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Mazoku
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UN ENCUENTRO PELIGROSO
Viéndome sola y sabiendo que faltaba aun algo de tiempo para que llegara el autobús, pensé que lo mismo podría estar esperándome Valeria en la salida para que le enseñara el cuerpo de la pobre muchacha que habían matado.
Avance por el colegio en dirección hacia la salida por el muro, cuando ya estaba cerca pude ver a Valeria esperándome con una mochila en sus hombros junto con Isabel que tenia otra bolsa.
─ Ya era hora…aun tenemos tiempo…─ dijo Valeria refunfuñando por la tardanza.
─ ¿Te has decidido a venir…?...─ pregunte a Isabel mientras esta ni siquiera me hacia caso, solamente asintió con la cabeza mientras apartaba el arbusto que tapaba la salida.
─ Bueno vamos a ver ese cadáver tuyo…─ dijo Valeria casi bromeando por aquello pensé que no seria una broma cuando lo viese.
Salimos del internado en dirección hacia la torre el sol empezaba a pegar con fuerza podía escucharse el trinar de los pájaros y alguna que otra cigarra, el ambiente estaba fresco sin embargo en cuanto nos adentramos en el bosque notamos como la temperatura bajaba unos cuantos grados gracias a la sombra de los árboles, seguimos avanzando por un buen rato cuando al fin la divisamos.
Nos acercamos a ella al mismo lugar, por la mañana era completamente distinto incluso parecía que no tuviese nada, pero aun así sentía que alguien nos estuviera observando, me gire algunas veces para comprobarlo pero no vi a nadie por los alrededores.
─ ¿Pasa algo…?...¿Estas nerviosa…?...─ pregunto Valeria mientras me veía como miraba hacia atrás.
─ No lo se tengo la sensación de que alguien nos esta observando…─ respondí quedándome un momento intentando averiguar si había alguien, pero solo veía árboles por todas partes, y nada mas.
─ Quien nos iba a seguir…no seas tonta…─ dijo Valeria quitándole importancia a aquello, lo mas seguro que mi imaginación estuviera sobre excitada por aquello.
Cuando llegamos pasamos por algunos cascotes de piedra sueltos hasta que al fin estuvimos dentro, empezamos a buscar por el sitio pero no había nada ni el cuerpo ni ningún rastro de aquello como si no hubiera pasado.
─ Que extraño…no esta…Es imposible…estaba aquí mismo enterrada…─ dije mientras seguía rebuscando de forma nerviosa por todas partes pero no había nadie enterrado, aquello era imposible sabia perfectamente que había sucedido y no era un sueño; mire por un momento a Isabel con cara de sombro esta sencillamente negó con la cabeza.
─ Creo que el aquelarre te sentó muy mal…Aquí no hay nadie…Es como dijo la profesora vinieron sus padres por ella…─ dijo Valeria totalmente incrédula pero no era para menos puesto que allí no había ninguna prueba de nada.
─ Maldita sea…Aquí había un cadáver…el de esa chica te lo prometo lo vimos todas…─ dije enfadada y sorprendida al mismo tiempo mientras seguía apartando unas cuantas rocas del sitio para encontrarla pero no había nada.
─ Déjalo…No hay nadie…al parecer se la han llevado de aquí o algo…─ dijo Isabel mientras dejaba de buscar.
─ Mierda…Sabes perfectamente lo que vimos…─ dije mirando fijamente a Isabel esta ni siquiera dijo nada solamente bajo la cabeza, viendo que se habían salido con la suya.
─ Si vale…había un cadáver y que han hecho…¿Ocultarlo…?...Anabel mejor nos volvemos…─ dijo Valeria mientras me observaba con el rostro de decepción por aquello.
Cuando nos íbamos a marchar escuchamos el crujido de unas ramas, aquello nos puso en alerta para salir de allí cuanto antes apretamos un poco el paso pero hicieron lo mismo, cuando antes de salir del aquel bosque salieron a nuestro paso cuatro chicos probablemente del pueblo que portaban barras de hierro y algunos bates, dispuestos a darnos una paliza.
─ Vaya mira lo que hemos encontrado…─ dijo uno de ellos mientras golpeaba suavemente su mano con el bate.
─ Si, hoy cenaremos monstruo…Ja, ja, ja, ja…─ dijo otro de ellos riendo con fuerza como si aquello se tratara de una cacería de bestias.
─ No hemos hecho nada dejad que nos vayamos…─ dije envalentonándome mientras aquellos tipos se acercaban cerrándonos el paso.
─ Sabes cuales son las reglas…¿no…?... pues esta vez vamos a pasarlas por alto…─ aquello fue la ultima palabra que dijo enseguida intento darme un batazo pero n ose por que fue como si mi cuerpo reaccionara de golpe evitando aquel golpe, el chico se quedo mirándome extrañado.
─ Vaya…muy bien se acabaron las tonterías…─ dijo una de los chicos preparándose para atacar.
─ Espera un momento…¿Por qué son monstruos…?...Explícame al menos eso…─ pregunte al menos para ganar algo de tiempo, y que respondiera algunas dudas que tenia.
─ Eso fue lo que nos dijo el párroco del pueblo…no tienes que saber nada mas…─ dijo aquel chico aquello fue como si todos al mismo tiempo se lanzaran contra nosotros dispuestos a matarnos; de un empujón arroje a Valeria al suelo para que no le pasara nada, al instante nos pusimos espalda contra espalda Isabel y yo.
─ Valeria avisa a la profesora…CORRE!!!... ─ dije gritando para que saliera de allí cuanto antes por suerte pudo salir corriendo, aunque aquello no nos ofrecía la salvación.
─ ¿Crees que tu amiga llegara a tiempo…?...─ pregunto aquel chico mientras se lanzaba a por mi con una barra de metal en sus manos, casi automáticamente mi cuerpo se movió para evitarla pero su amigo cargo de nuevo contra mi pero volvió a fallar, escuche como los tipos que tenia Isabel se lanzaban por ella, a uno de ellos le detuvo el bate en pleno ataque propinándole una patada en el estomago que hizo que se cayera al suelo.
─ Vaya parecen que van a defenderse…─ dijo uno de los chicos mientras se preparaba nuevamente para atacar.
─ Por favor….dejadlo no son ningunos monstruos…Aun estáis a tiempo…no diremos nada a nadie…─ dije intentando acabar con aquello y que desistieran de continuar aunque estaba convencida de que no funcionaria.
─ Sabes lo único que creo…que no saldréis vivas de aquí…Esto es por nuestros amigos…─ dijo uno de ellos volviéndose a lanzar en ese momento me reanudo sus ataques me separe un poco de Isabel para que mi movimiento no le afectara a Isabel aunque veía que no tenia problemas en defenderse, los dos chicos volvieron a atacar en uno de sus ataques tuve que agacharme y eso lo aprovecho el otro para golpearme en la parte de atrás de las rodillas haciéndome caer al suelo.
─ No…─ dijo Isabel mientras se giraba para ayudarme pero aquello fue su fallo uno de ellos aprovecho la ocasión para golpearle en la espalda y hacerla caer al suelo. situación que aprovecho su compañero para darle una serie de patadas en el estomago.
─ Dejadla en paz…─ dije mientras veía la paliza que le estaban dando, en eso su compañero levanto la mano deteniendo aquello y me propino una patada en la cara, seguidamente me cogió del pelo tirando de el.
─ Me va a encantar destrozarla…quiero que lo veas y lo recuerdes…─ dijo mientras asentía con la cabeza para que prosiguieran la paliza.
Al instante volvieron a darle patadas de nuevo aquello era insoportable intente moverme pero su compañero lo único que hizo fue ponerme el pie en la cintura para que no pudiera hacerlo.
Aunque nunca supuse lo que Isabel haría, en uno de esos ataques cogió uno de los pies de sus atacantes y lo retorció, casi al instante el muchacho soltó un grito de dolor y pudo escucharse el crujir del tobillo.
Los chicos parecían completamente sorprendidos por aquello el otro le propino un batazo en la cara haciéndole caer al suelo, Isabel se intentaba levantar como podía era increíble la fortaleza que tenia.
─ Sabes…Solo veníamos para daros una paliza pero esta vez voy a cambiar de idea…Ella morirá como escarmiento…Quiero que lo veas y no te pierdas detalle…─ dijo el chico amenazándonos, mientras le otro elevaba el bate de baseball para darle el golpe en la cabeza.
Aquella imagen se me quedo grabada veía la cara aun desafiante de Isabel intentando levantarse, y aquel muchacho mientras se preparaba para darle el golpe de gracia, como un relámpago bajo el bate pero casi cuando estaba cerca de su cabeza escuchamos una voz que los detuvo.
─ Deteneos…¿Se puede saber que estáis haciendo…?...Ya sabia que haríais algo así…─ dijo una voz de un hombre algo mayor, cuando lo logre ver, me di cuenta que era el párroco del pueblo llevaba la típica sotana de color negro junto con los zapatos a juego su rostro estaba marcado por el tiempo con arrugas sus ojos eran de un color marrón apagado y aparte era calvo, podía verse el rigor en su rostro y su seriedad, sus facciones eran muy marcadas y duras.
─ Padre solo estamos haciendo justicia después de lo que le paso a nuestros amigos…─ dijo el chico que de inmediato me soltaba el pelo, parecía que esa figura le imponía muchísimo respeto.
─ Ya es suficiente…además debemos seguir las reglas…y no veo a nadie mas con ellas son pareja como decía la profesora…así que soltadlas…debéis perdonadlos se que se han sobre excedido…me presentare soy el padre Esteban…─ dijo Esteban mientras nos levantábamos del suelo seguidamente fui hacia donde estaba Isabel ayudándola para que se levantara.
─ ¿Se puede saber que narices le pasan…?...casi nos matan…─ dije mientras ayudaba a Isabel a levantarse aunque su peso era considerable.
─ Debéis comprenderlos han perdido unos amigos suyos…─ dijo Esteban intentando disculparlos, los chicos parecían que tenían la cabeza bajada pero en su rostro podía verse que habían perdido la oportunidad.
─ ¿Perdonarlos…?...La otra vez casi matan a una chica en el pueblo…pero se puede saber que les pasa…no son monstruos…─ dije intentando zanjar aquello y que me dieran explicaciones, aquello ya se estaba volviendo demasiado peligroso.
─ Querida mía debes entender que son las reglas…Además…─ dijo Esteban pero antes que terminara vimos aparecer a Valeria con una de las profesoras al vernos se acerco para ayudarme con Isabel.
─ Vaya…Padre Esteban…creo que sus muchachos se han pasado…recuerda que teníamos unas reglas…─ dijo la profesora mientras nos miraba seriamente, su aparición provoco que el padre retrocediera unos pasos parecía que estuviera asustado.
─ Mis chicos solo han seguido las reglas seguramente se han sobre excedido en sus deberes…nada mas…─ dijo Esteban haciéndole recordar las reglas y que se guiaban por ellas.
─ Si, lo se pero recuerde un poco a las que visten el jersey oscuro no deben tocarlas…además el pago ya lo tiene…Lo que no me explico es por que estabais aquí...Y como habéis salido sin que nos diéramos cuenta…─ dijo la profesora enfadada cuando termino de hablar se hizo un silencio bastante incomodo, al notar aquello intente romper el hielo de alguna forma.
─ Ha sido mi culpa…solo quería ver la torre sentía curiosidad nada mas…─ dije intentando encubrir todo aquello y que al menos no repercutiera en ellas.
─ Será mejor que nos vayamos…y recuerde padre siga las reglas…─ dijo la profesora con cara de amenaza aunque aquello hizo que el padre se envalentonara un poco.
─ Y usted es mejor que mantenga esos monstruos a raya…a partir de ahora no tendremos piedad…─ dijo Esteban mientras se daba la vuelta y se marchaba con aquellos tipos.
Nosotras salimos de allí mientras ayudábamos a Isabel parecía que le habían dado una buena paliza.
─ Dios como tienes el ojo…─ dijo Valeria mientras caminábamos, en ese momento Isabel la miro con cara de enfado como si n ose preocupara por ella.
─ ¿Se puede saber que hacíais allí…?...Tenemos unas reglas muy estrictas…y están para seguirlas…Es por vuestra seguridad…─ dijo la profesora mientras avanzábamos por el bosque para salir de allí y volver al internado.
─ Como le he dicho solo sentía curiosidad…ya sabe lo prohibido es lo que atrae nada mas…─ dije echándome toda la culpa encima para que a ellas no les afectara.
─ ¿Y vosotras dos no tenéis nada que decir…?...Isabel por tu parte estas pendiente de un hilo…es mejor que te comportes una vez mas y serás expulsada por completo y no creo que a tu madre le siente bien…Señorita Valeria usted nunca había dado problemas…no quiero que vuelva a repetirse esto…¿A quedado suficientemente claro…?...─ dijo la profesora mientras nos miraba con cara de enfado pero sabia que algo le estaba diciendo que no habíamos ido por curiosidad.
Cuando al fin llegamos al internado pensamos que era mejor ir a la enfermería para que nos curaran un poco y al menos estar mejor, pero al parecer no tendríamos tiempo, el autobús llego justo en ese momento, cuando salieron las chicas se nos quedaron mirando extrañadas y algo asustadas después de todo aquello, Clarisa y Felisa a vernos se acercaron lo mismo que el club, intente explicarles lo que había pasado, aquello les sorprendió muchísimo.
─ Señorita Valeria…al parecer no esta en la lista de las que se quedan…¿Con quien piensa ir…?...─ pregunto la profesora mientras repasaba la lista que le había entrabado una de las monjas.
─ Con Anabell señorita…─ dijo Valeria mientras intentaba aguantar a Isabel y llevar su mochila, Clarisa parecía que estuviera muy sorprendida al escucharlo.
─ ¿Y usted señorita Isabel…?...─ volvió a preguntar la profesora mientras seguía repasando la lista.
─ Con Anabell…─ dijo Isabel mientras intentaba recuperarse un poco, Clarisa se quedo como alucinada escuchando aquello.
─ Vaya axial que las dos van a ir con ella…muy bien…Recuerde señorita Anabel que están bajo su responsabilidad…No quiero ninguna clase de líos…─ dijo la profesora mientras seguía repasando la lista la parecer no hubo ningún problema, cosa que pareció agradarles a las dos aunque Clarisa parecía sorprendida aun por aquello.
─ No habrá problemas señorita…─ dije pensando que estaba siendo demasiada estricta aunque las palabras que dijo antes me extrañaron muchísima, que clase de pago le había ofrecido al párroco.
─ Muy bien pueden subir…Nos veremos el lunes por la mañana…que tengan un buen fin de semana y estudien…recuerden que la próxima semana empiezan los exámenes…─ dijo la profesora mientras le devolvía la lista a la monja y entraba en el internado, intente mirar si encontraba por alguna parte aquella chica pero parecía que no daba con ella, al parecer decidiría quedarse.
Subimos al autobús y nos dirigimos hacia la parte de atrás para que al menos Isabel pudiera descansar un poco, en cuanto el vehiculo estuvo lleno salimos de allí, teníamos un largo camino de vuelta al menos nos pusieron una película para amenizar el tiempo, mientras Isabel estaba con una mano en sus costillas por el dolor, y Valeria estaba interesada en el film, se podía escuchar a las demás chicas hablar entre ellas, no parecía que hubiera un mal ambiente.
─ ¿Te ocurre algo…?...─ pregunto Isabel con rostro de dolorida por la paliza que había recibido.
─ No lo se…estoy algo confusa la verdad…me extraño lo que dijo la profesora al párroco…Que clase de pago le habrían dado…─ dije pensativa mientras miraba por la ventana como el paisaje cambiaba y se me hacia mas reconocible.
─ No se lo mismo…algo por las molestias que ocasionamos cuando vamos a comprar o tal vez algún donativo…─ dijo Valeria mientras seguía mirando la película, aunque algo me decía que no era eso precisamente.
─ Cuando escuche eso mismo fue en el ritual de los profesores…y la neblina esa blanca que encerraron en aquel artefacto…─ dije recordando las palabras que dijeron en su macabro ritual.
─ No estarás pensando que fue eso…seria una locura…para que lo iban a querer…─ dijo Isabel aun algo dolorida pero poco a poco empezaba a recuperarse.
─ ¿De que clase de pago estáis hablando…?...─ pregunto Valeria esta vez interesada en lo que estábamos diciendo, aunque la verdad no me imaginaba para que querían esa cosa.
─ Cuando celebraron el ritual…al parecer del cuerpo de esa chica salio una especie de neblina blanca y la encerraron en un cristal, dijeron algo como el pago esta realizado…─ dije intentando recordar aquello, aunque no recordaba muy bien sus palabras.
─ ¿No pensaras que seria el alma de esa supuesta chica…?...─ dijo Valeria casi riéndose pero al instante Isabel le lanzo una mirada de las suyas que la dejo helada y cambio casi al instante su rostro.
─ No lo se la verdad…pero todo esto empieza a resultar demasiado macabro…─ dije pensativa, mientras Valeria estaba como expectante a que prosiguiera con mis conclusiones.
─ A ver imaginemos…que se produjo ese ritual…que los profesores mataron a esa chica…que cogieron su alma y la encerraron y se la dieron al párroco…¿Para que narices querrían un alma…?...─ pregunto Valeria intentando sacar alguna razón de todo aquello aunque me resultaba imposible de dar con la respuesta.
─ No lo se…Además hay muchas mas incógnitas en todo esto…como lo que le paso a Isabel en el pueblo…y el por que de tanto odio hacia vosotras…es que aun no entiendo eso…─ dije intentando darle una razón a todo aquello pero no lo entendía.
─ Es mejor que dejes de pensar en ello…sencillamente nos odian nada mas…─ dijo Valeria y de inmediato se puso de nuevo a ver la película, al parecer no quería saber nada de aquello.
─ Algo tendrías que haber visto esa noche…para que te dejara en ese estado…─ dije intentando hacer que recordara que es lo que había pasado para que los pobres chicos terminaran de esa forma.
─ No lo se tengo mi mente borrosa…solo se que cuando te fuiste escuche un aleteo encima mía y de pronto vi como una sombra que se abalanzaba sobre ellos y los cuerpos de esos chicos caían al suelo hechos pedazos, su sangre me salpicaba, no pude mas que caer al suelo estaba asustada…no había visto nada igual…─ dijo Isabel intentando recordar pero en cuanto lo hizo se llevo las manos a la cabeza parecía que le dolía mucho por intentar acceder a esos recuerdos.
Poco a poco fuimos llegando cuando al fin el autobús se detuvo en mi barriada bajamos de allí, espere un poco para el vehiculo de Clarisa llegara cuando al fin llego la primera en bajar fue Clarisa.
─ ¿Estarás bien…?...Tus padres no están en casa…─ dijo Clarisa algo avergonzada aun por lo que había hecho, los colores los tenia subidos a sus mejillas.
─ No te preocupes…estaremos bien…─ dije mientras solamente le sonreía intentando que se calmara.
─ Si necesitas algo recuerda que estoy…aquí…─ dijo Clarisa que enseguida se despidió de nosotras, cuando llegamos ya era un poco tarde y aparte tenia bastante hambre.
La barriada parecía completamente tranquila se podía ver que las farolas ya estaban encendidas y que la luna ya empezaba su caminata nocturna, el escuchar de los grillos y el revolotear de algún murciélago amenizaban la noche, algún que otro coche pasaba por la carretera, mientras el aire fresco de la noche me despejaba de todo aquello.
─ Así que esta es tu casa…No esta mal…─ dijo Isabel inspeccionándola por encima mientras observaba el resto de la barriada, algunas personas se quedaban mirándola extrañados al pasar por su lado, mientras que Isabel los miraba con cara de pocos amigos.
─ Es muy linda…dijo Valeria secamente mientras miraba el lugar e intentaba adaptarse a el, parecía que no encajara en aquel lugar.
─ Bueno es mejor que entremos…Estoy cansada y seguro que tendréis algo de hambre…yo estoy desfallecida…─ dije mientras me acercaba a la puerta sacaba la llave en cuanto abrí encendí la luz del recibidor y entraron ellas enseguida se pusieron a mirar el lugar.
─ Vaya es muy bonita…la mía no es tan grande…Bueno… ¿Donde están nuestras habitaciones…?...─ pregunto Valeria intentando romper el hielo de aquella situación.
─ Acompañadme…─ dije mientras me quitaba la mochila y la soltaba en uno de los sillones.
Subí las escaleras rápidamente como casi siempre hacia y empecé a encender las luces del pasillo las lleve hacia el cuarto de mis padres ya que era el único sitio.
Abrí la puerta y se quedaron mirando la habitación era algo grande tenia una ventana a la derecha y al fondo una cama de matrimonio con una manta encima de color verde manzana al lado de esta unas mesillas con lámparas y una radio despertador en el lado de mi padre y a los pies de esta una alfombra de color rojo de pelo muy suave, a su derecha un gran armario que había montado mi padre y del que estaba muy orgulloso, las paredes era de un color crema muy suave.
─ Aquí la tenéis…─ dije mientras encendía la luz de la habitación ambas se miraron por un momento.
─ ¿Quieres que durmamos hay nosotras dos…?...─ pregunto Isabel mirando aquello, y después mirando a Valeria, que esta enseguida aparto la mirada.
─ No queda otro sitio…a menos que queráis dormir en el sofá aunque no lo recomiendo según mi padre es súper incomodo…al menos podréis descansar además mañana empezaremos a estudiar y necesitáis reservar fuerzas…Mi habitación esta al otro lado del pasillo y el cuarto de baño al fondo…Bueno voy a preparar algo de comer…─ dije sonriéndole, pensando que al menos tendrían una cama.
─ ¿En que lado duermes…?...─ pregunto Valeria mirando a Isabel que no parecía muy satisfecha por aquello, aunque no quedaba otra.
Isabel no pronuncio palabra sencillamente arrojo la mochila junto con la de Valeria y ambas bajaron por las escaleras esta enseguida encendió el televisor para ver lo que había mientras que Isabel se acerco a la cocina mientras estaba preparando unos sándwiches y algunas otras cosas mas.
─ Parece que se te da bien cocinar…─ dijo Isabel mientras me miraba como iba de un lado a otro de la cocina preparando algunas cosas.
─ Cosas de mi madre ella me obligo a aprender por si tenia que ir a alguna parte…¿Tu madre no te enseño…?...─ pregunte mientras la veía que se sentaba en una de las sillas.
─ Mi madre anda demasiado ocupada…se levantaba temprano nos preparaba el desayuno y nada mas…─ dijo Isabel algo decepcionada, lo mas seguro tendría mas problemas en su casa y decidí no escarbar mas en eso.
─ Pues listo no es mucho espero que os guste…─ dije mientras cogía una bandeja y colocaba algunos sándwiches, bebidas y una ensalada junto con los cubiertos.
Me fui al salón y coloque la bandeja en la mesa Valeria pareció lanzarse hacia la comida de golpe, por mi parte cogí algo e Isabel empezó a comer sin abrir la boca, en la tele estaban dando las noticias, entre tanto hablamos de nuestras cosas e intentamos averiguar que es lo que pasaba en el internado pero no dábamos con la solución aunque al parecer Valeria no estaba mucho por la labor.
En cuanto terminamos cogí las cosas y me fui a la cocina a lavar los vasos y demás mientras ellas dos veían la televisión, en cuanto termine me senté con ellas a ver una película, el tiempo paso casi sin darnos cuenta, cuando mire Valeria parecía que estaba dormida en el sofá mientras que Isabel permanecía despierta viendo la película.
─ Bueno va siendo hora de irse a dormir mañana tendremos que ponernos a estudiar…Venga despierta a Valeria…─ dije mientras subía las escaleras y llegaba a mi habitación al entrar me quite el uniforme lanzándolo contra la cama como si me liberara de un uniforme de carcelario, cogí el pijama y sentí de nuevo su abrazo aquello fue como si reconfortara mi corazón, salí de mi habitación y mire que Isabel aun permanecía absorta viendo la película.
─ Isabel venga despiértala…─ dije desde la escalera, enseguida vi que Isabel le propino un empujón que hizo que Valeria casi cayese del sofá.
─ ¿Se puede saber que haces…?...─ pregunto Valeria sobresaltada por el empujón aunque Isabel solamente le miro y se levanto, seguidamente Valeria apago la televisión y subió por las escaleras hacia el cuarto de mis padres.
─ Espero que descanséis…─ dije casi sonriendo pensando que deberían estar juntas en la misma cama aunque aquello a Valeria no pareció hacerle mucha gracia.
─ Podría dormir en tu cuarto…Aunque sea en el suelo me da lo mismo…por favor…─ dijo Valeria casi suplicándome con ojos de cachorrillo, lo único que hice fue negarle con la cabeza e Isabel casi de manera inmediata la cogió por la solapa del jersey y la arrastro hacia la habitación seguidamente cerro la puerta.
Aquella imagen trajo a mi mente como si se tratara de un cavernícola arrastrando a la mujer del pelo sencillamente no pude mas que sonreír ante aquello.
Cuando entre en la habitación me tire sobre la cama, dando varias vueltas y sintiendo su comodidad nuevamente ante las litera que había dormido, abrí por un momento la ventana para respirar el aire y la felicidad de haber vuelto aunque solo sea de manera temporal, me fije en las farolas de siempre en los coches que pasaban por la calle y en algunas personas que aun estaban paseando, aunque era un poco tarde me fui a dormir, intente escuchar si había algo pero parecía que no había ninguna discusión entre ellas.
La noche parecía pasar completamente normal, hasta que por algún motivo me desperté algo sobresaltada, la habitación estaba en penumbra salvo por la luz que entraba por la ventana que estaba abierta, sin aviso escuche aquel aleteo tan característico cosa que me sorprendió y me hizo desvelarme de golpe me acerque a la ventana lentamente para comprobar que es lo que era pero en cuanto estuve en ella dejo de escucharse, saque la cabeza para comprobar que es lo que era pero no había nada, la barriada parecía en completo silencio aquello me extrañaba bastante así que decidí salir para ver si estaba afuera.
Salí al pasillo para comprobar que todo estaba bien la casa estaba en completo silencio y la penumbra lo abrazaba todo casi no se podía ver, solo la luz entraba tímidamente por algunas rendijas de las persianas, avance por el pasillo lentamente intentando no hacer mucho ruido cuando pase por la habitación de mis padres decidí comprobar que todo estuviera bien, abrí la puerta lentamente y vi que Isabel estaba ocupando casi toda la cama y que tenia uno de sus brazos en la cara de la pobre Valeria aunque esta permanecía dormida.
Cerré muy despacio su puerta y decidí bajar abajo, pase por las escaleras notando el frió suelo, todo permanecía en calma pase por el salón y me acerque a la puerta de entrada para comprobar, la abrí y mire para saber que no había nada raro y al parecer todo estaba en completa calma cosa que me extraño bastante, así que cerré la puerta esta vez con el cerrojo y corrí hacia mi habitación una vez estuve en ella mire nuevamente por la ventana una vez convencida volví a la cama, cerré los ojos e intente pensar en que seria algún murciélago para no darle mas vueltas a la cabeza.
El resto de la noche paso sin contratiempos, por la mañana note como si algo se me tirara encima de inmediato abrí los ojos y vi que era Valeria con los ojos abiertos de par en par, debía de haberlo supuesto que estaba acostumbrada a despertarse a esa hora.
─ ¿Pero que hora es…?...─ pregunte restregándome los ojos y mirando el reloj y para mi desgracia eran las siete en punto parecía que tenia un reloj en su cuerpo.
─ Arriba dormilona…recuerda tenemos que estudiar…─ dijo Valeria bajándose de la cama y saliendo de mi habitación a toda prisa, no pude mas que levantarme sabría que volvería nuevamente si no lo hacia.
Salí al pasillo y escuche como unos jadeos provenientes del cuarto de mis padres mientras que en le cuarto baño escuche la ducha abrirse, me acerque para comprobar que es lo que era y cuando llegue vi que Isabel estaba haciendo flexiones cosa que me sorprendió bastante pero no me extraño puesto que para mantenerse así tenia que hacer bastante ejercicio.
─ Buenos días…─ dije casi de manera temerosa al verla cosa que Isabel ni siquiera respondió y siguió con lo suyo.
Me quede por un momento mirándola extasiada casi ni podía apartar la mirada, viendo aquel cuerpo en ropa interior y como su cuerpo bombeaban energía en cada flexión, hasta que sentí un golpe en el hombro y vi a Valeria con una de las toallas puestas y buscando su mochila, en ese momento Isabel salio del cuarto para ir a la ducha.
─ Voy a cerrar la puerta…─ dijo Valeria mientras cogía la ropa para cambiarse, aunque estábamos fuera del internado seguía conservando aquellas reglas .
─ No tienes por que hacerlo así que no te preocupes además puedo ayudarte con el pelo…─ dije mientras entraba en la habitación y buscaba el cepillo de mi madre.
Valeria pareció algo reticente a la hora de que yo estuviera allí pero no le quedaba otra salida puesto que no iba a marcharme, así que soltó la toalla y me dejo ver aquel cuerpo esplendoroso cada curva me hacia tener pensamientos demasiado excitantes, cogió un semi tanga de color oscuro que parecían unos bloomers pero con encaje y se coloco su sexo parecía que tenia algunos problemas por la mañana con el, cuando se lo hubo puesto contemple su trasero que era muy redondeado, seguidamente cogió un sujetador del mismo color y se lo coloco y casi de manera picarona giro la cabeza.
─ ¿Podrías ayudarme a ponérmelo…?...─ pregunto Valeria casi de forma lujuriosa acerque mis manos y cogí los enganches para cerrarlo aunque aquello hacia que mi mente se disparara, no pude mas que tomar sus pechos y masajearlos con fuerza a lo que al momento Valeria se sorprendió y empezó a suspirar con fuerza podía notar el calor que se desprendía de su cuerpo y la suavidad de su piel parecía casi irreal y mi mente no comprendía el por que le llamaban monstruos.
Aunque aquello sabia que no podía hacerlo así que pare casi de inmediato cosa que me extraño a mi y a Valeria que ya parecía mas que dispuesta.
─ ¿Pasa algo…?...─ pregunto Valeria extrañada mientras veía que me apartaba un poco para que se vistiera.
─ No, para nada…es mejor que te vistas…además Isabel seguro que saldrá enseguida de la ducha y me tocara a mi…te dejo el cepillo en la cómoda…─ respondí algo extrañada por lo que me estaba pasando mi mente parecía que no dejaba de mostrarme imágenes de los mas excitantes aunque intentaba controlarme todo lo que podía.
Cuando salí del cuarto puede ver que Isabel iba completamente desnuda por suerte se había secado me quede por un momento mirándola extrañada, no tenia ningún maquillaje parecía otra persona distinta, salí todo lo deprisa que pude hacia la cocina para preparar el desayuno.
Las imágenes no dejaban de rondarme la mente pero debía de controlarlas de alguna manera así que respire profundamente y fui hacia el fregadero de la cocina para echarme agua en la cara, aquello era demasiado como si algo estuviera flotando en el ambiente y me hubiera afectado de alguna forma.
En ese momento mientras estaba intentando racionalizar lo que pasaba sonó el timbre al menos me despejaría el aire de la calle…
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
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UN FIN DE SEMANA MOVIDO
Fui tambaleándome hacia la puerta para abrirla cuando lo hice observe que se trataba de Clarisa lo mas seguro para ver como me encontraba, aunque ese momento no estaba muy bien casi se podía decir que veía doble.
Por un momento caí al suelo de rodillas, en ese instante me pareció que todo se me nublaba, Clarisa me recogió impidiéndome que cayera al suelo y comenzó a llamar a Valeria e Isabel para que la ayudaran, cuando volví a abrir los ojos me di cuenta que estaba en el sofá y las tres estaban a mi alrededor.
─ Te encuentras bien…?...─ pregunto Clarisa mientras me miraba con ojos de preocupación.
─ Voy a traer la infusión…─ dijo Valeria corriendo hacia la cocina, no tenia ni idea de que es lo que me había pasado.
─ Me siento algo mareada…es como si algo me hubiera dado en la cabeza…─ dije mientras intentaba incorporarme un poco para estar mas cómoda.
─ Aquí tienes la infusión…tómatela de un trago, te sentirás mejor…─ dijo Valeria mientras me ofrecía la taza caliente cuando la olí me di cuenta que no eran las hierbas que teníamos en la cocina aquel olor era bastante extraño y en cuanto puse aquel liquido en la boca note un sabor entre agrio y amargo que enseguida no quise beber.
─ ¿Pero se puede saber de que esta hecho….?...Sabe fatal y el olor es extraño...Paso de bebérmelo…─ dije mientras protestaba y alejaba aquella infusión de mi con asco.
─ No protestes y tómatela de un trago…deja de refunfuñar…te sentirás mejor cuando te la hayas tomado…─ dijo Valeria sonriéndome, viendo que no podía hacer otra cosa y todas estaban pendientes de mi no pude mas que tomármela intente tragármelo todo lo deprisa que podía para no notar el sabor de aquella cosa pero en cuanto lo hube hecho sentí como mi cabeza mejoraba al menos el mareo había desaparecido.
─ Me encuentro mucho mejor…─ dije mientras terminaba de apurarla, al parecer aquella bebida era como una especie de tónico reconstituyente o algo así.
─ Me alegro…nos has dado un buen susto…─ dijo Valeria mientras sonreía animadamente, de inmediato Isabel subió por las escaleras lo mas seguro para terminar de arreglarse, de inmediato Valeria subió con ella para vestirse también.
─ ¿Se puede saber que me ha pasado…?...─ pregunte con curiosidad mientras me levantaba e intentaba sentarme en el sofá.
Clarisa solo pudo mas que bajar la cabeza como si sintiera vergüenza por lo que había pasado pero pensé que no podría tener culpa de ello.
─ La verdad es que no lo se…Suele pasar cuando nos juntamos dos o mas de nosotras en un mismo sitio…debe ser algo de feromonas o algo así…─ dijo Clarisa explicando aunque la verdad en el internado no me había pasado nunca puesto que en las habitaciones solo estábamos por parejas.
─ Creo que voy entendiendo eso de separarnos por parejas…─ dije pensando en aquello y es la única razón lógica pero aun tenia que descubrir algunas cosas mas, sobre todo el asesinato que habían cometido.
─ Al menos esa infusión te ha servido…pero es mejor que tengas algo de ella mientras estemos aquí, los efectos no son permanentes…─ dijo Clarisa mientras me ayudaba a levantarme una vez lo hubo hecho observe a Isabel y Valeria bajar se podría decir que Isabel ya se había puesto sus pinturas de guerra, tenia el maquillaje de un rosa fuerte por toda su cara mientras que Valeria apenas se había maquillado.
─ Bueno haré algo de desayuno…Clarisa si puedes ir sacando los libros y nos vamos a poner a estudiar que lo necesito…─ dije mientras intentaba poner un poco de orden en mi cabeza y hacer algo de desayuno.
─ Espera voy contigo…así puedo hacer algo mas de la infusión…─ dijo Valeria sonriendo como siempre mientras Clarisa se quedo por un momento mirando a Isabel con cara de miedo enseguida reacciono en cuanto esta la volvió a mirar corriendo hacia el cuarto para coger los libros.
Una vez en la cocina empecé a preparar algunas cosas sencillas puesto que no tenia mucha idea pero me defendía algo en la cocina mientras Valeria preparaba el agua para la infusión.
─ ¿Cómo sabias eso de la infusión…?...─ pregunte extrañada mientras Valeria miraba por todas partes como hacia el desayuno.
─ Pues…la enfermera del internado nos llamo un día y nos fue pasando unas bolsas con hierbas nos dijeron que nos harían falta, nos explicaron lo que hacían…pero poco mas no nos dejaron preguntar nada…─ dijo Valeria explicándome muy escuetamente, aunque yo aun sentía mucha curiosidad.
─ ¿Y que es lo que hacen…?...─ pregunte intentando averiguar mas de aquella infusión.
─ Según nos explico la enfermera…quitaba los mareos, las nauseas, y era como un reconstituyente y poco mas nos explico…solo dijo que siempre que estuviéramos con otras personas que no fueran como nosotras lleváramos unas bolsitas y por lo visto ha venido bien…─ respondió Valeria explicándose pero sabia que aquella infusión era algo mas y que la enfermera sabia mas cosas de aquel sitio.
─ Muy bien vamos a desayunar…─ dije cogiendo la bandeja llena de tostadas y zumos al menos eso se me daba bien.
─ Listo ya podemos comer…─ dije mientras colocaba la bandeja encima de la mesa en cuanto lo hice empezamos a desayunar, mientras puse la tele para enterarme algo de las noticias.
El tiempo paso rápidamente y una vez que hubimos terminado me lleve las cosas a la cocina y fregué los platos seguidamente, cuando volví al salón observe que Clarisa ya había sacado los libros y estaba preparada para estudiar.
─ Bueno vamos a estudiar…─ dije casi deseando que no tuviera que hacerlo pero no me quedaba alternativa me puse a estudiar.
Pasamos un buen rato estudiando ni siquiera me fije en la hora incluso Clarisa se asusto mas de una vez puesto que la pobre de Isabel terminaba cabreada con ella por sus explicaciones, cuando quise darme cuenta ya era mediodía.
─ Empiezo a tener hambre…vaya si ya es casi la hora de comer…─ dije mientras me estiraba un poco, y me dirigía a la cocina.
─ Bueno yo voy a comer después vengo de nuevo…─ dijo Clarisa despidiéndose mientras recogía los libros y salía.
─ Veré lo que puedo hacer…Isabel puedes ayudarnos…─ dije intentando que no estuviera pegada al televisor.
Isabel se me quedo mirando por un momento extrañada, por lo que pensé que nunca lo había hecho en su casa o que no la dejaban hacerlo.
Una vez estuvimos en la cocina pensé en lo mas fácil algo de ensalada y unos filetes y patatas fritas no creo que pudiera hacer mucho y algo de pasta.
Mientras Valeria empezaba a pelar patatas, yo me dedicaba a hacer la pasta, pero al ver a Isabel moverse en la cocina me daba cuenta que ya había cocinado antes.
Cuando terminamos llevamos los platos al salón y nos dispusimos a comer mientras veíamos la tele, lo que había hecho Isabel le había quedado fabuloso.
─ ¿Cómo es que sabes cocinar tan bien…?...─ pregunte mientras devoraba los filetes y la ensalada.
─ He tenido que aprender mi madre no esta mucho tiempo en casa y poco a poco he ido aprendiendo…─ dijo Isabel seriamente mientras veía las noticias y seguíamos hablando al menos para conocernos un poco mejor.
─ Una pregunta…¿Anoche escuchasteis un revoloteo por fuera de vuestras habitaciones…?...─ pregunte intentando averiguar si habían escuchado algo.
─ No, la verdad me quede dormida rápidamente…estábamos agotadas…Seguramente seria algún murciélago…─ dijo Valeria intentando encontrarle una explicación lógica pero sabia que no era eso, puesto que sonaba mucho mas fuerte, entre tanto tome algo mas de la infusión para la menos no me pasara lo mismo que antes, aunque no lograba acostumbrarme al sabor ni al olor.
En cuanto hubimos terminado de comer llevamos los platos a la cocina y Valeria se ofreció para ayudarme a lavarlos, en eso sonó el timbre e Isabel abrió la puerta.
─ Es Clarisa…─ dijo Isabel como si fuera un gorila de alguna discoteca.
─ Pasa y prepara los libros…─ dije desde la cocina mientras terminaba de lavar los platos, cuando mire el reloj me di cuenta que casi eran las tres de la tarde y no había aprendido mucho.
Enseguida volvimos a ponernos a los estudios, tenia que aprenderme todo aquello en dos días y la verdad eran muchas cosas y sabia de sobra que no podría con ellas, pensé que lo mejor seria aprender lo básico y que no estuviera perdida en los exámenes.
El tiempo casi se nos paso volando nuevamente aunque Valeria y Clarisa terminaron mucho mas agotadas que nosotras y creo que Clarisa sintió como si fuera a morir con alguna mirada que le soltó Isabel.
Cuando me di cuenta ya casi era de noche, el día se nos había pasado volando y era mejor descansar de tanto estudio.
─ Bueno estoy molida…es mejor dejarlo para mañana…además también tenemos que ir al supermercado…no hay casi nada en la nevera…─ dije mientras volvía a estirarme y a prepararme para cenar.
─ Va siendo hora de que vuelva…─ dijo Clarisa tímidamente mientras bajaba la cabeza como si estuviera avergonzada de alguna forma.
─ Puedes quedarte si quieres...como lo hacíamos cuando éramos niñas…─ dije intentando convencerla para recordar los viejos tiempos.
─ Lo siento…mis padres no me dejan…nos vemos mañana…─ dijo Clarisa como si estuviera avergonzada y despidiéndose de nosotras, en cuanto lo hizo me fui a la cocina a preparar algo simple para cenar y pasar algo viendo la televisión y alguna película.
Cuando termine nos pusimos a cenar mientras veíamos una película, paso el tiempo de manera muy rápida cuando quise darme cuenta eran casi las once de la noche pude ver que Valeria estaba dormida y su cabeza estaba apoyada en el hombro de Isabel que parecía que no le molestara.
─ Venga vamos a dormir…Despiértala…─ dije pensando que ya seria hora de ir a la cama, mañana tendríamos que hacer varias cosas, mientras Isabel no hizo otra cosa mas que levantarse de golpe el cuerpo de Valeria cayo de golpe en el sofá cosa que la despertó casi de inmediato.
─ ¿Qué pasa…?...─ pregunto Valeria casi adormilada, mientras intentaba saber que es lo que había pasado.
─ Venga vamos a dormir…─ dije mientras ponía bien el sofá y Valeria se estiraba un poco ambas subieron las escaleras y se metieron en el cuarto de mis padres, al rato subí las escaleras e intente escuchar algo a través de la puerta pero no se escuchaba nada en absoluto así que me dirigí hacia mi cuarto y me coloque el pijama para irme a dormir.
En cuanto apague la luz me quede mirando al techo como la luz de las farolas del exterior se reflejaba en el techo y que casi no había ningún ruido salvo el camión de la basura que estaba pasando, no tarde mucho en quedarme dormida, el sueño se iba apoderando de mi, cuando quise darme cuenta me había quedado dormida, la noche según mi parecer paso tranquilamente cuando abrí los ojos vi que casi era de día, se podía ver que aun no había nadie en la calle, el aire era fresco casi frió y mas siendo domingo que la gente no solía despertarse hasta las once mas o menos.
Salí de la habitación y me dirigí hacia la ducha para despejarme un poco me quite el pijama y me metí en la ducha dejando que el agua caliente me despejara por completo, una vez hube acabado volví nuevamente liada en una toalla hacia mi habitación.
Me dispuse a ver que ropa me ponía, elegí un tanga de color negro con un lacito de color rojo en la parte superior junto con unos pantalones vaqueros amplios de color azul oscuro y algo gastados, en la parte superior me gusto un jersey de rayas verdes y azules muy ligero y en los pies unas zapatillas de deporte para estar cómoda, aparte que también no soportaba los tacones.
Baje intentando no hacer ningún ruido para preparar el desayuno, la casa estaba completamente fría, parecía como una nevera, pero para mi sorpresa cuando llegue a la cocina pude ver que todo estaba tirado por el suelo las sillas, la comida de las alacenas, es como si hubiera entrado alguien en casa y la hubiera revuelto, me dirigí hacia la puerta mire el cerrojo pero estaba echado nadie había forzado la puerta ni las ventanas aquello parecía irreal.
Cuando me gire para ir a llamar a Isabel y Valeria me fije que había como una especie de vapor traslucido sin forma especifica flotando en medio del salón me acerque para comprobar que es lo que era aquello me hacia tener los pelos de punta, estaba flotando delante de la televisión.
Intente mantener las distancias poco a poco aquel vapor empezó a tomar forma de la pobre chica que habían asesinado en aquel altar casi podía ver con claridad su rostro desencajado por el miedo y las marcas de las cuchilladas que le habían propinado en el pecho, por un momento casi me desmaye.
─ AAAAAHHHHH!!!...─ grito aquella cosa mientras se dirigía hacia mi a toda velocidad, intente apartarme pero no podía mi cuerpo estaba paralizado en el sitio note como me atravesaba, en mi torso empecé a sentir un dolor insoportable como si me hubieran pegado las puñaladas a mi.
No pude mas que gritar de dolor todo lo que pude casi de inmediato escuche como la puerta de mis padres se abrían y bajaba corriendo Valeria para comprobar que es lo que pasaba cuando me vio tendida en el suelo se acerco a mi ayudando a levantarme y a tenderme en el sofá.
─ ¿Qué te pasa…?...─ pregunto Valeria asustada mirándome como me retorcía de dolor, intento apartarme las manos del pecho y el abdomen pero no veía que tuviera ninguna marca de nada, aunque sentía el dolor.
Al momento miro hacia la cocina viendo como estaba aquello hizo que se pusiera mas nerviosa y salio corriendo para llamar a Isabel.
Por mi parte aquel dolor parecía que me atravesara el pecho y el abdomen, escuchaba como Valeria le gritaba a Isabel que bajara todo lo rápido que pudiera cuando me vio parecía que le hubieran cambiado el rostro podía verse que el miedo también se había apoderado de ella.
─ Tráele algo de agua…─ dijo Isabel mientras me ayudaba a incorporarme en el sofá poco a poco aquel dolor empezó a desaparecer.
─ ¿Te encuentras mejor…?...─ pregunto Isabel mientras me tomaba el vaso de agua, el dolor estaba desapareciendo poco a poco.
─ Si, algo mejor el dolor esta desapareciendo…─ dije mientras me incorporaba un poco, pero seguía pensando que aquello fue espantoso no podía creer que aquella cosa nos hubiera seguido desde el internado.
─ ¿Se puede saber que te ha pasado…?...─ pregunto Valeria mientras miraba la cocina, y como la habían dejado, aquello era un completo desastre.
─ No lo se…Cuando baje estaba así,,,y cerca de la televisión observe…el espectro…el fantasma como queráis llamarlo de aquella chica…en un momento se abalanzo contra mi y empezó a dolerme donde a ella le habían dado…─ respondí intentando explicárselo escuetamente, aunque estaba segura de que no me creerían.
─ Tendré que hablar con Olga cuando volvamos…─ dijo Isabel con el rostro serio por completo y con ganas de destrozarla.
─ No creo que haya sido lo mismo…aquel nos amenazo…es imposible que haya sido el mismo…la otra vez sentí algo en las duchas por la noche muy parecido…pero estoy segura que no es lo mismo…─ dije mientras me incorporaba poco a poco, aun me dolían los lugares en el pecho y el abdomen.
─ Bueno será mejor que arreglemos todo esto…nos llevara un buen rato…─ dijo Valeria mirando aquel destrozo y la verdad tendríamos que comprar cosas nuevas en algún supermercado que hubiera abierto, aunque eso si seria difícil y mas en domingo.
─ Voy a vestirme…─ dijo Isabel mientras subía las escaleras pero en cuanto Valeria escucho eso, parecía que no estuviera muy conforme.
─ Oye, podrías ayudarme… ─ dijo Valeria con cara de enfado pero en cuanto Isabel giro la cabeza, con aquella mirada asesina no volvió a pronunciar ni una sola palabra mas.
─ Déjala, es mejor que arreglamos eso…al menos ya no me duele tanto…─ dije levantándome del sofá, aquel dolor casi había desaparecido por completo.
Me dirigí hacia la cocina pero en cuanto entre fue como si algo invisible me golpeara al parecer el efecto de aquella infusión estaba desapareciendo y las piernas me flaqueaban de sobremanera me apoye en una mesa para no perder el equilibrio.
─ Será mejor que haga algo de infusión…el efecto esta desapareciendo…─ dijo Valeria mientras intentaba ordenar un poco aquel desastre y encontrar la tetera.
De mientras lo único que pude hacer fue abrir la ventana y sentarme a su lado para que el aire me refrescara un poco, notaba como me iba despejando la cabeza pero no era del todo y seguía estando mareada, veía como en la cara de Clarisa aun no se habían levantado siquiera y no había ninguna luz encendida, las calles casi estaban desiertas solo algún coche pasaba que lo mas seguro salieran al campo temprano para no pillar atascos, el sol empezaba a despuntar en la barriada poco a poco haciendo, bañando aquel lugar con su calor, mientras continuaba pensando en mis cosas escuche el pitido de la tetera de que el agua estaba lista, casi al momento Valeria se acerco y me dio la taza de aquella infusión caliente y extraña.
La tome entre mis manos y empecé a bebérmela a pequeños sorbos mientras Valeria se quedaba a mi lado con cara de preocupación y ordenando aquello un poco, para que al menos se pudiera entrar, no pasaron como quince minutos cuando en la puerta observe a Isabel que parecía otra persona por completo, llevaba una chaqueta vaquera de color azul oscuro junto con un jersey dividido en dos colores rojo blanco en sus piernas llevaba unos leggins de color blanco y por encima una falda vaquera deshilachada por la parte de abajo y en sus pies unas zapatillas de deporte en su cara como siempre se había puesto su maquillaje esta vez de un color púrpura que resaltaba muchísimo su cara, por un momento no pudimos ni pronunciar palabra al verla de esa forma.
─ ¿Qué…?...─ pregunto Valeria mirándonos con aquella cara de seriedad enseguida seguimos con nuestras cosas en cuanto termine la taza de aquello me puse a arreglar un poco el desayuno mientras que Isabel se única colocando las sillas y algunas cosas en su lugar.
─ Estas muy distinta con esa ropa…─ dijo Valeria mientras terminaba de barrer algunas cosas.
─ ¿Distinta en que…?...─ pregunto Isabel con un tono de enfado, no creo que Valeria le hubiera podido decir mucho de la forma que la miraba.
─ Diferente eso es todo…Bueno yo he acabado voy a vestirme…─ dijo Valeria casi apartándose un poco de Isabel por si hiciera algo al momento, salió corriendo hacia arriba para arreglarse.
─ Bueno a ver que hago de desayuno…tendremos que ir al supermercado…no tenemos mucho…─ dije mientras revisaba que es lo que había quedado por su parte Isabel se sentó en una de las sillas mirándome como me movía de un lado para otro sin pronunciar palabra.
─ ¿Queda algo de pan…?...¿Y huevos…?...─ pregunto Isabel con cara pensativa lo mas seguro que quisiera hacer unas tostadas francesas para desayunar, mire por algunos lados y para mi suerte aun quedaba algo de pan de molde y algo de mantequilla y mermelada de frambuesa.
─ Aquí lo tienes…─ dije mientras me apartaba del sitio y dejaba hacer el desayuno por mi parte me fui al salón a poner la televisión aunque no lo aparentaba el miedo aun lo tenia en el cuerpo cada vez que miraba a la cocina.
Mientras miraba las noticias, intentaba mirar si había pasado algo en el internado pero al parecer no hablaban de el.
En eso que de un salto Valeria cayo en el sofá, tenia puesto una falda vaquera de color azul claro con unos zapatos de tacón bajo de color oscuro y en su torso una blusa verde claro junto con una chaqueta sin mangas de color negro, no se había maquillado mucho pero los labios los tenia pintados con brillo de labios de color rosa pálido.
Seguí pasando los canales intentando ver si había algo en las noticias que me indicara algo sobre le pueblo oque tenia al lado o sobre le mismo internado pero no había nada de nada o si encontraron algún cuerpo.
─ ¿Qué haces…?...─ pregunto Valeria mientras me veía hacer zapping como una loca, no paraba ni mas de cinco segundos en un canal.
─ Estoy mirando a ver si han encontrado ese cuerpo o alguna noticia relacionada pero parece que no hay nada sobre eso…─ dije con tono de enfado como si quisiera que lo encontraran.
─ Cálmate…no digo que fuera mentira…pero ponte en mi lugar no creo que hubieran asesinado a alguien y después la hubieran desenterrado y menos los profesores no tienen pinta de eso…─ dijo Valeria incrédula como siempre y no era para menos después de descubrir que no había tal cadáver.
─ Escucha se lo que vimos y lo que paso…y ese cadáver tiene que estar en algún lado…No creo que se haya levantado y se haya marchado por su cuenta…─ dije mientras apagaba la tele y soltaba el mando en el sofá harta de estar buscado, en ese momento apareció Isabel con la bandeja y con las tostadas tenían un olor delicioso.
En seguida Valeria cogió dos de ellas de golpe, Isabel la miro con una cara de asesinato premeditado, dejándola en frío con una tostada en la boca y otra en la mano completamente inmóvil.
No pude mas que echarme a reír, después de eso cogí una de las tostadas y le eche algo de mantequilla y mermelada al menos el desayuno fue tranquilo el sol, empezaba a entrar por las ventanas, el día se presentaba algo caluroso al parecer, en cuanto terminamos de desayunar lleve la bandeja a la cocina y los platos para lavarlos, de paso mire lo que había en la nevera y nos faltaba de todo, me fui hacia mi habitación para coger algo de dinero que tenia ahorrado para comprar algunas cosas que nos harían falta, aunque no pensaba tener invitadas este fin de semana.
Baje de mi habitacion y fui directa hacia la nevera para hacerme un lista de lo que nos faltaba y lo que pudiéramos necesitar, cuando al fin la tuve hecha, la volví a repasar nuevamente para ver que no me olvidaba de nada.
Tome un trozo de papel y un lápiz para apuntar que es lo que tenia que traer por si algo se me olvidaba, aunque no sabia si el dinero me llegaría.
─ Vamos al supermercado…después nos pondremos a estudiar un poco mas…─ dije mientras abría la puerta y las invitaba a acompañarme a comprar.
Cerré la puerta asegurándome de que no se quedaba entre abierta ni nada por el estilo, sentí el aire fresco de la mañana y como el sol empezaba a calentar algo, en las calles no había mucha gente, aun era bastante temprano y la barriada seguía estando tranquila, por suerte había un pequeño supermercado abierto mas adelante.
Avanzamos unas cuantas calles, aunque nos topamos con algunas personas, estas se quedaron mirando extrañadas a Isabel, que esta parecía ignorarlos aunque no era para menos puesto que por aquí nunca se había visto a nadie maquillado de esa forma, mientras que Valeria intentaba mantener la risa.
Llegamos al supermercado de siempre, el edificio no era muy grande, y no solía destacar prácticamente del resto, en la parte de afuera arriba tenia el cartel el letras de color rojo, por dentro no era muy grande y había varias estanterías de alimentos y al fondo las neveras, podía notarse el olor a desinfectante que impregnaba el sitio, nada mas entrar la dependienta se quedo algo extrañada al ver a Isabel incluso creo que pensó que venia a atracarla, pero al verme se quedo mas tranquila.
─ Buenos días Anabell…Parece que has vuelto para le fin de semana…─ saludo la dependienta muy amablemente pero sin perder de vista a Isabel.
─ Si ha sido bastante duro aquello…pero bueno…necesito esto de la lista…aunque no se si me llegara el dinero…─ dije mientras le entregaba la lista y esta se ponía a revisar que es lo que había apuntado.
─ Vale…puedo apuntarle el resto del dinero a tus padres y lo otro me lo cobro yo…─ dijo la dependienta mientras me devolvía la lista, al menos podríamos llevárnoslo todo lo que tenia previsto; empecé a pasear por las estanterías cogiendo lo que tenia pensado mientras que Isabel y Valeria miraban otras cosas.
Una vez hube terminado me dirigí hacia la dependienta, en el mostrador para que pasase todo aquello por la caja, aunque le resultado no resultaba muy caro, es justo lo que había pensado no me llegaba lo que tenia pero aun así hizo lo que me había dicho y salimos de allí.
Al salir nos topamos con una de mis vecinas que se quedo asustada al ver a Isabel, parecía que había visto un monstruo, la deje pasar para que entrara y salimos nosotras, a la vuelta nuevamente )Isabel daba la nota con su apariencia pero por suerte no sucedió nada mas.
Cuando llegue a casa abrí y me dirigí inmediatamente a colocar las cosas en la cocina mientras que Valeria me ayudaba, casi al instante tocaron nuevamente al timbre.
─ Es Clarisa…─ dijo Isabel nuevamente como si fuera le perro guardián de la casa.
─ Buenos días…He traído los libros y demás para estudiar…─ dijo Isabel tímidamente desde la puerta que aun Isabel parecía que no la dejaba entrar, en ese momento saque la cabeza por la puerta de la cocina haciéndole el gesto de que pasara.
─ Pon los libros ahora termino…he ido de compras, no teníamos de nada…─ dije mientras terminaba de poner todo aquello, mientras Valeria decidió hacer un poco mas de infusión que me vendría bien.
Una vez hube terminado me dirigí hacia el salón y empecé a abrir los libros para repasar aquello sabia de sobra que no podría con todo pero que al menos sacara un suficiente seria suficiente para mi, pero al ver semejante cantidad de temas me pareció que algo dentro de mi cerebro había explotado.
─ Bueno hoy tenemos que dar el ultimo empujón…son cinco temas…aparte que tendremos que hacer algunos problemas…─ dijo Clarisa mientras abría los libros y sacaba algunos cuadernos.
El tiempo pareció enlentecerse con aquello cada ecuación era como una tortura o un clavo mas hacia mi suspenso, seguimos estudiando todo lo que pudimos, en mas de una ocasión tenia que pedirle ayuda aquello a veces me resultaba incomprensible, el tiempo paso casi sin darme cuenta y cuanto mire ya era mas de mediodía.
─ Estoy molida…tengo la cabeza llena de números y ecuaciones…─ dije mientras me tiraba en el sofá cansada parecían que me hubieran machacado el cuerpo, y la cabeza me parecía estallar.
─ Necesito un descanso…─ dijo Valeria mientras hacia lo mismo que yo, mientras que Isabel solo puso la tele.
─ Bueno será mejor que me vaya a comer…mi madre me ha dicho que tuviera cuidado con Isabel…─ dijo Clarisa mientras recogía los libros al escuchar aquello Isabel la miro sorprendida.
─ Dile que no tiene por que preocuparse…─ dije intentando calmar a la madre lo mas seguro que hubiera sido al verla.
─ Deberías de quitarte esas pinturas…no te pegan bien…Si quieres te puedo ayudar a maquillarte es fácil…─ dijo Valeria con aire cansado, intentando que al menos cambiase de aspecto.
─ Ni de broma…mi hermana las lleva y yo las llevare…y como te atrevas a hacerlo…─ dijo Isabel como si fuera una amenaza, con lo que Valeria intento echarse todo lo que pudo para atrás, aunque no tenia mucho espacio en el sofá.
─ Vale dejadlo ya vamos a comer algo…─ dije mientras me levantaba pero apenas pude dar cuatro pasos enseguida las rodillas empezaron a temblarme y tuve que sujetarme con el sofá.
Al momento Clarisa me ayudo a levantarme y Valeria salio corriendo hacia la cocina para traerme algo de aquella bebida…mientras que Isabel me cogía para tumbarme.
─ Será mejor que yo haga la comida…─ dijo Isabel mientras me tendía en el sofá, la cabeza no dejaba de darme vueltas de un lado para otro, aquello era demasiado.
─ Toma bebe…─ dijo Valeria mientras me ayudaba apoyando la taza contra mis labios y cogiendo mi cabeza, en cuanto lo trague, sentí que me centraba un poco y al menos pude sentarme bien en le sofá.
─ ¿Qué tal te encuentras…?...─ me pregunto Clarisa con tono de preocupación mientras seguía bebiendo.
─ Ya estoy algo mejor…Tengo que hablar con la enfermera…para asegurarme a que se debe…─ dije pensando que al menos podría sacarle información.
─ Bueno…me voy a casa…cuídate…─ dijo Clarisa completamente roja aunque la verdad no la entendía ese comportamiento.
Valeria parecía no separarse de mi mientras me ofrecía un poco mas de infusión pero en cuanto olió la comida que estaba preparando Isabel rápidamente se dirigió hacia la cocina.
En cuanto entro Isabel empezó a pelearse con ella no paraba de dar vueltas por todas partes y preguntar como hacia cada cosa, en un momento me fije como Isabel casi prácticamente la echaba de la cocina.
─ Vale…solo quiero aprender…─ dijo Valeria enfurruñada mientras se sentaba en el sofá y ponía la televisión, yo no pude mas que sonreír un poco al ver aquello, me quede mirando la televisión pero no paso ni media hora cuando observe a Isabel salí de la cocina con platos de sopa.
Aquel olor me recupero mucho antes de la infusión olía de maravilla, rápidamente Valeria cogió los cubiertos y empezó a comer.
─ Vaya huele que alimenta…y seguro que sabrá delicioso…─ dije mientras metía la cuchara y empezaba a saborear aquello, por lo visto era una simple sopa de cebolla, pero tenia un sabor buenísimo.
─ Te ha quedado deliciosa…felicidades…¿Puedo repetir…?...─ dijo Valeria casi con el plato limpio no podía creer como es que comía tanto y no engordaba.
─ Sabes me das mucha envidia…no se como no puedes engordar…─ dije mientras miraba su figura que era una maravilla.
─ Tengo el metabolismo acelerado lo mas seguro…sea por eso…─ dijo Valeria mientras le ofrecía el plato a Isabel que no pudo mas que cogerlo y dirigirse hacia la cocina para prepararle otro plato…
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Bueno aqui dejo otro capitulo espero que les guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
626
3.568 ATC
DE VUELTA AL INTERNADO
Mientras comíamos el tiempo paso rápidamente y de nuevo volvimos a escuchar el timbre, me levante para abrir y era Clarisa que traía los libros para ponernos a estudiar, recogí los platos y me entre en la cocina para lavarlos mientras dejaba algo de espacio enseguida Valeria vino para ayudarme mientras Isabel arreglaba la mesa y apagaba la televisión.
Pensé en abrir un poco la ventana para que entrara algo de aire y refrescara la casa al menos no tendría que estar tomando aquella cosa sabor tan peculiar.
─ Bueno es mejor que nos pongamos a estudiar…Ya que hemos repasado algo…he traído algebra…para que al menos estemos algo preparadas…─ dijo Clarisa soltando todos los libros aquello me pareció un infierno al verlo, aparte que no era muy buena en matemáticas.
─ Odio las matemáticas…─ dije resoplando mientras me sentaba en la mesa y me ponía a intentar comprenderlas, a Valeria no parecía dársele mal y hacia los problemas con relativa facilidad mientras que Isabel y yo casi no los entendíamos, pasamos un buen rato mientras Clarisa nos lo explicaba, aunque Clarisa no perdía de vista a Isabel parecía que aun le tenia algo de miedo después de todo.
El tiempo se paso volando y al parecer el abrir la ventana fue suficiente para no terminar mareada, tenia que ventilar la zona.
Cuando quise darme cuenta mire el reloj y eran casi las diez de la noche, tenia la cabeza llena de formulas y no podía mas solo esperaba que resultara bien el examen.
─ Bueno al menos…podréis hacer el examen…tengo que volver a casa…Nos vemos mañana en el autobús…Ciao…─ dijo Clarisa tímidamente mientras recogía los libros que había traído y salía rápidamente, pensé que lo mas probable es que tuviera un horario demasiado estricto.
Cuando estuvimos solas al fin, me dirigí a hacer la cena esta vez fue Valeria la que se quedo mirando la televisión para despejarse un rato e Isabel me acompaño.
─ Si quieres puedes irte a descansar haré yo la cena…─ dijo Isabel cosa que me sorprendió bastante pero viéndola con los cuchillos en la mano pensé que seria lo mejor que podía hacer.
Salí de la cocina y me puse a ver las noticias pensando que tal vez dieran alguna noticia sobre el internado o lo mencionaran de alguna forma o el pueblo, pero no hubo nada solo lo típico y aburrido.
─ ¿Estas buscando algo en la tele…?...─ dijo Valeria mientras se estiraba todo lo que podía en el sillón, se notaba que estaba muy cansada lo mismo que yo.
─ No lo se…algo con el internado o alguna cosa sobre ese pueblo…lo que me extraña es que no salga nada…─ dije mientras seguía pasando de canales una y otra vez.
─ No creo que haya nada la verdad…esta demasiado alejado y poca gente va allí…algunos turistas y poco mas…─ dijo Valeria mientras empezaba a olfatear el olor que venia de la cocina que hizo que se levantara y se dirigiera hacia ella, pero casi de inmediato salio echada por Isabel.
─ Vaya parece que no quiere que nadie la moleste…─ dije sonriendo mientras Valeria venia a sentarse en el sofá enfurruñada.
─ Eso parece…es una antipática…─ dijo Valeria entre dientes, y en cuanto lo hizo miro por si la había escuchado.
Pasado un momento vimos a Isabel salir de la cocina entre sus manos llevaban varios platos que olían deliciosos nada mas ponerlos volvió a la cocina a coger la ensalada, nada mas ponerla empezamos a comer, saboreamos aquello y estaba delicioso me sorprendí bastante por como cocinaba.
─ Esta buenísimo…te felicito…─ dije mientras seguía comiendo y viendo como Valeria devoraba casi todo lo que tenia a su alcance.
─ Mmmmmm…─ dijo Valeria intentando gesticular alguna palabra con la boca llena, al parecer estaba de acuerdo con lo que había dicho. no pude mas que reír durante un momento cosa que hizo que Valeria se enfadara entre eso y la boca llena que no podía ni hablar no pude mas que reírme.
Una vez hubimos terminado recogí los platos y ayude a Isabel a lavarlos de vez en cuando miraba hacia el salón y venia como Valeria se acomodaba para ver una película.
─ Cocinas muy bien…Pero no deberías de estar tan seria…─ dije intentando hacer que su rostro cambiara de expresión alguna vez.
─ Es mi forma de ser…he sufrido demasiado en mis años cuando era niña…─ dijo Isabel recordando su pasado mientras seguía fregando los platos.
Al verla pensé que seria mejor no seguir preguntando, seguramente su pasado había sido un sufrimiento.
─ Listo ya podemos ver algo la televisión…─ dije dejando el ultimo plato limpio en el escurreplatos.
Nos dirigimos hacia el salón Valeria parecía muy interesada en una película al verla me di cuenta que era de terror, ahora entendí en parte por que no se asustaba tan fácilmente con algunas cosas, aunque a Isabel no parecía gustarle mucho y mas después de haber pasado aquello en su habitación.
Hasta que nos fuimos a dormir nos quedamos en el salón pude notar como Isabel me agarraba de la mano y apretaba con fuerza incluso notaba como me hacia algo de daño de vez en cuando me miraba y comprobaba mi expresión por si había forzado mucho.
Aunque Valeria parecía encantada por la película y la estaba disfrutando, incluso se podía decir que los ojos le brillaban, una vez hubo terminado me levante y apague la televisión para ir nos a dormir asegurándome primero de que la entrada y las ventanas estuvieran cerradas, mientras ellas subían yo apagaba las luces del salón.
Seguidamente nos metimos cada una en nuestras habitaciones, una vez me hube cambiado me quede por un momento mirando por la ventana, pensando que era mejor dejarla abierta con las cortinas cerradas para que la habitación estuviera ventilada y así poder respirar algo, me metí en la cama y me arrope hasta casi cubrirme por entera, poco a poco el calor empezó a invadirme y se me fueron cerrando los ojos, pero no creo que estuviese durmiendo ni dos horas cuando escuche un ruido extraño me desperté y vi como la puerta de mi habitación se abría lentamente, a mi mente vinieron los recuerdos de aquella cosa del salón ni siquiera quise mirar que es lo que era, rápidamente note como la cama se movía y alguien se metía conmigo en ella, cuando gire la cabeza me di cuenta que era Isabel, al parecer aquella película ha había asustado en cierto sentido.
─ ¿Qué haces aquí…?...─ pregunte aun algo asustada mientras la veía como se cubría con las mantas.
Ni siquiera llego a pronunciar una palabra, únicamente me miro fijamente e inmediatamente poso sus labios sobre los míos, me quede completamente sorprendida pero casi instantáneamente, su lengua como un punzón se introdujo en la mía de golpe empezando a jugar con ella, no se lo que ocurrió pero entre el calor de las de las mantas y el de su cuerpo me parecía estar en el cielo, note como sus manos se aferraban a mi trasero con fuerza, mientras seguía besándome mis brazos rodearon su cuello intentando que no se separara de mi y prolongara aquel beso un poco mas, cuando apenas no tenia respiración separamos nuestras bocas ambas estábamos jadeando, lo único que nos unía era un hilo de saliva que brillaba con la luz que entraba de las farolas, mi cuerpo la deseaba con muchísima fuerza, casi de inmediato me quite las mantas de encima y me coloque encima de ella haciendo un sesenta y nueve, me fije que su sexo luchaba por salir de aquella ropa interior que se lo impedía, la aparte brevemente y aquello salto hacia mi cara impregnándome del calor que desprendía que era casi abrasador, lo agarre con fuerza con ambas manos y empecé a besarlo delicadamente en el glande mojándolo bien con saliva notaba como, mi ropa interior empezaba a mojarse rápidamente.
Por su parte Isabel me quito el pijama mientras estiraba las piernas y le ofrecía mi sexo, note como sus manos apartaban mi trasero y rápidamente note como su lengua se incrustaba dentro de mi parecía como un pequeño aladro que entrara en mi con fuerza haciéndome incluso dar un gemido de placer, aquello era una maravilla, para seguir su ritmo empecé a meter su sexo en mi boca saboreando aquel sabor salado que me encantaba, lo intente introducir todo lo que pude en mi boca hasta casi tocar mi garganta, probé a sacar un poco mas las lengua para que me cupiera mas aun y empecé a chupar con fuerza, moví mi cabeza a todo lo largo que era saboreándolo con fuerza y mojándolo con toda la saliva de la que era capaz, mientras que Isabel seguía relamiendo los flujos que salían de mi sexo y mojaban su cara, aunque aquella lengua diabólica no dejaba de entrar y salir de mi cuerpo, casi al momento note como un dedo se puso sobre mi clítoris y empezaba a moverlo con fuerza aquello fue devastador no podía parar de gemir con fuerza, los pezones me dolían de lo duro que estaban, intente seguir lamiéndolo y chupándolo pero aquello me estaba dejando sin fuerzas note como su cuerpo se tensaba un poco, notaba que casi estaba apunto de explotar, apresure mis movimientos aunque de sorpresa con su otra mano agarro mi cabeza y la bajo con fuerza haciendo que casi me tragara todo su sexo, lo notaba golpear contra mi garganta casi ni podía respirar, tenia el hueco suficiente para que entrara el aire.
Seguidamente su cintura se arqueo y note como sus venas palpitaban con fuerza incluso como su sexo se hacia un poco mas grande, y de improviso una riada de semen inundo mi garganta con fuerza caliente casi abrasadora y muy espesa directamente hacia mi estomago no pudiéndome mover de aquella posición no pude mas que tragar todo lo que pude viendo que incluso algo de aquello salía por la comisura de mis labios y caía encima de sus piernas,, dejando libre mi clítoris que lo sentía ardiendo metió dos de sus dedos en mi interior y empezó a moverlo con rapidez mientras seguía lamiendo; mi sexo aquello fue increíble mientras que no paraba de tragar aquella carga que me parecía incluso excesiva note como un escalofrió por mi cuerpo o mejor dicho una descarga eléctrica y un calor invadió mi abdomen, y casi inmediatamente tuve el mayor orgasmo de mi vida, aunque Isabel seguía lamiéndole continuadamente y sin descanso aquello era maravilloso, aunque estaba en éxtasis casi llegue a desmayarme por suerte, Isabel soltó su presa sobre mi cabeza y al fin pude liberarme, aunque tenia la boca llena de semen, me quede mirándola por un momento y de golpe me lo trague sin pensármelo, me volví a colocar encima de ella notando como aun tenia ganas de mas su sexo aun estaba completamente erecto y brillante, la luz que entraba por la ventana incluso lo hacia mas apetecible, alce un poco mi cuerpo y puse aquella cosa en la entrada de mi sexo aun chorreando por las ganas que sentía, aunque nunca me había sentido de esa forma.
Cuando lo hube apuntado bien empecé a bajar saboreando aquello todo lo que podía poco a poco comencé a gemir lo mismo que Isabel pensé que lo mismo podríamos despertarla y seria mejor que bajáramos abajo, aun así seguí bajando todo lo que pude hasta que sentí como golpeaba en la entrada de mi útero, pero intente forzar mas aun mi cuerpo y pegue un ultimo empujón cosa que me hizo gritar de placer mi cuerpo estaba completamente lleno de ella.
─ Es…mejor…que bajemos…─ dije esbozando algunas palabras, casi ni podía hablar por el placer que sentía.
Seguidamente me tumbe sobre le cuerpo de Isabel dejándome llevar, esta se incorporo como pudo y seguidamente me abrace a ella apoyando mi cabeza contra su hombro sentía aquel cuerpo musculado y potente pero mezclado con una feminidad muy sensual que me embriagaba.
Elevo mis piernas cogiéndolas por detrás de las rodillas y avanzo hacia la puerta, a cada paso que cada notaba como entraba y salía de mi haciendo de aquello un paseo increíble, abrió la puerta y nos dirigimos hacia la escalera, seguidamente empezó a bajar a cada peldaño subía un poco y volvía a bajar mi cuerpo se estremecía con fuerza mis pechos rozaban contra los suyos y mis flujos resbalaban por mis muslos dejando marcas en el suelo.
Estaba casi estremecida por completo mire la cara de Isabel y era todo un poema de placer se estaba mordiendo los labios para no gritar con fuerza, seguimos avanzando por el salón hasta llegar al sofá casi de inmediato; Isabel se dejo caer en el sillón con fuerza note como aquella cosa salía de mi cuerpo para volver a introducirse con fuerza golpeando en lo mas profundo de mi ser con una sensación indescriptible y maravillosa no pude mas que gritar con fuerza sin importarme si despertaría a Valeria.
En aquel estado escuche como la puerta de la habitación se abría y salía Valeria al vernos se quedo como alucinada sin poder decir palabra, no pude mas que guiñarle un ojo con picardía y pasarme la lengua por los labios invitándola a que se uniera.
─ ¿Pero que demonios…?...─ pregunto Valeria sorprendida al vernos, casi no podía creérselo.
─ Si quieres unirte aun queda espacio…─ dije sin pensarlo estaba convencida que aquella no era yo estaba como fuera de mi, aquello que despedían sus cuerpos era excesivo, aunque mi cuerpo quería mas y mas.
Valeria bajo casi como un rayo por las escaleras pude ver entre las sombras como se marcaba su sexo en aquella ropa interior, que rápidamente se bajo, al instante paso sus dedos por su lengua y los mojos con saliva, se acerco a mi y empezó a introducirlos muy lentamente en mi trasero aquella sensación era al principio un dolor que se me acumulaba en mi interior pero poco a poco fue cediendo mientras notaba como se movían mas holgadamente, casi al instante note algo caliente que se apoyaba en mi trasero seguidamente sus manos se aferraron a mi cadera y empujaron muy lentamente note como a huella barra de carme casi me partía por la mitad, si con el sexo de Isabel me sentía llena junto con el de Valeria aquello era estar en el séptimo cielo, rápidamente Isabel prosiguió su movimiento junto con Valeria, aquellas empezaron a apremiar su ritmo una y otra vez con fuerza notaba como sus cuerpos chocaban contra el mío como si fuera una competencia para ver quien tendría mi cuerpo.
Sus movimientos eran cada vez mas violentos mientras que nuestros gemidos se fundían y rompían el silencio que había en la casa, aquello era un descontrol absoluto mi cuerpo pedía que siguieran sin descansar pero mi mente sabia que estaba cansada, ambas empezaron a dar grandes arremetidas que me hicieron estremecer, sentía como latigazos de electricidad que recorrían mi cuerpo, el calor me invadía por todas partes casi estaba desmayándome pero con el ultimo empujón abrí los ojos de golpe como platos, sentí como mis flujos salían de golpe como podían mientras que chillaba de placer mientras que ala vez tanto Isabel como Valeria descargaban dentro de mi con tal fuerza que incluso me asuste fue una riada increíble que me llenaba una y otra vez notaba su calor, mi cuerpo ya no podía aguantar mas Valeria se aferro a mi cuerpo dando pequeños empujones de placer mientras que Isabel hizo lo mismo, notaba aquellos empujes y como sus sexos se contraían a la par que sus venas pulsaban con fuerza en mi interior incluso mi estomago se hincho un poco con aquello, a la par que no podía retener mas empezó a salir fuera de mi cuerpo cayendo al suelo mezclándose con mis flujos que no paraban de salir como una fuente.
Nos quedamos un rato de esa forma ni siquiera se cuanto perdí la noción de todo pero cuando al fin nos hubimos calmado ambas sacaron sus sexos de mi interior haciendo que parte de su semen resbalara por fuera como si de una presa rota se tratara, me deje caer en el sofá desnuda y mirando a ambas con cara de picardía y satisfacción, Isabel solamente me sonrió y Valeria me abrazo con fuerza cerrando los ojos y con cara de felicidad.
Aquello había sido increíble mi cuerpo ya no daba mas de si y el tiempo se nos había pasado volando pero aun era de noche.
Mirando el reloj con la poca luz que había me di cuenta que dentro de unas pocas horas el autobús vendría a recogernos así que no podía perder tiempo por muy cómodas que estuviéramos, como pude aun temblándome las piernas zarandee un poco a Valeria, aunque me daba muchísima pena viéndola tal como estaba dormida.
─ Valeria despierta…Tenemos que arreglarnos el autobús no tardara en venir…venga despierta…─ dije mientras la zarandeaba un poco, casi al instante esta despertó de golpe con cara de miedo.
─ ¿Qué…?...¿Ya…?...Dios que pronto se nos ha pasado el fin de semana…─ dijo Valeria con un tono de miedo y tristeza mezclados.
─ Haz una cosa…despierta a Isabel y después ve colocando los uniformes…en cuanto salga yo de la ducha…entras tu…y que Isabel vaya preparando el desayuno si puede…─ dije mientras como pude aun con las piernas temblándome subí las escaleras, aunque mi cuerpo casi no podía, pase el pasillo apoyándome contra las paredes para no caer al suelo aquello había sido demencial y tenia el trasero dolorido y mucho.
Cuando llegue al baño antes de entrar mire por un momento a Valeria que parecía que estaba casi empujando a Isabel para que despertara pero en cuanto lo hizo Valeria le explico lo que pasaba y esta reacciono rápidamente, teníamos que darnos prisa para llegar a tiempo al autobús.
En cuanto entre en el cuarto baño, me introduje en la ducha y abrí el grifo dejando que me cayera el agua y me despejara por completo, notaba su calor y como mi cuerpo poco a poco reaccionaba, intente no entretenerme demasiado, en cuanto salí me puse una toalla y me dirigí hacia mi habitación y como un relámpago detrás mía entro Valeria para arreglarse, a mi olfato llego el aroma de las tostadas, decidí darme prisa.
Entre en mi habitación y me coloque aquel uniforme que me parecía como un traje de presidiario lo odiaba pero no había forma de ponerme otra cosa, empecé a rebuscar por si encontraba algo de dinero y varias cosas que me hacían falta, aunque le pelo lo tenia fatal cogí un cepillo y empecé a cepillármelo como pude, sabia que quedaría fatal pero no me quedaba otra, comencé a buscar los libros que tenia que llevarme solo esperaba que todo aquello hubiera valido para estar preparada para el examen.
En cuanto salí de la habitación entro rápidamente Valeria con una toalla atada y de golpe cerro la puerta al parecer las reglas del internado las seguía teniendo en la cabeza y no se le iban.
Baje rápidamente por las escaleras en cuanto lo hice vi que Isabel había dejado, el desayuno sobre la mesa y escuchaba algunas cosas en el cuarto de mis padres, pensé que lo mas seguro estuviera preparando su uniforme, empecé a saborear las tostadas estaban perfectamente hechas, pasado un momento observe como Valeria salía del cuarto baño y se dirigía hacia la habitación cosa que inmediatamente detrás entraba Isabel, se podía escuchar sus pasos retumbar en la habitación. mientras desayunaba encendí la televisión nuevamente para ver las noticias y poco mas al parecer no había mucho, de pronto un sonido llego a mis oídos proveniente de fuera me acerque a una de las ventanas y observe que estaba lloviendo, al parecer nuestro regreso seria pasado por agua, pensé que era un comienzo de semana estupendo, la mayoría de la gente ni siquiera se había levantado sin embargo las luces de la casa de Clarisa estaban encendidas lo mas seguro dentro de poco estaría llamando a la mía para avisarme.
Pasado un momento Valeria salio de mi habitación bajando para desayunar en cuanto se sentó empezó a devorar las tostadas con ganas.
─ Yo que tu le dejaba algunas a Isabel…─ dije con ironía pensando que no le perdonaría que le dejase sin ningunas, y casi inmediat6amente Valeria soltó algunas que tenia en las manos y las volvió a dejar en el plato.
─ Tengo que arreglar la maleta…ahora vuelvo…─ dijo Valeria que de inmediato salio corriendo hacia la habitación, en cuanto llamo salio Isabel completamente maquillada y con cara de pocos amigos, cuando llego al salón empezó a desayunar parecía que estaba alegre pero no lo aparentaba.
─ Parece que no hay nada en las noticias…Isabel….¿En el internado hay alguna biblioteca…?...─ pregunte que quizás podría sacar algo de aquel sitio mirando en la biblioteca del internado.
─ Si en la parte de arriba pero solo la abren cuando hay exámenes…nada mas…─ respondió Isabel mientras desayunaba aunque me extrañaba bastante eso, pero otra regla extraña mas para el internado.
─ Será mejor que recoja mis cosas…─ dijo Isabel en cuanto termino de desayunar, en ese momento la luz pareció como si el cielo se abriese un resplandor blanco inundo la casa por completo incluso la luz llego a irse, se pudo escuchar con claridad el repiqueteo de la lluvia y como los coches pasaban por la calle.
Isabel se quedo como paralizada en el sitio su rostro parecía un poema, aquello la dejo asustada.
Seguidamente se escucho el trueno parecía que la tormenta la teníamos encima, sin embargo Isabel parecía una estatua ni siquiera movió un dedo, me acerque a ella para intentar calmarla de alguna forma.
─ Venga cálmate…solo se ha ido la luz…ve a la habitación…─ dije intentando calmarla por aquello, por lo visto le tenia miedo a las tormentas.
En cuanto subió las escaleras me quede sola en la casa, aquello incluso me pareció casi fantasmal me senté en el sofá, esperando que bajaran, pero al parecer estaban algo ocupadas, de repente otro relámpago ilumino el lugar rompiendo aquella oscuridad aterradora, en cuanto desapareció notaba como si algo me estuviera observando de alguna forma me gire para comprobarlo pero no veía a nadie, pero sabia con certeza que algo estaba allí.
Casi al instante escuche como un sonido en la cocina algo metálico que caía al suelo me levante y me dirigí hacia allí para comprobar que es lo que era, cuando estuve en la entrada observe como uno de los cajones de los muebles de la cocina se abría de golpe cayendo al suelo aquello me puso los pelos de punta, la oscuridad parecía que me envolviera, no se escuchaba ningún sonido en absoluto parecía que todo hubiera enmudecido.
Me di la vuelta para salir de la cocina en cuanto lo hice volví a escuchar como varios cajones se abrían de golpe, ni siquiera me atreví a mirar hacia atrás, subí por las escaleras rápidamente y golpee en la puerta de la habitación al momento Valeria abrió la puerta, parecía que tenia algo de miedo.
En ese momento la luz volvió casi de inmediato y seguidamente llamaron a la puerta, mire hacia ella, aun tenia el miedo en el cuerpo aunque pensé que lo mas seguro seria Clarisa que venia para avisarnos.
─ Dios estas blanca…Será mejor que vayas a abrir la puerta lo mas seguro que sea Clarisa…Ahora bajamos nosotras…─ dijo Valeria sonriendo mientras intentaba tranquilizar a la pobre Isabel que parecía estar aterrorizada podía verla sentada en la cama y con la cabeza entre las piernas para calmarse.
Baje las escaleras y el timbre volvió a sonar nuevamente, en cuanto lo abrí vi a Clarisa que llevaba un impermeable de color azul oscuro con franjas rojas en las mangas junto con un paraguas bastante amplio de color rosa suave.
─ ¿Se os ha ido la luz en vuestra casa…?...─ pregunte con algo de miedo en mi voz, por lo que había pasado.
─ Pues no…¿Te encuentras bien…?...Estas pálida…parece que has visto un fantasma…─ pregunto Clarisa mientras entraba, seguidamente dejo en paraguas en la entrada.
─ Algo parecido…dije cerrando la puerta…─ respondí algo indecisa mientras cerraba la puerta aunque nada mas entrar Clarisa se fijo en la cocina, y dio unos pasos hacia atrás asustada.
─ Dios…─ dijo Clarisa con la mano en la boca aquella reacción me puso la piel de gallina, no quería ni mirar en la cocina lo que había pasado, pero la curiosidad me venció me acerque mirando de reojo y vi que entre todos los cubiertos que había en el suelo se habían ordenado en el suelo formando la palabra "Socorro", viendo aquello no sabia que hacer, lo único que pensé fue en salir de allí a toda prisa, aunque aun seguía lloviendo no volvimos a escuchar ningún trueno ni ver ningún relámpago, cuando iba a subir las escaleras observe como bajaban las dos, casi al momento escuchamos la bocina del autobús que venia a buscarnos.
─ Venga id saliendo…yo voy por el paraguas…Que Clarisa os acompañe…─ dije intentando que Clarisa saliese de su estado de miedo, casi de manera inmediata me miro y entendió lo que quería decir, fui a mi habitación y cogí el paraguas al menos para estar preparada aunque el tiempo había sido bastante bueno mientras estuve allí.
Clarisa intento que no viesen lo que había pasado en la cocina aligerándolas, en cuanto salieron de la casa baje rápidamente recordando si lo tenia todo, ni siquiera me preocupe por el estropicio que se había formado en la cocina solo quería salir de allí lo mas rápido posible.
Abrí el paraguas para no mojarme mientras llegaba al autobús, una vez dentro observe que había un ambiente algo triste y desanimado, aunque lo entendí perfectamente me dirigí hacia le final del autobús donde se habían sentado Isabel y Valeria, al poco tiempo se acerco Clarisa y se sentó a nuestro lado.
Ni siquiera hablamos durante le trayecto, por mi parte me quede mirando por la ventana todo el trayecto Isabel lo aprovecho para dormir un poco mas mientras que Valeria y Clarisa hablaban entre ellas, aunque Clarisa tenia el libro abierto para ir repasando un poco el examen.
Cada vez que nos acercábamos mas me parecía que iba a prisión, el paisaje se veía mas tétrico y la lluvia no daba un descanso; cuando ya faltaba poco para llegar zarandee un poco a Isabel para que despertara.
Cuando llegamos al internado me fije que las lámparas que siempre estaban encendidas estaban apagadas se veía mas tétrico de la cuenta incluso me pareció que las esculturas que había en el tejado estuvieran mirándome.
El autobús freno de golpe y abrió las puertas, ninguna queríamos salir de allí, pero no tuvimos mas remedio, fuimos saliendo y una vez fuera sacamos los paraguas cada una se fue dirigiendo hacia donde tenia que ir, pensé que lo mejor seria ir al club para saludar a las demás, mientras que Clarisa y Varia se fueron juntas a repasar un poco a la clase, Isabel bajo y se dirigió hacia su habitación.
Atravesé los pasillos y fui paseando mirando como el ambiente se había vuelto muy tristón, las chicas no parecían que estuvieran de humor para nada, la mayoría estaban fuera en los pasillos relajándose o con los libros en las manos repasando, pase por el pasillo que comunicaba con mi club cuando mire el campo de entrenamiento no había nadie estaba completamente desierto, pensé que las puertas estarían cerradas y que no habría nadie, pero para mi sorpresa la puerta estaba entre abierta.
Extrañada la abrí lentamente mirando por si había alguien aunque las luces estaban encendidas no parecía haber nadie, notaba un olor muy suave pero extraño me pareció que era azufre.
Seguí avanzando cerrando la puerta detrás de mi, la oscuridad parecía que quisiera apagar las fuentes de luz parecía incluso estar viva, entre todo aquello, pude ver algo raro una especie de cola roja que se movía en uno de los rincones, era como una especie de tentáculo rojo mientras que me acercaba escuchaba como pasaban las paginas una tras otra.
─ ¿Esmeralda eres tu…?...─ pregunte extrañada y con miedo mientras miraba a la percha pero estaban todos los uniformes colocados.
En cuanto lo hube preguntado al parecer aquel tentáculo rojo se quedo quieto de golpe, avance un poco mas y observe una figura que estaba en cuclillas, cuando se puso erguida observe que era un poco mas alta que yo su piel era completamente roja y brillante, el cuerpo tenia una figura muy bien proporcionada, llevaba una especie de corsé de color negro con ribetes rojos junto a este una falda del mismo color con bastante vuelo y sus pies eran como pezuñas, el cabello era completamente negro y liso le llegaba hasta la cintura, en cuanto se dio la vuelta pude ver que su rostro era casi idéntico al de Esmeralda me quede mirándola extrañada casi sin decir palabra, lo único que hizo aquel ser fue sonreírme con eso pude ver los colmillos que sobresalían simpáticamente de su boca.
─ ¿Pero que…?...─ dije con tono de miedo mientras retrocedía un poco lentamente, mire hacia la puerta para salir de allí corriendo como pude de inmediato intente alcanzar la puerta para salir, pero casi estando a punto de conseguirlo el cerrojo de la puerta salto de golpe, haciendo que me detuviera en seco intenté abrirla y empujarla pero no había forma de conseguirlo, me puse despaldas a ella observando aquella figura como sencillamente me sonreía desde el otro lado de la estancia, ni siquiera quería acercarme, mire por toda la habitación para encontrar algún arma con la que poder pelear con ella.
─ Anabell…soy yo Esmeralda…bueno en esencia…─ dijo Esmeralda mientras se acercaba un poco intentando dar explicaciones, pero su aspecto no parecía muy tranquilizador.
─ ¿Cómo que eres Esmeralda…?...¿Que le has hecho…?...─ pregunte completamente nerviosa mientras intentaba seguir abriendo la puerta, casi al momento avanzo un poco hacia mi al verlo me coloque al otro lado de la mesa por lo menos tener algo delante mía por si se movía mas.
─ Esto es un lió…a ver si te lo puedo explicar…Esto no debería de haber ocurrido…─ respondió Esmeralda mientras se colocaba la mano en la cara pensativa, intentando explicar la historia.
─ El amuleto que te di…¿Te acuerdas…?...El de antes de la pelea…─ dijo Esmeralda intentando demostrar que era ella pero aquello no era ninguna prueba.
─ Eso no es ninguna prueba…─ dije nerviosa mientras intentaba mantener la distancia respecto a ella.
─ A ver sabes que este club hace aquelarres o lo que ellas creen que son aquelarres o invocaciones…pues bien antes de que vinieras…hicieron uno, no se si te lo habrán contado…pero resulto bien…Esmeralda o sea…bueno tu me entiendes, cayo desmayada cosa que aproveche para introducirme, aunque ella ni siquiera lo sabia …una noche me presente ante ella y acepto que pudiera habitar en su alma…intento encontrar la forma de volver a donde pertenezco…pero encima he perdido el libro…y la verdad aquí están empezando a ocurrir cosas extrañas…─ dijo Esmeralda mientras paseaba de un sitio a otro del lugar aunque yo hacia lo contrario por si acaso.
─ ¿Lo del cuarto de Isabel lo hiciste tu…?...─ pregunte intentando averiguar si era ella la que estaba haciéndonos aquello.
─ Yo no hago esas cosas…Se que hay algo mas pero no se con exactitud el que…incluso pensé que con el otro aquelarre que hicimos…no paso nada pero estoy segura que se abrió alguna especie de conducto en ese lugar…Tenéis que deshaceros de eso…─ dijo Esmeralda siendo aquello nuestra única oportunidad de supervivencia.
─ Pero…cuando lo hallamos expulsado…¿Dejaras el cuerpo de Esmeralda…?...─ pregunte esperando que así fuera no quería lidiar con una posesión.
─ Soy la primera que quiero dejar este sitio…y volver a mi dimensión pero primero necesito mi libro…y no lo encuentro…─ dijo Esmeralda mientras miraba hacia las estanterías mientras se rascaba la cabeza.
─ Un momento…¿Es un libro mágico de verdad…?...─ pregunte extrañada nunca había creído en la magia pero viéndola a ella mi opinión cambio radicalmente en un segundo.
─ Todos los libros de aquí son normales no tienen ningún conjuro ni nada…excepto el que me viste cuando me conociste ese…es el que traje desde mi dimensión…─ dijo Esmeralda explicándome que todo aquello que había en las estanterías era tontería.
─ ¿Y este amuleto…?...─ pregunte tocándolo extrañada, y pensando que lo mismo terminaría poseída yo también.
─ Te lo di para protegerte de tu pelea aunque claro me lié un poco y recibiste algunos golpes…lo siento…─ dijo sonriéndome, al parecer el conjuro que habíamos hecho antes de la pelea no había servido de nada.
─ Has escuchado los aleteos…¿Es alguno de tus hechizos…?...─ pregunte esperando que no fuera así.
─ Los he escuchado y se que hay algo mas en este sitio, pero esa cosa no la he traído yo…lo que mas me extraña es que siendo católico…no me afecte…─ respondió Esmeralda explicándome ciertas cosas que tenia toda la razón, incluso recordé que la capilla estaba cerrada.
─ Si no lo has traído tu o lo has invocado…─ dije intentando pensar que hubiera podido ser y no podía dar con la respuesta.
─ Otra pregunta…cuando viste el asesinato…¿Qué tenia esa profesora en el cuello…?...¿Y que clase de ritual estaban haciendo…?...─ pregunte al menos para obtener algunas respuestas de aquello.
─ Lo siento pero en ese momento estaba Esmeralda yo permanecía dormida…aunque estoy dentro de ella no puedo acceder a esos recuerdos…tendría que verlo para saber que es lo que me dices…─ respondió Esmeralda pensativa, al menos no parecía muy peligrosa de momento pensé en darle una oportunidad.
Casi al momento escuchamos como alguien llamaba a la puerta mientras la movían con fuerza, parecía que tenia mucha prisa.
─ Necesito tiempo para cambiarme…no pueden verme así…─ dijo Esmeralda mientras se concentraba para poder volver al estado normal.
─ Soy yo Olga…abridme la puerta…─ dijo Olga mientras volvía a llamar insistentemente a la puerta, aunque Esmeralda no se había transformado aun…
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
626
3.568 ATC
UN FANTASMA SIN PAZ
Olga llamaba insistentemente, Esmeralda se puso detrás de mi agachándose un poco y empezando a recitar unas palabras raras una y otra vez, cuando de pronto la puerta se abrió.
─ ¿Se puede saber que estabas haciendo…?...¿Por que no abrías…?...─ pregunto Olga, aunque por le tono la encontraba algo molesta, al parecer había pasado algo.
─ Estaba ayudando a Esmeralda a buscar su libro…─ respondí mientras miraba de reojo para mi espalda, esperando que hubiera acabado de cambiarse.
─ ¿Ocurre algo…?...Te noto nerviosa…─ pregunto Olga mientras se acercaba para mirar que es lo que me pasaba, aunque no podía moverme del sitio Esmeralda me agarraba la falda, para que no me moviera.
─ No, para nada…Solo que parece que no lo encuentra…─ respondí mientras Olga continuaba su avance cuando ya estuvo a mi altura miro detrás de mi y solo vio a Esmeralda que permanecía frente a una estantería agachada mirando los libros enseguida giro la cabeza para lanzarle una mirada de enfado, por lo menos pude respirar aliviada.
─ A eso me refería…precisamente…por error o puedes llamarlo como quieras…tome el libro de Esmeralda y la profesora me lo ha quitado…─ dijo Olga mientras retrocedía unos pasos y caminando muy despacio, en ese momento gire la cabeza observe como la cara de Esmeralda cambiaba de golpe era como si se hubiera paralizado en el sitio, aquella noticia fue una bomba para ella.
─ ¿Has dejado que mi libro se lo lleve una profesora…?...─ pregunto Esmeralda con tono de enfado y sorpresa aun, aunque pensé que no fuera tan peligroso.
─ Lo siento de verdad, de repente entro en el club y al verlo me lo confisco…pero vamos estoy segura que te lo devolverá, además sabes de sobra que no es de magia autentica…─ dijo Olga mientras retrocedía hacia la puerta asustada, Esmeralda se había puesto en pie y empezaba a avanzar hacia ella encolerizada.
─ Ese libro es un recuerdo familiar…¿Cómo has podido dejar que se lo llevara…?...Esto es increíble…y me has dejado que lo buscara todo este tiempo…No puede ser…esto es un desastre…─ dijo Esmeralda mientras del enfado pasaba a la depresión y se sentaba en la mesa con los brazos delante de ella y bajando la cabeza.
─ ¿Pero es tan importante…?...─ pregunto Olga quieta desde donde estaba esperando que Esmeralda no se le lanzara al cuello de un momento a otro.
─ Es muy importante…Tenemos que recuperarlo como sea…¿Sabrás al menos donde lo han llevado…?...─ pregunto Esmeralda mientras levantaba la cabeza mirando a Olga con cara de pocos amigos.
─ Dijo que se lo llevaría a la directora…y que ella lo guardaría…─ dijo Olga desde la puerta pero cuando estaba a punto de girarse para irse se topo con Isabel que le tapaba la entrada, la cara de Olga se puso blanca completamente, y volvió a retroceder.
─ No has quitado nada…El espíritu nos persiguió a la casa de Anabel…O esta vez haces algo o terminas en el hospital…─ dijo Isabel mientras se crujía los nudillos, y estaba segura que terminara realizando su amenaza, pude ver como Olga retrocedía con el miedo en su rostro.
Ese momento parecía que podría cortarse la tensión con un cuchillo por un momento solo nos quedamos calladas y casi todas las miradas se dirigían hacia Olga, podía verse en su cara el miedo.
─ Esta bien …de acuerdo intentare expulsarlo pero tenemos que comunicarnos con el…esta noche venís aquí y preparare la Ouija…─ dijo Olga con dudas en su voz, aunque según lo que había escuchado aquello a veces resultaba peligroso.
─ No puedes hacer eso…─ dijo Bárbara detrás de Isabel que aun permanecía en la puerta a su voz esta se aparto para dejarla pasar, al momento entraron las demás con caras de miedo.
─ Es lo único que queda por hacer…así sabremos que es lo que quiere…─ dijo Ángela mientras comía unos dulces.
─ ¿Pero estas loca…?...He oído decir que eso es muy peligroso y a veces puede resultar peor…─ dijo Daysi con miedo en su voz, me parecía incluso que ya lo había practicado.
─ Es la única solución al menos sabremos que es lo que desea pedirnos o que es lo que quiere…─ dijo Olga con un brillo en sus ojos, al parecer todo aquello la tenia muy emocionada.
─ Haz lo que te de la gana pero quiero que esa cosa deje de perseguirnos…─ dijo Isabel con tono de enfado mientras yo miraba a Esmeralda esta sencillamente negó con la cabeza haciéndome saber que aquello seria un problema.
─ No seria mejor que lo intentáramos de otra forma…no se debe de haber otra cosa que podamos hacer…─ dije intentando que olvidara lo que había dicho.
─ No hay mas que decir os necesito a todas para esta noche…lo haremos a las doce…espero que no os pillen…─ dijo Olga con brillo en sus ojos y con mucha decisión en su voz de esa forma salio de la habitación, por un momento todas nos quedamos en silencio mirándonos unas a otras.
─ ¿Pero que demonios…?...Lo ha vuelto a hacer…nos ha dejado con la palabra en la boca…─ dijo Daysi extrañada mientras rompía aquel silencio, pude ver por un momento el miedo en el rostro de Isabel sabia de sobra que aquella cosas no le gustaban para nada.
Mientras Esmeralda bajo de golpe la cabeza golpeando la mesa con ella varias veces, estaría pensando que nos meteríamos en un lío peor del que ya estábamos.
─ Yo no quiero hacerlo…─ dijo Bárbara con tono de miedo, mientras Isabel salía de allí con algo de temor.
─ Ya veremos que pasa…no creo que ocurra nada…ni tampoco que se atreva a hacerlo…─ dije intentando pensar que al final le entraría miedo y no lo haríamos.
─ No la conoces, cuando se anima no hay quien la pare…─ dijo Ángela con miedo en su voz, lo mas seguro por experiencia propia ya lo habría comprobado.
─ Estamos perdidas…─ dijo Esmeralda con la cabeza pegada a la mesa, aun lamentándose.
─ Eso es tu imaginación…─ dije con ironía mientras veía que ni siquiera movía la cara de la mesa.
─ "SEÑORITA ANABEL…PRESENTESE EN ENFERMERIA…"…─ dijo la voz de megafonía, por un instante me quede como petrificada, aquello me resultaba extraño y mucho, aunque tenia pensado ir a ver a la enfermera.
─ ¿Te ocurre algo…?...¿Estas enferma…?...─ pregunto Bárbara extrañada por que me habían llamado.
─ No, que va estoy perfectamente…veremos que es lo que quiere…─ respondí sonriendo forzadamente, pensando que aquello seria demasiada casualidad.
Salí del club y mire al campo de entrenamiento ahora desierto mientras caía la lluvia, observe por un momento las nubes negras y como resplandecían a cada relámpago, de repente un escalofrió recorrió mi cuerpo era como el inicio de un mal presentimiento.
Los pasillos no estaban muy llenos y cada una de ellas estaba a sus cosas, algunas revisando las materias que le tocaban a esa hora otra contando como lo habían pasado en el fin de semana, no se por que pero sentí una sensación muy extraña en aquellos pasillos como si algo estuviera acompañándome en algún sentido; cuando llegue a la puerta de la enfermera toque varias veces.
─ Adelante…─ dijo Sofía amablemente, enseguida abrí la puerta y la cerré tras de mi, observe que tenia la típica bata de costumbre de color blanco debajo de ella tenia unos pantalones vaqueros algo ajustados marcando sus caderas, en la parte de arriba un jersey de color verde pistacho de cuello alto y bastante peludo, mire hacia todos lados y aquella habitación me pareció mas fría que de costumbre.
─ Buenos días…─ dije saludándola educadamente mientras ella me ofrecía el asiento, que enseguida me senté.
─ Quería hacerte unas preguntas…¿Cómo has pasado el fin de semana…?...¿Has notado algo raro…?…─ pregunto Sofía como si supiera que Valeria o Isabel hubiera tenido que usar la infusión que tenia.
─ Pues la verdad…he tenido algunos mareos y poco mas…Por supuesto lo he tenido que pasar estudiando…─ respondí lo mas escuetamente posible, omitiendo algunos detalles que no pensé que le interesaran, aunque estaba segura que sospechaba algo.
─ Si los exámenes los tenéis cerca…Si me permites…súbete el jersey y desabróchate la blusa…¿Qué sentiste cuando tomaste la infusión…?...─ volvió a preguntar Sofía mientras me ponía el frío estetoscopio sobre mi piel y empezaba a ocultarme.
─ Pues se me paso el mareo y fue como un reconstituyente…estaba mucho mejor…─ respondí intentando explicarle como me sentí después de beber aquello.
─ Parece que tienes el ritmo cardiaco algo subido…lo mas seguro sea por el nerviosismo de los exámenes…Pero bueno veo que estas bien…así que puedes volver a tus clases…─ dijo Sofía guardando el estetoscopio y abriendo una carpeta mientras apuntaba unas cosas.
─ ¿Le puedo hacer unas preguntas…?...─ le pregunte educadamente esperando que al menos pudiera responderme a algo.
─ Si claro…adelante…─ respondió Sofía amablemente mientras cerraba la carpeta y me miraba fijamente.
─ ¿ Esa infusión solo sirve contra los mareos…?...─ pregunte con curiosidad aunque no estaba muy convencida de si seria la verdad lo que me respondería.
─ Esa selección de hierbas…esta indicada para los mareos y el malestar…aparte de eso no tiene mas efectos…Tu misma lo has comprobado…─ dijo la enfermera haciéndome saber los efectos que tenia generales.
─ Aunque lo que mas me extraña es que solamente…me aparezcan esos síntomas estando con mas de dos de las alumnas del otro color de jersey…─ dije pensando que así la amenazaría de alguna forma y me diría otra cosa.
─ Bueno veo que te has dado cuenta…de lo especiales que son nuestras otras alumnas…pero esa infusión sirve solo para eso…para los mareos…ahora si eres tan amable de irte, tengo cosas que hacer…─ dijo Sofía seriamente mientras no dejaba de mirarme fijamente a los ojos.
No tuve mas remedio que irme sabia que no diría ni una palabra de todo aquello, me arregle las ropas y salí de allí todo lo rápido que pude en cuanto lo hice mira hacia los pasillos llenos de gente aunque algo llamo mi atención y me fije en que el párroco estaba hablando con la directora, estaba convencida que seria por el encontronazo que habíamos tenido en el bosque, me quede por un instante mirando la situación y como el sacerdote parecía bastante enfadado por algo, pero mientras estaba observando la escena note una mano sobre mi hombro cosa que me sobresalto, cuando mire vi que se trataba de Valeria que estaba alegre.
─ ¿Te encuentras bien…?...He escuchado que te ha llamado la enfermera… dijo Valeria sonriéndome como siempre.
─ Solo me ha preguntado que como me encontraba y si había tenido que beber la infusión que os dan…─ respondí resumiéndole lo que habíamos hablado pero omitiendo la pregunta que le había hecho.
─ Bueno pues es mejor que nos demos prisa, las clases empezaran dentro de poco y tenemos examen…─ dijo Valeria recordándome el examen que teníamos y al que esperaba poder aprobar.
Salimos de allí a toa prisa para llegar a la clase casi atropellando a los que nos encontrábamos, cuando al fin llegamos me fije que esta vez no había muchas alumnas y si varios sitios vacíos, e Isabel estaba mirando por la ventana con cara de enfado que ni siquiera había notado nuestra llegada, seguidamente me senté aunque note el ambiente algo enrarecido.
─ Isabel…Despierta…─ dije mientras la llamaba, intentando despertarla de aquel estado.
Cuando giro la cabeza pude verla con miedo en su rostro era como si hubiera recibido una mala noticia.
─ ¿Te encuentras bien…?...¿Ha pasado algo…?...─ pregunte extrañada al ver como se encontraba.
─ Os acordáis de esa chica, la compañera de la que murió…al parecer ha desaparecido…no saben donde esta…─ dijo Isabel aunque no parecía que hubiese mucho revuelo en el internado por aquello.
─ ¿Pero como…?...─ pregunte asustada, aquella noticia me había caído como un jarro de agua fría.
─ Eso es imposible habría un revuelo en el internado…y no parece que nadie se haya enterado…¿Además quien te lo ah dicho…?...─ pregunto Valeria tomándolo a broma como casi siempre, intentando tomar aquello con optimismo.
─ Me lo ha dicho mi amiga…su habitación esta al lado…dijo que escucho unos sonidos extraños seguidamente se asomo por el ojo de su cerradura y veían como se la llevaban…no se lo han dicho a nadie…─ dijo Isabel con cara de miedo y enfado al mismo tiempo, aquello estaba yendo a mayores y no sabíamos que hacer, me quede pensando por un momento con cara de miedo pensando en lo que podía pasar.
─ No estarás pensando en eso…no, no creo que sean tan idiotas de volver a realizar lo que hicieron la ultima vez… dijo Valeria casi con tono de miedo aquel optimismo había cambiado casi de inmediato.
─ Creo que…─ dije pero ni siquiera tuve tiempo de terminar la rase en aquel instante entro la profesora, sonriéndonos como si aquello fuera algo que sabia que no podríamos aprobar.
─ Buenos días señoritas…espero que hayan podido pasar un buen fin de semana y hayan estudiado…el examen no será muy fácil que digamos…así que quien suspenda…tendrá que pasar por clases particulares para la repesca…espero que no haya muchas…Suerte para todas…─ dijo la profesora sonriendo maliciosamente, al pronunciar clases particulares vi que mas de una parecía asustarse por aquello…
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno aqui dejo el sigiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
626
3.568 ATC
UNA SESION DE ESPIRITISMO
Después de aquello la profesora empezó a pasar unas hojas a las primeras de la clase y nos la fueron pasando boca abajo, por un momento mire por la ventana como la tormenta parecía no querer dejarnos podía ver el sitio donde estaba aquel torreón que estaba mas oscuro que el resto del sitio, la lluvia repiqueteaba en los cristales con fuerza, cuando al fin llego aquel examen a mis manos incluso tenia miedo de darle la vuelta, podía ver que Isabel estaba algo nerviosa aunque Valeria no lo parecía en absoluto estaba completamente tranquila.
─ Muy bien señoritas podéis darle la vuelta…a propósito a quien coja copiando o con alguna chuleta…suspenderá automáticamente…suerte para todas…─ dijo la profesora mientras se sentaba y comenzaba a repasar la lista de asistencia visualmente, seguidamente volví la hoja del examen y empecé a mirar los problemas.
Por un momento me quede en blanco todo aquello me parecía como si estuviera escrito en chino, montones de números por todas partes; ni siquiera lograba darle sentido, mi mente se negaba a cooperar en esto.
Al momento eche mi cabeza hacia atrás cerrando los ojos y respirando profundamente intentando calmarme pero en ese momento resonó un trueno con fuerza haciendo que la luz parpadeara, abrí los ojos y vi como la profesora se quedo mirando a la luz por unos instantes pero volvió a lo que estaba sin prestarle importancia.
Mire al examen y aquello empezaba a tener forma aunque creo que no sacaría un sobresaliente, seguidamente me puse a resolver aquello lo mejor que podía, las horas se me hacían eternas y poco a poco las chicas que lo terminaban iban saliendo a fuera para no molestar a las demás, Valeria no paraba de escribir parecía que se sabia todas las respuestas, en cuento termino me guiño un ojo y se levanto para entregar el examen, por mi parte empecé a repasar aquello todo lo mejor que podía y viendo que no era posible hacerlo mas me levante a entregar el examen y seguidamente fue Isabel que salimos afuera.
En los pasillos pude ver a algunas chicas de los demás cursos discutiendo como les había ido, al parecer decían que los habían puesto mas difícil de lo que esperaban , algunas ya estaban temiendo ir a las clases particulares, en eso las luces del pasillo empezaron a parpadear nuevamente, pensé que el sistema eléctrico no debía de estar muy bien, Valeria se acerco con una sonrisa en su rostro parecía que le hubiera salido bien el examen.
─ ¿Qué tal te ha salido…?...─ pregunto Valeria mientras sonreía, al parecer le había quedado bien aunque yo no estaba tan segura de eso.
─ Espero no tener que dar clases de recuperación…la verdad ando con dudas…─ dije mientras pensaba en las preguntas y como estaban por el rabillo del ojo pude ver a Esmeralda apoyada en la pared, algo preocupada lo mas seguro por el libro que había perdido.
Valeria siguió contándome como le había salido el examen y las respuestas que había dado y podría decir que muy pocas concordaban con la suya, y eso empezaba a preocuparme, pasado un rato tocaron la sirena para que volviéramos a entrar.
Una vez dentro vi que la tormenta empezaba a dar algo de tregua, no parecía que fuera tan fuerte como al principio la profesora recogió los exámenes y los puso en su carpeta y salio afuera, me deje caer a plomo en el asiento para poder descansar pero por lo visto no tendríamos mucho tiempo puesto que la siguiente clase comenzaría rápidamente, enseguida apareció una de las monjas para darnos la siguiente clase, el resto de estas pasaron rápidamente casi ni siquiera me entere cuando volvieron a sonar las sirenas dando el fin de estas, aunque los deberes se acumularon y por otra parte también tenia que estudiar y la sesión de espiritismo no sabia de donde iba a sacar todo el tiempo que necesitaba.
Una vez fuera respire profundamente intentando relajarme pero todo aquello se acumulaba los pasillos se volvieron a llenar, con chicas yendo de un lugar a otro se podía ver como los clubes empezaban a reunirse para realizar sus actividades de costumbre, pensé que lo mejor de momento era ir al comedor y reponer algunas energías.
─ Vamos a comer algo…─ dijo Valeria quitándome las palabras de la boca me quede mirando que Isabel salio algo apresurada, lo mas segura a buscar a sus amigas.
─ De acuerdo…pero esta vez te pagas tu las cosas…─ dije previendo que volviera a aprovecharse de mi.
─ Eso es cruel…─ dijo Valeria ensanchando los mofletes, me parecía recordar uno de esos dibujos de anime.
Mientras avanzábamos por el pasillo, la luces empezaban a parpadear, aunque la tormenta había frenado un poco parecía no querer abandonarnos en todo el día.
─ Parece que tiene problemas con la luz…─ dije mirando los fluorescentes por un instante.
─ No te preocupes…en todo el tiempo que llevo aquí no se ha producido ni un apagón…─ dijo Valeria sonriendo, aunque aquello me resultaba extraño, deberían de estar muy preparadas para estos casos.
En cuanto llegamos al comedor vimos que había bastante gente y que en la mesa de siempre estaban las demás, intente aligerar cogiendo tan solo una ensalada y algo de fruta, aunque tuve que pagar también la de Valeria sabia que si seguía así no podría terminar el fin de mes y mas viendo como tragaba.
Me acerqué a la mesa y no vi que le ambiente fuera muy bueno, estaban Esmeralda, Ángela y Bárbara aunque no veía por ningún sitio a Olga, ni a las demás lo mas probable que tuvieran que hacer actividades en su club correspondiente.
─ Buenos días…¿Y Olga…?...─ pregunte intentando mirar por todo el comedor pero no la encontraba por ninguna parte.
─ Ha dicho que nos vera en el club esta preparando las cosas para esta noche…No quiero ir…─ dijo Ángela con miedo en su voz, temiendo lo peor.
─ Intenta convencerla tu que no lo haga…─ dijo Bárbara con miedo en la voz casi rogándomelo mientras me tomaba las manos que parecían temblarles.
─ No creo que haya forma de convencerla…Esta demasiado ilusionada…─ dijo Valeria mientras seguía comiendo.
─ No creo que sea muy buena idea…podríamos enfangar a ese ente…─ dijo Esmeralda mirándome, como haciéndome saber que así seria, pero no podíamos hacer nada.
─ No quiero que nos este persiguiendo…lo mismo que a Isabel…─ dijo Ángela con miedo en su voz y no era para menos, después de lo que paso en su habitación.
Mientras estábamos discutiendo en cuanto se pronuncio el nombre de Isabel pareció que salio de la nada y se sentó a mi lado, aun no entendía que siendo tan grande no hiciera ningún ruido.
─ ¿Pasa algo conmigo…?...─ pregunto Isabel mientras se sentaba interesada mientras que por unos instantes se quedaba mirando a Ángela con cara de pocos amigos.
─ Nada…después nos vemos…vámonos…─ dijo casi tartamudeando Ángela y casi de inmediato nos dejaron solas.
Nos quedamos asombradas al parecer aun su fama daba esos resultados, si en verdad la conocieran no creo que opinaran de esa forma.
─ Lo que pasa es que no quieren hacer la sesión…y aparte no quieren que les persiga esa cosa lo mismo que a ti…─ dije explicándole la situación aunque aquello tampoco le hacia mucha gracia a Isabel sabiendo el miedo que le tenia a aquello.
─ Por su bien espero que funcione…No quiero que esa cosa me este rondando ni a mi ni a mis amigas…─ dijo levantándose rápidamente con el rostro enfadado y no era para menos.
─ Uy, que tarde es tengo que ir a al club luego nos vemos…es mejor que te aligeres seguro que te estarán esperando…─ dijo Valeria tomando otro trozo de comida y dejándome sola en la mesa, seguidamente me levante y lleve la bandeja a su sitio, veía como las chicas iban de un sitio para otro en sus asuntos absortas a todo l oque estaba pasando, pero no que no entiendo es como desaparecía una compañera y nadie se había dado cuenta de eso, era casi imposible.
Empecé a darle vueltas a la cabeza mientras salía del comedor y me dirigía hacia el club, atravesé aquellos pasillos un poco mas despejados puesto que la mayoría estaban en sus club pero siempre había alguien dando vueltas, cuando salí al exterior vi que el campo estaba completamente anegado de agua y aun así todavía seguía lloviendo, aquel tiempo no daba tregua alguna, cuando llegue a la puerta del club toque varias veces y al abrirla me recibió Esmeralda en su rostro se veía que íbamos a cometer un error, el ambiente estaba frío y algo tétrico o mas aun a pesar de la poca iluminación, Ángela estaba en la mesa algo nerviosa leyendo un libro mientras que Daysi ayudaba a Olga a encontrar algo, al parecer Bárbara no estaba por la labor solo tenia el libro de algebra para estudiar.
─ Tiene que estar por aquí…Estoy segura que lo puse por este sitio…─ dijo Olga mientras me ponía el uniforme del club.
─ ¿Qué estas buscando…?...─ pregunte interesada aunque creí saber la respuesta lo mas seguro preparándose para esta noche.
─ La Ouija se que tiene que estar por aquí…nos la encontramos hace tiempo…y la volví a guardar por si nos hacia falta y esta vez es así…─ dijo Olga mientras revolvía entre los libros, me quede mirando a Esmeralda por un momento con cara de preocupación, entre la Ouija y su libro aquello estaba volviéndose peligroso.
─ Escucha un momento Olga no has pensado que tal vez esa cosa podría enfadarse…o que quizás abriéramos algún canal entre ella y nosotras…seria mejor dejarla en paz…─ dije intentando convencerla, dándole argumentos que le hicieran entrar en razón, pero cuanto mas hablaba mas empecinada se encontraba en encontrar aquel trasto.
─ Si nos hubiera querido hacer daño, ya nos lo hubiera hecho…solamente ha estado intentando comunicarse con nosotras de alguna manera…solo que no lo entendemos…Aquí esta…─ dijo Olga mientras tiraba varios libros al suelo y recogía un tablero polvoriento y una especie de triangulo de madera con un cristal en el centro.
Olga saco aquella cosa y la coloco encima de la mesa su apariencia daba a entender que e5ra muy vieja y que no había sido utilizada en mucho tiempo, la superficie era completamente negra con varias letras y símbolos, rápidamente Olga le dio un soplido a aquello dejándola algo mas visible de enseguida tanto Ángela como Bárbara se apartaron de la mesa haciendo ruido con las sillas, aquello al parecer les había puesto los pelos de punta, mientras que Daisy se ponía detrás de mi asustada, aunque a mí no me parecía aquello tampoco muy buena idea, aparte Esmeralda se mantenía en la puerta.
─ ¿Se puede saber que os pasa…?...Es solo un trozo de cartón plastificado nada mas…Esto no puede haceros daño…─ dijo Olga con un brillo en sus ojos incluso pensé que cada vez aquello le hacia mas ilusión y que seria imposible hacerla retroceder.
─ Olga recapacita un poco…mira lo que paso con lo del ritual…¿Tu crees que esto ira mejor…?...Y si todo sale mal y si a esa cosa la tenemos encima nuestra toda la vida…o si nos mata…─ dijo Barba completamente asustada mientras parecía no querer acercarse a la mesa.
─ Lo del ritual resulto…es cierto que no de la forma que habíamos pensado pero fue la primera vez que salio algo bien…y estoy convencida de que esto también saldrá…─ dijo Olga mientras miraba al tablero sin poder apartar la mirada de el parecía que la tuviera hipnotizada.
─ No creo que pueda venir esta noche…─ dijo Daysi con miedo en su voz, pareciera que estuviera aterrada por aquello.
─ Os necesito a todas…escuchadme si no sale bien…lo dejamos todo lo prometo de verdad…Por favor tenemos que hacerlo es la primera vez que pasa algo así…hacedme ese favor…nunca os he pedido nada…─ dijo Olga casi suplicándolo, en ese momento un relámpago se vio en toda la sala haciendo que las sombras incluso parecieran bailar a su son detrás de este un trueno que ensordeció el lugar incluso el clima pareciera decir que no lo hiciera..
─ Muy bien pero te advierto la ultima…no quiero mas de esto…─ dijo Bárbara mientras se levantaba y se pegaba a las estanterías de los libros para salir de allí.
Las demás hicieron lo mismo mientras Olga empezó a limpiar el tablero preparando la sesión que teníamos que hacer, lo único que hice fue bajar la cabeza y salir de allí, esperando que encontrara la razón para no hacerlo.
Las ultimas en salir fuimos yo y Esmeralda pensativas y viendo como Olga se afanaba en hacer aquello para que nada fallara.
─ Es pero que no lo haga…aunque lo dudo la verdad…─ dije mientras veía a Esmeralda pensativa en todo aquello.
─ Si al menos tuviera mi libro podría hacer algo y que no funcionase…─ dijo Esmeralda pensativa, pensé que aquella seria nuestra ultima oportunidad de detener aquella locura.
─ Vamos a ver a la directora a ver si te lo devuelve…es lo único que podemos hacer…─ dije pensando que al menos podría devolvérnoslo ya que era de Esmeralda.
─ Esperemos que nos lo devuelva…─ dijo Esmeralda suspirando, después de eso nos encaminamos hacia el segundo piso para hablar con la directora.
Mientras caminábamos hacia el piso de arriba nos quedamos mirando el patio que estaba hecho un desastre y como las chicas iban de un lado hacia otro con los uniformes de sus clubes, por lo visto era la regla de allí, pasamos por varios pasillos cuando llegamos a unas escaleras muy bien cuidadas que daban al segundo piso pude ver que estaban muy bellamente decoradas y parecía cuidadas, subimos al segundo piso y vimos que nada mas llegar vimos una gran puerta doble de madera y a ambos lados pasillos, con chicas yendo de un lugar para otro, nos acercamos a la puerta y tocamos varias veces.
─ Adelante…─ dijo una voz femenina algo mayor.
Enseguida abrimos las puertas y vimos que aquel sitio era bastante grande en cada pared había estanterías llenas de libros, al fondo un escritorio bellamente decorado y en los huecos de las paredes fotografías de varias mujeres, delante y detrás de la mesa había varias sillas y detrás del escritorio una gran ventana que parecía dominar el sitio, encima de este estaba el libro de Esmeralda, la mujer que estaba allí llevaba un habito de color blanco y negro y por la voz no diría que fuese muy joven aunque estaba mirando por la ventana de espaldas a nosotras.
─ Perdón…¿Se puede…?...─ dije educadamente, enseguida aquella mujer se dio la vuelta podía verse que ya era bastante mayor y que tenia arrugas por su rostro aunque daba la sensación de ser comprensiva, sus ojos eran de un color azul apagado y su rostro daba señales del paso del tiempo por el, amablemente nos ofreció asiento y se sentó ella.
─ Disculpe queríamos hablarle sobre el libro de Esmeralda que le confiscaron…─ dije esperando que entendiera que era suyo.
─ Lo siento pero no puedo devolvéroslo…─ dijo la madre superiora mientras nos sonreía amablemente, aunque no entendía el porque, eso solamente significaba que supiera que es lo que era de verdad.
─ Pero es mío…lo necesito…─ dijo Esmeralda casi suplicándoselo mientras ponía las manos encima de la mesa.
─ Lo siento pero tengo que investigarlo a conciencia cuando…vea que no tiene nada peligroso…te lo devolveré…─ dijo la superiora mientras se volvía a levantar mirando por la ventana.
─ No creerá que es algo peligroso…además estoy segura que la magia no existe…además si fuera así no creo que hubieran permitido el club de Ciencias Ocultas…─ dije intentando hacer que ese libro no tenia nada y dando una razón de peso por lo del club, aunque estaba seguro que la superiora sabia algo de todo aquello.
─ Hija mía ese club esta siendo investigado continuamente…no podemos permitir que tan siquiera haya algo que demuestre que es oscuro para este internado…por eso cada libro nuevo que entra en ese club es investigado…lo siento hija mía…pero no te preocupes estoy convencida de que lo recuperaras muy pronto…─ dijo la superiora mientras se giraba para volver a mirar sonriendo a Esmeralda aunque esta pareció como si un escalofrió recorriese su espalda, incluso su rostro se torno en miedo, mientras me agarraba la mano y la apretaba.
─ Muchas gracias por todo…tenemos que irnos…─ dije pensando que seria mejor no seguir hablando de aquello y tampoco hacerle mas preguntas sobre la capilla que estaba cerrada.
─ Pero…─ dijo Esmeralda con miedo y tristeza mientras no dejaba de mirar el libro.
─ Vámonos…es lo mejor que podemos hacer…ahora mismo no podemos recuperarlo de ninguna forma…─ dije mientras casi tiraba de ella para salir de allí, podía ver en su cara que era como si la alejara de su vida.
En cuanto salimos de allí casi al instante entro la profesora de gimnasia rápidamente casi atropellándonos, quería quedarme a escuchar por la puerta pero con toda la gente pasando por aquel lugar resultaría bastante extraño.
─ No podemos hacer nada…y si se lo quitamos ahora mismo seria un error…Lo siento tendrás que esperar…─ dije mientras bajaba las escaleras pensativa intentando con dar la forma, aunque estaba convencida que la superiora sabia algo o estaba en todo aquello.
─ Mira vuelve al club e intenta convencer a Olga que no haga lo de la sesión…yo iré a estudiar un poco…puesto que esta noche será movida…si lo consigues ven a mi habitación y me lo dices…─ dije pensando en lo mas lógico que podíamos hacer ahora mismo, aunque seria un milagro poder convencer a Olga de algo.
Esmeralda solamente me asintió y salio corriendo hacia abajo y yo seguí pensativa bajando la escalera en dirección hacia mi habitación solo esperaba que todo aquello se solucionara, pase por aquellos pasillos que poco a poco empezaban a quedarse desiertos, siendo ya la tarde, seguramente por que se pondrían a estudiar para los exámenes, cuando al fin llegue entre y vi que Valeria estaba encima de la cama con un libro abierto estudiando.
─ Vaya…¿Qué tal ha ido…?...Tenéis esta noche sesión de espiritismo…─ dijo casi irónicamente Valeria mientras parecía esconder su sonrisa tras el libro que estaba estudiando.
─ Si claro tu ríete…te crees que eso es gracioso…según he leído puede provocar mucho daño…y Olga no se va a detener…no quisiera que esto empeorara…Aparte la superiora no ha querido devolvernos el libro de Esmeralda…─ dije mientras me ponía en la ventana viendo como llovía sin cesar, por un instante me quede mirando hacia donde se encontraba la torre a pesar de todo el bosque y de la poca visibilidad, es como si la sintiera, como si supiera que algo estuviera apunto de pasar, por un instante los focos empezaron a parpadear con fuerza mientras un relámpago hacia abrir el cielo con su destello y seguidamente un trueno rompió el silencio del lugar.
─ Tenemos la tormenta encima…De verdad no se lo que le pasa a esa niña con ese libro…es como si fuera mágico de verdad…no quiere soltarlo…─ dijo Valeria mientras volvía de nuevo a sus estudios dejando de lado el tema de la Ouija.
─ Lo único que se que es un recuerdo familiar por lo tanto es muy valioso para ella…pero de momento la superiora no quiere…─ dije mientras volvía a mi cama y cogía uno de los libros para ponerme a repasar algo puesto que teníamos examen.
El tiempo paso rápidamente casi ni me entere cuando, salí de la cama y vi que Valeria se había quedado dormida con el libro casi pegado a su rostro, volví a mirar por la ventana y vi que era noche cerrada, aunque la lluvia casi había cesado se podía ver al fondo los relámpagos, sabia que la tormenta se había alejado al menos tendríamos una noche tranquila, mire el reloj y casi eran las once, así que pensé en salir para ir al club, imagine que lo mismo habría guardias por los pasillos y debería de tener mucho cuidado.
Era mejor no despertar a Valeria, así que salí intentando hacer el menos ruido, cuando estuve en los pasillos aquello fue como un impacto me quede como paralizada parecía que la oscuridad lo invadía todo, mire por un momento hacia los cuartos de baño y fue cuando note un escalofrío que recorriera mi columna, por un instante note una ráfaga helada de frío que me envolviera, sabia de sobra que aquella cosa estaba a mi lado o eso creía, avance todo lo deprisa que podía mirando por todas partes por si hubiera algún vigilante de pasillo, pero no veía a nadie, todo el recorrido era cada vez mas siniestro incluso las armaduras y demás objetos parecían que se movieran, cada pequeño ruido me hacia girar la cabeza me parecía que alguien me estaba siguiendo, tenia esa sensación incluso notaba como la oscuridad me perseguía, el miedo que tenia se incrementaba por momentos me sentí aliviada cuando salí al exterior y vi el campo de entrenamiento que estaba iluminado, fue como un respiro, observe que la puerta del club estaba entre abierta, así que entre el ambiente de allí era mas tétrico que de costumbre solo estaba iluminado por unas cuantas velas que estaban por el suelo, allí se encontraban Ángela, Esmeralda, Bárbara, Daysi con cara de miedo y el uniforme del club puesto y Olga presidiendo la mesa con aquel tablero en la mesa, al parecer faltaba Isabel, no pude mas que coger el uniforme y colocármelo seguidamente me senté.
─ ¿Y Isabel donde esta…?...Tenemos que esperarla…─ dije pensando que al menos nos retrasaríamos un poco, pero sabiendo que le tenia miedo a eso era mas que probable que no viniera.
Pero al parecer la puerta volvió a abrirse y vimos entrar a Isabel que sin mencionar palabra se sentó a mi lado y por debajo de la mesa cogió mi mano, aquello lo mas seguro la estuviera aterrando.
─ Muy bien ya estamos todas…Empecemos…poned las manos sobre el objeto…¿Hay algún espíritu aquí…?...─ pregunto Olga con los ojos cerrados concentrándose en aquello, aunque yo no estaba muy segura que aquello fuera a resultar.
Después de que hubiera preguntado no se escucho nada en absoluto incluso aquel silencio me ponía los pelos de punta; las chicas empezaron a mirar hacia todas partes con caras de miedo incluso podía notar como sus manos temblaban, mire a Esmeralda y esta tenia cara de preocupación, sabia perfectamente que algo ocurriría y eso era lo que mas temía.
─ No hay nadie será mejor que lo dejemos…─ dijo Daysi con tono de miedo intentando terminar aquello.
─ Tranquila esto suele pasar…voy a preguntar por segunda vez…si no pasa nada lo dejamos…os lo prometo…─ dijo Olga casi suplicándolo por que siguiéramos con aquello.
─ Ejem…¿Hay algún espíritu con nosotras…?...─ pregunto Olga nuevamente con los ojos cerrados en ese momento escuchamos como un golpe miramos hacia una de las estanterías y vimos que un libro se había caído al suelo, inmediatamente creo que a todas como un impulso se nos puso la piel de gallina, y seguidamente el objeto fue directamente hacia el "Si".
─ Olga lo has movido tu…Lo se para que no nos vayamos…─ dijo Bárbara con lagrimas en los ojos estaba completamente aterrorizada.
─ Yo no he sido…es mejor que continuemos…─ dijo Olga intentando seguir con la comunicación.
Enseguida debajo de la mesa note como la mano de Isabel se cerraba con fuerza sobre la mía incluso me hacia daño.
─ ¿Quien eres espíritu…?...─ pregunto Olga con algo de miedo en su voz aunque intentaba no aparentarlo inmediatamente aquel trasto se movió como alocada mente, aunque no respondió a la pregunta en cuestión empezó a moverse entre las letras del tablero a gran velocidad dando la frase "Estáis muertas", aquello literalmente nos puso los pelos de punta.
Casi todas salieron corriendo hacia la puerta para salir Olga salto casi literalmente de la mesa retrocediendo asustada mientras que Esmeralda estaba mirando hacia todos lados pendiente de lo que pudiera pasar, a la vez que Isabel me apretaba la mano con fuerza impidiendo que me moviera del sitio.
El cerrojo de la puerta sonó dejándonos encerradas, las chicas intentaron abrir la puerta sin ninguna suerte parece que aquel ser nos quería decir algo mas.
─ Quiero salir de aquí…─ dijo Daysi con lagrimas en los ojos, estaba completamente aterrada, mientras Esmeralda estaba mirando atentamente que es lo que pasaba.
─ Socorro…Que alguien abra la puerta…─ dijo Bárbara mientras golpeaba la puerta con fuerza intentando que cediera pero ni se movió un centímetro.
─ Tu has tenido la culpa de todo esto…Querías comunicarte con el…ahora puedes…─ dijo Ángela con tono acusador, aunque Olga parecía no darse por vencida, los ojos le brillaban con un fulgor especial pareciera que estuviera disfrutando de todo aquello.
─ ¿Espíritu como te podemos ayudar…?...─ pregunto Olga con mido en su voz, aunque no lo pareciera.
Solo hubo silencio incluso la iluminación empezó a titilar levemente, la oscuridad parecía hacerse presente en torno a nosotras lentamente, sentí un escalofrío por todo el cuerpo incluso la mano de Isabel incremento su presión haciéndome algo de daño, esta parecía que la hubieran clavado al asiento de alguna forma, de repente los libros de las estanterías empezaron a caer al suelo uno tras otro; las chicas empezaron a gritar intentando empujar la puerta como podían para que cediera, pero de pronto las luces se apagaron de golpe todas salvo una y todo ceso de inmediato, las chicas se quedaron mirando hacia delante sin saber que hacer, podía casi vislumbrarse entre la penumbra que estaban aterrorizadas mientras que Olga intentaba hacerse la valiente en todo aquello, de pronto apareció como un rostro blanquecino entre la oscuridad parecía ser el de la chica que habían matado se pronto abrió su boca de forma imposible y su rostro se deformo, emitiendo un grito que hizo que nos tapáramos los oídos, era muy desagradable como si alguien arañara la pizarra, en ese momento sin previo aviso las campanas del internado sonaron estrepitosamente, el rostro de aquella chica desapareció entre la oscuridad y el cerrojo volvió a sonar nuevamente dando la libertad que querían pero al mismo tiempo, Esmeralda empezó a gritar cayendo al suelo, aquel sonido parecía que le estuviera haciendo daño.
─ Esmeralda reacciona…─ dijo Olga mientras las demás chicas habían salido de allí a toda prisa, parecía que aquellas campanadas le estaba haciendo daño podía verse en su rostro que era como una tortura.
Sin embargo cuando al fin pude librarme del apretón de Isabel intente hacer que reaccionara dándole algunos ligeros golpes en la cara, después de un momento esta pareció que había recuperado la consciencia y viendo que casi no había nadie allí y como estaba Esmeralda se me quedo mirando por un momento y volvió a mirar a Olga con cara de pocos amigos se levanto dispuesta a darle un golpe, pero sencillamente le puse la mano en el hombro y negué con la cabeza viendo como estaba Esmeralda.
─ ¿Se puede saber que es lo que pasa…?...─ pregunte intentando hacer que Esmeralda se calmara pero no sabia que le pasaba y si la moviéramos seria peor.
─ Haced que pare…por favor…─ dijo Esmeralda mientras seguía gritando aquello parecía que la estuvieran matando.
─ No lo se es la primera vez que el internado se queda sin luz nunca había sonado la campana antes será mejor que la llevemos a su habitación…lo mas seguro empiecen a hacer rondas por las habitaciones…para ver si estamos…─ dijo Olga pensando que eso seria lo mas probable.
─ Yo llevare a Esmeralda a la suya…pero tu y yo tenemos que hablar luego…─ dijo Isabel mientras recogía a la pobre de Esmeralda que aun seguía gritando por el dolor, las campanadas parecían que incrementasen su sonido por momentos, y viendo aquello cada una salio hacia su habitación.
En el internado reinaba la oscuridad por completo, aquel sitio era mas tétrico aun si pudiera ser incluso me parecía escuchar como lamentos por todo el lugar como si algo se estuviera apoderando de el, en algún sentido, cada vez que miraba hacia atrás en mi carrera sentía como si algo me persiguiera, pero cuando pase por la capilla lo que mas me extraño es que no tuviera le candado, a través de la puerta se escuchaban unos rezos parecían que las monjas se habían reunido y estuvieran rezando pero no podía perder el tiempo tenia que llegar a mi habitación, mientras corría podía escuchar como las chicas se habían despertado en sus habitaciones y estaban discutiendo cuando al fin llegue a mi habitación escuche una voz muy clara proveniente de las duchas "Sálvame…", alguien estaba pidiendo ayuda pero sabia que no habría nadie a estas horas así que ni siquiera me lo pensé abrí la puerta de mi cuarto y entre en el, vi que Valeria estaba mirando pro la ventana.
─ ¿Se puede saber donde te metes…?...─ pregunto Valeria casi gritando por el sonido de las campanas, aunque a pesar de todo ese ruido a mis oídos llego algo parecido a un aleteo pero esta vez parecía que hubiera varios de ellos.
─ ¿Escuchas eso…?...─ dije mientras salía a la ventana casi empujándola del lugar empecé a mirar por todas partes por fuera intentando averiguar que es lo que era, pero no veía nada, al momento las luces del sitio se encendieron y pude ver algunas sombras humanoides que parecían desaparecer de pronto.
─ ¿Pero que demonios…?...─ dije mientras seguía mirando por fuera para ver si veía algo.
─ ¿Me vas a contestar…?...¿Donde estabas…?...─ volvió a preguntar Valeria con insistencia viéndome que no le hacia caso alguno.
─ Estaba en la sesión de espiritismo de Olga…─ dije volviendo a la habitación y poniéndome el pijama de pronto Valeria se dio la vuelta, y en ese momento tocaron a la puerta.
─ Voy a pasar…─ dijo una voz mientras abría la puerta de un salto me metí en la cama y seguí desnudándome todo lo deprisa que podía y poniéndome el pijama bajo las mantas.
─ Entretenla un poco…─ dije intentando que me diera algo de tiempo para poder desvestirme.
─ Ya voy un momento…─ dijo Valeria mientras esperaba un poco para que me desnudara pero viendo que si tardaba mucho aquello seria malo, abrió la puerta y se puso delante de ella para que no pasara.
─ ¿Os encontráis bien…?...─ dijo la profesora mientras intentaba entrar para comprobar si estábamos las dos.
─ Si, claro…¿Ha pasado algo…?...─ pregunto Valeria con un poco de miedo en su voz solo esperaba que la profesora no se diera cuenta de l oque estaba pasado, en cuanto me hube puesto la parte de abajo, entro la profesora y miro en la parte baja de la litera viéndome como me levantaba, por unos instantes se me quedo mirando extrañada.
─ Se ha ido la luz por un momento…y estaban sonando las campanas…solo eso pero ha vuelto…estábamos haciendo la ronda para comprobar que estabais todas…─ respondió la profesora mientras seguía revisando la habitación.
─ Vaya..es la primera vez que se va…nunca antes lo había hecho…¿no…?...─ dijo Valeria casi tartamudeando al parecer no se le daban muy bien las mentiras.
─ No, es cierto…pero viendo que estáis bien seguiré mi ronda…Que tengáis buenas noches…─ dijo la profesora mientras salía por la puerta y Valeria daba un suspiro aliviada por aquello.
─ Joder…¿Se puede saber que os ha pasado...?...Casi nos pilla…─ dijo Valeria mientras se sentaba a mi lado esperando la respuesta.
─ Al parecer la sesión se nos ha salido de madre…y ha sido un gran error…parece que esa cosa esta mas cabreada que antes…─ dije mientras empecé a pensar por que narices le había pasado eso a Esmeralda.
─ Ósea antes teníamos un fantasma enfadado…ahora lo tenemos cabreado…y se puede saber que se le ha ocurrido esta vez a Olga…por que a este ritmo es capaz de abrir una puerta al infierno…─ dijo Valeria casi con un sonrisa de ironía pensando que aquello seguía siendo una broma.
─ Valeria si quieres ve a mirar el club de "Ciencias Ocultas", veras como a quedado… los libros salían volando en todas direcciones…y no creo que las demás chicas estén muy alegres…y aun me duele la mano por el apretón de Isabel…parecía que estuviera en shock…─ dije mientras me tocaba la mano pensé incluso que me había roto algún hueso pero por suerte podía moverla aun.
─ Mira será mejor que nos volvamos a dormir…ya mismo será de día…y tenemos un examen…─ dijo Valeria mientras me sonreía al parecer todo aquello que le había dicho no se lo creía y pensé que seria lo mejor puesto que como dicen la ignorancia da la felicidad…
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
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OTRA SALIDA NOCTURNA
Viendo que tenia razón y ya era bastante tarde, era lo mejor que podíamos hacer descansar y con lo poco que había repasado no sabría como me saldría el examen, por un momento me quede pensando en todo lo que había pasado, incluso las luces y los cánticos que había escuchado dentro de la capilla algo estaba pasando en este sitio y tenia que saber que es lo que era.
La noche paso relativamente tranquila de vez en cuando me despertaba y miraba por la ventana desde la cama y podía observar la luz de aquellos focos que entraba, pero enseguida me volvía a quedar dormida, casi cuando ya había cogido por completo el sueño note como alguien me zarandeaba cuando abrí los ojos observe que se trataba de Valeria y escuchaba la sirena de siempre para que nos fuéramos preparando, a mala gana me levante sintiendo el aire frío que entraba por la ventana de la lluvia de ayer sin embargo el cielo parecía despejado por completo.
─ Se me ha hecho la noche cortísima…─ dije aun medio dormida, mientras me restregaba los ojos por el sueño.
─ Prepárate yo iré saliendo…─ dijo Valeria con la toalla y el champú mientras salía de la habitación.
Me quede por unos instantes sentada en la cama como adormilada aun mirando a la ventana viendo como poco a poco amanecía, pensé que era mejor prepararme para salir, cogí las toallas y ropa limpia junto con el champú y lo demás.
Volví a sentarme en la cama, esperando que regresara fueron como unos cinco minutos, después de eso escuche como entraba Valeria con una toalla en el cuerpo y otra liada en la cabeza.
─ Parece que todas están nerviosas…no paran de decir que han escuchado ruidos extraños esta noche en sus habitaciones…─ dijo Valeria mientras se secaba la cabeza, pero viendo que podrían regañarnos, casi ni preste atención y salía afuera esperando nuestro turno, aunque cuando estuve fuera, observe que las chicas estaban algo nerviosas no paraban de murmurar entre ellas, al parecer lo que habíamos hecho seguramente habría cabreado al espíritu de alguna forma.
Volvió a sonar la sirena mientras nos dirigimos hacia las duchas deje mis cosas en la taquilla y me metí en la ducha deje que el agua caliente me despejara de alguna forma podía escuchar el murmullo entre ellas, mientras dejaba caer el agua para despejarme y como el ambiente estaba algo tenso, pero preferí no prestarle atención.
En cuanto termine, me puse la toalla y salí de allí a toda prisa, pude ver que Valeria ya estaba afuera esperando para que me vistiera.
Entre rápidamente y me coloque el uniforme, enseguida, abrí la puerta y le pedí a Valeria que entrase para cepillarme el pelo que como siempre lo tenia hecho un lío.
─ Ves lo que te dije parece que están nerviosas…─ dijo Valeria con algo de miedo su natural optimismo parecía que iba desapareciendo poco a poco.
─ Tengo hambre vienes…─ dije intentando que se olvidara de aquello pero sabia que no podría ser, salimos de allí y los pasillos rápidamente se atestaron de chicas yendo de un sitio para otro mientras otras recogían los uniformes para los clubes, pasamos por los pasillos de siempre y llegamos al comedor como siempre nos pusimos enfila y cogimos algunas cosas y como no tuve que pagar algo de Valeria que esta me sonrió agradeciéndomelo.
Nos fuimos a la mesa de siempre y vimos que el ambiente no era muy agradable, estaban Olga, Esmeralda y Bárbara, al parecer Daysi y Ángela no querían ni verla, y aparte no habían pronunciado ni una palabra.
─ ¿Se puede saber lo que os pasa…?...¿O es privado…?...─ pregunto Valeria mientras empezaba a comer.
─ Lo siento…No sabia que aquello acabaría así…─ dijo Olga con la mirada baja mientras comía algo, entre eso, observe como Isabel entraba como un camión junto con sus amigas en dirección a la mesa, y por la cara que tenia estaba dispuesta a hacerle daño.
En un momento llego a la mesa y fue hacia donde estaba Olga esta enseguida se pego a la pared las amigas le cogieron los brazos y esta se dispuso a darle un puñetazo sabia que si le daba la destrozaría, en seguida me puse en medio de ellas con los brazos en cruz.
─ Anabell apártate de en medio…ya se lo advertí…─ dijo Isabel mientras se hizo el silencio en el sitio.
─ Isabel se que se lo dijiste pero ella no sabia que pasaría eso…crees que alguna lo sabíamos…─ dije intentando calmarla, pero aun sabia que no lo estaba y aquello que le había dicho era poca cosa.
─ Anabell apártate no tengo nada en tu contra pero si tengo que golpearte a ti también lo haré…─ dijo Isabel cerrando los puños y sabia perfectamente que aquello o la mataba o la dejaba inconsciente.
─ Estoy segura que se solucionara solo dale algo de tiempo…─ dije intentando ganar algo de tiempo para que pudiera arreglarlo pero sabia que solo el libro de Esmeralda podía hacer aquello.
─ Veinticuatro horas ni una mas…si no te prometo que no seguirás en este internado…─ dijo Isabel amenazándola mientras se crujía los nudillos en ese momento las amigas de Isabel la soltaron de golpe, esta se sentó y pudimos ver que detrás de Isabel se encontraba la profesora pendiente a lo que hacíamos.
─ ¿Ocurre algo…?...Señorita Isabel…recuerde que estar aquí pende de un hilo…─ dijo la profesora con un tono amenazante, nada mas escucharla Isabel abrió sus puños y se dio la vuelta largándose de allí.
─ Muy bien…aquí no ha pasado nada sigan desayunando…─ dijo la profesora y poco a poco se volvieron a sentar lo mismo que Olga que parecía totalmente desanimada y cabizbaja.
─ Es mejor que lo arregles si no creo que las demás vuelvan al club…─ dijo Bárbara, mientras se levantaba de la mesa y se largaba.
Olga se sentó de nuevo en la mesa con la cabeza bajada mirando a su comida, incluso pude ver como pareciera que estuviera llorando.
─ Olga…¿Te encuentras bien…?...Tranquila que no es para tanto…seguro que no te hará nada…─ dijo Valeria intentando animarla mientras seguía comiendo, al mismo tiempo Esmeralda le puso la mano en el hombro intentando consolarla.
─ No se que hacer…No tengo idea…─ dijo Olga mientras intentaba aguantarse las ganas de llorar pero aun así podía ver como las lagrimas caían en su comida.
─ Estoy segura que se podrá arreglar…─ dije intentando pensar que la única forma era el libro de Esmeralda tendríamos que volver a la oficina de la directora para cogerlo.
─ Gracias…Tengo que irme…nos vemos después…─ dijo Olga mientras recogía la bandeja y la ponía en su sitio mientras salía varias se quedaron mirándola extrañadas.
─ Bueno…no tardara en tocar la sirena será mejor que nos vayamos para clase…Después nos vemos en el club Esmeralda…─ dije intentando olvidarnos de momento de aquello y centrarnos en el examen, por un instante nos quedamos mirándonos Esmeralda y yo sabiendo que tendríamos que volver de noche para recuperar aquello.
Esmeralda sencillamente asentó con la cabeza y nos levantamos para poner las bandejas en las papelera seguidamente salimos de allí para ir a clase aunque no había estudiado casi nada no las tenia todas conmigo para poder aprobar.
Atravesamos los pasillos y casi cuando ya estábamos en las puertas de la clase sonó la sirena al menos llegamos a tiempo, observe como las demás corrían de un sitio para otro para sus clases o recogiendo apuntes pude observar algunos profesores pasear por los pasillos yendo a sus sitios.
Cuando entramos pude notar el ambiente de crispación que había incluso Isabel estaba en su sitio con cara de pocos amigos, en ese momento pensé que no seria buena idea hablarle, aunque podía notar que aparte del enfado también estaba asustada.
─ Es mejor que no le digas nada…Esperemos a que se calme…─ dijo Valeria intentando que se le pasara un poco el enfado.
En cuanto nos sentamos entro una monja parecía bastante joven, su figura aunque la ocultaba el habito hacia resaltar levemente alguno de sus encantos por decirlo de alguna manera, su rostro era muy juvenil y podía entre verse un mechón de pelo que le caía por la frente de color rubio, sus ojos eran de un marrón apagado muy suave; y enseguida se puso a pasar lista seguidamente sin pronunciar palabra fue pasándonos el examen
─ Señoritas tenéis cuarenta y cinco minutos…después de eso daremos clase…Pueden darle la vuelta a los exámenes…─ dijo la monja mientras se sentaba en el sillón.
En cuanto le di la vuelta aquella cantidad de números me mareo por un momento no sabia prácticamente por donde meterle mano a aquel examen,. me parecía que estuviera escrito en chino o algo extraño, Valeria sin embargo no tenia problemas al contrario que Isabel que estaba un poco confundida, lo único que pude hacer es respirar profundamente y empezar a poner en practica lo que había aprendido con Clarisa aquel fin de semana.
de vez en cuando miraba por la ventana podía ver como lentamente empezaba amaneciendo, en eso la monja se levanto y empezó a pasearse entre las alumnas mientras seguíamos con el examen, una vez que lo hube terminado comencé a repasarlo, o lo que podía para comprobar que estaba bien, viendo que ya no podía hacer mas, se lo entregue y salí afuera para respirar algo.
En cuanto estuve en el pasillo pude ver que también habían acabado Esmeralda y Clarisa, ambas me saludaron con la mano, al poco rato aparecieron Valeria e Isabel que salio directamente hacia el cuarto de baño, casi atropellando a quien estuviera delante de ella.
─ Hoy no va a estar de buen humor…─ dijo Valeria viendo como se alejaba malhumorada.
Poco a poco fueron saliendo las chicas comentando las respuestas por lo que escuchaba al menos tendría un aprobado por los pelos, y podía estar tranquila pero estaba segura que el examen de mañana no las tenia todas conmigo era de historia y eso lo odiaba.
Una vez hubo pasado el tiempo la monja salio para que volviéramos a entrar en clase, Isabel lo arrasaba todo a su paso empujando incluso para entrar, parecía que aquel día no seria muy bueno para quien se pusiera en su camino.
─ Muy bien con el tiempo que nos queda daremos algo de historia así repasareis para el examen…─ dijo la monja que de inmediato saco el libro de texto del cajón de la mesa y nos pusimos a dar la lección, podía ver que Isabel casi ni le importaba aquello, solo estaba mirando por la ventana.
El resto de la clase paso sin problemas salvo que Isabel salía de vez en cuando con cara de pocos amigos entre clase y clase, cuando al fin sonó la sirena de que habían acabado las clases me sentí aliviada, sin embargo como un tornado Isabel volvió a salir podía verse que estaba nerviosa completamente.
─ Tengo que ir al club…nos vemos después…─ dijo Valeria y como una exhalación salio de allí al mismo tiempo, pensé en ir a calmar a Isabel era lo mejor no podía estar así todo el rato.
─ Ok nos vemos después…─ dije mientras me despedía de Valeria, enseguida me levante y me dirigí hacia los servicios pensando que estaría allí, a mi paso las alumnas pasaban de un sitio a otro algunas con uniformes de sus clubes otras yendo a hacer gimnasia, podía notar el mismo olor que sentí en casa pero muchísimo mas diluido por toda aquella ventilación, aunque el estomago me rugía un poco no tenia mucha hambre, cuando llegue al cuarto de baño, nada mas abrir la puerta fue como si me golpeara toda la humareda que allí había, aquel sitio estaba lleno de humo de tabaco.
Enseguida las amigas de Isabel se pusieron delante de ella, como si la protegieran tenían casi las mismas pinturas de guerra, a la vez que llevaban unos cigarrillos en sus bocas.
─ ¿Qué haces aquí…?...Fuera…─ dijo una de ellas con tono de mal humor pero enseguida Isabel se puso delante de su amiga.
─ Dejadla…¿Anabel que es lo que quieres…?...Si has venido para que le perdone lo que ha hecho…lo siento pero no puedo hacerlo…─ pregunto Isabel mientras se quedaba mirando al espejo y seguía fumando.
─ No solo he venido para que te calmes un poco…si no te va a dar algo…o vas a terminar haciendo que te expulsen…Cálmate un poco…─ dije intentando relajarla por que si seguía así a la mínima podía terminar golpeando a alguien.
─ No puedo…¿Sabes por que le tengo miedo a eso…?...Mira en mi vida he tenido que pelear muchísimo…de pequeña me insultaban incluso mis hermanas me tenían miedo…mi padre casi ni me hablaba…pero cuando al fin pude hacer una amiga, una noche propuso jugar a la Ouija…no se como me convenció y bien cuando lo estábamos haciendo no se lo que paso pero algo salio mal…fue como si perdiera el conocimiento no recuerdo nada solo que al recobrarlo vi que mi amiga estaba a mis pies muerta y con mis manos ensangrentadas…no pude mas que echarme a llorar…mis padres me tuvieron mas miedo aun…me llevaron a un reformatorio…y pase allí una buena temporada…aparte de eso pensé que si pudiera haber visto lo que paso pudiera haberla salvado por eso le tengo miedo a lo que no puedo ver…y al hacer aquello me vino a la mente lo que pase con mi amiga…─ dijo Isabel mientras seguía mirándose al espejo, las amigas intentaron calmarla un poco, no pude mas que ponerme a su espalda y abrazarla con fuerza, mire de reojo al espejo y vi como aquello pareció como si la sorprendiera.
─ Cálmate…Eso ya paso y estoy convencida de que todo saldrá bien…─ dije abrazándola todo lo fuerte que podía, aquello pude ver en el espejo como a pesar del maquillaje fue como si los colores se le subieran a las mejillas de golpe, pensé en una forma de relajarla aun mas si pudiera.
─ Gracias…Anabell…─ dijo entrecortadamente Isabel, aquella voz me pareció de lo mas dulce que había escuchado.
Pero a pesar de todo quería que se calmase y que no estuviera de mal humor, mis manos fueron descendiendo poco a poco por sus fuertes caderas, hasta que se encontraron en su entrepierna, pude notar como aquella cosa empezaba crecer poco a poco, las amigas se quedaron como asustadas sin saber que hacer.
Pero viendo la cara de Isabel eso me lo decía todo, ni saquera se resistió, empecé a rozarlo suavemente notando como su falda se levantaba poco a poco.
Aquella carita enrojecida me lo decía todo, las amigas de mientras estaban como de piedra sorprendidas, en cuanto pude agarre su sexo a través de la falda y empecé a moverlo suavemente con ambas manos podía notar su dureza incluso el calor como atravesaba la tela, era increíble, moví las manos lentamente intentando que sintiera aquello y se olvidara de todo, en un momento Isabel subió su falda y pude notar como la ropa interior apresaba toda aquella fuerza descomunal que estaba entre sus piernas, con un leve movimiento la baje fue como si desatara a la bestia, note sus venas palpitaban con fuerza entre mis manos el calor que desprendía se me pego mientras agarraba con fuerza su sexo, pero lo que no me esperaba de aquello, era como su amiga poco a poco se iba excitando en ese momento se puso en cuclillas y levantando su falda empezó a masturbarse lentamente, sin prisa con una de sus manos masajeaba su pecho y la otra estaba en su sexo masturbándose podía ver su cara enrojecida y como sus gemidos se aceleraban mientras la otra decidió cercarse a mi y empezar a masajearme los pechos con delicadeza en un instante subió el jersey y el sujetador dejándolos libres, sentí de golpe una ráfaga de aire frío que hizo que los pezones se pusieran mas duros si aun fuera posible.
Isabel no paraba de gemir con fuerza, mientras seguía moviendo mis manos podía escuchar como intentaba apagarlos mordiéndose los labios para no hacer mucho ruido, empecé a acelerar el movimiento de mis manos a la par notaba como la chica mordía suavemente mis pezones eso hacia que me excitara aun mas, aquello era una delicia notaba como Isabel necesitaba eso con urgencia, acelere el movimiento de las manos mas rápido aun, aunque por mi parte podía notar como tenia la ropa interior empapada y como mis flujos resbalaban por mis piernas poco a poco, aquello era insoportable, en un instante viendo que los gemidos de Isabel se aceleraron y notando que sus venas se contarían sabia perfectamente que estaba en su limite, así que decidí parar por completo, su amiga sorprendida no sabia que hacer en eso Isabel se dio la vuelta mirándome fijamente a los ojos, aquello era lujuria en estado puro, por un instante me quite la falda y me baje la ropa interior ya que estaba mojada por completo, y me acerque a ella, notaba como su sexo palpitaba contra mi cuerpo, con aquel calor abrasador solamente le di un pequeño beso en los labios, su rostro estaba completamente sonrojado, aunque su amiga no paraba de gemir ya estaba completamente enfrascada en su placer, con un movimiento me dio la vuelta y agarrándome con fuerza por los muslos me los elevo, su amiga por su parte se puso de cuclillas al momento, e introdujo aquel sexo en su boca y empezó a lamerlo con fuerza, succionándolo todo lo que podía para lubricarlo con fuerza, podía ver como la saliva resbalaba por el, aunque mi sexo no paraba de mojarse continuamente incluso estaba empezando a gotear en el suelo, una de sus manos se dirigió a mi entrepierna e introdujo dos dedos con total facilidad aquello fue una delicia empecé a gemir con fuerza, lo mismo que Isabel, ambos se mezclaron con los de su amiga que nos miraba con lujuria, el movimiento de su mano se acelero haciendo gemir aun mas si pudiera ser, cuando ya estaba completamente lubricado, la amiga cogió el sexo de Isabel y lo coloco en la entrada de mi trasero aquello me sorprendió bastante puesto que aun lo tenia muy dolorido de la ultima vez y eso que era el de Valeria no aquel monstruo de carne.
Podía notar los pezones de Isabel en mi espalda como casi me la arañaban y su aliento calido en mi nuca, lo mismo que su respiración entrecortada, casi no podía moverme su fuerza era descomunal, cuando ya lo hubo apuntado de un movimiento seco Isabel me hizo descender, sobre aquella lanza de carne empalándome completamente no pude mas abrir los ojos con fuerza y emitir un pequeño gemido aquella cosa se había incrustado en lo mas profundo de mi trasero es que no podía ni siquiera moverme, notaba como tenia un bulto en el estomago, aquello era increíble, la tenia por entero en mi interior, un gemido de Isabel fue como la salida a aquello inmediatamente su amiga se acerco a la otra para seguir con sus juegos, en un momento Isabel empezó a moverse, elevándome y haciéndome descender por la fuerza de mi propio peso, aquello era una tortura y a la vez una delicia casi no podía soportarlo, veía como aquel sexo se movía en mi interior el pulsar de sus venas como su calor se mezclaba con el mió; mientras mi sexo aun estaba chorreando con mas fuerza, su movimiento era implacable como si de una taladradora se tratase incluso parecía que se incrustaba aun mas con cada movimiento con un movimiento elevo aun mas mis piernas y me puso sus manos detrás de la cabeza haciéndome ver como me estaba penetrando, era como un pequeño paquete en sus manos que no paraba de subir y bajar, aquel placer me estaba desbordando nuestros gemidos se mezclaban con las de aquellas chicas que estaban besándose y masturbándose la una a la otra por un instante pude observar que una se puso encima de la otra haciendo un sesenta y nueve perfecto disfrutando de sus sexos, mientras que yo no paraba de subir al cielo y bajar al infierno, mi mente se perdía en el placer los movimientos se fueron acelerando increíblemente sabia que estaba casi a punto de reventar pero, lo mismo que yo, en un momento me soltó de aquella presa, nuestros gemidos se mezclaban inundando el cuarto de baño intentábamos apagarlos pero era imposible, y en un instante el sexo de Isabel con uno de sus empujones, se clavo en mi interior de golpe y note como sus venas se pusieron mas grandes incluso su sexo se ensancho, y al fin una carga caliente y espesa salto a mi interior, abrasándome por dentro e inundadote como si de una presa se rompiera, no pude mas que emitir un grito de placer al mismo tiempo que Isabel y las otras chicas, aquello era una delicia mi interior comenzaba a inundarse con aquel semen que no paraba de fluir dentro de mi incluso parte de el cuando no podía mas mi cuerpo empezó a saltar por fuera a grandes latigazos cayendo al suelo mezclándose con mis flujos, al instante Isabel cayo al suelo de rodillas con una cara de felicidad increíble, incluso tenia los ojos cerrados las chicas estaban en el suelo con caras de placer en su rostro al menos había conseguido que se calmara por un buen rato, aquello fue una bestialidad, era ir al cielo y caer al infierno tenia le trasero completamente dolorido y algo abultado el estomago por la cantidad que tenia dentro.
Intente como pude levantarme sacar aquella cosa de mi interior pero cuando lo hice note un latigazo de placer y dolor al mismo tiempo que recorrió la columna vertebral, por un momento pensé que había tenido otro orgasmo, como pude y temblándome las piernas me dirigí a unos de los servicios apoyándome en las puertas y me senté en el water, aquello había sido una salvajada pero estaba completamente satisfecha lo mismo que Isabel que parecía de lo mas tranquila al igual que sus amigas.
Por un instante cerré los ojos, y descanse intentando relajarme y recuperar algo de las fuerzas, fueron como unos cinco minutos al menos nadie había entrado por ese tiempo, cuando ya estuvimos algo mas recuperadas de aquello, recogí la falda y mi ropa interior que pensé que no podría ponerme estaba completamente chorreando y tendría que cambiármela, así que por el momento decidí en no ponerme nada, por suerte mi estomago había descendido lo suficiente, Isabel empezó a arreglarse un poco lo mismo que sus amigas, por un instante se acerco a mi y me dio un beso en los labios, con una sonrisa en ellos.
─ Espero que estés mas relajada…─ dije intentando saber como se encontraba pero por su rostro sabia que estaba mucho mejor.
─ Muchas gracias…─ dijo Isabel con una sonrisa en su rostro, aquello al parecer le había encantado lo mismo que a mi.
─ Nos vemos después…─ dije mientras salía de allí en dirección al club para ver como se encontraba Olga.
En cuanto lo hice sentí una ráfaga de aire helado por debajo de la falda, solo esperaba que no se levantara por el viento.
Avance por los pasillos aun algo mareada después de eso y dolorida tenia, el trasero que sabia casi segura que no me podría sentar durante algún tiempo.
Las chicas parecían que andaban de un lugar a otro con los uniformes de sus clubes pero por mas que miraba no encontraba a Valeria ni a Clarisa, lo mas seguro que estuvieran estudiando para los exámenes en sus habitaciones, yo seguí caminando hasta salir afuera vi que no había nadie entrenando, el campo no estaba para hacer ningún deporte mas bien parecía una piscina de lo embarrado que estaba, sin embargo en mi caminar me fije también que la capilla permanecía cerrada y aquello ya me tenia mosqueada tenia que entrar como fuera para saber que es lo que había allí dentro.
Cuando llegue al club llame a la puerta varias veces, e inmediatamente me abrió Esmeralda con el atuendo del club, pude ver que había el mismo ambiente pero Olga estaba con los brazos cruzados y la cabeza metida entre ellos encima de la mesa.
Inmediatamente me puse el uniforme y me quede mirándola pude escuchar que estaba sollozando, aquello le había afectado, aparte no había nadie mas en el club y no era p ara menos las chicas debían de estar muy asustadas, aunque a pesar de todo el club estaba muy ordenado después de aquello.
─ ¿Cómo te encuentras…?...─ pregunte mientras me sentaba al lado suya, Esmeralda por su parte estaba mirando algunos libros para entretenerse.
─ Como quieres que este…las chicas me han amenazado con quitarse del club…Isabel con matarme…y no se que hacer con esa cosa…para que nos deje…soy un desastre…─ dijo Olga entre sollozos, casi no podía hablar, aunque tenia razón en todo ello.
─ A ver Olga…no eres un desastre quizás un poco entusiasta eso es todo y que no tomas precauciones…además lo mismo esa cosa se va por su cuenta…no te preocupes estoy segura que todo saldrá bien…así que cálmate un poco…─ dije intentando calmarla y pensando que no nos quedaba otra nada mas que subir al despacho de la madre superiora y coger el libro.
─ No creo que esa cosa se vaya…tengo que pensar en alo pero no puedo…tengo la mente en blanco…─ dijo Olga sin separar la cabeza de sus brazos, entre sollozos.
Viendo que aquello era batalla perdida me levante y con un movimiento de cabeza le hice señas a Esmeralda que saliera para hablar con ella.
─ Escucha tenemos que entrar en la oficina de la madre superiora esta noche para recuperar el libro…no tenemos otra opción…espero que haya algo en ese libro para expulsar a esta cosa…─ dije pensando ya que era el único que era mágico, y encima su propietaria era un demonio.
Inmediatamente me fui hacia mi habitación, para intentar estudiar un poco, pensando que el siguiente examen si que no tenia nada preparado puesto que con Clarisa solo estudiamos matemáticas que parecía lo mas importante.
Avance por los pasillos mirando hacia todas partes, mi mente parecía que estuviera buscando algo, pero solo veía a las chicas susurrando entre ellas y algo preocupadas es cierto que se notaba el ambiente un poco extraño, incluso el comedor estaba vacío, puesto que a estas horas siempre había algunas chicas en el.
Cuando llegue a la habitación observe como Valeria llegaba jadeando, parecía que se había dado una carrera para llegar hasta la habitación.
─ Descansa…Si que te has dado prisa…¿Vas a apagar algún fuego o algo…?...─ pregunte bromeando por que parecía completamente cansada y jadeando.
─ Tengo que seguir mi horario…y temía que llegase tarde…─ dijo Valeria entrecortadamente, parecía que venia de la otra punta del internado.
En cuanto abrí la puerta para nuestra sorpresa observamos, que todo estaba tirado por los suelos lo único que quedaba en pie eran las literas y el escritorio, todo lo demás estaba desperdigado, no había un sitio que no hubieran revuelto.
─ ¿Pero que demonios…?...─ pregunte extrañada mientras entraba en la habitación detrás mía con cara de sorpresa entro Valeria su cara parecía de miedo en vez de preocupación.
Empecé a mirar por todas partes, pero por donde miraba estaba algo tirado en el suelo, en cuanto entro Valeria cerré la puerta de tras de nosotras, pero cuando me fije en la pared vi que había algo escrito "Corred" con el pintalabios.
─ Dios…Esto ha ido demasiado lejos…Tenemos que avisar a las monjas…─ dijo Valeria con el miedo en el cuerpo, por unos momentos nos quedamos mirando esa palabra y mirándonos entre nosotras no sabíamos que hacer.
─ Estas loca…¿Piensas que nos creerían…?...Además podríamos terminar como esa chica…─ dije pensando en que si descubrieran esto terminaríamos de sacrificio o algo peor en aquel sitio.
─ Aun piensas que es ese fantasma…Eso es alguien de aquí…─ dijo Valeria mientras empezaba a recoger algunas cosas y organizarlas.
─ Mira te prometo que esto no ha sido nadie de dentro …por favor créeme o al menos dame el beneficio de la duda…Además esta noche tenemos que ir a la oficina de la superiora…tenemos que coger un libro que le han quitado a Esmeralda…─ dije sonriendo revelándole lo que íbamos a hacer.
Valeria se detuvo casi de inmediato y muy lentamente se dio la vuelta y se me quedo mirando con cara de asombro.
─ ¿Pero se te ha ido la chaveta…?...¿Sabes lo que te puede ocurrir si te pillan…?...Es seguro que te expulsen…─ dijo Valeria cambiándole el rostro casi de golpe ya se había olvidado de lo que estábamos hablando.
─ Mira ahora mismo no puedo explicártelo pero es lo único que podemos hacer…─ dije mientras intentaba convencerla de algo que sabia que no lo podría hacer.
─ Mira no quiero saber nada de esto…lo siento Anabel…te quiero mucho pero en eso no voy a participar…─ dijo Valeria negando con la cabeza, y la comprendía perfectamente si pudiera evitarlo también lo haría.
─ No te preocupes te entiendo…es mejor que arreglemos todo esto…─ dije poniéndome a ordenarlo mientras sabia perfectamente que Valeria no diría nada pero mientras colocábamos cada cosa en su sitio no pronuncio ni una palabra.
Una vez que lo tuvimos ordenado Valeria se tiro en la cama de golpe, lo rebusque entre mis cosas para ver si encontraba una ropa interior seca y lo único que encontré fue una especie de culotte de color negro y de encaje, puse las mías en las cosas para lavar para cuando volviera a casa y me quite la falda, en un momento Valeria la verme se tapo los ojos con las mejillas completamente enrojecidas, viendo aquello intente bromear un poco.
─ Venga no tienes por que taparte…ya me has visto desnuda lo mismo que yo a ti…no te preocupes…─ dije mientras me acercaba a ella y le colocaba las manos sobre las suyas para apartárselas, cuando lo hice pude ver un brillo en ellos.
─ Ya sabes cuales son las normas…es mejor que me salga…─ dijo Valeria mientras bajaba de la litera a toda prisa y mirando en cualquier otra dirección.
Cuando llego a la puerta y cogió el pomo para abrirla me abrace a ella por la espalda, le sople suavemente en la oreja incluso llegue a mordérsela escuche un ligero gemido, podía ver como su sexo empezaba a dar pequeños empujones para subir.
─ Lo se pero son las normas…dijo rígidamente Valeria y de golpe abrió la puerta y salio fuera, en ese momento no pude mas que sonreír, una vez que me lo hube colocado le dije para que entrara.
─ Lo siento era solo una broma…no te enfades…─ dije casi mimosamente mientras cogía un libro y subía a la litera para ponerse a estudiar.
─ Pues no tiene gracia…ahora mismo estoy nerviosa…─ dijo Valeria mientras subía a su cama y abría el libro para ponerse a estudiar.
─ Y tanto que debes estarlo…Estas leyendo el libro al revés…ja, ja, ja…─ dije mientras me reía del nerviosismo que tenia.
─ Además… ¿Se puede saber que has hecho para tener que cambiarte de ropa interior…?...─ pregunto Valeria mientras colocaba el libro de historia correctamente, aunque parecía no querer saberlo o importarle poco, estaba atenta a mi respuesta.
─ Bueno se puede decir que Isabel estará mas tranquila…Además aun me duele el trasero…─ dije pensando en aquello y no era para menos, lo sentía dolorido, sabia perfectamente que eso me duraría algunos días.
─ Pero…¿No me digas que lo has hecho aquí…?....─ pregunto Valeria interesada, al parecer aquel enfado se le paso de inmediato incluso el estudiar parecía secundario.
─ Si…en el cuarto baño…pero ya te contare después los detalles…es mejor que estudiemos algo…─ dije mientras me metía en la otra cama con el libro para estudiar algo.
─ Esas loca…te hubieran podido pillar…─ dije Valeria asomando la cabeza por mi cama.
─ Luego te lo cuento…ahora ponte a estudiar…─ dije intentando que se olvidara de aquello pero sabia perfectamente que no lo olvidaría.
El tiempo se paso mientras estudiábamos y bromeábamos un poco, al menos se me quedaron algunas fechas y nombres para cuando me di cuenta observé que era de noche y como siempre los focos estaban alumbrando el sitio, por un momento mire por la ventana el cielo estaba completamente despejado y había una luna llena preciosa, el aire era fresco y no parecía que hubiese nada raro, podía escuchar los grillos y algún búho que otro.
─ Esmeralda me esta esperando…es mejor que me valla…deséame suerte…─ dije mientras me preparaba para salir.
─ No lo hagas…no se por que pero se que algo saldrá mal…es solo un libro…puede comprarse otro…por favor…─ dijo Valeria con cara de preocupación y no era para menos pero no tenia otra oportunidad.
─ No te preocupes…─ dije y casi de inmediato salí de la habitación mire a ambos lados del pasillo, y cuando lo hice en dirección a las duchas un escalofrió recorrió mi espalda aun sentía como si algo estuviera en ese sitio, los pasillos estaban totalmente oscuros solo se podía ver por la luz de los focos que entraban por algunos ventanales, por suerte no se escuchaba nadie en los pasillos.
Avance por ellos hacia el club para encontrarme con Esmeralda, aquello estaba desierto y parecía que el silencio y la oscuridad lo envolvían todo, no podía dejar de sentir miedo, miraba hacia todos lados, mi imaginación empezaba a jugarme malas pasadas, me parecía ver sombras recorriendo el lugar, pase por la capilla y observe que aun tenia el candado al parecer solo la abrían cuando no tenían luz, tenia que ver que es lo que pasaba allí.
Cuando al fin logre salir al exterior observe que en las puertas del club estaba Esmeralda y para mi sorpresa a su lado estaba Isabel esperándonos, cosa que me sorprendió bastante…
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
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3.568 ATC
EL LIBRO DE ESMERALDA
─ ¿Se puede saber que haces aquí…?...Si te pillan podrían expulsarte…Es mejor que vuelvas…─ dije intentando convencerla, puesto que seria un peligro si la pillaran.
─ ¿Pensabas que te dejaría sola…?...Además si me expulsan me da lo mismo…No pienso dejarte entrar sola…─ dijo Isabel mientras me miraba con aire desafiant6e, sabia muy bien que por mucho que le dijera seguiría siendo una cabezona y vendría con nosotras.
Esmeralda sencillamente negó con la cabeza y se encogió de hombros, como aceptando lo que había decidió Isabel además no le quedaba otra.
─ Muy bien tenemos que coger el libro de Esmeralda…espero que no nos pillen…Vamos…─ dije mientras intentaba armarme de valor sin saber lo que nos pasaría si nos encontraran.
Volvimos a la escalera pasando de nuevo por aquellos pasillos completamente desiertos solo se escuchaba el murmullo de las chicas discutiendo en sus habitaciones, casi no podía verse nada ni siquiera la luna estaba observándonos, de momento n ose escuchaban los pasos de nadie por los pasillos, aunque aquella tranquilidad me ponía nerviosa, a veces miraba hacia algún lugar y no se por que presentía que alguien o algo fuera a salir de ese sitio, viendo lo que paso después de la sesión de espiritismo, aunque intentaba dárselas de valiente podía ver a Isabel con algo de miedo en su rostro que intentaba aparentarlo lo mas seguro por que estuviera Esmeralda a su lado.
Cuando al fin llegamos a la escalera subimos por ella, me sorprendía bastante que no hubiera gente controlando los pasillos todo parecía demasiado tranquilo, nos acercamos a la puerta y nada mas que estuve cerca observe que no estaba cerrada cosa que me extraño bastante, la empuje suavemente para no hacer ruido, mire hacia todas partes intentando vislumbrar algo, por suerte las luces del exterior entraban por la ventana, solo pude ver el mobiliario y poco mas aparte del libro que parecía que seguía estando en su sitio.
─ ¿Qué extraño…?...La puerta debería de estar cerrada…─ dije casi susurrando, esto no pintaba nada bien incluso con toda aquella calma algo había ocurrido y no estaba segura de lo que fuera.
Nos acercamos sigilosamente hacia el escritorio y casi como si se reencontrase con alguien Esmeralda tomo el libro en sus manos, al instante lo abrazo con fuerza, era como si hubiera recuperado su alma.
─ Bueno vámonos…Este sitio me da escalofríos…─ dijo Isabel que aun estaba nerviosa y miraba hacia todas partes.
─ ¿Recuerdas lo que te dije…?...Espero que no lo hayas olvidado…─ dijo una voz proveniente de fuera, sabia que alguien estaba cerca.
─ Mierda…Nos van a pillar…─ dijo Isabel con miedo en su rostro aunque no sabíamos que hacer, aunque tampoco había mucho sitio para escondernos.
Esmeralda al momento abrió el libro y empezó a buscar algo pensé que seria alguna especie de hechizo o algo parecido.
─ ¿Ahora te da por leer…?...─ dijo Isabel casi susurrando mientras Esmeralda seguía pasando paginas una vez que hubo encontrado lo que quería empezó a leer y a intentar recordarlo.
─ Buena chica…Te mereces una recompensa…─ dijo la voz cada vez mas cerca, estaba convencida que se trataba de una profesora, pero lo que no sabia era con quien hablaba.
Como si fuera un relámpago, Esmeralda tiro de nosotras hacia los rincones donde había mas oscuridad, aunque también estaríamos mas expuestas estábamos detrás del escritorio pegada a las esquinas.
En cuanto nos pusimos lo que pude vislumbrar me espanto de golpe, no podía ser era imposible, pude ver como alguien estaba debajo de la mesa o parte de ella, era la madre superiora que al parecer habían matado su mirada estaba fija y llena de miedo lo mismo que su rostro parecía que hubiera sufrido un tormento, pero la única que entro aquí después de mi fue la profesora de gimnasia, aquello era una locura, contemple como Isabel también la había visto y parecía que estuviera de piedra como si se hubiera bloqueado por completo, Esmeralda se quedo por un momento mirando el cadáver con cara de asco y miedo al mismo tiempo, saque fuerzas de flaqueza.
─ Esmeralda date prisa…venga…─ dije mientras la zarandeaba un poco para que se recuperara.
Por un instante Esmeralda movió la cabeza como para sacudirse aquello y empezó a decir en voz baja unas palabras, note como una oscuridad nos envolvía ocultándonos a la vista pero aun así podíamos ver que es lo que pasaba, al momento tome el libro de Esmeralda y lo volví a colocar encima de la mesa, por un instante Esmeralda se me quedo mirando sorprendida.
─ Lo siento tenemos que dejarlo en su sitio…si no se daría cuenta que ha desaparecido…no nos queda otra…─ dije intentando disculparme por lo que había hecho.
A pesar de todo, Esmeralda pareció entenderlo y sabia perfectamente que podrían descubrirnos, después de eso se metió en la oscuridad que había formado.
Casi al momento entro la profesora de gimnasia, estaba vestida con un chándal de color azul oscuro abierto y debajo una camiseta de color blanco bastante ajustada a su torso casi se decía que era una segunda piel, y en sus pies una zapatillas de deporte blancas.
a su lado estaba Olga que parecía que estaba como en trance, se movía por impulso mas que por su propia voluntad, era como una marioneta, su mirada estaba como perdida, apenas consciente de donde estaba, amabas siguieron avanzando hacia el escritorio en un momento la profesora la puso de espaldas a este mientras la miraba fijamente.
─ Dime…¿Quieres tu recompensa…?...─ dijo la profesora de gimnasia mientras se sacaba aquel colgante que brillaba con una luz blanca y mortecina, a la vez lo pasaba suavemente por los labios de Olga deslizándolo por ellos.
Olga parecía en algún especie de trance no era ella misma, por desgracia no podía hacer nada, solo mirar y ver lo que pasaba, a pesar de todo no perdía de vista tampoco el libro.
─ Si, quiero mi recompensa…─ dijo Olga con una voz siniestra que ni siquiera era la suya por un momento mire a Esmeralda que parecía que estuviera petrificada en cuanto escucho esa voz y no era para menos incluso a mi se me puso la piel de gallina, entre tanto Isabel no sabia que hacer estaba como petrificada mirando el cuerpo de la superiora debajo de la mesa.
─ Muy bien…Aquí la tienes…─ dijo la profesora mientras alzaba unos centímetros el colgante de sus labios al momento una especie de neblina salio del colgante soltando un gemido de dolor que retumbo en aquella sala, al mismo tiempo Olga abrió la boca de sobre manera mostrando una serie de colmillos espantosos, su rostro fue como si se desformara por completo y al momento aquella cosa entro en su cuerpo como si fuera devorada; no podía creer lo que estaba pasando aquello era increíble y no sabia que hacer salvo mirar, al instante la cara de Olga volvió a su estado normal y con un simple movimiento la profesora giro el cuerpo de Olga apoyándolo en el escritorio.
─ Buena chica…Ahora tendré mi recompensa…─ dijo la profesora mientras bajaba la falda de Olga y su ropa interior dejando al descubierto su trasero.
Al momento soltó una ligera palmada sobre este, Olga reacciono soltando un gemido sonoro y poniendo cara de lujuria.
─ Quiero mas…─ dijo Olga con aquella especie de voz siniestra no podía creer lo que estaba pasando pero estaba convencida de que esa no era Olga.
Sin decir palabra la profesora empezó a darle unos azotes en el trasero mientras que Olga seguía gimiendo de placer, cuando ya parecía que estuviese cansada la profesora se quito la parte baja del chándal y mostró un sexo casi del mismo tamaño que el de Isabel venoso y erecto, aquello me dejo casi sin palabras no sabia que decir, mi cuerpo por un momento reacciono a aquello fue como si me avisara de algo, pero sabia que no era el momento intente pensar en otra cosa.
─ Muy bien cariño tendrás mucho mas…Te lo has ganado…─ dijo la profesora, con aquella luz sus rasgos parecían mucho mas tétricos que de costumbre, se relamió los labios con lujuria y con la mano agarro su sexo y empezó a frotarlo contra Olga esta empezó a gemir muy suavemente pero no tardo mucho hasta que sus manos se aferraron a las caderas de ella y de un impulso todo el sexo de la profesora entro de golpe en el interior de Olga esta no pudo mas que gemir haciendo que la sala se llenara de aquel sonido, la profesora por su parte empezó a moverse lentamente tomando ritmo, sus caderas no paraban de moverse mientras escuchábamos los gemidos de ambas y el chocar lujuriosos de sus cuerpos, aquellos gemidos estaban retumbando en mi cerebro y en mi cuerpo como si fueran una especie de llamada a que les acompañara, por un instante cerré los ojos y me tape los oídos pero aun así aquello se me había clavado en el cerebro, no pude mas que intentar mantener mi mente ocupada en algo mientras esperaba a que terminaran y deseaba que fuera lo mas pronto posible.
El movimiento de la profesora acelero considerablemente haciendo que ambas gimieran mucho mas podía ver como los pechos de esta se movía arriba y abajo con fuerza mientras sus pezones se marcaban en aquella camiseta blanca con fuerza casi se podría decir que se transparentaban, podía ver la cara de Olga como se desencajaba por el placer, la profesora de un empujón se tumbo encima de ella y empezó a masajear los pechos de Olga pellizcando los pezones que estarían duros como piedras.
─ Dime…¿Te gusta tu recompensa…?...─ dijo la profesora mientras daba pequeños empujones sin sacarla por completo mientras Olga casi no podía responder solo gemir.
En un instante volvió a retirarse del cuerpo de Olga y de un giro la volvió a poner mirando hacia ella y cogiéndola por el trasero la elevo cargándola sobre si misma, esta empezó a moverse violentamente cada vez mas fuerte sus gemidos parecían que inundaran el sitio, el cuerpo de Olga parecía como un trapo no tenía fuerzas solo se guiaba por los movimientos de la profesora, que hacia que aquello estremeciese mi cuerpo de alguna morbosa forma que casi no pudiera controlar, mientras que Esmeralda no perdía detalle de aquello parecía sorprendida y a la vez horrorizada, mientras que Isabel seguía estando en shock.
Los cuerpos de ambas se movían con mucha fuerza, podía ver incluso como algunos flujos salpicaban el suelo mientras se escuchaba el chocar de sus cuerpos una y otra vez, pasado un rato note por su expresión que ambas estaban casi a punto y apresurándose la dejo sobre el escritorio de la profesora y sacando su sexo del interior de Olga empezó a masturbarse y en un momento toda aquella carga caliente cayo sobre le cuerpo de Olga esta empezó a gemir todo lo que pudo al mismo compás que la profesora parecía que ambas estuvieran compenetradas, aquello fue sorprendente no podía creérmelo.
─ Ha sido estupendo cariño…Nos veremos en otra ocasión…a propósito quiero que elimines a Anabell…esa chica esta metiendo las narices en donde no debe…─ dijo la profesora mientras acercaba la cara a la de Olga y le daba un beso en la mejilla, aquello me helo la sangre por completo.
Antes de irse la profesora aparto un poco el cuerpo de Olga que aun permanecía casi inconsciente y tomo el libro llevándoselo, casi no me podía creer lo que le había dicho, no sabia si salir o no, allí estaba el cuerpo de Olga tumbado y bañado por el semen de la profesora.
─ Tenemos que volver a nuestras habitaciones…Isabel despierta…por favor…vamos…─ dije intentando que reaccionara viendo que no podía conseguirlo de esa forma le di una bofetada al parecer aquello hizo que recuperara la consciencia, mientras Esmeralda no sabia que hacer había tenido el libro delante de ella y lo había vuelto a perder pero aquello al parecer ni se lo esperaba.
─ Vámonos…─ dijo Esmeralda reuniendo fuerzas como podía pasamos por el lado de Olga su cuerpo parecía inmóvil por completo y que estuviera desmayada de alguna forma, por suerte no reacciono de ninguna forma solo podía escuchar unos gemidos muy débiles.
Salimos de allí a toda prisa, como pudimos, el sitio estaba completamente oscuro, no tenia ni idea de l oque estaba pasando y tampoco sabia que hacer, a esas horas no se escuchaban ni las conversaciones de las chicas, bajamos por las escaleras a toda prisa solo con la luz de los focos de la parte de afuera.
─ Llevare a Isabel a su habitación mañana nos vemos…─ dijo Esmeralda tomando de la mano a Isabel y tirando de ella como si fuera un peso muerto al menos se dejaba llevar, como pude salí de allí corriendo a toda prisa para llegar a mi habitación, por suerte no había nadie en los pasillos pero sentía que algo me estaba persiguiendo de alguna forma mire hacia atrás pero solo había oscuridad y silencio aquello me estaba torturando de alguna forma cuando ya estaba cerca de mi habitación pude escuchar de nuevo claramente una frase de una voz fantasmagórica, "HUYE".
Aquello me helo la sangre de sobremanera, y abrí la puerta de mi habitación todo lo rápido que pude, cuando entre me encontré como si estuviera a salvo, Valeria estaba durmiendo tranquilamente pero mi entrada hizo que se despertara.
─ ¿Qué pasa…?...─ dijo Valeria medio dormida mientras se incorporaba en la cama, no sabia si contarle todo aquello, estaba segura que no se lo creería.
─ Nada es mejor que te duermas…mañana tenemos examen…─ respondí mientras me desnudaba y me ponía el pijama y rápidamente me metía en la cama, aun tenia el cuerpo temblando y no por el frío precisamente aquella escena se me repetía en mi cabeza una y otra vez y mi cuerpo seguía estremeciéndose, los gemidos parecían que se hubieran clavado en mi cerebro intente dormirme, pero lo que había dicho la profesora me tenia asustada.
─ ¿Habéis recuperado el libro de Esmeralda…?... volvió a preguntar Valeria con un tono algo mas despierto, al parecer mi entrada la había desvelado.
─ No, hemos tenido que dejarlo…─ dije con algo de miedo en mi voz aquellas imágenes no dejaban de pasar por mi mente.
Al momento escuche como Valeria bajo de su litera y se puso en cuclillas para ver como me encontraba.
─ Estas pálida…¿No te ha pasado nada…?...─ pregunto Valeria insistiendo en lo mismo, estaba segura que si no le respondía se preocuparía mas aun, no pude mas que abrazarla con fuerza y casi llorando sin contestar.
Al momento Valeria me abrazo tiernamente y se metió en mi cama a consolarme, continuamos abrazadas por un buen rato podía sentir el calor de su cuerpo que hacia que me sintiera segura, por un momento note que mi mente se calmaba, y aquellas imágenes se disolvían completamente, aquel olor que despedía era maravilloso, embriagador y muy suave, mis ojos se fueron cerrando lentamente y me quede dormida, pero al instante me despertó, el movimiento de Valeria que se levanto llamándome y zarandeándome, podía escuchar el sonido de la sirena que daba comienzo al nuevo día, casi al instante me vinieron las palabras de la profesora a mi mente no sabia si ese seria el ultimo, pero de momento teníamos que asistir a clase.
Como cada día Valeria cogió los champús y su toalla y salio de la habitación, yo me quede sentada al borde de la litera mirando hacia el exterior que aun era de noche, repasaba mentalmente cada escena que había pasado y no podía apartar de mi mente aquellas palabras, tanto fue así que se me paso el tiempo rápidamente y casi al momento entro de nuevo en la habitación Valeria.
─ ¿Pero que haces aun así…?...Venga date prisa recuerda que no puedes estar aquí cuando yo entre…─ dijo Valeria mientras me levantaba de la cama, aun no podía apartar aquella noche, pero el viento fresco que entraba por la ventana me hizo reaccionar, de inmediato tome las cosas y salí de la habitación me dirigí hacia las duchas y deje que el agua me refrescara, notaba que el ambiente estaba algo crispado por los exámenes pero poco mas.
Note como el agua caliente resbalaba por mi rostro relajándome un poco, al poco tiempo recogí mis cosas y salí de allí rápidamente entre en la habitación y al momento salio Valeria de ella.
─ ¿Valeria puedes ayudarme con el pelo…?...─ pregunte con la voz elevada haciendo que Valeria entrase en la habitación y empezara acepillarme esa mañana tenia le pelo 5rebelde y solté mas de un grito por los tirones que me daba.
─ Estas rarísima…¿No quieres decirme que te ha pasado…?...─ pregunto Valeria mientras luchaba con mi pelo y yo resistía los tirones del cepillo.
─ No te preocupes…solo ando algo preocupada por el examen de esta mañana y también cansada…─ dije intentando hacer que no se preocupara y sonriéndole falsamente pero estaba convencida que intuía algo pero no quería decirme el que.
Salimos de la habitación y ya había bastante gente de un sitio a otro con los libros y los apuntes en las manos, mire hacia todas partes, no se por que pero me sentía amenazada de alguna forma cada mirada o gesto me ponía nerviosa, el frío que hacia en el pasillo se incremento de manera drástica, aquello para mi fue como una advertencia, seguimos por los pasillos hasta llegar a la cafetería que parecía bastante llena nos pusimos en cola como siempre tomando algunas cosas, aunque esta mañana al parecer Valeria tenia algo de dinero y no tuve que gastármelo en su comida.
Valeria empezó a buscar a las chicas para ver donde se encontraban, cuando al fin las localizo por suerte encontramos a Clarisa, Felisa y Esmeralda sentadas no había rastro de Olga.
─ ¿Qué tal preparadas para el examen…?...─ pregunto Valeria como siempre alegre, no sabia de donde sacaba ese optimismo.
Clarisa y Felisa estaba aun repasando las lecciones, mientras que Esmeralda solamente me miro con cara de enfado y en silencio seguía comiendo.
Pensé que estaría enfadada después de haber dejado el libro a manos de la profesora, pero no podía hacer otra cosa, si nos lo hubiéramos llevado nos habrían descubierto.
─ Repasando algo…─ dijo Felisa tímidamente mientras me miraba de reojo y con algunos colores subidos a las mejillas.
─ ¿Al menos habréis repasado las lecciones…?...─ pregunto Clarisa mientras desayunaba y seguía repasando.
─ Algo…por lo menos no dejare el examen en blanco…─ respondí pensando en que pusieran preguntas fáciles.
─ ¿A propósito donde están Isabel y Olga…?...─ pregunto Valeria mirando hacia todas partes y buscándolas, lo de Isabel me extrañaba bastante normalmente se sentaría a mi lado y Olga ya estaría sentada.
─ No lo se…y la verdad no quisiera encontrármela…y tu deberías de hacer lo mismo…─ dijo Felisa mientras me reprimía suavemente sabiendo que me juntaba con ella, pero gracias a ella me había salvado en algunas ocasiones.
─ Es una amiga nada mas…además se debe de tener amigos hasta en el infierno según dice el dicho…─ dije mirando a Esmeralda esta me miro sonrojada, mientras seguía comiendo.
Clarisa por su parte empezó a discutir con Valeria y repasar la lección mientras yo empecé a desayunar, note que por debajo de la mesa alguien empezaba a rozarme la pierna muy suavemente el contacto de su piel era muy delicado y suave, aquello me dejo sorprendida, cuando levante la cabeza para mirar quien era vi que Felisa estaba muy sonrojada mientras seguía comiendo, hice como si se me cayera la cuchara y baje a recogerla y efectivamente era Felisa, la que al parecer le gustaba.
─ Bueno ya mismo van a tocar la llamada a clase será mejor que nos demos prisa…─ dijo Clarisa mientras se levantaba al momento lo hizo Felisa y al pasar por mi lado dejo caer una nota en el suelo.
En cuanto paso me agache a recogerla, y me la guarde en un bolsillo de la falda y seguí comiendo.
─ Tiene razón enseguida sonaran las sirenas es mejor que nos vayamos…─ dijo Valeria levantándose al momento lo hicimos todas.
─ Ten cuidado…─ dijo Esmeralda cuando se levanto de la mesa, como una advertencia y no le faltaba razón.
─ ¿Por qué te ha dicho que tengas cuidado…?...─ pregunto algo nerviosa Valeria cuando nos dirigíamos a soltar las bandejas en su sitio de siempre.
─ No te preocupes por eso y vámonos…─ respondí intentando cambiar de tema y meternos algo de prisa
En cuanto dejamos las cosas en la papelera nos dirigimos hacia la clase a medio camino sonó la alarma, las chicas se apresuraron de un sitio a otro mientras que las profesoras pasaban por los pasillos metiendo prisa, por suerte no estaba la de gimnasia por ningún lado, cuando llegamos a nuestra clase pude ver a Isabel que estaba en su sitio como siempre pero sabia que no estaba bien tenia aferrada la mesa con fuerza.
El día ya empezaba a avanzar lentamente, me senté en mi sitio y mire por la ventana, el lugar de la torre parecía estar normal, no notaba nada raro, la clase parecía estar llena por completo y nadie faltaba.
─ Isabel…¿Estas bien…?...─ pregunte mientras le toque el hombro en seguida como un movimiento de reacción esta me tomo la mano y la apretó con fuerza por suerte pude soportar el dolor.
─ Si, estoy bien…─ dijo Isabel con tono de miedo, pensé que no estaría llorando por la fuerza de voluntad que tenia.
─ Tranquilízate…es mejor que no pienses en ello…y relaja tu mano...que vas a destrozar la mía…y la necesito para escribir…─ dije intentando hacer que me soltara, sabia que si la tenia mucho tiempo agarrada terminaría rompiéndomela o al menos algún dedo.
─ Perdona…es que estoy nerviosa…aun tengo en mi mente lo que paso…no logro que se me borre…─ dijo Isabel casi tartamudeando, estaba convencida que los recuerdos de su infancia y esto lo habían potenciado el miedo que tenia.
─ Tranquila…seguro que no pasara nada…─ dije intentando calmarla peo estaba segura que eso me lo decía a mi misma para no ponerme nerviosa.
Casi al instante Isabel me soltó la mano, me la había dejado dolorida; pensé en la nota que me había dejado Felisa y la saque para leerla, "Después de clase, te espero en la salida, tengo que decirte algo, ven sola", decía la nota.
Aquello me sorprendió bastante pero en cuanto termine de leerla, entro la profesora esta vez no era una monja, era una de las profesoras esta tenia el pelo rubio y con bucles le llegaba hasta los hombros, sus ojos no eran muy grandes de color verde y su rostro daba una apariencia muy joven, vestía con un jersey de color oscuro de cuello de cisne bastante pegado a su torso parecía que quería ir provocando puesto que se le marcaba el sujetador y casi se transparentaba, en la parte de abajo una falda vaquera deshilachada al final junto con unos leggins también oscuros, aquello le daba un aspecto juvenil y desenfadado, en los pies llevaba unos zapatos de tacón de color oscuro cerrados, nada mas que se puso detrás de la mesa del profesor soltó la carpeta de golpe y empezó a pasar lista sin pronunciar palabra alguna.
─ Muy bien señoritas…el examen costara de cinco preguntas fallar tres se considera suspensa y tendrá que ir a recuperación y clases de apoyo…así que tengan cuidado…las preguntas son de desarrollo espero que hayan estudiado fuerte…Las hojas se las Irán pasando sus compañeras, déjenlas boca abajo hasta que se los diga…─ dijo la profesora mientras pasaba los exámenes aquellas palabras me hicieron dudar de lo poco que había estudiado y encimas mas si eran de desarrollo.
En cuanto las tuvimos todas la profesora nos dijo que las levantáramos, aquellas preguntas me sonaban a chino, creía que había repasado la mayoría, al menos conocía dos de ellas y no dejaría le examen en blanco.
Respire profundo y mire a Valeria que inmediatamente empezó a escribir, parecía una enciclopedia, mientras que Isabel solo había puesto su nombre y algo mas, como pude empecé a escribir lo que conocía pero aun así tenia muchas dudas el tiempo parecía que se me hacia eterno de vez en cuando miraba hacia le bosque y a donde se suponía que estaba la torre el cielo estaba completamente despejado no había ni una sola nube y el sol empezaba a bañarlo todos con su luz.
Cuando al fin termine me encomendé a todos los santos esperando que esas dos respuestas estuvieran bien cuando pase por la mesa de Isabel comprobé que ni siquiera había empezado a escribir, parecía que estaba en estado de shock de alguna forma por lo de ayer lo que me extrañaba es que yo no lo estuviera después de todo lo que estaba pasando en aquel sitio.
Cuando salí afuera al parecer no había salido nadie aun, los pasillos estaban desiertos, tome la nota pare leerla de nuevo esperando que me hubiera equivocado pero no era así ponía aquello aunque me sorprendía muchísimo, mientras estaba liada con mis pensamientos escuche la puerta abrirse e inmediatamente me guarde la nota nuevamente, vi que se trataba de Valeria que parecía muy contenta por lo que había hecho.
─ ¿Qué tal te ha salido…?...─ pregunto Valeria estirándose un poco mientras bostezaba.
─ La verdad no estoy muy segura de eso…solo sabia dos de las preguntas espero que no estén mal…─ dije pensando que a lo mejor tenia suerte y había aprobado.
─ Deberías de estudiar un poco mas…¿Tenéis algo planeado las del club…?...¿Alguna sesión de espiritismo mas…?....Ja, ja, ja…─ dijo Valeria casi riéndose con mucha ironía.
─ No, la verdad es que parece que a Olga se le han quitado las ganas…─ conteste pensando que no eran las ganas de hacer sesiones de espiritismo las que tenia precisamente.
─ Bueno al menos se ha calmado…Anda ya ha salido Esmeralda…─ dijo mientras la saludaba al mismo instante gire la cabeza y le sonreí.
Aun que Esmeralda aun se la veía enfadada por lo que había pasado esa noche pero no me quedo otro remedio.
─ ¿Le pasa algo a Esmeralda…?...─ pregunto Valeria mientras la miraba como me fruncía el ceño y giraba la cabeza.
─ No, que yo sepa…lo mas seguro que aun este enfadada por no recuperar su libro…─ conteste poniendo la excusa mas plausible que encontré.
─ Seguro que ya mismo se lo dan…además la magia no existe ya lo sabes…─ dijo Valeria bromeando como siempre, pensé que hasta que no le pasara algo a ella no se lo creería.
Al momento empezaron a salir las demás chicas del examen por suerte Isabel estaba un poco mejor y se estaba recuperando al menos ya estaba algo mas centrada.
─ ¿Isabel, te encuentras bien…?...─ pregunte mientras la veía aun con la mirada perdida y con uno de los puños cerrados, Valeria se aparto un poco de ella por si acaso recibía algún golpe.
─ Vamos al cuarto de baño...a ver si se despeja algo…─ dije mientras la tomaba de la mano y nos fuimos al cuarto de baño.
Pasamos pro el pasillo mirando a las demás chicas que habían salido de sus exámenes discutir de cómo habían salido, mientras que Esmeralda me miro de manera enfadada al pasar por su lado, una vez llegamos nada mas abrir la puerta note un olor a desinfectante muy fuerte, mire por todos los sitios para comprobar que no había nadie por suerte así era.
Después de eso la puse delante del espejo y abrí el grifo y le lance algo de agua a la cara esperando que lo fría que estaba la hiciera reaccionar y fue de inmediato la menos se recupera de shock.
─ ¿Qué estas haciendo…?...─ pregunto Isabel en cuanto sintió el agua salpicar su cara.
─ Bueno al menos ya estas bien…Estabas como conmocionada…Te quería pedir un favor…─ le dije mientras le explicaba la nota que me había dado Felisa ya que todo aquello me parecía muy extraño.
─ Lo mismo se ha enamorado de ti…no creo que sea nada raro…─ dijo Isabel mientras intentaba arreglar su maquillaje por el agua que le había caído.
─ A ver eso lo se…lo que pasa es que me resulta extraño nada mas…por favor…─ dije casi suplicándoselo, aquello me escamaba y mucho.
─ Muy bien te seguiré…pero si se vuelve la escena algo cariñosa me vuelvo…te aviso…─ dijo Isabel pensando en que podría pasar esa situación.
─ De acuerdo pero no creo que eso pase…─ dije pensando incrédulamente pero viendo el panorama era de lo mas posible.
Una vez aclare eso salimos de allí y nos aligeramos puesto que la clase estaba a punto de empezar, nada mas llegar entramos corriendo para sentarnos al menos eso lo tenia cubierto, aunque no estaba muy segura.
El resto de las clases pasaron sin incidencia alguna, de vez en cuando miraba afuera y veía el patio y las chicas haciendo gimnasia, podía ver a la profesora como si nada hubiera pasado.
Una vez hubieron terminado, salí de allí a toda prisa en dirección al club para ver que pasaba con Olga.
En cuanto llegue toque la puerta y enseguida Bárbara me la abrió pude ver que Olga estaba enfrascada en algunos libros, revisándolos, mientras que Daysi y Ángela estaban repasando las respuestas de los exámenes mientras que Esmeralda aun no había llegado.
─ Buenos días…─ dije tímidamente mientras tomaba el atuendo y me lo colocaba en ese momento Olga se giró como un relámpago parecía que estuviera sonriendo y muy feliz.
─ Buenos días…Parece que no se como pero esa cosa se ha largado…me encuentro completamente feliz…─ dijo Olga lanzándose a por mi y abrazándome cosa que me sorprendió no parecía la misma en absoluto.
─ Si, menos mal…al menos ya estaremos tranquilas…y espero que no se te vuelva a ocurrir hacer otra cosa de esas…─ dijo Daysi como si la regañara, pero el daño ya estaba hecho y muy grande.
─ Lo siento…al menos no acabare el resto del trimestre en el hospital…─ dijo Olga muy alegremente cosa que desapareció en cuanto vio a Isabel que entraba por la puerta sin mediar palabra la miro con cara de pocos amigos y esta volvió de nuevo a sus cosas lo mismo que las demás detrás de ella y casi sin verla entro Esmeralda que se puso con los brazos encima de la mesa y la cabeza entre ellos.
─ Sabes tenia pensada una salida esta noche junto con el club de Astrología…¿Si queréis venir…?...─ pregunto Olga cosa que me pareció bien puesto que estaríamos con mas gente y no pensé que me pudiera hacer algo.
─ Vale me parece bien…─ dijeron Bárbara y Daisy casi al mismo tiempo cosa que después de eso se echaron a reír.
─ Tengo ganas de ver las estrellas y olvidarme de todo lo que ha pasado…─ dijo Ángela alegremente mientras saboreaba una chocolatina, a la vez Esmeralda levanto la mano como si estuviera conforme.
Me quede pensando un momento intentando encajar fechas para saber si tenia algún examen cercano y por lo que recordaba no era así al menos tenia unos días libres.
─ Muy bien…me apunto…¿Isabel tu vienes…?...─ pregunte mientras la miraba sentada y mirando a Olga aunque esta hacia como si no lo estuviera haciendo.
─ Me apunto también…─ dijo Isabel mientras se recostaba en la silla y las demás seguían a lo suyo.
Casi al momento se escucho por megafonía un mensaje."Las chicas que quieran salir esta tarde deben de estar en la salida en cinco minutos para apuntarse, recuerden que deben de ir en parejas y bajo ningún concepto separarse, y volver a la hora puntual, muchas gracias.".
En ese momento deje el traje de maga y salí corriendo hacia mi cita, cuando estaba cerca de la puerta pude ver a Felisa que estaba esperándome para dar una vuelta solo esperaba que Isabel cumpliera lo que le había dicho y que todo aquello no fuese algo distinto…
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno aqui dejo otro capitulo mas espero que os guste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
626
3.568 ATC
UN CEBO ATRAYENTE
Una vez fuera me acerque a Felisa, parecía algo nerviosa y no hacia mas que morderse las uñas, las monjas estaban en la puerta pasando lista a todas aquellas que salían que no lo hicieran solas.
─ Bueno ya estas aquí…vamos a dar el paseo…tengo algo que decirte…─ dijo Felisa algo nerviosa, aunque no entendía el por que.
─ Muy bien vámonos…─ dije sonriéndole aunque mi mente me estaba diciendo que aquello era una trampa o algo parecido.
Empezamos a pasear por el bosque se podía notar el fresco cuando caminábamos debajo de los árboles, los pájaros cantando y de vez en cuando alguna ardilla que otra que saltaba de un sitio a otro, aunque no se por que estaba escuchando un ligero aleteo miraba de vez en cuando hacia el cielo pero no podía ver nada era como si nos estuvieran siguiendo, mientras Felisa intentaba decirme algo aunque le estaba dando muchos rodeos.
─ Bueno déjate de rodeos…¿Qué es lo que quieres decirme…?...─ pregunte algo enfadada por todos los rodeos a lo que quería decirme.
─ Ven…Te prometo que te lo diré pero este no es el lugar…─ dijo Felisa cogiéndome de la mano y casi tirando de mi, empezamos a correr por el bosque aunque aquella dirección me sonaba bastante, el ambiente antes casi primaveral podía sentirse que empezaba a enrarecerse y un leve frío lo sentí pasearse por mi cuerpo poniéndome la piel de gallina.
En un momento Felisa freno de golpe y pude ver casi a unos metros delante mía la torre, no entendía el por que me había llevado hasta allí y menos aun pensar que estuviera del lado de la profesora era imposible.
─ Lo siento de verdad…perdóname…tienen a mi hermana y me han dicho que la mataran…─ dijo Felisa mientras me soltaba de la mano y salía de allí corriendo no podía creer lo que había hecho.
De pronto de entre los escombros de la torre empezaron a salir un par de tipos del pueblo y entre los árboles la profesora de gimnasia junto con Olga que parecía tener los ojos en blanco ni siquiera tenia pupilas no era ella misma si no aquel ser que vimos en el despacho de la madre superiora, intente retroceder unos pasos intentando escapar pero apareció el párroco del pueblo con esa especie de colgante al cuello.
─ ¿Qué es lo que queréis…?...─ pregunte mientras miraba hacia todos lados no sabia que es lo que hacer, estaba rodeada por todos lados.
─ ¿Crees que no me daría cuenta…?...¿Que no sabia que estaríais allí…?...Pero no tuviste mucha suerte la verdad…y mas descubriéndola a ella…─ respondió la profesora de gimnasia mientras no paraba de mirarme.
─ Debe morir…Padre nos lo prometió…─ dijo uno de los jóvenes mientras daba unos pasos hacia delante con intención de darme una paliza.
─ Calmaos hijos míos…todo llegara a su tiempo…Puedes elegir…o nos traes a uno de esos monstruos o terminaras mal de cualquier forma obtendremos lo que buscamos tu alma…─ dijo Don Esteban mientras tocaba el colgante una y otra vez como si lo acariciara.
─ No conseguiréis nada…─ dije mientras intentaba retroceder en cuanto me di la vuelta para escapar uno de los tipos salto sobre mi cogiéndome del pelo. empecé a gritar intentando liberarme.
─ Suéltame, mala bestia…─ dije mientras gritaba y pataleaba , de un movimiento brusco me giro de golpe y me dio un bofetón haciéndome caer al suelo.
─ Cállate zorra…─ dijo aquel tipo mientras se preparaba para darme una paliza.
─ Mátala no nos sirve…solo su alma…─ dijo la profesora de gimnasia, al momento el otro chico le lanzo un palo este lo alzo en el aire, para darme el golpe, no sabia que hacer estaba en blanco, lo único fue mover la pierna y darle una patada en sus partes bajas esto hizo que soltara el arma y permitirme poder escapar.
Me puse en pie todo lo rápido que podía mientras el tipo se quejaba por el dolor pero en un instante note un peso encima mía como si algo me hubiera caído de golpe, cuando me gire pude ver a Olga encima mía con los ojos en blanco y con la boca abierta llena de colmillos, sus manos eran mas bien garras, intente moverme pero era imposible, en un instante acerco su cara a la mía y con su lengua me lamió la mejilla.
─ Olga por favor suéltame…Por favor…se que aun estas ahí dentro…─ dije suplicándole por que me soltara, intente moverme pero era imposible estaba completamente inmovilizada.
─ Parece que va a ser por la vía difícil muy bien…─ dijo la profesora mientras se desabrochaba la chaqueta del chándal y sacaba aquella daga.
─ Primero debo de darle los santos sacramentos…─ dijo Don Esteban mientras se acercaba a mi y sacaba una especie de cajita con óleo inmediatamente me hizo la señal de la cruz en la frente y empezó a recitarlos, aquello me extraño muchísimo, esto era un sacrificio demoníaco o algo así, pero aquel tipo estaba dándome una bendición no lo entendía.
─ Déjamelo a mi…quiero hacerlo…─ dijo el tipo mientras se levantaba como podía después de la patada mientras su amigo se reía.
─ Muy bien hazlo rápido…─ dijo la profesora dándole el cuchillo, mientras el párroco seguía rezando.
─ Esta me la vas a pagar con creces…─ dijo el tipo mientras se acercaba a mi con el cuchillo en la mano dispuesto a terminar conmigo, aquello me pareció ir en cámara lenta, mientras veía aquel rostro deformado de Olga mirándome a los ojos.
Aquel tipo se puso encima mía con la daga en el aire y de un movimiento la bajo de golpe no pude mas que cerrar los ojos y encomendarme a quien fuera.
El momento me pareció eternizarse mas de la cuenta, no escuchaba ningún ruido, entorne un ojo para ver que es lo que pasaba y vi como una mano sostenía la daga de aquel tipo cuando al fin abrí los ojos observe que se trataba de Isabel que por lo visto me había estado siguiendo como le había dicho.
─ ¿Pero que narices haces aquí…?...─ pregunto la profesora sorprendida al verla, el chico empezó a quejarse por el dolor incluso podía escuchar los huesos de su muñeca crujir, Isabel cogió la daga y le soltó este retrocedió unos pasos junto con Olga que se quedo como si estuviera esperando ordenes, el párroco se quedo mirándola con miedo mientras retrocedía unos metros asustado.
─ No pensarías que no estaba…─ dijo Isabel ofreciéndome la mano para ayudarme a levantarme.
─ Bueno de todas formas…tenemos lo que queremos...cogedlas…─ dijo la profesora, ambos chicos se detuvieron por un momento al ver a Isabel con mas cuidado por la mirada que tenia no parecía que fuera a ser muy fácil hacerlo, por mi parte no sabia que hacer si me quedaba lo mismo la estorbaba y eso seria lo peor.
Casi instantáneamente Olga de un salto se apoyo contra un árbol y de rebote se lanzo contra Isabel esta desplazo su cuerpo hacia atrás y seguidamente le propino un puñetazo en pleno rostro haciéndola caer a varios metros dejándola inconsciente, seguidamente se crujió los nudillos preparándose para atacar.
─ No vais a cogernos…Anabel lárgate corre…─ dijo Isabel sabiendo que no podría con todo el mundo pero no quería dejarla sola.
─ ¿Pero tu…?...─ pregunte temiéndome lo peor que terminara muerta.
─ No te preocupes lárgate…Te prometo que iré…Primero tengo que darles una lección…─ dijo Isabel mientras se quedaba mirándolos fijamente, no sabia que hacer pero no me quedaba otra me fui corriendo sin mirar hacia atrás no sabia que hacer ni a donde ir, pero tenia que avisar a las demás.
Mientras corría ni siquiera mire hacia atrás, solo escuchaba los golpes y los gritos de ellos y de pronto silencio sin pensarlo seguí corriendo hasta llegar cerca del internado, cuando una de las monjas me vio entrar se quedo muy extrañada puesto que había salido con Felisa y regresaba sola.
─ ¿Disculpa y tu compañera…?...─ pregunto la monja mientras repasaba la lista y me miraba de forma extraña.
─ No se…─ dije mientras jadeaba cansada de la carrera por un momento mire hacia atrás esperando que Isabel volviera.
─ Estoy aquí…me he adelantado un momento…─ dijo Felisa mientras bajaba la cara al suelo avergonzada por lo que había hecho.
─ Recordad que no podéis ir solas por ahí siempre en pareja…─ dijo la monja dejándome pasar inmediatamente me dirigí hacia Felisa enfadada por lo que había hecho pero no podía culparla puesto que tenían a su hermana.
─ Tu y yo tenemos que hablar…Vamos a mi club…─ dije con voz amenazante incluso mientras la cogía del brazo y tiraba de ella hacia el club, en ese momento Clarisa se nos cruzo en el camino.
─ ¿Qué tal te han salido los exámenes…?...─ pregunto Clarisa con la sonrisa en su rostro aunque aquello ahora mismo no tenia muchas ganas de hablarle.
─ Será mejor que tu también vengas…Quiero hablar contigo…─ dije con voz seria aquello a Clarisa le extraño muchísimo aunque nos siguió atravesamos el patio y llegamos al club por lo visto la puerta estaba encajada lo que me decía que habría alguien dentro.
Cuando abrí la puerta me lleve una sorpresa que ni siquiera pensaba que fuera posible, en cuanto entre desde su silla se giro Olga sonriéndome estaba allí delante mía normal no podía creérmelo por un momento fue como si me pusiera blanca de golpe, tanto Daysi, Bárbara, Ángela y Esmeralda se quedaron mirándome extrañadas.
─ ¿Pero como es posible…?...Tu estabas en el bosque…junto con la profesora de gimnasia y la otra vez arriba en el despacho de la profesora…─ dije mientras intentaba recuperarme del susto no podía creérmelo era imposible.
─ Anabel…¿Te encuentras bien…?...─ pregunto Olga mientras me miraba extrañada, al momento fue como si mi cerebro no lo soportara mas, el cuerpo parecía que se me iba de un lugar a otro estaba incluso mareada, avance unos pasos, y empecé a tambalearme sujetándome en las sillas y la mesa y de golpe caí al suelo.
Cuando abrí los ojos observe que Olga me estaba acomodando la cabeza mirándome con cara de susto, mientras que las demás estaban sentadas preocupadas por lo que me había pasado.
─ ¿Te encuentras bien…?...─ pregunto Clarisa inmediatamente en cuanto me vio abrir los ojos, aun no salía de mi asombro.
─ No lo se, el sol o cualquier cosa pero esto es imposible…Como…no puede ser…─ dije mientras miraba la cara de Olga que me miraba extrañada, aun no podía creérmelo seguidamente mire a Esmeralda a los ojos esta sencillamente negó con la cabeza.
Intente levantarme pero enseguida Daysi me lo impidió poniéndome la mano en el pecho para que siguiera tumbada.
─ Será mejor que no te levantes…Toma bebe algo de agua…─ dijo Ángela ofreciéndome un vaso de agua que al momento me tome de un trago.
─ ¿Dónde esta Felisa…?...─ pregunte mientras intentaba mirar hacia todas partes buscándola.
─ Se ha marchado dijo que tenia cosas que hacer…─ respondió Olga aun extrañada por lo que me había pasado, enseguida me levante rápidamente aun me tambaleaba algo así que me apoye en la mesa.
─ Seria mejor que fueses a tu habitación y descansases un poco aun te encuentras mal…no deberías de tomar tanto el sol…─ dijo Bárbara mientras comía una chocolatina.
─ Esto no ha sido causa del sol…Es que no puede ser es imposible hay otra como tu…bueno no como tu si no diferente pero exactamente igual…la otra noche estabas en la oficina de la madre superiora con la profesora de gimnasia…─ dije intentando resumir lo que había visto aunque Esmeralda bajo la cabeza sabiendo que muy pronto las miradas se dirigirían hacia ella.
─ ¿Qué hacías tu en la oficina de la superiora…?...─ pregunto Clarisa con interés lo mismo que las otras que por un momento me vi acosada.
─ El libro de Esmeralda fuimos a pedírselo a la madre superiora a su oficina, pero al parecer querían estudiarlo, cuando salimos me tope con la profesora de gimnasia y pensando que no podríamos recuperarlo normalmente decidimos entrar por la noche… pero nuevamente nos sorprendió la profesora, por suerte nos escondimos y vimos como tu estabas con ellas no se lo que serias tenias los ojos en blanco una fila de colmillos impresionante en la boca y en ese momento lo hiciste con la profesora, pero mientras eso vimos que la madre superiora estaba muerta…─ dije rápidamente casi sin pensar aquello hizo que varias miradas se dirigieran hacia Esmeralda esta sencillamente bajo la cabeza como si supiera que pasaría algo, y en un momento se hizo el silencio y de pronto empezaron a reírse.
─ De verdad deberías ser novelista…Tienes una buena imaginación…Aunque estas algo confundida no salí de mi habitación en toda la noche…se lo puedes preguntar a mi compañera…─ dijo Olga mientras no paraba de reírse, sabia que aquello le sonaría a imposible.
Aquello cada vez me parecía mas extraño e inverosímil era imposible que hubiera estado en dos sitios a la vez allí pasaba algo y tenia que resolverlo como fuera cada vez se hacia mas complicado.
─ Casi me olvido tenéis que acompañarme…rápido…ahora veréis si es verdad o no…─ dije mientras salía de allí a toda prisa, en cuanto llegamos a la puerta la monja nos detuvo nuevamente viendo los que habíamos, al ver que iba Clarisa con nosotras y un grupo de varias compañeras nos dejo pasar sin preguntas.
Corrimos por un rato en dirección a la torre aunque ya había pocas horas de luz y me extrañaba que no hubiera vuelto ya Isabel aquello no debía de haberle planteado ningún problema.
Atravesamos el bosque todo lo deprisa que pudimos algunas empezaron a sentir miedo y no querían volver allí, cuando al fin llegamos a donde se había organizado la pelea no había nadie, es como si todo hubiera sido un mal sueño…
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que osguste muchas gracias a todos .
Inició el tema
Mazoku
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3.568 ATC
LA REBELION DEL PUEBLO
─ ¿Pero es como es posible…?...Os prometo que estuvimos aquí peleándonos…─ dije completamente nerviosa mientras miraba el lugar intentando buscar algunas pista de lo que había pasado, aunque poco podía hacer las horas de sol empezaban a escasear y aquello se hacia cada vez mas oscuro.
─ Deberíamos de volver…─ dijo Bárbara con miedo en su voz al ver que pronto seria de noche.
─ Si seria lo mas conveniente…además ahora mismo no creo que puedas encontrar nada,,,y seguro que Isabel te esta esperando en el comedor…─ dijo Daysi con preocupación en su voz apoyando a su compañera.
─ Es imposible debe de haber algo…─ dije mientras seguía rebuscando por todas partes, aunque el tiempo avanzaba inexorablemente y allí casi no se podía ver casi nada.
La noche fue avanzando lentamente mientras intentaba convencerlas de que es lo que pasaba, y empeñada en que me creyeran, de pronto sentí la mano de Esmeralda en mi hombro y solamente negó con la cabeza, aquello me hizo entender que ya no encontraríamos nada y menos sin ninguna luz, así que decidí volver.
─ Os prometo que ha pasado que no ha sido ninguna insolación…debe de haber algo…─ dije nuevamente intentando convencerla de que aquello había pasado pero sin pruebas no podía hacer nada, de mientras atravesamos todo el camino de vuelta al internado.
Pero cuando estábamos a medio camino llego a nuestros oídos como si en el pueblo estuviera pasando algo había mucho revuelo y las luces estaban encendidas aquello me pareció rarísimo ya que a ciertas horas el sitio estaba desierto.
─ ¿Pero que esta pasando…?...─ pregunté extrañada mientras miraba al pueblo, podían verse varias luces moviéndose de un sitio a otro y un gran alboroto.
─ Estarán de fiesta o algo…seria mejor que volviéramos…─ dijo Olga algo asustada mientras escuchábamos aquello.
─ Tengo que saber que es…─ dije mientras cambiaba de dirección y me dirigía hacia el pueblo.
─ No deberías ir…─ dijo Clarisa con miedo en su voz, aquello hizo que me detuviera por un momento , pensando que debería de saber algo pero aun así preferí no preguntarle seguía adelante decidida a ver que es lo que ocurría.
─ Muy bien vamos…─ dijo Olga decidida a acompañarme, como si fuera un comandante las demás las siguieron, avanzamos por el camino en dirección al pueblo cuando llegamos a la entrada vimos que aquello estaba mas iluminado de la cuenta, había antorchas por todas partes aparte de las farolas y un gran gentío en medio de la plaza, pudimos ver aparte un gran montón de madera delante de la iglesia , junto con un sitio para atar a alguien.
─ ¿Pero que es eso…?...─ pregunto Olga extrañada mientras miraba aquello con interés.
─ No, no, no, no quiero que vuelva a pasar…no…─ dijo Esmeralda temerosa, cuando gire la cabeza observe que en su rostro se marcaba el miedo y el horror, no se lo que habría pasado o lo que le había sucedido pero aquello le aterrorizaba.
─ Esmeralda…cálmate…─ dije mientras le guiñaba un ojo sabia perfectamente que no era ella la que estaba aterrorizada si no el demonio que llevaba dentro.
En aquel momento la gente comenzó a gritar de sobre manera, desde donde estábamos vimos que llevaban a Isabel encadenada en dirección hacia la hoguera, a su lado iba la profesora de gimnasia y aquellos matones.
─ Que arda el monstruo…Eso que arda…No queremos monstruos en nuestro pueblo…─ decían los del pueblo por doquier, mientras que el párroco avanzaba hacia la hoguera, una vez allí Isabel subió unas escaleras y la encadenaron al poste.
─ Queridos hermanos y hermanas estamos reunidos para poner fin al sufrimiento de este monstruo, de esta aberración de la naturaleza, como cada año hacemos y así poder protegernos contra las fuerzas del mal que nos acosan, que su sacrificio limpie nuestro pueblo y nos proteja…─ dijo Don Sebastián mientras alguien le entregaba una antorcha dispuesto a quemar viva a Isabel, no sabíamos que hacer nos habíamos quedado de piedra por un momento, aquello era irreal por completo mas bien bizarro que quemasen a alguien por que fuera distinta de alguna forma, no le había hecho daño a nadie por ser así…
FIN DE LA TEMPORADA
P.D: Bueno aqui dejo el final de la primera temporada espero que os haya gustado muchas gracias a todos .
Déesse de la Beauté et Fertilité
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Me encanta que una usuaria como tú tenga este foro tan activo, es un placer tenerte en Aniterasu @ Yarina, muchísimas gracías por hacer esas historias^^
You don't own me.
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