Inició el tema
Mazoku
632
3.608 ATC
DISPARO DESAFORTUNADO
─ Bueno ya hemos, ¿ahora que…?...─ pregunto Nualia viendo el paisaje que era bastante inquietante se podia escuchar de vez en cuando algún ruido metálico de las vagonetas.
─ ¿Cómo son esas gemas de las que me hablabas…?...─ preguntando con curiosidad puesto que si fueran lo mismo al menos tendría algo que buscar.
─ Tienen forma de pentágono y son de color rojo…─ respondió Nualia explicandome la forma y el color al menos tendría algo que buscar.
─ Será mejor que nos separemos así cubriremos mas terreno…─ Hable suponiendo que seria mucho mas fácil dar con esa gema.
Nos separamos en diferentes direcciones, entre en el primer vagón y empecé a rebuscar aquel sitio estaba destrozado los asientos estaban completamente rotos habia trozos de madera y cristal por el suelo que crujían a cada paso que daba, junto con algunos agujeros en el metal por el oxido, aparte de un olor bastante extraño, preferi ni pensar de lo que podia ser.
Seguí basando en varias vagonetas pero no encontré nada, aquello nos llevaría un buen rato.
Al salir de varios vagones entre en una maquina de tren, mire por todos lados e incluso abrí el horno para ver si se encontraba en ese sitio, pero nada solamente conseguí mancharme la mano de negro por el hollín.
Baje de la maquina y salí al exterior a respirar un poco, pude ver a Nualia revoloteando entre los vagones mirando de un lugar a otro junto con Elizabeth.
Avance entre los vagones nuevamente para volver a mirar pero no daba, pasamos varias horas hasta que vi a Elizabeth encima de una vagoneta a cuatro patas oliendo el ambiente.
─ Creo que he encontrado algo…─ dijo Elizabeth oliendo en una dirección, enseguida esta con sus movimientos ágiles se dirijo hacia donde habia captado el olor.
─ Espera!...─ exclame viendo con la rapidez y agilidad que se dirigia hacia a una maquina de tren.
Corp. durante varios metros hasta llegar a esta mientras podia ver a Nualia volando algo mas lenta debido a que el abdomen aun lo tenia bastante hinchado.
Tarde varios minutos al llegar lo que me extrañaba es que no hubiera dicho nada Elizabeth y se hubiera quedado en silencio.
Al llegar pude ver que también estaba Alan y estaba apuntándole con una de las pistolas, mientras que Elizabeth permanecia inmóvil con aquella gema en su mano.
─ Dile a tu mascota que la suelte o si no…─ dije Alan mientras amartillaba el arma dispuesto a dispararle.
─ ¿Alan…?,¿para que quieres esa gema…?...─ pregunte extrañada puesto que no creía que le interesase para nada.
─ Eso no te interesa y ahora dile que me de la gema…─ comento Alan mientras se preparaba a disparar y sabia perfectamente de que lo haría.
─ Elizabeth dásela…─ dije pensando que así no le haría daño pero tampoco podría obtener la gema.
Elizabeth acerco su mano lentamente hacia Alan de manera temblorosa pero este parecia que no quería ni tocarla.
─ Déjala en el suelo y retírate…─ dijo Alan apuntándole a la cabeza mientras no la perdía de vista.
Esta se agacho un poco y la dejo en el suelo retirándose unos pasos cuando lo hubo echo Alan sin dejar de apuntarnos se acerco hacia la gema para tomarla.
En ese momento y sin previo aviso observe como Nualia entraba por la ventana propinándole un golpe a Alan haciéndole caer.
Elizabeth aprovecho el momento para lanzarse para coger la gema pero a Alan le dio tiempo de sobra para efectuar un disparo que le dio en el hombro.
El cuerpo de Elizabeth cayo al suelo de golpe, no pude pensar sencillamente me quede paralizada por unos instantes pensando que la habia matado.
Al caer la suelo Alan se giro y disparo varias veces hacia Nualia que nuevamente esta escapo por la ventana volando.
Cuando me recupere me lance hacia la gema pero nada mas que la tuve al alcance de mis dedos Alan me apunto haciéndome que me quedara quieta.
─ Hubiera sido mas fácil si hubiera echo lo que le habia dicho….─ dijo Alan levantándose mientras tomaba la gema y salía de allí.
Nualia entro por la ventana y vio que Elizabeth estaba herida tumbada en el suelo, en eso se lanzo por Alan.
─ Déjalo que se vaya, tenemos que ocuparnos de Elizabeth…─ dije mientras veía que no era una de las balas de las armas destruía demonios si no algo diferente.
Tome a Elizabeth en brazos y la saque llevándola a algún sitio que estuviera mas cómoda, al menos pude encontrar un vagón que tenia paja y podia dejarla que descansara.
La mire detenidamente y pude ver el agujero de bala que tenia del que manaba algo de sangre, mire por detrás pero no habia salida.
─ Tendré que sacarle la bala…─ dije mientras miraba que aquello era diferente podia ver el sufrimiento en el rostro de Elizabeth.
El rostro de Elizabeth me lo decía todo estaba sufriendo pero no pensé que fuera solo pro la bala tenia que haber algo mas pero no sabia que es lo que era.
─ ¿Qué le pasa…?...─ pregunte a Nualia mientras esta miraba algo extrañada por los síntomas que tenia.
Elizabeth estaba sufriendo tenia pequeñas convulsiones y estaba sudando, parecia como si algo le hubiera afectado, no pensé que fuera la bala solamente.
─ Estoy segura que la bala tenia algo…─ comento Nualia acercando su rostro a la herida y empezando a oler, enseguida retiro la cabeza moviéndola un poco.
─ Es romero…la bala estaba impregnada en romero…─ dijo Nualia con total seguridad, no imagine que una simple hierba le hiciera tanto daño.
─ Romero, ¿la especia…?...─ pregunte extrañada ante aquello ni siquiera pensé que una simple especia pudiera hacer tanto daño a un demonio.
─ La salvia y el romero es como la cicuta y el arsénico para vosotros son venenos…─ hablo Nualia explicándome que aquellas plantas eran como venenos para ellos.
Rebusque por todos lados hasta que encontré un trozo de madera lo suficientemente grueso para que pudiera morder.
─ ¿Qué…es lo que vas… a hacer…?...─ pregunto Elizabeth de manera entrecortada mientras me miraba con aquel trozo de madera.
─ Es para que muerdas tendré que sacarte la bala…─ dije mientras le ofrecia aquello para que lo mordiera puesto que no tenia nada para dejarla dormida y aquello le iba a doler bastante.
Viendo aquello cerré los ojos y empecé a concentrarme notando como las uñas me crecían de sobremanera, eso era lo único que tenia para poder sacarle la bala.
Una vez que hubo terminado me mire aquellas uñas negras y afiladas como cuchillas, acerque un dedo y empecé a hacerle un pequeño corte para poder abrir la herida un poco mas.
En eso Elizabeth grito de forma apagada con todas sus fuerzas mientras mordía la madera que la escuchaba crujir bajo la presión de su mandíbula.
Aquello me producía nerviosismo y una gran tristeza pensando en que podría fallar de alguna forma y poner peor aquello.
Una vez lo hube echo acerque dos dedos y los introduje en la herida empecé a excavar lentamente rebuscando algo de metal para poder cogerlo y sacarlo.
Podia ver el rostro de Elizabeth y por el calvario que estaba pasando, quería acabar aquello lo mas rápido posible y dejar que descansara.
Podia escuchar sonidos de moverme entre la herida y notaba como la sangre salía de la herida, aquello hizo por unos segundos que el demonio intentara salir, pero no podia permitirlo.
─ Concéntrate!…─ exclamo Nualia haciéndome que no dejara salir al demonio y siguiera con lo que estaba haciendo.
Moví la cabeza varias veces para centrarme en lo que estaba haciendo, escuchaba los gemidos apagados de dolor de Elizabeth aquello era una tortura para ella.
Seguí un momento rebuscando en la herida sintiendo como la sangre roja y brillante llegaba a mis dedos sintiendo aquel calor y su olor metálico que impregnaba mi olfato.
Cuando al fin note algo duro solo esperaba que no fuera le hueso y me hubiera equivocado.
La agarre con ambas uñas y tire hacia fuera cuando al fin pude ver que se trataba de la bala que parecia impregnada en algo.
Acerque la nariz para olerlo a pesar del olor metálico de la sangre pude distinguir un olor que me era muy reconocido, pero aquel demonio hizo que retrocediera la cabeza de inmediato haciendo que pareciera como si estuviera oliendo el peor de los olores.
Enseguida la solté y pude ver como Elizabeth se habia desmayado, al menos descansaría, solté mientras la bala lejos.
─ Tráeme la cantimplora, tengo que limpiarle la herida y la manta…─ dije pensando en echarle algo de agua en la herida para limpiarla y esperar que el veneno no llegara a matarla.
Nualia salio del vagón y fue hacia donde habíamos dejado aquello en cuanto regreso tome la cantimplora y le eche agua sobre la herida despues tomando la manta la rasgue un poco para sacar una venda y colocársela encima de la herida para que no perdiera mucha sangre.
─ Parece que se te da bien…─ dijo Nualia mientras le hacia un vendaje improvisado con la manta y el resto de esta se la coloque debajo de la cabeza para que estuviera mas cómoda.
─ Mi padre era medico, y lo que mas curaba eran heridas de bala, así que he aprendido mirando…─ dije mientras apretaba la venda para que n ose moviera mientras Elizabeth descansaba.
─ Espero que no muera…quédate con ella yo voy a salir a dar una vuelta a ver si me despejo un poco…─ hable saliendo del vagón y notando la brisa fresca al menos aun era de noche y no hacia nada de calor podia escuchar el aullido de algún coyote.
Empecé a pasear entre los vagones pensando en aquello y para que quería que encontrase todas las gemas si eran tan peligrosas y por que Alan estaba tras ellas también.
─ Maldita sea…Aparécete!...tengo algunas preguntas que hacerte…─ dije mientras el enfado creía en mi y de pronto sin pensarlo le di un puñetazo a un vagón escuchando como se tambaleaba y le dejaba una abolladura en un costado.
Ni siquiera el impacto de aquello me dolió, estaba enfadada solo quería vengarme de los que me habia echo aquello pero de momento estaba en una misión de encontrar unas gemas malditas.
─ ¿Qué es lo que quieres preguntarme…?...─ pregunto una voz muy familiar cuando me gire pude ver a la Shaman que me habia salvado sentada en cuclillas mirando un fuego que crepitaba.
Aquello me pareció increible puesto que hace unos segundos ni siquiera estaba allí, pero al momento estaba poseída de ira sentía como las uñas crecían y los músculos se retorcían bajo la piel haciéndose mas grandes.
─ Maldita seas!...─ dije lanzándome contra ella, la pero en eso la Shaman se levanto de golpe y puso un báculo con una cabeza de hueso delante mía lanzándome contra uno de los vagones sin tocarme.
Me levante como pude entre el hueco que habia echo en el vagón por el impacto pero por suerte no me dolía nada.
─ ¿Por qué me salvaste…?...─ pregunte mientras me levantaba dispuesta a lanzarme de nuevo contra ella y destrozarla.
─ Me extraño que los demonios quisieran sacrificarte despues de haber echo aquello…eras la ideal…─ explico la Shaman haciéndome saber que habia visto como quemaban el pueblo y la masacre que hicieron.
─ Viste aquello, podías haberlo evitado…─ dije mientras me lanzaba de nuevo a la carrera contra ella, pero nuevamente solo alzando aquel báculo me lanzo por los aires a varios metros.
Me levante nuevamente como pude empezaba a dolerme el cuerpo por aquello, pero no podia rendirme.
─ No podia descubrirme, pero cuando vi que iban a sacrificarte era el momento preciso…─ dijo la Shaman mientras se volvía a poner en cuclillas mirando el fuego.
─ ¿Por qué soy tan especial…?...─ pregunte mientras me preparaba para volver a atacar pero esta vez me ace5rque lentamente andando.
La Shaman ni siquiera se inmuto siguió jugueteando con el fuego parecia que no me hubiera escuchado.
─ Te he preguntado…¿Por qué soy tan especial…?, respóndeme!...─ dije volviéndome a acercarme a ella acelerando mis pasos cuando estuve cerca me propuse a lanzarle un golpe pero ella se levanto rápidamente y elevo el báculo delante de mi y enseguida me eleve varios centímetros en el aire, mi cuerpo fue surcado por una energía de color negro.
Aquello hizo que mi cuerpo se retorciera de dolor y comencé a gritar con fuerza, aquel dolor era constante, recorría todos mis músculos.
─ Eras la única que podia resistir en tu interior ese demonio…─ dijo la Shaman mientras mantenía el báculo y seguia recibiendo aquel dolor.
Pasados unos segundos caí al suelo con el cuerpo dolorido, casi no podia moverme, era como si me hubieran dado una paliza.
─ Si quieres salvarla tendrás que ir a St. Elmo, esta a varias horas de camino siguiendo la vía en la otra dirección…Encuentra un Lirio Araña…─ en ese momento el fuego hizo el dibujo de esa flor, despues el resplandor de la fogata desapareció cuando mire no estaba ni ella ni la hoguera.
Me quede sorprendida por unos instantes , despues de la sorpresa me levanté poco a poco aun estaba dolorida por aquello, cuando sentí como alguien me ayudaba.
─ Parece que te han dado un paliza…─ dijo Nualia ayudándome a levantarme, el cuerpo me dolía por todas partes.
Tarde unos momentos en poder quedarme de pie puesto que la cabeza me daba vueltas y me tambaleaba algo.
─ ¿Qué haces aquí…?...Deberías estar con Elizabeth…─ dije con cierto tono de enfado pero agradecí mentalmente que me ayudara.
─ Elizabeth esta dormida…y no sirve de nada que este con ella…espero que tu charla con esa Shaman haya servido de algo…─ hablo Nualia con cierto aire de desanimo puesto que parecia no confiar en ella.
─ ¿Cómo sabes eso…?...─ pregunte extrañada aunque supuse que habia estado parte del tiempo espiándome.
─ He visto la pelea, y la verdad esa Shaman oculta algo, siento algo extraño es como si despidiera una energía mas maligna y se estuviera conteniendo…─ comento Nualia explicando lo que habia sentido.
─ Pues si se esta conteniendo lo disimula muy bien…─ hable mientras veía como uno de los moratones desaparecía lentamente y el dolor junto con el.
─ Tengo que ir a por un Lirio Araña…─ comente nuevamente mientras me estiraba un poco para sentirme algo mejor.
─ Voy contigo…─ dijo rápidamente Nualia interesada en acompañarme.
─ De eso nada no vas a dejar a Elizabeth sola…─ replique inmediatamente haciéndole saber que debía de cuidar de ella, y no dejarla sola ni un momento.
─ Pero puedes necesitar ayuda…─ volvió a protestar Nualia, parecia que no quería estar cerca de Elizabeth.
─ Puede volver Alan, y no pienso dejar que la mate…Ve con ella!...No tardare mucho o eso espero…─ exclame alzando la voz y haciéndole saber que no vendría conmigo.
─ ¿Por qué estas tan empeñada en salvarla…?...─ pregunto con cierta curiosidad Nualia, mirándome con ojos curiosos.
─ Ella me ha salvado la vida, y tengo que devolverle el favor; además haría lo mismo si te hubiera sucedido eso…─ hable haciéndole saber que si le hubieran disparado hubiera echo lo mismo.
Esta se quedo pensativa por unos momentos mirando con aquellos ojos confusos que parecia no creerse lo que estaba haciendo, así que sin pronunciar palabra alguna se dio la vuelta y desapareció entre los vagones en dirección hacia Elizabeth.
Aun con la noche encima empecé a caminar hacia la parte contraria del cementerio de trenes, esperando que no fuera muy difícil encontrar aquella flor.
La noche era bastante fresca se podia escuchar algún coyote que otro aullando y el cielo estaba despejado, así estuve caminando durante varias horas cuando al fin encontré una parada de trenes.
Pero esta aprecia abandonada los tablones de madera, tenían agujeros y la mayoría de esta estaba podrida, los cristales estaban rotos, abrí la puerta y al abrirla esta empezó a rechinar.
Dentro solo habia una estufa que estaba llena de oxido y una mecedora que estaba destrozada, no podia imagina que es lo que habia pasado.
Tomando el desvió avance por el camino de polvo leyendo en el cartel el nombre del pueblo, aquello me llevo una hora en llegar al pueblo, cuando al fin lo pude ver no se escuchaba ningun ruido como que me extraño bastante.
Me acerque mientras caminaba un poco mas despacio el pueblo parecia completamente desierto, no se escuchaba ni el sonido de una mosca era como si lo hubieran abandonado.
Pasee por la calle central mirando hacia todas partes por si veía alguna flor que me habia mostrado la Shaman con el fuego.
Mientras estaba absorta escuche un grito que provenía del saloon, con curiosidad me acerque lentamente y mire en su interior.
Moví las puertas y estas chirriaron mientras pude ver mesas y sillas tiradas por el suelo junto con vasos rotos, a cada paso que daba podia escucharse el crujir de la madera desgastada y el sonido de los cristales.
La barra tenia agujeros de balas por todas partes y partes de esta estaban destrozadas tirada por el suelo, el espejo de detrás estaba roto.
Por unos instantes me quede mirándolo, cuando pude ver como una sombra se paseaba por el local de manera rauda.
Enseguida gire la cabeza para comprobar lo que habia visto y no haya nada solo oscuridad, di gracias que los sentidos de aquel demonio me sirvieran.
Pensé enseguida que habia sido mi imaginación, de nuevo escuche el grito proveniente de la parte de arriba de las habitaciones.
Subí hacia esos cuartos que tantas veces habia recorrido esa escalera, hacia los cuartos, los peldaños crujían a cada paso y el pasamanos estaba lleno de polvo.
Me acerque a una de las puertas de donde habia creído que provenía el grito, abrí la puerta lentamente y mire en su interior no parecia que hubiera nada. aparte de la cama que estaba desecha, la ropa echa jirones y manchada de sangre, el armario tenia varios agujeros de baja y la ventana estaba rota.
En ese momento empecé a escuchar unos gemidos apagados como si alguien estuviera llorando, en cuanto entre en la habitacion escuche como la puerta se cerraba detrás de mi de un portazo pensé que habia sido el viento.
Preferi no darle importancia puesto que estaba segura que con la fuerza del demonio podría abrirla sin dificultad.
Así que me acerque al armario, mi mano estaba temblorosa y mi mente dudaba en si abrirlo o no.
Lo abrí de golpe y para m desgracia encontré un esqueleto con un vestido típico de prostituta tirado en el fondo, en su cráneo podia ver que tenia varios agujeros.
Por un segundo me quede sorprendida pero de repente varias imágenes azotaron mi mente haciéndome que me pusiera de rodillas por el dolor.
(IMÁGENES)
─ Vamos a pasar un buen rato cariño...─ dijo la chica con tono de lujuria en su voz haciendo resbalar sus palabras.
En cuanto giro la cabeza pude ver que se trataba del mismo tipo con el que habia estado bebiendo.
Enseguida el hombre le dio un empujón tirándola sobre la cama y haciéndola que esta cayera de mala manera.
─ ¿Pero que estas haciendo…?...─ cuestiono la mujer con cierto tono de enfado pero enseguida su rostro cambio de inmediato por el miedo.
─ Ahora si vamos a pasarlo bien…─ dijo aquel hombre mientras sacaba una cuchillo de su bota.
La mujer de inmediato intento gritar pero le fue imposible puesto que el hombre se le lanzo encima de ella tapándole la boca y pasándole el cuchillo de manera suave por su cuello.
La mujer empezó a llorar y a emitir gemidos de forma apagada con los ojos llenos de miedo, mientras que le hombre parecia disfrutarlo de manera sádica.
Pero enseguida aquello fue lo menor puesto que lso gritos empezaron a sucederse en la parte de bajo podia escuchar a las mujeres y a los hombres gritar, estaba pasando lo mismo que en donde vivía.
No paso ni un segundo cuando el hombre incrusto el cuchillo en el abdomen de la mujer y un reguero de sangre mancho las ropas de la mujer y sus ojos en ese momento cambiaron totalmente pidiendo ayuda.
Despues de eso le quito la mano de la boca puesto que ya habia muerto pero aquello ni siquiera le detuvo estuvo un rato quitándole la ropa despues de eso saco el cuchillo enterrado en su cuerpo, pude ver como sus uñas se alargaban y despues las introdujo en la herida y tirando hacia ambos lados desgarro la piel haciendo que la sangre saltara hacia todas direcciones.
Pude ver sus órganos que palpitaban aun y como la sangre dejaba charcos en el suelo y en la cama, aunque estuviera muerta podia escuchar aun los gritos de la mujer retumbar en mi cabeza, aunque aquel tipo no se detuvo allí, metió las manos en su cuerpo caliente y tomando uno de sus órganos tiro de ellos con fuerza el sonido de desgarrar la carne fue asqueroso mientras la sangre lo manchaba todo con su típico olor metálico impregnando la habitacion.
Despues de aquello empezó a darles mordiscos al órgano que habia arrancado, la sangre salía a chorros mientras el tipo masticaba la carne con una sonrisa demoníaca en su rostro.
Despues de aquello lo arrojo hacia un lado e introdujo su rostro entre el hueco que habia echo con sus manos y empezó a beber la sangre que aun seguia manando de su cuerpo inerte.
Los ojos de la mujer pedían ayuda mientras su cuerpo se convulsionaba una y otra vez por las embestidas de aquel tipo que seguia dando mordiscos a su cuerpo inerte y bebiendo su sangre con fruición.
Mientras que los gritos de la parte de abajo cesaron pero empezaron en las calles parecia como si las almas de aquellas personas me pidieran ayuda.
Cuando hubo pasado un momento el hombre saco la cabeza de entre sus entrañas y mirándola con desprecio desenfundo la pistola y le pego varios tiros en la cabeza.
Con su cara impregnada en sangre la tomo en sus brazos y la metió en el armario cerro las puertas y se limpio la cara en la palangana.
─ Bienvenidos al infierno…─ dijo el hombre como una frase condenatoria, mientras se secaba el rostro.
(FIN DE LAS IMÁGENES)
En ese momento cesaron las imágenes y el dolor de cabeza que tenia, no podia creer que aquella hubiera sido yo pero esta vez no tuvo tanta suerte.
Me levante como pude lentamente las piernas me temblaban y la cabeza aun me daba vuelta.
Salí de la habitacion y de repente las arcadas llegaron a mi garganta, me apoye contra la pared y sentí la bilis acida subir por mi garganta y despues de eso empecé a vomitar durante unos segundos.
─ Joder!...─ exclame mientras me limpiaba la boca del vomito, baje todo lo rápido que pude y salí de aquel sitio.
Mientras salía miraba hacia todas partes y lo que no habia visto antes pude ver ahora manchas de sangre por todos lados era como si se hicieran mas visibles por momento.
Salí rápidamente y di una bocanada de aire todo lo que pude, pero en ese instante note una ráfaga de aire helado que me atravesó, y me dejo como paralizada.
Entonces sentí como si alguien me abrazara cuando miré hacia abajo pude ver a una niña pequeña.
Aquello me dejo helada la niña tenia le vestido lleno de sangre y manchas negras, me pareció incluso la misma que habia visto en mi pueblo.
Despues de aquello la niña elevo la cabeza y me miro con su cara asustada y triste al mismo tiempo.
─ Socorro!...─ exclamo la niña de manera lastimosa pero en aquel momento su rostro empezó a fundirse.
Aquello fue espantoso sus ojos se metieron hacia adentro de sus cuencas, mientras su piel prácticamente resbalaba por su rostro.
Intente quitármela de encima mientras que aquella tristeza se volvió poco a poco en una risa macabra, mis ojos no podían apartar la mirada de aquello, podia ver partes de su cráneo ennegrecido mientras, su piel resbalaba.
Tome sus brazos y comencé a tirar de ellos para que dejara de abrazarme, pero en ese momento me vi con sus brazos en mis manos y como de su cuerpo salían chorros de sangre aun así aquel esqueleto siguió riéndose cada vez con mas fuerza.
Solté los brazos en el suelo y me aparte de ella di unos pasos hacia atrás y me tropecé mientras vería como aquel engendro se acercaba lentamente, como pude palpe una pistola y rápidamente desenfunde disparando haciendo que aquel monstruo cayera al suelo y en un segundo consumido por llamas negras dejado solamente un cráneo.
Pero su risa persistió durante unos instantes en el aire siendo un eco que se apago, no podia pensar tenia la mente en blanco y aun me temblaban las manos.
Enfunde la pistola y me puse de pie, y me quede durante unos segundos asustada mirando hacia el esqueleto.
Empecé a darme toda la prisa que podia mirando hacia todas partes para ver si encontraba la maldita flor, pero no la veía por ningun sitio.
En mi camino llegue a las afueras del pueblo pensé que lo que me habia dicho la Shaman habia sido mentira y que solo quería que me alejase del lugar.
Pero cuando pensaba que todo aquello era mentira, gire la cabeza y pude ver un letrero que me llevaba hacia el cementerio.
Era el único lugar que no habla revisado, aunque ya no tenia muchas esperanzas en encontrarla.
Mire hacia el cielo y aun era de noche me parecia imposible puesto que según el tiempo que habia tardado en llegar al pueblo ya debería de estar amaneciendo.
Avance por le camino de polvo en dirección hacia le cementerio, baje por el mismo hasta llegar a una depresión en la que pude ver varias tumbas diseminadas alrededor de un árbol alto, negro y de ramas retorcidas del cual colgaba de sus ramas varios esqueletos al parecer era donde ahorcaban a los bandidos y los dejaban como advertencia.
Avance por aquel terreno árido y lleno de arbustos muertos, al parecer era bastante grande, empecé a mirar por todas partes para ver si la encontraba pero no habia forma.
Cuando hube revisado todas las tumbas, pensé que me habia mentido y aquella flor no existía.
Cuando ya me habia rendido, pensé que lo único que me quedaba por mirar era cerca del árbol.
Mire de reojo al árbol y pude ver como los esqueletos colgados se movían ligeramente por el viento de un sitio a otro.
─ Solo espero que se queden donde están…─ dije mientras tragaba saliva de manera pesada y me acercaba al árbol para revisarlo…
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste y muchas gracias a todos  .
Inició el tema
Mazoku
632
3.608 ATC
ESPERANZA EN EL CEMENTERIO
Rebusque por los alrededores del árbol entre su base pero no aparecía nada por allí, de vez en cuando podia escuchar el sonido de las cuerdas cuando se movían de un lugar a otro.
Seguí buscando un buen rato hasta que en uno de los agujeros pude ver una flor de color blanco idéntica a la que me habia mostrado con el fuego.
Al principio sentí dudas para introducir la mano en el interior del árbol, un escalofrió recorrió mi espalda algo me decía que no debería hacerlo, pero tenia que salvar a Elizabeth.
Fui metiendo la mano en aquel agujero de manera lenta y temblorosa de vez en cuando miraba hacia los esqueletos, asegurándome que seguían estando en su sitio.
Cuando ya la tenia a mi alcance la tome y tire de ella pero antes siquiera que sacara la mano, aquel agujero se cerro dejándomela dentro.
Por un segundo me quede sin saber que hacer pero empecé a tirar para sacarla pero la tenia completamente atrapada.
Mientras intentaba con todas mis fuerzas escapar escuche como una risa grotesca y grave que parecia provenir del árbol.
La desesperación y el miedo empezaba a subir mientras tiraba para sacar la mano de aquella trampa viviente.
Viendo que no era posible desenfunde el arma pero en ese momento escuche como algo se rompía mire hacia arriba y pude ver que uno de los esqueletos faltaba.
Mire hacia todas partes inquieta y nerviosa, no sabia que hacer pero en cuanto gire la cabeza hacia un sitio note como una mano huesuda tomo mi brazo inmovilizándomelo para que no disparara y con su otra mano la coloco en mi garganta que empezaba a estrangularme.
El aire me empezaba a faltar casi no podia respirar mientras que podia notar como mi brazo se estiraba cada vez mas parecia que me lo arrancaría.
Me concentre lo que pude para poder sacar el demonio de mi interior para poder salir de aquello pero parecia que no quisiera.
El dolor fue acumulándose en mi hombro cada vez mas mientras que el aire ya no llegaba a mis pulmones cada vez los ojos se me cerraban mas y mas.
Cuando creía que todo estaba perdido escuche como un revoloteo por encima mía y despues que algo se rompía a mi espalda.
Cuando por fin pude respirar empecé a toser con fuerza, hasta que por fin pude respirar con tranquilidad.
Cuando mire hacia arriba pude ver que era Nualia que descendía poniéndose delante mía como si me protegiera.
─ ¿Qué haces aquí…?...Te dije que te quedaras con Elizabeth…─ pregunte con tono de enfado mientras movía le brazo que tenia atrapado.
─ Yo también me alegro de verte…Te estuve espiando mientras hablabas con esa Shaman, pensé que necesitarías ayuda…─ respondió Nualia, mientras que empecé a notar como el suelo empezaba a moverse lentamente.
─ Tu que crees!...no puedo sacar la mano…─ exclame mientras tiraba de ella una y otra vez, en eso empecé a ver como manos huesudas y descarnadas salían de la tierra.
─ Creo que tenemos problemas…Será mejor que saques la mano de ahí…─ dijo Nualia mientras se preparaba para atacar.
Pude ver como sus uñas se alargaban y su rostro parecia cambiar algo, pero no podia distraerme por mucho que empujara la mano no salía.
Despues de estar tirando apunte al árbol con el arma y dispare varias veces pensando que seria algún árbol que tuviera un demonio dentro, pero las balas solamente rebotaron en la corteza.
─ Si estas agarrando la flor suéltala!...─ dijo Nualia, enseguida pensé que era eso, en cuanto solté la flor parecia que el demonio quiso salir al verse amenazado.
Note como lso músculos se retorcían y las uñas me crecían de sobremanera y de un solo tirón esta vez pude sacar la mano de su interior pero aquello hizo que el árbol soltara un grito que resonó en todo le lugar, pude ver que por donde habia dejado el hueco empezó a sangrar, era como si le hubiera arrancado una parte de su cuerpo y estuviera vivo.
Volvi la mirada y pude ver como aquellas cosas descarnadas con ropas andrajosas emergían debajo de la tierra pude ver ropajes de vaqueros y algunas ropas de mujer.
Sin pensármelo dos veces solamente asentí junto a Nualia y nos lanzamos al combate, empecé a soltar garrazos a aquellos engendros que se me acercaban podia notar que sus cuerpos eran muy blandos y al impactar solo soltaban polvo y un quejido.
Aquella batalla no duro mucho, viendo que toso habían caído me acerque de nuevo al árbol que esta vez parecia inmóvil esta vez metí la mano en su interior y saque la flor enseguida note como de nuevo el demonio se calmaba.
─ ¿Pero que…?...─ pregunte sorprendida al ver aquel cambio, parecia que el demonio se calmaba por completo.
─ Es un Lirio Araña, tiene un efecto calmante y desinfectante en lso demonios…tenemos que darnos prisa no creo que este, se quede muy tranquilo por mucho tiempo…─ comento Nualia explicándome lo que era la planta y para que servia pero teníamos un problema si queríamos salir de allí no podia transformarme.
Avanzamos todo lo rápido que pudimos para salir del cementerio, pero teníamos que atravesar el pueblo para llegar de nuevo al cementerio de trenes.
Mire al cielo y no parecia que amaneciera seguia siendo de noche, no sabía si era cosa del pueblo o por algún motivo.
─ Ya debería de haber amanecido…─ dije con tono de extrañeza mientras íbamos hacia el pueblo.
─ El sitio esta dominado por un demonio…y puede hacer lo que quiera y no creo que nos deje salir tan fácilmente…─ dijo Nualia explicándome que era le demonio el que decía si era de noche o de día en ese lugar .
Al llegar a la entrada del pueblo todo parecia muy tranquilo avanzamos unos cuantos pasos pendientes de lo que pudiera pasar.
─ Todo esta tranquilo, demasiado tranquilo…─ hable mientras caminábamos hacia la otra parte del pueblo para poder salir.
Pero enseguida empecé a escuchar como una risa demoníaca que parecia provenir desde todo el pueblo.
─ Vaya así que venís a mi pueblo, tomáis lo que no es nuestro y una escoria como ella invade mi territorio…No saldréis vivas de aquí…─ dijo una voz con cierto tono chillo amenazándonos.
─ Solo eh venido por la flor nada mas…─ dije intentando convencerle de que no habíamos venido por nada mas que eso.
De repente se hizo el silencio, mientras avanzábamos pude ver como de la tierra empezaban a salir manos lo mismo que en el cementerio.
Una multitud de de aquellos engendros salieron de la tierra tenían los ropajes destrozados y sucios sus rostros eran solamente esqueletos y en sus cuencas solo habia oscuridad que al verlos pareciera que te engullera.
No te será tan fácil…─ dije desenfundando y empezando a disparar varias veces las balas al impactar en su cuerpos solamente los atravesaban sin producir el menos efecto.
Lo hice varias veces, pero no sucedió nada de lo que pensaba, aquello me dejo helada y viendo que no era efectivo pensé que era mejor no gastar mas balas.
─ No ocurre nada…¿Pero que demonios…?...─ pregunte extrañada puesto que el revolver me habia funcionado siempre.
─ No son demonios…son solo muertos que están siendo movidos por él, por eso las balas no les afectan…─ dijo Nualia preparándose para la lucha podia ver como sus uñas volvían a crecer y su rostro cambiaba ligeramente con facciones mas afiladas y los colmillos se notaban mucho mas.
Aunque quisiera no podia cambiar puesto que tenia la flor y eso era lo que me lo impedía.
─ Tenemos que encontrar otra salida…─ dije pensando que no nos dejaría escapar tan fácilmente.
─ Estos demonios son fáciles de derrotar y amedrentar, por eso no se dejan ver…─ dijo Nualia lanzándose al ataque, cuando estuvo a su altura empezó a soltar garrazos a diestro y siniestro a todo aquel engendro que se acercara.
Su lucha continuo por unos momentos aunque a cada golpe de ella los muertos caían la suelo y volvían de nuevo a levantarse, podia verse el agotamiento en ella y que no podría con ellos.
En un momento escuche como detrás de mi empezaba a moverse la tierra cuando gire la cabeza pude sentir como una mano huesuda se aferraba a mi tobillo tirando de mi.
Enseguida caí al suelo y vi horrorizada como una de esas cosas se abalanzaba sobre mi como pude moví la otra pierna propinándole una patada en el cráneo haciendo que saltara pro los aires.
Aunque podia sentir aun su mano apresando mi tobillo, como pude seguí propinándole golpes en el brazo hasta que lo rompí.
─ Nualia vámonos…No estas consiguiendo nada, solo cansarte…─ dije mientras avanzaba hacia ella pero parecia que no me escuchara, seguia dando garrazos a todo lo que se acercara cada vez con menos ímpetu.
Cuando uno de ellos se puso a su espalda y la detuvo con fuerza, intento resistirse pero no podia hacer nada estaba demasiada cansada.
─ Suéltame engendro…─ dijo Nualia con odio en su voz mientras intentaba resistirse todo lo que podia.
No pude mas que sacar el arma y disparar contra la cabeza de aquella cosa que enseguida cayo al suelo, en eso me acerque a Nualia tomándola del brazo esta giro la cabeza creyendo que era una de esas cosas.
─ Vamos tenemos que encontrar otra salida…No podemos hacer nada…─ comente viendo que la situación se nos escapaba de las manos y que cada mas de aquellas cosas salía de debajo de la tierra.
─ Seréis parte de mi colección….Je, je, je, je…─ dijo aquella cosa riéndose, pero mientras permaneciera oculta seria imposible.
─ Maldito seas…─ dijo Nualia enfangándose y tirando un poco para volver a la batalla.
─ Nualia!...no puedes hacer nada…y soy la primera que quiero salir de aquí para ir a curar a Elizabeth, pero no podemos entretenernos tenemos que buscar otra salida…─ dije mirándole directamente a sus ojos completamente rojos.
─ De acuerdo…─ replico Nualia con tono de enfado mientras corríamos hacia uno de los callejones del pueblo.
─ ¿Muy bien cual es tu plan…?...─ pregunto Nualia ya ocultadas en un callejon y mirando lo que pasaba en el exterior.
─ Tenemos que hacer que ese demonio salga a la luz…eso lo primero…─ dije sin tener nada mas en mente puesto que si salía podíamos matarlo.
─ ¿Y como piensas hacerlo…?...─ pregunto con cierto aire de enfado en su tono, al parecer sacarla de la lucha no le habia gustado.
─ Aun no lo se, pero tenemos que irnos cuanto antes…─ comente pensando que Elizabeth no aguantaría mucho.
─ Perfecto…─ dijo con ironía en su voz viendo que no teníamos ningun plan.
─ A ver se supone que este es su territorio…por lo tanto es l oque le ata al pueblo…─ dije razonando aunque lo mismo me equivocaba.
─ Si mientras este en el pueblo puede hacer lo que quiera…─ comento Nualia viendo como estaba por fuera auqneu no podríamos estar por mucho tiempo en este escondite.
─ Tengo una idea pero necesito que me ayudes…Quiero que los distraigas tengo que llegar al saloon…─ dije pensando que si destruya el lugar aquel demonio saldría afuera.
─ ¿Quieres que haga de cebo…?...─ pregunto extrañada Nualia viendo que pensaba ir al saloon, pero aun no entendía mi plan.
─ Te darás cuenta enseguida, además tu puedes volar…─ dije mientras le sonreía de forma casi picarona.
Nualia empezó a gruñir entre dientes mientras salía del sitio y comenzaba a volar por todo el pueblo haciendo que los muertos empezaran a perseguirla.
─ Perfecto…─ hable pensando que tenia la oportunidad para llegar al saloon, así que salí de mi escondite a toda prisa en dirección hacia el edificio mientras veía como Nualia los atraía lejos de ese sitio.
Avance por la calle principal del pueblo hasta llegar al Saloon enseguida me fije en las botellas de licor que habia detrás de la barra que al parecer seguían allí.
Me acerqué para cogerlas en cuanto las tuve en las manos comencé a derramarlas sobre las barra y en el suelo del saloon.
Despues de eso dispare y el fuego se inicio salí de allí y por un momento no parecia suceder nada, hasta que empecé a ver como parte del cielo empezaba a resquebrjar5se poco a poco, como si estuviéramos cubiertos por un cristal.
─ NOOOO!!!...─ grito una voz que resonó en el pueblo enseguida aquellos engendros dejaron de perseguir a Nualia para centrarme en mi, solo esperaba en aquello hiciera salir al demonio….
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste y muchas gracias a todos  .
Inició el tema
Mazoku
632
3.608 ATC
CARRERA POR LA VIDA
Despues de eso me quede mirando como el saloon empezaba a arder y aquellos engendros ignoraron a Nualia y se dirigieron hacia mi posición.
─ Aunque tenga que reducir el pueblo a cenizas pero te aseguro que saldremos de aquí…─ dije retándole, viendo que tendría que salir por las buenas o por las malas.
Viendo que aquellas cosas no descansarían desenfunde las armas y empecé a disparar, los disparos se sucedían y las balas sencillamente atravesaban a aquellos monstruos que no se detendrían.
Nualia enseguida voló hacia mi posición y se puso cerca de mi preparándose para defendernos.
─ ¿Qué es l oque pretendes…?...─ pregunto con tono cansado mientras resoplaba recuperando el aliento.
─ Que salga a la luz…─ respondí mientras disparaba una y otra vez pero siendo inútil, de vez en cuando miraba al cielo viendo como aquellas grietas se hacian cada vez mas grandes, aparte del saloon comenzaba a salir gran cantidad de humo mientras que las llamas lo devoraban.
─ ¿Creen en serio que saldrá…?...─ cuestiono Nualia, esperando que estuvieran mas cerca para lanzarse al combate.
En ese momento tome algunas balas y recargue le arma, volviendo a disparar pero cuando ya estaban casi a nuestra altura se detuvieron en seco.
─ Moriréis junto con el pueblo!...─ exclamo una voz proveniente de atrás de todos aquellos monstruos.
Enseguida me fije sobre ese demonio parecia como si fuera un payaso de circo, su cara era blanca por completo y una estrella negra pintada sobre su ojo, tenia un traje extraño lleno de colores desparejos, en su rostro se pintaba una mueca de sonrisa con una gran marca roja en sus labios.
Podia escuchar unos cascabeles cada vez que se movía de un lugar a otro con pequeños saltos.
Auqneu aquello duro poco puesto que aquel payaso se elevo en los aires por unos metros abriendo los brazos en cruz.
─ Dispara!...─ exclamo Nualia viendo la oportunidad de acabar de un disparo.
Apunte y enseguida apreté le gatillo pero sin preverlo uno de aquellos cuerpos se puso delante suya parando el disparo.
Me quede sin saber que decir viendo como los cuerpos de aquellos monstruos se arremolinaban a su alrededor.
Podia escuchar como chasquidos de carne y retorcer de músculos, mientras los gritos de aquellas cosas llenaban el aire.
─ ¿Pero que…?...─ pregunte viendo como aquellas cosas poco a poco iban transformándose en un ser gigantesco.
Aquel engendro media alrededor de cinco metros de altura, su cuerpo tenia un color grisáceo enfermizo, desgarbado y delgado. mientras que sus facciones no eran ni siquiera humanas, no tenia ojos podían verse solo las cuencas alargadas junto con la boca que parecia un agujero negro.
─ Ja, ja. ja…─ se rió una y otra vez mientras aquellos cuerpos terminaban de formar aquella cosa gigante.
Empecé a dispararle sin ocasionarle ninguna herida, viendo aquello no sabia que hacer, ni tampoco podíamos salir de momento del pueblo.
Mientras seguían cayendo pedazos de aquel cielo oscuro y podia verse como tímidos rayos de luz comenzaban a entrar.
Aquella cosa se agacho y movió el brazo hacia nuestra dirección por suerte pedimos esquivarlo a tiempo.
Pero hizo volar varios barriles y parte de una casa, mientras yo rodaba por el suelo despedida tan solo por le impulso.
─ ¿Estas bien…?...─ pregunto Nualia que por suerte habia podido esquivarlo, gracias a su vuelo.
─ Genial!...─ dije irónicamente mientras me quitaba varios trozos de madera de encima, y me ponía de pie.
─ No creo que tus armas pueda con esa cosa, y no podremos salir de aquí a menos que ese demonio muera…No tenemos mucho tiempo…─ comento Nualia acercándose y quitándome varias trozos de madera de encima.
Por un instante me quede mirándolo intentando averiguar que es lo que hacer, y enseguida se me ocurrió una locura.
─ Tengo una idea, se que te parecerá una locura, voy a dejar que me atrape…─ dije pensando en aquella estupidez pensando que podría funcionar.
─ ¿Pero que estas diciendo…?...¿Estas loca…?...─ pregunto una y otra vez Nualia escuchando la locura que le estaba diciendo.
─ Si me pasase algo, cuida de Elizabeth…─ dije esperando que si moría en por lo que estaba pensando que al menos alguien estuviera con Elizabeth.
─ Ni se te ocurra…No te pienso dejar que lo hagas…─ dijo Nualia poniéndose delante mía con los brazos abiertos impidiéndome que hiciera eso.
─ Nualia es la única forma de que al menos alguna salgamos de aquí…─ le explique mis razones, esperando que se apartara de mi camino y me dejara hacer aquello.
─ No pienso dejarte que lo hagas…─ hablo Nualia sin dejar de que me moviera, pero el tiempo corría e nuestra contra puesto que no tardaría mucho aquel monstruo en soltar un nuevo ataque, y no sabia siesta vez podríamos esquivarlo.
No sabia que hacer así que desenfunde y apunte a Nualia esperando que aquella amenaza la convenciera de que se apartara.
─ No creo que vayas a hacerlo…─ dijo Nualia mirándome directamente a los ojos y estaba en lo cierto pero no me quedaba otra.
Sin pensarlo dispare cerca de sus piernas haciendo que esta retrocediera algo asustada por aquello.
─ Lo siento pero si tengo que hacerlo lo haré…toma coge la flor y prepárate para salir corriendo en cuanto el cielo se caiga…─ dije volviendo a enfundar y enseguida salí de donde estabamos para colocarme delante de aquel monstruo para que pudiera verme.
─ Eh!, tu monstruo estoy aquí…─ exclame intentado que me viera y se diera cuenta de donde estaba.
No tardo mucho en prestarme atención así que de golpe lanzo su ataque, solamente cerré los ojos esperando que hiciera lo que estaba pensando.
En un segundo note como su mano áspera me envolvía con fuerza, note como no podia moverme su fuerza era descomunal.
En un solo movimiento me llevo por encima de su boca la mirar hacia abajo pude contemplar un agujero negro de oscuridad insondable que parecia llamarme con fuerza, podia escuchar los lamentos de aquellos seres provenientes de su boca.
En un momento me soltó y fue como si cayera de manera interminable, para cuando abrí los ojos no podia ver nada pero me sentía muy extraña como si estuviera cubierta de una especie de baba y que me resbalaba hacia lo mas profundo de su interior.
En ese momento intente moverme pero por donde estaba pasando era muy estrecho y los movimientos eran casi imposibles, para cuando pude agarrar el revolver no pude mover el brazo para desenfundar.
No me quedaba otra nada mas que apretar el gatillo solo esperaba que no terminara dándome y acabara en llamas.
Apreté el gatillo y sentí como la bala me rozaba la piel, pero pude escuchar como aquella cosa gritaba, tenia que volver a hacerlo y así fue dispare varias breces sintiendo la quemazón de la bala al rozarme la pierna.
Sus gritos empezaron a ser cada vez mas fuertes y podia notar como aquella cosa se movía, permitiéndome moverme cada vez mas.
Cuando al fin termine de caer, llegue a un lugar bastante amplio de color rojizo y con un ambiente muy opresivo, el aire era denso incluso me costaba respirar, al moverme podia notar un suelo carnoso y muy blando, pude ver aquel demonio que parecia estar en trance moviendo aquella cosa, unos cuantos centímetros encima del suelo y atado por varios tendones de carne.
Me mire la pierna y pude ver varias quemaduras en la pierna que poco a poco se fueron curando, por suerte no eran heridas graves, me acerque aquella cosa y desenfunde el arma apuntándole directamente a la cabeza.
─ Se acabo!...─ exclame amartillando el arma y en ese momento abrio los ojos de golpe.
─ NOOOOO!!!...─ grito aquella cosa con todas sus fuerzas haciendo resonar su voz en todo el espacio donde estabamos, apreté el gatillo sintiendo el retroceso en mi mano y pensando que al fin acabaría todo.
Cuando la bala le impacto pude ver el agujero que habia dejado y algo de sangre que salía, enseguida cerro lso ojos y bajo la cabeza.
Me extrañe bastante puesto que todo seguia estando igual, pero al momento volvió a elevar la cabeza y con los ojos abiertos de par en par empezó a gritar con fuerza mientras aquel fuego oscuro empezaba a consumirle, sus gritos de agonía eran como música para mi, el demonio de mi interior parecia regocijarse por aquello,.
Aquel sitio empezaba a moverse violentamente pero no sabia hacia donde irme puesto que no parecia haber salida excepto por donde habia caído pero estaba demasiado alto para poder saltar.
Así que me prepare para acabar junto aquel demonio, al menos Elizabeth podría salvarse, el final se acercaba y me habia resignado a aquello poco a poco aquel lugar fue colapsándose sobre si mismo, mientras escuchaba los gritos de aquel demonio abrasarse.
De pronto todo se hizo oscuridad, no sabia ni donde estaba, si ni siquiera habia muerto, pero de repente note como si algo tirara de mi hacia fuera, pasados unos segundo pude sentir un viento fresco en el rostro.
─ Despierta!....Despierta joder!...─ exclamo una voz que me parecia escuchar muy apagada.
Cuando abrí los ojos pude ver como una figura oscura que me parecia muy familiar poco a poco mi visión se fue acostumbrando, cuando pude ver con claridad era Nualia que me estaba hablando.
─ ¿Que ha pasado…?...─ dije de manera entrecortada mientras tosía algo al poder respirar.
─ Pensaba que te habia perdido…Cuando vi aquella cosa que empezaba a arder…─ dijo Nualia con cierto tono de alivio al ver que estaba viva.
Me sentía asquerosa y pegajosa, era como si estuviera cubierta por una especie de aceite, cuando mire pude ver aquella cosa estaba ardiendo y como una especies de neblinas que abandonaban aquel monstruo, pero aun así el cielo solo estaba resquebrajado y no se rompía por completo.
─ Al fin ha acabado todo…─ dijo Nualia respirando aliviada por que todo habia acabado, pero algo me decía en mi interior que no era así.
De pronto escuchamos como si algo se moviera entre aquellas llamas y vimos salir de entre ellas aquel demonio.
─ Os lo dije no saldréis vivas de aquí…─ dijo aquella figura mientras estaba cubierta de aquel fuego negro.
Enseguida aquella cosa empezó a correr hacia nosotras, con la intención de inmolarse y matarnos.
De repente sentí como si algo me invadiera, era una sensación de rabia y odio pro aquel ser, una vez mas mis músculos se retorcieron y las uñas crecieron de golpe.
Sin pensarlo me levante como un relámpago lanzándome contra él, no podia permitir que todo acabara, el tiempo pareció que se hubiera detenido en aquel instante, podia sentirlo todo a mi alrededor, la brisa, el calor de las llamas que envolvían aquel demonio y poco a poco iban acercándoseme, podia notar incluso el sudor que resbalaba por mi cuerpo.
Pero cuando sentí que el tiempo de nuevo se habia puesto en marcha estaba al otro lado con algo caliente en mis manos era su corazón ensangrentado y aun palpitante.
─ Nadie ataca a mis amigos…No volveré a dejar que pase de nuevo…─ dije apretando las manos y sintiendo la sangre resbalar por mi mano y en ese momento escuche un grito que resonó en el lugar haciendo que aquella cúpula oscura se rompiera por fin y los rayos del sol inundaran el lugar.
Despues de aquello las energías me abandonaron y caí al suelo de rodillas jadeando por el esfuerzo.
─ Ha sido increible…¿Te encuentras bien…?...─ pregunto Nualia ayudándome a levantarme, las piernas parecían no responderme.
─ Es como si no me sintiera las piernas ni los brazos…─ dije intentando sacar fuerzas de algún parte para poder ponerme de pie.
Al fin podia ver de nuevo el sol y notaba el aire fresco y escuchar a los animales una vez mas.
─ Tenemos que darnos prisa…no creo que Elizabeth…dure mucho mas…─ dije de manera entrecortada mientras recuperaba las energías.
Salimos de aquel lugar en dirección hacia el cementerio de trenes esperando que Elizabeth siguiera estando viva.
Pensé que podría darle la planta a Nualia para que la llevara mas rápido mientras que yo corría hacia el cementerio.
─ Es mejor que se la lleves llegaras antes volando…espérame allí…─ dije mientras le entregaba la flor para que llegara antes.
Al menos tendríamos una oportunidad para que siguiera viva, puesto que sabia que tardaría varias horas en llegar.
─ ¿Qué quieres que haga con la flor…?...─ cuestiono Nualia sin saber que hacer con esta.
─ Dale de comer un pétalo…Deprisa!...─ exclame pensando que no nos quedaba mucho tiempo.
Nualia salio volando en dirección hacia el cementerio, mientras que yo intentaba acelerar lo que podia puesto que aun me temblaban las piernas por la batalla anterior.
Acelere lo que pude para cuando llegue el sol ya habia avanzado bastante y empezaba a notar el calor.
Para cuando al fin pude ver en la distancia la parada de tren destrozada solamente pude sonreír pensando que ya me quedaría poco.
Saque ánimos de donde pude acelerando el paso y viendo los trenes parados en las vías, empecé a buscar entre ellos hasta que al fin pude encontrar en el que estaban.
Pero al entrar pude ver a Nualia al lado de Elizabeth que continuaba tumbada, me acerque lentamente esperando que tan solo estuviera durmiendo.
─ ¿Le has dado el pétalo…?...─ cuestione esperando que tan solo despertara pasado un momento.
─ Si, pero sigue igual…─ respondió Nualia que permanecia sentada a su lado, no pude mas que acercarme para ver si estaba algo mejor.
En cuanto estuve a su lado pude ver que seguia respirando de la misma forma de manera entrecortada y parecia que estuviera empapada en sudor.
─ Lo mismo hemos llegado tarde…─ comento Nualia de manera tímida mientras miraba a Elizabeth.
─ Ni se te ocurra decir eso…ni siquiera lo pienses…─ dije como si fuera una amenaza mirándola fijamente.
Me quede por un momento esperando que se recuperara o que abriera los ojos pero no parecia surtir efecto alguno.
En un momento tenso su cuerpo y empezó a gemir con fuerza como si algo le estuviera haciendo daño, me quede paralizada sin saber que hacer.
─ ¿Qué le pasa…?...─ pregunto Nualia asustada, aunque yo tampoco sabia que es lo que tenia que hacer.
Así estuvo durante unos segundos con el cuerpo en tensión y gritando de dolor, despues de aquello cayo nuevamente y no emitió ningun sonido.
Acerque mi mano al su nariz para comprobar que aun seguia respirando pero no note nada.
─ No, no puede ser…no puedes morirte…─ dije una y otra vez en ese momento las lagrimas abordaron mis ojos resbalando por las mejillas, en ese momento la ira me invadió.
Comencé a darle golpes en el pecho con todas mis fuerzas una y otra vez, negando nuevamente su muerte.
Aunque sabia que no habia nada que hacer pero en uno de mis puñetazos, fue como si Elizabeth resucitara.
En un momento su cuerpo reacciono levantándose de golpe con los ojos abiertos de par en par.
─ Pero que!...─ exclamo Nualia completamente sorprendida por aquella resurrección casi milagrosa.
Mi primera reacción fue de sorpresa retrocediendo de inmediato y algo asustada pero despues no pude mas que abrazarla de golpe y seguir llorando.
─ ¿Qué ha pasado…?...─ pregunto Elizabeth confusa y aturdida mientras miraba hacia todas partes.
─ No me vuelvas a dar este susto…¿entiendes…?...─ pregunte con tono de tristeza en mi voz y aun llorando.
─ Nada que casi te mueres…─ comento Nualia con tono de ironía mientras se levantaba y salía del vagón.
Despues de un rato cuando al fin me calme un poco deje de abrazarla y pude ver como el agujero de bala empezaba a cerrarse.
─ Hueles extraña…y tengo hambre…─ dijo Elizabeth mientras olisqueaba el ambiente, y no era para menos puesto que parecia aun que estuviera cubierta por aquel liquido aceitoso.
─ Hemos tenido que luchar contra un marionetista, para conseguir esa flor…Ahora traigo algo de comer…─ dije explicándole un poco lo que habíamos tenido que hacer para conseguir esa flor.
Salí por un momento del vagón de tren y pude ver a Nualia mirando el paisaje con la el rostro algo tristón.
─ ¿Qué te ocurre…?...─ cuestione extrañada por el comportamiento de Nualia, al verla de esa forma.
─ Nada, no te preocupes…─ respondió de manera fría quizás demasiado para ella, pero sin mirarme siquiera al rostro.
─ Venga puedes decírmelo…─ dije mientras recogía algunas cosas para comer y al menos pasar el resto del día y salir por la noche.
─ Es la primera vez que veo a alguien hacer eso pro alguien de nuestra raza…y no se cuanto te he visto hacer eso pro ella me he sentido rara…─ dijo con tono de envidia de alguna forma-
─ Bueno yo tampoco pensé que haría eso alguna vez por un demonio, pero te aseguro que si hubieras sido tu también lo habría echo por ti…─ dije sacando el resto de las cosas.
Nualia ni siquiera pronuncio palabra alguna sencillamente bajo de de donde estaba y tomo la cantimplora en sus manos.
─ Gracias…supongo…─ dijo con una sonrisa en su rostro que esta vez no era de lujuria si no mas bien de alegría sincera.
Entramos nuevamente en el vagón y puse la carne seca encima de la manta y empezamos a comer tranquilamente, despues de aquello me acosté para dormir un poco puesto que estaba muy cansada aparte necesitaba una ducha aquel aceite parecia no querer quitarse.
─ Necesito una ducha…─ dije viendo que no podia quitarme el aceite de encima parecia estar casi pegado a mi piel.
Preferi no pensar en eso, y acomodar la manta como almohada para poder dormir y descansar algo puesto que los ojos parecían cerrárseme.
En cuanto me tumbe Elizabeth se coloco a mi espalda pero esta vez paso uno de sus brazos pro encima mía para abrazarme.
Mientras que Nualia se sentaba cerca de mi sin perderme ojo de encima, enseguida cerré los ojos y me quede dormida.
Estuve un buen rato dormida auqneu el rostro de la primera mina que habia matado me atormentaba, desperté con lso ojos abiertos como platos.
Nualia parecia que no estaba y pude ver que el sol estaba empezando a ocultarse los pocos rayos entraba en el vagón y la temperatura habia bajado bastante se podia sentir un viento fresco muy agradable.
Al girar la cabeza pude ver que Elizabeth aun seguia dormida esta vez al ponerle la mano sobre la nariz pude notar que seguia respirando.
Salí del vagón para ver si encontraba a Nualia, nada mas afuera pude verla que estaba encima mirando hacia el horizonte tranquilamente.
─ No parece que duermas mucho…─ comente mientras la veía como parecia estar muy tranquila.
─ Ciertos demonios no solemos dormir mucho, además echaba de menos el convento…pensaba en lo que estaría haciendo…─ hablo Nualia con cierta morriña en su voz.
─ Si quieres puedes volver…─ dije pensando que lo mismo esto le venia demasiado grande.
─ No, es mejor no pensar en ellos además seguro que hay mejores lugares que esos…─ dijo Nualia, pero en cuanto giro la cabeza pude ver que su voz decía una cosa pero su rostro me daba a entender otra .
─ ¿Quieres algo de comer…?...Nos iremos en breve…─ comente invitándola a comer algo.
─ ¿Y tu como te encuentras…?...─ cuestiono Nualia mientras bajaba del vagón suavemente.
─ Bueno de momento no he tenido problemas…y espero que siga así…─ respondí pensando que el demonio n ose habia inquietado ni revuelto y ojala siguiera así.
Al entrar en el vagón encontré a Elizabeth despierta y comiendo algo de las provisiones, enseguida nos apresuramos a acompañarla, pues teníamos que salir de allí.
Al abandonar aquel lugar no sabía exactamente hacia donde ir y menos aun no tenia ningun medio de transporte, se podia notar la baja temperatura de la noche y en el cielo podia verse la luna llena mientras se escuchaban los sonidos de los animales.
─ Tendríamos que buscar algún caballo…─ comente mientras salíamos de aquel lugar y continuábamos las vías hasta llegar a la parada de tren que estaba destrozada.
─ Bueno se donde podríamos conseguir uno pero…no creo que este dispuesta a dejarnos, puesto que odia a los humanos…─ dijo Elizabeth algo pensativa mientras continuábamos el camino de polvo.
─ ¿Quién…?...─ pregunte interesada esperando que lo mismo podríamos convencer a esa persona.
─ Bueno, es Viento Negro esta en el valle del fuego, pero dudo que podamos convencerla, odia a los humanos y a los demonios…─ continuo explicando Elizabeth en eso pude ver a Nualia con el rostro con algo de miedo.
─ No, ni de broma pienso ir allí…y menos hacer tratos…─ dijo Nualia con tono de rechazo hacia esa persona.
─ No tenemos elección, necesitamos un medio de transporte lo mismo podríamos convencerla de alguna forma…Tenemos que ir, ¿hacia donde esta le valle del fuego…?...─ pregunte interesada en intentar convencerla pero habia algo que me extrañaba al parecer habia tenido roce con demonios.
─ Esta a unos tres días hacia el este…─ dijo Elizabeth olisqueando el aire, mientras caminábamos.
En nuestra caminata dimos giramos abandonando el camino polvoriento hacia el valle del fuego solo esperaba que el demonio en ese tiempo no se revelara de alguna forma.
Caminamos durante toda la noche charlando entre nosotras e intentando conocernos un poco mejor, alunas cosas que me contaron eran increíbles.
Poco a poco se nos fue haciendo de noche y el paisaje nuevamente empezó a cambiar podíamos ver pequeñas montículos de roca por todos lados, el terreno era árido y el sol comenzaba a apretar tendríamos que encontrar algún lugar para descansar.
Nos acercamos a uno y nos dispusimos a comer lo poco que nos quedaba y descansar algo para salir nuevamente de noche, me sentía completamente pegajosa necesitaba un baño de inmediato.
Me pase varias veces las manos pro lso brazos intentando quitarme aquella sustancia oleosa pero no había forma era como si se reproducirá de nuevo volviendo a cubrirme los brazos.
─ Es mejor que lo dejes hasta que no te bañes no podrás quitártelo de encima…─ dijo Nualia haciéndome saber que todo lo que hacia era inútil.
Mientras descansábamos la temperatura se hacia cada vez mas alta y aquel improvisado parapeto no nos servia por mucho tiempo.
Así que pensé que lo mejor era avanzar un poco y encontrar algún sitio para poder descansar, pero poco a poco la temperatura subiría.
Mientras Podia ver a Elizabeth con la lengua fuera jadeando y la pobre de Nualia con sus alas encima de su cabeza para impedir que le diera le sol.
Por mi parte podia sentir el sol abrasarme la piel por suerte aquel aceite hacia de efecto hidratante, pero nos quedaba poco agua y de comida tampoco teníamos mucha.
Aquello era insoportable volvimos a ponernos en uno de los montículos para descansar algo pero no estaríamos por mucho tiempo, la sed y el calor estaban ganado la batalla.
Cuando mire hacia el paisaje pude ver algo a lo lejos que me pareció una caravana, aquello por un momento hizo que me alegrara.
─ Creo que viene una caravana…es mejor que os escondáis…─ dije pensando que pasarían de largo la verlas.
Pero en un momento Nualia empezó a transformarse y termino convertida en la monja la misma que habia encontrado en el convento, aunque la pobre de Elizabeth no podia hacer eso.
─ Que mal que no puedas hacer esto Elizabeth…─ dijo con cierta malicia en su voz mientras que esta la miraba con cara de enfado y odio.
─ Te voy a destrozar la cara a ver si eres capaz de transformarla…─ amenazo Elizabeth e hizo ademán de lanzarse contra ella por suerte reaccione poniéndome entre ambas.
─ Dejadlo ya!, escucha escóndete y cuando nos vayamos entras en la ultima caravana…─ dije planeando que la menos así no la verían.
Esperamos un buen rato hasta que tuvimos las carretas delante nuestra, eran unas cinco podia verse que en la carreta principal habia un hombre de cierta edad con su mujer y una niña.
─ Sooo,¿podemos ayudarla hermana…?...─ pregunto con voz apagada mientras la madre al verme le ponía la mano delante de la vista a la niña.
Enseguida pensé que seria el vestuario que llevaba, en ese momento me acorde de mis vestimentas del saloon.
─ Gracias por haberse detenido hermano, iba hacia el convento mas cercano pero parece que nos hemos perdido, seria tan amable de llevarnos, nos hemos quedado sin provisiones ni agua…─ dijo de manera muy humilde Nualia, la verdad no podia creer que se metiera tanto en su papel.
─ Claro hermana suba, la dejaremos lo mas cerca posible…─ dijo el hombre de manera amable y enseguida caminamos hacia la ultima carreta mientras los hombres se me quedaban mirando, podia notar esos ojos lujuriosos que había visto tantas veces, algunas madres tapaban los ojos a sus hijos.
Cuando llegamos a la ultima caravana enseguida nos subimos a esta, en su interior habia varios barriles apiñados y algunos baúles.
Por suerte esta carreta solo la conducía un hombre aunque por un instante se me quedo mirando al ver a Nualia con su disfraz miro hacia otra parte.
Al ponernos en marcha, mire hacia afuera haciéndole un ademán a Elizabeth esta empezó a correr y casi sin ninguna dificultad salto al interior de la carreta.
Me acerque hacia donde estaba el hombre dirigiendo a los caballos y me senté su lado podia ver que me miraba de reojo de vez en cuando intentando mantener la vista en el camino.
Aquello me hacia bastante gracia pero enseguida pude notar la vibración del demonio, la misma que sentí en el convento…
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste a todos y muchas gracias  .
Inició el tema
Mazoku
632
3.608 ATC
DEMONIO VIAJERO
Por un segundo intente calmarme pro aquella vibración, mientras que Nualia me miraba extrañada.
En ese momento esta decidió acercarse y prácticamente antes de estar a su lado volvió nuevamente la interior de la carreta.
─ ¿Has notado eso…?...─ pregunte con algo de nerviosismo en mi voz puesto que parecia que Nualia esta relamiéndose los labios.
─ Si, he notado al entrar varios de ellos peo no pensaba que estuviera tan cerca…me recorre por el cuerpo una sensación maravillosa…─ respondió Nualia cosa que Elizabeth se quedo mirándola con algo de asco por aquello.
─ Es increíble como sois la succubus…─ dijo Elizabeth con un tono de asco en su voz por su raza.
─ Prefiero mil veces ser de mi raza que no una simple mascota para todos los demonios…─ comento Nualia mientras hacia le ademán de mirar hacia otro lado, entretanto Elizabeth saco las garras dispuesta para pelearse.
─ Elizabeth ni se te ocurra…─ dije pensando que terminaríamos fuera de la caravana.
─ Algún día no estará ella para protegerte…─ comento Elizabeth mientras retraía las garras de nuevo.
─ ¿Crees que me esta protegiendo a mi…?...que ilusa…─ hablo Nualia continuando la pelea o con ganas de hacerlo.
─ Basta ya!, dejadlo de una vez…─ dije alzando un poco la voz en eso el joven que conducía la carreta giro la cabeza extrañado.
─ ¿Ocurre algo señorita…?...─ pregunto el joven con una voz muy dulce que hizo que un escalofrió recorriera la espalda.
─ No, nada no te preocupes…─ dije sonriéndole de manera falsa, esperando que se lo creyera.
Estuvimos un buen rato en el camino y dentro de la carreta n ose estaba tan mal, no hice mas que intentar tumbarme entre las cosas que allí habia.
Cerré los ojos para descansar algo esperando que no terminaran peleándose entre ellas y formaran un espectáculo.
Para cuando abrí los ojos, la caravana se habia detenido y podia escuchar a la gente de un lugar a otro y como estaban murmurando.
─ Disculpe señorita,¿podría salir…?...─ pregunto una voz femenina que no parecia ser muy anciana.
─ Si, claro enseguida…─ dije con un tono de confusión puesto que no tenia ni idea de que es lo que planeaban.
Nualia fue la primera en bajar con una sonrisa en su rostro mientras que las mujeres se santiguaban al verla.
Seguidamente lo hice yo pero nada mas hacerlo sentí una sensación extraña como si algo estuviera atravesándome el cuerpo.
Mire hacia todas direcciones, pero no pareció centrar de donde provenía esa sensación tan violenta.
─ Señorita hemos decidido que no puede ir así vestida, no es bueno para la moral de nuestros hijos…bien lo debe de saber la hermana…─ dijo una de las mujeres mirando a la hermana y volviendo a santiguarse.
─ Lo se pero no tengo otra…─ dije mirando mi ropa que la verdad era demasiado esclarecedora.
─ Hemos decidido que le prestaremos algo de ropa, aunqeu es mejor que primero se tome un baño…─ dijo la misma mujer como si fuera la portavoz de todas ellas.
Despues me acompañaron hacia un río que enseguida agradecí mentalmente, me quite la ropa y me metí sintiendo la temperatura baja del agua y la brisa que empezaba a refrescar puesto que podia ver como el sol estaba despidiéndose y dando paso a la noche.
─ Esta helada…─ dije nada mas sentir el contacto del agua, pero aquello me encanto no pude mas que empezar a echarme agua por encima, notando como aquel extraño aceite se deslizaba abandonándome.
Estuve un buen rato echándome agua encima y alegrándome de quitarme toda aquella porquería.
Pasado un momento una de ellas me ofreció jabón y enseguida empecé a repasarme el cabello y el cuerpo nuevamente cuando por fin salí de allí una de las mujeres me ofreció una manta, estaba completamente helada pero muy a gusto.
Observe como las mujeres recogían mi ropa pero en cuanto una de ellas fue a recoger mis armas me puse delante para que no lo hiciera.
─ Las armas se quedan…─ hable mientras la miraba seriamente y directamente a los ojos, sin pensárselo dos veces prefiero no tocarlas.
Tome las armas y me dirigí hacia las caravanas donde estas me ofrecieron un vestido parecido la suyo era amplio con una gran falda de color crema apagado y un delantal blanco.
Nada mas ponérmelo me sentí extraña incluso me daban ganas de quitármelo, Nualia se me quedo mirando y enseguida empezó a soltar unas risitas.
Cosa que me hacia sentir ridícula y con ganas de matarla, pero bueno era mejor que nada.
Despues de aquello nos dirigimos hacia le centro de las caravanas que estaban en circulo, nos acercamos a una hoguera estaban todos pasándose la comida y la bebida pero nada mas estar cerca se hizo el silencio.
Nos quedamos extrañadas puesto que dejaron de inmediato de beber y de comer, en cuanto estuvimos sentada sucedió algo que no me esperaba.
─ Hermana, ¿podría bendecir la comida…?...─ pregunto una de las mujeres en ese momento fue como si Nualia se quedase en blanco no sabia que hacer.
En ese instante fue cuando yo tuve que ponerme la mano delante de la boca para no terminar riéndome, aquello seria para ver un demonio bendiciendo la comida.
─ Si, claro por supuesto…─ dijo Nualia con el rostro pálido y enseguida se puso a bendecir la mesa podia notarle que estaba asqueada por las palabras que estaba diciendo.
─ Me siento sucia…─ comento Nualia en cuanto hubo acabado y se sentó, por mi parte no podia mas que reír poniéndome la mano en la boca.
En un segundo estuvimos comiendo y pasándonos las bebidas, pensé en guardar algo para Elizabeth suponiendo que tendría hambre.
Pude ver como Nualia estaba comiendo con la cabeza bajada y gruñendo entre dientes por lo que habia echo.
Pero antes siquiera de levantarme pude ver como el fuego por un instante fue como si hubiera cambiado a un color verde pálido.
Nadie se dio cuenta pero enseguida me percate que Nualia también lo habia visto poniéndole algo confusa.
Nualia suplemente asintió haciéndomelo saber y comenzó a mirar hacia todo el mundo intentando saber quien era o que es lo que era que habia echo eso.
─ Que asco, la zarzaparrilla esta agria…─ dijo uno de los hombres arrojando la bebida al suelo.
─ Y esta carne esta podrida…─ dijo otro mientras la tiraba lejos, aquello era demasiado casualidad.
Empecé a mirar hacia todos lados intentando averiguar que es lo que pasaba pero me extrañaba muchísimo puesto que no habia detectado nada cuando llegamos, solamente la virginidad de aquel muchacho.
─ Voy a comer en la caravana…─ dije mientras me alejaba de la fogata viendo de reojo el fuego que no parecia cambiar de color por ahora.
Al llegar a la caravana Elizabeth salio del escondite y enseguida empezó a comer con ganas parecia que tenia bastante hambre.
─ ¿Qué ocurre…?, parece que has visto un fantasma…─ dijo Elizabeth mientras comía la verme que estaba preocupada.
─ No se he visto como el fuego de la fogata por unos segundos se tornaba de un verde pálido y algunas bebidas y comidas se ponían en mal estado…─ dije mientras pensaba que es lo que podría ser.
─ Si, también lo he visto eso es la señal de un demonio de almas, casi no se pueden detectar a excepción de esos símbolos…Tiene que haber uno en la caravana…─ dijo Nualia con cierto tono de preocupación.
─ No parece que sea amigable…─ dije viendo los rostros de ambas al pronunciar su nombre.
─ Los humanos son como juguetes para ellos, son la maldad personificada y si se les deja mucho tiempo su conexión se hace permanente con la victima y lo único que se puede hacer es matarla…─ dijo Nualia explicando que aquel tipo de demonio era letal para su victima.
Después de aquello escuche como los pioneros se pusieron a tocar la guitarra para pasar un rato hasta que fueran a dormir.
─ Iré con ellos para ver si logro detectarlo…Quédate con Elizabeth…─ dije pensando en que lo mismo terminarían haciéndole bendecir algo.
Al acercarme pude ver la alegría en ellos y como algunas personas bailaban al lado del fuego con alegría y al son de la guitarra.
Me senté viendo aquello que poco a poco alegraba mi corazón, pero en un momento la música ceso y un sonido me hizo saber que una de las cuerdas se habia roto, aquello ya eran muchas casualidades.
Mire hacia todas partes intentando concentrarme en mi demonio para detectar aquel intruso pero era imposible no daba señales por ninguna parte.
─ Es mejor que vayamos a dormir…─ dijo uno de los hombres, ante el descontento del resto que enseguida empezaron a irse a sus caravanas.
Viendo que no habia nada mas, me fui a la caravana a descansar un poco pero no tenia mucho sueño solo esperaba que aquel demonio diera señales para poder encontrarlo.
Ya en la caravana me quede sentada mientras Nualia abrio las alas y se elevo un poco para dar una vuelta.
Mientras que Elizabeth se sentó a mi lado y se quedo mirando aquella gema que tenia con una sonrisa en su rostro.
─ Tienes muchas ganas de regresar…─ pregunte mientras veía como miraba esa pequeña gema con los ojos llenos de nostalgia.
Elizabeth solamente sonrió levemente sin levantar la mirada de aquella gema, los recuerdos viajaban por su mente y debían de ser muy felices.
Mientras estabamos ensimismadas en aquello pude escuchar un grito de una persona y seguidamente algo que ya no me gusto tanto.
─ Un demonio!...─ exclamo la voz de una mujer con miedo, enseguida abandone la cara vana pensando que habían descubierto a Nualia.
─ No te muevas de aquí…─ dije pensando que seria peor si la descubrieran también y no tenia ganas de enfrentarme a ellos.
Al llegar a donde había escuchado el grito pude ver como varios hombres alrededor con armas y las mujeres estaban retrocediendo.
─ ¿Qué es lo que pasa…?...─ pregunte esperando que no hubieran descubierto a Nualia.
─ Era un demonio, una niña de nuestra caravana tenia la piel grisácea una boca llena de colmillos y unos ojos grandes y negros…─ dijo la mujer con el rostro lleno de miedo, mientras intentaba no desmayarse; al menos no era Nualia seguramente tenia que ser ese demonio.
─ Llamad a la monja para que lo expulse…─ dijo uno de los hombres mientras cargaba uno de los rifles.
Aquello por un instante me dejo congelada sin saber que decir ni pensar, puesto que seria curioso de ver como un demonio exorcizaba a otro.
Pero fuera de aquello pude ver como varios hombres entraron en la caravana se podia escuchar que se había iniciado una pelea.
Pasado unos momentos pude ver como traían a la chica atada pero esta aun se revolvía intentando liberarse de sus ataduras apenas era una niña.
Era tal como había dicho la mujer, aunqeu este empezó a mover los labios rápidamente como si estuviera pronunciando algo en una lengua extraña de manera rápida que no se le podia entender, parecían solamente susurros.
Despues de aquello una de las mujeres de golpe se prendió fuego esta empezó a gritar con fuerza.
En eso se apartaron de ella, mire hacia todas partes para ver si encontraba algo con que apagar el fuego.
Cuando me fije encontré una manta y enseguida me lance encima de ella para apagarlo..
Moví la manta apagando el fuego todo lo rápido que podia, los giraos de aquella mujer resonaban en mis oidos y el demonio parecia que se alegrara por aquello.
El estupor era colectivo la gente no sabia que hacer, por un instante gire la cabeza y me quede mirando a los ojos de aquella criatura fijamente.
Era como si me perdiera en aquella negrura, estaban completamente vacíos no sabia si podríamos salvar a la niña que habia poseído.
Enseguida vinieron con Nualia para que intentara exorcizar a la niña, podia ver en el rostro de ella que no sabia que hacer.
─ Nos encontramos de nuevo…─ dijo el demonio al ver a Nualia que se acercaba, esta no sabia que decir.
Podia ver en el rostro de Nualia que no sabia como actuar se había quedado estupefacta.
─ Deja a esa niña…Sal de ella…─ dije intentando hacer que la gente se fijara en mi en vez de en Nualia.
─ Parece que hay mas demonios de lo que parece…Pero eso es lo de menos me llevare vuestras almas…─ dijo el demonio y enseguida se puso de nuevo a mover los labios con rapidez pronunciando aquellas palabras ininteligibles.
En eso mire hacia todas partes intentando averiguar quien terminaría en llamas, pero esta vez solamente escuche un disparo, la gente se aparto de inmediato y pude ver a uno de los hombres que se habia disparado con un arma.
Pude ver que tenia un agujero en la sien del que salía sangre y su cuerpo tirado en el suelo.
Enseguida tome un pañuelo y se lo puse en la boca, para que no volviera a pronunciar nada.
─ Debemos matarla…Muerte!, muerte!....─ empezó a repetir una y otra vez poco a poco aquellas personas se fueron convenciendo que la única manera era matar a la pobre niña.
─ Quemadla!...─ exclamo uno de ellos y rápidamente algunos fueron en busca de madera para hacer una hoguera para quemarla.
─ Mama, ¿Qué pasa…?....Mama… socorro….─ dijo la niña con sorpresa al parecer el demonio habia soltado a su presa por unos momentos.
─ Cariño…No te preocupes no te pasara nada…─ dijo una mujer que enseguida se acerco y la abrazo, rápidamente empezó a desatarla pero antes de que terminara escuche un grito proveniente de ella.
Un chorro de sangre salto hacia todas partes, el cuerpo de esa mujer cayo al suelo entre estertores de sangre que regaba el suelo.
Mi mirada se fijo en los músculos del cuello rojos y brillantes que ahora estaba al descubierto, no pude mas que relamer mis labios de manera discreta.
Cuando eleve la mirada pude ver que lo que le habia puesto en la boca se habia roto y tenia un trozo de carne sanguinolento entre sus dientes que empezaba a masticar y de un solo movimiento lo trago.
El demonio de mi interior empezaba a tener hambre y quería lanzarse sobre aquel cuerpo que estaba en el suelo con el cuello lleno de sangre y del que aun brotaba, el olor metálico me impregno la nariz e hizo que mi cerebro se perdiera por un momento.
Nualia me puso la mano encima para que me tranquilizara no pude mas que girar la cabeza y ver como me negaba.
Respire profundamente para calmarme pero aquel olor se me habia pegado a la nariz y el demonio quería alimentarse de aquella persona, intente mirar hacia otro lado, mientras escuchaba al demonio reírse.
─ Seguro que tienes hambre, podemos matarlos rápidamente…─ comento de manera seductora el demonio.
─ Abandona a la chica deja su cuerpo…─ dije pensando que mis palabras tendrían algún efecto.
─ Ella es mía lo mismo que todos ellos…Sabes a quien tenemos con nosotros a tu madre…─ comento aquella cosa ese comentario hizo que me helara la sangre de golpe no supe que hacer.
─ Eso es mentira!...─ exclame con fuerza sacando una de las pistolas y apoyando el canon del arma en su frente.
─ Cariño por favor ayúdame, me hace daño…─ dijo aquella cosa con la voz de mi madre.
─ Tu no eres ella, es imposible!, mi madre…─ dije mientras mi mano que tenia el arma temblaba, y las lagrimas saltaban a mis madejillas; no podia creer que fuera cierto.
─ Es cierto puedes preguntárselo a tu amiga la monja…─ hablo aquella cosa mirando a Nualia con un sonrisa en su rostro.
Sacando el valor de donde no lo tenia amartille el arma apoyando de nuevo el canon en su frente dispuesta a dispararle.
Antes de que lo hiciera pude ver como un grupo de aquellas personas se acercaban y comenzaban a acumular madera en el suelo para quemarla.
─ Tiene que haber alguna forma de sacar esa cosa del cuerpo de la niña…─ dije con desesperación en la voz puesto que no podia dejar que una niña terminara muerta por culpa de aquella cosa.
Nualia permanecia en silencio mientras miraba lo que estaban haciendo aquellas personas para librarse del demonio, nuevamente uno de ellos volvió a ponerle algo en la boca para que no siguiera hablando.
─ ¿Tenéis espejos de cuerpo completo…?...─ pregunto Nualia haciendo que el grupo se detuviera por un momento.
─ ¿Hay o no…?... Si queréis salvarla necesito dos de ellos…Rápido!...─ exclamo Nualia la gente se quedo como inmóvil por unos segundos.
─ Si hay un par de ellos en alguna caravana…─ dijo uno de los hombres con algo de inseguridad en su voz.
─ Pues id a por ellos!...─ exclamo Nualia podia ver en su rostro preocupación, y eso me confundía bastante.
─ ¿Te ocurre algo…?...─ pregunte casi susurrándoselo al oído puesto que podia darme cuenta que estaba preocupada.
─ No debo de hacer esto…Prométeme que me ayudaras cuando vengan a por mi…─ dijo Nualia con miedo en su voz, nunca la habia visto estar así.
─ Si, claro…─ dije son saber exactamente que es lo que estaba prometiendo y ni quien vendría a por ella.
─ Prométemelo!...─ exclamo con algo de fuerza y miedo en su voz mirándome con ojos de terror.
─ Te lo prometo…─ accedí haciendo que se calmara algo, en aquel instante observe como dos de los hombres traían unos espejos de cuerpo completo.
En cuanto los dejaron en el suelo pude ver como aquel demonio cambiaba su rostro volviendo a ser la niña.
─ Por favor soltadme…─ volvió a suplicar esta vez la niña, y nuevamente una de las mujeres se acerco nuevamente a ella.
Viendo que terminaría de la misma forma me puse en medio para que no se acercara, le puse la mano en el pecho y le negué con la cabeza.
─ No quiero morir…─ volvió a decir de manera cautivadora y con pena en su voz.
─ No lo escuchéis ahora poned un espejo a cada lado suya, los demás alejaos, Laura prepárate para disparar cuando te lo diga a ambos espejos…─ dijo Nualia como preparándolo todo para acabar con aquella cosa.
Los hombres pusieron los espejos a ambos lados de la niña, esta por unos instantes se puso nerviosa como sabiendo que aquello seria su fin.
─ Te encontraremos, no podrás escapar de nosotros…volverás a donde perteneces…─ dijo aquella cosa con la voz completamente cambiada.
Aquellas palabras hizo que la gente que habia allí se pusiera a murmurar solo esperaba que no se iniciara otra revuelta en contra de Nualia.
─ Prepárate…Tendrás que disparar a ambos espejos al mismo tiempo cuando te lo diga…─ dijo Nualia acercándose a cierta distancia de aquel demonio en cuanto estuvo cerca se puso de rodillas parecia que estuviera realizando alguna plegaria.
Pero me fije bien me di cuenta que habia escrito una especie de símbolo debajo de la silla.
─ Abandona este cuerpo, libera a esta sierva del señor…─ dijo Nualia podia ver que en su rostro se denotaba el asco al pronunciar aquellas palabras e incluso algo de miedo.
Aquella criatura empezó a gritar por el dolor y los espejos comenzaron a temblar cada vez mas fuerte amenazando con caerse.
─ Que no se caigan los espejos y no los miréis…─ dijo Nualia y enseguida varios de ellos tomaron lso espejos impidiendo que se tambaleasen con los ojos cerrados.
Los demás retrocedieron unos pasos con el miedo en sus rostros, mientras Nualia siguió diciendo aquellas palabras hasta que el demonio empezó a temblar.
Las convulsiones eran cada vez mas fuertes y los gritos de aquella criatura parecían clavarse en los oidos, todo aquello duro unos cuantos segundos que parecieron horas cuando al fin se detuvo lo hizo en seco, la criatura bajo la cabeza y no pronuncio ninguna palabra.
En ese momento la tensión podia cortarse con un cuchillo no sabia lo que estaba pasando.
─ Desenfunda…─ fue lo único que dijo Nualia previniéndome de que enseguida tendría que utilizarlas.
Saque las armas mientras miraba a los espejos esperando que algo sucediera pero no parecia pasar nada todo estaba en silencio.
Pero en cuanto menos nos lo esperábamos la criatura elevo la cabeza mirando al cielo y emitió un grito que resonó en el lugar con fuerza y despues de aquello fue como si el demonio se dividiera en dos partes entrando en los espejos.
Pude ver aquella criatura era pequeña y desgarbada sus brazos largos y con ojos negros grandes y una boca llena de colmillos, casi podían verse los huesos marcados en sus brazos, tanto en sus pies como en sus manos tenia unas uñas largas de color negro intenso, su tenia un color gris suave.
Empezó a golpear en los cristales de manera repetida, podia notarse que a cada golpe estos se tambaleaban con fuerza.
─ Suéltame, puta, volverás al infierno…y allí nos veremos…─ dijo le demonio mientras golpeaba con rabia y furia los espejos para intentar romperlo.
En uno de los golpes el cristal empezó a agrietarse no sabia cuando disparar ni como hacerlo pude ver a Nualia mirando al suelo sin decir palabra.
─ Nualia háblame…dime como debo de disparar…─ dije apremiándole puesto sabia que aquellos espejos no aguantarían durante mucho tiempo ya que a cada golpe parecían resquebrajarse un poco mas.
El demonio estaba completamente enfurecido y aquella trampa no aguantaría, Nualia seguia mirando al suelo inmóvil sin decir nada.
─ Nualia!...─ exclame con fuerza para despertarla de ese estado, para saber en que forma disparar.
─ Dispara a ambos…─ hablo Nualia con la mirada fija en el suelo y dándose la vuelta.
Eleve las armas y apunte a ambos espejos, al mirar al rostro del demonio incluso me pareció que sonreía.
Apreté el gatillo sintiendo el retroceso y el olor a pólvora cuando impactaron los proyectiles, los espejos explotaron con fuerza haciéndonos caer tanto a mi como a los que sujetaban los espejos.
Despues de aquello la pequeña elevo la cabeza y empezó a mirar hacia todas partes con el miedo en su rostro y llamando a su madre.
Las mujeres se acercaron para liberarla y ayudarla mientras por mi parte enfundaba las armas y me dirigí hacia la caravana en la que estabamos para ver si podia hablar con Nualia y que me respondiera a algunas cosas.
Al llegar a la caravana pude ver que Elizabeth no estaba pensé que seguramente estaría afuera estirando las piernas.
Auqneu Nualia no estaba por ninguna parte, así que me senté en la caravana y respire profundamente con alivio.
En un momento Nualia pareció acercarse de nuevo a la caravana y sentarse a mi lado aunque no parecia la misma.
─ ¿Te ocurre algo…?...─ pregunte extrañada mientras se ponía mi lado sin pronunciar palabra con la cabeza bajada.
─ No debí de hacer eso…he roto el pacto entre demonios…─ dijo Nualia con cierto tono de miedo en su voz, aunque no sabia de que pacto se trataba.
─ ¿De que pacto estas hablando…?...─ pregunte de forma curiosa, puesto que no tenia ni idea de que entre ellos hubieran pactos.
─ Ningun demonio debe interferir en el terreno de otro ni en una posesión sin el consentimiento del demonio principal…─ contesto Nualia explicándome el pacto que habia entre ellos.
─ ¿Por qué dijo que vendrían a por ti…?...─ cuestione de manera interesada en la respuesta.
─ Si alguno de nosotros rompe ese pacto es buscado donde quería que este y llevado de nuevo al infierno para ser torturado…pero mi delito es peor he ayudado a un humano…─ contesto Nualia explicándome lo que pasaría con tono de miedo en su voz en ese momento le puse las manos sobre los hombros y la mire fijamente.
─ Te prometo que no te devolverán al infierno…─ hable mientras la miraba parecia incluso que tuviese los ojos llorosos en ese momento pudo mas que asentir y abrazarme con fuerza.
Estuvimos un rato hasta que las mujeres y algunos hombres se acercaron a la caravana para darnos las gracias por lo que habíamos echo incluso la niña que se encontraba mejor se acerco para agradecerle a Nualia.
Esta parecia que estaba sonriendo incluso parecia feliz en cierta forma, cosa que no podia negar con una sonrisa en su rostro.
Pero en aquel momento una pregunta hacia hincapié en mi cerebro lo que me había dicho aquel demonio que el espíritu de mi madre estaba en el infierno siendo torturada tenia que estar segura.
Cuando terminaron los agradecimientos y la gente volvió a sus caravanas a pasar la noche aproveche el momento para saberlo.
─ Tengo que hacerte la pregunta por lo que dijo aquel demonio…¿Mi madre esta en el infierno…?...─ pregunte con cierto miedo en mi voz por su respuesta, aunque algo me decía que era verdad.
Por unos instantes Nualia permaneció en silencio como si se concentrara en algo, despues de aquello me miro.
─ Si, lo esta…─ dijo de forma sentenciosa aquello me cayo como un jarro de agua fría, no podia entender como una mujer tan piadosa como ella habia acabado en el infierno.
─ Pero eso es imposible, ella siempre habia sido buena con todo el mundo…─ dije recordándola siempre ayudándome y a los demás con una sonrisa nunca me levanto la mano.
─ Si esta es por algo…─ hablo Nualia dándome la explicación mas lógica aunque no la aceptaba, me negaba a creer aquello.
─ Es imposible no puede ser…y si así fuera te prometo que iré al infierno por ella…─ dije sin ni siquiera pensarlo pero no dejaría que un alma tan buena como ella permaneciera en el infierno…
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste y muchas gracias a todos  .
Inició el tema
Mazoku
632
3.608 ATC
DEMONIO BUSCADO
─ Si un alma es destinada al infierno no puedes hacer nada…ha sido sentenciada…─ dijo Nualia explicándome la situación pero no iba a permitir que el espíritu de mi madre permaneciera en el infierno.
─ Aunque tenga que arrasar el infierno, te prometo que la rescatare…─ sentencie aquella frase con tono de enfado.
Es mejor que descansemos…no creo que nos quede mucho para llegar a donde esta Viento Negro…y no creo que nos ayude. tan fácilmente…─ comento Nualia, cuanto mas hablaba de Viento Negro mas curiosidad tenia, no podia imaginar alguien que fuera tan odiado por humanos como por demonios.
Nualia se metió en la caravana acomodándose entre algunos sacos para dormir algo, mientras por mi parte me quede sentada en la caravana mirando al cielo estrellado, los pensamientos iban y venían pensé que si existían demonios por fuerza deberían de existir también Ángeles.
Mientras estaba ensimismada en mis pensamientos observe a Elizabeth aparecer estirándose todo lo que podia.
─ Necesitaba estirar las piernas…¿Que tal ha ido lo del demonio…?...─ pregunto Elizabeth con interés mientras de un pequeño salto se sentaba a mi lado.
─ Bueno hay buenas y malas noticias…las buenas es que hemos podido salvar a la niña…─ respondí diciéndole al menos lo bueno que habia pasado.
─ ¿Y las malas…?...─ cuestiono Elizabeth con curiosidad viendo que eran muchas mas que la buena.
─ Bueno Nualia ha roto el pacto entre demonios, aparte me he enterado que mi madre esta en el infierno…─ dije resumiendo lo que habia pasado, conteniendo las lagrimas que intentaban aparecer.
─ Oh!...Lo siento…─ exclamo Elizabeth sorprendida por lo que le habia dicho.
─ Bueno es mejor que nos vayamos a dormir ha sido una noche larga…y estoy cansada…─ comente viendo que la noche ya poco a poco estaba desvaneciéndose dando lugar al siguiente día.
Elizabeth entro en la caravana y se acomodo como mejor pude, por ultimo momento note la brisa fresca de la noche viendo como los tonos anaranjados poco a poco iban deshaciendo la oscuridad de la noche.
Me acosté entre los sacos acomodándome lo mejor que podia respirando aliviada por haber salvado a la pequeña pero preocupada por lo que le podría pasar a Nualia puesto que estaba muy asustada.
Cuando estaba a punto de cerrar los ojos note que la caravana empezaba a moverse, continuamos le camino.
Esperaba poder dormir algo y quitarme de encima el sueño que tenia, los ojos me pesaban y el cuerpo me era muy pesado necesitaba dormir.
Solo esperaba que no tuviera ninguna pesadilla y descansar tranquila, el vaivén de la caravana hizo el resto para poder conciliar el sueño.
Estuve bastante tranquila sin ninguna pesadilla hasta que note como algo se aferraba a mi pierna, pensé que seria un sueño, pero al abrir los ojos pude ver que la cola de Nualia estaba alrededor de mi pierna aforrándose con fuerza.
Seguí notando el traqueteo de la caravana al parecer continuábamos el camino en un momento se detuvo.
Pensé que vendrían a decirnos que estabamos cerca del lugar que le habíamos dicho, así que tome la cola de Nualia y la desenrosque de la pierna escondiéndola.
─ Elizabeth despierta…─ dije mientras la zarandeaba, esta inconscientemente ronroneo un poco abriendo los ojos.
─ Escóndete rápido!...─ exclame apresurándola, esta enseguida se escondió entre los barriles.
─ ¿Ya hemos llegado…?...─ pregunto algo medio dormida y enseguida escondió la cola.
A los pocos segundos apareció una de las mujeres, ofreciéndome mi ropa, al parecer estabamos cerca o habíamos llegado.
─ No podemos dejarla mas cerca…Sin desviarnos de nuestro camino…Estoy segura que querrá vestirse…─ dijo una mujer mientras me ofrecia la ropa.
Enseguida me deshice de la que me habia dado y me coloque la mía. podia notarla que estaba mas fresca de lo normal.
Nadas mas colocármela baje de la caravana junto con Nualia pude ver que el paisaje era bastante árido podia ver las montañas y varios cactus desperdigados por el lugar, el aire era caliente y se podia escuchar el típico ruido de los buitres.
─ Si continua recto encontrara la entrada al Valle del Fuego…Muchas gracias nuevamente por habernos ayudado…─ hablo la mujer indicándome la dirección y agradeciéndome lo que habia pasado y santiguándose y bajando la cabeza con Nualia, despues de aquello me entrego la cantimplora llena y algunas provisiones.
Una vez que volvió de nuevo a la caravana me quede donde estaba esperando que Elizabeth pudiera salir.
Pasaron unos minutos y pude ver como Elizabeth venia, al llegar pude verla que estaba con la lengua fuera con el calor que hacia.
Aunque le calor comenzaba a apretar me supuse que tendría que haber salido de la carreta cuando no miraran y andar un buen trecho.
Me acerque a esta y le ofrecí la cantimplora que enseguida comenzó a beber con ganas, una vez hubo terminado nos encaminamos hacia el Valle del Fuego.
Aprovechamos cualquier tipo de sombra que pudiéramos encontrarnos hasta que empezamos a sentir hambre, nos acomodamos cerca de unas rocas para comer algo.
Al menos no se estaban peleando pero me era extraño que Nualia no estuviera pinchándole a Elizabeth podia notarse que tenia miedo por lo que pudiera pasar, puesto que estaba mirando hacia todas partes mientras caminábamos temerosa de lo que pudiera pasar.
Descansamos un poco hasta que hubimos echo la digestión y ya comenzaba la tarde al menos era un poco mas fresco cuando hubimos avanzamos unos cuantos metros empecé a sentir un dolor punzante en la entrepierna y otro en la cabeza, las imágenes de aquella pobre niña y lo que habia echo en el monasterio azotaban mi mente haciéndome gritar con fuerza.
─ AAAAHHH1…─ grite con fuerza mientras caía al suelo con las manos en la cabeza, el demonio quería salir pero no podia dejar hacerlo, esta vez tenia que hacerle saber que era yo quien mandaba.
─ ¿Te encuentras bien…?...─ escuche que preguntaba Elizabeth mientras se acercaba para comprobarlo.
Nada mas que se acero un poco pude oler algo delicioso, el demonio la quería poseer notaba como los músculos se retorcían debajo de mi piel, las uñas se tornaban largas y de color negro, mientras que mi mente seguia soltándome aquellas imágenes, por lo visto habia pasado bastante tiempo desde la ultima vez, y esta vez entraba con fuerza.
─ No te…acerques…debo de controlarlo…─ dije entrecortadamente con punzadas de dolor, la ropa de mi entrepierna estaba completamente en tensión casi no podia contener lo que estaba creciendo.
─ Pero…─ hablo Elizabe6th pero sin llegar a terminar la frasee me abalance sobre ella apoyándola contra una pared con mi sexo presionando contra el suyo con intención de penetrarla, podia notar como el mío palpitaba con fuerza, podia sentir eso en mi cabeza como si fuera un segundo corazón.
Mi cara se quedo a escasos centímetros de la suya y como si fuera un sabueso empecé a olerla, aquél olor dulce y especiado se pego a mi nariz era delicioso y embriagador.
Aunque esta vez no vi deseo en Elizabeth su mirada era de miedo solamente estaba callada mirándome en silencio.
Despues de aquello saque la lengüita y se la pase por un lado de su rostro, saboreando su pelaje y su piel.
─ Que delicia…─ dije con una voz extraña que ni siquiera parecia la mía, baje la mano hacia mi entrepierna y deslice la minúscula ropa hacia abajo, dejando libre mi sexo que enseguida apunto hacia la entrada del suyo, podia notar su calor y su húmeda que prácticamente goteaba notándolo sobre mi piel.
─ Laura, contente…─ dijo Nualia con tono de miedo, cosa que ni siquiera habría pensado que me dijera eso siendo una sucubus.
─ No te preocupes serás la siguiente…─ comente mirando y luego relamiéndome los labios.
Cuando iba a empezar con Elizabeth sentí como Nualia se lanzo encima mía y como sus colmillos atravesaron mi piel, aquel dolor hizo que despertara y por unos segundos tomara el control.
─ Nualia…¿Qué estas haciendo…?...─ pregunte mientras Nualia se aferraba a mi espalda y me mordía con fuerza en el cuello, podia sentir como la sangre salía de la herida y se deslizaba por mi piel.
Aunque no tarde mucho hasta que el demonio volviera a tomar el control, con un simple movimiento de brazo, lace a Nualia hacia atrás pero con la suerte que esta uso sus alas para poder mantener el equilibrio y caer de pie.
─ Laura se que estas hay dentro, no puedes dejar que te domine, has dicho siempre que eres tu quien lo maneja no él, pues hazlo…no pienso dejarte lo mismo que tu no dejaste a Elizabeth…─ dijo Nualia preparándose para el combate con las alas extendidas y con los rasgos de su rostro mucho mas afilados.
─ Vaya así que la traidora defiende a la humana…─ hable con aquella voz espantosa, me prepare sacando las garras y notando como aquel demonio n ose iba a detener, desde donde estaba era como si fuera una pasajera viendo todo aquello sin poder hacer nada por mucho que me concentrase.
─ Déjala en paz…─ dijo Nualia con un tono de reto en su voz, con un simple movimiento lance a Elizabeth contra el suelo, y me dispuse a iniciar el combate.
─ Muy bien tu serás la primera la gatita la dejare para el postre...─ dije girando la cabeza y viendo la indefensión que tenia Elizabeth.
Ni siquiera me percate que Nualia habia lanzado su ataque y enseguida note como sus garras me impactaron una y otra vez haciéndome retroceder, podia sentir los cortes en la piel y como la sangre salía y casi al momento se detenía.
Nualia parecia que estaba desatada los garrazos se sucedían una y otra vez casi inmediatamente no quería que tuviese ninguna oportunidad de defenderme.
Podia ver el rostro de Nualia que estaba completamente furioso y parecia que en aquel combate le fuera la vida.
Sus ataque estaban llenos de furia, los gritos de ella eran de desesperación y frustración podia verlo en su rostro.
Pero toda aquella ira no fue nada porque por muchos ataques que hiciera no conseguía nada mas que hacerme retroceder unos pasos.
Con un movimiento de mi mano logre alcanzarle el cuello y empezar a apretar con fuerza, podia notar como crujía y su rostro cambiaba radicalmente.
Solo escuchaba gemidos ahogados y como pataleaba y poco a poco se iba quedando sin oxigeno y su vida se iba apagando.
─ Así es como piensas salvar a tu madre…─ dijo Elizabeth aquello hizo que me detuviera por unos momentos, pero sin dejar de mantener la fuerza que estaba ejerciendo sobre el cuello de Nualia.
─ Acaso crees que me importa eso…─ dije con desprecio pero enseguida aquellas palabras resonaron en mi mente y fue como si abriera los ojos y tomara el control por unos momentos.
─ Se que a ti no te importa pero a ella si…─ dijo Elizabeth haciéndole saber al demonio que esta vez era yo quien habia tomado el control.
─ ¿Pero que ocurre…?, No es posible no puedo mover la mano…─ pregunto el demonio mientras poco a poco fui abriendo la mano que apresaba a Nualia.
Cuando por fin la libero esta cayo al suelo y se alejo un poco preparándose de nuevo para el combate.
─ Vas a morir!...─ exclamo Nualia preparándose de nuevo para lanzarse al ataque.
─ Nualia no te metas esta es su lucha…─ dijo Elizabeth con tono serio en su voz, haciendo que Nualia no hiciese nada.
─ Pero debemos ayudarla…no podrá el demonio es demasiado fuerte…─ dijo Nualia pensando que aquello era una batalla perdida.
─ Si, lo es pero ahora tiene un motivo para seguir luchando…y no podemos intervenir…─ dijo Elizabeth impidiendo que Nualia comenzara a atacarme.
El demonio se llevo las manos a la cabeza esta vez era yo quien tomaba el control y hacia que le doliera a el.
El pensar en mi madre y en que tenia que salvarla me daba las fuerzas necesarias para hacer que el demonio retrocediera y esta vez fuese yo quien tomara el control sobre este al menos de momento no sabría cuanto tiempo aguantaría.
Aunque el demonio era fuerte y no lo estaba poniendo fácil se resistió todo lo que podia dio unos cuantos pasos torpemente hacia Nualia con intención de golpearla pero cuando estuvo a su altura elevo el puño y como pude lo desvié hacia unas rocas haciendo que se estrellara contra estas.
En el lugar del golpe deje una marca agrietando la roca, retrocedí unos pasos gritando y tambaleándome de un lugar a otro.
─ Lucha se que puedes hacerlo!...─ dijo Elizabeth dándome ánimos, aunque esa lucha era muy dolorosa, podia sentir como mi cuerpo se dividía en dos partes literalmente.
─ ¿Pero que…?...─ cuestiono Nualia extrañada viendo aquella situación, que era la primera vez que pasaba.
Nualia retrocedió unos pasos sorprendida y sin saber como reaccionar ante esa situación, mientras mi cuerpo se retorcía, caí al suelo de rodillas y mi cabeza empezó a moverse de a una velocidad inusitada, cuando al fin se detuvo.
─ ¿Qué me esta pasando…?...─ cuestione con una voz distorsionada completamente era como una mezcla entre grave y aguda.
Despues de aquello sentí un dolor espantoso que atenazo mi cuerpo haciéndome gritar con todas mis fuerzas pude notar como mi cabeza se dividiera en dos literalmente cuando mire de reojo pude ver como un pedazo de mi carne estuviera formando otra cabeza mas.
Aunque esta cabeza era de un color oscuro, seguí gritando por un buen rato cuando pude sentir como en mi abdomen fuera cortado nuevamente, pudiendo notar la calidez de la sangre que resbalaba por mi piel.
Mientras mi cuerpo seguia dividiéndose, los huesos crujían los músculos se retorcían, el dolor era lo único que sentía en ese momento, cuando por fin aquella cabeza se separo de la mía fue espantoso su piel era oscura como un tizón, con los ojos rojos como ascuas y unos cuernos que salían de su frente.
─ No!, no es posible…─ dije esta vez con mi voz mientras veía aquel rostro diabólico que solamente me sonrió con una sonrisa salida del infierno y una boca llena de colmillos.
─ Al fin libre!...─ exclamo aquel demonio con una voz terrorífica, me miro directamente a los ojos que prácticamente me sentí como si ardiera en aquellas ascuas.
─ No podemos dejar que se separen…─ hablo Nualia con miedo en la voz mientras ayudaba a Elizabeth a levantarse.
─ Es lo que ella quería…ahora será libre…─ comento Elizabeth viendo como mi cuerpo se dividía poco a poco liberando aquel demonio.
─ Si el demonio sale de su cuerpo, ella morirá mira su abdomen…él es el que la mantiene viva…además no conoces a los demonios de esa clase…─ comento Nualia explicándoselo a Elizabeth que parecia estar perpleja.
Mientras no hacia mas que gritar con fuerza notando como la herida de mi abdomen se abría y poco a poco iba perdiendo la consciencia viendo como mis intestinos empezaban a aparecer por la herida cubierta de sangre.
Pero el demonio no dejaría que me desmayara una de sus manos apareció de la nada metiéndola dentro de la herida y revolviéndola con fuerza, escuchaba como la carne chasqueaba y se revolvía con sonidos asquerosos, mientras que yo volvía a gritar.
─ Por favor ayúdame, debo de volver a sellarlo en su interior…─ dijo Nualia aunque Elizabeth no parecia estar muy deacuerdo con ella.
Elizabeth se quedo por un momento pensativa pensando que podría ser una trampa que le estaba haciendo Nualia.
─ No podemos esperar mucho…no te estoy tendiendo ninguna trampa…si quieres que ella siga viva ayúdame…─ hablo Nualia dándole la ultima oportunidad a Elizabeth, aunque esta la miro con recelo enseguida volvió a mirarme viendo como sufría.
─ Espero por tu bien que esto no sea una trampa…─ dijo Elizabeth como si fuera una amenaza.
─ No es ninguna trampa, ahora haz que no se mueva…─ hablo Nualia preparándose, al mismo tiempo Elizabeth se lanzo hacia mi espalda que poco a poco se dividía en dos, esta tomo mis brazos y los inmovilizo con los suyos.
Nualia se puso enfrente y empezó a mover la mano en el aire escribiendo un símbolo que relucía con color rojo fuerte.
La mano del demonio que todavía revolvía en mis intestinos la saco de inmediato y fue directamente hacia el cuello de Elizabeth para poder librarse de la atadura, pero en ese instante fue detenida por su cola impidiendo que llegara.
─ Date prisa… no creo que resista mucho mas…─ dijo Elizabeth forcejeando aguantando los tres brazos para que no me pudiera mover.
─ Estas traicionando a tu raza nuevamente, déjame salir de aquí y podremos tener lo que queramos…─ dijo el demonio tentando a Nualia con un trato que era muy jugoso.
─ No te dejare que salgas, se de l oque sois capaces de hacer…conozco a tu raza…─ comento Nualia con el rostro completamente serio mientras proseguía haciendo aquel símbolo en el aire.
El demonio seguia resistiéndose todo lo que podia cuando otra mano apareció de la nada y apreso el cuello de Elizabeth con fuerza, esta aguanto todo lo que pudo, cada vez le faltaba mas el oxigeno, podia escuchar los gemidos apagados.
Aunque mi cuerpo prácticamente no reaccionaba habia perdido muchísima sangre solo estaba despierta por simple inercia, mis intestinos estaban casi fuera de mi cuerpo la sangre bañaba mi cuerpo y caía a la arena dejando charcos en esta.
─ Ra…pido…─ dijo Elizabeth de forma apagada mientras su cola poco a poco iba debilitándose y dejando la otra mano libre del demonio, las fuerzas abandonaban su cuerpo.
─ Solo un poco mas…─ hablo Nualia apurando el tiempo del que disponía para terminar aquello.
Elizabeth aguanto lo que podia aquella presión sobre su cuello estaba a punto de rompérselo, sabia que no aguantaría por mucho tiempo mientras que yo apenas podia mantener los ojos abiertos.
─ Podrías ser mi reina…todo lo que desearas seria tuyo…tendríamos a nuestros pies a los humanos…intercedería por ti ante lo que has hecho…─ volvió a tentar el diablo nuevamente con su trato, aunque Nualia parecia no escucharle.
─ Se de lo que serias capaz de hacer, sois unos salvajes…ya me enfrente a uno de los vuestros incluso me culparon por defenderos, no volveré a caer en vuestras trampas…Ahora vuelve dentro de ese cuerpo al que fuiste encerrado…─ dijo Nualia terminando el símbolo y este relumbrón con fuerza como si estuviera echo de llamas, con otro movimiento de su mano lo empujo alcanzándonos, de nuevo volvi a sentir un dolor atroz atravesándome el cuerpo mientras este se retorcía.
No se lo que paso seguidamente puesto que perdí el conocimiento por completo, para cuando empecé a abrir los ojos ni siquiera supe lo que había pasado.
─ ¿Qué es lo que pasa…?...─ pregunte extrañada mientras me tocaba el vientre viendo que no habia nada pero en la arena podia ver el color rojizo de la sangre haciéndome saber que no habia sido un sueño si no una pesadilla.
─ Ya paso todo, el demonio quiso escapar de tu cuerpo y Nualia lo ha vuelto a encerrar…─ me explico Elizabeth mientras que veía a Nualia tirada en el suelo descansando.
─ Gracias!...─ exclame para que me escuchara aunque esta solamente levanto la mano haciéndome saber que se habia enterado.
Aunque sabia perfectamente que aquella vez no seria la ultima en que vería aquel demonio y también que la Shaman me tenia en su poder pudiendo hacer conmigo lo que quisiera.
─ Es mejor que descansemos hasta que llegue la noche, y podamos continuar…─ dije viendo que el sol aun pegaba fuerte y que mi ropa estaba manchada de sangre por todas partes.
─ No creo que a Viento Negro le importe como vayas vestida…─ comento Nualia mientras se encontraba tumbada descansando por lo que habia echo.
Me tumbe para descansar y esperar que la noche hiciera su aparición despues de aquello estaba completamente cansada, me dolía todo el cuerpo pero por fin habia visto el rostro de mi demonio.
Me tumbe sobre una roca intentando descansar despues de lo que habia pasado, Nualia parecia mas cansada de lo normal y en su rostro podia verse el miedo despues de lo que habia echo.
Entretanto Elizabeth se acerco a esta para intentar calmarla y hablar con ella, parecia que esas dos empezaban a llevarse bien.
Así que cerré los ojos y me deje llevar por el sueño para poder descansar pero no podia quitarme de la cabeza el rostro de aquel demonio que tenia dentro y como me habia mirado habia sido como ver a la muerte al rostro.
Estuve un buen rato dormida o lo que pude hasta que al fin abrí los ojos pude ver a Elizabeth que estaba a mi lado con la cabeza apoyada en mi hombro y a Nualia que estaba encima de un de las rocas mirando como poco a poco atardecía.
Me levante lentamente para impedir que Elizabeth se despertara y apoyando la cabeza de Elizabeth sobre la pared rocosa.
Sentí la bajada de temperatura que rápidamente me dio un repelus dejándome la piel de gallina, aunque estaba echa un desastre me encontraba pegajosa y llena de sangre y sentía ciertas punzadas ligeras en el estomago.
─ ¿Te encuentras bien…?...─ pregunte alzando un poco la voz para que pudiera escucharme por unos momento Nualia se quedo mirando como poco a poco el sol desaparecía.
En cuanto la noche llego esta abrio las alas y de un simple aleteo bajo al suelo, y me sonrió, pero no era como ella lo hacia.
─ Si, solamente estaba mirando el atardecer y pensando que estaría haciendo en el convento a estas hora…¿nos vamos…?...─ cuestiono Nualia con una sonrisa pero sabia que tenia miedo y había subido para ver si venían a por ella.
─ Es mejor que despierte a Elizabeth y comamos algo…antes de continuar…─ hable pensando que seguramente tendría algo de hambre.
Me acerqué a esta y aun continuaba durmiendo así que decidí golpear su rostro suavemente, aunque me contesto con un ronroneo que me gustara pero aun así seguí hasta que esta despertó.
─ ¿Eh…?...¿nos vamos ya…?...─ cuestiono estando aun medio dormida, mientras se restregaba los ojos.
Despues saque algo de carne seca y puse la cantimplora para poder comer algo, en cuanto terminamos aquellos empezamos a caminar para llegar a donde se supone que estaba Viento Negro.
La noche era bastante fría y casi n ose podia ver auqneu gracias al demonio la noche era mas clara, aunque no había ninguna luna que iluminara nuestro camino, la brisa nocturna era helada incluso sentí como la piel se me ponía de gallina.
Nualia era la que lideraba la marcha nos movimos entre las montañas por una especie de camino improvisado rocoso.
El viento soplaba entre las montañas con una especie de gemido como si alguien estuviera sufriendo.
─ ¿Esta aun muy lejos…?...─ pregunte jadeando algo por la caminata que nos estabamos dando, me parecia incluso que ya habíamos recorrido un par de kilómetros.
El camino era bastante angosto y parecia que no se acabara y el frío era cada vez mayor, hasta que al fin llegamos a un sitio que parecia una depresión.
Bajamos durante un buen rato pero pasado unos cuantos metros lo que empecé a ver me dejo helada la sangre.
Estacas de madera se podían ver dispersar con el camino con esqueletos que estaban empalados en ellas.
─ ¿Pero que …?...─ cuestione mientras miraba los esqueletos empalados en las estacas incluso parecían que estuvieran mirándome.
Los esqueletos estaban completamente limpios incluso uno de ellos con el viento giro la cabeza abriendo su boca huesuda haciendo que la sangre se me helara.
─ Si, no creo que se alegre mucho de vernos…─ comento Nualia mientras seguíamos bajando pro aquel camino, pude sentir como la mano de Elizabeth apretaba la mía.
Apreté la mano de Elizabeth confirmándole que también tenia miedo una vez hubimos salido de aquel camino llegamos a un sitio que permanecia escondido entre las montañas, pude ver que no cambiaba mucho el ambiente.
El sitio era bastante grande y habia dispersas varias estacas con esqueletos empalados aunque esta vez también había ruedas de carro apoyadas en la pared rocosa pero esta vez los esqueletos era mas raros algunos incluso parecían tener alas.
─ Como ves no nos tiene mucha animosidad tampoco…─ comento Nualia mirando hacia todas partes, auqneu me parecia que aquellos esqueletos iban a moverse de un momento a otro.
Cuando al fin llegamos al final de aquel sitio pude ver que habia varias entradas en la roca, cuevas naturales que parecían entrar y salir de esta.
─ Viento Negro!...─ halo Nualia alzando la voz y enseguida el eco retumbo en el lugar, reforzando la voz.
─ Shhh!...Cállate…─ hablo Elizabeth con miedo en su voz, parecia que le temiera.
─ Queremos que sepa que estamos aquí…─ dijo Nualia mirando hacia todas partes para ver si la encontraba.
Paso un buen rato hasta que esta volvió a gritar de nuevo llamándola pero no parecia que hubiese nadie.
─ ¿Estas segura que esta aquí…?...─ pregunte extrañada viendo que ese Viento Negro no aparecía por ningun sitio.
─ La ultima vez que supe de ella estaba por aquí…─ hablo Nualia mirando hacia todas partes pero l oque habia dicho ya me confirmo que era una mujer.
Auqneu no lego a terminar de hablar cuando notamos una ráfaga de aire que lleno el lugar haciéndonos cerrar los ojos.
─ Y sigo estando aquí, solamente una persona sabe donde encontrarme…lo que me pregunto es ¿Por qué ha venido…?...─ pregunto una voz de una chica que no parecia estar muy contenta.
─ Necesitamos tu ayuda…Si no sabes que no habría venido a por ti…─ respondió Nualia, mientras miraba para ver de donde provenía esa voz aunque debido al eco del lugar no sabia de donde era.
─ ¿Una sucubus, una catoboros y una humana…interesante grupo; ¿y se puede saber para que habéis venido…?...─ pregunto la voz resonando en el lugar aunque por mucho que mirara no sabia de donde provenía.
─ ¿Te acuerdas de las gemas de la puerta negra…?...Hay alguien que las quiere y ya sabes lo que podría pasar…─ dijo Nualia para hacer que se interesara por lo que estabamos haciendo.
─ No deberías de habérselo dicho…─ hable pensando que aquello había sido un error puesto que podría negarse.
─ Tenemos que decirle la verdad, solamente así podremos hacer que nos ayude…─ dijo Nualia haciéndome saber que no había otra forma de que ella nos ayudara.
De nuevo volvimos a sentir aquella ráfaga de viento y teniendo que cerrar los ojos, cuando los abrimos pude ver que habia una figura delante de Nualia.
Auqneu me lleve una buena sorpresa puesto que era una mujer de constitución muy fuerte y aparte con unos pechos bastante generosos, su rostro era de facciones fuertes con un pelo largo de color rojo fuerte a juego con sus ojos, aunque cuándo mire al suelo se me helo la sangre era el cuerpo de un caballo de color negro.
─ ¿Ella es Viento Negro…?...─ pregunte extrañada mientras que Elizabeth se ponía detrás de mi para cubrirse.
Ante mi pregunta avanzo unos pasos hasta estar a mi altura, y se me quedo mirando fijamente durante unos segundos.
─ No pienso ayudaros…─ hablo Viento Negro de manera sentenciosa, negándose a ayudarnos, solo esperaba poder convencerla para que se uniera a nuestro grupo….
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste y muchas gracias a todos  .
Inició el tema
Mazoku
632
3.608 ATC
DESCUBIERTOS
─ ¿Por qué…?...Si no necesitáramos tu ayuda no habríamos venido…por favor…─ hable casi suplicándoselo puesto que era la única que podría hacerlo.
─ No tengo por que hacerlo, además no pensé siquiera que quien habia confiado me traicionaría…─ dijo Viento Negro retrocediendo unos pasos con una actitud que me decía que no podríamos contar con ella.
─ Sabes perfectamente lo que pasara si alguien abre la puerta, no creo que te dejen vivir…y ahora mismo a mí tampoco…─ comento Nualia recordándole la primera vez que se abrio la puerta y lo que casi llega a pasar.
─ No es asunto mío…─ dijo sentenciando aquella conversación y dándose la vuelta.
─ Es mejor que sigamos nuestro camino…─ comento Nualia volviendo por donde habia venido.
Viendo que ya no hacíamos nada, lo mejor seria volver y continuar nuestro camino aunque no sabia hacia donde ir, puesto que no teníamos ni idea la próxima ubicación de la siguiente gema.
En cuanto avanzamos unos cuantos pasos para ir saliendo de aquel lugar sentimos como el suelo comenzaba a temblar ligeramente en eso Nualia se detuvo de golpe mirando hacia todas partes.
─ No, no puede ser...─ dijo Nualia con miedo en su voz mientrasmiraba hacia todas partes, acelero el paso para salir de ese lugar cuando las rocas empezaron a caer taponando la entrada.
No pudimos mas que retroceder sin saber que hacer pensé que podría haber alguna salida entre tanta entrada de túneles.
─ Rápido es mejor que volvamos, lo mismo hay alguna salida por algún túnel…─ hable mientras dábamos la vuelta pero Nualia seguia como si estuviera petrificada por el miedo no pude mas que tomarla de la mano y tirar de ella para hacerla salir de su estado de miedo.
Cuando llegamos abajo pude ver a Viento Negro que estaba mirando hacia todas partes pero no parecia tener miedo alguno.
─ Me has traicionado!...─ exclamo Viento Negro acusando a Nualia de haber traído a sus perseguidores ante ella.
─ Pensé que no sabia donde estaban, no era mi intención…─ se defendió Nualia de la acusación, con miedo en su voz mientras miraba como el suelo temblaba cada vez mas y se formaban unas grietas en este.
Así tan rápido como empezó se detuvo de golpe haciéndose el silencio por completo.
─ Esto no esta bien…─ Hablo Nualia con estupor mientras miraba al suelo esperando que saliera lo pero de este.
En ese momento de aquellas grietas empezó a salir un liquido rojizo espeso casi coagulado y6 empezaba a formarse como un bulto de tamaño humano, aquel liquido burbujeaba y se reformaba, de pronto algo emergió hacia la parte alta de estas era un esqueleto que hacia las veces de cabeza.
─ Nualia traidora...Viento Negro traidora…─ dijeron aquellas cosas una y otra vez mientras salían hasta ser cinco de estas.
─ ¿Qué son esas cosas…?...─ pregunte confundida y sorprendida al ver aquellas cosas que eran imposibles.
─ Son captores…se puede decir que son los caza recompensas del infierno…─ dijo Viento Negro viendo aquellas cosas con el rostro completamente serio.
Aquellas cosas se silenciaron y se lanzaron dos de ellas en busca de Viento Negro, esta solamente se irguió sobre sus patas traseras y de un movimiento rápido fue como si desapareciera en donde estaba y en un momento apareció detrás de estos propinándoles una coz y haciendo que con el impulso se estrellaran contra la pared haciéndoles estallar en una mancha de sangre.
Me quede alucinada viendo lo que habia echo en un momento, pero antes siquiera que pudiera darme cuenta una de esas cosas se lanzo sobre Nualia esta enseguida saco sus alas e inicio el vuelo.
─ No podréis cogerme…─ dijo Nualia desde el aire sabiendo que aquellas cosas no podían volar.
Pero rápidamente aquella cosa soltó unos tentáculos que llegaron a apresarla uno de ellos acertó en el tobillo y otro en sus alas haciendo que se detuviera y fuera absorbida hacia el interior de aquella cosa.
Esta empezó a pegar garrazos en su interior una y otra vez pero era imposible, sus movimientos eran inútiles.
Puse mis manos sobre mi arma para desenfundar pero enseguida otro tentáculo acertó en mi mano haciéndomela imposible que pudiera moverla, como pude moví la mano pero era imposible aquella cosa tenia una gran fuerza.
─ Suéltame!...─ exclame enfadada y de un tirón hice que aquel tentáculo se disolviese en sangre cayendo al suelo.
Aquella cosa retrocedió impresionada por aquello pero al momento pude ver mi mano que tenia las garras sacadas.
Por un instante Viento Negro se quedo mirando confundida al ver mi mano y aquella fuerza sobrehumana.
─ Tu no eres una humana normal…─ dijo Viento negro con confusión en su voz mirándome algo confundida viendo la garra.
─ No precisamente…─ dije de manera vaga mientras veía como aquel tentáculo se deshacía en sangre que goteaba al suelo, podia ver como Nualia daba garrazos y como poco a poco se debilitaba faltándole el aire, sus movimientos eran cada vez mas lentos.
Pero antes de que me diera cuenta pude ver de reojo como otra de aquellas cosa venia pro mi espalda en ese momento se lanzo Elizabeth para protegerme que inmediatamente fue absorbida hacia su interior, esta comenzó a dar garrazos pero era inútil.
─ Rendíos!...─ dijo una de esas cosas con una voz extraña, parecia como si fuera debajo del agua.
En ese momento aquellas cosas se reunieron mezclándose en una cola mucho mas grande podia ver en su interior flotar tanto a Elizabeth como Nualia.
─ De eso nada…─ dije desenfundados las armas y apuntándolas para no errar el tiro, pero cada momento que esperara el tiempo se les acababa, y aquel engendro se acercaba cada vez mas.
─ No creo que eso sirva con estas cosas…─ comento Viento Negro pensando que eran armas normales.
Apreté el gatillo escuchando el sonido del disparo que retumbaba en aquel lugar y en mi mano sentía el retroceso.
Cuando las balas impactaron aquella cosa empezó a temblar de manera nerviosa durante unos instantes hasta que al fin reventó en una explosión de sangre manchándolo todo, enseguida ambas cayeron al suelo inertes, enfunde y me acerqué rápidamente para comprobar si seguían vivas.
─ ¿Pero que…?...─ pregunto con tono de sorpresa y confusión en su tono al ver lo que habia pasado.
─ ¿Estáis bien…?...─ pregunté estando a su lado mientras veían como ambas empezaban a toser escupiendo sangre.
─ Cof, cof, cof…─ tosieron casi al unísono por el tiempo que habían pasado en su interior por suerte no les habia pasado nada.
─ ¿Qué son esas pistolas…?...─ pregunto Viento Negro acercándose hacia donde estaba mirándome de manera extrañada.
─ Son las pistolas de unos demonios que atacaron mi pueblo y mataron a toda la gente…─ dije explicándoselo brevemente lo que habia pasado, auqneu recordar aquello hizo que brevemente me entraran ganas de llorar.
─ ¿Y como que tu sigues viva…?...Esa clase de demonios no dejan a nadie vivo…─ cuestiono nuevamente Viento Negro resolviendo las dudas que tenia sobre mi.
─ No es que terminara muy bien parada me tomaron y me llevaron a un lugar donde querían sacrificarme por suerte una Shaman india me ayudo, al parecer introdujo un demonio dentro de mi…─ conteste explicándole brevemente lo que habia pasado, pero en cuanto dije lo de la Shaman fue como si una bombilla se iluminara en el rostro de Viento Negro.
─ Es raro que un Shaman sepa como dominar demonios…se dedican mas a los espíritus…y esas armas son difíciles de ver,,,ya que se usaron en la primera vez que abrieron las puertas negras…─ explico Viento Negro mirando las armas que estaban enfundadas.
─ ¿Nos ayudaras ahora…?...─ pregunte mientras ayudaba a levantar a ambas parecían que estuvieran agotadas y que aquellas cosas les hubieran absorbido parte de su vida.
Pero antes siquiera que Viento Negro pudiera responder a aquello, me fije que en el suelo a través de aquellas grietas empezaba a emanas una niebla negra.
─ ¿Qué es eso…?...─ pregunte señalando a la niebla negra que cada vez salía mas profusamente de las grietas.
─ Paree que n ose conforman con quienes han enviado…sube a mi espalda!...─ exclamo Viento negro y dándome la mano de un solo salto me subí a su espalda.
Pude ver como aquella niebla parecia tener vida y por donde pasaba marchitaba las pocas plantas que allí habia.
─ ¿Qué es esa niebla…?...─ pregunte extrañada viento como se arremolinaba al alrededor de Elizabeth y las demás sin causarles ningun daño.
─ Es un carcelero…y esa niebla lo que hace es envenenar a los humanos con los demonios no tiene efecto…─ comento Viento Negro explicándome que era la niebla que poco a poco fue formándose en una figura bastante alta.
Cuando la niebla termino de formarse pude ver una figura bastante alta que parecia que llevara una túnica de monje con una capucha de la que desde dentro habia unas esferas de color rojo brillante en su mano portaba una guadaña de color negro.
No pude decir que no me asusto puesto que un escalofrío recorrió mi cuerpo al ver aquella imagen tenebrosa.
─ Vendréis conmigo!....─ exclamo aquella cosa señalándonos con un dedo huesudo, aquello no hizo mas que dejarme paralizada por un momento con el miedo en mi cuerpo.
─ No creas que iré tan fácilmente…─ dijo Viento Negro y en un momento baje de su espalda, esta se quedo mirando fijamente a aquella figura mientras esta hizo lo mismo, la tensión prácticamente se podia cortar con un cuchillo, mientras ayude a Elizabeth y Nualia recuperarse.
En un momento que ni siquiera me di cuenta note una ráfaga de aire y en un segundo Viento Negro se encontraba a su espalda en ese momento elevo su parte inferior del cuerpo propinándole una coz en su espalda, pero aquella cosa al recibir el ataque sencillamente se deshizo en niebla para reformarse en otro sitio.
─ Tus trucos no te serviran esta vez…─ dijo el Carcelero y al instante movió su brazo hacia atrás y lanzo la guadaña en dirección hacia Viento Negro.
Esta enseguida fue como si desapareciera en un instante aunque la guadaña pareciera que estuviera flotando en el aire yendo hacia todas direcciones.
Pude ver en el suelo las pisadas de Viento Negro que aparecían de la nada, enseguida pensé que se movía a tal velocidad que ni siquiera podia verla, entendí enseguida por que su nombre.
En un momento pude ver como la guadaña se clavaba en la pared y un resquicio de sangre caía de su hoja, pensé que habia acertado a Viento Negro de alguna forma.
Pero esta apareció cerca de la guadaña con un roce en su mejilla de la que goteaba sangre, enseguida aquella cosa movió su mano y e hizo que la guadaña se desclavara de donde estaba y volviera a su mano.
─ No escaparas!...─ exclamo el Carcelero volviendo a señalarla y sabia que por muy rápida que ella fuera al final terminaría alcanzándola o algo peor.
Nuevamente aquella cosa volvió a lanzar la guadaña hacia Viento Negro y esta desapareció con su rapidez, la guadaña nuevamente empezó a girar en el aire siguiéndola.
Sabia que no aguantaría por mucho tiempo así que desenfunde y apunte a la guadaña esperando mi momento.
En un momento Viento Negro apareció pegada a la pared y aquella arma siguió su infernal camino hacia ella, cuando se encontraba a escasos centímetros dispare haciendo que la guadaña se desviara y volviera a la mano de aquella cosa.
Viento Negro se quedo sin saber que decir, pero en su rostro podia ver que me daba las gracias por aquello.
─ ¿Cómo te atreves a interferir…?...─ pregunto aquella cosa alzando la voz y enseguida se elevo unos centímetros sobre le suelo con aquellas alas negras formadas de niebla y me lanzo la guadaña de nuevo le apunte pero esta vez unas cadenas negras brotaron del suelo tomando mis muñecas y haciéndome soltar las armas.
Podia ver como aquella arma se me acercaba cada vez mas y Viento Negro no podia hacer nada.
Cerré los ojos esperando mi destino cuando escuche como un choque de metal, cuando los abrí pude ver a Nualia y Elizabeth que habían decidido actuar juntas.
─ No te la llevaras tan fácilmente…Además me quieres a mi no a ellas…¿A que esperas…?. atácame!...─ exclamo Nualia poniéndose al frente esperando que aquella cosa la atacara…
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias por todo  .
Iniciado
1
60 ATC
excelente, hace poco descubrí el foro y quede encantada con tus relatos  se agradece la dedicación y espero las continuaciones
|