MADRE PREOCUPADA
Aquella pata hizo el cuerpo se me bloqueara por completo mientras sentía como la del pelo blanco se ocultaba detrás de mi.
Una tras otra fueron saliendo las patas y al final todo el cuerpo, la araña era gigantesca en un momento nos miro con esos ojos rojos, y cuerpo era enorme y tenia púas por todo su abdomen y era de un color negro.
─ Dios mío!...─ exclame viendo semejante insecto enorme, pensando que me daban miedo las arañas ese era mi terror máximo.
Con un chillido hizo que las arañas del techo bajaran inmediatamente mientras que las pequeñas blancas se pusieron delante de ella protegiéndola, aquello me resultaba increíble puesto que no había visto nunca algo parecido en las arañas siempre pensé que eran independientes incluso caníbales entre su especie.
En cuanto las negras tocaron el suelo lanzaron varias púas enseguida sentí como la del pelo violeta se me lanzaba encima para que no me acertaran mientras la madre abrazaba a las demás para que no les afectara mientras que las púas rebotaban en el campo de fuerza.
Desde el suelo incluso me parecía mucho mas grande, no pude mas que tragar saliva y buscar algún sitio para esconderme de momento.
─ Piedra…Piedra…─ comento la pequeña mientras se lanzaba corriendo hacia una de las arañas a toda prisa, pero esta lanzo varias púas contra el suelo haciendo que se detuviera de inmediato mirando con cara de enfado a la araña.
La otra salio disparada como un borrón que enseguida se topo con una de las arañas esta empezó a golpear repetidamente a la araña que parecía afectarle podía verse como los impactos eran contundentes y esta en un momento cayo al suelo boca arriba emitiendo gemidos lastimosos.
Mientras que la del pelo violeta empezó a lanzar varias púas contra las que habían en el pecho estas reaccionaron lanzando otras tantas que chocaron entre si.
Enseguida la reina emitió un sonido estridente que parecía que me estuvieran perforando los oídos, después del sonido me costo incluso escuchar pero enseguida note como algo me retenía no podía mover los pies ni las manos que las tenia pegadas al cuerpo.
Gire la cabeza y observe a la del pelo blanco que tenia los ojos rojos lo mismo que la reina araña, parecía que no sabia lo que estaba haciendo.
La madre enseguida empezó a emitir un sonido para contrarrestar el dominio de la reina araña pero las negras que aun quedaban empezaron a lanzar varias púas haciendo que la araña pequeña de la del pelo violeta se le lanzara encima para tirarla al suelo.
─ Piedra!...─ exclamo la pequeñaja que se lanzo rápidamente hacia la reina araña pero en cuanto llego a su altura esta se choco literalmente contra un muro de arañas pequeñas de color blanco.
Esta intento mover algunas que hacían de escudo para proteger a la reina, pero esta enseguida lanzo una telaraña que envolvió prácticamente entera, después de eso una de las pequeñas blancas la elevo hasta el techo poniéndola colgando mientras que la pequeña se revolvía para poder salir.
Intente moverme como pude para librarme de la telaraña que tenia encima, después la pelirroja se lanzo a por su hermana intentando derribarla pero enseguida se quedo paralizada en el suelo pude ver que había varias telarañas y después la del pelo blanco lanzo varias telarañas para envolverla.
─ Venga tienes que recuperarte…─ dije intentando hacerla salir del estado en que se encontraba pero parecía que no había manera, estaba en un trance profundo.
Enseguida las arañas negras bajaron poniéndose a su lado, mientras esta avanzaba hacia donde estaba su madre.
Enseguida varias púas se clavaron delante de ella haciendo que se detuviera en el lugar mientras que las arañas negras siseaban advirtiendo del peligro.
La araña blanca se acerco a la del pelo violeta mientras parecía que estuviera enfadada siseando con fuerza.
La madre siguió emitiendo un sonido para intentar restablecer la consciencia de la del pelo blanco que es como si ni siquiera reconociera a su madre.
Las negras enseguida elevaron sus abdómenes preparándose para la lucha mientras que la del pelo violeta se quedo mirando fijamente hacia la del pelo blanco.
Esta solamente elevo el brazo a puntando hacia donde estaba la del pelo blanco y varias púas fueron arrojadas hacia donde estaba, enseguida la del pelo violeta logro esquivarlas lanzando varias ella también que chocaron contra otras que se le acercaban peligrosamente.
Pero antes de caer al suelo lanzo un par de púas que ni siquiera llegue a darme cuenta una de ellas impacto en el brazo de la del pelo blanco haciendo que por un instante recuperara la consciencia pero enseguida volvió a como estaba.
Y la otra pude ver que el saco donde estaba la pequeñaja cedió un poco, mientras que esta se revolvía e intentando rasgar la telaraña.
En un momento la del pelo violeta se vio rodeada por las arañas negras esta sencillamente se arrodillo como si se rindiera.
─ No te rindas!...─ exclame mientras veía como las arañas negras se acercaban dispuesta a acabar con ella, a la vez la del pelo blanco se acercaba a su madre y se ponía a su altura podía ver que esta seguía emitiendo un sonido para poder hacerla salir de su estado.
Aunque esta parecía ignorarlo completamente, cada vez estaba mas cerca, cuando estaba cerca de ella esta puso la mano sobre la garganta de la misma y empezó a apretar con intención de estrangularla incluso el sonido sonaba más apagado.
─ Piedra!...─ exclamo con fuerza mientras intentaba liberarse de su prisión de seda, pero pareciera que no había forma de lo que lograra.
La pelirroja por suerte escapo de su paralización y pudo salir corriendo hacia donde estaba su madre para intentar impedir que fuese estrangulada.
Las arañas negras empezaron a disparar varias veces pero por suerte la pelirroja pudo esquivar las pues impactando su primer golpe sobre una de ellas que fue arrojada contra una pared, y después la otra.
En cuanto se hubo deshecho de las arañas negras, golpeo a su hermana con fuerza haciendo que esta cayera al suelo liberando a su madre.
Por mi parte intente liberarme de mi prisión pero no había forma era demasiado fuerte, pude ver como la araña de la del pelo violeta se me acercaba y me soltaba el liquido verde que empezaba a disolver la telaraña.
─ Gracias…─ dije de manera algo entre cortada mientras esta me miraba de una forma extraña como si fuera amigablemente, preferí no pensarlo mucho y dirigirme hacia donde estaba la madre para ver como se encontraba.
Pero antes siquiera que pudiera dar unos pasos, la del pelo blanco se levanto rápidamente y soltó varias telarañas hacia las piernas de la pelirroja que cayo de inmediato al suelo y seguidamente lanzo otras tantas para paralizarla por completo en eso varias arañas blancas la tomaron para ponerla en el techo.
Varias agujas cayeron cerca de ella la del pelo blanco enseguida se giro para ver que la del pelo violeta parecía que la estuviera retando.
Mientras seguían entre ellas me fui acercando hacia donde estaba la madre para comprobar como estaba que todavía estaba tosiendo.
Enseguida esta lanzo varias agujas hacia su hermana pero la del pelo blanco las esquivo rápidamente lanzando varias telarañas que impactaron sobre la boca de la del pelo violeta y otras más para pegarla contra la pared.
Esta intentó resistirse pero no había forma la telaraña era demasiado fuerte para poder escapar.
Después de eso la pequeña araña se lanzo a por ella lanzando varias telarañas a las piernas del pelo blanco pero esta se dio cuenta y giro su cabeza para ver como la araña compañera de la del pelo violeta giraba a su alrededor intentando inmovilizarla.
Pero la del pelo blanco emitió un grito muy agudo que hizo incluso que me tapara los idos haciendo que la pequeña araña saliera corriendo enseguida y dejara lo que estaba haciendo.
Movió su pierna y se deshizo con rapidez de las telarañas, cuando por fin pude ponerme de pie, aun estaba algo mareada pero me puse delante de su madre con los brazos abiertos impidiendo que se acercara.
Por un momento se me quedo mirando pero rápidamente lanzo varias telarañas haciendo que un par de ellas acertaran en mis muñecas y pegándose a la pared otra al cuello impidiéndome hablar y otra a las piernas para impedir que me moviera.
Podía escuchar como la reina araña parecía emitir un sonido de regocijo de poder librarse de ella.
─ Es tu madre…puedes resistirte…te están controlando…por favor despierta…─ hable de forma entrecortada sintiendo como la telaraña apretaba mi garganta.
Después se acerco a la madre y volvió a ponerle la mano sobre le cuello apretando con fuerza esta emitió unos sonidos entre cortados mientras las demás intentaban deshacerse de sus prisiones pero no había forma de que lograran escapar.
Pensé que todo estaba acabado y que por fin estos bichos habían ganado, pero empecé sentir un temblor en el suelo que hizo que la reina araña mirara hacia todas partes con curiosidad.
Mientras que la del pelo blanco se detuvo por unos momentos mirando intrigada hacia todas partes, el sonido de que algo se acercaba y el temblor que producía parecía que estaba muy cerca.
Hizo que me diera un escalofrío que me recorrió la espalda esa cosa que se acercaba estaba cada vez mucho mas cerca.
Cuando por fin algo entró en la guarida de la araña pude ver que se trataba del escarabajo que la pequeñaja había liberado emitiendo un sonido que hizo eco en todo el lugar, enseguida varias arañas negras empezaron a lanzarle púas pero la coraza del bicho era demasiado dura para que pudieran atravesarla mientras que las blancas lanzaban telarañas para poder impedir que se moviera pero de momento no había forma.
─ Piedra!...Piedra!...─ exclamo una y otra vez de manera nerviosa como si le estuviera indicando donde estaba, la prisión de esta se movía de un lugar a otro que por fin se rompió de donde estaba cayendo al suelo.
El escarabajo movió sus mandíbulas haciendo que la telaraña se rompiera fácilmente y la pequeñaja saliera de su prisión.
─ Nunca he estado mas contenta de ver a ese bicho…─ dije mientras veía como la pequeñaja se montaba a lomos de ese bicho como si fuera un caballo.
Escuche como la reina araña emitió un sonido preparándose para la batalla, la del pelo blanco siguió con lo que estaba haciendo.
─ Aquí…libérame!…─ exclame con fuerza mientras me movía un poco en eso la pequeñaja azuzo al bicho que arremetió contra mis ataduras después de eso caí al suelo.
Sin darme cuenta un pequeño kivi cayo de la mochila que había metido para dárselo por si tenía hambre, este cayo delante de la del pelo blanco.
Podía escuchar la batalla que se había iniciado entre la pequeñaja y su escarabajo y las demás arañas.
Esta se detuvo por unos momentos mirando el kivi que tenia delante de ella era como si estuviera recordando algo.
─ Venga suéltala…te prometo que te daré mas kivis…─ dije mientras me acercaba lentamente a ella, cuando estuve cerca de la fruta la tome con mi mano y se lo enseñe mientras esta me miraba con atención.
─ Tómalo…─ dije mientras acercaba la mano para ofrecérselo aun podía ver los ojos llenos de ira que tenia, pero había algo que había salido de su interior y podía verse la lucha interior que había.
Soltó a su madre lentamente y acerco su mano hacia el kivi después cuando lo tomo en sus manos se quedo mirándolo fijamente y empezó a acercar su boca para probarlo.
Pero el sonido del grito de la reina hizo que esta cayera al suelo con las manos sobre la cabeza como si la estuviera matando.
Me acerque a esta y la abrace con fuerza para protegerla aunque no podía hacer mucho, después de unos segundos, note que estaba algo mas tranquila.
Abrí los brazos y pude ver como sus ojos habían cambiado totalmente y me miraba avergonzada.
En eso tome el kivi y se lo puse en la mano esta le dio un mordisco y enseguida sonrió plenamente.
Me levante y esta se acerco a su madre y empezó a emitir unos sonidos lastimeros como si estuviera pidiéndole perdón aquello incluso me hizo empezar a llorar.
─ Venga tenemos que ocuparnos de un bicho…─ dije con decisión esperando que al menos me hubieran entendido en eso la madre empezó a emitir un sonido extraño que parecía como si les estuviera diciendo que estaba bien.
A mirar pude ver que la pequeñaja estaba dando golpes con el escarabajo hacia todas las arañas que se acercaban pero las blancas empezaron a soltarle telarañas hacia las patas impidiendo que el escarabajo se moviera, enseguida la pequeñaja se bajo y se lanzo a la pelea.
Pero a los pocos segundos termino de nuevo enredada entre las telarañas de nuevo la batalla se estaba decantando pro la reina araña….
FIN DEL CAPITULO 4
Aquella pata hizo el cuerpo se me bloqueara por completo mientras sentía como la del pelo blanco se ocultaba detrás de mi.
Una tras otra fueron saliendo las patas y al final todo el cuerpo, la araña era gigantesca en un momento nos miro con esos ojos rojos, y cuerpo era enorme y tenia púas por todo su abdomen y era de un color negro.
─ Dios mío!...─ exclame viendo semejante insecto enorme, pensando que me daban miedo las arañas ese era mi terror máximo.
Con un chillido hizo que las arañas del techo bajaran inmediatamente mientras que las pequeñas blancas se pusieron delante de ella protegiéndola, aquello me resultaba increíble puesto que no había visto nunca algo parecido en las arañas siempre pensé que eran independientes incluso caníbales entre su especie.
En cuanto las negras tocaron el suelo lanzaron varias púas enseguida sentí como la del pelo violeta se me lanzaba encima para que no me acertaran mientras la madre abrazaba a las demás para que no les afectara mientras que las púas rebotaban en el campo de fuerza.
Desde el suelo incluso me parecía mucho mas grande, no pude mas que tragar saliva y buscar algún sitio para esconderme de momento.
─ Piedra…Piedra…─ comento la pequeña mientras se lanzaba corriendo hacia una de las arañas a toda prisa, pero esta lanzo varias púas contra el suelo haciendo que se detuviera de inmediato mirando con cara de enfado a la araña.
La otra salio disparada como un borrón que enseguida se topo con una de las arañas esta empezó a golpear repetidamente a la araña que parecía afectarle podía verse como los impactos eran contundentes y esta en un momento cayo al suelo boca arriba emitiendo gemidos lastimosos.
Mientras que la del pelo violeta empezó a lanzar varias púas contra las que habían en el pecho estas reaccionaron lanzando otras tantas que chocaron entre si.
Enseguida la reina emitió un sonido estridente que parecía que me estuvieran perforando los oídos, después del sonido me costo incluso escuchar pero enseguida note como algo me retenía no podía mover los pies ni las manos que las tenia pegadas al cuerpo.
Gire la cabeza y observe a la del pelo blanco que tenia los ojos rojos lo mismo que la reina araña, parecía que no sabia lo que estaba haciendo.
La madre enseguida empezó a emitir un sonido para contrarrestar el dominio de la reina araña pero las negras que aun quedaban empezaron a lanzar varias púas haciendo que la araña pequeña de la del pelo violeta se le lanzara encima para tirarla al suelo.
─ Piedra!...─ exclamo la pequeñaja que se lanzo rápidamente hacia la reina araña pero en cuanto llego a su altura esta se choco literalmente contra un muro de arañas pequeñas de color blanco.
Esta intento mover algunas que hacían de escudo para proteger a la reina, pero esta enseguida lanzo una telaraña que envolvió prácticamente entera, después de eso una de las pequeñas blancas la elevo hasta el techo poniéndola colgando mientras que la pequeña se revolvía para poder salir.
Intente moverme como pude para librarme de la telaraña que tenia encima, después la pelirroja se lanzo a por su hermana intentando derribarla pero enseguida se quedo paralizada en el suelo pude ver que había varias telarañas y después la del pelo blanco lanzo varias telarañas para envolverla.
─ Venga tienes que recuperarte…─ dije intentando hacerla salir del estado en que se encontraba pero parecía que no había manera, estaba en un trance profundo.
Enseguida las arañas negras bajaron poniéndose a su lado, mientras esta avanzaba hacia donde estaba su madre.
Enseguida varias púas se clavaron delante de ella haciendo que se detuviera en el lugar mientras que las arañas negras siseaban advirtiendo del peligro.
La araña blanca se acerco a la del pelo violeta mientras parecía que estuviera enfadada siseando con fuerza.
La madre siguió emitiendo un sonido para intentar restablecer la consciencia de la del pelo blanco que es como si ni siquiera reconociera a su madre.
Las negras enseguida elevaron sus abdómenes preparándose para la lucha mientras que la del pelo violeta se quedo mirando fijamente hacia la del pelo blanco.
Esta solamente elevo el brazo a puntando hacia donde estaba la del pelo blanco y varias púas fueron arrojadas hacia donde estaba, enseguida la del pelo violeta logro esquivarlas lanzando varias ella también que chocaron contra otras que se le acercaban peligrosamente.
Pero antes de caer al suelo lanzo un par de púas que ni siquiera llegue a darme cuenta una de ellas impacto en el brazo de la del pelo blanco haciendo que por un instante recuperara la consciencia pero enseguida volvió a como estaba.
Y la otra pude ver que el saco donde estaba la pequeñaja cedió un poco, mientras que esta se revolvía e intentando rasgar la telaraña.
En un momento la del pelo violeta se vio rodeada por las arañas negras esta sencillamente se arrodillo como si se rindiera.
─ No te rindas!...─ exclame mientras veía como las arañas negras se acercaban dispuesta a acabar con ella, a la vez la del pelo blanco se acercaba a su madre y se ponía a su altura podía ver que esta seguía emitiendo un sonido para poder hacerla salir de su estado.
Aunque esta parecía ignorarlo completamente, cada vez estaba mas cerca, cuando estaba cerca de ella esta puso la mano sobre la garganta de la misma y empezó a apretar con intención de estrangularla incluso el sonido sonaba más apagado.
─ Piedra!...─ exclamo con fuerza mientras intentaba liberarse de su prisión de seda, pero pareciera que no había forma de lo que lograra.
La pelirroja por suerte escapo de su paralización y pudo salir corriendo hacia donde estaba su madre para intentar impedir que fuese estrangulada.
Las arañas negras empezaron a disparar varias veces pero por suerte la pelirroja pudo esquivar las pues impactando su primer golpe sobre una de ellas que fue arrojada contra una pared, y después la otra.
En cuanto se hubo deshecho de las arañas negras, golpeo a su hermana con fuerza haciendo que esta cayera al suelo liberando a su madre.
Por mi parte intente liberarme de mi prisión pero no había forma era demasiado fuerte, pude ver como la araña de la del pelo violeta se me acercaba y me soltaba el liquido verde que empezaba a disolver la telaraña.
─ Gracias…─ dije de manera algo entre cortada mientras esta me miraba de una forma extraña como si fuera amigablemente, preferí no pensarlo mucho y dirigirme hacia donde estaba la madre para ver como se encontraba.
Pero antes siquiera que pudiera dar unos pasos, la del pelo blanco se levanto rápidamente y soltó varias telarañas hacia las piernas de la pelirroja que cayo de inmediato al suelo y seguidamente lanzo otras tantas para paralizarla por completo en eso varias arañas blancas la tomaron para ponerla en el techo.
Varias agujas cayeron cerca de ella la del pelo blanco enseguida se giro para ver que la del pelo violeta parecía que la estuviera retando.
Mientras seguían entre ellas me fui acercando hacia donde estaba la madre para comprobar como estaba que todavía estaba tosiendo.
Enseguida esta lanzo varias agujas hacia su hermana pero la del pelo blanco las esquivo rápidamente lanzando varias telarañas que impactaron sobre la boca de la del pelo violeta y otras más para pegarla contra la pared.
Esta intentó resistirse pero no había forma la telaraña era demasiado fuerte para poder escapar.
Después de eso la pequeña araña se lanzo a por ella lanzando varias telarañas a las piernas del pelo blanco pero esta se dio cuenta y giro su cabeza para ver como la araña compañera de la del pelo violeta giraba a su alrededor intentando inmovilizarla.
Pero la del pelo blanco emitió un grito muy agudo que hizo incluso que me tapara los idos haciendo que la pequeña araña saliera corriendo enseguida y dejara lo que estaba haciendo.
Movió su pierna y se deshizo con rapidez de las telarañas, cuando por fin pude ponerme de pie, aun estaba algo mareada pero me puse delante de su madre con los brazos abiertos impidiendo que se acercara.
Por un momento se me quedo mirando pero rápidamente lanzo varias telarañas haciendo que un par de ellas acertaran en mis muñecas y pegándose a la pared otra al cuello impidiéndome hablar y otra a las piernas para impedir que me moviera.
Podía escuchar como la reina araña parecía emitir un sonido de regocijo de poder librarse de ella.
─ Es tu madre…puedes resistirte…te están controlando…por favor despierta…─ hable de forma entrecortada sintiendo como la telaraña apretaba mi garganta.
Después se acerco a la madre y volvió a ponerle la mano sobre le cuello apretando con fuerza esta emitió unos sonidos entre cortados mientras las demás intentaban deshacerse de sus prisiones pero no había forma de que lograran escapar.
Pensé que todo estaba acabado y que por fin estos bichos habían ganado, pero empecé sentir un temblor en el suelo que hizo que la reina araña mirara hacia todas partes con curiosidad.
Mientras que la del pelo blanco se detuvo por unos momentos mirando intrigada hacia todas partes, el sonido de que algo se acercaba y el temblor que producía parecía que estaba muy cerca.
Hizo que me diera un escalofrío que me recorrió la espalda esa cosa que se acercaba estaba cada vez mucho mas cerca.
Cuando por fin algo entró en la guarida de la araña pude ver que se trataba del escarabajo que la pequeñaja había liberado emitiendo un sonido que hizo eco en todo el lugar, enseguida varias arañas negras empezaron a lanzarle púas pero la coraza del bicho era demasiado dura para que pudieran atravesarla mientras que las blancas lanzaban telarañas para poder impedir que se moviera pero de momento no había forma.
─ Piedra!...Piedra!...─ exclamo una y otra vez de manera nerviosa como si le estuviera indicando donde estaba, la prisión de esta se movía de un lugar a otro que por fin se rompió de donde estaba cayendo al suelo.
El escarabajo movió sus mandíbulas haciendo que la telaraña se rompiera fácilmente y la pequeñaja saliera de su prisión.
─ Nunca he estado mas contenta de ver a ese bicho…─ dije mientras veía como la pequeñaja se montaba a lomos de ese bicho como si fuera un caballo.
Escuche como la reina araña emitió un sonido preparándose para la batalla, la del pelo blanco siguió con lo que estaba haciendo.
─ Aquí…libérame!…─ exclame con fuerza mientras me movía un poco en eso la pequeñaja azuzo al bicho que arremetió contra mis ataduras después de eso caí al suelo.
Sin darme cuenta un pequeño kivi cayo de la mochila que había metido para dárselo por si tenía hambre, este cayo delante de la del pelo blanco.
Podía escuchar la batalla que se había iniciado entre la pequeñaja y su escarabajo y las demás arañas.
Esta se detuvo por unos momentos mirando el kivi que tenia delante de ella era como si estuviera recordando algo.
─ Venga suéltala…te prometo que te daré mas kivis…─ dije mientras me acercaba lentamente a ella, cuando estuve cerca de la fruta la tome con mi mano y se lo enseñe mientras esta me miraba con atención.
─ Tómalo…─ dije mientras acercaba la mano para ofrecérselo aun podía ver los ojos llenos de ira que tenia, pero había algo que había salido de su interior y podía verse la lucha interior que había.
Soltó a su madre lentamente y acerco su mano hacia el kivi después cuando lo tomo en sus manos se quedo mirándolo fijamente y empezó a acercar su boca para probarlo.
Pero el sonido del grito de la reina hizo que esta cayera al suelo con las manos sobre la cabeza como si la estuviera matando.
Me acerque a esta y la abrace con fuerza para protegerla aunque no podía hacer mucho, después de unos segundos, note que estaba algo mas tranquila.
Abrí los brazos y pude ver como sus ojos habían cambiado totalmente y me miraba avergonzada.
En eso tome el kivi y se lo puse en la mano esta le dio un mordisco y enseguida sonrió plenamente.
Me levante y esta se acerco a su madre y empezó a emitir unos sonidos lastimeros como si estuviera pidiéndole perdón aquello incluso me hizo empezar a llorar.
─ Venga tenemos que ocuparnos de un bicho…─ dije con decisión esperando que al menos me hubieran entendido en eso la madre empezó a emitir un sonido extraño que parecía como si les estuviera diciendo que estaba bien.
A mirar pude ver que la pequeñaja estaba dando golpes con el escarabajo hacia todas las arañas que se acercaban pero las blancas empezaron a soltarle telarañas hacia las patas impidiendo que el escarabajo se moviera, enseguida la pequeñaja se bajo y se lanzo a la pelea.
Pero a los pocos segundos termino de nuevo enredada entre las telarañas de nuevo la batalla se estaba decantando pro la reina araña….
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo y cierre de esta primera temporada espero que os guste a todos y muchas gracias

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