Te llevaré a un lugar donde todo es posible
Título Original: Le philosophe qui n'était pas sage Autor: Laurent Gounelle Traductor: Josep Maria Pinto Genero: Ficción, Psicologia ISBN: 978-84-08-07228-7 Editorial: Planeta Nº de páginas: 283 Fecha de publicación: Febrero 2013 Precio edición normal: 18'90€ |
Sinopsis
Nueva York. Tras una importante pérdida, Sandro, profesor universitario, necesita retomar una vida normal, reflexionar y escucharse. Está en una encrucijada vital, y nada en el horizonte parece indicar que la normalidad vaya a restablecerse, a menos que él haga algo. Así que toma una decisión: marcharse, lejos, para encontrar respuestas y, sobre todo, su lugar en el mundo. Pronto descubrirá que la vida está cargada de sorpresa, sólo hay que aprender a verlas.
"Estás ta disuelto en tus pensamientos y absorbido por la acción que ya no ves la vida. Te encuentras en un mundo de una belleza increíble y ni siquiera te das cuenta. Convertir cada instante en una eternidad es el secreto de la inmortalidad."
Puntuación
Opinión Personal
El libro te hace un recorrido por el interior de Amazonas, un lugar desconocido para el hombre moderno. Sandro quiere encontrar por encima de todas las cosas al culpable de la muerte de su mujer, que según le comentaron, fue asesinada por una tribu, y quiere venganza.
Durante esta venganza, se dará cuenta de que no todo es lo que parece y harás que te pregunte que estamos actualmente.
Mientras vayas leyendo este libro, acabarás cerrándolo cada 5 páginas para preguntarte sobre los valores que tenemos hoy en día, si le deberíamos dar tanta importancia a las cosas materiales que tenemos, si estamos viviendo realmente la vida o no y si podríamos cambiarla poco a poco o vamos camino hacía una sociedad en la que se acaben olvidando las cosas no materiales por completo.
"Krakus observó al grupo atentamente y terminó distinguiendo al que no llevaba arma alguna en el hombro. Cogió aparte a uno de los indios.
-¿Tu amigo no caza?- dijo señalando al desdichado.
-Sí, pero no tiene arco.
-¿Por qué?
-El suyo se ha roto.
Al ver que hablaban de él, el hombre en cuestión se acercó, curioso.
-Me han dicho lo de tu arco -dijo Krakus-. Es una verdadera lástima, era el más bonito de todos, el más grande, el más decorado. Lo lamento mucho por ti. Seguro que todo el mundo te envidiaba... Debes de estar muy triste.
El hombre lo miró, con aire sorprendido y divertido al mismo tiempo.
-Pero ¿de qué hablas?
-De tu arco, claro.
-Yo no tengo arco.
Krakus tragó saliva. No parecía que el hombre estuviera tratando de burlarse de él. Entonces ¿por qué lo negaba?
-Vi tu arco ayer. Era magnífico, espléndido...
-Ayer tal vez, pero hoy no tengo arco. Es así- dijo, con la mayor tranquilidad del mundo.
-Debes de estar muy triste, ¡no digas lo contrario! Tienes que estar decepcionado, ¿no?
-Este objeto ya no existe. ¿Por qué me decepcionaría algo que ya no existe?
Krakus se irritó.
-¡Pero ayer existía! ¡No me dirás que no!
-Pero ayer ha desaparecido, amigo mío. Hoy es hoy, siempre es hoy"
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