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Mazoku
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OSCURIDAD VIVA
Al acercarse a la vitro cerámica note como si estuviera pisando agua pero al bajar la linterna del móvil pude comprobar que era un charco de sangre, poco a poco empecé a subir la linterna con miedo en el cuerpo mientras me temblaba la mano mientras subía por el mueble de la vitro cerámica la sangre resbalaba por el mobiliario.
Casi cuando estaba a punto de llegar a la vitro cerámica mientras el olor metálico de la sangre la mareaba noto como la mano de la detective le detenía mientras negaba con la cabeza.
─ Es mejor que no lo veas…continuemos hacia las oficinas…tenemos que salir de aquí cuanto antes…─ hablo la detective mientras le bajaba la mano hasta que estaba abajo después de eso continuamos andando hacia las oficinas con el miedo en el cuerpo.
Al caminar notaron como la oscuridad se arremolinaba alrededor de ellas sintiendo el frío que las envolvía y como casi las luces de los aparatos no llegara más lejos de un par de metros.
─ ¿Queda mucho…?...─ cuestiono la detective iluminando otra sección mas por la que estaban pasando.
─ No queda mucho… ¿Has notado algo…?...─ pregunto Eliza mientras caminaba con el miedo en el cuerpo.
Al caminar tanto Eliza como la detective notaron como si alguien pasara rápidamente detrás de ellas a gran rapidez como si estuvieran persiguiéndolas.
En un momento Eliza escucho como algo se movía por el techo enseguida esta elevo la luz del móvil y enseguida pudo ver como una sombra con aspecto humanoide se movía como si fuera una araña con movimientos rápidos escapando de la luz.
─ Rápido…─ dijo Eliza con cierta premura mientras caminaba hacia un pasillo y enseguida aparto unas puertas.
El sitio parecía como si fuera un ataúd no había iluminación alguna mientras caminábamos por un pasillo con puertas a ambos lados.
─ ¿Dónde esta la oficina…?...─ cuestiono la detective al caminar por el pasillo mientras iluminaba las puertas del pasillo.
─ Esta al fondo…─ respondió Eliza caminando por el pasillo mientras se pegaba al cuerpo de la detective.
En un momento apunto el móvil hacia el pasillo para comprobar si había alguien en cuanto la luz ilumino el pasillo pudo ver una sombra completamente oscura que estaba de pie.
─ Esto…rápido…─ comento Eliza mientras veía como la sombra alzaba los brazos y se lanzaba por ella.
─ Devuélvemelo!...─ exclamo la figura mientras se acercaba con rapidez hacia ellas enseguida ambas aceleraron el paso para llegar a la oficina cuando llegaron a las puertas estas entraron enseguida la detective se preparo para disparar a lo que entrara mientras que Eliza se colocaba al lado de la puerta.
Eliza miro a la detective mientras le temblaba la mano apuntando con la pistola hacia la puerta mientras esperaba que alguien entrara pero no parecía entrar nadie.
Después de unos segundos que parecían ser horas la detective guardo la pistola mientras que Eliza se levantaba con cierto miedo sintiendo el temblor en sus piernas.
─ ¿Cual es el ordenador…?...─ cuestiono la detective mientras guardaba el arma y Eliza se dirigía hacia el puesto de trabajo apuntando con el móvil hacia las mesas que estaban por el lugar.
Al llegar al la mesa con el ordenador en cuestión la detective empezó a mirar por todos los cajones para ver si encontraba la clave de la puerta para poder salir de ahí.
Continuando con su búsqueda enseguida los monitores empezaos a encenderse con la pantalla en blanco y ese ruido blanco típico.
─ ¿Pero que…?...─ pregunto Eliza con medio mientras contemplaba como los ordenadores iban encendiéndose uno tras otro al mismo tiempo que la detective se quedaba como paralizada viendo aquello.
De repente empezó a verse la imagen de un rostro deformado en el monitor a través del ruido blanco.
─ Devuélvemelo!...─ exclamo el rostro una y otra vez mientras ambas notaron como el miedo las paralizaba por unos segundos.
─ Rápido!…─ exclamo Eliza haciendo que la detective saliera de su estado y continuara buscando, enseguida las luces empezaron a parpadear.
─ La tengo…vámonos…─ dijo la detective al tomar una tarjeta y avanzar entre los escritorios con velocidad al llegar a la puerta la abrió rápido y salieron al pasillo.
Amas avanzaron por el pasillo en dirección hacia el almacén para poder salir del infierno en el que se encontraban.
Ambas aceleraron el paso notando como si algo las estuviera persiguiendo Eliza no dejaba de mirar hacia atrás con el miedo en el cuerpo como si estuviera amenazada y algo le indicaba que estaban en peligro.
─ Socorro…ayuda Eliza…no nos dejes solas…─ dijo una voz como si fuera un canto de sirena proveniente de la oscuridad del pasillo.
Por un momento Eliza se quedo paralizada escuchando las voces del interior de esa oscuridad que empezaba a envolverla.
Eliza avanzo unos pasos hacia la misma escuchando las voz de una de sus compañeras como si estuviera encantada en cierto sentido.
Por un momento Eliza pudo ver como sus compañeras salían de esta solo la mitad del cuerpo pidiendo ayuda con el rostro desencajado de miedo.
─ Eliza…socorro…─ dijeron las chicas mientras se podía ver a sus compañeras con ojos de desesperación.
Eliza no puso resistirse mientras avanzaba hacia esa oscuridad que se hacia fría e insondable que se apoderaba de ella a cada paso que daba.
Por un instante estaba como hechizada por sus compañeras y andaba hacia esa masa que no dejaba de acercarse a ella, en ese instante la detective le puso la mano encima para detenerla.
─ ¿Hacia donde vas…?...─ cuestiono la detective mientras detenía el avance de Eliza hacia la oscuridad.
─ No las ves…están pidiéndome ayuda aun siguen vivas…─ respondió Eliza mientras señalaba con la luz de la linterna hacia el interior de la oscuridad que parecía tragar la luz de la linterna.
─ Eliza despierta, no hay nadie…tenemos que seguir hacia el almacén para salir de aquí…─ hablo la detective para convencer a Eliza mientras esta parecía que seguía viéndolas.
De improviso la detective le dio una bofetada para hacer que despertara de su estado por un momento después del dolor en la mejilla esta parecía que se había recuperado.
─ ¿Qué ha pasado…?...─ cuestiono Eliza mientras miraba hacia la oscuridad sin que hubiera nadie pasando la linterna por todos lados pero la oscuridad parecía que absorbiera la luz.
─ Vamos sigamos…─ comento la detective mientras la agarraba de la mano y salía del pasillo sin embargo el recuerdo de sus compañeras permanecía en su mente.
Ambas salieron del pasillo a toda prisa mientras se podía notar un ambiente frío y como la oscuridad parecía viva incluso empezaron a escuchar susurros y voces que provenían de cualquier parte del lugar incluso las mismas sombras parecían moverse por si solas.
─ Tenemos que llegar cuanto antes…─ comento la detective apremiando el paso mientras caminaban entre las secciones del almacén para bajar las escaleras mecánicas que estaban paralizadas.
En cuanto pusieron los pies en los peldaños estos comenzaron a moverse siendo extraño puesto que no había electricidad.
─ ¿Pero como…?...─ cuestiono la detective extrañada al ver como estas comenzaron a moverse sin embargo no se veía el final de las escaleras.
Las escaleras se movían y bajaban hacia una oscuridad insondable y fría de una manera amenazante.
Por unos instantes ambas se quedaron paralizadas incluso se escuchaban sonidos extraños provenientes del piso inferior.
─ Mejor bajamos por las escaleras normales…─ hablo la detective mientras tragaba saliva con miedo podía sentir como la mano empezaba a sudarle y parecía algo temblorosa.
Ambas continuaron hacia las escaleras para bajar al piso inferior sin embargo Eliza sabia que algo le estaba siguiendo de alguna forma sin embargo no sabia que es lo que era.
La detective movía la luz de la linterna hacia sus pies y a veces hacia delante y otras hacia sus pies para mostrar el camino en cuanto llegaron a las escaleras empezaron a bajar rápidamente pero nada mas llegar abajo escucharon tintineos extraños que provenían de todo el lugar.
─ ¿Qué es eso…?...─ pregunto Eliza mientras empezaba a mover la linterna hacia todas partes en unos momentos pudo ver como unas cadenas de color negra estaban dispuestas por el techo de manera aleatoria moviéndose de un lugar a otro muy ligeramente.
─ No creo que sea buena idea tocarlas…sigamos…─ respondió la detective mientras comenzábamos a caminar hacia el almacén.
Sin embargo en un instante mientras movía la linterna comenzó a ver miembros amputados colgados de las cadenas chorreando de sangre.
Esa visión hizo que Eliza diese un grito del miedo mientras apuntaba con el móvil hacia las partes de los cuerpos que aparecían en cada cadena.
Enseguida la detective apunto la luz hacia la cadena viendo el espectáculo dantesco que se formaba ante ellos.
Sin embargo fue peor al darse la vuelta pudiendo ver cuerpos colgados como si estuvieran atravesados por un gancho en su espalda estos permanecían inmóviles con un rostro blanco como la nieve como si ya llevaran varias semanas muertos.
En un momento la detective ilumino el cuerpo pero a los pocos segundos este se movió de manera errática alzando los brazos y emitiendo unos sonidos extraños sus ojos estaban completamente en blanco y sus labios amoratados sin embargo sus ruidos eran como salidos del mismo infierno a medida que se movían veían mas cuerpos enganchados en esas cadenas negras.
─ Socorro…ayúdanos…─ decían algunos de los cadáveres colgados mientras intentaban agarrarnos podía sentir algunos tirar del cabello de Eliza y la detective.
Siguieron avanzando pero el camino parecía que era eterno en un momento al elevar la luz del móvil no había nada en ninguna parte incluso las cadenas habían desaparecido.
Ambas se quedaron sorprendidas mirando la techo sin ver que hubiera nada, las luces de las linternas no iluminaban mas de un par de metros delante suyas.
Al llegar a las puertas del almacén abrieron las puertas y bajaron las escaleras hacia la parte baja, el lugar estaba en completo silencio en casi tinieblas al menos la luz del exterior entraba por las ventanas que había en el techo y en la parte alta de las paredes distribuidas al azar.
Por un momento se quedaran paralizadas a la entrada del almacén como si estuvieran paralizadas mirando a lo lejos su salida.
─ Muy bien avancemos…ya he tenido bastante de este día…─ comento la detective con valor mientras comenzaba a avanzar hacia la salida del infierno en el que se encontraban.
Comenzaron a avanzar entre los palees y las maquinas del almacén pasando entre los estantes llenos de productos.
Pero antes de llegar a la puerta pudieron ver una niña pequeña la misma que había visto en el parque.
Ambas se quedaron como paralizadas viendo a la pequeña que permanecía inmóvil delante de la puerta.
─ ¿Quién es esa…?...─ pregunto la detective mientras le apuntaba la luz del móvil hacia ella sin embargo incluso la misma parecía evitarla.
─ Genial…─ dijo Eliza pensando en que no podrían salir del lugar al menos vivas.
La detective empezó avanzar hacia la pequeña que seguía inmóvil, al llegar casi a un par de metros delante de ella se quedo paralizada.
En un instante el silencio fue roto por la niña que emitió un grito con todas sus fuerzas resonando en el lugar incluso parecía que el lugar se tambaleaba y se movía de un lugar a otro mientras se clavaba en el cerebro de ambas que no pudieron mas que taparse los oídos y caer al suelo de rodillas.
CALLATE!!!...─ grito Eliza con todas sus fuerzas haciendo que la pequeña se callara de inmediato y cesara todo el sonido y que poco a poco el lugar fue volviendo a la normalidad.
Al elevar la vista pudo ver como esta había desaparecido del sitio y se escuchaba una risa infantil.
─ ¿Dónde esta…?...─ pregunto la detective mientras se levantaba algo mareada y moviéndose de manera errática hasta que consiguió recuperar el equilibrio pero aun así no podía escuchar bien.
─ No nos dejara salir…tan fácilmente…─ comento Eliza mientras ayudaba a la detective a levantarse y escuchaba esa sonrisa que aprecia provenir del mismo edificio.
Enseguida note como algo se movía por el lugar de manera amenazante mientras que la detective iluminaba con el móvil hacia todas partes.
La poca luz que entraba por las ventanas del lugar empezó a oscurecerse poco a poco mientras se ocultaba el lugar en la oscuridad que sentía que estaba viva y la risa que no cesaba escuchándose en todo el lugar.
─ Venga levántate…─ dijo la detective mientras me ofrecía la mano y que poco a poco se oscurecía el lugar las luces apenas llegaban a un par de metros y el frío nos envolvía cada ruido familiar que había escuchado un montón de veces me resultaba extraño y amenazador.
─ No vamos a poder salir de aquí…acabara con nosotras…─ comento Eliza con tono de tristeza y derrota mientras la detective tiraba de ella para poder levantarla.
Mientras la detective tiraba de Eliza para poder levantarla con esfuerzo, podía verse el rostro de Eliza que estaba lleno de tristeza y desesperación.
─ Devuélvemelo…─ dijo Vanesa haciendo que su voz resonara en el lugar haciendo que el corazón le diera una vuelta por el miedo mientras que una sensación de frío recorría su columna y la piel se ponía de gallina.
─ ¿Qué es lo que quieres que le devuelvas…?...─ pregunto la detective tirando de Eliza y poniéndola por fin de pie.
─ Una figura que tiene un espíritu dentro de ella…─ respondió Eliza mientras metía la mano en la mochila y empezaba a rebuscar la pequeña figura hasta que al final dio con ella.
Eliza le enseño la pequeña figura en la mano temblorosa mientras la detective la miraba de forma confusa que todo fuera por eso.
La detective se quedo mirando la figura por unos segundos hasta que de un manotazo tomo la figura.
─ ¿Qué esta haciendo…?...─ cuestiono Eliza viendo que al detective había tomado la figura en sus manos.
En eso solamente la detective solamente guiño un ojo y enseguida se dio la vuelta y dando un par de pasos se detuvo y levanto la mano como si estuviera retando a la oscuridad.
─ Es esto lo que quieres ven a por ello…─ hablo la detective mientras se escuchaba una gruñido proveniente de todo el lugar y una ráfaga de viento que paso cerca mía acercándose a gran velocidad.
En un momento pude ver como la detective fue despedida hacia uno de los estantes chocando contra este y cayendo al suelo.
─ AAAHHH!!!...─ grito la detective mientras se levantaba como podía debido al golpe que había recibido.
Eliza se acerco a la detective para poder ayudarla pero esta solamente alzo la mano deteniéndola en seco.
─ ¿Eso es todo lo que tienes…?...─ cuestiono la detective mientras se levantaba con cierta dificultad y tambaleándose.
Cuando pro fin pudo recuperar el equilibrio volvió a alzar la mano sosteniendo la figura dentro de esta.
─ Adelante…no pienso dártelo…─ comento la detective con valor aunque podía ver en su rostro que no era así el miedo casi la atenazaba.
Enseguida se volvió a escuchar una risa que resonó en el sitio y otra ráfaga de viento que envolvió el lugar después de eso la detective volvió a ser empujada hacia otro de los estantes esta vez golpeándose con mas fuerza mientras caían algunas cosas de los mismos.
─ AAAHHH!!!...cof…cof…cof…─ grito la detective con fuerza mientras esta vez parecía que le costaba mas tiempo levantarse aun así no abría el puño y mantenía la figura en este.
─ Suelta la figura!…─ exclamo Eliza con tono de desesperación mientras veía como la detective le costaba levantarse e incluso se tambaleaba estando de pie.
─ No te acerques…esto es cosa mía…─ comento la detective de forma entrecortada mientras se intentaba mantener en pie sosteniendo la figura en su mano y la pistola en la otra.
─ ¿No puedes…hacer nada mas…?...─ cuestiono la detective mientras se movía tambaleándose y empezando a toser de nuevo echando sangre por la boca.
─ No continúes…devuélvemela…es cosa mía…─ comento Eliza con valor mientras se acercaba a la detective para tomar la figura.
─ Ni te acerques…─ ordeno la detective mientras apuntaba a Eliza con la misma de manera amenazadora temblándole la mano.
─ Venga aquí estoy…─ dijo la detective de nuevo de manera desafiante mientras sostenía la figura alzándola.
De nuevo volvió a sentir Eliza en el cuerpo esa sensación fría y amenazadora que le revolvía tanto el cuerpo como el alma.
Pero esta vez se escucho un gruñido que resonó de forma extraña parecía mas ronca y gutural como si apareciera del mismo infierno.
En vez de lanzar a la detective por los aires y hacer que se chocara la levanto en el aire sosteniéndola por la muñeca de la mano que llevaba la figura.
La detective pataleo con fuerza intentando liberarse pero en un momento empezó a disparar hacia todas partes intentando acertar a algo mientras que Eliza se agacho para que no le diera alguna bala perdida.
Eliza solamente podía ver con horror como la detective se debatía entre la vida y la muerte pataleando en el aire y disparando sin sentido hacia la oscuridad.
─ Suéltala…por favor…─ comento Eliza con tono de tristeza y desesperación mientras escuchaba los disparos y los gritos de la detective llenos de rabia pataleando y moviéndose para poder liberarse.
Eliza con la cabeza baja escuchaba esos sonidos como si estuvieran sacados del corazón del infierno que resonaba en su cerebro y se clavaban con fuerza.
Pero pasados unos segundos el silencio inundo el lugar por completo incluso su mente en vez de miedo había dudas y preguntas del por que.
Pero enseguida escucho como algo caía al suelo y cuando apunto la luz hacia donde había venido el sonido pudo ver el arma de la detective que estaba en el suelo.
Después del corto silencio se escucho gritos de agonía y chorros de sangre que caían al suelo formando charcos.
Al elevar la vista pudo ver como en su cuerpo había un agujero en su abdomen podía verse parte de su abdomen y sus tripas fuera colgando mientras era agarrada por ambos brazos tirando de ella con fuerza viendo la carra de agonía y dolor de la detective.
─ Dios!...─ exclamo Eliza mientras se tapaba la boca con la mano y veía como al sangre caía y las tripas prácticamente bailaban al aire colgando de su abdomen en un momento pude ver unos ojos de color blanco que se formaban en la oscuridad y una sonrisa blanca reluciendo que parecía formar dientes puntiagudos.
La sangre no dejaba de salir de su cuerpo y formar charcos en el suelo mientras que los gritos se sucedían en un momento esa boca se abrió mostrando solo una luz blanca brillante pero no tardo mucho en cerrar sobre la cabeza de la detective soltando un chorro de sangre que incluso mojo a Eliza.
Al momento se escucho un sonido horrible de huesos triturados y el silencio de la detective y el final de su sufrimiento después de eso pudo ver como al cabeza de la detective caía delante de ella inerte y con una mirada vidriosa y fija que la miraba aunque no era de manera amenazante si no más bien tranquila.
Eliza no pudo más que gritar con fuerza viendo el horrible espectáculo que estaba presenciando y en pocos segundos varios miembros arrancados del cuerpo de la detective ensangrentados cayeron delante de ella junto con el torso.
Podía sentir el calor de la sangre que estaba por su rostro y sus manos mientras las miraba con tristeza escuchando como esa cosa o lo que fuera gruñían.
─ No puede ser…esto no es real…¿Por qué no se la diste…?...─ cuestiono entre sollozos mientras miraba los miembros de la detective sin embargo las manos estaban vacías y no tenia nada en ellas.
Por un momento la tristeza y la confusión por un momento miro la ropa pensando que estaría en ella.
─ Ja, ja, ja, ja…─ rió la oscuridad de forma malévola mientras empezaba a envolver a Eliza.
─ No te acerques!…─ exclamo con fuerza mientras se levantaba como podía sintiendo como sus pisadas casi resbalaban por la cantidad de sangre que había en el suelo, como puso se puso de pie y empezó a moverse hacia las estanterías para esconderse y ganar algo de tiempo para pensar como salir de ese lugar.
El miedo y el horror estaba en su corazón que latía con fuerza mientras Eliza se escondía entre las estanterías escuchando la risa demoníaca de esa cosa que empezaba a envolver el sitio poco a poco podía escuchar como los estantes crujían de forma estridente.
─ Mierda!...¿Donde narices lo tenia…?...─ dijo mientras miraba hacia todos lados viendo como las estanterías se deformaban mientras esa oscuridad las envolvía.
Enseguida su mirada se fijo en una de las maquinas pensando que podría intentar estrellarlo contra la verja metálica para salir del sitio.
Cada vez esa cosa estaba mas cerca podía sentir el frío que empezaba a envolverla mientras que las estanterías crujían con fuerza se podía escuchar la risa demoníaca que resonaba en el lugar.
─ No creo que sea tan difícil…─ dijo mientras miraba hacia una de las maquinas para poder estrellarlas contra la persiana metálica.
Viendo que no tenía otra forma de salir de ahí salio de su escondite y enseguida empezó a ver como varias cosas se lanzaban contra ella.
Eliza como pudo empezó a esquivarlas mientras estas volaban hacia ella chocando en las demás estanterías.
Cuando por fin llego a una de las maquinas esta empezó a pulsar botones hasta que por fin acertó mientras veía como varios objetos chocaban contra el vehiculo haciendo que se tambaleaba.
Por un instante el sonido del motor le hizo tener algo de esperanza mientras esa oscuridad seguía engulléndolo todo, por un instante al presionar uno de los botones los focos del vehiculo se encendieron haciendo que la oscuridad retrocediera por unos instantes.
Eliza al presionar el acelerador esta empezó a rechinar las ruedas sobre el sitio y en un momento el vehiculo arranco lanzándose contra la puerta, como pudo salto del vehiculo cayendo al suelo rodando mientras escuchaba como esta se incrustaba contra la persiana metálica pero al mirar vio que solamente se había incrustado contra esta sin llegar a abrirla.
─ Joder!...Esto parecía mas fácil en la televisión…─ dijo mientras intentaba levantarse con el cuerpo dolorido.
Viendo que no había ninguna salida no pudo hacer nada más que caer al suelo de rodillas esperando el final.
Tardo pocos segundos hasta que la oscuridad empezó a envolverla por completo sintiendo frío casi gélido que envolvía todo su cuerpo mientras que mirase por donde mirase no había nada solamente se escuchaban gritos y susurros en el sitio.
─ Devuélvemelo!...─ exclamo una voz proveniente de todas partes mientras esperaba el final.
─ No la tengo…la detective el tomo…─ comento Eliza y enseguida como si fuera un látigo echo de oscuridad azoto su cuerpo desgarrando su ropa y su carne notando la combinación entre el calor de la sangre y el frío de lo que le envolvía.
Los susurros continuaban haciendo que sus ideas desaparecieran por completo y se clavaban en su mente.
─ Devuélvemelo!...─ exclamo de nuevo pero esta vez alzando mas la voz al mismo tiempo que sentía la herida en la espalda.
─ La detective la tenia…la tomo…─ dijo de nuevo la oscuridad con un tono que le helo la sangre por un momento volvió de nuevo a sentir como algo azotaba su espalda nuevamente.
─ AAAAHHH!!!...─ grito Eliza con todas sus fuerzas mientras resistía el dolor de las heridas de su espalda sintiendo como la sangre resbalaba por su piel y su mente se llenaba de miedo y terror esperando lo que pudiera pasar.
─ Ella no lo tenia…No lo puedo tomar por la fuerza…te lo tienen que entregar la misma sangre con quien fue encerrado…─ hablo Vanesa aunque Eliza empezó a darle vueltas era imposible si la detective le había arrebatado la figura de sus manos.
─ No la tengo…además no soy mi abuela…ella esta muerta…─ comento Eliza explicándole de nuevo que su abuela estaba muerta.
─ Mientes!...─ exclamo Vanesa de forma amenazante mientras empezaba a notar como algo le agarraba de ambas muñecas y era elevada del suelo un par de metros.
─ AAAHHH!!!...─ grito Eliza con todas sus fuerzas mientras notaba como algo tiraba de ambos brazos con fuerza sintiendo como los músculos se tensaban y los tendones llegaban a su máxima elasticidad.
─ Devuélvemelo!...─ volvió a exclamar con fuerza mientras que Eliza veía esos ojos blancos y esa boca esperando su final.
La tensión se volvía insoportable podía sentir como los músculos no aguantarían mas y de un momento a otro terminaría muerta.
Mientras que soportaba la tortura empezó a ver como en esa negrura infernal empezaba a surgir una pequeña luz que poco a poco crecía hasta que llego a iluminar el sitio por un momento entre la consciencia y la semi-consciencia pudo vislumbrar que era la cabeza de zorro que estaba delante de ella.
─ ¿Pero que…?...─ pregunto mientras se tomaba los brazos intentando recuperarse del dolor que estaba soportando.
Por un momento pudo ver como unas pequeñas velas de cumpleaños estaban alrededor de ella formando un pequeño círculo de luz.
Enseguida Eliza noto un calor muy agradable incluso el amor de alguien muy familiar rápidamente entendió que era su abuela que estaba protegiéndola.
La oscuridad fue cediendo poco a poco hasta que la penumbra normal volvió de nuevo, mientras miraba hacia todas partes extrañada.
Delante de ella a un par de metros pudo ver a Vanesa su ropa estaba desgarrada su piel de color gris ceniciento mientras que podía ver que sus ojos eran negro intenso de los cuales salían varias venas pequeñas que surcaban su rostro, sus manos terminaban en afiladas uñas.
─ Esa figura es mía!...─ dijo Vanesa mientras alzaba su mano y le señalaba con el dedo delante suya.
─ Aléjate espíritu maligno…─ dijo una voz que le resultaba muy familiar pero no veía a ninguna persona solamente a esa cabeza de zorro delante suya que parecía protegerla.
─ Esta vez devorare tu alma…─ amenazo Vanesa mientras movía los brazos y la oscuridad que había detrás de ella reacciono enseguida lanzándose por Eliza que al llegar a su altura fueron desviadas hacia atrás como si fueran chorros de liquido.
─ Aléjate…y vuelve al abismo…─ comento de nuevo la voz mientras seguía la luz envolviéndola pero sabia que eso no duraría por mucho tiempo y tenia que hacer algo para salir lo antes posible.
─ Crees que podrás aguantar por mucho tiempo…la primera vez no pudiste y ahora no podrás tampoco…─ hablo Vanesa recordándole lo que había pasado en su primer encuentro….
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno aquí dejo el siguiente capitulo espero que guste muchas gracias .
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SALVACIÓN MILAGROSA
La oscuridad detrás de Vanesa se abrió como un portal del que salían gritos y susurros provenientes del mismo infierno rápidamente empezaron a salir una miríada de fantasmas deformes pro todas partes que empezaron a chocar contra una barrera transparente que habían formado las pequeñas velas delante de ella.
Enseguida la cabeza de zorro empezó a incendiarse los ojos mientras gruñía con fuerza haciendo que resonara en el edificio.
Los espíritus chillaban y gemían de agonía mientras chocaban contra la barrera de energía pasados unos segundos cuando poco a poco el dolor de los brazos de Eliza empezaba a desvanecerse una de las velas comenzaron a apagarse.
─ Tienes que huir lo antes posible…la protección no aguantara mucho cariño…─ dijo una voz muy amable y cariñosa mientras la barrera aguantaba y las velas seguían apagándose lentamente.
─ No escaparas…─ hablo Vanesa de forma amenazadora mientras los espíritus seguían chocando, parecían que no tenían fin, mientras se escuchaban gritos y lamentos de los espíritus torturados.
─ En cuanto salga de aquí…estoy muerta…─ dijo Eliza mientras miraba hacia todas partes intentando encontrar una salida pero no había forma, por la puerta no había forma puesto que el código se había perdido.
Enseguida el suelo empezó a temblar alrededor de Eliza mientras miraba hacia todas partes con una mezcla de nerviosismo y terror enseguida unas cadenas de color negro intenso en el final había un gancho rápidamente estas empezaron a golpear desde arriba empezando a agrietar la barrera como si fuera un cristal.
─ Despedazare tu cuerpo y torturare tu alma por toda la eternidad…Devuélvemelo!...─ exclamo Eliza con una sonrisa macabra en su rostro.
Eliza enseguida metió la mano en su pantalón buscando la figurilla aunque sabia que no la tenia pero enseguida noto algo sacándolo al verlo se quedo sorprendida era la pequeña figura en sus manos temblorosas.
Eliza enseguida empezó a pensar que si se lo devolvía todo esto acabaría y podría salir de allí pero algo le decía que terminaría muerta.
─ ¿Es esto lo que quieres…?...─ pregunto Eliza enseñándosela mientras Vanesa se queda mirándola fijamente sonriendo.
─ Devuélvemelo y todo esto habrá acabado…─ respondió Vanesa con nerviosismo mientras permanecía con la mano abierta.
─ Pues no lo tendrás nunca!...─ exclamo Eliza mientras volvía a meterlo en el bolsillo y se levantaba lentamente apoyándose en el suelo doliéndole todo el cuerpo.
─ Entonces morirás como la inútil de tu abuela…─ dijo Vanesa con seriedad de forma agresiva mientras hacia que la barrera se agrietara rápidamente entre los golpes y los espíritus chocaban contra la misma, las gritas aparecían por todas partes hasta que al final se apagaron todas las velas de golpe y en una explosión Eliza fue despedida a unos cuantos metros.
Su cuerpo empezó a rodar por el suelo hasta que choco contra uno de los vehículos en un momento empezó a levantarse como podía mientras que veía con los ojos entreabiertos por el dolor como las cadenas se acercaban a ella.
Antes siquiera que pudiera recuperarse por completo sintió un dolor inmenso tanto en sus piernas como en sus manos.
Eliza abrió los ojos de par en par por el dolor cuando miro pudo ver como los ganchos de las cadenas habían atravesado sus extremidades y estaba suspendida en el aire notando como la sangre caía por las mismas.
─ AAAAHHHH!!!!...─ grito con fuerza mientras notaba como las demás la tenían en el aire y empezaban a tensarse lentamente, Vanesa se acercaba con una sonrisa en su rostro disfrutando el dolor de Eliza que cada vez se había más intenso.
─ Si esa es tu ultima respuesta que así sea…─ dijo Vanesa con severidad mientras se acercaba a Eliza para cuando estuvo a su altura empezó a pasar la mano por su rostro con una de sus uñas dejándole una marca en la mejilla.
Podía sentir el pasar de esa uña por su rostro como si fuera una cuchilla caliente notando como su piel se abría y salía la sangre.
Eliza no hizo más que escupirle en el rostro como una señal de rebeldía y que no le daría la figura nunca.
─ Muy bien que así sea…─ comento Vanesa mientras alzaba la mano y enseguida se escucho un tintineo proveniente de la oscuridad.
Al mirar en la dirección del sonido pudo observar como aparecían más cadenas pero esta vez con una especie de cuchilla en su final que se acercaba con rapidez hacia ella.
En unos segundos estas chocaron contra ella y enseguida sintió el dolor de cómo atravesaban su cuerpo el dolor se acumulaba en este mientras notaba el calor de la sangre que se derramaba por fuera y el sabor metálico que inundaba su garganta poco a poco empezó a sentir como su corazón se iba parando lentamente siendo sus últimos latidos.
Pensó una vez que al abandonar este mundo tendría miedo pero no era así estaba completamente tranquila.
Una luz empezó a formarse alrededor de ella que la rodeaba y la bañaba por completo para cuando abrió los ojos pudo ver que se encontraba en su habitación mirando hacia todas partes con miedo en su corazón y pasando las manos por las heridas que se suponía que tenia pero no encontraba ni siquiera una herida.
Aunque sin embargo tenía una cicatriz en su rostro como un testigo de que todo eso había sido real.
Al mirar pudo comprobar que las pequeñas figuras estaban a su alrededor excepto una de ellas que estaba tumbada parecía que las demás estuvieran mirándola.
Paso la mano un par de veces por la cicatriz pensando que era lo que menos le hubiera podido pasar mientras recordaba todas las heridas que había sufrido.
─ Tanto problema por ti…─ comento Eliza mientras tomaba la figura en su mano y se quedaba mirándola.
─ Oooohhh!...─ exclamo como un pequeño coro de vocecillas mientras miraba hacia la figura parecía que las demás es como si estuvieran sorprendidas al ver a la pequeña figura que parecía como si su calor estuviera apagado y no tuviera conciencia ninguna.
─ ¿Y ahora que hago contigo?...─ pregunto mientras miraba la pequeña figura con extrañeza.
En un momento la soltó y se dirigió hacia la ventana al llegar a esta miro por ella viendo que era de noche con el cielo despejado y mientras que las calles estaban vacías completamente y el ambiente era algo frío, la luna brillaba en el cielo rompiendo la oscuridad.
La tranquilidad que había parecía algo sobrenatural como si algo le indicara que fuera a pasar algo.
Sin pensarlo mucho pero con esa espina en la mente se acerco al a cama dejándose caer en esta para poder dormir.
Enseguida los ojos se le cerraron dejándose llevar por el sueño mientras que las horas pasaron tranquilamente hasta que volvió a escuchar de nuevo la alarma de costumbre.
Por un momento empezó a mover la mano intentando encontrar el reloj para poder pararlo en cuanto lo encontró le propino un manotazo y este ceso de inmediato.
Enseguida se giro mirando al techo por unos segundos y después hacia la ventana que aun entraba la luz de las farolas por la ventana.
Casi al momento se levanto quedándose sentada en el borde de la cama viendo que las figuras estaban en el tocador como de costumbre.
─ Debes de terminar con esto…─ escucho una voz que provenía de dentro del armario donde estaban las cajas y guardaban todos los recuerdos de la abuela.
─ ¿Qué quieres que haga…?... ¿Llamo a los caza-fantasmas…?...─ pregunto Eliza con cierta ironía mientras sonreía de forma sarcástica.
Enseguida se levanto casi tambaleándose mientras seguía tocándose el abdomen pensando en lo que le había pasado y las imágenes dantescas en su mente de sus compañeros de trabajo muertos.
Al llegar al cuarto de baño solamente abrió el grifo de la ducha y dejando unos segundos para que el agua se calentase después de eso entro para dejar que el agua la relajara por unos momentos aunque cada vez que cerraba los ojos no se le iba de la mente la imagen de los compañeros desmembrados incluso la detective delante suya mientras pensaba que termino empapada en su sangre.
─ Tienes que apartar eso de la mente…─ comento Eliza moviendo la cabeza de un lugar a otro para despejar la mente.
Sin embargo las imágenes la asaltaban una y otra vez mientras que intentaba apartarlas al terminar la ducha estaba algo más relajada.
Se enfundo en una toalla y otra en el cabello se puso delante del espejo empañado y paso la mano por este para quitar el vaho.
Por unos instantes se quedo mirando al espejo viendo esa cicatriz que le recordaba lo que había ocurrido y pensando si volver al trabajo.
Después de eso empezó a cepillarse el pelo y pasando el secador por este aunque se extraño esa tranquilidad inusual.
Después de haberse cepillado el pelo se dirigió hacia la habitación sentándose delante del tocador para maquillarse un poco.
Mientras lo hacia no podía perder de vista a las figuras que parecían mirarla con interés, después de un pequeño momento volvió a escuchar susurros provenientes del interior del armario como si estuvieran discutiendo.
─ Tu vida esta en peligro…debes acabar con esto de una vez por todas…─ dijo una voz proveniente del armario, enseguida Eliza dejo lo que estaba haciendo mirando hacia el armario.
Enseguida se levanto y se dirigió hacia el armario al abrirlo rebusco entre la ropa sacando la caja y poniéndola encima de la cama.
─ Genial y se puede saber como narices queréis que lo haga…mi abuela lo intento durante su vida y mirad como ha acabado y como eh terminado yo casi muerta…estoy agradecida por que me hayáis ayudado pero no se como hacerlo…esto me sobrepasa…a ver si os enteráis…no soy mi abuela…─ comento Eliza desahogándose delante de la caja pensando en lo que estaba haciendo casi sin creérselo tampoco.
En un momento comenzó a vestirse y a terminar de maquillarse sin escucharse ni un solo murmullo.
Después de eso abandono la habitación para hacer el desayuno y preparar los sándwiches aunque no estaba muy segura si ir al trabajo.
Enseguida encendió la televisión para comprobar si decían algo sobre el centro comercial.
Al pasar los canales hasta que dio con uno que daban las noticias de la mañana mientras empezó a cocinar como de costumbre.
Cuando una noticia hizo que se detuviera enseguida se sentó mirando hacia la pantalla que hablaban de una masacre de cuerpos desmembrados por todas partes y un baño de sangre aunque no decían nada de la detective cosa que le extraño bastante.
Las imágenes decían que no podían emitirlas por herir sensibilidades pero ni siquiera deducían lo que había pasado por la cantidad de sangre y miembros dispersos.
─ Dios!...─ exclamo Eliza mientras miraba la cantidad de policías y ambulancias que veía como sacaban cuerpos en bolsas oscuras junto a las barreras policiales que había.
─ Esto se pondrá peor…si no lo detienes…─ dijo una voz proveniente de su cuarto y enseguida esta pensó que era de la caja.
─ Ves lo que ha pasado…soy una chica normal y corriente nada mas…yo no pedí esto…por mi le daría la figura y terminaría todo…lo que no entiendo es pro que no la toma ella podía haberlo hecho sin ningún problema…─ hablo Eliza con desesperación en su tono mientras seguía viendo las noticias que parecía ser la principal que tenían.
─ No puede tomarlo…tienen que entregárselo…─ hablo de nuevo la voz explicándole que no podía tomarla por si mismo.
─ ¿Qué pasaría si se la entregase…?...─ pregunto Eliza con cierta curiosidad mientras pensaba que podía tener una solución para que esa cosa le dejara en paz.
─ El espíritu estaría completo…podría vagar a sus anchas como quisiera…ahora mismo esta atado y su poder limitado…─ comento la voz explicándole lo que podía ocurrir y sus consecuencias.
─ Y si no lo hago…me torturara para siempre…genial son unas salidas estupendas…─ comento Eliza mientras veía las opciones que tenia que ninguna era buena.
─ Tengo que dar una vuelta para despejarme un poco…─ dijo Eliza viendo que no podía volver al centro comercial por lo que había pasado.
Enseguida tomo el bolso metiendo los sándwiches que no entendía por que lo había hecho lo mas seguro que por memoria muscular.
Enseguida tomo el bolso y las llaves y salio del apartamento pensando en aclarar su mente.
Nada mas salir la luz del descansillo se encendió y tomo el ascensor el edificio estaba tranquilo apenas se escuchaba los sonidos típicos de la gente que preparaba para salir al trabajo.
Al llegar abajo salio rápidamente del edificio saludando a la limpiadora de costumbre nada mas salir miro hacia le cielo viendo como poco a poco la noche daba paso al día viendo como el trafico estaba mas denso y observando a las familias llevando a los niños al colegio podía olerse el café de los bares y escuchar el gentío que pasaba por su lado….
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno dejo el siguiente capitulo espero que os guste y muchas gracias .
Inició el tema
Mazoku
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3.588 ATC
ORACIONES CORRUPTAS
Mientras Eliza paseaba sin decir nada solamente mirando a la gente a su mente empezó a venir la idea de ir a la iglesia y al menos rezar por si servia de algo aunque no estaba muy convencida de ellos puesto que era atea.
En el camino poco a poco el día tomaba el control aun que las nubes empezaban a arañar el cielo oscureciendo el sol.
En su caminar empezaba a mirar al a gente que pasaba por su lado aunque algo le dio un escalofrío que le recorrió la espalda de vez en cuando miraba hacia atrás sentía como si alguien le estuviera siguiendo.
Siguió caminando por la calle mientras pensaba que debería ir a la tienda a trabajar y se sentía rara a esas horas estar sin trabajar.
Continuo caminando por un buen rato hasta llegar a una plaza al fondo de esta estaba la iglesia por un momento se quedo mirando al edificio dudando si entrar.
En un momento entro en el edificio nada mas hacerlo pudo sentir un cambio de temperatura, el lugar era bastante grande al frente había dos filas de bancos para sentarse a cada lado las cabinas del confesionario y un par de estatuas de Ángeles juntas con otro de vírgenes, al fondo de este una estatua de una cruz y justo debajo una mesa de mármol mientras se sentaba en uno de los asientos pudo ver al sacerdote que estaba entrando en un confesionario y un par de personas que estaban rezando.
Sin pensarlo mucho se sentó y cruzo las manos esperando de que sirviera de algo mientras rezaba las oraciones que aun recordaba miraba al suelo.
Sin embargo a los pocos segundos Eliza sintió algo extraño como una punzada en el cerebro que le decía que algo estaba diferente.
Al alzar la mirada pudo ver que las luces de las velas empezaban a moverse de manera extraño como si estuvieran vivas de alguna forma extraña incluso el ambiente era mas frío.
Al mirar al frente no parecía que nada hubiese cambiado aunque sabia que algo no estaba bien.
─ No esto no puede ser…─ comento Eliza mientras miraba de manera nerviosa hacia todos lados en un momento dejo de rezar y se dirigió hacia la puerta.
Al llegar a esta estaba cerrada tomo el pomo y empezó a tirar de este con fuerza pero no se movía.
Al girar se quedo mirando a los ventanales mientras veía como las nubes tapaban la luz que entraba por los mismos dando un aspecto extraño al lugar incluso aprecia que las sombras hubiesen aumentado.
Podía ver el danzar de las velas y las sombras que se movían por el lugar incluso le parecía escuchar sonidos de arañazos.
Sin pensarlo mucho fue hacia el confesionario mientras miraba hacia las personas que estaban sentadas en los bancos que ni siquiera se habían movido del lugar.
Al llegar al confesionario Eliza se arrodillo para hablar con el sacerdote, y al menos sentirse algo mejor con ella misma.
─ Ave Maria Purísima…─ dijo Elisa de manera piadosa mientras escuchaba como si alguien estuviera arañando cerca de ella, al girar la cabeza pro un segundo pudo ver como una sombra escapaba cerca.
Por un momento se hizo el silencio en el lugar cosa que le extraño bastante al pensar que el sacerdote de forma casi inmediata contestaba.
─ Sin pecado concebida…─ dijo el sacerdote con una voz algo ronca y extraña que parecía incluso algo gutural.
─ Padre me gustaría que me ayudase me parece que hay algo diabólico que me esta persiguiendo…además he visto cosas horribles y por mi culpa los compañeros del trabajo…─ hablo Eliza mientras recordaba lo que había pasado en el centro comercial rememorando esos horribles sucesos.
Sin embargo mientras recordaba todo lo que había pasado empezó a notar algo extraño dentro del confesionario como si proviniesen rugidos de alguna bestia encerrada.
─ Hija mía…son pruebas del señor…además estoy convencido de que Dios nunca te perdonara…tienes que devolvérselo…─ dijo una voz que empezaba a cambiar de un modo que le extrañaba muchísimo pero la recordaba con miedo.
─ ¿Pero que…?...─ pregunto Eliza con miedo en su voz cuando se levanto extrañada para acercarse a la cortina que tapaba el confesionario mientras acercaba la mano de manera temerosa.
Sin embargo al moverla para destapar el lugar pudo ver con horror como solamente estaba la cabeza decapitada del párroco en el asiento con un rictus de horror en su rostro.
─ Mierda!...no puede ser esto es un lugar sagrado…─ dijo Eliza mientras retrocedía un par de pasos pero enseguida miro de reojo como el par de personas que se habían levantado.
Al girar la cabeza comprobó que esas personas estaban de pie mirándola fijamente en ese momento le señalaron como si estuvieran acusándola.
Las bocas se abrieron de forma imposible viendo un fondo de oscuridad en su interior y enseguida unas voces horripilantes que parece que hubieran salido del mismo infierno haciendo que su cuerpo y su alma se revolvieran haciéndole casi vomitar.
─ Devuélveselo!!!...─ exclamaron ambas al mismo tiempo haciendo que notando la bilis subir por su garganta pero sin llegar a vomitar.
─ No! esto no puede estar pasando…dejadme en paz…─ exclamo con fuerza Eliza mientras retrocedía hacia la puerta nuevamente con el miedo en su cuerpo al llegar a esta empezó a tirar de la aldaba pero la puerta no cedía ni un centímetros mientras que por un momento giro su cabeza para ver que estaba pasando viendo como las personas que había estaban con la boca abierta de sobremanera y sus rostros demacrados mientras que las estatuas parecían que se habían trasformado en su versión mas macabra y las sombras hubieran tomado vida propia.
Los ventanales se oscurecieron y la intensidad de la luz bajo haciendo que casi su única fuente de luz fueran las velas.
─ Mierda!...─ volvió a exclamar Eliza con fuerza mientras miraba hacia todos lados intentando encontrar un sitio para poder esconderse pero solo pudo ver al menos de momento los confesionarios.
Empezó a moverse rápidamente por el lateral de la habitación viendo que las sombras aprecian perseguirla por donde se moviese mientras que un cántico casi infernal se apoderaba del sitio.
Al llegar al confesionario y cerrar la puerta de repente todo se detuvo de inmediato y pudo sentir se algo aliviada y empezó a recuperar poco a poco el aliento y el control de sus pensamientos.
─ ¿Pero que coño esta pasando…?...Este sitio es un lugar sagrado…no debería de estar pasando esto…─ cuestiono Eliza pensando que las iglesias siempre habían sido sitios sagrados de oración aunque ella era atea.
Por unos instantes estuvo todo en completa calma hasta que de repente empezó a escuchar unos arañazos provenientes de fuera que cada vez se hacían mas fuertes parecían que eran ratas o algo extraño incluso pudo ver como la madera se combaba con la imagen de una garra de alguna bestia.
Los arañazos dieron lugar a golpes en la puerta una y otra vez parecían tambores que anunciaban su muerte.
Con fuerza esos golpes empezaron a hacer que se tambaleara el confesionario a la vez que Eliza sostenía la puerta con todas sus fuerzas.
─ Dejadme en paz!...─ dijo Eliza en voz alta y casi instantáneamente los golpes cesaron dejando el sitio el completa calma.
Elisa se quedo por unos segundos intentando escuchar algo pero no había ningún sonido incluso los cánticos habían cesado, en ese momento pensando que todo había acabado abrió la puerta lentamente para ver que estaba pasando.
Con miedo en el cuerpo miro hacia fuera viendo que todo estaba en calma pero por la poca abertura que había dejado para observar enseguida una cara deformada con ojos vacíos y con un liquido negro saliendo de sus cuencas apareció de improviso haciendo que Elisa gritara de sobremanera y volviendo a cerrar la puerta.
─ AAAAHHH!!!...Mierda…mierda…dejadme en paz…─ repitió Elisa una y otra vez ya con las lagrimas en los ojos mientras casi de manera inconsciente metió la mano en su bolsillo sacando aquella pequeña figura.
Por un momento se quedo mirando a la pequeña figura en su mano con una sensación de miedo, odio y tristeza.
─ Todo esto es por tu culpa…maldita seas…abuela por que me tuviste que meter en esto…si te he hecho algo…te pido que me perdones…pero no tengo ni fuerzas para seguir…─ hablo Eliza de manera intermitente mientras miraba la pequeña figura en su mano viendo que todo era por esa pequeña cosa.
Por un instante sintió la paz en su corazón era como si todo lo del exterior hubiera desaparecido por un instante.
Las lágrimas inundaban sus ojos bajando por sus mejillas mientras le pedía perdón a su abuela y empezaba a rezar.
A los pocos segundos comprobó que no había ningún sonido afuera pero esta vez sospecho por si pudiera ser otra treta para que abriese la puerta.
Acerco la mano de manera temblorosa hacia el pomo cuando pro fin lo agarro abrió la puerta abriéndola muy lentamente y mirando con miedo hacia afuera.
Por unos segundos pensó que pasaría lo mismo que algo saltaría para asustarla pero esta vez parecía que todo estaba en calma completa.
Con miedo aun en el cuerpo siguió abriendo la puerta hasta que por fin pudo comprobar que todo había recuperado su aspecto normal.
Sin pensarlo mucho acelero el paso hacia la puerta y esta vez al tomar la aldaba esta se movió dejándola salir.
En cuanto estuvo fuera respiro aliviada notando el aire fresco secando el sudor y las lágrimas mientras que miraba hacia el cielo que ahora estaba completamente encapotado.
Mientras se quedo por un momento pensando hacia donde ir y que hacer suponiendo que si tiraba la pequeña figura no volvería a verla nunca mas.
Meditándolo por unos segundos enseguida se acerco a una alcantarilla y se quedo mirando la pequeña figura esperando que si la tirara no volviera a aparecer en su vida y seria el problema de otro.
Enseguida lanzo la pequeña figura por la alcantarilla viendo como desaparecía entre la oscuridad y escuchando el chocar de esta contra el agua.
─ Hasta siempre…espero no volver a verte nunca mas…─ dijo Eliza con rabia en su voz mientras miraba hacia la alcantarilla viendo de reojo como algunas personas la estaban observando con cierta curiosidad.
Pensando que todo había acabado ya empezó a encaminarse hacia su casa teniendo en mente que tendría que buscarse otro trabajo y que seguramente la policía terminaría llamándola.
Mientras caminaba miraba tranquila y algo aliviada las personas que llevaban sus hijos al colegio y los demás yendo con rapidez hacia sus trabajos mientras que el tráfico aumentaba su densidad.
Con cierta tranquilidad al llegar a las puertas del edificio noto como poco a poco empezaba a chispear solamente pudo sonreír al mirar al cielo.
Pero cuando estaba tranquila pudo ver como dos policías salían de un coche patrulla que estaba aparcado afuera del edificio y se le acercaban.
─ ¿Es usted Eliza...?...─ pregunto uno de ellos con voz ronca mientras ponía una de las manos en las esposas.
─ Si soy yo…─ respondió Elisa pero sin llegar a terminar nada mientras que uno de los policías se abalanzaba sobre ella para inmovilizarla y ponerla contra el coche mientras le ponía las esposas.
─ ¿Se puede saber de que se me acusa…?...─ cuestiono Eliza mientras era introducida en el coche patrulla en los asientos de atrás notando como estos eran de plástico duro.
─ De asesinato múltiple…y de una detective…─ respondió uno de ellos mientras la metía en la parte de atrás y cerraba la puerta de un portazo, aunque esto ya lo estaba esperando y sabía que no podría hacer nada.
─ Esto es genial…─ comento Eliza mientras el otro policía le leía sus derechos y después de eso ambos entraron en el coche y empezaron a conducir hacia la comisaría.
En su viaje hacia la comisaría se quedo mirando por la ventana viendo el cielo y las gotas de agua que resbalaban por el crista y comprobando que la lluvia empezaba a hacerse mas intensa pero por un instante un relámpago parecía que partiera le cielo en dos haciendo cerrar los ojos y escuchar el trueno que le siguió.
Mientras podía escuchar como la radio decían que la habían detenido y que se dirigían hacia la comisaría aunque estaba detenida algo le hacia respirar con alivio de haberse desecho de esa figura.
Cuando estaba algo mejor y estaba escuchando los reportes de la policía por la radio escucho como casi de manera imperceptible unas interferencias y una voz que volvía a repetir lo mismo.
─ Devuélveselo…─ dijo una voz extraña pero los policías parecían que no se hubieran dado cuenta.
─ No…esto no puede ser…no puede estar pasando…te he arrojado a una alcantarilla…─ comento Eliza con miedo mientras veía como uno de los policías se giraba para ver que le estaba pasando.
Enseguida empezó a rebuscar en los bolsillos pero no encontraba nada, estaba segura que la había arrojado a la alcantarilla.
El policía se le quedo mirando extrañado viendo como rebuscaba como podía en los bolsillos con las esposas puestas.
─ Seguro que se ha tomado algo…─ comento el otro policía sin dejar de conducir mientras se dirigía hacia la comisaría sin embargo las interferencias las seguía escuchando.
Eliza continuo moviéndose por el asiento de un lugar a otro mientras rebuscaba opero no encontraba nada.
Después de un trayecto algo movido el coche se detuvo delante de la comisaría, al salir pudo notar la lluvia caliente golpear su rostro y como los relámpagos empezaban a azotar el cielo parecía como si la tormenta estuviera persiguiéndole.
El policía abrió la puerta y tomándole del brazo la saco del vehículo y casi arrastrándola la llevaron hacia dentro del edificio.
Mientras miraba hacia el edificio que era de dos plantas de ladrillos rojos con las palabras “comisaría de policía” en la parte de arriba la entrada era unas puertas de cristal sin embargo al mirarla despedía un ambiente extraño casi diabólico.
Al entrar enseguida pudo ver varios asientos colocados en fila mientras que delante de estos había un mostrados con un agente mientras que podía ver policías yendo de un lugar a otro escuchando a la gente al parecer tenían un día bastante ocupado, al lado del mostrador había un pasillo y al otro lado un ascensor el lugar estaba iluminado por focos fluorescentes.
Al llegar al mostrador el policía empezó a tomarle los datos personales y los objetos y meterlos en una bolsa.
Sin embargo en un momento pudo ver como el policía sacaba la pequeña figura que había echado a la alcantarilla.
─ No eso no puede ser…lo había arrojado a la alcantarilla…─ comento Eliza al ver la pequeña figura que la introducían en la bolsa de plástico.
─ ¿Le ocurre algo…?...─ pregunto el policía con interés mientras veía como Elisa retrocedía un par de pasos y el policía enseguida le tomo del brazo impidiendo que se moviera,
─ Eso no es mío…la figura la arroje a la alcantarilla…─ respondió Elisa con miedo mientras miraba la pequeña figura.
─ Ha tenido que tomar algo…─ volvió a insistir el policía mientras la sentaba en uno de los asientos en un momento pudo ver un par de personas que estaban en los asientos.
Empezó a mirar hacia todos lados extrañada pero no parecía que hubiese nada extraño mientras podía ver como el policía hablaba con el compañero.
Mientras esperaba en el lugar pudo notar una ráfaga de aire frío que empezaba a envolverla enseguida reconoció esa sensación y rápidamente giro la cabeza hacia la entrada viendo que esta estaba cerrada.
─ Otra vez no!...─ exclamo Eliza con miedo en su voz mientras miraba hacia la entrada pero no parecía que ocurriera nada.
Enseguida le policía se acerco a ella y la tomo del brazo y la levantó empezando a caminar por el pasillo hacia el interior de la comisaría mientras miraba a los policías bastante ocupados.
El policía entro al lugar y la sentó, el policía hizo lo mismo y empezó a hacerle preguntas típicas haciéndole la ficha policial.
Mientras le preguntaba el policía Elisa no perdía de vista el lugar pero no parecía que nada fuera distinto o extraño sin embargo sabia con seguridad que la figura la había lanzado a la alcantarilla.
Mientras seguía tecleando en un momento dado un relámpago se pudo ver por la ventana y las luces enseguida empezaron a parpadear por unos instantes.
Eliza siguió mirando hacia los fluorescentes con miedo en seguida un ambiente casi helado inundo el lugar sintiendo como la piel se le puso de gallina.
Después de terminar el policía la tomo del brazo y ambos abandonaron la habitación y la encamino hacia otro pasillo enseguida pudo ver que en el corredor había varias puertas vigiladas por varios policías.
El agente abrió una de las puertas introduciéndola en una habitación de color gris oscuro con un fluorescente encima y un espejo enfrente de una mesa y una silla metálicas.
─ Muy bien enseguida vendrá el detective…─ dijo el policía que enseguida abandono la habitación pro un momento se encontró tranquila, su mirada se fijo en la cámara que había en un rincón.
El silencio era casi absoluto a excepción de algunos ruidos provenientes de las otras habitaciones.
Así estuvo por unos minutos hasta que la puerta se abrió entrando el detective con una carpeta bajo el brazo junto con otro hombre a su lado.
─ Bueno…me gustaría saber una cosa que me extraña…como es posible que después de lo que ha pasado en ese centro comercial usted siga viva…─ comento el detective mientras abría la carpeta y empezaba a sacar unas fotos horribles de cadáveres de sus compañeros despedazados.
Eliza no pudo más que volver la cabeza cerrando los ojos con cara de asco mientras el policía seguía extendiendo las fotos por la mesa.
─ Yo no les he hecho nada…no los he matado…─ comento Elisa mientras intentaba no ver las fotos.
─ ¿Entonces si no ah sido usted quien…? Y la pregunta mejor de todas…¿Por qué la dejo viva…?...─ continúo cuestionando el policía mientras se levanto con cara de enfado mirándola fijamente.
─ No se lo creerían…por mucho que se lo contara…─ dijo Eliza mientras miraba al detective con ojos casi llorosos.
─ Pruebe…he escuchado de todo…─ comento el policía mientras le miraba de forma amenazante volviendo a sentarse.
Eliza empezó a hablar de la forma mas serena que pudo toda la historia pero sin embargo podía ver en el rostro de los policías que no se creían lo que estaba contando.
─ Me esta contando que un espíritu antiguo le ha estado siguiendo y que ese supuesto ente esta encerrado en una estatuilla y que ha matado a todos los trabajadores del centro dejándola a usted viva…¿Y de verdad cree que nos lo vamos a tragar eso…?...¿Que narices se ha tomado…?...─ cuestiono el policía cuando hubo escuchado toda la historia.
Sin embargo el otro policía permanecía sentado sin decir nada parecía que su mirada era distinta parecía como si se lo estuviera atento a la historia.
─ He escuchado cosas mas extrañas…─ dijo el otro policía mientras no dejaba de mirar a Eliza.
─ ¿No me estarás diciendo que te crees lo que ha contado…?...─ pregunto el policía con incredulidad.
─ Acompáñame afuera…─ comento el policía mientras salía por la puerta y enseguida el otro compañero le acompaño en un momento se quedo sola mientras miraba al espejo.
Podía escuchar algunos sonidos provenientes de las demás salas mientras que de reojo miraba las terribles fotografías que estaban delante de ella haciéndole recordar lo que había sucedido en el centro comercial.
Mientras esperaba que entraran la luz del techo empezó a parpadear ligeramente enseguida esa sensación de que algo estaba pasando empezó a invadirla.
La electricidad por un momento se fue completamente dejando a oscuras a Eliza aquello hizo que empezara a ponerse nerviosa mientras intentaba levantarse pero era imposible debido a las esposas que la apresaban.
De repente y sin previo aviso se abrió la puerta entrado el detective silencioso que enseguida se acerco a ella y sin decir nada abrió las esposas.
─ ¿Qué ocurre…?...─ pregunto Eliza con miedo en la voz aunque se suponía que era algo que ya conocía.
─ Será mejor que salga de aquí…─ respondió el detective mientras sacaba el arma de su funda y se preparaba para lo que pudiera ocurrir.
En ese momento noto como el silencio se había apoderado del lugar y pasados unos minutos las luces rojas iluminaron la estancia dándole un aspecto extraño y tétrico.
─ ¿Qué esta pasando…?...─ cuestiono de nuevo mientras el detective sin pronunciar palabra se acerco hacia la puerta y empezó a abrirla lentamente mirando entre la abertura que había dejado.
─ De repente se han vuelto todos locos…─ dijo el detective mientras cerraba la puerta de repente nuevamente mientras se escuchaban unos pasos por le pasillo y de improviso el silencio fue cortado por unos gritos provenientes de las demás habitaciones eso hizo que un escalofrío recorriera la espalda de Eliza.
─ Tenemos que salir cuanto antes…─ dijo el detective mientras volvía a abrir la puerta mirando por si venia alguien.
─ SOCORROOO!!!...─ grito un hombre proveniente de una de las salas enseguida le detective salio rápidamente hacia una de las puertas del pasillo tomando el pomo con fuerza y moviéndolo nerviosamente.
Enseguida Eliza salio al pasillo con cierto miedo mirando hacia ambos lados del pasillo con ese aspecto rojizo que llenaba el sitio solamente se escuchaban sonidos extraños que provenían de las demás habitaciones.
El detective parecía completamente nervioso mientras movía el pomo con fuerza sin que la puerta se moviera ni un centímetro.
─ Felipe!...─ exclamo un par de veces el detective y enseguida empezó a golpear la puerta una y otra vez con el hombro pero la puerta no cedía.
─ Retrocede…─ dijo el detective mientras apuntaba al pomo y enseguida disparo un par de veces haciendo que el tirador saltara pro los aire y haciendo que la puerta se abriera.
Sin embargo el detective se quedo como congelado mirando hacia el interior sin llegar a entrar podía verse un rictus de horror en su rostro y retrocedía un par de pasos.
─ ¿Qué ocurre…?...─ pregunto Eliza con miedo en la voz mientras se acercaba hacia donde estaba el detective.
Al llegar a su altura y girar la cabeza hacia la habitación enseguida su rictus cambio mostrando el horror.
La habitación estaba completamente roja por la iluminación en la pared estaba clavado el amigo del detective con las manos clavadas aunque solamente había medio cuerpo con las tripas colgando y los demás órganos turrados en el suelo en un charco de sangre podía verse incluso una parte de la columna por donde había sido cortado pero sin embargo no había nadie en la sala aparte de el.
Al mirar a la parte de arriba pudo ver la palabra escrita en sangre que aun parecía estar fresco “Devuélvemelo”.
Sin mencionar palabra Eliza se quedo completamente paralizada mirando las letras y la pobre victima que estaba clavada en la pared.
Eliza rápidamente giro la cabeza impactada por el horror de ver semejante espectáculo dantesco mientras se tapaba la boca con la mano sintiendo el sabor de la bilis en el paladar.
─ Vamos…─ ordeno el detective recuperándose de la imagen y tomando de la mano a Eliza caminando hacia el piso superior.
El detective tiro con ella con la pistola en la mano mientras subía por las escaleras mirando hacia todas partes mientras se escuchaban susurros y sonidos raros que provenían de todas partes.
Mientras subía Elisa giro la cabeza mirando hacia el pasillo viendo que las luces se apagaron dejando ver una silueta oscura que estaba de pie inmóvil.
Mientras que notaba una ráfaga de aire helado que los envolvía en un momento pudo ver como las sombras parecían mover4se hacia donde estaba ella sin embargo se detenían al llegar cerca de alguna luz.
Al llegar al primer piso pudo ver que los escritorios y las sillas estaban tiradas por todas partes parecía que hubiera habido un terremoto en el sitio mientras que la sangre estaba salpicada tanto en las paredes como en las ventanas con una iluminación roja que inundaba el lugar bañándole en un ambiente tétrico y casi diabólico solo roto de vez en cuando por los relámpagos que podía verse y seguidamente el trueno que rompía el silencio.
Nada más que dar unos pasos empezó a escuchar unos sonidos asquerosos de que algo estaba masticando.
El detective avanzo lentamente hacia el lugar donde se escuchaban los sonidos con el arma levantada y dispuesto a usarla.
─ ¿Pero que hace tenemos que salir…?...─ cuestiono Eliza mientras seguía al detective a través de los escritorios hacia donde provenían los sonidos.
A cada paso que dábamos el miedo recorría el cuerpo de Eliza incluso los pensamientos de lo que había visto.
Al llegar al lugar pudo ver con horror uno de los policías que tenia el abdomen abierto pudiéndose ver los órganos pero aun palpitaban con cierto movimiento mientras podía ver el rostro del policía que aun parecía pedir ayuda mientras que había otro encima de este que parecía estar masticando los intestinos y rebuscando en el interior de su cuerpo.
─ Alto!...─ ordeno el detective apuntándole con el arma y enseguida el que estaba consumiendo al otro policía.
Enseguida al girar la cabeza Eliza contemplo al policía con la piel pegada al rostro con los ojos de color negro intenso y las venas que se marcaban alrededor de los mismos mientras que la sangre resbalaba por su boca.
─ No puede ser…─ comento el detective con horror mientras podíamos ver como trozos de carne resbalaban por su boca incluyendo la sangre.
─ Ahí están los herejes…ofrecedlos de sacrificio…─ dijo una voz extraña que provenía del otro lugar de la sala al girar la cabeza pudo ver horrorizada una persona con el uniforma destrozado y varios arañazos en su piel de la cual salía sangre en sus manos portaba un par de ojos que seguramente habían sido arrancados de alguien sin embargo él no tenia los suyos sus cuencas estaban vacías completamente.
─ Dios! Pero que demonios…─ exclamo Eliza mientras retrocedía por el miedo y enseguida de entre los escritorios empezaron a surgir varias figuras oscuras humanoides con los ojos brillantes de un color blanco intenso mientras se escuchaban gruñidos.
─ Corre!...YA!...─ grito Eliza mientras tiraba del detective este enseguida miro hacia las figuras que se habían levantado y rápidamente les apunto con el arma.
─ Quietos…no os mováis…─ dijo el detective mientras los apuntaba con el arma y retrocedíamos unos pasos lentamente.
Las luces empezaron a parpadear y en un momento un relámpago ilumino el lugar dejando ver a esas figuras humanoides que eran policías tenían arañazos pro todas partes del cuerpo y restos de sangre en su cuerpo mientras que sus ojos estaban completamente en blanco y sin embargo podían ver que había sangre que parecía que estuviesen ciegos.
El detective retrocedió unos pasos apuntando a todo el mundo con el arma podía incluso escucharse como temblaba en sus manos.
En un momento el personaje que parecía el sacerdote movió la otra mano apuntándonos como indicando que nos atacaran.
Enseguida las figuras se lanzaron hacia ellos con rapidez saltando por los escritorios y moviéndose por ellos mientras el detective sin pensarlo mucho empezó a disparar el sonido del arma resonó con fuerza en el sitio….
FIN DEL CAPITULO 1
P.D: Bueno aquí dejo el siguiente capitulo espero que os guste a todos .
Inició el tema
Mazoku
630
3.588 ATC
TERROR SIN LÍMITE
Los disparos siguieron resonando en el lugar mientras veía con horror como esa especie de tipo con los ojos en las manos nos señalaba.
Las figuras humanoides caían al suelo entre gritos desgarradores entre tanto Eliza se giro para agarrar el pomo y tirar de la puerta con todas sus fuerzas pero esta no cedía ni un centímetro.
─ Mierda! Ábrete ya!...─ exclamo Eliza mientras tiraba de la puerta con todas sus fuerzas y escuchaba el sonido de los gritos mezclados con los disparos.
─ Date prisa…no tengo balas para todos…─ comento el detective mientras apuntaba y disparaba una y otra vez haciendo que las figuras cayeran al suelo pero no tardaban mucho en volver a levantarse.
─ Que crees que estoy intentando…─ replico Eliza mientras tiraba de la puerta con todas sus fuerzas pero no había modo mientras que esas figuras seguían acercándose con rapidez.
Los disparos se sucedían y el olor a pólvora, se escuchaba de manera estruendosa y en un momento solamente se oían los gritos esas figuras que ya las teníamos encima.
En un momento dado solamente escuche los clics que le decían a Eliza que el cargador estaba vacío.
En un momento tire con fuerza y la puerta cedió al fin dejando el paso libre para poder salir de ese infierno.
─ Rápido!...─ exclamo Eliza con cierto tono de miedo mientras empujaba la puerta con fuerza y esta se abría una vez fuera enseguida noto la lluvia caer sobre sus rostros calmándolos en cierto sentido.
In relámpago rompió la relajación haciendo que ambos se giraran viendo que las farolas habían tomado una luz rojiza dando un aspecto extraño a la calle, la gente había desaparecido por completo y no había tráfico alguno.
─ Que raro…─ dijo el detective mientras miraba el lugar con cierto miedo en los ojos pero ese momento fue roto cuando se escucharon golpes en la puerta.
Enseguida Eliza se puso en la puerta haciendo fuerza para que esas cosas no salieran, notando la fuerza que cada vez iba en aumento con cada golpe.
─ Despierta!...busca algo para poner en la puerta…─ comento Eliza casi ordenándole haciéndole salir de su estado al detective que enseguida empezó a mirar hacia todos lados viendo un cubo de basura que empezó a empujar hasta ponerlo delante de la puerta.
─ ¿Pero que narices pasa…?...─ pregunto el detective mientras miraba al cielo con interés y miedo al miemos tiempo.
─ No creo que quieras saberlo…tenemos que salir de este lugar…─ dijo Eliza mientras veía como los golpes arremetían contra la puerta amenazando con que las figuras salieran.
Eliza miro hacia todos lados recordando la primera vez que había entrado en ese lugar, el problema era poder salir del sitio.
─ ¿Dónde estamos…?...─ pregunto el policía ensimismado mientras miraba al cielo y como los relámpagos iluminaban las nubes de tono rojizo.
En un momento Eliza miro hacia la calle viendo una figura de pie que estaba de espalda inmóvil debajo de una farola.
─ ¿Vanesa…?...─ pregunto Eliza mirando a esa figura mientras se acercaba a ella lentamente a cierta distancia pudo ver que por los alrededores pudo ver unas figuras extrañas con cierto aspecto humano pero que estaban a cuatros patas pero de forma invertida apareciendo por las calles colindantes.
─ ¿Quién es ella…?...─ pregunto el detective mientras volvía a recargar el arma pero enseguida se detuvo mirando a esas figuras en las sombras que parecían acercarse lentamente hacia Eliza y esta hacia Vanesa.
Eliza siguió acercándose hacia la supuesta Vanesa que permanecía de espaldas debajo de la farola.
El miedo empezaba a hacer mella en Eliza las piernas le flaqueaban la piel se le puso de gallina y algo le estaba diciendo que escapara cuanto antes.
─ ¿Vanesa…eres tu…?...─ pregunto Eliza con cierta esperanza mientras se acercaba a la figura que poco a poco pudo reconocer la ropa de Vanesa y su figura, la mano temblorosa se puso encima de su hombro.
Enseguida la figura se giro mostrando un rostro horripilante con las cuencas de los ojos estaban vacías por completo de las cuales salían unas venas de color negro hacia las sienes y la boca se abría de forma imposible dejando otro hueco oscuro que parecía absorberla.
Un grito espantoso que hizo que el alma se estremeciera salio de la garganta de ese monstruo haciendo que Eliza retrocediera enseguida por el miedo pero enseguida escucho como algo gruñía cerca de ella que enseguida giro la cabeza para ver que es lo que era.
Desvelando una imagen espantosa de una figura apenas humanoide de la cual estaba a cuatro patas extendida por el suelo pero de forma invertida con el cuerpo ensangrentado y el abdomen abierto de la cual podían verse los órganos palpitar con fuerza y los intestinos se movían sin embargo donde se supone que debía de estar la cabeza no había nada esta estaba en la espalda en la que había un cráneo ensangrentado y horripilante del cual emitía un sonido gutural extraño.
Eliza sin pronunciar palabra retrocedió unos pasos horrorizada viendo como esas cosas se acercaban a ella de manera lenta y amenazadora.
─ ¿Pero que son esas cosas…?...Muévete!...─ exclamo el detective con fuerza mientras apuntaba con el arma de manera nerviosa hacia las figuras que habían salido de las demás calles.
Eliza se giro tan rápido como pudo para correr hacia donde estaba el detective por un momento Eliza sintió como si todo aquello fuera en cámara lenta sintiendo cada pequeña brisa de aire nocturna y viendo como el cielo se abría en dos por un relámpago que iluminaba el sitio y después de este el sonido del trueno apagando el de los disparos mientras sentía la lluvia dándole en el rostro.
Casi al mismo tiempo se escucho un par de disparos que resonaron con fuerza mientras que Eliza se tiraba al suelo cubriéndose la cabeza mientras se sucedían una y otra vez escuchando los gruñidos y los gritos de los monstruos.
Cuando se detuvieron los disparos Eliza giro la cabeza viendo que esas cosas seguían estando de pie y Vanesa empezaba a acercarse hacia ella.
Como pudo Eliza se puso de pie con el miedo en el rostro mientras veía como ese monstruo se acercaba y los demás hacían lo mismo.
─ Rápido!...─ exclamo el detective con fuerza mientras Eliza se levantaba de forma desesperada corriendo hacia el detective con rapidez.
Sin embargo los monstruos que salían de las calles empezaron a moverse con rapidez saltando entre los coches mientras que el detective apuntaba hacia estas y empezaba a disparar un par de ellos cayeron al suelo pero no tardaron mucho en volver a levantarse.
Al llegar a donde que estaba el detective Eliza se movió rápidamente casi cayéndose al suelo, enseguida el detective le ofreció la mano a Eliza para poder ayudarla a levantarse.
Casi inmediatamente tiro de ella y empezaron a correr por la calle girando entre los callejones para poder perderlos de vista.
Las entre calles estaban oscuras casi completamente podía verse varias ventanas de los edificios iluminadas mientras que corrían por ellos esperando que esos monstruos no las siguieran pero aun escuchaban sus gruñidos pareciendo que estaban encima de ellos.
─ Tenemos que encontrar algún sitio para escondernos… ¿Dónde esta la gente…?...─ dijo el detective mientras ambos se movían por las calles escuchando los pasos y los gruñidos de esos monstruos.
Cuando por fin pensaban que se habían escapado de los monstruos escondidos entre unos coches mirando hacia todas partes mientras el detective volvía a tirar el cargador del arma aun caliente y volvía a colocar el siguiente rebuscando entre sus bolsillos.
─ Me puede explicar que son esas cosas…y donde se supone que estamos…¿Qué demonios ha pasado en la comisaría…?...─ pregunto una y otra vez con cierto miedo en la voz mientras recargaba con nerviosismo y volvía a mirar entre los coches esperando que no aparecieran esos monstruos.
─ Es demasiado largo para contarlo…─ respondió Eliza de manera abreviada mientras miraba a través de la ventana del automóvil donde estaban escondidos.
─ Será mejor que me hagas un resumen…no creo que esas cosas tarden mucho en encontrarnos… ─ comento el detective intentando encontrarle sentido a lo que estaba sucediendo de alguna forma.
Eliza como pudo empezó a contarle lo que pudo para que el detective empezara a darle cierto sentido a lo que estaba sucediendo.
─ Esto es una locura… ¿y se puede saber por que te esta persiguiendo…?...─ cuestiono el detective volviendo a mirar de nuevo para comprobar si esas cosas venían pero no parecía que hubiera nadie.
El silencio es lo único que invadía la ciudad rota de vez en cuando por el sonido de los truenos mientras que la luz de las farolas le daba un aspecto sangriento casi tétrico mientras el agua caía sintiéndola en la piel como si fuera sangre.
Eliza empezó a contarle la historia pero cuando apenas estaba empezando escucharon unos gruñidos que provenían de algún lugar cercano.
─ ¿Pero que…?...─ pregunto el detective sin llegar a responder viendo como una de esas cosas estaba encima del automóvil en donde se estaban escondiendo, casi como un relámpago el detective apunto a esa cosa y de un par de disparos hizo que el monstruo cayera la suelo gruñendo.
El detective se acerco a esta y empezó a disparar de nuevo un disparo tras otro hasta que solamente se escucharon los clics de que el cargador estaba vacío.
El detective aun así siguió apretando el gatillo del arma una y otra vez hasta que se calmo.
─ Tenemos que entrar en algún sitio para poder escondernos…─ comento Eliza intentando encontrar algún sitio seguro.
Sin embargo no tardo mucho tiempo en terminar de hablar cuando vio como la criatura empezó de nuevo a moverse lentamente.
─ Joder!...que le pasa a estas cosas que no mueren…─ comento el detective con rabia mientras veían como algunas de esas cosas empezaban a acercarse hacia su posición.
─ Vámonos…─ inquirió Eliza mientras tiraba del detective para salir de ese lugar que empezaban a acercarse esas cosas.
Con toda la rapidez que pudo Eliza tiro del detective pero apenas que había avanzado un par de metros enseguida noto como algo tiraba de él elevándolo por la pared del edificio mientras que podía ver como un intestino improvisado de cuerda se enroscaba en el cuello del detective.
─ Suéltame bicho deforme!…─ hablo el detective mientras era elevado por la pared mientras este se retorcía intentando liberarse.
─ Mierda!, mierda!...─ exclamo Eliza con rabia y miedo en su voz un par de veces mientras veía el espectáculo dantesco de esas criaturas e inconsciente mente rebuscaba en el bolsillo en un momento se quedo mirando la pequeña figura que había causado todo esto ese tiempo parecía que pasaron horas hasta que escucho el grito de Vanesa viendo como se acercaba a donde estaban.
─ ¿La quieres…?...es tuya…─ dijo elevando el brazo mientras se disponía a tirarle la figura y acabar con todo pero en un momento sintió como alguien sostenía su brazo.
Al girar pudo ver a su abuela sonriendo de manera amable sintiendo un calor tierno y familiar en su interior calmándola.
La abuela solamente giro la cabeza un par de veces intentando que se calmara y aguantara.
─ Abuela no puedo mas…─ hablo Eliza mientras miraba a esos ojos cariñosos que la estaban observando e infundiéndole ánimos.
Después de unos segundos esa imagen desapareció por completo dejándole de nuevo en la oscuridad sangrienta de ese mundo.
De repente se escucho un grito viendo como el detective cayó al suelo con una navaja en las manos viendo como el bicho retrocedía un par de pasos mientras que los otros se acercaban.
Eliza miro hacia todas partes esperando encontrar algo para poder esconderse de pronto su mirada se fijo en la iglesia, pero enseguida volvieron a su mente lo que había pasado en la otra iglesia.
─ Rápido tenemos que ir hacia la iglesia…─ comento Eliza intentando encontrar algo donde pudieran estar seguros y pensando que lo mismo hacia que esas cosas se retiraran.
El detective sin pensarlo mucho empezó a correr hacia la iglesia esperando que fuera un sitio seguro mientras escuchaba como esas cosas se movían con rapidez hacia donde estaban, no podía darse el lujo de pararse.
Eliza enseguida sintió como algo le rozaba el tobillo pensó que seria una de esas cosas que le había lanzado algo para cogerla pero no pensaba en detenerse.
Una vez en la puerta de la iglesia Eliza miro hacia atrás viendo que no tardarían mucho en acercarse a ellos.
El detective empujo las puertas con fuerza haciendo que esta se abriera y enseguida una vez dentro la cerraron apostándose contra la puerta sintiendo los golpes de esos monstruos queriendo entrar.
─ Encuentra algo para poner en la puerta…─ dijo el detective mientras la puerta se tambaleaba con los monstruos a cada golpe.
Eliza miro hacia todas partes buscando algo para apuntalar contra la puerta pero lo único que había eran los bancos.
Con algo de esfuerzo empujo el banco hacia la entrada una vez allí lo apuntalaron en la entrada impidiendo la entrada de esas cosas.
─ Al menos estaremos a salvo de momento…─ comento el detective mientras enfundaba de nuevo el arma y miraba el resto de la iglesia comprobando si hubiera alguna entrada.
El lugar era bastante grande iluminado por algunos focos en el techo y algunas velas cerca de las estatuas, a cada lado un confesionario al fondo el altar y colgado en la pared una imagen de “Jesús colgado en la cruz”, en la parte alta del lugar había una barandilla para un segundo piso.
─ Mira si hay alguna entrada mas…─ comento el detective indicándoselo a Eliza mientras este empezaba a mirar al fondo el lugar y rebuscaba si había algún ventanal roto.
Eliza empezó a mirar por el piso de arriba subiendo los peldaños mientras estos crujían a cada paso.
El piso de arriba era bastante simple no había ninguna puerta era solamente una blasonada para poder seguir la misa desde otro punto.
Eliza miro hacia abajo viendo al detective como revisaba el lugar rebuscando alguna entrada.
Viendo que no había nada se dirigió hacia la escalera para bajar de nuevo mientras descendía noto como si hubiera un cambio de ambiente.
El lugar estaba mucho mas frío notando como la piel se ponía de gallina notando como si algo estuviera en el lugar.
─ Qué frío hace de repente…─ comento el detective mientras seguía mirando por donde estaba el altar.
En un momento dado los golpes contra la puerta cesaron de inmediato haciendo que el detective desenfundara de nuevo el arma revisando el cargador.
─ ¿Estas segura que no has encontrado ninguna entrada…?...─ pregunto el detective mientras apuntaba hacia las ventanas pensando que era la entrada mas probable.
Mientras miraban por el lugar con miedo en el cuerpo mientras podía escuchar los pequeños ruidos que hacia el arma en su mano.
Eliza se fijo en las velas como las llamas empezaban a bailar sin ningún viento que hubiera en el sitio.
La luz brillaba en las velas haciendo que las sombras de las estatuas bailasen de una forma rara como si estuvieran vivas de forma amenazante.
─ No, otra vez no…─ dijo Eliza con tono de miedo y desesperación mirando a las velas como en un momento se empezaban a apagar dejando el lugar con una luz extraña.
─ ¿Cómo que otra vez…?...─ pregunto el detective mirando hacia las velas que se apagaban sin que nadie lo hiciera una tras otra por un momento escucho como un ruido extraño como si la cruz detrás de ellos estuviera moviéndose de alguna forma aunque eso era imposible.
─ No, se lo conté pero antes entre en una iglesia…y sucedió algo extraño…─ hablo Eliza con miedo viendo como la estatua de “Jesús” empezaba a deformarse dejando un rostro extraño con una sonrisa casi diabólica que antes no tenia mientras se escuchaba como si algo estuviera sacando los clavos de su sitio.
─ ¿Algo como eso…?...Pero es imposible…─ cuestiono el detective mientras apuntaba el arma hacia la estatua que parecía como si estuviera moviéndose ligeramente.
Eliza negó cono la cabeza mientras miraba la estatua viendo como el primer clavo que tenia en los pies caía al suelo haciendo un ruido que era como si inundara le sitio.
Los susurros y las voces extrañas inundaron el sitio que parecían provenir de todos los rincones del sitio.
Los focos se volvieron rojos de repente dándole un aspecto en el rostro de la estatua macabro incluso parecía como si abriera los ojos de par en par observándoles.
─ No puede ser es imposible…─ comentó Eliza mientras retrocedía un par de pasos viendo como el resto de los clavos caían al suelo y la estatua descendía de golpe desde la cruz detrás del altar de mármol.
─ Eliza retrocede…─ ordeno el detective mientras que Eliza daba unos pasos hacia donde estaba el detective.
En ese momento se escuchaban sonidos extraños y asquerosos que provenían detrás del altar donde había caído la estatua en un momento las luces parpadearon dejándolos a oscuras durante unos segundos el suficiente para que escucharan unos pasos extraños que se dirigían hacia donde estaban.
Los disparos sonaron un par de veces haciendo que las luces volvieran de nuevo con el aspecto tétrico y macabro que cada al lugar.
─ ¿Qué ha sido eso…?...─ pregunto el detective mientras apuntaba de manera nerviosa hacia todas partes aunque no parecía que hubiese nadie.
─ Tenemos que salir de aquí cuanto antes…─ comento Eliza con miedo corriendo hacia la entrada y empezaba a amover el banco que estaba en la puerta.
─ Pero que esta haciendo…afuera están esas cosas…─ dijo el detective mientras la detenía y volvía de nuevo a poner el banco en su lugar.
─ Y adentro tenemos a esa cosa…─ dijo Eliza con terror en su voz al mirar hacia el techo y hacia los lados sin ver nada.
Pero la calma no duro mucho cuando escucharon unos pasos que se dirigían hacia donde estaban enseguida el detective se puso delante de Eliza para protegerla empuñando el arma.
Enseguida pudo ver como la figura caía del techo enana pose que era con el torso extendido en el suelo y los brazos y piernas haciendo de apoyo mientras le miraba de una forma diabólica.
Pero en cuando abrió la boca salio un grito que arañaban una pizarra clavándose en los oídos mientras que de esta empezó a salir un líquido oscuro que le corría por los labios.
─ NO!...─ grito Eliza con fuerza viendo la horrenda estatua o monstruo que tenia delante mientras ese sonido se clavaba en sus oídos con fuerza notando como su cerebro parecía querer explotar.
El detective se puso una mano en el oído mientras apuntaba con cierta dificultad y después apretó el gatillo un par de veces haciendo que el sonido de los disparos acallara el grito y la figura desapareciese en un momento.
─ Déjame salir!...─ exclamo Eliza mientras golpeaba la puerta e intentaba quitar el banco que estaba delante de ella.
─ Eliza cálmate…afuera estamos perdidos…con esas cosas…─ comento el detective intentando calmar a Eliza mientras esta tiraba con fuerza del banco de la entrada pero este no aprecia ceder.
─ Esa cosa no me dejara en paz nunca, me seguirá acosando hasta que le entregue esta figura…─ dijo Eliza con desesperación en su voz mientras le enseñaba la pequeña figura al detective que este miro con interés.
─ ¿Qué tiene que ver esta figura…?...─ cuestiono el detective mientras miraba la pequeña figura con cierto interés.
Eliza le respondió resumiéndole toda la historia y diciéndole lo que había en su interior y explicándole que no podía perderlo por mucho que hiciera.
Mientras el detective estaba mirando la pequeña figura se escucharon unos pasos que provenía de la parte de atrás enseguida el detective se giro viendo como la figura se lanzaba por él de manera imprevista sin tener tiempo a reaccionar le tomo por ambos brazos y lo elevó en el aire y el detective empezaba a gritar de dolor.
─ AAAAHHHH!!!...SUELTAME!!!...─ grito el detective mientras la figura demoníaca tiraba de ambos brazos con fuerza, al mismo tiempo Eliza miro al suelo viendo la pistola que cabía caído cerca de sus pies.
Eliza pro un momento dudo mirando a la figura con ese rostro diabólico mientras que escuchaba los gritos del detective clavándose en el cerebro.
Tomo la pistola con las manos temblorosas y apunto con temblores que hacían que no pudieran apuntar.
Por unos segundos Eliza se quedo mirando la abyecta criatura y escuchando los gritos del detective y los sonidos de sus huesos crujiendo y los músculos alargándose hasta su extremo.
─ MUERE!!!...─ Eliza grito con fuerza mientras apretaba una y otra vez el gatillo del arma mientras cerraba los ojos y escuchaba los disparos como se sucedían.
Por unos segundos Eliza estuvo con los ojos cerrados sin escuchar ningún sonido mientras olía la pólvora que flotaba en el ambiente.
Abrió los ojos lentamente mirando como el detective estaba tirado en el suelo pero la figura había desaparecido y no se le veía por ninguna parte.
─ ¿Estas bien…?...─ pregunto Eliza mientras miraba hacia todas partes con el arma aun humeante.
─ Joder, gracias…y es mejor que me des la pistola…─ exclamó el detective mientras se levantaba con el dolor en el cuerpo y se acercaba a Eliza tomando el arma mientras le costaba quitársela de la mano de lo fuerte que la había apretado.
El detective tomo el arma y miro a Eliza con el rictus de terror en su rostro mientras rebuscaba en los bolsillos para encontrar otro cargador.
─ Genial!...no tengo más cargadores…─ comento el detective mientras revisaba el cargador y lo volvía a introducir de nuevo.
El detective se paso la mano por los brazos debido al dolor pero mientras continuaban con lo que estaban haciendo se escuchaban unos gruñidos que parecían que provenían de todos lados.
─ Tenemos que salir de aquí cuanto antes…─ hablo Eliza mientras volvía a tirar del banco para apartarlo de la puerta y salir.
─ ¿Y a donde vamos a ir…?...Según has dicho esto es otra dimensión…y esas cosas están ahí fuera…─ pregunto el detective mientras miraba hacia todas partes vigilando de que esa cosa no volviera de nuevo aunque los movimientos y los sonidos estaban cada vez mas cerca de ellos.
─ Lo primero es salir y después buscar algún sitio por donde volver a nuestra dimensión…─ respondió Eliza de manera escueta pensando que la salida debería de estar cerca de alguna parte de donde estaban.
─ Esperemos que este cerca…─ comento el detective mientras ayudaba a Eliza a retirar el banco que bloqueaba la puerta.
Después de un esfuerzo pudieron apartarlo y abrieron la puerta le detective salio el primero vigilando que no estuvieran los otros monstruos.
El cielo seguía están completamente rojo mientras las calles estaban completamente mojadas por la lluvia que había caído sin embargo el ambiente seguía estando cargado y el ambiente era frío casi gélido sin embargo no se escuchaba ni un solo coche.
─ Esto parece un cementerio…─ comento el detective mientras avanzaban por las calles notando como si algo o alguien estuviera vigilándole desde alguna parte.
Ambos empezaron a avanzar en dirección hacia donde estaba la casa de Eliza entre tanto podía ver como en algunos edificios había luces encendidas aunque de una forma algo extraña.
─ Es mejor que sigamos adelante…─ hablo Eliza mientras continuaba con miedo en el cuerpo esperando que al llegar a donde vivía pudieran salir de esta dimensión.
Pero en su caminar por esa dimensión maldita empezaron a escuchar un rumor que provenían de más adelante.
─ ¿Pero que…?...─ cuestiono el detective avanzando hacia de donde provenía el murmullo, al llegar pudieron ver una especie de fogata en el suelo mientras que había unas figuras a su alrededor.
─ Seria mejor que diésemos un rodeo…─ respondió Eliza mientras veía una escena extraña pero cuando logro fijarse un poco mejor pudo ver como había colgado en las farolas cercanas unas figuras humanoides.
─ ¿Pero que es…?...─ cuestiono Eliza intentando fijar un poco mas la vista hasta que pudo ver que eran unas personas.
El detective empezó a caminar entre los coches que estaban aparcados escondiéndose esperando no se escuchado.
─ Es mejor que rodeemos el sitio…─ volvió a insistir Eliza nuevamente mientras seguía al detective.
Al llegar cerca del sitio pudo ver que eran los policías que estaban entonando una especie de cántico extraño mientras que había otro subido a uno de los coches recitando una especie de plegaria extraña.
El detective se quedo mirando durante un poco mas viendo con atención hacia las figuras que estaban colgadas.
─ Es ese tipo de la comisaría sin ojos…─ comento Eliza mientras miraba con cierto miedo a esa persona.
Sin embargo cuando estaba mirando a esa especie de sacerdote extraño se dio cuenta enseguida que el detective había avanzado hacia donde estaba las personas colgadas en las farolas.
─ ¿Pero que esta haciendo…?...─ pregunto de forma retórica mientras veía que el detective miraba hacia las personas que estaban colgadas demasiado cerca del asentamiento que tenían.
En un momento desde donde estaba pudo ver como si fuera una ilusión que las figuras que estaban colgadas hubieran tenido un espasmo raro moviéndose.
─ ¿Pero que demonios…?...─ volvió a cuestionar nuevamente Eliza viendo el horrendo espectáculo cuando sin previo aviso pudo ver como ciertos miembros del asentamiento se exaltaban y enseguida pudieron ver como habían tomado al detective.
El supuesto sacerdote empezó a hablar de una forma extraña mientras veía como acercaban al detective al fuego y otros empezaban a elevar un tronco puntiagudo.
─ No, esto no puede estar pasando…─ repitió Eliza un par de veces mientras veía el espectáculo dantesco de lo que supuestamente estaban haciendo.
Eliza observo con horror como elevaban al detective hacia el principio del poste y en un momento un par de ellos se colgaron de las piernas tirando hacia abajo en ese momento se escucho un alarido de dolor que no duro nada mas que un par de segundos viendo como el cuerpo caía casi a plomo empalándose por completo.
Mientras que los demás empezaban a recibir el desangramiento como si fuera una lluvia esperada.
─ Ahí esta…─ dijo el supuesto sacerdote mientras mostraba los ojos apuntándole con ellos en la mano, los demás enseguida se quedaron pro unos segundo mirando hacia donde estaba Eliza.
─ Mierda!...─ exclamo Eliza con miedo mientras empezaba a correr mirando de refilón hacia el cuerpo sin vida del detective que enseguida esas criaturas empezaron a devorarlo con ansia.
Eliza empezó a correr por las calles hacia la dirección de su casa mientras pasaba entre los coches y callejones vacíos del que se escuchaban sonidos extraños y amenazantes.
Su mente solo pensaba en escapar mientras que podía sentir como su cuerpo empezaba a cansarse y se escuchaban cada vez mas cerca.
─ No puede ser…─ comento Eliza mientras seguía corriendo notando como el cansancio se apoderaba de ella cada vez con mas intensidad.
Por un momento miro hacia las calles intentando encontrar un referente de donde estaba, pero no parecía encontrar ningún sitio que pudiera reconocer y esos monstruos estaban detrás de ella cada vez mas cerca….
FIN DEL CAPITULO 2
P.D: Bueno aqui dejo el siguiente capitulo espero que os guste y muchas gracias .
Inició el tema
Mazoku
630
3.588 ATC
VUELTA A LA REALIDAD
Notaba como esos monstruos estaban mas cerca y no había lugar que pudiera conocer por mucho que mirara por todas partes.
Mientras corría escuchaba los gritos y los alaridos de esas cosas que venían detrás de ella la respiración la tenia agitada podía notar el sudor recorrerle el rostro mientras que recordaba lo que le habían echo al pobre detective.
En su caminar podía ver como ese mundo parecía no tener fin por ninguna parte cuando por fin pudo ver un sitio que pensó que no entrarían y pudiera darle esquinazo.
Miro el edificio parecía algo tétrico e incluso amenazante pero era mejor que estar fuera, al mirar se dio cuenta que era una colegio el sitio estaba adornado por varios árboles dispuestos al azar por el sitio mientras que las puertas de afuera parecía que estuvieran abiertas, algunas de las ventanas estaban abiertas.
Eliza se movió entre los coches aparcados y rápidamente busco una entrada para acceder al colegio una vez dentro cerro la ventana y se agacho la habitación estaba decorada con dibujos de niños pequeños y mesas y sillas dispuestas por el sitio de manera ordenada en la pared del frente una pizarra y un escritorio junto con una silla que era del profesor al fondo un par de armarios.
El sitio estaba completamente a oscuras salvo por la luz rojiza de las farolas que entraba por las ventanas de pronto escucho a esos monstruos cerca del lugar enseguida Eliza se agacho y poco a poco elevo la cabeza para comprobar cuantos habían llegado.
─ Tengo que salir de aquí…─ dijo Eliza mientras miraba a esas cosas que habían llegado a la entrada y estaban mirando la forma de entrar.
Eliza intento recuperar por unos momentos el aliento después de la carrera podía sentir el corazón golpear con fuerza en su pecho.
Mientras podía sentir que el lugar por muy inocente que pareciera era como si quisiera engullirla en completa oscuridad podía escuchar susurros y ruidos provenientes de las demás aulas.
Una vez que hubo recuperado parte del aliento se levanto y abandono el aula una vez fuera pudo ver un pasillo oscuro del que apenas podía ver en las paredes había taquillas por varios lugares aparte de varios póster.
Eliza siguió caminando mientras de vez en cuando miraba hacia atrás su cuerpo estaba en comple4ta tensión mientras que miraba hacia todas partes sintiendo como si algo o alguien estuviera detrás de ella.
Al llegar a la entrada pudo ver que esas cosas estaban intentando entrar enseguida Eliza retrocedió intentando encontrar un lugar para esconderse.
Al moverse se acercaba a las puertas moviendo el pomo en algunas pero todas parecía que estaban cerradas el único camino era la escalera para llegar al piso siguiente.
Al llegar al piso de arriba el ambiente era incluso más frío que el de abajo y los susurros se habían incrementado.
El lugar estaba lleno de pasillos mientras que en la pared de la derecha había una gran ventana que daba al exterior enseguida pudo escuchar como esas cosas estaban en el piso de abajo y tenia que esconderse en algún lugar.
Después de andar por los pasillos pudo encontrar un aula que estaba abierta el sitio era un habitación bastante grande llena de mesas para el dibujo técnico al fondo había una pizarra y enfrente de esta un escritorio junto con una silla.
En ese momento unas imágenes horripilantes de desmembramientos y sangre empezaron a surgir en su mente como si fuera una punzada que le atravesara el cerebro.
─ Devuélvemelo!...─ exclamo la voz de Vanesa mientras caminaba hacia el fondo del aula para poder ocultarse.
─ Sal de mi mente!…─ exclamo Eliza mientras empezaba a caer al suelo y se sujetaba con las sillas mientras ponía otra mano en la mente que parecía que es como si estuvieran atravesándosela.
Enseguida pudo escuchar como esas cosas habían llegado al piso donde ella se encontraba no pudo más que ir rápidamente hacia la puerta pero al abrirla solo pudo ver como esas cosas se acercaban pro el pasillo y salir en ese momento seria una locura.
─ Mierda, mierda…─ repitió Eliza una y otra vez mientras buscaba algún lugar para esconderse escuchando que cada vez estaban mas cerca.
El miedo le atenazaba el cuerpo y esas imágenes horribles su mente mientras sentía como casi estaba paralizada por el horror.
Cuando por fin pudo reaccionar miro hacia el armario que había la fondo y no le quedaba otro sitio para esconderse en un momento rápidamente abrió la ventana y enseguida se escondió en el armario.
Enseguida pudo escuchar como esas cosas abrían la puerta de golpe y empezaban a deambular en el lugar, entre tanto Eliza empezó a mirar por las rendijas que había en el armario para comprobar que parecía que sabían que estaba allí.
─ Venga largaos…─ susurro Eliza mientras veía esas cosas junto con esa especie de sacerdote extraño con los ojos en la mano la movía de un lugar a otro.
En un momento emitió un sonido extraño señalando hacia el armario enseguida Eliza sintió como si se le helara la sangre.
Enseguida la puerta del armario se abrió de par en par pudiendo ver a esas cosas sus rostros estaban ensangrentados sin ojos y algunos incluso descarnados pudiéndose ver partes del cráneos mientras la tomaban y Eliza pataleaba con fuerza enseguida noto como algo le apretaba el cuello con fuerza notando el roce de una cuerda tirando de este con fuerza mientras le acercaban al sacerdote extraño.
─ No!...no!...no!...─ exclamo Eliza varias veces de manera ahogada mientras la ponían delante del sacerdote enseguida este alargo el brazo mostrándole los ojos.
En ese momento un relámpago irrumpió en la habitación mostrando un espectáculo horroroso pudiendo ver las cuencas de los ojos del sacerdote vacías con una oscuridad insondable de los que salían un liquido negro mientras que sonreía de oreja a oreja con resaltando los dientes blancos.
El sacerdote empezó a emitir unos sonidos guturales extraños mientras movía la mano delante de ella después de eso juntaron las mesas poniéndola encima mientras que varios de ellos le sostenían las manos y los pies con fuerza para que no se moviera.
─ Soltadme!...─ exclamo Eliza de nuevo mientras intentaba resistirse como podía para poder escapar pero no había forma.
El sacerdote se puso a un costado mientras emitía unos sonidos extraños podía sentir las manos como si fueran garras sujetándole las piernas y los brazos y por mucho que hiciera era imposible hacer nada.
En un momento uno de ellos metió la mano en su bolsillo y empezó a rebuscar sacando la estatuilla el sacerdote enseguida la tomo en su mano.
─ Muy bien ya tenéis lo que queréis…ahora soltadme…─ hablo de forma ahogada mientras veía como el sacerdote revisaba la estatuilla.
El sacerdote puso la mano en la espalda y de esta saco un hueso afilado con forma de cuchillo mientras se acercaba al cuello de Eliza esta miraba con el rostro de miedo viendo que su muerte se acercaba lentamente.
─ SOCORROOO!!!...─ grito Eliza con todas sus fuerzas mientras intentaba soltarse pero no había forma parecía que esos monstruos tuvieran una fuerza descomunal.
El sacadote siguió acercando el cuchillo óseo al cuello de Eliza esta no sabia que hacer solo resistirse hasta que lo noto.
Eliza veía ya cerca su final sin poder hacer nada y todo por una pequeña estatuilla eso era el final mas triste.
Mientras veía como su final se acercaba noto como una energía que la invadía un calor familiar y lleno de amor.
Enseguida sintió como los que estaban aprisionándole sus extremidades salieron despedidos hacia varias partes de la habitación chocando contra las paredes y al mismo tiempo el sacerdote retrocedía unos pasos.
Los que estaban sujetando la cuerda resultaron enviados contra la pared escuchando gritos de esos monstruos.
El sacerdote comenzó a emitir unos sonidos extraños mientras que el cuerpo de Eliza se levantaba lentamente un par de centímetros por encima de las mesas
El cuerpo de Eliza se elevo poniéndose de pie mientras podía ver un resplandor en su corazón.
─ ¿Pero que coño…?...─ pregunto Eliza sorprendida mientras veía como esa luz empezaba a disolver la oscuridad mientras los demás monstruos parecían alejarse de esta trepando por las paredes de forma extraña.
El sacerdote pareció envolverse en una oscuridad que parecía viva mientras que Eliza la luz empezaba a ser mas fuerte notando como si todo ella fuera engullida por ella su vestimenta empezó a cambiar poco a poco transformándose en una Chihaya de miko de su abuela en su mano apareció el gohei.
Seguidamente descendió al suelo por un segundo se quedo mirando sus manos viendo que eran algo extrañas sus dedos estaban mas alargados y terminados en garras por un momento miro al espejo viendo incluso que sus rasgos eran extraños como si estuvieran mezclados con algún tipo de zorro con unas bandas de color rojo en sus mejillas y unas orejas en su cabeza.
En ese momento noto algo extraño en su espalda al girar levemente la cabeza pudo ver como unas colas extrañas en las que acababan en una llama de color azul.
Su conciencia por un momento había desaparecido en la luz pero al mismo tiempo podía sentirlo todo y ver lo que pasaba a su alrededor.
─ Desaparece criatura demoníaca…─ ordeno Eliza mientras ponía el gohei delante de ese extraño sacerdote que retrocedía un par de pasos hacia la ventana mientras que la oscuridad aprecia envolverle.
En un momento se escucho un grito desgarrador y un sonido de masticar huesos mientras un chorro de sangre salía de la oscuridad y la cabeza del sacerdote caía delante de los pies de Eliza.
Solamente la miro extrañada viendo como esa oscuridad se formaba delante de ella ocultándolo todo solamente la luz que emanaba de ella era lo que iluminaba el lugar.
En ese momento aparecieron unos ojos de color blanco puro y una sonrisa diabólica mientras que escuchaba susurros y gritos provenientes del lugar.
─ Devuélvemelo!...─ exclamo esa cosa con todas sus fuerzas mientras sentía un viento helado en el lugar y una maldad insondable que inundaba el lugar.
─ Espíritu maligno…no tienes lugar en este mundo desaparece!...─ exclamo Eliza con fuerza haciendo que incluso las llamas creciesen haciendo que la oscuridad poco a poco empezara a desaparecer.
─ Vieja decrepita…este no es tu lugar vuelve a tu tumba…─ comento esa cosa mientras hacia que la oscuridad volviera de nuevo al sitio.
─ Nunca le harás daño…desaparece de este mundo…─ dijo con voz de mando mientras movía el gohei delante de la oscuridad que esta empezó a debilitarse.
─ Solamente eres una vieja…no podrás protegerla siempre…─ dijo la oscuridad con fuerza mientras hacia que esta empezara de nuevo a inundar el lugar por un momento incluso Eliza se vio invadida por esta mientras notaba como el frío envolvía su cuerpo a pesar de las vestimentas que llevaba.
Por unos segundos pudo ver como las llamas de las colas empezaron a encenderse con fuerza y con un movimiento del gohei estas fueron lanzadas hacia la oscuridad impactando sobre esta mientras emitía un gruñido con fuerza que inundo el sitio haciendo incluso que retumbara.
Por un momento Eliza cayo al suelo mientras que veía como al oscuridad desaparecía por completo dejando el lugar con el mismo aspecto tétrico y macabro.
Los ojos de Eliza empezaron a cerrarse lentamente como si un sueño la invadiera y las fuerzas le abandonaran.
No supo el tiempo siquiera que había estado dormida solamente que al abrir los ojos pudo ver que se encontraba en su habitación en la cama rodeada por esas pequeñas muñecas mientras que la prisión del espíritu estaba encima de ella.
─ Joder!...─ exclamo con fuerza mientras le daba un manotazo a la figura y que al mismo tiempo las otras la miraban de una forma extraña.
─ Alejaos de mi!...─ exclamo Eliza con fuerza mientras movía la manta con fuerza haciendo que estas cayeran al suelo y rápidamente fue hacia el cuarto de baño para ver su rostro.
Mientras lo inspeccionaba podía ver que estaba normal que todo parecía haber sido un sueño pero al mirar su mano pudo contemplar con cierto miedo que había una huella de una mano en su muñeca.
─ No ha sido un sueño…ya estoy harta…─ hablo Eliza casi con lagrimas en los ojos vistiéndose rápidamente y tomando todas las figuras y metiéndolas de nuevo en la caja después de eso la llevo al salón y la dejo en el suelo por unos segundos miro por la ventana viendo que el cielo estaba completamente normal al parecer había regresado a su dimensión.
─ Se acabo…os juro que no os quiero volver a ver…─ hablo Eliza con rabia e ira en su corazón mientras tomaba la caja y salía de casa en dirección hacia el ascensor.
Una vez dentro pulso el botón y descendió al salir pudo observar a la limpiadora que la miro con cierta desconfianza.
Al salir a la calle noto un aire fresco y el ruido de la gente y el trafico de la mañana aun era algo de noche y las farolas estaban encendidas rápidamente se dirigió hacia el cubo de basura tirando sin pensárselo mucho la caja.
─ Listo…y tu…no quiero volver a verte mas…─ dijo Eliza con resentimiento en su voz mientras tiraba la pequeña figura al cubo de basura llena de rabia.
Con miedo en el cuerpo y el corazón lleno de ira avanzo de vuelta hacia el edificio para intentar dormir el resto de la noche.
Una vez dentro en la entrada subió la escalera extrañada que no estaba la limpiadora y el ambiente estaba algo frío.
Comenzó a mirar por todos lados para ver por donde estaba pero parecía que se hubiera esfumado en el aire siguió avanzando hacia el ascensor por un momento todo parecía normal achacando el frío al relente de la noche que entraba por la puerta.
Sin decir nada espero a que llegara el ascensor una vez abajo y al abrir la puerta se quedo paralizada mirando el interior y al espejo por un momento.
En un momento pudo ver como una imagen fantasmal que tenia la apariencia de la limpiadora pasando detrás de ella.
─ ¿Eh…?...─ pregunto Eliza mientras miraba esa figura deslizarse detrás de ella flotando en el aire.
Eliza rápidamente se giro para ver si había alguien pero no encontró nada pero al bajar por un segundo la mirada al suelo pudo ver como un charco de sangre que había en el hueco de la escalera.
Con cierto miedo en el cuerpo se acerco al charco que aun veía como goteaba de algún lado cuando estaba a escasos centímetros del charco cayo por el hueco el cuerpo sin vida de la limpiadora.
Eliza retrocedió unos pasos viendo con horror la figura de la limpiadora que estaba ahorcada mientras que podía ver que en su rostro había varios arañazos que la surcaban desfigurándolo mientras que de las heridas abiertas se podía ver la sangre aun correr e incluso se podía ver parte del cráneo.
Eliza miro hacia el rostro desfigurado de la limpiadora con cierta curiosidad extrañada aunque tenia ganas de gritar ni los gritos salían de su garganta por el miedo notando como su corazón latía con fuerza.
─ Tu has tenido la culpa!...─ dijo la limpiadora alzando el rostro mientras le señalaba de forma amenazadora.
Eliza se tapo la boca evitando un grito mientras retrocedía hacia el ascensor con el miedo en el cuerpo.
Empezó a toquetear los botones de manera aleatoria intentando encontrar el piso pero sin dar el.
Después de unos instantes horrorosos viendo como el cuerpo sin vida parecía como si estuviera acercándose a ella de alguna forma macabra.
Sus ojos no podían apartarse de la figura dantesca mientras toqueteaba el panel de control del ascensor hasta que por fin pudo acertar con el botón al momento las puertas se cerraron delante de ella.
Eliza por un momento pudo respirar aliviada sin embargo mientras el ascensor subía pudo ver como la figura de la limpiadora estaba en la puerta apuntándola.
─ Déjame en paz!...la figura esta en la basura!…─ dijo mientras se acercaba al fondo del ascensor que parecía que no llegaba a su piso, su vista se poso en los números que parecían moverse con normalidad pero siempre pasaba por el mismo numero una y otra vez por mucho que se moviera.
En un momento metió la mano en su bolsillo y encontró la figura con los nervios a flor de piel dio un grito soltando la figura mientras que esta caía por el hueco.
En un momento Eliza se acurruco contra la esquina del ascensor sufriendo aun por la imagen de la limpiadora que seguía afuera.
En un momento sintió un dolor agudo que le atravesaba la mente junto con imágenes que asaltaban su mente una y otra vez con imágenes sangrientas y dantescas de toda la gente que había muerto.
Después de unos segundos de horror y que su cuerpo pro el dolor empezara a arrodillarse llevándose las manos a la cabeza por el dolor.
El ascensor se detuvo en seco mientras que Eliza estaba arrinconada con las manos en la cabeza que por un momento ceso el dolor y las imágenes desaparecieron de su mente dándole un descanso.
Por unos segundos se quedo quieta mirando hacia la ventana de la puerta del ascensor sin que hubiera nadie después de eso miro hacia el panel de los números viendo que había llegado a su piso.
Con miedo en el cuerpo se levanto lentamente con miedo en el cuerpo acercándose a la puerta del ascensor empujándola lentamente y mirando por el hueco hacia todas partes todo parecía completamente normal.
Sin pensarlo mucho y con un nudo en el estomago salio del ascensor y empezó a buscar las llaves en el bolsillo mientras rebuscaba pudo observar que las luces empezaron a parpadear ligeramente.
─ No!...no…no…─ repitió una y otra vez mientras rebuscaba de manera nerviosa al encontrarlas empezó a buscar la llave para cuando la encontró la acerco a la cerradura pero por miedo estas chocaron contra la puerta haciendo que se cayeran al suelo.
Las luces parpadearon con cierta fuerza y enseguida noto como si algo estuviese detrás de ella y se acercara lentamente.
Rebusco en el suelo rápidamente encontrando las llaves y esta vez sujetándolas con fuerza rebusco la cerradura hasta que la encontró y la giro entrando rápidamente en la casa cerrando la puerta con fuera de tras de ella y apoyando la espalda contra la misma mientras respiraba con fuerza para poder tranquilizarse.
Sin embargo no pudo hacer nada puesto que su mirada se fijo rápidamente en la caja que parecía que había subido desde la basura a su piso.
Mientras respiraba para calmarse noto los golpes en la puerta de una manera violenta que la hizo retumbar.
─ Fuera!...─ exclamo Eliza con fuerza mientras se apoyaba contra la puerta sintiendo los golpes una y otra vez hasta que cesaron de forma inmediata.
Después de unos segundos de terror se acerco a la mirilla lentamente para ver si había alguien.
Sin embargo no parecía que hubiera nadie mientras que las luces seguían parpadeando en unos momentos se puso delante de esta el rostro de la asistenta pero esta vez sin ojos y un liquido negro cayendole por los ojos mientras que esbozaba una sonrisa diabólica de oreja a oreja.
─ AAAHHH!!!...─ grito con fuerza mientras se agachaba para no ver de nuevo ese rostro salido del mismo infierno.
Eliza se alejo de la mirilla de la puerta con miedo mientras retrocedían unos pasos hasta que toco la caja.
Esto hizo que de nuevo se moviera hacia su habitación corriendo con el miedo en su corazón que parecía querer salirse del pecho.
Una vez en la habitación cerró la puerta con fuerza y rápidamente se puso debajo de las mantas esperando que todo pasara.
─ No es real…no es real…─ repitió Eliza una y otra vez mientras se encogía debajo de las sabanas temblando pro el miedo.
En un momento de miedo o quizá por la paranoia escucho como la puerta de la entrada se abría y se cerraba de golpe dando un portazo.
─ No…no puede ser…dejadme en paz…─ negó una y otra vez esperando que todo pasara.
Seguidamente escucho como unos pasos que parecían chapotear en algo acercándose lentamente hacia su habitación.
El miedo atenazaba el cuerpo de Eliza intentando su mente soportarlo como podía, pero no sabia hasta cuando podría seguía aguantando ese terror que parecía que no tenia fin.
Esos pasos se acercaron lentamente hacia donde estaba escondida Eliza cada vez los notaba mas cerca y el terror seguía incrementándose tanto en su corazón como en su alma.
Eliza siguió temblando bajo las mantas escuchando esos pasos en un momento se detuvieron.
En un instante sintió el alivio pensando que lo que fuera hubiera desaparecido, pero después de unos segundos volvió a escuchar los pasos enfrente de su puerta.
─ No eres real…No eres real…─ repitió Eliza una y otra vez mientras seguía temblando en un momento se escucharon golpes en la puerta que parecían que querían tirarla.
Cada golpe se calvaba en el cerebro una y otra vez solamente pensaba que todo quería que terminase.
Los golpes no cesaban incluso aprecia que algo estaba respirando de manera profunda al otro lado, no parecía que fuese una persona si no una bestia.
Con el miedo en el cuerpo y notando como el corazón se salía de la boca reuniendo el valor que pudiera se quito las mantas de un movimiento.
─ FUERA!!!...─ grito Eliza con fuerza mientras se levantaba encima de la cama en ese momento todo ceso dejando el lugar en silencio completo ni siquiera se escuchaba nada a través de la ventana.
El silencio era excesivo incluso para la hora en que estaba puesto que ya empezaría a escuchar el tráfico.
En un momento sonó la alarma haciendo que el miedo volviera a ella por un instante haciendo que se relajara de la misma forma.
Respirando de manera entrecortada intentando recuperar el aliento y relajarse se acerco a la puerta lentamente acercando la mano temblorosa mientras pensaba lo que podía encontrar al otro lado.
─ Mierda…mierda…mierda… ¿Por qué yo…?...─ pregunto Eliza echándose la culpa, cuando tomo el pomo en su mano.
Lo giro lentamente esperando que no hubiera nada para cuando entre abrió la puerta con miedo en el corazón, no había nada la cocina estaba desordenada y todo lo que había por los suelos al azar mientras que en el suelo se podían ver unas huellas que parecía estar hechas de ceniza que se dirigían de la puerta hacia su habitación.
Siguió abriendo la puerta hasta que pudo salir mirando las huellas pero sin tocarlas mientras se acercaba hacia la puerta de la entrada.
En el pasillo se quedo mirando extrañamente hacia el descansillo en que pudo casi distinguir una figura humanoide echa de sombras que estaba enfrente de la puerta del ascensor.
Eliza ando hacia la puerta de entrada lentamente intentando no hacer ningún ruido con el corazón exaltado no sabia hasta cuando podría durar esta tortura.
Cuando ya estaba en la puerta de la entrada pudo observar como en la figura se abría una sonrisa alargada con una fila de dientes blancos que resaltaba en esa oscuridad y después de eso un par de ojos de color rojo que la miraban fijamente.
Cuando estuvo cerca de la puerta la figura empezó a moverse de manera errática pero rápidamente hacia ella Eliza acelero el paso hacia la puerta mientras la cerraba con fuerza dejando a esa figura demoníaca afuera.
─ Joder!...Dejadme en paz…─ volvió a decir casi llorando mientras se apoyaba contra la puerta y empezaba a llorar ya no sabia que podía hacer.
En un momento dado se levanto mientras se limpiaba las lagrimas que aun rodaban por sus mejillas por el miedo que tenia en el cuerpo mientras se acercaba a la habitación una vez dentro tomo el ordenador portátil y comenzó a buscar alguna manera de poder deshacerse de esas criaturas que le estaban acechando.
Aunque estuviera concentrada en buscar la información de vez encunado miraba hacia la cocina por si sucediera algo más.
Cuando por fin de unos minutos de búsqueda pudo dar con algo que le pudiera servir de ayuda pero solamente servia si se volvía a donde todo había empezado.
─ Genial y ahora debo de ir a Japón…─ comento Eliza mientras seguía revisando si había algo diferente que no tuviera que viajar.
Después de unas horas de búsqueda todo le daba que debía de volver al lugar de origen y no había otra forma.
─ Pues nada un viaje a Japón…─ comento Eliza mientras revisaba el vuelo mas barato para reservar el viaje.
Una vez confirmado se levanto y se dirigió hacia el cuarto baño aunque con miedo en el cuerpo mientras miraba y escuchaba atenta todo lo que pasaba pero todo parecía normal.
Una vez dentro de la ducha giro el grifo y dejo que el agua caliente la relajara un poco así estuvo unos minutos dejando que el agua la golpeara suavemente.
En cuanto estuvo un poco mejor solamente salio de la ducha y limpio el espejo con la mano quitando el vaho del calor, se puso una toalla en el cuerpo y otra en el pelo mientras se lo secaba después de eso empezó a cepillárselo con tranquilidad.
Después de que lo hubiera echo fue hacia la habitación en un momento pudo ver algunas cosas de las cajas que se habían acumulado cerca del ordenador como si estuvieran mirando la pantalla interesados sobre todo las pequeñas figuras.
─ Vaya parece que eso os interesa…pues muy bien os llevare con mi abuela de nuevo…─ dijo Eliza enseguida sintió como si algo de felicidad inundara la habitación haciendo el ambiente mas ligero.
Después de eso tomo la ropa y empezó a vestirse una vez que hubo terminado se acerco al ordenador volviendo a meter todo de nuevo en la caja y pagando el viaje.
En cuanto hubo terminado se acerco a la cocina para intentar arreglar todo el estropicio lo mas que pudiera cuando estaba haciéndolo la tele enseguida se encendió por si sola provocándole un susto que enseguida giro la cabeza pudiendo ver que en el sofá había un pequeño peluche de un zorro con un par de colas que parecía mirarle con una sonrisa extraña.
─ No esto no puede ser…─ comento Eliza mientras se acercaba al televisor y lo apagaba mientras miraba al peluche después de eso volvió a limpiar la cocina pero en un momento dado volvió a encenderse nuevamente.
En ese momento al girarse pudo ver como la cabeza del peluche estaba girada con una sonrisa extraña pero agradable.
─ Escucha hasta aquí llegas…el televisor es mío…vuelve a tu caja… ¿Pero que demonios hago hablándole a un peluche…?...─ pregunto Eliza mientras miraba a los ojos negros y con unos ribetes dorados.
La pequeña figura parecía que la estuviera observando mientras se acercaba a apagar la televisión.
─ Y no se te ocurra…─ hablo Eliza como si estuviera amenazando al pequeño peluche que seguía sonriéndole.
Se giro de nuevo hacia la cocina pero rápidamente volvió a girarse como si estuviera esperando que se moviera del lugar y poder pillarle mientras encendía de nuevo la televisión.
Pero al girarse hacia donde estaba lo pudo ver sentado encima de la encimera observándole.
─ Coño…Joder…no vuelvas a hacer eso…vuelve al sofá…─ comento Eliza mientras le señalaba el sofá mientras pensaba que lo que estaba haciendo era una tontería pero enseguida de nuevo se encendió la televisión y enseguida se giro viendo que era otro peluche un pequeño samurái muy bien detallado.
─ ¿Qué pasa que os habéis confabulado para darme la puñeta…?...─ cuestiono Eliza mientras tomaba al pequeño zorro y lo ponía en el sofá junto al samurái después de eso apago de nuevo el televisor pero al girarse pudo ver que tanto el samurái como el zorro estaba a cada lado del sofá mirándose de manera extraña como si estuvieran enfadados el uno con el otro por un momento en Eliza se esbozo una sonrisa calmando su corazón y su mente…
FIN DEL CAPITULO 3
P.D: Bueno aquí dejo el siguiente capitulo espero que guste y muchas gracias .
Inició el tema
Mazoku
630
3.588 ATC
VIAJE AL COMIENZO
Eliza continuo limpiando la cocina intentando adecentarla al menos un poco pero cuando estaba en ello escucho de nuevo la televisión al darse la vuelta pudo ver que estaban las noticias anunciando lo que había ocurrido en la comisaría y partes de la ciudad.
En eso momento algo se le revolvió en el cuerpo diciéndole que tenía que salir del país e ir a Japón lo antes posible.
Rápidamente soltó la escoba y fue hacia la habitación para sacar la maleta del armario y empezar a revisar que es lo que tenia que meter.
Con prontitud saco cualquier tipo de ropa metiéndola en la maleta rápidamente al girarse en un momento pudo ver como tanto el samurai como el zorro estaban dentro.
─ Venga vosotros a la caja…─ dijo mientras tomaba ambos peluches y los volvía a meter en la caja después de eso miro hacia el tocador viendo la figura que estaba tumbada mientras las demás estaban mirándolo en una especie de coro.
─ Muy bien volvemos…de donde vienes…─ comento Eliza mientras miraba la pequeña figura después de eso tomo la figura y la metió en el bolsillo.
Después de terminar de hacer la maleta se dirigió hacia el ordenador empezando a buscar los billetes de vuelo más baratos que pudiera haber.
Mientras Pasaban las horas no encontraba nada mas barato de cierto precio aunque fuese en turista.
─ Joder que precios…ni que fuera a dar la vuelta al mundo…─ comento Eliza mientras revisaba los precios de todas las agencias cuando por fin pudo encontrar algo barato lo acepto de inmediato.
─ Muy bien hay poco tiempo…─ dijo mientras tomaba la maleta y las cajas para ir hacia el aeropuerto.
Por un momento antes de salir se quedo mirando por un instante la casa pero sin mucho afecto después de eso la abandono cerrando la puerta esperando volver.
Al girarse pudo ver que había una vecina con su hijo que se le quedo mirando con cierta cara de sorpresa mientras le saludaba casi susurrando.
Después de unos segundos incómodos el ascensor llego y entraron al ascensor que enseguida empezó a descender al llegar abajo se quedo por unos segundos mirando hacia la limpiadora que parecía que le sonreía de manera casi demoníaca.
Por unos instantes que parecieron horas incluso la piel se le erizo se quedo mirando hacia la limpiadora fijamente mientras que parecía que los ojos se iban tornando negro poco a poco.
Eliza cerró los ojos casi inmediatamente y continuo el camino mientras giraba la cabeza y miraba hacia la salida.
Al salir del edificio enseguida se dirigió hacia la parada de un taxi viendo como poco a poco el día avanzaba y las farolas se iban apagando lentamente mientras que los rayos del sol arañaban la oscuridad.
Al llegar a la parada de taxi rápidamente tomo uno metiendo la maleta en el maletero y sentándose en la parte de atrás por un momento su cuerpo sintió angustia en el cuerpo encima el olor del taxi fue como un revulsivo mientras notaba como el estomago empezaba a revolverse temiendo que algo iba a ocurrir.
─ Al aeropuerto…entrada internacional…─ comento Eliza mientras se acomodaba lo mejor que podía bajando la ventanilla para que el aire fresco al menos suavizara lo que sentía en el estomago.
El taxista guardo tanto las cajas como las maletas en el automóvil después de eso entro y comenzó a conducir hacia el aeropuerto.
En el viaje miro a través de la ventana viendo como el día avanzaba lentamente viendo como el tráfico se endurecía y poco a poco empezaba a escuchar los sonidos habituales.
El viaje duro cerca de media hora hasta que llego al aparcamiento del aeropuerto el sitio era enorme incluso podía ver los aviones del otro lado como se movían mientras que la gente entraba y salía del edificio.
El taxi aparco y enseguida Eliza abandono el automóvil tomando la maleta y las cajas, al entrar en el edificio el sitio era enorme estaba lleno de gente que iba de un lugar a otro mientras que las tiendas se extendían pro todas partes pudo ver a varias parejas de policías que estaban paseando por el lugar, mientras que los limpiadores pululaban por el lugar.
Rápidamente subió las escaleras mecánicas hacia la parte de arriba para confirmar los billetes del vuelo.
En la parte de arriba pudo ver que había unos asientos y varias cabinas con varias personas haciendo cola para embarcar.
Por un momento se quedo mirando hacia la caja y las cabinas de embarque y después de eso hacia los billetes de embarque.
─ Muy bien abuela terminemos esto…─ comento Eliza mientras miraba hacia le reloj y después hacia la maquina de plastificado de maletas.
Sin pensarlo mucho se dirigió hacia esta y el encargado empezó a girar la maquina plastificando las maletas junto con las cajas.
Después de unos segundos se dirigió hacia una de las colas que esta empezó a avanzar lentamente hacia la cabina.
Una vez en esta entrego los billetes y coloco las maletas y la cinta transportadora las condujo por una pequeña compuerta.
Por unos segundos se quedo pensativa mirando los billetes y como las maletas desaparecían en el hueco oscuro.
─ Perdón… ¿necesita algo más…?...─ pregunto la recepcionista mientras miraba como Eliza parecía estar en su mundo.
─ No, muchas gracias…perdón…─ respondió Eliza saliendo de su mundo de pensamientos y volviendo hacia algún banco para sentarse.
Enseguida empezó a mirar los billetes viendo que eran varias horas de viaje y viendo como la gente iba de un lugar a otro mientras que los policías hacían su patrulla diaria.
Enseguida su cuerpo empezó a gruñir por el hambre después de eso se dirigió a uno de los bares para tomar algo.
Una vez en el bar se sentó en una de las mesas que había colocadas afuera sin embargó los pensamientos de lo que había sucedido con el detective no se le iba de la mente.
A los pocos segundos se acerco un camarero para tomar la orden después de decidir estuvo esperando unos minutos mientras miraba a las demás personas por un momento miro hacia la televisión que había en una de las columnas viendo que daban las noticias viendo de nuevo lo que había pasado el as calles y en la comisaría.
Según las cintas de video vieron que se había escapado una persona pero no sabían quien era el fugado.
Por un momento empezó a mirar a las parejas de policías con cierto nerviosismo que parecían estar mirando sus móviles y respondiendo a los walkies que tenían encima del hombro.
El camarero llego con lo que había pedido y sin pensarlo mucho empezó a comer mientras que miraba de soslayo a los policías.
En cuanto hubo terminado se levanto rápidamente dejando lo que valía de lo que había tomado encima de la mesa rápidamente ando hacia una de las escaleras mecánicas para entrar en uno de los baños.
El sitio era bastante grande con varios cubículos en una de las paredes y varios lavabos al frente con espejos en las paredes y secadores de manos entre ellos mientras que la limpiadora parecía mirarla con cierta extrañeza.
En cuanto se hubo ido Eliza cerró la puerta y miro pro debajo de los cubículos sin ver a nadie.
Después de eso se quedo mirándose en uno de los espejos mirando su reflejo pero en un momento las luces empezaron a parpadear de manera suave.
Eso hizo que en un momento el corazón se sobresaltara mientras que la piel se le pusiera de gallina.
─ No, por favor déjame en paz…─ dijo Eliza de forma cansada mientras veía como las luces parpadeaban con cierta fuerza mientras que una de las puertas empezaba a abrirse lentamente.
─ déjame en paz de una vez…─ volvió a repetir Eliza mientras avanzaba con rapidez hacia la puerta pero en cuanto tiro del pomo este no se abrió mientras volvía a tirar un par de veces sin resultado ninguno.
Eliza miro de reojo viendo como una de las puertas de lo cubículos del fondo se abría lentamente viendo como una mano se apoyaba en el bastidor de la puerta lentamente.
El corazón empezó a latir con fuerza mientras que su cerebro se había bloqueado por completo dejándola en el sitio.
─ Ábrete de una vez…─ dijo Eliza una y otra vez mientras tiraba de la puerta con fuerza mientras miraba de reojo hacia la puerta que no había nada aunque el ambiente era frío.
Viendo que no podía salir se acerco lentamente hacia la puerta para ver si había alguien en ella.
Al estar cerca asomo la cabeza para ver si había alguien pero el cubicuelo estaba completamente vació.
─ Menos mal…─ hablo Eliza con alivio viendo que todo estaba bien pero enseguida pudo ver como algo goteaba del techo un líquido de color negro que caía sobre el WATER.
Eliza elevo la mirada viendo que en este estaba la misma niña que había visto en el parque la otra vez con el vestido desgarrado y lleno de sangre, la cabellera le caía delante del rostro pero podía ver unos ojos de color negro brillando y la boca abierta de donde goteaba ese liquido negro.
─ Aléjate de mi!...monstruo!...─ exclamo Eliza con miedo mientras veía como abría la boca de manera excesiva mientras que empezaba a chillar con fuerza en un momento retrocedió un par de pasos viendo como la niña se lanzaba encima de esta y ponía su rostro a escasos centímetros de la de Eliza.
Su rostro parecía estar deformado en cierto sentido mientras abría la boca de sobre manera mientras le caía una cantidad de ese liquido negro encima del rostro.
─ Devuélvemelo!...─ exclamo la niña de sobre manera retumbando el sonido en todo el lugar mientras que Eliza miraba hacia otra parte con los ojos cerrados notando ese liquido caliente que caía sobre su rostro casi impidiéndole respirar.
─ Aléjate de mi!...─ exclamo Eliza mientras pataleaba intentando quitarse de encima a la niña que parecía que no dejaba de parar de soltar ese liquido negro.
─ ¿Le sucede algo…?... ¿quiere que llame a un medico…?...─ pregunto una voz femenina que provenía del otro lado del cuarto de baño.
En ese instante Eliza abrió los ojos mirando a su alrededor viendo que no había nada y que se encontraba en el suelo.
Enseguida miro hacia la mujer que la mirada con cierto miedo en su rostro pero enseguida Eliza se levanto arreglándose un poco la ropa mirando hacia todos lados viendo que no había nada.
─ No hace falta…─ respondió Eliza mientras miraba con miedo hacia todas partes y saliendo del lugar rápidamente aun con el corazón en la boca no pudo mas que ir hacia un banco y tranquilizarse.
El tiempo fue pasando y las piernas aun le temblaban no sabias si volver a entrar al baño de nuevo el miedo se había apoderado de su mente.
A medida que miraba hacia las personas que pasaban pro allí algunas parecía que se les quedaban mirando con una sonrisa que había que le dieran escalofríos.
Enseguida miro hacia el suelo metiendo su mano en el bolsillo del pantalón notando la figura que parecía no abandonarla de ninguna forma pero esta vez las demás cosas de la abuela estaban siendo embarcadas en el avión.
Después de unos segundos mirando hacia el suelo noto como el arrullo de la gente se había apagado pro completo y no había ningún sonido en el sitio.
─ No, esto no puede estar pasando…─ repitió una y otra vez Eliza mientras no quería subir la mirada pero enseguida un color rojizo se apodero del lugar parecía que había pasado a la dimensión de esa entidad.
─ Vanesa solo quiero…que esto acabe de una vez por todas…─ dijo Eliza con tono de cansancio en su voz puesto que no sabia lo que podría aguantar.
─ Si quieres que esto acabe solo tienes que devolvérmelo…es así de simple…deja que tu abuela descanse en paz…─ respondió Vanesa con una voz agradable en ese momento Eliza miro a su lado viendo como Vanesa estaba ahí sentada.
─ No tu no eres real yo vi como morías…─ dijo Eliza con tono de terror mientras caía del asiento al suelo mirando a su alrededor el sitio parecía que se había transformado por completo tenia un ambiente tétrico y maligno como si las sombras que había pro el lugar se movieran por su propia voluntad e incluso pareciera que estuvieran a su alrededor.
─ Venga Eliza es sencillo…solo tienes que ofrecérmelo y todo se acaba no hará falta mas…no habrá mas sufrimiento…te prometo que te dejare en paz…─ hablo Vanesa mientras se levantaba y se acercaba a ella ofreciéndole la mano para que se levantara.
Eliza por un momento dudo apretando la figura en su mano dentro del bolsillo estaba tentada a dársela.
─ ¿Seguro que me dejaras en paz…?...─ cuestiono Eliza con miedo en su voz mientras miraba a Vanesa que estaba normal con el uniforme de la tienda y con una sonrisa amable en su rostro mientras le ofrecía la mano para ayudarla.
─ Por supuesto, solo quiero estar completa…─ respondió Vanesa sonriéndole de manera incluso cariñosa mientras sentía el frío en el ambiente y como enseguida empezaron a producirse susurros que pareciera estar detrás de ella.
─ Entonces….─ dijo Eliza mientras empezaba a sacar la mano cerrada de su bolsillo pareciera que estuviera dispuesta a acabar con todo….
FIN DEL CAPITULO 4
P.D: Bueno aquí dejo el siguiente capitulo en este mes que viene como siempre no voy a escribir nada nos vemos en Enero .
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