mas llegar la visión de Etsuko le abrió los ojos como platos sabia que es lo que le esperaba...
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
630
3.588 ATC
CLASES DE NATACION...UN PROBLEMA MAS II
-- Oh...no...¿Como te has enterado...? ...-- dijo Kameko lamentándose por haberla encontrado pero sabia que en el fondo se alegraba yo no pude mas que abrir mi bento y comenzar a comer, mientras miraba que es lo que ocurría.
-- Ya sabes las noticias vuelan...entre las de primero...Ahora tendré que castigarte...ven siéntate...-- dijo Etsuko de manera dominante, pero con aquellos colores subidos tan lindos, enseguida Kameko me dio los bocadillos que había comprado y se sentó a mi lado.
Kameko me entrego los bocadillos y enseguida Etsuko se arrodillo delante de ella levanto la falda con calma mientras miraba su ropa interior a Kameko enseguida se le subieron los colores no pensé siquiera que clase de castigo seria, aunque no sentía nada ahora mismo estaba completamente relajada de esta mañana, tenia mucha curiosidad en lo que iba a hacer aunque me lo suponía.
-- Que ropa interior mas linda...Ji, ji, ji...de color negro con encajes...-- dijo Etsuko ruborizada mientras las bajaba por sus piernas sin prisa alguna.
-- No deberíamos de estar solas...seria lo mejor...-- dijo Kameko intentando poner una excusa para que me fuera.
-- No te preocupes...además son actividades del club...Ji, ji, ji...-- dijo Etsuko con una sonrisa muy picarona y lujuriosa mientras miraba el sexo que ya poco a poco iba recuperando su forma erecta poco a poco y eso solo lo provocaba mirándolo.
Etsuko enseguida puso su mano agarrándolo con fuerza desde donde estaba veía como palpitaban las venas y podía ver aquel glande grande y la forma gruesa y dura de su sexo, al momento paso la lengua por el poco a poco bañándolo con su saliva recorriendo cada centímetro de piel disfrutándolo mientras Kameko empezaba a acelerársele su respiración veía como sus pechos empezaban a moverse rítmicamente y sus pezones se marcaban en la blusa que llevaba, poco a poco comenzó a jadear mientras Etsuko seguía bañándola en saliva, en un momento se la introdujo en su pequeña boca y empezó a moverla lentamente hacia arriba y abajo por todo lo largo que era, casi parecía no caberle en la boca podía observar como se marcaba en sus cara la forma del sexo y como parte de la saliva salía fuera de su boca bañando el sexo de Kameko y dejándolo brillante con el sol, pero su mano no dejaba de apretarlo impidiendo que pudiera llegar al orgasmo, esto acelero aun mas la respiración de Kameko intento agarrar la cabeza de Etsuko pero esta no le dejo que lo hiciera y al momento se la saco de su boca un hilo de saliva unió el sexo de Kameko con Etsuko y que esta se relamió con gusto.
-- No es justo...termina lo que empezaste...-- dijo Kameko quejándose de que siempre la excitaba al limite y casi nunca la dejaba acabar.
Etsuko no hizo mas que mirarla y bajar su topa interior muy mona de un color rosa pálido y llena de fresitas era encantadora, al momento empujo a Kameko haciendo que cayera de espaldas con las piernas subidas y abiertas, Etsuko tenia toda la vista de su sexo que estaba chorreando y ansioso, mientras sus muslos relucían por sus flujos aunque su rostro indicaba que estaba como enfadada por aquello.
-- Ya sabes que hoy tu sexo...es mío por completo y pienso vengarme....-- dijo Etsuko mientras su sexo se ponía erecto era pequeño y venoso pero sabia que podía compararse al mío en forma de eyacular.
Etsuko se acerco lentamente a Kameko y puso su sexo en la entrada ya chorreando de Kameko y de un solo golpe pareció que lo engullera en su interior, Kameko no pudo mas que soltar un grito de placer, Etsuko se agarro a su cintura y empezó a moverse lentamente al principio sin prisa y disfrutando de cada gemido que producía Kameko sus pechos empezaban a marcarse por el calor que hacia y sus pezones estaban muy duros, aunque Etsuko parecía no tener prisa en alguna en que se acabara aquello, empezó a mover sus caderas a un ritmo mas acelerado la respiración de ambas se hizo una podía oír el ruido al golpear sus cuerpos llevando el ritmo de aquello, sus jadeos se intensificaron de sobre manera, Kameko estaba en su limite incluso cerro sus manos con fuerza pude ver que Kameko entre cerraba los ojos también al momento ambas tensaron sus cuerpos pude ver el rostro de Kameko como si estuviera desfigurado por todo lo que Etsuko estaría descargando dentro de ella, poco a poco vi como el abdomen de Kameko iba aumentando su volumen no podía creerlo era sorprendente; la expresión de Etsuko era de felicidad plena, incluso tenia los ojos cerrados y su sexo estaba completamente introducido dentro de ella al momento lo retiro, su semen empezó a salir por fuera a pequeños chorros haciendo charcos.
-- Dios parezco una embarazada...-- dijo Kameko con una expresión de placer en su rostro, pero sabia que aquello no terminaría allí.
-- Ufff ...ha sido genial pero sabes puedo correrme mas...y tengo mas ganas así que date la vuelta, ...Akemi... ¿Podrías darme una goma si tienes...? ...-- pregunto Etsuko mientras me guiñaba un ojo con complicidad yo no pude mas que mirar por mis bolsillos pero no encontré nada al instante me deshice una de mis coletas y se la entregue pensando que es lo que estaría tramando, mientras veía a Kameko que se había dado la vuelta y estaba a cuatro patas mostrando su sexo que aun chorreaba por fuera el semen de Etsuko, resbalándole por las piernas mezclado con sus flujos, mientras caía al suelo dejando pequeños charcos.
-- Claro...toma...-- dije mientras me deshacía la coleta.
-- No puedo aguantar mas...-- dijo Kameko sabiendo que todo aquello saldría afuera de un momento a otro.
En cuanto la tuvo Etsuko se puso encima de Kameko y con un movimiento la goma se la coloco alrededor de su sexo aprisionándoselo.
-- ¿Pero que estas haciendo...?...-- pregunto Kameko extrañada por aquello, tan repentino y que nunca había hecho.
-- Es algo especial ya lo veras... -- dijo Kameko sonriéndole picaronamente y a la vez de manera inocente mientras se colocaba su sexo en la entrada de su trasero muy despacio y lo mojaba con su propio semen para lubricarlo.
-- Ni se te ocurra...-- dijo Kameko con cara de miedo de lo que se le volvía a avecinar.
En un momento Etsuko dio un empujón que hizo gritar a Kameko aunque no se si fue de dolor enseguida tumbo su pequeño cuerpo encima de Kameko y se abrazo a su abdomen hinchado por la cantidad de semen que había descargado dentro de ella, y seguidamente empezó a mover sus caderas lentamente podía ver la cara de Kameko aguantando aquello como le era posible pero también como el placer iba inundando a ambas.
-- Si, eres mi embarazada... Ji, ji, ji...-- dijo Etsuko riéndose con lujuria y a la vez con un tono de inocencia mientras seguía moviendo sus caderas podía escuchar como los gemidos de ambas se intensificaron a la vez observaba el bambolear de los pechos de Kameko de un sitio a otro a través de su ropa junto con el marcar de los pezones de las dos que podía adivinarse.
Etsuko seguía empujando sin parar con toda la fuerza de la que era capaz hasta que al final con un empujón la dejo dentro de ella me fije como su cuerpo se puso algo rígido y apretó con fuerza el abdomen de Kameko mientras esta dio un grito de placer tremendo y a la vez de dolor volvía a sentir como Etsuko se descargaba y volvía a llenarla de nuevo pero ella aun no podía tener su orgasmo podía ver como su sexo estaba hinchado y las venas marcadas por la presión de la goma palpitando.
El rostro de Etsuko era completamente de felicidad y con los ojos cerrados y al momento cayo al suelo sentándose mientras Kameko caía en el suelo y el esperma que tenia en su interior empezaba a salir de ambos sitios a chorros manchando el lugar y dejando un charco grande en el suelo, pude ver el sexo de Etsuko aun bañado en su propio semen y su expresión alegre y algo mareada.
-- Ha sido estupendo...hoy me he corrido demasiado...-- dijo Etsuko secándose el sudor mientras veía a Kameko descansar por unos instantes, cuando hubo bajado su abdomen por la carga que llevaba se deshizo la goma de su sexo y se levanto miro a Etsuko con expresión enfadada y se dirigió hacia ella le puso la mano en la cabeza y empezó a despeinarla con fuerza.
-- Esto no te lo pienso perdonar...y no creas que te vas a escapar...-- dijo Kameko con rabia mientras le ponía mi goma en su pequeño sexo que lentamente empezaba a levantarse, la cogio en brazos con las piernas alrededor de su cintura, y apunto su sexo hacia su entrada observe como su sexo estaba hinchado, y muy grande parecía que iba a explotar de un momento a otro incluso su glande estaba enorme, aunque Etsuko pataleo bastante no le sirvió para nada aunque sabia que eso ocurriría.
-- No es justo...hoy me toca a mí...-- dijo Etsuko protestando con fuerza, pero aquello pareció que enfurecía mas a Kameko que arremetió con fuerza y dejo a Etsuko con los ojos en blanco en un momento cuando la sintió en su interior abrirse paso con esa potencia.
-- Sabes que te gusta sentirla dentro...-- dijo Kameko mientras arremetía de un golpe en su interior pude escuchar el chocar de sus cuerpos pero también como el semen de Kameko resbalaba por sus muslos brillante por el sol.
Kameko empezó a arremeter con fuerza una y otra vez sin descanso estaba taladrándola de sobremanera podía ver el rostro de Etsuko como desencajado por el placer mientras gemía sin control aferrada al cuerpo de Kameko mientras sus flujos bañaban el sexo de Kameko, esta empezó a gemir nuevamente a un ritmo mas acelerado podía ver como rozaban sus pezones a través de la ropa debido al sudor en ese momento escuche abrir la puerta, pero no podía decirles que pararan así que me aligere para ir a ver quien era pero por suerte era Aoi que traía en sus manos las llaves del club.
-- Vaya...¿Te ocurre algo...? ...Estas pálida...? ...-- pregunto Aoi al verme llegar completamente apresurada y con miedo en mi rostro por si nos pillaban.
-- Menos mal... que eres tu...-- dije casi entrecortadamente con el miedo en mi rostro por si llegaban a descubrirnos y eso seria fatal.
-- A ver que adivine...Kameko y Etsuko están...haciendo practicas del club...¿Verdad...? ...-- dijo Aoi perspicazmente y no le faltaba razón al decirlo.
-- Si, ...vamos...-- dije ya algo mas tranquilamente mientras volvíamos a acercarnos a donde se encontraban ambas, aun Kameko seguía sin compasión castigándola, podía ver el cuerpo casi hecho polvo de Etsuko apoyado en los hombros gimiendo sin control y con la lengua sacada fuera.
-- Que bien...¿Puedo unirme...? ... -- pregunto Aoi cosa que me sorprendió muchísimo, pero no le preste importancia mientras seguía comiendo.
-- Adelante hoy quiero... castigarla a lo grande...-- dijo Kameko mientras apretaba el trasero de Etsuko con sus manos y abría su entrada para que Aoi lo viera por completo, en ese momento Aoi empezó a bajarse su ropa interior y saco su sexo de su interior ya lubricado su glande y brillante, al momento Etsuko reacciono por un instante.
--No...no...no voy a poder con eso...-- dijo Etsuko protestando pero sus palabras cayeron en saco roto, al instante sintió aquello en la entrada de su trasero y como poco a poco iba perforándola no pudo mas que abrir sus ojos lo mas que pudo y abrir su boca por la cual no salio ni un solo gemido, al instante Aoi se abrazo a la cintura de Etsuko y comenzo a moverse lentamente como queriendo que su pequeño cuerpo se acostumbrara a aquello pero en seguida se acoplo al ritmo de empuje de Kameko y las tres empezaron a gemir con fuerza si hubieramos estado en otro sitio se nos hubiera escuchado pero aquel lugar era perfecto podia ver como sus miembros entraban y salian acompasadamente perforando a Etsuko en su vaiven, a la vez sus sexos salían completamente mojados por sus flujos y volvían a introducirse dejando a la pobre de Etsuko como si fuera un trapo casi ni podía estar despierta en un segundo Kameko dio un ultimo empujo que entro por entra mientras que Aoi por su parte introdujo todo lo que pudo en su interior dejando media parte fuera, ambas tensaron sus cuerpos mientras que Kameko levanto la cabeza mirando al cielo abierto y soltaron un gemido al unísono pude ver como sus miembros se movían soltando su carga en su interior que incluso llegaba a salir por fuera a chorros mojando sus muslos y mezclándose con los flujos de Etsuko así estuvieron un momento incluso el abdomen de Etsuko creció casi de manera inmediata por la cantidad introducida, en un momento su rostro se desfiguro un poco soportando todo aquello, pasados unos minutos cuando hubieron terminado Aoi saco su miembro del trasero de Etsuko muy despacio y pude ver como empezaba a salir su semen a chorros como si casi pareciera una fuente de lo dilatado que lo tenia.
Kameko dejo a Etsuko en el suelo muy delicadamente para que descansara y de su sexo empezó a salir chorros de semen mientras su cuerpo se convulsionaba y su miembro atado con la goma estaba dando pequeños movimientos a la vez pude ver muy hinchadas las venas.
-- Por...favor...la goma...desa...tala...-- dijo Etsuko entrecortadamente mientras su cuerpo seguía soltando esperma y convulsionándose acerque mi mano para desatarla mientras Kameko descansaba lo mismo que Aoi sentadas, al momento quite la goma y el semen de Etsuko salto como una fuente regando casi todo el suelo en ese momento dio un grito de placer que fue increíble resonando en nuestros oídos.
-- Ha estado genial...-- dijo Kameko mientras se arreglaba un poco y se disponía a comer uno de los bocadillos.
-- Un buen descanso...-- dijo Aoi sonriendo mientras se arreglaba un poco y se sentaba junto a mi.
Me quede un momento al lado de Etsuko mientras poco a poco se recuperaba de aquello y yo me arreglaba la coleta, en cuanto termine vi a Etsuko que empezaba a levantarse temblándole las piernas e intentando no caerse mientras se arreglaba poco a poco y al momento se puso al lado de Kameko abrazándola esta al momento le dio uno de sus bocadillos y empezaron a comerlos juntas.
-- No es justo...lo que has hecho...pero hoy...terminare castigándote recuerda que salimos antes...-- dijo Etsuko pensando que al final la venganza seria suya.
-- Venia a deciros, que ya tenemos las llaves del club ...en cuanto terminemos de comer...iremos y lo vemos por suerte tenemos también un baño podremos relajarnos gracias a Akemi...-- dijo Aoi mientras me abrazaba tiernamente al momento le di un poco de arroz con los palillos bajando la cabeza.
-- Gracias...eres genial...-- dijo Aoi nuevamente mientras saboreaba el arroz pero aunque me hubiera dicho aquello que me alegraba sabia que algo dentro de mi estaba por salir y no sabría que hacer si lo lograba.
Al momento sonó la sirena y recogí el bento mientras Aoi nos entramaba las nuevas llaves pero aquella felicidad se acabo pronto cuando vi la cara de Kameko con rabia pensando en lo que venia ahora.
-- Mierda...Ahora toca natación...-- dijo Kameko con enfado por lo que podía venir y no parecía gustarle mucho.
-- He intentado hablar con la enfermera...pero no sabe si podrá hacer algo para venir lo siento...tendremos que hacer algo al menos Akemi si puede ir...-- dijo Aoi sonriéndome mientras me miraba.
Me quede por un momento mirándome pensativa pero sabia que aquello no resultaría, si con solo el olor esa cosa despertaba, mas aun si viese a todas mis compañeras en bañador.
-- No creo que pueda controlarlo...-- dije seriamente mientras me observaba y me dudaba pensativa, intentando saber que hacer.
En ese momento volvió a sonar la sirena y salimos de allí Kameko y yo nos dirigimos hacia los vestuarios y Etsuko a su clase mientras que Aoi volvía a ver a la enfermera a ver si podía arreglarlo de alguna forma y esperaba que así fuera.
Pasamos por los pasillos abarrotados de gente de un sitio a otro los chicos se me quedaban mirando por un momento vi a Steve que saludaba a Kameko pero que esta pasaba de el, al parecer no queria ni verlo, entramos por un pasillo y abrimos una puerta doble con un ojo de buey de cristal, al momento vi otras puertas que abrimos y vi una estancia bastante grande con varias taquillas por los sitios, me dirigí a la mía pero por el camino me detuve por un instante mientras veía a las chicas cambiarse y empezaba a ver sus ropas interiores, el olor de aquel lugar empezaba a embriagarme de sobremanera intente pensar en otra cosa, por suerte Kameko me empujo hasta mi taquilla haciéndome salir de aquel estado pero sabia que no podría aguantarlo por mucho tiempo.
-- Eh...Akemi despierta es mejor que no se te vaya la imaginación...te acompañare a tu taquilla...por suerte tenemos un lugar apartado...pero aun así tenemos que tener cuidado...-- dijo Kameko mientras me empujaba para ir a la taquilla prácticamente no podía apartar la mirada de aquellos cuerpos semi desnudos mientras se cambiaban era casi como un afrodisíaco para mi.
Nos metimos casi en el rincón de la sala allí abrimos las taquillas, abrí la mía y metí la cabeza dentro intentando controlarme tenia el corazón latiéndome a cien e intente hacer algunos problemas de algebra mentalmente.
-- Akemi...¿Puedes hacerme un favor...? ...¿Podrías vigilar por un momento...?...mientras me cambio...-- dijo Kameko entrecortada por temor a lo que pudiera pasar.
-- Claro...lo intentare...-- dije mientras sacaba la cabeza de mi taquilla y me ponía a mirar por si alguien venia pero de momento no pareció que nadie se diera cuenta de nuestra presencia seguían a lo suyo, Kameko empezó a cambiarse todo lo rápido que podía cuando ya tenia medio bañador puesto vi que Alex vestida con el vestido de animadora se acercaba a ella.
-- Cuidado...Alguien viene...-- dije avisándola que siguiera estado de espaldas.
-- ¿Quien es...? ...-- pregunto Kameko con el rostro de miedo por si pudieran descubrirla.
-- Es Alex...-- dije algo pensativa no sabia que es lo que pretendía ahora.
-- Mierda...Precisamente ahora...-- dijo Kameko maldiciéndolo sin poder moverse.
-- Eh...Tu machorra...¿Sabes donde se encuentra Aoi...?...Tengo que decirle algo...-- pregunto Alex, diciendo aquello parecía querer insultar a Kameko o cabrearla pero tenia suerte, esta vez no podía darse la vuelta si lo hubiera hecho estaba segura que hubiera terminado en el suelo.
-- No tengo idea...¿Para que la quieres...? ...-- pregunto Kameko entre dientes cabreada.
-- Según he oído...Tenéis el club ya formado y quiero hablar con ella...sobre el sitio que tendréis para pescar a los rezagados...aunque dudo que podáis coger a alguien...vuestro club no se sabe ni para lo que es...además os tendré en el punto de mira...-- respondió Alex con malicia, pero no entendí eso de tenernos en el punto de mira.
-- ¿Por que dices... que nos tendrás en el punto de mira...? ...-- pregunto Kameko intentando aguantar a Alex todo lo que podía parecía que su sola presencia era motivo suficiente para cabrearla.
-- Por que soy una de las coordinadoras de los clubes...Así que ya sabéis además tenéis que pasarme las actividades que realicéis cada mes...recuerda Akemi...pero podrías darte la vuelta para hablar conmigo....-- dijo Alex casi ordenándoselo, pero sabia que la respuesta de Kameko no iba a ser muy amable.
-- Yo hablo como quiera y ahora lárgate...esta no es tu clase...-- dijo Kameko mientras agarraba la puerta de la taquilla de un manotazo que varias chicas de allí se dieron la vuelta para ver que es lo que pasaba.
-- Eres una maleducada...-- dijo Alex mientras se largaba de allí con su típico aire de superioridad.
-- Parece que no os lleváis bien...-- dije mientras veía a Kameko coger del interior un pareo y atárselo a la cintura, y al momento dio un portazo con la puerta de la taquilla.
-- Es que no la soporto...es verla y hervirme la sangre...-- dijo Kameko mientras se colocaba el resto del bañador era de un color azul con unas rayas rojas a cada lado aunque se ajustaba mucho a su figura parecía una segunda piel podía verse perfectamente sus grandes pechos y las curvas que ya tenia muy provocativas, el problema es que lo mismo que se apretaba a ella lo hacia en su sexo dejándolo marcado, por eso tenia que utilizar un pareo algo grueso.
-- ¿Por algún motivo en particular...? ...-- pregunte mientras esta vez era ella quien vigilaba y yo empezaba a cambiarme.
-- Sencillamente cuando entramos aquí ...conocí a Alex me dijo que seria buena para el club de deportes...y me apunte...como sabes a mi lado siempre va Etsuko somos como hermanas...pues bien empezó a meterse con ella... cuando me lo dijo por primera vez no la creí...pero aquello siguió una vez decidí...seguirla y la vi como lo hacia...le gastaban bromas pesadas a Etsuko y no lo pude aguantar...intento hacer que sus amigas me pegaran...pero les salio el tiro por la culata...le pedí disculpas a Etsuko y me perdono y ahora no puedo ni verla...en eso me puso el apodo de machorra...por la paliza que le di a sus amigas...Nadie se mete con Etsuko...-- dijo Kameko explicándome toda la historia y la verdad tenia muchos motivos cuando termine de cambiarme aquella cosa se pegaba a mi por un momento me quede mirando los pechos de Kameko y los compare con los míos eran casi diminutos, mire hacia abajo y solo vi un pequeño bulto de momento casi indistinguible de un grano normal.
Cuando cerré la taquilla vi que casi no había nadie allí y suspire aliviada pero al momento entro la profesora para avisarnos que saliéramos afuera. Una vez nos reunimos con las demás pude ver aquellos cuerpos apretados en esos bañadores que marcaban sus siluetas y sus cuerpos perfectamente contorneados, no pude mas que bajar la cabeza mientras poco a poco iba sintiendo el palpitar de aquella cosa queriendo salir y mostrarse a las demás,
En ese momento salimos a la piscina aquel sitio era enorme y estaba aventanado pro arriba con una gran cristalera, aparte tenia un olor bastante fuerte a cloro, tenia varios trampolines para las carreras de natación y otro mas alto para los saltos olímpicos al lado de la piscina había unos bancos para sentarse junto con unos flotadores por si pasaba algo, era increíble que aquella academia tuviera tantos fondos.
-- Muy bien chicas...hoy aprenderemos lo básico...así que ir metiéndoos en el agua...vamos...-- dijo la entrenadora animándonos, era una mujer alta y con cuerpo bien torneado por el ejercicio llevaba un silbato al cuello tenia el pelo corto y de color rubio, al momento casi toda la clase salto al agua y empezaron jugar con en ella y a divertirse yo me quede mirándolas con envidia de que pudieran hacer aquello pero estaba segura que si entraba en el agua podía despertar aquella cosa.
-- ¿Se puede saber que os pasa...? ...Que el agua no os va a morder venga...adentro...-- dijo la entrenadora animándonos a entrar.
-- Lo siento entrenadora tengo la regla...y no puedo meterme...-- dijo Kameko poniendo la típica excusa que al menos para ella valía pero yo no podía ponerla puesto que aun ni siquiera la tenia.
-- Ve a sentarte...Es increíble y ya van dos veces...la próxima no te la pienso perdonar...recuérdalo y quítate ese pareo...-- dijo la entrenadora mientras la mandaba a los bancos que había alrededor de la piscina
-- Gracias...entrenadora...-- dijo Kameko mientras se retiraba a uno de los bancos.
-- Pues solo nos quedas tu...venga adentro...-- dijo la entrenadora mientras me agarraba de la mano, yo sentí que aquello era mi fin no sabia que hacer cada vez estaba mas cerca de la piscina, podía sentir como aquella pegatina iba cediendo poco a poco, aquello acabaría descubriéndome.
Un momento entrenadora...-- dijo una voz muy familiar aquello había sido mi salvación, cuando gire la cabeza para ver quien era, no podia ser otra Aoi sonriendome.
-- Dime Aoi...-- dijo la entrenadora a desgana mientras esta se acercaba.
-- La enfermera me ha dicho que tiene que comprobar unas cosas con Akemi y nuestro club hacernos unas pruebas...a nuestro club y no podemos bañarnos de momento...y que dentro de un rato vendra ella...-- dijo Aoi mientras le sonreia como siemrpe hacia , no pudo haber venido mas a tiempo; la entrenadora se me quedo mirando con cara de pocos amigos pero me solto al momento y me fui a sentar junto con Kameko
-- Pero la próxima vez vas adentro recuérdalo...-- dijo la entrenadora mientras me veía ir hacia Kameko, como si aquello fuera una amenaza.
En ese momento vi el cielo abierto y me fui a sentar junto a Kameko al momento se acerco Aoi de pasada por nuestro sitio y Kameko le contó lo que le había dicho Alex, enseguida Aoi la vi como pensativa y extrañada por aquello podría ser que no tuvieran tanta libertad como ella queria.
-- Bueno es mejor no preocuparse enseguida vendrá la enfermera y traerá también a Etsuko...por lo menos podremos bañarnos tranquilas...-- dijo Aoi respirando aliviada de aquello al mismo tiempo que yo.
-- Muchas gracias por haberme salvado...-- dije agradeciéndole aquello ya que empezaba a notar como aquello queria salir.
-- Y como he dicho vendrá dentro de poco...tendré que ver a Alex...bueno además Kameko tendrá una sorpresa vendrá Etsuko también para acá...-- dijo Aoi con malicia mientras sacaba la lengua con picardía.
-- Pero esta no es su clase... -- dijo Kameko protestando al haber escuchado eso.
-- Lo se pero pertenece al club y tenemos que estar unidas...-- dijo Aoi en verdad no le faltaba razón pero para Kameko hoy precisamente seria un suplicio.
-- De acuerdo...-- dijo Kameko mientras bajaba la cabeza algo sonrojada por que viniera ella, pero sabia que en el fondo le gustaba estar con ella.
-- Hasta luego...-- dijo Aoi mientras salía corriendo de la piscina.
-- Bueno al menos de momento estamos a salvo...-- dijo Kameko aliviada a la par que conmigo, podría haber pasado cualquier cosa y aquella pegatina sabia que no aguantaría mucho mas.
Nos quedamos casi toda la clase de natación sentadas hablando de nuestras cosas yo no podía siquiera levantar la mirada por temor a que la pegatina cediera en cualquier, momento, por dentro sentía como aquella cosa se iba abriendo paso poco a poco y no podía permitírselo el aroma del cloro mezclado con el de las chicas en la piscina me estaba enloqueciendo hasta que escuche como la entrenadora les decía que salieran del agua aquello fue mi salvación, vimos como todas salían y se dirigían a los vestuarios.
-- Bueno hora de meternos en el agua...vamos...-- dijo Kameko mientras me agarraba de la mano y nos zambullíamos aquello fue una delicia por completo sentí el agua refrescarme y calmarme en parte pero notaba como la pegatina iba cediendo y no tardaría mucho en salirse.
Al momento vimos como Etsuko entraba por la puerta saltando al agua en bomba y acercándose nadando hacia donde nos encontrábamos, tenia muchas ganas de volver a estar con ella y aquel bañador le sentaba como una segunda piel a pesar de su pequeña estatura, al fondo seguidamente pude ver a Aoi con el mismo bañador pero con un bulto que llegaba hasta por encima de sus pechos justo por el centro de ellos era increíble.
-- Bueno listo...podemos nadar tranquilas ...-- dijo Aoi sonriéndome y haciéndome indicaciones de que me acercara empecé a nadar hacia los vestuarios cuando estuve allí vi a la enfermera a su lado esperándonos.
-- Tenéis suerte...Aoi me dijo que me hiciera de tutora para vuestro club así al menos podré teneros vigiladas...así que no os preocupéis yo tengo que hacer unas cosas...enseguida vuelvo...-- dijo Ashley amablemente, y agradecí todo aquello al menos estaríamos mas tranquilas en ciertas clases, y podría ayudarnos en lo que pudiera.
-- Bueno un problema menos...-- dijo Aoi sonriéndome maliciosamente y de alguna extraña forma también con lujuria como si pensara en otra cosa menos en nadar.
Al momento sentí como la pegatina se desataba y cerré los ojos sintiendo un mareo sabia que aquella personalidad había aflorado, lo volvía a ver todo desde fuera pero estando allí mismo, sentí como aquel miembro crecía poco a poco haciéndose cada vez mayor y teniendo que apartar el ajustado bañador para que tuviera espacio, Aoi por su parte se saco el suyo que ya estaba casi erecto, me cogio de la mano y se sentó en uno de los bancos del vestuario, y por mucho que estuviera de pie su sexo casi me llegaba a la barbilla también podía notar como mis flujos empezaban a salir por fuera mojando el bañador lo mismo que los suyos manchando el suelo, me arrodille y empecé a introducírmelo casi inmediatamente en la boca sintiendo su calor y su vibración constante en mi boca notaba su sabor salado, y como sus venas palpitaban en mi lengua no hice mas que aferrarme con las manos y empezar a chuparlo bañándolo en saliva intente todo lo que pude meterlo en mi boca pero no podía no llegaba ni a la mitad, escuchaba la respiración de Aoi agitada el movimiento de sus pechos como con sus caderas intentaba dar unos pequeños saltos para introducirme mas de su sexo en mi pequeña y apretada boca, al momento cogio mi cabeza y le dio un empujón fuerte sentí como su sexo atravesaba mi garganta y se quedaba un rato dentro pude escuchar el gemir intenso de Aoi como si hubiera dado en el punto justo, pero en aquel estado no podría aguantar mucho la respiración, su presión bajo y pude sacarlo de mi garganta estuve tosiendo un poco pero en seguida volví a metérmelo en la boca bañándolo de saliva y jugando con mi lengua, mientras con mis manos agarraba mi sexo con fuerza y lo apretaba sentía le calor y el palpitar de las venas en mis manos que casi podía abrasarme, empecé a mover mis manos arriba y abajo mientras seguía chupando con frenesí el de Aoi a un ritmo mas acelerado lo mismo que su respiración, empecé a mover mis manos pero no conseguía tener un orgasmo me era imposible, sin embargo sabia que Aoi estaba muy cerca del suyo sus flujos resbalaban por el asiento mojando el suelo a la vez que los míos, en ese momento el cuerpo de Aoi se tenso note como su miembro se puso mas rígido y enseguida me lo saco de la boca de un ligero empujón.
-- No quiero acabar tan rápido...Ji, ji, ji...-- dijo Aoi levantándose del sitio en ese momento me cogio de los brazos y me puso por encima de su sexo como si fuera una marioneta no sabia que es lo que pretendía pero solamente le sonríe maliciosamente, eso fue lo que inicio que me fuera descendiendo y poco a poco se fue introduciendo en mi, mientras me taladraba aquello no parecía tener fin, se introducía mas y mas dentro de mi interior sintiendo como se abría paso reclamando su espacio, la respiración se me agito cuando llegue a sus hombros había entrado mas de la mitad estaba completamente llena, al momento me agarre a ella con fuerza mientras sentía aquella vibración en mi interior, y Aoi me abrazo con fuerza empezó a moverse lentamente para que me fuera acostumbrando en cada empujón sentía que golpeaba contra las puertas de mi útero queriendo introducirse con fuerza, mi sexo quedaba a la altura de nuestras bocas notaba como rozaba contra el bañador y sus pechos en un movimiento delicioso contra el tejido.
Aoi empezó a moverse de manera mas rápida golpeando en mi interior incluso podía ver el bulto de su sexo como subía y bajaba por mi abdomen, mi respiración estaba muy agitada lo mismo que la suya aquel movimiento era increíble, mis flujos resbalaban fuera cayendo al suelo mientras mojaban el sexo de Aoi y resbalaba por mis muslos, pero Aoi me reservaba mas, aplico su boca a mi sexo y empezó a chupar el glande rojo y palpitante lo mismo que hice yo aquello era maravilloso sentir aquello tenia placer por todas partes estaba en el cielo.
En ese momento Aoi se quedo quieta, escuchando algo como si la puerta se abriera parecía ser la voz de una chica, Aoi empezó a mirar por todas partes para escondernos al momento se dirigió conmigo a una de las taquillas y nos encerramos en ella, me quede en silencio por unos instantes mientras escuchaba a dos chicas discutir fuera, yo no podía aguantar mas queria sentirla moverse, así que empecé a moverme muy lentamente mientras notaba como su sexo empezaba a vibrar dentro de mi con fuerza aquello me hacia retorcerme de placer era insoportable queria gritar Aoi intentaba apagar sus gemidos mientras aplicaba su boca a mi glande lo mismo que yo nuestros gemidos eran apagados y estábamos en un sitio realmente estrecho que nos excitaba mas aun.
Aoi succionaba con fuerza lo mismo que yo notaba como poco a poco ya estábamos en nuestro limite no podía aguantar mas sentí un empujón que casi movió aquello y note como el miembro de Aoi vibrando con toda su fuerza forzó la entrada de mi útero no pude mas que abrir los ojos de par en par al momento lo note rígido incluso mis venas pude sentirlas a través del fino tejido, en un momento una oleada de calor nos inundo notaba como el semen iba subiendo hasta que al final lo note salir fuera con fuerza mientras que Aoi se desbordaba dentro de mi con fuerza lo note directamente inundarme el útero con fuerza, incluso llenándome el abdomen con una riada caliente y espesa y a la vez como se resbalaba por fuera, mi sexo intentaba apresarlo dentro de mi para que no saliera mientras tanto probaba el sabor de mi propio semen que salía casi sin control no podía gritar o nos descubrirían aquello fue maravilloso, oímos por un instante como se despedían las chicas. al momento Aoi abrió la puerta mientras yo seguía descargando como una fuente sin control estaba en la gloria, pasaron unos momentos en que nos quedamos dentro con la cara desencajada por el placer, cuando hubimos terminado, Aoi saco su miembro fuera de mi aun chorreando de semen mientras a mí me salía a fuera a pequeños chorros manchando aun mas aquello, en seguida vi que se quedo mirando una nota que habían puesto en mi taquilla.
-- Ha ...estado... genial...-- dije entrecortadamente mientras veía como mi abdomen bajaba de volumen lentamente manchando aun mas si se podía el suelo, notaba como aquella cosa volvía a su tamaño original y yo volvía a mi ser.
-- Ha sido una... experiencia única...-- dijo Aoi mientras se sentaba a mí lado para descansar y se me quedaba mirando a los ojos en ese momento me dio un beso en la frente muy cariñosamente.
-- ¿Que es eso...? ...-- pregunte mientras me incorporaba lentamente, aquella hoja de papel me extrañaba bastante.
-- Lo acabo de encontrar en tu taquilla...lo acaban de poner hace poco...creo que nuestra mirona se quiere dar a conocer pero no sabe como...-- dijo Aoi mirando el trozo de papel pero aun sin leerlo.
-- No quisiera que se supiera... y tuviera que cambiar de academia... me siento genial aquí con vosotras al fin tengo amigas...¿Que es lo que pone...?-- dije bajando la cabeza y furiosa.
-- "En el día de repesca...quiero hablar a solas con Aoi..."...-- dijo Aoi leyendo la nota y la verdad o faltaba mucho para aquello...
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
630
3.588 ATC
LA REPENTINA MUERTE DE KAMEKO...
-- Bueno habrá que esperar...un poco mas para saber quien es...al menos sabemos que no quiere descubrirnos de haberlo hecho podría hace tiempo...la pregunta es...¿Que es lo que quiere...?...Es mejor no darle vueltas a la cabeza tendremos que limpiar esto ve a nadar un poco..ahora voy yo...-- dijo Aoi casi sin preocupación alguna mientras iba en busca de la fregona. note como poco a poco recuperaba la consciencia y aquella cosa iba reduciéndose y pensé que al llegar a casa tendría que ponerme otra vez un sello ya que ahora mismo podría ser un peligro.
-- De acuerdo...voy a nadar...-- dije mientras veía como Aoi empezaba a fregar aquel desastre me lance al agua y empecé a nadar en la dirección que la que estaban Kameko y Etsuko esta como siempre molestándola y Kameko jugando con ella tirándola al agua, la verdad que me daba envidia sana verlas tan unidas.
Cuando llegue al otro extremo note que Etsuko se puso a la espalda de Kameko y empezó a pasarle la mano por la entrepierna haciéndole que poco a poco se volviera a poner duro podía ver la cara de picardía en la cara de Etsuko y como los pezones se ponían duros en el bañador de Kameko marcándose.
-- Otra vez no...¿Es que no has... tenido suficiente hoy...? ...-- dijo Kameko mientras, que su respiración se hacia mas agitada.
-- Sabes que hoy me toca a mi...y no pienso dejarte en paz...-- dijo Etsuko con cara sonriendo y sacando la lengua mientras se repasaba los labios saboreando ese momento, su manos apretaban con fuerza el sexo de Kameko y la movían muy suavemente, la respiración de Kameko se agito veía que estaba casi al limite debido a lo que habían tenido arriba; podía verse palpitar su sexo bajo el agua y a través de su bañador, pero en un movimiento se giro y cogio a Etsuko por la cintura colocándola al borde de la piscina donde ella hacia pie, aparto un poco su bañador sacando su miembro hinchadísimo parecía que explotaría de un momento a otro como con vida propia, en su cara podía verse el deseo incrementado por sus ganas.
-- No es justo...Hoy me toca a mi...-- dijo Kameko protestando pero sabia que por dentro estaba feliz y que lo mismo aquellas protestas hacían que se excitara mas aun Kameko, con su vocecilla chillona.
-- Si es cierto...pero no estamos en tu casa...Je, je, je...-- dijo Kameko sonriéndole mientras apartaba el bañador de Etsuko dejando su trasero al descubierto brillando por el agua, Kameko empezó a restregar su miembro duro entre las nalgas de su trasero poco a poco sin prisa, la respiración de Etsuko se hacia agitada al momento aparto una de ellas y apunto con su gran glande rojo e hinchado a la entrada de su trasero haciéndole saber por donde iba, a su vez Etsuko la miro con cara de miedo no podía creerse que volvieran a penetrarla de nuevo seguramente lo tendría dolorido.
-- No estarás pensando...en eso...Aun me duele...ni se te ...-- dijo Etsuko pero no le dio tiempo a terminar la frase al instante sintió toda la potencia de Kameko en su interior y como aquel glande abría su camino centímetro a centímetro dentro de su pequeño cuerpo, los ojos de Etsuko estaban casi en blanco intento proferir un grito pero no salio ninguno de su garganta; se aferro con fuerza al borde de la piscina mientras Kameko empezaba a moverse con fuerza aquellos empujones era brutales, pero el pequeño cuerpo de Etsuko aguantaba con estoismo se notaba que ya estaba acostumbrada.
Se podía ver en su rostro que a pesar de todo aun le dolía, veía como el sexo de Etsuko se marcaba en su bañador pero no tenia goma alguna, poco a poco salía algo de semen que se mezclaba con el agua y se disipaba solo esperaba que no tuviéramos que vaciar aquello.
Kameko siguió empujando con fuerza una y otra vez todo lo que podía veía como entraba entera hasta la base sus pechos estaban apretados en esos bañadores ajustadísimos marcándose los pezones, a cada empujón escuchaba el chocar de sus cuerpos y veía como el agua salpicaba, Etsuko empezó a gemir después de estar un rato en silencio por el dolor soportándolo, sus gemidos eran fuertes acompasados por los de Kameko podía escucharlos como se metían en mi cabeza pero no sentía ganas algunas de momento estaba saciada, así siguieron un buen rato sin dejarle descanso taladrando su pobre y dolorido trasero, hasta que vi como el cuerpo de Kameko se tenso y dio un empujón salvaje que incluso vi en el agua como elevaba a Etsuko unos centímetros cogiéndola por las caderas con fuerza, observe como su cara cambiaba radicalmente cerraba los ojos y me fije como el semen salía afuera de su trasero dejando manchas blancas por el agua mientras que Etsuko solo pudo que abrir los ojos y la boca con fuerza soltando un gemido que resonó en la piscina al mismo tiempo que Kameko, por suerte solo salio una cantidad normal, al parecer la otra vez había sido suficiente para ella.
Kameko dio unos pasos hacia atrás sacando su miembro del trasero de Etsuko, estaba algo cansada mientras se guardaba su sexo aun algo blanquecino por el semen, y se acerco a mi para descansar, mientras Etsuko descansaba su pequeño cuerpo agotado y dolorido en el borde de la piscina, podía ver incluso la entrada de su trasero enrojecida y muy dilatada mientras aun chorreaba semen por sus muslos y se mezclaba con el agua su respiración era algo agitada y entrecortada.
-- Solo temo lo que me llegue a hacer esta tarde en su casa...por eso aprovecho...ufff...-- dijo Kameko mientras descansaba, al momento Etsuko la miro con cara sonriente entre picarona y diabólica por su expresión.
-- No sabes...lo que te espera ...te tengo algo especial preparado...-- dijo Etsuko con su sonrisa mientras se colocaba el bañador bien y pasaba la mano por su trasero dolorido, casi ni se podía mover las piernas le temblaban mientras se acercaba a sentarse junto a Kameko que incluso aun le dolía lo que le había hecho.
-- Kameko...¿Estas por ahí...? ...-- pregunto una voz muy familiar para mi y al momento miramos y era Steve en bañador que de inmediato se lanzo al agua para decirle algo a Kameko esta se metió en el agua y se dio la vuelta, pude ver como Etsuko se le cambiaba la cara de golpe intento lanzarse a la piscina pero enseguida fue detenida por Aoi que termino de limpiar los vestuarios y había llegado y viendo a Steve se temió lo que pudiera pasar.
-- Aoi déjame...déjame que le de una paliza...no quiero verle al lado de mi Kameko...-- dijo Etsuko mientras estaba siendo arrastrada hacia los vestuarios, yo me quede por un momento escondida mas atrás intentando escuchar la conversación.
-- ¿Se puede saber como has entrado...?...Esto es una clase privada...-- dijo Kameko con tono de enfado, por la visita imprevista aunque a mi también me extrañaba solo podía entrar Ashley y dijo que vendría enseguida.
-- ¿Que has pensado sobre las entradas...? ...¿Podríamos salir juntos al cine...? ...-- pregunto Steve con la esperanza en sus ojos pero sabia que aquello no podía ser, me fije en que Etsuko estaba enrabietada mientras Aoi la cogia ella no hacia mas que patalear.
-- Steve...ya sabes que no voy a salir contigo no insistas...-- dijo Kameko rechazándolo por no se cuantas veces, me daba pena el pobre Steve se le veía muy enamorado.
-- ¿Que es por Etsuko...? ...¿Que sois novias o algo así...? ...Siempre te veo con ella...-- pregunto Steve recriminándole que estaba siempre con Etsuko, al fondo podía ver como estaba de pelea con Aoi con una rabieta, intento lanzarse mas de una vez a la piscina pero Aoi no se lo permitía.
-- Steve escucha, no es por...Etsuko...y no somos novias...ella es una gran amiga para mi y una gran compañera ...sencillamente no voy a salir con nadie...eso es todo...-- respondió Kameko intentando hacer que aquellas palabras se introdujeran en la dura cabezota de Steve.
-- Podrías darte la vuelta para hablar conmigo...que menos que eso...-- dijo Steve lo mismo que Alex pero sabia que no podía girarse y menos con el pareo desde mi posición aun se podía adivinar el sexo de Kameko en su bañador.
-- Yo hablo como quiera...Ahora es mejor que te vayas...si quieres después te devuelvo las entradas...-- dijo Kameko invitándole a largarse aunque la verdad era lo que mejor hacia si no podría descubrirnos.
Steve bajo la cabeza por un momento, aquello me extraño bastante vi como en su mano aparecía aquel símbolo del fuego repentinamente no pude mas que levantarme algo asustada, al momento la mirada de Steve se dirigió hacia mi tenia los ojos rojos completamente.
No sabia que hacer estaba como paralizada en el sitio, mirando como se acercaba a Kameko que estaba desprevenida al fin pude articular palabra y avisarle.
-- KAMEKO!!!...CUIDADO...DETRAS TUYA!!!...-- grite avisándola al momento Kameko se dio la vuelta pero aquello era demasiado tarde vi como las manos de Steve se aferraron al cuello de Kameko, esta intento soltarse con toda su fuerza pero le resultaba imposible de un empujón la metió bajo el agua, yo estaba paralizada por el terror no parecía que ninguno de mis músculos funcionase.
Tanto Aoi como Etsuko se lanzaron al agua al escuchar mi grito casi de inmediato lo hice al mismo tiempo me agarre a uno de sus brazos e intente tirar de él hacia atrás pero de un solo movimiento me lanzo al agua mientras que Kameko seguía pataleando sabia que le quedaría poco tiempo, sus movimientos eran cada vez mas débiles.
Aoi se lanzo de inmediato siendo la primera en llegar a los brazos de Steve pero paso el mismo resultado termino siendo empujada, sin embargo Etsuko se lanzo a su espalda golpeándolo con toda la fuerza que tenia, pero sirvió de poco con miedo vi como Kameko dejaba de moverse en ese momento Etsuko le mordió con fuerza en la oreja haciéndole gritar de un movimiento la pobre salio despedida podía ver sus lagrimas pero en cuanto se giro para ver a Kameko recibió un golpe de un salvavidas en plena cabeza haciéndole caer era Ashley que había entrado.
Al momento cogio a Kameko y la llevo al borde de la piscina puso su oído en el pecho y al momento vi como su cara cambiaba no podía imaginar siquiera que estuviera muerta, al momento aplico sus labio para hacerle la (R.C.P) mientras que Aoi le masajeaba el pecho a un ritmo determinado Etsuko estaba completamente asustada y llorando no pude mas que acercarme a ella para abrazarla parecía que no respondía, peor pasado un momento escuche algo que fue como música celestial la tos de Kameko al parecer la pudo reanimar, Etsuko no pudo mas que abrazarla con fuerza mientras se recuperaba lentamente.
-- No vuelvas a darme ese susto...-- dijo Etsuko abrazándola con fuerza mientras lloraba.
-- ¿Se puede saber que ha pasado...?...-- pregunto Ashley extrañada mientras llevaba a Steve al borde de la piscina para ver como se encontraba.
-- No lo se de pronto se le pusieron... los ojos rojos y una marca... le apareció en la mano... y al instante se lanzo por Kameko...-- dije resumiendo lo que había sucedido allí pero aun así no podía creérmelo.
-- ¿Se encuentra bien...?...-- pregunto Kameko interesándose por su estado, a pesar de todo no había sido su culpa.
-- Esta vivo...por lo menos el golpe no le ha hecho mucho...solo tendrá un chichón...nada mas...y el mordisco de la oreja...Pero no tiene ninguna marca en la mano...-- dijo Ashley viendo la herida que tenia por los dientes de Etsuko, que esta se escondió al instante detrás de Kameko como si estuviera avergonzada.
-- Se lo merecía...nadie hace daño a Kameko...-- dijo Etsuko con su vocecita escondida detrás de Kameko.
-- Será mejor que descanse un poco después... le preguntaremos y vosotras es mejor que os vayáis vistiendo ... antes de que se despierte y lo descubra todo ...-- dijo Ashley como la mejor solución para aquello y no le faltaba razón pero yo aun estaba temblando por aquello.
-- Venga vamos...-- dijo Aoi mientras me cogia la mano y me arrastraba hacia las duchas, mientras Etsuko seguía cogida al brazo de Kameko y salían de la piscina.
Nos metimos en las duchas quitándonos aquellos bañadores ajustadísimos con el agua parecía que se había adherido al cuerpo pero después de la ducha nos vestimos y nos acercamos donde estaba Steve con Ashley al parecer había recuperado la consciencia.
-- ¿Que hago aquí...? ...-- pregunto Steve algo extrañado mientras estábamos nosotras alrededor.
-- ¿No te acuerdas de nada...?...-- pregunto Ashley intentando averiguar algo y de si nos había descubierto.
-- Solo me acuerdo que le dije que me respondiera sobre las invitaciones...y ya no me acuerdo de mas...Después creo que me desmaye...y ...¿Por que me duele la oreja...?... -- dijo Steve tocándose mientras pasaba la mano por la herida que le había ocasionado Etsuko que en ese momento salio de detrás de Kameko sacándole la lengua en forma de burla.
-- Lo mas seguro es que te resbalaras y te golpearas con algo...por suerte estoy aquí...si me puedes acompañar...te curare eso...-- dijo Ashley ayudándole a levantarse después del golpe que le había dado, por suerte no se acordaba de nada, gire la cabeza para ver a Aoi que se encontraba pensativa.
-- ¿En que piensas Aoi...?...-- pregunto Kameko extrañada, aunque no sorprendida por su actitud.
-- No lo se hay algo extraño en todo esto...solo la entrenadora...sabia que nos quedaríamos aquí aparte de la enfermera...y otra cosa por que fueron a por Kameko en vez de por ti...parece que quieren quitarnos de en medio una por una y dejarte sola...-- dijo Aoi intentando sacar algunas conclusiones, pero aun no lo tenia muy claro algo nos estaba acechando en aquel sitio.
-- Bueno será mejor que vayamos a la siguiente clase...-- dijo Kameko intentando olvidarse de lo que había pasado.
-- Si es lo mejor además yo tengo que ir a hablar con Alex para saber donde poner el stand ...y que de una vez por todas sabremos quien nuestra observadora...-- dijo Aoi entregándole la nota a Kameko para que la leyera.
-- De nuevo...¿Pero quien es...? ...-- dijo Kameko mientras arrugaba el papel entre sus manos con furia.
-- Lo único que se es que si hubiera querido...ya nos hubiera descubierto...sabe lo que somos...aparte que disfruto viéndonos...y me extraña...vosotras es mejor que después de clase vayáis al club a ordenar un poco aquello...y si el baño se puede usar...yo hablare con nuestra misteriosa amiga y la llevare allí...sabremos sus intenciones...-- dijo Aoi intentando planear todo lo que iba a hacer al menos de momento estábamos seguras.
-- Lo siento pero hoy saldremos antes...ya te lo dije ...y no pienso dejarla sola ...depuse del susto que me ha dado...-- dijo Etsuko cogiéndose mas aun al brazo de Kameko aunque esta intentaba que se soltase haciéndole saber que se encontraba bien.
Al momento sonó la sirena y nos dirigimos hacia nuestras clases Kameko tuvo que luchar un poco con Etsuko para que le soltara aquello había sido demasiado para ella y no queria apartarse pero al final la convenció y se fue a su clase.
Me quede un momento afuera entre toda la gente que pasaba de un sitio a otro vi a la entrenadora pasando se me quedo por un instante mirándome como si supiera perfectamente lo que había pasado pero no podía probarlo.
Teníamos que hacer algo o acabarían cogiéndome de momento había escapado pero cualquiera de clase podría atacarnos, tendríamos que estar ojo avizor de lo que pasara.
-- Señorita Akemi si hace el favor de entrar...-- dijo el profesor invitándome a entrar fui hacia mi asiento a intentar concentrarme en la clase.
La clase paso como siempre sin ningún contratiempo aunque parecía que Kameko no entendía nada y terminaba liándose con las explicaciones.
-- Muy bien gente...dentro de una semana tendremos un examen...quiero comprobar cual es el nivel de la clase de nuevo...así me haré una idea...después de la excelente actuación de la señorita Akemi...-- dijo el profesor al hacer esto sentí como si todas las miradas de odio de la clase se dirigieran hacia a mi, alguna vez que otra lo había sentido pero no de esa forma, seguidamente sonó la sirena y salieron los compañeros mientras les escuchaba cuchichear sobre mi, y la verdad no podría ser nada bueno, aunque ya estaba acostumbrada, observe como Kameko se desesperaba por los apuntes que tenia y se acerco para que la ayudara.
-- Akemi...¿Podrías hacerme un favor...?...No entiendo la mayoría de las cosas y los exámenes están cercanos me ayudarías a estudiar tengo que aprobar esto sea como sea...-- dijo Kameko casi suplicándome mientras me mostraba su cuaderno de apuntes que era todo un embrollo no sabría ni por donde empezar.
-- Claro...no hay problema...Ahora mismo estoy en la casa de Aoi...si quieres mañana empezamos...-- respondí aceptando ayudarla era lo menos que podía hacer después de lo que tanto había hecho por mi, en ese momento entro Etsuko por la puerta con una sonrisa en sus labios y acercándose a Kameko la abrazo por detrás sorprendiéndola.
-- Venga vamonos...tengo ganas de llegar a casa...además mis padres no estarán en toda la noche...-- dijo Etsuko sonriéndole y con cara de picardía aunque podía ver la cara casi de miedo en el cuerpo de Kameko pensando en lo que le esperaría, yo de mientras seguía ordenando los libros para ir al club y revisar las cosas.
-- Te acompaño yo también quiero verlo...-- dijo Kameko mientras miraba a los compañeros de clase como me miraban.
-- Gracias...-- dije bajando la cabeza y recogiendo las cosas salimos de allí escuchando los murmullos de la gente.
Pasamos por los pasillos atestados yo no paraba de mirar a la gente que pasaba a mi alrededor a veces terminaba empujada pero, no podíamos confiar en nadie me sentía como si estuviera siendo observada y que en algún momento toda aquella gente se lanzaría sobre mi, pasamos de la zona principal de la academia a otra anexa unida por un pasillo con cristaleras que daban al gran jardín, parecía estar muy bien arreglado y con algunos árboles y asientos para comer con tranquilidad podía verse algunos de los alumnos por allí.
El sitio parecía que estaba desierto, mire el numero de las llaves y hacia referencia a una habitación con un letrero arriba que estaba casi borrado y que lo mas seguro que tuviéramos que arreglar al abrir la puerta pudimos ver un sitio bastante grande y muy iluminado por varios fluorescentes, había una mesa ovalada en el centro y varias sillas alrededor aparte de algunas taquillas y un perchero que tendríamos que cambiar al fondo y haciendo de separador había una puerta doble algo vieja pensando que seria el baño espere solo no encontrarme arañas o si estuviera muy sucio.
abrimos la puerta y vimos que era una gran bañera que aun estaba en buen estado me acerque a los grifos y vi que tenia agua caliente y fría al menos podríamos relajarnos gire el grifo para comprobarlo y salía agua probé el otro y un viejo calentador se puso en marcha para salir la caliente, solo el faltaba un poco de limpieza y estaría nuevo. al menos habíamos hecho un buen trato.
-- Bueno parece que todo esta en orden solo tendremos que limpiar algo...podremos hacerlo mañana...-- dije ya que no hacia mucha limpiar casi todo parecía estar nuevo, al menos ya podríamos presumir de club y estaba apartado y tenia cerradura, habíamos avanzado algo.
-- Bueno tenemos que irnos...Etsuko esta poniéndose pesada...-- dijo Kameko mientras le revolvía el pelo con fuerza esta se quejo pero poco mas, ambas salieron de allí y me dejaron sola el silencio en ese momento pareció apoderarse del lugar a mi mente como si de un flash se tratase empezaron a aparecer imágenes de esa estatua, y del tempo también de la estatua de Efialtes, la mente parecía que me iba a explotar me dolía muchísimo solté los libros y me arrodille en el suelo gritando por el dolor, no parecía que aquello cesase ni siquiera me llegue a dar cuenta que alguien entraba allí.
-- Akemi... ¿Te encuentras bien...? ...-- pregunto Aoi acercándose a mi no se ni lo que ocurrió mi cuerpo actuó por su cuenta propia empujándola al suelo a unos pasos de mi.
-- ALEJATE DE MI!!!...-- dije gritando gire la cabeza para observarla y note como si no fuera yo sabia de sobra que era mi otra personalidad aquel miembro empezaba a palpitar con fuerza parecía que al estar sin el sello aquel demonio se hiciera mas fuerte e intentara poseerme.
No se lo que paso en ese instante solo recuerdo que caí al suelo y me desmaye en cuanto abrí los ojos vi la cara sonriente de Aoi y a Ashley a mi lado pase mi mano y note el frió contacto de aquel sello en mi cuerpo.
-- Menos mal que Christine me dio uno...por lo que pudiera pasar...Aoi si la ves dile que me traiga mas que harán falta...-- dijo Ashley intentando tener una provisión de aquellas cosas por lo que pudiera pasar.
-- Lo siento Aoi...Espero no haberte hecho daño...-- dije estando acostada con la cabeza en sus piernas descansando, me sentía como si estuviera en el cielo en calma total.
-- No te preocupes no me ha pasado nada...solo que me ha sorprendido...Si no tenias mas sellos deberías de habérmelo dicho...Pero no me vuelvas a asustar de esa forma...-- dijo Aoi mientras me daba un beso en la frente amorosamente y me ayudaba a levantarme.
-- Gracias por todo...y por ayudarme...-- dije bajando la cabeza algo avergonzada por los problemas que le estaba causando.
-- No te preocupes además...mañana traerán una cosa para el club que he encargado para ti exclusivamente...seguro que te servirá para estos momentos... en que no puedas controlarte o pase algo de imprevisto...-- dijo Aoi haciéndome saltar la curiosidad, no tenia ni idea de lo que podría ser.
-- Bueno es mejor que nos vayamos...Tenemos deberes y que preparar las cosas para mañana...¿Has podido hablar con Alex... sobre el sitio del stand para mañana? ...-- pregunte con curiosidad y esperando que no se hubieran tirado de los pelos por eso.
-- Si ya lo arreglamos además mañana al medio día sabremos...quien es nuestra observadora...pero no debéis de estar nadie conmigo...yo la llevare al club espero que estéis allí...-- dijo Aoi sonriéndome y la verdad no sabría que estaría tramando.
-- Si claro...-- respondí convencida, pero no sabia si queria que nos viera en acción o algo.
Salimos de allí, aquel sitio le inundo un silencio parecía que éramos las ultimas, pudimos ver a las limpiadoras entrando en las clases y en los cuartos de baño mientras se quejaban del trabajo y las pagas, algunas comentaban que había un sitio donde no el habían entregado llave para entrar, a aquella conversación ni siquiera le llegue a prestar atención, cuando salimos de la academia en un lado del edificio pude ver al director hablando con la entrenadora bastante airado parecía que estaba enfadado por algo, en cuanto giraron la cabeza nos vieron y nos saludaron falsamente, no pude mas que devolvérselo falsamente pero sabia que ya faltaba poco para lo que ellos pretendían hacer.
Empezamos a caminar hacia la parada del autobús y cogimos el primero que paso, la tarde poco a poco empezó a transformarse en noche las farolas empezaban a encenderse nos sentamos en la parte final del vehiculo que no estaba muy abarrotado, peor al salir de aquel sitio me sentí mucho mas aliviada.
El viaje no fue muy largo llegamos a la casa de Aoi al abrir nos encontramos la cena dispuesta tenia un estilo oriental y la televisión puesta Christine se había adaptado bastante deprisa.
-- Vaya...ya habéis llegado...¿Que tal ha ido la academia hoy...? ...-- pregunto Christine con un tono nervioso en su voz muy sutil pero que enseguida reconocí.
-- Pues ha habido un poco de todo...A propósito Ashley me ha dicho que si le puede dar mas sellos... de esos ha tenido que gastar el único que le diste...-- dijo Aoi de la manera mas tranquila posible pero para Christine aquello fue el sonar de una alarma en su cabeza.
-- ¿Akemi que ha pasado...? ...-- pregunto Christine con un tono de enfado y miedo mezclado al mismo tiempo.
-- Nada...Solo que teníamos clase de natación y con el agua...empezó a despegarse...pero no ha ocurrido nada ...-- respondí con la cara avergonzada mientras Aoi se tapaba la boca para no reírse a pleno pulmón, no era plan de contarle lo que había pasado en las taquillas terminaría escandalizándose.
-- Por suerte...pude llamar a Ashley y todo se soluciono ...le volvió a colocar el sello...-- dijo Aoi reforzando lo que había dicho y saltándose lo que me había pasado en el club tampoco queria alarmarla y menos lo de la piscina, pero sabia que tarde o temprano se enteraría.
-- Cariño...sabes que es muy peligroso...que el sello se quite...bueno es mejor que os duchéis y vengáis a cenar seguro que estáis cansadas...Espero que no te molestemos demasiado...-- dijo Christine aparte disculpándose con Aoi por lo que estaba pasando y que estábamos ocupando su casa y arriesgando por lo que pudiera pasar.
-- No te preocupes además prefiero estar acompañada...-- dijo Aoi sonriendo, pensé que al menos podríamos estar tranquilas.
-- Después tengo que enseñarte unas cosas...sobre todo como hacer sellos...te vendrá muy bien...por si pasara algo...-- dijo Christine intentando que Aoi aprendiera algo de como controlar aquella cosa, porque era con la que mas tiempo estaba a mi lado.
-- De acuerdo...vamos a ducharnos...-- dijo aoi mientras me cogia de la mano soltábamos los libros en su cuarto y nos fuimos directamente hacia el baño en un momento nos desnudamos y nos metimos dejando que el agua nos recuperara de aquel día lleno de sorpresas, en aquel momento miraba aquella pegatina no sabia si la tendría que llevar toda mi vida o si podría librarme de aquella cosa en alguna ocasión.
-- Te pido disculpas de nuevo por lo de esta tarde...no se lo que me paso...Eres demasiado buena conmigo...-- dije mientras bajaba la cabeza al momento sentí las manos de Aoi en mi pelo que empezaba a lavármelo, nos sentamos por un momento en la bañera, podía oler el suave perfume del champú y ver las burbujas como flotaban.
-- No te preocupes...pase lo que pase...estaremos ahí...y te ayudaremos en lo que podamos...Así que no te preocupes por nada...-- dijo sonriéndome mientras seguía lavándome el pelo al momento sentí el agua aclarándomelo.
Salimos de allí y nos pusimos unos albornoces el mió parecía un poco mas grande teniendo que remangarme las manos, me lié el pelo en una toalla lo mismo que Aoi y salimos al salón a comer.
La cena fue de lo mas tranquila pudimos escuchar por las noticias que aun estaban buscándonos pero que no sabían donde nos encontrábamos y era un alivio, después de la cena fuimos al cuarto mientras Christine se disponía a fregar los platos y recogerlo todo, Aoi me sentó en la cama y se dispuso a cepillarme el pelo como si fuera su hermana pequeña en ese momento me sentí así cogio unos adornos de uno de sus joyeros y me los puso en el pelo haciéndome mis coletas ella cogio una goma de color verde y se puso su cola de caballo que le quedaba muy bien.
-- Voy a ver que es lo que quiere Christine enseñarme...de mientras es mejor que repases tus deberes...-- dijo Aoi mientras salía de la habitación dejando la puerta encajada, pude ver que Christine había preparado algunas libretas y papeles con unos rotuladores para que practicara como hacerlos.
Yo abrí los libros y me puse a repasar un poco los deberes haciéndolos y para el examen que teníamos gracias a mi, cuando recordaba aquello me enfadaba por la inteligencia que tenia pero no podía hacer otra cosa, así era me esforzaba siempre al máximo y no iba a echarme atrás.
El tiempo pasaba y podía escuchar como Christine y Aoi hablaban de como hacer aquellas cosas y de la forma que era necesaria después de una hora al fin escuche a Aoi decir que le había salido bien y ya sabia como hacerlo, cuando mire el reloj vi que era cerca de media noche y el sueño estaba pudiendo conmigo así que me quite el albornoz y me puse aquel pijama enorme y me metí en la cama al momento escuche como Aoi hizo lo mismo me quede por un momento mirándola como se desnudaba y se ponía el pijama que al momento se introdujo conmigo y pasaba sus brazos por encima mía abrazándome aquel calor me invadía, reconfortaba y me hacia sentir segura poco a poco nos quedamos dormidas.
Pasaron unas cuantas horas y me desperté, me levante intentando no despertar a Aoi, no sabia ni siquiera para que fue no tenia sed ni ganas de ir al servicio, solo empecé a andar por el cuarto abrí la puerta del dormitorio y fui al salón avance hacia donde se supone que estaba Christine durmiendo, no podía controlar mi cuerpo estaba despierta pero a la vez dormida aquella cosa estaba guiándome.
Abrí la puerta de la habitación y allí estaba acostada solo con ropa interior de un color rosa pálido con transparencias y sin sujetador ni siquiera tenia la sabana encima, iluminada tan solo por la luz de la calle y la luna que bañaba su cuerpo sedoso y escultural podía ver como sus pechos bajaban y subían rítmicamente al compás de su respiración esta vez puse una de mis manos sobre ellos escuche un pequeño gemido cuando lo apreté aquel sonido fue como el pistoletazo de salida, aquella pegatina empezaba a ceder lentamente bajo el crecimiento del monstruoso miembro queriendo pasar un buen rato, apreté mi mano un poco mas fuerte apretando su pezón entre mis dedos, sus gemidos se incrementaron pero aquello ya fue lo suficiente para que despertara por un momento se me quedo mirándome con los ojos abiertos como platos al menos la pegatina seguía soportando la presión.
-- Lo siento...perdóname por esto...-- dijo Christine lamentándose de lo que iba a hacer fue lo único que escuche seguidamente note un dolor en la cara que aparentemente hizo que me despertara.
-- ¿Pero que hago aquí...? ...-- pregunte extrañada mientras me pasaba la mano por el sitio que me dolía.
-- No te preocupes cariño...¿Aoi puedes venir...?...-- exclamo Christine despertando a Aoi que al momento llego al dormitorio.
-- Llévala de nuevo al dormitorio y dormíos...No te preocupes no ha pasado nada...-- dijo Christine mientras bajaba la cabeza avergonzada aunque no entendía muy bien el por que, al momento salí de allí acompañada de Aoi mientras me pasaba la mano por el sitio dolorido sin saber el por que había pasado aquello y que hacia en el dormitorio de Christine y con mi mano en su pecho.
En cuanto llegamos de nuevo a nuestro dormitorio Aoi cerro por dentro con un cerrojo y nos metimos en la cama el resto de la noche fue de lo mas tranquila. Cuando llego la mañana note como la pegatina estaba un poco suelta pero pensé que aguantaría, el sexo de Aoi estaba despierto y se encontraba entre mis piernas como si lo estuviera abrazando con ellas veía en su cara una sonrisa de felicidad incluso aun que permanecía dormida, podía sentir su calor y dureza y como palpitaban sus venas era una delicia, aunque aquella mañana no tenia ningunas ganas de hacer nada.
-- Buenos días...-- dijo Aoi mientras me volvía a meter de nuevo en la cama abrazándome con fuerza dentro de la cama aquel abrazo fue una sensación indescriptible nunca me lo habían hecho sabia que ese día seria muy bueno y queria que comenzase, al momento me dio un beso en la nuca y me soltó ambas nos dirigimos hacia la ducha para despejarnos un poco nos cepillamos el pelo y nos pusimos los uniformes.
En cuanto salimos al salón vimos que el desayuno ya estaba puesto y a Christine yendo, de un sitio a otro en la cocina haciendo los zumos, esta vez iba vestida con unos pantalones vaqueros algo ajustados de color azul marino unos zapatos de tacón bajo y abiertos por los dedos junto con una blusa blanca de botones azules y con algo de escote, esta mañana dejo su pelo suelto que aun tenia mojado por la ducha.
-- Buenos días...Esta vez no eh tenido que despertaros...-- dijo Christine mientras se preparaba el café y servia los zumos, al momento nos sentamos y empezamos a desayunar viendo las noticias que al parecer se habían olvidado de lo que había pasado de momento.
Cuando terminamos cogimos los libros que necesitábamos y salimos para la academia bajamos por la escalera en cuanto salimos a la calle note el aire fresco de la mañana, podía escuchar el trafico y el ajetreo de la gente de un sitio para otro y como poco a poco la ciudad se iba despertando de la noche.
Nos fuimos a la parada del autobús, no tuvimos que esperar mucho pero esta vez estaba algo mas llena de la cuenta, no pudimos ni sentarnos así que permanecimos de pie el resto del trayecto.
Cuando bajamos vimos a Kameko y a Etsuko que estaban discutiendo como siempre en la puerta en cuanto bajamos las saludamos podía ver que Kameko estaba algo dolorida posiblemente de lo que le habría hecho Etsuko; en sus muñecas podía ver algunas débiles señales de una cuerda.
-- Buenos días...dios como me duele...-- dijo Kameko quejándose por lo que le habría hecho a saber oyendo lo que le dijo cualquiera sabría.
-- Buenos días...¿Parece que te lo hizo pagar...?...-- dijo Aoi saludándole viéndola en el estado que se encontraba.
-- Si eso parece...pero no sabe lo que le espera a esta pequeña pervertida...-- dijo Kameko mientras la despeinaba como era su costumbre al mismo tiempo que Etsuko empezaba a quejarse.
En aquel instante note como aquella pegatina empezaba a despegarse no entendía el motivo del por que en aquel preciso momento.
-- No ahora no...-- dije mientras notaba como el pegamento iba cediendo y poco a poco aquella cosa creía de momento no se notaba pero no podía hacer mucho de un momento a otro saldría fuera notaba como aquella personalidad iba tomando el control.
-- Rápido ve al club...allí al menos estarás segura además tendrás... una sorpresa que he encargado solo espero que haya llegado...-- dijo Aoi sonriéndome, al momento salí corriendo en dirección al club ignorando a todos los que me encontraban a mi alrededor era como alma que llevaba el diablo esperando encontrar lo que había encargado Aoi...
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
|